Tribunal: Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial, del Trabajo

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Tribunal: Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial, del Trabajo y Minas de
2da Nominación de Catamarca
Autos: Baron, Carlos Orlando c/Empresas Chediak-Paolini-Minerar UTE y/o Fluor
Daniel- SDE ICSA UTE y/o q.r.r.
Fecha: 1/12/05
Sumario: El actor reclama diferencias de haberes y de fondo de desempleo como
el pago de haberes por adicionales, indemnización del art. 19 de la ley 22.250
y asignaciones familiares impagas, solicitando que se condene a ambas empresas
en forma solidaria. La juez aquo desestima la presentación de la actora. Son
tres los recursos llegados a la alzada: a) El interpuesto en contra de la
decisión del Iudicante de fijar una nueva audiencia a los fines de que Fluor
Daniel conteste demanda; b) El que va dirigido a enervar la decisión del a quo
de incorporar documental adjuntada por la demandada Chediak al momento de
exhibir documentación laboral, y c) El recurso principal que va dirigido a
enervar el decisorio recurrido y que comprende: 1) La categoría laboral del
actor; 2) El que va dirigido a enervar las conclusiones del a quo en cuanto a
las diferencias de haberes que se pueden agrupar en tres agravios: a) El que
va dirigido a enervar la conclusión del a quo sobre la liquidación de las
horas normales; b) El que discute la existencia de diferencias en la
liquidación de horas extras y c) El que va dirigido a reclamar por diferencias
en el fondo de desempleo. 3) El que reclama por omisión de pago de
adicionales, el que también se ve dividido en tres grupos: a) El no pago del
plus voluntario adicional sobre la hora normal; b) El que se agravia por el no
pago del adicional transporte y c) El que reclama el rechazo de los vales
alimentarios. 4) El agravio sobre asignaciones familiares. 5) La solidaridad,
y por encima de todos ellos el supuesto desconocimiento del Iudicante del
Acuerdo Marco firmado que es aplicable a la Chediak. La Cámara desestima el
recurso de Apelación interpuesto por la actora en contra de la decisión del
Iudicante de otorgar un nuevo plazo a la empresa Fluor Daniel para contestar
la demanda.
Hace lugar al Recurso de Apelación de la actora en cuanto
solicita la revocación del proveído que ordena la agregación extemporánea de
documentación por parte de la Empresa Chediak en la audiencia de exhibición de
documentación laboral. Hace lugar parcialmente al Recurso de Apelación
interpuesto por la actora, revocando la sentencia de grado en cuanto desestima
los rubros diferencias de haberes sobre horas normales, sobre horas extras y
sobre el pago del Fondo de Desempleo; hace lugar al recurso de la misma
revocando la sentencia en cuanto desestima el pago de los adicionales
señalados en el Acuerdo Marco, a excepción del transporte, único rubro que
debe confirmarse; revocar la sentencia de grado en cuanto desestima el pago de
las asignaciones familiares. Condena solidariamente a las demandadas al pago
de los rubros por los que prospera la acción.
Vocablos: DEMANDA – CONTESTACION DE DEMANDA – PLAZO - PRUEBA – ADMISIBILIDAD
DE LA PRUEBA – PRODUCCION DE LA PRUEBA – DOCUMENTAL - CONTRATO DE TRABAJO –
REMUNERACION – ADICIONALES – REMUNERACION - DIFERENCIAS SALARIALES – HORAS
EXTRAS – TRANSPORTE – FONDO DE DESEMPLEO RESPONSABILIDAD DEL EMPLEADOR –
RESPONSABILIDAD SOLIDARIA
2ª Instancia.— San Fernando del Valle de Catamarca, diciembre 1 de 2005.
¿Es justa la sentencia apelada?
El doctor Herrera dijo:
1) Por imperio del sorteo de fs. 466 me toca el llevar la primera opinión
en los cuestionamientos que la actora trae a conocimiento de esta Alzada con
respecto a la sentencia definitiva de Primera Instancia, la que, obrante a fs.
404 y sigtes., desestima la demanda interpuesta en todas sus partes imponiendo
las costas por el orden causado. De acuerdo a la normativa procesal,
conjuntamente con el recurso de apelación la quejosa desgrana los agravios con
los que pretende enervar el decisorio en crisis (fs. 428/434) y mantiene los
recursos de apelación que con efecto diferido le son concedidos durante la
tramitación del proceso. La codemandada Fluor Daniel contesta los mismos a fs.
438 y siendo extemporánea la contestación de la demandada Chediak - Paolini Minerar, es desglosada la misma a fs. 445, radicándose los autos en esta
Instancia y consentido que es el Tribunal, atento a la falta de
cuestionamiento, se corre Vista de estas actuaciones al Ministerio Público
Fiscal, quien se expide en dictamen de fs. 456 y sigtes., quedando estos autos
en estado de dictar sentencia, tocándome, como señalé, la tarea de llevar la
primera opinión en las actuaciones.- 2) De una sinopsis de la traba de la
litis que servirá para comprender la sentencia y analizar mejor los agravios,
el actor, por medio de apoderado, inicia acción en contra de Chediak, Paolini,
Minerar Ute y Fluor Daniel, Sade Icsa Ute, reclamando diferencias de haberes y
de fondo de desempleo como el pago de haberes por adicionales, indemnización
del art. 19 de la ley 22.250 y asignaciones familiares impagas, todo de
acuerdo a planillas que obran a fs. 14/15 de estos actuados. Solicita la
condenación en forma solidaria de ambas empresas. Refiere que comenzó su
relación de dependencia a favor de las demandadas el día 01 de junio de 1996
como chofer de equipos pesados 1ª Categoría, desarrollando sus tareas en el
proyecto Minera La Alumbrera; trabajó en la construcción de diques
compensadores y en caminos; manejaba camiones regadores o de provisión de
agua; la jornada se extendía de 7,00 a 19,00 con un receso de una hora para el
almuerzo, lo que excedía la jornada establecida en el Convenio Marco entre la
UOCRA y Fluor Daniel y que comprende a subcontratistas, que estableció una
jornada de 10 horas. Que además cumplía una jornada de trabajo de 16 horas
porque diariamente se realizaban horas extras. El régimen era de 30 días de
trabajo, 7 de descanso incluidos dos días de viaje. Que las tareas que
realizaba para Chediak eran afines y coordinadas con las de Fluor Daniel,
compartiendo el actor las instalaciones y los lugares de trabajo y comida como
el alojamiento con los trabajadores de la Fluor Daniel. Que tanto sueldos por
horas que se abonaban quincenalmente como horas extras se abonaban en forma
disminuida. Que el actor fue despedido con fecha 14 de marzo de 1997. Que el
fondo de desempleo fue pagado en forma disminuida. Que en virtud del art. 32
de la ley 22.250 y de la Cláusula XXV del Acuerdo Marco corresponde se declare
la solidaridad de las demandadas. Que es obligación del contratista exigir la
acreditación del subcontratista en el Reg. Nacional de la Industria de la
Construcción. Pero sostiene que esta inscripción no libera automáticamente al
empleador de la solidaridad, ya que esa también se da en casos de fraude, o de
contumacia de la subcontratista en el cumplimiento de las obligaciones
laborales. Que el art. 30 de la LCT establece la solidaridad en caso de
incumplimiento de las obligaciones del contrato de trabajo, señalando la
doctrina que esta solidaridad debe ser extendida al estatuto de la
construcción si existe incumplimiento de normas aun cuando se acredite la
inscripción en el registro.
