INNOVACIÓN Y CAPACIDAD TECNOLÓGICA EN UN GRUPO DE EMPRESAS ANTIOQUEÑAS: UN ESTUDIO COMPARADO

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INNOVACIÓN Y CAPACIDAD TECNOLÓGICA EN UN GRUPO DE EMPRESAS
ANTIOQUEÑAS: UN ESTUDIO COMPARADO
INTRODUCCIÓN
Tanto en los círculos académicos, como empresariales y gubernamentales, la innovación ha
asumido un papel central dentro de las agendas de trabajo, especialmente por lo que implica en
términos de competitividad para las organizaciones en países con menor nivel de desarrollo. No
se trata solo de la influencia de textos como los de Schumpeter (1911), Nelson y Winter (1982),
Nonaka y Takeuchi (1995), Kim (1997), por citar solo algunos de los más representativos, sino
de varias corrientes en la academia y en la gestión en todo el mundo, de dos enfoques en el
contexto latinoamericano que alcanzaron un lugar destacado lo largo de la segunda mitad del
siglo XX y de una dinámica particular en Colombia.
Durante las últimas décadas se han presentado fundamentalmente dos modelos de
desarrollo tecnológico en América Latina, el pensamiento cientista de oferta y el desarrollo
tecnológico innovativo (Castellanos, 2007). El primero centra su atención en el fortalecimiento
de las instituciones de investigación y desarrollo tecnológico, con énfasis en la investigación
científica básica, donde se generan resultados que generalmente no resuelven las necesidades del
contexto local.
En segundo lugar, “la Escuela latinoamericana de pensamiento en ciencia,
tecnología y desarrollo, de comienzos de la segunda mitad del siglo pasado intenta romper con el
“modelo lineal” de oferta, haciendo hincapié en la necesidad de la demanda de desarrollos
tecnológicos […] es decir, a partir de la demanda del sector productivo y las prioridades de
desarrollo social se genera y adapta el conocimiento necesario, por lo tanto la investigación
científico-tecnológica tiene como uno de sus objetivos la respuesta a la demanda de tecnología”
(Castellanos, 2007, pág. 7).
Esta diferencia entre la política de investigación científica y la de desarrollo innovativo,
donde la última busca la endogenización de la tecnología, siendo necesario conocer las
capacidades locales para absorber y adaptar la tecnología originada fuera de la organización,
contrasta con la actividad científica ortodoxa, orientada a resolver dudas acerca de cuáles son y
como están organizadas las leyes de la naturaleza o de la sociedad, mientras que la actividad
1
tecnológica se ocupa de producir bienes, servicios y procesos que se necesitan en las
organizaciones y en los mercados (Castellanos, 2007).
En éste mismo sentido, el profesor Stefan Thomke, de la Universidad de Harvard, llama la
atención en sus distintos trabajos sobre la necesidad de identificar el problema de innovación
como punto de partida, para posteriormente identificar las particularidades del sistema de
innovación en el que participa una organización específica, que puede ser un sistema interno,
puede ser compartido con un grupo de empresas o puede ser un sistema de innovación con
componentes en diferentes países (Thomke, 2006). Pensar desde la demanda de innovación (en
lugar de la oferta), desde la identificación del problema de innovación y aclarar el papel de la
organización en el sistema de innovación, permite formular estrategias en las que la organización
obtenga mayores ventajas y en las que los participantes en el proceso reciban mayores incentivos.
La literatura sobre gestión de la innovación en Colombia ha encontrado que la brecha
existente entre los países desarrollados y América Latina se amplía al comparar el país con los de
mayor nivel de desarrollo (Castellanos, 2007), por el liderazgo que han tomado varios sectores
industriales y de servicios en países como Brasil, Chile y México. Además, los procesos de
innovación nacionales no se explican por las mismas razones que la innovación en países
desarrollados (Vargas, Malaver, & Zerda, 2003), como sucede en América Latina (Arocena &
Sutz, 2000).
Adicionalmente, la investigación empírica anglosajona ha encontrado que el proceso de
gestión de la innovación no se desarrolla siempre como una secuencia lineal y que ciertos tipos
de gestión de la innovación toman más tiempo en obtener resultados (Birkinshaw, Hamel, &
Mol, 2008). Esto hace necesario trazar y dar sentido a las secuencias y dinámicas que realmente
ocurren en la práctica, para obtener mayor capacidad explicativa conceptual y una mayor
comprensión de la dinámica local de la gestión de la innovación.
