Irlanda: el Acuerdo de Paz

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IRLANDA: DATOS GEOGRAFICOS Y ECONOMICOS
IRLANDA: en gaélico ÉIRE, isla del Atlántico, que está dividida entre la República de Irlanda, estado
independiente, e Irlanda del Norte, que forma parte del Reino Unido.
Irlanda constituye el elemento más occidental del archipiélago británico. Se encuentra separada de Gran
Bretaña por el canal de San Jorge. Componen Irlanda una isla principal y una multitud de islas e islotes
situados en su mayoría en la parte extrema hacia el oeste; la totalidad de estas islas tienen una superficie de
81.500 Kmª. Una población reducida y un desarrollo económico limitado son el resultado de unas condiciones
físicas ingratas, de agudos conflictos político−religiosos, y de la persistente emigración que este país arrastra
desde hace varios siglos.
Situada en el extremo occidental de Europa, entre las latitudes de 51º y 55º N., y abierta a los poderosos
vientos del Atlántico, Irlanda tiene un clima hiperoceánico, particularmente fresco y húmedo. Las depresiones
barométricas que se desplazan de oeste a este en esas latitudes provocan abundantes y frecuentes
precipitaciones. Las lluvias sobrepasan los 1.500 mm en las regiones montañosas de las penínsulas más
expuestas, 800 mm en la llanura central, y sólo descienden por debajo de los 750 mm en pequeñas zonas
protegidas de la costa oriental. El número de días de lluvia es de 175 al año en las inmediaciones del canal de
San Jorge, y aumenta hacia el oeste, donde en algunos lugares alcanza los 250 días. País de lluvias finas y
persistentes, de chaparrones violentos, aunque pasajeros, de cielos cambiantes y nublados. Los ríos corren
lentos por la llanura, ensanchándose a veces hasta convertirse en lagos poco profundos y de márgenes no muy
precisas. Hay en Irlanda algunos grandes lagos ( lough Neagh, lough Erne, lough Corrib ) y multitud de
lagunas y marismas. La casi saturación de la atmósfera de vapor de agua limita las amplitudes térmicas; los
inviernos son suaves (5 a 6ºC al nivel del mar en enero), y a los veranos les falta algo de calor (14 a 16ºC en
agosto ).
El estancamiento de las aguas, la escasa variación de las temperaturas y la violencia de los vientos en el oeste,
crean condiciones poco favorables para el desarrollo de los árboles. Irlanda es uno de los países que cuenta
con menos bosque de Europa, tan sólo un 2 % de su superficie.
Debido a su gran extensión, Irlanda tiene una costa muy desarrollada y una gran variedad de formas litorales,
desde los estuarios cenagosos y planos como el del Shannon hasta los acantilados más altos de Europa. En la
costa occidental, alguno de estos precipicios miden más de 600 m de altura. A pesar de sus mediocres
condiciones climáticas y edafológicas, Irlanda ha seguido siendo hasta una fecha muy reciente una nación
fundamentalmente campesina.
Los problemas demográficos (evolución numérica de la población, densidad, movimientos migratorios,
pirámide de las edades, etc. ), son más notables en Irlanda que en el resto de Europa. Irlanda es, en efecto, un
caso anormal: es el único país del mundo cuya población actual es inferior a la del siglo XIX . La población
máxima debió alcanzarse en 1845, en vísperas de la gran hambre (más de 8.500.000 habitantes ). El hambre
en sí, y la ola de emigración que esta desencadenó, redujeron brutalmente la población. El mínimo histórico se
alcanzó en 1926, con 4.230.000 habitantes, pero situado en fechas diferentes en las dos entidades políticas que
componen Irlanda: a partir de 1891 en los seis condados de Irlanda del Norte, y en una fecha tan tardía como
1961 en la República de Irlanda. A partir de estas cifras mínimas, la población aumentó débilmente; la
república alcanzó 3,5 millones de habitantes en 1990 y casi 1.600.000 Irlanda del Norte; el total de estas dos
cifras apenas sobrepasa la mitad de los efectivos de 1845.
