Integración y discriminación por razón del sexo

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INTRODUCCIÓN
Hoy en día la cultura asigna roles o tareas al hombre y a la mujer con la diferencia que esta
distribución se da en un estado de mayor preponderancia a lo masculino.
Biológicamente mujeres y hombres somos diferentes, pero todas las asignaciones valorativas al género
son de origen cultural incluyendo la validación del control o dominio de unos sobre otros, mas claro
aún; del sexo fuerte (hombres) sobre el sexo débil (mujeres).
Actualmente se realiza una división de roles a partir de las características de ambos sexos; separando
los que son tareas de mujeres y las tareas de los hombres, olvidándose de la complementación para la
que fuimos creados.
Esta problemática se comienza a desarrollar desde que somos muy pequeños/as. Por ejemplo al nacer
nos etiquetan con colores que determinan características de nuestro sexo, rosado mujer, celeste hombre,
sin dejar de lado los juguetes como las muñecas, juegos de cocina, exclusividad de niñas que
supuestamente nos acerca aún mas a las labores domesticas que deben ser realizadas por las mujeres, o
camiones, pelotas; que solo deben ser utilizados por los hombres.
De esta manera vamos internalizando conductas que nos identifican sexualmente, sin embargo debemos
de tener cuidado de no esteriotipar los roles sexuales.
Por esta razón es que nosotras futuras educadoras nos preocupa el hecho de crear conciencia sobre la
discriminación de género y sobre todo prepararnos para enfrentar y corregir de alguna manera esta
problemática que aún esta encubierta en nuestro medio, y así luchar para obtener una sociedad justa, y
nada mejor que comenzar con los niños desde su mas tierna edad.
Este trabajo es una oportunidad para nosotras en que queremos compartir nuestras reflexiones sobre
la problemática de género y su relación con el quehacer educacional, en especial con el de educadoras
de párvulo en el aula.
El objetivo de esta investigación es dar a conocer un tema que esta presente en nuestra educación y que
nos concierne puesto que el grupo más vulnerable es el nivel preescolar, puesto que se encuentran en
formación.
Creemos que es fundamental reflexionar y tomar conciencia de que la educadora de párvulos en forma
explicita o implícita reproduce discriminación, a veces sin darse cuenta, en todo el proceso de
enseñanza− aprendizaje.
En la primera parte, describiremos un marco teórico acerca de la problemática de género y educación.
En la segunda parte, describiremos y analizaremos en que consistió nuestro trabajo en terreno, el cual
realizamos en un Jardín Infantil, donde fuimos a observar si la educadora utilizaba o no un lenguaje y
actitudes que favorecían el trato igualitario entre niños y niñas.
La tercera parte son las conclusiones finales, en torno a esta investigación.
Esperamos cumplir con las expectativas y objetivos del trabajo, obteniendo un buen resultado del
mismo.
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I PARTE
GÉNERO Y EDUCACIÓN
Comenzaremos el desarrollo de nuestro tema situándonos principalmente en los antecedentes generales
respecto a la relación educación y genero; para ello haremos una aclaración fundamental entre sexo y genero.
Mientras que sexo hace referencia a los aspectos exclusivamente biológicos, a las diferencias entre mujeres y
hombres en relación a sus órganos genitales y a su función reproductiva, género alude al conjunto de
prácticas, símbolos, representaciones, normas y valores que las sociedades elaboran a partir de las diferencias
biológicas y que se traducen en la asignación de roles sociales diferenciados para hombres y mujeres.
SEXO
Categoría biológica dada por la naturaleza
Condición inmutable que define a una persona como
hombre y mujer
Define roles específicos en la reproducción de la
especie
Se asocia a la distinción macho / hembra
Categoría valida para todas las especies
GÉNERO
Categoría cultural socialmente construida
Condición modificable, según los patrones culturales
imperantes en el entorno social
Define el rol social atribuido a hombres y mujeres
Se asocia a la distinción femenino / masculino
Categoría valida solo en un entorno cultural
Lo femenino visible pag.13
De este modo las diferencias de comportamiento de los hombres y mujeres se desarrollan principalmente
durante el aprendizaje social de las identidades femeninas y masculinas, en el cual intervienen instituciones
sociales como la familia y la escuela.
