531.06 DAF y TALLERES uso de la marca ajena como limite…

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JUZGADO DE LO MERCANTIL NUM UNO DE ALICANTE
C/Pardo Gimeno, 43
Tlno.965936093-4-5-6
Alicante
Procedimiento: JUICIO ORDINARIO núm.531/2006
Parte demandante : DAF TRUCKS N.V.
Procurador: VICENTE MIRALLES MORERA
Abogado: JOSE MASSAGUER Y BORJA SAINZ D E AJA TIRAPU
Parte demandada: TALLERES SURESTE AUTOMOCION SL
Procurador: VICENTE JIMÉNEZ IZQUIERDO
Abogado: ANTONIO J. AGUILAR BURGOS
SENTENCIA núm. 30/08
En Alicante, a 3 de Marzo de 2008
Vistos por mí, D. Rafael Fuentes Devesa, Magistrado Juez del Juzgado de Marca
Comunitaria num. Uno, los presentes autos de Juicio Ordinario seguidos con el numero
631/2006 promovidos a instancia de DAF TRUCKS N.V representado/a por el/la
Procurador/a Sr/a. VICENTE MIRALLES MORERA
y defendido/a por el/la
letrado/a Sr/a.JOSE MASSAGUER Y BORJA SAINZ DE AJA TIRAPU contra
TALLERES SURESTE AUTOMOCION SL representado/a por el/la Procurador/a
Sr/a.VICENTE JIMÉNEZ IZQUIERDO
y defendido/a por el/la letrado/a Sr/a
ANTONIO J. AGUILAR BURGOS
,sobre infracción de marca comunitaria y
competencia desleal
ANTECEDENTES DE HECHO
Primero - Que la meritada representación de la parte actora formuló demanda
arreglada a las prescripciones legales en la cual, previa alegación de los hechos y
fundamentos de derecho que estimo pertinentes, solicitaba que se dictara sentencia por
la que se condene a la demandada en los siguientes términos “1) Declare que la
sociedad TALLERES SURESTE AUTOMOCIÓN S.L ha infringido los derechos de DAF
TRUCKS, N.V. en relación con la marca comunitaria mixta No. 239947 “DAF”.
2) Declare que, mediante el uso ilícito de la marca comunitaria mixta No.
239947 “DAF”, la sociedad TALLERES SURESTE AUTOMOCIÓN S.L ha cometido
actos de engaño y de explotación de la reputación ajena .
3) Condene a la demandada a cesar inmediatamente en el uso de la marca
comunitaria mixta No. 239947 “DAF”, fijando, en aplicación de lo dispuesto en el
artículo 44 de la Ley de Marcas, una indemnización de cuantía no inferior a 600 euros
que será reclamable de TALLERES SURESTE AUTOMOCIÓN S.L. por día
transcurrido hasta que se produzca la cesación efectiva de la violación de la marca.
4) Condene a la demandada a remover inmediatamente cualesquiera soportes,
materiales e inmateriales, y archivos lógicos en los que se reproduzcan la marca
comunitaria mixta No. 239947 “DAF” así como de cualquier utilización de dicha
marca comunitaria en el Taller de Reparación de TALLERES SURESTE
AUTOMOCIÓN S.L. ubicado en la Ctra. de Granada, Km. 647. Sangonera la Seca
(Murcia), en la página de Internet www.100autoguías.com y en cualquier otra
ubicación o sitio web, con la misma advertencia en cuanto a la indemnización
coercitiva reclamable por cada día de incumplimiento.
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5) Condene a la demandada a abonar a DAF TRUCKS N.V. en concepto de
compensación de daños y perjuicios la cantidad de (101.344,14 Euros) más la cantidad
que corresponda al lucro cesante que, de conformidad con el dictamen pericial que se
interesa en este escrito, haya obtenido TALLERES SURESTE AUTOMOCIÓN S.L. de
la explotación del Taller de Reparación ubicado en la Ctra. de Granada, Km. 647.
Sangonera la Seca (Murcia) mediante el uso de la marca comunitaria mixta No.
239947 “DAF” desde el 4 de septiembre de 2003 o, en el caso de que fuera superior a
dicha cantidad, al pago del 1% de la cifra de negocios que haya obtenido TALLERES
SURESTE AUTOMOCIÓN S.L. de la explotación del Taller de Reparación ubicado en
la Ctra. de Granada, Km. 647. Sangonera la Seca (Murcia) mediante el uso de la
marca comunitaria mixta No. 239947 “DAF” desde el 4 de septiembre de 2003, más el
interés legal sobre esas cantidades desde la fecha de su devengo.
6) Condene a la demandada a publicar el fallo íntegro de la sentencia (i) una
vez en una publicación especializada (“Solo Camión” o “Transporte Mundial”) y (ii)
en la primera página o página inicial del sitio www.100autoguías.com en el tablón de
anuncios de TALLERES SURESTE en la verja de entrada al Taller de Reparación y en
sus panales indicadores ubicados en la carretera de Murcia-Granada durante al menos
60 días consecutivos.
