MAGISTRADO PONENTE: LEVIS IGNACIO ZERPA EXP. Nº 1210 En fecha 09 de noviembre de 2000, el abogado José María Díaz Cañabate, inscrito en el Instituto de Previsión Social del Abogado bajo el Nº 41.231, actuando en representación de la contribuyente PROYECTOS E INVERSIONES SOFTECH, S.A., sociedad mercantil inscrita en el Registro de Comercio de la Circunscripción Judicial del Distrito Federal y Estado Miranda en fecha 14 de marzo de 1989, bajo el Nº 40, Tomo 67-A Sgdo; representación que consta de poder otorgado el 21 de abril de 1997 por ante la Notaria Pública Sexta del Municipio Autónomo Chacao del Estado Miranda, anotado bajo el Nº 18, Tomo 30 de los respectivos Libros de Autenticaciones, ejerció recurso de apelación para ante la Sala Político Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia contra el auto de admisión de pruebas, dictado el 07 de noviembre de 2000 por el Tribunal Superior Quinto de lo Contencioso Tributario, mediante el cual admite la mayoría de las pruebas promovidas por los apoderados de la referida contribuyente el día 23 de octubre del mismo año, pero no obstante niega la admisión y evacuación de la prueba de inspección judicial, igualmente promovida en el proceso que cursa ante esa instancia en virtud del recurso contencioso tributario incoado por dicha representación contra el acto administrativo contenido en la Resolución Nº 0102/2000 de fecha 04 de mayo de 2000, dictada por la Dirección de Recaudación de Rentas Municipales de la Alcaldía del Municipio Chacao, ratificatoria del reparo contenido en el Acta Fiscal Nº D.R.M-D.A.F-030-0061-2000 del 14 de febrero de 2000, levantada a cargo de la contribuyente por la cantidad de Bs. 61.782.310,81. En fecha 16 de noviembre de 2000, el tribunal de la causa oyó en un solo efecto dicha apelación conforme a lo dispuesto en el artículo 402 del Código de Procedimiento Civil, remitiendo a esta máxima instancia copia de los actos conducentes indicados por la apelante, según consta del oficio Nº 2.918 del día 20 del citado mes y año. El 28 de noviembre de 2000 se dio cuenta en Sala y se ordenó aplicar el procedimiento de segunda instancia previsto en el Capítulo III del Título V de la Ley Orgánica de la Corte Suprema. Se designó Ponente al Magistrado Levis Ignacio Zerpa y se fijó el décimo (10º) día de despacho para comenzar la relación de la causa. El 05 de diciembre del citado año, los apoderados judiciales de la contribuyente consignaron escrito de formalización de su apelación. Según consta en auto del 1º de febrero de 2001, vista la designación de los Magistrados Hadel Mostafá Paolini y Yolanda Jaimes Guerrero y la ratificación del Magistrado Levis Ignacio Zerpa, por la Asamblea Nacional en Sesión de fecha 20 de diciembre de 2000, publicada en la Gaceta Oficial Nº 37.105 del día 22 del mismo mes y año, se reconstituyó la Sala Político Administrativa en fecha 27 de diciembre de dicho año, y se ratificó como ponente de la causa al Magistrado último citado, quien con tal carácter suscribe el presente fallo. El 28 de febrero del mismo año, oportunidad fijada para que tuviera lugar el correspondiente acto de informes, no comparecieron las partes y se dijo VISTOS. Mediante diligencia fechada el 28 de febrero de 2002, el abogado José María Díaz Cañabate, como apoderado judicial de la contribuyente, solicitó ante esta alzada se dictara sentencia en la presente causa. -IANTECEDENTES Y DECISIÓN APELADA Conforme se aprecia de los autos, el 23 de octubre de 2000, los apoderados judiciales de la contribuyente consignaron en instancia escrito de promoción de pruebas del proceso atinente al recurso contencioso tributario, por ellos ejercido contra el acto administrativo contenido en la Resolución Nº 0102/2000 de fecha 04 de mayo de 2000, dictada por la Dirección de Recaudación de Rentas Municipales de la Alcaldía del Municipio Chacao; en cuya oportunidad dicha representación promovió pruebas testimoniales, de informes e inspección judicial. Luego, en ocasión de decidir respecto a la pertinencia y legalidad de los referidos medios probatorios, el a quo se pronuncia en auto fechado 07 de noviembre de 2000, admitiendo cuanto ha lugar en derecho, salvo su apreciación en la definitiva, las pruebas testimoniales y de informes promovidas por la contribuyente. Sin embargo, niega la