Las intervenciones adhesivas en los procedimientos ante el

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Las intervenciones adhesivas en los procedimientos ante el
Tribunal de Justicia de la Unión Europea y el Tribunal General
Cani Fernández Vicién y Albert Pereda Miquel 1
Capítulo del libro: Procedimientos Administrativos y Judiciales de la Unión
Europea, 2012
1. Introducción
Las intervenciones adhesivas en los procedimientos ante el TJUE y ante el TG2
suponen la presencia en el proceso de personas distintas de la parte demandante y
la parte demandada. La presencia de más sujetos procesales, los coadyuvantes,
comporta una mayor complejidad en la tramitación de estos procesos, tanto en su
fase escrita como, muy especialmente, en la fase oral.
La admisión de coadyuvantes genera, en los procesos judiciales comunitarios,
determinadas expectativas procesales para estos sujetos, como la de ser oídos
(por escrito y en el acto de la vista) y proponer pruebas. Incluso puede implicar el
derecho de los que intervienen adhesivamente a ser resarcidos de las costas.
Sin embargo, la intervención tiene una serie de límites.
Subjetivamente, no toda persona está legitimada para intervenir en todo
procedimiento sustanciado ante el TJUE y el TG. Para cada tipo de proceso (acción
de incumplimiento, acción por daños, acción de anulación y cuestión prejudicial)
existen normas precisas e interpretaciones de los tribunales que definen las
condiciones de acceso y sus límites.
Desde el punto de vista objetivo, la intervención de los coadyuvantes no puede
modificar el objeto del proceso. Por ello es preciso analizar cómo debe
estructurarse la intervención de los coadyuvantes de forma que no altere la esencia
del debate entre las partes principales en el procedimiento.
Por último, también existen requisitos formales que deben tenerse en cuenta para
que se produzca una intervención válida (plazo de presentación, contenido de la
demanda de intervención, requisitos de representación, etc.).
Ahora bien, antes de entrar a analizar con detalle los límites de la intervención
previstos por la normativa y que han ido perfilando los tribunales, será conveniente
fijar unos conceptos introductorios relativos a la terminología utilizada y la función
de las intervenciones adhesivas.
1
Los autores agradecen a las abogadas de Cuatrecasas, Gonçalves Pereira, Irene
Moreno-Tapia, Tatiana López, Sofía Yagüe y Cristina Vila sus comentarios y reflexiones.
2
Aunque las intervenciones adhesivas también están previstas para los procedimientos
ante el Tribunal de la Función Pública, la intervención en estos procedimientos no se
analiza en este capítulo.
1
2. Terminología utilizada y función de la intervención
2.1. ¿Qué se entiende por “intervención”?
La estructura de todo proceso judicial comunitario responde a dos principios
generales: el de dualidad de partes 3 (sólo dos partes, demandante y demandado) y
el de contradicción (dos posturas antagónicas en un solo conflicto). Por lo tanto, el
reconocimiento del derecho a participar en el proceso en virtud de cualquier otro
título distinto del de parte procesal supone, lato sensu, una intervención.
No obstante, el artículo 40 del Estatuto del TJUE4, atribuye este Derecho, con
distinto alcance, a los Estados miembros, las instituciones de la UE, sus órganos y
organismos, cualquier persona que pueda demostrar un interés en la solución de
un litigio sometido al Tribunal, los Estados parte en el Acuerdo sobre el Espacio
Económico Europeo distintos de los Estados miembros y el Órgano de Vigilancia
de la AELC.
2.2. La terminología utilizada
El artículo 40 del Estatuto del TJUE habla de “coadyuvantes” y en las diversas
disposiciones de los Reglamentos de Procedimiento que vamos a analizar se
regula en detalle la “intervención” de los coadyuvantes. Por lo tanto, no cabe hablar
de “intervinientes”, extremo excesivamente genérico, ambiguo y que no viene
definido en la normativa aplicable. Además, el uso de la palabra “intervinientes”
podría generar confusión respecto a la existencia de dos figuras procesales
distintas, lo que no encuentra fundamento en los textos normativos 5.
Por otra parte, no es posible utilizar las categorías de Derecho interno para
determinar si se trata de una intervención litisconsorcial o de una intervención
adhesiva simple, ni sirven categorías como la intervención provocada o el
litisconsorcio voluntario. Pero sí cabe decir que en el procedimiento ante los
tribunales comunitarios no está prevista ninguna intervención forzosa, por lo que la
intervención es siempre voluntaria 6.
La doctrina habla de “intervención adhesiva” para destacar la subordinación de la
intervención de los coadyuvantes a la actuación de las partes procesales. Pero en
algunos casos esta intervención comporta un singular grado de autonomía respecto
3
En Derecho procesal comunitario, el concepto de “parte procesal” responde, en general,
al sentido que tiene en Derecho interno. Sin embargo, el concepto “ parte litigante” en la
cuestión prejudicial se refiere a las partes que tienen tal condición en el litigio pendiente
ante el órgano jurisdiccional nacional (véase auto del Presidente del Tribunal de Justicia de
12 de septiembre de 2007, asunto C-73/07, Tietosuojavaltuutettu contra Satakunnan
Markkinapörssi Oy y Satamedia Oy, párrafo 11, en el que se hace referencia a la
jurisprudencia Bollmann, sentencia del TJUE de 1 de marzo de 1973, asunto C-62/72,
apartado 4).
4
Versión consolidada del Tratado de la Unión Europea y del Tratado de Funcionamiento de
la Unión Europea, DOUE C-83, 30-3-2010. Protocolo nº 3 del TFUE, sobre el Estatuto del
Tribunal de Justicia de la Unión Europea, C-115/210. DOUE 9.5.2008.
5
El uso más o menos extendido de la palabra “intervinientes” también puede ser
consecuencia de una traducción literal del término coadyuvante en ingles: intervener.
6
FUENTETAJA PASTOR, Jesús Ángel, El proceso judicial comunitario, Editorial Marcial
Pons, Madrid, 1996, p.144.
2
a la postura de las partes. Por eso, vamos a ir perfilando el alcance que tiene la
intervención en los procedimientos judiciales comunitarios.
2.3. ¿Cuál es la función de la intervención adhesiva?
La intervención adhesiva cumple varias funciones dependiendo del prisma que se
tenga en cuenta a la hora de analizar la participación de los coadyuvantes.
Por un lado, la intervención adhesiva permite a los Jueces tener en cuenta las
pretensiones y las alegaciones de personas o instituciones distintas de las partes
principales pero también con intereses legítimos a la hora de decidir sobre un
determinado asunto. Por ejemplo, la intervención de coadyuvantes puede permitir
al Juez sopesar el contexto de la resolución del litigio y los efectos extra partes que
éste puede producir.
Desde otro ángulo, el objetivo de la intervención es permitir a terceras partes que
puedan verse afectadas por la solución del litigio colaborar con algunas de las
partes principales ayudándole a que prosperen sus pretensiones 7. Desde la
perspectiva del coadyuvante, la intervención le permite el conocimiento de primera
mano de la cuestión debatida, sin verse implicado directamente en el conflicto y, en
principio, sin el riesgo de asumir las costas procesales de los demás litigantes.
En suma, el resultado de los procedimientos sustanciados ante el TJUE y el TG
puede afectar tanto a los Estados miembros, como a las Instituciones de la UE o a
personas físicas o jurídicas, aun cuando éstas no sean parte en el procedimiento.
