Carta al FGE sobre sustituciones carrera[...]

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EXCMO. SR. FISCAL GENERAL DEL ESTADO,
El régimen de sustituciones internas entre los miembros de la Carrera Fiscal está
provocando graves disfunciones en el trabajo diario de los Fiscales. Tal y como se
expuso en su día se trata de un sistema diabólico para la cobertura de bajas por
enfermedad, licencias por maternidad y paternidad y refuerzos, que parte de la
concepción equivocada de que un Fiscal puede duplicar temporalmente su trabajo sin
merma del servicio público ni de su salud personal y con el argumento de
profesionalizar la justicia. Servicio público que exige que el trabajo que se realice sea
un trabajo de calidad, y que sin duda es muy difícil de lograr en supuestos de sobrecarga
y máximo estrés laboral. Sin olvidar el derecho a la salud que tienen los integrantes de
la Carrera Fiscal. Nos encontramos con que al tiempo que se reclaman más plazas para
la Carrera, sin duda absolutamente necesarias, se sostiene que un mismo Fiscal puede
acarrear con dos lotes por un período mayor o menor de tiempo, lo que en cierta forma
es una contradicción en sus propios términos. Desde los casos más extremos hasta lo
lotes menos gravosos, la idea que subyace bajo este sistema denota un claro
desconocimiento de la carga real de trabajo que soporta un importante y numeroso
segmento de la Carrera. En la actualidad la plantilla orgánica del Ministerio Fiscal en
unos sitios implica un excedente de Fiscales, los menos pero en una situación de
privilegio, y en otros un déficit acuciante ante la carga de trabajo que soportan. Por
poner un ejemplo extremo hay Fiscalías absolutamente sobrecargadas en las que los
compañeros llevan Juzgados que rondan las siete mil diligencias previas anuales con
multitud de servicios añadidos. Ordenar a uno de estos compañeros que, aunque sea
durante diez días, lleve un lote de semejante calado junto con la parte del lote que le
corresponda del compañero a sustituir supone poner en riesgo la salud de esa persona y
convertir en quimera que se logre mínimamente la excelencia en el trabajo y que por lo
tanto pueda prestarse un servicio público de calidad. Y junto a este ejemplo extremo
encontramos, en mayor o menor medida, situaciones semejantes en todas las Fiscalías
Provinciales y de Área de España.
Tras esta descripción general y desoladora del panorama a que ha dado lugar el sistema
de sustituciones internas hemos de poner el acento en que nos han comunicado, Fiscales
destinados en diferentes Fiscalías, que las sustituciones internas entre los miembros de
la Carrera Fiscal se están pagando, únicamente, cuando la baja del compañero se
concede por el correspondiente facultativo por un período de, al menos, treinta días. Y
al tiempo nos comentan que igualmente cuando nombrado un sustituto interno,
voluntario o forzoso, concurre una duplicidad de servicios en el sustituto nombrado, se
viene designando a un tercer Fiscal al que, sin reconocerle la condición de sustituto
forzoso, se le obliga a realizar uno de tales servicios. Estas situaciones, que se vienen
produciendo de forma sistemática , entendemos que son contraria a la legalidad vigente
y que generan una tremenda injusticia para el Fiscal o Fiscales afectados. Y ello en base
a las siguientes consideraciones:
PRIMERO.- Según Real Decreto 700/2013, de 20 de septiembre, por el que se modifica
el Real Decreto 431/2004, de 12 de marzo, por el que se regulan las retribuciones
previstas en la disposición transitoria tercera de la Ley 15/2003, de 26 de mayo,
reguladora del régimen retributivo de las carreras judicial y fiscal dispone en su artículo
dos “Se añade un artículo 2 bis, que viene a regular el régimen retributivo de las
sustituciones en la carrera fiscal y queda redactado en los siguientes términos:
«Artículo 2 bis. Retribuciones especiales por sustituciones en la carrera fiscal.
1. Los miembros de la carrera fiscal tendrán derecho a una retribución especial
por el desempeño conjunto de las funciones que tienen asignadas con todas o
alguna de las correspondientes a otro miembro del ministerio fiscal de la
plantilla de la propia fiscalía a la que estuviesen destinados o de otra diferente,
mediante el sistema de sustitución.
2. El Ministerio de Justicia comunicará al inicio de cada ejercicio presupuestario
al Fiscal General del Estado la cuantía máxima global que podrá destinarse al
pago de estas retribuciones.