Uno de los esfuerzos que ha tenido éxito en instalar un sistema de innovación con
características propias y con respuesta positiva de los mercados, es el implementado por las
empresas de alimentos del Grupo Empresarial Antioqueño, especialmente Zenú, Noel, Nacional
de Chocolates y Colcafé. Allí han prosperado esfuerzos que en otras empresas del grupo no han
tenido éxito y que son una fuente tanto empírica como teórica para comprender la dinámica de la
2
innovación con las características particulares del Departamento de Antioquia. Estas empresas se
desenvuelven en mercados altamente competidos, han logrado mantener una estrategia de
expansión en los últimos años y han otorgado un papel central a la innovación.
La investigación pretende responder a la pregunta de ¿Como contribuye la innovación a
incrementar la capacidad tecnológica de la organización? Para ello se tiene en cuenta que las
empresas a estudiar hacen parte de unos sistemas de innovación de características internacionales,
donde buena parte de la tecnología (objetivada en máquinas, diseños e instructivos de
procedimientos) se obtiene por transferencia y puede hacer que la organización alcance un alto
nivel de capacidad tecnológica sin que necesariamente realice innovaciones propias en el
contexto de su mercado internacional.
De éste modo, innovar en respuesta a un problema de innovación (Thomke, 2006), puede
incrementar de manera visible la capacidad tecnológica de la organización (Castellanos, 2007) y
su ventaja competitiva, si logra que los productos, servicios y procesos sean valiosos, raros y
difíciles de imitar (Barney & Clark, 2007). Para ello es necesario comprender por qué los
individuos se involucran en la gestión de la innovación, en qué medida ésta contribuye a que la
organización cumpla sus metas (Birkinshaw, Hamel, & Mol, 2008) y qué papel juegan los
conocimientos empíricos que resultan de la experimentación (Thomke, 2003), de las
observaciones o de la tradición oral (Sábato, 1997), que son conocidos de manera genérica como
conocimiento tácito (Polanyi, 1966).
REVISIÓN DE LITERATURA
El análisis académico de la innovación en la empresa se ha desarrollado con distintos
enfoques, expositores y discípulos. Entre los trabajos pioneros se encuentran los de Alfred
Marshall, quien llevó la teoría de la firma al centro del análisis económico y consideró
determinante la distinción entre firma innovadora y firma optimizadora, siendo ésta última la más
relevante, por la pérdida de la capacidad innovadora de las empresas con el paso del tiempo. En
1934, Joseph Schumpeter acuñó el concepto del empresario innovador, quien a través de “nuevas
combinaciones” de recursos productivos logra posicionar en el mercado nuevos productos o
implementar nuevos procesos en la producción; para Schumpeter la innovación se convierte en el
fenómeno fundamental del desarrollo económico; según él las firmas innovadoras pueden
3
desafiar a las firmas optimizadoras y por ende impulsar el desarrollo de la economía.
Posteriormente se han hecho aportes teóricos, dentro de los cuales se destacan los de Penrose
(1959), Chander (1962) y Nelson y Winter (1982).
En los últimos veinte años de viene construyendo una perspectiva evolucionista donde la
innovación se posiciona como un proceso de aprendizaje, que hace énfasis en el rol de lo humano
para determinar cómo la empresa puede acumular capacidad innovativa y por lo tanto se añade
explícitamente una dimensión social para trabajar en la dinámica de las capacidades. El proceso
de innovación se presenta entonces como incierto, ya que por definición se entiende desde dentro,
se trata de repensar la firma desde dentro, de repensarlo todo; la innovación aparece como un
proceso acumulativo, que requiere la colaboración de diferentes personas con diferentes
capacidades, es interdisciplinario, colectivo, por lo tanto resulta difícil de medir. La innovación
aparece como un asunto cualitativo (Lazonic, 2005; Malaver y Vargas, 2007).
Otras corrientes, como la de Liebestain (1969) proponen que la innovación depende de los
costos y beneficios que genera; la de Rosemberg (1976) plantea que aunque la innovación no sea
costosa, los empresarios podrían no adoptarla si tienen expectativas altas de obsolescencia
tecnológica, lo que implica que hay empresas que deciden ser seguidoras en materia tecnológica
y permanecer así en el tiempo. Los enfoques heterodoxos indican que la empresa es algo más
que una combinación de capital y trabajo, que tiene actores sociales, motivaciones y prácticas, y
requiere esfuerzos complejizadores y la observación directa, lo cual introduce la necesidad de
asumir el método etnográfico como una alternativa “decorosa” en los estudios de caso. Los
autores que aportan a la construcción de un punto teórico y metodológico intermedio son
Arocena y Sutz (2000), Fagerberg (1994), Dossi (1998), David (1996) y Freeman (1988), con un
enfoque apreciativo del análisis evolucionista (Malaver & Vargas, 2007).