Dejando de lado finalidades particulares, gracias a la intervención, el Tribunal
puede tomar en consideración estos intereses al decidir el caso 8. Por lo tanto, es
preferible, tanto por motivos de economía procesal como de seguridad jurídica,
permitir a la persona interesada que dé a conocer su punto de vista antes de dictar
sentencia9. De esta forma se intenta evitar la oposición de terceros frente a la
efectividad de la sentencia dictada.
No obstante, no toda intervención es admisible. Dejando aparte los privilegios de
los Estados miembros y las instituciones de la UE, ha de existir un vínculo fuerte a
la hora de valorar la aceptación de una intervención adhesiva de un organismo o
de una persona física o jurídica. Un vínculo que se construye en torno al concepto
de interés directo, actual y real.
3. Elementos subjetivos: la legitimación
Vamos a tratar en este apartado de quiénes están legitimados para intervenir como
coadyuvantes en cada tipo de procedimiento y del concepto de “interés directo”
previsto en el Estatuto del TJUE como requisito de intervención, que ha ido
desarrollando la jurisprudencia comunitaria.
7
SOBRINO HEREDIA, José Manuel, “El sistema jurisdiccional. El Tribunal de Justicia ” en:
Derecho comunitario, Madrid, Ed. Iustel, 2002, p.15. Ver también la sentencia del TJUE de
17 de marzo de 1993, asunto C-155/91, Comisión Europea contra Consejo, párrafos 23 y
24, donde el TJUE declara inadmisible la petición del Parlamento Europeo qu e participaba
en el litigio en calidad de coadyuvante que pretendía la anulación de la Directiva recurrida
por la Comisión basándose en motivos completamente distintos a los de la parte principal.
8
LENAERTS Koen, ARTS Dirk y MASELIS Ignace, Procedural Law of the European Union,
BRAY Robert (Ed.), Thomson - Sweet & Maxwell, 2a ed., p.566.
9
FUENTETAJA, El proceso..., p.143.
3
3.1. Regulación
Las intervenciones adhesivas en los procedimientos sustanciados ante el TJUE y el
TG encuentran su fundamento jurídico en el artículo 40 del ya citado Estatuto del
TJUE, que acompaña al TFUE como Protocolo nº 3.
Según el primer párrafo del mencionado artículo, podrán intervenir como
coadyuvantes, en los litigios sometidos a ambos tribunales, los Estados miembros
y las instituciones de la UE por el mero hecho de serlo.
Además, el segundo párrafo de dicho artículo otorga el mismo derecho a los
órganos y organismos de la Unión y a cualquier otra persona, en ambos casos
siempre que pueda demostrar “un interés en la solución del litigio” sometido a
cualquiera de los dos tribunales 10.
De los términos del artículo 40 del Estatuto del TJUE se deriva la existencia de dos
tipos de coadyuvantes: privilegiados y no privilegiados.
3.2. Clases de coadyuvantes
3.2.1.
Coadyuvantes privilegiados
Los Estados miembros y las instituciones de la UE pueden intervenir como
coadyuvantes en cualquier litigio o causa que se dirima ante el Tribunal sin tener
que demostrar un interés en ejercitar la acción o en oponerse a ella. Lo harán por
su propia naturaleza, esto es, sin necesidad de aportar ningún tipo de justificación,
y en cualquier momento. El derecho de intervención de los Estados miembros y de
las instituciones resulta de su posición en el sistema institucional creado por el
Tratado11.
¿Qué se entiende por “instituciones”? El Estatuto del Tribunal no las define ni las
enumera. Por lo tanto, deben considerarse como “instituciones” sólo las referidas
en el artículo 13 del TUE, esto es, el Parlamento Europeo, el Consejo Europeo, el
Consejo de la UE, la Comisión Europea (denominada “Comisión”), el Banco Central
Europeo y el Tribunal de Cuentas 12. No se consideran “instituciones”, por ejemplo,
los organismos creados al amparo de Derecho derivado (las llamadas agencias).
3.2.2.
Coadyuvantes no privilegiados
Los organismos de la UE y cualquier persona (física o jurídica13) distinta de los
Estados miembros y de la instituciones de la UE pueden actuar en intervención
adhesiva, siempre que demuestren un interés en la solución de un litigio sometido
10
El párrafo 3º del precepto permite que los Estados parte en el Acuerdo sobre el Espacio
Económico Europeo, distintos de los Estados miembros, y el Órgano de Vigilancia de la
AELC, previsto por dicho Acuerdo, podrán intervenir como coadyuvantes en los litigios
sometidos al TJUE y al TG cuando éstos se refieran a uno de los ámbitos de aplicación del
referido Acuerdo sin necesidad de acreditar un interés en la solución del litigio.
11
FUENTETAJA, El proceso…, p.145.
12
El artículo 13 TUE también menciona al TJUE, aunque por razones obvias, éste no
participará en los litigios sometidos a su jurisdicción.
13
El concepto de persona jurídica que utiliza el Tribunal guarda relación con la realidad de
la personalidad jurídica, atendiendo a los elementos que constituyen la base de tal
personalidad (FUENTETAJA, El proceso…, p.146).
4
al Tribunal. Más adelante analizaremos el alcance de este “interés” con mayor
detalle.
Los coadyuvantes no privilegiados, además de la necesidad de probar el interés
que les vincule con el procedimiento sometido al Tribunal, se caracterizan por el
hecho de que en ningún caso pueden intervenir en litigios seguidos entre los
Estados miembros o entre los Estados miembros y las instituciones de la EU o
entre éstas.
En efecto, mientras que los Estados miembros y las instituciones de la UE pueden
intervenir como coadyuvantes tanto en pleitos seguidos entre algunos de ellos,
como en pleitos en los que sean parte partes privadas, las personas físicas y
jurídicas no pueden intervenir en los litigios entre los Estados miembros, entre
instituciones de la UE, o entre Estados miembros, por una parte, e instituciones de
la UE, por otra, aunque ostenten interés en la resolución del litigio. Esta regla es
absoluta y el Tribunal la aplica de forma estricta14.
No permitir la presencia de particulares en los procesos “institucionales” parece
tener fundamento en una presunción iuris et de iure según la cual los conflictos
entre los Estados miembros y/o con las instituciones de la UE no pueden afectar a
los particulares de forma directa e individual. Nos referimos, fundamentalmente, a
los recursos por incumplimiento de Estado.
En definitiva, no todos los organismos de la UE están legitimados para intervenir
como coadyuvantes y la legitimación de su presencia guarda relación directa con
sus funciones institucionales. Sólo actúan conforme a lo previsto en el artículo 40
del Estatuto del TJUE en razón del concreto alcance de sus prerrogativas.
Sin perjuicio de la necesidad de justificar su petición de intervención en base a un
interés en la solución del litigio, una vez aceptados como coadyuvantes, tanto los
privilegiados como los no privilegiados tienen, en teoría, los mismos derechos y
posibilidad de participación en el proceso. Ahora bien, la posibilidad que tienen los
coadyuvantes privilegiados de intervenir en cualquier momento sin necesidad de
justificar la existencia de un interés en la solución del litigo hace que, de facto, el
derecho que corresponde a los coadyuvantes no privilegiados se vea mucho más
limitado.
4. Elementos objetivos
La participación de los coadyuvantes está sujeta a determinados requisitos
objetivos. En primer lugar, es necesario que exista un litigio, un contencioso, un
conflicto entre partes. No cabe hablar de intervención adhesiva si no existe
contradicción.
En segundo lugar, como hemos anticipado, no se permite la intervención de
cualquier persona física o jurídica. Ello podría complicar enormemente todos los
procedimientos y colapsar el funcionamiento del ya de por sí cargado sistema
judicial comunitario. Con la excepción de los coadyuvantes privilegiados, aquéllos
que quieran intervenir en el litigio deberán demostrar la existencia de un interés en
la solución del mismo. Es necesario pues analizar con mayor detalle cómo el TG y
14
Art. 40, párrafo segundo, in fine.
