MODELO DE ATENCIÓN INTEGRAL EN LOS ALBERGUES

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 MODELO DE ATENCIÓN INTEGRAL
EN LOS
ALBERGUES ESCOLARES INDÍGENAS:
LA GESTIÓN
DESDE EL ENFOQUE DE DERECHOS
CON NIÑAS,
NIÑOS Y ADOLESCENTES 1 El Modelo de Atención Integral en los Albergues Escolares Indígenas: la Gestión desde el Enfoque de Derechos
con Niñas, Niños y Adolescentes, es una propuesta interinstitucional integrada por la Comisión Nacional para el
Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), la organización Save the Children, la Dirección de Educación Indígena
del IEEPO, y la Sección 22 de la CNTE. Especialmente se agradece a las y los jefes de albergue, a las ecónomas,
comités de apoyo, padres de familia y autoridades comunitarias e institucionales, supervisores y supervisoras de
la CDI y la DEI, por sus ideas y experiencias compartidas que alentaron la construcción del Modelo.
Save the Children
María Josefina Menéndez Carbajal
Elaboración
Mariana Valdés Riveroll
Carmenza Restrepo Escobar
Javier Camarena Romero
Luis Alavez Bautista
Martha Aída Castañeda Pérez
Asesoría
Araceli Borja
Rosa Poiré
Mónica Fernández Rivera
Colaboradores
Brigadistas Save the Children:
Alejandro de Jesús Ramírez
Ana Laura Rivera Cárdenas
Carlos Camacho Hernández
Carolina Chávez Mendoza
Delives Altamirano Jiménez
Gabriel Tovar Tranquilino
Isi Pantoja de los Santos
Margarito Zaragoza Castelán
Socorro Romero Alcántara
Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas
Xavier Abreu Sierra
José Ramírez Mijangos
Concepción Rueda Gómez
Ana Gazga Pérez
Dirección de Educación Indígena- IEEPO
Hildeberto Reyes Manzano
Luis Antonio Lorenzo
Mateo Atalo Cruz Ramírez
Alma Delia Ruiz Vázquez
Sindicato Nacional de Trabajadores de la
Educación Sección XXII-SNTE
Francisco Clavel Herrera
2 CONTENIDO
Agradecimientos
Presentación
1. El proceso de cambio en los albergues escolares indígenas
Proceso vivido
Referentes internacionales
Referentes nacionales
II. El Modelo de Atención Integral en los Albergues Escolares Indígenas: la Gestión desde el
Enfoque de Derechos con Niñas, Niños y Adolescentes
A) Exposición de motivos
¿Qué es?
¿Cómo surge?
¿Cuál es su propósito?
B) Conceptos y principios que orientan el cambio
C) Componentes del Modelo
Ejes de intervención
Esquema del Modelo
Guías: conceptual, operativa y didácticas del Modelo
D) Estándares de gestión
Concepción de los estándares
Eje Básico / Enfoque de Derechos
Eje Transversal / Vida Cotidiana
Eje Estratégico / Construyendo el Sistema de Protección Integral
Eje Metodológico / Gestión con Enfoque de Derechos
E) Base metodológica
Gestión con enfoque de derechos
Programación con enfoque de derechos
Estrategias para el acompañamiento, supervisión y seguimiento
3 Presentación
Save the Children es la organización civil que puso en la Agenda Internacional la Declaración Universal de los
Derechos del Niño. Este acontecimiento es el parte aguas del que se generaron una serie de instrumentos que exigen
a los Estados su cumplimiento. El más significativo es la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN) aprobado
en 1989 en el seno de las Naciones Unidas.
A 20 años de la ratificación de la CDN1, el Gobierno Mexicano ha reconocido la situación histórica de inequidad,
subordinación y discriminación hacia los pueblos indígenas2 y particularmente hacia sus niños y niñas, y ha buscado
promover una política de Estado, en la que se dignifique a la persona y se fomente su participación en la construcción
de una sociedad más igualitaria, en la que los niños y niñas indígenas, sean parte sustantiva de la vida democrática de la
sociedad mexicana, al poder ejercer plenamente sus derechos humanos individuales y colectivos3.
Como parte de esta política de Estado, el Programa Albergues Escolares Indígenas operado por la Comisión Nacional
para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), constituye hoy en día, una posibilidad de dar albergue, alimentación
y educación a las niñas, niños y adolescentes, ante la imposibilidad del Estado Mexicano de garantizar una educación
de calidad y una presencia constante de las instituciones educativas y de salud en la totalidad de las comunidades
rurales.
Con base en lo anterior, la CDI, Delegación Oaxaca, se propuso en 2009 hacer un diagnóstico en 40 albergues
escolares Indígenas, para conocer las condiciones en que operan. El diagnóstico fue realizado por Save the Children,
quien también capacitó in situ a niños, niñas, jefes y jefas de albergue, ecónomas y comités de apoyo, con base en su
experiencia de más de 90 años en el trabajo con niñas y niños.
El diagnóstico de los 40 albergues escolares permitió captar las condiciones de vulnerabilidad en que viven las niñas,
niños y adolescentes indígenas. Esta realidad planteó a las instituciones participantes, la necesidad y el reto de diseñar
un modelo para la atención integral de este sector de población que permitiera:
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Actuar con base en el marco internacional para velar por el cumplimiento de los derechos individuales y
colectivos de las niñas, niños y adolescentes albergados.
Fortalecer la formación del personal que atiende los albergues escolares para que puedan mejorar la atención que
se da a niñas, niños y adolescentes mejorando los servicios, a través de la construcción de un sistema de
protección a la infancia para promover en la niñez una vida digna y el desarrollo integral con identidad.
Convocar la participación de los garantes y actores sociales que pueden contribuir al cumplimiento de los
derechos de la niñez en los albergues escolares, para sensibilizarlos y lograr su participación activa en las acciones
que se organicen en el albergue.
Transformar a los albergues escolares en espacios de orgullo para las comunidades indígenas, por su contribución
a la vida comunitaria y el fortalecimiento cultural y social, mediante la formación de la niñez desde la perspectiva
de la nueva ciudadanía y una cultura de derechos.
Como resultado del esfuerzo conjunto de las instituciones participantes por continuar promoviendo el desarrollo con
identidad de los pueblos y las comunidades indígenas, a continuación se presenta en este documento, el Modelo de
Atención Integral en los Albergues Escolares Indígenas: la Gestión desde el Enfoque de Derechos con Niñas, Niños y
Adolescentes ( el “Modelo”), esperando que su difusión oriente las acciones del personal que tiene a su cargo los
albergues escolares, y coadyuve a su replicabilidad en otros estados de la República Mexicana, para hacer cumplir los
derechos de cada niña, niño y adolescente albergado.
1
2
3
Ratificados por el Estado Mexicano el 21 de septiembre de 1990 y entró en vigor el 21 de octubre de 1990 Acuerdos de San Andrés , Chiapas Convención sobre los derechos del niño y Declaración de naciones unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas. 4 I.