Este aprendizaje social nos hace vincular inmediatamente el concepto de socialización, ya que a través de este
proceso aprendemos las características de nuestra cultura y mediante el contacto con otros seres humanos los
niños y niñas aprender a ser hombres y mujeres.
En nuestra cultura, el proceso de socialización a sido de carácter patriarcal, cultura con dominación
masculina, el cual:
1. Se inicia en el nacimiento y continua por toda la vida.
2. Hace que los niños / as asuman pautas, actitudes y forma de vida conformes a los valores sociales
predominantes.
3. Les induce a actuar de acuerdo con las exigencias y requisitos de la sociedad patriarcal.
Casi con seguridad el aprendizaje de género por parte de los niños y niñas es inconsciente, antes de que el
niño o niña pueda etiquetarse a sí mismo como de un género u otro, recibe una serie de claves preverbales. Por
ejemplo, los adultos, mujeres y hombres, suelen tratar a los bebes de distinto modo. En un experimento ya
clásico se observo a cinco madres jóvenes interactuando con una niña de seis meses. Le solían sonreír
continuamente y le daban muñecas para que jugaran. Decían que era muy dulce y que tenia un llanto suave.
La reacción de un segundo grupo de madres con un niño de la misma edad fue notablemente diferente. Le
solían ofrecer un tren u otro juguete masculino para que se entretuvieran. La niña y el niño eran el mismo
bebe vestido de diferente manera.
El aprendizaje de género se hace a través de los roles sociales que son las expectativas de comportamiento, es
decir, lo que se espera que realice una persona (se esperan ciertas conductas y que se cumplan determinadas
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funciones).
Es así, como los padres hacen ejercitar en los niños y niñas estos roles a través de los juegos y reglas sobre
todo cuando estos, son pequeños ya que a las niñas, la madre le regala tazas, cocinas, muñecas, induciéndola a
jugar a la mamá, diciéndole que debe cuidar al bebé (muñecas), lavarlos, vestirlos, alimentarlos, preparándola
así en la función que más adelante le tocara vivir, por el contrario, a los niños se les enseña a jugar y a recibir
regalos tales como pelotas, armas, autos, preocupándose sobre todo el padre de enseñarle juegos de hombres,
dejando en claro que no pueden ni deben participar en las entretenciones del sexo opuesto y si ello ocurre
habrán sanciones de tipo afectivo; les enseñan a no ser amables y a no expresar sus sentimientos
espontáneamente de esta forma se les coarta la posibilidad de desarrollarse en forma libre.
A nuestro juicio, el aprendizaje de los roles femeninos y masculinos son indispensables para una sana
identificación sexual por lo tanto hay que tener cuidado de no hacer rígidos los roles sexuales, ya que muchas
veces impide estimular el desarrollo de aptitudes y habilidades, quitando al niño o niña su identidad como
persona hombre o como persona mujer.
De la rigidez de los roles sexuales surge el concepto de estereotipo. Los estereotipos son normas, valores,
conductas o atribuciones externas sociales que se dan a cada sexo y a los cuales cada uno esta obligado a
limitarse.
SER MUJER (feminidad)
Suave, dulce
SER HOMBRE (masculinidad)
Duro, rudo
Sentimental
Frío
Intuitiva
Intelectual, racional
Impulsiva, atolondrada
Planificado, organizado
Frágil
Fuerte
Sumisa
Dominante
Dependiente
Independiente
Cobarde
Valiente
Recatada
Audaz
Voluble
Estable
Quien encausa y transmite los estereotipos es la familia, la cual se mueve dentro de los modelos con los cuales
fueron criados / as y que vuelven a reproducir en su propio núcleo familiar.