5
el TJUE han interpretado el concepto de “interés”, que debe ponerse en relación
con el tipo particular de procedimiento.
Por último, hay que tener en cuenta que la intervención no convierte al
coadyuvante en parte principal del procedimiento, ni triangula el proceso con
introducción de nuevas peticiones que el Tribunal deba resolver como
contrapuestas a las de demandante y demandado. El coadyuvante adhesivo se
limita a “apoyar las pretensiones” de una de las partes. Conviene hacer algunas
precisiones sobre el alcance de esta expresión.
4.1. Existencia de un “litigio”
La intervención está prevista solo para los “litigios” sometidos al TJUE o al TG. La
exigencia de litigio comporta la presencia de un contencioso, de una contradicción,
ya sea en forma de recurso por incumplimiento o en recurso por anulación, ya sea
en el marco de una acción por daños, o en un recurso por omisión.
Por lo tanto, queda excluida la posibilidad de intervenir en el marco de una cuestión
prejudicial planteada por un órgano jurisdiccional nacional en virtud del artículo 267
TFUE. En tales casos no existe, propiamente, una cuestión litigiosa, sino solo la
petición por parte de un órgano nacional de la interpretación de una norma
comunitaria15, o en su caso, de la confirmación de su validez. En la cuestión
prejudicial, los Estados miembros y las instituciones de la UE son invitados a
presentar alegaciones u observaciones escritas en virtud del artículo 23 del
Estatuto del TJUE, pero no tienen intereses propios que defender (no son “parte”) y
sólo defienden, a lo sumo, un interés general 16.
Es importante señalar que la imposibilidad de participar en los procedimientos en
los que el TJUE analiza una cuestión prejudicial afecta a todos los coadyuvantes
no privilegiados, incluidos los organismos de la Unión como, por ejemplo, el
Supervisor Europeo de Protección de Datos17.
Por último, la necesidad de que la solicitud de intervención como coadyuvante se
plantee en el marco de un “litigio” también implica que no cabe una intervención
respecto a una causa inadmisible. La inadmisión a trámite de un recurso implica la
inexistencia de cualquier expectativa del coadyuvante 18.
15
FUENTETAJA, El proceso…, p. 147 y jurisprudencia citada.
En el supuesto en que hubiera coadyuvantes en el litigo principal, éstos sí podrían
intervenir en el marco del procedimiento que analice la cuestión prejudicial, si bien lo harán
en calidad de “partes litigantes” a las que se refiere el artículo 23 del Estatuto del TJUE
(esto es, partes en el procedimiento principal) y no como coadyuvantes.
17
Auto del Presidente del TJUE de 12 de septiembre de 2007, asunto C -73/07,
Tietosuojavaltuutettu y Satakunnan Markkinapörssi Oy y Satamedia O y, párrafo 12.
18
No puede aceptarse que un tercero pueda demostrar un interés en la solución del litigio o
que pueda intervenir en apoyo de las pretensiones de una de las partes cuando el recurso
no es admisible (ver auto del TJUE (Sala Quinta) de 5 de julio de 2001, asunto C-341/00 P,
Conseil national des professions de l'automobile (CNPA), Fédération nationale des
distributeurs, loueurs et réparateurs de matériels de bâtiments-travaux publics et de
manutention (DLR), Auto Contrôle 31 SA, Yam 31 SARL, Roux SA, Marc Foucher-Creteau
y Verdier distribution SARL contra Comisión de las Comunidades Europeas, párrafos 33 a
39).
16
6
4.2. Concepto de “interés en la solución del litigio”
Como hemos visto, a las instituciones de la UE y los Estados miembros
(coadyuvantes privilegiados) no se exige un interés en el asunto para que puedan
intervenir como coadyuvantes, ese interés se presume. Sin embargo, para aceptar
la intervención adhesiva de los organismos de la Unión o cualquier persona física o
jurídica (coadyuvantes no privilegiados), el Estatuto del TJUE exige la presencia de
un “interés en la solución del litigio”.
La jurisprudencia comunitaria ha determinado que las coadyuvantes deben tener
un “interés” directo, actual y real 19 en que se estimen las pretensiones planteadas
en el marco del litigio en sí mismas, y no un interés respecto a los motivos o
alegaciones invocados 20.
Además, el Tribunal ha especificado que por “solución” del litigio hay que entender
la decisión final tal como quedará consagrada en el fallo de la sentencia. Por ello,
debe comprobarse que el coadyuvante resulta directamente afectado por el acto
impugnado y que su interés en la solución del litigio es real.
A continuación analizamos con mayor detenimiento cómo
comunitarios han interpretado el concepto de “interés” en el litigio.
4.2.1.
los
tribunales
Interés directo
No es suficiente que el coadyuvante se encuentre en una situación similar a la de
una de las partes (como titular de un interés indirecto o reflejo). En palabras del
TJUE, “debe distinguirse entre quienes solicitan intervenir como coadyuvantes y
justifican un interés directo en la suerte deparada al acto específico cuya anulación
se solicita y quienes justifican sólo un interés indirecto en la solución del litigio, a
causa de semejanzas entre su situación y la de una de las partes 21”. En este
segundo supuesto, no procederá la intervención adhesiva.
Por tanto, y a título de ejemplo, la expectativa, más o menos fundada, de ser objeto
de una actuación de la Comisión Europea en materia de Derecho de la
competencia no legitima para instar y obtener la intervención adhesiva en un litigio
pendiente contra otra empresa 22.
19
Según FUENTETAJA, el interés debe ser jurídicamente importante, fundado y actual, que
puede ser pecuniario o moral, pero debe ser directo, concreto e individual. Un interés moral
podría bastar y también uno colectivo, en el caso de organismos de defensa de intereses
profesionales, como los sindicatos (FUENTETAJA. El proceso…, p.146).
20
Auto del Presidente del TG (Sala Quinta ampliada) de 10 de enero de 2006, asunto
T‑ 227/01, Territorio Histórico de Álava - Diputación Foral de Álava y Comunidad Autónoma
del País Vasco - Gobierno del País Vasco contra Comisión de las Comunidades Europeas,
párrafo 13.
21
Auto del Presidente del TJUE de 17 de junio de 1997, asuntos C-151/97 P (I) y C157/97 P (I), National Power y PowerGen, párrafo 53.
22
Auto del Presidente del TJUE de 6 de marzo de 2003, asunto 186/02 P, Ramondín SA y
Ramondín Cápsulas SA contra Comisión y Territorio Histórico de Álava - Diputación Foral
de Álava, párrafos 14 a 17.
7
4.2.2.
Interés actual
No es suficiente la alegación de un interés futuro para admitir la intervención, ni la
existencia de dudas sobre las expectativas que puedan nacer o perderse en razón
del asunto litigioso que se debate.
Así, por ejemplo, el que la anulación o la modificación de una Decisión pudieran
eventualmente llevar a la Comisión Europea a replantearse la dispensa de pago
que se ha concedido al coadyuvante no es razón suficiente para apreciar un interés
directo y actual, sino sólo un interés indirecto y potencial. Según el TG, si se diera
tal hipótesis, el que pretende intervenir siempre podrá esgrimir sus alegaciones en
el marco del futuro recurso de anulación contra la decisión desfavorable de la
Comisión que le afecte directa e individualmente 23.
4.2.3.
