El nuevo artículo 206 bis de la Ley General Tributaria y la eventual infracción tributaria en supuestos de conflicto en aplicación de la norma 1.- Consideración crítica del precepto En el Boletín Oficial del Estado del 22 de septiembre de 2015 se ha publicado la Ley 34/2015, de 21 de septiembre, de modificación parcial de la Ley 58/2003, de 17 de diciembre, General Tributaria. En virtud de dicha reforma se introduce un nuevo artículo 206 bis, con la siguiente redacción: “Artículo 206 bis. Infracción en supuestos de conflicto en la aplicación de la norma tributaria. 1. Constituye infracción tributaria el incumplimiento de las obligaciones tributarias mediante la realización de actos o negocios cuya regularización se hubiese efectuado mediante la aplicación de lo dispuesto en el artículo 15 de esta Ley y en la que hubiese resultado acreditada cualquiera de las siguientes situaciones: a) La falta de ingreso dentro del plazo establecido en la normativa de cada tributo de la totalidad o parte de la deuda tributaria. b) La obtención indebida de una devolución derivada de la normativa de cada tributo. c) La solicitud indebida de una devolución, beneficio o incentivo fiscal. d) La determinación o acreditación improcedente de partidas positivas o negativas o créditos tributarios a compensar o deducir en la base o en la cuota de declaraciones futuras, propias o de terceros. 2. El incumplimiento a que se refiere el apartado anterior constituirá infracción tributaria exclusivamente cuando se acredite la existencia de igualdad sustancial entre el caso objeto de regularización y aquel o aquellos otros supuestos en los que se hubiera establecido criterio administrativo y éste hubiese sido hecho público para general conocimiento antes del inicio del plazo para la presentación de la correspondiente declaración o autoliquidación. A estos efectos se entenderá por criterio administrativo el establecido por aplicación de lo dispuesto en el apartado 2 del artículo 15 de esta Ley. Reglamentariamente se regulará la publicidad del criterio administrativo derivado de los informes establecidos en el apartado 2 del artículo 15 de esta Ley. 3. La infracción tributaria prevista en este artículo será grave. 4. La sanción consistirá en: a) Multa pecuniaria proporcional del 50 % de la cuantía no ingresada en el supuesto del apartado 1.a). Oficina Técnica Tu conexión con el conocimiento b) Multa pecuniaria proporcional del 50 % la cantidad devuelta indebidamente en el supuesto del apartado 1.b). c) Multa pecuniaria proporcional del 15 % de la cantidad indebidamente solicitada en el supuesto del apartado 1.c). d) Multa pecuniaria proporcional del 15 % del importe de las cantidades indebidamente determinadas o acreditadas, si se trata de partidas a compensar o deducir en la base imponible, o del 50 % si se trata de partidas a deducir en la cuota o de créditos tributarios aparentes, en el supuesto del apartado 1.d). 5. Las infracciones y sanciones reguladas en este artículo serán incompatibles con las que corresponderían por las reguladas en los artículos 191, 193, 194 y 195 de esta Ley. 6. En los supuestos regulados en este artículo resultará de aplicación lo dispuesto en el artículo 188 de esta Ley.” Esta norma se ve completada en la reforma con la introducción del siguiente párrafo en la letra d) del apartado 2 del artículo 179 de la Ley General Tributaria (supuestos de exención de responsabilidad por infracción tributaria): “…A efectos de lo dispuesto en este apartado 2, en los supuestos a que se refiere el artículo 206 bis de esta Ley, no podrá considerarse, salvo prueba en contrario, que existe concurrencia ni de la diligencia debida en el cumplimiento de las obligaciones tributarias ni de la interpretación razonable de la norma señaladas en el párrafo anterior”. La justificación de este precepto la encontramos en la Exposición de Motivos de la propia Ley 34/2015 cuando se señala que “la figura del conflicto en la aplicación de la norma se configuró en la Ley 58/2003, de 17 de diciembre, General Tributaria, como una evolución del anterior fraude de ley y con una configuración distinta de éste último, constituyéndose como un instrumento para la lucha contra los mecanismos más sofisticados de fraude fiscal, materializado de ordinario, como la práctica demuestra, en la utilización de figuras negociales susceptibles de ser calificadas como abusivas. Una vez transcurridos diez años desde la entrada en vigor de la Ley, la experiencia atesorada sobre dicho instituto aconseja la modificación de su régimen jurídico en el sentido de permitir su sancionabilidad, y ello con un doble fin. Por un lado, adecuar dicho régimen a la doctrina jurisprudencial, que no excluye la voluntad defraudatoria en dicha figura, conclusión que es asimismo apoyada por un amplio sector de la doctrina científica y constituye la situación habitual en Derecho comparado, compatibilizando la norma la salvaguarda del principio de tipicidad en el Derecho sancionador, concretada en el Título IV de la Ley, con la flexibilidad necesaria en una cláusula antiabuso de carácter general. A tal efecto se configura un nuevo tipo infractor en la Ley, en el que se integran los posibles resultados materiales de la conducta del obligado así como la desatención