xHerencia ligada al sexo Horacio García Fernández "Al hacer a las hombres lo que son, la naturaleza lza ereado entre ellos profundas díferencias-" (Aristóteles ) En 1934 el premio Nobel de Fisiología y Medicina correspondió a Tlwmas lfunt Margan (1566 - 1945 ).por su descubrimiento de la herencia ligada al sexo. En su discurso de aceptación dio una prueba de su sentido de lajusticia al declarar: * En l911,unjoven estudiante, Walter Sutton, que trabajaba en el laboratorio de E. B. Wilson, puso de manifiesto, sin dejar lugar a dudas, que la conocida conducta de los cronosomas en el proc€so de maduración de ias células gelminal€s nos proporciona un mecanismo que explica la separación de las unidades hereditarias postuladas en la teoría de Mendel." Con esas palabras, Morgan, ailemás de teconocer el trabajo de quien dio origen al suyo, recuperó para la historia la memoria de Sutton. Fue un acto de justicia porque Molgao habfa iniciado la serie de investigacignes que_lo hicieron famoso cowlnc¡do de que Sutton se había equivocada al postulm que los croÍnosont4s.eran los vehíeulos de la transmísión de caracteres hereditarios' En una serie de experimentos, los investigadores del equipo de Morgan descubrieron con asombro que los equivocados eran ellos y no Sutúon. No sólo se demoshó que los cromosomas eran los transmisores de los caracteres hereditarios, sino que se reveió el mecanismo de la detendnación del sexo y, de paso, la herencia ligada al spxo. Esto de "herencia ligada al sexs" no es el tifulo de una novela de misterio tipo Agatha Ch¡istie- Yeamos. *¡Y qaevivata diferencio entre los,cromosomts Xy Ins cromosomas Y'iÜos del nuúiz! Cuando compara@os las células de1 cuerpo de una mujer con las de un hornbre encontramos una diferencia notable. Las femeninas tienen sólo parejas de cromosomas que semejantes, 23 pares en tota.l, uno de los cuales está fonnado por dos cromosomas parejas de cromosomas purrJen una leta X. Las masculinas sólo cuentan con 22 iimiiares, outosomas, a los que se ven en las femeninas; los ultimos dos, los delpat 23, son distintos entre sí: uno es del tipo )(, pero el ofro asemeja una lefoa Y. Todaslasdiferenciasentrehombresymujeres,cuJasconsecuenciashistórioasy sooiales arln arrastramos como problema no resueltq están ¡definidas por ausencia de un simple cromosoma! 1a presencia o Dado que en la célula que va a originar los óvulos tenemos 44 cromosomas de tipo generaímrás dos cromosomas X, suando se separan €n dos gfuBos igUales, en sada uno 12 pennanece rm cromosoma X. Los ówlos, céft¡las hqioides, que contienen [a mitad de cromosomas que las del resto del cuerpo de la mujer, células diploides, siempre tienen un cromosomaX. uando se producen los es¡rerma.tozoideq tsttbién hryIoídes, del gnrpo original de 46 croñosornas (44 generales + X * Y) se forman dos conjuntos distintos: en uno queda el cromosoma X y en el oho el Y. Esto origina dos tipos de esperctatozoideg a los cuales se designa conforrre al cromosoma que los caractpriza como X o Y. C, Nuestro sexo, al igual quc las demás caracterlsticas fisiológicas que nos procisan, queda feoundación. Si al óvulo lo fecunda un puede resuladq llegar a se.r esri bélla sensible e inteligente espennafozoide X, el merena de ojos color miel, ouya voz nos hace vibrar; pero si lo f-rcunda un espermatozoidede tipo Y, el rezultado puede serust€d, amigo lector. detereinado en el rnomento de la Una mqier mna produce akdedor de cua¡roeier¡tos óvulos eEFe sus. 15 y 35 años' su etapa más fértil, uno cada 28 dfas aproximadamente. Un hombre no ssüéril expulsa de doscierúos oineuenta millones a quinigntos millones de espnnaüozoides en cada gyaoulación- Así, afortunadísima lotsría que Uos tocó para vivi¡, primero enÍe cuatooientas posibilidades y luego enfie otros qüinientos millsnes da nuwas oportunidades. Ser det€rrininados de esa mimgra maravillosa? psr el aza& ¿no.es casi rrn'asto de magia aatural Apreciemos la exfiaordharia fortu¡a de estar vivos, mientas nos plqpa¡?llros para entender cómo sejuega etr vihl aza de los genes. Referencias t.Frie¡, John L,Al místefio de lalurencía,. aJiuzeEditorial, Libro deBolsillo, p.50. z García F., HoraciO, La cacerío del gernma k.mnq, Coleccién ¿eómo ves Direociúlce,reral de Dirnrlgación dela Ciencie, IINAM, 2008 ?, 13