Interés real
El interés en la solución del litigio debe ser real, esto es, no puede ser hipotético o
probable, sino que la eventual estimación de las pretensiones planteadas en el
contencioso debe afectar al coadyuvante de forma clara24. Debe entenderse que,
en los casos en los que una persona física o jurídica esté afectada por el acto
recurrido individualmente de conformidad con la jurisprudencia Plaumann, se
apreciará que cumple también el criterio exigido por el artículo 40 del Estatuto del
TJUE25.
El TJUE ha concluido que, en el marco de una acción de anulación contra una
decisión de la Comisión Europea en materia de derecho de la competencia, el
competidor del demandante puede ser titular de un interés directo, actual y real en
conocer el desarrollo y el resultado del caso, no por razones de mera similitud, sino
porque como competidor está directamente afectado por el acto cuya nulidad se
pretende.
Por ejemplo, en el ámbito de ayudas de Estado, el TJUE ha establecido que las
empresas competidoras y las organizaciones profesionales del sector de la
empresa afectada por la supuesta ayuda son consideradas interesadas en el
sentido del apartado 2 del artículo 108 TFUE y, por lo tanto, pueden tener un
interés actual en intervenir en el procedimiento judicial que se sustancie contra la
resolución que resuelva si la ayuda en cuestión es compatible con el mercado
interior26.
Sobre esta base, sería razonable esperar que los perjudicados por una infracción
de la normativa de la competencia que hayan demandado por daños a los
infractores en virtud de una decisión de la Comisión Europea puedan intervenir
como coadyuvantes en el marco del recurso planteado ante el TG por los
23
Auto del TG (Sala Quinta) de 16 de diciembre de 2004, asunto T-410/03, Hoechst AG
contra Comisión.
24
Para un resumen de los supuestos en los que se ha permitido la intervención de
competidores ver el auto del TG (Sala Sexta) de 25 octubre 2011, asunto T-63/11, Société
Air France contra Comisión Europea, párrafo 14.
25
Una persona física o jurídica sólo puede afirmar que la disposición objeto de litigio le
afecta individualmente cuando le atañe debido a ciertas cualidad es que le son propias o a
una situación de hecho que la caracteriza en relación con cualesquiera otras personas
(véase la sentencia de 15 de julio de 1963, Plaumann contra Comisión, 25/62, párrafo 197).
26
Sentencia del TJUE de 15 de junio de 1993, asunto C-225/91 Matra SA contra Comisión,
párrafo 18.
8
sancionados. No así aquéllos que todavía no hayan tomado la decisión de llevar el
caso a los tribunales puesto que su interés solo sería hipotético.
Por último, en el marco de una acción de resarcimiento por daños generados por el
mal funcionamiento de las instituciones de la UE, parece difícil justificar un interés
de terceras partes ajenas al litigio. En efecto, el TG ha considerado que aunque
una determinada decisión podría influir en situaciones parecidas a las sufridas por
la recurrente, el interés planteado por un tercero es meramente indirecto y
circunstancial por lo que no justifica la intervención adhesiva 27.
4.2.4.
Intervención de Asociaciones
El TG y el TJUE admiten la intervención adhesiva de las asociaciones que tienen
por objeto la protección de los intereses de sus miembros, en aquellos asuntos en
los que se plantean cuestiones de principio que pueden afectar a tales intereses.
Así se ha entendido respecto de, por ejemplo, asociaciones empresariales,
organizaciones de productores o asociaciones de defensa del medio ambiente, en
asuntos que les competan 28. En términos generales, la aceptación de la
intervención de las asociaciones se condiciona al cumplimiento de una serie de
requisitos.
En primer lugar, el Tribunal exige que la asociación represente a un número
“considerable” de miembros en relación con los partícipes en el mercado. Aunque
el número de miembros sea limitado y no todos operen en el sector de referen cia,
si varios de ellos ejercen una actividad significativa en ese sector, la asociación
puede ser considerada suficientemente representativa 29.
En segundo lugar, la asociación debe tener conferido el derecho de representación
de sus miembros ante los tribunales. A este respecto, el Tribunal admite como
legitimador que los estatutos fijen como uno de sus objetivos la promoción y la
defensa de los intereses inmateriales y materiales de los miembros de la
asociación30.
En tercer lugar, el Tribunal atiende a si lo que se debe resolver afecta o no al sector
en cuestión y a si el contencioso puede tener relación con cuestiones de principio
que puedan afectar a los miembros de la asociación31. Esta interpretación amplia
del derecho de intervención persigue la finalidad de permitir una mejor apreciación
del contexto de los asuntos, evitando al mismo tiempo la multiplicidad de
intervenciones individuales que pondrían en peligro la eficacia y la sustanciación
adecuada del proceso 32.
27
Auto del TG (Sala Segunda) de 7 de marzo de 1997, asunto T -184/95, Dorsch Consult
Ingenieurgesellschaft mbH contra Consejo y Comisión. Ver también LENAERTS et al.,
Procedural…, p.571.
28
Auto del Presidente del TG (Sala Primera) de 26 de febrero de 2007, asunto T-125/03,
Akzo Nobel Chemicals Ltd y Akcros Chemicals Ltd contra Comisión, párrafo 15.
29
Auto del Presidente del TG (Sala Cuarta) de 28 de abril de 2005, cit., asunto T-201/04,
párrafo 26.
30
Auto del Presidente del TG (Sala Cuarta) de 28 de abril de 2005, cit., asunto T-201/04,
párrafo 28.
31
LENAERTS et al., Procedural…, p.572. Auto del Presidente del TG (Sala Cuarta) de 28
de abril de 2005, cit., asunto T-201/04, párrafo 28.
32
Auto del Presidente del TG de 7 de julio de 2004, asunto T -37/04 R, Região autónoma
dos Açores contra Consejo de la Unión Europea, párrafo 59 y auto del Presidente del TJUE
de 17 de junio de 1997, asuntos acumulados C-151/97 P(I) y C-157/97 P(I), National y
9
4.3. Alcance del “apoyo de las pretensiones” de una parte
Una vez aceptada la intervención, el coadyuvante puede alegar todo aquello que
desee33, pero su posición vendrá siempre subordinada a la de una de las partes
principales, a cuyas pretensiones se adhiere, de forma que no podrá actuar con
autonomía respecto de ella. A tal efecto, hay que diferenciar entre “motivos” del
recurso y “argumentos” de defensa.
Los coadyuvantes deben limitarse a apoyar, incluso de forma parcial, la
reclamación de uno de los litigantes, a través de la exposición de sus propios
argumentos, y no pueden introducir objeciones de admisibilidad del recurso (salvo
que lo haya hecho alguna parte principal), ni motivos de impugnación nuevos34. No
obstante, el Tribunal ha precisado que el coadyuvante tiene derecho a exponer de
manera autónoma no sólo alegaciones, sino también motivos, siempre que sirvan
para apoyar las pretensiones de la parte principal a la que coadyuvan y no sean de
naturaleza totalmente ajena a las consideraciones que fundan el litigio tal y como lo
han constituido la parte demandante y la parte demandada, lo que llevaría a alterar
el objeto del litigio35.
Si bien un coadyuvante no puede presentar pretensiones que excedan aquéllas de
la parte en apoyo de la que interviene, tampoco actúa como litisconsorte voluntario
que se adhiere, sin fisuras, a la pretensión de esa parte. El interés que defiende es
el propio y por ello puede apoyar parcialmente esas pretensiones 36 y puede hacer
valer fundamentos y argumentos propios 37. También se admiten como válidas las
pretensiones propias (siempre y cuando sean similares a las de uno de los
litigantes principales) y las pretensiones subsidiarias a las pretensiones planteadas
por la parte a la que se adhieren 38.
En definitiva, la cuestión fundamental viene referida a la imposibilidad de que el
coadyuvante modifique el objeto del proceso y las pretensiones de las partes.