Que en el caso de autos Chediak no cumplió con las obligaciones del Acuerdo
Marco y esto hace que por la Cláusula XXV Fluor Daniel sea solidaria. Que está
obligada a hacer cumplir el acuerdo marco a todos los contratos de trabajo
incluidos en el proyecto Bajo La Alumbrera. Que el compromiso asumido por
Fluor Daniel en el Acuerdo Marco implica el control de las condiciones
laborales de los empleados de sus subcontratistas. Que las condiciones
laborales en ambas empresas debían ser idénticas pero la falta de control de
Fluor Daniel importa que existan en Chediak los incumplimientos laborales que
llevan a la solidaridad. Lo mismo ocurre por cuanto estos trabajos de Chediak
eran necesarios y conducentes para Fluor Daniel e imprescindibles para el
logro de su objetivo empresario. En esencia, reclama diferencias salariales
que se traducen en: a) Pago de menor cantidad de horas de las efectivamente
cumplidas. Deberán surgir las liquidaciones de la compulsa de los recibos y de
los controles de asistencia. Que de acuerdo al art. XIV del Acuerdo Marco
corresponden 10 horas normales más una de almuerzo y habiendo intimado al pago
de esas diferencias corresponde el pago de las indemnizaciones del art. 19 de
la ley 22.250; b) Pago desminuido de horas extras. Que se abonan las horas
extras con montos disminuidos, esto es un valor inferior al que corresponde;
c) Diferencia de fondo de desempleo. Fue abonado de acuerdo a lo que se le
pagó y no a lo que debió legalmente percibir. Determinadas las diferencias
corresponde señalar el pago de la que surja de la liquidación final. Reclama
en un segundo grupo los adicionales impagos establecidos en el Acuerdo Marco.
Los mismos son: a) Falta de pago de plus por hora normal. De acuerdo a las
escalas salariales el valor hora es de 1,24; por el Acuerdo Marco, Cláusula V,
ap. 3, se incrementa en un 49 % el valor hora y a partir del 01 de octubre de
1996 en un 57%, lo que la empresa no cumplió pagando las horas normales al
valor de las escalas sin respetar el Acuerdo Marco. Tampoco se liquidó este
valor hora para el pago de las horas extras Cláusula V, Inc. 2 y 3. Que no se
cumple con el adicional por transporte (25 % de lo percibido) y tampoco con la
entrega de vales alimentarios al 20% de la remuneración por este concepto.
Discriminando calcula el valor hora en 2,07 y no en 1,24 como abona la
demandada. Reclama además asignaciones familiares impagas por los meses de
junio a octubre de 1996. Deben abonarse de acuerdo al cálculo diferenciado por
tratarse de actividad minera dec. 1245/ 96. A fs. 40 se denuncia el deceso del
actor y a fs. 51 se adjunta documentación por la que acciona por Gladys Mabel
Acevedo por su derecho propio y en nombre y representación de sus hijos. Luego
de una serie de avatares procesales que incluye una apelación concedida con
efecto diferido, a fs. 152 vta. comparece Fluor Daniel negando todos los
hechos y el derecho en especial que las tareas realizadas por el actor
resulten afines y coordinadas por Fluor Daniel; que se comparten lugares de
trabajo, alojamiento, comedor y demás circunstancias que se señala en el
escrito de demanda; desconoce además que los rubros pagados por ChediakPaolini-Minerar, lo fueran pagados en forma disminuida; niega que su parte
esté obligada a asumir la obligación de cumplimiento de las condiciones
pactadas por sus subcontratistas. Niega que deba asumir esa responsabilidad en
virtud del art. XXV del Convenio Marco. Niega en definitiva toda
responsabilidad y desconoce si el actor tiene alguna acreencia con respecto a
Chediak. Que su mandante es una empresa que se dedica a la realización de
grandes obras de ingeniería y en virtud de ello fue contratada por Minera La
Alumbrera para realizar tareas dentro del marco de la ley 22.250. Que como
consecuencia de la contratación por La Alumbrera, su parte subcontrató a
Chediak, Paolini, Minerar, siendo los trabajos realizados por la misma
encuadrados dentro de la ley 22.250. Que el actor es a su vez contratado por
la Chediak, pero ninguna legitimación tiene con Fluor Daniel para realizar
ningún tipo de reclamo de los supuestos incumplimientos de la subcontratista.
El art. 30 de la LCT es inaplicable a la ley 22.250 y el mismo actor reconoce
que la obligación de la Fluor Daniel para liberarse de la responsabilidad era
la de exigir la inscripción de ésta en el IERIC y su parte cumplió con esa
obligación; Chediak se encuentra inscripta bajo el N° 80.345, lo que exonera a
su mandante de toda responsabilidad solidaria. El actor pretende hacer jugar
la solidaridad entendiendo que la relación es simulada o que no cabe
considerar al subcontratista como verdadero empleador, pero tales afirmaciones
se contradicen con los mismos hechos relatados por el actor en el escrito de
demanda. Nada aporta que pueda hacer aparecer como una relación simulada entre
las dos empresas reconociéndole a Chediak la calidad de subcontratista, es
decir, de empresa. Que los fallos citados se refieren a la insolvencia del
subcontratista. Más extraño resulta querer aplicar para la solidaridad la
Cláusula XXV del Acuerdo Marco, ya que éste sólo extiende las condiciones del
acuerdo a los subcontratistas. Que su mandante tanto como la subcontratista
están inscriptas en el registro que exige la ley. Solicita el rechazo de la
demanda.
A fs. 156 comparece Chediak por medio de apoderado contestando la acción.
Niega en especial que el actor condujera camiones de gran porte, que se
hubiese excedido la jornada pactada y la realización de horas extras. Niega
punto por punto la viabilidad de los rubros reclamados. Señala que Baron
ingresó a trabajar en el proyecto Bajo La Alumbrera prestando servicios a
partir del 01 de junio de 1996 cumpliendo sus tareas de conducir camiones
regadores o tractores con acoplado, no equipos pesados. Su jornada de trabajo
se extendía de 07 a 19 horas con una hora para el almuerzo no remunerada, es
decir, que habitualmente se desempeñaba 11 horas diarias, especialmente en
tareas nocturnas, lo que importa desvirtuar la jornada de 16 horas. Sus
remuneraciones le eran abonadas quincenalmente trabajando 21 días por 7 de
franco. Los dos días de viaje no son tales, ya que Baron tenía su residencia
en Yerba Buena, Tucumán, y la empresa lo trasladaba hasta la Ciudad Capital.
