Conclusiones. - Tesis - Universidad de Chile

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UNIVERSIDAD DE CHILE
FACULTAD DE DERECHO
DEPARTAMENTO DE DERECHO PUBLICO
LOS CONTRATOS ADMINISTRATIVOS EN LA
LEGISLACIÓN CHILENA
CONTRATO DE CONSULTORÍA O PRESTACIÓN DE
SERVICIOS PROFESIONALES
Autor María Angélica Velarde Villela
Profesor Claudio Moraga K.
Noviembre de 2001
Texto completo no publicado por no contar con la autorización del autor
Indice
Capítulo Primero: La Administración del Estado en el ámbito del Derecho Administrativo
La Administración del Estado. Origen del Derecho Administrativo
El Origen del Derecho Administrativo
Actuaciones del Estado en el ámbito privado
El Derecho Administrativo en el Estado Moderno Constitucional
La Administración conformadora social
Capítulo Segundo: El instituto de la Contratación Administrativa en el campo del Derecho
Administrativo
Los Contratos Administrativos
Doctrinas que aceptan la figura contractual administrativa
H. Peters y la doctrina del Oberbegriff
La postura W. Jelineck
Stern; categorías incomesurables
Bullinger y la doctrina “res extra comercium”
Imbesdem; el criterio de la discrecionalidad
Legislaciones que aceptan la noción de Contrato Administrativo
Doctrinas que rechazan la figura contractual administrativa
Otto Mayer y la doctrina negatoria del Contrato Administrativo
Salwedell; la relatividad de la posición dogmática
Las doctrinas privatistas
Criterios que señala la doctrina para negar la existencia de los Contratos Administrativos
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La desigualdad de las partes
Existencia de actos administrativos unilaterales
Objetos sobre los que versan están fuera del comercio
La no enajenación de facultades y prerrogativas
Legislaciones que no aceptan la existencia de los Contratos Administrativos
Los Contratos Administrativos en Chile
Doctrina
Manuel Jara Cristi
Guillermo Varas Contreras40
Patricio Aylwin Azócar
Enrique Silva Cimma
Hugo Caldera Delgado
Legislación
Capítulo Tercero: Conceptos, Características y Clasificación de los Contratos Administrativos
Concepto de Contrato Administrativo en el Derecho Comparado
Criterio; Fin de Servicio Público
Criterio; Sujeto administrativo y fin de utilidad pública
Criterio; Participación de un sujeto administrativo
Características de los Contratos Administrativos en la Doctrina Comparada
Concepto
Características
Objeto
Participación de un órgano estatal
Prerrogativas de la Administración
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Elementos que determinan su naturaleza administrativa
Doctrina de las cláusulas exorbitantes
La Doctrina del interés público y la presunción de carácter administrativo
Doctrina de la calificación unitaria de los Contratos Administrativos
Criterio de la extensión jurisdiccional
Clasificación de los Contratos Administrativos
Concepto y característica del Contrato Administrativo en Chile
Concepto
Características de los Contratos Administrativos en el Derecho Chileno
Elementos que determinan su naturaleza administrativa
Reconocimiento de estos contratos en el ordenamiento jurídico chileno
Efectos de los Contratos Administrativos
Capítulo Cuarto: Los Principales Contratos Administrativos en el Ordenamiento Jurídico Chileno
Antecedentes: Procedimiento para la celebración de Contratos Administrativos
Etapas previas para la celebración de los Contratos Administrativos
Requisitos previos
Regulación de los contratos y sus fuentes
Bases del contrato
Sistemas de adjudicación de los Contratos Administrativos
Diferentes etapas de la licitación pública
Primera etapa
Segunda etapa
Tercera etapa
Presentación de las ofertas
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Apertura de las ofertas
Aceptación y rechazo de las ofertas
Garantías
Materialización del contrato
Formalidades en el Contrato Administrativo
Aplicación del contrato
Plazo del contrato
Características del plazo
Multas y premios
De la ejecución de los trabajos
Derechos del contratista
Término del trabajo y recepción
Enumeración de los principales Contratos Administrativos que se celebran en el ordenamiento
Jurídico Chileno
Contrato de concesión de servicio público
Definiciones y características
Efectos generales del contrato de concesión de servicio público
Contrato Administrativo de Aprovisionamiento o Suministro
Definiciones y características
Contrato administrativo de obra pública
Contrato de construcción de obra pública
Definición doctrinaria
Características esenciales del contrato de construcción de obra pública
Contrato de Concesión de Obra Pública
Definición del Contrato de Concesión de Obra Pública
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Requisitos del Contrato de Concesión de Obra Pública
Régimen normativo del contrato de concesión de obra pública
Ámbito de aplicación
Contrato de consultoría o prestación de servicios profesionales
