Del Psicoanálisis, Arte y Envejecimiento: el “Yo hago, deshago y

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Del Psicoanálisis, Arte y Envejecimiento: el “Yo hago,
deshago y rehago” de Louise Bourgeois y la clínica
psicoanalítica de la edad avanzada
Miriam Fichman Fainguelernt – Miembro Efectivo de la SBPRJ. Representante
del Comité Psicoanálisis y Envejecimiento de la IPA.
Maria
Cristina
Reis
Amendoeira.
Miembro
asociado
de
la
SBPRJ.
Representante del Comité Psicoanálisis y Envejecimiento de la IPA (20082009).
Coordinadoras del Grupo de Estudio Psicoanálisis y Envejecimiento - SBPRJ
RESUMEN
Las creaciones artísticas de Tatiana Blas y Louise Bourgeois y sus
relaciones con el psicoanálisis y el tratamiento psicoanalítico en la edad
avanzada son discutidas. Tatiana moldea cuerpos en cera que se derriten:
vidas desesperanzadas se deterioran, sin salida. Bourgeois habla de la
reparación en el sentido kleiniano. El restaurar y recrear objetos damnificados
es la base de la sublimación y creatividad: en el “yo hago, deshago y rehago”,
la artista transforma traumas en obras de arte. Y más: sexualidad, pérdida de
identidad, maternidad, el ciclo de vida y muerte. Bourgeois cree que los artistas
acceden al inconsciente y expresan simbólicamente realizaciones psíquicas
fundamentales. La actividad artística permite transformación y crecimiento - un
tipo de restauración psíquica. En sus palabras, el arte es psicoterapia y
garantía de salud mental. El sentimiento de mundo interno despedazado lleva a
todo artista a crear y recrear algo sentido como nuevo. Ella considera el arte
una tentativa de resolución, una necesidad de superar desesperación y muerte
(Segal, 1952, 1991). Pérdidas y lutos en el envejecimiento requieren
modificaciones de conducta. La reconstrucción, la recuperación del afecto
perdido, los conflictos primitivos son cuestiones elaboradas muchas veces no
en la realidad concreta sino en nivel simbólico y pueden restablecer buenos
objetos internos – de esta forma los pensamientos de muerte pueden ser mejor
confrontados.
Palabras clave: Luto – Restauración - Reparación - Envejecimiento
Del Psicoanálisis, Arte y Envejecimiento: el “Yo hago, deshago y rehago”
de Louise Bourgeois y la clínica psicoanalítica de la edad avanzada
En la historia de las ideas psicoanalíticas las relaciones entre
Psicoanálisis y arte estan presentes desde su invención por Freud, cuando
buscó establecer parámetros para la comprensión de los procesos creativos y
su expresión en la cultura.
Para Freud el arte no era únicamente una
herramienta de ayuda para el psicoanálisis, sino que pertenecía a las joyas de
la cultura de tal forma que él considera la actividad artística, el consumo de
obras de arte y la apreciación de la belleza natural o artística entre las
cuestiones que pueden proporcionar alguna felicidad al individuo.
Se plantea, pues, la pregunta de Freud, 1908: “¿de qué fuentes este
extraño ser, el escritor creativo, retira su material y cómo consigue
impresionarnos con tal material, despertándonos emociones de las cuales no
nos creíamos capaces?”.
En el imaginario social el tema de la vejez aparece con mayor frecuencia
en producciones cinematográficas, en las creaciones literarias y en las artes
plásticas. El impacto provocado por las exposiciones de las artistas Tatiana
Blas y Louise Bourgeois enriquece la discusión acerca de la creación artística y
sus relaciones con el psicoanálisis y el tratamiento psicoanalítico en la edad
avanzada.
En la exposición “Fin de Juego” (“End game”) Tatiana se inspira en la
obra de teatro de Beckett en la que los sueños ya no existen, la perspectiva de
un futuro ya se evaporó y los personajes, deteriorados por la vejez, se
encuentran a vueltas con la tarea de acabar de existir, insisten en juegos sin
sentido apenas por el miedo al vacío, a la nada. Todo es resto de vida que se
escurre y es con base en este texto que la artista creó los personajes Hamm –
ciego y paralítico, Clov, cojo, y la pareja Nagg y Nell, mutilados que viven en
contenedores de basura; están hechos de cera y con ayuda de reflectores
potentes sus cuerpos se derriten, al igual que sus vidas.
Al visitar la exposición diez días después de su abertura, los personajes
de cera se encontraban bastante derretidos por la intencional potencia de los
reflectores. Es una escena devastadora, ante la cual las palabras se agotan, se
debilitan, se deterioran a fin de poder expresar pensamientos y sentimientos, y
solo la fotografía y el teatro pueden hacerlo.