Sobre esta base, el coadyuvante puede introducir nuevas argumentaciones, ya
vengan éstas referidas a la postura de alguna de las partes (aquella a la que
apoya) o a sus propios intereses particulares (la afectación directa de sus
intereses).
PowerGen/British Coal y Comisión, párrafo 66. Ver también auto del Presidente del TG
(Sala Cuarta) de 9 de marzo de 2005, asunto T-201/04, Microsoft contra Comisión, párrafo
31.
33
Sin embargo, no está permitida la intervención, como pasaba en el viejo Trat ado CECA,
para mostrar enfrentamiento a la postura de alguna parte (FUENTETAJA, El proceso…,
p.144).
34
LENAERTS et al., Procedural…, p.567.
35
Sentencia del TG (Sala Quinta) de 14 de diciembre de 2006, asunto T -237/02,
Technische Glaswerke Ilmenau GmbH, contra Comisión, párrafo 97; y la sentencia del TG
(Sala Cuarta ampliada) de 15 de junio de 2005, asunto T -171/02, Regione autonoma della
Sardegna contra Comisión, párrafo 194.
36
Sentencia del TG de 27 de septiembre de 2000, T-184/97, BP Chemicals contra
Comisión, apartado 39.
37
FUENTETAJA, El proceso…, p.147. En el mismo sentido, sentencia del TG (Sala
Tercera) de 3 de abril de 2003, asunto T-114/02, BaByliss SA, y De'Longhi SpA contra
Comisión, párrafos 416 y siguientes.
38
Ver sentencia del TG (Sala Cuarta ampliada) de 15 de junio de 2005. asunto T-171/02,
Regione autonoma della Sardegna contra Comisión, párrafo 193.
10
5. Elementos formales: el procedimiento
Como dijimos al principio, además de los requisitos subjetivos y objetivos, la
intervención debe producirse en tiempo y forma y cumplir determinados requisitos
respecto al plazo de presentación y contenido de la demanda de intervención, entre
otros.
A continuación analizamos la regulación y el rol de los coadyuvantes tanto en la
fase escrita como en la fase oral del procedimiento judicial comunitario.
5.1. Regulación
La previsión general del artículo 40 del Estatuto del TJUE viene desarrollada en los
artículos 115 y siguientes del Reglamento de Procedimiento del TG (RPTG) y en
los artículos 93 y siguientes del Reglamento de Procedimiento del TJ (RPTJ)39.
Por otra parte, deben tenerse en cuenta las Instrucciones prácticas a las partes40,
que establecen determinados requisitos sobre la extensión de los escritos y formas
de presentación.
5.2. Fases
El procedimiento de intervención del coadyuvante se estructura en (i) una fase de
admisión de la intervención (demanda de intervención, traslado a las partes, auto
del Presidente del Tribunal) y (ii) otra fase de intervención propiamente dicha (con
alegaciones y/o informe oral ante la Sala, incluida la proposición de pruebas).
5.2.1.
Demanda de Intervención
De conformidad con el artículo 115 RPTG, para cualquier coadyuvante, la demanda
de intervención41 “deberá presentarse” ante el TG dentro de un plazo de seis
semanas contado a partir de la publicación del anuncio de la demanda en el DOUE,
o bien, pasado el plazo de seis semanas, antes de la decisión de iniciar la fase oral
prevista en el artículo 53 RPTG (la llamada intervención tardía). En el primer caso,
el plazo podrá verse aumentado por diez días adicionales por razón de la di stancia
en virtud del artículo 45 del Estatuto del TJUE.
En el procedimiento seguido ante el TJUE los plazos son similares. Sin embargo, la
segunda posibilidad viene más restringida por cuanto “[p]odrá tomarse en
consideración” [por el Tribunal] una demanda de intervención presentada después
de expirar el plazo establecido a partir de la publicación en el DOUE pero antes de
la decisión de iniciar la fase oral. Por tanto, en los procedimientos ante el TJUE,
39
Reglamento de Procedimiento del Tribunal General (última modificación de 24 de mayo
de 2011, DO L 162 de 22.6.2011, p. 18/18) y Reglamento de Procedimiento del Tribunal de
Justicia (última modificación 24 de mayo de 2011, DO L 162 de 22.6.2011, p. 17/17).
40
DO L 232 de 4.9.2007, p. 7/16.
41
LLANA VICENTE destaca la conveniencia de matizar la terminología, para no confundir la
desestimación de la demanda de intervención con el rechazo de las pretensiones del adherido,
ni la estimación de su petición de intervención con la estimación del fondo del asunto (LLANA
VICENTE, Marino de la, El recurso de casación en el seno del Tribunal de Justicia de las
Comunidades Europeas, Repertorio de Jurisprudencia núm. 29/2000 (Estudio), Editorial
Aranzadi, SA, Pamplona, 2000, p.14).
11
esa opción es potestativa. Si el TJUE admite la intervención tardía, el coadyuvante
podrá presentar durante la vista, de celebrarse ésta, sus observaciones orales .
En todo caso, la demanda de intervención es el escrito en el que se pide la
personación y la consideración de coadyuvante y no el escrito de formalización de
la intervención (el escrito de alegaciones stricto sensu).
Este escrito inicial debe contener, como mínimo, las referencias al asunto, partes,
nombre del coadyuvante y domicilio, las pretensiones de alguna de las partes que
apoya y las circunstancias que fundamenten el derecho de intervención. Estas
circunstancias deben ser expuestas tanto por los coadyuvantes no privilegiados
como por los Estados parte en el Acuerdo sobre el Espacio Económico Europeo
distintos de los Estados miembros y el Órgano de Vigilancia de la AELC. Para los
coadyuvantes privilegiados será suficiente especificar que su intervención se basa
en el artículo 40 del Estatuto del TJUE sin necesidad de mayor justif icación.
Cuando el coadyuvante presente su demanda antes de la expiración del plazo de
seis semanas (más diez días por razón de la distancia) desde la publicación del
recurso en el DOUE, tiene derecho a participar tanto en la fase escrita como en la
fase oral del procedimiento. No obstante, cuando el coadyuvante presente su
demanda de forma tardía, esto es, después de que haya expirado el citado plazo,
el alcance de la intervención se ve limitado. Más adelante analizamos con detalle
las consecuencias de la intervención tardía.
5.2.2.
Traslado a las partes
La demanda de intervención se notificará a las partes y antes de decidir sobre ella
(la admisión o rechazo de la personación del coadyuvante), el Presidente ofrecerá
a las partes ya personadas la posibilidad de presentar sus observaciones escritas y
orales sobre la cuestión. Hay que entender que el trámite oral de traslado es el
propio de la petición de intervención tardía y que, por lo tanto, se da en el momento
de la vista. Se trata, en definitiva, de someter a contradicción la pretensión, de
modo que, habitualmente, si no hay oposición de las partes, se sue le admitir la
intervención.
No suele haber reservas para la personación de los coadyuvantes privilegiados,
pero sí para la personación de competidores en el mercado. A este respecto, en el
contexto de los pleitos seguidos en materia de Derecho de la competencia, se
suele plantear la cuestión de la exclusión del traslado al coadyuvante de
documentos secretos o confidenciales. Haremos alguna consideración específica
sobre este punto más adelante.
5.2.3.
Auto del Presidente
El Presidente del Tribunal decide sobre la demanda de intervención mediante Auto,
pero puede optar por atribuir la decisión al Tribunal (sea este el TG o al TJUE,
según corresponda), lo que se justifica por la complejidad del asunto, para no
condicionar las decisiones del Pleno, o en el interés del Presidente de que se
establezcan criterios de carácter general. El auto desestimatorio adoptado por el
TG puede ser recurrido en casación ante el TJUE (en virtud del artículo 57 del
Estatuto del TJUE), por lo que deberá estar debidamente motivado.