El proceso de cambio en los albergues escolares indígenas
El punto de partida. En el año 2009 Save the Children realizó un diagnóstico para conocer la realidad de 40 albergues
escolares indígenas del estado de Oaxaca. El marco de observación y análisis lo constituyó el enfoque de derechos de
la Convención sobre los derechos del Niño. De esta manera se pudo conocer los derechos de la niñez que se están
ejerciendo o vulnerando, las vivencias, expectativas, intereses y necesidades de las niñas, niños y adolescentes; la
forma de trabajo de las personas adultas del albergue (jefes o jefas de albergue, ecónomas, comités de apoyo), la
opinión de los garantes o actores sociales (padres y madres de familia, autoridades comunitarias e institucionales); así
como caracterizar las condiciones de equipamiento e infraestructura de los albergues escolares.
Segundo momento. Se tomó la decisión de construir un modelo de atención integral con alternativas viables para
dignificar la vida cotidiana de las niñas, niños y adolescentes que viven en el albergue. Para ello se construyó un marco
conceptual y metodológico que nos permitiera diseñar el modelo propuesto, teniendo como centro de las acciones a
las niñas, niños y adolescentes, además de lograr el compromiso de los padres y madres de familia, de las autoridades
comunitarias e institucionales, así como de otros actores para apoyar el cumplimiento de los derechos de la niñez.
También se decidió en conjunto que si se querían realizar cambios en los albergues, era necesario contar con un
perfil de Jefe o Jefa de Albergue, ya que este Modelo toma al Jefe o Jefa de albergue como líder y “motor” del cambio.
El perfil acordado tiene como principal elemento el que la persona “quiera” ser Jefe de Albergue, así como las
actitudes y experiencias de trabajo con niñas, niños y adolescentes. Paralelamente, se negoció con la CDI que se les
otorgue una compensación adicional sustantivamente mayor a la que venían recibiendo, en reconocimiento y como
retribución al mayor esfuerzo requerido.
Tercer momento. Se realizó el taller de capacitación de 22 jefes y jefas de albergue a quienes se les proporcionaron las
herramientas conceptuales y metodológicas para iniciar el proceso de cambio en los albergues escolares a su cargo. El
taller sirvió también para ir validando la propuesta del modelo y conocer las experiencias, aprendizajes y opiniones de
los jefes y jefas de albergue. Asimismo, se elaboraron planes de trabajo para llevar a cabo, a partir de ese momento, la
aplicación del modelo en los albergues escolares a su cargo. Posteriormente se realizaron talleres de capacitación con
los y las supervisores de los albergues escolares de la CDI y de la DEI, con los titulares de los Centros
Coordinadores y con las ecónomas, para dar a conocer y seguir construyendo el Modelo con todas las Instancias
operativas.
Cuarto momento. Se puso en marcha una estrategia de acompañamiento y monitoreo en los 22 albergues escolares
(cuyos jefes o jefas se habían capacitado) por parte del personal de las instituciones participantes. Save the Children
desplegó a sus brigadistas para realizar capacitaciones in situ sobre aquellos temas que no fueron comprendidos en su
totalidad, y se entregaron paquetes de material didáctico y herramientas básicas, para que los albergues contaran con
el material mínimo necesario para implementar el Modelo. Los brigadistas acompañaron el proceso de aplicación del
Modelo: se realizaron talleres infantiles, se promovió la alimentación adecuada, se realizaron vinculaciones con
garantes y actores sociales, y se trabajó con padres y madres de familia. Asimismo, el equipo encargado de diseñar la
propuesta visitó los albergues escolares para observar los procesos de cambio en la vida cotidiana del albergue, y
platicar con todos los actores involucrados para recopilar información específica respecto de la propuesta del
modelo, con el fin de continuar su validación y ajustes con base en las experiencias logradas en los 22 albergues
escolares, y poder integrar la versión final del Modelo.
Quinto momento. Se integró una mesa técnica de monitoreo y supervisión interinstitucional (Mesa de Seguimiento y
Evaluación de la Aplicación del Modelo. En ella participan representantes de la CDI, la DEI y la Sección Sindical del
Magisterio) con la finalidad de continuar la aplicación del Modelo en los 22 albergues escolares muestreados.
5 Todos los aprendizajes servirán para que el Modelo en su momento, pueda ser replicado en el resto de los albergues
escolares indígenas del país.
Esquema general del proceso para al cambio
Referentes internacionales
La Convención sobre los Derechos del Niño
Los Estados Parte definieron en la Convención sobre los Derechos del Niño que consideran niño o niña a todo ser
humano menor de 18 años. La CDN agrupa o reúne la mayor parte de los derechos humanos (civiles, sociales,
económicos y culturales) más importantes de las niñas, los niños y las y los adolescentes, sin los cuales no se podría
hablar verdaderamente de la niñez como sujetos de derechos y actor social. “Los derechos humanos son el conjunto
de prerrogativas inherentes a la naturaleza de la persona, cuya realización efectiva resulta indispensable para el
desarrollo integral del individuo que vive en una sociedad jurídicamente organizada”.4
Consideramos que la CDN tiene dos grandes méritos: el principal es lograr que todos los Estados reconocieran al
niño como sujeto de derechos, y lo que ello implica; el segundo mérito de este documento es, sin duda, su carácter
obligatorio y coercitivo para el Estado que lo ratifica, e implica además mecanismos de control. México ratificó la
Convención el 21 de septiembre de 1990 comprometiéndose a su cumplimiento. Contiene 54 artículos clasificados
en: medidas generales para su implementación, definición de niño, principios generales, derechos y libertades civiles,
entorno familiar y tipos de tutela, salud básica y bienestar, educación, esparcimiento y actividades culturales; y
medidas especiales de protección.
La aplicación integral de sus cuatro principios conforman el Enfoque de Derechos de la niñez que son orientadores de
los programas nacionales de desarrollo: Interés Superior (lo que es mejor para él o ella y que vulnere el menor
número de derechos), Supervivencia y Desarrollo (todo niño, niña o adolescente tiene derecho a la vida y a su pleno
desarrollo), No discriminación (todos los derechos se aplican a todos las niñas, niños y adolescentes por igual sin
excepción) y Participación (los niños y las niñas tienen derecho a opinar y a ser escuchados sobre las decisiones que
tienen que ver con su vida).
El Enfoque de Derechos destaca que los niños y las niñas no son propiedad de sus padres y madres, ni beneficiarios
indefensos de obras de caridad. Resalta que son seres humanos y los destinatarios de sus propios derechos
reconocidos universalmente, los cuales son la base de su desarrollo. De esta manera recupera la interpretación
progresista del desarrollo, en el sentido de que son seres humanos sujetos de derechos a quien la familia, el Estado y
la sociedad (como garantes de los derechos universales de las niñas, niños y adolescentes) deben proteger para
favorecer su autonomía y desarrollo integral.
