ASPECTOS PROCESALES

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ASPECTOS PROCESALES
DE LA SOCIEDAD DE GANANCIALES
Juan José Reyes Gallur
Abogado
SUMARIO
I. Introducción.
II. ÁMBITO DE APLICACIÓN Y JUZGADO COMPETENTE
III. LEGITIMACIÓN
IV. POSTULACIÓN
V. SOLICITUD DE INVENTARIO
VI. FORMACIÓN DE INVENTARIO
Partes que han de concurrir
Incomparecencia injustificada de uno de los cónyuges
Normas de administración y disposición
Controversia de los cónyuges: Vista con arreglo al juicio verbal.
VII.- LIQUIDACIÓN DEL RÉGIMEN ECONÓMICO MATRIMONIAL.
I. INTRODUCCIÓN.
Con la llegada de la nueva Ley de Enjuiciamiento civil, se esperaba que iban a
solucionarse todos los problemas procesales que planteaba la liquidación de la
sociedad de gananciales.
Recordemos que hasta ahora, y pensemos que siguen vigentes para las
sociedades en liquidación que lo estén antes de la nueva Ley procesal, no
existían normas que regularan procesalmente esta materia.
Únicamente el código civil nos remitía a las normas de la herencia en todo lo no
previsto en ese cuerpo legal ( 1410 Cc), es decir, hacía una remisión a las
normas de los artículos 1594 y siguientes de la Ley de Enjuiciamiento civil de
1881.
Sin embargo, y a pesar de las críticas mostradas a los diferentes proyectos y
anteproyectos, el legislador haciendo caso omiso a los letrados especializados
en esta materia, ha regulado un proceso especial incompleto, en cuanto que si
bien da una regulación especial y específica de la materia, sigue remitiendo a
las normas de la herencia, manteniendo un proceso largo, costoso y que como
veremos, puede llegar a durar más de veinte años.
El legislador sigue olvidando que cuando unos cónyuges comienzan a separase,
ya no desean mantener nada en común, y a pesar de ello los mantiene unidos
hasta que la sentencia que se dicte sea firme. ( artículo 810 LEC).
Hubiera sido de desear, que el legislador hubiera incluido como una nueva
causa de disolución de la sociedad de gananciales del artículo 1392 del CC el
que se hubiera admitido a trámite la demanda de nulidad, separación o
divorcio.
No obstante, hemos de mostrar una cierta alegría, desde el momento en que
ahora ya tenemos una serie de normas procesales que vienen, de algún modo,
a paliar el vacío legislativo y el caos que teníamos.
Es necesario mostrar el acierto del legislador al contemplar el vacío que existía
anteriormente con la aplicación del 1373 del CC, regulando ahora en el artículo
541 de la LEC cómo proceder en caso de embargo de bienes gananciales, así
como alegrarnos que ya no habrá dudas sobre qué juzgado es competente, si
existe o no incidente de inclusión de bienes, cuál es el juicio declarativo, quién
ejecuta, etc.
Entremos por tanto a analizar las virtudes y defectos del proceso para la
liquidación del régimen económico matrimonial, y en especial del régimen
gananciales, que regula el capitulo II del Titulo II, del libro IV de la Ley 1/2000
de 7 de enero, es decir de la LEC, y para ello seguiremos el orden de la citad
ley en sus artículo 806 a 811 y concordantes.
II.- ÁMBITO DE APLICACIÓN Y JUZGADO COMPETENTE.
Articulo 806. Ámbito de aplicación.
La liquidación de cualquier régimen económico matrimonial que, por
capitulaciones matrimoniales o por disposición legal, determine la existencia de
una masa común de bienes y derechos sujeta a determinadas cargas y
obligaciones se llevará a cabo, en defecto de acuerdo entre los cónyuges, con
arreglo a lo dispuesto en el presente capítulo y a las normas civiles que resulten
aplicables.
Como podemos observar del contenido del artículo 806, el presente proceso
especial se aplica a “cualquier régimen económico matrimonial”, es decir, no
sólo a los legalmente establecidos o formales, sino a aquellos que las partes
hayan podido establecer en capitulaciones, “siempre que determine la
existencia de una masa común de bienes”, y obviamente siempre que no exista
acuerdo entre los cónyuges.
