TEMA 19: EL IMPACTO PLANETARIO DEL CAPITALISMO

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ANTROPOLOGÍA ECONÓMICA. 2º PARCIAL. TEMAS 12 - 22
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TEMA 12 INTRODUCCIÓN: INCRUSTACIÓN E INTERCAMBIOS
La dificultad de aislar la producción de la distribución y del consumo en las sociedades sin una
esfera económica aislada. La cuestión de la distribución y la antropología económica. Excedentes,
poder político e intercambios. Vínculos entre consumo e intercambio. Indefinición de los
intercambios e incrustación.
RESUMEN DE LOS PROBLEMAS CENTRALES
Dificultades de la tríada producción-distribución-consumo.
Los vínculos entre producción, circulación y consumo: aplicación de la noción de incrustación.
La cuestión de la distribución. Excedentes, poder político e intercambios.
TEXTOS DE ESTUDIO
M. Sahlins: Economía tribal (sección 4 del capítulo 14 de la addenda).
Breves textos de Nazotzky y Ritzer en este tema en la addenda.
GUÍA DE LECTURAS.
Los principales estudios de Antropología Económica han estado orientados al estudio de la
circulación y de los diversos modos de distribución (reciprocidad, redistribución e intercambios) y
su relación con el resto del sistema social. Tal vez esto sea así debido al carácter incrustado de las
instituciones en las propias sociedades estudiadas (por ejemplo, el Potlatch).
La propia estructura de la producción, de la distribución y del consumo en este tipo de sociedades
presenta un complicado dilema a todos aquellos que siguen un esquema clasificatorio del tipo
infraestructura-estructura-superestructura. La multiplicación de modos de producción en los años
sesenta y setenta y la mezcla en ellos de base y superestructura, o el ensamblaje de elementos de
la producción, de la distribución y del consumo con las instituciones de parentesco con sacrificios o
con la moral ha llevado a muchos autores a utilizar tipologías laxas con el objetivo de agrupar
modos de producción o distribución que presentan ciertas regularidades y permiten dar cuenta de
la riqueza de variedades.
Pero parece que ni siquiera entre nosotros donde una de las definiciones de la economía parte de
la consideración de producción, distribución y consumo como fenómenos separados y donde
estamos acostumbrados a seguir una clasificación tajante de los fenómenos según su pertenencia,
se puede establecer esta separación. Los modernos estudios de historia económica sobre el
consumo, han constatado la ausencia de este campo en las tesis clásicas del capitalismo que
partían de la producción. C. Campbell al analizar la industrialización en la Inglaterra del siglo XVIII
encuentra que en esta época se produjo una revolución sociocultural en el consumo, sobre todo
con respecto a las modas y a los bienes culturales como la literatura o la música. Al contrastar la
revolución en el consumo con la tesis de Weber, Campbell se encuentra con un doble aspecto: por
una parte, la Revolución Industrial, la ética protestante y los cambios en la producción; pero por
otra, el consumo, sobre todo entre las clases medias, es decir, entre los mismos puritanos
ascéticos que según la tesis de Weber condenaban el lujo y la búsqueda del placer.
Al haberse centrado la mayoría de los autores en los cambios de la producción, no sólo no se
había dado ninguna explicación teórica a las dos revoluciones como parte del mismo proceso, sino
que el incremento del consumo ni siquiera se plantea como problema.
Si extrapolamos esto a nuestra sociedad, veremos antes un rechazo moralizante del consumo que
una descripción del mismo, y menos teorías que expliquen el consumo actual en relación con los
cambios productivos o con el propio concepto social de “trabajo”. Los ejemplos expuestos por
Susana Narotzky o George Ritzer ilustran algunos aspectos actuales del problema.
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TEXTO 1: S. Narotzky (1997): New Directions in Economic Anthopology
PRODUCIR MIENTRAS SE CONSUME.
EL DEBATE DEL TRABAJO DOMÉSTICO.
El trabajo doméstico, situado en el corazón del consumo, ha aportado las pruebas más
contundentes de lo necesario que es considerar el vínculo entre el consumo y la producción como
una expresión simultánea de la actividad económica.
El trabajo doméstico es el aspecto más debatido del “consumo”. Incluye la producción de bienes y
servicios.
Los bienes que se producen, por ejemplo comidas o el montaje de productos del tipo “hágalo
usted mismo” (como los muebles que tienes que montar en tu casa), a menudo se consumen
inmediatamente y tienden a asimilarse a “servicios”.
Los servicios no son bienes, sino actividades que se consumen cuando se producen, como por
ejemplo, la limpieza, el cuidado de los mayores y pequeños.
El cuidado no es un servicio material concreto, sino una situación general de ser consciente, de
estar dispuesto ante las necesidades de los miembros de la casa. Este cuidado consume tiempo y
energía, es el tipo de trabajo más “invisible”. (Son las tareas de planificar, hacer la comida,
organizar y clasificar las compras..., en general las tareas relacionadas con las necesidades de los
miembros de la casa).
Se puede definir el trabajo doméstico como la producción de bienes y servicios en la casa y el
cuidado en sentido general.
Un primer problema conceptual aparece cuando se intenta distinguir entre producción doméstica y
consumo personal. ¿Cómo podemos distinguir, por ejemplo, qué parte del tiempo empleado en
preparar una comida es “producción” y qué parte consumo?
El debate del trabajo doméstico es una buena introducción a los problemas conceptuales con que
se enfrentan los antropólogos cuando intentan dotar de sentido a las relaciones “económicas”. El
principal problema es que la división conceptual entre producción-distribución-consumo obscurece
el carácter complejo de la mayoría de las relaciones económicas.
El debate del trabajo doméstico pone de relieve que el trabajo adscrito al ámbito del “consumo”
podría tener claras implicaciones en el ámbito de la “producción”.
El caso del auto-montaje, de los muebles del tipo “hágalo usted mismo”, es un excelente ejemplo
de cómo las compañías de muebles transfieren el trabajo “productivo” al “consumidor”, de quien
extrae algo parecido a la plusvalía sin ni siquiera entrar en una relación de trabajo/capital. Vemos
cómo actividades etiquetadas como consumo están directamente relacionadas con la organización
de la producción y con unas formas particulares de explotación.
TEXTO 2: G. Ritzer (1996): La McDonalización de la Sociedad.
En el texto explica varios ejemplos de empresas que ponen al consumidor a trabajar. Estos
ejemplos pueden parecer tribales. Es evidente que no se trata de un trabajo agobiante, pero si
consideramos la totalidad de estas actividades, podemos advertir que se está creando una
tendencia de amplio alcance. El moderno consumidor está perdiendo una cantidad cada vez más
significativa y mayor de tiempo y energía realizando trabajos no pagados.
 Entre los ejemplos citados:
 Restaurantes de comida rápida donde tienes que hacer de camarero.
 Supermercados donde trabajas de dependiente buscando por los pasillos lo que
quieres comprar.
 Gasolineras con autoservicio donde hay que servirse la gasolina.
 Cajeros automáticos de los bancos, donde actuamos como cajeros sin sueldo y
además pagamos comisiones por el privilegio.
 Contestadores de las compañías de teléfonos que nos obligan a marcar una serie
de números.
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M. SAHLINS: Economía Tribal.
Aunque está centrado en la “economía” el presente capítulo se ocupa de las familias tanto como
de la producción; donde habla de intercambio tiene en la mente el parentesco, y cuando trata de
consumo se preocupa principalmente de los jefes. Lleva implícito algo más que la simple idea de
que la economía está relacionada funcionalmente con las combinaciones sociales y políticas de las
sociedades tribales. La economía no puede separarse de estas combinaciones; está organizada por
instituciones exactamente tan generalizadas como las familias y los linajes; “incrustadas en ellas,
como dice el historiador de la economía Karl Polanyi.
.
Un intercambio de mercancías se presenta como un episodio momentáneo en una relación social
continua. Las condiciones del intercambio son impuestas por las relaciones de las partes con él. A
diferentes relaciones, diferentes condiciones.
Lo que en la ciencia económica son factores “exógenos” o “económicos”, tales como parentesco y
política, en la realidad tribal son la organización misma del proceso económico.
Evans Pritchard: The Nuer: “No cabe estudiar las relaciones económicas de los nuer en sí mismas,
porque forman siempre parte de las relaciones sociales de tipo general.
EL MODO DE PRODUCCIÓN FAMILIAR. (Copiado resumen del tema 9).
En las sociedades tribales el “modo de producción” debería calificarse de “doméstico” o “familiar”,
ante la posición estratégica asumida por los hogares individuales. La familia es en relación con la
economía tribal lo que la casa solariega fue con respecto a la economía europea del medievo, o la
corporación industrial en relación con el capitalismo moderno: cada una de ellas es una institución
central de producción de su época; cada una es una modalidad especial de producir que encierra
una división característica del trabajo y del tipo de tecnología, determinadas relaciones de
propiedad, objetivos de producción definidos, y relaciones sociales y materiales consuetudinarias
con grupos similares.
La producción es una función doméstica; la familia está comprometida directamente en el proceso
económico y en buena parte lo controla. Las decisiones se toman con miras a las necesidades
hogareñas: la producción se organiza de acuerdo con las demandas familiares.
Los grupos domésticos no son autárquicos, aún cuando con frecuencia producen la mayor parte de
las cosas que consumen. La producción doméstica no se define como “producción para el uso”, es
decir, para el consumo directo. Las familias pueden producir también para el trueque, con lo cual
adquieren indirectamente lo que necesitan. Es “lo que necesitan” la idea que preside la
producción, no el beneficio que puedan obtener de ella. El interés en el intercambio sigue siendo
interés de consumidor, no de capitalista. Tal vez la forma de expresarlo sería “provisión para
aprovisionamiento”.
La familia tampoco es un grupo autónomo de trabajo, a menudo sus miembros cooperan con
individuos de otras casas, y ciertas tareas pueden ser emprendidas colectivamente a niveles más
altos, como por grupos de linaje o de comunidad. “Modo de producción familiar” no es sinónimo
de “producción familiar”. La producción es organizada principalmente por y para familias si no se
desarrolla siempre como actividad doméstica.
La soberanía de los grupos domésticos se fundamenta en que dichos grupos están constituidos,
equipados, autorizados y capacitados para determinar y adaptar la producción social. Las familias
son constituidas para la producción en primer lugar por la división sexual del trabajo, la única
especialización del pleno empleo en la marcha de las sociedades primitivas. El trabajo de un
hombre junto con el de una mujer puede suministrar la mayor parte de las cosas de valor
habituales. Las familias son equipadas para gobernar la producción mediante la disponibilidad de
las herramientas y las técnicas precisas; simplicidad en los recursos y cierta democracia de la
tecnología: herramientas de fácil construcción y disponibilidad, capacidades técnicas del dominio
público y procedimientos de producción que no son unitarios. La familia está autorizada y
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facultada para actuar autónomamente gracias a su acceso a los recursos de la producción. No que
sea propietaria particular exclusiva de tierras de labor, pastos u otras riquezas naturales. Lo más
frecuente es que éstas sean del dominio de grupos corporativos más amplios, como linajes o
pueblos y que los derechos de la familia se fundamenten en su condición de miembro del grupo
propietario. La familia goza de privilegio usufructuario. El conferir la propiedad a grupos mayores
da a las familias miembros una especie de garantía inalienable de subsistencia.
Ninguna clase expropiada de pobres privados de tierras es característica de las sociedades
tribales. Si se produce la expropiación es debido a algún accidente (la guerra, por ejemplo) y no a
una condición derivada de la economía.
Algunas sociedades tribales están jerarquizadas pero ninguna es una sociedad de clases. Contra la
formación de clases, lo mismo que contra la estratificación económica, se levanta el sistema de
producción familiar autónoma. La posesión por las personas de sus medios propios de producción
es fatal para todo intento de esta naturaleza de prepotencia económica. La apropiación de los
recursos productivos importantes por parte de unos pocos está descartada y, por ende el
servilismo económico de los muchos que restan. Los miembros de las tribus disponen de muchos
medios para elevar a un individuo por encima de sus paisanos; este empero, el más coercitivo
históricamente, les está cerrado.
Su organización en la producción podría definirse como anarquía; la economía social está
atomizada en existencias hogareñas independientes, dispuestas para operar paralelamente entre sí
y de forma no coordinada. En un aspecto la anarquía primitiva supera al desorden de la empresa
primitiva competidora a pequeña escala. Comparada con la condición tribal, la libre empresa
capitalista es la apoteosis del orden.- Al organizar una vasta división de trabajo, la economía de
mercado competitiva encarna siquiera una acción y una reacción continuas, unos ajustes
sistemáticos en el proceso e producción mediante las variaciones en los precios...
La crisis tribal es la infraproducción, la escasez de artículos salidos de los diversos centros
domésticos, insuficientes para su propio bien o para el bien de la sociedad.
Si bien parece un arreglo factible ceder el control de su propio aprovisionamiento a los grupos
domésticos, no siempre el resultado es positivo. Porque estos grupos pueden ser incapaces de
reunir la mano de obra. La reducida fuerza laboral doméstica con exceso de personal improductivo
en proporción a los trabajadores productivos se ve con frecuencia penosamente acosada. Los
individuos adultos que trabajan corren el riesgo de accidentes que los incapacitan, de enfermedad
y de una temprana muerte; las mujeres están expuestas a la gravidez accidental. Estos
obstáculos, o incluso ligeras desventajas en suerte o destreza, se traducen en graves crisis de
alimentos.
Otro factor contribuyente a este cuadro lúgubre: la economía no está organizada para una
producción sostenida ni siquiera en tiempo normal. Enfocada a suministrar a la familia, tiene
límites fijos de rendimientos, sin propensión a un trabajo continuado o a una riqueza
suplementaria: falta el incentivo para producir excedentes.
Aquí la distinción clásica entre “producción para el consumo” (aprovisionamiento) y “producción
para el intercambio” (lucro) adquiere todo su sentido. .- El mercado competitivo es una dinamo
eterna, tal vez no siempre en perfecto estado de funcionamiento, pero siquiera proyectada para
engendrar corrientes intensas de productividad.
Las familias incapaces de sostenerse a sí mismas o bien son sustituidas por otras, o bien se
hunden. La necesidad de una economía pública puede ser igualmente imperiosa; esto es, algunos
medios de subvencionar y organizar empresas colectivas como el riego, la construcción, y
actividades como el ceremonial religioso y la guerra. Una sociedad puede morir también por falta
de éstas, y las trabas domésticas a la producción se prestarían magníficamente a preparar aquel
final, si no fuese por las instituciones que las neutralizan, tales como el parentesco o el caudillaje.
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Enlazada con otras en una comunidad de parentesco, una familia se ve fuertemente presionada
para sostener el lujo del propio interés doméstico, especialmente cuando los parientes de la
puerta contigua no tienen bastante comida. Si el modo de producción familiar engendra fuerzas
económicas centrípetas, el parentesco desata otras centrífugas, proyectando bienes de consumo
fuera del hogar para distribuirlos a los necesitados. Los productos de necesidad urgente circulan a
lo largo de las líneas de parentesco, desde los que los tienen a los que carecen de ellos. Las
responsabilidades de parentesco pueden forzar a productores efectivos a ampliar su producción
por encima de las exigencias de su hogar doméstico. Más que un incentivo de caridad, el
parentesco espolea la productividad.
De modo semejante, la organización de la autoridad se opone a la de la producción domestica. El
poder invade la casa humilde luchando contra la infraproducción doméstica. Los notables y jefes
se ven obligados a mitigar las carestías entre el pueblo, como los parientes ordinarios pero en
mayor grado, porque el jefe tribal es un modelo entre parientes y su preocupación por la
prosperidad de la comunidad es como una centralización de la moral del parentesco.
Aquí las autoridades locales desempeñan el papel de empresario mostrando grandes
acontecimientos comunales: ritos espectaculares, obras públicas, intercambios ceremoniosos con
otros grupos, etc.
Para obrar de esta forma, un jefe debe ejercer presión sobre la economía familiar dentro de su
esfera, obligándola a acrecentar sus perspectivas de producción o exigiendo de ella trabajo en
“beneficio de toda la colectividad”. La dirección es una de las grandes fuerzas productivas. Actúa
para intensificar la producción familiar, para congelar, mediante presión política, un excedente
material, y, al disponer de este fondo, para mantener a flote la comunidad como empresa de
marcha normal.
Sistemas diferentes de autoridad tribal producen impactos diversos sobre la economía doméstica y
diferentes coeficientes de producción y de acumulación excesiva. Independientemente de los
progresos tecnológicos, la transformación social puede desempeñar el papel decisivo en el
desarrollo económico.
Los pueblos tribales difieren de nosotros, su trabajo es más episódico y diversificado. En total su
duración es inferior a la nuestra.En una economía hogareña el estímulo económico no obra
continuamente, así tampoco lo hacen las personas. Hay dos caminos que conducen a la
satisfacción: producir mucho o apetecer poco. Orientada hacia el suministro de una variedad
pequeña de medios de subsistencia, la economía doméstica adopta el segundo camino, el Zen.
Una economía neolítica suma largos periodos de paro estacional después de la cosecha, y cuando
menos un bajo nivel de actividad que implica un paro “disfrazado”. En comparación, los pueblos
tribales trabajan menos que nosotros, y con menor regularidad. Probablemente también duerman
más que nosotros. Ciertos criterios ortodoxos sobre la evolución es mejor invertirlos: la cantidad
de trabajo per cápita aumenta en proporción del progreso tecnológico, y la cantidad de ocio
disminuye.
Tampoco el trabajo tribal es un trabajo alienado. El suelo es un valor espiritual, una fuente
benéfica, el hogar de los antepasados, y las cosas que uno hace y usa habitualmente son
expresiones de sí mismo, tal vez tan impregnadas de su genio, que su última disposición sólo
puede ser su propia sepultura. Esta asociación mística refleja otro aspecto del trabajo: que no es
alienable del hombre mismo, separable de su existencia social y negociable como tantas unidades
de capacidad laboral despersonalizada. Un hombre labora, produce en su aptitud como persona
social, como esposo y padre, hermano y camarada de linaje, miembro de un clan, de un pueblo. El
trabajo no se practica separado de estas existencias, como si fuese una existencia diferente.
“Trabajador” no es por sí una condición social, ni “trabajo” una auténtica categoría de economía
tribal. Trabajo es una relación de relaciones preexistentes de parentesco y comunidad, el ejercicio
de estas relaciones. Un hombre es lo que hace, y lo que hace es lo que es. Esto sigue siendo
verdad con arreglos que parecen de otro tipo, como contratarse a sueldo, en que un hombre se
compromete a trabajar para otro. La situación es expresada (por los abelam de Nueva Guinea) en
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términos de obligación de parentesco, “es mi hermana, por lo tanto preparo el sagú con ella”, y no
en palabras como “me dará sagú, por eso la ayudo..” (Phyllis M. Kaberry, The Adelam Tribe).
La revolución industrial desgajó el trabajo de la vida. El trabajo no es voluntario, sino coercitivo;
es trabajo forzado.- En consecuencia no es la satisfacción de una necesidad; es simplemente un
medio para satisfacer necesidades exteriores a él
Exactamente como en la religión, la actividad espontánea de la humana imaginación, del cerebro y
el corazón humanos actúan independientemente del individuo –es decir, actúan sobre él como
cosa extraña, una actividad divina o diabólica-, así también la actividad del trabajador no es
espontáneamente suya. Pertenece a otro, es la renuncia de sí mismo.
Pero en la condición tribal, el trabajo no es enajenado del hombre o de las cosas en las que el
opera. Antes bien es un puente entre los dos. La consumación de la inalienabilidad del trabajo es
una unión mística entre el hombre y los objetos de su actividad. El suelo representa
simbólicamente a los productores, y los productos de sus esfuerzos los encarnan animisticamente.
El trabajo es el suministrador de un intercambio simbólico con las cosas. Y, pese a la metáfora
religiosa de Marx, tal vez fue así como se concibió la religión.
INTERCAMBIO Y PARENTESCO.
El intercambio está, como en el trabajo, gobernado por “relaciones sociales directas de tipo
general”. Con frecuencia es fomentado como expresión de esas relaciones y constreñido siempre
por la condición de parentesco Pero en las tribus, el intercambio no existe fuera de las relaciones
“no económicas”. Hay un aspecto económico para cada afinidad social
A un nivel más abstracto, el esquema de intercambio tribal está construido sobre la base de la
segmentación social. Cada sector contiene normas apropiadas de reciprocidad. El esquema tribal
de segmentación crea un esquema sectorial de reciprocidades.
Normalmente la palabra reciprocidad no admite gradaciones, pero la reciprocidad no es siempre
un intercambio uno por uno. Así se puede observar:
 En un extremo, está la asistencia prestada gratuitamente, la moneda corriente del
parentesco y la amistad cotidianas y de las relaciones de vecindad. (Pura dádiva como
llamó Malinowski).
 En el centro hay intercambios equilibrados en que un tráfico equitativo e inmediato es el
proceder correcto.
 En el extremo opuesto está la aprehensión interesada, la apropiación con engaño o usando
la fuerza, a la que se responde con una reacción igual y contraria, es la reciprocidad
negativa, fundamentándose en el principio de la lex talionis.
El profesor Service definió los puntos extremos de la banda de reciprocidad y también su punto
medio:
1. RECIPROCIDAD GENERALIZADA:
 Estas transacciones son altruistas sobre las líneas de una asistencia prestada y si
es posible y necesario, devuelta.
 Aparece en formas como la asistencia gratuita, distribución, hospitalidad, entregas
en prenda, ayuda mutua y generosidad. También se pueden incluir, deudas de
parentesco y jerarquía (como de noblesse oblige)
 La espera de una retribución directa es improbable.
 El lado social de la relación supera el material, y, en cierto modo, lo encubre,
como si no contara.
 La esperanza de reciprocidad queda indefinida, es difusa.
 Los bienes caminan en una dirección, a favor de los desposeídos, durante largo
tiempo.
2. RECIPROCIDAD EQUILIBRADA:
 Hay un intercambio directo: la retribución es inmediata y equivale en valor a las
mercancías recibidas.
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 El tipo perfecto de la reciprocidad equilibrada, un intercambio simultáneo de cosas
idénticas, está documentado etnológicamente en ciertas transacciones matrimoniales
entre los parientes de la novia y los del novio, pactos de fraternidad de sangre y
convenios de paz
 De manera menos rigurosa el término de “reciprocidad equilibrada” puede
aplicarse al caso en que artículos de valor o utilidad proporcionados deben entregarse
en pago dentro de un plazo estipulado o de tiempo breve. Muchos de los
“intercambios-obsequio”, así como gran parte del “tráfico”, “trueque” y “compra” con
“moneda primitiva”, pertenecen a este tipo de reciprocidad.
 Es menos personal que la generalizada, o sea, más “económica”. La gente actúa
adherida a intereses económicos y sociales separados.
 El aspecto material de la transacción es tan importante como el social, y debe
haber cierto ajustamiento más o menos exacto, ya que las operaciones deben
compensarse. Así la prueba pragmática es aquí una incapacidad de tolerar la
circulación en una sola dirección.
3. RECIPROCIDAD NEGATIVA:
 Es un intento de obtener algo gratuitamente: transacciones iniciadas y enfocadas
hacia una ganancia utilitaria neta.
 Es lo que pudiéramos considerar los principios de un sano negocio.
 Aparece ocasionalmente como regateo, o formas mas insociables como juego
sucio, trampa, robo y otras variedades de apropiación.
 Los participantes se enfrentan como representantes de intereses no sólo
diferentes, sino opuestos, tratando cada uno de maximizar su posición a expensas del
otro.
 La correspondencia es asimismo condicional, pero en sentido opuesto a la
reciprocidad generalizada: contingente en mostrar la presión o la superchería
compensativa suficiente para servir o, mejor aún, encarecer los propios intereses.
La inclinación a practicar una u otra forma de reciprocidad está organizada sectorialmente.
Para una apreciación general del juego de reciprocidad entre los miembros de las tribus,
sobreponemos el plano sectorial de la sociedad a la secuencia de reciprocidades (ver figura). En
cada sector son predominantes o características determinantes modalidades de intercambio.
La reciprocidad generalizada prevalece en las esferas más estrechas, se debilita en las más
amplias.
La reciprocidad equilibrada es característica de las relaciones segmentarias intermedias.
La reciprocidad negativa es la forma de intercambio dominante en la esfera periférica,
especialmente la intertribal.
Relaciones intertribales
Tribu
Poblado
Linaje
Unidad doméstica
RECIPROCIDAD
GENERALIZADA
RECIPROCIDAD
EQUILIBRADA
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RECIPROCIDAD
NEGATIVA
Este esbozo del intercambio es completamente hipotético. el espectro de las reciprocidades queda
modificado de muy diversas formas.
El egoísmo de las personas, que es el círculo limitado de la reciprocidad generalizada, refleja
entonces su resquebrajada condición social. En cambio, la simbiosis intertribal que lleva consigo el
intercambio regular de importantes productos especializados, contiene la propensión al “lucro a
costa de comunidades distantes, especialmente las que se consideran extrañas”, y en lugar de ello
extienden el tráfico honesto (reciprocidad equilibrada) a zonas periféricas.
Ej Los aldeanos de Busama, en el golfo de Huon (Nueva Guinea), realizan un floreciente comercio
con otros comunidades costeras de dicho golfo y también con moradores del interior de la región.
La diferencia es el modo en que proceden con estas dos categorías de forasteros. Existe una
brecha sectorial en la forma de intercambio.
ECONOMÍA POLÍTICA
Las diferencia de rango, lo mismo que las distancias de parentesco, suponen una relación
económica y una forma apropiada de intercambio.
En la sociedad tribal, la elevada posición es con frecuencia asegurada o mantenida por una
cacareada generosidad.
