21-05-02

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MAGISTRADO PONENTE: LEVIS IGNACIO ZERPA
EXP. Nº 1210
En fecha 09 de noviembre de 2000, el abogado José María Díaz Cañabate, inscrito
en el Instituto de Previsión Social del Abogado bajo el Nº 41.231, actuando en
representación de la contribuyente PROYECTOS E INVERSIONES SOFTECH,
S.A., sociedad mercantil inscrita en el Registro de Comercio de la Circunscripción
Judicial del Distrito Federal y Estado Miranda en fecha 14 de marzo de 1989, bajo el Nº
40, Tomo 67-A Sgdo; representación que consta de poder otorgado el 21 de abril de
1997 por ante la Notaria Pública Sexta del Municipio Autónomo Chacao del Estado
Miranda, anotado bajo el Nº 18, Tomo 30 de los respectivos Libros de Autenticaciones,
ejerció recurso de apelación para ante la Sala Político Administrativa del Tribunal
Supremo de Justicia contra el auto de admisión de pruebas, dictado el 07 de noviembre
de 2000 por el Tribunal Superior Quinto de lo Contencioso Tributario, mediante el cual
admite la mayoría de las pruebas promovidas por los apoderados de la referida
contribuyente el día 23 de octubre del mismo año, pero no obstante niega la admisión y
evacuación de la prueba de inspección judicial, igualmente promovida en el proceso
que cursa ante esa instancia en virtud del recurso contencioso tributario incoado por
dicha representación contra el acto administrativo contenido en la Resolución Nº
0102/2000 de fecha 04 de mayo de 2000, dictada por la Dirección de Recaudación de
Rentas Municipales de la Alcaldía del Municipio Chacao, ratificatoria del reparo
contenido en el Acta Fiscal Nº D.R.M-D.A.F-030-0061-2000 del 14 de febrero de 2000,
levantada a cargo de la contribuyente por la cantidad de Bs. 61.782.310,81.
En fecha 16 de noviembre de 2000, el tribunal de la causa oyó en un solo efecto
dicha apelación conforme a lo dispuesto en el artículo 402 del Código de Procedimiento
Civil, remitiendo a esta máxima instancia copia de los actos conducentes indicados por
la apelante, según consta del oficio Nº 2.918 del día 20 del citado mes y año.
El 28 de noviembre de 2000 se dio cuenta en Sala y se ordenó aplicar el
procedimiento de segunda instancia previsto en el Capítulo III del Título V de la Ley
Orgánica de la Corte Suprema. Se designó Ponente al Magistrado Levis Ignacio Zerpa y
se fijó el décimo (10º) día de despacho para comenzar la relación de la causa.
El 05 de diciembre del citado año, los apoderados judiciales de la contribuyente
consignaron escrito de formalización de su apelación.
Según consta en auto del 1º de febrero de 2001, vista la designación de los
Magistrados Hadel Mostafá Paolini y Yolanda Jaimes Guerrero y la ratificación del
Magistrado Levis Ignacio Zerpa, por la Asamblea Nacional en Sesión de fecha 20 de
diciembre de 2000, publicada en la Gaceta Oficial Nº 37.105 del día 22 del mismo mes
y año, se reconstituyó la Sala Político Administrativa en fecha 27 de diciembre de dicho
año, y se ratificó como ponente de la causa al Magistrado último citado, quien con tal
carácter suscribe el presente fallo.
El 28 de febrero del mismo año, oportunidad fijada para que tuviera lugar el
correspondiente acto de informes, no comparecieron las partes y se dijo VISTOS.
Mediante diligencia fechada el 28 de febrero de 2002, el abogado José María Díaz
Cañabate, como apoderado judicial de la contribuyente, solicitó ante esta alzada se
dictara sentencia en la presente causa.
-IANTECEDENTES Y DECISIÓN APELADA
Conforme se aprecia de los autos, el 23 de octubre de 2000, los apoderados
judiciales de la contribuyente consignaron en instancia escrito de promoción de pruebas
del proceso atinente al recurso contencioso tributario, por ellos ejercido contra el acto
administrativo contenido en la Resolución Nº 0102/2000 de fecha 04 de mayo de 2000,
dictada por la Dirección de Recaudación de Rentas Municipales de la Alcaldía del
Municipio Chacao; en cuya oportunidad dicha representación promovió pruebas
testimoniales, de informes e inspección judicial.