Excluye por tanto cualquier otro supuesto que no sea matrimonial, es decir, no
es aplicable a las parejas de hecho, precisamente por la inclusión del término
“matrimonial”, por tanto para estos supuestos se acudirá a una acción de
división de patrimonio (actio comuno dividundo) remitiéndose a las normas
generales de procedimiento.
Articulo 807. Competencia
Será competente para conocer del procedimiento de liquidación el Juzgado de
Primera Instancia que esté conociendo o haya conocido del proceso de nulidad,
separación o divorcio, o aquel ante el que se sigan o se hayan seguido las
actuaciones sobre disolución del régimen económico matrimonial por alguna de
las causas previstas en la legislación civil.
Como puede observarse del artículo 807 citado, será juez competente:
a) El juzgado de Primera Instancia que esté conociendo o haya conocido del
proceso matrimonial. (ello conforme a artículo 1392 del Código civil)
b) El Juzgado ante el que se hayan seguido las actuaciones sobre disolución del
régimen económico por alguna de las causas previstas en el código civil, es
decir, los supuestos del 1.393 del código civil.
i. Declaración de incapacidad, ausencia, quiebra o concurso de acreedores, o
condenado por abandono de familia.
ii. Realización de actos dispositivos o gestión patrimonial que entrañen fraude,
daño o peligro para los derechos del otro.
iii. Llevar separado de hecho más de un año por acuerdo mutuo o por
abandono de hogar.
iv. Incumplir grave y reiteradamente los derechos de información del otro
cónyuge.
c) Además de estas normas, ha de tenerse presente el artículo 541,3 de la LEC,
siendo el juzgado que conoce de la reclamación judicial el que procederá a su
liquidación, cuando establece que
“3. Si la ejecución se siguiere a causa de deudas propias de uno de los
cónyuges y se persiguiesen bienes comunes a falta o por insuficiencia de los
privativos, el embargo de aquellos habrá de notificarse al cónyuge no deudor.
En tal caso, si éste optare por pedir la disolución de la sociedad
conyugal, el tribunal, oídos los cónyuges, resolverá lo procedente
sobre división del patrimonio y, en su caso, acordará que se lleve a
cabo con arreglo a lo dispuesto en esta Ley, suspendiéndose entre tanto
la ejecución en lo relativo a los bienes comunes. “
Pues bien, a pesar de lo que parece una determinación concreta de los
juzgados competentes, existen lagunas, como es el caso de las liquidaciones de
sociedades que hayan sido disueltas por capitulaciones otorgadas por los
cónyuges,(artículo 1392,4 Código civil), o los supuestos de disolución por causa
de muerte, o declaración de ausencia, o e caso de conflicto con los herederos.
En estos casos habrá de aplicar las normas de competencia ordinarias de a Ley
procesal.
III – LEGITIMACIÓN
Es evidente que la legitimación para iniciar este proceso la tienen los cónyuges,
no obstante he de hacer mención especial a los casos en que uno de ellos
fallece ya iniciado el proceso de liquidación.
En estos casos han existido distintos criterios, el primero de ellos suspendía el
proceso y remitía al cónyuge y a los herederos en caso de discordia al
declarativo correspondiente. El segundo de ellos, permitía a los herederos
continuar el proceso.
Es de destacar el auto de 23 de abril de 1.999 de la Audiencia Provincial de
Madrid, sección 22 ( Aranzadi civil,1999,954), al admitir la legitimación activa
de los herederos para instar la liquidación de la sociedad de gananciales en
ejecución de sentencia matrimonial dictada por un juzgado de familia:
“Los Jueces y Tribunales vienen obligados a ejecutar sus resoluciones (Art.
117.3 CE [RCL 1978\2836 y ApNDL 2875]) y su finalidad es llevar a término lo
ordenado, por tanto es indiscutible que cualquiera de los cónyuges puede instar
la liquidación de su sociedad legal de gananciales, previamente disuelta por
Sentencia de separación.
El artículo 661 del CC, previene que los herederos suceden al difunto por el sólo
hecho de su muerte en todos sus derechos y obligaciones, si el padre de
quienes hoy son apelantes tenía el derecho, y sobre eso no cabe discusión, a
instar la ejecución de la Sentencia de separación, y con ella la liquidación de los
gananciales, en principio nada parece impedir que lo puedan realizar
igualmente quienes han sido declarados sus herederos.