El Convenio 169 de la OIT
4 Comisión Nacional de los Derechos Humanos
6 Reconoce que los pueblos indígenas no disfrutan de los derechos humanos fundamentales en el mismo grado que el
resto de la población de los Estados en los que viven. Para hacer efectivo el respeto a la igualdad de las personas, el
Convenio señala responsabilidades de los gobiernos para proteger los derechos de estos pueblos y garantizar su
integridad, respetando no solamente los derechos individuales de las personas, sino también sus derechos colectivos,
es decir, su cultura, reconociendo y protegiendo sus aspiraciones y formas de vida, sus valores y prácticas sociales,
religiosas y espirituales; sus derechos sociales asegurando a sus miembros el goce de los derechos y oportunidades
que la legislación nacional otorga a los demás miembros de la población; y sus derechos económicos, eliminando las
diferencias socioeconómicas que puedan existir entre los miembros indígenas y los demás miembros de la comunidad
nacional.
La Declaración de Naciones Unidas sobre los derechos de los Pueblos Indígenas
Afirma que todas las doctrinas, políticas y prácticas basadas en la superioridad de determinados pueblos o individuos
o que la propugnan aduciendo razones de origen nacional o diferencias raciales, religiosas, étnicas o culturales son
racistas, científicamente falsas, jurídicamente inválidas, moralmente condenables y socialmente injustas; se reconoce el
derecho de todos los pueblos indígenas a ser diferentes, a considerarse a sí mismos diferentes y a ser respetados
como tales y se afirma que todos los pueblos indígenas contribuyen a la diversidad y riqueza de las civilizaciones y
culturas, que constituyen el patrimonio común de la humanidad.
Referentes nacionales
México es un país pluricultural conformado por cuando menos 62 pueblos indígenas que tienen como rasgos
comunes el uso de sus propias lenguas, hoy reconocidas por ley como lenguas indígenas nacionales, que dan sentido
de pertenencia a colectivos con valores, culturas y sistemas sociales, políticos y normativos propios, en torno a los
cuales organizan su vida y toman sus decisiones5.
El Estado Mexicano reconoce que los pueblos y las comunidades indígenas han enfrentado por muchos años
situaciones de exterminio, discriminación y rezago social que no se pueden sostener en un país que está transitando
hacia una vida democrática. Por eso la valoración y el aprecio por las culturas y lenguas indígenas del país son
elementos fundamentales para construir un diálogo intercultural y con ello contribuir a eliminar la discriminación
hacia la población indígena. Para lograr ese cambio es vital el fortalecimiento y la difusión del patrimonio material e
inmaterial de las culturas indígenas y con ellos promover su desarrollo con identidad.
Este reconocimiento es el resultado de los programas y experiencias que por años ha venido emprendiendo el
gobierno federal, así como de los movimientos reivindicativos de los pueblos y las comunidades indígenas por lograr
el respeto a sus derechos colectivos, como la libre determinación y la continuidad de su cultura. Parte de esta lucha la
constituyó el Movimiento Zapatista realizado en el estado de Chiapas, del cual emanó el documento denominado
Acuerdos de San Andrés, en donde se plasma la necesidad de volver la mirada a los pueblos originarios y a su cultura,
y promover sus derechos colectivos.
Congruente con lo anterior, el Gobierno Federal a través de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos
Indígenas (CDI) trabaja para llevar a cabo el modelo de desarrollo con identidad para los pueblos y las comunidades
indígenas de México, en el que se proponen acciones fundamentales para el cumplimiento de los derechos indígenas,
superar los rezagos sociales, promover el desarrollo con identidad, además de reconocer y valorar la diversidad
cultural y lingüística. Propone que entorno a este objetivo se han de articular los esfuerzos de las dependencias y
entidades de todas las instituciones, de los diferentes órdenes de gobierno y de todos los actores sociales.
De igual manera, La Ley de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, establece como una de
sus funciones “la aplicación de programas, proyectos y acciones gubernamentales que conduzcan al desarrollo integral
de dichos pueblos y comunidades”6.
En esta misma línea de acción, el Programa Albergues Escolares Indígenas a cargo de la CDI, tiene entre sus
propósitos y procesos potenciar los recursos existentes para dar respuesta a las demandas de la población indígena
5
6
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos Artículo 2, fracción V, de la Ley de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas.
7 tales como: proporcionar servicios de hospedaje, alimentación y facilitar el acceso a la salud, el fortalecimiento de la
identidad cultural y el fomento a las actividades de recreación y esparcimiento. Dichas actividades están orientadas a
constituir el albergue como un espacio de encuentro para contribuir a que las niñas, niños y adolescentes indígenas,
inicien y concluyan su educación primaria y secundaria. Lo anterior en un marco de diálogo intercultural, equidad,
sustentabilidad y los derechos humanos7.
II.
El Modelo de Atención Integral para los Albergues Escolares Indígenas: la
Gestión desde el Enfoque de Derechos con Niñas, Niños y Adolescentes
A) Exposición de motivos
El Modelo que nos ocupa surge de la preocupación de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos
Indígenas (CDI), por mejorar la atención de las niñas, niños y adolescentes que viven en los albergues escolares
indígenas y del interés de Save the Children como una organización internacional que en México tiene el propósito de
contribuir al desarrollo integral de los niños, niñas y adolescentes de México con particular atención a los grupos
sociales más vulnerables, para que estos adquieran en su proceso formativo, los conocimientos, los hábitos, la
comprensión de sus derechos y los valores éticos que requieren para realizarse plenamente en el transcurso de su
evolución y llegar a ser ciudadanos productivos que construyan su propia vida y coadyuvar en acciones o programas
de gobierno y de la sociedad civil en favor del cumplimiento de los derechos de la niñez. Con este mismo ánimo se
incorporan al proceso la Dirección de Educación Indígena del IIEPO y la Sección XXII de la CNTE toda vez que los
jefes y jefas de albergues y las ecónomas pertenecen a estas instancias educativas y laborales.8
El propósito fundamental del Modelo es:
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Que se respeten los derechos humanos de los niños, niñas y adolescentes contemplados en el marco
interinstitucional, revitalizar los mecanismos de gestión de los albergues escolares indígenas para procurar en
ellos mejoras fundamentales en lo que corresponde a la Protección Integral de las niñas, niños y adolescentes, y
erradicar los casos de discriminación, violencia y abuso, de tal forma que vivan con dignidad y se desarrollen
integralmente, de acuerdo con los derechos humanos individuales y colectivos.
Promover la formación integral de los y las jefas de Albergue, las Ecónomas y el mundo adulto que interactúa con
los niños y niñas albergados; mediante acciones y estrategias pertinentes, como el buen trato y calidez, la escucha
activa y comunicación asertiva, el mejoramiento de los indicadores de aprovechamiento escolar y la especial
atención al desarrollo psico-emocional de niños y niñas indígenas que habitan en los Albergues.