Luego, en ocasión de decidir respecto a la pertinencia y legalidad de los referidos
medios probatorios, el a quo se pronuncia en auto fechado 07 de noviembre de 2000,
admitiendo cuanto ha lugar en derecho, salvo su apreciación en la definitiva, las
pruebas testimoniales y de informes promovidas por la contribuyente. Sin embargo,
niega la admisión y evacuación de la prueba de inspección judicial, a partir de la
siguiente motivación:
“Respecto del CAPITULO II del Escrito de Promoción de Pruebas de la parte
recurrente en la cual se solicita Prueba de Inspección Judicial, considera este
Tribunal que una vez analizado lo solicitado, a los fines de que se constate la
existencia de los asientos y recaudos indicados en el escrito en cuestión, lo
referido es objeto de una Experticia Contable, motivo por el cual este Tribunal
niega la Admisión y Evacuación de la referida Prueba de Inspección Judicial.”
-II-
FUNDAMENTOS DE LA APELACIÓN
En fecha 05 de diciembre de 2000, la representación de la sociedad mercantil
contribuyente formalizó ante esta alzada su apelación de fecha 09/11/00, ejercida contra
la ut supra transcrita inadmisión de la prueba de inspección judicial por parte del
Tribunal Superior Quinto de lo Contencioso Tributario, sobre la base de los siguientes
fundamentos:
En primer término, éstos alegan que a través de la prueba de inspección judicial,
solicitada conforme a lo previsto en los artículos 472 y 473 del Código de
Procedimiento Civil, se pretende dejar constancia de que en la contabilidad de su
representada existían las cuentas Nº 401-I01, con la denominación específica de
COSTOS EQUIPOS INGEDIGIT, y Nº 1105-I002, con la denominación INGEDIGIT,
C.A., siendo que en las mismas se encuentran los asientos contables correspondientes a
las facturas de SOFTECH a INGEDIGIT; así como también respecto a la existencia y
asiento de otro grupo de facturas referidas a COSTOS FACTURADOS POR SUN A
SOFTECH PARA VENTAS DE INGEDIGIT, C.A., para cuya verificación no se
requiere de un práctico con conocimientos específicos técnicos contables.
Luego afirman, que para el juez a quo constatar directamente los originales de
dichas facturas, de cuyas copias disponía el tribunal en el expediente respectivo, sin
deducciones ni calificaciones jurídicas, tampoco requería de un conocimiento especial
que ameritara una prueba de experticia. Conforme a lo expuesto, solicitan de esta Sala
se ordene la práctica de la referida inspección judicial al tribunal de la causa.
-IIIMOTIVACIONES PARA DECIDIR
En virtud de la declaratoria contenida en el auto y de las objeciones formuladas
por el apelante, en representación de la sociedad mercantil contribuyente, la litis
planteada en el caso sub júdice se contrae a decidir si el tribunal a quo debió admitir la
prueba de inspección judicial, promovida por la representación de dicha contribuyente
de acuerdo a lo previsto en los citados artículos 472 y 473 del Código de Procedimiento
Civil.
Pasa la Sala a decidir y al efecto observa:
Conforme al pacífico criterio sostenido por la doctrina nacional, el llamado
principio o sistema de libertad de los medios de prueba es absolutamente incompatible
con cualquier intención o tendencia restrictiva de admisibilidad del medio probatorio
seleccionado por las partes, con excepción de aquellos legalmente prohibidos o que
resulten inconducentes para la demostración de sus pretensiones, principio que se
deduce del texto expresamente consagrado en el artículo 395 del Código de
Procedimiento Civil, que dice:
“Son medios de prueba admisibles en cualquier juicio aquellos que determina el
Código Civil, el presente Código y otras leyes de la República.
Pueden también las partes valerse de cualquier otro medio no prohibido
expresamente por la ley, y que consideren conducente a la demostración de sus
pretensiones. Estos medios se promoverán y evacuarán aplicando por analogía
las disposiciones relativas a los medios de pruebas semejantes contemplados en el
Código Civil, y en su defecto, en la forma que señale el Juez.”
Vinculado directamente a lo anterior, destaca la previsión contenida en el artículo
398 eiusdem, alusiva al principio de la libertad de admisión, conforme al cual el Juez,
dentro del término señalado, “... providenciará los escritos de pruebas, admitiendo las
que sean legales y procedentes y desechando las que aparezcan manifiestamente
ilegales e impertinentes” (destacado de la Sala); principio este recogido en el Código
Orgánico Tributario de 1994 en el primer aparte de su artículo 193, pero atenuado por
las excepciones del juramento y de la confesión de empleados públicos, el cual reza:
“(...) Serán admisibles todos los medios de pruebas, con excepción del juramento
y de la confesión de empleados públicos, cuando ella implique prueba
confesional de la Administración.(...)”