7) En todo caso, condene a la demandada al pago de las costas, causadas en
este juicio”
Segundo .- Que admitida a trámite, se dispuso el emplazamiento de la/s parte/s
demandada/s para que en el término legal, compareciere/n en autos y contestara/n
aquélla verificándolo en tiempo y forma mediante la presentación de escrito de
contestación en el que solicito la desestimación de la demanda, previa alegación de los
hechos y fundamentos de derecho que consideró aplicables
Tercero.-Precluido el trámite de contestación a la demanda, se convocó a las
partes personadas a la audiencia previa al juicio prevista en el art. 414 LEC, que se
suspendió a instancia de las partes en vía de negociación, y transcurrido el plazo de
suspensión, se archivó provisionalmente
Solicitada la reanudación en fecha 16 de julio de 2007, se señalo la celebración
de la audiencia previa, que tuvo lugar el día y hora señalado, con la asistencia de la
parte actora y demandada/s personada/s, sin que se lograse acuerdo, y en la que fue
resuelta la cuestión procesal suscitada consistente en la cuestión prejudicial civil por
existencia de otro litigio entre las partes seguido ante el Juzgado de lo Mercantil num 3
de Madrid (autos 441/2005), que fue desestimada
Interesada por las partes la práctica de las pruebas documental, testifical, pericial
e interrogatorio se acordaron las pertinentes en los términos que figuran en el soporte
audiovisual, señalándose la celebración del juicio
Cuarto – El día y hora señalados tuvo lugar el juicio, en el que se practicaron las
diligencias probatorias declaradas pertinentes y tras el trámite de informe y
conclusiones, se dio por concluido el acto y visto para sentencia
Quinto.- En la sustanciación del presente juicio se han observado las
prescripciones legales y demás de pertinente aplicación al supuesto de autos
FUNDAMENTOS JURÍDICOS
Primero: Planteamiento
1. La mercantil holandesa
DAF TRUCKS N.V. en su condición de titular de
los derechos de exclusiva derivados de al marca comunitaria Núm. 239.947 DAF
formula demanda frente a TALLERES SURESTE AUTOMOCION SL por considerar,
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de manera extractada, que la utilización sin su autorización desde el 4 de septiembre de
2003 de la marca DAF en su actividad como taller de reparación, apareciendo ante los
consumidores y usuarios como si sus instalaciones fueran propiedad de DAF TRUCKS,
N.V. o como si fuera un concesionario o taller autorizado de dicha compañía,
perteneciente a su red oficial, supone: a) una vulneración de sus der echos marcarios,
con invocación de los art 9. 1 a) y 9.1.c) en relación con el art 9.2 del Reglamento
Comunitario (CE) Num 40/1994, de marca comunitaria (en adelante RMC) y por la
remisión que efectúan los arts 14 y 97 RMC, los arts 34,40,41,43 y 44 de la Ley
española 17/2001, de Marcas y b) la realización de actos de competencia desleal, con
alegación de los arts 7 y 12, 18, 20 y 21 de la Ley Española 3/1991, de 1 de enero de
Competencia Desleal (en lo sucesivo LCD) al tratarse de actos de engaño (art 7) y de
aprovechamiento de reputación ajena (art 12)
Es, pues, doble el fundamento de las pretensiones declarativas, de cesación, de
remoción, de prohibición, indemnizatorias y de publicidad recogidas en los antecedentes
de hecho, con distinto alcance territorial: en todo el territorio de la Unión Europea,
respecto de la tutela marcaria (art 92 y 93RMC) y limitado al territorio nacional, en el
caso de la protección por los ilícitos concurrenciales
2. En la contestación a la demanda formulada por TALLERES SURESTE
AUTOMOCION SL (en adelante TALLERES SURESTE) se solicita la absolución por
los motivos, que en sucinta síntesis, son los siguientes: 1º) prejudicialidad civil por
existencia de otro litigio entre las partes seguido ante el Juzgado de lo Mercantil num 3
de Madrid (autos 441/2005); 2º) prescripción de las acciones por competencia desleal,
al amparo del art 21LCD; 3º) que el uso de la marca DAF no es ilegitimo ni perjudica
la imagen de la marca de la actora, sin que se produzca confusión, siendo un uso
amparado en el art 12.c) RMC al ser necesario para indicar el destino de un producto o
servicio; 4º) la inexistencia de engaño y aprovechamiento de reputación ajena; 5º)
inexistencia de los requisitos que justifican la pretensión indemnizatoria; 6º) la mala fe
de la actora, el abuso de derecho y la actuación contra sus propios actos, con invocación
de los arts 7.1 y7.2 CC
3. Respecto del submotivo 1º quedó ya resuelto en su momento procesal (la
audiencia previa, art 43 y 414 LEC) en sentido desestima torio, sin que proceda de
nuevo su análisis, debiendo aclararse que el objeto de esta litis se limita aquí al uso por
la demandada del signo DAF en su actividad de taller de reparación desde septiembre
de 2003, al margen de otras controversias que puedan tener las partes
Segundo.- El uso por la demandada de la marca de la actora
4. De la prueba aportada y de la fijación de hechos realizada en la audiencia
previa hay que dejar constancia de los siguientes datos de relevancia:
i) La actora, al margen de otras marcas nacionales y comunitarias que no son
objeto de este procedimiento, es titular de la marca comunitaria mixta No. 239947
“DAF” registrada, entre otras, para las clases 7, 12,35 y 37 (Reparación y reparación de
vehículos, en concreto automóviles para empresas y camiones) (certificado emitido por
la Oficina de Armonización del Mercado Interior (“OAMI”) Doc. 3)
cuya
representación es la siguiente
ii) la Marca DAF es una marca notoria en el sector de los vehículos industriales
para el transporte pesado y semipesado (hecho admitido)
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iii) DAF TRUCKS cuenta con más de 1.000 distribuidores autorizados en todo
el continente europeo y para dar un servicio integral y eficaz a sus clientes ha
organizado una red oficial de ventas (DAF Truck Sales Dealers) y una red de servicios
de mantenimiento y reparación de vehículos (DAF Truck Service Dealers)
acompañándose listados de distribuidores que figuran en la página web de DAF
TRUCKS (www.daftrucks.com) no impugnada su autenticidad ni contenido ( Doc. 10)
iv) TALLERES SURESTE se dedica a la reparación y venta de vehículos
industriales y recambios en las instalaciones situadas en Ctra. de Granada, Km. 647
Sangonera la Seca (Murcia), entre ellos vehículos y recambios DAF, entre otras marcas
(hecho admitido y resulta de las testificales y aclaraciones del perito)
v) TALLERES SURESTE emplea los letreros y rótulos reproducidos
fotográficamente en la demanda al folio 16 (hecho admitido y doc num 12 y 13)
Uno de ellos está situado en el indicado punto kilométrico, colocado a la entrada
del camino de acceso asfaltado que conduce al Taller y en el solo aparece la marca DAF
(en idéntica reproducción a la registrada) junto a la expresión TALLERES SURESTE
AUTOMOCION y otro en la propia puerta de acceso a las instalaciones (en la que
DAF aparece en borde blanco sobre fondo azul del cartel)
vi) TALLERES SURESTE publicita su taller en el sitio de Internet
www.100autoguias.com y aparece cuando se despliega el enlace “DAF” en la región de
Murcia
Se acredita con el acta notarial que se adjunta como Doc. 14
vii) TALLERES SURESTE formaba parte de la red oficial de servic ios de
mantenimiento y reparación de vehículos (DAF Truck Service Dealers) de DAF
TRUCKS (la “Red Oficial DAF”) en virtud del correspondiente contrato de taller
autorizado suscrito entre ambas compañías ( hecho admitido)
