Resolución - juez federal Alberto Ize

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PODER JUDICIAL DE LA NACIÓN
25300/2 V
*.JFS09.827258.*
JUZGADO FEDERAL DE PRIMERA INSTANCIA DE LA SEGURIDAD SOCIAL N° 9.
EXP 25300/2
SENTENCIA DEFINITIVA N° 13.884
AUTOS: TARRIO DORA CONTRA ANSES SOBRE REAJUSTES VARIOS
Buenos Aires, 15 de diciembre de 2005.-
VISTO:
La presentación a fs. 5/10 vta. del Dr. Horacio Ricardo González, abogado, en representación de la
Sra. Dora Tarrio, promoviendo demanda contra la Administración Nacional de la Seguridad Social, a fin de
que se practique el reajuste de los haberes previsionales asignados por la demandada, condenando a la misma
a efectuar el pago de las diferencias resultantes.
Que la actora es titular del beneficio previsional N° 09-0-9595845-0, otorgado en el expediente
administrativo N° 997-02389638-01, mediante Resolución de fecha 31.07.92, determinando fecha de
adquisición del derecho a la prestación a partir del 20.04.92.
Según constancia de las presentes actuaciones, con fecha del 07.10.94, la actora efectuó un pedido
de reajuste del haber que percibe, atento a considerar que el haber mensual asignado no guardaría la razonable
proporcionalidad que debe existir entre la situación del pasivo y la que resultaría de continuar en actividad.
Mediante Resolución N° 1.624 de fecha del 28.05.01, el reclamo interpuesto por la actora fue desestimado.
Plantea la inconstitucionalidad de los arts. 5, 7, 9, 10, 11, 16, 17, 19, 22, 23 y 25 de la Ley 24.463
y del art. 55 de la Ley 18.037, por entender que la aplicación de los mismos vulnera derechos esenciales de
raigambre constitucional. Solicita asimismo, la declaración de inconstitucionalidad de los arts. 8, 9 y 10 de la
Ley 23.928. Ofrece prueba y hace reserva del Caso Federal.
Corrido el traslado de la demanda, a fs. 67/71 vta. se presenta la Dra. Ana Inés Jaeger, apoderada
por la demandada, solicitando se desestime la acción instaurada por considerar que su obrar fue ajustado a
derecho. Niega cada uno de los hechos expuestos en la presente demanda y expresa asimismo que, al estar
debidamente observadas, en la determinación del haber que percibe el accionante y su movilidad, las
prescripciones de la legislación vigente, se encuentra cumplido el principio de movilidad que establece la
Constitución Nacional (art. 14 bis) y no existe violación del derecho de propiedad (art. 17). Plantea la defensa
que autoriza el art. 16 de la ley 24.463, para el caso de que la sentencia sea desfavorable a su mandante.
Sostiene la constitucionalidad de las leyes 18.037, 21.864, 24.241, 23.928 y 24.463. Ofrece prueba y hace
reserva del Caso Federal.
Recibidas las actuaciones administrativas, a fs. 87 se dicta el auto que dispone la clausura del
período probatorio.
Habiendo alegado la parte actora, a fs. 92 pasan estos actuados al dictado de la sentencia.
CONSIDERANDO:
1.- La cuestión traída a conocimiento del suscripto en autos, estriba en determinar si resulta
atendible el perjuicio alegado por la parte actora en torno a la cuantía del haber percibido, como consecuencia
de la incorrecta aplicación de las normas concernientes a la determinación del haber inicial y la aplicación de
movilidad.
En primer lugar, a fin de efectuar la redeterminación del haber inicial de la accionante, debe tenerse
en cuenta lo dispuesto en el art. 49 de la ley 18.037, que establece el sistema de cálculo para los haberes, y
enuncia a tal fin, que “...se promediarán las remuneraciones actualizadas percibidas durante los tres (3) años
calendarios más favorables, continuos o discontinuos, comprendidos en el período de diez (10) años, también
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calendarios, inmediatamente anteriores al año de la cesación en el servicio...”. Prosigue disponiendo que “... a
fin de practicar la actualización prevista (...) las remuneraciones (...) se multiplicarán por los coeficientes que
al 31 de diciembre de cada año fije la Secretaría de Estado de Seguridad Social en función de las variaciones
del nivel general de remuneraciones”. Finalmente, en su párrafo 2) expresa que “… al promedio obtenido se
aplicará uno de los siguientes porcentajes…”, correspondiente a cada caso particular.