La cuantía de estas retribuciones especiales por sustitución, en los casos en los
que proceda por concurrir los requisitos para su devengo, no podrá ser superior
al 80% del complemento de destino del puesto que se sustituya. Para su
cuantificación se tendrán en cuenta el grupo de población en el que se integra y
las condiciones objetivas de representación vinculadas al cargo sustituido,
quedando fuera del cómputo otras circunstancias especiales asociadas al destino
a las que hace referencia el Anexo V.3 de la Ley 15/2003, de 26 de mayo.
Dichas retribuciones se devengarán en la parte proporcional a los días efectivos
de sustitución.
El Fiscal General del Estado dictará las Instrucciones necesarias para determinar
la organización del sistema, comunicando periódicamente al Ministerio de
Justicia la evolución de las sustituciones y el gasto efectuado, sin que en ningún
caso ello pueda producir un incremento en la cuantía referida en el párrafo
anterior.
3. El abono de estas retribuciones se efectuará por el Ministerio de Justicia
previa certificación de su realización por el órgano competente de la Fiscalía
General del Estado, dentro de las disponibilidades presupuestarias.
La asunción temporal por parte de los Tenientes Fiscales de los cargos que se
enumeran a continuación, dará lugar a la percepción de las siguientes cuantías,
previa autorización del Ministerio de Justicia a propuesta del Fiscal General del
Estado, que se devengará en la parte proporcional a los días efectivos de
sustitución:
a) 350 € mensuales por la sustitución que efectúen los Tenientes Fiscales de los
Fiscales Jefes de la Fiscalía Provincial, así como por quienes sustituyan a los
Fiscales Jefes de Área de conformidad con lo dispuesto en el Estatuto Orgánico
del Ministerio Fiscal.
b) 450 € mensuales por la sustitución que efectúen los Tenientes Fiscales de los
Fiscales Superiores de Comunidad Autónoma, Fiscales Jefes de Fiscalías
Especiales, Fiscales Jefes de Fiscalía de la Audiencia Nacional, Fiscalía ante el
Tribunal Constitucional, Fiscales Jefes de Fiscalía ante el Tribunal de Cuentas e
Inspección Fiscal y Fiscal Jefe de la Secretaría General Técnica de la Fiscalía
General del Estado.»
En ningún caso el referido artículo establece límite alguno a la posibilidad de cobrar la
sustitución que se realice, ni por el número de días que se ejerza la función sustitutiva ni
por el número de días que comprenda la baja del compañero a sustituir. Cierto que el
precepto puede considerarse ambiguo. Pero no cabe duda que en primer lugar habla, en
su apartado 1, del derecho a percibir una retribución especial que se genera por el hecho
de compatibilizar las funciones ordinarias que tienen asignadas cada Fiscal con todas o
alguna de las correspondientes a otro miembro de la plantilla. Tal situación por sí
misma, la de tener que sustituir a un compañero en una o varias de sus funciones genera
ese derecho a la retribución especial, en proporción, como resulta evidente al número de
días que se ejerza. Pues bien tal derecho a una retribución especial se está viendo
cercenado por la interpretación que de la regulación vigente se viene haciendo por parte
de la Fiscalía General del Estado, que viene negando de forma sistemática que exista
derecho a retribución en estos casos. El precepto por otra parte hay que reconocer que es
ciertamente ambiguo y no recoge de forma específica los supuestos que dan o no
derecho a esa sustitución retribuida. Si bien el artículo 1 del referido Real Decreto añade
al Real Decreto 431/2004, de 12 de marzo un artículo 2 relativo a los jueces que sí
especifica en el párrafo segundo del apartado 1 las situaciones que dan o no dan derecho
a sustitución retribuida. En concreto dispone:
“No devengarán derecho a retribución las sustituciones que tengan su origen en las
ausencias autorizadas a las que se refiere el artículo 373.8 de la Ley Orgánica 6/1985,
de 1 de julio, del Poder Judicial, ni las derivadas del ejercicio por el sustituido del
derecho a disfrutar de sus vacaciones anuales retribuidas. Tampoco devengarán tal
derecho las sustituciones inferiores a diez días, salvo que el sustituto deba celebrar
señalamientos, deliberaciones, vistas o cualquier diligencia judicial que exija la
presencia del juez ante las partes; también cuando, con motivo de la sustitución, deba
dictar sentencia o adoptar en resolución motivada cualquier medida cautelar o urgente.