Los deberes y derechos pertenecen a ambas caras de una relación de rango: tanto los
encumbrados como los humildes tienen demandas mutuas que formularse. Las demandas del jefe
tribal a sus subordinados y las de éstos a él son interdependientes. Una petición de mercancías y
servicios por el jefe, obliga a este y le hace accesible a exigencias de los que responden a las
suyas. La asistencia a su pueblo es la obligación del jefe. Es una relación recíproca y pertenece al
género de la reciprocidad generalizada, definida como ayuda con correspondencia indefinida. El
jefe actúa en calidad de pariente superior, “padre de su pueblo”. Para Malinowski, el enfoque era
distinto, describió al jefe como “banquero tribal”, porque responde a objetivos comunales, como
fiestas o pagos de dinero de sangre.
El orden político está garantizado por una circulación centralizada de mercancías dirigida hacia la
cúspide de la pirámide social y luego en sentido de descenso nuevamente, implicando en cada
entrega no sólo una relación de jerarquía sino obligando a la lealtad.
Se advierten dos modalidades diferentes de situar así la reciprocidad al servicio de la jerarquía:
1.
En ciertas tribus el sistema de rango existe ya, los jefes en el ejercicio de sus altas
funciones y el pueblo sometido. Aquí la reciprocidad entre jefes y súbditos deriva de
unos derechos y privilegios establecidos, y una vez puesto en marcha el intercambio
tiene efectos redundantes sobre el sistema jerárquico. Es la forma del auténtico
caudillaje que actúa según el principio “el noble es generoso”.
2.
En muchas sociedades tribales la soberanía es más una facultad personal que una
posición constituida, y la reciprocidad generalizada se empeña en su consecución. Es
la forma del hombre importante que obra basándose en el corolario de que “el
generoso es noble”.
Los notables de las comunidades melanesias y los llamados “caciques” entre los indios de las
llanuras, se sirven precisamente de la conexión entre dádiva y rango para impulsar sus carreras.
Convierten el equilibrio económico en desigualdad política.La generosidad crea la jefatura al crear
la sumisión.
La generosidad calculada es el proceder del tipo dominante melanesio. Con frecuencia se
requieren otras habilidades y cualidades personales para crearse el prestigio: Poder mágico,
facilidad oratoria... pero generalmente son decisivas las maniobras económicas: Acumulación de
bienes y su distribución de forma que cree fama de caballeresca generosidad. De este modo se
convierte en “Hombre famoso”.
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La clave es reunir un partido. Capitaliza en obligaciones de parentesco y practicando las relaciones
de reciprocidad generalizada entre parientes cercanos. En esta fase inicial, tratará de ampliar su
propio hogar, principalmente adquiriendo más esposas. (Cuantas más tenga, más cerdos tendrá).
Pero una carrera de jefe despega cuando éste se dispone a reunir otros hombres con sus
familiares asociando la producción de todos a su ambición.
El personaje es un hombre que usa y crea relaciones sociales que le dan participación en la
producción ajena y le capacitan para absorber un exceso de ella. En la distribución pública de su
fondo de poder, el personaje inicia una combinación de grupos y una organización de funciones
que van más allá del alcance ordinario. El contexto de la entrega desinteresada puede ser una
ceremonia religiosa, un intercambio ritual entre grupos...
El vínculo personal entre el jefe y el súbdito constituye una seria fragilidad de su política
económica. Una fidelidad personal ha de ser edificada cuidadosamente y periódicamente
reforzada.
Una cara de la contradicción melanesia es la reciprocidad inicial entre un jefe y su pueblo. Sin
embargo, un aumento acumulativo de renombre obliga al personaje a reemplazar la exacción por
la reciprocidad. El éxito en una competición de renombre con otros jefes socava particularmente
las reciprocidades internas del partido.
Ya sea por muerte o por su propia moderación, finalmente se pone un freno a la carrera de un
notable. El sistema melanesio de jefatura neutraliza de este modo su desarrollo.
Los grandes cacicatos polinesios, aunque operando sobre una base técnica semejante,
consiguieron avanzar más allá de los límites del sistema melanesio.
Estos jefes no conquistaron sus posiciones en la sociedad: se les colocó en posiciones
encumbradas. Las cualidades las poseía como herencia por su condición de descendiente de la
divinidad. No necesitaba tener dotes oratorias.
El cacicato origina superávit domésticos y una exacción (cobro de impuestos) por la autoridad
sobre la economía doméstica, afirma la constitución política.
En los grandes cacicatos polinesios, una fracción interesante del fondo señorial y mucho trabajo
directo de la plebe eran retirados de la circulación general y absorbidos para el sostenimiento de
una corte principesca permanente. Esta especie de consumo ostentoso Constituye este contraste
simbólico entre el gobernante y los gobernados, Es uno de los métodos más económicos de poder.
Sin embargo, la acción despótica del jefe era un juego peligroso, Los jefes más altos eran
considerados como parientes superiores a los suyos y se creía que tenían la obligación moral de
ser generosos.
En los sistemas políticos polinesios aparecen ciclos de centralización-descentralización, periódica
disolución violenta de grandes cacicatos en otros menores y por el mismo medio, reconstitución
periódica de la gran sociedad. La expansión de un cacicato parece haber impuesto una expansión
desproporcionada del aparato administrativo y su visible desgaste. Como los sistemas melanesios
de los notables, la evolución de los cacicatos polinesios estalló finalmente en un cortocircuito por
efecto de una sobrecarga en las relaciones entre los jefes y el pueblo. Pero el punto de separación
polinesio era más alto. El éxito relativo del cacicato proviene de su mayor impacto en la economía
doméstica, de movilización efectiva y directa en la producción hogareña.
La formación de la jefatura altera el perfil social de intercambio, la incidencia de formas diferentes
de reciprocidad, de igual manera que las tribus segmentarias introducen cambios a este respecto
al compararlas con bandas de cazadores: La inseguridad de la caza pone una reciprocidad
generalizada en la posición de la forma dominante de intercambio.
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Los horizontes sociales de las gentes de las tribus segmentarias son generalmente más amplios,
el área de transacciones es mayor. Las tribus manifiestan un aumento, mayor o menor, según las
circunstancias, en la proporción entre el intercambio equilibrado y el generalizado. En la
trayectoria de esta evolución, tal vez su expresión más completa sea la aparición de la “moneda
primitiva” en determinadas regiones tribales.
Con el cacicato la economía interna recupera el predominio sobre el exterior. La progresión de la
tribu al cacicato es una transformación de las relaciones externas en internas a medida que grupos
locales adyacentes se van integrando bajo la protección de jefes poderosos y de amplios grupos
de descendencia. Como consecuencia mengua la reciprocidad equilibrada que es restringida por la
preponderancia del rango, el cual pasa a convertirse en un factor en el cálculo de casi todas las
transacciones, imponiendo elementos de desequilibrio fuera de las consideraciones de clase social.
Y lo más significativo es la centralización del intercambio en una economía pública. Las
reciprocidades se centran sobre los jefes reinantes, a quienes todos deben los tributos y de
quienes manan las ayudas a los necesitados. De esta manera la reciprocidad cambia de calidad,
es la fusión de intereses colectivos y la reasignación de bienes por poderes existentes: un proceso
con un nombre específico: Redistribución.
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TEMA 13: EL DON
El don como hecho social total. Las tres obligaciones del don: la obligación de dar, la de recibir y la
de devolver los regalos. La prestación total. El kula. El espíritu de la cosa donada. La paradoja de
guardar mientras se da. El potlatch de los indios del Noroeste Americano. La moral del don y el
contrato. El don, la reciprocidad y la redistribución. Nosotros y el don.
Problemas centrales:
o Mauss: las tres obligaciones del don. Bases etnográficas
o Mauss: el don como hecho social total
o Guardar mientras se da: el espíritu de la cosa donada
o Nosotros y el don
El don como hecho social total.
A) ENSAYO SOBRE EL DON
Sobre el don y en especial sobre la obligación de devolver los regalos
En la civilización escandinava, como en otras muchas, los intercambios y los contratos tienen lugar
en forma de regalos que, en teoría, son voluntarios, pero que, en realidad, se dan y se devuelven
obligatoriamente.
Estas prestaciones casi siempre han tomado la forma de un presente, de un regalo dado
generosamente, incluso cuando en el gesto que acompaña a la transacción, no hay mas que
ficción, formalismo y farsa social y, cuando, en el fondo lo que encontramos es obligación e interés
económico.
Desde hace años, nuestro interés se ha centrado en estudiar tanto el régimen del derecho
contractual, como el sistema de prestaciones económicas o formas de intercambio entre las
diversas secciones o subgrupos de que se componen las llamadas sociedades primitivas. Esto
abarca un gran conjunto de hechos muy complejos que se muestran entremezclados, y que
constituyen la vida propiamente social de las sociedades que han precedido a las nuestras.
Denomino a estos fenómenos sociales como “totales” porque manifiestan a la vez todo tipo de
instituciones: las religiosas, las jurídicas y morales que son políticas y familiares al mismo tiempo,
así como las económicas que suponen formas especiales de producción, consumo y prestación y
distribución, sin contar los fenómenos estéticos y los fenómenos morfológicos que caracterizan a
estas instituciones.
De todos estos temas se toma en consideración un solo rasgo, profundo pero aislado: «el
carácter voluntario» de estas prestaciones, que parecen libres y desinteresadas pero que, en el
fondo, son obligatorias e interesadas. ¿Cuál es la norma del derecho y del interés que ha hecho
que en las sociedades de tipo arcaico el regalo recibido tenga que ser obligatoriamente devuelto?.
¿Qué poder tiene el objeto que se da que obliga al receptor a devolverlo?. Este es el problema del
que nos ocuparemos fundamentalmente.
Así conseguiremos un doble propósito. Por una parte llegaremos a conclusiones de tipo
arqueológico, relativas a la naturaleza de las transacciones humanas en las sociedades que nos
rodean o que nos han precedido. Describiremos el fenómeno del intercambio y del contrato en
sociedades que, en contra de lo que se ha pretendido, no carecen de mercados económicos, ya
que el mercado es un fenómeno humano que se produce en todas las sociedades
conocidas, aunque el régimen del intercambio sea distinto del nuestro. Estudiaremos el
mercado antes de que apareciese la institución del mercader y su principal invento, el dinero
propiamente dicho. Veremos cómo funcionaba antes del descubrimiento de las formas de contrato
y venta que podríamos considerar modernas y antes de que se acuñasen monedas. Asimismo
examinaremos la moral y la economía que rige tales transacciones.
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Veremos que esta moralidad y esta economía todavía funcionan en nuestra sociedad de forma
constante y subyacente, y podremos deducir varias conclusiones morales relativas a los problemas
que nos plantea la crisis de nuestro derecho y de nuestra economía.
La prestación. El don y el potlatch
Para el estudio del don, Mauss utiliza el método comparativo usando primariamente ciertas zonas
de la Polinesia, Melanesia y Noroeste americano así como otros sistemas de derecho importantes.
Escogiendo solo aquellos sistemas de derecho que, gracias a los documentos y al trabajo filosófico,
nos daban acceso a las propias conciencias de las sociedades. Cada estudio se ha centrado en
sistemas que han obligado a describirse íntegramente.
Parece que no ha existido jamás, ni en un periodo cercano al nuestro, ni en las sociedades mal
llamadas primitivas o inferiores, nada a lo que se parezca a lo que se denomina “economía
natural”. Se eligen los textos de Cook relativos a los intercambios y al trueque entre los polinesios.
Analizándolos veremos lo alejados que están, en materia de derecho y de economía, del estado de
naturaleza.
En la economía y en el derecho que nos ha precedido, jamás se constatará que los intercambios
simples de bienes, de riquezas y de productos durante una transacción sean llevados a cabo por
individuos. Son las colectividades las que se obligan mutuamente, intercambian y contraen
obligaciones. Son, en realidad, personas morales: clanes, tribus y familias.
Lo que intercambian no son exclusivamente bienes y riquezas muebles e inmuebles, cosas útiles
económicamente, sino que son, ante todo, cortesías, banquetes, ritos, apoyos militares, mujeres,
hijos, danzas, fiestas o ferias en las que la transacción no es mas que un elemento y en las que la
circulación de riqueza es tan solo uno de los términos de un contrato mucho mas general y
permanente. Estas prestaciones y contraprestaciones realizadas mediante presentes y regalos,
aparecen vinculadas a una forma voluntaria, aunque en el fondo sean rigurosamente obligatorias,
so pena de una guerra privada o pública. Proponiendo denominarlas sistema de prestaciones
totales. . El tipo más puro de estas instituciones está representado por la alianza de dos fratrias,
donde los ritos, los matrimonios, la herencia de bienes, los lazos del derecho y los del interés, los
rangos militares y sacerdotales son complementarios y suponen la colaboración de las dos mitades
de la tribu.
Los Tlingit y Háida, tribus del Noroeste americano, al igual que en toda la región aparece una
forma típica, muy desarrollada, pero relativamente rara, de prestaciones totales: el potlatch que
significa ”alimentar”, “consumir”. Estas riquísimas tribus pasan el invierno celebrando un festival
continuo de banquetes, ferias y mercados que son, al mismo tiempo, la asamblea solemne de la
tribu. Se trata de una sociedad de rango, organizada en cofradías jerárquicas y en sociedades
secretas, aunque las últimas a menudo se confunden con las primeras y con los clanes.. todo se
entremezcla en una inextricable red de ritos, de prestaciones jurídicas y económicas, de
adscripción de rangos políticos en la sociedad de los hombres, en la tribu, en las confederaciones
de tribu e incluso internacionalmente. Para eclipsar al jefe rival, que también es un asociado
(normalmente un abuelo, un suegro o un yerno), llegan al extremo de realizar una destrucción
puramente suntuaria de todas las riquezas acumuladas. Lo más remarcable de estas tribus es el
principio de rivalidad y de antagonismo que domina todas sus prácticas les lleva a desencadenar
batallas e incluso la muerte de jefes y nobles enfrentados. Hay prestación total en el sentido de
que, mediante el jefe, es todo el clan quien contrata por todos, por todo lo que posee y por todo
lo que hace. Pero, para el jefe esta prestación es esencialmente usuraria y suntuaria y, sobre todo,
una lucha de los nobles para establecer una jerarquía entre ellos de la que más tarde se
beneficiará el clan. Proponemos reservar el término potlatch para este tipo de institución que
podríamos denominar, también, prestaciones totales de tipo agonístico.
El intercambio de dones y la obligación de devolverlos.
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En Samoa, Polinesia, el sistema de regalos contractuales va mucho más allá del matrimonio.
Acompaña a los siguientes acontecimientos: nacimiento de un niño, circuncisión, enfermedad, la
llegada de una hija a la pubertad, ritos funerarios y comercio. Pero además se pueden distinguir
dos elementos fundamentales del potlatch: el honor, el prestigio, el mana que confiere la riqueza y
la obligación absoluta de devolver los regalos, bajo pena de perder el mana, la autoridad, el
talismán, la fuente de riquezas que es la autoridad misma.
Por otra parte, los dones pueden ser obligatorios y permanentes, sin otra contraprestación que la
situación de derecho que los vincula.
El espíritu de la cosa donada Maorí.
El taonga y todos los bienes de propiedad personal poseen un hau, un poder espiritual.
-----Tamati Ranaipiri, un informador maorí de R. Elsdon Best, habla del hau, el espíritu de las
cosas que las hace devolverlas. De hecho, Mauss interpreta este testimonio como la persistencia
de la persona que ha donado el objeto en el objeto. El hau tiende al volver a su lugar de origen, al
santuario del bosque y del clan y por lo tanto a su "propietario". Los dones, además, no sólo se
realizan entre vivos sino que también los antepasados y los dioses participan en forma de
sacrificios y destrucciones de bienes.Ésta es la formulación clásica del don. Mauss defiende en
definitiva que el don y el contradón está impreso en la psique humana. se cambian las cosas no
por lo que valen, sino por lo que vale el cambio: la alianza, la solidaridad, la socialidad. La
alternativa es la guerra, la hostilidad.--Como conclusión vemos dos importantes sistemas de fenómenos sociales en Polinesia. En primer
lugar, nos permite captar la naturaleza del vínculo jurídico que crea la transmisión de una cosa. En
el derecho maorí, el vinculo legal, el vinculo de las cosas es un vinculo entre almas, porque la cosa
misma posee un alma, es del alma. De aquí se sigue que regalar una cosa a alguien es regalar una
parte de uno mismo. De esta forma podemos darnos cuenta mejor de la propia naturaleza del
intercambio de regalos, de la naturaleza de lo que hemos denominado prestaciones totales, entre
las que se cuenta el potlatch. En este sistema de ideas se comprende con toda nitidez y lógica que
uno debe devolver a otra persona lo que en realidad es parte de su naturaleza y sustancia, porque
aceptar algo de alguien es aceptar parte de su esencia espiritual, de su alma. Retener la cosa seria
peligroso y mortal, no solo porque sea ilícito, sino porque esa cosa que proviene moral, física y
espiritualmente de la persona, esa esencia, ese alimento, esos bienes muebles e inmuebles, esas
mujeres o esos descendientes, esos ritos o esos actos de comunión ejercen un poder mágico y
religioso sobre la persona. Por último, la cosa que se da no es pasiva. Animada y, a menudo,
dotada de individualidad tiende o bien a volver a lo que Hertz denominaba su “lugar de origen”, o
a producir, por medio del clan o de la tierra, un equivalente que la reemplace.
La obligación de dar y la obligación de recibir.
Para entender por completo la institución de la prestación total y del potlatch hay que explicar dos
elementos que le son complementarios: la obligación de dar y la de recibir. La prestación total no
supone sólo la obligación de devolver los regalos recibidos. También conlleva otras dos
obligaciones tan importantes como la primera: la obligación de dar regalos y la obligación de
recibirlos. La teoría completa de estas tres obligaciones del mismo complejo, nos aportará una
explicación satisfactoria de esta forma de contrato.
Junto a la obligación de recibir, la obligación de dar no es menos importante. Tanto negarse a dar,
como olvidarse de invitar o negarse a aceptar, equivale a declarar la guerra, pues es rechazar el
vínculo de alianza y de comunión. Se da porque se está forzado a hacerlo, puesto que el receptor
posee una especie de derecho de propiedad sobre todo lo que pertenece al donante. Esta
propiedad se expresa y se concibe como un vínculo espiritual.
Hay una correspondencia entre los derechos y deberes a consumir y a retornar y los derechos y
deberes a ofrecer y a recibir. Todo este conjunto de derechos y deberes simétricos y
contrapuestos cesan de parecer contradictorios si los concebimos como una mezcla de vínculos
espirituales entre las cosas, que son hasta cierto punto parte del alma, y entre los individuos y los
grupos, que son hasta cierto punto parte de las cosas.
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Todas estas instituciones expresan un hecho, un régimen social, una mentalidad concreta: la de
que todo, alimentos, mujeres, niños, bienes, talismanes, la tierra, el trabajo, los servicios y los
rangos, es objeto de transmisión y de balance. Las cosas van y vienen como si entre los clanes y
los individuos hubiese un intercambio constante de una materia espiritual, que abarcase a las
cosas y a los hombres, repartida entre los rangos, los sexos y las generaciones....
Extensión de este sistema (libertad, honor, dinero)
Honor y crédito------¿???
A partir de las observaciones que se han realizado sobre unos cuantos pueblos melanesios y
polinesios ya podemos vislumbrar una imagen nítida del régimen del don. La vida material y moral
y el intercambio funcionan bajo una forma que es al mismo tiempo desinteresada y obligatoria. La
obligación se expresa además de forma mítica e imaginaria o, si se prefiere, de forma simbólica y
colectiva. Adopta la forma del interés que se otorga a la cosas que se intercambian, pero estas
ultimas, no se desprenden nunca de las personas que las intercambian. El lazo común y la alianza
establecida son relativamente indisolubles. En realidad, este símbolo de la vida social no hace sino
traducir casi literalmente como los subgrupos de estas sociedades segmentadas de tipo arcaico
están constantemente imbricados los unos en los otros y como sienten que se deben de todo.
El propio potlatch, un fenómeno tan típico y, al mismo tiempo, tan característico de estas tribus,
no es mas que el sistema del intercambio de dones del que solo difiere, por una parte, en la
violencia, la exageración y el antagonismo que suscita, y, por otra, en una cierta falta de
conceptos jurídicos, en una estructura mucho mas esquemática y simple que en Melanesia, sobre
todo ente las dos naciones del Norte.
El carácter colectivo del contrato se muestra con mas nitidez que en Melanesia y que en Polinesia.
A pesar de las apariencias estas sociedades, en el fondo, se aproximan más a lo que hemos
denominado prestaciones sociales simples. Sus conceptos jurídicos y económicos poseen una
menor claridad y precisión consciente, aunque, en la practica, los principios sean formales y
bastante claros.
Las tres obligaciones: dar, recibir, devolver
Obligación de dar
La obligación de dar es la esencia del potlatch. Un jefe debe ofrecer potlatch. Sólo
conservará su autoridad sobre su tribu, su aldea, su familia, sólo mantendrá su rango entre los
jefes si es capaz de demostrar que está favorecido por los espíritus y por la fortuna, y sólo puede
demostrar esta fortuna gastándola, distribuyéndola, humillando a otros. Entre los indios perder el
prestigio es perder el alma: es perder el derecho a encarnar un espíritu, a llevar un blasón, un
tótem. Es la persona quien realmente se pone en juego, quien se pierde en el potlatch. En todas
estas sociedades la gente está ansiosa por dar. No hay ningún instante por ordinario y alejado que
esté de las solemnidades en que no se esté obligado a invitar a los amigos, a participar con ellos
en los azares de la caza y de la recolección de frutos que vienen de los dioses o de los tótem, en
que no se esté obligado a redistribuir todo lo obtenido en un potlatch del que uno se ha
beneficiado, en el que no se esté obligado a reconocer, mediante regalos, cualquier tipo de
servicio, ya proceda de los jefes, de los vasallos o de los parientes, todo ello bajo pena, al menos
para los jefes, de violar las reglas de etiqueta y de perder su rango.
La obligación de invitar es evidente cuando se realiza de clan a clan o de tribu a tribu. De hecho,
sólo tiene sentido cuando se convida a personas que no pertenecen a la familia, al clan o a la
fratría. Hay que invitar a quien puede o desea asistir a la fiesta, al potlatch. Olvidarse de alguien
tiene consecuencias funestas (el mito del «Pequeño Nutria»). El potlatch, la distribución de bienes,
es el acto fundamental del «reconocimiento» militar, jurídico, económico y religioso en toda la
extensión de la palabra.
A veces el ritual de las fiestas kwakiult expresa el principio de la invitación obligatoria (la
Ceremonia de los Perros).
Obligación de recibir
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No es menos importante. No se tiene derecho a rechazar un don. Se actúa así para demostrar que
no se tiene miedo a devolver el regalo y quedar “chafado” mientras no se devuelva. Entre los
Kwakiutl parece que determinada posición dentro de la jerarquía permite rechazar una invitación
e, incluso, si uno está presente, rechazar un regalo sin que estalle la guerra. El potlatch se
convierte entonces en obligatorio para quien lo rechaza, y además debe ser más rico. Pero en
principio se aceptan y alaban todos los dones. Hay que elogiar en voz alta la comida, pero al
aceptarla uno sabe que se ha comprometido. Recibir un regalo es “echarse un peso encima”. La
obligación se extiende incluso al heredero de quien ha hecho el desafío. Abstenerse de dar es
degradarse, perder el rango.
Obligación de devolver
La obligación de devolver es la esencia del potlatch. Parecería que ha de devolverse sin
condiciones. Pero, normalmente, el potlatch (como todos los regalos) debe devolverse con interés.
Si alguien recibe de su jefe una manta por un servicio prestado, le devolverá dos cuando se case
alguien de la familia del jefe. Si bien es cierto que el jefe, a su vez, le tendrá en cuenta, cuando
distribuya todos los bienes que obtenga en los siguientes potlatch en los que los clanes opuestos
le devuelvan sus beneficios.
La obligación de devolver con dignidad es imperativa. Se pierde la «cara» para siempre si no se
devuelven o no se destruyen los valores equivalentes.
La sanción por incumplir la obligación de devolver es la esclavitud por deudas. El individuo que no
ha podido devolver el préstamo o el potlatch, pierde su rango e, incluso, su condición de hombre
libre.
ANÁLISIS DE MAURICE GODELIER
Para Mauss, ¿qué cosa es un don?
El Don es para Mauss un acto que al mismo tiempo instaura una relación doble entre el donante y
el receptor. Dar es compartir voluntariamente lo que se tiene o lo que uno es. Un don forzado no
es un don. El don voluntario aproxima al donante y al receptor, y por ser voluntario crea una
deuda a quien lo recibe, es decir, genera las obligaciones de recibir y de devolver o de volver a
dar. El don produce dos cosas al mismo tiempo, acerca y pone a ambas partes en distancia.
Instaura una disimetría. Un acto no puede ser estudiado aisladamente sino que forma parte de un
conjunto que nace del encadenamiento de tres obligaciones: la de dar, la de aceptar y la de
devolver.
Los dones como prestaciones totales
Los dones que interesan a Mauss, son los que denomina prestaciones totales, que no son dones
individuales sino que implican a grupos o personas en tanto que representan a estos grupos. A
Mauss no le interesan los dones que un amigo hace a otro amigo, tampoco la representación
imaginaria del don que un dios puede hacer de su vida para salvar a la humanidad. Le interesan
los dones que son socialmente necesarios para producir y reproducir las relaciones sociales, el
tejido de una sociedad. Llama totales a estas prestaciones, dicho concepto designa dos cosas
distintas:
 que el don es un acto de múltiples dimensiones, de carácter económico, político,
religioso,...
 que el don, al arrastrar contradones, pone en movimiento a toda la sociedad y se presenta
como un mecanismo y un momento esencial en su reproducción.
Distingue dos tipos de prestaciones totales (distinción que fue olvidada más tarde): las “no
agonísticas” y las “agonísticas”
El punto de partida de su análisis: las prestaciones totales no agonísticas
Mauss indica claramente que el punto de partida de su análisis se hallaba en los dones no
agonísticos. Godelier trata de completar su creencia y nos dice que los contradones no anulan las
deudas creadas por los dones sino que crean otras deudas que equilibran las primeras. Las deudas
alimentan permanentemente obligaciones recíprocas que engendran flujos de servicios, de ayuda y
de solidaridades. Las deudas jamás se anulan realmente. Volver a dar no es devolver (cosa difícil
de entender para un occidental). Nada se devuelve sino que se re-dona, creando una nueva deuda
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con el que recibe; la presencia del que dona continúa en el don. No se anula, por tanto, la deuda
con la devolución, sino que se crea una nueva.
