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CENTRO UNIVERSITARIO DE BAJA
CALIFORNIA
MAESTRIA EN:
DERECHO PROCESAL CIVIL, MERCANTIL Y FAMILIAR
MAESTRO:
DR. VICENTE FERNANDEZ FERNANDEZ
TEMA:
CONTROL DIFUSO APLICADO A UN CASO CONCRETO
ALUMNO:
LIC. MARISELA LLAUSAS FELIX
Tijuana, Baja California a 07 de Marzo de 2013.
CONTROL DIFUSO
El primer aspecto que quisiera comentar, es el relativo a cuál
considero que es el fundamento de la facultad de los jueces locales
para
desaplicar
normas
Inconstitucionales.
En
estos
días
he
escuchado opiniones en el sentido de que el control difuso en México
carece aún de fundamento y que no estará autorizado sino hasta que
la SCJN formalmente Interrumpa o deje sin efecto las jurisprudencias
históricas que prohiben el control difuso. Sin embargo, mi opinión es
que las jurisprudencias que prohibían el control difuso, quedaron sin
efecto, y que precisamente estas reformas son el fundamento que
autoriza a los jueces para que en las sentencias que dicten,
desapliquen
al
caso
concreto
las
normas
que
consideren
inconstitucionales.
Destacando entre las nuevas normas Constitucionales que
inciden en el tema, el artículo 1° que ahora establece en sus primeros
párrafos, lo siguiente:
“Artículo 1o. En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas
gozarán de los derechos humanos reconocidos en esta Constitución y
en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea
parte, así como de las garantías para su protección, cuyo ejercicio no
podrá restringirse ni suspenderse, salvo en los casos y bajo las
condiciones que esta Constitución establece.
Las normas relativas a los derechos humanos se interpretarán de
conformidad con esta Constitución y con los tratados internacionales
de la materia favoreciendo en todo tiempo a las personas la
protección más amplia. Todas las autoridades, en el ámbito de sus
competencias, tienen la obligación de promover, respetar, proteger y
garantizar los derechos humanos de conformidad con los principios de
universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad. En
consecuencia, el Estado deberá prevenir, investigar, sancionar y
reparar las violaciones a los derechos humanos, en los términos que
establezca la ley.”
El tema relevante a comentar, es el relativo a las causas por las
cuales considero como inconstitucional un artículo del Código Penal
del Estado de Baja California, en el cual se tipifica uno de los
denominados delitos cometidos en la administración y procuración de
justicia. Precepto éste, cuyo texto es el siguiente:
“Artículo X. Se impondrán las sanciones previstas en este Capítulo a
los servidores públicos, empleados o auxiliares de la Administración y
Procuración de Justicia y de los Tribunales Administrativos, que
cometan alguno de los siguientes delitos:…
1- No cumplir una disposición que legalmente se les comunique por
su superior competente, sin causa fundada para ello”
Pues bien, para mí el precepto anterior es inconstitucional
porque es contrario al artículo 14, párrafo tercero, de la Constitución
Federal, que establece el derecho humano a la legalidad penal, en los
siguientes términos:
“Artículo 14…En los juicios del orden criminal queda prohibido
imponer, por simple analogía, y aún por mayoría de razón, pena
alguna que no esté decretada por una ley exactamente aplicable al
delito de que se trata.”
Derecho Humano a la legalidad penal, del cual se derivan por lo
menos tres principios o mandatos de jerarquía Constitucional, que
legisladores y jueces deben cumplir en materia penal. Siendo estos,
los siguientes: a) Principio o mandato de taxatividad; b) Principio o
mandato de determinación, y; c) Principio o mandato de reserva
legal.
Se
puede
“denominar
mandato
de
‘determinación’
a
la
exigencia emanada del derecho a la legalidad penal para que el
legislador
describa
de
manera
clara
y
precisa
las
conductas
prohibidas y sus consecuencias jurídicas, y mandato de ‘taxatividad’ a
la exigencia dirigida al juez para que se abstenga de aplicar las
normas penales a los casos que no vengan expresamente previstos
en las mismas, más allá del sentido literal posible. Mientras que “La
reserva de ley para el establecimiento de los delitos y las penas es
una exigencia del Estado de derecho… que expresa la exigencia de
mantener en las manos del legislador la potestad de establecer los
delitos y las penas.
Esto es, el legislador es soberano en decidir qué conductas
penaliza o despenaliza, por lo tanto la reserva de ley no es una
garantía de “contenido”. Pero la Constitución sí limita la forma o
procedimiento al establecer que sólo las leyes pueden decretar
delitos.
Atento
a
lo
anterior,
estaría
afectada
de
indudable
inconstitucionalidad, una norma penal que delegara a cualquier
autoridad distinta del legislador, la delimitación de las conductas
prohibidas delictuosas. Y esto es precisamente lo que hace, el citado
artículo X del Código Penal local, pues este artículo delega al servidor
público jerárquicamente superior, en las áreas de Procuración y
Administración de Justicia, la facultad de dictar disposiciones cuyo
incumplimiento por parte del inferior jerárquico, constituiría un delito.
El referido artículo que autoriza a los servidores públicos de
jerarquía superior, por ejemplo, de la Procuraduría General de
Justicia,
del
Poder
Judicial
del
Estado,
o
de
los
Tribunales
Administrativos, para que sean ellos los que dicten las disposiciones
cuyo incumplimiento será delito, Lo cual está prohibido por la
Constitución Federal, pues ningún poder o persona puede decretar
delitos, ni siquiera por delegación legislativa, pues sólo el Poder
Legislativo puede hacerlo.
Si validáramos como constitucional al referido artículo tal cosa
implicaría darle a un servidor público el poder antidemocrático de
dictar órdenes cuyo incumplimiento sería delito sancionado con pena
de prisión, Así, el superior competente podría ordenar “mañana la
hora de entrada es a las 7:00 a.m.” o “este documento debe
terminarse hoy”, y el empleado inferior jerárquico tendría que
enfrentar la cárcel si no cumpliera a cabalidad tales disposiciones.
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