Se exceptúa de lo anterior aquellas sustituciones que tengan su origen en enfermedad
justificada del titular, que se abonarán desde el primer día con independencia de las
actuaciones que se celebren o resoluciones que se dicten.”
La ausencia de una regulación específica nos debe llevar a aplicar subsidiariamente lo
previsto para la Carrera Judicial y si bien es cierto que el referido artículo establece que
no devengarán tal derecho las sustituciones inferiores a 10 días, también establece,
como excepción a esa regla general, que el sustituto sí devengará tal derecho en
sustituciones inferiores a ese plazo temporal siempre que lleve a cabo una actuación
concreta.
En la práctica los Jueces y Magistrados vienen cobrando las sustituciones que realizan
desde el primer día, sea cual sea la duración de la baja a cubrir(dentro de los supuestos
expresamente previstos) y la duración de la sustitución a llevar a cabo. Y se habla
específicamente de que se devengará tal derecho a retribución cuando el sustituto se vea
obligado a actuar en señalamientos, deliberaciones, vistas o cualquier diligencia judicial
que exija la presencia del juez ante las partes; también cuando, con motivo de la
sustitución, deba dictar sentencia o adoptar en resolución motivada cualquier medida
cautelar o urgente.
Hay que llamar la atención por lo tanto de que se cobran las sustituciones por parte de
los jueces sin límite temporal alguno. De igual modo las sustituciones entre Fiscales,
aún en períodos de tiempo inferiores a diez días y sea cual sea la duración de la baja del
compañero, que obliguen a una intervención específica, deben devengar tal derecho a
retribución véase la obligatoria asistencia a vistas, comparecencias, la necesidad de
atender el servicio de guardia, la calificación de una causa o la elaboración de un
recurso o una contestación de un recurso urgente. Son actuaciones concretas y urgentes
en las que el Fiscal se ve avocado a sustituir al compañero enfermo y que deben dar
derecho a retribución. Lo contrario es claramente discriminatorio con el régimen de los
jueces a los que no debemos olvidar estamos equiparados en derechos y deberes.
La propia exposición de motivos del Real Decreto establece “a tal efecto se han
mantenido excluidas algunas situaciones anteriores –vacaciones anuales–, otras nuevas
fruto de reformas recientes –artículo 373.8 de la Ley Orgánica 6/1985, de 1 de julio, del
Poder Judicial–, pero se reconoce retribución a situaciones tradicionalmente excluidas
como son las sustituciones inferiores a diez días, siempre y cuando se lleven a cabo un
mínimo de actividad jurisdiccional o se originen por ausencia del titular enfermo. En
todo caso, se prevé una cláusula de garantía que, aún en los casos excluidos, quepa
retribución siempre que, por circunstancias excepcionales y previo informe favorable
del Consejo General del Poder Judicial, la sustitución hayan implicado una singular
carga de trabajo para el sustituto.” Y si bien tal párrafo está directamente dirigido a los
jueces lo cierto es que nada se regula en el Real Decreto en relación a los Fiscales ni
tampoco en la instrucción que desarrolla el presente Real Decreto por parte de la
Fiscalía General del Estado (en adelante F.G.E.). Pero la disposición adicional primera
del Estatuto Orgánico de la Carrera Fiscal (en adelante E.O.M.F.) establece la
aplicación supletoria de la Ley Orgánica del Poder Judicial (en adelante L.O.P.J.) en lo
que a Jueces y Magistrados se refiere a los Fiscales en todo lo relativo a la adquisición y
pérdida de la condición de miembro de la Carrera Fiscal, incapacidades, situaciones
administrativas, deberes y derechos, incompatibilidades, prohibiciones y
responsabilidades. Cierto que aquí no estamos hablando de aplicación de la L.O.P.J.,
pero sí de regulación básica de derechos y deberes de la Carrera Fiscal. La disposición
adicional cuarta de nuestro Estatuto Orgánico establece en materia de sustituciones:
“1. Los miembros de la Carrera Fiscal se sustituirán entre sí, de acuerdo con lo
dispuesto en este Estatuto, en las normas reglamentarias que lo desarrollen y en
las Instrucciones que, con carácter general, dicte el Fiscal General del Estado.
