TierraAdentro especial malezas mayo-junio 2006 Control de malezas en rotaciones con una leguminosa de grano a creciente demanda de granos proteicos por la industria de alimento para salmones está incentivando el cultivo de leguminosas, como lupino y arveja. El lupino está siendo incluido en la rotación de cultivos de la zona sur, y cubrió más de 28 mil hectáreas la temporada 2005/06. La arveja aún no se siembra para este mercado, pero la industria de alimento para peces ha manifestado interés por incorporarla en sus raciones. Una demanda adicional puede surgir de la industria porcina y avícola. Esto, sumado al buen comportamiento agronómico de las nuevas variedades europeas, augura una buena posibilidad de crecimiento para el cultivo de arveja. La presencia de leguminosas permite mejorar la rotación de cultivos. La rotación, que trae como beneficios el aumento de disponibilidad de nutrientes, la interrupción del ciclo de enfermedades y plagas, la conservación del suelo, ofrece también una buena oportunidad para mejorar el control de malezas. Durante L Mario Mera K. Ingeniero Agrónomo, Ph.D. [email protected] Nelson Espinoza N. Ingeniero Agrónomo, M.S. INIA Carillanca el cultivo de cereal es el momento propicio para controlar malezas de hoja ancha y, a la inversa, el cultivo de leguminosa permite un control más efectivo de malezas gramíneas. En ambos casos, la disponibilidad de herbicidas es amplia. Este artículo analiza los efectos de introducir una leguminosa en la rotación y recomienda medidas que pueden subsanar problemas o elevar la productividad, sin alterar los costos de producción. Graminicidas más potentes La presencia de una leguminosa en la rotación ofrece la posibilidad de utilizar graminicidas más eficaces que los utilizados en cereales (ver cuadro 1), en especial para malezas de difícil control, como pasto cebolla o avenilla. En Australia se considera que uno de los beneficios de integrar el lupino en una rotación es la reducción de las malezas en el sistema. En Australia occidental se encontró que un cultivo de lupino antes de trigo, con aplicación de herbicida para malezas de hoja ancha y gramíneas, 1 2 Fotos 1 y 2: De izquierda a derecha, parcelas de chícharo variedad Luanco INIA, arveja proteaginosa variedad Nitouche, lupino de hoja angosta variedad Wonga y lupino blanco determinado variedad Typtop-B, sembradas el 24 julio 2005. La foto muestra la situación 74 días después, el 7 de octubre. Varios tratamientos de control de malezas están dispuestos transversalmente. Se puede apreciar el desarrollo de malezas en todas las parcelas. permitió elevar el rendimiento del cereal en 38% y el tenor de proteína de 11,4 a 14%, en comparación a un cultivo de trigo después de trigo, en gran medida debido a la menor competencia de malezas. La presencia de malezas gramíneas, como ballicas, puede tener un gran impacto sobre la incidencia de “mal del pie” en trigo, ya que en su calidad de hospederas las ballicas pueden aumentar el nivel de inóculo (presencia) de este hongo patógeno. Retardo en la aparición de resistencia a herbicidas El uso alternado de graminicidas de familias diferentes puede ayudar a retardar la aparición y el aumento de biotipos de gramíneas (como avenilla y ballica) resistentes. Tanto en cereales como en leguminosas se utilizan graminicidas selectivos de postemergencia: ariloxifenoxipropionatos (“fops”) y ciclohexanodionas (“dims”). La aparición de malezas con resistencia cruzada —esto es, individuos simultáneamente resistentes a “fops” y “dims”— es posible, ya que ambas familias comparten el mismo mecanismo de acción, que es la inhibición de la enzima acetil coenzima-A carboxilasa (ACCasa). Sin embargo, tal aparición es menos probable al alternar estas familias que al mantener el uso prolongado de sólo una familia. En el cuadro 1 se ejemplifica la alternancia de graminicidas en una sucesión de cereales y leguminosas. Las leguminosas permiten el uso de triazinas para controlar malezas gramíneas como ballica, avenilla, cola de zorro y, en particular, Vulpia spp., maleza especialmente problemática en cereales establecidos con cero labranza. Las triazinas inhiben la fotosíntesis, un meca- 11 especial malezas nismo de acción diferente al de herbicidas ACCasa. En consecuencia, pueden eliminar plantas de ballica y avenilla resistentes a herbicidas ACCasa. Hasta ahora, no se ha observado en Chile poblaciones de estas malezas con resistencia a triazinas. Las triazinas más utilizadas en leguminosas son simazina (Simazina en varias formulaciones, Simanex 50 F, Gesatop 90 WG) y metribuzina (Sencor 480 SC, Sencor 70 WP, Bectra 48 SC, Claxon, Lexone 75 DF). Si en el cultivo de