HOMBRE AL AGUA.- En la navegación deportiva los espacios en cubierta son escasos, por lo tanto siempre que tengamos que hacer algo sobre cubierta y haya un poco de mal tiempo, debemos ponernos el chaleco salvavidas y el arnés haciendo firme su mosquetón a algún sitio seguro. Los barcos deberán ir provistos de candeleros y pasamanos por toda la borda, con el fin de que podamos sujetarnos y evitar la caída al agua. Normalmente los candeleros serán como mínimo de 60 cm. De alto. Las cubiertas estarán forradas de material antideslizante. Evitaremos permanecer en cubierta, sólo en caso de urgencia iremos a cubierta pero asegurándonos con el arnés y llevando puesto el chaleco salvavidas. El peor accidente que podemos tener es caernos al agua, sobre todo si es de noche, con mal tiempo o cerrados en niebla. Cuando un tripulante ve a otro caer al agua, lo primero que debe hacer es gritar “hombre al agua por estribor” si ha caido por estribor, en caso de ser por la otra banda gritará “por babor”. De esta forma, el que está al timón gobernará la embarcación de manera que separará las hélices del naufrago. Si cae por babor, meteremos toda la caña a babor, y caso contrario si cae por estribor. No debemos perder de vista al naufrago, teniendo en cuenta que si nos alejamos un poco de él, y hay un poco de oleaje, lo perderemos de vista, ya que lo único que tendrá fuera del agua será la cabeza, que por su poco volumen, será muy fácil no verla. Se debe echar al agua inmediatamente un aro salvavidas, con luz y rabiza. En caso de que el naufrago no haya podido asirse a él, lo largaremos del todo, ya que por su color es más fácil de distinguir que la cabeza del naufrago, sirviéndonos para localizarlo y rescatarlo. Si es de noche, la luz del aro nos servirá de guía. Es muy importante mantener en perfectas condiciones la luz del aro. Si navegamos con GPS, el equipo tiene la tecla “MOB”, que al pulsarla queda la situación exacta de caida del naufrago, pudiendo regresa fácilmente al punto marcado. Si hay barcos por la zona les informaremos por radiotelefonía, empleando la llamada de urgencia PAN, tres veces, dando la situación y el hecho de la llamada de urgencia, emitiremos al menos seis pitadas cortas o izaremos la bandera O (Oscar) del código internacional de señales. MANIOBRA Y RECOGIDA DE HOMBRE AL AGUA.- Cuando ocurra la caída de un hombre al agua, el éxito del rescate dependerá de la serenidad y rapidez con que actúe la tripulación del barco. . El grito de “hombre al agua por …..” es para que la tripulación actúe con rapidez y también sirve para darle confianza y aliento al naufrago. Es muy útil que el naufrago sepa que se le ha visto caer y que se va a proceder a su rescate. Debemos tener en cuenta que la supervivencia de un tripulante en el agua dependerá de su constitución física, de la ropa que lleve puesta y del tiempo que permanezca a bordo. Considerando que a temperaturas del agua de alrededor de 20º los problemas se presentan entre 4 ó 6 horas. A 17º el tiempo máximo de supervivencia es de 2 ó 3 horas. A 10º entre 20 y 60 minutos. Esto nos indica con la prontitud que debemos actuar. En caso de que el náufrago se encuentre a la vista, caeremos todo a la banda por donde ha caído el naufrago y maniobraremos con la máquina, de tal forma que dejemos al naufrago por sotavento, haciendo la aproximación lo más lentamente posible. Si hay un poco viento le pondremos la amura contraria a la de caida. Si lo hacemos por la banda contraria, el abatimiento de nuestro barco sería mayor y nos separaríamos del naufrago siendo imposible rescatarlo. Si no se vé al naufrago hay tres métodos para volver a pasar por donde ha caido. Curva de evolución: curva completa que describe un barco cuando metemos el timón a una banda. Aprovechamos esta evolución para encontrar al naufrago. Procedemos metiendo todo el timón a la banda donde ha caído y cuando el rumbo ha evolucionado 270º pondremos timón a la vía y el naufrago estará por la proa. Curva de Boutakov: Metemos el timón a la banda de caída del naufrago hasta que la proa caiga 70º sobre el rumbo que íbamos y en ese momento se cambia con toda la caña a la otra banda hasta quedar al rumbo opuesto al que traíamos. El naufrago debe aparecer por la proa. Es el método adecuado para recoger a una persona caida de noche o que se ha perdido de vista. l 2 1 4 3 3 Método del minuto: Meteremos todo el timón a la banda por donde ha caído el naufrago y cuando estemos a rumbo opuesto al que veníamos, navegaremos un minuto a este rumbo, volviendo a meter el timón a la misma banda. Después de navegar otro minuto al rumbo del principio encontraremos al naufrago por la proa. Cuando se vea al naufrago procederemos a echarle un aro salvavidas, amarrado a su guindaleza. Si durante el accidente tenemos una mar considerable, mantendremos el barco a barlovento del naufrago, y de esta forma le daremos socaire, facilitando la maniobra de recogida. Arriaremos el aro salvavidas y cualquier otro objeto que flote amarrado a un trozo de cabo para que el naufrago pueda asirse , mientras preparamos todo lo necesario para rescatarlo. Si el naufrago está inconsciente, tendrá que tirarse al agua otro tripulante, debidamente equipado y amarrado a la cubierta del barco. En caso de que en esta maniobra el naufrago recuperase la conciencia hay que proceder con mucho cuidado, ya que se puede poner en peligro la vida de los dos. Una vez el naufrago a bordo, se le reanimará, si es necesario se le hará la respiración artificial, le secaremos y le suministraremos infusiones calientes, pero nunca le daremos bebidas alcohólicas. HIPOTERMIA.- Es el estado del cuerpo, o parte de él, por debajo de la temperatura normal. En el descenso de la temperatura corporal intervienen, aparte de la temperatura ambiente y del agua del mar, el viento, la humedad ambiente, el tiempo de exposición, la fatiga, la ropa que se lleve, etc.. La temperatura del cuerpo humano en circunstancias normales es de 37º C., si la sometemos a enfriamiento al alcanzar los 35º C. se puede afirmar que la persona comienza a padecer hipotermia. Se hace cada vez más lento el pulso y la respiración, aparecen el cansancio, insensibilidad, somnolencia invencible, hormigueo en las partes extremas, falta de coordinación, entorpecimiento de la palabra y confusión mental. Por debajo de los 31º C. los síntomas se agudizan y se puede perder el conocimiento y el pulso muy débil. A partir de los 30º C. es difícil saber si el enfermo sigue vivo o fallecido. Tratamiento general: • • • Si la victima no respira, comprobaremos que no hay ninguna obstrucción en las vías respiratorias. En caso contrario procederemos a hacer la respiración artificial. Retirar al enfermo a lugar seco y templado Tenderle horizontalmente, de cubito supino, dejando la cabeza un poco más alta que el resto del cuerpo. Quitarle la ropa mojada y secarlo. Procurar que expulse el agua tragada, provocándole tos. Intentar elevarle la temperatura lentamente. Administrándole bebidas calientes muy azucaradas. Dar baños de agua templada. En caso de que carezca de pulso le daremos un masaje cardiaco. • • Lo que no debemos hacer es : Friccionar los miembros afectados. Administrar bebidas alcohólicas. • • • • •