La búsqueda de la unidad antiimperialista y antisionista

Anuncio
La búsqueda de la unidad antiimperialista y antisionista
entre fuerzas políticas árabes
Ángeles Maestro - La Haine :: 12/02/2009
Las victorias de la Resistencia en Líbano y Gaza, resultado directo de la voluntad decidida de
lucha de sus pueblos, señalan el único camino posible: la unidad y la lucha
El Forum Internacional por la Resistencia, el Antiimperialismo, la Solidaridad entre los Pueblos y las
Alternativas se ha reunido en Beirut los días 16, 17y 18 de este mes de enero. A la convocatoria
acudieron 450 delegados de organizaciones políticas, sociales, sindicales, etc. de 66 países todo el
mundo, pero sobre todo del mundo árabe e islámico. Su presencia ha puesto de manifiesto un
complejo proceso de acercamiento entre diferentes organizaciones que podría cambiar a medio
plazo el panorama político en Oriente Medio. Mientras, a 100 Km. de distancia se perpetraba la
enésima y más brutal matanza contra el pueblo de Gaza, escasamente armado, por parte de la
Entidad sionista, primera potencia militar de la región y una de las primeras del mundo, que ocupa
su territorio desde hace 60 años. Una vez más, la criminal masacre, que sacaba a la calle a millones
de personas, sobre todo árabes, indignadas contra el estado sionista, era contemplada pasivamente,
cuando no con apoyo explícito, por EE.UU., la UE y la gran mayoría de los gobiernos árabes, incluido
el de Mahmud Abbas. Su cinismo se sitúa también en las cotas habituales cuando hablan del derecho
del ocupante a "defenderse", piden el embargo de armas al pueblo atacado de Gaza, hablan de la
reconstrucción pensando en los jugosos beneficios que reportará a sus empresas – como en Iraq –, y
pretenden llevarla a cabo sin contar con el gobierno de Hamás o cuando discuten de "ayuda
humanitaria" para las víctimas los mismos gobiernos de EE.UU., la UE (incluido de forma especial el
estado español) o la OTAN , que arman a Israel hasta los dientes. La Resistencia se ha fortalecido
En el Foro de Beirut se apuntaba el mismo balance que después se ha extendido por la “calle árabe”,
las organizaciones populares y la gran mayoría de los medios de comunicación de Oriente Medio.
Por todas partes se habla de victoria en Gaza. ¿Cómo es posible sostener eso, después de 22 días de
bombardeos masivos e indiscriminados con armamento prohibido internacionalmente que
provocaron una carnicería de 1500 muertos y 5.000 heridos, frente a poco más dos decenas de
muertos en el lado israelí producidos en el combate cuerpo a cuerpo en las calles de Gaza y por el
lanzamiento de algunos cohetes sobre los asentamientos? Israel no formuló oficialmente los
objetivos que perseguía su ataque a Gaza, a diferencia de lo que hizo en 2006 en relación al Líbano.
La derrota allí sufrida le hizo ser más cauto. No obstante destacados miembros del Gobierno sionista
como su ministra de Exteriores Tzipi Livni no ocultaba lo evidente: se trataba de derrocar el
gobierno de Hamás y de sustituirlo por el de la Autoridad nacional Palestina (ANP). Dos días antes
del comienzo del ataque a Gaza, Livni se entrevistó con Mubarak en El Cairo para informarle
personalmente del mismo y asegurarle que sería “rápido y quirúrgico”, de una duración aproximada
de tres días. La prensa árabe citada por Alberto Cruz en un reciente artículo[1] refiere que entre el
27 y el 30 de diciembre se instalaron en el Sinaí (Egipto) 400 elementos de las fuerzas de seguridad
de Mahmud Abbas, al mando de Mohammad Dahlan, preparados para instalarse en Gaza tras la
inminente caída del gobierno de Hamás. El criterio más ajustado para establecer el balance lo ofrece
el presidente sirio Bachar el – Assad en la siguiente entrevista realizada por la televisión libanesa[2]:
“Si la destrucción de edificios fue uno de los fines de la guerra contra el Líbano o contra la Franja de
Gaza, el enemigo habría vencido arrasando casas. Si la finalidad era matar civiles, en este caso
también habría ganado la guerra. Pero si el objetivo central era erradicar la Resistencia, liquidar el
concepto mismo de resistir y de perseverar, o eliminar la Resistencia desde el punto de vista
estructural, en este caso, ha sido derrotado. Israel se articula sobre una idea: no me importa que no
se me ame, es preciso que se me tema. Hoy esa idea, en sí misma, ha cosechado un gran fracaso.