Es así, como los roles y estereotipos afectan al desarrollo de niños y niñas, sobre todo en el área emocional
social ya que con, no hagas esto, no hagas lo otro, confunden a los niños y niñas.
Por esto la familia cumple un papel primordial en cambiar y aceptar las diferencias, así como de convivir
entre ellas / os, enseñando que hombres y mujeres tenemos solo diferencias determinadas biológicamente, ya
que el ser hombre o mujer no implica cumplir tales o cuales roles, sino muestra que ambos tienen la misma
capacidad y potencial para vivir. Es decir, los padres primeramente, luego la escuela, la iglesia, los medios de
comunicación, etc., cumplen un papel fundamental en la transmisión de una cultura no−sexista, entendiéndose
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por sexismo a la discriminación de personas de un sexo por considerarlo inferior al otro.
Desde muy temprana edad niños y niñas sufren influencias de inducirlos u obligarlos a vivir de acuerdo con el
papel sexual supuestamente correspondiente a unos (sexo masculino) y a otras (sexo femenino).
En el caso de la mujer su papel y función es tener y criar a sus hijos y el papel y función del hombre es
mantener y otorgar seguridad a su familia.
Papel de la escuela en la socialización de los roles.
En el área educativa alumnas y alumnos son socializados según los estereotipos tradicionales de género, a
través de mecanismos como el aprendizaje de los limites de la interacción con sus pares, la internalización de
lo que debe ser un sujeto según su género y la atribución de responsabilidades y aprendizajes diferenciados
para mujeres y hombres.
Se ha descubierto que aunque la participación femenina esta a la par con el varón y también el rendimiento
escolar, existe una división en la elección de carreras que siguen pautas genéricas, lo que contribuye, casi
siempre a la discriminación de las mujeres en sus posibilidades económicas y profesionales.
Al revisar el papel de la escuela en la socialización de niños y niñas, nos damos cuanta que hay diversos
medios o métodos por los cuales se recibe la información desde el mundo exterior hacia el interior del
educando. La escuela organiza las actividades de aprendizaje de acuerdo a un currículo que se determina
dependiendo de las concepciones filosóficas y pedagógicas en que se inspire esta.
El currículo oculto de género.
Para que se produzca un cambio en la escuela se deben establecer principios de igualdad, respeto y
cooperación entre los sexos; este cambio no implica solamente la integración de nuevos conceptos, sino
también una nueva concepción de la ciencia y por lo tanto nuevas actitudes, roles y sentimientos que se harán
explícitos tanto en lo que concierne al currículo manifiesto como al oculto.
Entonces podríamos definir al currículum oculto como un conjunto de normas y valores inconscientes de
conducta, aprendidas en la primera infancia y perpetuados en la escuela a través de los contenidos y sobre
todo a través de los comportamientos, actitudes, gestos y expectativas del profesorado respecto a alumnos y
alumnas.
Es decir, se llama currículum oculto a los aspectos del aprendizaje en la escuela, que no son oficiales o
aquellas consecuencias que se generan por la forma en que la enseñanza y el aprendizaje están organizados y
se realizan y que tienen una repercusión en la formación general de la persona.
Es interesante darnos cuenta como el currículo oculto de género contiene y define las condiciones culturales
de posibilidad para el desarrollo personal al determinar los roles sexuales, las tareas, las expectativas
personales y sociales implicadas en cada rol, así como las diferentes medidas de éxito o de fracaso que cada
tarea social conlleva.
¿Cómo se transmite el género en la escuela?
La identidad del género, es decir, el conocimiento sobre las expectativas sociales de nuestro comportamiento
como hombres o mujeres, es aprendido especialmente durante nuestros primeros años de vida, en los
diferentes ámbitos donde esta se desarrolla. En primera lugar en la familia, escenario privilegiado de la
representación del papel masculino y femenino, después la escuela, los medios de comunicación y la
publicidad, la literatura y los medios de comunicación infantiles, el lenguaje escrito y el hablado.