No hay posibilidad de establecer una proporción directa entre el sueldo en actividad y el beneficio
previsional, no obstante ello se advierte que existen variaciones que permiten deducir que no fueron utilizados
los
procedimientos e índices adecuados, en la medida que los beneficios se redujeron en forma no
proporcional a los haberes de los activos, correspondiendo un recálculo del haber inicial y de las diferencias
producidas en los distintos períodos hasta el presente, conforme a la fórmula que se indicará en el decisorio.
2.- A) En lo que respecta a la movilidad del haber determinado, no puedo dejar de atender a la
doctrina de nuestro Máximo Tribunal que reza: “Si bien las sentencias de la Corte sólo deciden en los
procesos concretos que le son sometidos, y sus fallos no resultan obligatorios para casos análogos, los jueces
inferiores tienen el deber de conformar sus decisiones a aquellas, por cuanto por disposición de la
Constitución Nacional y de la correspondiente ley reglamentaria, la Corte tiene autoridad definitiva para la
Justicia de la República (art. 100 de la Constitución Nacional y art. 14 de la ley 48)”. (in re “Pulcini, Luis
Benjamín y Oscar Alberto Dobla s/ Infractores Ley 20.771” del 26-10-89, C.S.J.N. P. 555-XXII)
En mérito a lo expuesto, es que recepto y haré de aplicación al caso de autos, el criterio sustentado
por la Excma. Corte Suprema de Justicia de la Nación en el precedente “Sánchez, María del Carmen c/Anses
s/Reajustes varios” (C.S.J.N., s.2758.XXVIII, de 17.05.2005 y 28.07.2005). Allí, el Tribunal Supremo de la
Nación puntualizó “…Que la ley 18.037 se hallaba plenamente vigente a la fecha de la sanción de la referida
ley 23.928 y sólo fue derogada por la ley 24.241, de creación del sistema integrado de jubilaciones y
pensiones, con el límite fijado en su art. 160, que mantenía las fórmulas de movilidad de las prestaciones
reguladas por leyes anteriores. No surge ni expresa ni tácitamente del régimen de convertibilidad que haya
tenido en miras modificar la reglamentación del art. 14 bis de la Constitución Nacional, por lo que esta Corte
considera que una comprensión sistemática y dinámica del ordenamiento jurídico aplicable no admite otra
solución que no sea el cabal cumplimiento del método específico de movilidad establecido por el
legislador…”
Con fundamento en los lineamientos establecidos en el fallo referenciado, puntualizaré los
parámetros de reajuste a utilizar:
Para el período correspondiente desde la fecha de adquisición del derecho al beneficio hasta el 30
de marzo de 1995, se aplicará el ajuste por movilidad según las variaciones registradas en el índice del Nivel
General de las Remuneraciones a que remitía el art. 53 de la LEY 18.037 (conf. “Sánchez, María del Carmen
c/Anses s/Reajustes varios” (C.S.J.N., s.2758. XXVIII, de 17.05.2005 y 28.07.2005).
B) Con referencia a los períodos posteriores a la puesta en vigencia de la ley 24.463, cabe recordar –
en principio- que el art. 7 apartado 2° del citado cuerpo de normas dispone: “a partir de la vigencia de la
presente ley todas las prestaciones de los sistemas públicos de previsión de carácter nacional tendrán la
movilidad que anualmente determine la ley de Presupuesto”.
Que la movilidad de las prestaciones previsionales resulta un mandato constitucional contemplado
expresamente en el art. 14 bis de nuestra Carta Magna, que pone en cabeza del Estado el deber de otorgar los
beneficios de la seguridad social, “que tendrá carácter de integral e irrenunciable”, constituyéndose la
movilidad, entonces, en una de las herramientas para garantizar la “protección integral de la familia”. En este
marco protectorio, es que la legislación y la jurisprudencia han de ajustarse a la premisa constitucional, a fin
de garantizar la integralidad e irrenunciabilidad de las prestaciones de la seguridad social.