Hoy nadie ama Israel y nadie le teme. A partir de estos criterios podemos juzgar si ha habido o no
lahaine.org :: 1
una victoria”. Como sucedió en Líbano voces críticas empiezan a levantarse también en medios
oficiales israelíes: no por las dimensiones del crimen, sino porque los objetivos – la destrucción
estratégica de Hamás y la recomposición de su imagen tras la derrota del Líbano – no se han
cumplido. Numerosos dirigentes israelíes se han expresado calificando el resultado de “match
nulo”[3] y acusan a Olmert de haber finalizado prematuramente las operaciones. Cambio de
estrategia y recomposición política en el mundo árabe El fortalecimiento de la Resistencia se
inscribe en un proceso complejo de cambio de estrategia de las principales organizaciones políticas
árabes y de configuración de un frente unificado de la Resistencia, del cual forman parte los
acontecimiento de Líbano en 2006 y los de Gaza en 2009, pero que tienen un carácter general en el
mundo árabe e islámico. Tras el primer ataque a Iraq en 1991, la subsiguiente conferencia de
Madrid el mismo año, los acuerdos de Oslo y la unificación de yemen se inicia un periodo marcado
por el sentimiento de derrota, de impotencia y de capitulaciones que sólo empieza a cambiar de
signo con la Intifada del año 2000. El renacimiento de la Resistencia no es sólo un cambio de la
actitud popular ante el Estado sionista, sus aliados externos (EE.UU., U.E.) y su proyecto estratégico
“El Gran Oriente medio”[4]. La voluntad de lucha también se va articulando contra los gobiernos
árabes y la ANP, considerados progresivamente como aliados de los primeros y cuyo grado de
corrupción y de vulneración de los principios democráticos más elementales es percibido
progresivamente por la “calle árabe”, contra la cual lanzan niveles cada vez más altos de represión.
Así mismo, estos regímenes son piezas claves, y así son identificados por sus ciudadanos, de un
discurso ideológico y mediático basado en el “terrorismo” y en el “fundamentalismo”, de gran calado
en la opinión UE y EE.UU., pero de escasa credibilidad entre unos pueblos que demuestran cada día
ante el mundo – en medio del horror – su inquebrantable voluntad de lucha. El resurgimiento de la
Resistencia va asociado a complejos procesos políticos inéditos en el mundo árabe, que afectan a sus
tres principales corrientes ideológicas: el islamismo político, el comunismo y el nacionalismo
democrático baazista-nasserista. El punto de partida es una doble percepción:
- La inapelable derrota de cada una de las posiciones actuando, no sólo aislada de las
otras dos, sino teniendo como estrategia su aniquilamiento. - El carácter integral y
demoledor del proyecto de dominación euro-estadounidense-sionista en Oriente Medio y
su voluntad evidente de imponerlo a sangre y fuego.