leguminosa el control de gramíneas con una triazina ha sido insuficiente, y el agricultor ha debido recurrir a un graminicida ACCasa, la opción más aconsejable en el siguiente cultivo de trigo es un herbicida con un mecanismo de acción diferente, como iodosulfuron- TierraAdentro metil-sodio (Hussar 20WG), que inhibe la enzima aceto lactato sintasa (ALS). Lugar en la rotación mayo-junio 2006 Cuadro 1 Ejemplos de alternancia de herbicidas inhibidores de ACCasa para control de malezas gramíneas en secuencias de cultivos de cereales y leguminosas No es posible entregar recomendaciones únicas sobre este tema, porque las situaciones varían de un agricultor a otro. Sin embargo, en rotaciones donde se alternan cultivos anuales con praderas, la secuencia más conveniente, al disponer de tres cultivos, parece ser la siguiente: • Avena como primer cultivo anual, debido a su agresividad, que inhibe el desarrollo de malezas. No obstante, como el control químico de malezas gramíneas en avena es impracticable por la falta de graminicidas selectivos, hay que controlar eficazmente las malezas gramíneas en los otros cultivos de la rotación. 3 4 5 6 12 • Trigo en segundo lugar, utilizando un herbicida que controle ballicas o avenilla resistentes. En terrenos con riesgo de ataque de “mal del pie”, el control de ballicas es importante ya que estas plantas pueden incrementar el inóculo del hongo que causa esta enfermedad en trigo. En tal caso, iodosulfuronmetil-sodio (Hussar 20WG) es una buena opción. • Lupino en tercer lugar, lo cual permitirá el empleo de triazinas y graminicidas ACCasa. No es conveniente ubicar el lupino como cabeza de rotación, ya que los gusanos cortadores y otras larvas que aumentan durante la pradera pueden ocasionar severas pérdidas de plantas. • Trigo en cuarto lugar, para aprovechar el aporte de nitrógeno residual del lupino, y posiblemente fósforo residual, entre otros beneficios. Tales aportes permiten bajar los costos de producción del trigo. Gracias a la fijación simbiótica, un buen cultivo de lupino puede dejar 50 a 100 kilos de nitrógeno por hectárea, equivalentes a entre 312 y 625 kilos de salitre por hectárea, disponibles para el siguiente cultivo de trigo. Precaución con sulfonilureas Fotos 3, 4, 5, 6: Las mismas variedades de las fotos 1 y 2, 91 días después de la siembra (24 octubre). A partir de esta etapa, el chícharo está sombreando los entresurcos, la arveja los ha sombreado completamente desde hace días, el lupino de hoja angosta aún no logra sombrear entresurcos y el lupino blanco lo está haciendo sólo recientemente. Si la rotación incluye leguminosas, el uso de sulfonilureas como metsulfuronmetil (Ally, Aliado, Ajax, Kayak) para control de malezas de hoja ancha durante TierraAdentro especial malezas mayo-junio 2006 el cultivo de cereales, debe restringirse a una aplicación anual, sin sobrepasar las dosis recomendadas. Si esta condición no se respeta, el desarrollo de las plantas del cultivo de leguminosa puede dañarse gravemente. Aun si el efecto de la sulfonilurea es visualmente imperceptible, podría disminuir el rendimiento de la leguminosa. 7 8 Fertilización nitrogenada innecesaria Los fertilizantes que contienen nitrógeno estimulan el desarrollo de malezas, en especial de gramíneas. La fijación simbiótica de nitrógeno de las leguminosas también puede aumentar la presencia de nitrógeno en la rizosfera, pero no se asocia con un estímulo del desarrollo de malezas, posiblemente porque la concentración de este elemento es limitada y ocurre a mayor profundidad de suelo. Los fertilizantes nitrogenados generalmente se aplican en cobertera, condición en la que sí favorecen la germinación y el desarrollo de malezas. En Norteamérica se ha observado que la aplicación localizada a 10 cm de profundidad de fertilizante nitrogenado en cebada no favorece el crecimiento y desarrollo de la avenilla, en la forma que lo hace la aplicación al voleo. Al aplicar el fertilizante nitrogenado al voleo, las plantas jóvenes de avenilla contuvieron más nitrógeno y ocasionaron mayor pérdida de rendimiento en la cebada, en comparación a aquellas donde el fertilizante se localizó. El cultivo de una leguminosa, con la excepción del poroto, generalmente no requiere de fertilizantes nitrogenados. Por lo mismo, no concurre este factor de estímulo al desarrollo de malezas. Densidad y época de siembra en el control de malezas Densidad de siembra: la densidad de plantas es un factor agronómico de enorme importancia para el control de malezas en cultivos que tienen una tasa Fotos 7 y 8: Las mismas variedades de las fotos 1 y 2, 107 días después de la siembra (9 noviembre). Todos los cultivos han cubierto