viii) con motivo de la entrada en vigor del Reglamento 1400/2002 de la
Comisión, de 31 de julio de 2002, relativo a la aplicación del apartado 3 del artículo 81
del Tratado CE a determinadas categorías de acuerdos verticales y prácticas concertadas
en el sector de los vehículos a motor, DAF TRUCKS optó por un sistema de
distribución selectiva cualitativa, de manera que para seguir o entrar en la Red Oficial
DAF habían de cumplirse una serie de estándares, verificados por DAF TRUCKS,
celebrándose el día 4 de septiembre de 2003 una reunión a la que acudió TALLERES
SURESTE, que en fecha 17 de septiembre de 2003 formuló solicitud para integrarse en
la Red Oficial DAF (folio 4 de la copia de demanda adjuntada como doc num 5 en la
contestación)
En fecha 9 de marzo de 2004 DAF TRUCKS comunica a TALLERES
SURESTE que no cumplía con los estándares o requisitos básicos necesarios para
integrarse en la Red Oficial DAF y que disponía de un plazo de 90 días para resolver los
puntos mencionados en esa auditoria y que si no se cumplían las normas para
concesionarios DAF “se tendría que revocar el contrato “ (doc num 16 de la demanda)
Posteriormente el 23 de agosto de 2004 se remitió a TALLERES SURESTE una
carta en la que se le comunicaba que por considerar que no se habían atendido los
estándares, se cerraba el proceso de solicitud de admisión en DAF Service Dealer (doc
num 15)
Tercero.- La infracción marcaria
5. Es conocido que la marca comunitaria confiere a su titular un derecho
exclusivo (art 5.1 de la Directiva 89/104/CEE y 9.1 RMC); exclusividad que entronca
con la función esencial de la marca como signo indicador del origen empresarial de los
productos y servicios. (STJCE de 29 de abril de 2004 caso Björnekulla Fruktindustrier
AB contra Procordia Food AB con cita de las precedentes sentencias de 29 de
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septiembre de 1998, Canon y de 4 de octubre de 2001, Merz & Krell ) que en su
vertiente negativa configura el llamado ius prohibiendi, por el que está “ habilitado
para prohibir a cualquier tercero, sin su consentimiento, el uso en el tráfico económico:
a) de cualquier signo idéntico a la marca comunitaria, para productos o
servicios idénticos a aquéllos para los que la marca esté registrada;
b) de cualquier signo que, por ser idéntico o similar a la marca comunitaria y
por ser los productos o servicios protegidos por la marca comunitaria y por el signo
idénticos o similares, implique un riesgo de confusión por parte del público; el riesgo
de confusión incluye el riesgo de asociación entre el signo y la marca;
c) de cualquier signo idéntico o similar a la marca comunitaria, para productos
o servicios que no sean similares a aquéllos para los cuales esté registrada la marca
comunitaria, si está fuera notoriamente conocida en la Comunidad y si el uso sin justa
causa del signo se aprovechará indebidamente del carácter distintivo o de la
notoriedad de la marca comunitaria o fuere perjudicial para los mismos”.
6. Si concurren estas condiciones puede prohibirse en particular a un tercero
“ofrecer los productos, comercializarlos o almacenarlos con dichos fines u ofrecer o
prestar servicio con el signo; utilizar el signo en los documentos mercantiles y la
publicidad” ( art 9.2.apartados b) y d) que son actuaciones que lleva a cabo la
demandada, sin contar con autorización alguna de la titular del signo para hacerlas, ya
que no hay vínculo contractual alguno entre las partes que permita a la demandada
seguir haciendo uso de la marca DAF.
Esto último –inexistencia de vinculo contractual - no solo lo dice la actora sino
también la propia demandada en sus previas actuaciones procesales, pues precisamente
la demanda presentada ante los juzgados de Madrid es para que se condene a DAF
TRUCK a concertar con ella un contrato de taller de reparación autorizado ·”contrato
de Service Dealer “ ( folio 18 doc num 4 de la contestación)
7. En el caso que nos ocupa, es evidente la concurrencia de las hipótesis del art
9.1 en las que ampara su pretensión la actora, debiéndose desechar el submotivo 3º
relativo a que el uso de la marca DAF no es ilegitimo porque no se produce confusión
En primer lugar, concurre el apartado a) (doble identidad de signo y de
productos) que no precisa el riesgo de confusión, ya que se sobreentiende, al ser la
protección absoluta (Considerando 7º del RMC, art 5.1ª de la Directiva y STJCE de 12
noviembre 2002, Arsenal Football Club y de 20 de marzo de 2003, LTJ Difusión),
pues en uno de los carteles es idéntico el signo en tanto que en el otro la sola alteración
del borde de las letras ( al ser fondo azul) es irrelevante. Y en todo caso, sino se
considerase de aplicación el apartado a), la confusión es evidente con el signo de la
actora por lo que entraría en juego el art 9.1.b)
En segundo lugar, también la del art 9.1.c),precepto que al igual que hace el
artículo 5, apartado 2 de la D irectiva , potencia la protección de las marcas “notorias” o
“reconocidas” (según expresión que parece asumir el TJCE en la sentencia la STJCE de
14 de septiembre de 1999, General Motors Corporation contra Yplon SA , en la que se
inclina, siguiendo el cr iterio del Abogado General Jacobs, por la versión alemana de
“conocida“ o “ reconocida” ), ya que no solo se produce la superación del principio de
especialidad sin que instaura una protección en la que expresamente no requiere la
existencia de un riesgo de confusión ( STJCE de 23 de octubre de 2003, Adidas
Salomon AG y Adidas Benelux BV vs Fitnessworld, ) previsto en el apartado
precedente (el b)
Admitida la notoriedad o reconocimiento de la marca de la actora, nos
encontramos ante una utilización del signo realizada sin justa causa y con el fin de
aprovecharse indebidamente del carácter distintivo o de la notoriedad de la marca entre
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el sector de la reparación de vehículos, sirviéndose para sí de las connotaciones
positivas que tal signo inspira para e l consumidor relevante de esos servicios, de manera
que de esta manera el demandado obtiene una ventaja desleal del carácter distintivo o
del renombre de la marca ( en palabras de la Directiva)
Cuarto. El uso necesario de la marca ajena como límite de los e fectos de la
marca
8. Mucha más importancia reviste la otra alegación defensiva relativa a que se
trata de un uso amparado en el art 12 RMC, que como el art 6 de la Directiva
89/104/CE, contiene unas disposiciones que limitan el derecho del titular de la marca.
A este respecto, el apartado c) establece, en especial, que el titular no podrá
prohibir a los terceros el uso “de la marca cuando ello sea necesario para indicar el
destino de un producto o de un servicio, en particular en caso de accesorios o piezas
sueltas, siempre que ese uso se realice conforme a las prácticas leales en materia
industrial o comercial”
9. Para su exégesis hay que tomar como punto de partida la Sentencia del
Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas Luxemburgo, de 23 febrero 1999 que
resuelve una cuestión prejudicial planteada en el marco de un litigio entre, de un parte,
BMW y, de otra parte, una empresa especializada en la venta de automóviles de ocasión
de la marca BMW y en la reparación y mantenimiento de automóviles de dicha marca,
no afiliado a la red de distribuidores de BMW, respecto de la publicidad que ésta hizo
para la venta de vehículos de ocasión de la marca BMW y para la reparación y
mantenimiento de automóviles de dicha marca.