Capítulo Quinto: El Contrato de Consultoría o Prestación de Servicios Profesionales en el
Ordenamiento Jurídico Chileno
El Contrato de Consultoría o Prestación de Servicios Profesionales
Concepto
Fuentes Legales
Objeto del Contrato
Contrato a Honorarios
Definición del Contrato de Honorarios
Contrato Administrativo de Consultoría
Examen al Régimen de Contratos y Licitaciones del Sector Público
Introducción
Consideraciones Generales
Plan de Auditoría Interna de Gobierno
Resultado de la aplicación del Plan de Auditoría Interna de Gobierno del año 1996
Comentarios generales
Comentarios específicos sobre contratos y licitaciones
Recomendaciones
Recomendaciones generales del Plan de Auditoría de Gobierno del Año 1996
Recomendaciones específicas del Plan de Auditoría de Gobierno del Año 1996
Resultado de la aplicación del Plan de Auditoría Interna de Gobierno del año 1997
Comentarios generales
5
Comentarios específicos
Recomendaciones
Gobierno
generales que propone la Comisión General de Auditoría Interna de
Recomendaciones
Gobierno
especiales que propone la Comisión General de Auditoría Interna de
Nueva Política Pública de contratos y Licitaciones
Capítulo Sexto: Conclusiones
Bibliografía
Memorias
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Conclusiones.
Los contratos administrativos toman ese nombre por encontrarse regidos por
normas de carácter público, plasmadas en el derecho administrativo.
Podemos decir que este es una institución moderna dentro de nuestro derecho,
receptor de las normas del Derecho Europeo Continental. El derecho administrativo
fue concebido en sus orígenes como un conjunto de servicios públicos encaminados
a la satisfacción de las necesidades de la comunidad. La existencia del derecho
administrativo, estuvo condicionada a las Revoluciones Libertarias del Siglo XIX, que
cambiaron la forma que hasta esos tiempos eran dirigidos los gobiernos. El poder ya
no se radica en manos de una sola persona, sino que es objeto de una división en
donde se van asignando tareas y funciones a distintos estamentos representativos
de la sociedad, entregándose así las tareas de dictar normas que regulan el actuar
de la población y sus autoridades, otro grupo estará encargado de velar por el
cumplimiento de dichas normas de conductas y finalmente existe otro grupo que se
encarga de organizar la satisfacción de las necesidades de la población a través del
desarrollo de medidas que busquen el bien común. A éste último grupo se le conoce
como Administración y se rige por normas de carácter público que conocemos como
Derecho Administrativo.
En el desarrollo de éste trabajo, se ha manifestado de una manera reiterada la falta
de un criterio uniforme en relación ha si los contratos que celebra la Administración,
constituyen una figura contractual que se rige por normas de derecho público o por
la ley común privada, en nuestro ordenamiento jurídico. Esta situación obedece a
que los contratos administrativos no han logrado posesionarse como una institución
jurídica clara con principios irrefutables y concretos.
En otras legislaciones y ordenamientos jurídicos, se reconoce la existencia de estos
contratos, acordes con su legislación, doctrina y jurisprudencia, situación que no es
tan manifiesta en nuestro país.
A pesar de no tener una aceptación unánime entre los tratadistas nacionales, no
cabe duda alguna que estos contratos tienen plena aplicación, en las relaciones del
Estado con los particulares, ya sea que respondan a principios propios o adaptados,
cumplen actualmente un importante papel en las políticas nacionales, ligadas sobre
todo a las materias de infraestructura e inversiones públicas.
No nos cabe ninguna duda que la Administración, acude a la modalidad contractual,
cada vez que necesita del apoyo de los particulares para cumplir sus fines públicos,
orientados al bien común y satisfacción de las necesidades de la comunidad, en sus
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diversos aspectos. Los particulares comprometen sus recursos técnicos, financieros,
intelectuales y humanos por medio de relaciones contractuales que los vinculan con
la Administración.
Los trabajos, obras o faenas que se encomiendan al particular, se financian, la
mayoría de las veces, con fondos públicos. Dichos fondos deben invertirse al amparo
de los resguardos de las normas de carácter público que, ponen al particular en una
situación de subordinación frente al Estado, y, no por normas de carácter privados,
que se inspiran en la igualdad de las partes y en relaciones de equilibrio. El ente
Administrador siempre debe conservar ciertas prerrogativas, que le permitan el
resguardo de su principal objeto, la búsqueda del bien común, pues aun existiendo
una buena disposición de colaboración del particular, siempre sus intereses estarán
encaminados a la satisfacción de los fines por ellos perseguidos.