El despido se produjo el día 11 de marzo de 1997 conforme TC 26. Que Baron
realiza dos reclamos, el primero el día 31 de marzo por asignaciones
familiares, el que es rechazado, y el segundo es el 08 de mayo de 1997,
reclamando diferencias salariales inexistentes. No es cierto que se liquiden
en menos las horas realmente trabajadas. La jornada de trabajo se encuentra
conformada por 8 horas más 3 extras hacen un total de 11, más la hora de
almuerzo, 12 horas diarias. Bajo el concepto horas normales se abonan las
efectivamente trabajadas y bajo el concepto adicionales los recargos de las
horas extras. En cuanto al fondo de desempleo, la ley señala que los aportes
deben
calcularse
sobre
el
básico
del
convenio
más
los
adicionales
convencionales y los aumentos que disponga el Poder Ejecutivo, más los que el
empleador realice voluntariamente, por lo que no se deben incluir los plus por
horas extras. Que los adicionales del Acuerdo Marco se abonaron bajo el
concepto de productividad. El importe por vales alimentarios va incluido en
productividad. En lo referido a las asignaciones familiares las mismas
comenzaron a abonárselas en la segunda quincena de 1996, fecha en la que
presentó la documentación. No corresponde incremento por actividad minera, ya
que se realizaban tareas propias de la industria de la construcción. El plus
por transporte corresponde sólo a los trabajadores que tienen su residencia
habitual fuera de las provincias de Catamarca y Tucumán. El actor se
domiciliaba en Yerba Buena, Provincia de Tucumán, por lo que no le corresponde
el adicional. Tal la traba de la litis.
3) La jueza al momento de sentenciar encuentra que la fecha de egreso
correcta del actor es la del 11 de marzo de 1997; que en cuanto a la
categoría, señala que la actora a fs. 212 reconoce la categoría de oficial
conforme al convenio 75/76, lo que es corroborado por la testimonial de fs.
297 vta. y lo consignado en los recibos de haberes. Concluye que la categoría
es la de Oficial 2 del CC. Que en cuanto a las diferencias salariales,
compulsando
los
recibos
mencionados,
en
donde
se
agrega
un
rubro
productividad, que involucra los adicionales del Acuerdo Marco, la categoría
real de revista y no existiendo prueba en contrario que señale que el rubro
productividad no abarque los adicionales del acuerdo no existen diferencias a
favor de la actora, por lo que desestima la pretensión del pago de horas
normales y diferencia de horas extras. Que no existe en autos prueba que avale
que las horas normales que señala el recibo no sean las efectivamente
trabajadas y abonadas, por lo que se desestima el rubro señalado. Que las
diferencias por el pago del fondo de desempleo son consecuencia de los
anteriores reclamos, por lo que se rechaza el rubro. Que el adicional por
transporte en atención a lo que señala el Acuerdo Marco y el domicilio del
actor no puede prosperar; los vales alimentarios se encuentran incluidos en el
rubro productividad y en cuanto al reclamo de asignaciones familiares el actor
no probó que haya presentado en tiempo la documentación necesaria. Concluye
que la demanda debe ser desestimada en todas sus partes; declara ante ello sin
materia el tema de la solidaridad e impone las costas por el orden causado.
4) A fs. 428 y sigtes. se expresa los agravios por parte de la actora.
Señala que la sentencia es nula por carecer de fundamentación. Que con
respecto a la categoría se encuentra probada por los dichos del actor, en
cuanto a las tareas de chofer de camión regador. Que de acuerdo a lo señalado
en el cuerdo Marco le corresponde la de Oficial 2. Que la jueza desconoce que
dentro del Acuerdo Marco existen varias categorías de oficial correspondiendo
al chofer la de Oficial 2. Que la jueza nada de ello dice y por lo tanto
solicita se revoque la sentencia y se determine que el actor ostentaba la
categoría de Oficial 2 del Acuerdo Marco. Que no existe una sola prueba que
fundamente la desestimación de las diferencias salariales. Que para desestimar
los adicionales la sentenciante señala que el rubro productividad conforme las
expresiones de la demandada incluye los adicionales y no existiendo prueba en
contrario desestima los mismos. Que un fallo no puede fundarse en las posturas
de una de las partes. Que no puede fundarse el fallo en lo dicho por una de
las partes sin efectuar siquiera una valoración de la prueba producida. Es
inexacto que no haya prueba de que los adicionales no se encuentran
comprendidos dentro del rubro productividad. Que es inexacto que se haya
practicado una liquidación pues de haberlo hecho se hubieran detectado las
diferencias existentes. Que la sentencia parte de la premisa de tener por
ciertos los hechos señalados por la demandada. Que no se tomó en cuenta el
Acuerdo Marco. Al actor se le abonaban horas normales, horas extras
adicionales al 50 %, horas extras adicionales al 100% y el rubro
productividad. El Acuerdo Marco obligatorio para la Chediak por la Cláusula
XXV y por su propio reconocimiento establece otro sistema de pago. Debió
abonarse los rubros remuneratorios y no remuneratorios tal como lo establece
el convenio y no se hizo. Que el Acuerdo Marco señala que las empresas podrán
variar las condiciones de trabajo, no las remuneraciones, pero mediante
acuerdo que en el caso ni siquiera se aduce. Que la jueza deja de lado
principios básicos del derecho laboral, invierte la carga de la prueba e
ignora los términos del Acuerdo Marco. Que de fs. 349 a 360 UOCRA adjunta los
recibos de Fluor Daniel, que se liquidan correctamente de acuerdo al régimen
especial y la jueza, aun cuando los de Chediak son distintos no los toma en
cuenta. Que la empresa principal liquidaba adicional de empresa, horas
normales, horas extras al 50 y 100% y aparte entregaba vales alimentarios por
un 20% del monto bruto. Todo ello es desconocido por la Chediak y por la
jueza. La demandada unilateralmente modifica el Acuerdo Marco y la jueza
adhiere a su postura. Que la jueza debió analizar si en la cantidad de horas
normales liquidadas se encuentran liquidadas también las horas extras o no
para saber si existen o no diferencias, pero ni siquiera trató el tema. De
ello se desprende que si Chediak no incluyó en la cantidad de horas normales
las horas extras, lo que debe en concepto de diferencia de haberes por pago
insuficiente del valor hora conforme a lo establecido en el acuerdo, es el
monto correspondiente a la totalidad de las horas normales y extras cumplidas,
con lo que el monto del adicional por productividad a todas luces es
insuficiente. Por otra parte sin prueba alguna la Iudicante concluye que un
adicional no remuneratorio como los vales por alimentación entran en un rubro
remuneratorio como es el de productividad. Que hace un análisis sobre las
cargas probatorias y concluye que la sentenciante invirtió las mismas, ya que
es sobre la demandada quien pesa la carga de la modificación del régimen de
remuneraciones y jornadas y sin que se acredite la existencia de un acuerdo
obligatorio en ese sentido. Que la jueza no hace jugar las presunciones a
favor del trabajador, sino en su contra. Así, por ejemplo, la falta de
exhibición de planillas de asistencia y de sus horas extras que se ignoraba
totalmente. Señala que en esencia el acuerdo sobre condiciones de trabajo,
proyecto Bajo La alumbrera establece en su Cláusula V, excluyendo cualquier
otro concepto, los que se detallan: a) Salario Básico por hora establecido por
el Convenio Colectivo 75/76; b) Adicionales especiales por hora extra (50 y
100 %); c) Plus voluntario de la empresa calculado sobre el básico del
convenio: Valor hora más 57% a partir del 11 de octubre de 1996; d) Premio de
asistencia; e) Adicional de transporte. La Cláusula VI establece que la
empresa entregará vales alimentarios en los términos establecidos en la ley,
art. 105 bis, por un valor mensual que represente al 20% de la remuneración
bruta. En la Cláusula XIV se establece la jornada de 10 horas diarias. Se
trabajarán 14 días corridos y 7 días de franco. Las tareas realizadas en horas
extraordinarias serán abonadas con los adicionales vigentes. En la Cláusula
XXV la subcontratista se obliga a cumplir con lo señalado en el acuerdo. Sólo
podrán modificar con acuerdo gremial la jornada de trabajo. Que se encuentra
además anexado un cuadro, como parte integrante del acuerdo, donde se
determina el valor hora por encima del convenio colectivo de acuerdo al marco;
arroja, según la apelante, 3,16 (existiría un error matemático, ya que la
sumatoria da 2,18). Que los recibos de Fluor Daniel aparte de los adicionales
legales tienen un beneficio plus 1 que es lo mismo que el de productividad de
la Chediak, pero que en nada engloba ni los adicionales ni el valor hora.