Nicolas Dot Pouillard[5] ha realizado un importante análisis[6] de estos procesos denunciando el
interés por parte de una “comunidad internacional” de falsear y confundir las dinámicas políticas
árabes presentándolas como enfrentamientos entre “laicos” y “religiosos”, “progresistas” y
“reaccionarios” e “islam moderado” y “fundamentalismo”. No es difícil deducir con que términos se
califica a los aliados y con cuáles a la Resistencia. El proceso político de fondo es la construcción de
una Resistencia popular antisionista y antiimperialista unificada, erigida sobre la base de acuerdos
políticos, de diálogo y de estrechamiento de lazos en el curso mismo de la lucha. El proceso en
Palestina A pesar de que el abandono de la OLP por parte del FPLP y del FDLP se produce como
consecuencia de su rechazo al “proceso de paz” sustentado por la OLP de Arafat, no es hasta el
resurgimiento de la Intifada en el año 2000 cuando empiezan a tejerse los lazos de ambas
organizaciones con Hamás y con la Yihad. Los primeros pasos de la nueva alianza se ponen de
manifiesto en el escenario de la resistencia armada. Desde 2001 funciona un comando unificado que
integra a las Brigadas Ezzedine al Quassem de Hamás, a las Brigadas Abou Alí Mustapha del FPLP, a
las Brigadas de Resistencia Nacional del FDLP (Frente Democrático para la Liberación de Palestina)
y a las Brigadas Al – Quds de la Yihad Islámica. Las elecciones municipales de 2004 fueron las
primeras que se celebraban desde 19761. En aquel entonces Israel pretendió a través de las
elecciones debilitar a la OLP potenciando bajo cuerda a personalidades “controladas”. El resultado
fue exactamente el contrario: el pueblo palestino votó masivamente a los candidatos de la OLP. El
estado sionista optó por el destierro, el encarcelamiento o el atentado directo contra los cargos
electos. Veintiocho años después el principal acontecimiento era participación de Hamás, exponente
lahaine.org :: 2
máximo del rechazo al “proceso de paz”. Precisamente evitar la presencia de sus candidatos al
frente de los municipios había sido la razón fundamental por la que Arafat había pospuesto una y
otra vez la celebración de elecciones2. La gran novedad en estos comicios no fue sólo el importante
resultado electoral cosechado por Hamás, sino sobre todo la materialización de la alianza política
entre Hamás, el FPLP, el FDLP, la Yihad y el PPP (Partido del Pueblo Palestina, antiguo Partido
Comunista), contra Fatah. Esta alianza articulada políticamente por el rechazo a los acuerdos de
Oslo y en general, contra el entreguismo de la ANP, también incluye a sectores disidentes de Fatah
agrupados en los Comités Populares de la Resistencia (CPR). Este acuerdo sobre el papel central de
la Rsistencia, la lucha contra la corrupción y la defensa de los derechos socio-económicos, ha
permitido a los coaligados acceder a muchas e importantes alcaldías como Belén o Ramalha, bien
mediante listas conjuntas o votando el resto al candidato mejor situado, arrumbando a la ANP y
preparando la victoria en las legislativas de Hamás en 2006. Estas alianzas representan la cabeza de
un gran iceberg, no exento de contradicciones, de acercamientos progresivos no exentose conflictos,
de sutiles redes de diálogo y de confianza mutua que sólo son posibles – si se tiene en cuenta la
enorme distancia ideológica de partida – entre quienes pelean duramente al mismo lado de la
trinchera. Dot Pouillard refiere un hecho en el artículo citado que bien puede resumir e ilustrar la
enorme complejidad de los acontecimientos: “Hamás tras su victoria en las elecciones legislativas de
enero de 2006, nombró director de los nuevos servicios de seguridad palestinos formados por el
gobierno de Hamás a uno de los principales activistas de los CPR, Jamal Samhadana, antiguo
militante de Fatah. Se trataba de enfrentar, sobre todo en la franja de Gaza, a las fuerzas de
seguridad regidas por Mohammad Dahlan, dirigente de Fatah (…) De esta manera Saed Siyyam, el
nuevo Ministro del Interior palestino, miembro de Hamás, elige a un antiguo miembro de Fatah, es
decir un elemento político del nacionalismo palestino, para dirigir unos servicios de seguridad que
tenían como objetivo fundamental disputar sobre el terreno el predominio armado de la seguridad