En Colombia es de especial interés la innovación “tecnológica” definida en el Manual de
Oslo como los procesos dirigidos a introducir en el mercado nuevos productos o procesos
asociados a cambios tecnológicos. En ese contexto las capacidades tecnológicas se refieren a los
aprendizajes acumulados por las empresas, que les permite mantener una dinámica innovadora y
que teóricamente están estrechamente relacionadas con el desempeño organizacional.
Las
preguntas centrales son si en Colombia están relacionadas las capacidades de innovación
tecnológica con el desempeño de las empresas, cuáles de esas capacidades con cuales tipos de
4
desempeño y si la estructura de las empresas limita su capacidad innovadora. Al respecto un
trabajo de Jorge Robledo en Colombia, plantea lo siguiente:
“Desde la perspectiva de los Recursos y Capacidades, se entiende que detrás
de la innovación como proceso empresarial están las capacidades organizacionales
que la hacen posible. El concepto de Capacidades de Innovación Tecnológica (CIT)
se refiere a aquellas capacidades genéricas y específicas que posee la empresa para
producir innovaciones como resultado de la gestión estratégica u operativa de la
organización. Sin embargo, es necesario precisar que este es un concepto complejo,
elusivo y con mucha incertidumbre, que es difícil de determinar y cuya medición
requiere considerar simultáneamente múltiples criterios de orden cuantitativo y
cualitativo aplicados a la organización (Wang, Lu & Chen, 2008)” (Robledo &
Ceballos, 2008).
El modelo teórico construido por Robledo define siete categorías de capacidades de
innovación tecnológica, que son la base del desempeño innovador: capacidad de I + D, capacidad
de gestión de recursos, capacidad de aprendizaje organizacional, capacidad de planeación
estratégica, capacidad de producción, capacidad de mercadeo y capacidad organizacional.
También define dos categorías de desempeño empresarial, relacionadas con desempeño de
negocio y desempeño innovador. La acumulación de estas capacidades no es un fin, sino un
medio para lograr ciertos objetivos empresariales (Robledo et al., 2009).
Con respecto a los trabajos empíricos, las Encuestas Nacionales de Innovación (1996 y
2005), aplicadas a empresas de producción industrial, han encontrado que las empresas son poco
innovadoras, que lo hacen de manera incremental (no radical), que el alcance es limitado y que
los avances no se explican por los esfuerzos macroeconómicos, por el componente institucional
del sistema, por la estructura formal al interior de la empresa para mejorar el desempeño
innovador, sino, en la mayoría de los casos, por procesos informales que acontecen en el mundo
del trabajo.
La investigación de mayor alcance es la dirigida por Vargas, Malaver y Zerda (2003) en el
que caracterizaron la cadena metalúrgica-metalmecánica y la petroquímica-plásticos, a partir de
estudios de caso en diferentes ciudades del país, previa construcción de un documento
5
metodológico que orientara el trabajo. El estudio llegó a la conclusión de que la innovación en
ninguno de los casos fue estratégica, en el sentido de desarrollar capacidades diferenciadoras; no
hay conciencia de su importancia y potencial; la innovación está bajo la responsabilidad del
gerente propietario; las prácticas dominantes son la vigilancia tecnológica, la compra con
criterios financieros básicos y la solicitud de asistencia técnica; las innovaciones son menores, de
carácter adaptativo y puntual; los procesos no son documentados y son informales; quienes tienen
Departamentos de I + D desarrollan innovaciones de mayor alcance y grado de novedad; los
empresarios son propietarios, responsables y promotores de la innovación; las empresas no
contratan consultores; se ha presentado un impacto nulo de las políticas y del entorno
institucional; el impacto es notorio en términos comerciales (Vargas, Malaver, & Zerda, 2003).
Ninguno de los trabajos posteriores de estos otros autores ha modificado el diagnóstico en la
industria Nacional; incluso un diagnóstico similar fue presentado para toda América Latina
(Arocena & Sutz, 2000).