Chediak en las posiciones reconoce la jornada de 10 horas, pero según las
constancias de recibo las liquida mal, corre el agravante que los testigos
señalan que se trabaja más de 12 horas diarias y más de 14 días. Su parte por
otro lado no reconoció los recibos de la Chediak. La demandada no impugnó los
adjuntados por la actora. Ello prueba que no se calcularon las horas normales
en forma correcta y tampoco las horas extras. Hace una comparación de los
recibos de la Fluor Daniel y el de la Chediak encontrando que la última no
abona el adicional de la Cláusula V y en menos las horas extras. Que si se
toma el argumento de la demandada de que liquida las horas extras junto a las
normales, liquida un promedio de 6 horas extras por día, lo que lleva a
comprobar que no cumple con las 10 horas que debe liquidar por el marco
acuerdo. Nunca se respetó la jornada de 10 horas, en algunos recibos liquida
88 horas normales y en otros más de 160, lo que comprueba que en esos casos
las horas extras eran más que las reconocidas. Un ejemplo claro es el recibo
de fs. 27; abonó 117 horas de las cuales 38 son al 50% y 19 al 100 %, por lo
que en lugar de 140 quedan 60 horas normales.
El Acuerdo Marco prohíbe expresamente en su Cláusula V las inclusiones de
beneficios que suplante a los allí establecidos, los que deben ser liquidados
de la forma que señala. Quedó probado que la productividad abonada por Chediak
se equipara en parte al Plus abonado por la Fluor, pero que ambos no son
beneficios acordados en el acuerdo y son dados discrecionalmente, ya que todo
intento de explicar por parte de la demandada en la confesional choca con la
falta de la existencia de acuerdo gremial. Realiza cálculos por los que
muestra que en modo alguno el adicional por productividad cubre el valor hora
adicional y los vales alimentarios cayendo de esta manera la liquidación
comparativa que realiza la jueza para desestimar las diferencias. Las
pretensiones del trabajador se encuentran respaldadas, sostiene, en las
probanzas de autos, recibos de sueldo, Acuerdo Marco, mientras que las de la
demandada sólo en sus afirmaciones. De toda la prueba rendida en autos se
demuestra que al actor no se le pagó lo que correspondía, por lo que
corresponde se revoque la sentencia de autos.
Como consecuencia del incorrecto pago del valor hora se encuentran mal
liquidados todos los demás conceptos y por ende como lógica consecuencia el
fondo de desempleo. Se agravia también por esto y solicita la revocación. Se
agravia por la desestimación del rubro transporte, sosteniendo que la
demandada nunca acreditó el pago. Se agravia por la desestimación del rubro
asignaciones familiares, entendiendo que la jueza se equivoca al pretender que
el actor pruebe la fecha de presentación de los documentos. Se agravia también
de la desestimación de la solidaridad, señalando que la misma está centrada en
el Acuerdo Marco, Cláusula XXV. Sostienen que las mismas son solidarias por el
hecho del proyecto Bajo La Alumbrera. Mantiene las apelaciones realizadas y
fundadas, la primera a fs. 77/78 de autos, sosteniendo que la Inferior viola
el derecho al pro— ceso al otorgar un nuevo plazo para presentar la demanda a
Fluor Daniel. Peticiona que de acuerdo a las constancias de autos que
reproducen fotocopias se dé por perdidos a esa el derecho de contestar
demanda.
Que por otra parte sostienen en segundo lugar la apelación interpuesta en
la audiencia de exhibición de posiciones reiterando los argumentos esgrimidos
en cuanto no es procedente la agregación de documentación no pedida en esta
Instancia. Sólo Fluor Daniel contesta en tiempo y radicados, se corre Vista a
la Fiscalía de Cámara que se expide a fs. 456 y sigtes. proporcionando la
recepción parcial del recurso, salvo el tema de la categoría que encuentra sin
materia, el adicional por transporte y la solidaridad.
5) No puede caber duda alguna que el memorial, aunque engorroso, técnico en
partes, lleno de ecuaciones matemáticas, cumple con todas las formalidades, en
especial en los rubros diferencias y adicionales impagos, que exige la ley de
rito para ser considerado tal. Independientemente de la suerte que finalmente
podrán correr sus peticiones se demuestra un celo notable y un loable esfuerzo
en la defensa de su mandante y de sus intereses.
Que en el caso de autos son tres los recursos llegados a nuestro
conocimiento: a) El interpuesto en contra de la decisión del Iudicante de
fijar una nueva audiencia a los fines de que Fluor Daniel conteste demanda; b)
El que va dirigido a enervar la decisión del a quo de incorporar documental
adjuntada por la demandada Chediak al momento de exhibir documentación
laboral, y c) El recurso principal que va dirigido a enervar el decisorio
recurrido y que comprende: 1) La categoría laboral del actor; 2) El que va
dirigido a enervar las conclusiones del a quo en cuanto a las diferencias de
haberes que se pueden agrupar en tres agravios: a) El que va dirigido a
enervar la conclusión del a quo sobre la liquidación de las horas normales; b)
El que discute la existencia de diferencias en la liquidación de horas extras
y c) El que va dirigido a reclamar por diferencias en el fondo de desempleo.
3) El que reclama por omisión de pago de adicionales, el que también se ve
dividido en tres grupos: a) El no pago del plus voluntario adicional sobre la
hora normal; b) El que se agravia por el no pago del adicional transporte y c)
El que reclama el rechazo de los vales alimentarios. 4) El agravio sobre
asignaciones familiares. 5) La solidaridad, y por encima de todos ellos el
supuesto desconocimiento del Iudicante del Acuerdo Marco firmado que es
aplicable a la Chediak por la Cláusula XXV.
6) Que ya entrando al primer recurso, la demandada Fluor Daniel comparece y
ante informe de Secretaría de la ausencia de la actora, solicita la fijación
de una nueva audiencia a los mismos fines y efectos, lo que es proveído
favorablemente a fs. 72 y motivo de revocatoria con apelación en subsidio por
parte de la actora (fs. 77), la que entiende que debe darse a la demandada por
perdido el derecho dejado de usar. Resuelto desfavorablemente el recurso de
revocatoria se concede la apelación con efecto diferido, manteniéndose la
misma al momento de expresar agravios.
