116 BOIvETÍN D E I/A SOCIEDAD IBÉRICA No podemos dejar de mencionar la que se ha dado en llamar la ley biogénética fundamental, formulada en estos términos: " L a historia del desarrollo de cada animal (ontogenia) es una breve recapitulación de la historia de sus ascendientes (filogenia)". Demuestra el autor que esta pretendida ley es falsísima en su raíz, en las groseras sofisticaciones de Haeckel, y en todos sus elementos. De ahí concluye con gracia: " Y la ley biogénética es el más sólido fundamento del evolucionismo. ¡Vaya con los sólidos fundamentos en que se basa la evolución! ¡ Será cosa de ver el valor que tengan los de menos consistencia!" Pero más gracia tiene lo que el autor aduce con palabras de los mismos transformistas, que no están convencidos de la verdad de su hipótesis, y si lo están, no es por motivos científicos, sino por conveniencia, por otros de diferente índole. Citemos solamente las palabras de uno de los últimos y de los más conspicuos, Delage: " Estoy, por ahora, absolutamente convencido de que se es o no transformista, no por razones sacadas de la Historia Natural, sino en razón de las opiniones filosóficas de cada uno. Si existiese otra hipótesis científica de la descendencia para explicar el origen de las especies, muchos transformistas abandonarían la opinión actual, como insuficientemente demostrada." Por lo cual podemos concluir con el P. L a b u r u : " E l transformismo agoniza, escribió Le Dantec; pero hoy podemos con certeza afirmar que el transformismo ha muerto en el terreno científico." Se convencerá de ello quien lea atentamente este folleto. Sus argumentos están propuestos con tal claridad y fuerza, que el lector más aferrado a las ideas contrarias sentirá por lo menos desvanecerse éstas, y si prosigue con atención y reflexión en la lectura, no será