2. Cuando no pueda acudirse al sistema de sustituciones ordinarias, podrán ser
nombrados con carácter excepcional Fiscales sustitutos en los casos de vacantes,
licencias, servicios especiales u otras causas que lo justifiquen.
3. El régimen jurídico de los Fiscales sustitutos será objeto de desarrollo
reglamentario en términos análogos a lo previsto para los Magistrados suplentes
y Jueces sustitutos en la Ley Orgánica del Poder Judicial, que será aplicable
supletoriamente en esta materia.”
Por lo que vemos que en materia de Fiscales sustitutos también se remite
supletoriamente a lo previsto en la L.O.P.J. A falta de regulación específica y por
aplicación analógica de lo dispuesto en la mencionada disposición adicional primera e
incluso cuarta del E.O.M.F. debe ser de aplicación el régimen previsto para la Carrera
Judicial que sí concreta, al contrario que el nuestro.
Respecto a los Fiscales lo único que establece la exposición de motivos es que “al
mismo tiempo, y como no podía ser de otra manera, la reforma que se lleva a término
afecta al régimen retributivo del Ministerio Fiscal, integrado con autonomía funcional
en el Poder Judicial. Se busca por un lado, aplicar los criterios adecuados para
lograr la equiparación entre los miembros de la carrera judicial y fiscal, por
cuanto el Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal, aprobado por Ley 50/1981, de
30 de diciembre, por la que se regula el Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal,
viene a consagrar el mandato de equiparación en retribuciones entre ambos
Cuerpos; y por otro, establecer criterios retributivos adaptados a las especificidades
organizativas, funcionales y estructurales propias de cada carrera, motivo por el cual, se
propone una regulación en distinto articulado, sometido a parámetros distintos. En todo
caso, el Ministerio de Justicia y la Fiscalía General del Estado suscribirán un protocolo
de colaboración que facilite la organización del sistema de sustituciones así como el
procedimiento para el abono de las retribuciones que se reconozcan de conformidad con
lo previsto en este real decreto.”
Como vemos se vuelve a hablar de equiparación retributiva entre las Carreras Judicial y
Fiscal, junto a la alusión a la capacidad auto organizativa de los Fiscales que deberá
establecer la normativa propia que debe regir en este Cuerpo. Esta última parte responde
a la lucha de la Fiscalía General del Estado por lograr un ámbito propio de autogestión y
autorregulación de los recursos propios, pero tal pretensión no puede chocar de frente
con los derechos laborales mínimos de los Fiscales obligados a llevar a cabo la
sustitución forzosa de un compañero. Con el “hándicap” añadido de que los jueces
pueden, en caso necesario, suspender un señalamiento o una comparecencia
previamente establecida por el sustituido. Si bien los Fiscales se ven avocados a suplir a
los compañeros, a atender a las citaciones que remiten los Juzgados, sin poder
suspender o no el acto y con la obligación de atender simultáneamente su propio lote de
trabajo. En el hipotético supuesto de que en una mañana de juicios, por enfermedad
sobrevenida de Juez y Fiscal, se vean los dos cuerpos obligados a realizar una
sustitución forzosa del compañero resulta extremadamente injusto que el único que no
cobre el trabajo extra que se ve obligado a hacer sea el Fiscal.
Y en esta línea, como decíamos, podemos argumentar que las tan pretendidas y
ansiadas facultades de autorregulación y autogestión, históricamente reclamadas
por la FGE, no pueden suponer una merma de los derechos de los Fiscales y un
trato claramente discriminatorio de los miembros de la Carrera Fiscal en relación
a otro Cuerpo con el que está equiparado. De otra forma los Fiscales se verán
obligados a reclamar ante los Tribunales los derechos que en su propia casa no se
les reconoce en contra de lo que ocurre con otros Cuerpos cuya retribución
depende directamente del Ministerio de Justicia, como ocurre con los Jueces. Los
fiscales de base en nada habremos avanzado con esa pretendida autorregulación y
autogestión sino que nos habremos visto claramente agraviados.