Que a mayor abundamiento, nuestro Máximo Tribunal se ha pronunciado en el sentido que sigue:
“4º) Que la Constitución Nacional exige que las jubilaciones y pensiones sean móviles, aunque no establece
un sistema o mecanismo especial para hacer efectiva dicha exigencia, por lo que es atribución y deber del
legislador fijar el contenido concreto de esa garantía teniendo en cuenta la protección especial que ha
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otorgado la Ley Fundamental al conjunto de los derechos sociales. Una inteligencia sistemática de sus
cláusulas acorde con los grandes objetivos de justicia social que persigue el art. 14 bis, obsta a una conclusión
que, a la postre, convalide un despojo a los pasivos privando al haber previsional de la naturaleza
esencialmente sustitutiva de las remuneraciones que percibía el trabajador durante su actividad laboral”.
(Sánchez, María del Carmen c/ ANSeS s/ reajustes varios, Corte Suprema de Justicia de la Nación,
17.05.2005).
Por ello, es el Congreso de la Nación quien tiene la atribución de establecer los mecanismos e
instrumentos que han de utilizarse para el caso de que la realidad económica social así lo requiera. Es la
propia Constitución Nacional la que faculta específicamente al Poder Legislativo (art. 75 inc. 19 y 23 de la
C.N.) para que geste las leyes que permitan determinar las situaciones en que ha de aplicarse la movilidad, los
instrumentos que la regularán y los sistemas que han de articularse para su puesta en vigencia.
Sin embargo, la facultad del Congreso de disponer las pautas de movilidad pertinentes, convertida en
una obligación de fuente legal, no se ha visto –a lo largo de estos últimos diez años- traducida en acciones
concretas en el sentido necesario, sino muy por el contrario, se ha vislumbrado en el Poder Legislativo una
actitud silenciosa al respecto, tornando inoperativa e ineficaz una norma que él mismo ha sancionado.
La dinámica legislativa de acompañar los acontecimientos, la vida misma, posee un movimiento
constante, y si la normativa se congela, no se agiorna, se desnaturaliza y no es creíble, tornándose en ilusoria
o inaplicable. “A partir de la sanción de la ley 24.463, excepción hecha de reajustes por decreto de haberes
mínimos, no fueron objeto de movilidad alguna las prestaciones previsionales. Esto es, durante más de diez
años el Congreso de la Nación no ejerció la atribución-obligación de establecer por la ley de Presupuesto la
movilidad de las prestaciones del sistema público nacional…”(González Elisa Lucinda
c/A.N.Se.S.
s/Reajustes Varios, C.F.S.S., Sala I, junio de 2005)
Resulta oportuno recordar, que en el difundido caso ‘Kot’, el Tribunal Cimero ha sostenido que las
leyes no pueden ser interpretadas sin consideración a las nuevas condiciones y necesidades de la comunidad,
porque toda ley, por naturaleza, tiene una visión de futuro y está destinada a recoger y regir hechos
posteriores a su sanción (Fallos: 241:291 citado in re “Itzcovich, Mabel c/ANSES s/Reajustes Varios”,
sentencia del 29.03.2005, -Voto de los Dres. Maqueda y Zaffaroni-)
Cuando la aplicación de una norma torna ilusorios los principios y garantías enunciados en la
Constitución Nacional, es deber de los jueces apartarse de la misma y dejar de aplicarla a fin de asegurar la
supremacía de la Carta Magna, pues esa función moderadora constituye uno de los fines supremos del Poder
Judicial y una de las mayores garantías con que éste cuenta para asegurar los derechos contra los posibles
abusos de los poderes públicos (Fallos: 308:857; 311:1937)
Es función del juez dentro de un Sistema Republicano de Gobierno, proveer al ciudadano de una
respuesta a su demanda sin avasallar las potestades de otros Poderes, pero sin olvidar que los jueces son los
custodios de la Constitución, y la justicia es donde los ciudadanos recurren cuando ven vulnerados sus
derechos. La función de hacer justicia es la recta determinación de lo justo, es decir, la provisión de una
solución justa al caso en análisis. Por ello, el magistrado, ante un reclamo como el que nos ocupa, debe
proveer una solución cauta que permita obtener una respuesta transitoria hasta tanto el órgano de gobierno
pertinente actúe dando una respuesta formal legislativa.