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A medida que se va completando el desarrollo cognoscitivo infantil, la capacidad para incorporar la
información que emana de todas estas fuentes, permitirá configurar esquemas mentales que dirigirán la
percepción de la realidad y de la propia persona con relación a ella, y de esta forma el niño y la niña
asumirán, su condición de varón y de mujer y además las connotaciones
Respecto a la adquisición de la identidad de género, la escuela se configura como uno de los principales
agentes socializadores. Las niñas y niños tienen ideas muy claras adquiridas en la infancia. A pesar de este
hecho, las posibilidades que la escuela tiene de presentar diferentes alternativas respecto a la concepción del
género, son muy amplias. Todavía, los resultados obtenidos quedan demasiado lejos de las metas deseadas: es
difícil escapar de la reproducción de las costumbres sociales predominantes.
Por todo lo visto anteriormente pensamos que seria de gran importancia que nosotras como futuras
educadoras, reflexionáramos sobre la importancia que tendremos en la superación de las desigualdades tanto
de los hombres como de las mujeres. Debemos como profesionales de la educación, encontrar algún
mecanismo que favorezca la igualdad en la educación, por esto, en los procesos educativos no debe existir una
división del hombre y de la mujer en la elaboración y trasmisión del conocimiento, la cultura y la información.
Para esto es importante:
• Incorporar el principio de igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres en el ámbito educativo.
Es decir que en las planificaciones a nivel nacional deberían basar su organización y objetivos en
igualdad, habiendo las mismas actividades tanto para hombres como para mujeres de igual manera sin
distinción.
• Eliminar los rasgos sexistas de los currículos y materiales didácticos. Todo material debe ser utilizado
en forma igualitaria para niños y niñas.
• Sensibilizar y formar al profesorado para eliminar las prácticas sexistas y mejorar su desempeño
laboral en pro de una efectiva igualdad entre mujeres y hombres en el proceso educativo.
II PARTE
TRABAJO EN TERRENO
Luego de revisar el marco teórico en el cual se sitúa el problema de género, nos adentraremos en lo que
consistió la segunda, y no por eso menos importante, parte de nuestra investigación, que fue constatar en
terreno si la educadora de párvulos, a través de su lenguaje y actitudes favorecía o no el trato igualitario entre
niños y niñas en el Jardín Infantil.
Para esto asistimos al Jardín Infantil Villa Universo, ubicado en la comuna de Pudahuel.
La salida consistió en una visita de media jornada (cuatro horas) a la sala de actividades del nivel Transición
Mayor.
La metodología de investigación que utilizamos fue la observación y el registro mediante grabaciones y
apuntes.
Nuestro problema en estudio podríamos sintetizarlo en los siguientes puntos observados y registrados:
• El lenguaje de la educadora y contenidos explícitos.
• Las valoraciones implícitas en gestos, instrucciones y sugerencias.
• La asignación de roles.
Descripción, Interpretación, Análisis y Comentarios de lo observado:
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La sala es de cemento, pintada de color amarillo, a un costado se encuentra el baño. Hay un ventanal frente a
la puerta, lo cual permite que tenga una buena ventilación y luz natural. El piso es de cerámica. En un costado
de la sala hay una repisa de color café, donde se encuentran materiales de diverso tipo. En otro costado se
encuentra un estante de color celeste, donde se guardan las colchonetas de la siesta y otros materiales.
2:30: La auxiliar se encarga de despertar con música a los niños y niñas que duermen siesta. Estos se
levantan, se ponen los zapatos y van al baño a lavarse la cara y peinarse. En este ínter tanto, la auxiliar guarda
las colchonetas con ayuda de algunos niños y niñas.
