Mensaje de clausura de la conferencia internacional bíblica de verano... ID, Y HACED DISCÍPULOS Mateo 28:17-20

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Mensaje de clausura de la conferencia internacional bíblica de verano 2013
ID, Y HACED DISCÍPULOS
Mateo 28:17-20
Versículo clave: 28:19a
“Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones…”
Alabo y agradezco a Dios quien ha bendecido esta conferencia
abundantemente. Hemos aprendido que somos muy amados por Dios y
recibimos dirección de servir el mundo con el amor de Dios. ¿Cómo podemos
hacerlo prácticamente? Vamos a pensar sobre esto mediante la última comisión
de Jesús de ir y hacer discípulos a todas las naciones.
Jesús venció el poder de la muerte mediante su resurrección. Cuando sus
discípulos lo vieron, ellos le adoraron, pero, algunos dudaron (17). Todavía ellos
tenían problemas no resueltos en sus corazones. Ellos eran débiles y se sentían
incompetentes. Pero, Jesús les mandó que fueran e hicieran discípulos a todas
las naciones. ¿Quién es Jesús? Jesús dijo, “Toda potestad me es dada en el
cielo y en la tierra.” ¿Qué tipo de potestad es ésta? Después de su resurrección,
Jesús recibió potestad de Dios para reinar sobre toda la creación. Este Jesús es
el Rey de reyes y el Señor de señores que tiene toda potestad en el cielo y en la
tierra. Los que tienen potestad sobre una nación, ejercen gran poder. Pero, su
autoridad es temporal y limitada. Ellos no pueden dar vida. Pero, Jesús tiene
autoridad de dar vida y juzgar. Con tal potestad, Jesús envía a sus discípulos al
mundo. Los discípulos de Jesús eran gente ordinaria. Ellos no tenían
credenciales religiosos o académicos ni títulos sociales. En unas palabras, ellos
no eran nadie. Pero, ¿cómo ellos podían llevar a cabo la gran comisión? Su
autoridad venía de Jesús y no de ellos mismos.
Vamos a leer la última comisión de Jesús en los versículos 19-20. “Por
tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre
del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las
cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta
el fin del mundo. Amén.” En el texto en griego, el verbo principal es “hacer
discípulos”. ¿Quiénes son los discípulos? Ellos son aquellos que aprenden
humildemente y obedecen todas las cosas que Jesús manda. Los discípulos se
hacen, no nacen.
Para obedecer el mandamiento de Jesús, en primer lugar, debemos ir. “Ir”
significa “ir a todas las naciones”. No les era fácil a los discípulos, ir. Ellos
tendrían barreras culturales y lingüísticas, problemas financieros, problemas de
visa y problemas de familia. Pero, ellos obedecieron el mandamiento de Jesús y
fueron a las naciones. Aquí, “todas las naciones” se refiere a los judíos y gentiles,
incluyendo a los romanos (Ro 1:14). Actualmente, se refiere a los países
musulmanes, China, Corea del norte y los 233 países del mundo, entre ellos, los
138 países no fueron alcanzados por UBF. ¿Por qué Jesús quiere que sus
discípulos superen todas las dificultades y vayan a todas las naciones? Es
porque Dios ama a todos los hombres del mundo y quiere salvarlos.
Entonces,
¿cómo
podemos
hacer
discípulos?
Jesús
dijo:
“…bautizándolos en el nombre del Padre, y del hijo, y del Espíritu Santo” (19b).
Aquí, el bautismo significa ayudar a la gente para que se arrepienta y tenga fe
en Dios, aceptando a Jesús como su Salvador. ¿Cómo podemos ayudar a los
hombres que son sabios en los caminos del mundo para que se arrepientan y
crean en Jesús? Es imposible que nosotros lo hagamos con nuestra sabiduría y
fuerza. Pero, nada es imposible cuando dependemos de la potestad de Jesús y
predicamos el evangelio.
Después, Jesús dijo a sus discípulos, “enseñándoles que guarden todas
las cosas que os he mandado” (20a). A la gente, no le gusta la palabra
“obedecer”. Por eso, nosotros somos tentados a que hagamos transacción con
ellos. Pero, Jesús nos manda que enseñemos a la gente que obedezca todas
las cosas que Jesús nos mandó. Debemos enseñar la palabra de Dios a la gente
hasta que ellos le obedezcan. Esto lleva tiempo, abundante amor y tremenda
paciencia.
Dios llamó a un hombre, Abraham y lo guío durante 25 años. Abraham
creció como un hombre de obediencia que ofreció a su hijo Isaac a Dios por la fe.
Dios hizo que Abraham fuera el padre de todos los creyentes y una fuente de
bendición a los hombres de todas las naciones. También, Jesús llamó a los doce,
les enseñó la palabra de Dios y los guío hasta que ellos fueran transformados
como siervos obedientes de Dios.
Nuestros líderes de UBF tienen un título de oración de levantar a los
discípulos de Jesús, empezando por un antepasado de fe. Con este título de
oración, ellos han servido a una persona con todo su corazón por medio de
estudios bíblicos. Este tipo de trabajo es lento y parece ser insignificante. Pero,
según el llamamiento de Dios a Abraham y el llamamiento de Jesús a los doce
discípulos, esto es la sabiduría de Dios para salvar al mundo.
Cuando obedecimos simplemente a la comisión de Jesús que dice: “Por
tano, id, y haced discípulos a todas las naciones” (19a), Dios bendijo a UBF.
Esta obra comenzó en 1961 como una pequeña reunión en Kwang Ju, Galilea
de Corea. Creció para servir a los campos universitarios, levantando a los
pastores y misioneros sacrificantes. Durante los últimos 50 años, Dios ha
enviado a los 1,800 misioneros a 95 naciones por medio de UBF. Por esto,
damos gracias y gloria a Dios.
¿Qué promesa da Jesús resucitado a los que llevan a cabo su última
comisión? Miren el versículo 20b. “y he aquí yo estoy con vosotros todos los días,
hasta el fin del mundo. Amén.” Jesús, quien tiene toda la potestad en el cielo y
en la tierra, promete estar con nosotros todos los días hasta el fin del mundo. Él
nos protege, nos guía, provee y nos fortalece por medio del Espíritu Santo hasta
que finalicemos nuestra vida de misión. Ahora, se terminó la conferencia y es el
tiempo de regresar a nuestras tierras de misión. Vamos a recordar la promesa
de Jesús que él está con nosotros todos los días. Vamos a servir al mundo con
el amor de Dios, haciendo discípulos de todas las naciones.
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