Como recuerdan las Conclusiones del Abogado General Ruiz-Jarabo Colomer
presentadas el 16 de enero de 2008 (Asunto C 102/07) “en esta sentencia el Tribunal
de Justicia indagó la ratio legis de este precepto, orientándolo a conciliar la protección
de los derechos de marca con la libre circulación de mercancías y la libre prestación
de servicios en el mercado común, para que sirvan de elemento esencial del sistema de
competencia no falseado que el Tratado pretende establecer y mantener”, pues, según
el Tribunal de Justicia, es menester compaginar el ejercicio de las facultades otorgadas
al titular del derecho de propiedad industrial con los objetivos del Tratado encaminados
hacia la rivalidad empresarial ordenada y cabal.
El TJCE después de afirmar que “El uso de una marca sin autorización del
titular, realizado para anunciar al público que una empresa tercera efectúa la
reparación y el mantenimiento de productos que llevan dicha marca o que está
especializada o es especialista en dichos productos, constituye, en las circunstancias
descritas en la resolución de remisión, un uso de la marca en el sentido de la letra a)
del apartado 1 del artículo 5 de la Directiva 89/104(correlativo art 9.1.a) del RMC)
dice que “Los artículos 5 a 7 de la Directiva 89/104 (correlativos arts 9,12 y 13 RMC)
no permiten que el titular de una marca prohíba a un tercero el uso de su marca para
anunciar al público que efectúa la reparación y el mantenimiento de productos que
llevan dicha marca, comercializados con la marca por el titular o con su
consentimiento, o que está especializado o es especialista en la venta o en la reparación
y mantenimiento de dichos productos, a menos que se utilice la marca de tal forma que
pueda dar la impresión de que existe un vínculo comercial entre la empresa tercera y el
titular de la marca y, en particular, de que la empresa del comerciante pertenece a la
red de distribución del titular de la marca o de que existe una relación especial entre
ambas empresas”
En posterior sentencia de 17 de marzo de 2005 (The Gillette Company y otros)
el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas apunta los criterios de
interpretación del requisito de “prácticas leales “ indicando que “ El requisito de
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«prácticas leales», en el sentido del artículo 6, apartado 1, letra c), de la Directiva
89/104 (equivalente al art 12.1c) RMC), constituye esencialmente la expresión de una
obligación de lealtad con respecto a los intereses legítimos del titular de la marca.
El uso de la marca no resulta conforme a las prácticas leales en materia
industrial o co mercial, especialmente cuando:
–se realiza de modo que puede inducir a pensar que existe un vínculo comercial
entre el tercero y el titular de la marca;
–afecta al valor de la marca al obtener indebidamente una ventaja de su
carácter distintivo o de su reputación;
–desacredita o denigra dicha marca,
–o el tercero presenta su producto como imitación o réplica del producto que
lleva la marca ajena.
El hecho de que un tercero utilice una marca ajena para indicar el destino del
producto que comercializa no implica necesariamente que lo presente como si fuera de
la misma calidad o tuviera características equivalentes a las del producto que lleva esta
marca. Dicha presentación depende de las circunstancias del caso concreto y
corresponde al órgano jurisdiccional remitente valorar su posible existencia de
acuerdo con las circunstancias del litigio principal.
El que eventualmente el tercero pueda presentar el producto que comercializa
como si fuera de la misma calidad o tuviera características equivalentes a las del
producto cuya marca utiliza constituye un elemento que el órgano jurisdiccional
remitente debe tener en cuenta a la hora de comprobar que tal uso se realice conforme
a las prácticas leales en materia industrial o comercial”
10. Si TALLERES SURESTE repara vehículos DAF y vende recambios DAF
(extremo que no se cuestiona que haga y pueda hacerlo) en la práctica no puede
comunicar esta información a sus clientes sin usar la marca DAF.
De ello se colige que el uso informativo de la marca DAF en cuanto necesario
para asegurar el derecho de reventa derivado del artículo 13 del RMC y la libertad de
prestación de servicios en el mercado común, como elemento esencial del sistema de
competencia no falseado que persigue el Tratado Constitutivo de la CE, no puede ser
prohibido por la actora titular de la marca
Puntualización que resulta conveniente realizar a la vista de los términos del
suplico, que al interesar la cesación y utilización de la marca de forma absoluta
impediría cualquier uso del signo, incluido el necesario informativo y ajustado a las
pautas del mercado, lo que significaría, de facto, la imposibilidad de TALLERES
SURESTE de seguir prestando esos servicios y actividades, con merma del sistema de
libre competencia y de los consumidores, que verían reduc ida la oferta de empresas que
llevan a cabo la reparación de vehículos DAF y venta de recambios DAF
11. De manera especifica, no se comparte la afirmación de que la demandada
promocione en Internet su taller como un taller vinculado empresarialmente a DAF
TRUCKS, pues en internet el empleo de una marca en un vínculo no permite pensar que
todos los resultados que arroja al desplegarse estén ligados empresarialmente con dicha
marca
Del análisis de doc num 14 solo se deriva que en un directorio de Internet
(www.100 autoguias.com) que contiene información sobre fabricantes, importadores,
exportadores, y distribuidores de recambios, componentes, accesorios automotrices,
maquinaria y equipos, aparece un enlace “DAF” bajo el epígrafe camiones y vehículos
industriales al pulsarlo, que al pulsarlo y a su vez el enlace “Murcia” aparece Talleres
Sureste, junto con otros tres resultados,
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Ello no permite, a mi entender, inferir que haya una vinculación empresarial
entre Talleres Sureste y DAF ni de que forme parte de su red oficial, pues en ningún
apartado de la página figura dato que asevere tal condición ni que permita realizar tal
juicio de inferencia.
Si atendemos a las características de los usuarios de la red y del propio
funcionamiento de ésta, el que surja TALLERES SURESTE tras el enlace DAF no
parece que provoque en el usuario la idea de que existe ligamen empresarial entre
ambos sino que puede pensar perfectamente que nos encontramos ante un taller de
reparación o de venta de suministros de esa marca, sin más, máxime cuando
TALLERES SURESTE aparece sin catalogarse como concesionario o taller oficial,
como si aparecen otros en la misma página, ni con aditamento alguno que permita
deducir tal condición,sin que en ningún apartado de la página figure que los talleres
sean servicio oficial de las marcas, desconociéndose que datos hizo constar en la
solicitud de inclusión la demandada y si se hizo pasar por tal
En definitiva, no se puede tachar como desleal su inclusión en un directorio de la
red en los términos descritos en el doc. núm. 14, ya que no presenta caracteres de
anormalidad según las pautas habituales en el tráfico, especialmente en un medio
dinámico como es Internet en el que el usuario presenta un grado de conocimiento de su
funcionamiento (especialmente de la mecánica de los enlaces o links) que no puede
obviar en el análisis a efectuar. Tampoco parece que tal uso implique obtener un
aprovechamiento indebido del carácter distintivo o del renombre de la marca ni aparece
como denigrante.