Coadyuvar a la integración del albergue escolar a la vida comunitaria, de manera que vean al albergue como un
patrimonio cultural y social importante para el estar bien de la niñez y de las comunidades, al fomentar desde ahí,
el interés por el arraigo, la cosmovisión, la comunalidad, la preservación y mejora del entorno, y en general la
construcción de la identidad y la ciudadanía.
Promover los albergues escolares como espacios de encuentro comunitario, desde donde las niñas, niños y
adolescentes albergados tengan la opción de crecer y desarrollarse de manera integral y con identidad,
fortalecidos por la convivencia con sus pares, en condiciones formativas óptimas sustentadas en la participación
7
8
Programa Albergues Escolares Indígenas (PAEI)
Entendemos
por Modelo al conjunto de representaciones de la realidad, que es elaborado para facilitar la comprensión de esa realidad que nos interesa
conocer, y poder intervenirla con fines de mejora continua, con base en el conocimiento previo y la experiencia. Cita?
8 -­‐
activa, y a través de acciones, talleres y proyectos colaborativos que promuevan su auto-reconocimiento,
autoestima y sentido de pertenencia.
Ser un Modelo de Gestión debido a que la gestión la concebimos como un conjunto de acciones integrales que
realizan los propios actores de una organización a corto, mediano y largo plazo, para hacer, innovar o resolver
alguna situación o problema hasta poder alcanzar un fin determinado. Se ubica por lo tanto en el contexto de un
proceso de mejora continua que los jefes o jefas de albergue coordinarán en los albergues escolares con la
participación de todos los actores sociales y de los niños, niñas y adolescentes.
Para lograr estos propósitos se programan acciones permanentes (actividades, talleres y proyectos) con enfoque de
derechos, de acuerdo con los cuatro principios de la CDN (interés superior, supervivencia y desarrollo, no
discriminación y participación), con la participación de los garantes y todos los actores sociales interesados en apoyar
el cumplimiento de los derechos de la niñez.
En este proceso, la base fundamental se conforma con las actitudes y experiencia de los actores involucrados, así
como en las acciones que se programen en el albergue, teniendo en el centro la opinión de la niñez que vive en los
albergues. Consideramos que la gestión en los albergues escolares adquiere sentido justamente cuando entran en
juego esas actitudes, experiencias y acciones en favor de los derechos de la niñez.
B) Conceptos y principios que orientan el cambio
Vida digna, plena y democrática
“Dignidad:
• En principio abarca el ejercicio pleno de todos los derechos.
• Implica la conformación sólida de la identidad integral del ser.
• Comprende el reconocimiento de mí mismo como legítimo, con valor y justificación de existencia.
• Incluye el desarrollo del sentido de pertenencia a la especie en el planeta, a la naturaleza y a la sociedad.
• Parte del respeto y la integridad en los procesos.
• Implica compartir una nueva dimensión de lo humano en toda su complejidad.
• Promueve una perspectiva esperanzadora de los cambios, sustentada en una acción consciente que aporta
razones para sumarse y participar responsablemente.
Plenitud:
• Considera el ejercicio consciente de la capacidad de auto-organización como base para la resiliencia.
• Abarca el desarrollo de la creatividad ante la información ausente y en la incertidumbre.
• Plantea la apertura que se requiere para el aprendizaje continuo con una comprensión global y una visión
transdisciplinaria.
• Implica el desarrollo físico, psicológico, afectivo, intelectual y espiritual de los niños, las niñas y los jóvenes en
el ejercicio de sus derechos.
9 • Involucra necesariamente, la apropiación, uso, desarrollo y disfrute de sensaciones, emociones, pensamientos
y anhelos.
Democracia:
•
Parte del reconocimiento humilde de la legitimidad del otro como alguien independiente con valor y
justificación de existencia equitativa a la mía.
•
Comprende una visión de colectividad solidaria e interdependiente.
•
Privilegia la colaboración, la confianza y la honestidad sobre las formas de interacción humana
correspondientes a la cultura patriarcal.
•
Incorpora como mecanismo para el crecimiento personal y social la implementación de comunidades de
aprendizaje.
•
Abarca la participación e incidencia libre y activa en la convivencia, respetando la diversidad.
•
Implica una acción continua de Influencia en políticas que apoyen la visión.”9
Se entiende como un proceso de aprendizaje caracterizado por el reconocimiento de los sistemas de afectividad de la
niña o niño con base en las relaciones consigo mismo, con la familia, la comunidad, la sociedad, el medio ambiente y
su concepción del universo, partiendo específicamente de los sentimientos y sensaciones derivados de estas
relaciones. A través de este reconocimiento, se establecen condiciones de equidad y equilibrio para el desarrollo del
potencial de la niña o niño.
Enfoque de Derechos
Es una visión que implica la aplicación integral de los derechos de la niñez. Introduce la visión de las niñas, niños y
adolescentes como sujetos de derechos, por lo que dejan de ser propiedad de sus padres o beneficiarios indefensos y
pasivos de caridad. De ello se deriva que el mundo adulto deba actuar con responsabilidad para brindar los elementos
y condiciones para garantizar que todas las niñas, niños y adolescentes puedan ejercer todos sus derechos humanos,
siempre teniendo en cuenta la participación activa, efectiva y libre de los niños, niñas y adolescentes..
Desarrollo humano
El desarrollo humano es un proceso de cambios continuos que evoluciona constantemente como resultado de
factores internos como la maduración biológica del individuo y de factores externos, que se producen a través del
aprendizaje, mediante la interacción social y la relación con el entorno, favoreciendo lo que constituye una adaptación
activa al medio o a la realidad.
Desarrollo integral con identidad
El desarrollo integral es multidimensional, incluye aspectos físicos, intelectuales, emocionales y espirituales,
íntimamente relacionados. En este proceso los niños, niñas y adolescentes se forman un concepto de sí mismos en
9
Save the Children: Abriéndonos al Cambio. Marco de Referencia para Acceder a una Vida Digna, Plena y
Democrática, Estrategia 2010-2015 (Junio 2010), pp. 79-81
10 interacción con las personas y con la cultura o contexto social en el que viven y se desarrollan. Esta construcción de
la identidad se produce en el marco de la diversidad cultural y en un proceso permanente de diálogo intercultural.10
Interculturalidad
Consiste en promover un intercambio cultural equitativo entre las civilizaciones, culturas y pueblos del mundo,
basados en la mutua comprensión y respeto a las diferencias para enriquecer el conocimiento y la cultura de la
humanidad, la construcción de la cohesión social y sobre todo, la paz y armonía entre pueblos y naciones, teniendo
en cuenta que “La riqueza del mundo es su diversidad cultural, se nutre de sus propias raíces pero sólo se desarrolla
en contacto con las demás culturas”11.
Pensamiento complejo
Es un concepto desarrollado por Edgar Morín, quien señala que la realidad es un “complexus”, es decir “lo que está
tejido junto”, para dar cuenta de que nos formamos demasiado en la tendencia de separar, y que por lo contrario es
mejor aprender a integrar o vincular esa realidad. De esta manera el pensamiento complejo nos presenta una forma
de pensamiento donde lo fundamental es pensar el mundo en forma holística o transdisciplinaria12.