Así mismo, el Documento Conpes 3582 de abril 27 de 2009, donde se define la política
nacional de ciencia, tecnología e innovación, presenta éste diagnóstico de la innovación en el
país: “bajos niveles de innovación de las empresas”, “débil institucionalidad en el sistema
nacional”, “insuficiente recurso humano para la investigación y la innovación”, “baja apropiación
social de la ciencia, la tecnología y la innovación”, “ausencia de focalización en áreas
estratégicas de largo plazo” y “disparidades regionales en capacidades científicas y tecnológicas”
(DNP-Conpes, 2009).
Como se ve, la literatura coincide en que la racionalidad del enfoque neoclásico no da
cuenta de la innovación tecnológica en la industria manufacturera colombiana y que es necesario
desarrollar un marco analítico diferente que permita comprender la dinámica de la innovación en
estas empresas. Así mismo, se ratifica la necesidad de trascender los estudios prescriptivos para
alcanzar mayor nivel de profundidad en una cadena específica, al tiempo que se puede avanzar en
la búsqueda de lineamientos para las próximas versiones de la encuesta nacional de innovación.
A la pregunta de investigación central en estrategia de ¿Porque algunas firmas superan a
otras de manera persistente? (Barney & Clark, 2007, pág. 3), la literatura ha aportado dos tipos de
explicaciones genéricas que no son necesariamente contradictorias. La tradición de la economía
industrial indica que se trata de determinantes externos relacionados con la estructura de la
6
industria y el poder del mercado, mientras que otras corrientes relacionadas con la escuela
neoclásica encuentran la explicación en la eficiencia y la eficacia internas de la organización
(Barney & Clark, 2007). A partir de ésta última es que se empieza a desarrollar el enfoque basado
en los recursos –EBR, en la primera mitad de la década de los ochenta, cuando comprender las
fuentes de una ventaja competitiva sostenible se convirtió en la mayor área de investigación en el
campo de la estrategia (Barney J. B., 1991, pág. 99).
El EBR está soportado en al menos cuatro trabajos teóricos anteriores: los estudios de la
competencia distintiva, el análisis de David Ricardo sobre la renta de la tierra, la teoría del
crecimiento de la firma de Edith Penrose y los estudios de las implicaciones económicas de las
medidas antimonopolio (Barney & Clark, 2007, pág. 5). Las competencias distintivas se refieren
a aquellos atributos de la firma que le permiten perseguir la estrategia de manera más eficiente y
efectiva que otras firmas; el análisis de Ricardo prestó atención a las características específicas de
los recursos naturales que otorgan ventaja a la firma que tenga el control sobre ellos; Penrose
resaltó la heterogeneidad de las firmas, dirigió su atención a los recursos y los definió; mientas
que las medidas económicas antimonopolio prestan atención a los efectos negativos sobre el
bienestar social, resultado de la competencia imperfecta, es decir, cuando algunas firmas
adquieren poder de mercado.
De ellos, el libro clásico de Edith Penrose (1959), fue
particularmente influyente, porque aportó varios de los puntos centrales al enfoque.
Uno de los trabajos complementarios fue el de Prahalad y Hamel (1990), publicado en
Harvard Business Review, que llevó el enfoque a hacer parte de la política de empresa (Business
Policy) como un documento clave que ayudaría a construir una base consistente para ésta
tradición académica. Ese artículo, sobre competencias principales de la Corporación, dio un
impulso importante al enfoque, por aportar información empírica que daba cuenta de estrategias
exitosas mundialmente basadas en la explotación y desarrollo de recursos específicos internos.
Allí se presentó un número alto de compañías que superaron a su competencia en los mercados
mundiales por medio de innovación en productos; sin embargo, éstos son solamente la parte
visible de una estrategia profunda de identificación, construcción y consolidación de
competencias principales, que incluso son utilizadas para varios productos y varios mercados.
Esas competencias se construyen como un proceso de aprendizaje colectivo de la Corporación y
dan cuenta de que “las verdaderas fuentes de ventaja competitiva se encuentran en la capacidad
de gestión para consolidar las tecnologías” (Prahalad & Hamel, 1990, pág. 81). El desarrollo de la
7
competencia principal le permitirá entonces a la Corporación obtener su desempeño en los tres
planos diferentes en los que se da la batalla por el liderazgo mundial: competencias básicas,
productos básicos y productos finales. De ésta manera, la concepción de la Corporación en
términos de competencias básicas amplía el ámbito de la innovación (Prahalad & Hamel, 1990).