Por estos motivos, el Estado Administrador debe ocupar ampararse en normas de
carácter público en la regulación de los contratos administrativos, determinando que
estas normas son suficientes para inspirar estos contratos.
De lo anteriormente expuesto es dable concluir lo siguiente:
Uno) El contrato Administrativo como institución jurídica existe en el derecho actual,
siendo reconocido abiertamente en algunas legislaciones, con regulaciones
atingentes y desarrollo jurisprudencial, como la francesa y la española. En Chile a
pesar de no existir una regulación orgánica vasta y jurisprudencia administrativa
especifica al respecto, es indudable su existencia y celebración continua.
Dos) Los Contratos Administrativos pueden verse como una técnica de colaboración
que proporcionan los administrados, en el desarrollo de determinadas materias
propias de los entes públicos, como son los suministros, la gestión de los servicios
públicos, la construcción de obras públicas, la prestación de servicios profesionales,
etcétera. Esto no significa, en ningún caso, la renuncia del Estado a sus
atribuciones, de las cuales continúa titular, simplemente es asistido por los
particulares.
Tres) La Administración, al celebrar estos contratos, concurre con su voluntad y la
del particular que resulta obligado. No se trata de una imposición de la autoridad,
sino que es la manifestación libre y espontánea de su propia voluntad. No existe
imposición alguna por parte del ente administrador, cada una de las obligaciones
que impone el contrato son conocidas con anterioridad a la aceptación que realiza la
parte contraria.
Cuatro) Al hablar de Contrato Administrativo decimos que es aquel en que una de
las partes es la administración, que se celebra con un fin inmediato y directo de
carácter público, donde concurren ambas voluntades libremente, para la ejecución
de un fin de estas características.
Cinco) Por lo tanto los elementos de todo Contrato Administrativo son:
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La existencia de un acuerdo de voluntades,
La concurrencia de la Administración como una de las partes,
Que este acuerdo de voluntades genere obligaciones entre el contratista y la
Administración,
Que dicho acuerdo de voluntades se celebre para la satisfacción de un fin directo o
inmediato de carácter público.
Seis) Los rasgos más característicos de estas formas contractuales son:
Hay una primacía de la voluntad de la administración por sobre la voluntad del
particular, la cual se manifiesta en las condiciones del contrato.
Son contratos solemnes. La regla general es que estos contratos se someten a un
régimen concursal para su adjudicación. Se busca la participación del particular en
la concreción de asuntos públicos, en virtud de sus méritos profesionales,
otorgándoles justificación a su selección y a los montos que destine el Estado como
pago al trabajo encomendado. Además de constituir resguardos para la
administración, imprimen de transparencia el proceso selectivo y de contratación.
En estos contratos se manifiesta el predominio de la administración en la etapa de
ejecución, por guardarse prerrogativas propias de los órganos estatales, como son,
el poder de control, poder de modificación unilateral del contrato, entre otras,
manifestación expresa de su papel protector de los intereses públicos.
En otros ordenamientos jurídicos, estos contratos se someten a legislaciones
especiales, y sus controversias son resueltas por tribunales contenciosos
administrativos. En Chile, todas las controversias entre las partes son resueltas por
nuestros tribunales de fuero común.
Es la única forma contractual que en nuestro derecho se reconoce la aplicación de la
teoría de la imprevisión.
En estos contratos se admiten causales de terminación que no son propias de la
contratación civil, tales como la caducidad y la revocación, lo que le imprime un
rasgo contractual público.
Siete) Para constatar cuándo nos encontramos frente a un contrato administrativo,
debemos reconocer los elementos copulativos que le imprimen dicha naturaleza:
Que una de las partes sea una persona jurídica pública.
La existencia en su regulación de cláusulas exorbitantes del derecho común.
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Que el objeto y fin del contrato sea el bien común o interés general de la
comunidad.
Ocho) Lo determinante en los contratos administrativos es que una de las partes sea
un órgano de la administración del Estado, que se rija por normas de carácter
público, y que busque la satisfacción de intereses generales.
Nueve) Durante la celebración de los contratos administrativos, se deben cumplir
distintas etapas y requisitos que son las que le otorgan solemnidad y transparencia
a estas formas contractuales.
