PROG 6- CONCIERTOS ESCOLA NA CIDADE -2016 modif

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I
2016 CONCERTOS
A Escola na Cidade
Concertos Fin de Curso
dos alumnos do CAEO
MAIO-XUÑO 2016
Paraninfo da Universidade
Facultade de Xeografía e Historia
I
Mércores 8 de xuño 20.30 h
JUAN ANTONIO CARRILLO RIVODIGO
violoncello
DIEGO ARAGÓN JIMÉNEZ
trompeta
AIDA LÓPEZ BORREGO
violín
| Escola de Altos Estudos Musicais |
JUAN ANTONIO CARRILLO RIVODIGO
violoncello
Concerto para violoncello e orquestra en Do maior, Hob. VIIb: 1.
Franz Joseph Haydn
Moderato
Concerto para violoncello e orquestra en Re maior, op. 101, Hob. VIIb: 2.
Franz Joseph Haydn
Allegro Moderato
Suite para violoncello solo. Gaspar Cassadó i Morreu
Preludio fantasía
Pianista: Haruna Takebe
El violonchelo como instrumento solista ha estado relegado a un segundo plano durante
la historia de la música, hasta que en el siglo XX el gran violonchelista Pau Casals lo
puso en valor y brindó la gran oportunidad para que los cellistas de todo el mundo ocupen
hoy una posición equiparable a la de los violinistas en cuanto a conciertos, tanto con
orquesta como en solitario. Ya desde el barroco, muchos compositores como Vivaldi habían
compuesto conciertos para violonchelo y orquesta, y otros como Bach había explorado
las posibilidades del instrumento participando en solitario (como las famosas suites para
violonchelo solo). Normalmente esta situación surgía por el encuentro con un cellista que
demostraba grandes dotes y dominio del instrumento. En el caso de Haydn fue también
este hecho el que le llevó a componer sus dos conciertos para violonchelo. En este caso,
el músico que despertó el interés de Haydn fué Joseph Weigl, quien en ese momento era
el único violonchelista de la orquesta de la corte.
En el volumen dedicado a Haydn de Musik-Konzepte, Peter Gülke, señala: “No es fácil
comprender que el hombre que en sus composiciones formuló la carta magna de la sala
de conciertos burguesa encontrara su mayor satisfacción en el servicio de la aristocracia.
Sin embargo, raramente se sintió restringido en sus principios, siendo capaz de mantener
la libertad interior para concebir su música con miras al futuro”. En otras palabras, Haydn
vivió en un ambiente aislado que le ayudó a concentrarse en el ejercicio intelectual de la
creación, en el análisis de las formas y las estructuras y en el desarrollo sistemático de los
conceptos. Fue a su llegada a la corte de los príncipes Esterházy entre 1761 y 1765 cuando
compuso su Concierto para violonchelo en Do mayor. Esta obra se dio por perdida, hasta
que en 1961 apareció una partitura en el Museo Nacional de Praga. Se trata de una obra de
juventud, muy viva y rica en cuanto a temas y articulaciones, lo que exige una gran destreza
técnica y expresiva por parte del solista. Hoy en día forma parte del repertorio habitual de
todos los grandes violonchelistas y se enseña en todos los conservatorios, siendo una de las
obras más importantes del instrumento.
En cuanto al segundo concierto del programa se puede establecer una clara comparación
con el primero, tanto en su historia como en la música en sí. Para empezar, el origen de
la obra sigue siendo hoy en día dudoso, y durante mucho tiempo se atribuyó al solista
de la orquesta por aquel entonces, Anton Kraft, quien fuera un aclamado cellista en su
época (Beethoven escribió para él la parte de violonchelo de su Triple concierto, op. 56).