los entresurcos. de crecimiento inicial relativamente lenta. En esta categoría cae la mayoría de las leguminosas de grano. El problema sería menor si se dispusiera de herbicidas selectivos, sin embargo, los postemergentes para malezas de hoja ancha en leguminosas son escasos y potencialmente dañinos. Una densidad de plantas apropiada reduce el tiempo que el cultivo tarda en sombrear el entresurco, y la reducción de la intensidad de luz limita notablemente el desarrollo de las malezas. Las leguminosas tienen diferentes capacidades para cubrir el suelo disponible. La planta de arveja es la de crecimiento más rápido, pero con escasa capacidad de ramificar. Por lo mismo, sólo logra cubrir el suelo con rapidez cuando la densidad de plantas es adecuada. Con alrededor de 70 plantas por metro cuadrado, sembrada en agosto, la arveja tarda aproximadamente 75 días en sombrear el entresurco. Con densidades apropiadas, el lupino blanco (L. albus) demora alrededor de 85 días, y el chícharo 90 días. Las densidades apropiadas varían según la variedad y el ambiente. En el caso del lupino blanco, el rango usual es 25 a 40 plantas por metro cuadrado. En el caso del chícharo, 35 a 45 plantas por metro cuadrado. El lupino de hoja angosta o “australiano” (L. angustifolius) tiene el crecimiento inicial más lento y le toma casi 100 días sombrear los entresurcos con densidades de 40–48 plantas por metro cuadrado. Una excesiva densidad de plantas puede ser contraproducente en cultivos de lupino, ya que aumenta la susceptibilidad a la tendedura temprana. La densidad excesiva no produce este efecto negativo en cultivos de arveja ni chícharo. La densidad y la uniformidad de la siembra son herramientas poderosas para combatir malezas, como puede apreciarse en las fotos de este artículo. No obstante, es muy deseable partir con una baja presencia inicial de malezas, lo que es posible lograr con herbicidas de preemergencia. En temporadas en que llueve en enero, las malezas se ven favorecidas cuando el cultivo está perdiendo follaje, es decir, las malezas se encuentran verdes cuando el cultivo se está secando. Tal condición no necesariamente afecta el rendimiento, pero dificulta la cosecha, pudiendo hacer necesaria la aplicación de un desecante. Época de siembra: la época de siembra afecta el control de malezas en 13 especial malezas TierraAdentro las leguminosas de grano. En general, cultivos que requieren ser sembrados en otoño están más expuestos a la competencia con las malezas. La siembra otoñal puede ser necesaria ya sea por una limitada disponibilidad de agua en primavera (secano interior), o porque el cultivo tiene un largo periodo de siembra a cosecha, como el lupino blanco de crecimiento indeterminado. En esos casos la época de siembra no es manejable desde el punto de vista del control de malezas. Sin embargo, en situaciones en que tanto la siembra otoñal como la primaveral son factibles (valle central de la zona sur), la primaveral es más recomendable porque, entre otras ventajas, acorta el periodo de competencia con las malezas. Orobanque: y fundame E 14 9 mayo-junio 2006 10 l orobanque o flor azul (Orobanche ramosa L.) es una maleza parásita total (holoparásita), desprovista de clorofila y con sistema radical inactivo, que se instala en la raíz de numerosos cultivos y malezas dicotiledóneas. De la planta hospedera absorbe agua, compuestos minerales y orgánicos, lo cual se traduce en alteración del crecimiento y desarrollo, con consecuencias en la producción y calidad de los cultivos. El orobanque es un grave problema en diversos países de África, América, Europa y Oriente Medio, donde causa importantes pérdidas en la producción de tabaco y tomate. En Chile, su introducción data de 1986, distribuyéndose entre las regiones de Coquimbo y La Araucanía. El tomate es uno de los cultivos más afectados, con pérdidas de rendimiento de 77 a 85%. El orobanque tiene la capacidad de parasitar un amplio número de especies. En el cuadro 1 se indica una lista de los principales cultivos y malezas dicotiledóneas atacadas en Chile. Un aspecto importante para enfrentar este tipo de plaga es conocer cómo Jorge Díaz S. Ingeniero Agrónomo, Dr. [email protected] INIA Carillanca Cuadro 1 11 12 Fotos 9, 10, 11, 12: Las mismas variedades de las fotos 1 y 2, 114 días después de la siembra (16 noviembre). La presencia de malezas es escasa en la mayoría de los tratamientos de control de malezas, entre los cuales está el testigo sin control. No fue posible distinguir a simple vista el testigo sin control en ninguna de las tres repeticiones del experimento. Principales cultivos hospederos y malezas parasitadas por orobanque en Chile