La doctrina constitucional consolidada en relación con el derecho fundamental a
la tutela judicial efectiva es directamente aplicable a la legitimación activa, al
conceder el artículo 24.1 de la CE el derecho a la tutela judicial a todas las
personas que sean titulares de derechos e intereses legítimos (no hay duda de
que los herederos gozan de esa cualidad), está imponiendo a los Jueces y
Tribunales la obligación de interpretar con amplitud las fórmulas que las leyes
procesales utilicen en orden a la atribución de legitimación activa para acceder
a los procesos judiciales y, entre ellas, la de interés directo.
La doctrina viene entendiendo que parte es aquel o aquellos sujetos que
pretenden una tutela jurisdiccional y aquél o aquellos respecto de los cuales o
frente a los cuales se pide esa tutela. Normalmente será parte en la ejecución
quien lo haya sido en la declaración,pero es factible que personas no
mencionadas en la Sentencia, obtengan, sobrevenidamente y después
de ella la cualidad de parte. Cuando fallece el ejecutante, su heredero
podrá ser parte procesal en la misma posición, por cuanto la ejecución
no es un nuevo proceso, sino la última fase que da sentido al
declarativo.”
A la vista de la doctrina expuesta, entiendo que tanto en los casos de
fallecimiento como de conflicto entre cónyuge y herederos, el proceso aplicable
será el del artículo 806 y siguientes de la LEC, con la única salvedad de que el
juzgado competente vendrá determinado por las normas de los artículos 50 y
siguientes de la LEC, concretamente el del domicilio del demandado ( Art.50.1
LEC) al no ser estrictamente un juicio por cuestiones hereditarias(Art. 52,4
LEC).
IV.- POSTULACIÓN PROCESAL.
Es necesaria la intervención de abogado y procurador por establecerlo así el
artículo 750 de la LEC para los procedimientos matrimoniales, a los que
expresamente se remite el artículo 808 del mismo cuerpo legal, amen de ser
principio general previstos en los artículos 23 y 31 de la Ley.
V.- SOLICITUD DE INVENTARIO.
Articulo 808. Solicitud de inventario.
1. Admitida la demanda de nulidad, separación o divorcio, o iniciado el
proceso en que se haya demandado la disolución del régimen económico
matrimonial, cualquiera de los cónyuges podrá solicitar la formación de
inventario.
2. La solicitud a que se refiere el apartado anterior deberá acompañarse de
una propuesta en la que, con la debida separación, se harán constar las
diferentes partidas que deban incluirse en el inventario con arreglo a la
legislación civil.
A la solicitud se acompañarán también los documentos que justifiquen las
diferentes partidas incluidas en la propuesta.
Como podemos observar el proceso de liquidación puede iniciarse desde la
admisión de la demanda ,lo que no impide que la solicitud se haga durante
el proceso o tras el mismo, o incluso estando en sede de apelación.
La forma de solicitud es mediante un simple escrito, es decir, no parece que se
exija la forma de demanda, sin perjuicio de la necesidad de reunir los siguientes
requisitos:
1. El artículo 808,2 de la LEC exige que habrá de acompañarse una
propuesta en la que con la debida separación, se harán constar las partidas
que deban incluirse con arreglo a lo prevenido en los artículos 1397 y 1398 del
Código civil. Es decir, se hará una relación detallada del activo y del pasivo
siguiendo el orden de los citados artículos, tal y como veníamos haciendo hasta
ahora en la comparecencia de inventario.
2. Deberán acompañarse necesariamente los documentos que justifiquen las
diferentes partidas que se incluyen en la propuesta.
Es muy importante tener presente que la actual Ley de Enjuiciamiento civil
mantiene el principio de preclusión de los plazos, y de buena fe procesal, es
decir, que no acreditado en este momento el documento o documentos
justificativo, no podrá presentarse en un momento posterior.
Cuando el cónyuge solicitante no tenga en su poder los citados documentos
podrá hacer uso de las diligencias preliminares del artículo 256, o las medidas
de aseguramiento del artículo 297, o de cualquier otra medida de la Ley
procesal.