12. En cambio, la actora sí puede prohibir la utilización que TALLERES
SURESTE hace de la marca DAF en su publicidad de forma que pueda dar la impresión
de que existe un vínculo comercial entre ella y el titular de la marca y, de manera
concreta, que TALLERES SURESTE pertenece a la red oficial de servicios de
mantenimiento y reparación oficiales de DAF
De forma concreta, el uso que lleva a cabo TALLERES SURESTE de la marca
DAF en los rótulos indicadores colocados en el camino de entrada al taller y en la
entrada del mismo (folio 16 de la demanda) provoca el riesgo de que el público llegue a
creer que existe un vínculo comercial entre el Taller y el titular de la marca DAF, y que
forme parte de la red oficial de DAF, pues aparece destacado y unido a la denominación
del taller, sin que conste ninguna otra de las marcas de recambios que se venden o
vehículos que se reparan en dicho establecimiento.
La impresión que producen es que nos encontramos ante un taller de la red de
DAF se refuerza si atendemos a la propia documentación interna (facturas y hojas de
trabajo) que se adjunta como doc. núm. 10 de la contestación en la que figura de forma
destacada DAF junto o sobre la denominación social de la demandada.
Tal uso ni es necesario para dar a conocer que lleva a cabo servicios de
reparación o venta de recambios, pues de serlo así también figurarían las de otras
marcas de automoción que no aparecen, ni es leal y honesto, al no ajustarse a las pautas
de respeto de los signos distintivos ajenos que todo agente que interviene en el tráfico
económico debe observar. De esta manera se arroga de manera indebida el crédito y
prestigio que supone el pertenecer a una red oficial que para el consumidor garantiza el
respeto y observancia de unos exigentes estándares de calidad
Quinto.- Las consecuencias derivadas de la infracción marcaria
13. Las consecuencias derivadas de la infracción de la marca comunitaria se
contemplan en el artículo 98 RMC a completar (art 14 y 97 RMC) en todo aquello no
previsto con lo dispuesto en la legislación nacional (articulos 41 y ss de la Ley 17/2001,
de 17 de diciembre, de Marcas) en la redacción vigente en el momento de los hechos,
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que se remontan a 2004, por lo que no son de aplicación las reformas introducidas por la
Ley 19/2005
14. A la vista de dicha regulación y en cuanto a la pretensión merodeclarativa
(apartado 1º del suplico) , es procedente al existir inicial controversia al respecto
15. Respecto de la pretensión de cesación (apartado 3º del suplico) es atendible
para salvaguardar el derecho de exclusiva del actor, pero no en los términos absolutos
interesados, sino únicamente en aquellos que consta que no están amparados por el
límite del art 12, y en consecuencia, debe cesar en el uso de los rótulos identificados en
las fotografías reproducidas en el folio 16 de la demanda y en la documentación interna
acompañada que reproduce de manera destacada la marca DAF, correspondiendo a la
fase de ejecución, en su caso, la fijación de la indemnización coercitiva ( art 44LM y
710 y 711LEC)
16. En cuanto a la pretensión de remoción de soportes o archivos en los que se
reproduzcan la marca DAF de la actora (apartado 4) es pertinente en los mismos
términos y alcance que los indicados en el apartado anterior y deberá llevarse a cabo
por la demandada a su costa, con observancia de las normas administrativas de
eliminación de residuos, con preaviso de 10 días a la actora del lugar y hora para estar
presente, con acreditación notarial de su realización.
17. Acerca de la publicación de la parte dispositiva de la sentencia en una
revista especializada en el sector y en el portal de Internet (apartado 6) , no cabe esta
última ya que no se considera ilícita el anuncio de sus servicios en red en los términos
expuestos y en cuanto a la primera, se trata de una de las medidas que puede interesar el
titular de la marca (art 41.1.e) en la redacción anterior a la Ley 19/2006, actual apartado
f)) habiéndose pronunciado este Juzgado en el sentido de que no estamos ante medidas
de aplicación automática, con apoyo en la jurisprudencia del Tribunal Supremo (entre
otras, sentencia de 29 de abril de 2002).
El que no este vinculada a la indemnización de daños y perjuicios (como ocurre
en la LCD) no supone automaticidad. Hay que acudir al caso concreto y determinar si
esa divulgación determinar si esa publicidad deviene necesaria bien para ilustrar a los
consumidores en aras de evitar futuros equívocos, bien para disipar los efectos
perturbadores ya producidos, siendo, además, una medida apropiada para reponer la
imagen de la actora que puede haberse puesto en entredicho o verse afectada por la
actuación de la contraparte y todo ello en atención a la actuación llevada a cabo por el
demandado. La propia mención que realiza ley a “las personas interesadas” pone de
relieve que sólo cuando es conveniente tiene sentido imponer esa publicidad a costa del
demandado, sin perjuicio de que el actor siempre puede difundir la noticia siempre que
lo haga de forma adecuada
18. En el caso presente consta que se emplea de manera inadecuada la marca
DAF en los carteles antes indicados y en la documentación (facturas, partes de
trabajo…) que se entregan a los clientes, con un alcance temporal prolongado, ya que se
remonta a 2004 (como se dirá a continuación).