La escritura y el estilo son muy distintos en comparación al Concierto en Do mayor y
no sería la primera obra que Haydn se atribuye a su propio catálogo. En cuanto a los
motivos para su composición solo tenemos conjeturas; Leopold Nowak (1954) piensa que
el Concierto en Re mayor podría haber sido escrito para la celebración de la boda del
príncipe Nikolaus Esterházy y la princesa Maria Josepha Hermengildis Liechtenstein, pero
no hay pruebas concluyentes de ello. Hoy en día el Concierto en Re mayor es uno de los
retos más exigentes para todo violonchelista, siendo una obra de referencia para evaluar
la destreza técnica en tdas pruebas, competiciones y exámenes.
Desde que Haydn revolucionara la forma de hacer música, el auge de las salas de conciertos
y de orquestas conllevó también un aumento de los solistas y del repertorio para muchos
instrumentos que cada vez eran más solicitados por el público. En pleno siglo XX, coincidiendo
con la figura de Pau Casals, aparece Gaspar Cassadó, una de las personalidades más
influyentes dentro del mundo del violonchelo. Alumno de Casals, heredó de él la capacidad
para cautivar al público en sus conciertos. Después de muchos años de fama mundial tocando
con las orquestas más importantes, su actividad se centró en recitales de cámara junto a su
esposa. En la mayoría de sus recitales interpretaba como bis la Suite para violonchelo
solo, que hoy escucharemos. En 1958 fundaba junto con Alicia de Larrocha y Andrés Segovia
el festival de música de Santiago de Compostela. Quién sabe si el mismo compositor no
interpretó la obra en esta misma sala, durante alguno de los muchos años en los que veraneó
en Compostela, en el entorno de los cursos de música que atraían como un imán a muchos de
los mejores intérpretes de toda Europa.
Musicalmente hablando, el estilo de esta Suite es totalmente distinto a los conciertos
de Haydn, con un carácter muy fuerte, cuyos tintes de nacionalismo evocan a su tierra,
Cataluña, y a todo el folclore del país. Se percibe también la influencia impresionista,
mediante el empleo de recursos técnicos exploratorios como armónicos artificiales y golpes
de arco que simulan el rasgueo de una guitarra. La obra fue tan exitosa desde su creación
que el propio Cassadó acostumbraba a tocarla siempre de propina en sus recitales. Hoy en
día músicos como Asier Polo la integran en sus conciertos muy conscientes del altísimo
valor y calidad de la obra.
En definitiva, en el concierto de hoy podemos escuchar distintas formas de tratar el
violonchelo como instrumento solista: bajo la forma del concierto para orquesta (en
este caso, en reducción para piano) y como violonchelo solo; ejemplos ambos de la
versatilidad del instrumento.
DIEGO ARAGÓN JIMÉNEZ
trompeta
Concerto para trompeta e orquestra en Mi b maior, Hob. Vlle/1.
Franz Joseph Haydn
Allegro
Intrada. Arthur Honegger
Pianista: Haruna Takebe
El Concierto para trompeta y orquesta en Mi b mayor de Haydn y la Intrada de Arthur
Honegger son dos de las obras más importantes escritas para trompeta. El concierto que
Haydn compuso en 1796 es de los pocos conciertos clásicos que se atribuyen a la trompeta,
de ahí su importancia. Anton Weidinger, famoso trompetista de la época, creó un sistema de
llaves, parecido al del fagot, que le permite pasar de la escala de armónicos de las trompetas
de entonces a una escala cromática. Éste fue un gran avance y Weidinger le encarga una obra
a Haydn para poder presentar el instrumento perfeccionado. Después de escrita, Weidinger
necesitó aún al menos cuatro años para prepararse y llegar a tener la suficiente técnica como
para poder tocar el concierto, que se estrenó por fin en el año 1800 en Viena.
A la hora de componer esta obra, Haydn juega con las antiguas y nuevas posibilidades
de la trompeta; así, junto con la escritura más propia del instrumento cromático, son
recurrentes las fanfarrias que recuerdan a las trompetas antiguas, así como intervalos
propios de éstas. A nivel formal, la obra es plenamente clásica, con estructuras y formas
como la de sonata del primer movimiento, la modulación a la dominante del segundo o el
Rondó sonata del último.