SEGUNDO.-Se viene alegando de palabra, hasta ahora, para negar el derecho a
retribución en estos casos que igual que no se nombraban sustituto para bajas inferiores
a treinta días tampoco se pagan las bajas inferiores a treinta días. Es cierto que hasta la
fecha no se venía nombrando sustituto para esas bajas, pero tampoco se venía cobrando
ninguna sustitución interna. Por lo que la analogía no nos vale, primero por tratarse de
una analogía “in malam parte” y claramente discriminatoria como indicábamos en el
punto anterior y en segundo lugar por carecer de cobertura legal alguna. La evolución
de las sociedades civilizadas implica siempre una mejora en los derechos y un avance
respecto a situaciones anteriores. Antiguamente los miembros de la Carrera Judicial
también se veían obligados a realizar sustituciones forzosas de compañeros sin derecho
a retribución alguna. Ahora para ellos esta normativa ha supuesto un avance cuando
cobran tales sustituciones desde el primer día, siempre que se vean obligados a realizar
una actuación procesal. Por el contrario la Carrera Fiscal nada ha avanzado. No sólo se
ve obligada a cubrir sustituciones internas sino que, además, en contra de lo previsto
para otros Cuerpos equiparados en derechos y obligaciones, no cobra cuando la baja del
compañero es inferior a treinta días. Y pese a que el compañero llamado a sustituir en
muy escasas ocasiones, esto sólo se daría cuando el llamado a sustituir ocupa destino de
Fiscal Jefe o Teniente Fiscal, tiene la posibilidad de excusarse de realizar la actuación
procesal que se le encomienda suplir. Y finalmente no debemos olvidar que en el actual
contexto económico es muy complicado que se conceda una baja médica por tiempo
superior a 15 días, luego podrá ser ampliable, pero imposibilita “ab initio” que el
compañero obligado a sustituir pueda cobrar las actuaciones urgentes que se vea
obligado a cubrir.
En línea con lo anterior, si queremos avanzar en derechos, si queremos contar con un
Cuerpo formado por profesionales preparados y motivados no podemos empezar
maltratando a los compañeros de puertas hacia dentro y negándoles derechos básicos
que otros cuerpos análogos sí tienen reconocidos. Cuando además la sola existencia de
estas sustituciones internas implica una nefasta realidad que nos vemos obligados a
afrontar. El Fiscal también necesita tiempo para el estudio de las causas que le
corresponde despachar. No debemos olvidar, como decíamos al principio de este
escrito, que la mayoría de los destinos cuentan con una indudable sobrecarga de trabajo,
sin que hasta la fecha desde la Fiscalía General se haya realizado un estudio de la carga
de trabajo que soporta cada Fiscalía y, mucho menos, de las cargas de trabajo reales que
soporta cada Fiscal dentro de una misma Fiscalía. Cuando luego se admite, de puertas
hacia dentro, que durante quince o veintiocho días la Fiscalía puede hacer exactamente
el mismo trabajo, le falten los efectivos que le falten y en régimen de gratis total, se
viene a admitir, siendo absolutamente incierto, que o sobran Fiscales o la ratio de
trabajo de cada Fiscal es insuficiente.
La función de la Fiscalía General del Estado, como bien conoce V.E., y de todas los
órganos que la componen es la de velar por lograr el mejor servicio al ciudadano y por
permitir que los Fiscales desempeñen su labor en un marco laboral lo más idóneo
posible. Para ello hace falta motivación y calidad en el trabajo. Finalidad última de todo
servicio público, la del servicio al ciudadano, que sólo se logra dinamitar si se crean
entornos de trabajo hostiles y discriminatorios con otros cuerpos que deberían estar
equiparados en derechos y obligaciones.
TERCERO: la interpretación que de la normativa vigente viene realizando la propia
F.G.E. va en contra de la propia instrucción 3/2013 sobre esta materia. En ella la única
referencia que se hace a los supuestos que debe ser cubiertos por sustitutos internos o
externos la encontramos en la introducción de la propia Instrucción que establece “La
cantidad gestionada por la Fiscalía General del Estado y con respecto a la cual existe un
límite presupuestario, se aplicará exclusivamente a hacer frente a las bajas por
enfermedad, licencias por maternidad y paternidad y refuerzos. Por el contrario las
vacantes económicas (vacantes en plantilla, excedencias por maternidad, servicios
especiales, bajas por enfermedad a partir de los 6 meses, comisiones de servicio a
destinos externos al Ministerio Fiscal u otras análogas) no se retribuyen con cargo a esta
partida presupuestaria y su sustitución podrá continuar efectuándose por sustitutos
externos, aunque dado el carácter extraordinario de esta medida no existe ningún
obstáculo a su cobertura por miembros de la carrera fiscal si hubiere Fiscales
voluntarios y siempre que por acumulación de sustituciones en una Fiscalía esto no
afecte al adecuado funcionamiento de los servicios.” Llama poderosamente la atención
que se hable de que dentro de la cantidad gestionada por la F.G.E. se incluyan las bajas
por paternidad que tienen una duración de quince días y que se hable de bajas por
enfermedad sin límite de tiempo alguno. Resulta evidente que la interpretación que se
viene haciendo choca frontalmente con las previsiones de la propia instrucción.