admisión y evacuación de la prueba de inspección judicial, a partir de la siguiente motivación: “Respecto del CAPITULO II del Escrito de Promoción de Pruebas de la parte recurrente en la cual se solicita Prueba de Inspección Judicial, considera este Tribunal que una vez analizado lo solicitado, a los fines de que se constate la existencia de los asientos y recaudos indicados en el escrito en cuestión, lo referido es objeto de una Experticia Contable, motivo por el cual este Tribunal niega la Admisión y Evacuación de la referida Prueba de Inspección Judicial.” -II- FUNDAMENTOS DE LA APELACIÓN En fecha 05 de diciembre de 2000, la representación de la sociedad mercantil contribuyente formalizó ante esta alzada su apelación de fecha 09/11/00, ejercida contra la ut supra transcrita inadmisión de la prueba de inspección judicial por parte del Tribunal Superior Quinto de lo Contencioso Tributario, sobre la base de los siguientes fundamentos: En primer término, éstos alegan que a través de la prueba de inspección judicial, solicitada conforme a lo previsto en los artículos 472 y 473 del Código de Procedimiento Civil, se pretende dejar constancia de que en la contabilidad de su representada existían las cuentas Nº 401-I01, con la denominación específica de COSTOS EQUIPOS INGEDIGIT, y Nº 1105-I002, con la denominación INGEDIGIT, C.A., siendo que en las mismas se encuentran los asientos contables correspondientes a las facturas de SOFTECH a INGEDIGIT; así como también respecto a la existencia y asiento de otro grupo de facturas referidas a COSTOS FACTURADOS POR SUN A SOFTECH PARA VENTAS DE INGEDIGIT, C.A., para cuya verificación no se requiere de un práctico con conocimientos específicos técnicos contables. Luego afirman, que para el juez a quo constatar directamente los originales de dichas facturas, de cuyas copias disponía el tribunal en el expediente respectivo, sin deducciones ni calificaciones jurídicas, tampoco requería de un conocimiento especial que ameritara una prueba de experticia. Conforme a lo expuesto, solicitan de esta Sala se ordene la práctica de la referida inspección judicial al tribunal de la causa. -IIIMOTIVACIONES PARA DECIDIR En virtud de la declaratoria contenida en el auto y de las objeciones formuladas por el apelante, en representación de la sociedad mercantil contribuyente, la litis planteada en el caso sub júdice se contrae a decidir si el tribunal a quo debió admitir la prueba de inspección judicial, promovida por la representación de dicha contribuyente de acuerdo a lo previsto en los citados artículos 472 y 473 del Código de Procedimiento Civil. Pasa la Sala a decidir y al efecto observa: Conforme al pacífico criterio sostenido por la doctrina nacional, el llamado principio o sistema de libertad de los medios de prueba es absolutamente incompatible con cualquier intención o tendencia restrictiva de admisibilidad del medio probatorio seleccionado por las partes, con excepción de aquellos legalmente prohibidos o que resulten inconducentes para la demostración de sus pretensiones, principio que se deduce del texto expresamente consagrado en el artículo 395 del Código de Procedimiento Civil, que dice: “Son medios de prueba admisibles en cualquier juicio aquellos que determina el Código Civil, el presente Código y otras leyes de la República. Pueden también las partes valerse de cualquier otro medio no prohibido expresamente por la ley, y que consideren conducente a la demostración de sus pretensiones. Estos medios se promoverán y evacuarán aplicando por analogía las disposiciones relativas a los medios de pruebas semejantes contemplados en el Código Civil, y en su defecto, en la forma que señale el Juez.” Vinculado directamente a lo anterior, destaca la previsión contenida en el artículo 398 eiusdem, alusiva al principio de la libertad de admisión, conforme al cual el Juez, dentro del término señalado, “... providenciará los escritos de pruebas, admitiendo las que sean legales y procedentes y desechando las que aparezcan manifiestamente ilegales e impertinentes” (destacado de la Sala); principio este recogido en el Código Orgánico Tributario de 1994 en el primer aparte de su artículo 193, pero atenuado por las excepciones del juramento y de la confesión de empleados públicos, el cual reza: “(...) Serán admisibles todos los medios de pruebas, con excepción del juramento y de la confesión de empleados públicos, cuando ella implique prueba confesional de la Administración.