Espacios naturales alrededor de las ciudades

Anuncio
Espacios naturales alrededor de
las ciudades
A pesar de su valor ecológico y cultural, sufren
diversas amenazas y las medidas de conservación son
insuficientes
Los espacios verdes limítrofes a los núcleos urbanos son doblemente valiosos.
Además de ser importantes focos de biodiversidad, mejoran la calidad de vida
de la mayoría de los ciudadanos (más del 80% de los europeos vive en
ciudades) gracias a sus beneficios medioambientales y culturales. Sin
embargo, los expertos destacan la escasez de medidas de conservación y
restauración de estas zonas naturales, y reclaman una mayor implicación de
las instituciones y los ciudadanos para su mejora.

Por ALEX FERNÁNDEZ MUERZA
Los expertos señalan la gran variedad de efectos beneficiosos que supone
contar con un espacio natural junto a las ciudades: mitigan el cambio
climático, al retener el dióxido de carbono (CO2); reducen la contaminación
acústica y lumínica; purifican el aire, el suelo y el agua; estabilizan el
microclima de las ciudades; protegen el suelo de la erosión; albergan un
patrimonio natural y cultural; ofrecen productos agrícolas y silvícolas de
calidad; constituyen un entorno saludable para el deporte y el ocio; y
permiten a los ciudadanos tener un contacto cercano con la naturaleza.
El desarrollo urbanístico o la construcción de infraestructuras dispersan o
fragmentan estas áreas naturales limítrofes
Por ello, estas zonas naturales deberían contar con una protección especial,
para garantizar no sólo su conservación, sino también la calidad de vida de los
ciudadanos. Las instituciones públicas son cada vez más conscientes de ello y
tratan de cuidarlas y mejorarlas. Sin embargo, un informe de Fedenatur, la
Federación Europea de Espacios Naturales y Rurales Metropolitanos y
Periurbanos subraya que este tipo de acciones son todavía insuficientes, y
señala las principales presiones y amenazas que deterioran el estado de
conservación de dichas áreas.
En primer lugar, el desarrollo urbanístico o la construcción de infraestructuras
dispersan o fragmentan estas áreas naturales limítrofes. Por ejemplo, en los
espacios de Mirabel-Jonage (Lyon), o en Léry-Poses (Alta Normandía
francesa), cientos de hectáreas de espacios naturales han sido destruidos por
las excavaciones de canteras. En Portofino (Génova), la construcción de
carreteras y la urbanización ha aislado a varias especies de anfibios al cortar
sus conexiones ecológicas.
Asimismo, el equilibrio natural también se rompe por múltiples amenazas. La
masificación incontrolada de visitantes a estas áreas, y la sobreexplotación de
sus recursos naturales mediante la caza o la pesca provocan el
desplazamiento de la fauna, la destrucción de la vegetación y el aumento del
riesgo de incendios. Así, en Portofino, la pesca submarina está presionando de
manera excesiva a ciertas especies, mientras que en Collserola (Barcelona) o
las montañas de Siante-Victoire en Ais-en-Provence (Francia) han sufrido los
efectos del fuego.
La transformación artificial del entorno es también una amenaza grave. La
intensificación de la agricultura o la silvicultura, la "limpieza" mediante la tala
de árboles, el drenaje de los humedales o el cambio de los cursos naturales de
los ríos y de sus crecidas son algunos ejemplos. Por otra parte, la
contaminación acústica, del agua o del aire empeoran las condiciones
naturales de estas zonas, sin olvidar la proliferación de especies invasoras.
Por ejemplo, la invasión de especies de flora como la ambrosia se ha
convertido en un problema de salud pública en las áreas de Lyon y Milán.
Las disfunciones de uso son otra de las presiones. Los conflictos entre los
usuarios de estas áreas que quieren pescar, cazar, pasear, hacer deporte u
otro tipo de actividades son frecuentes. Asimismo, también se detectan
problemas de vertidos incontrolados, deportes motorizados, etc.
Posibles soluciones
