CONFIGURACION DEL NOTARIADO HISTORICA LATINO (*) Carlos Enrique Becerra Palomino SUMAJUQ INTRODUCClON 1. 2. 3. 4. 5. (>t) ORIGEN Y EVOLUClON DEL NOTARIADO LATINO 1.1 ANTECEDENTES ROMANOS 1.2 LAS NOVELAS DE jUSTINIANO 1.3 LAS INVASIONES BARBARAS, ACRISOLAMIENTO DEL DERECHO ROMANO Y GERMANICO 1.3.1 LOS LONGOBARDOS 1.4 LOS HECHOS Y EL DOCUMENTO 1.5 EL IMPERIO BIZANTINO 1.6 CARLOMAGNO y SU INFLUENCIA 1.7 LA ESCUELA DE BOLONIA 1.8 INFLUENCIA DE LA IGLESIA DESARROLLO DEL NOTARIADO EN ESPAÑA 2.1 EL FUERO JUZGO 2.2 EL FUERO REAL 2.3 EL ESPECULO 2.4 LAS SIETE PARTIDAS 2.5 LAS LEYES DE TORO TRANSPLANTE DE LA INSTITUOON NOTARIAL A AMERICA DESARROLLO POSTERIOR 4.1 LA CONSTITUClON DE MAXlMILIANO 4.2 LA LEY DE VENTOSO 4.3 LA LEY ESPAÑOLA DE 1862 LA UNJON INTERNACIONAL DEL NOTARIADO LATINO Discurso de Orden pronunciado en el Colegio de Notarios de Urna, el 02 de Octubre de 1990, con motivo de cclcbrarw el XLII Aniversario de la Unión Internacional del Notariado Latino y el Día del Notariado Peruano. 85 INTRODUCCION El objeto de la presente exposición, es describir y analizar la evolución histórica del Notariado Latino, incidiendo fundamentalmente en la figura del Notario, quien -como profesional del Derecho que ejerce en fonna privada una función pública- robustece con una presunción de verdad los hechos y actos en los que interviene (1). Resulta interesante reflexionar sobre la evolución histórica del Notariado Latino por ser "un concepto acuñado por la historia". Reflexionar sobre nuestro pasado tiene sentido y significación si sirve para el presente y sobre todo para el futuro con un sentido dinámico de la historia. En ese sentido, cabe destacar las expresivas frases del ilustre Rafael Núñcz Lagos: "Ya no basta, ni a los individuos ni a las profesiones ni a los pueblos, la conservación estática de una cultura heredada. Conservar sin savia renovadora, sin nuevos brotes, es caminar en pos de la pctrificación. La cultura aparece hoy, en todo país evolucionado, como un continuo adquirir, como una necesidad de profundizar y perfeccionar en todas las ramas del saber" (2). En los Congresos Internacionales de la Unión y en los estudios doctrinarios, tal corno lo señala Angel Martínez Sarrión, es "evidente la unidad del Notariado en torno a la idea de latinida.d, matizada. o modalizada por las variantes naturales o accidentales que obligadamente se desprenden de cada uno de los sistemas jurídicos a los que deben servir (...) Y en general, por el acoplamiento a la legislación de todos los países del más variado origen, pero que, para mejor cumplir sus fines en orden a la regulación de sus relaciones privadas, las llevan a cabo por medio de la actuación profesional del Notariado Latino" (3). El datodetenninantede la existencia del Notariado Latinoen paísesdedisparorigen -dice Font Boix~es la vigencia de un derecho privado de esencia romano-gennánica, recogido en los Códigos Civiles modernos, principalmentccl francés, y de éste, trasladado a dichos países directamente o a través de la legislación española (4). 86 1. ORIGEN Y EVOLUCION DEL NOTARIADO LATINO González Palomino había dicho que la historia del Notariado y de los instrumentos públicos estaba por investigarse y que se sabía muy poco sobre esta materia. Eduardo Bautista Pondé, ha expresado,por su parte, que constituye u:la incógnita el hecho de determinar el momento histórico en que el Notario adquirc capacidad fedante.Enrique Giménez-Amau, a su vez, asevera, refiriéndose a la Edad Media, que ésta resulta un tanto incierta en la historia del Notariado (5). Sobre los orígenes de la institución notarial subsiste gran polémica, destacándose en la doctrina dos tendencias bien diferenciadas: un primer sector, encabezado por Durando, afirma que el Notariado surge con reales caracteres no más allá del Imperio Romano y dentro de éste en el Derecho Bizantino. El sector contrario (Mengual y Mengua}. Fernándcz Casado, Michot, etc.) considera que aquellas referencias o vestigios que se encuentran en épocas más antiguas a Roma son, aunque imperfectas, reales organizaciones del notariado en la antigüedad pre-romana. Mateo Azpeitía afirma, refiriéndose a este último sectorde la doctrina, que "la fantasía en orden a los precursores de los notarios actuales se ha desbordado, hasta el extremo que Fernández de Otero, ycon él muchosotroseruditos,encuentran el abolengo del notariado en el pueblo hebreo y más concretamente en los libros de los Reyes, que hacen mención entre los oficiales del séquito de David, del Escriba Saraías (6). Con una posición ecléctica, a la que nos adherimos, EnriqueGiménez-Arnau, expresa que no seria extraño que el tabelionato romano bizantino tenga correspondencia con alguna institución semejante del Derecho de Egipto, pero no existen bases sólidas desde el punto de vista científico que permitan hacer afirmaciones no expuestas a error. De allí que preferimos partir del Derecho Romano (7). 1.1 ANTECEDENTES ROMANOS En Roma, existieron muchos personajes en los que algunos han querido encontrar el antecedente del notario latino; tal variedad de denominaciones refleja que, en realidad, la función notarial estaba dispersa yera atribuidaa distintos oficiales públicos yprivados, sin que originariamente se reúnan las atribuciones en uno solo. Creemos conveniente hacer hincapié en las figuras de cuatro personajes: el scriba, el notarii, el tabullarius y el tabellio (8). Según refiere Tomás Diego Bemard, en Roma los scribas tuvieron una función similar a la de los escribas egipcios, en cuanto "copistas y conformadores del Derecho, redactores de instrumentos públicos y privados y agentes contables, particularmente aptos para las tareas administrativas y la gestión de gobierno", (9), pero -también indica. no tuvieron nunca, como en ciertas épocas se dió en Egipto y Palestina, investidura religiosa, ni adoctrinaron en problemas teologales y metafísicos. Eran, si, hombres ilustrados, tanto porsusestudioscuanto por el conocimiento que en el ejercicio profesional ibanadquiriendo sobre leyes, procedimientos, administración y, aún, literatura y ciencias. 87 Pondé señala que los escribas eran custodios de documentos y que el pretor utilizaba sus servicios para la redacción de decretos y resoluciones, razón por la cual-dice- "es natural que con una aptitud de esa naturaleza tenían una instrucción superior a la común" (lO). Los notarií, por su parte, eran copistas y registradores, hábiles en el arte de la escritura y capaces de escribir sin interrupción siguiendo el curso de la palabra hablada. Se valían para ello de "notas", signos o abreviaturas de su invención. Pero el documento así elaborado no adquiría un valor especial, deducido de la intervención del funcionario. No obstante ello, su conocimiento era muy apreciado por los magistrados quienes teníanlos por auxiliares preciosos. Sucedió, entonces, que -inicialmente- no pasaron de ser simples estenógrafos; pero en atención al hecho de que la experiencia va formando la especialización, estos ""nolarii" van poco a poco convirtiéndose en secretarios de las personalida. des a cuyo servicio trabajaban. "Y asi asistimos -dice Joaquín Caro Escallón- a un cambio en el valor semántica de las palabras. De simple estenógrafo, el notario se convirtió en el funcionario-secretario que venía a autenticar, en cierto modo, a dar fé de un acto de su superior" (11). El tabularius tenía la misión de archivar documentos públicos aunque, inicialmente, cumplía funciones oficiales de censo. Para Francisco Martínez Segovia el tabulario era el "órgano de pennanencia" y, según su opinión, se origina en la necesidad social de "conservar los derechos de los particulares (12). En efecto,fue la importancia del censo y el atributo de la custodia de los documentos oficiales, lo que determinó que se generalizara la práctica de entregarles en custodia testamentos,contratos y otros documentos que los particulares tenían interés en proteger. Sin embargo, la custodia tabular no otorgaba autenticidd al documento. El tabellioes probablemente el personaje que más se asemeja al notario de nuestra contemporaneidad. En alguna oportunidad Rafael Nuñez Lagos los ha considerado como "los abuelitos de los notarios actuales", tratando de graficar dicha vinculación. Azpeitía, admite que "fue el tabelión quien mejor representa la figura del notariado moderno (13). Alfonso Barragán explica, por su parte, que el tabelión tenía las funciones (que lo conforman como el verdadero antecesor del notario actual): a) "El tabclión tenía la obligación de redactar una minuta (scheda) del acto, es decir, que se le imponía el deber de intervenir personalmente en el contrato que las partes estaban celebrando. b) Debía conservar esa minuta bajo su personal custodia, sin poder delegarla en otro, y expedir copia de ella. d Su ingreso al servicio no era libre ni arbitrario, sino que estaba sometido a reglas muy precisas: el aspirante debía tener conocimientos de la ciencia de las leyes, poseer un buen carácter, no llevar vida disoluta y ser escogido entre gente prudente, juiciosa e inteligente. B8 d) Finalmente, debía reunir condiciones de buena salud, que lo hicieran aplo para el adecuado desempeño del cargo" (14). José Bono narra que los "tabelliones romanos sobreviven a la caída del Impera en Occidente (y en el Oriente, sin la menor solución de continuidad, perduran en el Imperio bizantino), y empiezan a usar en la práctica el título de notarius,conservando en los siglos de transición a la Alta Edad Media las tradiciones profesionales y documentales antiguas" (15). La expansión del Imperio Romano, y su consiguiente interrelación con otros pueblos, permitió el aumento del intercambio negocial entre romanos y peregrinos,haciendo cada vez más necesaria e importante la participación de quienes redacten los documentos contractuales. La importancia que adquiere el instrumento extendido por el tabelión se reconoce en la Constitución loanni Praefecto, la cual dispone la intervención personal del tabelión en los contratos y la conservación de la scheda (antecedente de la actual minuta). Sin embargo, es en las Novelas de Justiniano en que se fijan las bases para la función de los tabeliones con proyección al notariado actual. 