El énfasis en la perspectiva voluntarista podría llevar incluso a plantear, por lo menos como
pregunta, si la TBR llega a percibir el entorno como una construcción de la organización. En ese
mismo sentido algunos autores plantean que el control de los recursos por parte de una
organización puede determinar la estructura de una industria como la estudiada en la tradición de
la economía industrial (Witteloostuijn & Boone, 2006): a través de las inversiones estratégicas
una organización puede cambiar las características espaciales de un recurso y la manera como la
organización se relaciona con él y como las demás empresas de la industria también lo hacen. De
todas maneras las economías de escala y los ámbitos de aplicación, pueden modificar el espacio
de los recursos y las economías de la explotación.
Por su parte la innovación abierta “Open Innovation” (Chesbrough, Vanhaverbeke, &
West, 2008) es un paradigma que asume que las empresas pueden y deben usar ideas externas,
tanto como las ideas internas y las rutas internas y externas hacia los mercados. El concepto ha
sido construido por académicos que han desarrollado parte de sus actividades en la Universidad
de California en Berkeley, inicialmente basado en empresas solo estadounidenses, pero luego en
otros países. El fenómeno es complejo, dinámico y adaptativo, combina ideas internas y externas
en la arquitectura y en los sistemas de innovación que contribuyen a generar valor. Open
innovation incorpora explícitamente el modelo de negocio como fuente de creación y de captura
de valor, asume que el conocimiento está generalmente distribuido y que el conocimiento externo
es una fuente central en el proceso de innovación.
Es la antítesis del modelo vertical de
integración de investigación y desarrollo y como todo paradigma que pretenda ser nuevo,
identifica y supera limitaciones del paradigma anterior señalados por Kunh (1962) y Feyerabend
(1981).
DISCUSIÓN DE LA PROPUESTA: Esquema a utilizar como referente en la
identificación de variables
8
Los estudios realizados en Colombia tienen una falencia recurrente: poca o nula inclusión
de los agentes que toman decisiones, por lo cual los estudios no tienen un impacto tangible y
medible (Castellanos, 2007, pág. 53). A esto se suma, como ya se indicó, que es necesario trazar
y dar sentido a las secuencias y dinámicas que realmente ocurren en la práctica, para obtener
mayor capacidad explicativa conceptual y una mayor comprensión de la dinámica local de la
gestión de la innovación. El mayor valor agregado será la comprensión de la participación en su
propio sistema de innovación de éstas organizaciones con estructura diferente y los aportes
conceptuales que incorporan los saberes locales.
La ausencia de un marco aceptado para medir la gestión de la innovación, ha generado un
número importante de lagunas en el campo y de problemas en la literatura, relacionados con falta
de claridad, de consenso y con algunas contradicciones (Adams, Bessant, & Phelps, 2006); esa
fragmentación de la literatura de innovación y su carácter multidimensional, hace difícil la
construcción de un marco que sintetice. No obstante, el trabajo de Adams, Bessant y Phelps
(2006)1 hace un esfuerzo muy importante por dar luces a cerca de las distintas relaciones entre
variables y se ha convertido en un referente central para éste proyecto de tesis doctoral.
Para hacer la síntesis sobre medición de la innovación en la literatura especializada, los
autores acudieron a la consulta de 100 expertos mundiales, entre quienes hubo un alto grado de
consenso en 28 de las respuestas recibidas y, especialmente, en que hacen falta medidas bien
alineadas con el proceso de innovación, así como dispositivos para ayudar a identificar las
métricas adecuadas a aplicar (Adams, Bessant, & Phelps, 2006, pág. 23). Ese trabajo hizo una
revisión cuidadosa de la literatura publicada en las revistas especializadas, en la literatura gris
(utilizando el concepto de saturación teórica acuñado por Glaser y Strauss (1967)) y cuatro
trabajos previos que tenían pretensiones similares.
El resultado es una propuesta de siete
tipologías para medir la gestión de la innovación, la cual consideran un proceso dinámico y no
lineal, en el mismo sentido que después lo platearon Birkinshaw, Hamel & Mol (2008).
Si bien la investigación y los diagnósticos de política han indicado que la literatura
internacional no da cuenta de la innovación en Colombia y, además, la metodología de ésta
propuesta de tesis doctoral recomienda no partir a priori de relaciones específicas entre
1
Artículo publicado en International Journal of Management Reviews, de la Academia Británica de Management.