Desde hace varios siglos Irlanda sufre de una fuerte emigración. La persecución religiosa llevada a cabo por
las autoridades inglesas contra la población local que en su mayor parte permanece fiel al catolicismo, el
ostracismo político y la explotación de los campesinos irlandeses por los propietarios absentistas ingleses y
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escoceses son las causas de esta emigración por lo menos tanto como la miseria, consecuencia ésta de la
pobreza natural de la isla y de unas estructuras de propiedad agrícola injustas. Desde la gran hambre hasta los
años 1920, Estados Unidos fueron el destino preferido de los emigrantes.
La independencia de la república en 1921 no terminó con la emigración, aunque las causas de ésta han
cambiado; desde entonces son la falta de puestos de trabajo, la austeridad de la vida en el campo y los
contactos frecuentes con los parientes emigrados los que alimentan el deseo de emigrar. Con todo, el número
de partidas disminuye progresivamente a medida que se reducen las reservas humanas. A partir de los años
treinta el destino principal es la vecina Gran Bretaña en lugar de Canadá, Estados Unidos o Australia.
En general, los emigrados irlandeses tienen que aceptar empleos pesados o poco cualificados: construcción y
obras públicas, descarga en los puertos, servicios municipales de limpieza, etc. En la república la emigración
femenina sobrepasa a la masculina. Las mujeres irlandesas son en efecto muy solicitadas en Gran Bretaña
como religiosas, comadronas, enfermeras y empleadas de hogar. Debido a este exceso de emigración
femenina, Irlanda es uno de los pocos países del mundo en donde el número de hombres es superior al de las
mujeres, respectivamente 50,2 y 49,8 % de la población.
Hay en el mundo muchas más personas de origen irlandés que en la propia Irlanda. Esta emigración masiva a
tenido consecuencias múltiples en varios campos: composición por edad de la población, comportamientos
demográficos, débil crecimiento económico y tradicionalismo social.
LA REPÚBLICA DE IRLANDA : en gaélico POBLACHT NA H−ÉIREANN.
La República de Irlanda vivió sus primeros cuarenta años de existencia (1921−1961) replegada en sí misma y
bajo un fuerte sentimiento de desconfianza con respecto a Gran Bretaña de la que se protegía con elevadas
barreras aduaneras. La vida económica se caracterizó por el predominio de la agricultura, la escasez de
capitales, una lenta industrialización y elevados niveles de paro y emigración.
La agricultura es un sector económico clave, pues hasta los años sesenta, suministraba más puestos de trabajo
que la industria.
La cría de ganado es la principal actividad agrícola y reviste formas variadas.
Actualmente, un 80% de las propiedades agrícolas se hallan en régimen de explotación directa; el
arrendamiento rústico se practica en los grandes centros de engorde del centro−este. Es necesario un plan de
concentración agraria, así como la creación de puestos de trabajo en el sector industrial y terciario con objeto
de absorber el excedente de la población rural.
Respecto a la industria, los recursos en materias primas y fuentes de energía son más bien escasos. La turba es
en definitiva la principal fuente energética nacional; se extrae con poderosos medios mecánicos, sobre todo
entre Shannon y Dublín para la producción de electricidad térmica; la planta de turba de Ferbane es la más
potente de Europa.
Acerca de los intercambios, algunos años las importaciones sobrepasan a las exportaciones. El déficit del
comercio exterior está cubierto por los giros que envían los emigrados, por el aporte de capitales extranjeros y
por el turismo en pleno desarrollo.
En sus relaciones comerciales, Irlanda permanece estrechamente ligada a su vecino.
A pesar de haber abandonado la Commonwealth, Irlanda sigue formando parte de la zona de la libra esterlina
y los últimos derechos aduaneros entre los dos estados británicos desaparecieron en 1975. Al igual que Gran
Bretaña, Irlanda se ha adherido al Mercado Común Europeo. Irlanda espera que esta estrecha relación con los
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países del Mercado Común logre estimular el crecimiento de su economía, amplíe la gama de sus clientes,
reduzca el índice de la emigración y eleve el modesto nivel de vida de su población.
IRLANDA DE NORTE: es integrada por 6 condados de la provincia del Ulster que permanecieron fieles ala
corona británica cuando en 1921 (tratado de Londres) los 26 condados del sur abandonaron el Reino Unido y
se erigieron en una República libre de Irlanda.
Los 6 condados integran la zona netamente más rica , más desarrollada, más urbanizada y con mayor densidad
demográfica de la isla. Su superficie total, a penas 14.000 Kmª , escasamente representa la sexta parte de la
superficie de la isla, pero acoge a 1.570.000 habitantes, o sea el tercio de la población total de ésta.