Como primera premisa, no surge de autos que el actor haya comparecido a la
audiencia fijada, ni que ésta se haya llevado a cabo. De tal manera que no
corresponde
que
de
oficio
se
le
apliquen
los
apercibimientos
por
incomparecencia, debido a dos cuestiones fundamentales: a) La falta de
confección del acta, y b) La incomparecencia de todas las partes a la
audiencia fijada. La cuestión de esta manera no cae dentro del supuesto del
art. 65 del CPT, sino que a todas luces se produce el supuesto de la segunda
parte del ordenamiento (art. 64), es decir la incomparecencia de la totalidad
de los interesados a la audiencia y en esos casos no se aplica los
apercibimientos que establece la norma citada, sino que se tipifica la
situación del art. 64, es decir, la causa queda en un estado que se podría
denominar de latencia y si la actora dentro de los 30 días no insta el trámite
se la tiene por desistida de la acción.
Es como señala Falcón: en este supuesto no obstante la actuación de oficio
de la jurisdicción, la ley ha entendido que frente a la ausencia de ambas
partes se ha llegado a un acuerdo o que el actor desistió de la demanda. Es
aquí donde el procedimiento dispositivo aparece como carga para el actor
(quizás uno de los excepcionales, si no único caso) que pretende continuar la
acción. Se establece un plazo de caducidad de 30 días respecto a la instancia
deducida si no se solicita nueva audiencia. En el caso no es el actor, sino la
demandada, la que se presenta y solicita la nueva audiencia y por todo lo
antes referenciado, en especial la ausencia de la parte actora, impide que se
apliquen los apercibimientos solicitados, debiéndose confirmar el resolutorio
recaído en ese sentido, con costas en esta Instancia por el orden causado,
atento a la naturaleza de la cuestión debatida.
7) El segundo recurso de apelación que se debe tratar es el concedido a fs.
291 por la jueza e interpuesto en contra de la resolución dictada en audiencia
por la que se ordena incorporar prueba documental de la Chediak en la
audiencia para exhibir documentación fijada a fs. 216 que se lleva a cabo a
fs. 288 vta. y sigtes. La actora cuando pide la prueba solicita la exhibición
concreta de LRU, legajo personal del actor, constancia de asistencia, de
horarios de trabajo, de horas extras, recibos de haberes, constancia de
entrega de tickets alimentarios de pago de salario familiar por todo el
período que duró la relación, constancias de mecanismos y sistemas
implementados para la liquidación de haberes. Tal el marco de la audiencia.
Ambas partes agregan documental al momento de ampliar prueba, en especial la
Chediak (fs. 205). En la audiencia la demandada agrega LRU en hojas móviles;
da explicaciones del porqué no exhibe la demás documentación requerida. Que el
demandado ofrece y el Juzgado acepta agregar en 3 fojas planillas de métodos y
cálculos para la liquidación de haberes del personal del proyecto La Alumbrera
y la jueza hace lugar a pesar de la oposición de la actora a la agregación de
esta documental. Que le asiste plena razón a la apelante, toda vez que la
demandada
está
agregando
documental
fuera
de
todo
tiempo
procesal
(contestación de demanda y plazo de gracia art. 71), introduciéndola en una
audiencia de exhibición de documentación laboral donde se le solicitaba
expresamente la documentación a exhibir o agregar. Que ante el pedido de la
actora de que se le apliquen los apercibimientos legales solicita y
curiosamente obtiene que fuera de todo tiempo procesal se incorpore una
documentación. Es cierto que en el proceso laboral campea el principio de la
amplitud de prueba y que el juez por imperio del art. 75 tiene amplias
facultades para la producción de la prueba, pero en el caso de autos no se
echa mano a esta facultad y la alusión al principio de amplitud de prueba no
basta para justificar la agregación de prueba fuera de término y en forma
unilateral por la parte, por lo que corresponde en este caso hacer lugar al
recurso de apelación incoado por la actora dejando sin efecto el Punto III de
la resolución de fs. 291, con costas a la demandada en ambas Instancias
siguiendo el principio objetivo de la derrota. 8) Ya entrando al análisis del
recurso de apelación de la cuestión de fondo, en lo que hace al primer
agravio, es decir la categoría, el actor es chofer y el convenio colectivo les
da a los choferes la categoría de oficiales (art. 5°, inc. 10). Ahora bien, la
jueza entiende que de acuerdo a este convenio colectivo corresponde la
categoría de Oficial 2. El Acuerdo Marco establece una serie de diferencias en
los oficiales, pero como bien dice la Fiscal de Cámara, si la quejosa solicita
la categoría Oficial 2, y la jueza señala que esa es la categoría, obviamente
aplicando el Acuerdo Marco, no queda agravio por tratar.
Reclama por diferencias de haberes y en ese sentido lo primero que reclama
que se abonaron menos horas normales que las efectivamente trabajadas. El
Acuerdo Marco firmado entre UOCRA y Fluor Daniel, y que en su Cláusula XXV es
obligatorio a subcontratistas, establece en su Cláusula XIV que las tareas se
desarrollarán en jornadas de 10 horas otorgándose 1 no remunerada para el
almuerzo. Es decir, la jornada normal son 10 horas si se señala en el acuerdo
que se deben trabajar 14 días corridos; a simple vista las horas normales son
140 por cada quincena. La demandada reconoce que se trabajaban 12 horas pero
las discrimina como 8 normales, 3 extras y 1 para el almuerzo, lo que no
condice con lo señalado en el Acuerdo Marco. Los recibos adjuntados por otra
parte señalan una cantidad inferior a las horas normales y si se pretende
sobre ello que en esas horas se deben computar las horas extras y que lo que
figura en los recibos son adicionales por horas extras, ya que las trabajadas
están incluidas en las normales nos encontramos que a las horas normales que
se señala en los recibos por expreso reconocimiento de la demandada deben
descontárseles 3 horas diarias, 42 por mes. El resto son horas normales y la
diferencia de lo que resta en cada caso que en algunos es irrisorio y lo que
realmente señala el Acuerdo Marco como jornada normal es la diferencia por la
que debe prosperar el recurso en este punto. Debe señalarse que el mismo
acuerdo homologado establece el carácter de irrenunciable e inmodificable,
señalando en su Cláusula XXV que únicamente el régimen de jornada de trabajo
(no así el remuneratorio, el que resulta inmodificable en menos) puede ser
modificado, pero únicamente mediante acuerdo gremial que en el caso ni
siquiera se señala existe, por lo que cabe la recepción de este agravio
debiendo en la etapa de la ejecución liquidarse esta diferencia que se trata
en este punto, de acuerdo a lo señalado (140 horas normales sin aceptar las 42
reconocidas como extras).
