lo que un estudiante debe conocer antes de emprender unas

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LO QUE UN ESTUDIANTE DEBE CONOCER ANTES DE
EMPRENDER UNAS PRÁCTICAS NO
RETRIBUIDAS EN UNA EMPRESA PRIVADA
PRIMERO
La nueva redacción que se va a dar al artículo 83 de la LOU contempla la
prestación de servicios en organismos, entidades o empresas públicas o
privadas.
Esta insólita redacción, mientras no se pronuncien los Tribunales, choca
frontalmente con el artículo 35 de la Constitución, que reconoce el derecho
de los ciudadanos a “la promoción a través del trabajo y a una remuneración
suficiente para satisfacer sus necesidades”, y Estatuto de los Trabajadores,
que reconoce la existencia de relación laboral cuando se presten servicios
para cualquier empresario.
El no reconocimiento de relación laboral en la prestación de servicios a que
se refiere el nuevo artículo 83 de la LOU, sume al estudiante en una
descarada vulneración de los derechos fundamentales más básicos de la
persona, como la indefensión, derecho a una remuneración y su promoción a
través del trabajo, el derecho a la sindicación para luchar contra abusos,
etc, etc, etc.
Incluso podríamos hablar del establecimiento del sometimiento al estudiante
a Trabajos forzados o prestaciones personales obligatorias como precio
añadido al pago de unas tasas más que abusivas en una matrícula a todo aquél
que pretenda acceder a la Educación Superior y desarrollarse como persona.
A estos efectos, el Tribunal Supremo y el Tribunal Constitucional ya se
pronunció sobre situaciones análogas en el desempeño de las Prestaciones
Sociales Sustitutorias del Servicio Militar de los Objetores de Conciencia,
señalando que cuando hay prestaciones no remuneradas en una entidad pública
o privada, dichas prestaciones no pueden consistir en funciones recogidas en
un convenio laboral, para evitar una sustitución de puestos de trabajo. De
modo que un objetor de conciencia debía prestar un servicio a través de unas
funciones que paradójicamente debían ser socialmente inútiles en el mercado.
En el mismo sentido se pronunció la justicia sobre la aplicación de
sanciones a los funcionarios públicos con la aplicación de “deducción
proporcional de retribuciones” por considerarse que, cuando a un servicio
prestado se le retira la remuneración, se está incurriendo en imposición de
trabajos forzados.
Con el nuevo artículo 83 de la LOU, la situación de los objetores de
conciencia se va a reproducir con los estudiantes universitarios, o la
introducción de trabajos forzados a estudiantes, con la agravante de que la
prestación de servicios se deben hacer, cuando se trate de empresas
privadas, en entidades con ánimo de lucro.
POR ELLO, SE RECOMIENDA, ANTES DE COMENZAR LA ACTIVIDAD:
1.
Tramitar dos consultas vinculantes al Consejo de Departamento competente,
reclamando:
a)
Se defina de modo claro y conciso, cuáles son las competencias EXACTAS
del estudiante en el seno de la empresa, legitimando la consulta en el hecho
de que la calificación de las prácticas deben estar basadas en el desempeño
de destrezas y competencias. Recordarles que para poder desarrollar las
destrezas que dice requerir la Convergencia Europea y poder aprender a
aprender, necesitamos que nos aclararen previa y fehacientemente los límites
de dichas competencias, para no salirnos ni un milímetro de éstas y, en
consecuencia, nos suspendan o nos sometan a trabajos forzados.
b)
Cuáles van a ser los criterios de calificación de las prácticas, quién es
el organismo competente para ello, y con qué criterios se aplicarán.
2.
Enviar una carta de presentación al Consejo de Departamento y al
responsable de la empresa recordándole su calidad de estudiante o
investigador universitario, sujeto a unos deberes académicos en el contexto
de Autonomía Universitaria y, por tanto, no sujeto a ninguna relación
contractual remunerada con la empresa. Indicarle cortésmente que su cometido
es el estudio en el respeto a su absoluta libertad académica (libertades de
estudio e investigación), protegidos de modo especial por la Constitución
como derechos fundamentales y, por lo tanto, es la empresa la primera
interesada en el respeto a dichos derechos y no someter al estudiante a
trabajos forzados que pudiesen desembocar en un escándalo público que
deteriore la imagen de la empresa. No estaría de más pedirle cortésmente que
la empresa tome las medidas oportunas para el respeto a dichos derechos
inherentes a la persona en tanto que estudiante o investigador
universitario.
3.
Contactar inmediatamente con los sindicatos de la empresa y consultar al
Ministerio de Trabajo el contenido de los convenios colectivos vigentes en
la empresa, para que den información de las funciones sujetas a régimen
laboral, para no realizar en ningún caso trabajo remunerado que suponga
sustitución de puestos de trabajo. En caso de que se induzca a un estudiante
a realizar funciones remuneradas, denunciar inmediatamente ante el
Ministerio de Trabajo, el Rector, el Consejo de Departamento, el Ministerio
de Educación, sindicatos y presentar queja ante la misma empresa expresando
el temor de suspender las prácticas por negarse a someterse a trabajos
forzados propios de un régimen penitenciario propio de una dictadura.
4.
Si en un momento dado se intenta acosar a un estudiante por no hacer
tareas propias de un trabajador, alegar siempre que tenemos miedo de que, al
salir del ámbito de nuestras competencias como estudiante no trabajador,
puedan suspendernos las prácticas por no haber aprendido las ejercer las
competencias, o que tememos que pueda pasar algo que pudiese ser motivo de
responsabilidades, al haber intervenido en un ámbito que no entra en el
límite de nuestras competencias.
