Ponencia: Hacia una renovación de la política de admisión e ingreso a carrera de la Universidad de Costa Rica aumentando la inclusión social y la equidad regional. La presente ponencia parte de la premisa de que la UCR debe revisar su política de admisión e ingreso a carrera. De alguna manera, a partir de los 1990s la institución homologó política de admisión a sistema de admisión y, en particular, a la Prueba de Aptitud Académica. La ponencia asume, a partir de los resultados de una política que tiene más de una década, que deben revisarse para establecer criterios que permitan una mayor inclusividad social y regional, tal y como se sugiere en la parte de las propuestas. Justificación. La Universidad de Costa Rica, desde su creación misma en 1940, tiene entre sus objetivos esenciales, contribuir a la democratización permanente de nuestra sociedad. Esto lo hace de muchas maneras. Una de ellas es garantizando el acceso a la educación superior a jóvenes costarricenses, con independencia de su condición social o económica. Con tal propósito, la UCR ha tenido como un componente esencial de su desarrollo, tres instrumentos básicos para lograr cumplir con su misión democratizadora: i. la política de regionalización; ii. la política de becas y atención socioeconómica y iii. la política de admisión e ingreso a carrera. Esta última tiene el desafío de garantizar un equilibrio entre la excelencia académica con la inclusión social. Debe estar orientada a permitir que estudiantes de todos los estratos sociales, estén debidamente representados en el ingreso a la universidad y a sus carreras de interés. También debe dar condiciones para que esta población estudiantil pueda desarrollar toda su potencialidad a lo largo de su vida universitaria, formando excelentes profesionales con una visión crítica y humanista de la realidad en la que se insertarán para transformarla. La actual política de admisión e ingreso a carrera. La actual política de admisión está vigente desde mediados de los 1990s. Es resultado de la búsqueda de una solución a un problema que había crecido significativamente: el de la denominada “población flotante” de estudiantes. Este problema era particularmente serio en la carrera de Medicina, cuyo cupo se restringía a 100 estudiantes por año, quedando sin admitirse cientos de estudiantes que no se retiraban de la universidad, sino que seguían ubicados en este padrón por varios años. Por la época del cambio de la política de admisión, varios miles de estudiantes estaban en la condición de población flotante. Otro elemento importante a destacar de aquel momento, era que el grueso de los cupos de ingreso a carrera se definía a partir del promedio ponderado y no por la nota de ingreso a la Universidad. La difícil decisión tomada en aquella época para enfrentar el creciente problema de la población flotante fue fusionar la admisión a la universidad con el ingreso a carrera, tomando como criterio principal la nota de ingreso a la UCR. A partir de entonces, aproximadamente el 90 por ciento de los cupos de las carreras son definidos por este criterio. Grosso modo, el procedimiento de admisión e ingreso obliga a quienes quieren ingresar a la UCR a escoger entre dos opciones de carrera. En la práctica, un sector importante de la población estudiantil tiende a colocar como primera opción la carrera que más se aproxima a sus preferencias y como segunda opción, una carrera que por tener una nota de corte baja le permita ser admitido en la UCR. Si bien es cierto, esta política de admisión e ingreso a carrera resolvió el tema de la población flotante al obligar a que toda la población estudiantil que ingresa a la UCR esté ubicada en alguna carrera, también es cierto que, después de más de tres lustros de ejecución, esta política ha tenido efectos negativos que deben ser valorados y debe tener ajustes en función de garantizar una mayor equidad. Aspectos críticos de la política actual. Entre los aspectos críticos de esta política, se señalan los siguientes: - La Prueba de Aptitud Académica no fue concebida para definir el ingreso a carrera, sino para la admisión en la Universidad. - Se desechó el desarrollo potencial de la población estudiantil por medio del promedio ponderado de los cursos requisitos de las carreras a las que quieren ingresar. - Las unidades académicas también se ven afectadas de manera negativa, en particular las que tienen cortes de notas bajos, pues las hace ser receptoras de población estudiantil que solo está en esas carreras mientras logran ingresar a sus carreras de predilección. Es decir, en la práctica lo que hizo la institución con esta política fue encubrir la población flotante, creando un importante grupo de estudiantes que podría denominarse población insatisfecha. Esto tiene un efecto crítico sobre la capacidad de planificación del desarrollo de las unidades académicas, pues muchas de ellas ven menguada su población estudiantil de manera importante conforme avanza la carrera. - No hay una justificación clara que explique porqué la población estudiantil solo puede tener dos opciones iniciales más la opción de las sedes, al solicitar admisión a la UCR e ingreso a carrera. Vista desde la perspectiva de la distribución de la población insatisfecha, darles más opciones permitiría una dispersión mayor de esta población en las unidades académicas con cortes bajos y también daría más posibilidad a la población estudiantil de colocar opciones más cercanas a las de su prioridad vocacional. Más allá de los aspectos mencionados hasta este momento, también habría que señalar otros elementos que evidencian la necesidad de repensar la política de admisión e ingreso a la UCR: - Es una política que, en términos de equidad, permite una sub-representación de la población proveniente de colegios públicos (en promedio, un 65 por ciento del total de la población admitida y son cerca de un 90 por ciento a nivel nacional) y una sobrerepresentación de quienes provienen de colegios privados (representan cerca de 24 por ciento dentro de la UCR y menos del 10 por ciento a nivel nacional). - Es una política de admisión e ingreso a carrera que no incorpora variables de representación geográfica y étnica, de manera tal que las poblaciones estudiantiles de zonas alejadas o con un bajo índice de desarrollo, así como de minorías étnicas o de origen migrante. Esto es particularmente crítico en las carreras de mayor demanda y con cortes más altos, en las que prevalece la sobre-representación de población de la GAM y de colegios privados. - En relación a los cupos en carreras de alta demanda y de cortes muy altos, es problemático en términos de equidad el que haya población estudiantil que pueda estar ocupando cupo en dos carreras de alta demanda, mientras que estudiantes con promedio ponderado alto no pueden ingresar a alguna de estas carreras como consecuencia de esta situación. Estos son elementos que, en términos de justicia y equidad, deben ser revisados para que la UCR pueda cumplir de manera adecuada con el objetivo de contribuir a la democratización del acceso a la educación superior pública de la mayor cantidad de jóvenes con independencia de su situación socioeconómica. Propuestas. A partir de estas consideraciones y tomando en cuenta que la política de admisión e ingreso a carrera debe ser orientada por principios de justicia, igualdad y equidad, se propone lo siguiente: - La política de admisión e ingreso a carrera debe ser revisada con el propósito de garantizar que haya una adecuada representación de todos los sectores sociales. En esa línea, se propone impulsar acciones orientadas a reducir las brechas de género, étnicas y de inequidad social o geográfica. - La institución debe hacer un mayor esfuerzo para garantizar el total aprovechamiento de los cupos sobrantes. - De la misma manera, debe revisarse el doble empadronamiento de estudiantes en carreras de alta demanda. - En relación a la cantidad de opciones permitidas a la población estudiantil para ser admitido a la UCR e ingresar a carrera, debe permitirse al menos cuatro opciones. - Debe reducirse el excesivo peso de la PAA en la definición de ingreso a carrera. En esa misma línea debe darse mayor peso a traslados y al promedio ponderado en términos de los cupos en carreras.