Ha habido, por tanto, una difusión generalizada a clientes (potenciales y reales)
desde hace varios años que justifica la difusión para poner de relieve a los interesados
que no se trata de un taller vinculado o bajo la orbita del red de servicios DAF, sin que
se comparta la oposición frontal que muestra la demandada, pues, en sede de marcas no
se exige ni dolo ni culpa, al contrario de lo ocurre con el art 18 LCD, debiendo el
anuncio del fallo firme tener unas dimensiones de 12 x 12 cm y publicarse una sola vez
en una revista del sector (Solo Camión o Transportes Mundial)
También parece ajustada y proporcionada la otra difusión (en el tablón de
anuncios de TALLERES SURESTE en la verja de entrada al Taller de Reparación y en
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sus paneles indicadores ubicados en la carretera de Murcia-Granada durante al menos
60 días consecutivos) vinculada precisamente con el uso publicitario tachado como
infractor
19. Para finalizar, procede resolver sobre la indemnización de daños y perjuicios
peticionada siendo tres los conceptos económicos reclamados: a) daño directo
emergente; b) el beneficio dejado de obtener (lucro cesante) y c) daños morales o daños
a la imagen causados a DAF TRUCKS
20. En primer lugar hay que decir que tal indemnización procede al concurrir el
presupuesto del art 42 LM ya que debe tacharse como culpable o negligente el
comportamiento del demandado usando el signo ajeno de manera indebida tras la
comunicación de que se había concluido el proceso para seguir incluido en la red
oficial. A partir de ese momento, y sin necesidad de previo requerimiento, debe asumir
el demandado las consecuencias de su actuación, pues si sabia que la contraparte había
roto el proceso, lo que podía hacer (como así lo ha hecho) es instar en legal forma que
se firme el contrato (si entiende que se dan las condiciones para ello) pero no
unilateralmente seguir haciendo uso del signo ajeno como si siguiese siendo un taller
vinculado a la red oficial DAF
21. No obstante, no se asume la data propuesta por la actora (4/9/2003) como
dies a quo del computo de daños, atendiendo a las especiales circunstancias
concurrentes como son que desde 1996 venía haciendo un uso consentido (al formar
parte de la red oficial DAF) y que no solo no hay constancia documental de que ese día
4 de septiembre 2003 se notificase formalmente a la demandada (hasta entonces
integrada en la red oficial) que su contrato quedaba terminado (nada se aporta al efecto)
sino que se inicia entonces un proceso de verificación para permanecer integrado en
ella, con visitas ulteriores de personal de la actora (o designado por ella) sin que consta
queja alguna sobre el uso del signo.
Sólo el 23 de agosto 2004 se remitió a TALLERES SURESTE una carta en la
que se le comunicaba que, por considerar que no se habían atendido los estándares, se
cerraba el proceso de solicitud de admisión en DAF Service Dealer, tras la previa carta
de 9 de marzo de 2004 en la que DAF TRUCKS hacia saber a TALLERES SURESTE
que no cumplía con los estándares o requisitos básicos necesarios para integrarse en la
Red Oficial DAF y que disponía de un plazo de 90 días para resolver los puntos
mencionados en esa auditoria y que si no se cumplían las normas para concesionarios
DAF “se tendría que revocar el contrato “ (doc num 16 de la demanda)
Por tanto, en esas circunstancias solamente se puede tildar como culpable el uso
de la marca ajena desde el momento en que de forma clara y manifiesta, sin género de
dudas, queda constancia de la rotura de cualquier tipo de vínculo, sin que tampoco
proceda postergarlo a marzo o mayo de 2005, fechas de los requerimientos
extrajudiciales de no utilización de la marca DAF “ más que en las condiciones
legalmente previstas “ que supone un reconocimiento de que sí puede servirse de ellas,
pero en las condiciones antes apuntadas
22. Frente a ello no basta para afirmar que existe consentimiento de la actora a
que TALLERES SURESTE use su marca por el dato de que TALLERES SURESTE
haya llevado a cabo reparaciones puntuales a camiones (doc num 10 de la contestación
y a los aportados en escrito de 7/12/2007) remitidos por DAF TRURCK en
cumplimiento de un servicio internacional de camiones que presta. No se trata de un
acto reiterado, claro y evidente del que inequívocamente quepa inferir autorización para
el uso del signo DAF , sin que se aprecie abuso de derecho ni mala fe ( art 7.1 y 7.2CC)
en aquel que hace uso de su derecho de defensa de sus signos distintivos a través de los
cauces legales
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23. En cuanto al daño directo emergente, procede incluir los gastos necesarios y
justificados para la preparación de la presente demanda , como lo ha venido
reconociendo la jurisprudencia y se consagra en la vigente redacción del art 42 LM,
que actúa como valiosa pauta interpretativa (sentencia de este Juzgado de 26/7/2006
LEXIS NEXIS contra LA LEY), lo que significa reconocer como indemnizables los
gastos relativos a la acreditación de la infracción (actas notariales de presencia y
certificaciones de marcas por cuantía de 844,18 Euros, Docs. 21 y 22) y de
recopilación documental por el personal de DAF TRUCKS, estimándose ajustada la
interesada (500€), con arreglo a bases no desproporcionadas (5 horas de trabajo a razón
de 100 €/hora), lo que arroja un total por este concepto de 1.344,18 Euros.
24. Alterando el orden propuesto, se interesan 100.000€ por da ños morales o
daños a la imagen causados a DAF TRUCKS por TALLERES SURESTE, dado que se
ubican por la doctrina más autorizada en la previsión legal del artículo 43.1 conforme a
la cual “ El titular del registro de marca también podrá exigir la indemnización del
perjuicio causado al prestigio de la marca por el infractor, especialmente, por una
realización defectuosa de los productos ilícitamente marcados o una presentación
inadecuada de aquélla en el mercado” añadiendo el art 43.3 que “Para la fijación de la
indemnización se tendrá en cuenta, entre otras circunstancias, la notoriedad, renombre
y prestigio de la marca y el número y clase de licencias concedidas en el momento en
que comenzó la violación. En el caso de daño en el prestigio de la marca se atenderá,
además, a las circunstancias de la infracción, gravedad de la lesión y grado de difusión
en el mercado” , sin que sea de aplicación por motivos temporales la previsión
específica del art 43.2 a) II introducido por la Ley 19/2006
25. De las dos razones esenciales apuntadas en la demanda como justificantes de
la merma reputacional hay que decir que no consta probado que TALLERES
SURESTE repercuta el mayor costo de las piezas de recambios a sus clientes, ya que
ninguna prueba se propone al respecto. Y en cuanto a que la prestación es defectuosa o
por debajo de los estándares fijados por el titular de la marca, no es una cuestión
pacífica, al no haber sido admitido de contrario el informe de auditoria efectuado en su
día por DAF TRUCKS en ese proceso de verificación para continuar integrado en la red
oficial. Informe que no se sujeta a las formalidades de la pericial de la LEC ni se
ratifica por su autor, sometiéndose a contradicción para subsanar tales mermas.