La aceptación de la intervención supone la adaptación del coadyuvante a la lengua
del procedimiento, excepto si se trata de un Estado miembro que, en su condición
12
de coadyuvante privilegiado, podrá hacerlo en su propio idioma. El coadyuvante
deberá aceptar el litigio en el estado en que se encuentre en el momento de su
intervención, sin que puedan retrotraerse las actuaciones 42.
Si se admite la intervención solicitada, se debe dar traslado al coadyuvante de
todas las actuaciones y escritos procesales notificados a las partes. No obstante,
como hemos apuntado, a instancia de parte, el Presidente puede excluir de este
traslado los documentos secretos o confidenciales.
5.2.4.
El tratamiento de los “documentos secretos o confidenciales”
Una vez admitida la intervención, la regla general es que el traslado de los escritos
y documentos de las partes al coadyuvante debe ser completo y, por ello la
excepción ha de estar debidamente justificada 43. A diferencia de lo que ocurre
entre las partes, para las que un correcto ejercicio del derecho de defensa debe
permitirles tomar conocimiento de la forma más amplia posible de los argumentos y
de las pruebas de cargo planteadas por la parte contraria, en las intervenciones
adhesivas el coadyuvante no ve perjudicado este derecho. Por el contrario, la
revelación de información sensible puede perjudicar a los litigantes y la
comunicación de cierta información a un competidor directo puede resultar
gravemente perjudicial para la empresa litigante.
El Tribunal ha desarrollado una profusa doctrina sobre este tema, de la que puede
verse un buen resumen en el Auto del Presidente del Tribunal General (Sala
Octava) de 2 de marzo de 2010, asunto T-336/07, Telefónica, S.A. contra
Comisión Europea. Sin ánimo de exhaustividad, cabe recoger aquí, como principios
generales, los siguientes.
En primer lugar, incumbe a la parte que presenta una petición de confidencialidad
precisar los documentos o la información a que se refiere y motivar debidamente
(aunque de forma sucinta) su carácter confidencial. Los secretarios del TG y el
TJUE suelen exigir que la propia solicitud no incorpore los pasajes o datos
confidenciales. Ello se debe a que la solicitud en sí misma, en tanto que escrito del
procedimiento, se remitirá a las demás partes incluidos los coadyuvantes, para que
verifiquen su justificación. Si este fuera el caso, la oposición a la confidencialidad
por la parte coadyuvante debe dirigirse a elementos concretos que se hayan
omitido en los documentos procesales (por ejemplo, demanda o contestación) e
indicar los motivos por los que se debe denegar la confidencialidad para estos
elementos.
En segundo lugar, se debe ponderar el interés legítimo de la parte en evitar que se
lesionen gravemente sus intereses y el interés igualmente legítimo de las partes
42
Por este motivo nada se opone a que el Tribunal ponga fin a un proceso mediante una
declaración de inadmisibilidad antes de que se haya admitido una demanda de
intervención, aunque el plazo para presentar dicha demanda aún no haya expirado (ver
auto del TJUE (Sala Quinta) de 5 de julio de 2001, asunto C-341/00 P, Conseil national des
professions de l'automobile (CNPA), Fédération nationale des distributeurs, loueurs et
réparateurs de matériels de bâtiments-travaux publics et de manutention (DLR), Auto
Contrôle 31 SA, Yam 31 SARL, Roux SA, Marc Foucher-Creteau y Verdier distribution
SARL contra Comisión).
43
Auto del TG de 4 de abril de 1990, asunto T-30/89, Hilti contra Comisión, párrafo 10, y
auto del Presidente del TG (Sala Cuarta) de 22 de febrero de 2005, asunto T -383/03, Hynix
Semiconductor contra Consejo, párrafo 18, y auto del TG de 2 de mayo de 2007, asunto T 388/02, Kronoply y Kronotex contra Comisión, párrafo 24.
13
coadyuvantes en disponer de la información necesaria para ejercer sus derechos
procesales. Habida cuenta del carácter contradictorio y público del debate judicial,
la parte demandante debe prever la posibilidad de que algunos de los documentos
o datos secretos o confidenciales que pretenda incorporar a los autos resulten
necesarios para el ejercicio de los derechos procesales de las partes coadyuvantes
y que, en consecuencia, deba darse traslado de ellos a dichas partes.
En tercer lugar, corresponde al Presidente, inicialmente, examinar cada uno de los
documentos e informaciones cuya confidencialidad se discute y distinguir entre, por
una parte, la información que por naturaleza es secreta (como la información
reservada relativa a cuestiones de carácter comercial, competitivo, financiero o
contable, o confidencial, como la información puramente interna) y, por otra, otros
documentos o informaciones que pueden revestir carácter secreto o confidencial
por algún motivo que el solicitante debe invocar. Así, los datos relativos a la
estrategia comercial deben considerarse confidenciales por naturaleza, aunque
estos datos pueden dejar de ser confidenciales por el transcurso del tiempo 44. En
este mismo sentido, una información puede perder su carácter secreto y
confidencial si pueden acceder a ella el público en general o algunos sectores
especializados.
En cuarto lugar, es importante tener en cuenta que el Presidente no está vinculado
por el tratamiento confidencial otorgado por la Comisión Europea a determinados
documentos e información durante el procedimiento administrativo previo a la
decisión impugnada.
Por último, los documentos que contengan algunas informaciones que puedan
considerarse secretas o confidenciales, no lo son en su conjunto sobre la base de
una motivación global y genérica de confidencialidad. De este modo, el carácter
secreto o confidencial de los documentos o datos sobre los que no se haya
aportado más motivación que la descripción de su contenido sólo se reconoce
cuando puedan recibir tal calificación por su propia naturaleza. A este respecto, el
Tribunal tiene en cuenta que la motivación presentada en apoyo de una petición de
tratamiento confidencial debe ser sucinta de conformidad con las Instrucciones
prácticas a las partes, de modo que, cuando realiza el examen de los documentos
que son objeto de la petición podrá extender la consideración como confidenciales
a aquellos datos respecto a los cuales se desprenda con la suficiente claridad su
carácter confidencial.
Desde un punto de vista práctico, la confidencialidad genera una gran cantidad de
documentación. Además de la versión confidencial y las respectivas copias
certificadas del correspondiente escrito procesal y sus anexos, debe aportarse una
versión no confidencial del mismo acompañada de tantas copias como partes haya
en el procedimiento (principales y coadyuvantes), a lo que hay que añadir cinco
copias adicionales para la gestión interna de los servicios del Tribunal. Ello, unido a
que la presencia de los coadyuvantes tiene lugar una vez presentada la demanda
(y muy a menudo con la contestación y los escritos de réplica y dúplica también
presentados), puede generar una gran complejidad práctica debido al ingente
volumen de documentación. No obstante, la introducción del sistema digitalizado
para la presentación y notificación de escritos procesales (E-Curia), facilita la
44
Podría, no obstante, concederse excepcionalmente un tratamiento confidencial a tales
datos si se demostrara que, a pesar de su antigüedad, siguen siendo básicos, en el caso
concreto, para la posición comercial de la empresa interesada.
14
tramitación de esta documentación puesto que exime a las partes de presentar
copias certificadas de los escritos originales y sus anexos.
5.2.5.