Es importante destacar la buena voluntad del legislador con este proceso inicial,
y la conveniencia de poder contar desde el inicio del proceso contencioso
matrimonial de un inventario previo de bienes y derechos, lo que sin duda
solventará y evitará largos procesos. Pero lo cierto es que, conocedores de la
realidad social y de la complicación de no tener disuelta la sociedad de
gananciales, es evidente que ese inventario inicial, la mayor parte de las veces,
sólo será un punto de partida, sobre todo en grandes patrimonios.
Es evidente que podremos concretar el número de participaciones o acciones
que posee la sociedad conyugal, ¿pero su valor será el mismo pasados varios
años, cuando el cónyuge es a su vez administrador de la sociedad?.
Por otro lado la ley no parece prever que el inventario crezca o disminuya de
forma que, si aparecen nuevas deudas antes de que la sentencia sea firme y se
pueda proceder a la liquidación de la sociedad, ¿tendremos que acudir a una
nueva comparecencia y a otro juicio verbal?.
Tengamos presente que un proceso matrimonial puede durar varios años, que
el propio juicio verbal al que remite el artículo 809 de la LEC puede llegar a
durar muchos años, pues puede llegar hasta el Tribunal Supremo en vía de
recursos.
VI.- FORMACIÓN DE INVENTARIO
Articulo 809. Formación del inventario.
“1. A la vista de la solicitud a que se refiere el Articulo anterior, se señalará día
y hora para que, en el plazo máximo de diez días, se proceda a la formación de
inventario, mandando citar a los cónyuges.
En el día y hora señalados, procederá el Secretario Judicial, con los cónyuges,
a formar el inventario de la comunidad matrimonial, sujetándose a lo dispuesto
en la legislación civil para el régimen económico matrimonial de que se trate.
Cuando, sin mediar causa justificada, alguno de los cónyuges no
comparezca en el día señalado, se le tendrá por conforme con la
propuesta de inventario que efectúe el cónyuge que haya comparecido. En este
caso, así como cuando, habiendo comparecido ambos cónyuges, lleguen a un
acuerdo, se consignará éste en el acta y se dará por concluido el acto.
En el mismo día o en el siguiente, se resolverá lo que proceda sobre la
administración y disposición de los bienes incluidos en el inventario.
2. Si se suscitare controversia sobre la inclusión o exclusión de algún
concepto en el inventario o sobre el importe de cualquiera de las partidas, se
citará a los interesados a una vista, continuando la tramitación con arreglo a lo
previsto para el juicio verbal.
La sentencia resolverá sobre todas las cuestiones suscitadas, aprobando el
inventario de la comunidad matrimonial, y dispondrá lo que sea procedente
sobre la administración y disposición de los bienes comunes. “
Partes que han de concurrir
Hemos de destacar en primer lugar la necesaria y obligada presencia de los
cónyuges, véase como el citado artículo no habla de partes, y como se indica
que “el Secretario.....,con los cónyuges”.
Debemos plantearnos además que a esta comparecencia acudirán los
acreedores, ello conforme a lo previsto en el artículo 1402 del Código civil,
cuando establece que éstos tendrán los mismos derechos que los que las leyes
les reconocen en la partición y liquidación de la herencia.
Igualmente el artículo 782,4 de la LEC permite a los acreedores consorciales
reconocidos o que tengan un titulo ejecutivo (541 LEC) poder exigir que se les
pague o afiance el importe de sus créditos antes de procederse a la liquidación,
por lo que pueden y deben ser citados a dicha formación de inventario.
Incomparecencia injustificada de uno de los cónyuges.
Como hemos indicado anteriormente, la presencia de los cónyuges a esta
comparecencia es obligada y su ausencia se penaliza en el sentido de que el no
compareciente deberá estar y pasar por la propuesta realizada de contrario, así
como sobre las normas de administración y disposición de bienes que solicite.
Ahora bien, me pregunto hasta qué punto esa penalización no puede vulnerar
la legalidad, es decir, si la propuesta es incompleta pues por error o mala fe no
se ha incluido un bien ganancial, o contraviene la ley incluyendo partidas que
no puedan hacerse, o que no sean créditos de un cónyuge, o el bien tenga el
carácter legal de ganancial y se indica que es privativo (1355 del CC). Todos
estos problemas se irán resolviendo, espero, aplicando el sentido común.
Normas de administración y disposición.
