Sugerencia de carta para ser dirigida al Instituto - UN-NGLS

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México D.F. a los 6 de julio 2005
El Observatorio Regional para la Mujer de América Latina y el Caribe, es un
consenso de organizaciones pertenecientes a la sociedad civil, que agrupa a las
principales redes que trabajan actualmente a favor de la equidad y el desarrollo de las
mujeres en conjunto con quienes comparten su entorno inmediato, de modo tal que no
sean sólo las mujeres quienes se beneficien sino sus familias, promoviendo así que se
logren relaciones sanas y fuertes, ya que sin familias sanas, no existen sociedades
sanas.
Entre nuestras funciones, hemos dado seguimiento al cumplimiento de los
compromisos en materia de mujer, violencia, salud, pobreza y desarrollo, tanto en
acuerdos de conferencias, como en convenciones, convenios y compromisos suscritos
por nuestros países tanto internacionales, como hemisféricos y regionales para lo cual
hemos participado activamente en representación de un amplio sector de nuestra
sociedad ante estas importantes reuniones, propiciando el diálogo respetuoso y la
democracia en la toma de decisiones para el adelanto de mujeres y hombres y su
aceptación como personas unidas íntimamente a quienes con ellas comparten sus
lazos afectivos, legales y de consanguinidad, propiciando de esta manera, un
mejoramiento de su entorno para la superación de su calidad de vida.
Estamos conscientes de que del 6 al 8 de septiembre de 2000 se celebró la
Cumbre del Milenio en Nueva York y de que en esta reunión, líderes mundiales
acordaron un plan a largo plazo para lograr los objetivos de desarrollo globales de cara
al nuevo siglo en los que el desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza tenían
la prioridad.
Posteriormente durante su 58ª sesión en 2004, la Asamblea General de la ONU
adoptó la resolución 58/291 sobre el seguimiento de la Cumbre del Milenio, en la cual
decidió tener una reunión plenaria de alto nivel en Nueva York en el 2005 con la
participación de jefes de Estado y de Gobierno. Su objetivo debería ser revisar y dar
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seguimiento a los avances en el seguimiento y cumplimiento de los compromisos
(objetivos del Milenio) contenidos en la Declaración del Milenio.
También sabemos que durante la 59ª sesión de la Asamblea General en diciembre
de 2004 se adoptó la resolución 59/145 sobre las Modalidades, formato y organización
de la reunión plenaria de alto nivel, en la cual se decidió que esta reunión tendría
lugar del 14 al 16 de septiembre de 2005 y estaría compuesta por seis sesiones
plenarias de reuniones y cuatro mesas redondas interactivas.
Creemos además, que la Declaración del Milenio1, fue convocada como un
llamado para “crear un mundo pacífico, justo, humano y equitativo, basado en los
derechos humanos y libertades fundamentales, con inclusión del principio de igualdad
para todas las personas” y dar respuesta a múltiples retos, metas y objetivos en temas
como desarrollo, gobernabilidad, paz, seguridad y derechos humanos entre otros.
Con los objetivos de establecer canales de interlocución con instancias homólogas
de seguimiento a los adelantos de la mujer, de impulsar el consenso y los progresos
alcanzados en las conferencias de las Naciones Unidas y conseguir la aplicación
efectiva de los lineamientos acordes a nuestras leyes hacia la potenciación de la mujer
y el hombre, incluidos sus derechos a la libertad de pensamiento, de conciencia, de
religión y creencias y que son fundamentales junto con su participación en los
procesos de adopción de decisiones para alcanzar los fines de igualdad, el desarrollo
y la paz,
Hacemos un requerimiento para que sean tomadas en cuenta nuestras propuestas
contenidas en el documento que se anexa a la presente.
ATENTAMENTE
Observatorio Regional para la Mujer de América Latina y el Caribe
1
Declaración del Milenio A/RES/55/2
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PARA AFRONTAR LOS RETOS DEL MILENIO
A. Partamos de la realidad
¿Cuál desarrollo necesita el mundo? El desarrollo integral: las condiciones para y
el proceso de llevar hacia su plenitud todas las dimensiones de todo ser humano,
teniendo en cuenta las prioridades en el orden material (necesidades básicas:
alimentación, vestido, vivienda) y en orden de valores inmateriales (familiares,
culturales, espirituales), y contando con la libre, ordenada y solidaria iniciativa y
participación de las mismas personas.