Transdisciplinariedad
Es una nueva visión del mundo, una mirada diferente que busca ubicar a la humanidad en el centro de las reflexiones,
y desarrollar una concepción integradora del conocimiento. Pretende abordar la cuestión humana y del
conocimiento desde una interconexión como un todo, global y complejo - complexus o “lo que está tejido en
conjunto”-, de acuerdo con lo expresado por Edgar Morín13. Lo anterior implica la integración de las disciplinas más
allá de las fronteras o límites de las teorías y métodos, así como la integración de todos los actores de una
organización en el proceso de conocimiento más allá de los límites académicos; es uno de los elementos del
pensamiento complejo.
Perspectiva de género – equidad
Los programas y proyectos de atención a la niñez deben ser inclusivos, promotores de la equidad, la justicia y las
relaciones basadas en el respeto a la diferencia y el amor. Por lo tanto, la equidad de género es una forma de
visibilizar los intereses y necesidades diferenciados por condición de sexo, dependiendo la edad y en cada cultura,
pero con base en la igualdad de derechos y de oportunidades.
Matrística
Save the Children en México, ha adoptado un nuevo paradigma para la formación y promoción del desarrollo integral
de quienes se benefician de sus acciones: Educar en la Matrística, es decir, educar en y para la ternura, a partir del
reconocimiento del otro como legítimo otro, con diferentes necesidades, intereses, derechos, creencias y habilidades,
generando así relaciones respetuosas, democráticas y equitativas. Igualmente, plantea el trabajo desde las artes, como
mecanismo de humanización de la educación y de desarrollo del emocionar matrístico, que posibilita la integración
del conocimiento intelectual, social, ético y emocional.
Nueva ciudadanía
Hablar de nueva ciudadanía es hablar de nuevas realidades, de sociedades de la información y el conocimiento, de
sociedades cada vez más pluriculturales y pluriétnicas, y de necesidades sociales como cultivar la democracia,
10
Smelkes Silvia Organización de la Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) 12
http://www.edgarmorin.com 13
Mancipas, A. Elementos para una didáctica de la transdisciplinariedad y pensamiento complejo. En documentos de Multiversidad Mundo Real Edgar Morin,
11
Sonora, México, 2006.
11 erradicar el racismo y la discriminación, y mantener la paz social. Para atender esta situación es necesario recordar
que el ser humano no nace ciudadano, que es necesario que aprenda a ser y a convivir14, con el pleno respeto a las
diferencias, a promover el diálogo cultural, a estar con el otro para disfrutar su compañía. Por lo tanto la formación
de la nueva ciudadanía tiene como base la dignidad humana, la igualdad de derechos de todos y todas, lo que significa
una valoración de la persona, lo cual es posible sólo a partir de un modelo digno de desarrollo humano que todos y
todas necesitamos impulsar15.
C) Componentes del Modelo
Como ya se ha expresado en líneas anteriores, el Modelo representa una alternativa para convertir a los albergues
escolares en espacios que sean valorados por la comunidad, por sus acciones y estrategias a favor de los derechos de
las niñas, niños y adolescentes, con base en marcos de referencias internacionales y nacionales.
Para lograr lo anterior el Modelo está organizado en torno a cuatro ejes de intervención:
I.
II.
III.
IV.
Eje Básico / Enfoque de derechos
Eje Transversal / Vida cotidiana en el albergue
Eje Estratégico / Construyendo el Sistema Comunitario de Protección a la Infancia en los albergues escolares
Eje Metodológico / Gestión con enfoque de derechos
En torno a cada uno de estos ejes se articulan diversos temas relevantes y significativos conteniendo alternativas de
acción para promover en los albergues escolares el ejercicio de los derechos de las niñas, niños y adolescentes.
Descripción general de los ejes de intervención
Eje Básico / Enfoque de Derechos.- Proporciona una base fundamental para concebir a las niñas, niños y
adolescentes indígenas como sujetos de derechos, tanto individuales como colectivos16. Se les reconoce que sus
facultades están en constante evolución por lo que requieren de cuidado y protección, así como de apoyos materiales
y espirituales, para favorecer su desarrollo integral. Reconoce que las niñas, niños y adolescentes pueden ejercer
todos sus derechos, de acuerdo con su desarrollo y capacidades, considerando que no son recipientes vacíos de
conocimientos sino seres humanos con intereses y actitudes activas y constructivas. La participación infantil es un
elemento fundamental como derecho en sí, así como eje transversal en la vida del albergue. Se reconoce quiénes son
los adultos garantes de los derechos de la niñez que vive en los albergues escolares.
Eje Transversal / Vida cotidiana en el albergue.- Establece estrategias para promover relaciones positivas en el
albergue, mediante estrategias de buen trato y calidez, el establecimiento de acuerdos de convivencia, la escucha
activa y la comunicación asertiva, así como la disciplina positiva como una alternativa al castigo para la autorregulación
de la conducta; asimismo, propone mecanismos para fomentar la equidad de género, la participación activa y el
diálogo intercultural con el propósito de fortalecer el sentido de pertenencia, la autoestima y la promoción de la
cosmovisión indígena y la comunalidad.
Eje Estratégico / Construyendo el Sistema Comunitario de Protección Integral a la Infancia en los
albergues.-Tiene como finalidad la procuración de un ambiente seguro y protector para que las niñas, niños y
adolescentes vivan y se desarrollen integralmente, con identidad y con dignidad. Propone estrategias para integrar la
Red infantil de autoprotección (RÏA) y la Red Comunitaria de Protección a la Infancia (RCPI) que tienen la finalidad de
14
Programa de la UNESCO, aprender para el siglo XXI, coordinado por J. Delors, 1996. Pérez Serrano Gloría. Nueva ciudadanía para el tercer milenio. Universidad de Sevilla. 16
Convención sobre los derechos del niño (1989); Convenio 169 de la OIT; Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas
(2007). 15
12 prevenir situaciones de violencia, abuso y maltrato infantil mediante el auto cuidado y la participación de los garantes
o actores sociales. Asimismo, sugiere alternativas para favorecer el desarrollo integral con identidad a través de la
organización de actividades no escolarizadas y aprendizajes para la vida y el trabajo mediante los cuales se pueden
atender los aspectos del desarrollo físico, intelectual, emocional, social y espiritual. Genera además procedimientos
para la gestión de riesgos dentro y fuera del albergue, así como la organización de simulacros para hacer frente a
incidentes o meteoros que puedan ocurrir en la zona o región donde se ubica el albergue escolar.