Es evidente que este apartado no es novedoso, ya estaba regulado en el
artículo 1394 del Código civil, y del cual no se ha hecho el uso que debiera
tener.
Su importancia es vital para poder llevar a buen puerto una liquidación de
gananciales. Si solicitamos las medidas adecuadas de administración podremos
controlar los bienes que disfruta uno de los cónyuges y podremos evitar la
merma patrimonial de los mismos.
Igualmente el Juez podrá aprobar actos de disposición de bienes gananciales,
actos previstos en el Código civil en los artículos 1.399( pago de deudas de la
sociedad comenzando por las alimenticias), 1400(posibilidad de enajenación de
bienes para pagar las deudas) , 1402 ( derechos de los acreedores), 1403 (
abono de indemnizaciones y reintegros al cónyuge acreedor).
En caso de controversia, estas medidas se establecerán en la propia sentencia
que resuelva sobre todas las cuestiones suscitadas (Art. 809 in fine).
Controversia de los cónyuges: Vista con arreglo al juicio verbal.
Si bien no lo he mencionado anteriormente, en la propuesta que se realiza no
se efectúa valoración alguna, simplemente la determinación o inclusión de
“partidas” es decir de bienes y derechos que deben ser incluidos en el activo y
pasivo.
Pues bien, cuando se discuta sobre la inclusión o no de alguna de ellas, es
decir, si tienen el carácter de ganancial o privativo, o si deben ser incluidas
partidas de cantidades actualizadas de bienes privativos gastados en provecho
ganancial (1398,2), “se citará a los interesados a una vista” continuándose con
arreglo al juicio verbal.
Existe la controversia de si esa remisión al juicio verbal lo es para formular
demanda, como se hacía anteriormente conforme al 1.088 del la antigua LEC, o
si tras a vista es cuando se sigue el juicio verbal.
A mi modo de ver, y comparando este artículo con el 787,5 de la LEC por
remisión del 810,5 LEC, hay que entender que, en la vista a la que se convocan
a las partes ( ya no habla de cónyuges, por lo que parece pueden comparecer
los procuradores) el Juez oirá a las partes las alegaciones que efectúen en un
sentido u otro, y tras las alegaciones ante la falta de acuerdo se propondrá la
prueba y se practicará con arreglo a o previsto en el artículo 443,4 de la Ley
procesal.
La sentencia que se dicte será objeto de los recursos ordinarios, por lo que
como ya dijimos más arriba, puede que llegue hasta el Tribunal Supremo.
VII.- LIQUIDACIÓN DEL RÉGIMEN ECONÓMICO MATRIMONIAL.
Articulo 810. Liquidación del régimen económico matrimonial.
“1. Concluido el inventario y una vez firme la resolución que declare disuelto
el régimen económico matrimonial, cualquiera de los cónyuges podrá solicitar la
liquidación de éste.
2. La solicitud deberá acompañarse de una propuesta de liquidación que
incluya el pago de las indemnizaciones y reintegros debidos a cada cónyuge y la
división del remanente en la proporción que corresponda, teniendo en cuenta,
en la formación de los lotes, las preferencias que establezcan las normas civiles
aplicables.
3. Admitida a trámite la solicitud de liquidación, se señalará, dentro del plazo
máximo de diez días, el día y hora en que los cónyuges deberán comparecer
ante el Secretario Judicial al objeto de alcanzar un acuerdo y, en su defecto,
designar contador y, en su caso, peritos, para la práctica de las operaciones
divisorias.
4. Cuando, sin mediar causa justificada, alguno de los cónyuges no
comparezca en el día señalado, se le tendrá por conforme con la propuesta
de liquidación que efectúe el cónyuge que haya comparecido. En este caso, así
como cuando, habiendo comparecido ambos cónyuges, lleguen a un acuerdo,
se consignará éste en el acta y se dará por concluido el acto, llevándose a
efecto lo acordado conforme a lo previsto en los dos primeros apartados del
Articulo 788 de esta Ley.
5. De no lograrse acuerdo entre los cónyuges sobre la liquidación de su
régimen económico-matrimonial, se procederá, mediante providencia, al
nombramiento de contador y, en su caso, peritos, conforme a lo establecido en
el Articulo 784 de esta Ley, continuando la tramitación con arreglo a lo
dispuesto en los Artículos 785 y siguientes.”