En última instancia este tipo de prestaciones conduce a la redistribución, de manera relativamente
igualitaria, de recursos de los grupos que componen la sociedad, pudiendo ser estos recursos
seres humanos, mujeres y niños o bienes, trabajos y servicios.
Dones y contradones agonísticos: el potlatch
El potlatch y, en general los dones y contradones agonísticos, ponen en juego una lógica distinta.
Mauss señala que se trata de una verdadera “guerra por las riquezas”. Es el acto de donar y de
donar mas que los demás lo que realmente cuenta. Se trata de otra economía y moral del don.
Mauss muestra que los potlatches fueron practicados para legitimar la transición de un titulo ya
adquirido o para hacer valer derechos para su adquisición. El potlatch es una práctica que permite
acceder o conservar un poder, mediante la acumulación y la redistribución de inmensas cantidades
de bienes de subsistencia y la acumulación de objetos preciosos. En el comienzo, varios clanes
compiten para dar o devolver mayores cantidades pero al final solo uno es el vencedor.
Varios grupos compiten pero solo uno gana. Una deuda se anula cuando se devuelve más de lo
que se recibió. Se trata de donar con la intención de romper la reciprocidad de los demás. La
situación ideal es la que, al final, solo un clan haya dado tanto que nadie pueda devolver,
quedando así solo, sin posibles competidores. La deuda es de nuevo esencial para la lógica del
don, su finalidad es anularla con un contradon más importante. Esto genera una incesante espiral
de dones y contradones que arrastra consigo toda la sociedad.
En la tesis de Mauss se habla sobre la existencia de un espíritu que está en los objetos así como
sobre la distinción entre las cosas y personas que caracterizaría a los universos sociales y mentales
de muchas sociedades no occidentales, como ejemplo los antiguos derechos de India y de China.
Cosas que no hay que vender, ni dar, sino que hay que guardar: los objetos sagrados
Godelier continúa categorizando los objetos que se donan: los objetos sagrados (i), los cuales son
inalienables; los objetos preciosos (ii) que son los que se donan y (iii) los objetos corrientes que
son los que se intercambian. Los objetos preciosos se sitúan a medio camino entre lo sagrado y lo
corriente puesto que pueden condensar poderes y sustituir a personas reales (de ahí que se
utilicen como compensaciones por las deudas de sangre). Estos objetos deben ser comparables
entre sí, de modo que puedan ser utilizados como medios de rivalidad y prestigio. Estos objetos
deben ser además inútiles, abstractos y bellos. Como veremos en el siguiente capítulo, las
monedas primitivas suelen disponer de ejemplares que recorren las tres categorías de objetos que
propone Godelier.
Los objetos sagrados se presentan como dones que los dioses o los espíritus habrían hecho a los
antepasados del hombre y que sus descendientes, los hombres actuales, no deben darlos sino
conservarlos preciosamente. Es para ellos un elemento esencial de su identidad como fuente de
poder en la sociedad, poder que pueden ejercer sea para favorecer a los demás, sea para
perjudicarlos. El objeto sagrado, a diferencia del objeto precioso, es inalienable e inalienado.
En definitiva, un objeto sagrado es un objeto material que representa lo irrepresentable, que
remite a los orígenes de las cosas y es testigo de la legitimidad del orden cósmico y social que
sucedió al tiempo y a los acontecimientos desde los orígenes. Un objeto sagrado no es bello como
lo son los objetos de valor que se intercambian en los potlatches. Es más que hermoso, es
sublime, porque pone a la humanidad en presencia de las potencias que ordenan al mundo mas
allá de lo visible. Los objetos sagrados no son símbolos para los que manejan y los exhiben, son la
presencia real de las potencias que son la fuente de los poderes que encierran.
ACERCA DE UN POSIBLE MALENTENDIDO SOBRE LA OBLIGACIÓN DE RECIPROCIDAD
Sobre el concepto de reciprocidad.no don?
Al concebir el concepto teórico de reciprocidad, se ha partido de una confusión entre su practica
excepcional y la normal, entre su opcionalidad mas o menos ideal y su obligación gravosa, o
también entre su uso y su abuso. Al haber ocurrido esto, las interpretaciones teóricas han acudido
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a buscar explicaciones para la normalidad de lo anormal (reglas prescriptivas, totalitarias, de
reciprocidad, representando sociedades esclavizadas por la obligación de reciprocidad).
Hay en la reciprocidad una obligación persistente y una estrategia política y económica que
caracteriza a muchas sociedades. Paradoja, contradicción o ambivalencia: la fórmula “guardar
mientras se da” es altamente sugerente, tanto para una inversión de riqueza como para un acto
de adhesión afección humana.
Mientras los primitivos se quejarían de la obligatoriedad del intercambio, de la exigencia del don o
de la reciprocidad, los occidentales brindarían un intercambio natural, sin coacciones, que se
ajustaría al deseado por lo primitivos. El mercado seria la naturaleza utópica a la que se llegaría
con la abrogación de ley del intercambio. Así el mercado como encuentro de oferta y demanda
seria mas natural que la reciprocidad como encuentro de dar, recibir y devolver. Como si tener que
comprar y vender para vivir fuera mas natural que dar y devolver.
La paradoja de guardar mientras hay que dar.
->Una de las propuestas más interesantes de Weiner es que al donar no se pierde un objeto
precioso sino que de hecho se conserva la vinculación inalienable con él. Este hau se explica de
forma también maussiana: los objetos forman parte de las personas, así como las personas
forman parte de los grupos; sólo las mercancías están separadas, aunque sea de forma ficticia, de
las personas.
Resulta significativo que la teoría de ese querer librarse de la reciprocidad haya ido aparejada con
la representación de la inalienabilidad de la cosa preciada. Weiner en su argumento, conjuga en su
trasfondo ideológico el individualismo librecambista con el posesivo y atesorador. Esta es una
conjunción típica de la economía política capitalista. No es nada contradictoria: el beneficio
comercial y la propiedad privada resuelven la contradicción aparente.
Las generalizaciones que criticamos proceden de la concepción de la reciprocidad como dogma
análogo al dogma del librecambio. De hecho, no pueden compararse directamente los estragos
sociales causados por el dogma librecambista, con los de un exceso o abuso del la obligación de
reciprocidad, acusados precisamente en casos como el que nos ocupa por el impacto dogmático
del librecambio colonizador.
La concepción dogmática de la reciprocidad ha desarrollado todo un corolario de generalizaciones
sobre la inalienabilidad de la cosas que se valoran como don, y ha dado lugar también a la
confusión de la reciprocidad de don con la reciprocidad de contrato.
La reciprocidad de don es aquella que se explica por las tres acciones de Mauss: saber dar, saber
recibir y saber retornar según determinados contextos sociales y culturales. Mientras que la
reciprocidad de contrato radica exclusivamente en la obligación de cumplir con una materia
determinada y solo con esta.
En comparación sociológica, la reciprocidad de don obliga por la vinculación existente entre las
personas, mientras que la reciprocidad de contrato obliga por el poder que existe a compeler las
partes sin ninguna otra vinculación que la del mismo contrato con su cumplimiento. Lo propio del
don es ser un momento de una relación de vinculación. Lo propio del contrato es excluir la
obligación de cualquier otra vinculación que no sea la del mismo contrato.
En antropología social es mas lógico entender la inalienabilidad como el poder de la vinculación
personal, y enunciar este concepto en positivo.
El malentendido que ha hecho confundir la reforma de un tipo de reciprocidad con su total
negación esta relacionado con otro abuso absolutismo mas ordinario para la experiencia del
antropólogo, y este es sin duda el de la economía contractual.
La antropología sociológica debe saber distinguir entre reciprocidad y contrato, en el sentido de
sistema de don entre vinculaciones personales versus el interés o beneficio surgidos de la
especificidad de cada intercambio o transacción, por mas que estos abusen del espíritu de
reciprocidad de cualquiera de las partes implicadas.
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En la sociedad de mercado el contrato abusa del espíritu y acción de la reciprocidad. Utiliza la
intencionalidad de confianza, bondad y responsabilidad para abusar de las personas, haciéndolas
creer en derechos humanos indisponibles, vínculos democráticos, cultura de valores, amistad y
familia de empresa y negocios, estima y respeto al valor de cada persona, ..., cosas que día a día
las escuelas de negocios incorporan a sus verdades mucho mas groseras.
Criticar el contrato capitalista como abuso de la reciprocidad personal es un recurso metodológico
fundamental para la comparación etnográfica e histórica. Creemos que tiene mucho sentido hablar
de unas sociedades en las que la reciprocidad prevalece y de otras en las que lo hace el contrato.
La valoración etnográfica de las tres fases maussianas de la reciprocidad (saber dar, saber recibir y
saber devolver) en contextos, que además pueden superar a esta reciprocidad como norma, es
algo muy relevante y que no hay que confundir con la reciprocidad contractual.
Por un lado, pues, la reciprocidad en el contrato es algo sociológicamente, culturalmente y
éticamente distinto de la reciprocidad en el sistema de don. Pero hay otro aspecto dentro de este
malentendido global que conviene destacar, la confusión del regalo con la reciprocidad
propiamente dicha en nuestra sociedad, donde prevalece el contrato en el ordenamiento
económico, político y jurídico. Por mas que el regalo vaya asociado con una vinculación personal
(amistad, amor ...) propia de la reciprocidad-don y su existencia no dependa del interés
contractual, al no ordenar ni establecer los principios de la propiedad y apropiación no podemos
hablar de sociedad de reciprocidad al referirnos a la nuestra.
Dar algo a cambio de otra cosa o perder un derecho para obtener una seguridad no es
reciprocidad tal como pretende Weiner. Lo primero es intercambio, que es mucho menos que
reciprocidad, y lo segundo es sometimiento, que aun es menos que contrato, aunque en muchos
casos un abuso de hecho haga pasar el sometimiento como ejercicio de una libertad contractual.
Yo:nosotros y el don
En nuestra sociedad, continúa Godelier, para que las mercancías continúen circulando lo político
ha pasado a ocupar el punto de anclaje que ha significado lo religioso: Pero si el individuo, como
persona, no puede transformarse en mercancía ni en objeto de don, es porque la propia
Constitución, fundamento del derecho, no pertenece a las relaciones mercantiles. Las funda y las
limita pero no pertenece a ellas. La Constitución no es la propiedad de ningún individuo como tal;
es la propiedad común e inalienable de todos aquellos que la obedecen porque la han elegido,
porque la han "votado".
Tanto Mauss como Godelier nos informan ampliamente sobre el don, pero no tanto sobre la
reciprocidad. Los dones, tan magistralmente descritos, son de hecho formas ceremoniales de la
reciprocidad, pero no la agotan.
En el mundo contemporáneo se difunde la idea de que todo es vendible. Pero incluso en las
sociedades en las cuales la economía de mercado está más desarrollada existen realidades
esenciales que están más allá del mercado.
En el Ensayo sobre el Don de 1929, Mauss critica sobre todo el liberalismo, no aceptando que la
sociedad se encierre cada vez más en lo que llama la fría razón del comerciante, del banquero y
del capitalista. Pide que el Estado otorgue a los que trabajan la ayuda material y la protección
social que el salario no ofrece. Pero demanda también a los ricos y poderosos que muestren la
misma generosidad interesada practicada por los jefes melanesios.
Hoy de manera paradójica se retorna a la caridad y de nuevo el don vuelve a ser socialmente
necesario. En los países más ricos del planeta, los que están en el centro del sistema mundial
capitalista, excluyen a millones de personas de la economía. Las solidaridades familiares o
comunitarias se reducen, el individuo se halla aislado por la sociedad misma. Estar excluido de la
economía significa estar prácticamente excluido de la sociedad. En este contexto nace un
renovado interés por la obra de Mauss.
Pero hay algo que Mauss dejo escapar. Los objetos más preciosos de los indios del noroeste de
América del Norte eran las piezas de cobre que jamás formaban parte del potlatchs. Se
consideraban como sagradas y estaban inmovilizadas en los tesoros de los clanes y tribus. El
análisis de este hecho no fue realizado por Gauss.
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El término Kula
El Kula. Conocido también como circuito kula o intercambio kula, es un intercambio ceremonial
que se realiza entre los pobladores de la provincia neoguineana de Milne Bay Comprende a
dieciocho comunidades isleñas del archipiélago de Massim, incluidas las islas Trobiand, e involucra
a miles de individuos. Según los datos ofrecidos por Bronislaw Malinowski—quien documentó la
práctica a principios del siglo XX—, los participantes en el kula debían viajar en sus canoas algunos
cientos de kilómetros en el sentido que lo imponía el artículo se había propuesto intercambiar con
otros participantes del circuito.
Los artículos que se intercambian en el Kula son dos. Unos eran gargantillas de concha que los
trobriandeses llamaban veigun o soulava, mismos que circulaban hacia el norte en el circuito, en la
dirección de las manecillas del reloj. Los otros eran pulseras hechas con pequeñas conchas que
recibían el nombre de mwali, cuyo sentido de circulación era inverso. Si el intercambio entre dos
personas era abierto con un collar soulava, aquél que lo recibía estaba obligado a corresponder
con un brazalete mwalli. Las condiciones de la participación en el circuito de intercambio variaban
de región en región. Malinowski señalaba que en las islas Trobriand, los jefes monopolizaban el
kula, mientras que en Dobu cualquier hombre podría participar.
Los objetos que se intercambian en el Kula son piezas sin valor de uso —aunque en algunas
ocasiones, señalaba Malinowski, son empleadas como adornos corporales en ciertas celebraciones
religiosas de los Trobriandeses—, mismas que sirven para establecer relaciones sociales y adquirir
prestigio social. Las costumbres y tradiciones que acompañan este intercambio de dones está
cuidadosamente preescrito en el sistema cultural de los pueblos que intervienen en él,
especialmente en lo que refiere a las idealmente prolongadas relaciones que sostienen los
compañeros en el intercambio —llamados karayata—. El acto de regalar, como escribía Marcel
Mauss en su Ensayo sobre el Don, es un dispositivo que engrandece al donante, un acto en el que
el don es acompañado de muestras de exagerada modestia donde el valor de lo dado es rebajado
visiblemente. Como el compañerismo, el don implica fuertes relaciones de correspondencia y
hospitalidad, protección y asistencia mutuas. De acuerdo a los muyuw, una buena relación Kula
puede ser entendida como un matrimonio. Por ello, como citaba Malinowski en Los argonautas del
Pacífico Occidental, los trobriandeses suelen decir que una vez en el Kula, siempre en el Kula.
Los objetos kula rara vez permanecen por mucho tiempo en posesión de quienes los reciben.
Deben pasarlos a otros compañeros en el circuito luego de un cierto período, razón por la cual los
mwalli y los soulava están en constante circulación en el intercambio. A pesar de ello, la posesión
temporal de los objetos kula trae a sus poseedores cierto prestigio. Los jefes más importantes en
el intercambio pueden tener cientos de compañeros en el intercambio, en tanto que los hombres
con menor peso en la trama social suelen tener una docena o menos de ellos.
El término Potlatch
Potlatch es el nombre de una ceremonia practicada por los pueblos indios de la costa del Pacífico
en el noroeste de Norteamérca, tanto en los Estados Unidos como en la provincia de la Columbia
Británica de Canadá. Ejemplos de aquellos pueblos son: los Haida, Tlingit, Tsimskuan, Salísh, Nuuchah-nulth y Kwakiult (Kwakwaka'wakw).
El potlatch, vigente hasta el siglo XX, toma la forma de festín ceremonial para el que se utiliza
carne de foca o salmón. En este festín se observan las relaciones jerárquicas entre los grupos, que
se refuerzan mediante el intercambio de regalos y otras ceremonias. El anfitrión muestra su
riqueza e importancia regalando sus posesiones, queriendo dar a entender que tiene tantas que
puede permitirse hacer tantos regalos. Esto ocasiona que los participantes le correspondan cuando
celebran su propio potlatch.
“…El Potlatch es un sistema complejo de intercambio, Mauss lo llama de
“prestaciones sociales totales” porque va a implicar el total de la vida simbólica de
esa comunidad. Un intercambio que es reglado, y funda los lugares que cada quién
ocupa en la trama social. Estas prestaciones sociales complejas son un intercambio,
no sólo de bienes materiales o de riqueza, son sobre todo intercambios de gestos
de cortesía, de rituales, de fiestas, de mujeres y de niños. Se trata de un
intercambio sofisticado y simbólico […] se trata de destruir, quemar, tirar al mar,
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hacer añicos la riqueza, de ‘consumirla’ en el sentido en que se consume un leño en
el fuego. Es un aprestación de tipo agonístico…”
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TEMA 14. LA RECIPROCIDAD
Formulación de las teorías de la reciprocidad. Intercambios recíprocos: bienes, servicios y trabajo.El entramado institucional: Polanyi y las formas de integración. Las formas de integración no son
categorías evolutivas: su coexistencia en distintas sociedades.- Reciprocidad e instituciones
simétricas. Shalins: La reciprocidad generalizada, equilibrada y negativa. Parentesco y
reciprocidad. La cuestión del equilibrio y la obtención de poder. La moral de la reciprocidad en
distintas sociedades. El contrato y la reciprocidad.
14.1RESUMEN DE LOS PROBLEMAS CENTRALES:
a. La reciprocidad como forma de integración.
b. Reciprocidad generalizada, equilibrada y negativa.
c. Economía Política de la reciprocidad: intercambios y poder.
M. Shalins, analiza los diferentes tipos de transacciones teniendo en cuenta la “distancia del
parentesco”, y distinguiendo: las categorías de reciprocidad generalizada, la negativa y la
equilibrada para integrar en ellas las actuaciones de poder.
1.- MARSHALL SAHLINS “ECONOMÍA TRIBAL (En m. Godelier, ed (1976).Tema12
2.-EL SISTEMA ECONÓMICO COMO PROCESO INSTITUCIONALIZADO.- KARL POLANYI.
Al referirse a las actividades humanas, el término económico tiene dos significados de raíces
independientes, que llamamos significado substantivo y significado formal.
El significado sustantivo de “económico” deriva de que el hombre depende, para su subsistencia,
de la naturaleza y de sus semejantes. Se refiere al intercambio con el medio ambiente natural y
social, en la medida en que este intercambio tiene como resultado proporcionarle medios para su
necesaria satisfacción material.
El significado “formal” de económico deriva del carácter lógico de la relación medios-fines, tal y
como aparece en palabras como “económico” (barato) o “economizar” (ahorrar). Se refiere a la
concreta situación de elegir y especialmente a la elección entre los distintos usos de los medios,
cuando éstos son insuficientes.
(ae económico es el proceso de asignación de recursos escasos a fines alternativos.)
Los dos significados raíces de “económico”, el sustantivo y el formal, no tienen nada en común. El
último procede de la lógica, el primero de la realidad. El significado formal implica un conjunto de
reglas relativas a la elección entre usos alternativos de los medios insuficientes. El SS no implica
elección ni insuficiencia de los medios
Nuestra propuesta es que solamente el SS de “economía” puede producir los conceptos que
necesitan las ciencias sociales para la investigación de todos los sistemas económicos empíricos
del pasado y del presente
Esta combinación de términos se produjo por circunstancias que lógicamente hay que atribuir al
azar. Los dos últimos siglos produjeron en Europa occidental y Norteamérica una organización que
consistía en un sistema de mercados formadores de precios
Es posible describir los sistemas económicos empíricos (sustantivos) sean primitivos o arcaicos
según la forma en que está instituido el proceso económico. Las tres instituciones, el comercio, el
dinero y el mercado, proporcionarán un caso de prueba. Anteriormente han sido definidas sólo en
términos formales; y al hacerlo así se excluía cualquier aproximación que no fuera la de mercado.
Su tratamiento en términos sustantivos debe, pues, acercarnos más al deseado entramado
universal de referencias.....
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EL SIGNIFICADO FORMAL Y EL SIGNIFICADO SUSTANTIVO DE ECONÓMICO. No va con
el tema
Examinemos los conceptos formales empezando por la manera en que la lógica de la acción
racional produce la economía formal y luego, a su vez, da lugar al análisis económico.
La economía formal se refiere, como hemos dicho, a una situación de elección que se plantea a
partir de la insuficiencia de los medios. Éste es el postulado llamado “escasez”. Requiere, en
primer lugar, insuficiencia de medios; en segundo lugar que la elección sea inducida por la
insuficiencia. Para que la insuficiencia induzca elección debe existir mas de un uso de los medios,
así como fines jerarquizados, es decir, por lo menos dos fines clasificados en orden de preferencia.
Resulta fácil ver como se da elección de medios sin que tengan que ser insuficientes y como hay
insuficiencia de medios sin elección. La elección puede estar inducida por una preferencia del bien
ante el mal (elección moral), o puede tener que resolver una encrucijada..., en cualquier caso, la
abundancia de medios, en vez de disminuir las dificultades de la elección, más bien las aumenta.
....”Last not least, “...el análisis económico.- Esta disciplina es el resultado de la aplicación de la
economía formal a un sistema económico concreto, a saber, el sistema de mercado. Todos los
bienes y servicios, incluyendo la utilización del trabajo, la tierra y el capital, están a la venta en los
mercados y, por tanto, tienen un precio; De ahí se deducen los límites dentro de los cuales puede
demostrarse efectivo el análisis económico. La utilización del significado formal denota que el
sistema económico es una secuencia de actos dirigidos al ahorro, es decir, de elecciones inducidas
por situaciones de escasez. El que este analisis pueda aplicarse a un concreto sistema económico
depende de si tal sistema económico consiste de hecho en una secuencia de tales actos.Fuera del
sistema de mercados formadores de precio, al análisis económico pierde la mayor parte de su
relevancia como metodología de investigación
El origen del concepto sustantivo es el sistema económico empírico. Puede resumirse brevemente
(si no comprometidamente) como el proceso instituido de interacción entre el hombre y su medio
ambiente, que tiene como consecuencia un continuo abastecimiento de los medios materiales para
satisfacer las necesidades
El sistema económico es, pues, un proceso institucionalizado. Dos conceptos sobresalen: el del
proceso y el de su “institucionalización”:
“Proceso” sugiere un análisis en términos de movimiento. Los movimientos se refieren a cambios
de localización o a cambios de apropiación o bien a ambos. En otras palabras, los elementos
materiales pueden alterar su posición cambiando de lugar o bien cambiando de ”manos”.
Los movimientos de localización incluyen la producción, junto con el transporte, para la que el
traslado espacial del objeto es igualmente esencial.- Los bienes son de orden inferior o de orden
superior, según la forma de su utilidad desde el punto de vista del consumidor.- Este tipo de
movimiento de los elementos representa algo esencial del sistema económico en el sentido
sustantivo del término, a saber, la producción.
El movimiento de apropiación determina tanto lo que generalmente se denomina la circulación de
los bienes como su administración. En el primer caso, el movimiento de apropiación es el resultado
de una transacción; en el segundo, de la disposición. En consecuencia, la transacción es un
movimiento de apropiación que ocurre entre ”manos”; la disposición es un acto unilateral de la
mano al que –por la fuerza de la costumbre o de la ley-, se le atribuyen concretos efectos de
apropiación.
Sin embargo, ese proceso económico no alcanzaría toda su plena realidad si se presenta reducido
a una interacción mecánica, biológica y psicológica de elementos. De ahí la trascendental
importancia del aspecto institucional de la economía. La institucionalización del proceso económico
dota al proceso de unidad y estabilidad; crea una estructura con una función determinada en la
sociedad.
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La economía humana, pués, está incrustada y enredada en instituciones económicas y no
económicas. La inclusión de lo no económico es vital, pues la religión o el gobierno pueden ser tan
importantes para la estructura y el funcionamiento de la economía como las instituciones monetarias.
RECIPROCIDAD, REDISTRIBUCIÓN E INTERCAMBIO.
El estudio de cómo están instituidas las economías empíricas debe comenzar por la manera en que
la economía adquiere unidad y estabilidad, es decir, por la interdependencia y recurrencia de sus
partes. Esto se logra mediante la combinación de muy pocos modelos que pueden denominarse
formas de integración. Estas formas ofrecen un medio para describir el proceso económico en
términos comparativamente simples, introduciendo un orden y medida en las infinitas variaciones.
Empíricamente encontramos que las principales pautas son la reciprocidad, la redistribución y el
intercambio. La reciprocidad denota movimientos entre puntos correlativos de agrupamientos
simétricos, presupone como trasfondo agrupamientos simétricos dispuestos; la redistribución
designa los movimientos de apropiación hacia un centro y luego hacia el exterior, depende de la
medida de centralidad en el agrupamiento; el intercambio hace referencia aquí a movimientos de
ida y vuelta en un sentido y en el contrario, por lo que para producir integración precisa de un
sistema de mercados que formen precios.
el efecto integrador estaba condicionado a la presencia de determinados dispositivos
institucionales, como las organizaciones simétricas, los puntos centrales y los sistemas de
mercado, respectivamente.
Así, sólo en un entorno simétricamente organizado se producirá un comportamiento recíproco;
sólo donde se han creado centros distribuidores, los actos individuales de compartición y reparto
producirán una economía redistributiva; y sólo en presencia de un sistema de formación de precios
por medio del mercado, los actos individuales de intercambio tendrán como consecuencia unos
precios fluctuantes que integran la economía.
Las formas de integración. Un grupo que deliberadamente emprende la organización de sus
relaciones económicas sobre bases de reciprocidad, para llevar a cabo su propósito, puede
dividirse en subgrupos de miembros correspondientes, los cuales pueden identificarse entre sí
como tales. Los miembros del grupo A podrán entonces establecer relaciones de reciprocidad con
sus correspondientes del grupo B, y viceversa. Pero la simetría no se limita a la dualidad. Tres,
cuatro o más grupos pueden ser simétricos con respecto a dos o más ejes; tampoco los miembros
de los grupos necesitan ser recíprocos uno a uno, sino que pueden serlo con los miembros
correspondientes de un tercer grupo con el cual mantienen relaciones análogas. La responsabilidad
de un trobriandés está dirigida hacia la familia de su hermana. Pero no por eso le ayudará el
marido de ésta, aunque la ayuda provendrá, si está casado, del hermano de su propia esposa,
miembro correspondiente de una tercera familia.