Resultan incontestables los cambios ocurridos en la realidad económica y social de nuestro país a lo
largo del período objeto de consideración. Diversos han sido los factores que gestaron esta nueva realidad
palpable, verdad objetiva en la que los haberes previsionales han perdido el carácter integral que ha asignado
la Constitución a los beneficios de la Seguridad Social. Los haberes de los pasivos han sido víctimas de
depreciación como consecuencia, entre otros factores, del aumento de los salarios activos, la sustitución del
modelo basado en la convertibilidad de la moneda y la actitud omisiva del Congreso de la Nación en el
cumplimiento de su obligación de determinar la movilidad de los haberes. Se verifica en la especie, una
distorsión en lo atinente a la naturaleza sustitutiva que tienen las prestaciones previsionales, y en tanto el
Congreso de la Nación no asuma su competencia en la materia, es deber de los Magistrados hacer operativa la
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garantía constitucional prevista en el art. 14 bis de la Constitución Nacional.
Hoy, la aplicación literal del art. 7 inc. 2 de la Ley 24.463 afecta el carácter integral de las
prestaciones previsionales, pues no debe olvidarse que las mismas tienden a la cobertura de los riesgos de
subsistencia y ancianidad. No contemplar una fórmula de movilidad razonable colisiona directamente con el
carácter tuitivo del régimen previsional y lesiona obvios derechos humanos, dejando librado al desamparo a
uno de los sectores más vulnerables de la sociedad como lo es el constituido por los pasivos. (remito en honor
a la brevedad a las consideraciones vertidas por el Dr. Emilio Lisandro Fernández, en su voto in re “Ortino
José Ángel c/ANSES s/Reajustes Varios” (C.F.S.S., Sala II, 17.10.2005),
Han de contemplarse las nuevas necesidades y condiciones de la comunidad, con el objeto de
mantener en igual grado de dignidad a la persona a lo largo de toda su vida, considerando la naturaleza
alimentaria que detentan los beneficios previsionales, y garantizando asimismo la inviolabilidad de la
propiedad. (González, Elisa Lucinda c/ANSeS s/reajustes varios, Cámara Federal de la Seguridad Social, Sala
I, junio 2005).
Sin embargo, resulta necesario fijar la línea divisoria para el obrar de la nueva jurisprudencia,
apoyándola en razones de conveniencia, utilidad y en los más hondos sentimientos de justicia, necesidad que
entraña, a su vez, la de fijar el preciso momento en que dicho cambio comience a operar. (conf. causa
“Tellez”, - Fallos: 308:552-). Tiene dicho nuestro Máximo Tribunal que, la misión judicial no se agota con la
remisión a la letra de la ley, toda vez que los jueces, en cuanto servidores del derecho y para la realización de
la justicia, no pueden prescindir de la ratio legis y del espíritu de la norma; ello por considerar que la admisión
de soluciones notoriamente disvaliosas no resulta compatible con el fin común tanto de la tarea legislativa
como de la judicial. (Fallos: 249:37; 302:1284). (in re “Itzcovich, Mabel c/ANSES s/Reajustes Varios”,
sentencia del 29.03.2005,-Voto de los Dres. Maqueda y Zaffaroni-)
El cuadro de situación referido, impone a este magistrado suplir –de manera transitoria- la omisión
en la que ha incurrido el legislador, propiciando una fórmula de movilidad que torne operativa la garantía
constitucional respectiva, en resguardo de la debida proporcionalidad que debe existir entre el haber de los
pasivos y las remuneraciones de actividad.