En lo referido a las horas extras, se reclama porque se calcularon en menos
la base para computar el valor del recargo. Reconocida que se trabajan horas
extras (3 por día) y de acuerdo a la contestación de Chediak y lo que se
señala en los recibos de sueldo, quedan de lado todas las exigencias
probatorias que la jurisprudencia estimó para las mismas. Sólo a mayor
abundamiento no se exhibe la documentación específica de horas extras que
exige el convenio colectivo y la ley 11.544 ni la documentación que señala el
art. 15 del CC; ello sumado a los reconocimientos de la demandada y las
declaraciones de los testigos importa concluir que la actora de acuerdo a lo
que se desprende del Acuerdo Marco, trabajo por quincena 30 horas extras al
50% y 32 al 100% (sábados y domingos), las que fueron abonadas de acuerdo al
básico de 1,24 cuando debieron adicionárseles los beneficios remuneratorios
convencionales del Acuerdo Marco y del Convenio Colectivo 75/76, es decir,
deberán computarse los adicionales por especialidad, y el adicional por
empresa o plus que señala la Cláusula V del Acuerdo Marco, lo que lleva la
hora a $ 2,18 y se calcularon sobre 1,24, corresponde entonces las diferencias
que se establecerán en el momento de la ejecución de sentencia por todo el
período trabajado.
En cuanto a las diferencias por fondo de desempleo, Sapia ("Régimen Laboral
de la Construcción"), señala que la ley se refiere, para calcular el
porcentaje del 12% de fondo de desempleo, a los salarios básicos más los
adicionales establecidos por convenio, más los incrementos fijados por el
Poder Ejecutivo. Que al hablar de salarios básicos la ley alude a la
remuneración que toma en cuenta el salario por unidad de tiempo que se regula
por vía convencional. Ello implica que en tanto se presten servicios que
cubran las unidades de tiempo y el trabajador preste el servicio al realizarse
el pago correspondiente, deberá realizarse el aporte. Es decir, la mención a
salario básico en la medida que éstos se refieran a días y horas trabajadas
obliga al empleador a aportar no sólo sobre las horas normales, sino sobre las
horas extras. La alusión por otra parte a los salarios convencionales no puede
menos que considerarse omnicomprensiva de todos los conceptos de carácter
remunerativo que abarcan los diferentes aspectos de la relación laboral. En
consecuencia, corresponde re liquidar el fondo de desempleo por haberse
liquidado en menos, en la etapa de ejecución.
En síntesis, el Fondo de Desempleo que corresponde liquidar es el que debió
aportarse de acuerdo a la remuneración que debió percibir y no la que en
realidad percibió.
Queda por tratar el tercer agravio que en realidad estriba nuevamente en el
desconocimiento por parte de la Chediak del Acuerdo Marco. En efecto, en la
Cláusula V la subcontratista (Cláusula XXV) se obliga abonar a sus
trabajadores el salario básico, los adicionales que corresponden de acuerdo al
convenio colectivo de la actividad; el plus voluntario por empresa que para la
categoría del actor será del 49% hasta el 01 de octubre de 1996 y de allí en
más el 57 %, premio por asistencia, art. 52 del convenio colectivo, adicional
por transporte y en la Cláusula VI establece la obligación de entrega de vales
alimentarios por un valor equivalente al 20% de la remuneración bruta del
trabajador (art. 103 bis de la LCT, Inc. c), en carácter no remunerativo. Que
los adicionales, señala la actora, no fueron pagados mientras que la demandada
sostiene que son englobados dentro del rubro productividad. La jueza sin más
toma esta tesitura desestimando los mismos, pero entiendo debe revocarse el
fallo también en este punto. Veamos el acuerdo Marco: permite sólo con acuerdo
del gremio modificaciones a los subcontratistas, pero sólo de la jornada de
trabajo, por lo que resultan inmodificables por las partes y menos
unilateralmente los rubros remuneratorios. Por otra parte, compulsados los
recibos de la demandada y la codemandada, se desprende que la Fluor Daniel
abonó estos adicionales con más un rubro que se equipara al de producitividad
que en el caso la demandada pretende engloba a los mismos, cuando en realidad
éstos se encuentran impagos y el rubro producitividad no es más que, al igual
que el rubro que abona la Fluor, un beneficio discrecional que otorga la
empresa, pero que en modo alguno puede absorber beneficios convencionales
pactados en forma obligatoria e inmodificable.
Independientemente de todo ello, la patronal se limita a señalar que los
adicionales a los que se obligó a pagar se encuentran englobados en el
beneficio productividad, pero nada demuestra al efecto, por lo que no aparece
desvirtuada la presunción de que se trata de un incentivo voluntario similar
al que daba la Fluor.
Ahora, de los adicionales que reclama como impagos son el de especialidad
emanado del Convenio Colectivo 75/76 y encuadrado dentro del Inc. 2 de la
Cláusula V del Acuerdo Marco, y el plus voluntario por empresa que ya se
señaló el porcentaje que correspondía al oficial (49 y 57% según antes o
después del 01/10/96) evidentemente no encontrándose pagos y descartado que se
engloben en el rubro productividad, cabe hacer lugar a los mismos revocando el
decisorio en este sentido y calculando en la etapa de la ejecución éstos por
todo el período reclamado tomando como base el valor hora básico 1,24.
El otro rubro que debe prosperar es el de los vales alimentarios por el 20%
de la remuneración bruta (Cláusula VI y art. 103, Inc. c de la LCT). Este
rubro es por ley no remuneratorio de manera que la pretensión de ser englobado
dentro de un rubro remuneratorio como es la productividad es otro de los
elementos que señalan que la postura de la demandada no tiene asidero
jurídico. Cabe entonces la revocación de la sentencia, toda vez que no existe
constancia de entrega de los mismos y condenar por el lapso de la relación
laboral al pago del 20% de la remuneración bruta por este concepto calculando
los montos en la etapa de la ejecución.
No puede prosperar el rubro transporte, por cuanto el actor señala como
domicilio Yerba Buena, Tucumán, y en su reclamo no señala que la empresa
incumplía con la obligación de transportarlo, sino que reclama el adicional
del último párrafo del Inc. 5 de la Cláusula V. En el caso la Chediak por lo
menos no discute que transportaba al actor con micros a su cargo y no viviendo
fuera de las provincias de Catamarca y Tucumán el adicional previsto para este
tipo de casos no corresponde al actor. Cabe entonces la desestimación del
recurso en este punto y la confirmación del decisorio recurrido.
El cuarto agravio va dirigido al pago parcial por un determinado período de
las asignaciones familiares. Sostiene que el trabajador no probó haber
acreditado ante el empleador su derecho a la percepción de los mismos ante la
patronal, por lo que desestima la pretensión.
En el caso se deja de lado normas legales convencionales obligatorias. Como
bien lo señala la Fiscal de Cámara en su meduloso dictamen, el art. 103 de la
norma convencional establece la obligación de las empresas de solicitar al
obrero a la fecha de ingreso la correspondiente obligación jurada para
justificar su derecho a la percepción de las asignaciones familiares. Es decir
que la jueza invierte la obligación, es el empleador que debe acreditar que
intimó al empleador para que le entregue esa declaración jurada a los fines de
librarse de la responsabilidad por las asignaciones familiares. El art. 79 de
la LCT, aplicable en el caso por lo señalado en el art. 35 de la ley 22.250,
establece para lo que aquí nos interesa que el empleador deberá cumplir con
las obligaciones que resulten de la ley de convenciones colectivas y sistemas
de la seguridad social a fin de garantizar al trabajador el goce íntegro y
oportuno de los beneficios que tales disposiciones le acuerdan. No podrá en
ningún caso invocar el incumplimiento del trabajador de las obligaciones que a
él le están asignadas y de la que se derive la pérdida total o parcial de
algún beneficio si la observancia de la obligación dependiese de la iniciativa
del empleador y no probase el haber cumplido de su parte con las que
estuvieran a su cargo.