Si tales condicionantes ya minusvaloran su potencia probatoria, unir a ello, de
una parte, que TALLERES SURESTE ha llevado a cabo reparaciones puntuales a
camiones remitidos por DAF TRURCK, y de otra, que los únicos testigos que deponen
manifiestan que no tienen queja alguna sobre la calidad de los servicios recibidos
En cuanto a lo primero, indicar que el que ello haya sido en cumplimiento de un
servicio internacional de camiones que presta la actora y no suponga autorización para
el uso del signo DAF, no empece para afirmar que si han sido remitidos a tal taller es
porque el servicio que se presta en el mismo no desmerece y no se considera
inadecuado, pues de lo contrario no parece lógico que se enviasen al mismo. El mero
dato de su proximidad geográfica (como justificante de tal proceder) parece que no es
bastante cuando no consta que en un radio próximo no haya más servicios de reparación
26.En definitiva, del conjunto de pruebas aquí practicadas, tampoco queda
debidamente adverado que el servicio prestado por TALLERES SURESTE sea
realizado en condiciones tales que impliquen descrédito o afecten negativamente a su
imagen (dilución por empañamiento o de valoración), sin dejar de apuntar que
precisamente constituye objeto del pleito seguido por las partes ante el Juzgado de lo
Mercantil de Madrid determinar si TALLERES SURESTE cumple los estándares
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fijados por el titular de la marca para integrarse en la red oficial, por lo que no parece
correcto pretender aquí (de manera indirecta) un pronunciamiento al respecto
27. Por ultimo, y en cuanto al lucro cesante consistente en los beneficios que ha
obtenido TALLERES SURESTE como consecuencia de la infracción de la Marca DAF,
se viene a plantear el espinoso tema de los daños in re ipsa y la exigencia de prueba o
no para su estimación, con jurisprudencia no del todo pacifica.
Así, dice la sentencia del TS de 3 de marzo de 2004, que si bien “es cierto que
en algunas Sentencias de esta Sala, entre ellas la citada en el escrito de recurso y las
más recientes de 10 de octubre de 2001 y 3 de febrero de 2004, se ha admitido la
aplicación de la doctrina «in re ipsa», pero ello no implica que quepa establecerla con
carácter general (Sentencia 29 septiembre 2003), sino que ha de atenderse a las
circunstancias del caso, como por lo demás es consustancial a dicha doctrina ”
asumiendo la doctrina de la Sentencia de 9 de diciembre de 1996, que se reproduce
literalmente en la de 23 de septiembre de 2003 conforme a la cual la producción o
existencia de los daños o perjuicios ha de probarlo s en el proceso el titular registral de
la marca afectada para que pueda ser declarada la procedente indemnización de los
mismos, pudiendo solamente dejarse para la fase de ejecución de sentencia la
determinación o concreción de su cuantía. Y en la misma línea se manifiestan, entre
otras, las Sentencias de 20 de julio de 2000 y 3 de febrero y 29 de septiembre de
2003” en otras posteriores (STS de 1 de junio de 2005) se matiza al afirmar “A las
anteriores consideraciones procede indicar que en Sentencia de esta Sala de 23 de
diciembre de 2004, se indica que conviene matizar lo declarado por la misma en
algunas de sus sentencias, sobre la imperiosa exigencia de acreditar los daños y
perjuicios en el proceso de declaración (Sentencia de 20 de febrero de 2001 , o sobre la
falta de consolidación de la doctrina de los daños «in re ipsa» en estas materias
(Sentencias de 29 de septiembre de 2003 y 3 de marzo de 2004 ), mediante lo resuelto
por aquéllas otras que consideran los daños y perjuicios una consecuencia necesaria
de la infracción (Sentencias de 23 de febrero de 1998 , 17 de noviembre de 1999 , 7 de
diciembre de 2001 y 19 de junio de 2003 ), pues raramente podrá darse la infracción
que ningún beneficio reporte al infractor, o ningún perjuicio cause al demandado
interesado en que cese la ilicitud, si se tiene en cuenta el interés económico que preside
estos ámbitos, generalmente vinculados a actividades empresariales, e incluso la
posibilidad de daño moral admitida en Sentencia de 18 de febrero de 1999 al resolver
un recurso de casación en materia de marcas siendo demandante una persona física ” .
En todo caso, no conviene perder de vista que cuando el legislador ha querido
reforzar la situación jurídica del titular de la marca o del diseño eximiéndole de la carga
de la prueba, así lo ha hecho expresamente, como ocurre al garantizarle una
indemnización mínima, en todo caso y sin necesidad de prueba, consistente en el 1% de
la cifra de negocios realizada por el infractor con los productos o servicios ilícitamente
marcados (art 43.5LM y 55.5 LPJDI).
28. Tampoco resultaba irrelevante en esta problemática la elección del criterio
de los tres enumerados en el art 43.2 (en la redacción anterior a la Ley 19/2006), ya que,
aunque englobados todos bajo la rúbrica de indemnización de daños y perjuicios, si se
desciende a su estudio concreto se aprecia que únicamente el criterio de la letra a)
responde propiamente a la actio indemnizatoria. En cambio, los de la letra b) (beneficio
ilícitamente obtenido) y letra c) (regalía hipotética) obedecen a pautas más propias del
enriquecimiento injusto, ya que implican el derecho del titular del derecho de exclusiva
a exigir a quien indebidamente se ha inmiscuido en su esfera jurídica la devolución del
enriquecimiento positivo obt enido por el infractor (devolución del lucrum emergens) o
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el abono del enriquecimiento negativo al dejar de pagar el infractor la regalía
correspondiente (abono de damnum cessans ).
En éstos últimos casos, que como se ha dicho, responden a parámetros propios
de la actio por enriquecimiento sin causa, es más fácil, con carácter general y sin
perjuicio de su adaptación al caso concreto, la apreciación de la doctrina ex re ipsa ya
que, de una parte, parece lógico pensar que el infractor se beneficia con esa actuación,
pues de lo contrario no tiene sentido que lleve a cabo la misma, y por otra parte, la falta
de abono del importe de la licencia correspondiente implica una mejora patrimonial sin
causa. A esta idea responde, entre otras, la sentencias de la Audiencia Provincial de
Barcelona de 24 septiembre de 2003. En cambio, cuando se trata del apartado a), que
obedece a los cánones específicos de la actio indemnizatoria, le corresponde al actor
probar, al menos con el grado de verosimilitud suficiente, que habría obtenido una
determinada cifra de beneficios en caso de no haber tenido lugar la infracción por el
demandado. En parecidos términos se pronuncia la AP de Granada en resolución de
23/6/2004
30. Aunque en la formula legal elegida no baste para su fijación la sola
infracción de marca, sino que la ley limita la suma a los beneficios causalmente ligados
a la infracción ( “obtenido… como consecuencia de la infracción” ) no aparece
justificado en el caso presente imponer al demandante la carga de probar cuáles de las
ganancias de TALLERES SURESTE fijadas por el perito no se derivan del uso de la
marca infractora.