preventiva, vinculada a la dirección de Fatah”. El escenario se completaría pocos meses después
cuando Samhadana, en junio de 2006, pereciese víctima de un asesinato selectivo de Israel. El
“Frente de la Resistencia” del Líbano Un proceso semejante se viene desarrollando desde hace
algunos años en Líbano, en el que avances electorales, acuerdos políticos y colaboración armada,
han ido cristalizando y poniéndose de manifiesto de forma nítida durante el ataque de Israel del
verano de 2006 y su posterior derrota. El liderazgo político y militar de Hezbollah es indiscutible,
pero en el marco de lo que se conoce como “Frente de la Resistencia” coalición que integra además
a Amal, al Partido Comunista del Líbano (PCL), movimientos pro-sirios, como Marada, al que
pertenece el diputado Soleimán Frangié, la Corriente patriótica libre del general Michel Aoun,
mayoritaria en la comunidad cristiana, así como toda una serie de fuerzas nacionalistas y
progresistas, como el Movimiento del pueblo de Najah Wakim o la Tercera Fuerza, del anterior
primer ministro Selim Hoss. En las calles libanesas se cuenta una historia que dice que si una
familia tiene siete hijos, cuatro serán militantes de Hezbollah, dos del PCL, uno de Amal y todos
serán integrantes de la Resistencia. La opinión popular predominante piensa que esta unidad, en un
país asolado por guerras civiles, ha sido el factor determinante para la victoria sobre Israel que a su
vez ha contribuido a ampliar y fortalecer la misma. Una de sus expresiones ha sido la aparición en
agosto de 2006 del periódico Al-Akbar, considerado como de izquierda, próximo a Hezbollah y que
asume como objetivo la búsqueda y el desarrollo de líneas políticas e ideológicas coincidentes entre
la izquierda, el nacionalismo y el islamismo. Otro hecho de gran trascendencia, entre muchos otros
ocurridos en diferentes campos, fue la Conferencia General Árabe de Apoyo a la Resistencia,
celebrada en marzo de 2006 en Beirut y organizada por el Centro de Estudios por la Unidad Árabe,
fundado en 1994. Los Foros Internacionales de Beirut de diciembre de 2006 y el que acaba de
celebrarse a mediados de enero de 2009, son expresiones del mismo tipo de proceso de
reconstrucción, no sin obstáculos ni contradicciones, de la Resistencia. Los enfrentamientos en torno
a diversos temas como la crítica realizada de forma conjunta por el FPLP y la Yihad a Hamás sobre
el enfrentamiento armado directo y permenente de Hamás con la ANP o las diferencias entre
Hezbollah y el PCL acerca de la reforma de la ley electoral y las características del proyecto nacional
lahaine.org :: 3
alternativo, son discusiones entre aliados y no parecen amenazar el proceso de unidad. Las
dificultades en todo caso son evidentes cuando, como en el caso de Líbano se está hablando, no sólo
de unidad táctica frente al enemigo sino de alternativas al sistema político y económico y cuando,
además, las posibilidades de que la mayoría real se materialice en el gobierno son cada día mayores.
Lo que es una realidad es que el proceso de recomposición política que se produce en Líbano y
Palestina existe, con diferente nivel de desarrollo, en todo el mundo árabe y de forma especial en
Egipto3. Este país es probablemente, tras Palestina, Líbano e Iraq4, aquel en el que el proceso de
desestabilización del régimen es más intenso, con un ascenso muy importante de la lucha del
movimiento obrero y estdiantil. Es también aquél en que posibles cambios políticos tendrían gran
trascendencia regional, como muestra su convulsa historia, su constante papel de mediador político
y el hecho concluyente de que sea el 2º mayor receptor del mundo, tras Israel, de ayuda militar de
EE.UU como indicador concluyente de su importancia estratégica para los intereses del sioimperialismo en la zona. El saldo de los sucesos más significativos de estos dos últimos años: el
golpe de estado de Abbas rompiendo la legalidad palestina y formando un gobierno apoyado por
Israel, EE.UU. y la UE.; el criminal bloqueo de Gaza con el intento – fallido una vez más - de cercar a
su pueblo por hambre con la esperanza de que derrocase a su gobierno legítimo; el ataque a Líbano
en 2006 y los 22 días de masacre iniciada el 27 de diciembre de 2008, con el mismo objetivo, ha sido
el siguiente:
# Se ha demostrado que a pesar de la descomunal desigualdad militar en Líbano y Gaza,
que la Entidad sionista no es invencible, que sí se puede resistir, resistir y ganar. # Se ha
constatado que el entramado de leyes e instancias internacionales son papel mojado, en
el mejor de los casos, y que todos los gobiernos del mundo – exceptuando a los de
Venezuela y Bolivia, Cuba no tiene relaciones con Israel - asisten impasibles a la matanza
y destrucción. En consecuencia, los pueblos árabes saben que sólo cuentan,
fundamentalmente, con sus propios recursos. # El Estado de Israel ha mostrado su cara
más salvaje en Líbano y Gaza, como EE.UU. en Iraq, pero ambos actúan en
representación y siguiendo el guión del plan integral de dominación de la zona el “Gran
Oriente Medio”, que integra también a la Unión Europea, a Turquía y a los regímenes
árabes, y que tiene en la OTAN su instrumento político-militar privilegiado. # El avance
de este plan y el fortalecimiento de la lucha de la Resistencia pone de manifiesto cada vez
más el enorme grado de corrupción y el alineamiento de la mayor parte de los gobiernos
árabes, y de forma especial el de la ANP, con los intereses del sio-imperialismo, que a su
vez sufren un acelerado proceso de deslegitimación agravado por la rampante crisis
económica que golpea intensamente a las clases populares. Caso aparte, por diferentes
razones, son los casos de los gobiernos de Líbano, Siria y Qatar. # Las victorias de la
Resistencia en Líbano y Gaza, resultado directo de la voluntad decidida de lucha de sus
pueblos y del efecto multiplicador de la unidad de acción, política y militar, de sus
organizaciones, germen de caminos más difíciles de propuesta política alternativa común,
señalan para el pueblo árabe – como para la clase obrera y los demás pueblos del mundo
el único camino posible: la unidad y la lucha.
* Ángeles Maestro intervino en el Foro Internacional de Beirut, del 17 al 19 de enero de 2009 en
representación de Corriente Roja Notas [1] Cruz, A. (2009) CEPRID. “La matanza de Gaza pone al
régimen de Mubarak en graves apuros”. Ver el artículo en:
http://www.nodo50.org/ceprid/spip.php?article370 [2] Entrevista exclusiva concedida por el
presidente Bachar el-Asad a la televisión libanesa Al-Manar (www.almanar.com.lb) el día 26 de
enero de 2009. [3] http://www.jpost.com/servlet/ [4] Para lo relacionado con este macroproyecto de
dominación militar, económica y cultural de EE.UU., la U.E. e Israel sobre Oriente puede verse
Maestro, A.(2007) “La OTAN en Oriente Medio, el puño de hierro de la dominación económica” en
lahaine.org :: 4
http://www.lahaine.org/index.php?p=20626 [5] Nicolas Dot Pouillard es doctor en Ciencias Políticas
en LA Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales- EHESS (París) y en la Universidad Libanesa
(Beirut) [6] Dot Pouillard, Nicolas (2009) “Un islamismo ouvert sur sa gauche: l´emergence d´un
nouveau tires-mondisme arabe?. www.cetri.be 7 Un interesante análisis sobre los cambios ocurridos
el las elecciones municipales de 2004, puede verse en Balawi, Hassan (2006) “Elecciones
municipales en Palestina: un cambio progresivo” www.iemed.org/anuari2006/earticles/eBalawi.pdf 8
Ibid. Pág, 130 9 Un análisis reciente de las repercusiones de la masacre de Gaza sobre el proceso
político Egipcio, en el que se dan acercamientos entre los Hermanos Mulsumanes, fuerzas de
izquierda y el movimiento obrero, en medio de una feroz represión por parte del gobierno del 2º país
receptor – tras Israel – de ayuda militar de EE.UU. puede verse en Cruz, Alberto (2009) “La matanza
de Gaza pone al régimen de Mubarak en grandes apuros”
http://www.nodo50.org/ceprid/spip.php?article370 , Cruz, Alberto (2008) “Egipto y Líbano: dos
huelgas, una estrategia y una realidad” http://www.nodo50.org/ceprid/spip.php?article128&lang=es
y en Hossam El-Hamalawy (2008) “La resistencia en Egipto”
http://www.nodo50.org/ceprid/spip.php?article265 10 En Iraq se están dando desde la ocupación
procesos de gran complejidad en la recomposición del escenario político y militar que no son
analizados en este artículo. Documentos recientes sobre este tema pueden consultarse en:
http://www.nodo50.org/iraq/2008/documentos.html
_______________
http://www.lahaine.org/est_espanol.php/la-busqueda-de-la-unidad-antiimperialist
lahaine.org :: 5
Descargar