“La cuestión del Estado en el Capitalismo dependiente”

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“La cuestión del Estado en el
Capitalismo dependiente”.
De: Norbert Lechner.
Por: Ricardo Pérez.
Maracay. Nov 2008.
***
Al Lechner hacer referencia sobre la teoría de la dependencia nos
indicaría que ésta es antecedida por la teoría de la “modernización”
y el “cambio social” y que la misma representaría un importante
avance de las Ciencias Sociales en la problematizaciòn de la
realidad Latinoamericana. Pensaría que al igual que las anteriores
tesis de modernización y cambio social así como la teoría de la
dependencia estarían condicionadas por el concepto de
subdesarrollo; pero que no se limitarían en este sentido a él como
el intento de oponer la racionalidad burguesa a la sociedad
Latinoamericana. De igual manera, la teoría de la dependencia sería
concebida dentro del desarrollo del capitalismo mundial donde
desarrollo y subdesarrollo serían partes de un mismo proceso
estructural de dominación. La versión euro-céntrica tendería en
este sentido a categorizar los suceso de la llamada “teoría
imperialista” y recalcaría de la misma forma la visión netamente
economicista desarrollada por la CEPAL que estaría basada en una
relación centro-periferia que la remitiría al desarrollismo y la
industrialización donde se presumiría de antemano un intercambio
desigual entre los centros de desarrollo mundial y el resto del
mundo. Sobre este mismo punto Lechner nos diría que la teoría
antes mencionada tendría un principio político de fondo que
esgrimiría la intervención del Estado frente a las ausencias de una
fuerte burguesía nacional, siendo precisamente este el único que
pudiera llevar a cabo los cambios estructurales. Consideraría por lo
antes dicho que la visión de la CEPAL es ampliamente superada por
la teoría de la dependencia, pues creería que en sus tesis
principales la dependencia englobaría un proceso integral de
relaciones económicas entre las sociedades Latinoamericanas y la
determinación interna de estos países como de la dominación
externa. Mas concretamente, consideraría que el texto de Cardoso
y Falletto “otorga significados a una series de situaciones que
aparecen conjuntamente en un momento dado y buscarían
establecer por su intermedio las relaciones que hacen inteligible las
situaciones empíricas en función del modo de conexión entre los
componentes estructurales internos y externos”; pero lo Externo
aparecería como la relación de los grupos y clases en el ámbito de
las sociedades subdesarrolladas y por esto mismo consideraría
necesario remitir el análisis de la situación de dependencia a su
expresión interna. Igualmente la relación concreta de una situación
económica de las relaciones entre el sistema estructural y la
situación histórica serian las fortalezas del análisis de Cardoso y
Falletto. Sin embargo, creería que esta relación no es la simple
mecanización de una lógica interna externa sino un programa de
investigación. En lo particular consideraríamos que Cardoso y
Falletto llegarían a una conclusión “estructural sistémica” pero que
en realidad lo empaquetarían con el nombre de “históricoestructural” y que lejos de hacer algún bien lo propondrían a la
intemperie de la coherencia lógica, ya que si es histórico
difícilmente pudiera ser estructural, pues aunque si pudieran
entenderse como análisis complementarios ambos enfoques no se
pudieran analizar la sociedad con teorías históricamente
encontradas [1].
Los problemas sobre Latinoamérica se remontarían entonces a
construir un Estado nacional en el pleno desarrollo de una economía
internacional. La tesis afirmaría que este estaría permeado por la
lógica del mercado y obedecería a un proceso de naturalización
funcional externa que limitaría que se autodetermine y que pueda
al mismo tiempo tener independencia; pero el asunto en Lechner ya
adolecería de varias debilidades a saber: La primera que el Estado
nación sería una concepción euro céntrica disfuncional y
desmentida históricamente, pues no solo existiría un Estado sin
nación como el Vaticano; sino naciones sin Estado definido como el
pueblo de Palestina, todos estos casos sin contar que en un mismo
Estado como los del llamado “Altos del Perú”[2]confluyen diferentes
etnias, culturas y pueblos de orígenes distintos. La segunda seria
olvidar que el concepto de razón obedecería a una cultura externa a
Latinoamérica y que en la concepción hegeliana representaría la
máxima expresión del espíritu reflejado en el Estado, algo que en
nuestra cultura es totalmente ajena y generalmente inoperante. Por
lo tanto el asunto se remontaría a reconocer la dependencia
estructural que se originaria por la conformación de estructuras
externas que dificultan el desenvolvimiento o conformación de una
orientación general de la economía y el desarrollo. Creemos en este
sentido que la apreciación de Lechner no seria del todo acertada
cuando diría: “La dependencia no es un elemento externo a la
sociedad Latinoamericana; no se la debe considerar ya como una
variable externa, sino que es dable analizarla a partir de la
configuración del sistema de relaciones entre las distintas clases
sociales en el ámbito mismo de las naciones dependientes”.