La reciprocidad, como forma de integración, gana fuerza en gran medida gracias a su capacidad
de utilizar tanto la redistribución como el intercambio a manera de métodos subordinados. En las
economías sin mercado estas dos formas de integración, la reciprocidad y la redistribución, suelen
presentarse juntas.
La redistribución se consigue, dentro de un grupo, en la medida en que la asignación de los bienes
se reúna en una mano y tenga lugar en virtud de la costumbre, la ley o una decisión central ad
hoc. A veces esto significa una reunión física de bienes, acompañada de almacenamiento y
redistribución, y otras veces la “reunión” no es física, sino simplemente apropiativa, es decir, el
derecho a disponer de la localización física de los bienes. La redistribución se presenta por muchas
razones, en todos los niveles de civilización , desde la tribu cazadora primitiva hasta los grandes
sistemas de almacenamiento de Egipto, Sumeria, Babilonia y Perú. En los grandes países, las
diferencias de clima y tierra pueden hacer necesaria la redistribución, en otros casos se debe al
desfase temporal que existe, por ejemplo, entre la recolección y el consumo. En el caso de la caza,
cualquier otro método de distribución conduce a la desintegración dela horda o banda, puesto que
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en este caso, sólo la división del trabajo puede asegurar los resultados. El principio en todos es
reunir y re distribuir desde un centro. Puede aplicarse a grupos como la familia o un feudo.
La redistribución también es apta para integrar grupos a todos los niveles y en todos los grados
de permanencia, desde el mismo Estado hasta unidades de carácter transitorio. También aquí
como en el caso de la reciprocidad cuanto más estrechamente esté entretejida la unidad
abarcadora, más variadas serán las subdivisiones en que pueda operar con eficacia la
redistribución .
El intercambio, para poder servir de forma de integración, requiere un sistema de mercados
formadores de precios. Por tanto, deben distinguirse tres clases de intercambios: el movimiento
meramente físico de cambio de lugar entre manos (intercambio operacional); los movimientos
apropiativos de intercambio, con una equivalencia fija (intercambio basado en un acuerdo previo),
y los que tienen lugar con una equivalencia negociadora o contractual (intercambio integrador).
Mientras el intercambio sea fijo, el sistema económico estará integrado por factores que fijan esa
equivalencia. Los mercados sólo son integradores si están vinculados en un sistema que tiende a
extender el efecto de los precios a otros mercados distintos de los directamente afectados. Para
que pueda ser integrador, el comportamiento de las partes debe estar dirigido hacia la
determinación de un precio que sea lo más favorable para cada parte. Este comportamiento es
muy distinto del intercambio a un precio fijo. El intercambio a precios fijos no implica otra cosa
que beneficio para las dos partes que intervienen en la decisión de intercambiar; el intercambio a
precios fluctuantes tiene como objetivo un beneficio que solo puede conseguirse con una actitud
que implica una clara relación de antagonismo entre las partes intervinientes
Resultan esclarecedoras las agrupaciones tradicionales de los sistemas económicos cuando más o
menos se aproximan a una clasificación según las formas dominantes de integración. Eso que a los
historiadores les gusta denominar “sistemas económicos” parece encajar perfectamente en este
modelo. En ellos, el predominio de una forma de integración se identifica con el grado en que
abarca la tierra y el trabajo de la sociedad. La llamada sociedad bárbara se caracteriza por la
integración de la tierra y el trabajo en el sistema económico por medio de los lazos de parentesco.
En la sociedad feudal, los vínculos de lealtad determinan el destino de la tierra y del trabajo que va
asociado a ella. En los imperios de regadíos (los basados en grades obras de irrigación), eran el
templo y el palacio quienes en gran medida distribuían y a veces redistribuían la tierra..y lo mismo
ocurría con el trabajo, al menos en su forma de trabajo dependiente. La aparición del mercado
como fuerza dominante del sistema económico puede rastrearse observando la amplitud con que
la tierra y los alimentos se movilizaban mediante los intercambios y el trabajo se convertía en una
mercancía que se podía adquirir libremente en el mercado.
No obstante, no debería considerarse menos vital la integración de la tierra en la economía.
Estas formas de integración no representan etapas de desarrollo. No implican ningún orden
temporal. Las sociedades tribales practican la reciprocidad y la redistribución, mientras que las
sociedades arcaicas son fundamentalmente redistributivas, aunque en alguna media pueden dejar
espacio al intercambio. La reciprocidad, que desempeña un papel dominante en algunas
comunidades melanesias, se presenta no como rasgo importante sino como subordinado, en los
imperios arcaicos redistributivos, hasta el punto que el comercio exterior que se lleva a cabo con
regalos y devoluciones de regalos) sigue estando en gran medida organizado según los principios
de la reciprocidad. La redistribución, el método dominante en la sociedad tribal y arcaica, junto a
la cual el intercambio solo juega un papel menor, llego a tener una gran importancia en el imperio
romano tardío y actualmente esta ganando terreno en algunos Estados industriales modernos. La
Unión Soviética es un ejemplo extremo.
ORGANIZAR: SUSPENSIÓN DE LA MORALIDAD Y RECIPROCIDAD NEGATIVA.- Paz
Moreno Feliu.
El artículo se basa en el análisis etnográfico de la reciprocidad negativa (en lo que los internos
denominaban “organizar”) en los campos de concentración de Auschwitz.
.....La principal fuente de nuestra reconstrucción etnográfica son las memorias escritas por los
antiguos prisioneros.
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LAS RELACIONES SOCIALES EN LOS CAMPOS DE AUSCHWITZ.-......Höss, el primer comandante y
artífice de Auschwitz, puso en marcha la estructura de control interno del campo mediante la
creación de distintos rangos antagónicos entre los propios prisioneros, a la cabeza de los cuales se
situaban los llamados “prisioneros funcionarios”, “preeminentes” o “aristócratas”
.....Es decir el ejercicio de la brutalidad y el antagonismo del diseño inicial llevó paradójicamente a
la creación de varias redes de intercambio, que englobaban tanto relaciones predatorias como
alianzas de dependencia mutua
ORGANIZAR.....u organizarse, significa obtener no importa qué por no importa qué medio. Tanto
lo adquirido mediante lo que tienes (los cigarrillos) como por la mendicidad, el trueque, el robo, el
chantaje, la fuerza, incluso el homicidio. Se organiza un mendrugo de pan o diez hogazas de pan,
un miserable trapo pulgoso o la lencería de seda nueva, un cigarrillo o mil cigarrillos
De tal forma, que aparentemente recuerdan en mucho las características que Sahlins (1965)
otorga a la reciprocidad negativa como la forma “mas impersonal de intercambio”. Sahlins
caracteriza estructuralmente la oposición entre la reciprocidad generalizada y la negativa mediante
la proximidad o distancia de los vínculos sociales, nosotros proponemos aquí un modelo que de
cuenta de las variaciones no como una mera oposición, sino como una compleja trama de formas
variables y graduales cuyo rasgo distintivo sería la presencia o ausencia de obligaciones
interdependientes entre los actores, a partir de las cuales se articulan las nociones de moralidad.
..........Como principio, la organización se basa en una defensa del autointerés, es más apropiado
que consideremos el amplísimo espectro de niveles de intercambio como parte de un sistema de
relaciones posicionales y no como un sistema de relaciones interpersonales.
desde un punto de vista global, la característica de organizar debemos relacionarla con una
suspensión de los principios sociales dela moralidad.............
.....En su descripción no sólo desparecen los robos y todas las relaciones predatorias entre los
prisioneros,
......En un sentido similar otros prisioneros resuelven el dilema moral que suponen los robos a
otros prisioneros en términos de los antagonismos segmentarios establecidos en la jerarquía del
campo,
CONCLUSIÓN.
Organizar, en todas sus variedades, se nos muestra a la vez como consecuencia de la suspensión
de la moralidad, y como génesis de las normas surgidas e incrustadas en el universo social
concentracionario.
Tanto Mauss como Polanyi vincularon el estudio dela reciprocidad al de las ideas sobre la
moralidad.- La incrustación de la reciprocidad en las instituciones sociales, políticas, religiosas,
económicas y de parentesco delimita un amplio espectro de relaciones que abarca tanto la
complejidad del don y las obligaciones ante parientes, aliados y vecinos característicos de la
reciprocidad generalizada, como la ausencia de obligaciones que define la reciprocidad negativa.
En otras palabras, mientras que la reciprocidad generalizada se basa en una moralidad
compartida, la negativa se da en situaciones de irrelevancia, ruptura, transformación o suspensión
del orden moral.
El referente moral es fundamental para que el concepto de reciprocidad resulte útil. En situaciones
de quiebra o suspensión del orden moral los grupos sociales recalarán los componentes
negativos: TOMAR/ PEDIR/ GUARDAR.
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T. 15 LA REDISTRIBUCIÓN
Niveles de centralización del poder político y redistribución. La redistribución de los
grandes hombres. La redistribución como integrante del poder político. La apropiación de los
excedentes. La redistribución en los cacicatos. Los grandes estados redistributivos y el “modo
tributario”. Importancia del centro religioso. Tipos niveles y esferas de la redistribución.
Transferencias de bienes y de trabajo.
Los festines ceremoniales. Desigualdad
y
redistribución.
15.2 TEXTOS DE ESTUDIO
K. Polanyi: El sistema económico como proceso institucionalizado.
M. Sahlins: Economía tribal (Addenda) ver addenda tema 12
Eric Wolf: La cultura, ¿Panacea o Problema? (EGM)
REDISTRIBUCIÓN. DEFINICIÓN.
Siguiendo a Polanyi, entendemos por redistribución las trasferencias a un fondo común y el
reparto equitativo o desigual posterior, sin tener en cuenta el valor de las aportaciones previas
individuales.
1. Niveles de centralización del poder político y redistribución.
Algunas sociedades horticultoras del pasado desarrollaron patrones de subsistencia agricultora
más intensivos cuando sus poblaciones llegaron a los millares de habitantes. Cuando tuvo lugar
esta transición poblacional y económica, estas sociedades se vieron forzados a crear un nuevo
nivel de integración política para mantener la unidad y el orden. Esto era la jefatura, y en última
instancia el estado. Este hecho marca el comienzo de las sociedades centralizadas, de liderazgo de
largo alcance y no igualitarias. Antes de examinar la naturaleza de jefaturas y estados, es
importante tener en cuenta que los sistemas políticos en muchas sociedades no encajan
completamente con cada categoría. Esencialmente van transformándose de tribu a jefatura y de
jefatura a estado. Es a partir de este “momento” en el que empiezan a surgir estructuras políticas
más centralizadas, cuando podemos empezar a hablar de redistribución como integrante del poder
político.
Entre los cazadores recolectores la reciprocidad sería la forma dominante de distribución, como
hemos visto, mientras que en las sociedades tribales o los estados la redistribución sería a su vez
la forma dominante. El intercambio equilibrado e incluso competitivo está presente en todas las
formas, pero sólo en la sociedad de mercado constituye la forma dominante de distribución, por lo
menos en teoría.
Las jefaturas son parecidas a las bandas y tribus en que son mayoritariamente sociedades sin
clases. Sin embargo, las jefaturas difieren en que tienen un líder estable más o menos permanente
con autoridad real para tomar las decisiones más importantes en sus sociedades. A veces existe un
consejo asesor también, pero no hay burocracia o administradores profesionales. El gobierno es
en esencia el jefe. Algunas de las jefaturas más avanzadads de África son una excepción en que
tienen un jefe principal y jefes menores que realizan funciones administrativas. Los Baganda y
Bunvoro de Uganda son ejemplos de esto. Las jefaturas de Hawai precolonial y en algunos sitios
de Polinesia eran parecidas en que tenían varios niveles de jefes. Las jefaturas también se
conocen históricamente en Europa, Asia, el suroeste de USA , la islas caribe, Panamá, Colombia…
El rango en los grupos de parentesco es normalmente la base primaria del status individual en las
jefaturas. El jefe está en la cumbre de la jerarquía de parentesco. Las demás personas están
comúnmente jerarquizadas en términos de su distancia genealógica al jefe. Por consiguiente,
existe un interés real en tener algún tipo de vínculo de descendencia con los ancestros de las
familias importantes.
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2. La redistribución de los grandes hombres. La apropiación de los excedentes. La
redistribución como integrante del poder político.
Los jefes y sus familias tienen generalmente un nivel/estándar de vida mayor que la gente
corriente. Lo que hace esto posible es que los jefes normalmente son los que desempeñan la
función de redistribución económica en toda la sociedad, función que en algunos casos toma la
forma de ritual de donación de regalos. Esencialmente lo que se redistribuyen son los excedentes
de productos agrícolas. En este proceso, se retiene una pequeña cantidad para mantener el estilo
de vida más ostentoso de los jefes. La redistribución ritual del excedente alimentario y de otras
comodidades en las jefaturas constituyen, en cierto sentido, los inicios rudimentarios de un
sistema de impuestos. Esto se tolera probablemente por las ventajas económicas y la estabilidad
social que puede comportar. El mayor tamaño territorial de las jefaturas a menudo incluye diversas
zonas medioambientales con algún tipo de productos diferentes. La redistribución de excedentes
puede servir como método de provisión de seguridad en tiempos de mala cosecha y también como
mayor variedad de alimento para la población total. Por ejemplo, un agricultor dona parte de su
cosecha pero obtiene diferentes clases de alimento en contrapartida, además de un status social
mayor.
Los sistemas políticos del nivel de estado aparecieron originariamente en sociedades con
agricultura intensiva a gran escala. Empezaron como jefaturas y luego evolucionaron a formas de
reinos más centralizados y autoritarios cuando sus poblaciones crecieron hasta alcanzar las
decenas de miles de habitantes. Mientras que las jefaturas son sociedades en las que todos tienen
un rango en relación al jefe, los estados están socialmente estratificados en clases muy distintas
en términos de riqueza, poder y prestigio
Hace alrededor de 5.000 años, los primeros reinos del antiguo Egipto y Mesopotamia desarrollaron
tales niveles de estado de integración política. Poco después, aparecieron estados en el
subcontinente indio y en China. Hace unos 4.500 años había estados desarrollándose en
mesoamérica y en la región andina central. Los estados prístinos de estas seis regiones se
convirtieron en las bien conocidas civilizaciones.
Aunque estos seis centros de civilizaciones prístinas tenían diferencias culturales e históricas
grandes, crearon soluciones políticas notablemente parecidas a la hora de tratar los problemas de
alimentación y de control de grandes sociedades complejas. Estos nuevos sistemas políticos
tenían una pirámide de autoridad con una pequeña clase elite hereditaria en su cumbre coronada
por un rey y la familia real. En su base estaban los plebeyos que eran el grueso de la sociedad.
Eran en su mayoría agricultores productores de alimentos de los que dependía en fin el total de la
sociedad. En el medio, había una pequeña clase media que consistía de dos grupos. Primero, los
artesanos profesionales y los mercaderes que principalmente producía o adquirían bienes de lujo
para la elite. Segundo, había burócratas profesionales que administraban la religión estatal y el
gobierno de las cosas cotidianas.
Como quiera que los reinos independientes dentro de estas regiones geográficas de la civilización
Antigua competían por la tierra, el agua y otros recursos importantes, la guerra se hizo cada vez
más frecuente y mayor en escala. Se crearon ejércitos profesionales y armas más eficientes. En el
mundo antiguo, esto incluía carros tirados por caballos, barcos de Guerra, espadas metálicas,
flechas y puntas de flechas. Las consecuencias de estas guerras de conquista fueron reinos
poderosos que destruyeron y se anexionaron reinos más débiles. Al final, los victoriosos
gobernaban enormes imperios e numerosas ciudades, multi-culturales y multilingüísticos con
millones de personas que habitaban en vastas áreas. Estos super-estados requerían incluso más
centralización de la autoridad y mayores ejércitos permanentes.
Todas las civilizaciones antiguas eran sociedades agrícolas preindustriales con una mayoría de su
población que vivía en caseríos o en pequeñas aldeas. La mayoría de estas sociedades
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esencialmente rurales solamente tenían una o unas pocas ciudades pequeñas de unas 5.00050.000 personas. Estas áreas urbanas eran primariamente centros para la elite de la clase
gobernante y para la burocracia del gobierno y para la mayoría de artesanos especializados y los
comerciantes que trabajaban para ellos. Además, en las ciudades se encontraban los templos más
importantes de las religiones estatales. En la cima de las jerarquías religiosas, políticas y militares
estaban los miembros de la elite gobernante. No existía la separación iglesia-estado que
caracteriza a los grandes estados actuales. Por ejemplo, un príncipe podía servir de general del
ejército, de gobernador provincial y de sacerdote mayor a la vez. Y no se veía como conflicto de
intereses.
Los estados antiguos estaban lejos de ser igualitarios. Había unos cuantos ricos y políticamente
poderosos y muchísimos más plebeyos comparativamente pobres que tenía poca influencia política
y casi ninguna posibilidad de tenerla. Como los reinos de una única ciudad se convirtieron en
imperios multi-ciudad con vastos territorios, los sistemas políticos se hicieron más rígidos. No era
infrecuente que el gobernante se convirtiera en rey-dios con autoridad absoluta, como los
faraones egipcios.
La mayoría de los estados antiguos tenían esclavitud. La conquista de otros estados los
proporcionaba normalmente. Los esclavos no siempre estaban en la base de las pirámides de
poder en estas sociedades. En Egipto y Mesopotamia, las mujeres esclavas estaban a veces
integradas en las casas de los pobres ricos y poderosos como sirvientes y concubinas. Los niños
esclavos apadrinados por sus propietarios a veces adquirían la libertad y un estatus mucho más
alto, riqueza y poder que otros plebeyos no podían obtener.
Tipos, niveles y esferas de la redistribución.
Dentro de la redistribución podemos distinguir dos tipos: la igualitaria y la estratificada:
- En la redistribución igualitaria, el colector y redistribuidor del fondo común no lo es por
propia iniciativa ni permanentemente, participa de un modo activo en el esfuerzo de la producción
y no obtiene ningún beneficio, ni material ni social por encima de los que obtienen los demás
miembros del grupo (e.g. nacimientos, funerales). (…). En realidad, esta redistribución igualitaria
no es más que una variante compleja de la reciprocidad. Durante cierto tiempo, una unidad de
producción se beneficia de las transferencias diádicas e incluso recibe en ellas un trato privilegiado
y está exenta de la obligación de devolver. Pasado ese plazo, la fiesta es su contraprestación
recíproca. La centralidad social que la redistribución implica, en ésta igualitaria no es más que
transitoria, concluye con la fiesta. Mejor dicho, concluida la fiesta el centro se desplaza, pasa a
estar en otro colector y redistribuidor al que una muerte en la familia le obligue a seguir los
mismos pasos. (…)
- En la redistribución estratificada el colector y redistribuidor lo es por iniciativa propia y/o
permanentemente, puede participar en el esfuerzo productivo o abstenerse de hacerlo, y obtiene
un beneficio material y/o social superior al que obtienen los demás miembros del grupo (Big man,
incas, rey ashanti, potlach).
La redistribución estratificada es el ámbito en el que suelen darse las instituciones agonísticas. El
potlach ya hemos tenido ocasión de presentarlo en el capítulo III.
Veamos ahora dos ejemplos adicionales, el buritila'ulo y el moka, antes de ofrecer una
interpretación de las razones de su existencia.
El buritila'ulo, tomado de Malinowski (1935), representa un mutuo desafío entre dos aldeas en la
forma en que se intercambian las cosechas. Este es un ejemplo extremo de competición en el que
la redistribución es, de facto, nula.
El buritila'ulo consiste en un intercambio de la cosecha de dos aldeas de forma competitiva bajo la
forma de un regalo que, obviamente, debe devolverse de inmediato. Si la devolución en forma de
ñames, nuez de betel y caña de azúcar es demasiado pequeña, su inadecuación será objeto de
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burla. Ahora bien, si la devolución es excesivamente generosa, los receptores la tomarán como un
insulto. Después de reunir la cosecha sin ayuda de otras aldeas o parientes,
Mientras se está en la aldea rival se recibe todo tipo de insultos y arengas de los jefes rivales. En este
caso, los bienes intercambiados en la competición son prácticamente equivalentes. En cambio, en el
ejemplo siguiente, el vencedor puede llegar a conseguir que el perdedor no le pueda devolver la
riqueza tan trabajosamente obtenida.
El moka de Nueva Guinea puede describirse de la siguiente forma (Godelier, 1988):
El moka es un sistema de intercambios ceremoniales y competitivos que asocia y opone a
un conjunto de tribus cuyos territorios rodean el monte Hagen. La población de esos
grupos asciende a más de cien mil personas que hablan lenguas muy próximas. (…)
¿En qué consiste concretamente un intercambio moka?
Tomemos el ejemplo más simple, una transacción hecha entre dos asociados solamente, X e Y, en
la cual las conchas son el principal objeto del don. En un primer momento, X dona a Y dos conchas
y un cerdo, equivaliendo el valor de este último a dos pearl-shells (conchas con perlas). (…)
Es el don de retorno el que constituye el moka, con la condición de que supere en cantidad al don
inicial. Supongamos que Y, tras haber dejado que transcurra el tiempo necesario para reunir ocho
pearl-shells, las envía a X como don de retorno. Por supuesto, puede decidir no reenviar más que
cuatro pearl-shells, pero en ese caso se dice que únicamente ha pagado sus deudas y que el moka
no ha tenido lugar. ¿Qué es lo que ocurre cuando tiene lugar un moka? Ocurre que el primer
asociado, X, se vuelve «más rico» al adquirir cuatro pearl-shells más, pero también Y se vuelve
«más grande» al haber donado ocho pearl-shells. Pero uno no se puede detener en este punto.
Entonces debe comenzar una segunda secuencia, en la que es Y quien toma la iniciativa. (…)
La redistribución de las grandes hombres. La redistribución en los cacicatos.
De hecho, para un Big Man, el súmmum consiste en donar lo máximo posible sin pedir nada en
retorno. Bajo esta óptica, el moka está muy próximo al potlatch: la motivación de los asociados del
moka no estriba en obtener «beneficios», sino en aumentar los dones y crear deudas con ellos.
¿Cómo interpretar estas instituciones que, observemos, utilizan la ideología de la reciprocidad? La
respuesta de Sahlins (1972) es que estas instituciones, caracterizadas como de economía de prestigio,
tienen la función de obligar a las unidades domésticas a producir por encima de su tendencia, esto es,
para su consumo. En el caso de los grandes hombres, éstos movilizan a una amplia red de seguidores
que trabajan para él con el objetivo de acumular un fondo de riqueza listo para ser disipado.
En el caso de los jefes y caciques, como en los reyes africanos, los “impuestos” (de hecho
catalogados de obligaciones del parentesco) se destinan a un fondo común que se regala a otros
dignatarios o se reparte en caso de necesidad. De ahí la expresión de Malinowski de que los jefes
son los banqueros de la tribu. Este modo de producción, aunque puede mantener una
estratificación incipiente, no puede mantener sistemas de castas de forma permanente, o si lo
hace, como en el caso de Hawai o Tahití, es a costa de crisis periódicas que reestablecerían el
equilibrio (Cf. Sahlins, 1972:144).
M. Sahlins: Economía tribal (Addenda)
(Ver resumen tema 12)
Lectura 4.-Wolf: La cultura: ¿Panacea o problema?
La proliferación de especialidades en antropología había puesto en entredicho el viejo concepto de
cultura, tanto en su sentido de patrimonio exclusivo de la humanidad, como en el de repertorio de
artefactos y costumbres distintivas, coherentes y transgeneracionales que caracterizan a una
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sociedad. El concepto de cultura no es ninguna panacea, si tiene alguna utilidad es sólo como
punto de partida de la investigación, su valor es metodológico: busca las conexiones.
A pesar de las distinciones y matices nunca se puso en duda que la cultura organizada dentro de
una sociedad coherente y delimitada sea su propiedad esencial. El método comparativo yuxtaponía
casos aislados. Se llego a reconocer que las comunidades en las sociedades modernas habían
llegado históricamente a formar parte de totalidades más amplias, pero se pensaba, en la época
de los 60 y el estructuralismo francés, que las sociedades y culturas de los primitivos se habían
configurado a espaldas de la historia, ajenas al flujo del cambio histórico, como si fuesen
distintivas, delimitadas y aisladas: un pueblo, una sociedad, una cultura.
Pero no se puede mantener la noción de primitivo como estático y aislado ni tampoco se puede
renegar de la hº. Ni los indios norteamericanos, ni los africanos produjeron materiales culturales
distintivos por si mismos, es mas lo hicieron presionados por las circunstancias, por las
restricciones de las nuevas demandas y mercados por las consecuencias de las nuevas
configuraciones políticas. Se han utilizado las culturas primitivas y las nuevas entidades formadas a
partir de unidades previas para construir tipologías de sistemas políticos africanos o para
recopilarlas en estadios independientes de una secuencia evolutiva como si fuesen estáticas e
independientes de los procesos históricos. Pero todas ellas son resultado de efectos y causas,
como agentes y víctimas de procesos de expansión política y económica directamente vinculados a
la presencia de los colonizadores.
Freíd en 1966 argumentó que los grupos tribales no constituyen ninguna clase de unidad original.
Wolf sostiene que en la mayoría de los casos, las entidades estudiadas por los antropólogos deben
su desarrollo a procesos que se originan en su exterior, lejos de su alcance, cristalizan por estos
procesos, participan y ademas estas entidades afectan a los desarrollos y procesos. Ejm iroques
engloba un amplio campo social y cultural donde participaron viajeros, caballerias, comerciantes
de esclavos, mercaderes jesuitas etc. Las cult-unidades de la antropología no antecederieron a la
expansión del comercio y del capitalismo, sino que fueron surgiendo y diferenciándose en el curso
del proceso. No fueron sistemas independientes con relaciones de input-output con su medio
ambiente, sino que ellas mismas eran lo que Boulding denominó, productos totales.