(...)” En el contexto de la materia debatida, dicho principio fue también reconocido por la jurisprudencia de la extinta Corte Suprema de Justicia en Sala Político Administrativa - Especial Tributaria, al afirmar que: “..., resulta contrario a toda lógica jurídica, pretender limitar las pruebas del cumplimiento de una obligación a un único instrumento, como serían las facturas comerciales, más aun, cuando el propio Código Orgánico Tributario permite, con las excepciones ya mencionadas, la admisión en los procedimientos tributarios de cualquier medio probatorio, ello en concordancia con el citado principio de libertad de medios probatorios consagrado en el artículo 395 del Código de Procedimiento Civil”. (Sentencia del 18/07/96, Caso: Ramírez Salaverría, C.A) Así, entiende la Sala que la providencia o auto interlocutorio a través del cual el Juez se pronuncia sobre la admisión de las pruebas promovidas, es el resultado del juicio analítico efectuado por él respecto de las condiciones de admisibilidad que han de reunir las pruebas que fueran promovidas, es decir, de las reglas de admisión de los medios de pruebas contemplados en el Código de Procedimiento Civil, atinentes a su legalidad y a su pertinencia; ello porque sólo será en la sentencia definitiva cuando el Juez de la causa pueda apreciar, al valorar la prueba y establecer los hechos, si su resultado incide o no en la decisión que ha de dictar respecto de la legalidad del acto impugnado. Sobre la base del referido principio de libertad de los medios de prueba, una vez analizada la prueba promovida, el Juez habrá de declarar la legalidad y pertinencia de la misma, y en consecuencia habrá de admitirla, pues sólo cuando se trate de una prueba que aparezca manifiestamente contraria al ordenamiento jurídico, o cuando el hecho que se pretende probar con el medio respectivo no guarda relación alguna con el hecho debatido, podrá ser declarada como ilegal o impertinente, y por tanto inadmisible. En virtud de lo expuesto, estima la Sala, como anteriormente lo dejara sentado, que “ (...) esta limitación la estableció el legislador, para proteger el ejercicio del derecho a la defensa de la parte promovente y evitar en lo posible que una decisión judicial denegatoria, cause o pueda causarle un daño grave que en ocasiones resulta irreparable; pues, la admisión de una prueba ajustada a derecho y relacionada con el hecho u objeto debatido, no lesionaría a ninguna de las partes, ya que el Juez al momento de valorar el mérito probatorio de los medios traídos en el proceso, puede desestimarla.” (Sentencia dictada por la Sala Político Administrativa, Especial Tributaria II en fecha 19/05/99, Caso: Banco Exterior ,C.A.). Luego, surge evidente que la regla es la admisión y que la negativa sólo puede acordarse en casos excepcionales y muy claros de manifiesta ilegalidad e impertinencia, premisa que resulta aplicable a los procesos contencioso tributarios. (Sentencia Nº 2189 de fecha 14/11/00, dictada por la Sala Político Administrativa de este Tribunal Supremo de Justicia / Caso: PETROZUATA, C.A.). En atención a lo expuesto, debe ahora esta alzada pronunciarse respecto al auto interlocutorio dictado por el a quo en fecha 07 de noviembre de 2000, del cual se recurre la inadmisión de la prueba inspección judicial promovida por la sociedad mercantil contribuyente identificada supra. Al efecto, se observa que éste apreció que a los fines solicitados por la promovente, a saber, de constatar la existencia de los asientos contables y recaudos por ella señalados, le era preciso promover una experticia contable, no así una inspección judicial, motivo por el cual procedió a negar su admisión. Vistos los hechos y el derecho debatidos en autos y delimitado como ha sido el alcance y contenido del principio de libertad de pruebas, corresponde analizar el tratamiento legal de la prueba de inspección judicial, a cuyo efecto se ha de partir de lo previsto en el artículo 472 del Código de Procedimiento Civil, que dispone: “Artículo 472.