Eje Metodológico / Gestión con enfoque de derechos.- Orienta el diagnóstico inicial del albergue escolar del
que se derivan acciones de planeación, ejecución, monitoreo y evaluación con la finalidad de que las niñas, niños y
adolescentes participen activamente en las decisiones y actividades que se organicen en la vida cotidiana del albergue,
y al mismo tiempo y paulatinamente, puedan ir ejerciendo sus derechos y responsabilidades en el albergue. Asimismo,
propone un conjunto de opciones de vinculación con diversos actores sociales que deben ejercer su rol como
garantes de los derechos de la infancia en el albergue escolar indígena. Propone mecanismos de programación,
ejecución y evaluación como acciones circulares o cíclicas que se deben realizar de manera permanente para ir
avanzando en el mejoramiento de la vida de las niñas, niños y adolescentes que viven en el albergue.
A continuación se presenta el esquema del modelo de gestión conteniendo los ejes y temas relevantes y significativos
que se propone para desarrollar la vida cotidiana del albergue escolar con un enfoque de derechos.
En el esquema se puede apreciar que los ejes de intervención del Modelo se encuentran interrelacionados formando
parte de un todo. No obstante cada uno de ellos por separado se puede analizar y tener como referente, para
conocer las condiciones en que está operando el albergue escolar y programar alternativas de acción para mejorar la
infraestructura y equipamiento del albergue y sobre todo, para que la niñez pueda ejercer todos sus derechos.
Adicionalmente, y esto es fundamental, su aplicación traerá beneficios al personal del albergue escolar y a los
garantes, al propiciar la construcción de nuevos conocimientos con base en las experiencias obtenidas a medida que
avance la aplicación del Modelo.
13 Para la aplicación del Modelo se han elaborado una Guía Conceptual, una Guía Operativa para los y las jefes de
albergue; dos Manuales de Capacitación para la realización de los Talleres con jefes y jefas de albergue, y ecónomas.
La Guía Conceptual, está organizada en cuatro módulos que corresponden a los ejes de intervención y los temas
relevantes y significativos que se presentan en el esquema del Modelo.
La Guía Operativa, está organizada en tres bloques de contenidos: en el Bloque I se aborda El albergue escolar, su
diagnóstico y organización para el cambio; en el Bloque II se tratan los procedimientos para la Protección integral en
la vida cotidiana del albergue escolar; y en el Bloque III se incluyen diversos talleres para trabajar con las niñas, niños y
adolescentes del albergue, y con las personas adultas que están a cargo de su cuidado. En el Bloque II se integran
fichas técnicas que guían el trabajo del jefe o jefa y de las ecónomas del albergue.
D) Los Estándares de Gestión del Modelo
En el Modelo de Atención Integral para los Albergues Escolares Indígenas: la Gestión con Enfoque de Derechos para
la Atención con Niñas, Niños y Adolescentes, los albergues escolares indígenas se conciben como espacios con
liderazgo comunitario, por su responsabilidad de construir un Sistema Comunitario de Protección Integral a favor de
la infancia, donde a través de procesos participativos, la niñez pueda ejercer sus derechos y asumir paulatinamente
responsabilidades, de acuerdo con su desarrollo y capacidades. Lo anterior a través de lograr el compromiso y la
participación responsable de los padres y madres de familia, el Estado (jefes y jefas de albergue, ecónomas,
autoridades locales, instituciones de gubernamentales) y la sociedad civil como garantes.
Para lograr el liderazgo comunitario, los albergues escolares indígenas requieren, además de las reglas que
tradicionalmente rigen su operación, de un conjunto de estándares de gestión, como parámetros al que se aspira
llegar, y que han de regir el nivel de participación de la niñez, así como el desempeño de las personas adultas que
laboran en el albergue. También son la base para orientar la vinculación con los demás garantes que contribuyen en el
ser, hacer e innovar en el albergue.
Los estándares son el referente que el Modelo establece para que los diferentes actores (jefas y jefes de albergue,
ecónomas, comité, y otros garantes, con la participación de la niñez) puedan programar acciones con enfoque de
derechos (coordinados por la jefa o jefe de albergue), y llevarlas a cabo hasta su monitoreo y evaluación. Los
estándares por lo tanto, son criterios que expresan lineamientos para la acción, pero también, para establecer
comparaciones entre la realidad del albergue escolar y el estado deseable por alcanzar. Al estar relacionados con la
realidad, los estándares permiten además determinar descriptores de procesos, indicadores de gestión y evidencias
que facilitan la aplicación del Modelo, así como su monitoreo y evaluación participativa con el concurso de todos los
actores dentro y fuera del albergue.
Para formular los estándares se consideraron diversos elementos: la Convención sobre los Derechos del Niño, la
normatividad de la operación, los diagnósticos realizados en el Estado de Oaxaca por Save the Children en el 2009 y
2010, que reflejan la realidad de los albergues escolares indígenas, la Misión y Visión de Save the Children, los
resultados del monitoreo de la aplicación del Modelo en su fase piloto18, y la investigación documental de
experiencias diversas.
Los estándares están organizados en los cuatro ejes del Modelo ya tratados anteriormente: Básico o Enfoque de
Derechos, Transversal o de la Vida Cotidiana en el Albergue, Estratégico o Construyendo el Sistema Comunitario de
Protección Integral a la Infancia en los albergues y el Metodológico o de la Gestión con Enfoque de Derechos.
18
La fase piloto de desarrolló en el 2010 y 2011 en el Estado de Oaxaca. 14 A continuación se presenta un cuadro conteniendo 23 estándares (como meta o estado deseable). Además en la Guía
Operativa se incluyen de manera amplia tanto estos estándares como sus descriptores de proceso (para guiar el
procedimiento), los indicadores (como medio de análisis del funcionamiento concreto del proceso) y los medios de
verificación (documentos y evidencias).
Estándares de Gestión
EJE BÁSICO
CONCEPCIÓN
DE LA NIÑEZ
EJE
TRANSVERSAL
VIDA
COTIDIANA
EJE
ESTRATÉGICO
SISTEMA DE
PROTECCIÓN
EJE
METODOLÓGICO
1. Se conceptualiza a la
niñez como sujeto de
derechos, considerando
su nivel de desarrollo y
capacidades.
2. Se aplican los derechos
de la Convención en
beneficio de los niños,
niñas y adolescentes que
vive en el albergue
3. Se promueven los derechos
colectivos, destacando su
importancia para desarrollar el
sentido de pertenencia de las
niñas, niños y adolescentes
4. Se realizan vinculaciones
con los actores sociales
para que participen como
garantes de los derechos de
las niñas, niños y
adolescentes
5. Se promueven
relaciones de buen trato y
calidez, con base en los
acuerdos de convivencia
establecidos por
consenso entre la niñez y
las personas adultas que
laboran en el albergue
6. Se ponen en práctica
estrategias de disciplina
positiva , como
alternativas al castigo,
para favorecer la
autorregulación de la
conducta
7. Las personas adultas y entre
niñas, niños y adolescentes se
tratan con igualdad y equidad,
para garantizar sus
oportunidades de participación y
desarrollo
8. Se garantiza la
participación infantil, como
principio fundamental para
que las niñas, niños y
adolescentes ejerzan sus
derechos y para favorecer
su desarrollo.