Según el ISI Journal Citation Report, éste artículo está entre los cinco más citados de la Revista.
9
categorías, es necesario precisar cuáles grupos de variables podrían estar relacionadas, para tener
un insumo que permita diseñar los detalles de los instrumentos del trabajo de campo. Las siete
tipologías propuestas por Adams et.al (2006) son: (1) factores para generar ideas, (2) gestión del
conocimiento, (3) estrategia de innovación, (4) relación entre cultura organizacional y estructura,
(5) gestión financiera, (6) gestión de proyectos y (7) comercialización. En cada una de ellas el
trabajo hace una caracterización y presenta los consensos y las lagunas.
Entre los factores para generar ideas se consideran todas las entradas del proceso de gestión
de la innovación, especialmente los financieros, humanos y físicos; allí la I+D es sólo una de las
entradas del proceso de innovación, que no siempre tiene resultados positivos. Los insumos se
pueden desagregar en diferentes tipos y medirlos cada uno de manera independiente; en talento
humano, además de las variables típicas de sexo, edad, entorno cultural y nivel de formación, se
consideran variables como la propensión de un individuo para innovar, la flexibilidad de la
organización para absorber los errores que pueda cometer, la cultura de experimentación y el uso
de herramientas para el proceso de innovación; una sub-categoría identificada aquí, pero muy
difícil de medir es la del conocimiento tácito. Una pregunta que integra varias sub-categorías
incluidas en ésta tipología es la planteada por Birkinshaw et.al (2008): ¿Por que los individuos se
involucran en la gestión de la innovación?
Por gestión del conocimiento Adams et.al (2006) proponen entender la capacidad de una
organización para identificar, adquirir y utilizar conocimientos externos e internos, tanto
explícitos como implícitos. Allí la literatura ha identificado tres áreas: fuentes de conocimiento,
conocimientos acumulados en la organización y flujos de información. Las empresas con gran
capacidad de absorción son más propensas a adquirir conocimientos y aprender de forma efectiva
desde el exterior; en éste componente se menciona la “hora informal” de I+D, que se oculta
detrás de otras actividades. Aquí de nuevo es importante el conocimiento tácito y aparece un
vínculo claro con el paradigma open innovation (Chesbrough, 2003). La tipología de estrategia
de innovación la proponen Adams et.al (2006) como una secuencia programada de decisiones de
asignación y coherencia interna, que ponen en sintonía los recursos disponibles y potenciales con
los objetivos de la organización; la perspectiva dominante en la literatura sobre estrategia de
innovación es la relación entre estrategia y desempeño.
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Otra de las tipologías propuestas en el trabajo citado es la relación entre estructura y cultura
organizacional, donde la estructura de la organización está fuertemente relacionada con el
contexto dentro del cual funciona. Las organizaciones que disponen de estrategias centradas en
la innovación difieren de aquellas que le adjudican un papel secundario; aquí se diferencian las
organizaciones innovadoras de las no innovadoras. Trabajos anteriores han demostrado que “el
entorno laboral percibido (que incluye tanto elementos de estructura como culturales) incide en
los diferentes niveles de innovación en las organizaciones” (Adams, Bessant, & Phelps, 2006,
pág. 32). Las organizaciones deben tener suficiente libertad para permitir la exploración de
posibilidades creativas, pero el control suficiente para gestionar la innovación, un equilibrio entre
libertad y control. Es muy importante que la gestión de los recursos humanos genere un ambiente
en el que se perciba la innovación como un objetivo deseado. La relación entre el ambiente en los
equipos de trabajo innovadores y la estructura organizacional, es muy cercana al concepto de
sistema de innovación expuesto por Thomke (2006) y a la relación entre diseño organizacional y
tipo de innovación de Chesbrough (2003).
La gestión financiera ha surgido recientemente como un tema clave en la literatura, por la
rapidez con la que se consumen los productos en innovación y la necesidad de que éstos sean
gestionados. Se han diseñado modelos para asignar recursos a proyectos, con sofisticadas
herramientas matemáticas que describen problemas de optimización de restricciones, pero éstos
han sido ignorados en la práctica por la industria; recientemente los modelos han introducido
factores cualitativos, que se basan en percepciones subjetivas y medidas de equilibrio en la
financiación (Adams et.al., 2006). Por su parte, la gestión de proyectos es necesaria como
tipología independiente por la multitud de eventos que se producen de forma simultánea y
dinámica (además de los que se producen en secuencia); allí la literatura destaca comparación
entre presupuesto y ejecución real, velocidad de la innovación, rendimiento comparado con la
programación y duración del proceso. Se ha logrado mayor eficiencia donde se siguen procesos
formales y se hace uso de herramientas y técnicas que faciliten los esfuerzos; ésta tipología ha
tenido un desarrollo particular desde los años noventa. La comunicación dentro de la gestión de
proyectos relaciona la tipología con el concepto de open innovation (Chesbrough, 2003).