Formalización de la demanda de intervención
Una vez admitida la intervención y reservados los documentos secretos y
confidenciales, en su caso, el Presidente fija el plazo dentro del cual el
coadyuvante puede presentar el escrito de formalización de la intervención. Este es
el verdadero escrito de alegaciones.
El escrito debe contener las pretensiones del coadyuvante que apoyen o se
opongan, total o parcialmente, a las de las partes de que se trate, así como los
motivos y alegaciones propias, que siempre deben servir para apoyar las
pretensiones de la parte principal a la que se adhiere (aunque sin alterar el objeto
del proceso).
El escrito de formalización también podrá incluir la proposición de medios de
prueba cuya pertinencia el Tribunal valorará en fases sucesivas del proceso.
De conformidad con las Instrucciones prácticas a las partes, el escrito de
formalización no podrá superar las 20 páginas. Una vez presentado el escrito de
formalización de la intervención, el Presidente fijará, en su caso, un plazo a las
partes para responder a dicho escrito. En el caso de concederse durante la fase
escrita, según la misma norma el escrito de alegaciones a la formalización de la
demanda de intervención de la parte coadyuvante no podrá superar las 15
páginas45.
5.2.6.
La intervención tardía
Cuando la demanda de intervención se ha presentado después de expirar el plazo
de seis semanas a contar desde el anuncio de la demanda principal en el DOUE
previsto en el apartado 1 del artículo 115 RPTG, quien pretenda intervenir
adhesivamente aún puede hacerlo. La intervención tardía estará, en cualquier
caso, sujeta a la autorización por parte del Tribunal, que se encargará de verificar
que se cumplen los requisitos detallados con anterioridad. En principio, no parece
que en su análisis el Tribunal deba valorar hasta qué punto está justificada la
presencia tardía del coadyuvante en un estado avanzado del procedimiento (con el
impacto que ello pueda implicar en su tramitación), siendo suficiente examinar si
existe el “interés en la solución del litigio” que se exige a los coadyuvantes no
privilegiados.
En los supuestos de intervención tardía, las normas de procedimiento distinguen el
tratamiento de la misma en función de si la demanda de intervención se presenta
antes o después de la decisión del Tribunal de iniciar la fase oral.
Si se presenta la demanda de intervención antes de la decisión del Tribunal de
iniciar la fase oral, la participación del coadyuvante se hará por escrito y se seguirá
el trámite expuesto con anterioridad. No obstante, el proceso no se podrá
retrotraer, de modo que la parte coadyuvante se tendrá que adaptar al estado del
mismo. Ello puede significar, fundamentalmente, la remisión a la fase oral de la
45
No obstante, en el caso de que haya varios coadyuvantes, se puede solicitar
motivadamente una exención a este límite para poder responder conj untamente a todas las
partes en un mismo escrito.
15
oposición de las partes procesales y limitaciones notables para la práctica de
pruebas.
Si la demanda de intervención se ha presentado después de que el Tribunal haya
cerrado la fase escrita, el coadyuvante podrá presentar, durante la fase oral,
observaciones orales basadas en el informe para la vista que le haya sido
comunicado46. La intervención directa en la vista puede representar una ventaja
estratégica puesto que las demás partes en el procedimiento desconocerán la
naturaleza de los argumentos del coadyuvante porque no se habrán recogido por
escrito con anterioridad.
5.2.7.
La intervención en la fase oral y en la fase de conclusiones
Por último, los coadyuvantes, tanto los que presentaron en tiempo y forma la
demanda de intervención como los que siguieron la vía de la intervención tardía,
tienen derecho a participar durante la vista defendiendo sus argumentos. De
haberla, también podrán participar en la fase de conclusiones presentando sus
propias alegaciones.
Ahora bien, respecto a la participación durante la vista, en los supuestos en los que
haya muchos coadyuvantes, el Tribunal puede considerar que, por motivos de
economía procesal, es necesario que participen de forma conjunta, exigiéndoles la
intervención a través de una única representación y asignándoles un tiempo de
intervención único.
6. Otros efectos de la intervención adhesiva
En este último apartado vamos a analizar otros efectos de la intervención, como
son el régimen de recursos que compete al coadyuvante, la vinculación a la
sentencia, los efectos de la finalización del proceso sobre la actuación del
coadyuvante (desistimiento y sobreseimiento) y los pronunciamientos sobre costas.
6.1. El régimen de recursos ante el TJUE
Es evidente que, de darse los requisitos legales, cualquiera de los litigantes
principales puede recurrir en casación. En tales casos, los coadyuvantes podrán
optar por seguir participando en el recurso.
Un coadyuvante puede recurrir en casación ante el TJUE aunque las partes
principales no lo hagan, pero con diverso alcance que una parte principal y con
distinto sentido según se trate de un coadyuvante privilegiado o un coadyuvante no
privilegiado.
Si el coadyuvante ha sido algún Estado miembro o una institución de la UE, de
conformidad con el artículo 56 del Estatuto del TJUE puede presentar recurso de
casación, en todo caso, como defensor de la legalidad comunitaria. Este derecho
se reconoce también a los Estados miembros e instituciones de la UE que no
hayan actuado en primera instancia, quienes podrán presentar un recurso de
46
Ver, por ejemplo, auto del Presidente del TG (Sala Cuarta) de 28 de abril de 2005,
asunto T-201/04, cit.
16
casación específico o acudir en sede de casación en apoyo del recurso planteado
por otros coadyuvantes privilegiados 47.
Los coadyuvantes no privilegiados, es decir, los organismos de la UE y las
personas físicas y jurídicas, sólo pueden interponer recurso de casación cuando
hayan participado en el procedimiento de instancia y la resolución del TG les afecte
directamente48. En la misma situación están los Estados parte en el Acuerdo sobre
el Espacio Económico Europeo distintos de los Estados miembros y el Órgano de
Vigilancia de la AELC.
¿Cuándo debe entenderse que la resolución les afecta directamente? Habrá que
atenerse a las circunstancias del caso concreto. Así, por ejemplo, entendemos que
la legitimación activa del coadyuvante (esto es, la afectación directa por la
sentencia de instancia) en los supuestos en los que el recurso de casación se
mantiene sin la participación de las partes a la que se adhiere debe interpretarse
de forma restrictiva ya que, en un inicio, su participación se fundamentó en la
relación con las propias pretensiones de la parte principal a la que apoyaba.
Por último, el coadyuvante no privilegiado puede comparecer en la casación
presentada por una de las partes principales, pero lo que parece más dudoso es
que pueda presentar el recurso de casación si no se personó previamente como
coadyuvante en la instancia, a diferencia del beneficio previsto para los
coadyuvantes privilegiados.
6.2. La vinculación a la sentencia
En sentido estricto, las sentencias sólo vinculan inter partes y no erga omnes. Por
ello, una sentencia sólo produce efecto de cosa juzgada entre las partes en el
proceso49. En la medida en que el coadyuvante es una parte en el proceso (parte
coadyuvante), lo resuelto en el pleito en el que haya participado también le vincula.
Esta vinculación no sólo se traduce en la obligación general que corresponde a
todos los ciudadanos de respetar el contenido de las resoluciones judiciales, sino
que, como partícipe en el proceso, el coadyuvante vendrá vinculado por lo resuelto,
no en relación a derechos subjetivos, sino por el interés directo, actual y real que
ha justificado su intervención.
47
En concreto de conformidad con el párrafo tercero del art. 56 d el Estatuto del TJUE,
“[s]alvo en los litigios entre la Unión y sus agentes, el recurso de casación podrá interponerse
también por los Estados miembros y las instituciones de la UE que no hayan intervenido en el
litigio ante el Tribunal General. Dichos Estados miembros e instituciones estarán en una
posición idéntica a la de los Estados miembros o instituciones que hayan intervenido en
primera instancia.”