Si hasta ahora el tiempo empleado ha sido largo y costoso, en la fase de
liquidación igualmente habremos de armarnos de paciencia hasta lograr que los
bienes de los cónyuges sean adjudicados a uno y a otro.
Del párrafo primero del artículo analizado, se desprende el olvido del legislador
de los regímenes matrimoniales disueltos por capitulaciones matrimoniales,
muerte o declaración de fallecimiento, puesto que sólo hace referencia al hecho
de la firmeza de la sentencia ( “una vez firme la resolución”), sentencia que se
refiere tanto a la recaída en el juicio verbal sustanciado para determinar qué
partidas se han o no de incluir en el inventario, como a la sentencia recaída en
el proceso matrimonial o en los casos del artículo 1393 del Código civil.
Debemos hacer aquí un pequeño inciso o aclaración, debiendo recordar que si
bien las sentencias dictadas en procesos de nulidad, divorcio o separación son
ejecutables provisionalmente, conforme lo prevenido en el artículo 525,1 de la
LEC, no cabe la ejecución provisional de la sentencia de instancia en materia de
disolución del régimen económico, pues lo prohíbe expresamente el artículo 810
de la LEC que estamos analizando.
Hemos de tener presente que la fase de liquidación debe ser instada por la
parte, no se abre de oficio, y a dicha solicitud deberá de acompañarse una
propuesta de liquidación en toda forma, es decir, las partes deberán aportar
un borrador de cuaderno particional, efectuando las adjudicaciones a los
cónyuges tanto de bienes, como de indemnizaciones, reintegros o derechos de
preferencia a los que tuvieran derecho conforme a las normas del Código civil
(1406 y 1407 Código civil).
Es en este momento en el que las partes han de efectuar las valoraciones que
estimen necesarias sobre los bienes y derechos que integran la sociedad de
gananciales, debiendo aportar, aunque nada se diga al respecto, deberán
aportar informes periciales sobre valoraciones, o en su caso esperarse a la fase
siguiente para nombrar peritos.
Ha de pensarse que, dado que efectuada esta propuesta se darán traslado de
las mismas para la comparecencia que se celebrará dentro de los diez días
siguientes, la aportación de informes periciales sobre valoración podrá sin duda
ayudar a las partes a alcanzar un acuerdo.
Nuevamente el legislador cita a los cónyuges expresamente a la comparecencia,
y les invitará a un acuerdo.,debiendo tenerse presente que a esta
comparecencia podrán al igual que en la de inventario, acudir los acreedores
que tengan su derecho documentado en un título ejecutivo
Caso de no alcanzarse el mismo, se acordará la designación de un solo
contador partidor y un perito por cada una de las clases de bienes que hayan
de ser valorados, conforme establece el artículo 784 de la LEC.
Nuevamente el artículo810,4 LEC sanciona la incomparecencia de uno de los
cónyuges, sancionándolo a estar y pasar por la liquidación propuesta por el
cónyuge compareciente, acordando se proceda en la forma prevenida en el
artículo 788 de la LEC, es decir, se procederá a entregar a cada uno de los
interesados lo que en ellas le haya sido adjudicado y los títulos de propiedad,
poniéndose previamente en éstos por el actuario notas expresivas de la
adjudicación.
Luego que sean protocolizadas, se dará a los partícipes que lo pidieren
testimonio de su haber y adjudicación respectivos.
No obstante cuando se haya formulado por algún acreedor la petición de que
se le pague o se le afiance su crédito, no se hará la entrega de los bienes a
ninguno de los cónyuges sin estar aquéllos completamente pagados o
garantizados a su satisfacción.
Designación de Contador y peritos
Conforme a lo establecido en el artículo 785 de la LEC elegidos el contador y los
peritos, en su caso, previa aceptación, se entregarán los autos al primero y se
pondrán a disposición de éste y de los peritos cuantos objetos, documentos y
papeles necesiten para practicar el inventario, cuando éste no hubiere sido
hecho, y el avalúo, la liquidación y la división del patrimonio ganancial.
La aceptación del contador dará derecho a cada uno de los interesados para
obligarle a que cumpla su encargo.