Existe belleza en las ruinas de este acto escenográfico que ya es una
denuncia per se. La obra de Beckett muestra vidas desesperanzadas que se
deterioran pasivamente esperando la muerte y cómo la decrepitud y
decadencia del envejecimiento aún pueden ser vividas por muchos, no
habiendo para ellos salidas creativas de ningún nivel.
En esta obra de teatro está ausente cualquier tentativa de resolución de
ansiedades depresivas y de una posible reparación, postura contraria al
pensamiento de Segal (1952) que considera el arte una tentativa de resolución,
cuyo estímulo estriba en la necesidad de que el individuo supere sentimientos
de desesperación interna y la muerte. La actividad artística permite continua
transformación y crecimiento.
El tratamiento psicoanalítico tiende a desmontar imágenes cristalizadas
de la vejez y convocar al sujeto a responsabilizarse del destino de sus
acciones, cuya motivación más legítima es el proprio deseo (Fractman &
Trosman, 2008).
Las formas contemporáneas de reacción a la pérdida son superficiales,
casi no se hace el trabajo de luto, se exige rápida substitución del objeto
perdido, una restauración narcísica inmediata. La muerte y la tristeza han sido
apartadas de la vida de los hombres y de las mulleres contemporáneos.
Se percibe, en esta fase de la vida, una urgencia en competir, una
hiperactividad en el campo intelectual, profesional e incluso sexual, lo que
puede ser el resultado de la necesidad de revigorar la autoestima frente a la
decrepitud y la imagen de desvalorización del envejecimiento.
Louise Bourgeois (1911-2011), artista que recurre a su memoria personal
y dimensión de alteridad para tocar en las angustias de este hombre
contemporáneo, habla de reparación recurriendo al concepto kleiniano. El
restaurar y recrear objetos damnificados es base de la sublimación y
creatividad. En la instalación “Yo hago, deshago y rehago” la artista transforma
traumas en obras de arte.
El ejemplo de la escultura “Cell” (“Célula”), una miniatura de la casa de
sus padres – restauradores de tapicerías–, muestra como Louise intenta, en su
extensa obra, transformar los traumas de la infancia en arte. En materiales
como mármol, bronce, tejido, látex - explora temas como la sexualidad, la
pérdida de identidad, la maternidad y el continuo ciclo de vida y muerte. La
propia artista confidencia que los temas de sus trabajos artísticos fueron
inspirados en su infancia. Su madre se dedicaba a restaurar tapicerías, arte
aprendido y aprehendido también por Louise, en un gesto constante de
construcción, desconstrucción y reconstrucción. La escultura, con espejos (“I
do, I undo, I redo”, “Yo hago, deshago y rehago”) señala esta dinámica:
potencias de vida y de muerte en constante lucha. Su obra es esencialmente
autobiográfica: “Es preciso abandonar el pasado todos los días, o aceptarlo. Y
quien no lo consigue se hace escultor” (Bourgeois citada por Berlinck, 2008,
p.1). En consonancia con esta afirmación podemos concluir que es por medio
de su trabajo de luto como el artista consigue la difícil tarea de abandonar el
objeto perdido y substituirlo por una construcción simbólica que asume la forma
de una obra de arte y, en la medida en que pueda ser ofrecida al público, se
convierte en un instrumento de comunicación (Abella, 2010, Segal, 1991).
Bourgeois demuestra y dice que los artistas acceden al inconsciente y
expresan simbólicamente realizaciones psíquicas fundamentales. La actividad
artística permite transformación y crecimiento - un tipo de restauración
psíquica. En sus palabras, el arte es psicoterapia y garantía de salud mental. El
sentimiento de mundo interno despedazado lleva a todo artista a crear y
recrear algo sentido como nuevo. Esas ideas se aproximan al pensamiento de
Segal (1952) en el sentido en que por el hecho de estar la actividad artística
relacionada con las angustias depresivas e impulsos reparadores podría ser
considerada un intento de “recuperar y recrear el objeto amado fuera y dentro
de sí”. Como en el trabajo de luto con éxito, acompañado de simbolización. El
arte sería entones para ambas una tentativa de resolución, una necesidad de
superar desesperación y muerte. Los procesos reparadores son transmitidos a
través de la belleza formal, que representa el triunfo de la reparación sobre la
destrucción.