9. Se promueven estrategias
inclusivas para fomentar la
interculturalidad, mediante
relaciones de respeto a las
diferencias y considerando
la riqueza de la diversidad
cultural.
10. Se cuenta con Redes
de
protección a la infancia:
•
Red Infantil de
autoprotección
(RIA)
Red Comunitaria de
Protección a la Infancia
(RCPI)
11. Se promueve el
desarrollo
emocional de las niñas,
niños y
adolescentes del albergue
y se
canalizan los casos
especiales
12. Se promueven actividades
para favorecer el desarrollo del
pensamiento creativo
13. En el albergue se
propician las condiciones
para que los NNA vivan
con dignidad
14. Se llevan a cabo
acciones para
la prevención y atención
de enfermedades
15. Se planean menús
Nutritivos por semana,
con la participación de la
niñez y las ecónomas,
considerando las
necesidades de
desarrollo, y el consumo
responsable de alimentos.
16. Se estimulan actitudes
asertivas y el desarrollo
de la
Autoestima alta y
positiva como base para
su auto- cuidado y
prevención del
abuso.
17. Se realiza con las niñas, niños
y
Adolecentes actividades y
talleres
de salud sexual y salud
reproductiva para el ejercicio
responsable de la sexualidad
con}
perspectiva de género
18. Se promueven
actividades
no escolarizadas y
aprendizajes
para la vida y el trabajo.
19. Existen medidas de
protección mediante la
gestión de riesgos, por
parte de la niñez y las
personas adultas dentro y
en los alrededores del
albergue escolar.
20. Se conoce el Modelo
de Gestión y sus
estándares
21. Se realiza el
diagnóstico con enfoque
de derechos, de las
condiciones generales del
albergue y del
cumplimiento de los
derechos de las niñas,
niños y adolescentes.
22. Se realizan programaciones o
planes de trabajo con enfoque
de derechos y se llevan a cabo
bajo la coordinación de la jefa o
jefe de albergue.
23. Se realiza el monitoreo
permanente y participativo
de las acciones realizadas en
el albergue, consignando
por escrito y mediante
evidencias los resultados y
avances de los procesos.
GESTIÓN CON
ENFOQUE DE
DERECHOS
______
_______
E) Base metodológica
Gestión con enfoque de derechos
15 El Modelo que se propone para los albergues escolares tiene varios significados e implicaciones. Por una parte se
concibe como un proceso de cambio a corto, mediano y largo plazo de las acciones o prácticas de los actores del
albergue (Jefe o jefa de albergue, ecónomas, comité de apoyo, padres y madres de familia, niños, niñas y
adolescentes), y por otra parte, implica introducir nuevas acciones y estrategias de intervención en el albergue, para
mejorar la eficacia, la equidad, la pertinencia y la relevancia con que se atiende a las niñas, niños y adolescentes.
El concepto de gestión de los albergues escolares tiene al menos tres ámbitos de significación y aplicación:
El primero se refiere a la acción que realizan los jefes o jefas de albergue, ecónomas, comité de apoyo de manera
cotidiana, para garantizar la atención integral de las niñas, los niños y las y los adolescentes del albergue. En este
sentido la gestión es una forma de hacer o proceder para conseguir un objetivo o fin, en beneficio del cumplimiento
de los derechos de otras personas. En este ámbito hay un rol, como función, de gestor o la acción misma de
gestionar ante los actores sociales (las autoridades, instituciones, personas o sociedad civil), lo que sea mejor para las
niñas, los niños y las y los adolescentes en la vida cotidiana del albergue.
El segundo ámbito de la gestión es la innovación y el desarrollo. Consiste en crear nuevas formas de actuar y
proceder en el albergue escolar desde la perspectiva de buen trato y calidez (de y entre las niñas, los niños y las y los
adolescentes, así como de las personas adultas y de los demás garantes), con la intensión de transformar las
relaciones o mejorarlas a la luz del enfoque de derechos. Es decir, nos proponemos enriquecer la acción y hacerla
más eficiente (porque utiliza mejor los recursos disponibles), más eficaz (porque es capaz de lograr el buen trato y
calidez, y que la niñez ejerza sus derechos humanos), más pertinente (porque es adecuada al contexto del albergue y
a las personas con las que se realiza), para transitar hacia una cultura de derechos en los albergues escolares y en las
comunidades.
El tercer ámbito de la gestión se refiere a la sistematización, evaluación o investigación de lo que se hace, cómo se
hace y por qué se hace en el albergue. Se trata del proceso formal y sistemático de monitoreo, entendido como un
proceso de acompañamiento, seguimiento y supervisión, como un proceso participativo, para evaluar, interpretar,
retroalimentar y aprender de las experiencias. Lo anterior significa también producir conocimientos (desde la
transdisciplinariedad)19sobre la propia práctica, en tanto que esta última es un conjunto de fenómenos observables. En
este terreno, la gestión que se realiza en el albergue escolar es un objeto de estudio de quienes viven el proceso y de
quienes apoyan ese proceso, para lo cual van identificando y creando conceptos y categorías para analizarlo,
documentarlo, perfeccionarlo y transformarlo de manera participativa, para luego replicarlo en otros albergues o
contextos.
Por lo anterior, las personas adultas del albergue, las niñas, los niños y las y los adolescentes que viven en el albergue,
y los acompañantes del proceso, tenemos un papel fundamental en el desarrollo del Modelo, para visualizar y
construir significado de sus potencialidades y limitaciones que se derivan de la propia práctica, y desde ahí, construir
escenarios de mejora continua.
En congruencia con el marco operativo del programa albergues escolares indígenas, se retoman los ámbitos de la
gestión que tenderán a incidir notablemente en las prácticas que se llevan a cabo en los albergues escolares. De esta
transformación saldrán beneficiados las niñas, niños y adolescentes del albergue escolar, quienes han de participar
activamente para ejercer sus derechos y responsabilidades, de acuerdo con su etapa de desarrollo.
Programación con enfoque de derechos
19
Mancipas, A, Ob. Cit. P. 12 16 Mención especial merece la programación con enfoque de derechos, toda vez que, siendo parte del eje metodológico
del Modelo, es el motor que hace evolucionar las acciones que se emprendan en el albergue escolar. Es un enfoque
que permite planificar, implementar, monitorear y evaluar los programas de manera participativa y mediante
consensos, desde la perspectiva de los derechos del niño y garantizar el fortalecimiento de esos derechos20. La
programación con enfoque de derechos tiene como metas globales mejorar la situación de las niñas, niños y
adolescentes, de modo que puedan gozar plenamente de sus derechos y construir sociedades que los reconozcan y
respeten.