En el contexto de la materia debatida, dicho principio fue también reconocido por
la jurisprudencia de la extinta Corte Suprema de Justicia en Sala Político Administrativa
- Especial Tributaria, al afirmar que:
“..., resulta contrario a toda lógica jurídica, pretender limitar las pruebas del
cumplimiento de una obligación a un único instrumento, como serían las facturas
comerciales, más aun, cuando el propio Código Orgánico Tributario permite, con
las excepciones ya mencionadas, la admisión en los procedimientos tributarios de
cualquier medio probatorio, ello en concordancia con el citado principio de
libertad de medios probatorios consagrado en el artículo 395 del Código de
Procedimiento Civil”. (Sentencia del 18/07/96, Caso: Ramírez Salaverría, C.A)
Así, entiende la Sala que la providencia o auto interlocutorio a través del cual el
Juez se pronuncia sobre la admisión de las pruebas promovidas, es el resultado del
juicio analítico efectuado por él respecto de las condiciones de admisibilidad que han de
reunir las pruebas que fueran promovidas, es decir, de las reglas de admisión de los
medios de pruebas contemplados en el Código de Procedimiento Civil, atinentes a su
legalidad y a su pertinencia; ello porque sólo será en la sentencia definitiva cuando el
Juez de la causa pueda apreciar, al valorar la prueba y establecer los hechos, si su
resultado incide o no en la decisión que ha de dictar respecto de la legalidad del acto
impugnado.
Sobre la base del referido principio de libertad de los medios de prueba, una vez
analizada la prueba promovida, el Juez habrá de declarar la legalidad y pertinencia de la
misma, y en consecuencia habrá de admitirla, pues sólo cuando se trate de una prueba
que aparezca manifiestamente contraria al ordenamiento jurídico, o cuando el hecho que
se pretende probar con el medio respectivo no guarda relación alguna con el hecho
debatido, podrá ser declarada como ilegal o impertinente, y por tanto inadmisible.
En virtud de lo expuesto, estima la Sala, como anteriormente lo dejara sentado,
que “ (...) esta limitación la estableció el legislador, para proteger el ejercicio del
derecho a la defensa de la parte promovente y evitar en lo posible que una decisión
judicial denegatoria, cause o pueda causarle un daño grave que en ocasiones resulta
irreparable; pues, la admisión de una prueba ajustada a derecho y relacionada con el
hecho u objeto debatido, no lesionaría a ninguna de las partes, ya que el Juez al
momento de valorar el mérito probatorio de los medios traídos en el proceso, puede
desestimarla.” (Sentencia dictada por la Sala Político Administrativa, Especial
Tributaria II en fecha 19/05/99, Caso: Banco Exterior ,C.A.). Luego, surge evidente que
la regla es la admisión y que la negativa sólo puede acordarse en casos excepcionales y
muy claros de manifiesta ilegalidad e impertinencia, premisa que resulta aplicable a los
procesos contencioso tributarios. (Sentencia Nº 2189 de fecha 14/11/00, dictada por la
Sala Político Administrativa de este Tribunal Supremo de Justicia / Caso:
PETROZUATA, C.A.).
En atención a lo expuesto, debe ahora esta alzada pronunciarse respecto al auto
interlocutorio dictado por el a quo en fecha 07 de noviembre de 2000, del cual se
recurre la inadmisión de la prueba inspección judicial promovida por la sociedad
mercantil contribuyente identificada supra. Al efecto, se observa que éste apreció que a
los fines solicitados por la promovente, a saber, de constatar la existencia de los asientos
contables y recaudos por ella señalados, le era preciso promover una experticia
contable, no así una inspección judicial, motivo por el cual procedió a negar su
admisión.