El art. 79 señala Justo López, Centeno y Fernández Madrid en su clásica
"Ley de Contrato de Trabajo Comentada" (T. I, p 543) que la norma comprende
una variedad de supuestos que son relacionados o con el seguro obligatorio o
con las asignaciones familiares. Si el trabajador se ve impedido del goce de
algún beneficio por incumplimiento del empleador, éste será responsable por el
beneficio perdido. En caso de contienda judicial el empleador no podrá invocar
el incumplimiento del trabajador si dependía de una obligación a su cargo y
cuya omisión determina la pérdida de los beneficios y este precepto, señalan
estos autores, está ligado con cuestiones planteadas, especialmente con el
régimen de las asignaciones familiares en el que la falta de denuncia oportuna
de las cargas determina la pérdida de los beneficios, lo que no puede ocurrir
si la culpa u omisión es del empleador. En este caso la omisión de solicitar
la declaración jurada o la omisión de probar que solicitó la misma y el
trabajador no cumplió. Cabe también en este punto la revocación de la
sentencia y la recepción del recurso, reservándose el cálculo de los
beneficios impagos para la etapa de la ejecución.
9) De la forma positiva que vengo resolviendo las quejas (excepto la del
transporte), es necesario entrar en el análisis del supuesto de la solidaridad
entre la contratista Fluor Daniel y la subcontratista Chediak, Paolini,
Minerar Ute, tema que la jueza con el recurso de desestimar los rubros
reclamados declaró sin materia, pero que de acuerdo a lo que vengo proponiendo
en un todo de acuerdo con la Fiscal de Cámara será necesario entrar a tratar
este tema.
Para ello será necesario, a mi juicio, establecer si la norma del art. 30
de la LCT con su redacción anterior a la ley 25.013, que zanja el tema pero no
resulta aplicable a la relación laboral, como bien lo señala la Fiscalía por
una cuestión de irretroactividad y para ello me parece lo mejor echar mano a
la opinión de Jorge Sappia y no en el estudio realizado en la Revista del
Derecho Laboral de Rubinzal Culzoni año 2004-1, Estatutos y otras actividades
especiales, por cuanto con respecto al tema analiza la norma a la luz del art.
17 de la ley 25.013 (nuevo art. 30), sino al clásico Régimen Laboral del
Estatuto de la Construcción (Editorial Astrea, año 1982). Cuando Sappia
analiza la compatibilidad entre la LCT y la ley específica, el estatuto de la
construcción Ley 22.250 señala, luego de un largo análisis, como conclusión
que: los institutos de la LCT quedan excluidos de la aplicación de la ley
específica y por lo tanto inaplicables a las relaciones que regula la ley
22.250 son: En primer lugar todo lo atinente al método de extinción del
vínculo laboral que es reemplazado por el fondo de desempleo. No hay
posibilidad
alguna
indemnizatoria
en
el
ámbito
del
régimen
de
la
construcción.El segundo tema que queda fuera de la aplicación de la ley 22.250
es el capítulo de las licencias por enfermedades o accidentes inculpables que
es tratado en forma totalmente diferente al de la LCT. El tercer tema excluido
es el relacionado con las suspensiones por causas económicas y disciplinarias
sin perjuicio de la conveniencia de la expresión de la causa. En consecuencia,
todas las demás disposiciones de la ley general son aplicables al estatuto
especial (Sappia, op. cit., p 217) y ello nos lleva a una primera conclusión.
El art. 30 de la LCT no está dentro de los temas excluidos por la ley.
Ricardo Hierrezuelo y Pedro Núñez ("Responsabilidad Solidaria en el
Contrato de Trabajo", Ed. Hammurabi), señalan que hasta la reforma de la ley
25.013 sólo se exigía a los empleadores de la construcción lo señalado en el
art. 32 y con su cumplimiento en ese punto quedaban excluidos de la
responsabilidad. Por su parte el art. 30 de la LCT en su antigua redacción
(que es la que se adapta al caso de autos por el lapso comprendido por la
relación laboral) regulaba el instituto de la solidaridad en el régimen
general contemplando un espectro más amplio, ya que aun cuando se requiriera
que los empresarios contratistas exigieran a los subcontratistas el adecuado
cumplimiento relativo a las normas laborales lo consideraba solidario por las
obligaciones de los subcontratistas emanados de la relación de trabajo.
Esta norma dividió las aguas en doctrina y jurisprudencia con respecto a la
aplicación o no al estatuto de la construcción y parte de la doctrina, señalan
estos autores, sostuvo que la solidaridad a la que hace mención el estatuto de
la construcción debía ser extendida a los subcontratistas, aun cuando se
acreditare el correspondiente paso formal de la inscripción, es decir el
estricto cumplimiento de la ley específica y que el contratista y
subcontratista que revisten el carácter de empleadores igualmente les es
aplicable la solidaridad del art. 30 de la LCT en el caso de incumplimiento
por parte del subcontratista, ello por resultar la solución más adecuada al
texto del art. 9 de la LCT. Es cierto que existió un plenario en contra muy
controvertido, no obligatorio a este Tribunal y que finalmente se zanjó la
cuestión con la aplicación legal.
Volviendo a Sappia, éste recuerda que ya antes de la sanción de la ley de
contrato de trabajo había existido jurisprudencia por la cual no sólo se
aplicaba la solidaridad entre contratistas y subcontratistas si habían omitido
el requisito formal de la inscripción, sino que se aplicaba la misma si se
demostraba que el subcontratista era insolvente o era solamente una forma de
simular una relación. Ya en vigencia de la LCT se resolvió la aplicabilidad de
ésta al estatuto de la construcción si resulta que la empresa asumió ante otra
la obligación de construir una obra y luego subcontrató parte de las mismas.
No se puede sostener que las partes no integran la actividad específica de
aquélla, ya que surge claramente el carácter de empresas de la construcción.