Es así que me pronuncio por el reconocimiento del derecho al reajuste del haber de la accionante,
mediante la aplicación –como medida de la movilidad- de los coeficientes que surgen de la Remuneración
Imponible Promedio de los Trabajadores Estables –RIPTE- (información que se encuentra disponible en el
website www.seguridadsocial.gov.ar Estadísticas. Mercado laboral. Fuente SIJP. RIPTE), pues dicho
índice, amén de dar cuenta de la evolución media de los salarios, provee, a mi entender, un parámetro de
reajuste equilibrado y depurado.
La aplicación de la medida de movilidad precedentemente referida, no lleva aparejada una
desproporción respecto de la realidad misma, por lo que en el lapso que va desde el 31.03.1995 hasta el
31.12.2001, se observará sólo un leve incremento en el promedio de referencia, atento a la característica de
estabilidad de la economía argentina en dicho momento histórico.
El mismo sistema resulta, a mi criterio, el apropiado para ser utilizado como mecanismo de
actualización del haber previsional a partir del 01.01.2002, tomando en consideración que a partir de la fecha
señalada, el cuadro económico de nuestro país ha sufrido variaciones sustanciales que derivaron en la
depreciación adquisitiva del haber, habiéndose producido desfasajes de magnitud tal que atentan contra la
propia esencia de los haberes previsionales.
En cuanto a la frecuencia y oportunidad de aplicación del mecanismo de movilidad elegido, estimo
apropiado receptar, una vez más, el principio establecido en el art. 53 de la Ley 18.037 (actualmente
derogado), en cuanto a que procederá el reajuste por movilidad cada vez que se produzca una variación
mínima del 10 % en el RIPTE o cuando se otorgue un incremento general de las remuneraciones de los
activos, aunque el mismo resulte inferior al 10%.
Por último, hágase saber que lo ut-supra dispuesto resultará de aplicación hasta tanto el Congreso dé
cumplimiento a la manda legal establecida en el art. 7 inc. 2 de la Ley 24.463
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3.- En aplicación del plazo de prescripción bianual establecido por el art. 82 de la ley 18.037 -el
cual conserva su vigencia en virtud de lo estatuido por el art. 168 de la ley 24.241-, las diferencias devengadas
deberán abonarse desde el 07.10.92. Dichas diferencias, deberán calcularse conforme lo dispuesto en autos
“Ruiz, Virgilio Magín c/ A.N.Se.S. s/inconstitucionalidad de la ley 24.463", (C.F.S.S. Sala I, sent. 13.11.97).
4.- En lo concerniente a los intereses que pudieran resultar de diferencias retroactivas remito a los
precedentes “Sortino, Sebastián” y “Cóceres de Sardon, María” precisando que se aplicará lo dispuesto por el
art. 10 del decreto 941/91, es decir, se aplica en lo pertinente, la tasa pasiva de promedio mensual que publica
el B.C.R.A., en concordancia con la doctrina sentada por la C.S.J.N. al fallar el 14 de septiembre de 1993 en
autos “Varani de Arizzi, Bonafine”.
5.- En el ejercicio de la atribución insoslayable de los jueces de ejercer el control de las normas
impugnadas (C.N.A.S.S., Sala I del 12-02-95, Fallo “ELKAN”), corresponde resolver sobre la
inconstitucionalidad de las disposiciones de las leyes 18.037 y 24.463, en el sentido solicitado, sin perjuicio
de lo que además se dispondrá en los considerandos restantes.
a) Respecto del artículo 7 de la ley 24.463, me remito a lo que, en relación a dicha norma se
expresara en los puntos 2.A) y 2.B) del Considerando.
b) Con referencia al planteo de inconstitucionalidad de los artículos 5 y 9 de la ley 24.463, es mi
parecer que no puede ser visto en forma favorable, dado que si bien es principio fundamental del régimen
previsional argentino que exista una proporcionalidad entre los aportes efectuados y los beneficios acordados,
es de observar que ello se encuentra limitado por el principio de Solidaridad Social, el cual no obstante a
primera vista parece ríspido, su objetivo es preciso: “Procurar un equilibrio para los sectores de menores
recursos”, teniendo en cuenta el sistema redistributivo de la renta que hállase implícito en las bases mismas de
la moderna previsión social.