Incluso se prevé en la mencionada instrucción en su apartado F) “Cuando el volumen de
trabajo y las necesidades del servicio así lo aconsejen, un Fiscal podrá ser sustituido por
dos o más Fiscales de carrera, certificándose a cada uno de ellos el periodo de tiempo
efectivamente sustituido.” Sin límite mínimo temporal alguno ni en la baja del sustituto
ni en el nombramiento del sustituido, salvo, en este último caso, el límite temporal
máximo que establece de seis meses prorrogables en caso de sustitución voluntaria y de
diez días en caso de sustitución forzosa(apartados F y H de la instrucción).
En línea con lo expuesto resulta tremendamente injusto que cuando el sustituto interno
nombrado, voluntario o forzoso, tiene una duplicidad de servicios derivada de la
realización simultánea de su lote de trabajo con la del compañero sustituido, se designa
por la Jefatura un tercer Fiscal al que se le ordena cubrir uno de los servicios sin
atribuirle la condición de sustituto forzoso para ese día. Resulta evidente que el Fiscal
así designado se ve obligado a dejar su lote de trabajo y colaborar en la sustitución
interna acordada, lo que en consonancia con la regulación vigente y lo previsto en la
propia instrucción le daría derecho a que se le certificara la sustitución realizada y
devengara el correspondiente derecho a retribución. Lo contrario, que es lo que se viene
haciendo en la práctica, coloca a este tercer Fiscal en una clara situación de
discriminación con el compañero nombrado, pues no cobrando nada se ve obligado a
participar de esa sustitución interna. Tampoco puede argumentarse respecto a esto la
inveterada costumbre de los Fiscales de cubrirnos entre nosotros sin quebranto para
terceros. En primer lugar porque hasta la fecha no existía una regulación de las
sustituciones internas con derecho a cobro. Y en segundo lugar porque sobre la base de
la regulación actual o se suspende el servicio que no se puede cubrir porque el Gobierno
ha considerado que un solo Fiscal puede realizar el trabajo de dos, o se reconoce a los
dos su condición de sustitutos internos con derecho a cobro.
Y ello sin perjuicio de que la previsión genérica del apartado “I) Medidas de control
presupuestario” no puede interpretarse en ningún caso de forma extensiva y a la par
restrictiva de los derechos de los Fiscales. Así cuando establece “Los Fiscales Jefes,
antes de proceder al llamamiento de Fiscales de carrera para la realización de
sustituciones, solicitarán la aprobación de la Unidad de Apoyo que, previo informe de la
Inspección Fiscal sobre la concurrencia de los requisitos para proceder a la sustitución,
autorizará el llamamiento una vez comprobado que existe crédito presupuestario
suficiente. Del mismo modo se procederá en cuanto a la autorización del llamamiento
en aquellos casos en los que deba recurrirse a designar Abogados Fiscales sustitutos”,
debe interpretarse que se refiere a los supuestos que dan lugar a una y otra sustitución y
que la introducción definía perfectamente. Tal informe de la inspección podrá referirse a
que las vacaciones, por ejemplo, no se encuentra dentro de los supuestos que dan lugar a
sustitución retribuida por no ser un supuesto expresamente contemplado o incluso por
ser un supuesto expresamente excluido por el Real Decreto 700/2013. Pero las bajas por
enfermedad, y como decimos las licencias por paternidad, sí dan derecho a retribución
de dar lugar a una sustitución, por lo que el informe del que se habla no puede ser en
estos casos, y siempre que exista crédito presupuestario, mas que favorable.