3:00: La educadora entrega instrucciones: los niños entran las mesas y las niñas ordenan las sillas. Creemos
que estas instrucciones no favorecen el trato igualitario entre niños y niñas, ya que la educadora se deja
llevar por los estereotipos de que la niña es más débil y por lo tanto debe realizar la labor más liviana, al
contrario del niño que supuestamente es mas fuerte y tiene la estructura física adecuada, por lo que debe
realizar la labor más pesada. Con esto la educadora implícitamente hace que niños y niñas asuman roles
estereotipados según su sexo, no permitiendo el desarrollo de su autonomía, ya que deben cumplir con roles
asignados
Durante esta labor, una niña sale afuera para ayudar a un niño a entrar la mesa, la educadora al verla le dice:
¿por que estas entrando esa mesa? Yo dije los niños entran las mesas, no las niñas, ¿acaso tienes pene?. La
niña al escuchar esto ingresó a la sala. Nos parece que esta actitud de la Educadora hacia la niña al no
dejarla participar en la labor que se había asignado para los niños, fue discriminatoria hacia ella, ya que a
través del lenguaje que usó, explicito a la niña que no debía involucrarse en las labores asignadas a los
hombres.
Luego un niño reclama que le duelen las manos al transportar la mesa a lo que la educadora respondió: miren
el niño manos de seda. Nuevamente la educadora mediante el lenguaje marca en el niño, a nuestro parecer en
forma irónica, un rasgo que pertenece al estereotipo femenino, haciendo que este asuma como malo quejarse
de una labor que supuestamente le corresponde.
De esta manera siguieron hasta entrar todas las mesas y ordenar las sillas.
3:30: Dentro de la sala, los niños / as se sentaron, y la auxiliar les repartió revistas de diverso tipo las que los
niños comenzaron a mirar. Nos acercamos a un grupo de cuatro niñas y un niño que miraban un catalogo de
juguetes. Una niña manifestó interés por buscar la sección de juguetes para niñas y cuando le preguntamos
porque solo los para niñas, respondió: las niñas se compran juguetes para mujeres. El niño por su parte nos
señaló cuales eran los juguetes para niñas y cuales para niños. En esta actitud nos damos cuenta que los
niños/as tienen asumido su estereotipo, dejando ver que tienen muy en claro que niños y niñas no comparten
los mismos juguetes. Las niñas se interesan por las muñecas, tacitas y juguetes que simulan la casa y la
maternidad (estereotipo femenino tradicional). El niño se interesaba en autos, robot y en general juguetes
más violentos (estereotipo masculino tradicional).
4:00: La educadora pide silencio para presentarnos a los niños y niñas justificando nuestra presencia en la
sala. Les cuenta que estudiamos en la Universidad y les dice: Las tías están estudiando, por eso vienen a ver
como se comportan estos niños. Con este lenguaje la educadora refleja la invisibilidad de la mujer, esto se
debe, a nuestro juicio, porque en el lenguaje oral y escrito se ha incluido todo lo masculino como sinónimo de
lo femenino. Esto nos parece que debe ser cambiado, puesto que es legitimo que tanto la niña como el niño
deben ser nombrados en forma explicita en nuestro lenguaje.
Luego seguimos conversando con la educadora, la auxiliar y los niños y niñas, sobre temas como el pololeo.
4:45: Llegaron las leches a la sala. Una niña y un niño que ya habían sido designados por sorteo y estaban en
el tablero de responsabilidades, repartieron la leche y la auxiliar las galletas, cantaron la canción de la
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colación y luego comieron. Creemos que el sistema de sorteo para repartir las responsabilidades diarias, es
una buena forma de favorecer la igualdad de oportunidades para niños y niñas.
5:30: Después que terminaron de comer fueron al baño, donde se cepillaron los dientes y se lavaron cara y
manos.