5.
En caso de que en las prácticas la empresa no pueda adjudicar o definir
función inútil alguna, es importantísimo cumplir escrupulosamente el
horario, aunque nos quedemos sentados en una silla leyendo cualquier
chorrada. Mientras cumplas con el horario académico no podrán buscar
represalias.
6.
En caso de acoso o “moobing”, no hace falta decir que para eso están las
bajas médicas y, por supuesto, los registros de la Universidad para ir
dejando rastro fehaciente de todo lo que se va diciendo y haciendo.
SEGUNDO
Cuando la empresa pida datos de carácter personal, dar sólo el número de
matrícula de la universidad, invocando el derecho a la intimidad, conforme
la Ley Orgánica 15/1999. No se recomienda dar domicilio, ni número de
teléfono, ni D.N.I.... etc. Pensad que con esos datos una empresa puede
crear un perfil de tu personalidad que puedan utilizar en tu contra si un
día solicitas un puesto de trabajo, o bien pueden localizarte fuera de tu
horario académico para hacer servicios extraordinarios con a amenaza
implícita de suspenderte las prácticas.
Conviene advertir a la Secretaría de la Universidad que te opones a
cualquier cesión de datos personales y académicos de tu expediente a ninguna
empresa.
En caso de que se te intente forzar a dar datos personales, o que la
secretaría hace una cesión ilegal de datos, denunciar el hecho a la Agencia
Española de Protección de Datos para la oportuna depuración de
responsabilidades, además de al Consejo de Departamento y el Rector,
indicando tu temor de que se tomen represalias enmascaradas en las
calificaciones por no ceder datos personales. Dicha denuncia es esencial en
caso de un posterior conflicto o impugnación de calificaciones.
TERCERO
Una entidad no académica y no universitaria no tiene potestad de calificar a
un estudiante. En caso de que una empresa intente utilizar su posición de
dominio para influir en la calificación, denunciar inmediatamente
reivindicando la objetividad de las calificaciones, y señalando que el
artículo 103 de la Constitución, aplicable a las Universidades Públicas,
garantiza la imparcialidad de los docentes, que son quienes deben calificar
y resolver las impugnaciones.
CUARTO
Cuando se nos requiera información sobre nuestros conocimientos, nunca
darla. Siempre responder que no sabes y no tienes más información que la que
la empresa te da. En la empresa estamos para aprender a aprender, y no para
enseñar a patentar, y mucho menos para facilitar el beneficio de la empresa,
que es lo que se busca con la reforma de la LOU. Además, no olvidar que la
empresa puede estar procesando la información gratuita que dan
altruistamente los universitarios para obtener derechos de patentes o
beneficios económicos. Tampoco olvidéis que en ningún caso una empresa puede
prohibir que un estudiante saque información de ella y pueda transmitírsela
a la competencia. Como el mismo proceso de Bolonia indica, se trata de que
los conocimientos corran libremente por la sociedad del conocimiento. No
olvidar que al no existir relación laboral con la empresa, no pueden coartar
nuestras libertades de investigación y estudio.
En caso de que se nos exija la entrega de algún trabajo para calificación,
en caso de que dicho trabajo sea preceptivo, enviarlo mediante registro para
los posibles derechos de patentes que pudiesen derivarse en caso de que se
utilice el trabajo de estudiante para beneficio de la empresa.
Conviene leerse muy bien la Ley de patentes, para tener siempre la respuesta
a punto cuando la empresa nos rete a competir entre nosotros.
QUINTO
Un estudiante sin contrato no depende en ningún caso de recursos humanos de
empresa alguna, sino que depende exclusivamente de lo que le diga la
Universidad desde su Autonomía institucional. Lo más importante es
establecer la menor comunicación posible con las personas de la empresa,
para que no calen el modo como pueden dominarte para que te rindas a sus
propuestas, iniciativas, etc... que siempre intentarán hacer de modo muy
educado y sutil, como si todo fuese desinteresado y te estuvieran intentando
hace favores porque les caes bien. Exigir que dichas propuestas,
iniciativas, etc te las den por escrito, por si tienes algo que alegar o
denunciar. Siempre dirigirse a la empresa por escrito a través de los
registros de la Universidad, y exigir que se te dirijan por igualmente por
escrito.
SEXTO
Nunca implicarse en la falta de ética de la empresa. En caso de que te
obliguen a realizar tareas recogidas en un convenio colectivo, denunciar los
hechos por estar tipificados como delito contra los trabajadores. Si a pesar
de seguir todas estas recomendaciones logran legalmente encomendarnos alguna
tarea inútil dentro de nuestras competencias, se aconseja llevar un
cuadernillo escondido para ir apuntando toda ilegalidad detectada en la
empresa para denunciarlo sin previo aviso ante Hacienda, la Comunidad de
Madrid..... Sacar a la luz todo indicio de escándalo, ilegalidad o indicios
de delitos en la empresa, fueren cual fueren. Denunciar todo lo que se vea
ante las autoridades competentes para que nunca no puedan acusar a nosotros
de encubrimiento o cómplices de abusos a clientes, consumidores,
empleados.... etc, etc, etc..., y siempre haciendo constar que temes que te
hagan algo como represalias por denunciar.
SÉPTIMO
Sugerencias que cualquiera pueda considerar convenientes.
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