48
Art. 56, párrafo segundo in fine del Estatuto del TJUE. Según LLANA VICENTE, la
existencia de un concepto amplio de parte en el Derecho procesal comunitario y apunta la
necesidad de “gravamen” como requisito de los recursos (LLANA VICENTE, El recurso…, p.9).
49
Sentencia del TG (Sala Segunda ampliada) de 25 de junio de 1998, asuntos acumulados
T-371/94 y T-394/94 y auto del Presidente del TJUE de 17 de junio de 1997, asuntos
acumulados C-151/97 P(I) y C-157/97 P(I).
17
6.3. Costas procesales e intervención adhesiva
6.3.1.
Regulación
El artículo 87 párrafo 4 RPTG establece que los Estados miembros y las
instituciones de la UE que intervengan como coadyuvantes en el litigio soportarán
sus propias costas. Añade que los Estados partes en el Acuerdo EEE, distintos de
los Estados miembros, así como el Órgano de Vigilancia de la AELC soportarán
igualmente sus propias costas cuando hayan intervenido como coadyuvantes en el
litigio. El precepto concluye que el TG podrá ordenar que una parte coadyuvante
distinta de las mencionadas con anterioridad soporte sus propias costas.
Por otro lado, el artículo 69 apartado 4 RPTJ reitera los mismos principios para los
procedimientos sustanciados ante el TJUE, con la única diferencia de que en vez
de decir que el Tribunal podrá “ordenar” que la parte coadyuvante no privilegiada
soporte sus costas, establece que podrá “decidir” que una parte coadyuvante
distinta de las mencionadas en los párrafos precedentes soporte sus propias
costas.
6.3.2.
Aplicación práctica
En la práctica, la parte principal que pierda el proceso será condenada en costas,
si así lo hubiera solicitado la otra parte y se hace merecedora de las mismas. Los
Estados miembros y las instituciones de la UE que intervengan como coadyuvantes
en el litigio soportarán sus propias costas (también los Estados del EEA distintos
de los Estados miembros y el Órgano de Vigilancia de la AELC).
Con respecto a las costas que la parte coadyuvante no institucional genera, la
regulación legal establece que el Tribunal puede decidir u ordenar que so porte sus
propias costas y ello supone, en definitiva, la libertad de decisión del TJ UE y del
TG. Esto significa que, si la parte principal que ha ganado ha tenido que incurrir en
unas costas determinadas como consecuencia de una actuación específica de una
parte coadyuvante adherida a la parte principal derrotada, el Tribunal podría hacer
responsable de forma proporcional a la coadyuvante 50.
Cuando se reconoce el derecho a cobro de costas por parte del coadyuvante, éstas
se cuantifican aplicando los mismos criterios que se utilizan para la tasación de
costas de las partes principales. Se tiene en cuenta, así, el objeto y la naturaleza
del litigio, su importancia desde el punto de vista del Derecho comunitario, sus
dificultades, la amplitud del trabajo que el procedimiento contencioso pudo causar
a los agentes o asesores que intervinieron y los intereses económicos que el litigio
representó para las partes 51.
50
En la regulación anterior, el coadyuvante soportaba sus propios gastos si la parte a la
que apoyaba perdía el pleito o, si esa parte ganaba, la contraparte vencida no sólo debía
soportar los gastos de la parte ganadora, sino también los de su coadyuvante. Ahora bien,
a partir de la reforma de los Reglamentos de procedimiento de 1991 el criterio que
prevalece es que el coadyuvante soporta sus propias costas.
51
Auto del TJUE (Sala Cuarta), de 14 de septiembre de 2006, asunto C-186/02 P-DEP,
Comunidad Autónoma de la Rioja contra Ramondín SA y Ramondín Cápsulas SA y auto del
TG (Sala Sexta) de 25 de octubre de 2010, asunto T-33/08 DEP, Bastos Viegas/OHMI Fabre Médicament (OPDREX).
18
6.4. La finalización del proceso por desistimiento o sobreseimiento
La finalización del proceso por causas distintas que el dictado de la sentencia
produce diversos efectos respecto al coadyuvante.
Por un lado, el desistimiento de la acción por parte del demandante supone el
archivo de las actuaciones y el cese de la intervención adhesiva. De conformidad
con el artículo 87.5 del RPTG, la parte que desista será condenada en costas, si
así lo hubiere solicitado la otra parte en sus observaciones, lo que incluye los
Estados miembros, las instituciones de la UE y los coadyuvantes que han
participado en su favor.
Si el que desiste es el propio coadyuvante, correrá con sus propias costas y no con
las de las partes litigantes. No obstante, si sus alegaciones han provocado escritos
específicos de alegaciones o la práctica de pruebas concretas, su coste puede
serle repercutido, si las partes lo reclaman.
Por otro lado, puede producirse el sobreseimiento de la causa, por decisión
discrecional del TJUE y el TG. En tal caso, el coadyuvante no retiene derecho ni
expectativa procesal alguna, salvo lo que se pueda disponer sobre costas
procesales.
19
BIBLIOGRAFÍA
FUENTETAJA PASTOR, Jesús Ángel, El proceso judicial comunitario, Editorial
Marcial Pons, Madrid, 1996, p. 143- 149.
JONES, Alison, y SUFRIN, Brenda, EC Competition Law, Editorial Oxford University
Press, 2008, p.536.
LENAERTS Koen, ARTS Dirk y MASELIS Ignace, Procedural Law of the European
Union, BRAY Robert (Ed.), Thomson - Sweet & Maxwell, 2a ed., p. 566-577.
LLANA VICENTE, Marino de la, El recurso de casación en el seno del Tribunal de
Justicia de las Comunidades Europeas, Repertorio de Jurisprudencia núm. 29/2000
(Estudio), Editorial Aranzadi, SA, Pamplona, 2000.
SOBRINO HEREDIA, José Manuel, “El sistema jurisdiccional. El Tribunal de
Justicia” en: Derecho comunitario, Madrid, Ed. Iustel, 2002.
DIEZ DE VELASCO, Manuel y SOBRINO HEREDIA, José Manuel: “La intervención
de terceros en el procedimiento ante el Tribunal de Justicia de las Comunidades
Europeas”, en El Derecho internacional en un mundo en transformación. Liber
amicorum Eduardo Jiménez de Aréchaga, Vol. II, Montevideo, 1994, pp. 12631292.
20
Abreviaturas:
Art.
TUE
TFUE
UE
TG
TJUE
RPTJ
RPTG
Artículo
Tratado de la Unión Europea
Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea
Unión Europea
Tribunal General
Tribunal de Justicia
Reglamento de Procedimiento TJUE
Reglamento de Procedimiento del TG
21
FICHA DEL CAPÍTULO
Título del capítulo
Las intervenciones adhesivas en los procedimientos ante
el Tribunal de Justicia de la UE y el Tribunal General
Nombre del autor/es
Cani Fernández Vicién y Albert Pereda Miquel
Dirección
Cani Fernández Vicién
Cuatrecasas, Gonçalves Pereira
Velázquez, 63
28001 Madrid
Albert Pereda Miquel
Cuatrecasas, Gonçalves Pereira
Diagonal, 444
08037 Barcelona
NIF
Cani Fernández Vicién
Albert Pereda Miquel: 47726604-V
Teléfono
Cani Fernández Vicién: +34 91 5247143
Albert Pereda Miquel: +34 932 905 440
Fax
Cani Fernández Vicién: +34 91 5247162
Albert Pereda Miquel: +34 932 905 533
Correo electrónico
[email protected]
[email protected]
Situación profesional
Abogados
22
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