6:00: Una vez listos, ordenaron su bolsa, y la educadora ordenó formar un círculo con las sillas, en el cual
cantaron diversas canciones que eran elegidas por los mismos niños y niñas.
6:20: Canción de despedida. La educadora comienza: A levantar la manito: (los niños y niñas levantan una
mano), luego cantan:
A llegado la hora de irse con mamita,
mañana muy temprano volveré al jardín,
chao tía, besitos para ti, ( muack, muack)
Educadora: hasta mañana las niñas
Niñas: hasta mañana tía Jacqueline
Educadora: hasta mañana los niños
Niños: hasta mañana tía Jacqueline
A nuestro parecer la canción de despedida es una excelente forma de integrar y dar un trato igualitario a niños
y niñas, ya que desaparece la invisibilidad de la mujer en el lenguaje y así transmite los valores de igualdad,
solidaridad y respeto hacia ambos sexos.
6:30: Llegan los apoderados y los niños y niñas comienzan a retirarse.
III PARTE
CONCLUSIONES
Cada día tenemos mayor conciencia de lo que significa la discriminación sexista. Junto a esta toma de
conciencia se hace urgente descubrir los mecanismos que utilizamos, aún sin darnos cuenta, en las
interacciones cotidianas con los niños y niñas a través de las cuales se sigue reproduciendo la
discriminación de género.
A través de este estudio logramos comprender la importancia que tenemos como educadoras desde el
momento en que formamos parte del entorno de niños y niñas, ya que somos responsables directas de la
formación de personalidad e identidad de género de estos, pues, pasamos a ser sin pretenderlo
concientemente, modelos establecidos para ellos y ellas, y debido a esto el cuidado que debemos tener de
no esteriotipar los roles sexuales para evitar limitar el desarrollo de sus potencialidades y por ende,
inhibir las ganas de aprender.
Es por esto que la educación formal juega un papel fundamental en lo que se refiere a trasmisión de
identidad de género y socialización de la persona, teniendo en cuenta que mujer y hombre son iguales
en su condición humana.
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Al finalizar el análisis de nuestra investigación en terreno concluimos que:
• A pesar de que la educadora conoce el concepto de igualdad de género, como comprobamos en
la canción final donde se despide tanto de niñas como de niños, consideramos que aun no lo
tiene internalizado, ya que la mayor parte del tiempo aplica un lenguaje y actitudes que no
favorecen el trato igualitario tanto para niñas como para niños.
• Los mensajes implícitos en el lenguaje oral no transmiten valores positivos hacia los niños y
niñas si no que reproducen muchas veces mensajes sexistas que afectan al ser hombre y al ser
mujer.
• Lo anterior nos lleva a darnos cuenta que la educadora conserva los estereotipos sexistas, es
decir acepta lo tradicionalmente establecido para niños y niñas.
• Estas actitudes y lenguaje de la educadora no favorecen el desarrollo de la autonomía, tanto en
niñas como en niños, por el hecho que al trasmitir estereotipos la educadora no permite que
ellos creen su espacio y asuman un rol propio, sino uno esteriotipado.
• Esta discriminación además afecta y daña la formación de la personalidad y de la identidad
sexual equilibrada de muchos niños y niñas que están en pleno periodo de desarrollo.
Esperamos que el trabajo realizado nos sirva tanto a nosotras como a nuestras compañeras para tomar
conciencia de la importancia que tenemos como futuras educadoras encargadas de la transmisión de
valores y formación inicial de los niños y niñas de hoy, adultos / as del mañana.
1 Gidenns, Anthony, Sociología, Pág. 73, 1998
Giddens, Anthony, Sociología, Pág.135, Alianza Editorial, 1998.
Astargo, Lorena y otros, Rimas, Canciones y señales. Santiago, Chile, 1998, pag.33
Cortés, Claudia y otros, El desarrollo de la identidad de Género a través de las actividades de rincón, Santiago,
Chile, 1997. Pág.25
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