por parte del mismo de los criterios administrativos preexistentes que hubiesen determinado el carácter abusivo de actos o negocios sustantivamente iguales. Por otro lado, facilitar el exacto cumplimiento del mandato del artículo 31 de la Constitución que consagra el deber general de contribuir, mediante la persecución de aquellos dispositivos complejos orientados a la defraudación tributaria”. Sin embargo, la introducción de dicha norma sancionadora plantea, desde nuestro punto de vista, diversos problemas de índole constitucional que ya fueron puestos de manifiesto durante el proceso de tramitación de la reforma por el Consejo de Estado y el Consejo General del Poder El nuevo artículo 206 bis de la Ley General Tributaria y la eventual infracción tributaria en supuestos de conflicto en aplicación de la norma 2 Oficina Técnica Tu conexión con el conocimiento Judicial en sus dictámenes referidos al proyecto normativo que ahora ve la luz, además de otras personas e instituciones. En este sentido, hay que recordar que el Tribunal Constitucional tiene declarado en reiterada jurisprudencia que el Derecho administrativo sancionador debe cumplir con las exigencias del artículo 25 de la Constitución española, entre las que se encuentra la necesidad de respetar los principios de reserva de ley; seguridad jurídica; taxatividad o “lex certa” y tipicidad. Para el Consejo de Estado y el Consejo General del Poder Judicial la norma, tal y como está configurada, podría entrar en colisión directa con dichos principios constitucionales en la medida en que estamos ante una norma sancionadora “en blanco” que se remite, por ejemplo, a un “criterio administrativo y éste hubiese sido hecho público”. En palabras del propio Consejo General del Poder Judicial, “se construye así una especie de norma sancionadora en blanco, cuyo destino es integrarse no ya por otra disposición con rango de ley o aún reglamentaria sino por la decisión de un órgano de la Administración, en base a una suerte de identidad fáctica”. El Consejo de Estado completa dicha observación haciendo referencia expresa a la más que dudosa constitucionalidad que supone la “inversión de la carga de la prueba” prevista en el nuevo párrafo contenido en el artículo 179 de la Ley para excluir la responsabilidad por infracción tributaria: “Ante una conducta objetivamente sancionable, demostrar el acuerdo con el criterio administrativo previamente sentado puede excluir la culpabilidad (a título de dolo o negligencia). Pero no cabe una inversión de esta regla, a efectos sancionadores: el desacuerdo con los criterios administrativos – repetidos, públicos y calificadores de una conducta o un tipo de operación como artificiosas-, no basta para que concurra un acto o conducta que cumpla con el tipo infractor y que pueda ser declarado culpable. Para tal declaración ha de ser probado el cumplimiento del tipo siguiéndose en todo caso los principios del procedimiento sancionador”. En nuestra opinión esta inversión de la carga de la prueba -aún teniendo el carácter de “iuris tantum” conforme se recoge en la redacción de la norma- difícilmente se compadece con el principio de presunción de inocencia recogido en el artículo 24 de la Constitución española y que obliga, en el caso de expedientes sancionadores, a que sea la Administración que pretende imponer la sanción la que deba acreditar la culpabilidad del supuesto infractor y no a éste a que demuestre que no lo es. Junto con las anteriores consideraciones –a las que, por razones obvias, nos adherimos-, estimamos que el nuevo artículo 206 bis de la Ley General Tributaria podría contravenir el artículo 117 de la Constitución española, en la medida en que de su redacción se puede inferir que la interpretación de la ley corresponde, en última instancia, a un órgano administrativo que, con su criterio, fija lo que es conforme o no a Derecho y eso habilita a la Administración, a su vez, a imponer una sanción tributaria. En definitiva, nuestra valoración jurídica sobre el nuevo artículo 206 bis no puede ser positiva pues su configuración genera serias dudas sobre la constitucionalidad del precepto. 2.- Recomendación Por lo que hemos expuesto, nuestra recomendación en los casos en los que un cliente pudiera verse inmerso en un posible expediente sancionador derivado de la aplicación del nuevo artículo 206 bis es asesorar advirtiendo de nuestras dudas sobre la potencial inconstitucionalidad del precepto, aconsejando, caso de ser requeridos al efecto, que manifieste su disconformidad con la eventual sanción que pretenda imponerse iniciando la vía de impugnación necesaria y, contando con asesoramiento especializado, podríamos, adicionalmente, intentar cuestionar la legitimidad constitucional de la norma de cobertura que hemos comentado en esta nota. El nuevo artículo 206 bis de la Ley General Tributaria y la eventual infracción tributaria en supuestos de conflicto en aplicación de la norma 3 Oficina Técnica Tu conexión con el conocimiento Madrid, septiembre de 2015 Antonio Puentes Socio responsable del Departamento de Procedimiento Tributario de PwC Tax & Legal Services El nuevo artículo 206 bis de la Ley General Tributaria y la eventual infracción tributaria en supuestos de conflicto en aplicación de la norma 4