Los responsables de Fedenatur ofrecen una serie de recomendaciones para
mejorar la situación de los espacios naturales periurbanos. En el ámbito
institucional, se deberían aplicar políticas a distintos niveles administrativos,
desde la escala europea, pasando por la nacional y la regional, hasta llegar a
la local, ya que este tipo de áreas suelen circunscribirse a todos estos ámbitos
de actuación.
La participación activa de los ciudadanos es fundamental en la conservación y
restauración de los espacios naturales periurbanos
De esta manera, se deberían aplicar medidas legales específicas, aumentar los
medios destinados a estos espacios, poner en marcha iniciativas de
restauración de las zonas deterioradas, mejorar las condiciones de acceso a
los ciudadanos, o desarrollar actividades de educación ambiental y cultural,
especialmente de tipo participativo. Por ejemplo, los responsables de
Fedenatur recuerdan que hay programas europeos como FEDER o LIFE a los
que también deberían tener acceso estos espacios periurbanos.
Asimismo, se deberían coordinar diversas políticas y herramientas de
regulación y planificación. Es muy importante que, por ejemplo, en los planes
de expansión de las ciudades se tengan en cuenta las características de estos
espacios, de manera que se reduzca el impacto ambiental.
Los expertos de Fedenatur también consideran que los gestores de estos
espacios naturales se encuentran demasiado aislados, por lo que otra forma
de mejorar estas zonas podría venir de la difusión y el intercambio de buenas
prácticas. Los ejemplos son muy numerosos: creación de una red de áreas
protegidas y corredores biológicos de conservación, como en Barcelona;
rehabilitación de espacios promocionando múltiples usos, como en el Anillo
Verde de Vitoria-Gasteiz; reforestación y reintroducción de animales como en
Milán; integración de servicios al público, como los centros de visita o las
granjas de demostración en Roma; organización de festivales culturales y
educativos y exhibiciones temporales al aire libre como en Francia, así como
programas ecológicos con monitores, como en Barcelona; etc.
Además de las instituciones, la participación activa de los ciudadanos es
también fundamental en la conservación y restauración de los espacios
naturales periurbanos, e incluso en su creación. Por ejemplo, el parque
Boscoincittà (el bosque en la ciudad) de Milán se fundó en 1974 como
iniciativa de una asociación ciudadana (Italia Nostra). Sus 35 hectáreas de
árboles han sido plantadas por voluntarios, y ha ido creciendo paulatinamente
hasta alcanzar en la actualidad las 200 hectáreas, integrándose en el Parque
de la Agricultura del Sur de Milán.
Tipos de espacios naturales periurbanos
Los responsables de protección y restauración deben también tener en cuenta
la variada tipología de estos espacios naturales para aplicar medidas
adaptadas a sus especificaciones. Así, se pueden encontrar desde áreas que
acogen flora y fauna en estado salvaje, pasando por las que acogen prácticas
agrícolas, hasta llegar a zonas urbanizadas tipo parques. Su ubicación también
puede ser diversa:

Espacios montañosos, como Collserola en Barcelona, Le Salève en
Ginebra, La Charteuse en Grenoble, o Monsanto en Lisboa. Cuentan con
montes en contacto directo con centros urbanos. Las actividades
humanas suelen limitarse al ocio.

Espacios costeros, como Calanques en Marsella o Portofino en Génova.
Suelen utilizarse para turismo y actividades pesqueras.

Llanuras aluviales y humedales, como Po Valley y Miribel-Jonage en
Lyon. La presencia de agua permite la presencia de numerosas
actividades humanas.

Pequeños valles y colinas, como Rhône Valley en Ginebra o los
pequeños valles de Lausana. Al encontrarse dentro del tejido urbano se
encuentran bajo una presión urbanística importante.

Planicies, como el Parque de la Agricultura al sur de Milán, el Anillo
Verde de Vitoria-Gasteiz, o los bosques de Ámsterdam y los de Fontainbleau en
París.
Descargar