Diez) La forma en virtud de la cual se busca al cocontratante es por medio del
mecanismo de “licitación pública”, la que tiene por objeto garantizar los intereses
del Estado y del particular desde la perspectiva de la transparencia e igualdad que
imprime esta forma de adjudicación.
Once) Las etapas que deben cumplirse en todo proceso licitatorio pueden ser
anteriores a la licitación misma, como la petición y la presentación de propuestas,
coetáneas a la propuesta, como la apertura, aceptación o rechazo de la misma y las
posteriores a la propuesta que guardan relación con la formulación, celebración,
aplicación y ejecución del contrato, como así mismo el término y entrega del trabajo
encomendado en virtud de aquél.
Doce) Los principales contratos administrativos, que se celebran en nuestro país
son: el contrato de aprovisionamiento o suministros, el contrato de concesión de
servicio público, el contrato de obra pública, sea este de construcción o de
ejecución, y el contrato de consultoría o prestación de servicios profesionales.
Trece) El contrato de consultoría o prestación de servicios profesionales, de tan
notoria ocurrencia en los últimos tiempos, es aquel en que el particular ofrece sus
servicios profesionales para la ejecución de proyectos, asesorías y estudios, en
beneficio de la administración.
Catorce) El contrato de consultoría o prestación de servicios profesionales, en
nuestro ordenamiento jurídico, se manifiesta de dos formas: Cuando la
administración celebra contratos a honorarios, para proveer cargos públicos, y
cuando celebra el contrato de consultoría o prestación de servicios profesionales
propiamente tal, los que están orientados a la realización de estudios y/o asesorías,
siendo esta última forma contractual, en donde se ve más claramente las
características de los contratos administrativos que fueron objeto de este trabajo.
Quince) El contrato a honorarios:
Es el mecanismo de prestación de servicios que tiene por objeto permitir a los jefes
superiores de la administración, contar con la asesoría de especialistas en
determinadas materias.
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Estos contratos están circunscritos a un objeto especial, recayendo sobre labores
accidentales y cometidos específicos.
Constituye una fórmula de empleo dentro de los organismos públicos, más no se
considera un cargo público.
Se rigen por las normas de sus respectivos contratos.
Esta forma contractual permite el ingreso de nacionales o extranjeros, a prestar un
servicio profesional en una institución pública, ampliando la provisión de personal
profesional necesario en estos organismos, y que no pueden incorporarse a ellos, ya
sea por falta de vacantes, recursos financieros permanentes o porque sus funciones
se encuentran limitadas a proyectos específicos.
Dieciséis) Contrato
propiamente tal:
de
consultoría
o
prestación
de
servicios
profesionales
En Chile su fuente es reglamentaria, DS N°48 MOP de 28 de febrero de 1994,
reglamento para la contratación de trabajos de consultoría.
En virtud de este reglamento, se consagran los concursos públicos como
mecanismos para la contratación de trabajos de consultoría.
La consultoría es definida, por este reglamento, como todo estudio, proyecto o
asesoría que se estime necesario o conveniente contratar, para el cumplimiento de
sus objetivos.
La fuente más directa de los contratos de consultoría la constituyen las bases del
concurso. Estas se clasifican en bases administrativas y en términos de referencia,
las que definen todos los aspectos necesarios para la ejecución del trabajo de
consultoría.
La forma de estos contratos puede ser a suma alzada, precios unitarios o tarifas
profesionales.
El consultor se encuentra obligado a prestar ciertas garantías, tales como la de
seriedad de la oferta, o la de fiel cumplimiento del contrato. En virtud de este
mecanismo, se resguardan los intereses del Estado.
La solemnidad de estos contratos se manifiesta en sus distintas etapas. En la
apertura, con la presencia de una comisión de apertura y el levantamiento de un
acta que resume todo lo obrado en este acto. En la celebración del contrato,
compuesto por los términos de referencia y bases, preguntas, consultas, respuestas
y aclaraciones, como así mismo por la oferta del consultor. Y finalmente en la
ejecución del contrato, en el cual el consultor debe emitir informes de avance del
trabajo encomendado, dar las facilidades pertinentes para el control del mismo, y
entregar el trabajo dentro de los plazos convenidos.