1.2 LAS NOVELAS DE jUSTINIANO Justiniano "es el último emperador romano y el primero de Bizancio", según frase que reproduce José Luis de los Mozos (16). Su era significó un intento de restauración del imperio romano unitario. Existe discrepancia en lo que se refiere a su labor política, pero hay uniformidad de criterios sobre su labor legislativa. En cuanto a lo primero resulta significativo el hecho, que señala Pirenne,de la reconquista del Mediterránero, lo cual tiene una significación de mayor importancia (17). Sobre lo segundo se reconoce que su obra permitió fijar el Derecho Romano y conscrvarlo como cuerpo de doctrina, para sentar la base del sistema jurídico latino o romanista. El Corpus luris Civiles,la jurisprudencia acabada de Justiniano (que, en verdad, fue obra de un distinguido grupo de juristas, entre los que destaca Triboniano), resulta de indudable valor histórico, ya que dicha compilación integrada por: El Código, Digesto, las Instituciones y las Novelas:'sintetizó el derecho práctico de su época, recogió la doctrina clásica del Derecho Romano anterior, formuló -a su vcznuevos principios y definió instituciones renovadas en el Derecho Civil (l8). Justiniano, a través de las Novelas, propiciaría un enorme avance en la institución notarial. En ellas se reconocen muchas instituciones y principios que tienen vigencia actualmente. Aparece el término protocolo con vinculación notarial y los principios de autenticidad, rogación, inmediación y jurisdiccionalidad, encuentran sus antecedentes primarios. Las novelas constituyen las leyes dictadas por Justiniano, Novello.e Constitutiones Post Codicetn, entre 533 y 565 D.C., las mismas que no fueron compiladas oficialmente. Nos interesa destacar las siguientes Novelas~ relacionadas con el tema de nuestro estudio: 89 XLIV, XLVII Y LXXIII, las mismas que han estructurado al notariado se refiere. las raíces sustanciales en cuanto La actividad del tabelión '>:!realizaba en una "plaza o sta tia", se mencionan algunos colaboradores que serían redactores (ministratem) y un contable económico, ad numeratorem. En la novela XLIV aparece por primera vez con vinculación notarial el término protocolo y se habla del "encargo", lo que ha determinado que de dio se derive la "rogatio". El Capítulo II dice lo siguiente: "También añadimos a la presente ley que los notarios no escriban los documentos en papel en blanco, sino en el que al principio tenga (lo que se llama protocolo) el nombre del que a la sazón sea gloriosísimo conde de nuestras sacras liberalidades, la fechn en que se hizo el documento y lo que en tales hojas se escribe, y que no corten el protocolo, sino que lo deje unido. Porque hemos sabido' que tales documentos se probaron antes y ahora muchas falsedades y por lo tanto, aunque haya alguna hoja de papel (porque también hemos sabido esto) que no tenga el protocolo est;rito de este modo, sino que lleve otra cunlquier escritura, no la admitan, como adulterada y no apta para tales cosas, sino escriban los documentos solamente en hoja de papel tal, como antes hemos dicho. Así, pues, queremos que lo que por nosotros ha sido decretado sobre la cualidad de tales hojas de papel, y sobre la separación de lo que se llama protocolo...". En la novela XLVII se dictan normas relacionadas con la fecha cierta de los documentos, expresándose que los notarios y otros funcionarios, al realizar sus actuaciones, inician de este modo los documentos: "En el año del imperio de tal SQcransmo Augusto emperador, y después de esto escriban el nombre del cónsul que hny en aquel año, y en tercer lugar la indiccción, el mes y el día". La Novela LXXIII se refiere a la intervención del notario y de los testigos en la elaboración de los instrumentos, al cotejo y a la calidad del notario como testigo privilegiado. "La legislación Justinianea es realmente notable y meritoria" y "la labor de Justiniano en el campo del Derecho trasciende los límites de su época", tal como lo ha señalado Caro Escallón (19). Este autor sintetiza el aporte de las Novelas expresando que ponen de relieve, en lo que se refiere al notariado, principios que se repiten en la actualidad. Consideramos interesante reproducir este resumen (20): "En primer ténnino, no obstante que la designación de los tabeliones dependía del Emperad9r, vale decir, que el goce del cargo tenía un origen estatal, el servicio que ellos prestaban era remunerado por los usuarios, porque se pensaba que esa remuneración correspondía al servicio prestado profesionalmente. El tabe1i6n debía serr~uerido ~larogatio- para la prestación de sus servicios, como correspondía a su carácter de profesional particular, ajeno al ejerciciodeocupacio.nes oficiales, las cuales podían desempeñarse, éstas sí, de manera oficiosa. 90 La intervención de 105tabcliones estaba limitada a la elaboración ge documentos o instrumentos cantentivos de negocios o contratos de particulares. En el sector oficial, los redactores o escribanos oficiales cumplían sus labores sobre esas áreas. La extensión de los documentos debía ser realizada por una misma persona, el tabelión, o, en su defecto, por una persona encargada por él- y teniendo presente siempre a los contratantes y a los testigos. Era deber del tabelión residiren el lugar designado para el ejercicio de su profesión, sitio del cual no podía retirarse sino mediante licencia y dejando un reemplazo. En la redacción los documentos debían seguirse algunas formalidades tendientes a darlcs seguridad y autenticidad, tales como la fecha y demás circunstancias de orden cronológico. Los documentos tenían que extenderse en un papel o material especial, el protocolo, y con un signo distintivo espccial-signumpubicum-, requisito éste que, poco a poco, fue desfigurándose hasta convertirse, como sucede en la mayoría de las legislaciones actuales, en una mera cuestión fiscal: el papel sellado". 1.3 LAS INVASIONES NO Y GERMANICO BARBARAS: ACRISOLAMIENTO DEL DERECHO ROMA- Está lejos de nuestra intención hacer un enfoque ponnenorizado respecto del desplazamiento de los pueblos que conocemos como "bárbaros" y que presionaron al Imperio Romano en la península itálica. Los visigodos, presionados parias hunos ydirigidos por Alarico, llegaron hasta Roma, continuaron hacia el Sury, posteriormente, retomarona la parte sur de lo que ahora es Francia (La Provenza), dando origen al Reino Visigótico al instalarse después en la península ibérica. Aquí, no obstante, se encontraron <;:onotros pueblos que se habían anticipado a ellos: los vándalos, los suevos y los alanos. Los vándalos serían desplazados hacia el norte de Africa y asetaron su reino en las proximidades de la antigua Cartago, habiendo sido motivo de la preocupación de Justiniano, en cuanto a su sometimiento, cuando procuró la restauración del poder del Imperio Romano. Losostrogodos, presionados también por los hunos ocuparon la Rávena y zonasadyacentes al mando de su Rey Teodorico el Grande, en desplazamiento de pueblos, de Oriente hacia Occidente. Sin embargo, también hubo un desplaz.1.miento de pueblos germánicos de norte a sur (ya hemos mencioando a los vándalos, los suevos y los alanos), procedentes de las regiones nórdicas de Europa. Entre éstos, merece especial atención el pueblo de los Longobardos que descendió y se estableció en el Norte de Italia, "dando nombre a lo que más adelante y dentro de las limitaciones territoriales aproximadas pasó a constituir la Lombardía". Los burgundios se estacionaron en lo que, con el tiempo, llegó a ser la Borgoña. Los francos hicieron un desplazamiento de menor latitud y ~ radicaron a las márgenes del Rhin y del SaaL." (21). 91 En la zona del Norte de Itialia se produjo un acrisolamicnto de los derechos romano y germánico que es particularmente importante para el Notariado Latino. Cabe mencionar la observación hecha por José Luis de los Mozos en el sentido de que no puede distinguirse,como geralmentes~ hace,en la historiade las legislaciones germánicas, entre ideas de tal naturaleza y el Dere.::ho Romano de los juristas clásicos. "Este enfoque es inexacto", dice el citado jurista, y agrega: "El Derecho adoptado en los reinos gcnnánicos fue el Derecho Romano vulgar. La recepción de éste se muestra, en diversos grados, en las leyes de godos, burgundios, francos y longobardos..." (22). Efectuada la precisión, con la que concordamos, vamos a mencionar la legislación de los longobardos que tiene particular importancia para nuestro tema. 1.3.1 LOS LONGOBARDOS Entre la legislación de los Longobardos que nos interesa destacar están los Edictos de Rotario y Luitprando y la Ley de Ratchis. Losedictos venían a ser disposiciones reaJes, dejando que subsistiera la denominación de leyes o constituciones para las resoluciones de los emperadores de Oriente. Rotario dictó un edicto para imponer drásticamente la ley de origen gennánico, prescindiendo de la nacionalidad de los habitantes. Luitprando modificó lo establecido por Rotario, restableciendo el respeto para las poblaciones sometidas y facuItando la contratación entre los romanos o entre los longobardos para que se ajustara indistintamente a sus propias leyes y dispuso, asimismo que la redacción del documento pueda hacerse en idioma germánico o en Latín, con la exCepción de los actos de última voluntad que debían hacerse necesariamente de acuerdo a la Ley a la que estaba sometido el autor del documento, según refiere Pondé, a quien estamos siguiendo en esta parte del trabajo (23). El edicto de Luitprando, según Azpeitía, incorporó la denominación de "Escriba" al redactorde los documentos, haciendo su intervención obligatoria, lo cual tenía "todos los matices de una función pública" (24). Este proceso culminó durante el reinado de Ratchis (740), en el que se dictó la Ley octava, hablándose por primera vez de "carta" como "instrumento revelador del negocio jurídico e instrumento constitutivo de la contratadón; -es ,eleq:aivalente, para nuestros tiempos, de la escritura pública pasada ante el :notario'" 1(25). 1.4 LOS HECHOS Y EL DOCUMENTO Según Rafael Núñez Lagos la "traditio chartae" y la "stipulatio" fueron las dos modalidades, germánica una y romana la otra, que presidieron la fonnaci6n del sistema documental de la Edad Media, reemplazando los hechos conel documento. Describe con mucha propiedad ese momento histórico que lleva a simplificar las formalidades para la perfección del contrato, simbólicamente, desde la festuca o wadium hasta el documento. He aquí lo que narra dicho autor: 92 J "La cosa, sobre todo si es inmueble, a veces no se puede entregar de momento. En sustitución de ella se entrega algo de ella, o algo que la represente: un terrón del sue10 de la finca, una rama (stipuTa-frestuca-wadium), etcétera. De igual manera, en vez de todo el precio, se entreg3 parte de él: arra o launegildo. Estas prestaciones, más que parciales, simbólicas, perfeccionan primitivamente ex.re el contrato, y precisamente por su simbolismo, transforman el contrato real en solemne o formal. La simplificación lleva aque basteun sólo símbolo -bienfestuca o wadill7ll,bien arrapara la perfección del contrato" (26). En Roma los contratos eran esencialmente fonnalistas, basados en las frases rituales, gestos y actitud de los que intervenían eran esenciales para perfeccionar las obligaciones contractuales. La "Mancipatw" ,la "In jure cessw", y la "Traditio" eran propias del Derecho Romano, pero tal como lo señala Luis Carral y de Teresa, las dos primeras acaban por desaparecer y queda como modalidad significativa la Traditio que "era aplicable a toda c1ase de bienes, y sin la intervención de ritos o fórmulas. Se trataba de una entrega de la cosa con desapoderamiento. Por eso, en el lenguaje jurídico-moderno, tradición también quiere decir entrega" (27). Los contratos germánicos de otro lado, eran verbales ya que las tribus bárbaras no conocían la escritura y mientras en el Derecho Romano la transmisión de la propiedad se consideraba como un solo acto, en el Derecho Germánico dicho fenómeno exigía actos diferentes, el uno que tiene como protagonista al transmitente y el otro al adquirente. En el primer caso el transmitente se despoja de todos sus derechos sobre la cosa, lo que se denomina expropriatio, exfestUClltioy Auflassung. El segundo acto tiene como protagonistaal adquiriente, quien seapodera y ocupa de la cosa independientemente de los derechos de quientransmite,lo que sedenomina impropriatio, investidura ygewere. Cuando aparece la escritura, el documento como cosa se involucra en la ceremonia. "En vez o además de la festuca se entrega el documento: tradilio chartae; en vez o además de vestirse el guante, se levanta o recoge del suelo y se acepta el documento" (28). 