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FACUA.org - Internacional - 16 de agosto de 2016
Trailers que engañan: ¿motivo de denuncia?
¿Es denunciable que una película omita escenas utilizadas como reclamo en los trailers o qu
e sus supuestos protagonistas no lleguen ni a la categoría de secundarios?
Tres días antes del estreno deEscuadrón Suicida
, la película de tipos con superpoderes de este verano, el actor que encarna al Joker, Jared Leto, se quejaba en una
entrevista con la revista francesa Télé Star de que "hay numerosas escenas que no están en el montaje final" . "Puede que
las veamos algún día, quién sabe" . En realidad, lo que contaba no es nada diferente a lo que ocurre con multitud de
producciones. El problema es que algunas de esas escenas del archienemigo de Batman aparecen en los trailers del filme y
Leto lograba
crearon una enorme expectación entre multitud de espectadores, deseosos de comprobar si la actuación de
igualar a la del anterior Joker, el tristemente fallecido Heath Ledger.
Tras ver la película y sentirse engañado por su publicidad, un británico usuario de Reddit, al que de momento sólo se cono
ce por su nick en esta red, BlackPanther2016, ha anunciado que ha presentado una demanda contra Warner Bros y DC
Comics por publicidad engañosa. "Los trailers 'Escuadrón Suicida' han mostrado escenas específicas sobre el Joker y he te
nido que pagar por toda la película para poder ver esas escenas que finalmente no han aparecido". "He conducido 300
millas hasta Londres para poder ver concretamente esas escenas que ellos han anunciado de forma explícita y no me las h
an enseñado" , se queja el espectador.
El demandante, que ha podido permitirse someter el caso a los tribunales gracias a que su hermano es abogado, enumera los
momentos en los que el metraje de los tráilers de la película emitidos en el cine y en la televisión contienen escenas que en rea
lidad no aparecen ella: "el momento en el que el Joker golpea su cabeza contra la ventanilla de su coche, cuando dice
'déjame enseñarte mis juguetes', cuando golpea el techo del coche o cuando tira una bomba con su cara toda destrozada y
exclama '¡bye bye!'" .
Además de las escenas del Joker eliminadas, el usuario describe dos más de otro de los personajes del filme, Katana -in
terpretado por Karen Fukuhara-, que tampoco aparecen en el filme entrenado en los cines: "los ojos de Katana
volviéndose negros y una escena en slow motion de ella y su espada arrancando almas. Esas escenas se anunciaron en el p
. En su demanda, reclama tanto el dinero de
rimer trailer y en varios anuncios de televisión... pero la película no las muestra"
la entrada como las 160 libras -unos 184 euros- que se gastó en viajar en coche desde Escocia a Londres para ver la película.
¿Es denunciable que una película omita escenas utilizadas como reclamo en los trailers o que sus supuestos protagonistas no ll
eguen ni a la categoría de secundarios? Por supuesto que sí. Hay innumerables casos de anuncios que resultan mucho más atr
activos que los filmes, pero en este caso no se trata de valorar si una producción cinematográfica es buena o mala, divertida o
aburrida. La cuestión es si el trailer o el cartel utilizan trampas para inducir a error a los usuarios, lo que legalmente se define c
omo publicidad engañosa.
Que una entrada pueda llegar a costar hasta 10 euros -datos del último estudio de FACUA , que refleja un precio medio en
fin de semana de 7,27 euros- puede ser para muchos motivo más que suficiente para reclamar la devolución del dinero e in
cluso presentar una denuncia cuando la productora o la distribuidora nos han engañado para que fuéramos al cine. Para ot
ros, resulta tan poco dinero que no merece la pena. Incluso hay quienes consideran que resulta ridículo denunciar este tipo d
e casos. Quizás sea el mismo tipo de gente que no reclama cuando su compañía de telecomunicaciones le sube las tarifas tra
s haberse comprometido a mantenérselas "para siempre" o su eléctrica le infla el recibo después de haber contratado la ta
rifa que uno de sus comerciales le vendió como la más económica del mercado.
Porque cualquier acto de engaño en publicidad es denunciable, sea cual sea el precio del producto o servicio del que se t
rate. Da igual que no estén vendiendo una hipoteca con una tramposa cláusula suelo que nunca nos aclararon o unas pa
tatas fritas light que en realidad no lo son.
Y en el cine hay una larguísima lista de ejemplos de producciones que se publicitan con mentiras para captar espectadores. ¿
Recuerdas los trailers y el cartel de Scream, que hacían creer que estaba protagonizada porDrew Barrymore y su personaje
era asesinado nada más comenzar el filme? Algo parecido hicieron con la publicidad de Scary movie
Carmen Electra fue explotada a más no poder, pero e
, una parodia de ésta y otras películas de terror, donde la aparición de
n realidad duraba en esta peli tan poco como Barrymore en la suya. Otro ejemplo lo encontramos en Decisión crítica
, una
película que supuestamente estaba protagonizada porKurt Russell y Steven Seagal, pero el personaje del segundo muere
diez minutos después de comenzar la historia.
Pero hay más trucos además de mostrar falsos protagonistas y escenas que en realidad no salen en el filme. Uno bastante za
fio es el de presentar una película como la secuela de una producción de éxito. En España ha ocurrido con obras como
Phantasma, una película de culto de finales de los 70 que acaba de ser remasterizada con ayuda deJ.J.Abrams. Un año d
espués de su estreno, los cines españoles proyectaron Phantasma II, que no tenía absolutamente nada que ver con la h
istoria de terror de ese Hombre Alto que acabaría encumbrado a la categoría de icono. En realidad, la falsa secuela era una pe
li de vampiros, Salem´s lot: The movie, basada en un relato de Stephen King. El auténtico Phantasma II no llegaría a los c
ines hasta una década después del original. Y para no liar, en España la estrenaron como Phantasma: El regreso.
También pueden engañarnos con el género del filme. Uno de los ejemplos más cutres es el de Revenant. Vampiros
modernos, que se publicitaba como una película de chupasangres llena de terror, acción y sexo que en realidad era una co
media, aburrida a más no poder.
La publicidad engañosa para captar espectadores representa un fraude, no importa que la película sea una maravilla o verla su
ponga un sufrimiento peor que un dolor de muelas. El problema es que España es un un país donde la inmensa mayoría de los
grandes fraudes a los consumidores son pasados por alto por las administraciones competentes y tienen que ser sometidos a
los tribunales. Y puede que nuestras autoridades de protección al consumidor no estén a la altura de analizar este tipo de ti
mos. Eso sí, no perdemos nada por intentarlo. Al fin y al cabo, no sería la primera vez que la historia de la lucha contra los ab
usos da un giro inesperado.
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