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Diecisiete) Como una forma de lograr una uniformidad y pertinencia de los distintos
entes administrativos, en lo que dice relación a la contratación de consultorías
públicas, durante el gobierno del Presidente de la República Don Eduardo Frei RuizTagle, se le encargó a la Comisión de Auditoría Interna General de Gobierno la
realización de un diagnóstico del uso de los contratos y licitaciones en el Sector
Público. Esta función se realizó por dicha Comisión en los años 1996 y 1997, cuyos
resultados se tradujeron en dos documentos que fueron analizados en este trabajo,
y que, en términos generales, nos acotan lo siguiente:
Examen del régimen de contratos y licitaciones en el Sector Público elaborado en
1996. Nueva política pública de contratos y licitaciones contenido en el instructivo
642 de 1996, “Examen integral de los procesos asociados a los contratos directos de
bienes y servicios y adjudicación de licitaciones en el Sector Público”.
Se realizaron talleres para examinar el proceso legal reglamentario y financiero que
rigen los contratos y licitaciones. De este estudio se concluyó:
La normativa reglamentaria es abundante e inorgánica.
La falta de criterios financieros en la adquisición de bienes.
La carencia de definición de los tipos de garantías.
La existencia de demasiada discrecionalidad en los procesos de contratación.
El control burocrático demora la ejecución y afecta la oportunidad y eficacia.
Las recomendaciones que se elaboraron fueron las siguientes:
Perfeccionamiento de la legislación vigente.
Redefinir los controles previos a la contratación.
Elaborar manuales.
Redefinir los umbrales financieros.
Privilegiar la licitación.
Crear bases administrativas y técnicas de licitación tipo.
Mantener mecanismos que faciliten la información y comunicación entre los diversos
órganos estatales.
Examen Integral del Uso de las Consultorías Externas por parte del Gobierno. Plan
de Auditoría de Gobierno del año de 1997. Como consecuencia de este examen la
Comisión de Auditoría Interna de Gobierno concluyó lo siguiente:
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La ausencia de normativa que regule la adjudicación y administración para las
contrataciones de este tipo.
La inexistencia de normas uniformes, no obstante se observan prácticas generales
susceptibles de mejorar.
Los umbrales financieros varían ampliamente, y, no hay planes de implementación
de los resultados.
En muchas ocasiones no se aplican las multas pactadas.
La ausencia de registros de consultores.
Se observa la falta de coordinación con los sistemas de evaluación y la ausencia de
contraparte técnica.
La falta de acceso a recursos alternativos.
La no-existencia de mecanismos que verifiquen la utilidad que reporta la
consultoría.
Como consecuencia de las auditorías de los años 1996 y 1997, se emitió un
Instructivo presidencial a todos los Ministerios, que en términos generales
establece:
La necesidad de definir el concepto de consultoría externa.
La consultoría debe ser considerada como una herramienta, y su uso, ser evaluado
de acuerdo a los requerimientos de cada sector.
La consultoría, sólo deberá ser usada en ausencia de medios humanos y técnicos
propios.
Es fundamental la evaluación del producto recibido, tanto desde el punto de vista
financiero como del objetivo perseguido.
Se propende la difusión de los estudios realizados a través de la creación de bases
de datos, que contenga la información de las consultorías.
Dieciocho) Finalmente, quisiera manifestar la opinión de la memorista respecto a la
existencia de estas formas contractuales en nuestro ordenamiento jurídico. A pesar
que desde un punto de vista legal, doctrinario y jurisprudencial estricto, pudiese
pensarse que estos contratos no tienen cabida en nuestro ordenamiento, los
contratos administrativos se encuentran plenamente vigentes, su uso es cada vez
más necesario y se ha ido manifestando con mayor fuerza en los últimos tiempos. El
hecho, de la ausencia de un desarrollo uniforme en todos sus aspectos, no es para
mí, una causal suficiente para negarles su existencia. Es una institución sui generis,
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que la Administración está tratando de ordenar e implementar con mayor
pertinencia y regularidad. La muestra más clara, se encuentra en el desarrollo de los
estudios realizados por la Comisión de Auditoría Interna General de Gobierno en los
años 1996 y 1997.
Nuestro desafío está, en reconocer los beneficios que esta técnica de colaboración
de los particulares con el Estado puede brindar al desarrollo de nuestro país,
aceptándola como forma contractual, con características propias, regidas por
normas de carácter público, que buscan el bien de la comunidad nacional toda.
Otorgarle un reconocimiento legal y un espacio en las cátedras y libros de derecho
Administrativo, así como un desarrollo jurisprudencial capaz de reconocer sus
diferencias de los contratos civiles, sería un gran paso hacia la modernidad del
Estado. Me gustaría pensar que este trabajo, pudo contribuir a lograr este objetivo.
jurídica del servicio público: el concesionario tiene la obligación de cumplir con las
resoluciones de la autoridad en orden a mejorar las condiciones del servicio, siempre
que con ello no altere las condiciones esenciales de la concesión.
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