No solo la facilidad probatoria ( art 217LEC) hace que sea la parte demandada
quien esté en mejor posición para discriminar en su caso qué parte de los beneficios no
son imputables a la forma como se presenta en el tráfico, sino que tratándose de una
marca notoria la de la actora de la que se sirve como presentación la demandada (que
parece en el mercado como taller vinculado a DAF), debe asumir está que todos los
beneficios de su explotación sean tomados como base del resarcimiento,
independientemente de que los vehículos reparados sean o no de DAF.
31. En consecuencia, y atendiendo a la fecha inicial de cálculo antes indicada
(23/8/2004) y toma ndo como base el informe pericial (hasta el ejercicio 2007) , por este
concepto resulta la suma de 29.236,92€ en el año 2004 (5 meses por una media
mensual ponderada); 32.495 € (2005) y 1.537,66€ (2006), lo que supone un total de
63.269,58 €, que es superior al 1% de la cifra de negocios por igual periodo ( agosto
2004- 2007 inclusive) que arroja , seuo, una cifra de 59.957,23 €
Por tanto, debe ser resarcida la actora en la suma de 64.613,76 € que devengaran
los intereses legales desde la interpelación judicial (art 1106 y 1108 CC )
Sexto. - La infracción de las normas de competencia desleal
32. Se imputan a la demandada actos de engaño y aprovechamiento de la
reputación ajena (art 7 y 12 LCD)
33.Procede desechar la demanda en este particula r en aplicación de la doctrina
jurisprudencial que remarca la necesidad de deslindar las normativas sobre protección
jurídica de los bienes inmateriales (marcas y diseños) y la relativa a la competencia
desleal y según la cual la LCD puede completar, pero no suplantar ni menos sustituir a
la normativa específica reguladora de los derechos de exclusiva. En este sentido
conviene traer a colación el completo y elaborado Auto de 21 de noviembre de
2001(Ponente Ilmo. Sr. Ferrándiz Gabriel) de la Audiencia Provincial de Barcelona,
según la cual (al tratar sobre el deslinde entre la Ley de Marcas y la de Competencia
Desleal) indica que “… no es la voluntad de las partes litigantes, sino la materia objeto
del conflicto, lo que ha de determinar la aplicación de u na u otra norma. Es más, lógico
resulta entender que si la Ley que establece el régimen jurídico de los signos es la de
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marcas, es ella la que deberá ser aplicada cuando los titulares del derecho subjetivo
sobre las mismas reclamen la tutela judicial como tales. Incluso, así habrá de ser con
carácter exclusivo, pues es a ella, no a la Ley de Competencia Desleal, a la que
corresponde determinar cuándo y cómo la marca, el nombre comercial y el rótulo
merecen ser protegidos. En consecuencia, el que el titular de un signo invoque, al
buscar su protección, a la vez la Ley de Marcas y la de Competencia Desleal, no habrá
de impedir dar al conflicto el tratamiento que corresponda según la primera. Y si sólo
invocara la segunda, tampoco debe haber inconveniente, en tanto no sufra la
congruencia por alteración de la causa petendi, en aplicar la de Marcas, según la regla
iura novit curia “ ,tesis que reitera en sentencias de 19 de junio y 19 de septiembre de
2002 y 28 de febrero de 2003, entre otras y aparece consagrada por el TS en Sentencia
de 1 de abril de 2004 al decir “La acción de competencia desleal contra la imitación,
completa la protección jurídica que da la normativa sobre propiedad industrial: pero
no puede suplantarla ni, mucho menos, sustituirla” , asumida por el Tribunal de Marca
Comunitario en sentencia de 25/4/2006 y en la mas reciente de 5 de febrero de 2008
que habla del principio de especialidad o prioridad normativa
34.Por ello si el supuesto de hecho está plenamente comprendido en el ámbito
material, objetivo, temporal y espacial de la normativa específica que regula el diseño o
la marca, debe ser aplicada la normativa que establece su régimen jurídico, y no la ley
que regula las conductas concurrenciales en el mercado. Solo donde no alcance la
primera podrá actuar la segunda siempre que en la demanda se hayan aportado los
elementos (diferentes de los que fundan la acción de violación de dibujo o modelo o de
la marca) que califiquen la conducta en alguno de los tipos o ilícitos concurrenciales
desglosados en la ley (y por tanto, sea preciso para un correcto funcionamiento
concurrencial del mercado) y no contradiga las normas que integran el régimen
específico de los diseños o marcas
Y así ocurre en el caso presente en el que no se añade nada al supuesto de hecho
ya enjuiciado bajo la óptica prioritaria de la regulación marcaria, que hace innecesario el
análisis de la prescripción invocada
Séptimo.- Costas
35. Al ser parcial la estimación, cada parte abonará las costas causadas a su
instancia y la s comunes por mitad (art. 394LEC)
Vistos los preceptos citados y demás de general y pertinente aplicación
FALLO
Que estimando parcialmente la demanda interpuesta por DAF TRUCKS N.V
contra TALLERES SURESTE AUTOMOCION SL debo:
1º) Declarar que la sociedad TALLERES SURESTE AUTOMOCIÓN S.L ha
infringido los derechos de DAF TRUCKS, N.V. en relación con la marca
comunitaria mixta No. 239947 “DAF”
2º) Condenar a la demandada a:
a) cesar inmediatamente en el uso de la marca “DAF” en los rótulos identificados
en las fotografías reproducidas en el folio 16 de la demanda y en la
documentación interna que reproduzca de manera destacada la marca DAF
b) a remover inmediatamente cualesquiera soportes, materiales e inmateriales, y
archivos lógicos que se reproduzcan la marca “DAF” en los términos previstos
en el apartado 16
c) a abonar a DAF TRUCKS N.V. en concepto de compensación de daños y
perjuicios la cantidad de sesenta y cuatro mil seiscientos trece euros con setenta
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y seis céntimos (64.613,76 €), más el interés legal sobre esta cantidad desde la
fecha de su devengo.
d) a publicar el fallo íntegro de la sentencia una vez en una publicación
especializada (“Solo Camión” o “Transporte Mundial”) en la forma prevista en
el apartado 18 y en el tablón de anuncios de TALLERES SURESTE en la verja
de entrada al Taller de Reparación y en sus panales indicadores ubicados en la
carretera de Murcia -Granada durante al menos 60 días consecutivos.
Cada parte abonará las costas causadas a su instancia y las comunes por mitad
Notifíquese la presente resolución a las partes personadas, haciéndoles constar que
no es firme y que contra la misma cabe recurso de apelación para ante el Tribunal de
Marca Comunitaria, a preparar ante este Juzgado en el plazo de cinco días desde su
notificación.
Así, por esta, mi sentencia, definitivamente juzgando, lo pronuncio, mando y firmo.
PUBLICIDAD- A la anterior sentencia se le dio la publicidad permitida por las leyes.
Doy fe
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