1.5 El IMPERIO BIZANTINO Basilio 1,de la dinastía macedónica, ambicionó condensar lo más brevemente posible las leyes del Imperio, completando la obra justineanea. Pero, es en la época de su hijo León, que se terminan las "leyes imperiales". León VI, llamado "El Sabio" o "El Filósofo" publicó una obra de gran interés notarial: la Constitución CXV, Libro de Leparca o del Prefecto. En este texto, cuando se refiere a las corporaciones existentes trata de la corporación de los notarios o tabularii. Aparecen disposiciones que suponen claramente la organización coIegial. Respecto de lascondidones de 105notariosse establecen estrictas imposiciones en lo ético~moral, y en cuanto a su capacitación científica, en el Capítulo I se señala que los aspirantes deben poseer: "buenas costumbres y singular prudencia", y ser: "sabios, inteligentes, discretos en el hablar y diestros en raciocinar". Los encargados de examinarlos son sus pares y los elegían mediante votos. El Prefecto confería la investidura al ser aprobado el candidato. En esta Constitución aparece la primera afirmación tenninante en cuanto a la limitación del número de notarios, hecha 93 dispositivo legal; se contempJaba únicamente la existencia de 24 tabularios. El acto material de incorporación era la entrega del se110(anillo signatario, que se supone tenía como símbolo de autoridad el busto del Emperador). 1.6 CARLOMAGNO y SU INFLUENCIA El reinado de Carlomagno, "nimbado por la protección de la Santa Sede" -según frase de Pirenne- permitió la unidad de la Galia y puso fin a las luchas internas que la devastaban desde hacía un siglo. Para hacer de sus estados un verdadero Imperio -continúa dicho autor (en el segundo volumen de su obra)- "Carlomagno emprendió una considerable obra legislativa, codificando las leyes de los frisios, los chamavcs y los turingios, y promulgando muchas capitulaciones". (29) Las resoluciones tomadas en las asambleas francas, que se aplicaban en el Imperio Carolingio, se agrupaban por capítulos, conociéndose con el nombre de "capitulares" o "capítula". En aquéllas aparecen los Sco.bini: "Funcionarios que dirimían en la Corte del Emperador las cuestiones litigiosas que pudieran entablarse por parte de los súbditos contra las resoluciones del monarca" (30). En consecuencia, los Scabini, quienes tenían funciones judiciales, aparecen estrechamente vincu1ados a lo que hoyes el notario por los caráctercs fideifacientes que importa la función de juez. Es más, "el notario podría haber nacido al amparo del juez, como consecuencia de la imposibilidad de que éste atendiera tantos quehaceres, especialmente cuando se referían a los de la llamada "jurisdicción voluntaria" (31). Surgieron en este contexto los iudíci charlularíi ,colaboradores de los Scabini, en asuntos que no importaban controversia ni litigo; en los cuales se apelaba al sistema de fingir juicios (procedimiento ingenioso con los caracteres de]a in iure cessio romana). Consistía en que una de las partes demandaba a la otra la propiedad -por ejemplo- de una casa y al no contestar dicha acción, la otra parte, la aceptaba, expidiendo el IudiceCharlularii, la inslrumenla guarentigia , con lo que concluía el "proceso". Esta insfrumenla gtlllrentigia revestirá pública fides. Sobre el juramento rt'marcamos la importancia que los francos le daban, lo cual nos sirve para destacar el valor funcional del naciente instituto notarial. Rafael Núñez Lagos afirma que la trascendencia del juramento era tal, que quien obtenía el derecho a jurar primero, volcaba a su favor la controversia. Vale decir que, el fondo del asunto, consistía en inquirir. "quien tiene el derecho a probar, a jurar primero". El juramento decisorio constituía, entonces, el único medio de prueba. Se juraba sobre situaciones totales o calificaciones de parte. "El acto se hacía en la noche, cada cuarenta días, delante de los hombres libres y bajo un árbol de tilo. Un escudo 94 - colgado en el árbol le daba ambiente jurisdiccional". Por ello, resulta trascendente preeminencia que tiene el naciente documento notarial sobre el juramento. la Se infiere, porconsiguientc, que la influencia del Imperio Carolingio -en la configuración del instituto- radica en la fusión que proper.dc del Derecho Romano clásico con el Cr.:'rmano. 1.7 LA ESCUELA DE BOLONIA La Universidad de Bolonia, una de las más antiguas dd mundo, tiene trascendental importancia, debido a que en ella encontramosconccntrada la mejor sustancia del notario y la función notarial, en su conformación inspiradora de la notaría de tipo latino, según afirma Pondé. Los maestros boloñeses robustecieron el vigor del viejo Derecho Romano, con las reestructuraciones del Justinianeo, y unificaron criterios con el derecho germánico. En aquella Universidad se originó la escuela de juristas que hacían glosas de las obras de Derecho, lo que motivó que se les llamara glosadores. Dichos juristas, adoptando el sistema exegético, efectuaban primero el comentario de los textos legales, mediante la "lectio"', luego, "un análisis gramatical de la propia letra ("littera"), y una explic¡;ción lógica del sentido del texto (scnsu); por último, se dedicaban a la exégesis del contenido, el tema científico y el pensamiento del autor, todo cIJo denominado, "sentencia" (32). Como iniciador de este sistema se tiene a Irnerio quien, además, escribió el famosos FomlUlariwl1 TabelliOYllm. Sin embargo, se considera realmente como fundador de la Escuela, hacia 1228, a Rainicri di Perugia, autorde la Sutnma Arlis Notarme. Enaquc! Siglo ¡¡amar al notariado arte era concederle un elogioso abolengo. "En esa épocd, se consideraban existentes siete Artes Mayores, con sus respecti vas corporaciones; en primer lugar, figuraban jueces y notarios, calificados por ideales de ley y justicia. Rolando Passaggeri fue el personaje de mayor relieve notarial en la Escuela de Bolonia. Llegó a la categoría de jefe de canci1leres, actividad que se hizo función de notarios. Su figura se llena de elogios; y desus célebres formularios, se dice que "no brotaron por generación esponténea: son un eslabón de oro pero eslabón al fin, en la cadena evolutiva del documento notariaL" (33). Otro miembro importante de la antedicha Escuela digno de mencionarse fue Salatic1, con su obra Ars Notariae; quien define al notario como "el que ejerce el oficio público yacuya fe públicamente hoy se rccurrrecon el fin de que escriba y reduzca a forma pública, para su perpetua memoria, todo lo que los hombres realizan", A las condiciones físicas y morales para ser notario, agrega: "e] pleno conocimiento del arte notarial o tabclionato". Respecto a los monjes y canónigos, les llama; "muertos civiles", impedidos de desempeñar la función de notarios. Rolandino, notario más prolífico en obras, escribió el Tractatus Notalarum, donde expone en qué consiste la Notaría, básicamente. Trata sobre el nombramiento y forma de llegar 95 a la función y también del cese. Asimismo, determina deberes e incompatibilidades. Otra obra suya, llamada Aurora, tiene mucha trascerdencia en el desarrollo ulterior del notariado; calificándolo de "enlace entre una práctica rutinaria y a veces bastarda y a los dogmas científicos de los doctores..." (34). A continuación transcribimos, en la lengua original en que está escrita la obra .ellatín-, una pieza de sus formularios: (se refiere a una escritura en la que si el hermano de la esposa, vendedora, oalgúnotro que estipuló la dotcdc la mujerconsisliera,conjuntamente con ella) "Ad haec domina "Mathelda", ipsius vendiloris, uxor, 'Joannes' ejs frater, qui pro ipsa domina 'Mathelda' dotem dcdit et carndem in omnem cvcntum rcstitucndae dotiscxtitit stipulatus... utpatetininstrumentodotis scripto manu talisnotarii praedictis omnibus praesentes, dictae venditioni consenserus et certificatae..." (35). Pedro de Unzola, discípulo de Rolandino, concluyó esta obra con e1 nombre de Aurora Novissima, y ambas son conocidasconel nombre de Meridiana. Rolandino es considerado el Príncipe de la Notaría, debido a sus obras fundadoras. Cuando Gutemberg inventó los tipos movibles, las obras rolandinas se imprimieron muchísimo, al terminar el siglo XV se habían hecho quince ediciones, desde 1475 hasta 1500, de su tratado. Rolandino tiene, pues, el mérito de haber enseñado el notariado a toda Europa Occidental. 1.8 INFLUENCIA DE LA IGLESIA En la Edad Media designar al Notario era atributo del Emperador o lo fue del romano Pontífice, según el caso. Pudieron delegarIo también a príncipes menores o señores féudaIes. El instrumento público constituye el hecho por mano pública (o sea por tabcJiones). El instrumento tenía dos partes: el tenor del negocio y su publicación so1emne. La publicación que le dabacl carácter de auténtico o público, debía escribirse por el notario directamente. Los requisitos del documento: eran el año de la era cristiana, la idicción, el día y c1mes, c1lugar, los testigos y el nombre de tabclión. Se agregaba también los nombres del Rey o Pontífice, alguna invocación al del divino Señor y el de la ciudad o castillo en que se recibía eJ documento. Rafael Nuñez Lagos identifica y distingue entre requisitos del documento notarial y los que se refieren al notario mismo. Los últimos se denominaban: la rogatio, la auditio, la facción del documento y su publicación. Los requisitos del documento -finalmente- serían las publicaciones y el tenor del negocio. Los notarios eclesiásticos fueron, originalmente, escribientes particulares que servían de secretarios a sus Señores, Cada Obispo, por ejemplo, terna uno a su scrvicio, 10 cual se comprueba desde la época de San Agustín, por la carta de San Eradio, en la que éste le decía haber perdido un c!~rigo joven a su servido, como lector y notario. "Entrelasexenciones y dercchosconccdidosa las iglesias enIos privilegios de inmunidad, figura el derecho de los obispos y de los abades de las grandes fundaciones religios<lS de nombrar a sus propios notarios, cuya esfera de competencia no les fue estrictamente señalada", según afirma José Bono (36). 96 Estos notarii ecclesiae .agrega- no redujeron su actividad a las escrituras otorgadas por particulares a favor de la Iglesia o monasterio ni a las otorgadas por obispo o abad, "sino que actuaron muy frecuentemente en asuntos de particulares" (...) de esta manera fue ampliado el número del estamento profesional de scriptores". Pondé da un carácter histórico al hecho de que la valoración autenticante del documento episcopal debía sobrevenir indefectiblemente debido entre otros, a los siguientes motivos: en los casos de averiguación sobre el martirio de santos, en los sucesos y fechas que servían de basea la formación del santoral cristiano y, por lo tanto, exigían perfectibilidad puesto que posteriormente no podría cuestionarse un suplicio, virtud O fceha del martirologio. Y como un documento necesariamente debía registrar comprobaciones fidedignas, puesto que sobre él se sustentaba la veneración en los altares de un mártir o santo cuyas virtudes no podían ser puestas en duda posteriori, y quienc elaboraba el documento era el notario, necesariamente se tenía que dar a ese notario y a ese documento aquello capacidad (37). 2. DESARROLLO DEL NOTARIADO EN ESPAÑA El estudio de las normas, la doctrina y la práctica notariales en España ha sido efectuado en forma sistemática por el Notario José Bono, quien había afirmado que la historia del derecho notarial español estaba aún por hacer y que se carcáa de una exposición en conjunto, la misma que -en nuestra opinión- ha sido hecha precisamente por dicho autor en su Historia del Derecho Notarial Español (ya dtada); obra que, como lo afirma José Roán Martínez al prologarla, presenta un tratamiento en el que "la información, la crítica y el rigor, están a la altura de un auténtico trabajo científico" (38). Según Bono, las instituciones notariales tienen un origen común y un desarrollo paralelo en toda Europa Latina, razón por la que su desenvolvimiento en España habrá de hacerse correlacionándola con la evolución en los demás países (39). Por nuestra parte, nos limitaremosal estudio de las normas. En ese sentido, la institución notarial en España se trata, por vez primera, en forma orgánica y sistemática, en el Fuero Real; ya que hasta entonces sólo se tenían normas dispersas en la legislación foral y el Fuero Juzgo. El Espéculo supone un aVilnce en este sentido. Las Siete Partidas contienen el primer estatuto legal orgánico de la función notarial y su principal actor: el Notario. La Ley de 1862 marca el fin del proceso de consoUdación y, entre otros méritos, tiene el de terminar con el vicio de la "enajenadón de oficios", entre éstas la del "escribano". 