c) Con referencia al art. 10 de la ley 24.463, afirmo que la misma se sustenta en una base federal y
de orden público, habiendo dejado huellas en su redacción de la propia naturaleza y del espíritu que inspiró al
legislador al gestarla, no siendo ello obstáculo para su subordinación (art. 31 C.N.).
d) Las eliminaciones efectuadas en el art. 11 inc. 1 de la ley 24.463, han sido en cierto aspecto
justificadas atento a que el art. 125 de la ley 24.241 no establecía la forma de cálculo para determinar el haber
mínimo garantizado, más aún teniendo presente el veto al tercer párrafo (ver art. 7 dec. 2091/93). El inciso 6
del artículo 158 referenciaba una modificación al art. 55 de la ley 18.037 sobre los topes máximos
jubilatorios, tema que trataré en estos considerandos. La derogación del art. 160 de la ley 24.241, es
consecuencia de la reglamentación por parte del legislador del principio constitucional de movilidad “respecto
de las prestaciones del régimen de reparto...”, derogando dicho artículo sin asignarle efectos retroactivos a ese
acto, teniendo en cuenta los dictados de las leyes 23.928 y 23.982.
e) Al planteo de inconstitucionalidad de los arts. 16 y 17 de la ley 24.463, y a la defensa del
primero, articulada por la demandada, entiendo que no tiene relación con el fondo de la cuestión que se
ventila y carecen de entidad para ser analizados en este proceso, no influyendo sobre el contenido de la
sentencia.
f) En cuanto a la inconstitucionalidad planteada por la actora del tope previsto en el art. 55 de la ley
18.037, corresponde expresar que no puede objetarse la aplicación del tope de haberes del art. 55 de la ley
18.037, en tanto no se demuestre el perjuicio concreto que pudo haber ocasionado el mencionado dispositivo.
(doctrina del caso “Panizza, Alfredo José c/INPS - Caja Nacional de Previsión de la Industria, Comercio y
Actividades Civiles, fallado por la Excma. Corte Suprema de Justicia de la Nación el día 07.04.98, ver
también Fallos: 319:3241 y 320:2039).
g) Respecto del planteo de inconstitucionalidad del art. 19 de la ley 24.463, ha devenido abstracto
su tratamiento, en virtud de la derogación operada por la Ley 26.025 del 21.04.05.
h) Respecto de la inconstitucionalidad planteada contra los arts. 22 y 23 de la ley 24.463, se
advierte que “... no ha sido demostrada en la causa la existencia de un perjuicio concreto y actual derivado de
la aplicación del sistema cuya validez constitucional se cuestiona, por lo que no ha quedado en evidencia la
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irrazonabilidad de la pauta adoptada por el legislador (Fallos: 252:328; 307:531; 310:211; 314:407 y 424;
316:687; 319:178; 322:2226, entre muchos otros) ...”.(in re Schiariti, Oscar N. C/Administración Nacional de
la Seguridad Social, C.S.J.N., sent. 11.07.02 e “Iglesias Manuel c/A.N.Se.S s/Reajustes por movilidad”,
I.110.XXXV, fallado el 17.04.2001 ).
Por todo lo expuesto, RESUELVO:
a) Hacer lugar a la demanda en autos “Tarrio Dora c. A.N.Se.S. s/ Reajustes varios”, expediente
N° 25.300/2.
b) Ordenar a la demandada que dentro del plazo de 90 días a contar desde la recepción de las
actuaciones administrativas correspondientes –una vez que exista sentencia firme en autos-, realice lo
siguiente:
b.1) Determine el haber inicial de la accionante de acuerdo con el promedio mensual de
remuneraciones a que se refiere el artículo 49 de la ley 18.037, para lo que las mismas se computarán a
valores constantes.