De igual modo el Real Decreto 634/2014 de 25 de julio, que regula el régimen de
sustituciones en la Carrera Fiscal, establece en su exposición de motivos “El Ministerio
Fiscal, órgano de relevancia constitucional, con personalidad jurídica propia, integrado
en el Poder Judicial con autonomía funcional, necesita contar, asimismo, con un
régimen de sustituciones profesionales entre los miembros de la carrera fiscal que, de
conformidad con lo previsto en su propio Estatuto Orgánico, y en sintonía con la
reforma operada en la LOPJ, fije y ordene los criterios más relevantes del mismo y
permita una mejor distribución de las cargas de trabajo entre sus miembros”. En cuanto
a la organización y gestión del régimen de sustituciones se remite a lo que el Fiscal
General del Estado recoja en la correspondiente instrucción, que como hemos visto nada
prevé.
El artículo 2 del referido Real Decreto 634/2014 establece los supuestos en los que
procede la sustitución y así bajo el epígrafe de Reglas generales de sustitución dispone:
“1. Los miembros de la carrera fiscal se sustituirán entre sí y sólo, excepcionalmente, en
los casos en que no sea posible garantizar de otro modo la adecuada prestación del
servicio podrá recurrirse al nombramiento de abogados fiscales sustitutos.
2. Procederá la sustitución en las siguientes situaciones:
a) Plazas vacantes en tanto se provean por el correspondiente concurso de provisión de
destinos.
b) Ausencias reglamentarias de los titulares de su puesto de trabajo.
c) Situaciones administrativas con reserva de puesto de trabajo.
d) Cuando el excepcional incremento de las funciones fiscales o la especial complejidad
de los asuntos encomendados u otras circunstancias determinen la necesidad de reforzar
o apoyar una Fiscalía.”
Como vemos en ninguno de los apartados se recoge límite mínimo temporal que dé
derecho a que entre en juego el régimen de sustituciones retribuidas. La única limitación
la refiere el artículo 3 a las limitaciones presupuestarias. Artículo que dispone que una
vez realizada la sustitución se remitirá la certificación al Ministerio de Justicia para su
abono, sin especificar límite temporal alguno. Es más en el artículo 4 se recoge un
límite temporal máximo destinado a que todo el que lo solicite pueda participar de este
régimen y lo encontramos en el artículo 4.2. “Al objeto de permitir la participación en el
régimen de sustituciones de todos aquellos miembros de la carrera fiscal que lo
soliciten, se procurará que cada llamamiento para realizar tareas de sustitución, de
apoyo o refuerzo no exceda de ciento ochenta días al año y que cada fiscal no asuma
simultáneamente más de una sustitución.”
Por lo expuesto hemos de concluir que cualquier límite que se establezca por debajo de
lo previsto para la Carrera Fiscal bien de forma expresa, bien por aplicación analógica
de lo previsto a la Carrera Judicial, va en contra del derechos laborales básicos de los
Fiscales y entra en clara discriminación con la regulación que se viene aplicando en la
Carrera Judicial. Por ello desde la APIF solicitamos respetuosamente de V.E. que
disponga lo necesario para que:
1) Se certifique y devengue el correspondiente derecho a retribución toda aquella
sustitución forzosa o voluntaria que suponga cubrir una baja inferior a 30 días en una
de las siguiente dos modalidades:
A) Cuando la sustitución no suponga atribución íntegra del lote de trabajo del Fiscal
sustituido pero un compañero se vea obligado a sustituirlo en una actuación
procesal concreta, sea ésta presencial(vistas y comparecencias) o
escrita(calificaciones, recursos o informes) que hayan de ser atendidos de forma
urgente por el Fiscal que se designe por la Jefatura, se deberá abonar el día o los
días que comprenda la referida sustitución previa certificación.
B) Cuando la sustitución suponga atribución íntegra por un período de tiempo del
lote de trabajo del Fiscal sustituido se abonará conforme a las normas ordinarias
de la sustitución forzosa (por un máximo de diez días) o voluntaria(por un
máximo de 180 días) que se lleve a cabo.
2) Se certifique y devengue el correspondiente derecho a retribución toda aquella
sustitución forzosa o voluntaria que suponga cubrir a un compañero designado como
sustituto interno ante la imposibilidad de cubrir simultáneamente sus propios servicios y
los del Fiscal al que sustituye.
Sin otro particular, reciba un cordial saludo.
Madrid, a 25 de noviembre de 2014
Comisión Ejecutiva de la ASOCIACIÓN PROFESIONAL INDEPENDIENTE DE
FISCALES (APIF)
Excmo. Sr. Fiscal General del Estado.
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