2.1 EL FUERO JUZGO El reino visigodo -dice P.D. King~ "nació del cuerpo moribundo del Imperio Romano de Occidente; encontró la muerte casi dos siglos y medio después, bajo la espada del Islam" (40). Sin embargo, los estudios historiográficos sobre esta época de la historia de España son escasos, lo que hace difícil profundizar en el análisis. 97 Bono nos recuerda que todo el sistema de Derecho privado visigodo está dominado por la idea de escrituralidad y que cada negocio jurídico puede ser conformado a través de una scriptura, razón por la cual tuvieron que existir scriptores, con características análogas a los scribae longobardos, a cargo de la escrituración de los negocios privados (41). El código de la legislación hispano-gótica, conocido como Fuero Juzgo, es la versión al romance castelJano del Liberjudiciorum,que se efectúa durante la BajaEdad Media, en el que se recogen las leyes visigodas, cuyo "uso, autoridad y observancias" se hacía (desde muy antiguo) dentro y fuera de España. Cabe anotar el hecho -destacado por Lardizabal y Uribe- que 105cristianos pese al yugo mahometano siguieron gobernándose por las leyes visigodas, lo que se prueba con una escritura, en el reinado de Don Fruela I "de la venta de unas tierras de los mongesde Santo Toribio de Liévana, hecha, como dice la misma escritura, según 10dispuesto por la ley gótica: sccundum lex gotica contineL" (42). Pondé califica el contenido del Fuero Juzgo en lo específicamente notarial como "macilento" y -dice- que no aportó nada especial a lo orgánico notarial (43). Creemos que de todos modos existen nonnas importantes, como las que mencionamos a continuación. En el Libro VII, Título V, Ley IX, se establece: UPar ende defendamos en esta nueva ley que ningún omne daqui adelantre, si non fuere escrivano comunal de Pueblo, o del Rey, o tal omne, a quien mande el Rey, que on ose aUegar falsas constituciones, nin falsos escritos del Rey, nin escrivir nin dar a ningún escrivano que escriva falsamentre mas los escrivanos del Pueblo, o los nuestros, O a quien nos mnndaremos, las escrivan e las lean las nuestras constituciones e non otri e si algun omne fuere contra este defendimiwto, si qllier sea libre o siervo, elTllez le faga dar do awtes, esea seññnlado laydamientre, e fagale demas corfar el pdgarde la marw diestra, por que vino contra nuestro mnndato e contra nuestro defendimiento". En el Libro 11,Título V, Ley 1,se hace mención a "QuaIes escriptos deven valer, ó quales non". Esta ley establece las formalidades para la validez de los instrumentos, así cmo también la posibilidad de otorgarlos por medio de testigos en caso de no poder hacerse por el mismo interesado de existir algún impedimiento, vg. una enfermedad. La Ley IX,dispone igualmente la nulidaddc1 "escripto queesfechopor fuerzo. opormiedo...". Las Leyes XI Y XIII disponen que los testamentos deben constar por escrito. Las Leyes XIV, XV Y XVI establecen lo quepodriamos de cuya certeza se duda. llamar el cotejo de los instrumentos De otro lado, la Ley XVII, es importante, pues confiere al instrumento otorgado con todas las fonnalidades, valor probatorio mayor que la declaración de testigos. La sumilla de la ley, dice: "si tn testimonia diu una cosa, y el escripto dize otra". No obstante, se deja abierta 98 I ------- la posibilidad de que el instrumento hubiese sido obtenido por la violencia o el engaño, en cuyo caso es nulo: "E si por ventura ámbas /as partes son de un poder, éaquel por quien fue hecho el escripto lo oro por fuerza, ó semeia aquel escripto fue hecho más por cayta que por grado, cuanto d~wanda aquel que tiene el escripto, todo lo deve perder, o deve tornar la que se le dió, Y el escripto non vala nada". La Ley XI del Título 1 del Libro 11 "De los que fazen pleyto ó escripto á otri que non diga la verdad del pleyla", castiga a quienes, a sabiendas, suscriben un documento falso. Respecto de olra situación,en Libro VII, Título V, Ley II, se castiga severamente aaqueUos "que fazen falsos escriptos... o que lo rompen; o quien faze siello, ó sennal falsa, o que la usa", estableciéndose pcnsas que van desde la pérdida parcial, hasta la pérdida total del patrimonio del falsario, inclusive el podcr ser convertido en siervo del perjudicado. Se aplican también castigos físicos". En suma, podemos concluir señalando que "el Fuero Juzgo, símbolo de la unión hispanoromano-gada" (44); producto, en el campo normativo, de una asimilación casi milagrosa del primitivo derecho romano y los usos de la tierra, de inspiración germana; viene a convertirse, en cuanto al Notariado, como el preludio de lo que siglos después scrá la culminación de su total tratamiento por parte de la legislación, lo cual se consolidará con "lo quepodemosconsiderar la culminación de la obra legislativa de Alfonsoel Sabio: "Las Partidas" ( 45). 2.2 FUERO REAL El Fuero Real fue un código general, que fue extendiendo Alfonso Xa muchos pueblos. Según Salvador Minguijón estaba ya redactado en 1255 y ha sido grande su influencia en la historia de nuestro derecho (46). En el prólogo se dice "porque los corazones son partidos en muchas maneras por ende rudural cosa es que los entendimientos y las obras de homes; no acuerden en uno e por esta razón vienen muchas discordias e muchas contiendas entre los homes. Onde conviene el rey, que ha de tener sus pueblos en paz y en justicia é a derec/w, que faga leyes porque los Pueblossepancomohan de vivir. Henao y Muñoz señala que no constituyó una obra de creación sino "una obra de actualidad, obra de observación y recopilación, de modo que logró hacer un código nacional, que los pueblos fucron acogiendo yaceptando sin repugnancia, por lo mismo que no tropezó con tales dificultades que no pudiera superarla al poco tiempo para su aplicación" (47). Sin embargo, esta última afirmación no parece afectar ya que la nobleza catellana opuso resistencia a este código por estimarlo perjudicial y logró su derogación en 1272. Este Fuero, llamado también "Fuero de Libro, Libro de los Consejos de Castilla, Fuero de la Corte, Fuero Castellano, Floresde las Leyes o simplemente Flores", consta de 550 leyes agrupadas en 4 libros, con 72 Títulos, comprendiendo normas sobre materia religiosa y política, administración de justicia, procedimiento judicial, derecho civil y derecho penal. Entreotras noonas relacionadas con la actividad notarial figura la que establece que el testamento se haga por escrito "de mano de los escribanos que scan públicos, o por otro 99 escribano en que ponga su sello conocido", "que sea de creer o por buenas testimonias". Establece que los documentos ante escribano público deben hacerse con tres testigos por lo menos y si se produce ¿'.das sobre si la carta fue realizada por el escribano que en él figura y éste y los testigos h¡J~iesen muerto, el alcalde deberá cotejar la finna con otros documentos que el escribano hubiese hecho, dando valor al documento que se tenía por dudoso si existe concordancia entre la letra y los signos (Libro lI, Título IX, Leyes 1y IV). El Fuero Real establece normas sobre la institución notarial, la función notarial, el sistema documental y valor probatorio de la carta que son analizadas y sintetizadas magníficamente por José Bono. Consideramos conveniente reproducir los lineamientos generales de este autor: (48 ) 1. La ordenación notarial del Fuero Real está contenida en dos t. que tratan, respectivamente, de la institución notarial (FRL.8 'De los escrivanos públicos') y del doc. público (FR 2.9 'De las cartas y traslados'); su doctrina entronca directamente con la Dccretalística, aunque recoge, lógicamente, los principios sentados por los glosadores. También recoge, implícitamente, los usos de la práctica castellana. Tal doctrina representa un estadio anterior a la del Ars notariae, que desconocen aun los ignotos redactores del FR. El notario, a quien se denomina consecuentemente 'escrivano público', es calificado no como un simple 'scriptor ciuitatis' profesional, como de hecho existió hasta entonces, sino como el que descmpena un 'ofido público' O 'comunal " que es conferido por el rey (o por quien de éste tuviera facultad), y que ha de ejercer fielmente ('leal e derechantente')en virtud del juramento prestado (FR 1.8.1); vemos aquí reflejados los conceptos de la DecretaJística del notarius o tabellio como persona pública, facultadopara el ejercicio del officium tabellionnatus yconstrenido ex iuramento a su fiel (fidelitcr) cumplimiento. Su función es la cscrituración de los 'pleytos', esto es, de los actos y negocios jurídicos y de los actos judiciales, en virtud de rogación de las partes o 'por mandado' del juez (FR 1.8.1-3); el doc. hecho con las formalidades legales -'así como manda la ley'- tiene plena fuerza probatoria, ~vale" por la autorización notarial, no radicando su validez en la corroboración de los testigos instrumcntales (FR 2.9.1). La producción deldoc, es reglada (FR2.9.3), estableciéndose el principio de matricidad, al estatuirse la obligatoriedad de la matriz o 'nota primera' (FR 1.8.2). Concluyendo, debemos manifestar la ventaja que, como obra de actualidad y de aplicación inmediata, tiene el Fuero Real a las Partidas, de la que, como veremos más adelante 100 adquiere la calidad de predecesor inmediato. Corrobora esta afirmación Pondé cuando dice que "Para el porvenir, la obra maestra lo eran de seguro las Partidas;para el presente, la obra aplicable no lo eran aquéllas, sino el Fuero. Este reflejaba la sociedad y satisfascía sus necesidades... sobre lo deseado, sobre 10 urgente, sobre lo preciso..." (49) 2.3 EL ESPECULO El Espéculo (espejo de todos los derechos), constituyó otro cuerpo de leyes, compuesto por orden de Alfonso X "El Sabio", ante la urgencia de llenar vacíos legales y ordenar la enmarañada legislación en los varios reinos de España. Del Espéculo "se dice fue sólo un suplemento de las leyes de las partidas y al igual que éstas fueron normas supletorias por el localismo de la legislación foral", según la afirmaóón de Amelia Lezcano de Podetti (50). Parece ser, también, queel cuerpo legal en cuestión es fruto de la corrección que hizo al Rey Alfonso a otro cuerpo de leyes denominado El Septenario, ante la imperfección de éste. CUmeTmO Barragán señala que "la obra, hecha probablemente entre los años 1256 y 1260, sólo tenía cinco libros y fue sancionada y promulgada para servir de guía en la Corte ya fin de seraplicada por los jueces nombrados porel Rey,distintosdc los locales que utilizan los fueros" (51 ). En suma por su finalidad expresa establecida de antemano (uso en la corte del Rey), el Espéculo resultó de una concepción y realización más modesta que el Fuero Real. El Espéculo --como anota Pondé- se refiere a los Notarios en el Libro 11,Título XII, Leyes II y IV, vinculándolo a las condiciones de honradez y moralidad; y ya in extenso, trata de ellos en el Libro IV, Título XII, cuyas 61 leyes se relacionan con los escribanos. (51) 2.4 LAS SIETE PARTIDAS La magnífica obra legislativa que realiza el Rey Alfonso X El Sabio encuentra en las Siete Partidas su culminación trascendental. "Las sociedades políticas de Europa en la Edad Media no pueden presentar una obra de jurisprudencia ni otra alguna comparable con la que se concluyó en Castilla bajo la protección del Rey Sabio", según lo afirma Ceravolo, siguiendo a Martínez Marina ( 52). En efecto, las Siete Partidas, l1amadas así pór su división en siete grandes partes, 182 títulos y 2,802 leyes en total (53), suman una obra monumental que va a ejercer influencia, podríamos afirmar, en algunos leyes hasta la actualidad. En lo que se refiere a la institución notarial como en su conjunto -el Código de las Siete Partidas-, se advierte una dara influencia del derecho canónico, musulmán, germano y romano justinianco, especialmente en el Digesto y el Código. Esto último se explica porque, los referidos textos legales romanos, eran fuente de enseñanza del derecho en esa época. 