Por último, la tipología de comercialización se considera como la segunda fase en el
proceso de innovación, no solo por la introducción de la novedad en el mercado, sino incluso por
el convencimiento al interior de la organización; la variable clave allí es la capacidad de
11
comercialización, que es costosa y tradicionalmente es manejada por talento humano diferente
del dedicado a la creación de las novedades. Ésta es la tipología menos abordada en la literatura
y donde hay una “necesidad urgente de mayor desarrollo” (Adams et.al., 2006).
La profundidad y el alcance del trabajo de Adams et.al (2006) lo convierten en un referente
central, a pesar de que esa revisión de la literatura no tiene en cuenta el problema de innovación
al que responde la gestión; es una concepción de oferta que puede ser enriquecida si se introduce
el problema de innovación de Thomke como punto de partida, para que la novedad creada y su
comercialización respondan a las necesidades de los integrantes de la organización y las
necesidades del mercado. La tesis propone un proceso de gestión de la innovación constituido por
la identificación del problema de innovación, la creación de la novedad y la fase de
comercialización, como un enfoque de demanda alternativo al enfoque de oferta. La revisión de
la literatura identifica lagunas especialmente en gestión del conocimiento, estrategia de
innovación y en comercialización, y llama la atención sobre “un conjunto equilibrado de las
zonas que deben ser medidos con el fin de profundizar en la capacidad global de una
organización para gestionar la innovación” (Adams, Bessant, & Phelps, 2006, pág. 39).
METODOLOGÍA
A partir del marco analítico de la teoría basada en los recursos (Barney & Clark, 2007), el
paradigma de la innovación abierta (Chesbrough, Vanhaverbeke, & West, 2008), la identificación
del problema de innovación como punto de partida (Thomke, 2006) y las variables identificadas
en la literatura para medir la gestión de la innovación (Adams, Bessant, & Phelps, 2006), se
utilizará el estudio de caso múltiple como método para construir teoría de manera inductiva (Yin,
2008; Eisenhardt, 1989 y Eisenhardt & Graibned, 2007). Éste método es utilizado especialmente
en áreas donde los avances en la literatura no logran dar cuenta de las particularidades de
fenómenos específicos (como la gestión de la innovación en empresas antioqueñas) y, sobre todo,
permite utilizar los detalles de casos locales para construir teoría que permita comprender la
dinámica del proceso de gestión de la innovación en un contexto particular.
Se ha elegido éste método porque es considerado el más adecuado para investigaciones
donde la pregunta sea “cómo” o “por qué”, donde el investigador tenga un pequeño o nulo
control sobre los eventos y donde el énfasis sea en fenómenos recientes (no históricos) dentro de
12
un contexto práctico (Yin, 2008). De acuerdo con Eisenhardt (1989), la investigación de estudios
de caso puede definirse como “una estrategia de investigación que se centra en la comprensión de
la dinámica actual en la configuración única” (Eisenhardt, 1989, pág. 534), se investiga en
profundidad a menudo por medio de la observación o entrevistas, con el fin de dibujar un
panorama detallado de las particularidades cualitativas.
Dentro de las tres tipologías de estudios de caso (exploratorio, explicativo y descriptivo),
definidos por Yin (2008), la investigación se propone como explicativa, ya que pretende vincular
los eventos con sus efectos y encontrar algunas relaciones de causalidad. Mediante los casos
múltiples se espera disponer de una base teórica más sólida para la construcción de teoría (Yin,
2008; Eisenhardt, 1989; Eisenhardt & Graebner, 2007), asumiendo las limitaciones espaciales de
los casos, pero también su riqueza para construir teoría emergente apoyada en evidencia empírica
(Eisenhardt & Graebner, 2007). La lógica de replicación de los casos múltiples (Yin, 2008),
utilizando las técnicas de análisis cruzados (Bourgeois & Eisenhardt, 1988), permitirá identificar
la lógica subyacente de replicación, donde cada caso se asimila a un experimento que niega o no
las hipótesis; en éste sentido, los casos múltiples son análogos a experimentos múltiples. Allí los
datos cualitativos son clave para decidir si se mantienen o no las relaciones emergentes, para
entender el porqué de esas relaciones, por qué está sucediendo algo y para identificar si una
relación aparente es solo una correlación espurea. Además, la triangulación de datos contribuye a
una mejor validez interna del estudio, que es necesaria especialmente en estudios de caso
explicativos para dar mayor robustez a las relaciones causales entre las variables.
