256 Reflexiones Finales (Para una nueva introducción) En la introducción a esta investigación presentamos algunas de nuestras tesisconclusiones centrales, que creemos haber demostrado en el curso del trabajo. Ahora, al llegar a las conclusiones, consideramos que si bien hemos definido y fundamentado nuestras tesis, al mismo tiempo éstas dan pie a una serie de interrogantes a un nivel mucho más general, que sobrepasan los límites del presente estudio pero que quedan abiertos para posibles análisis en el futuro. A continuación detallamos algunos de ellos. Hemos visto cómo el grupo SUR se origina a partir de una postura elitista, culturalista y estetizante, para luego comenzar a deslizarse hacia lo ético en función de la Guerra Civil Española y terminar con posturas políticas netamente definidas ante el totalitarismo nazifascista durante la conflagración europea. SUR hasta llamaba a la beligerencia y a la alianza con los Estados Unidos contra la Alemania nazi a la hora que el gobierno argentino se pertrechaba tras la neutralidad y soportaba el embate del boicot norteamericano. Muy lejos del declarado apolitismo y los tanteos estéticos de sus comienzos... La problemática del pasaje de uno de estos espacios a los otros evidentemente no es exclusiva de la gente de SUR. Basta recordar el desplazamiento efectuado por Contorno de lo estético a lo político, o la oscilación entre lo estético y lo ideológico evidente en una comparación de Klaxon y Revista de Antropofagia, en Brasil.1 A este respecto, entonces, surge el interrogante acerca de la movilidad de los sujetos culturales más allá de los límites de sus espacios específicos, el condicionamiento de estas 1 Según demuestra hábilmente Jorge Schwartz: 'De lo estético a lo ideológico: Klaxon y Revista de Antropofagia, en Cultura, ed. Sosnowski, pp. 51-64. 257 transiciones y las opciones que se abren ante estos sujetos culturales en medio de tales condicionamientos. Así, por ejemplo, mientras que SUR adoptaba una posición política claramente definida, hubo también intelectuales de renombre que precisamente en aquellos mismos momentos optaron por el silencio y el ensimismamiento, como en el caso notorio de José Ortega y Gasset. De esta manera, nuestras conclusiones en torno a este punto se convierten en introducción a una nueva problemática, a la vez que en demostración de una de sus opciones. Estrechamente unido a lo anterior, otro de nuestros argumentos ha sido que para comprender la postura de SUR, debemos ahondar en el concepto mismo de identidad. Consideramos haber expuesto el modo en que SUR entendía el concepto de identidad, precisamente como algo opuesto al esencialismo monolítico de algunas concepciones nacionalistas. Por el contrario, la gente de SUR parecería haber postulado un concepto de identidad complejo y pluralista, en el que se interrelacionaban simultánea y recíprocamente lo argentino, lo americano y lo europeo, y los tres dentro del límite del mundo occidental, que era el mundo de SUR. ¿No se abriría, entonces, la posibilidad y la necesidad de una investigación del parámetro mismo de identidad que era patrimonio de los diversos grupos sociales, culturales y políticos de la Argentina? Y nos referimos no a los contenidos del concepto, sino al concepto mismo de la identidad: monolítico y maniqueo o complejo y pluralista. En nuestros días, parecería que nuestra conclusión al respecto sobre el grupo SUR podría servir de introducción a un análisis de este tipo. Y relacionado con este punto central: América en SUR. Ya hemos escrito suficiente acerca de su constante presencia y asimismo establecido que ello no implicaba que fuera América en lugar de Europa, sino con Europa, y también con Argentina. Entonces, ¿no será nuestra conclusión en este caso específico el comienzo 258 de un interrogante sobre el papel constitutivo de lo europeo en la identidad latinoamericana? Periféricos de ese mundo occidental, dirían algunos, pero seguramente no como los asiáticos o africanos, responderíamos, porque se constituyeron en el seno del colonialismo europeo. ¿No habría que revisar también los conceptos mismos de periferia y de marginalidad?2 En fin, es lo que decíamos: nuestras conclusiones en el caso de SUR como introducción a esta problemática más amplia. En cuanto a la otra cara de la moneda: SUR en América. La revista era leída y tuvo buena acogida en determinados círculos en otros países; lo sabemos. El mexicano Carlos Fuentes, el peruano Mario Vargas Llosa, el colombiano Gabriel García Márquez, la chilena Gabriela Mistral, todos han dejado testimonio de ello. 3 Mas, ¿hasta qué punto fue una –esa-- revista argentina representativa de las tendencias y corrientes culturales, sociales y políticas de todo un continente –o son dos...? ¿Era aquél el género más adecuado para servir de tribuna a semejantes inquietudes? ¿Cómo se inscribe SUR dentro del espacio global de las revistas latinoamericanas de la época? Más aún, ¿acaso es acertado