Desde el punto de vista del intérprete, se trata de una pieza cristalina que permite exhibir
una buena técnica. Contiene intervalos muy amplios (llegando a saltos de 10ª), pasajes
en el agudo muy ágiles y virtuosos y sendas cadencias en el primer y tercer movimientos,
donde el trompetista puede demostrar todas sus cualidades. El segundo movimiento saca
a la palestra todo el potencial cantabile de la trompeta, con un lirismo muy bello y lleno de
emoción. Todo ello debe abordarse desde el prisma del estilo clásico, basado en sonidos
claros y estructuras muy estables. El concierto sigue conservando hoy en día el aspecto
delicado y virtuosístico que asombró en su estreno.
Arthur Honegger compone Intrada para trompeta y piano en 1947 para un concurso del
Conservatorio Nacional de París. Fue escrita para los exámenes finales en la modalidad
de “primera vista”. Más tarde también formó parte de las piezas del Concurso Nacional
de Ginebra, y poco a poco se ha convertido en obra indispensable para el repertorio de
trompeta. Honegger plantea la pieza con una forma ternaria en un único movimiento.
De sonoridad impresionista, Honegger comienza con un amplio moderato, pasa a un
ágil y divertido allegro y termina reexponiendo parcialmente el moderato para cerrar
majestuosamente la obra.
Aunque se trata de una obra breve, unos cuatro minutos, está llena de desafíos técnicos,
cubriendo prácticamente todas las posibilidades del instrumento: la variación dinámica
-de potentes fortes a sutiles pianísimos-; la capacidad expresiva de unos pasajes líricos en
contraste con otros muy marcados; la ejecución de grandes intervalos o del triple picado
en el allegro, hacen de esta obra un lugar recurrente en concursos y pruebas para los
trompetistas de todo el mundo.
AIDA LÓPEZ BORREGO
violín
Concerto para violín nº 5 en La maior, K 219.
Wolfgang Amadeus Mozart
Allegro aperto
Pianista: Haruna Takebe
El “allegro aperto” da nombre al primer movimiento del Concierto de Mozart, el último
de sus cinco conciertos para violín que escribió entre los años 1773-1775 durante su etapa
en Salzburgo. Se dice que quiso experimentar nuevas técnicas adquiridas durante su viaje
anterior a Italia y su estancia en Viena. En concreto, este primer movimiento de su último
concierto, causó sensación en el estreno; normalmente en un primer movimiento rápido,
la orquesta toca una pequeña introducción con temas que después desarrollará el propio
solista con similar tempo y carácter. Eso ocurre en sus conciertos nº 3 en Sol Mayor y
nº 4 en Re Mayor, que son junto al nº 5 los tres más importantes y por ello los que más
se interpretan. Sin embargo, Mozart sorprendió a todos al interrumpir la alegría de la
introducción orquestal con el solista tocando un adagio cantabile a modo de introducción.
Esta introducción dura seis compases, tras los que el solista retoma el tempo y el espíritu
del principio, pero aún así deja al público con una sensación de desconcierto. Por otro lado,
como curiosidad volviendo a la indicación “aperto” que da nombre a este movimiento,
el que haya especificado “allegro aperto” en lugar de simplemente “allegro” como era
lo habitual, no hace más que remarcar la idea de amplitud y majestuosidad que Mozart
quería en la interpretación de este movimiento.
El movimiento finaliza con la habitual cadencia de violín solo. Hay intérpretes que
cuestionan las cadencias que ofrecen violinistas como J. Joachim (1831-1907), que, dicho
sea de paso, es la más habitualmente interpretada, ya que reflejarían una etapa posterior
en el desarrollo del lenguaje musical y técnica instrumental. Sin embargo, hay que tener
en cuenta que el propio Mozart utilizó también su estilo más romántico y brillante en las
cadencias de los conciertos escritas directamente por él, como ocurre en el caso de la
Sinfonía concertante para violín y viola K. 364. Por ello, una versión romántica como la que
ofrece Joachim en su cadencia, tiene pleno sentido, siempre que no olvidemos el carácter
de los temas del concierto a los que hace referencia.