A instancia de parte, podrá el tribunal mediante providencia fijar al contador un
plazo para que presente las operaciones divisorias, y si no lo verificare, será
responsable de los daños y perjuicios, debiendo conforme lo previsto en el
artículo 786,2 LEC presentarse en el plazo máximo de dos meses desde que
fueron iniciadas, y se contendrán en un escrito firmado por el contador, en el
que se expresará:
1.º La relación de los bienes que formen el patrimonio ganacial,tanto en su
activo como pasivo.
2.º El avalúo de los comprendidos en esa relación.
3.º La liquidación del caudal, su división y adjudicación a cada uno de los
cónyuges.
Todas estas disposiciones se harán conforme a lo prevenido en los artículos
1399 y siguientes del Código civil, y atendiendo a los pagos de indemnizaciones
y reintegros que establecen los artículos 1406 y 1407 del mismo cuerpo legal.
Aprobación de las operaciones divisorias. Oposición a ellas. Articulo
787 LEC.
De las operaciones divisorias se dará traslado a las partes, emplazándolas por
diez días para que formulen oposición. Durante este plazo, podrán las partes
examinar en la Secretaría los autos y las operaciones divisorias y obtener, a su
costa, las copias que soliciten.
Pasado dicho término sin hacerse oposición o luego que los interesados hayan
manifestado su conformidad, el tribunal llamará los autos a la vista y dictará
auto aprobando las operaciones divisorias, mandando protocolizarlas.
Cuando en tiempo hábil se hubiere formalizado la oposición a las
operaciones divisorias, el tribunal mandará convocar al contador y a las partes
a una comparecencia, que se celebrará dentro de los diez días siguientes.
Parece que en este caso no se exige la presencia de los cónyuges al hablar de
partes, pero dada la filosofía del legislador entiendo que deberán de
comparecer los cónyuges.
La oposición habrá de formularse por escrito, expresando los puntos
de las operaciones divisorias a que se refiere y las razones en que se funda.
Con esta fórmula se viene a reconocer lo que jurisprudencialmente (SSTS 8
julio de 1995 y 25 de mayo de 1.996) se venía estableciendo, en cuanto que la
oposición al cuaderno elaborado por el contador en absoluto puede tener por
objeto plantear todo tipo de pretensiones en relación con la liquidación,
valoración o adjudicación, sino que han de ceñirse a las controversias que en
derecho haya podido incurrir el contador, como puede ser una valoración
arbitraria, no respetar las preferencias de adjudicación, o no atender a criterios
de igualdad en las cuotas.
Si en la comparecencia se alcanzare la conformidad de todos los interesados
respecto a las cuestiones promovidas, se ejecutará lo acordado y el contador
hará en las operaciones divisorias las reformas convenidas, que serán
aprobadas por el tribunal con arreglo a lo dispuesto en el apartado 2 del
articulo 787 LEC.
Si no hubiere conformidad, el tribunal oirá a las partes y admitirá las
pruebas que propongan y que no sean impertinentes o inútiles, continuando la
sustanciación del procedimiento con arreglo a lo dispuesto para el juicio verbal,
sin interposición de demanda ni de contestación, sino directamente pasando a
la proposición e pruebas y demás trámites hasta sentencia, que nuevamente
puede ser objeto de los correspondientes recursos ordinarios.
Pero aquí no termina el proceso, pues el artículo 787,5 LEC establece que la
sentencia que recaiga se llevará a efecto con arreglo a lo dispuesto en el
Articulo siguiente, pero no tendrá eficacia de cosa juzgada, pudiendo los
interesados hacer valer los derechos que crean corresponderles sobre
los bienes adjudicados en el juicio ordinario que corresponda.
No obstante ello no quiere decir que se suspenda el proceso, pues aún cuando
se acuda al declarativo, se seguirá adelante con la adjudicación y entrega e
bienes en la forma prevista en el articulo 788 de la LEC, y se procederá a
entregar a cada uno de los interesados lo que en ellas le haya sido adjudicado y
los títulos de propiedad, poniéndose previamente en éstos por el actuario notas
expresivas de la adjudicación.
Como vemos realmente el proceso no se ha reducido en el tiempo y si
analizamos la lentitud de los recursos de apelación y casación en no pocos caso
una liquidación puede durar tranquilamente más de 15 años.
Inventario Verbal (1 año) Apelación(1año) Casación(5 años)
Liquidación Verbal (1 año) Apelación(1año) Casación(5 años)
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