hablar de una época; no se reunen en SUR en realidad varias épocas? Éstas son sólo algunas de las muchas preguntas que surgen del nuestro, pero que en realidad reclaman un estudio mucho más exhaustivo. También hemos hablado en nuestro trabajo del pluralismo del grupo SUR, fincado en su liberalismo y su concepción del individuo como fundamento de la 2 A este respecto es necesario mencionar las valiosas investigaciones llevadas a cabo sobre 'la literatura marginal en el Río de la Plata' en el marco del proyecto más amplio de una historia social de la literatura en América Latina, bajo la dirección del Prof. Alejandro Losada. En el presente estudio nos hemos remitido a dos de ellas: Parodi Lisi, Proyecto y Morales-Saravia, Discurso. Ver también los siguientes trabajos de Alejandro Losada: 'Bases para un proyecto de una historia social de la literatura en América Latina', Iberoamericana, 114-115 (1981), 167-188; 'La literatura marginal en el Río de la Plata. Informe de investigación', Hispamérica, 39 (1985), 19-28; La literatura en la sociedad de América Latina (Munich, 1987). 3 King, Sur, p. 180; Gabriel García Márquez, El olor de la guayaba. Conversaciones con Plinio Apuleyo Mendoza (México, 1982), p. 57; carta de Gabriela Mistral a Victoria Ocampo, citada en: Alicia Jurado, 'La amistad entre Gabriela Mistral y Victoria Ocampo', BAAL, LIV (1989), 523-561 (527). 259 creatividad cultural. Pero he aquí que en la confrontación con el totalitarismo, personajes cercanos al grupo como La Rochelle en Europa o argentinos como Irazusta y Doll, y luego Patricio Canto e incluso el mismo Pepe Bianco, se vieron excluidos de las páginas de SUR. Vemos ejemplificados, en este caso, los límites del pluralismo en tanto la deslegitimación de aquella perspectiva totalitaria que se considera como exclusiva. El pluralismo no tiene lugar para aquéllos que lo niegan. He acá otra conclusión que se convierte en introducción a otra temática: ¿acaso los peligros a la democracia se solucionan con más democracia, o quizás con su deslegitimación? ¿El pluralismo tiene sus límites en su negación? Otra conclusión ha sido, evidentemente, la obvia atinente al elitismo cultural e intelectual de la gente de SUR y, paralelamente, su falta de relación, salvo raras excepciones, a la problemática social. ¿Implica necesariamente el elitismo cultural la neutralización de una relación a la problemática social? ¿El rechazo absoluto de los movimientos de masas implica necesariamente la indiferencia frente a la injusticia social? No son éstas preguntas retóricas, sino interrogantes que se abren en pos de las conclusiones particulares de nuestro trabajo específico. Por último, el silencio y los intelectuales – otro tema apasionante. El silencio alusivo de la gente de SUR bajo el peronismo, unido a las demás estrategias que estudiamos, da lugar al interrogante acerca del papel y de la conducta de los intelectuales en medio de los regímenes autoritarios, o en tiempos de extrema crisis. Y por supuesto también sobre el silencio mismo, puesto que hay muchas formas de callar. ¿Cuáles son diversas formas de intervención política y acaso el silencio se cuenta entre ellas? ¿Acaso existe por fuerza una contradicción entre compromiso y silencio? Como 260 vemos, otra introducción a partir de nuestras conclusiones sobre SUR, esta vez para el estudio de los intelectuales y la función de la tarea intelectual. En fin, una sola cosa más. Imposible no referirnos, aunque sea de paso, a toda la problemática de la mujer. El caso específico de Victoria Ocampo sirve de introducción para el abordaje de numerosas cuestiones relevantes, sobre todo en el contexto más amplio de los estudios de género, tan actuales hoy en día: las relaciones de poder, no sólo entre las clases sociales sino también entre los géneros y entre los sexos; el tema del empowerment de la mujer; las diferencias entre el discurso femenino y masculino y las distintas estrategias discursivas femeninas y masculinas (si efectivamente hay diferencias observables entre todos ellos...) tanto en la esfera pública como en la privada... Uno de los tantos detractores de SUR dijo alguna vez que no haría falta consultar las páginas de la revista para escribir una historia de la literatura argentina. 4 Confiamos haber demostrado lo contrario; y, yendo aún más lejos, cómo SUR, de Victoria Ocampo, el tiro al aire (americano) de esa "francotiradora (argentina) en el terreno de las letras"5 acabó firmemente inscrito en el blanco de la literatura universal (occidental). Es más, sin haber perdido su "lección de actualidad".6 4 Bernardo Verbitsky, 'Proposiciones para un mejor planteo de nuestra literatura', Ficción, 12 (1958), 3-20 (19). 5 Victoria Ocampo, refiriéndose a sí misma en su discurso de incorporación a la Academia Argentina de Letras, Testimonios X, pp. 13- 23 (11-15. 6 Tomamos el título de la contribución de Sebastián Soler al número especial de SUR dedicado a Sarmiento, SUR, 47 (1938), 47-56.