Media Irlanda del Norte está compuesta por macizos antiguos como los montes Sperrin (672 m), los montes
Armagh, los montes Mourne (850 m) y las mesetas basálticas de Antrim (500 m).
Los privilegios de Irlanda del Norte tienen sobre todo su explicación en las circunstancias históricas. Los
reyes de Inglaterra y el régimen republicano de Cromwell en el siglo XVII fomentaron la implantación de
colonos protestantes, ingleses y escoceses, que se impusieron a la masa indígena que se había mantenido fiel
al catolicismo. Los recién llegados, gente más rica, más instruida y más audaz que los campesinos católicos,
establecieron las primeras empresas industriales y comerciales.
Irlanda del Norte es bastante menos próspera que el resto del Reino Unido; el índice de desempleo es el doble
(o más) del índice medio nacional; el nivel de vida medio, aunque más elevado que el de la república vecina,
es inferior al de Gran Bretaña. Y sobre todo, las tensiones sociopolíticas entre la mayoría protestante y la
minoría católica ponen en peligro la propia existencia de Irlanda del Norte.
La hostilidad entre católicos y protestantes se ve alimentada por la desigualdad social y política de las dos
comunidades. Los protestantes constituyen el 63% del total de la población, pero están subdivididos en varios
grupos. Todos los grupos protestantes forman un bloque contra los católicos (un 35% de la población). Los
protestantes residen principalmente en Belfast y en los dos condados de Down y Antrim, o sea en la tercera
parte oriental de la región, próxima a Gran Bretaña, mientras que los católicos tienen mayoría numérica en los
condados rurales del oeste y en determinados barrios de Belfast.
El estatus social de los protestantes es en término medio superior al de los católicos. La dirección de las
empresas industriales y comerciales, los puestos administrativos superiores están, en general en manos de los
primeros. La proporción de los católicos debería aumentar por el simple crecimiento natural: sin embargo, se
mantiene desde hace medio siglo en un 35%, ya que éstos, más pobres, se ven más afectados por la
emigración que los protestantes. La mitad de los emigrantes son católicos: se dirigen sobre todo a Gran
Bretaña, a Estados Unidos y Canadá.
La agricultura se halla casi en su totalidad en manos de los católicos. Las dificultades de un clima frío y
húmedo y lo reducido de las explotaciones hacen que los agricultores se dediquen a la práctica de la cría de
ganado. La producción agrícola no es muy importante. Las cosechas de cereales, de lino y de patata ocupan
superficies más reducidas que en el siglo XIX.
Irlanda del Norte está mucho más industrializada que la República de Irlanda e incluso (según el índice de
empleo) un poco más que Gran Bretaña; la industria proporciona el 41% de los puestos de trabajo (frente a
25% en la república y 38% en Gran Bretaña). Pero la industria está repartida de forma desigual: el tercio de la
producción industrial se efectúa en la sola ciudad de Belfast, y un 80% proviene del conjunto de Belfast
−condado de Down− condado de Antrim, por tanto de sectores de mayoría protestante. En el oeste, tan sólo
Londonderry desarrolla una actividad industrial
Toda Irlanda del Norte goza, en la política económica británica, del estatuto de región en desarrollo. El estado
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concede todo tipo de ventajas a las empresas que desean instalarse en estas regiones.
Los astilleros navales de Belfast son las principales fuentes de trabajo de Irlanda del Norte; hay igualmente
una empresa de construcción aeronáutica que trabaja sobre todo para el ejército y depende, por consiguiente,
de los pedidos del estado, que por lo demás posee un 50% del capital. Con todo, las construcciones navales y
la aeronáutica emplean menos personal que en el pasado.
El estado de guerra civil soterrada que prevalece desde 1969, un índice de desempleo enorme, el retraimiento
casi total de las inversiones y la timidez de las reformas sociales necesarias, configuran un incierto futuro
político y económico de Irlanda del Norte.
ENCICLOPEDIA GRAN LAROUSSE UNIVERSAL
EDICIÓN ESPAÑOLA PLAZA & JANÉS EDITORES, S.A.
Volumen19, paginas: 6884 a 6900. (volumen editado en 1994)
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