Los difusionistas ya percibieron la integración cultural como un problema, no como un presupuesto
pero no supieron hallar explicaciones de como mediante el uso de esas formas la gente se
relaciona entre sí ecológica, económica, social, política e ideológicamente.
Quizás, deberíamos considerar como decía Kroeber que una cultura, “es una acomodación de
partes específicas, que son partes en flujo constante, y que se ajustan de modo más o menos
factible”. Es decir que hay unas culturas especificas pero tb debemos valorar como se acomodan a
los procesos ecologicos, politicos, economicos e ideologicos concretos. Así, ni las sociedades, ni las
culturas deberían darse por supuestas, no poseen una esencia interna, una organización
fundamental o un plan magistral, sino que las series culturales y las series de las series están
continuamente en construcción, desconstrucción y reconstrucción, afectadas por múltiples
procesos que afectan a varios campos de conexiones sociales y culturales.
Estos procesos y conexiones son ecológicos, económicos, sociales y políticos, e incluyen el
pensamiento y la comunicación. Existe un nivel de conocimientos y actividades prácticas: cavar,
plantar, cosechar y otro de los significados que se les da, insistentemente, a estas actividades:
Relaciones de género, pautas de conducta.
A traves de las ideologías encajaremos tales significados con la praxis y esto es un proceso
específicamente humano. Esta construcción ideologica precisa de la institucionalización de códigos,
canales, mensajes, emisores, audiencias e interpretaciones. La construcción acarrea una sobrecodificación.
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La coercion supone que se nos reduce el abanico potencial de connotaciones a unos cuantos
significados que son considerados permitidos e imprescindibles, de este modo podemos ver la
construcción de la ideología como una forma de robo de ideas y de libertades, limitandonos a
traves del mito, el ritual, la ciencia misma a proclamar una y otra vez la misma ficcion. El poder es
tb coercitivo tanto a nivel social inmediato unos sobre otros como a nivel amplio, ecologico donde
se estructura y delimita el entorno de una población y algunas formas de acción se definen como
imposibles de realizar. La construcción, deconstrucción y reconstrucción de las series culturales
también implica la construcción y reconstrucción de ideologías. Y las relaciones ideológicas, al igual
que las ecológicas, económicas, sociales y políticas, transcienden fronteras. Por tanto en lugar de
unidades claramente delimitadas, aisladas y estáticas, debemos enfrenaron a campos de
relaciones en cuyo interior las series culturales se agrupan y se desmantelan. Pero esta concepción
plantea la cuestión de cómo abordar estos campos de actividad y con qué herramientas.
Según Marvin Harris la respuesta estaria en la epistemología de cada cual. El defiende que hay
un mundo real que no es producto de la imaginación, hay un cierto grado de correspondencia
entre las ideas que tenemos en la cabeza y los asuntos reales, y de que la vida humana depende
de cómo los humanos se ocupan de la realidad de la naturaleza. Según Wolf, los humanos se
ocupan del mundo natural mediante la fuerza de producción, herramientas, técnicas, organización
y organización del trabajo pero tb mediante las relaciones sociales estratégicas (comunicación,
interaccion con colegas y enemigos) que rigen la movilización del trabajo social. Es lo que Marx
definio como las relaciones sociales de producción.
Ocuparse del mundo natural es social: siempre implica a seres humanos relacionados entre sí a
traves de sus manos pero tb de sus cabezas de forma simultanea, hay que analizar las relaciones
aunque no se vean. Estamos, por tanto, obligados a buscar descripciones adecuadas de la
interacción social y de las formas culturales, aunque no consigamos comprender cuales son las
relaciones estratégicas subyacentes a esa interacción y construcción cultural. Marx busco
desesperadamente los principios básicos de la variación sobre la que se construye la vida humana.
No olvidemos que el modo tributario de movilizar el trabajo social depende de como y quien
maneje el excedente y esto depende de la forma de poder que impere.
Asi en el capitalismo los capitalistas que son los dueños de los medios de producción compran la
fuerza de trabajo de los trabajadores los cuales son libres y han sido despojado de sus propios
medios de producción y dependen por tanto de unos salarios para subsistir. Pero la movilización
social del trabajo tb moviliza y propaga ideas y no solo aspectos ecologicos. Las relaciones de
poder rigen el mundo real pero las relaciones imaginarias, simbolicas de la jerarquia estructuran el
terreno imaginario del orden mundial. Asi los modelos jerarquicos propducidos por el modelo
tributario siempre producen modelos alternativos, estas alternativas operan con las mismas
tipologias de ideas que el modelo que rechazan, sustituyendo una economia politica por una
economia moral una forma ideologica de representar a los humanos.Thompson .
La cultura se puede ver como ideología en construcción, racionalizaciones que buscan dotar a la
existencia practica cotidiana de una direccion imaginaria una resolución ficticia (la fuerza de
trabajo humana ficticiamente es vista como un tipo de mercancía y asi se crea el fetichismo de la
mercancía viendo a los indv como venderores de bienes ideas y votos y asi se ve a la sociedad
como un contrato mantenido por las estrategias sociales de los indv., empresas y grupos sociales).
La construcción, reconstrucción y la destrucción culturales son procesos en curso que siempre
tienen lugar dentro de campos históricos más amplios. Estos campos están configurados por el
funcionamiento de los modos de movilización social del trabajo y por los conflictos que se generan
interna y externamente, dentro de y entre las constelaciones sociales. En estos funcionamientos y
en los conflictos que se producen, la construcción y destrucción de la ideología juega un papel
primordial. Las formas y los grupos de formas culturales toman parte de este proceso. Para
entenderlos debemos ir mas alla de su significado aparente y entenderlos como constructos
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humanos que encarnan las fuerzas generadas por el modo subyacente de movilización social del
trabajo. Ni son estáticos ni están formados para siempre, sino que al encarnar las tensiones del
modo imperante, están sujetos a procesos continuos de organización y desmembramiento social.
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TEMA 16. COMERCIO Y MERCADOS.
Diferencias entre el Sistema de Mercado y los mercados. Sistema politico, comercio y mercados.
Teorias sobre el origen separado de comercio y mercados. Clases de comercio: comercio interno y
externo. Diferentes esferas del comercio. El comercio administrado. El comercio de donaciones.
Situación social de las elites y de los comerciantes. Distintos ordenes institucionales. Mercados
locales y regionales. El comercio a larga distancia. Los mercados tradicionales africanos y el
impacto del Sistema de Mercado: Economia dual y multicentrica. La falsa dicotomía entre lo global
y lo local: la expansion comercial europea y su impacto en el potlach del noroeste americano.
16.1 Resumen de los problemas centrales
- Mercado y Sistema de Mercado
- Clases de comercio. Comercio interno y externo. Las elites y el comercio
-Los mercados africanos y sus transformaciones: economia dual y multicentrica.
16.2 Textos de estudio
- K. Polanyi: El sistema economico (EGM; ver resumen tema 15)
-Paz Moreno Feliu: Comercio y Mercado
Diferencias entre el Sistema de Mercado y los Mercados.
Las definiciones y tipologias que se utilizaran están basadas en Polanyi. El punto de partida para
estudiar la triada comercio, dinero y mercado es precisamente que desde el punto de vista de los
datos etnográficos, históricos y arqueológicos de que disponemos no hay ningún indicio que nos
permita sospechar que los elementos de la triada formaba o irían a formar parte alguna vez de la
misma institución, como indudablemente lo forman en la economía de mercado. En dicho sistema,
el comercio se muestra como el movimiento de bienes en el mercado y el dinero como el medio de
cambio que facilita dicho movimiento. Al estudiar a otras sociedades no se produce esta unidad
porque la esfera económica no es autónoma del resto de la sociedad, por tanto no es extraño que
nos encontremos con varias formas de comercio, varios tipos y usos de dinero y la entrada de
varias instituciones políticas, legales, de parentesco y religiosas fundamentalmente (en la
formación de los varios niveles de precios existentes, además del mecanismo de la oferta y la
demanda).
Polanyi atribuye al término mercado un doble significado, que muchos de sus críticos han
ignorado. El primer significado se refiere realmente al mercado como lugar de mercado, lugar
físico, generalmente al aire libre donde se pueden adquirir, bien diariamente, bien con cierta
periodicidad (en función de la demografía y de los asentamientos espaciales) productos
necesarios. Cualquier arqueólogo o historiador puede estudiar sus restos porque los lugares de
mercado han sido frecuentes en muchas sociedades, sobre todo las estratificadas.
El segundo significado se refiere al sistema de mercado, sistema que integra los distintos
intercambios bajo los mecanismos de oferta-demanda-precios. Su posición predominante en
occidente y su gran poder expansivo le reserva un papel más fundamental que el de una mera
forma de comercio. El mercado como forma sistemática y homogeneizadora de intercambio cobra
una nueva dimensión con el capitalismo, donde los restos de las instituciones sociales llegan a
girar en torno a él. Tierra y trabajo entran a formar parte de los mecanismos de oferta y demanda,
el riesgo se convierte en una función del propio mercado; el dinero, y su oferta, así como los
créditos se consiguen a través del mercado.
Tanto teórica como empíricamente es imprescindible mantener la distinción entre mercados y
sistema de mercado porque se trata de dos fenómenos muy distintos. Conviene en este sentido
referirse a S. Plattner en su introducción sobre los mercados en la antigüedad, que (aunque
centrados principalmente en los Estados de la América prehispánica), presentan los mismos
problemas generales que los estudios de las formas económicas antiguas en otros lugares del
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globo. El intercambio existía dentro de y sin lugares de mercado, y los lugares de mercado
cumplían algunas funciones integradoras, pero la comprensión de la naturaleza precisa de los
sistemas económicos y sociales de los primeros estados debe venir de un conocimiento sólido de la
producción rural y de la distribución regional. Pero para estudiar la producción y distribución local
y regional en la antigüedad sigue siendo fundamental mantener la distinción de Polanyi, porque
según el presupuesto del que se parta, así serán las investigaciones, (intentos de aplicar principios
de sistema de mercado a lugares de mercado eclipsando así los fundamentos organizativos de
otras sociedades).
Desde el punto de vista institucional del intercambio, el mercado no implica necesariamente un
mecanismo de oferta y demanda (principio de mercado). El mercado implica necesariamente una
situación de intercambio pero no estrictamente un sistema de mercado. Sus elementos básicos
son: un lugar donde efectuar las transacciones, los productos a intercambiar, una parte que
oferta, otra que demanda y unas razones de cambio (sistemas de equivalencias, dinero...)
determinadas fundamentalmente por la costumbre, la ley, la administración y en parte por el
propio mercado. El hecho de que los precios dependan en gran parte de instituciones ajenas al
mercado marca una vez más la frontera entre las instituciones de mercado y el sistema de
mercado.
El comercio, así como algunos usos del dinero, es tan antiguo como la humanidad misma;
mientras que los mercados, aunque hayan existido casi desde el Neolítico lugares de reunión con
carácter económico, no ganan importancia hasta tiempos históricos relativamente recientes. Los
mercados formadores de precios, que son los únicos constitutivos del sistema de mercado, no
existían en absoluto en el primer milenio de la antigüedad, e incluso luego estuvieron eclipsados
por otras formas de integración.
Sistema politico, comercio y mercados
Si se tiene en cuenta que el sistema de mercado es una institución particular de una sociedad
particular, para analizar la triada del cambio en ausencia de dicho sistema es necesario establecer
correlaciones entre dos rangos de fenómenos diferentes:
-Las formas de integración concretas existentes en una sociedad dada: reciprocidad,
redistribución, householdig –relaciones económicas y sociales emergentes de la gran casa señorial
atípica -, y mercado
- Las distintas variedades de comercio, mercado y dinero existentes en cada sociedad.
Sólo en un entorno simétricamente organizado producirá el comportamiento reciproco instituciones
económicas de alguna importancia; sólo donde se han creado centros distribuidores, los actos
individuales de compartición y reparto producirán una economía redistributiva y sólo en presencia
de un sistema de formación de precios por medio del mercado, los actos individuales de
intercambio tendrán como consecuencia unos precios fluctuantes que integren la economía. En
otros casos tales trueques resultarán ineficaces y por tanto tenderán a no producirse. En caso de
que ocurran de forma aleatoria, se despertará una violenta reacción emocional, la opinión no
tolera el comportamiento comercial fuera de los canales asumidos.
La reciprocidad se da en relación con agrupamientos simétricos (Thurnwald), cuanto más
estrechamente se sientan atraídos los miembros de la comunidad circundantes, más general será
la tendencia entre ellos a desarrollar actitudes recíprocas con respecto a las relaciones específicas
limitadas por el espacio, el tiempo o por cualquier otra causa.
La redistribución se consigue dentro de un grupo, en la medida en que la asignación de los bienes
se reúna en una mano y tenga lugar en virtud de la costumbre, la ley o una decisión central ad
hoc. La redistribución se presenta por muchas razones, en todos los niveles de civilización desde la
tribu cazadora primitiva hasta los grandes sistemas de almacenamientos; en los grandes países,
las diferencias de tierra y clima pueden hacer necesaria la redistribución, en otro caso al desfase
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temporal que existe, por ejemplo entre la recolección y el consumo. Una redistribución del poder
de compra puede ser valiosa en sí misma, es decir, para los propósitos que exigen los ideales
sociales de los modernos Estados del bienestar, el principio sigue siendo el mismo: reunir y
redistribuir desde el centro. también puede aplicarse a un grupo más pequeño como la familia o el
feudo (familia patriarcal hebrea, el feudo medieval..) sólo en una forma relativamente avanzada
de sociedad agrícola es practicable esta redistribución de menor escala que constituye la familia
doméstica.
El intercambio para poder servir de forma de integración requiere de un sistema de mercado
formadores de precios, y estos sólo son integradores si están vinculados en un sistema que tiende
a extender el efecto de los precios a otros mercados distintos de los directamente afectados, el
comportamiento de las partes debe estar dirigido hacia la determinación de un precio que sea lo
más favorable posible para cada una de las partes, el intercambio a precios fijos no implica otra
cosa que beneficio para las dos partes, el intercambio a precios fluctuantes tiene como objetivo un
beneficio que sólo puede conseguirse con una actitud que implica una clara relación de
antagonismo entre las partes. De ahí la prohibición universal de hacer transacciones de naturaleza
lucrativa en lo referente a comida y materias comestibles en la sociedad primitiva y arcaica.
Resultan esclarecedoras las agrupaciones tradicionales de los sistemas económicos cuando más o
menos se aproximan a una clasificación según las formas dominantes de integración. Eso que a los
historiadores les gusta denominar sistemas económicos. En ellos, el predominio de una forma de
integración se identifica con el grado en que abarca la tierra y el trabajo de la sociedad.
La llamada sociedad bárbara se caracteriza por la integración de la tierra y el trabajo en el sistema
económico por medio de los lazos de parentesco.
En la sociedad feudal, los vínculos de lealtad determinan el destino de la tierra y del trabajo que va
a asociado a ella.
En los imperios de regadíos eran el templo y los palacios quienes en gran medida distribuían y a
veces redistribuían la tierra, y lo mismo ocurría con el trabajo, al menos en su forma de trabajo
dependiente.
La aparición del mercado como fuerza dominante del sistema económico puede rastrearse
observando la amplitud con que la tierra y los alimentos se movilizaban mediante los intercambios
y el trabajo se convertía en una mercancía que se podía adquirir libremente en el mercado.
En cualquier caso, las formas de integración no representan etapas de desarrollo. No implican
ningún orden temporal. Pueden presentarse distintas formas subordinadas al mismo tiempo que la
forma dominante, y ésta sufrir un eclipse temporal y luego reaparecer. Las sociedades tribales
practican la reciprocidad y la redistribución, mientras que las arcaicas son fundamentalmente
redistributivas. La reciprocidad que desempeña un papel dominante en algunas comunidades
melanesias, se presenta no como caso importante sino como subordinado en los imperios arcaicos
redistributivos, hasta el punto que el comercio exterior sigue estando en gran medida organizado
según los principios de reciprocidad. La redistribución, el método dominante en la sociedad tribal y
arcaica, junto a la cual el intercambio sólo juega un papel menor, llegó a tener una gran
importancia en el imperio romano tardío y actualmente está ganando terreno en algunos Estados
industriales modernos (p. ej. URSS)
Teorias sobre el origen separado de comercio y mercado. Clases de comercio: comercio
interno y comercio externo.
Polanyi siguiendo una línea teórica en la que encontramos autores como K. Marx, Schurtz o
Thurnwald, establece una distinción radical entre el comercio local y el comercio de larga distancia.
Ya Weber había apuntando la independencia entre ambas formas de comercio e incluso sugería
que el mercado organizado y el uso del dinero como medio de cambio habían surgido en la esfera
del comercio extranjero. Polanyi recoge esta distinción evolutivamente (el comercio externo es
anterior al comercio interno, y desde luego al mercado.) En esta línea de investigación se han
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establecido un número de hechos tales como la drástica separación de los mercados externos e
internos en Atenas, ciudades Persas del S. xvII a. C, ciudades de Dahomey en los s. XVIII Y XIX.
Sentada la separación entre comercio externo e interno, hay que tener presente que el comercio
poseía una gran variedad de formas tanto desde el punto de vista institucional como desde las
técnicas desarrolladas. Polanyi establece sobre el comercio una tipología ideal que da cabida a la
gran riqueza de formas que aparecen en distintas épocas y sociedades.
El comercio, desde el punto de vista substantivo es un método relativamente pacífico de adquirir
bienes de los que no se dispone de manera inmediata, es algo externo al grupo: es una forma de
adquirir bienes que no hay en un lugar, esto implica 1)la adquisición de productos procedentes de
fuera de una comunidad y por otra 2) transportarlos a ella desde un lugar distante. Se establece
pues una red de relaciones bilaterales (al menos siempre dos comunidades implicadas) que son
por definición de carácter pacífico (quedan por tanto excluidas todas las transacciones económicas
unilaterales: saqueos, botines de guerra).
Los papeles de ambas comunidades en el intercambio no son iguales, o las transacciones tienen
lugar en un sitio neutral o una de las dos lleva un rol activo (toma la iniciativa, corre con los
riesgos y negociaciones) mientras que la otra juega un papel pasivo (comunidad visitada por los
comerciantes) En cualquier caso, las actividades comerciales están inmersas en una compleja red
de relaciones sociales, en la que destaca la presencia de elementos de carácter ritual, ceremonial y
políticos, el papel destacado de estos elementos tiene repercusión directa en los mecanismos de
mercado, es decir las razones de cambio no se producen meramente en el comercio sino que
también se presuponen bien por la tradición, acuerdos políticos…la razón fundamental es la
ausencia de un mercado ”autorregulado” que aísle aunque sea teóricamente el comercio del resto
de las variables sociales.
Desde el punto de vista cataláctico (del intercambio, es decir, de la definición formal) es un
movimiento de bienes que pasa por el mercado. Todas las mercancías son objetos potenciales de
comercio, el movimiento está controlado por los precios: comercio y mercado son coextensivos.
Todo comercio es comercio de mercado. El énfasis en la adquisición de bienes situados a distancia
como elemento constitutivo de comercio debe sacar a la luz el papel dominante que representaron
las importaciones en la temprana historia del comercio (intereses exportadores en el siglo
diecinueve es un fenómeno típicamente cataláctico.)
Diferentes esferas del comercio
Tratándose del transporte de bienes a una cierta distancia y en las dos direcciones el comercio
tiene cierto número de componentes tales como el personal, los bienes, el transporte y la
bilateralidad, cada uno de los cuales puede analizarse según criterios sociológicos o
tecnológicamente significativos. Hay que tener en cuenta pues todos estos factores sociológicos,
económicos, políticos y técnicos puesto que su incorporación al análisis modifica los supuestos
generales de que parten los partidarios de una aplicación mecánica del modelo de intercambio
dominante en nuestra sociedad, sobre todo en relación con el beneficio económico resultante de
tal intercambio; se podrían denominar factores institucionales del comercio
1. Personas que participan en el comercio: los comerciantes
Polanyi aísla dos tipos ideales de comerciantes en función de los motivos para entrar en el
comercio:
El agente o factor que obtenía su beneficio en términos de reconocimiento de status, no obtenía
ganancias sino donaciones de su señor. Integrante fundamental del comercio administrado, un
servidor del rey o del emperador (lo que no quiere decir que no estableciese otras redes de
intercambio por su cuenta) Producto de un sistema político centralizado, a medio camino entre el
diplomático y el comerciante-mercader. Un ejemplo de factor era el tamkarum sumerio, los
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comerciantes del valle del Nilo, o los funcionarios de los reinos de África occidental (como los de
Dahomey),
El mercader su beneficio era económico y provenía directamente de la transacción llevada a cabo.
Desde el punto de vista social, la pertenencia a una clase alta es una característica básica del
factor, mientras que el mercader (salvo casos excepcionales) pertenecía a una clase muy baja (ej.
Empori griegos o los metecos). El tipo de comerciante ”meteco” o extranjero residente: todas sus
ganancias provenían de las transacciones comerciales, en general no podían poseer propiedades
inmobiliarias, el comercio llevado a cabo por los metecos estaba regido y limitado por las
regulaciones políticas de la ciudad.
Según Polanyi en la antigüedad no existía lo que podríamos llamar comerciante Mercader de clase
media (solo casos excepcionales: Italia s. XIX, el mercader griego de linaje en gran medida
meteco de las ciudades–estado del mediterráneo oriental, el comerciante islámico que injertó las
tradiciones marítimas helenísticas en los bazares...
extranjeros no residentes El tercer grupo de comerciantes estaba constituido por los extranjeros
no residentes que participaban en el comercio activo. Toda la comunidad dependía del comercio
para su subsistencia. Muchas veces eran miembros de comunidades que estaban especializadas
en el comercio (fenicios, vikingos, beduinos, tuaregs, judíos y armenios)
Bienes. Las técnicas comerciales variaban según el tipo de bienes que deseaban adquirirse. El
comercio premoderno según Chaudhuri desde el punto de vista de los bienes estaba basado en
tres factores determinantes: ventajas tecnológicas (que no podría ser difundida o copiada en otros
lugares), determinantes geográficos (ciertas mercancía fuentes de oferta únicas), gustos del
consumidor: artículos de lujo muy valorados (importante para comprender los movimientos del
comercio precapitalista, no responden a necesidades sino a productos lujosos…muy importante en
el comercio antiguo, sobre todo en la reciprocidad y los intercambios de regalos entre gobernantes
y los intercambios redistributivos. Nunca debe subestimarse la importancia del movimiento de
bienes suntuarios ni la consideración sociológica general sobre el papel crucial de la circulación de
bienes de prestigio entre las elites de unas sociedades en las que la adscripción de status señala
una de sus notas distintivas.
Transporte: en un sistema de mercado, éste integra también al transporte en los mecanismos
de oferta-demanda y precios; pero en ausencia de dicho sistema hay que combinar la propia
tecnología del transporte con la estructura social existente. Las técnicas de transporte estaban
íntimamente relacionadas con el tipo de bienes que se deseaba transportar: bienes que se pueden
mover por sí mismos (esclavos, ganados) bienes que no (maderas, pieles, piedras, metales
preciosos); las rutas, medios y modos de transporte dependían de factores tecnológicos,
geográficos y de la estructura social…El control sobre las rutas comerciales se convirtió en una
fuente de ingresos (tasas tributos) y normalmente aparejado un desarrollo estrictamente militar
Bilateralidad, establecimiento de relaciones entre al menos dos comunidades diferentes, en
estas relaciones estaban presentes un número de factores extracomerciales: política exterior,
diplomacia de cada comunidad, que repercutían directamente en el tipo de transacciones
comerciales que se llevaban a cabo.
Comercio administrado. Comercio de donaciones.
Atendiendo a la bilateralidad, es decir el tipo de contacto comercial entre dos pueblos, podemos
distinguir:
Comercio de donaciones o de presentes (ejemplo, los socios kula y los grupos de visitantes):
basado en relaciones formales de reciprocidad entre jefes o reyes, su organización cuenta con una
fuerte componente ceremonial (prestaciones mutuas, embajadas o legados. Bienes intercambiados
son muy a menudo objetos preciosos que circulaban sólo entre las élites. Es una de las formas de
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comercio básicas en las sociedades no capitalistas, sobre todo en aquellas en las que ya estaban
presentes procesos de centralización política. La equivalencias se establecen en simples relaciones
de unidades, el comercio es de una unidad por otra. El regateo no forma parte de los
procedimientos, sólo se practica sobre elementos distintos del precio como las medidas, la calidad
o los medios de pago.
Comercio administrado o por tratado. Presupone un grado elevado de estabilidad y
centralización política, la existencia de instituciones legales (los tratados han de tener una
estructura formal, a veces son implícitos y en otras son explícitos) los canales del comercio o son
gubernamentales directamente o controlados por el gobiernos y sus funcionarios. No deja mucho
lugar para la competición, la forma institucional de intercambio es la redistribución. Uno de los
objetivos básicos consiste en el que el precio no varíe o al meneos fluctúen lo menos posible
mediante mecanismos administrativos. Enclaves: instituciones comerciales peculiares p.ej: puertos
o templos religiosos.
Comercio de mercado: se basa en un intercambio entre las partes. Las mercancías a
intercambiar son en principio, sin límites, incluyendo tierras y trabajo. Su organización sigue las
líneas de la oferta y la demanda aglutinadas por los mecanismos de precios. Se adapta no sólo a
las mercancías también a cada elemento del comercio: producción, almacenamiento, transporte,
riesgo, crédito…Su existencia, relativamente reciente, presupone la existencia de dinero y
mercados…El problema fundamental es averiguar cómo se ha producido la unión comerciomercado y dinero como una unidad indisoluble desde el momento en que el sistema de mercado
es la forma de intercambio dominante. Aunque actualmente está en recesión sigue siendo con
mucha diferencia el más importante de todos.