- El Juez, a pedimento de cualquiera de las partes o cuando lo juzgue oportuno, acordará la inspección judicial de personas, cosas, lugares o documentos, a objeto de verificar o esclarecer aquellos hechos que interesen para la decisión de la causa o el contenido de documentos” De un primer análisis de la norma transcrita y su adecuación a la presente controversia, aprecia la Sala evidente el derecho que ampara a la contribuyente identificada ut supra para valerse de determinados hechos o situaciones, cuya existencia pueda ser constatada a través de la mencionada prueba, y si así lo fuere, pudiera demostrar la veracidad de sus pretensiones; máxime cuando de los autos se deduce que tales hechos guardan relación directa con la materia de fondo, debatida en el proceso principal que cursa en virtud del aludido recurso contencioso tributario, referida al impuesto municipal sobre patente de industria y comercio. Luego, en aplicación del artículo 398 del Código de Procedimiento Civil y de acuerdo a las actas procesales insertas en autos, puede deducirse claramente que la prueba de inspección judicial, entre otras promovida por los apoderados de la contribuyente, no era manifiestamente ilegal ni impertinente, en cuya virtud debió ser admitida por el a quo, con más razón si se considera que, en todo caso, siempre podría éste, en su oportunidad procesal, ejercer la facultad de valorar los resultados de las pruebas promovidas y debidamente evacuadas, y apreciar, si fuere el caso, que éstas no demuestran los hechos debatidos por la contribuyente, y por tal razón desestimarlas o desecharlas, una vez obtenida la convicción sobre la verdad de los hechos que se pretenden demostrar, proceso de valoración que deberá reflejarse en la sentencia definitiva. Por ello, estima la Sala que cualquier rechazo o negativa a priori a admitir una prueba que no aparezca y fuese calificada como manifiestamente ilegal o impertinente, violenta el principio o sistema de libertad de los medios de prueba, así como la normativa regulatoria del procedimiento probatorio que debe acatarse en el curso de un proceso y que incluso impide la efectividad del contradictorio, pudiendo lesionar en definitiva el derecho a la defensa de la parte promovente, tal y como juzga la Sala ocurre en el caso de autos. Así se declara. En atención a los argumentos que anteceden, para esta alzada resulta imperativo admitir la prueba de inspección judicial promovida por la representación de la referida contribuyente, y en tal sentido ordenar que el tribunal a quo proceda a su práctica, ajustado a los dispositivos legales pertinentes. Así también se declara. -IVDECISIÓN Conforme a las consideraciones expuestas, la Sala Político Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la Ley, declara: 1- CON LUGAR la apelación interpuesta por los apoderados judiciales de la contribuyente PROYECTOS E INVERSIONES SOFTECH, S.A., contra la negativa de admisión de la prueba de inspección ocular por ellos promovida, contenida en el auto de admisión de pruebas dictado el 07 de noviembre de 2000 por el Tribunal Superior Quinto de lo Contencioso Tributario, en el proceso contencioso tributario instaurado por la mencionada sociedad mercantil contribuyente contra la Resolución Nº 0102/2000 de fecha 04 de mayo de 2000, dictada por la Dirección de Recaudación de Rentas Municipales de la Alcaldía del Municipio Chacao, ratificatoria del reparo contenido en el Acta Fiscal Nº D.R.M-D.A.F-030-0061-2000 del 14 de febrero de 2000, levantada a cargo de la contribuyente por la cantidad de Bs. 61.782.310,81 2- En consecuencia, se REVOCA parcialmente el referido auto apelado; revocatoria que sólo alcanza a la aludida inadmisión de la prueba de inspección ocular, en cuya virtud se ORDENA su práctica al tribunal de la causa. Publíquese, regístrese y comuníquese. Devuélvase el expediente al tribunal de origen a los fines conducentes. Dada, firmada y sellada en el Salón de Despacho de la Sala Político Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas, a los dieciseis (16) días del mes de mayo de 2002. Años 192° de la Independencia y 143° de la Federación. El Presidente Ponente LEVIS IGNACIO ZERPA El Vicepresident e, HADEL MOSTAFÁ PAOLINI YOLANDA JAIMES GUERRERO Magistrada La Secretaria, ANAÍS MEJÍA CALZADILLA Exp Nº 2000/1210 LIZ/gb En veintiuno (21) de mayo del año dos mil dos, se publicó y registró la anterior sentencia bajo el Nº 00693.