101 Las Partidas contienen, sin duda, el primer estatuto legal orgánico de la función notarial y su principal actor, el notario. He aquí la síntesis de Bono: (54) 1. La doctrina notarial de las Particas -la más completa formulación de la materia en Occidente- s~ expone paralelamente a la doctrina de la cancil1ería real (entonces considerada como'teoría notarial palatina', en base a criterios que hoy hace suyos la moderna dip1omática), como también se hace en Esp. {cfr. supra § 39.1 J, en dos extensos títulos: P 3.18 'De lasescripturas' y P 3.19 'De los escrivanos e quantas maneras son deBos'. Separando los textos referentes a la cancillería y a los does, reales, queda un conjunto, que fonna una verdadera Ars notariae , con la siguiente sistmatización: al Institución notarial: concepto y requisitos personales de] notario (P 3.19.1, 2), régimen de creación (P 3.19.3, 4), fundon notarial (P 3.19.7, 9-12), retribución (P 3.19.15) Y responsabilidad (P 3.19.16). b] Sistema documental: teoría general del instrumento público (P3.18.1, 54,55,111-118, 120>Y parte especial o fonnulario(P 3.18.56-110). Destacamos algunas normas de la Partida Terccra, actualizando el lenguaje para facilitar su lectura. La sumilla del Título XVIII dice textualmente: "De las escrituras, por que se prueuan los pleytos" y la de la Ley 1 de dicho Título reza: "Que cosa es Escritura, e que pro nnce della e en qUQtltasmaneras se departe". El cuerpo de la Lcy, actualizando la ortografía u Escritura de la que rlaceaveriguamiento depmeba es toda carta que sea hecha por mano de escribano pÚblico de Concejo, o sellada con sello de REy, o de otra persono. auténtim, que sea de creer; rl<1cedec1la muy grande ven faja. Que es testimono de las cosas pasadas. Y prueba del pleito sobre la que versa. Y hay muchas clases de ellas. Que será privilegio de Papa, o de Emperador, o de Rey sellada con su sello dcoro, o de plomo, o firmado con sigtlo antiguo que hnllan acostumbrado, cstablece: en aquella sazón, o rurta de estos señores, o de alguna otra persona que tuviera dignidad, con sello de cera. Y aún hay otra clase de cartas que cualquier hombre puede mandar a hacer sellar con Sil sello, y tales como éstas valen confra aquéllas a quienes pertenczcnn, que por 511orden sean hechas y selladas, yotra escritura que cada uno hace con su mano, ysin sello, que es como mo.nera de prueba así como adelante se muestra y hay otra escritura mano de escribana público de concejo", que llaman instnlmento pÚblico que es hecho p"r De esta ley se establece la diferencia entre instrumento público y privado, se consagra el principio de la autenticidad y se insiste en la calidad de prueba prcconstituida que tiene el documento público. El título XIX norma sobre el agente de la función, vale decir, el Notario, sus clases, su competencia y el beneficio que hace de su cargo, cuando 10desempeña lealmente,. Así la 102 Ley 1 de este título aclara: "escribano tanto quere decir romo hombre que es sabidor de escribir, y hay dos clases de ellos. Unos que escriben los privilegios y las cartas y los actos de casa del Ri:y, Y otros que son los escribanos públicos, que escriben las cartas de las ventas, y de las compras, los pleitos, y las posturas que los hombres ponen entre sí en las ciudades y en las villas". y La Ley 11se refiere a las cualidades y virtudes que debe calificar a quien accede al cargo de notario, señalándose la lealtad, el "buen entendimiento en el arte de la escribanía", la bondad, la bueno.farno.y la virtud de ser "omes de paridad", vale decir que guarden el secreto de su función. La nI consagra el principio de la potestad monárquica en el nombramiento de los escribanos, así dice "poner escribanos es cosa que pertenece a Emperador o Rey. Y esto es, porque es tanto como uno. de las ramas de los señoríos del reirw". En esta última parte se aprecia que la fe pública tiene sede en la autoridad estatal. Las leyes IV, V Y VI, prescriben la comprobación de las cualidades de los aspirantes a escribanos; las obligaciones que deben observar en el cumplimiento de su función; y la prohibición del uso de abreviaturas en la confección de las notas y las cartas, respectivamente. La VIII trata sobre 105registradores y sus funciones. Si bien las Siete Partidas denominan también a estos "escribanos",su función se asimila a la de los funcionariosadministrativos, que deben escribir y guardar en un libro cspeciallas notas de cartas y privilegios reales. La IX norma sobrecl protocolo o registro de notas, señalando la obligación del escribano de conservarlo en buen estado y defenderlo de cualquier amenaza. La X se ocupa de la cxpedición de las segundas copias, exigiendo requisitos varios, como el juramento ante el Juez, en el sentido que no utilizará la carta anteiror, si extraviada la encontrase. Y la aceptación, si es de deuda, por parte del "contenedor". Luego de lo cual el juez ordenaba al escribano expida las copias. La XIV establece la protección legal del Notario, cuando norma: deshonrareo hiricre a alguno de ellos (escribanos) "n. y decimosque quien que pague dos tantos de los que había de pagar... y el que los matare que muera por ello...". Como se observa, se duplica la pena por el delito, además que se señala el deber de guardar y honrar a los escribanos. La Ley XV fija los honorarios notariales por arancel, cuando cstipula: "Recibir deben galardón los escribanos de las ciudades y de las villas por el trabajo que emp/.enren en ho.cer las cartas... cuando alguno de ellos hidere carta de cosa que valga de mil maravcdíes arriba, que debe haber de aquel a quien hidere la carta, cuatro sueldos. Y si fuera la carta de mil maravedíes abajo, un sueldo... y de las cartas sobre mandas, o sobre pleitos de casamientos o de particiones, o de 'aforramientos', ho.yan por cada uno. seis sueldos...". Como se ve,de la ley transcrita, se ~ñala la retribución de la labor notarial a cargo de los rcquircntes, regulada en forma oficial. No 103 hay sueldos o asignaciones estatales propias de una relación de dependencia, pese a la conceptuación dclescribano como verdadero oficial público. Asimismo, la obligación de pago "de ll1Sderechos de los escribanos van sobre la carta... no sobre la nota" (55) Ycorre a cargo de aquel para quien se hace la carta. Por último, en la Ley XVI, se consignan las penas de los escribanos que '11icieren falsedad en su oficio". Dice esta ley: n... si el escribano de la dudad o de villa hidesealguna carta falsa, o hidere alguna falsedad en juicio en los pleitos que le mandaren escribir, débenle cortar la mano con la que la hizo y darle por malo de manera que no pueda ser testigo ni tener ninguno. honra mientras viviere". El delito de falsedad -cometido por el escribano en el ejercicio de su cargo- se reprime con severidad propia del régimen penal de la época, añadiéndose la inhabilitación pennanente como pena accesoria a la pena principal. Obviamente con esto se busa conservar acrisolada la imagen de la institución notarial. Importa señalar el impacto de la difusión teórica de las Partidas debido a sus atributos doctrinalcs, lo que la hace, a decir de José Bono, tener "... inmediata aplicación..." (56). a pesar de que apenas recibe fuerza de ley, casi un siglo después de su creación, por el Ordenamiento de las Cortes de Alcalá en 1348. En cuanto a las fuentes de las Partidas, de'bemoscitar "el Ars Notariae de Salatiel (segunda redacción) para el fonnulario notarial, yel Speculum Iuditiale,de Duranti, mediante el cual se introduce la doctrina de la "refceno scripturarum de Rolandino; para lo restante" (57). _Ensuma, la cantidad e importancia de los principios consagrados en las leyes insertas en las Partidas, de las que "nuestro derecho notarial positivo está tan penetrado... que no hay institutos ni principios que no nos vengan de aquel origen" (58 ), permite -reiteramosdestacar la extraordinilria gravitación de la Ley de las Siete Partidas, en cl desarrollo del Derecho Notarial, brindando su estudio pautas imprescindibles para la interpretación histórica de nuestro ordenamiento legal. 2.5 LAS LEYES DEL TORO Las Leyes de Toro fueron promulgadas en la ciudad del mismo nombre el 7 de Marzo de 1505. Este cuerpo juñdico compuesto por 83 leyes se enmarca dentro de los sucesivos intentos de los gobernantes hispanos, de ordenar la enmarañada y frondosa legislación que origina una caótica situación al darse el caso de leyes contradictorias. De todas formas, este cuerpo legal (promulgado por la Reina Juana, "La Loca") importa la institución notarial en cuanto va a validar y fijar la prioridad de otras leyes españolas, que si tocan -en forma extensa. al notariado. De lo dicho, se desprende que las Leyes de Toro, en tanto leyes específicas, rozan muy tangencialmentea la institución notarial. Hay una ley, la tercera, que se ocupa de los escribanos y dice así "Ordenamos é mandamos que la solemnidad del seiWr Rey don Alfonso, que dispone cuántos testigos son menester en el testamento, se entienda é plntique en el testamento abierlo, que en liltín es dicho nuncupapHvo, 104 agora sea entre los hijos o descendientes legítimos, ora entre herederos ex/raitos; pero en el testamento cerrado, que en latín se dice in scriplis, mandamos que intervengan a lo menos siste testigos eOll Wl escriballo, los cuales haya de firmar end11/il.de la escriptura de dicho testamento ellos y el testados, si supicren o pudieren firmar e si rlOsupieren, y el testador no pudiere firmar, que los unos finnen por los otros; de manera que sean ocho fimeas, é mas el sigilo del escribano. E mandamos que en el testamento del ciego intervengan cinco [,!Stigos a /0 menos, y en los codeá/os intervenga la misma solemnidad que se requiere en el testamento nuncupativo o abierto, conforme a dicha ley del ordel1ilmiento, los cuales dichos es/amentos é codeá/os si no tuvieran /a dicha soler/"lnidad de testigos, mandamos que /"10fagan fe tli prueban en juicio ni fuera del" (59). Esta ley, que tiene por fuente la Ley Primera del Título 5, del Libro 3 del Fuero Real, exige la intervención del escribano para dar fe del cumplimiento de las solemnidades que reviste la confección del testamento y de la severa penalidad que genera la no observancia de lo preccptuado en la ley, y, por supuesto, la invalidez de un testamento sin la participación del escribano. 