CONCERTOS FIN DE CURSO*
Paraninfo da Universidade
Facultade de Xeografía e Historia
20.30 h
Luns 23 maio
LAIA ALBINYANA I VIRGILI frauta
AIDA LÓPEZ BORREGO violín
CÉSAR SÁNCHEZ MANTILLA violín
Johann Sebastian Bach, Karg Elert, Frank Martin, Wolfgang Amadeus Mozart,
Jean Sibelius, Felix Mendelssohn e Pablo de Sarasate
Martes 24 maio
JORGE GALÁN ADEGA violín
NEHIR AKANSU viola
CAROLINA RODRÍGUEZ CANOSA óboe
Wolfgang Amadeus Mozart, Camille Saint-Saens, Paul Hindemith,
Johann Sebastian Bach e Antal Dorati
| Escola de Altos Estudos Musicais |
Mércores 25 maio
JAVIER SÁNCHEZ GONZÁLEZ fagot
CARLA FONTÁN COSTAS violín
RAQUEL MIGUÉLEZ IGLESIAS contrabaixo
Carl Maria von Weber, Wolfgang Amadeus Mozart, Ludwig van Beethoven,
Giacomo Bottesini, Franz Schubert e Max Bruch
Luns 6 xuño
FRANCISCO JOSÉ SÁNCHEZ BRUNO percusión
MIGUEL BLANCO PUENTE violoncello
SERGIO MONTERO DEL POZO viola
Andrew Thomas, Iannis Xenakis, Paul Hindemith,
Ludwig van Beethoven e Johannes Brahms
Martes 7 xuño
CARMEN PAVÓN RODRÍGUEZ violín
ISMAEL VIDAL RODRÍGUEZ trompa
MACARENA HERRERO PÉREZ violín
Wolfgang Amadeus Mozart, Maurice Ravel, Reinhold Gliere,
Alexander Glazunov e Piotr Ilich Tchaikovsky
Mércores 8 xuño
JUAN ANTONIO CARRILLO RIVODIGO violoncello
DIEGO ARAGÓN JIMÉNEZ trompeta
AIDA LÓPEZ BORREGO violín
Franz Joseph Haydn, Gaspar Cassadó, Arthur Honegger
e Wolfgang Amadeus Mozart
*Como colofón dos seus estudos, cada un dos alumnos do Curso Avanzado de Especialización Orquestral
participa nestes concertos públicos realizando unha interpretación solista destacada. As notas ao
programa que lles ofrecemos foron elaboradas polos propios intérpretes e na súa edición respectamos
o idioma orixinal no que foron escritas. A entrada destes concertos é libre ata completar aforo.
CONCERTO EXTRAORDINARIO**
Auditorio Abanca de Santiago
Rúa Preguntoiro, 23
Mércores 22 de xuño 21.00 h
I
LAIA ALBINYANA frauta
ISMAEL VIDAL trompa
DIEGO ARAGÓN trompeta
JUAN ANTONIO CARRILLO violoncello
MIGUEL BLANCO violoncello
AIDA LÓPEZ violín
JAVIER SÁNCHEZ fagot
RAQUEL MIGUÉLEZ contrabaixo
CÉSAR SÁNCHEZ violín
Antonio Vivaldi, Christoph Förster, Georg Philipp Telemann,
Joseph Haydn, Wolfgang Amadeus Mozart, Carl Weber,
Giovanni Bottesini e Pablo de Sarasate
**Os alumnos do CAEO que alcanzan o nivel de excelencia
interpretan como solistas un programa acompañados pola Real Filharmonía de Galicia.
A entrada é gratuíta previa retirada de invitación
na billeteira do Teatro Principal (18:00-21:00 h, de martes a sábado)
ou no Auditorio Abanca de Santiago o día do concerto a partir das 20:00 h.
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