Sappia señala que el art. 32 de la ley señala que por esa sola omisión (la
de inscribirse) responden solidariamente, pero la expresión no añade nada a la
literalidad interpretativa, pues para sostener que sólo es necesario para
evadir la responsabilidad la inscripción el artículo debería haber dicho "Por
esa sola omisión únicamente" y allí se tendrá que reconocer valor a la tesis
restrictiva, lo que no ocurre por la redacción del texto legal. El solo hecho
formal cuando existen otras causas, no es suficiente, y tampoco la solidaridad
opera sólo cuando no se inscribió, pues existen otras causas que verificadas
provocan también esas consecuencias, y ellas no paran en la sola inscripción
de un subcontratista de paja, sino que demostrado un fraude a la ley (Evasión
o incumplimiento de normas como ser la remuneración en menos con todas las
implicancias de evasión de seguridad social) con perjuicio a los prestadores
de mano de obra insistir en el aspecto formal de la inscripción es algo que no
sólo no quiere la ley, sino que constituiría un reconocimiento de un abuso de
derecho. La observancia del deber de inscribirse por parte del contratista y
del subcontratista expresa el cumplimiento de una obligación legal que no
puede constituirse en un hecho ilícito en virtud del art. 1071 del Código
Civil, lo cual trasladado a nuestro caso, señala Sappia, significa que esa
inscripción no puede reputarse como una pantalla de amparo de un acto
fraudulento. Más aún como la misma norma citada nos señala en su Inc. 2 no
amparará el ejercicio abusivo de sus derechos. Tal sería el caso, señala
Sappia, si a través del formal cumplimiento de la inscripción se contrarían
los fines que tuvo en mira el legislador que era evitar un fraude y un
perjuicio al trabajador. Esta óptica de la cuestión se compadece con la
concepción debida de las relaciones contractuales del trabajo en las que las
partes están obligadas a actuar con observancia del principio de buena fe y de
conformidad con los comportamientos atribuibles a un buen empleador y a un
buen trabajador. Desde esta perspectiva no parece que existan normas
discordantes para tratar un mismo problema dentro de un mismo orden jurídico,
según se trate de una actividad u otra. Conjugando el principio formal de la
inscripción con el sustancial de la inexistencia de fraude y evasión o
incumplimiento de normas imperativas existe una necesaria igualación en la
actuación normativa en el país, ya que así interpretado el art. 32 de la ley
22.250, no se contrapone ni marca excepción alguna respecto del dispositivo
del art. 30 de la LCT.
En síntesis, la ley no quiere perjudicar al empresario principal
atribuyéndole la obligación de responder por los empleados de sus contratistas
o subcontratistas, salvo que exista abuso de derecho en cuyo caso por
violación del deber de actuar de buena fe cabe responsabilizarlo. Y no se
actúa de buena fe y sí existe abuso de derecho, fraude y evasión de normas
imperativas de la seguridad social, con lo que se perjudica el mismo Estado,
si se pagan los salarios en menor escala sin respetar las cláusulas del
Acuerdo Marco que deviene obligatoria para el subcontratista, la ilicitud no
sólo estriba en el pago de remuneraciones menores ni en el no pago de
adicionales, sino que ello genera aportes disminuidos y fraude a la ANSES, por
lo que a simple vista la Fluor Daniel no controló ni exigió a su
subcontratista el cumplimiento de las normas relativas al trabajo y la
seguridad social, por lo que corresponde sin más declarar la solidaridad entre
las codemandadas, es decir la Chediak, Paolini, Minerar y la Fluor Daniel,
Sade Icsa por todos los rubros por los que prospera la acción debidamente
actualizado vía intereses.
10) Que a los créditos por los que prospera la acción se les impondrá un
interés igual al que cobra el Banco Nación, tasas activa promedio para el
descuento de documentos comerciales desde que cada crédito es debido y hasta
el momento del efectivo pago; ello luego de practicado en la etapa de la
ejecución los montos por los que finalmente prospera la acción. Las costas en
las dos Instancias, a mi criterio, corresponde sean impuestas a las demandadas
vencidas, las que deberán responder solidariamente por las mismas.
11) En el caso de autos acciona la esposa del actor, con sus hijos menores,
por lo que de la suma que finalmente se obtenga un 50% será entregado a la
madre y el resto, es decir el restante 50% depositado a plazo fijo a nombre
del
Juzgado
y
como
perteneciente
a
esta
causa,
siendo
renovable
automáticamente, hasta que los menores lleguen a la mayoría de edad pudiendo
disponer la madre de esos montos sólo con autorización judicial con causas
graves debidamente comprobadas y que tengan estricta relación con los
menores.12) En síntesis, si mis colegas están contestes con mi postura,
deberá: 1) Desestimarse el recurso de apelación interpuesto por la actora en
contra de la decisión del Iudicante de otorgar un nuevo plazo a Fluor Daniel
para contestar la demanda; 2) Hacer lugar al recurso de apelación de la actora
en cuanto solicita la revocación del proveído que ordena la agregación
extemporánea de documentación por parte de Chediak en la audiencia de
exhibición de documentación laboral; 3) Hacer lugar parcialmente al recurso de
apelación interpuesto por la actora, revocando la sentencia de grado en cuanto
desestima los rubros diferencias de haberes sobre horas normales, sobre horas
extras y sobre el pago del fondo de desempleo; hacer lugar al recurso de la
misma revocando la sentencia en cuanto desestima el pago de los adicionales
señalados en el Acuerdo Marco, a excepción del transporte, único rubro que
debe confirmarse; revocar la sentencia de grado en cuanto desestima el pago de
las asignaciones familiares; 4) Condenar solidariamente a las demandadas al
pago de los rubros por los que prospera la acción; 5) Imponer un interés desde
que cada crédito es debido y hasta el momento del efectivo pago igual a la
tasa activa promedio que para descuento de documentos comerciales cobra el
Banco Nación; 6) Imponer las costas en ambas Instancias a las vencidas en
forma solidaria; 7) Ordenar el depósito a plazo fijo del 50% del monto
correspondiente a los menores en la forma prevista en el presente voto.
Es mi voto.
El doctor Crook dijo:
Que comparto plenamente los fundamentos expuestos por quien me precede,
votando en consecuencia, en idéntico sentido.
Es mi voto.
La doctora Velarde de Chayep dijo:
Que me adhiero a las conclusiones a las que arriba quien se expide en
primer término, votando en igual sentido.
Es mi voto.
En mérito al Acuerdo que precede y a la unanimidad de votos de los Jueces, se
resuelve: I) Desestimar el Recurso de Apelación interpuesto por la actora en
contra de la decisión del Iudicante de otorgar un nuevo plazo a la empresa
Fluor Daniel para contestar la demanda. II) Hacer lugar al Recurso de
Apelación de la actora en cuanto solicita la revocación del proveído que
ordena la agregación extemporánea de documentación por parte de la Empresa
Chediak en la audiencia de exhibición de documentación laboral. III) Hacer
lugar parcialmente al Recurso de Apelación interpuesto por la actora,
revocando la sentencia de grado en cuanto desestima los rubros diferencias de
haberes sobre horas normales, sobre horas extras y sobre el pago del Fondo de
Desempleo; hacer lugar al recurso de la misma revocando la sentencia en cuanto
desestima el pago de los adicionales señalados en el Acuerdo Marco, a
excepción del transporte, único rubro que debe confirmarse; revocar la
sentencia de grado en cuanto desestima el pago de las asignaciones familiares.
IV) Condenar solidariamente a las demandadas al pago de los rubros por los que
prospera la acción.V) Imponer un interés desde que cada crédito es debido y
hasta el momento del efectivo pago igual a la tasa activa promedio que para
descuento de documentos comerciales cobra el Banco Nación.VI) Imponer las
costas en ambas Instancias a las vencidas en forma solidaria. VII) Ordenar el
depósito a plazo fijo del 50% del monto correspondiente a los menores en la
forma prevista en el primer voto. — Manuel de J. Herrera. — Jorge E. Crook.
— Nora Velarde de Chayep.
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