3. EL NOTARIADO EN A1\IERICA Don Rodriga de Escobedo (o Descobcdo), Escribano del Consulado del Mar, íntegramen.te de la Rota de Colón, está considerado por el ilustre José A Negri, como "el primer notario que pisó tierra americana y actuó profesionalmentecomo [,¡[". Era una autoridad en el campo administrativo y tenía a su cargo registrar en forma filedigna los acontecimientos de la expedición; por ello, Aldo Borzoni expresa que dicho personaje "dalia fe que el Almirante tomaba posesión de la isla descubierta en nombre de sus muycalólicas majestades, labrando así la primera acla notarial en estas tierras de América". Sin embargo, le aguardaba un trágico desenlace puesto que moriría junto a los 40 hombres dejados al mando de Diego de Arana en el fuerte Navidad en la isla La Espaflola (hoy compartida por la República Dominicana y Haiti ), al sufrir el ataque de los naturales, comandados por el Cacique Canaobo (60). La legislación española fue volcada en su integridad a América. España procuró una ordenación legislativa, utilizando el sistema compilatorio que se ensayó en la metrópoli. Resultado de ello fueron: la Nueva Recopilación y la Novísima Recopilación. También las leyes que se dictaron expresamente para las Indias, las que fueron compiladas en la. llamada Recopilación de Leyesde Indias,ordenada porel Reydon CarloslIre118 de mayo de 1680. Precisamente estos ordenamientos consolidan lo que seconcoc con el nombre de Derecho Indiano, el que en opinión de Tau Anzoátegui "ofreció la particularidad de constituir el vehículo que permitió al rancio derecho europeo enfrentarse a una nueva situación geográfica y humana; y poner a prueba una flexibilidad iniguaJable para extender a los vastos territorios descubiertos -su tradición julidica, remozada por las nuevas soluciones que las circunstancias exigían" (61). La recopilación de Leyes de Indias se refiere a la institución de que nos ocupamos en este trabajo, en el Libro V, Título VIII: "de los escribanos de gobernación, de cabildo, de número, públicos, reales y de los notarios eclesiásticos".Esta abundancia de distintas 105 clases de notarios que no tiene aparente fundamento funcional ni doctrinal y que nuevamente confunde la fe pública judicial y la extrajudicial, parece obeceder al vicio de la venta de oficios, de gran arraigo en la península y que se reflejó en las colonias. Lo que ha sucedido en nuestras repúblicas americanas y, particularmente en el Perú, en el campo histórico será materia de una exposición especial en otra c.portunidad sí las circunstancias lo permiten. (62) 4. DESARROLLO POSTERIOR No quisiéramos dejar de mencionar a tres documentos normativos que son de vital importancia para el Notariado y cuyo tratamiento exhaustivo amerita una exposición especial. Sin embargo, así sea suscitamente, debemos referinos a eUos: La Constitución Imperial de Maximiliano, la Ley de Ventoso y la Ley Orgánica de 1862, sin desconocer la importancia de los Estatutos de Piamonte. 4.1 CONSTITUCION IMPERIAL SOBRE EL NOTARIADO Maximiliano 1 de Austria "primer Emperador que fue elegido prescindiendo de la ancestral consagración por parte del Sumo Pontífice", según aseveración de Pondé (63). preocupado de los aspectos notariales dicta, el 8 de Octubre de 1512, en la ciudad de Colonia, la Ley de leyes conocida con el nombre de Constitución Imperial sobre el Notariado. Tenemos entonces un ordenamiento legal exclusivo de la función notarial. Creemos importante destacar en esta Constitución la figura de los Tabeliones -así se denominó allá a los Notarios- remarcando su utilidad para conservar la justicia y la paz. Acerca de ello y de la institución notarial en sí, la Constitución se orienta a mejorar la imagen del tabelión, disminuida por la infiltración en este quehacer de personas "inidóneas por incapaces, falsarios, convictos de delitos, infamados, negligentes, indoctos e imperitos" (64 ). La Constitución se ocupa, además, de normar la forma de acceso a la función notarial. Se señala la necesidad de la "rogatoria", y la obligatoriedad de la prestación de su ministerio profesional. Se determinan los requisitos del documento notarial, la manera cómo debe llevarse el protocolo, y la actuación del notariado en la "audiencia". Abundando en el principio de la obligatoriedad, se repite el carácter de servicios y del estado del tabelión, quien está "obJigado por virtud de su oficio a extender los instrumen. tos, al menoscuando sea requerido con ofrecimiento de pagarlos, si se tratadecosaslícitas y no prohibidas". Asimismo, el tabelión no podía renunciar arbitrariamente a su oficio, a menos que depositase su renuncia en manos del Príncipe que lo instituyó como tal., Debían, también, los notarios ser versados en Derecho a efectos de desempeñar 106 de la mejor fonna su ministerio y abstenerse de intervenir en actos o contratos prohibidos y reprochados por la ley. La capacidad profesional de los notarios les hacía aún más responsables por yerros que pudiesen CaU5<lrperjuicio a las partes a quienes debían indemnizar, si ello ocurriese. Termina esta Constitución Imperial con un exhorto a los notarios a quienes se dirige, diciendo que "Cada día han de aprender y atesorar otras reglas relativas al oficio del Tabelinato" y que en caso dudas "recurran a otros más competentes para no causar perjudicio a terceros". La crítica a esta ley se reduce a que si bien como los anteriores cuerpos normativos no tuvo un éxito inmediato sirvióde "jalón trascendente, en cuanto a la fijación denormatividades principistas que han pasado a ser sustantivas". Su real valorización se produce, entonces, muy posteriormente a la época de su promulgación, pero no porello su aportedeja de ser valiosísimo en la configuración del notariado contemporáneo. 4.2 LA LEY DE VENTOSO Los hermanos Mazeaud expresan que el derecho de la antigua Francia, antes de la Revolución Francesa, estaba dominado por la división de la sociedad en tres clases y por la jerarquía de las personas. "Numerosas leyes revolucionarias expresaron en los textos las nuevas ideas. Las clases sociales fueron suprimidas; ]a igualdad, proclamada. El estado civil y el matrimonio fueron sccu]arizados y establecido el divorcio. La participación igualitaria de las sucesiones fue establecida; el hijo natuml veía que se le atribuían derechos iguales al del hijo legítimo. La propiedad fue desembarazada de todas las servidumbres feuda1cs que ia gravaban y considerada como derecho inviolable y sagrado" (65). En resumen, se inciia un nuevo orden jurídico en Francia caracterizado por nuevos criterios legislativos, que culminan con el Código Civil de Napo1eón en 1804. El "Code" fue promulgado por la ]ey del 30 de Ventoso del año 12 (21 de marzo de 1804) y su influencia y prestigio él.nivel mundiaJ son reconocidos en el campo del derecho privado. En 10 que respecta al campo notarial, existe como precedente antes que la revolución pasase a su etapa sangrienta, una norma dictada por ]a Asamb]ea Nacional: el 6 de Octubre de 1791 se suprime la calidad de notarios reales, señoriales y apostólicos. Sin embargo, la Ley del 25 del Ventoso (16de marzo de 1803)adql1iere para e] Notariado una enorme importancia, ya que comprende en tres títulos y un apartado relacionado condisposiciones generales, una nueva normatividad dedicada, íntegramente, al campo notarial. En primer título se refiere a los Notarios, su función, su competencia y sus deberes. En una segunda parte a los actos notariales, como la forma de las actas, de las minutas, 107 certificaciones y protocolo. El segundo título trata en su primera sección, del número, distribución y fianza de los notarios. En la segunda sección regula acerca de lascondiciones para ser admitidos al notariado y la 1T.anera de n0mbrar Notarios. La sección tercera reglamenta las cámaras de disciplina; y la sección cuana, la custodia y transmisión de las minutas y conservación de éstas. El título tercero se refiere a los Notarios que se encontraban ejerciendo en ese momento. 4.3 LA LEY ORGANICA DE 1862 La Ley Orgánica de 1862 supone -en España- un cambio substancial y un poner en orden la organización y el ejercicio de la función notarial; con la ley de 1862 se deja de lado el caos reinante en la enajenación de oficios y se sientan las bases para la concepción autónoma y específica de la función notarial. En resumen, esta ley sienta las bases para una mejor organización notarial en beneficio del interés público, constituyéndose en fuente de la regulación para otros paises, especialmente los latinoamericanos. Resulta tan primordial dicha norma que, tratadistas como Gonzáles Palomino, se refieren a ella diciendo que "más exacto y justo es decir que la ley (la de 1862) puede equiparse con las XlI Tablas del Notariado: matriz fecunda de sucesivos desarrollos, modelo perfecto de leyes de sementera y guía segura de cualquier reforma notarial" (66). El balance que de ella podemos hacer arroja un considerable saldo favorable, ya que en una época turbulenta -como fue la suya-,en que el caos reinaba en materia de enajenación de oficios, retención indebida por parte de los particulares de los protocolos notariales, confusión de competencias y yuxtaposición de atribuciones extrajudiciales y contenciosas; viene a encuadrar en estrictos cánones legales el importante instituto notarial. Para concluir diremos, de acuerdo con Pondé, que "la ley dictada el 28 de mayo de 1862 fue, además de su potencialidad inspiradora, un elástico trampolín de donde saltó el notariado español a una sistcmatizadión de normas que venían elaborándose desde tantos años atrás y que, paulatinamente y más y más, la elevaron jerárquicamente hasta ( 67). el grado extraordinario que hoy ha podido alcanzar" El estudio del pasado -dice José Roan Martínez en el prólogo a la magnífica obra de Banonos recuerda algunas cosas importantes: 1) que ejercemos una función autónoma. 2) que nuestra función es la de un profesional del Derecho, 3) que esta función tiene que ser ejercida plenariamente, cumplida sin desmayos y 4) que el ejercicio pleno de la profesión implica su carácter independiente, libre e imparcial. Sus palabras finales son éstas: "En tanto que recordemos nuestro pasado,siéndole fieles;cn tanto que seamos rigurosamente exigentes con nuestra labor cotidiana, muchas veces monótona y cansada; en tanto que nos entreguemos con vocación y generosidad a la tarea; en tanto que tengamos amor a la obra bien hecha, haremos seguro el porvenir, el mañana de la función notarial". El conocimiento del pasado, pues, nos debe proyectar al futuro. 