Situacion social delas elites y de los comerciantes. Distintos órdenes institucionales
(creo que se puede englobar en lo ya visto)
Mercados locales y regionales. El comercio a larga distancia
Desde el punto de vista institucional de intercambio, el mercado no implica necesariamente un
mecanismo de oferta y demanda (principio de mercado), implica una situación de intercambio,
pero no estrictamente un sistema de mercado. Sus elementos básicos son un lugar donde efectuar
las transacciones, los productos a intercambiar, una parte que oferta otra que demanda y unas
razones de cambio, determinadas fundamentalmente por la costumbre, la ley, la administración y
en parte por el propio mercado. El hecho de que los precios dependan en gran parte de
instituciones ajenas al mercado marca la frontera entre las instituciones de mercado y el sistema
de mercado. En general la institución de mercado tiene dos modos de desarrollo independientes
relacionados con el comercio: por una parte, el posiblemente más antiguo mercado externo
definido como el proceso de adquisición de bienes procedentes de fuera de la comunidad, y por
otra, el mercado interno o conjunto de formas de distribución local que según el grado de
centralización política existente utiliza distintos mecanismos (los estados más centralizados es
fundamental el almacenamiento y la redistribución central de bienes, en los menos centralizados,
están más desarrollados los mecanismos de venta local de alimentos)
Mercados locales, Polanyi ofrece tres formas de asentamiento de mercados locales, en función
del tipo de organización política y social existente.
Tipo ágora, en Grecia existía una separación radical entre el comercio externo y el mercado
interno. Había una distinción lingüística entre el comerciante local kapelos y el exterior emporos
que discriminaba la localidad del comercio.
En el comercio externo el producto fundamental era el grano (Atenas dependía de él para
mantener su población) suministradores Asiria, Egipto, Tracia... Era en parte comercio de
donaciones de otros estados a cambio de alianzas político-militares, y en parte comercio
administrado, como muestra que durante casi toda la historia se mantuvo el ideal de precio fijo en
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el agora, mediante el control de precios por parte de la polis, a pesar de que en el emporium los
precios oscilaban, y eran a menudo superiores.
La posición social del emporos era muy baja, normalmente extranjeros residentes, dependientes
de las leyes de la polis…Si en épocas normales los emporoi tenían restricciones (de acuerdo con
los tratados del comercio administrado) en épocas de crisis se ponían en marcha además
mecanismos redistributivos y antiespeculativos.
En contraposición al comercio externo, el mercado local tenía lugar en el ágora, que era una
institución social y política, además de lugar de mercado local. Los productos a la venta eran
fundamentalmente alimentos, en muchos casos preparados para su consumo, en principio no se
vendían bienes de países lejanos. Los comerciantes kapeloi no tenían el grado de especialización
de los emporoi, a menudo en mano de mujeres a diferencia de los emporoi que eran varones, en
todo caso tenían que ser ciudadanos. En ocasiones excepcionales el ágora se podría convertir en
mecanismo redistributivo, en caso de graves tensiones políticas y no como ajuste automático.
Un lugar frecuente de mercado del que no se dispone de datos era el de los mercados ambulantes
que acompañaban a los ejércitos (provisión y distribución y reparto de botines)
Tipo puertas, surgió en aquellos imperios cuya forma institucional de integración era la
redistributiva, en relación con la redistribución de alimentos. Se situaban en las “puertas” de los
principales centros de almacenamiento, es decir, del templo de la ciudad o del palacio.
Las transacciones estaban relacionadas en un principio con los impuestos y pagos de rentas,
mediante sistemas de equivalencias.
En cuanto a mercados externos faltan datos que expliquen, en el caso de Mesopotamia, la
evolución de los mercaderes-factores tamkarum... se sabe que en ciertas ocasiones llevaban a
cabo transacciones comerciales privadamente pero se ignora cómo.
Tipo Bazar, en su forma originaria es más similar a los mercados griegos que a las puertas, porque
aparecen una parte que oferta productos y otra que los demanda. Los productos a la venta no
eran alimentos, sino manufacturas vendidas por pequeños artesanos casi siempre extranjeros en
sus tiendas. Estaba ausente el mecanismo único de precios. Históricamente evolucionó hacia un
mercado local de alimentos una vez que desaparecieron los mecanismos redistributivos de los
grandes imperios y se difundió el tipo de mercado, que en principio había sido característico de
los griegos.
Es preciso mantener en todo momento los orígenes independientes de cada elemento de la triada
comercio-mercado-dinero. Puede haber comercio sin dinero, o comercio sin mercado, y puede
haber dineros especiales para usos especiales. La homogenización de los 3 miembros de la triada
solo ocurre en el sistema de mercado.
Los mercados tradicionales africanos y el impacto del sistema de mercado: economia
dual y multicentrica
Basado en el texto de Paul Bohannan y George Dalton sobre Markets in Africa, donde describen la
tecnología, organización social y económica y la cultura de comunidades africanas de pequeña
escala
Al estudiar los mercados en Africa se hace necesario establecer una distinción entre el lugar de
mercado como institución y el modo transaccional de intercambio de mercado, los dos significados
se superponen en bastantes casos pero no en todos. Se distinguen así comunidades con lugares
de mercado y comunidades sin ellos y comunidades en las que el principio de mercado es el modo
transaccional dominante y comunidades en que es periférico, de escasa importancia. Así
encontramos:
1-Comunidades sin lugares de mercado y en el que el principio de mercado está presente
débilmente en sólo unas pocas transacciones causales (“sociedades sin mercado”, son las
categorías analíticas de Malinowski, Thurnwald, Mead, Firth y Polanyi.)
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2-Sociedades en las que los lugares de mercado existen y el principio de mercado opera pero
sólo marginalmente. Lo necesario para la subsistencia de los miembros de la comunidad no se
adquiere en ninguna medida apreciable en el lugar de mercado o en transacciones de compra y
venta. Si el mercado desapareciese de dicha comunidad, se producirían molestias peor no
necesariamente privaciones de importancia, porque las necesidades básicas de la vida son satisfechas
por vías que no son la venta o la compra en el mercado.
3-Comunidades en las que los lugares de mercado pueden estar presentes, y usualmente lo
están, pero en las cuales el principio de mercado (transaccional) es la fuente primaria de
bienes (subsistencia para los compradores y de ingresos para vendedores y productores; sujetos
a venta no sólo productos, también factores de producción: tierra y trabajo) suelen conservar una
tecnología simple y una cultura tradicional (economías campesinas subdesarrolladas)
Comunidades sin lugares de mercado
Caracterizadas por una economía multicéntrica (característica que comparte con las sociedades
que tienen mercados menores), una economía multicéntrica es aquella en la que existen varias
esferas de transacción distintas, cada esfera se distingue por artículos materiales y servicios
diferentes e incluso por diferentes modalidades de intercambio. Parece ser universal en estas
economías que las esferas estén escalonadas jerárquicamente sobre la base de evaluaciones
morales y de status. P.ej: materiales de bienes de subsistencia y bienes de prestigio: ejemplo: los
Trobriand una esfera contiene objetos preciosos –el kula- y principio es la reciprocidad; otra
esfera el ginwali: artículos de subsistencia el modo de intercambio es el mercado (éste es
periférico o menor)
Hay un tercer modo de transacción en las sociedades sin mercado o con mercados periféricos es el
que Polanyi denomina redistribución y que implica pagos sociales obligatorios de bienes y servicios
a un centro distribuidor.
Es común que en una sociedad dada estén presentes varias esferas. incluso en la economía
multicéntrica con sus esferas separadas existen medios prescritos de hacer transacciones de
bienes entre las diversas esferas bajo circunstancias especiales, a estas transacciones de les
denomina
En bandas, tribus y sociedades campesinas tradicionales, el tejido social estructura los flujos y
contabilidades materiales en función de los atributos morales. Las actitudes morales hacia los
movimientos redistributivos y recíprocos parecen ser más fuertes que las orientadas hacia las
transacciones de mercado, precisamente porque aquellas resultan relevantes para los intercambios
entre personas vinculadas socialmente.
Los aspectos morales de las transacciones materiales merecen ser enfatizados. en bandas y tribus
tradicionales sin gobierno centralizado el éxito en la esfera de prestigio es el camino que conduce
al poder.
Conversiones: Las economías multicentricas están organizadas en esferas independientes en las
que se intercambian diferentes artículos y servicios; es mas, cada esfera puede estar caracterizada
(o no) por una modalidad de transacción diferente. Las transacciones entre esferas que
denominamos conversiones ilustran la importancia de la esferas separadas de economía. Para
distinguir las conversiones de las transacciones ordinarias dentro de cualquier esfera a estas
últimas las llamaremos transferencias..
El hecho de que varias esferas estén escalonadas jerárquicamente en base a evaluaciones morales
y de status parece ser universal en las economías multicentricas.
La conversión puede ser llevada a cabo mediante cualquiera de las tres modalidades de
transacción (mercado, reciprocidad o redistribución),
Otra característica de una economía multicéntrica: Uno o mas artículos- objetos de elevado rango
como ropajes de palma, vacas o cetros de latón- pueden asumir el papel del dinero de uso
especial en transacciones no comerciales (reciprocas y redistributivas). Con el crecimiento de las
transacciones de mercado y la producción para la venta, el dinero de uso general (francos, libras,
dólares) viene a desplazar estas formas tradicionales, como cuando el precio de la novia se paga
en francos.
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Mercados periféricos
presentes pequeños mercados de productos. Algunas características distintivas de las economías
locales con mercados periféricos son: 1) Desde el punto de vista de la comunidad, las ventas del
mercado no son la fuente principal de subsistencia material. Ni la mayoría de la gente esta
implicada en producir para el mercado o vender en el, ni para aquellos que si lo están supone
mas que una actividad a tiempo parcial. Su fuente de subsistencia proviene en su mayor parte de
sectores de la economía ajenos al mercado. Un indicador común de los mercados periféricos es la
escasa magnitud de las transacciones. 2) Los participantes en mercados periféricos son a veces
comerciantes “puntuales”. Estos “comerciantes puntuales” se dedican al mercado de forma
esporádica para conseguir una cantidad especifica de ingresos al contado para un gasto concreto.
Dos aspectos de los mercados menores de especial interés para los economistas se refieren al
proceso de formación de precios y al papel que tienen en la economía local los precios originados
en el mercado.
En la formación de precios, las fuerzas de la oferta y la demanda operan pero lo hacen bajo la
influencia de una variedad de factores sociales y culturales que inciden en la fijación de los
precios: parentesco, clan, religión u otros indicadores del status de los compradores; Las
peculiaridades de las instituciones locales inciden en grados diversos sobre la formación del precio.
La diferencia esencial entre los mercados de las llamadas economías primitivas o de subsistencia y
la economía occidental es que el lugar del mercado periférico no esta integrado con las decisiones
de producción. Aunque aquellos productos que entran en el mercado se ajustan realmente a los
precios que determinan la oferta y la demanda, esta ausente ese efecto de retroalimentación
sobre la producción futura de las cosas tasadas. Los precios formados en mercados periféricos no
cumplen la función integradora de gran amplitud sobre la economía que el mecanismo del precio
tiene en la economía occidental.
Economía de mercado: campesina, urbana y nacional.
Reservamos el término economía de mercado para aquellas comunidades comunidades rurales,
ciudades o –como en Europa y América- naciones en las que la compra y venta de fuerza de
trabajo, y de otros recursos, productos y servicios, es de importancia primaria para la subsistencia
de la mayoría de las personas.
En África rural, Las comunidades campesinas no están integradas por completo con las ciudades o
la nación, ni económica ni culturalmente
En una ciudad o una economía integrada nacionalmente en la cual el intercambio de mercado es
dominante, el “lugar de mercado” toma formas físicas y organizacionales variadas. Lo que estos
mercados diversos tienen en común es el hecho de que los bienes, servicios y recursos se
compran y venden en una economía dominada por el mercado:
a) la venta por un precio en dinero esta determinada por fuerzas impersonales de oferta y
demanda
b) los compradores y vendedores dependen para subsistir de dicho intercambio de mercado
c) los precios de mercado de los recursos y los productos terminados influencian de forma
crucial las decisiones de producción y por tanto la asignación de recursos, incluida la fuerza
de trabajo, entre diferentes líneas de producción
En el África Central son las cooperativas, y no los lugares de mercado, las que han crecido con el
aumento de las transacciones realizadas según el principio de mercado.
El dinero y sus usos
Al considerar el papel del dinero en las economías sin mercado o con mercado periférico, hay que
evitar dos trampas: el supuesto de que la distinción más útil es entre transacciones con y sin
dinero, y el supuesto de que el dinero juega el mismo papel en estas economías que en las
dominadas por el mercado.
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El punto es que las transacciones sin dinero toman formas variadas, dependiendo del principio
transaccional de que se trate. En los Trobiand, tanto el kula como el gimwali son trueque(i.e no
dinero); pero los bienes que integran cada esfera de intercambio, la modalidad de transacción y
las reacciones morales son, todos ellos, totalmente diferentes. Las transacciones de artículos de
prestigio del kula tienen lugar en calidad de intercambio reciproco de regalos, El gimwali, también
sin dinero, incluye bienes de subsistencia cuya transacción se realiza de acuerdo con el principio
de mercado: compradores y vendedores al azar que no comparten relación social alguna regatean
sobre el precio. Llamar por igual “trueque” tanto al kula como al gimwali es correcto, pero
analíticamente poco informativo; no resulta tan importante establecer que en ninguno de ellos se
usa el dinero como señalar que cada uno representa una esfera transaccional diferente.
En la economía occidental moderna, el uso del dinero como medio de intercambio con el cual
adquirir fuerza de trabajo, materias primas y productos terminados de todo tipo
es
indudablemente su uso más importante, si bien no es el único. Hasta en la economía moderna el
dinero tiene usos subordinados, como servir de medio para pagos no comerciales (multas e
impuestos) y funcionar como estándar de valor para transacciones en las que no cambia de manos
“dinero” alguno. Una segunda característica distintiva del uso del dinero en las economías
nacionales integradas por el intercambio de mercado es que, para llevar a cabo todas las funciones
del dinero, se utiliza una única forma de dinero pata todo propósito-dólares, francos. El dinero
para todo propósito es un prerrequisito cara a una economía en la que domine el principio de
mercado: hace “conmensurables” la fuerza de trabajo, los recursos materiales y los productos,
convirtiéndolos en “mercancías”; permite que todos los artículos sean comprados y vendidos, y
que sus valores de mercado puedan compararse.
Las economías en las que el principio de mercado esta ausente o es periférico, carecen por fuerza
de una forma de dinero único para todo propósito. Su ausencia es un indicador de economía
multicentrica, en la que no existen los mercados o tienen poca importancia. En tales economías
puede encontrarse en uso una o mas formas de dinero (u objetos valiosos), cumpliendo funciones
no comerciales como forma de pago y estándar en esferas reciprocas y redistributivas.
Comercio, mercado y excedente
La palabra “comercio” (trade) se usa comúnmente para designar varias actividades:
1) cualquier transacción comercial
2) las actividades de especialistas profesionales, y
3) cualquier transacción externa (comercio exterior)
Los primeros dos usos de la palabra distinguen dos tipos de acción. Esta por un lado, el vender el
producto propio y comprar lo que uno mismo necesita, lo cual llamaremos “mercadear”. Por otro
lado, esta la compra para revender; lo expresa el termino francés commercer (comerciar). La
mayoría de los antropólogos expresa esta misma idea mediante el término “intermediario”.
Mercadear y “comerciar” no son lo mismo, y en África están a veces institucionalmente separados.
El comercio exterior tiene aspectos especiales que lo distinguen tanto del mercado como del
comercio profesional. En el África anterior al contacto con Occidente, buena parte del comercio
exterior era una actividad del estado.- “comercio administrado”- centrada principalmente en
artículos de prestigio y objetos preciosos de circulación de elite. Ni el modo de transacción era el
principio de mercado ni, por lo general, era el lugar de mercado donde se localizaban tales
transacciones. En el África posterior al contacto con Occidente, el ensanchamiento de la economía
de mercado ha afectado a todos los tipos de comercio.
El comercio exterior se da entre grupos humanos a todos lo niveles de la vida material, incluso
entre aquellos que, por mas que se fuercen los términos, no pueden ser considerados poseedores
de un excedente de nada, incluidos los artículos con los que comercian. Demasiado a menudo el
término excedente es usado simplemente para designar aquello que se vende o intercambia en la
asunción simplista de que si fuera realmente necesario no se lo vendería o cambiaría. Un tipo
especial de comercio exterior fue inducido por exactamente lo contrario del excedente: una
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escasez de emergencia por la que se cambiaron artículos de prestigio por bienes de subsistencia
(conversiones de emergencia entre los Guro, kipsigis, cooperbelt).
Hay consideraciones que están por encima del precio de mercado, a veces el beneficio material no
es considerado tan importante como otros fines sociales, por ello los excedente (en el sentido de
la relativa abundancia de un articulo) no se intercambian incluso cuando parecería ser
materialmente ventajoso hacerlo (Ej. los Masai no buscan cambiar ganado por comida aunque
tengan escasez de alimentos vegetales porque el ganado era la esencia de la riqueza, otro
ejemplo: los Fulani no se aprovechan de fluctuaciones en los precios de ganado para obtener
mejor precio porque no ven el ganado como una cosecha ordinaria para la venta)
Aspectos no económicos de los lugares de mercado
Markets in África corrobora que los lugares de mercado son utilizados para propósitos que van mas
allá de lo economico.Pueden ser utilizados para cada propósito imaginable que requiera un gran
numero de gente junta en situación controlada.
Probablemente la función no económica más importante de los lugares de mercados es su papel
como nudos dentro de la red de comunicación , los jefes, sacerdotes, cargos públicos…hacen
anuncios en el mercado (a veces se requiere permiso de las autoridades del mercado
Los lugares de mercado proveen también de un sitio donde reunirse con los amigos y parientes,
Tienen lugar espectáculos de entretenimiento o de baile. La congregación en un lugar de mercado
a menudo es utilizada para encontrar pareja sexual.
De una manera más organizada los lugares de mercado pueden tener relevancia política: puede
ser políticamente ventajoso controlar el lugar de mercado y de ahí hasta cierto punto a la gente
que está en él o el producto que pasa por el mercado...
Para que las funciones económicas de un mercado se cumplan es también necesario que se
observe la paz del mercado.El comercio exitoso exige cierto grado de estabilidad política. El
responsable de la paz del mercado debe contar por tanto con alguna clase de fuerza policial,
Algunos actividades jurídicas se establecen cerca de o en el lugar de mercado,
A veces también actividades religiosas,
Cubren muchas necesidades sociales y culturales de la población,
El impacto europeo sobre la economía africana
En las décadas de mediados de siglo XV, el contacto entre Europa y África Subsahariana se hizo
directo; se establecieron empresas comerciales a lo largo de las costas, y en algunos lugares hubo
una penetración inicial de las ideas europeas, y de los europeos mismos. Otro cambio drástico se
produjo en el siglo XIX cuando países europeos se hicieron con el control político de la mayor
parte de las regiones de África. De nuevo a mitad del siglo XX, con la emergencia de las naciones
estado independientes el impacto institucional de la comercialización y la inversión europea en la
economía africana ha sufrido un cambio profundo.
Los cambios que tienen lugar hoy día en África son de 2 clases. En un nivel, hay cambios de gran
amplitud en las instituciones. En otro, las actividades económicas organizadas según el principio de
mercado se están expandiendo, con una atenuación concomitante de la redistribución y
reciprocidad indígenas. La “mezcla” de los principios organizativos de la vida económica africana
esta alterándose..
las economías multicentricas están en proceso de convertirse en uní céntricas. La moneda penetra
de forma creciente en las esferas económicas ajenas al mercado; el comercio, tanto exterior como
interior, pasa a llevarse a cabo casi exclusivamente según el principio de mercado
se adoptan innovaciones tecnológicas y las comunidades locales se integran en la economía
nacional y mundial.
La entrada de la comunidad en la economía de mercado.
Los antropólogos se refieren a la entrada en una economía de mercado como “obtención de
ingresos en efectivo” o “entrada en la economía monetaria”. La obtención de ingresos en efectivo
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implica siempre vender algo en el mercado. En general, los africanos tienen 3 cosas que se
puedan vender: productos agrícolas o ganaderos (destinados al consumo local, regional o
extranjero), fuerza de trabajo asalariada (industrial o agrícola), dedicándose al comercio
(usualmente un comercio menor, como vendedor en un lugar de mercado, como mercader de
larga distancia, como transportista, buhonero, tendero).
En los primeros estadios del cambio en la comunidad que resulta de la incursión colonial se
produce una mayor o menor especialización en una de estas actividades comerciales. Cada pauta
de entrada en el mercado, tiene por supuesto, efectos diferentes sobre la organización social
tradicional.
Los Arusha eran agricultores autosuficientes. Entraron en el intercambio de mercado con el fin de
comprar comida y ganar efectivo con el que pagar los impuestos. La necesidad de comprar comida
fue originada por una escasez de tierra por el crecimiento de la población. En un comienzo, no
reajustaron sus líneas de producción para adecuarse a las demandas del mercado. Sin embargo,
tras la aceptación reluctante los Arusha entraron mas plenamente en la cambiando su producción
para aprovechar las demandas de precios de este. Todas las áreas culturales sintieron el impacto
del mercado.
Los Kipsigis Pueblo cuyos valores eran tradicionalmente pastoriles. se han convertido en granjeros
y mercaderes con presteza y éxito. carecían de una forma tradicional de institucionalización para la
distribución de la tierra o el trabajo que fuera relevante en la nueva situación. No tenían nada
fundamental que desaprender.
Receptividad al cambio económico
En el polo opuesto, están los Lele; a pesar de su contacto con la economía Bushong han elegido
de forma consistente salvaguardar sus instituciones sociales tradicionales pese al sacrificio de su
progreso económico.
En la economía occidental de mercado, “riqueza” significa propiedad productora de ingresos:
Cuando en las sociedades africanas los conceptos indígenas de riqueza y los principios socialmente
estructurados para obtenerla son radicalmente diferentes de los de la sociedad de mercado, es
probable que sea de lo mas difícil (“obstáculos principales”) transformar las instituciones de
intercambio reciproco y redistributivo en instituciones de intercambio de mercado. Dos ejemplos:
 entre los Lele, los derechos sobre mujeres y niños son considerados la forma mas elevada de
riqueza, y la vía para la seguridad material (y el status honorífico) no es la acumulación, sino la
creación de dependencias de afinidad que generan los regalos materiales obligatorios.
 para los Bushong, el trabajo es el medio para la riqueza, y la riqueza el medio para el status.
Entre los Bushong, como en cualquier sociedad de mercado, la acumulación material individual es
el camino hacia el status. No es el caso de los Lele, para quienes el status es el medio para la
abundancia material de los individuos.
Existen algunas formas de riqueza que son físicamente idénticas a las de la sociedad occidental,
pero que son vistas como riqueza por razones que las convierten en asunto de significación más
social que económica. el ganado
Economía dual y economía multicentrica.
“Economía dual”: implica profundas diferencias en economía, tecnología, sociedad y cultura
entre los sectores coloniales europeos de la economía de mercado y las comunidades ajenas al
mercado en el interior de África.
Implica que la porción tradicional de la economía es de una pieza.Varias esferas de transacción
pueden estar presentes en el sector tradicional, cada cual con un modo diferente de circulación de
bienes y servicios.
La economía tradicional en si misma puede ser multicentrica, y poseer varios sectores
diferenciados. Y lo que es mas, raramente se da el caso de que en una sociedad semejante alguna
gente este dedicada por completo a la esfera del mercado mientras que otros se aplican
exclusivamente a las esferas tradicionales.
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Economías de subsistencia, campesina y desarrollada. Conclusión
Salvo unas pocas excepciones en el África Occidental el lugar de mercado es una característica de
economías en las que el principio de mercado es periférico. Cuanto mayor es la extensión del
principio de mercado, menor la importancia económica del lugar de mercado.
La mayoría de las comunidades africanas se distinguían por economías de subsistencia, con o sin
presencia del mercado periférico. El establecimiento de la situación colonial llevo en la mayor parte
de las zonas a la ampliación o fundación de lugares de mercado. Al expandirse la esfera de
mercado, la fuerza de trabajo y finalmente la tierra ingresaron en ella. El principio de mercado ha
ido influenciando más y más instituciones rebasando al lugar de mercado. Donde el modo de
mercado ha pasado a integrar una economía nacional, como en Europa y América, son las
transacciones entre empresas y no las transacciones menores que se producen en el
emplazamiento del lugar del mercado, las que son decisivas.
El lugar de mercado y su tratamiento institucional ha sufrido también otros cambios no
económicos. Del mismo modo que la importancia económica del lugar de mercado decae con el
“desarrollo de la economía nacional”, convirtiéndose en mero lugar de venta final, también su
importancia política decae con el desarrollo de la organización política, su significación religiosa
con la aceptación de las religiones mundiales, y su significación social con la adopción de la
guitarra, la radio, los hoteli y la vida de lujo.
La falsa dicotomia ente lo global y lo local: la expansion comercial europea y su
impacto en el potlatch del noroeste amerciano (e. Wolf: europa y la gente sin historia
cáp. Vi)
Conclusiones
A lo largo de más de tres siglos el comercio de pieles medró y creció en la América del Norte
atrayendo inclusive a numerosos grupos de americanos nativos a los circuitos cada vez más
amplios del intercambio de mercancías que se abrieron entre los europeos y sus socios
comerciales nativos. El comercio toco a los recolectores de alimentos y a los horticultores del este
y boscajes subárticos, llegó con la expulsión de los franceses y la participación entre el Canadá
ingles y los Estados Unidos del territorio de norte, dejó atrás a los Grandes Lagos y llegó al
subártico occidental pero a la vez creo una nueva región de abastecimiento en la región de las
Llanuras. Finalmente, en las postrimerías del siglo XVIII, le comercio estableció una cabeza de
playa en el noroeste del Pacífico y acabó por unirse cruzando las sierras de la costa, con las
factorías de tierra adentro.
Por donde fue, el comercio de pieles llevó consigo enfermedades contagiosas y guerras cada vez
más enconadas. Muchos grupos nativos fueron destruidos y desaparecieron por completo; otros
fueron diezmados, desbaratados y arrojados de sus hábitats originales. Las poblaciones
sobrevivientes buscaron refugio con aliados o se unieron a otras poblaciones con frecuencia bajo
nuevos nombres e identidades étnicas. Unos cuantos como los iroqueses crecieron a costa de sus
vecinos.