Sin embargo, uno de los males que más saltan a la vista cuando miramos la
situación de los habitantes del mundo es la pobreza en estos dos niveles y la falta de
desarrollo. Esto es a la vez, un factor que influye en otros males como los conflictos
armados e incluso la degradación del medio ambiente con sus repercusiones, de
nuevo, en los seres humanos.
Algunas manifestaciones y causas de la pobreza son los siguientes:
1. falta de desarrollo económico, carencia de:
alimentos
trabajo / ingresos
vivienda digna para las personas y sus familias
dinero para atención médica y medicinas
dinero para ahorrar, invertir, mejorar la propia capacidad productiva
inversiones en infraestructura en las ciudades y zonas rurales, como
sanidad, transporte, instalaciones adecuadas para la educación y conveniente
esparcimiento.
2. falta de desarrollo intelectual, cultural, social (que implica educación integral,
condiciones propicias para valorar la dignidad propia y ajena, y para fomentar
actitudes de colaboración y esperanza);
3. incapacidad o ineficacia del Estado de cumplir sus funciones para
promover el desarrollo (prioridades nacionales y locales claras, basadas en un
análisis profundo sin coacciones, evaluación de los resultados de los programas,
capacidad de reemplazar programas y políticas inefectivas o contrarios a la
dignidad de los seres humanos)
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4. repercusiones de estas faltas en la convivencia social (violencia, inestabilidad,
droga, prostitución y tráfico de personas, migración, ruptura familiar, etc.)
B. Las metas del milenio: una visión “global”
Estamos de acuerdo, entonces, con las dos líneas fundamentales de los objetivos
del milenio:
1.
2.
-
erradicar la pobreza y, sobre todo, fomentar el desarrollo integral
movilizar los agentes para tal desarrollo:
comunidades, sociedad civil (no sólo organizaciones)
gobiernos nacionales y locales
sector privado (empresas, fundaciones)
la comunidad internacional
C. Pautas para seleccionar y aplicar los objetivos del milenio
Hay que asegurar que estos objetivos y los medios para alcanzarlos, realmente
respondan a las necesidades, las prioridades, y sobre todo, respeten la dignidad
innata de todo ser humano en el desarrollo.
Reconocimiento de la dignidad humana como principio fundamental de un desarrollo
integral.
 Respeto y compromiso hacia cada ser humano sin exclusión, reconociendo su
dimensión física, psíquica, espiritual, familiar, social y cultural.
 reconocimiento de la dignidad de la mujer, igual a la del hombre, y de su particular
aportación a la familia y a la sociedad.
 reconocimiento de los seres humanos como los destinatarios y protagonistas de
todos los aspectos del desarrollo;
 asegurar la creación y acceso a oportunidades para participar, sin discriminación
injusta, pero al mismo tiempo, teniendo en cuenta las capacidades y necesidades de
cada uno.
Más concretamente este respeto hacia el ser humano puede traducirse en los siguientes
criterios o pautas de acción:
1. promover la educación integral como propulsor del desarrollo: educación
básica y superior, así como la capacitación técnica y profesional;
2. apoyar a la familia, primer agente del desarrollo: protección y ayuda subsidiaria,
creando las condiciones sociales, jurídicas y económicas favorables para que
pueda cumplir sus deberes hacia sus miembros, especialmente en el nacimiento
y educación de los hijos y el cuidado de los enfermos y ancianos;
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3. salud integral, una condición básica para el desarrollo: tanto respecto a la
vida de las personas como a las medidas justas para una auténtica salud pública,
programas bien priorizados;
4. interacción justa y solidaria entre los agentes del desarrollo
a.
subsidiariedad y solidaridad tanto en el ámbito internacional (respeto a la
soberanía nacional para que fije sus metas según prioridades reales de sus
ciudadanos, sin injusta presión externa por parte de otros Estados, instituciones
comerciales o financieras, etc.), como en el ámbito nacional (fomentar proyectos
locales, dado que son los mismos ciudadanos los primeros y principales agentes
del desarrollo, no es el Estado). Esto implica una inversión pública bien
priorizada, de manera productiva (salud, educación, sanidad y agua, tutela
responsable del medio ambiente, infraestructura, transporte),
b.
participación: va muy unido al punto anterior. Que el Estado y la misma
sociedad estimule, fomente y facilite a los ciudadanos la iniciativa y capacidad
efectiva de ser protagonistas de su propio desarrollo. Por ejemplo:
- crear empleos y promover la capacitación para ellos.
- facilitar los microcréditos, o simplificar los caminos burocráticos y
financieros para empezar nuevas empresas.
- mejorar las técnicas y los recursos para el sector agrícola.
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