108 5. LA UNJON INTERNACIONAL DEL NOTARIADO LATINO El dos de octubre de 1948, a iniciativa del ilustre José Adrián Negri y con la participación de notariados de Argentina, España, Francia, Perú y de otros países, se constituyó la Asociación Internacional que agrupa a los organismos nacionales de los notariados de los diversos pC!:Ísesen donde existe esta institución jurídica, la misma que a la fecha está integrada por 42 países de Europa, América, Africa y Asia. (68) La Unión Internacional del Notariado Latino en el I Congreso Internacional realizado en Buenos Aires en 1948, acordó declarar como principios esenciales en la estructura del Notariado Latino el mantenimiento de la configuración tradicional del notario como consejero, perito y asesor en derecho; receptor e intérprete de la voluntad de las partes; redactor de los actos y contratos que debe autorizar y fedatario de los hechos y declaraciones pasadas en su presencia así como la exigencia para el ejercicio de la función notarial de estudios jurídicos; selección de orden técnico y moral para el ingreso a la función notarial por el sistema de concursos y oposiciones; garantía de inamovilidad para el tituJar del registro o notaría y autonomía institucional del notariado, entre otros. El Consejo Permanente de la Unión Internacional de Notariado Latino ha sido presidido además de Negri por egregios notarialistas como Rafael Nuñez Lagos y Juan Vallet de Goytizolo y por nuestro compatriota Jorge Eduardo Orihuela Iberico, hoy PresidenteHonorario de la Unión. Asimismo, han formado parte del Consejo y también ahora son Miembros Honorarios otros apreciados colegas como A1bcrto Rórcz Barrón, Ernesto Velarde Arenas, Rafael ChepoteCoquis, Manuel Reátegui Tomatis y Luis Vargas Hornes. El Consejo Permanente de la U.I.N.L. en su sesión celebrada en La Haya, Holanda, en marzo de 1986, bajo la presidencia de nuestro apreciado colega el Dr. Jorge Eduardo Orihuc1a Iberico, aprobó los Principios Fundamentalesdcl Notariado Latino que resultan explícitamente_de lils conclusiones a que han arribado los Congresos Internacionales celebrados por la Unión, respecto del notario y la función notarial y del instrumento público, así como sobre la organización profesional. Sobre lo primero se recalca que el Notario es un profesional de derecho especialmente habilitado para dar fe de los hechos o contratos que otorguen o celebren las personas, de redactar los documentos que los formalicen y de asesorar a quienes requieranla prestación de su ministerio. Esta función pública se ejerce en forma independiente y debe cumplirse en forma escrupul05<1mente imparcial, exigiéndose para el ingreso a la misma delermina~ das pruebas teóricas y prácticas. Sobre el documento notarial, se establece entre otros principios que estos son los redactados y autorizados por el Notario que éste conserva en su poder coleccionándo1os por orden cronológico, teniendo por objeto actos y negocios jurídicos de cualquier clase, así como la comprobación de hechos. Los documentos notariales gozan de una doble 109 presunción: de legalidad yde veracidad. Lo primero significa que el acto o negocio jurídico que formaliza el documento reúne los requisitos legales requeridos para su validfz; 10 segundo, que los hechos que el documento relata y que han sido presenciados por el Notario o que a éste le c0115ten por notoriedad se reputen ciertos. En cuanto a la organización notarial se señala que la ley determinará la competencia territorial y el número de notarios,de tal forma que el servicio esté debidamente atendido, encargándose a las corporaciones profesionales respectivas que velen por el ejercicio profesional de acuerdo con los más exigentes criterios deontológicos. Al relievar la trascendencia de la Unión Internacional Latino -en un mundo cada día más interdependiente- debemos reiterar que siendo nuestro país miembro fundador de dicha organización y habiéndose realizado en Lima el XVI Congreso Internacional, nuestro compromiso con las actividades de la Unión es mayor; de allí que debemos incrementar nuestra participación en los diversos certámenes y al mismo tiempo, con el pleno convencimiento de las bondades del Sistema de Notariado Latino, orientar nuestra acción en el marco de los Principios Fundamentales que acabamos de resumir. Asimismo, en estos momentos difíciles para el país, nosotros los notarios, a la par que ser conscientes de que brindamos básicamente un servicio a la colectividad, tenemos también la obligación moral de ser más solidarios entre nosotros y con el público, particularmente con aquéllos que menos tienen, respetando nuestro Código de Etica y, sin desprendemos de las enseñanzas de la tradición, debemos estar permanentemente actualizados en las diferentes ramas del Derecho, así como hacer uso de los avances tecnológicos que nos permitan mayores faciUdades para el desempeño de nuestra función. De otro lado, tenemos que expresar nuestra preocupación porque en los últimos tiempos -cuando hay una grave crisis moral. se ha venido socavando la función notarial, a través de normas que so pretexto de celeridad y economía, están perjudicando la seguridad jurídica que es la única y verdadera garantía de la paz y la vigencia del derecho. Debemos seguir apoyando en ese sentido la meritoria labor que vienen realizando nuestros dirigentes del Colegio encabezados por nuestro Decano Dr. Elvito Rodríguez Domínguez y de la Junta de Decanos, bajo la Presidencia del Dr. Manuel Reátegui Tomalis, quienes se han preocupado permanentemente por esta situación. Quisiera terminar con unas palabras de nuestro distinguido amigo y colega mexicano Fortino López Legazpi: "Quien juzgue al notariado como estático se equivoca... Nadie como el notario es factor activo de progreso y desarrollo". Por tanto, el notario americano y en especial el notario peruano tiene que ser factor de desarrollo de su pueblo y, consciente del rol que le toca desempeñar en el país, debe contribuir a lograr la paz y a mantener la plena vigencia del derecho en una sociedad cada vez más justa, libre y . solidaria. 110 NOTAS O) El notario latino, como lo advierte Font Boix, "no ejerce una función pública en sentido propio, sino más bien una función privada de interés público, en el iÍmbito de intereses de los particulares, actuando como profesional del Derecho", FONT BOIX, Vicente. "El Notariado en los Sistemas de Derecho Latino y Anglosajón. El Notariado Latino en Inglaterra", En; Anales de la Academia Matritense del Notariado. Tomo XXII. Vol. 2. pág. 86. Castán asevera que la función notarial tiene un contenido complejo: labor dinxtiva o asesora, labor formativa o legitimadora y labor documental o autcntica~ora, 10 que implica una variadísima gama de operaciones o actividades. CASTAN TOI3ENAS, José: Función notaria I y elaboración notarial del derecho. Ed. Reus. Madrid, 1946. págs. 41 y sgtes. Sobre el notario latino véase, entre otros: CAMARA y ALVAREZ, Manuerde la "El notario latino y su función" y VALLET DE COYTlSOLO, Juan. "La función notarial de tipo Latino" y "El notario y!a contratación en la sociedad de masas". En: Revista de Derecho Notarial. Años 1972,1978y1980. (2) NlJl\lEZ LAGOS, Rafael. "De 10s notarios para los notarios". En: Revista del Colegio de Notarios de Lima. Año 1,Número 1. Lima, junio de 1968. pág. 29. (3) MARTINEZ SARRION, Angel. "El Notariado en la baja romanidad". Academia Matritense del Notariado. Tomo XXII. Vol. 1. pág. 19. (4) FONT BOIX, Vicente. Ob. cit. pág. 67. (5) CONZALEZ PALOMINO, José. Instituciones de Derecho Notarial. Ed. Reus. Madrid, 1948. pág. 22. PONDE, Eduardo Bautista. Origen e historia del Notariado. Ed. Depalma. Buenos Aires, 1967. pág. 109. CIMENEZ- ARNAU, Enrique. Derecho Notarial. Ed. Universidad de Navarra. Pamplona, 1976. pág. 96. (6) AZPEITIA, Matco. Evolución mundial del Notariado. Colegio de Notarios de Barcelona. Barcelona, 1931. pág. 8. Asimismo: Derecho Notarial Extranjero Madrid, 1929, sobre la evolución y el carácter dd tabelionato. (7) GIMENEZ-ARNAU, Enrique. Ob. cit. pág. 90. Véase sobre los precedentes hebreos, egipcios, griegos, ctc., pags. 91-92. PONDE, Eduardo Bautista. Ob. cit. capítu10s I y 11. GIRON,J. Eduardo. El Notario Práctico o Tratado de Notaría. Guatemala, 1932, pags.ll y ss. Según asevera Nieri "El notariado es antiquísimo; su existencia, vale decir su real y verdadera vida, confusa y balbucientc en virtud de su forma! falta de delimitación de poderes, comenzó desde las primeras manifestaciones contraet uales de la sociedad". NIERI, Argentino 1.Trat;¡do teórico y práctico de Derecho Notarial. Ed. Dcpalma. Buenos Aires, 1980. Volumen I. Parte general. pág. 477 (8) Las denominaciones que, siguiendo a diversos autores enumcra Giménez-Amau son las siguientes: ~tabellio,tabul/arius, notarius, cursor, amanumsiis o Emanuensis, gmfarios, librarius, scriWlrius, cognitor, aCluarius,chartulilrius,axceptor, libefense, censWlle, refedrndarius o refrendaris, scriba, conciliarius, cancelarius, logographis, numerarius, cornicularius, diastoleos, episto/ares y argenlnrios~. CIMENEZ- ARNAU, Enrique. Ob. cil., págs. 92-93.Vallct de Goytisolo, refiréndose al" Apparatus" de Miers, hacenotarquceste jurista de la primera mitad del siglo XV usaba "indifcrcnciadamcntc los ténninos notarius, tabellio y scriba". VALLET DE GOYTISOLO,Juan. "Aportación del 'Apparatus' de Tomás Micrs a la historia del notariado 111 En: Anales de la catalán". En: Anales de la Academia Matritense del Notariado. Tomo XXII. Vo1.lo Pág. 364. (9) BERNARD, Tomás Diego. "Escriba",en EncidopediaJurídica gentina, Buenos Aires, 1982, Tomo X, pág. 582. Omeba, Ed. Bibliográfica Ar- (10) PONDE, Eduardo Bautista. Ob. cit., pág. 32. (11) CARO ESCALLON,Joaquín. El Notario Latino, Estatuto Nacional Colombiano y Derecho Comparado. Ed. Temis Librería, Bogotá, Colombia, 1980, pág. 13. Asimismo: BARRAGAN, Alfonso M. Manual de Derecho NotariaL Ed. Temis, Bogotá, Colombia, 1979, pág. 17. (12) MARTlNEZSEGOVIA, Francisco, Función Notarial, Ediciones Jurídicas Europa.América, Buenos Aires, Argentina, pág. 30. (13) AZPEmA, Mateo. Ob. cit. pág. 8. Según los tratadistas --dice Nieri- "el tabelión fue el verdadero recursor del notario; nación como una necesidad de la vida práctica". NlERI, [ Argentino . Ob. cil. Vol. 1. pág. 475. Avila Alvarez afirma: "Solamente los 'tabelliones' (de 'tabellia', tablilla) pueden considerarse precedentes del notario, tal como hoy se le considera". AVILA ALV AREZ, Pedro. Derecho notarial. Bosh, Casa Editorial. Barcelona, 1986. pág. 3D, (14) BARRAGAN, Alfonso M. Manual cit., págs. 17.18. Asimismo, Apuntes del Derecho Notarial, Bogotá, 1977.pág. 14. (15) noNO, José. Historia del Derecho Notarial Español, publicado por la Junta de Colegios Notariales de España, Madrid, España, 1976, Tomo 1., pág. 45 Y 47. (16) DE LOS MOZOS, José Luis. Metodología y Ciencia en el Derecho Privado Moderno, Ed. Revista de Derecho Privado y Editoriales de Derecho Reunidas, Madrid 1977, pág. 198. (17) PIRENNE. Jacques. Historia Universal- Las Grandes comentes Barcelona, España, 1973, Vo1.l, pág. 435. de la Historia, Ed. Exito, (18) SILVA, Armando. "Corpus Juris Civilis" en Enciclopedia Jurídica Omeba, T. IV Buenos Aires, 1984. pág. 919. Véase también PONDE, Eduardo Bautista, Ob. cil. pág. SO. (19) CARO ESCALLON, Joaquín. Ob, cit., pág. 14 Y 13. (20) Ibid. pág. 14. Los tabelioncs -dice Pclosi- redactaban los instrumentos o documentos denominados generalmente instrnmenta o documenta. publkae confecta. PELOSI, Carlos A. Et documento notarial. Editorial Astrea. Buenos Aires, 1980. pág. 5. Pondé expresa que "no poseía la fuerza del documento público con autenticidad emanada de la intervención de un magistrado, ni era fcble cual el documento privadoM, pero por la intervención asesora y redactora del tabcli6n adquiría una connotación especial. PONDE, Eduardo Bautista. "Escuela de Arte Notarial y legislación justinianea". En: INSTITUTO ARGENTINO DE CULTURA NafARIAL. Estudios jurídiconotariales (en homenaje al doctor Carlos A. Pelosi). Buenos Aires, 1981. pág. 286. (21) PONDE, Eduardo Bautista. Ob. ciL págs. 68-69. "En último término, las grandes migraciones marcan la culminación de la penetración mutua entre germanos y romanos, iniciada a través de las honteras imperiales.", según afmna Bravo Lira. Además, agrega, "las migraciones germánicas vinieron a poner término a un proceso histórico de decadencia que corrofa desde hacía siglos el mundo romano". BRAVO LIRA, Bcmardino. Fonnación del. 112 \ derecho o«;idental. Editorial jurídica de Chile. S,mtiago, 1970. pág. 166 Y pág. 171. (22) DE LOS MOZOS, José Luis. Ob, cit., pág. 200. (23) PONDE, Eduardo Bautista. Ob. cit., pág. 71. (24) AZPEITIA, r..Iateo Ob. cit., pág. 59 (25) PONDE, Eduardo Bautista. Ob. cit., pág. 71 (26) NUÑEZLAGOS, Rafael. ''E1doCllmentonotarial yRolandino"'.En: PASSAGGERI, Rolandino. Aurora. Con las adiciones de Pedro de UNZOLA. Versión al castellano de Víctor Vicente Vela y Rafael Nuf\cz Lagos. IlustrcColegio Notarial de Madrid. Segundo Congreso Internacional del Notariado