V. RIVERA ASOCIADOS Auditores Consultores ASUNTO: LAS BAJAS DE AUTOMOVILES CON RESEVA DE DOMINIO EN LA JEFATURA PROVINCIAL DE TRAFICO. SU PROBLEMÁTICA. Aunque parezca poco frecuente, no significa, que en algunas ocasiones nos encontremos con problemas no previsto en el momento de tramitar la baja de un vehículo que en su día fue adquirido mediante financiación a través de una Entidad Crediticia. Es preciso aclarar que cuando se compra en estas condiciones, la Financiera comunica a la Jefatura Provincial que el vehículo en cuestión tiene una carga, la denominada “reserva de dominio” que sucintamente consiste, en una garantía adicional para el prestamista, hasta que no se liquide íntegramente el dinero prestado junto con los interese pactados en el contrato de crédito suscrito. Una vez satisfechos todos los plazos, la Entidad Financiera debe remitir una certificación al respecto, indicando la cancelación de esa carga o garantía, con el objeto principal de “limpiar el expediente” del propietario y que figure como libre de cargas, pudiendo, por tanto, trasmitir libremente o en su caso, dar la baja al vehículo si lo estima oportuno. A pesar de ello, en algunas ocasiones, las Financieras no emiten el indicado certificado, constando en el Registro de Tráfico la existencia de este gravamen, con lo cual, si procedemos a tramitar la citada baja, no será admitida, hasta que no acreditemos documentalmente haber saldado previamente la deuda. En principio, con estos antecedentes se hace imprescindible conservar todos los recibos de pago y ante situaciones de este tipo, nos dirigiremos a la Entidad correspondiente a fin de que expida la oportuna certificación y poder resolver el problema ante la Jefatura que corresponda. Se produce una situación mas compleja, cuando, generalmente nos despreocupamos de comprobar el estado registral del vehículo, máxime, cuando han transcurrido vario años y creemos que todo esta en regla y perfectamente legalizado. Para paliar esto, existe una solución relativamente sencilla, consiste en la petición a tráfico de un informe del automóvil, informándonos entre otras, de las transferencias producidas, posible embargos, y por supuesto de la cancelación, en su caso, de la reserva de dominio. V. RIVERA ASOCIADOS Auditores Consultores El problema real se produce, cuando transcurridos varios años desde que se canceló económicamente el crédito, nos dirigimos a tramitar la baja, y además de comprobar con sorpresa que persiste la reserva de dominio, por desgracia, no podemos acudir a solicitar la citada certificación a la Financiera, pues esta ha desaparecido, por quiebra o por disolución de la empresa. Afortunadamente, el Ordenamiento Jurídico Español establece soluciones legales para casi todo. Así, en este supuesto, podemos acudir al Juzgado para solicitar la expedición de una resolución judicial, sustitutiva de la certificación de cancelación, ante la obvia desaparición del tráfico jurídico de la Entidad Crediticia. Es evidente, que en este cauce, denominado técnicamente, “Expediente de Liberación de Cargas y Gravámenes”, supone una molestia adicional para el ciudadano, sin embargo, es la única alternativa viable para conseguir eliminar eses obstáculo, que nos impide tramitar la baja en Tráfico. Finalmente, reitera que para poder acudir a este procedimiento con éxito debemos conservar los recibos de pago de cada una de las cuotas, o bien, una certificación expedida por el Banco donde conste expresamente su íntegro abono a fin de probar ante el Juzgado que la deuda ha sido satisfecha en su totalidad, pudiendo así, cancelar la llamada “reserva de dominio”. AREA JURIDICA Julio de 2.002