Por su situación estratégica o su fuerza militar, algunos grupos salieron muy beneficiados por el
comercio de pieles. Medraron y crearon nuevas configuraciones culturales que combinaron
artefactos y pautas europeas y nativas. Esta evolución cultural fue posible merced al flujo de
nuevas y valiosas mercancías europeas en una economía nativa autorregulante. Mientras los
nativos americanos pudieron encauzar la mayor parte de su trabajo social disponible a través de
relaciones ordenadas conforme al parentesco hacia el fin de garantizar su subsistencia, las
mercancías obtenidas merced a la caza ocasional de pieles complementaron, no reemplazaron, sus
propios medios de producción.
Hasta finales del XVIII se buscaba a los grupos nativos americanos como aliados de las potencias
europeas enfrascadas en una competencia política y militar. Los indios eran todavía, militarmente
independientes y agentes políticos cuyo apoyo debía ganarse con mercancías o armas. El resultado
fue que el intercambio de bienes y servicios entre indios y europeos más parecía un obsequio de
regalos que un intercambio de mercancías; estas relaciones trascendían lo meramente material. Como
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dijo Marcel Mauss, el intercambio de regalos encarnaba una invitación a la amistad y a la alianza, o al
cese de las enemistades o la guerra.
El acceso a los bienes europeos pronto alteró las pautas de interacción en los grupos y entre ellos.
En grupos sociales ordenados conforme al parentesco, una mayor capacidad para obtener tales
bienes y para distribuirlos entre parientes y seguidores dio prominencia a los “grandes hombres” o
a los líderes guerreros o amplió la influencia y el alcance de los jefes redistribuidores. Regalos y
mercancías crearon también alianzas entre grupos indios, así como entre europeos e indios. Estos
intercambios desempeñaron una parte importante en la formación de nuevos grupos y en el
desarrollo de identidades étnicas de mayor envergadura. A veces estas entidades étnicas mayores
(o confederaciones) fueron hijas de la amalgama de grupos locales anteriormente diferentes
alrededor de un fortín o emporio comercial. En otras ocasiones estas alianzas o confederaciones se
constituyeron para controlar nuevas tierras de caza o rutas estratégicas. Muchas de las “naciones”
o “tribus” indias reconocidas posteriormente como entidades étnicas diferentes por agentes del
gobierno o por antropólogos cobraron forma en respuesta a la propagación del comercio de pieles
en cuyo proceso los americanos nativos fueron participantes tan activos como los comerciantes,
misioneros o soldados. O sea, que la historia de estos pueblos supuestamente sin historia no es
otra cosa que una parte de la historia de la expansión europea.
Para unir estas nuevas entidades étnicas, los nativos americanos crearon formas y rituales
colectivos de gran alcance. A veces comunicaron nuevas funciones a formas culturales
tradicionales, como en la transformación de la Fiesta de los Muertos de los algonquinos en el
“ritual del comercio”, en la creación de pugnas chamánicas en la “iglesia” midewiwin, o en el
empleo de potlatch del Litoral del Noroeste para aglutinar asociaciones de comercio o para
coordinar grupos competidores. En otras ocasiones se crearon solidaridades más amplias por
medio de combinaciones nuevas de formas culturales de orígenes diversos, como cuando los
pueblos de las Llanuras crearon la Danza del Sol, un ritual de grupo apropiado a su modo de vida
más móvil.
Sin embargo conforme los comerciantes europeos consolidaban su posición económica y política,
la equilibrada relación entre nativos y europeos cedió el paso al desequilibrio. La mengua de la
guerra internacional disminuyó el flujo de mercancías procedentes de autoridades europeas a
aliados americanos nativos. Por su parte estos nativos acabaron ateniéndose cada vez más a la
factoría. La dependencia cada vez mayor orilló a los cazadores y proveedores nativos de pemmican
a dedicar más trabajo al comercio para poder pagar las mercancías que les adelantaban los
comerciantes. Esta especialización ató más firmemente a los americanos nativos en redes
continentales e internacionales de intercambio, más como productores subordinados que como
socios
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TEMA 17: EL DINERO
Diferentes definiciones del dinero. El dinero como patrón de valor, medio de cambio, medio de
pago y medio de acumular riqueza. Dinero para usos especiales y dinero para todo uso. Esferas de
intercambio. Comercio, mercado y dinero como categorías separadas. La expansión colonial y sus
relaciones con sociedades sin instituciones definidas en términos económicos: el dinero del tráfico
de esclavos en África.
Diferentes definiciones del dinero
Las definiciones del dinero pueden derivarse de sus funciones (patrón de valor, medio de cambio,
medio de pago y medio de acumular riqueza) o de una clasificación de características de los
objetos usados como dinero.
Definiciones basadas en funciones: pueden agruparse en dos grandes bloques: las que consideran
el dinero como una mercancía, y las que lo consideran una unidad abstracta.
1. Mercancía: deriva de la función de medio de cambio. Al no considerar dinero
cualquier medio de pago que no cumpla dicha función, esta definición excluye todos
los medios de pago no comerciales.
2. Definiciones como unidad abstracta. En este sentido el dinero es el denominador
común en que se expresan los precios de bienes y servicios. Puede considerarse neutra
porque la existencia de un patrón de valor afecta por igual a la función de medio de
cambio y a la función de medio de pago, y ni siquiera necesita ser un objeto con
existencia empírica. El requisito del patrón de lograr un grado aceptable de
homogeneidad, está relacionado con los aspectos técnicos inherentes a un sistema de
pesos y medidas, y, por consiguiente, la utilización concreta de las distintas unidades
de cuenta está definida socialmente.
Definiciones basadas en características: otras definiciones están basadas en clasificaciones de los
requisitos indispensables que han de reunir los objetos-dinero. La más conocida es la de Jevons y
sus siete criterios: 1. Utilidad y valor; 2. Ha de ser portable; 3. Indestructibilidad; 4.
Homogeneidad; 5. Divisibilidad; 6. Estabilidad de valor; 7. Reconocibilidad. Algunos autores
añaden otras características. Para Marvin Harris los criterios son los siguientes: 1. Portabilidad; 2.
Divisibilidad; 3. Convertibilidad; 4. Generalidad; 5. Anonimato; 6. Legalidad.
El principal problema que tienen estas listas es que ni siquiera describen el dinero capitalista. Si
nos referimos al dinero utilizado en otras sociedades, es raro el objeto que cumple algún criterio.
Sin embargo, no son los objetos el criterio fundamental para definir lo qué es dinero pues en
principio cualquier objeto puede ser dinero. Lo importante son las convenciones de cada sociedad
para que esos objetos estén inmersos en un circuito de relaciones que hagan que esos objetos
sean eso, dinero. Existen diversas teorías sobre este aspecto.
1. Teoría de la Oferta y la Demanda: la mayoría de los economistas están de acuerdo en que la
cantidad de dinero disponible afecta su valor. Sin embargo, para los nominalistas el dinero carece
de valor intrínseco, mientras que para los mercantilistas, al considerar el dinero una mercancía
más, el valor del dinero proviene de la oferta existente y la demanda, del valor de los bienes y
servicios dispuestos para la venta.
Esta teoría es difícil de aplicar a otros sistemas, al menos si no se tienen en cuenta los siguientes
factores. En primer lugar, en muchas ocasiones el mecanismo de oferta-demanda no determina el
valor del dinero, sino que éste viene determinado por un sistema rígido de precios prefijado por la
costumbre, la tradición o la autoridad política. El segundo factor es que muchos dineros tienen un
doble uso monetario y no monetario (por ejemplo el ganado) y así el mecanismo de oferta y
demanda está mediatizado por la conversión de usos monetarios en no monetarios y viceversa.
Por último, la demanda de dinero proviene casi siempre de esferas no comerciales.
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2. La Teoría Cuantitativa: puede considerarse una elaboración a partir de la teoría de la oferta y la
demanda. Según esta teoría, el nivel de precios cambia proporcionalmente a los cambios en el
volumen del dinero. La teoría cuantitativa distingue entre cantidad nominal de dinero, expresada
en unidades, y la cantidad real expresada en términos del volumen de bienes y servicios que el
dinero comprará. Presupone que lo que interesa tener en cuenta no es la cantidad nominal, sino
la real, que determinará el nivel de precios. Globalmente, a esta teoría le interesa analizar cual es
la velocidad de circulación del dinero.
Su aplicabilidad a otros sistemas de dinero es difícil de determinar, porque falta un soporte
estadístico que permita comprobar si los precios fluctúan en función de la cantidad de dinero en
circulación. De todas formas la rigidez en el establecimiento de precios al margen de la oferta y la
demanda, el carácter dual del dinero y la existencia de varios tipos de dinero simultáneamente en
circulación parecen limitar la aplicación de esta teoría.
3. Teoría Cualitativa: según esta teoría el poder adquisitivo de un sistema monetario está
determinado por su valor intrínseco. Se la conoce también por teoría metalista o mercantilista
dado que el valor del dinero está determinado por el valor como mercancía del metal que
contiene. Si se trata de billetes de banco, el valor de éstos radica en su convertibilidad a
monedas.
Tanto para el dinero actual como para el dinero sin mercado, la teoría cualitativa sólo podría
aplicarse a algunas instancias particulares. Dejando al margen la formulación metalista, hay
dineros que portan un valor intrínseco pero muchos de los objetos utilizados como dinero carecen
de valor como mercancía. Por otra parte, el valor del dinero obedece muy a menudo a la
demanda de instituciones sociales, religiosas y políticas y el análisis del valor debería también
tener en cuenta factores tales como el prestigio o el ceremonial.
4. Teoría del coste de producción: el valor del dinero está determinado por su coste de producción
en sentido amplio, esto es incluyendo factores tales como el transporte. Ricardo, Nassau Señor y
Marx son los exponentes más clásicos de esta teoría. Por ejemplo, para Marx el valor del dinero
depende de la razón existente entre la cantidad de trabajo que exige la producción de dinero y la
que exige la producción de bienes.
Para Einzig el principal problema que plantea esta teoría es si existe alguna razón entre el coste de
producción del dinero y su valor. Einzig señala que los costes de producción del papel moneda en
términos de trabajo son muy escasos y más si los relacionamos con su valor. Sin embargo, en muchos
ejemplos de dineros no capitalistas el coste de producción es muy alto, aunque no se puede
establecer una relación estricta entre dicho coste y su valor, sobre todo porque como dice Einzig “la
adopción de un objeto para usos monetarios tiende a incrementar su valor sobre su coste de
producción”
5. Teoría del Estado: esta teoría presupone la postura nominalista de que el dinero carece de valor
intrínseco puesto que el valor lo porta en tanto en cuanto sea aceptado por todos. Esta teoría hay
que relacionarla con el tipo de instituciones políticas existentes en una sociedad dada. Aunque, en
general, el pago efectuado a las instituciones políticas, ya sea directa o indirectamente, es uno de
los orígenes más claros del dinero. El papel de los pagos políticos para lo que el Estado regula
siempre en qué y cómo deben ser efectuados son cruciales en la definición y aceptabilidad del
dinero. En muchos casos, la demanda de objetos exóticos con utilización monetaria sólo se explica
desde el punto de vista del poder de las instancias políticas. De hecho, muchos de estos dineros
desaparecieron cuando, en la época colonial, las potencias ocupantes no los aceptaban para el
pago de impuestos e introdujeron su propio dinero.
Ninguna de las teorías generadas por los economistas puede explicar por sí sola la gran variedad
de dineros y de sus distintos comportamientos. Ello es así porque estas teorías están construidas
para explicar el dinero moderno y no tienen en cuenta las instituciones sociales existentes en cada
sociedad, de las cuales depende el dinero y que son imprescindibles para comprender el dinero en
ausencia de mercado.
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El dinero como patrón de valor, medio de cambio, medio de pago y medio de acumular
riqueza
Usos o funciones del dinero 06SR::06S2
Las funciones reconocidas del dinero son cuatro: 1. El dinero es un medio de cambio. 2. El dinero
es un patrón de valor. 3. El dinero es un medio de atesorar riqueza. 4. El dinero es un medio de
realizar pagos. Hay que matizar que mientras que en nuestro sistema un mismo objeto sirve para
los cuatro usos, el tratamiento del dinero desde un punto de vista comparativo exige la separación
de funciones porque en la mayor parte de las sociedades se utilizan distintos objetos para los
distintos usos.
El dinero como medio de cambio
Es un objeto socialmente aceptado en pago de bienes y servicios, porque el receptor puede usarlo
fácilmente para propósitos similares. Según esta definición, la separación de compra-venta
necesita de algo que se acepte globalmente como pago, esto es, el dinero en su función de medio
de cambio, que sirve para acoger temporalmente el poder adquisitivo del vendedor en el tiempo
que media entre la venta realizada y cualquier nueva compra que desee realizar. Los defensores
de la importancia primigenia de esta función, sitúan el origen cronológico del dinero en su función
como medio de cambio, presuponiendo que el comercio en otras culturas no variaba del comercio
actual.
La mayor parte de las sociedades tienen objetos favoritos como medio de cambio, pero no son
“favoritos” por motivos estrictamente comerciales, sobre todo, si tenemos en cuenta fenómenos
tales como los distintos tipos de comercio existentes, la independencia del comercio externo o a
larga distancia, del interno, la dependencia del comercio de las regulaciones políticas, y la
existencia en la mayor parte de las sociedades conocidas de modos de intercambio
institucionalizados como son la reciprocidad o la redistribución, factores que restringen los
intercambios comerciales “libres”.
El dinero como patrón de valor
Según Einzig el patrón de valor es un denominador común o unidad de cuenta en términos del
cual se miden y expresan regularmente los precios de bienes y servicios. Los precios son las cifras
que expresan los números de estas unidades y representan los equivalentes de varios bienes o
servicios.
Para la mayor parte de los economistas las principales funciones del dinero son las de medio de
cambio y patrón de valor, y consideran las otras dos funciones derivadas de éstas. Sin embargo,
discrepan en establecer cuál fue la originaria y cuál es la más importante de las dos. La
discrepancia es paralela a la de la concepción materialista o metalista del dinero que lo hacía
depender del valor intrínseco del objeto y a la de la concepción nominalista, basada en la
necesidad de que exista una unidad de cuenta previa al uso de medio de cambio.
Sin embargo, las posturas no son tan simples y hay autores materialistas que reconocen el
imperativo de un patrón, al considerar imposible que un medio de cambio precediese
cronológicamente al uso de un patrón, porque el medio de cambio implica necesariamente la
existencia de un patrón.
Esta discusión ignora dos situaciones fundamentales: 1) en muchos casos las unidades patrón no
servirán como medio de cambio porque son unidades ideales carentes de existencia concreta,
como el Euro antes de que circulase, y 2) porque no hay ninguna razón para ligar la existencia del
patrón al comercio y no a otras transacciones, posiblemente de más relevancia en muchas
sociedades como pagar sacrificios o tributos.
El dinero como medio de atesorar riqueza
Muchos estudiosos del dinero subestiman esta función, tal vez porque aunque el dinero acumula
riquezas, el mero hecho de acumular riquezas no define al dinero. A pesar de ello, algunos autores
se detienen en esta función. Jevons o Menger señalan que atesorar debe haber precedido al uso
del dinero como medio de cambio. Keynes decía que la importancia del dinero radicaba en ser un
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vínculo entre el presente y el futuro y ese vínculo es la posibilidad de atesorar. Hicks indica que
esta función tal vez fuese la originaria que realizaron los metales preciosos.
Con respecto a esta función del dinero destacan las investigaciones de Rist sobre el
comportamiento del dinero “moderno”en situaciones de gran inflación y de post-guerra. En su
estudio señala cómo en épocas de depreciación del papel moneda, la gente lo rechaza y prefiere
otros objetos que permitan guardar la riqueza, con lo que el papel moneda pierde también su
función de medio de cambio. Pero el hecho de que un objeto sirva para acumular riqueza no
implica que sea dinero, ni en una sociedad capitalista ni en las otras, a no ser que ese objeto
tenga ciertos grados de uniformidad ajustados a un patrón. Por ejemplo, en nuestra sociedad las
obras de arte se atesoran pero no son dinero por su falta de homogeneidad y la consiguiente
imposibilidad de evaluarlo ajustándose a un patrón y, por tanto, de ser usado como medio de
cambio. En otras sociedades, muy a menudo, el hecho de que un objeto acumule riqueza impide
que sea un medio de cambio.
El dinero como medio de pago y pagos pospuestos
Para muchos autores esta función precedió a la del medio de cambio. Sin embargo, hay que tener
en cuenta que, aunque en muchas sociedades los pagos ceremoniales o matrimoniales son el
centro de las transacciones más relevantes y que dichos pagos presuponen un patrón de valor,
dichos patrones y medios de pago no pueden considerarse dinero al no servir como medio de
cambio. No obstante, no hay datos que hagan presuponer que la función de medio de cambio
haya sido fundamental en el origen y utilización del dinero en otros sistemas sociales, porque no
nos referimos solo a pagos comerciales, sino a pagos fundamentales en las siguientes esferas
sociales:
a) Pagos ceremoniales-religiosos: en la esfera de la religión se producen los siguientes pagos
importantes desde el punto de vista del dinero: 1. Pagos para sacrificios; 2. Pago a especialistas
por efectuar ciertos ritos; 3. Fijación de multas por incumplimiento de preceptos religiosos o
ceremoniales. Los tres implican la existencia de un patrón de valor.
b) Pagos políticos: se puede suponer que los pagos políticos a gran escala, relacionados con la
redistribución, precedieron en muchos casos al comercio.
1. Pagos a la autoridad política: comprendían tributos y tasas al jefe; tributo, rescate o
dinero de sangre pagados por otras comunidades, multas.
2. Pagos realizados por la autoridad política: pagos y recompensas a servidores y
funcionarios, pagos a otras comunidades, redistribución del tributo y de botines de
guerra procedentes de otras comunidades.
3. Pagos intergrupales regulados por la autoridad política: rescates, dinero de sangre,
compensaciones y pertenencia a sociedades secretas.
Es impensable la existencia de un estado sin tributos, tanto de sus propios súbditos como de los
pueblos controlados por este estado. Estos pagos son de gran importancia en el surgimiento y
aceptabilidad general del dinero.
Cuando al hablar de dinero nos referimos a las monedas, la conexión con la política se muestra
evidente pues la práctica del sellado hace directa la conexión con el estado, no solo desde el punto
de vista del control, garantía y aceptabilidad de la moneda, sino incluso desde el punto de vista
representativo, que se introducen en las caras de las monedas símbolos característicos del estado.
También relacionada con la esfera política es la institución del dinero de sangre, esto es, la
recompensa a los familiares de un fallecido por haberlo matado, y por extensión todas las
compensaciones por heridas o ataques a una casa. Es rara la sociedad que no tuviera reguladas
las compensaciones, incluso en nuestra sociedad existen pagos, fianzas, multas y compensaciones
en dinero por delitos penales que están regulados por el estado. Algunos autores, como Grierson,
sitúan en el dinero de sangre el origen del dinero como patrón de valor.
c) Pagos matrimoniales: en muchas sociedades los más importantes intercambios de bienes tienen
lugar durante los intercambios matrimoniales, porque los matrimonios son, en muchas sociedades,
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una alianza entre grupos. Grierson considera los pagos matrimoniales como la otra cara de la
moneda de los pagos de dinero de sangre, y ambos como el origen del patrón de valor.
Dinero para usos especiales y dinero para todo uso
Es necesario establecer esta distinción porque las cuatro funciones aparecen en el dinero moderno
entremezcladas al servir el mismo objeto para los cuatro usos, mientras que en otras sociedades
que no han pasado por el proceso homogenizador que supone el Mercado, objetos distintos, en la
mayor parte de los casos no convertibles, sirven para los distintos usos. La importancia de la
distinción de funciones ya la había establecido Polanyi cuando decía que en muchas sociedades “lo
que vale para pagar, no vale para comprar”.
La distinción entre dinero para todo uso y para usos especiales cobró una nueva dimensión tras la
aportación de Paul Bohannan en su análisis de los Tiv. Bohannan en su estudio especifica en qué
consiste y qué límites tiene el dinero para usos especiales mediante la conjugación de los usos de
dinero con la clasificación Tiv de intercambios, en la que es fundamental la existencia de un rango
jerárquico entre los objetos sociales intercambiables. Para los tiv, cuya economía es multicéntrica,
los bienes intercambiables caen dentro de tres esferas, en principio mutuamente excluyentes,
pertenecientes a una jerarquía moral y que describiremos en el siguiente punto.
Esferas de intercambio
En el nivel más bajo de la jerarquía se encuentran los bienes de subsistencia, utensilios de uso
doméstico y algunas herramientas. Las transacciones de productos de esta esfera se hacían por
donación o por compra-venta, por lo que podríamos denominar a esta esfera “de mercado”.
La segunda esfera estaba constituida por los bienes de prestigio tales como esclavos, ganado,
“cargos rituales”, varillas de latón, y tejidos. El intercambio de los bienes de esta esfera tenía
lugar en situaciones ceremoniales. Un objeto fundamental dentro de este grupo eran las varillas
de latón, que además de ser con el ganado patrón de valor, funcionaban como medio de cambio
entre los productos de esta esfera, pero no fuera de ella.
La esfera superior estaba formada por los derechos sobre personas (excluidos los esclavos que
pertenecían a la categoría de prestigio), sobre todo, los derechos sobre mujeres y niños. El
lenguaje de estos intercambios es el del matrimonio y el del parentesco. En esta esfera,
idealmente al menos, el precio de los derechos sobre una mujer eran los derechos sobre otra
mujer.
Partiendo de esta clasificación, había entre los tiv dos clases de intercambios:
1. Transferencias o intercambios de bienes pertenecientes a la misma categoría. Eran
moralmente neutros y se daban sobre todo dentro de la esfera de subsistencia y de la
de matrimonio.
2. Conversiones, intercambios entre bienes pertenecientes a distintas categorías es
decir, que la transacción no era equilibrada. La conversión se solía realizar en varillas
de latón, pero éstas no podían considerarse dinero para todo uso porque no eran
divisibles.
Este análisis de Bohannan muestra cómo se establece en la práctica la distinción entre dinero para
todo uso y dinero para usos especiales, distinción que no afecta sólo a la relación entre los objetos
y las cuatro funciones linealmente, sino a la jerarquía moral interna, y esta es la razón por la que
la mayor parte de los dineros no son medios de cambio universales. En otras sociedades distintas
a los tiv, además del rango entre esferas, hay que introducir como variables las relaciones de
status y las de género.
Comercio, mercado y dinero como categorías separadas
Nota: de este apartado no estoy muy segura, no sé si se refiere a esto. De quitar algo
será esta primera parte, la de los dineros.----------------------------no muy bien
En las sociedades sin mercado se han utilizado diversos objetos como dinero, veamos algunos
ejemplos:
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Dineros no metálicos
El ganado: es uno de los objetos más utilizado como dinero en las sociedades pastoriles. Conchas
de moluscos: Cuentas: pueden ser de cristal, barro o porcelana. Muchas de ellas provenían de
lugares lejanos y se difundían mediante el comercio de larga distancia. Productos agrícolas: En
algunos casos los productos agrícolas sólo cumplían alguna de las funciones, y su uso como dinero
es discutible. Pero en otros, estos productos estaban dotados específicamente de valor corriente.
En otras ocasiones, algún producto agrícola se elaboraba especialmente para su circulación
monetaria.
Dineros metálicos
 Los dineros de muchos pueblos han sido objetos de metal manufacturados, como por
ejemplo utensilios,
 Metales al peso: El polvo de oro fue uno de los metales más utilizados como dinero por
parte de varias culturas.
Vistos estos ejemplos, es evidente que existen notables diferencias entre lo que se entiende por
dinero en nuestra sociedad y las peculiaridades que han tenido los diversos dineros que en el
mundo han sido.
El dinero moderno pertenece a un único sistema y en teoría el mismo objeto-dinero sirve para los
cuatro usos. Pero una de las características de los dineros no capitalistas es que el mismo objeto
no existe para todos los usos (tal y como hemos explicado en el tercer apartado del tema)
La segunda característica del dinero no capitalista es la distinción entre dinero de uso externo
(para el comercio exterior) y de uso interno (para el comercio interior). Por ejemplo, en la Grecia
clásica el dinero local estaba formado por pequeñas monedas de plata y bronce mientras que el de
uso externo era de mayor tamaño.
En muchos otros casos las monedas se reservaban exclusivamente para el comercio a larga
distancia, mientras que su uso interno fundamental era para acumular riqueza. Esto era corriente
en la Europa medieval, cuando la mayor parte de las transacciones locales se llevaban a cabo
mediante trueque y pagos en especie.
Haciendo una distinción entre dinero comercial y no comercial, entenderemos por este último
aquel objeto con un grado razonable de homogeneidad empleado en diversas transacciones
sociales fundamentales que son ajenas al comercio como son los pagos matrimoniales. En esta
distinción entre dinero comercial y no comercial radica una cualidad del dinero no capitalista que
Einzig denomina el carácter dual que posee este tipo de dinero en cuanto a sus usos monetarios y
no monetarios. Por ejemplo el ganado usado como patrón, medio de pago y medio de
acumulación de riqueza puede considerarse como dinero en muchas sociedades, pero al ser
ganado al tiempo que dinero no se puede calcular nunca el volumen de “dinero” existente, porque
es imposible trazar una frontera entre los usos monetarios y no monetarios. Este carácter dual
hace inaplicable, por ejemplo, la teoría monetaria cuantitativa a muchos de los dineros no
capitalistas.
Por último, en los intercambios de muchas sociedades, al tiempo que se realizan cierto tipo de
transacciones comerciales, circulan ciertos dineros llamados pasivos o pseudo-dinero que no están
directamente implicados en los valores de la transacción pero sí la acompañan. Tal es el caso del
intercambio de productos que acompañaba al intercambio ceremonial de brazaletes y collares del
Kula. Este tipo de intercambios quedan a medias en la clasificación entre dinero comercial y no
comercial.