Segal (1991) atribuye a la fantasía inconsciente el papel de fuente para
el arte creativo. Las pulsiones, desde el inicio de la vida, dan origen a la
fantasía. El fantasear es una defensa contra realidades dolorosas y evoluciona
con la experiencia acumulada y el aprendizaje con la realidad. En los procesos
psicóticos, la invasión de elementos no simbolizados o sublimados hace
emerger mecanismos como la cisión, idealización, identificación proyectiva y
fragmentación. Esos mecanismos predominan en las fases más primitivas de
nuestro desarrollo psíquico.
La expresión de una subjetividad se da en la medida en que crea, en la
medida en que emerge la sensibilidad de artista. Para Freud la habilidad, el
arte del artista está en su capacidad de ter acceso directo a su inconsciente.
De esta forma las imágenes, en sus valores expresivos, son fuente de
procesos, de afectos, de significaciones. Con todo, en especial la imagen
artística, tiene una inventividad nítidamente superior a la de cualquier otra
imagen: ella permanece en la esfera de la invención, del descubrimiento y nos
aproxima a un campo que es también el del psicoanálisis. Es una ventana
abierta del alma que no depende de otro lenguaje.
Cuando el mundo dentro de nosotros está destruido, cuando está muerto
y sin amor, cuando los entes queridos están en fragmentos y nosotros mismos
nos hallamos inmersos en la irremediable desesperación, es entonces cuando
debemos recrear nuestro mundo nuevamente, reunir las piezas, infundir vida a
los fragmentos muertos, recrear la vida (Segal, 1952).
Pérdidas
y
lutos
en
el
envejecimiento
requieren
cambios
de
comportamiento. La reconstrucción, recuperación del afecto perdido, conflictos
primitivos, son cuestiones muchas veces no elaboradas en la realidad concreta,
sino a nivel simbólico. Pidiendo restablecer buenos objetos internos los
pensamientos de muerte pueden ser enfrentados. Dos direcciones se
presentan: el aislamiento o la posibilidad de elaboraciones creativas. En esta
fase el sujeto se ve muy próximo de la ruptura definitiva de los vínculos como
en ninguna otra fase de la vida, corriendo el riesgo de ser alcanzado por la
pulsión de muerte, con su fuerza de desconexión y destructividad. La exigencia
de enfrentar pérdidas de todo tipo, la capacidad de generar nuevos proyectos y
de mantener creativamente los actuales, es uno de los mayores desafíos del
ser humano (Jarast, 1996).
El valor de la reconstrucción, de la recuperación del afecto perdido,
conflictos primitivos pueden ser revividos y removilizados. La posibilidad de
transformar el miedo a la muerte en una experiencia constructiva es aplazada,
aunque cuando el pensamiento de muerte puede ser pensado podemos iniciar
el luto de la propia muerte, podemos entonces renunciar a la Inmortalidad.
Algunos alcances clínicos de la experiencia psicoanalítica con personas
de edad avanzada pueden ser descritos, como: la elaboración de la depresión,
la reinversión narcísica adecuada, el enfrentamiento a separaciones y pérdidas,
la reubicación de la autenticidad de antiguos sentimientos mutilados por la
represión y la elaboración de la caída de la omnipotencia con el reconocimiento
de los propios límites. Estas personas pueden experimentar un nuevo sentido
de identidad, retomar contacto con fuentes internas de vitalidad y, a través de
la relación analítica, vivir creativamente el paso del tiempo.
Referencias
Abella, A. (2010) Contemporary art and Hanna Segal’s thinking on aesthetics.
Int J Psychoanal, 91: 163-18, 2010.
Berlinck, D. (2008, 7 de março) A arte ou a vida. O Globo, Rio de Janeiro,
Segundo Caderno, p.1.
Freud, S. (1908). Escritores criativos e devaneios. RJ: Imago, ESB, v.9.
______ (1937) Construção em análise . RJ: Imago 1977 – Vol. 23
Fainguelernt, M. Conflitos transferenciais e contratransferenciais entre duas
senhoras de idade avançada – analista e analisanda. Trabalho apresentado no
XXIII Congresso Brasileiro de Psicanálise, Ribeirão Preto.
Fractman, A. & Trosman, C.E. (2008). El paso del tiempo.? Envejecen los
analistas?Trabalho apresentado no XXVII Congresso FEPAL, Santiago, Chile.
Jarast, G.M. (1996) - Cambio psíquico en la Senescencia
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King, P. (2005) – Time present, time past”: Selected papers of Pearl King .
London:Karnac.
Segal, H. (1952) Aproximação psicanalítica sobre a estética, In Temas de
Psicanálise Aplicada. Rio de Janeiro: Imago
Segal, H. (1991) Sonho, Fantasia e Arte. Rio de Janeiro: Imago.
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