Pensarlo de esta manera nos conduciría a pensar que el análisis de
Cardoso y Falletto no sea histórico estructural sino de clases
nacionales y procesos sociales vinculados por medio de relaciones
económicas, y creemos que esto no sería exactamente lo que
afirma sus tesis, aunque creemos por supuesto que el análisis
obedezca a una enfoque sistémico más que estructural; pero ante
ello, el asunto se complicaría doblemente, pues si de cambiar la
determinación implicaría anteponer las relaciones sociales internas
de los países dependientes a las relaciones externas, contribuiría
con algunos aspectos señalados anteriormente con la razón y el
Estado nación a un problema de lógica entre partes que arrastraría
a desmontar la falta de coherencia entre el titulo y el contenido del
análisis de Cardoso y Falletto y las interpretaciones de Lechner,
siendo la consecuencia final el cruce de múltiples determinaciones
carentes de orden, considerando igualmente que el problema de la
dependencia se remitiría a la sociedad en su conjunto en cuanto a
estructura de dominación sobre la producción y distribución de la
riqueza, así la lógica más que dirigirse sobre este punto tan poco
específico trataría de sustentarse en una relación entre el sistema
político y el sistema económico. La dificultad nuevamente se
remitiría y atentaría tanto contra Cardoso y Falletto como contra
Lechner, pues si aceptamos la lógica marxista de las leyes de
correspondencia que indicarían que del sistema político se define el
sistema económico y de aquí todas las demás estructura, vemos
que se señala en Cardoso y Falletto que “La noción de dependencia
alude
directamente
a las condiciones de
existencia y
funcionamiento del sistema económico y del sistema político,
mostrando las vinculaciones entre ambos, tanto en lo que se refiere
al plano interno de los países como al externo” (Cardoso y Falletto:
42, tomado de Lechner) y que difícilmente esta lógica pudiera ser
trasladada a Latinoamérica, pues las relaciones internas entre estos
sistemas se definen más como lo económico y lo político
relacionados externa e internamente como dice Lechner; donde lo
social subyace bajo estos dos sistemas de manera disfuncional si se
quiere y totalmente ajenos a cualquier tipo de racionalidad. Lechner
creería sin embargo que estas relaciones como indican Cardoso y
Falletto se concretizarían entre redes de intereses y de coacciones
que ligan unos grupos sociales con otros, “unas clases a otras”
(Cardoso y Falletto), sin embargo, el análisis de grupos y clases
sociales entre países no tendría porque ser directa; sino que
pudiera presentarse entre sistemas externos y grupos y clases
sociales internas, es decir, la relación no tendría porque concretarse
en actores, porque al fin y al cabo, Marx indicó que “el campesino
que vende su lana no está al tanto de todas las relaciones sociales
que de ello se generan, ignora por completo el destino y precio final
de su lana y las múltiples relaciones que de su actividad se
generan”. Queremos dejar en claro en este sentido que adolecen de
fallas tanto en un intento como el otro, bien sería conocer las
relaciones entre lo histórico, lo estructural, lo sistémico y lo político
y ver, en sentido doblemente inverso, las relaciones que pueden
establecerse al unir el desarrollo capitalista mundial europeo con la
formación Latinoamericana, ya que son múltiples los obstáculos a
superar, pues no son un misterio sino un cambio en la lógica de sus
relaciones donde el tiempo, la forma y la función entran en relación
con un sistema totalmente distinto. Frente a esto Lechner parecería
percatarse de algunas de sus fallas y después de alabarlo y teñirlo
con el tinte académico de la ilustración latina, nos diría que
precisamente el texto no ha tenido en nuestro continente un uso
práctico por la razón muy parecida a lo planteado por nosotros
anteriormente y con una perspectiva distinta: “Los estudios sobre
la dependencia, diría yo, no han logrado determinar lo que era
justamente la finalidad del análisis: las vinculaciones económicas y
político-sociales que tiene lugar en el ámbito de la nación, es decir,
no logran establecer la mediación entre la Sociedad Civil y Estado
en América Latina. Plantean el problema político central del
continente, pero no lo resuelven. Y al no resolverlo teóricamente no
contribuyen a elaborar un proyecto político que apunte a su
superación práctica” (Pág.: 83). Como vemos, El diagnóstico de
Lechner comenzaría diciendo que es un problema en la definición de
conceptos y categorías, algo que resultaría muy evidente y poco
ordenado en Cardoso y Falletto, igualmente nos diría que el asunto
es un problema de “conceptos aéreos” “pocos definidos”, y que en
lo concreto se igualarían clases sociales con Estado nacional
pasando a Burguesía y Proletariado y de ahí a Pueblo o Masas. De
igual manera haría el apunte sobre la confusión entre Estado Nación
y Aparato Estatal, diciéndonos por demás que el asunto
problemático tendría una solución en un reordenamiento teórico.