Para este fin, los montos serán actualizados desde cada uno de los meses a que correspondan, hasta
el mes de cesación de servicio, según las variaciones experimentadas por el Índice del Nivel General de las
Remuneraciones conforme la Encuesta Permanente de la Secretaría de Seguridad Social, realizando las
siguientes operaciones:
Para el caso de que las remuneraciones estuvieran expresadas en valores anuales, se efectuará
primeramente un procedimiento de desagregación, para así obtener las remuneraciones mes a mes. Para ello,
deberá tomarse –de los últimos 10 años de remuneraciones-, el total de cada año de remuneraciones,
multiplicarlo por el Índice de la Encuesta del mes de que se trate, y a esa cifra dividirla por la suma de los
índices de la Encuesta del mismo año.
Luego, los montos mensuales obtenidos deberán ser actualizados aplicando el índice de la
Encuesta, hasta el mes anterior al del día en que se devenga el primer haber –excepto que sea el último día del
mes, en cuyo caso se utilizará el índice de ese mesPosteriormente, se elegirán los tres mejores años y se efectuará el promedio mensual actualizado;
aplicándose entonces -en forma directa- el porcentaje correspondiente al caso particular en análisis, de
acuerdo con las pautas del art. 49, punto 2) de la ley 18.037, para de este modo obtener el haber inicial
reajustado.
b.2) Una vez calculado el haber inicial, conforme lo dispuesto precedentemente (y no pudiendo
resultar una suma inferior a la efectivamente percibida), deberá actualizárselo con los aumentos emergentes
de la aplicación de la movilidad determinada en el considerando N° 2 de la presente Sentencia, con estricto
arreglo a los parámetros allí establecidos. Los haberes previsionales que se ordena adecuar a la pauta
enunciada no podrán exceder los porcentajes establecidos por las leyes de fondo, límite que en el caso impide
el reconocimiento de un monto mensual que supere las proporciones fijadas por el art. 49 de la ley 18.037
sobre los haberes de actividad (Fallos: C.S.J.N., C.278.XXVIII, del 27-12-96).
c) El haber recalculado de conformidad con las pautas establecidas en este decisorio, deberá
abonarse dentro del plazo indicado en el punto b) de esta parte resolutiva.
En cuanto a las acreencias retroactivas que eventualmente resulten en favor de la reclamante,
deberá el organismo demandado efectuar los requerimientos presupuestarios pertinentes para su pago, de
acuerdo con los medios de cancelación que correspondan, en el marco de la legislación vigente en la materia,
y debiendo tomar en cuenta, a tal fin, lo dispuesto en el punto N° 3 del Considerando, en materia de
prescripción.
d) Declarar no aplicable la ley 23.928 (Ley de Convertibilidad) a las retroactividades adeudadas
desde la fecha devengada, atendiendo al “leading case” según el alcance fijado en “Sánchez Maria del
Carmen” fallo citado ut supra.
e) De los intereses que pudieran resultar de las diferencias retroactivas, aplíquese lo dispuesto en el
considerando N° 4 para su estimación.
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f) Desestimar el planteo de inconstitucionalidad de los arts. 5, 9, 10, 11, 19, 22, 23 y 25 de la ley
24.463 y del art. 55 de la ley 18.037, por los fundamentos expresados respectivamente, en el punto N° 5 del
Considerando. .
g) Respecto del art. 7 de la ley 24.463, me remito a lo expresado en los puntos 5.a), 2.A) y 2.B) del
Considerando.
h) En relación al planteo de inconstitucionalidad de los arts. 16 y 17 de la ley 24.463, y la defensa
opuesta por la accionada respecto del artículo citado en primer término, estése a lo dispuesto en el Punto N°
5.e) del Considerando.
i) Costas por su orden (art. 21 ley 24.463).
j) Regúlanse los honorarios del profesional actuante por la parte actora en el 12 % del importe de
crédito que por todo concepto resulte en favor del reclamante en ocasión de practicarse la liquidación
respectiva (arts. 6, 7 y concs., ley 21.839 -DT, 1978-689-); debiéndose tener en cuenta en relación al letrado
de la parte demandada, lo dispuesto en el art. 2 de la ley 21.839 (modif. Ley 24.432).
Regístrese y notifíquese.
Alberto Ize
Juez Federal
ANTE MÍ:
Edmundo E. Pérez Nami
Secretario Federal
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