Vistos los hechos y el derecho debatidos en autos y delimitado como ha sido el
alcance y contenido del principio de libertad de pruebas, corresponde analizar el
tratamiento legal de la prueba de inspección judicial, a cuyo efecto se ha de partir de lo
previsto en el artículo 472 del Código de Procedimiento Civil, que dispone:
“Artículo 472.- El Juez, a pedimento de cualquiera de las partes o cuando lo
juzgue oportuno, acordará la inspección judicial de personas, cosas, lugares o
documentos, a objeto de verificar o esclarecer aquellos hechos que interesen para
la decisión de la causa o el contenido de documentos”
De un primer análisis de la norma transcrita y su adecuación a la presente
controversia, aprecia la Sala evidente el derecho que ampara a la contribuyente
identificada ut supra para valerse de determinados hechos o situaciones, cuya existencia
pueda ser constatada a través de la mencionada prueba, y si así lo fuere, pudiera
demostrar la veracidad de sus pretensiones; máxime cuando de los autos se deduce que
tales hechos guardan relación directa con la materia de fondo, debatida en el proceso
principal que cursa en virtud del aludido recurso contencioso tributario, referida al
impuesto municipal sobre patente de industria y comercio.
Luego, en aplicación del artículo 398 del Código de Procedimiento Civil y de
acuerdo a las actas procesales insertas en autos, puede deducirse claramente que la
prueba de inspección judicial, entre otras promovida por los apoderados de la
contribuyente, no era manifiestamente ilegal ni impertinente, en cuya virtud debió ser
admitida por el a quo, con más razón si se considera que, en todo caso, siempre podría
éste, en su oportunidad procesal, ejercer la facultad de valorar los resultados de las
pruebas promovidas y debidamente evacuadas, y apreciar, si fuere el caso, que éstas no
demuestran los hechos debatidos por la contribuyente, y por tal razón desestimarlas o
desecharlas, una vez obtenida la convicción sobre la verdad de los hechos que se
pretenden demostrar, proceso de valoración que deberá reflejarse en la sentencia
definitiva.
Por ello, estima la Sala que cualquier rechazo o negativa a priori a admitir una
prueba que no aparezca y fuese calificada como manifiestamente ilegal o impertinente,
violenta el principio o sistema de libertad de los medios de prueba, así como la
normativa regulatoria del procedimiento probatorio que debe acatarse en el curso de un
proceso y que incluso impide la efectividad del contradictorio, pudiendo lesionar en
definitiva el derecho a la defensa de la parte promovente, tal y como juzga la Sala
ocurre en el caso de autos. Así se declara.
En atención a los argumentos que anteceden, para esta alzada resulta imperativo
admitir la prueba de inspección judicial promovida por la representación de la referida
contribuyente, y en tal sentido ordenar que el tribunal a quo proceda a su práctica,
ajustado a los dispositivos legales pertinentes. Así también se declara.
-IVDECISIÓN
Conforme a las consideraciones expuestas, la Sala Político Administrativa del
Tribunal Supremo de Justicia, administrando justicia en nombre de la República y por
autoridad de la Ley, declara:
1- CON LUGAR la apelación interpuesta por los apoderados judiciales de la
contribuyente PROYECTOS E INVERSIONES SOFTECH, S.A., contra la negativa
de admisión de la prueba de inspección ocular por ellos promovida, contenida en el auto
de admisión de pruebas dictado el 07 de noviembre de 2000 por el Tribunal Superior
Quinto de lo Contencioso Tributario, en el proceso contencioso tributario instaurado por
la mencionada sociedad mercantil contribuyente contra la Resolución Nº 0102/2000 de
fecha 04 de mayo de 2000, dictada por la Dirección de Recaudación de Rentas
Municipales de la Alcaldía del Municipio Chacao, ratificatoria del reparo contenido en
el Acta Fiscal Nº D.R.M-D.A.F-030-0061-2000 del 14 de febrero de 2000, levantada a
cargo de la contribuyente por la cantidad de Bs. 61.782.310,81
2- En consecuencia, se REVOCA parcialmente el referido auto apelado;
revocatoria que sólo alcanza a la aludida inadmisión de la prueba de inspección ocular,
en cuya virtud se ORDENA su práctica al tribunal de la causa.
Publíquese, regístrese y comuníquese. Devuélvase el expediente al tribunal de
origen a los fines conducentes.
Dada, firmada y sellada en el Salón de Despacho de la Sala Político
Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas, a los dieciseis (16) días
del mes de mayo de 2002. Años 192° de la Independencia y 143° de la Federación.
El Presidente Ponente
LEVIS IGNACIO ZERPA
El
Vicepresident
e,
HADEL MOSTAFÁ
PAOLINI
YOLANDA JAIMES GUERRERO
Magistrada
La Secretaria,
ANAÍS MEJÍA CALZADILLA
Exp Nº 2000/1210
LIZ/gb
En veintiuno (21) de mayo del año dos mil dos, se publicó y registró la anterior
sentencia bajo el Nº 00693.
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