Latino. Madrid, 1950. (Imp. 1485). págs. XVIII y XIX. (27) CARRAL Y DE TERESA, Luis. Derecho Notarial y Derecho Registra1. Ed. POITÚa,México, 1979, pág. 222. (28) NUÑEZ LAGOS, Rafael. Ob. dI., pág. XIX. (29) PIRENNE, Jacques. Ob. cit., pág. 60-61. (30) rONDE, Eduardo Bautista, Ob. cit., pág. 108. (31) rONDE, Ed uardo Bautista. Ibid. ~Laprimera manifestación del notariado, como organismo de auténtica función pública, surgió a la vida europea en Francia con e] advenimiento de 10s juidices chartularii. La obra cultural, en esta ciencia, la inició CARLOMAGNO, el rey emperador mas imponente de la edad media". NIERI. Argentino l. Ob. cit. Vol. 1 pág. 475. '"Elgran número de juicios fingidos -dice Nuñez Lagos-l!evó a crear jueces especiales que se l1i1milron "judices chartularrii". No se sí Carlomagno, (falh:.'Cidoen el año 814) fue el creador de c!los como pretenden algunos, o si más bien sus Capitulares fl.'Cogen un funcionario de época anterior. De CIlalquier forma, en el siglo XIII los "judiccs chartularii" ya dcsempCi\aban su ~nción en forma semejante a los Notarios de hoy, y desde Juego se lIaman Notarios". NUNEZ LAGOS, Rafael. Estudios sobre el valor jurídico del documento notarial. (Notas de historia y exégesis). Alcalá de Henares, 1945. pág. 52. Nota 1. (32) PONDE, Eduardo Bautista. Ob-cil. pág. 152 (33) CARO ESCALLON, Joaquín. Ob cit. pág. 18. (3'1) NU1\/EZ LAGOS, Rafael. Ob. cit., pág. XVHI. (35) P ASSAGERI, Rolandino. Ob. cit., pág. 228. (36) BONO, José. Ob. cit., T.I, pág. 96 (37) roNDE, Eduardo Bautista. Ob.cit., pág.145. Asimismo págs.HO y ss. José Bono rcca1caque "la ordenación notaria1 de la Iglesia es la de ámbito de vigencia más general (...) porloquc su influencia l'Iormiltiva alcanza a todo el Occidente". nONO. José. Ob. cit. pág. 188. (38) BONO, José. Ob. cil. p. 30. ROAN MARTINEZ, José.lbíd. 113 pág. 4. (39) BONO, José. Ob. cit. p. 33. (40) KING, P.D. Dere.;:ho y sociedad en el reino visigodo. Versión española de M. Rodríguez Alonso. Alianza Editorial, 1981. pág. 11. En lo referente a los notarii de las fuentes visigodas dice King: "no eran notarios en el sentido moderno de la palabra, sino secretarios, escribas...". Nota 4. pág. 73. (41) BONO, José. Ob. cit. págs. 80-81. (42) LARDIZABAL y URIBE, Manuel de. "Discurso sobre la legislación de los wisigodos y formación del Libro o Fuero de los jueces, y su versión castellana". En: Fuero Juzgo en latín y castellano cotejado con los más antiguos y preciosos códices por la Real Academia Española. Madrid, 1815. pág. XI. (43) PONDE, Eduardo Bautista. Ob. cit. pág. 97. (44) CERA VOLO, Francisco. "El Notariado y el documento notarial y las Partidas". En: Revista Notarial. Ng 767. La Plata, Argentina, 1966. pág. 1561. (45) BARRAGAN, GuiJIcnno C. La obra legislativa Buenos Aires. Argentina, 1983. pág. 37. (46) MINGU1}ON, Salvador. "Fuero Real". En: EDITORIAL FRANCISCO SEIX S.A. Nueva enciclopedia jurídica. Pub!. bajo la dirección de Carlos E. Mascareñas. Barcelona, 1985. Tomo X. pág. 346. (47) Según cita de F. CERA VOLO. "El Notariado...". En: Revista Notarial NI!767. pág. 1554. En el "Discurso Preliminar" sobre el Fuero Viejo de Castilla se lec sin embargo; "Esta general aceptación del Fuero Real, que no pudo conseguir D. AlonsoelSabio en Castilla, se logró en las demás Provincias, que componian el resto de su Rcyno; porque a 10 menos las de León, Galicia, Sevilla, Córdoba, Murcia, Jaen, Badajoz, Baeza, y el AIgarve, adoptaron desde luego, y sin resistencia el Fuero Real. "JORDAN DE ASSO y DEL RIO, Ignacio y MANUEL y RODRIGUEZ, Manuel de. El Fuero viejo de Castilla, sacado, y comprobado con el exemplar de la misma Obra, que existe en la Real Biblioteca de esta Corte, y con otros MSS. joachin Ibarra, Impresor de Cámara de S.M. Madrid, M. OCc. LXXI. pág. XXXIi. (48) BONO, José. Ob. cit. pág. 238. Asimismo, véase las págs. 238 al 241. (49) PONDE, Eduardo Bautista. Ob. dI. pág. 211. (50) LEZCANO DE PODEITI, Amclia. "El cspéculo".En: Encidopedia Aires, 1982. tomo X. pág. 745. (SI) PONDE, Eduardo Bautista. Ob. cit. pág. 216 "Si no fuece imprudencia -asevera el mismo autor-, prodriamosañadirdcl Espéculoquela temática notarial enéltratada es un borrador, un bosquejo de las Partidas." lbid. Barragán afirma por su parte que el Espéculo "es de concepción y realización más modesta que el Fuero Real", pero que conjuntamene con éste "agota el camino hacia Las Partidas". BARRAGAN, Guillenno C. La obra legislativa... cit. págs. 36 y 37. de Alionso el Sabio. Abeledo-Perrot. Jurídka Omeba. Buenos (52) CERA VOLO, Francisco. Ob. cit. pág. 1561. Para Barragán la podemos considerar como "la 114 culminaciÜn de ]a obra legislativa de Alfonso el Sabio", quien constituyó -dic~ "1.1 personificación de la cultura de su época" ycuya participación en]a misma fue decisiva. Se trata de una obra de carácter enciclopédico, en la que no solamente se puede encontrar preceptos de carácter jurídico, sino aspectos de carácter filosófico J teológico, así como normas morales y pedagógicas. BARRACAN, Cuillermo C. La obra Icgislativacit. págs. 37, 38,y61. (53) Castán-De los Mozos se refieren a ¡as Partidas como "monumento literarrio y jurídico, inspirado en cJ Den_'Choromano y en el canónico", y como cJ j nstrumento más rcpresen tativo de la "rcccpción"_dcJ primero en España, independientemente que tuvieran fuerza de ley. CASTAN TOI3ENAS, José. Derecho civil español, común y foral. (Tomo Primero. Introducción y parte general) Ed. revisada y puesta al día por José Luis DE LOS MOZOS. Reus, S.A. Madrid, 1988. Vol. 1. págs. 192-193. Véase asimismo: CARCIA CALLO, A]fonso. Manual de Historia del Derecho español. Madrid, 1973. 5.'1.edición. 1,págs. 167 y ss. "En el juicio crítico sobre las Partidas,-dicc Amc1ia de Podctti-debe pesartambién su influencia incontrastable de varios siglos en España y América". LEZCANO DE POOml, Amelia. "Partidas de Alfonso el Sabio". En: Enciclopedia jurídica Omcba. cit. Tomo XXI. pág. 571. En el "Prólogo" de lasSicte Partidas se hace una explicación sobrecl uso del siete p¡:¡radividir ].1obra, lo que a Barragán por ejemp]o]e parece "una cándida expOsición de las cualidades y significado" dedicho número. (I3ARRACAN, Cuillermo C. La obra legislativa cit. pág40). Dicho prólogo expJica en síntesis de 10 que trata cada Partida. Refiriéndose al tema de nuestra exposición cabe citar 10 que se afirma sobre la tercera. ~En la tercera Partida fablamos d~ ~¡ Ju~tici.l, que faZ!:beuir a los hombres unos con otros en paz, e de aquellas cosas que sean 1/"IeTIester para ello,ansi como d~ ws Juezes, ede los personeros, ede los testigos, e de las pesquisas, ede todas Iflsescrípturas, ede los juyzios,ede lasalzafWs,ede 1a.sseroidumbres". LOPEZ, Gregario. Las siete partidas del muy noble rey don Alfonso el Sabio glosadas por el Lic. Compañía general de impresores y libreros del Reino. Madrid, 1843. Tomo f. págs. VI a V]II. (54) DONO,José. Ob.dt. pág. 245. En la transcripción de LasPartidas te la ortografía original para facilitar su lectura. no respetamoscxactamen- (55) I~OORICUEZ ADRA[X)5, antonio. "El derecho notarial en el Fuero de Soria y en 1.1 1o:gis1aciónde Alfonso el Sabio". En; Revista de Derecho Notarial. N2 XLIV. pág. 148. (56) I30NO, José. Ob. cit. pág. 255-256. (57) DONO, José. Ob. cit. pág. 246. (58) BARDALLO,]ulio R."Do:rcchonotarial, fuentes e integración". En: Revista Notarial N2763. Págs. 1791 -1865. (59) Y MOLlNA, Sancho. Comentario critico-jurídico literal a las ochenta y tres leyes deToro. Madrid, 1852.Scgunda edición. (Facs. Banchs, Editor, Barce]ona, 1974).pág. DE LLAMAS 46. V&lse, asimi5mo, el ilustrativo comentario sobre los alcances de esta l.cycn lo referente a las formalidades de los testamentos en las págs. 46-56. (60) NECRI, José a. Obras de José A. Negri, (Historia del Notariado Argentino). Colegio de Escribanos. Capital Federal, Rep. argentina, 1966. Vo1.l!. pág. 14. I30RZONI, Aldo H. "Breve historia del notariado". En: Revista del notariado. Duenos Aires, 1952. pág. 281. (61) TAU ANZOATECUI, Víctor. ¿Ql1~ fue del Derecho India.no? Abclcdo Perrot. Buenos Aires. 1988. pág. 20. Sobre la abundante cantid¡:¡d de oficios notariales del Derecho Indiano 115 véase: LARRAUD, Rufina. "Esquema del notariado uruguayo. Historia, Estado actual y aspiraciones". En: Revista IntemacionJI del notJriado latino. NQ54. pág. 270. Preguntémonos-dice Mustépich refiriéndose a los notarios americanos-a quienes debemos que se conserven documenlos fundamentales de nuestra historia, eventos que van desde la fundación de !as ci'jJ;tdes hasta las más ínfimas peticiones al Rey, desde 10s acuerdos del Cabildo hasta la cor~cspondencia oficia], "todo está redactado, registrado, ordenado por aquellos mismos notarios tan ingratamente menosabadosahora y siempre". MUST APICH, José María. "Evolución de la Notaría". Revista del Notariado. Abril 194I. pág. 135. (62) Véase sobre la historia del notariado pemano: CARCIA CALDERON, Francisco. Diccionario de la legislación peruana. Imp. del Estado. Lima 1862. Tomo 11.DE LA LAMA, Miguel Antonio. Ley de notariado (con nociones preliminares e históricas, anotaciones y apéndi. ces). Lib. clmp. Cil. Lima, 1912. rONDE,EduardoBautista. Ob.cil. pp.428y ss. sarOMAR. YOl{ BERNOS, Carlos Augusto. El notariado a partir de su codificación. Lima, 1984. CHEPOTE COQUIS, Rafael y ORIHUELA IDERlCO, Jorge. "Antecedentes históricos, estado actual y proyecciones del notariado peruano". En: Revista. Internacional del Nota. riado. NQs. 59 y 60. pág. 173 Y sgtes. CALVEZ HERRERA, Ciro. Crilica a la legislación notarial y registI'ill. El poder de la fe pública. Lima, 1980. págs. 82 y sgtes. (63) PONDE, Eduardo Bautista. Ob. cil. pág. 256. (64) CARO ESCALLON, Joaquín. Ob. dI. págs. 27 y 28. (65) MAZEAUD, Henri y León y MAZEAUD, Jean. Lecciones de Derecho Civil. Trad. Luis Alcalá.Zamora yCastillo. EdicionesJurídicas EuropaAmérica. Buenos Aires, 1976.Primera Parte, Volumen L pág. 53. Refiriéndose a este famosa Ley de Ventoso asevera Máximo paz que "trasformó la concepción m undial del notariado" y Martínez Scgovia dice que con dicha ley" se sali:5, recién, del ambiente judicial para situar el quehacer del notario en el clima extrajudiciar'. PAZ, José Máximo. Derecho notarial argentino, De las escrituras públicas. Buenos Aires, 1939. pág. 80. (destaca asimismo la legislación de Piamonte y las legislaciones forales de Aragón y Cataluña donde "pueden constatarsc notables antecedentes, ante los cuales muy poco o nada crc6la tan famosa yconocida ley francesa"). MARTINEZSEGOVIA, Francisco. Ob. cit. pág. 29. Original o no-asevera Giménez .Arnau-, es la Ley de Ventoso la primera que lleva al campo del Notariado las consecuencias de al revolución política, y si a ese hecho se añade la enorme influencia que producirá el Código de Napoleón, próximo a publicarse, seexplica la resonancia de este texto en kxios los países". CIMENEZ.ARNAU, Enrique Ob. cit. pág. 115. Esta ley, sin embargo, ha devenido en una ley inadaptada a]a evolud6n económica. MACNAN, Jean-Louis. Le Notariat et te monde moderne. Librairie Cenerale de Droit et de Jurisprudence. Pans, 1979. pág. 11L (66) CONZALEZ PALOMINO, José. Ob. cil. pág. 168 (67) rONDE, Eduardo Bautista. Ob. cit pág. 309 (68) sobre la Unión Internacional del Notariado Latino, véase: para una visión sintética, entre otms: RIERA AISA, Luis. "Notario". En: Nueva Enciclopedia Jurídica. (F. SEIX) cit. Tomo XVII, en espcciallas pags. 537-539. FLOREZ BARRON, Alberto. La Unión Internadal del Notariado Latino. Lima, 1980. GATIARl, Carlos Nicolás. Manual de Derecho Notarial. Ediciones Depalma. Buenos Aires. 1988. págs. 409-412. PONDE, Eduardo Bautista. Ob. cit. págs.SOl-519. 116