El diseño del estudio de caso parte de la pregunta de investigación y del problema de
investigación ya planteados, que son útiles para las construcciones teóricas, pero no son una
camisa de fuerza desde el punto de vista de la forma, ni de una teoría a priori en particular. Por
tratarse de la construcción de teoría emergente, es conveniente evitar las relaciones específicas
entre las variables, sobre todo al principio del proceso (Eisenhardt K. M., 1989). La elección de
los casos se hace por razones teóricas, por su capacidad para proveer evidencias que permitan
construir teoría, más que por su posible representatividad dentro de la población; no se trata aquí
de un muestreo estadístico.
Los instrumentos incluyen múltiples métodos de recolección de datos (especialmente
entrevistas, información de archivos y reportes de programas informáticos especializados) que
13
serán una combinación de datos cualitativos y cuantitativos (no se utilizarán múltiples
investigadores). Tanto Eisenhadrdt (1989), como Yin (2008) plantean que los estudios de caso
no necesariamente son cualitativos en su totalidad, sino que es posible, y enriquecedor, hacer una
combinación de los datos cualitativos con los datos cuantitativos. La construcción de teoría se
plantea a partir de la riqueza de las descripciones, de las anécdotas y las relaciones entre los
distintos tipos de datos relacionados con la gestión de la innovación y la capacidad tecnológica.
Para no saltar a los resultados de manera apresurada, llegando a conclusiones prematuras
que podrían ser falsas, el análisis se propone mediante casos cruzados, para ver los datos desde
perspectivas divergentes; estos casos permiten que el investigador vaya más allá de las
impresiones iniciales, para generar teoría más ajustada a los datos. La conformación de hipótesis
es una tabulación interactiva de cada evidencia, una replicación de la lógica a través del caso, que
permita comparar a lo largo de la investigación la teoría con los datos.
Una vez identificados los patrones al interior de cada caso y los patrones cruzados, se
propone contrastar los hallazgos tanto con la literatura que está en desacuerdo, como con la
literatura similar. La literatura que presente oposición sirve para aumentar la confianza en los
resultados y es una oportunidad para demostrar la posible equivocación de lo establecido hasta el
momento; la literatura con hallazgos similares permite enlazar fenómenos que antes no estaban
asociados (Eisenhardt K. M., 1989).
La comparación de las nociones emergentes con la
literatura, y el uso del concepto de “saturación teórica”2, permitirán hacer los aportes teóricos
planteados y codificar la información para resolver las preguntas prácticas de la investigación.
Si bien el método sugiere no estar atado a concepciones teóricas a priori, sí hay algunas
consideraciones transversales que se plantean para el desarrollo del proyecto. En primer lugar, la
literatura ha encontrado que la innovación no se desarrolla como una secuencia lineal, de manera
que es necesario trazar y dar sentido a las secuencias que realmente ocurren en la práctica
(Birkinshaw, Hamel, & Mol, 2008), donde además pueden tener un papel muy importante
personas, instituciones, políticas, o restricciones externas a la organización (Chesbrough,
Vanhaverbeke, & West, 2008). Además, se considera necesario hacer construir las relaciones
entre las variables identificadas desde el principio, pero también prestar especial atención a la
2
Cuando la mejora incremental a la teoría es mínima
14
relación de las categorías emergentes con los recursos que controla la organización o sus
allegados (Barney & Clark, 2007).
HALLAZGOS
Este documento es una propuesta de proyecto doctoral. Se pretende construir categorías
teóricas que den cuenta de la relación entre las variables involucradas en la gestión de la
innovación y en la capacidad tecnológica de un grupo de empresas antioqueñas y aportar
conceptos prácticos que permitan comprender como éste grupo de empresas logra incorporar las
características colombianas y locales, para continuar su proceso de expansión en un mercado
global altamente competitivo.
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