Al aplicar la programación con enfoque de derechos en los albergues escolares se demuestran los deseos del
colectivo por mejorar el hacer y quehacer en el albergue teniendo como base de la programación:
•
•
•
•
Una visión de futuro que procure velar por un mundo mejor para las niñas, niños y adolescentes
Una misión que promueva el desarrollo integral de la niñez a través de forjar relaciones de buen trato y calidez
Valores compartidos por todos los actores que intervienen en el albergue
Un lema que sea congruente con los puntos anteriores
Las acciones de programación se definen en torno al llamado Ciclo de Programación integrado por cuatro fases que
buscan contribuir efectivamente al progreso en el cumplimiento de los derechos del niño en el albergue. Describe el
proceso mediante el cual en los albergues escolares deben planificar, actuar, ser monitores y evaluar las acciones
emprendidas, para luego volver a incidir de manera cíclica con nuevas acciones o estrategias que sean necesarias,
como se aprecia en el siguiente esquema:
PRIMERA FASE: ¿Dónde estamos ahora? Análisis situacional (diagnóstico y/o evaluación)
Se realiza el diagnóstico inicial o evaluación con enfoque de derechos teniendo en cuenta los principios de la
Convención: Interés Superior, Supervivencia y Desarrollo, No discriminación y Participación. De esta manera
podemos conocer la situación de los derechos de las niñas, niños y adolescentes: ¿Cómo viven? ¿Qué actividades
realizan para su desarrollo integral? ¿Qué derechos se cumplen? ¿Qué derechos no se cumplen? ¿Cuáles son las
20
Programación de los derechos del niño. Manual para los miembros de Save the Children, 2002 17 consecuencias de ese incumplimiento o vulneración? ¿Cómo se actúa ante violaciones a los derechos? ¿Qué nivel de
consciencia se tiene sobre estos derechos incumplidos? ¿Quiénes pueden ser los garantes que nos pueden apoyar en
las acciones para el cambio? Los obstáculos y las causas subyacentes inmediatas. Las opiniones y experiencias de los
niños. Los garantes
•
•
•
Un buen diagnóstico o evaluación es el mejor modo de asegurarse que la programación alcance los objetivos
deseados. Esto implica recopilar la información correcta para poder hacer un buen diagnóstico inicial o una
evaluación razonable de lo que se necesita hacer para mejorar la vida de las niñas, niños y adolescentes.
Esta fase es el paso inicial y esencial para el establecimiento de prioridades y para la selección apropiada de
alternativas. Genera la base para una evaluación permanente, ya que incluye un mapeo del nivel de cumplimiento
o violación de derechos y también un análisis de las causas subyacentes que lo rodean. Forman parte del análisis
las prácticas, las actitudes, la infraestructura y el equipamiento del albergue escolar.
Durante este proceso debe respetarse la opinión de las niñas, niños y adolescentes que viven en el albergue, y
otorgarles la debida consideración. Debe identificarse a los garantes de los derechos y a los otros actores sociales
que pueden apoyar las acciones que se emprendan en el albergue.
SEGUNDA FASE: ¿A dónde queremos ir? Estableciendo prioridades /Programa de trabajo
•
•
Se elaboran planes de trabajo con base en las necesidades detectadas en el diagnóstico y o en la evaluación
siguiendo el ciclo de programación. De esta manera se establecen prioridades en las que se planea intervenir.
Se define en colectivo: ¿Qué vamos a hacer? ¿Con qué propósito? ¿Con qué estrategias? ¿Quiénes participan?
¿Cuándo se hará? ¿Con qué materiales y recursos, personas, instituciones y medios? ¿Qué producto(s)
esperamos?
TERCERA FASE ¿Cómo lo lograremos? Implementación del plan de trabajo
•
•
Significa ejecutar el plan de trabajo realizado en la fase anterior, para lograr el cambio deseado: atender los
derechos de la niñez que se están incumpliendo y/o mejorar la infraestructura o equipamiento del albergue,
atender los sitios o situaciones de riegos, llevar a cabo actividades no escolarizadas, organizar talleres para el
desarrollo integral y los aprendizajes para la vida y el trabajo.
Igualmente, se llevan a cabo las gestiones, estrategias y actividades cuidando la participación activa de los niños,
niñas y adolescentes, así como de los adultos y adultas e instituciones garantes.
CUARTA FASE ¿Cómo lo estamos haciendo? Monitoreo
•
Se realiza el Monitoreo y la Evaluación como diálogo y reflexión de lo realizado y aprendido en cada una de las
fases del ciclo de programación: ¿Qué estrategias se llevaron a cabo para promover sus derechos? ¿Se
implementaron estrategias de protección? ¿Se mejoró la infraestructura del albergue? ¿Se promovieron derechos
que no estaban garantizados? ¿Qué situaciones continúan limitando el cumplimiento de sus derechos? Se
construyen conocimientos y aprendizajes de todo el proceso vivido tanto por parte de las niñas, niños y
adolescentes como de las personas adultas que están a cargo de su cuidado y protección21.
Estrategias de monitoreo: para el acompañamiento, supervisión y seguimiento
•
Para llevar a cabo el monitoreo de la aplicación del Modelo, se tienen diseñadas unas estrategias para el
acompañamiento, supervisión y seguimiento, que se llevarán a cabo de manera interinstitucional, mediante el
acuerdo entre las instancias de supervisión correspondientes a la CDI, la DEI y la Sección Sindical del Magisterio
respectiva. 21
En el apartado de herramientas se incluyen las estrategias de acompañamiento, supervisión y seguimiento. 18 De esta manera, los responsables del seguimiento de ambas instituciones (CDI y DEI) acudirán a los albergues
escolares para acompañar a los jefes y jefas de albergue en el logro de los objetivos planteados en el modelo de
atención. En esta tarea utilizarán métodos y técnicas cualitativas de modo que puedan recabar la voz de todos los
actores. Por ejemplo, observaciones, entrevistas o charlas informales (con autoridades comunitarias, ecónomas,
comités de apoyo, proveedores locales, niñas, niños y adolescentes); asambleas infantiles, comunitarias y escolares;
y el portafolio de evidencias (fotografías, videos, dibujos, narraciones) para recopilar la información sobre el
proceso que están viviendo las niñas, niños y adolescentes en los albergues escolares.
Con toda esa información todos los actores (personal de la CDI, de la DEI, comunidad, niños, niñas y
adolescentes, jefe o jefa de albergue, comité de apoyo y ecónomas) podrán:
• Evaluar el nivel de logro de los objetivos planteados en el modelo de atención.
• Identificar alternativas para la solución de problemas que se presentan en la implementación.
• Retroalimentar el desempeño de cada uno de los actores en la aplicación del modelo.
• Facilitar la consecución de los objetivos mediante la gestión a diferentes niveles
En síntesis, las estrategias para el acompañamiento, supervisión y seguimiento se fundamentan:
• En el principio de participación: favorece que todos y todas los actores del proceso puedan ser
escuchados sobre cómo se están desarrollando las actividades
• En el buen trato: se le da importancia a todas las opiniones de todos los actores.
• Es circular, ya que el seguimiento no solo lo realiza una figura (supervisor) sino que todos y cada uno de
los y las involucradas pueden opinar desde su perspectiva.
• Es incluyente, ya que da voz a todos y todas, permitiendo la libre expresión de sus ideas. 19 
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