Como sabemos, Cardoso y Falletto no congraciarían con la idea de
ser Marxistas, el adepto les es impuesto y su trabajo los delatas en
el uso de la terminología y en el intento de ganar adeptos con
escapulario ajeno. Sin embargo, es desde el punto de vista estricto
seria una pésima y flaca concepción marxista y al mismo tiempo un
pésimo y flojo estructuralismo [3] y por ello encontraríamos
dificultades que se encentrarían en su desarrollo que no distaría
mucho de las que ya diviso Lechner –– que no son otras de no
poder acoplar la razón euro- céntrica con el carnaval cultural de las
formaciones Latinoamericanas –– pues el desfase seria evidente.
Ante esto, Lechner se percataría de la necesidad de saber como se
vincularía lo económico con lo político sabiendo de antemano que
esto giraría sobre dos ejes entre lo externo y lo interno, lo universal
y lo nacional como el bien nos dice; pero la preocupación al refutar
parcialmente la aceptación de la teoría imperialista le haría
preocuparse nuevamente por la relación Estado nación. La reseña
buscaría reclamar sobre la no tratada idea histórica de una relación
espacio-político-capital y el proceso de internacionalización del
capital; advirtiendo Lechner sobre las dificultades de las relaciones
entre Sociedad Civil y Estado en la teoría Marxista y su dislocación
en América Latina. A su entender, el imperialismo no seria una
teoría como tal sino un relato histórico que no lograría explicar la
anatomía de la sociedad civil mas que presentar las diferentes
formas de aparecer el capital. Creemos en sus consecuencias que el
odio iría dirigido siempre al método histórico, aquí parecería ser
mejor concebir una sociedad “instantánea” que un análisis de su
génesis y su desarrollo, olvidando Lechner que la teoría sociológica
clásica no sólo comienza con la generalización del desarrollo
capitalista de Marx; sino que ofrecería diferentes momentos que
acoplados con las salvedades correspondientes permitirían construir
con sus aforismos epistemológicos teorías que explicarían en
diferentes medidas de alcance espacio-temporal una razón bastante
reveladora del capitalismo que abarcaría desde lo mas general de la
sociedad hasta la comprensión de la razón sensible de la llamada
“díada sociológica”.
-----------------------------------------[1] Véase: El asunto desde el punto estrictamente teórico
epistemológico nos dice que el Materialismo Histórico (marxismo)
se contrapone a la concepción estructuralista de la sociedad. Sobre
este punto recomiendo leer “El tiempo y su ausencia en la
concepción funcionalista de la sociedad” Ricardo Pérez 2007,
publicado en las páginas Web. Antroposmoderno.com y
Sociologando.com.
[2] Me refiero con esta expresión al pueblo de Bolivia.
[3] La intención no es quitarle méritos a Cardoso y Falletto pero si
recalcar su falta de identidad teórica.
[4] No solamente los exponentes como F V Konstantinov y D I
Chesnokov en 1960 Aproximado ya han aclarado puntos oscuros o
malas interpretaciones de las generalidades de Marx; sino que Marx
mismo lo dijo expresamente en sus teorías cuando indicaba que
solo eran generalidades que debían profundizarse con la seriedad
correspondiente de cada formación económica y política.
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