La expansión colonial y sus relaciones con sociedades sin instituciones definidas en
términos económicos: el dinero del tráfico de esclavos en África
El cauri comenzó a usarse como dinero cuando las monedas metálicas ya estaban bien
establecidas, por lo que el uso del cauri no se debió al desconocimiento de sistemas de dinero más
“evolucionados” sino que tiene más que ver con el establecimiento de reinos centralizados, con la
concepción local de la riqueza, con el pago de tributos y con el comercio local de alimentos. No
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obstante, es común la coexistencia de distintos sistemas de intercambio interactuando en una
misma red comercial.
El cauri es un pequeño molusco que habita en el Pacífico y el Índico. Dos de sus especies son el
cypraea moneta y el cypraea annulus. La mayor concentración del primero de ellos, de más valor,
se encuentra en las islas Maldivas donde, además, es más pequeño lo que supone una ventaja
para su comercio pues ocupa y pesa menos, lo que facilita su transporte.
Hay testimonio del uso del moneta en diversas zonas del mundo, pero los principales lugares en
los que se utilizaba como dinero son Bengala y África Occidental. En los dos sitios el cauri que se
demandaba era el procedente de las Maldivas.
En estas islas, el poder político central poseía el monopolio del cauri: todas las conchas eran
entregadas al sultán. Este lo utilizaba para adquirir arroz, tejidos y sal, que luego redistribuía
entre la población.
La historia del tráfico del cauri se puede dividir en dos grandes periodos: el previo a la llegada de
los europeos caracterizado por el uso de dos rutas fundamentales: la de Bengala, vital para las
Maldivas debido al arroz, y una segunda que se dirigía al oeste, básicamente monopolizada por los
mercaderes islámicos, y que transcurría por el Golfo Pérsico, a través de Aman y concluía en
Venecia o en El Cairo, desde donde se conectaba con las rutas terrestres transsaharianas, también
controladas por los mercaderes islámicos y finalizaba en diversos puntos de África Occidental.
Con la llegada de los portugueses a la zona se inicia un cambio en el comercio del Índico, aunque
el tráfico de mercancías por las rutas primitivas se mantuvo activo al tiempo que se producía la
expansión europea.
La ruta marítima europea circumnavegaba África a pesar de lo cual el cauri tardaba
aproximadamente un año en llegar a su destino final en África occidental. Los barcos procedentes
del Índico seguían su trayectoria hasta Amsterdam o Londres y desde allí las conchas del molusco
emprendían un nuevo viaje a África tras haber sido subastadas. Una vez llegado el cauri a Londres
o Ámsterdam se producía un tráfico intraeuropeo de las conchas, en el que intervenían Francia,
Portugal y Dinamarca, además de Inglaterra y Holanda. El interés de los comerciantes de estos
países se debía a que la demanda de cauri en los reinos de África Occidental convertía a estas
conchas en el principal medio de cambio para adquirir esclavos, la “mercancía” más ansiada del
continente, los cuales eran llevados a las plantaciones americanas.
Holandeses e ingleses fueron los artífices del comercio transcontinental del cauri, entre ambos lo
configuraron y lo convirtieron en el dinero de la esclavitud porque lograron canalizar la demanda
africana de cauris con la europea de esclavos, asociando ambos comercios. Por ello, cuando el
comercio de esclavos creció en el siglo XVIII, el asociado del cauri también lo hizo. Sin embargo, el
tráfico del cauri realizado por los europeos tuvo que adaptarse a los canales habituales de
comercio de las Maldivas.
A partir de 1796 con el control de Ceilán y la caída holandesa, los ingleses pasan a dominar en
solitario el comercio del cauri, que ya se encuentra en su última fase debido a tres factores
fundamentales:
1. La abolición “legal” de la esclavitud en 1807.
2. La inflación provocada por la introducción en África Occidental del cyprea annulus
de Zanzibar por parte de comerciantes alemanes.
3. El dominio colonial directo pues las autoridades coloniales no aceptaban el cauri
para pagar impuestos.
Después de esto, el tráfico por el que habían disputado varios países europeos en el Índico
desapareció definitivamente.
En cuanto a la situación en África Occidental, en todas las sociedades estatales funcionaba una red
de impuestos de gran importancia desde el punto de vista del comercio y los comerciantes.
Controlar una ruta comercial era una fuente de ingresos segura para el gobernante.. Estas luchas
por el control de las rutas comerciales favorecieron la aparición de reinos centralizados.
Pero a pesar de utilizarse como dinero, el cauri no circulaba por igual entre los distintos grupos de
estatus ni fue nunca dinero para todo uso. En el comercio interno fue el dinero de los pobres,
dinero válido para transacciones cotidianas, Hay que tener presente que el cauri siempre se utilizó
con otros sistemas de dinero. El hecho de que el patrón de valor y unidad de cuenta en la mayor
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parte de la zona fuese una unidad indivisible (el esclavo) impedía que el propio cauri sirviese como
medio de cambio universal para las grandes transacciones realizadas con los europeos
En el caso de África Occidental, el recurso fundamental de un reino no era el territorio sino las
gentes mismas. Por ello, desde un punto de vista interno, los esclavos eran un capital social y
político, mientras que para árabes y europeos eran capital económico, mano de obra barata.
La venta de hombres por mercancías existía ya desde el propio establecimiento de las primeras
rutas comerciales. Lo que entendemos por tráfico de esclavos surgió a partir de la llegada de los
europeos a África Occidental. Ya en 1450, los portugueses habían adquirido esclavos en África
para trabajar las tierras en el propio Portugal, y para Madeira y las islas del Cabo Verde. Hacia
1520 ya se puede hablar de tráfico de esclavos, aunque todavía a pequeña escala, cuando los
portugueses comenzaron a enviar africanos a sus plantaciones brasileñas.
Pronto Holanda, Francia, Inglaterra, Alemania y Escandinavia competirán con la compañía
holandesa, hasta que hacia 1713 dejen de monopolizar la situación al pasar el poderío marítimo a
Gran Bretaña.
Puntos esenciales de este último apartado:
 El complejo entramado que se forma al participar en un mismo circuito pueblos con
sistemas sociales, políticos y económicos tan diferentes. Además un mismo objeto, el
cauri, les servía a cada uno de ellos para múltiples usos y fines.
 Se producía una triple interacción entre Estados que adquirían un objeto que al
convertirse en dinero constituía un elemento fundamental de su organización política.
Pero el resultado de esa interacción fue la configuración de un circuito intercontinental.
 Los pueblos participantes en este circuito se vieron inmersos en la mezcla resultante
de dos sistemas que siguiendo la terminología de Polanyi, podemos definir como
sistemas en los que la economía está incrustada en el resto del entramado social y
sistemas en los que la economía se define como no incrustada..
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Tema 18. El sistema de mercado
Surgimiento paralelo de la economía de mercado y de la ciencia económica. Separación en
occidente de la esfera económica de las religiosas, morales y políticas. Quesnay, Locke,
Mandeville, Adam Smith y Marx. La génesis del proceso: ¿la mano invisible del mercado, la ética
protestante o el Estado? La gran transformación: la consideración del trabajo, la tierra y el dinero
como mercancías. La ideología moderna y la aparición del concepto de individuo como valor. La
utopía ideológica del liberalismo y la persistencia de la incrustación de la economía en las
instituciones sociales.
Temas centrales
1. Surgimiento del sistema de Mercado y de la Ciencia Económica.
2. La ideología moderna y el surgimiento del individuo como valor.
3. El liberalismo económico como utopía.
Textos de estudio:
1. Paz Moreno: Introducción (pág:31-43 de addenda) y Presentación (pág:13-24 EGM)
2. Isidoro Moreno: La ideología de la modernidad (pág: 485-514 de EGM)
3. L.Dumont: El valor... (pág:123-155 de EGM)
4. Otros textos: K.Polanyi (pág:233-260 de EGM) y R.Bartra (pág:59-62 de addenda)
Como estos textos se han trabajado en otros temas, os indico el número del mismo para que
los podáis consultar, a excepción del texto de L. Dumont, del que haré un resumen de todo el
texto al final del desarrollo del tema por ideas centrales.
DESARROLLO DEL TEMA.
1.Surgimiento del sistema Mercado y de la ciencia Económica.
Si consideramos a la economía como un fenómeno separado del resto de los aspectos de una
sociedad, estamos encuadrándonos dentro de la visión propia de las sociedades occidentales. Lo
determinante para la sociedad occidental, lo que las ha configurado como tales, ha sido la
existencia de una institución a la que denominamos “mercado”
Durante los dos últimos siglos, en Europa Occidental y Norteamérica, el sistema económico ha
consistido en un sistema de mercado formador de precios. Desde una óptica formalista, la vida
del hombre se ve condicionada por la necesidad de elección de los fines a los que
desea destinar la parte de los escasos recursos con los que cuenta. Los fines están, por
tanto, jerarquizados, y los recursos (medios para conseguir lo que deseo) son insuficientes y de
usos alternativos. La ciencia económica es el estudio de la asignación de los escasos recursos. Esta
premisa sólo es cierta dentro del sistema de mercado y bajo un encuadre de la concepción
formalista en economía. La ciencia economica se basa en la concepción del hombre como
individuo cuya norma de actuación es la maximización del beneficio, y que puede operar gracias a
la existencia del mercado, “ser” que se autorregula y que solo puede operar con mercancías.
Aquellas realidades que se escapan a su control, deben ser trasformadas en mercancías, para que
pueda operar con ellas. La Gran Transformación, es precisamente la conversión del trabajo del
hombre, de la tierra y del dinero, en mercancías, de forma que ese mercado formador de precios,
pueda operar con ellas
Desde este enfoque, todas aquellas sociedades sin mercado, son consideradas como noeconómicas. Son versiones subdesarrolladas de la economía occidental. La escuela substantavista
revindica la existencia de la esfera económica en todo tipo de sociedad, y esta actividad económica
se encuentra incrustada en la vida de la comunidad, no pudiendo separar la economía de la
familia, la religión, la moral o la política.
La extensión de la idea de que el mercado es la única verdad es la nueva forma de globalización
(antes hubo la religiosa, después la política, más tarde la ideológica, pero la actual, la que arrasa
por su fuerza como “generadora de globalización” a las otras, es la del mercado)
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2. Ideología moderna y el surgimiento del individuo como valor.
Lo que salva al individuo de su condición más salvaje es el encuentro con la divinidad, un
encuentro individual, a partir del cual, el individuo debe desarrollar todo su potencial a modo de
compensación a esa divinidad. Ese potencial se encauza gracias la trabajo, a la producción. Tras el
cambio de homo sylvaticus en homo economicus, se encuentra la salvación. Y este proceso tiene
que hacerse en la soledad del individuo consigo mismo.
Hay una tensión individuo-sociedad: la soledad es lo deseable, pero le entristece, y no hay que
olvidar que estamos “condenados” a vivir entre los demás. El capitalismo se desarrolla cuando hay
un “otro” con el que intercambiar y del que yo puedo obtener un beneficio mayor de lo que él
obtiene por nuestro intercambio.
La influencia del protestantismo en cuanto valor ascético de la vida, y el encuentro del propio
individuo con la deidad de forma directa, sin intermediarios, y en un entorno de soledad, va a
potenciar el valor individual por encima del grupal.
Dumont también reflexiona sobre el valor del individuo que se erige sobre la colectividad. Y
constata que en la modernidad el valor central es la independencia del propio individuo, y que
dicho valor central (muy apreciado en EE.UU.) choca con la necesidad de la vida social y
dependiente propia de la modernidad, lo que provoca contradicciones. Lo que genera una
confusión a la hora de saber que es de verdad lo primero, que tienen más valor, el individuo o el
grupo. La ciencia, para descubrir la esencia del individuo prescinde del aspecto moral. Se ha
centrado en el “ser”, pero se ha olvidado la dimensión de las diferentes “formas de ser”,
vinculadas éstas a la moral.
Lo que es propio de la modernidad es separar hechos y valores, ser y formas de ser, y además de
separar, optar por el hecho, por el hecho único y asilado, por el individuo. Y olvidar el contexto, lo
relacional, lo que puede tomar diferente valor, dejar la dimensión holistica. El individuo para
percibirse como tal, necesita extraerse de su medio.
Olvidar las diferencias es encumbrar la esencia a la totalidad. Quitando los adjetivos (ricos,
blancos, negros, pobres, listos...) nos queda el sustantivo y solo el sustantivo: el hombre. Esta es
la esencia del individualismo: como es de todos, solo puede existir uno. Y de su existencia toma su
valor, es enormemente valioso, es uno y todopoderoso, es fuente de los valores. No es la sociedad
quien tiene los valores, es el individuo.
El hombre es quien pondrá, mediante la ciencia y la tecnología, desarrollar un crecimiento
económico indefinido, y que será acompañado de un desarrollo moral y social.
3. El liberalismo económico como utopía
Considerar al hombre como ser todopoderoso, capaz de generar un mundo de riqueza desde la nada,
supone elevar a categoría sacra la capacidad del individuo por la cual es capaz de obrar tal maravilla,
esa capacidad es la libertad. Libertad que los individuos deben emplear sin restricción o regulación.
Todo intervención que este orientada a imposibilitar el desarrollo de la libertad individual esta
impidiendo el pleno desarrollo del hombre.
Igualar libertad y hombre es la esencia del liberalismo. Aunar libertad económica y hombre es
creer que el hombre todo lo puede y todo lo consigue, es romper los limites del bienestar relativo y
tender al absoluto, es permitir crear un mundo hacia el que tenemos que llegar, es fijar el rumbo del
desarrollo de la humanidad.
El logro del liberalismo económico es
La globalización del mercado, no solo es positiva, sino inevitable. Y se enmarca en el concepto
de una única sociedad planetaria (la aldea global de Maculan) con un solo modelo económico (el del
mercado libre), con un único sistema política (la democracia liberal) y un único sistema cultural (la
civilización moderna). Esta es la forma en que la humanidad vivirá en el futuro. Es su isla de Utopía.
Y en esta isla, el mercado anulara a la política, a la cultura y a la vida social.
Texto de L.Dumont “El Valor en los modernos y en los Otros” (EGM 123-155)
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En la antropología inglesa se ha usado el concepto “valor” como un sustituto del de “idea”, sin
embargo no son iguales y existe una jerarquía y una relación entre ellas, la cual esta determinada en
función del modelo de cultura.
Para la cultura moderna el valor predominante es el individuo y la filosofía trata sobre los
valores individuales (aunque la antropología lo haga sobre los valores sociales).
Los valores son diferentes en función del medio social, cosa que no ocurre con la verdad científica
de validez universal, y es por ello que el “valor” parece relativo, inasequible, confuso
Desde la antropología “valores” se entienden como la atomización de la cultura (a modo de rasgos
culturales), y donde suele resaltar un valor como central (p.ej: el valor fundamental de la cultura
norteamericana es “no depender más que de si mismo” –self-realiance–. Intensificación del
individualismo europeo. Valor que encierra una contradicción en sí, y es que el hombre depende
en la vida social de los demás
Para Kluckhohn, y para Florence Kluckhohn, los valores:
1.Son esenciales para la integración y la permanencia del cuerpo social así como para la creación
de la personalidad individual.
2. Están unidos al concepto de “ideas” Siempre hay un mínimo de ideas y creencias junto a los
valores.
3.Los valores se organizan jerárquicamente. Los valores son elementos que se combinan de forma
diferentes en cada cultura..
La forma de enfrentarse al problema de los valores desde la cultura moderna es que no es posible
deducir lo que debe ser de lo que es. Se ha separado el ser (hechos) y el deber ser (valores).
Esta separación provoca en el hombre incomodidad (si sabemos lo que debemos hacer ¿por qué
no lo hacemos?) Para solventar el problema: a) suprimimos los valores. b) se declaran carentes de
sentido los juicios de valor. c) los fines (valores concebidos o intrínsecos) se reducen a los medios
(valores operativos o instrumentales). Otra forma, muy peligrosa, es trascender el individualismo
mediante ideologías totalitarias, no solo por la violencia de su imposición, sino por la
incompatibilidad de los valores.
La ciencia social estudia las representaciones sociales como hechos sociales de una especie en
particular, estudiándolos “libres de valor” (sin enjuiciarlos), lo que puede llevar a consecuencias
aberrantes al admitir determinados hechos. Por otro lado existe el planteamiento de no poder
entender determinados valores si no nos adherimos a ellos y que relativizar los valores es
suprimirlos. En este planteamiento reside la esencia de la no posibilidad de entender mas cultura
que la nuestra.
Pero la cultura que separa hechos y valores es la occidental. ¿ y cómo podemos encontrarnos con
otras culturas entonces,? Culturas que imbrican los valores a la concepción del mundo.
Los valores en todas las culturas se representan en forma de “sistemas de valores”, el cual es una
abstracción de ideas. El ejemplo que pone el Dumont es el valor del concepto derecha e izquierda,
haciendo referencia a la imagen corporal y el predominio de la mano derecha sobre la izquierda se
traduce en consignar un valor positivo a la derecha y negativo a la izquierda. Para otra forma de
ver NO-MODERNA, el valor de la derecha y la izquierda toman su valor como parte del cuerpo
(superior jerárquico a las manos).
Trabajar con la idea-valor implica la existencia de una jerarquía.
Es importante no oponer la forma de pensamiento de la sociedad moderna al de la sociedad nomoderna, ya que la primera engloba a la segunda, este pensamiento total no ha desaparecido
completamente en nuestro mundo.
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El científico social no puede estar libre de ideas-valor respecto al objeto de su trabajo, como lo
han hecho los científicos naturales.
Las sociedades no-modernas se sitúan desde la concepción global, las modernas desde la
segmentaria. Como ejemplo pone el del valor de los intercambios, donde en las sociedades nomodernas no solo se intercambian cosas, sino parte de las personas, y el valor de los objetos que
sirven para las transacciones no tiene un valor intrínseco (hecho económico), sino que se da en
función del sujeto (grupo) que las realiza lo que le confiere un grado de hecho social total.
Hay dos situaciones características de la modernidad:
1.El individuo como valor moderno.
2.La relación hombre-cosa vs. relación entre hombres.
El concepto de individuo implica reconocimiento de libertad, libertad de uso exclusivo del individuo,
lo que implica que el grupo delega valores en él, para que sean conformados haciendo uso de esa
libertad, libertad que le es dada por la sociedad, por el todo grupal, de forma que la totalidad de
las individualidades quedan vinculado a ese todo siendo no posible el grado extremo de libertad,
no vincularse al grupo.
El hombre puede insertarse en un mundo donde el conocimiento (deber ser) y la acción (ser)
estén armonizados. Las ideas están en conformidad con la naturaleza y el hombre de forma
consciente se ubica en el mundo. Pero en aquel mundo donde no hay un orden significativo,
donde no existen los valores, existen las cosas. Y el hombre opta por relacionarse con las cosas en
lugar de relacionarse con los hombres.
Por ultimo, el autor establece que toda cultura lleva grabada su ideología y que afecta al hombre
de forma involuntaria, y que es una huella que se reconoce como similar cuando se compara con
la de otras culturas, haciéndolas “humanas”.
Termina con un pensamiento acerca del reconocimiento de la igualdad de los diferentes (hombresmujeres, homosexuales, blanco-negros...). La igualdad deja fuera la diferencia, y con el tiempo se
pueden perder el valor de lo diferente. Otra forma de reconocer al otro es mediante la jerarquía y
el conflicto, más simple este ultimo, más complejo la primera, Dumont prefiere la jerarquia.
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TEMA 19: EL IMPACTO PLANETARIO DEL CAPITALISMO.
La revolución industrial inglesa y las nuevas clases sociales: mecanización, fábricas y urbanización.
La expansión colonial. Nuevas regiones de abastecimiento: el algodón sureño, Egipto y la industria
textil de la India. El movimiento planetario de mercancías. Las nuevas especializaciones regionales.
Apropiación de territorios y dominio, expulsión o exterminio de los pueblos “primitivos”. Producción
de mercancías: alimentos, cosechas industriales y estimulantes. El trabajo como mercancía: los
mercados de trabajo, el desarraigo social y las grandes migraciones. Las nuevas segmentaciones
étnicas.
Problemas centrales:
El Capitalismo: el mercado de trabajo. La revolución industrial y sus consecuencias.
La expansión: El colonialismo
Diferenciación y movimiento de mercancías. Los nuevos trabajadores.
19.1 El capitalismo: El mercado de trabajo. La revolución industrial y sus
consecuencias.
La revolución industrial inglesa.
El nacimiento de la revolución industrial comienza en Inglaterra movido por dos factores
fundamentales: la producción textil y la construcción del ferrocarril. Dentro del sector textil,
Inglaterra fue el lugar donde primariamente los capitalistas transforman los modos de producción
aumentando la productividad mediante la incorporación de nuevos inventos que mecanizan un
trabajo primariamente manual, y que a su vez crean nuevos tipos de trabajo y con ellos una nueva
organización social. Durante el s. XIX, surgen también las primeras fabricas por diversos motivos
entre los que destacan la necesidad de eliminar los costos de transporte de mercancías; aumentar
el control de los trabajadores (el trabajo en el domicilio de los trabajadores disminuye la
producción ya que permite a estos combinar el trabajo agrícola con el textil en detrimento de el
último), establecer una continuidad y una sincronización entre los diferentes procesos.
Con el nacimiento de las fábricas nacen también las grandes ciudades industriales y la clase
proletariado inglesa. Este nacimiento no es algo sencillo ya que resulta una imposición para los
trabajadores que recurren al trabajo en las fábricas por pura necesidad ya que es algo que de
principio rechazan.
Con la mecanización de la industria textil, Inglaterra llegó al predominio del modo de producción
capitalista. Extendiéndose hacia fuera a lo largo del s.XIX puso al mundo entero bajo el dominio
inglés directo en algunas zonas o envolviéndolo penetrando estratégicamente en otras partes. El
resultado de este proceso fue un complejo sistema jerárquico controlado por el modo de
producción capitalista, que incluía un vasto conjunto de regiones subsidiarias con diferentes
combinaciones del modo capitalista con otros modos. Las industrias capitalistas dominaban el
sistema pero descansaban en apoyos variables y cambiantes. Según Ernest Mandes: un sistema
articulado de relaciones capitalistas, semicapitalistas y precapitalistas, eslabonadas entre sí por
relaciones capitalistas de intercambio y dominadas por el mercado mundial capitalista.
Antes de que las relaciones capitalistas pudieran dominar la producción industrial, Había que
transformar al Estado para que dejase de ser una estructura tributaria y se convirtiera en una
estructura de apoyo a la empresa capitalista.
¿Por qué sucedió esto en Inglaterra? Ya desde el s.XV Inglaterra vendió la lana de sus ovejas al
exterior apareciendo jerarquías de comerciantes. Pero hicieron falta 4 hechos interrelacionados
para la consolidación del nuevo sistema:
 1º los terratenientes se apresuraron a hacer de la agricultura un negocio; se dedicaron a la
cría de ovejas e intensificaron los cultivos.
 2ºuna cadena de eslabones entre el interior y Londres dio origen a una variedad de grupos
comerciales que interaccionaban entre los señores tributarios. En muchas partes de
Europa, los aristócratas no podían participar en el comercio ni los comerciantes podían
hacerse con tierras. Pero en Inglaterra familias de comerciantes y nobles se casaban y se
interrelacionaban de un modo poco común.
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
3º en Inglaterra la renta se fijó por la costumbre, y su valor disminuyó conforme perdía
valor por la inflación. Los aristócratas agobiaron además a los campesinos con cuotas sobre
herencias. Esto produjo que los campesinos buscasen un empleo alterno.
 4º las luchas políticas dieron más libertad a los estratos inferiores de terratenientes y
agentes comerciales de las provincias. Los comerciantes extendieron sus operaciones por
todo el campo de dos formas: dando trabajo a los artesanos de ciudades provinciales que
pasaban a pequeños talleres; estableciendo un sistema en el que distribuían las materias
primas entre trabajadores que las procesaban en sus casas. Generalmente estos dos
sistemas se entrelazaban.
Este comercio textil no tardo en enfrentarse a la competencia holandesa e india. Para hacer frente
a esta competencia adoptaron un producto más barato y mejoraron la producción mediante
maquinaria.Así surgieron las primeras fábricas y así las ciudades industriales llegaron a ser grandes
mercados de trabajo en los que diversos grupos y categorías competían por los empleos
disponibles. Estos mercados de trabajo creaban una oposición constante: oposición entre
artesanos y operadores de máquinas; entre supervisores de producción y productores; entre
hombres (cuyo trabajo era más caro) y mujeres y niños; entre empleados y desempleados; entre
trabajadores ingleses y emigrantes irlandeses.
La otra gran industria que mueve el capitalismo es la construcción de ferrocarriles y sus dos
derivados: la producción de acero y la minería de carbón. Esta industria fue una gran ventaja al
absorber enormes cantidades de capital que solo sobrepasaban la industria de armamentos de la
guerra moderna y apenas iguala la construcción urbana moderna.
La industria de ferrocarril, originaria también de Inglaterra, se propagó velozmente al exterior. El
nacimiento y rápido desarrollo de los ferrocarriles en EE.UU. se debió en gran parte a la
participación de capital inglés.
Los ferrocarriles son la segunda fase de la revolución industrial: hicieron que la producción ya no
dependiese de los textiles de algodón y los hiciese del hierro y el acero.
El crecimiento de la industria textil inglesa inició un orden social edificado sobre un nuevo modo de
producción. Los capitalistas compraban máquinas y contrataban trabajadores para moverlas, a la
vez que una nueva población de trabajadores se sometía a la disciplina del trabajo a cambio de
salarios. Este control de los medios de producción permitió al capital combinar las máquinas y la
fuerza de trabajo y disponerlos al servicio del aumento de producción y del provecho. Igualmente
detendría las máquinas y despediría trabajadores en lugares de poca ganancia y reiniciaría la
producción en otras regiones que prometieran utilidades más elevadas.
Las nuevas industrias requerían también materias primas por lo que amplias regiones del globo se
reorganizaron con vistas a proporcionar a las fábricas esos materiales. A su vez, la construcción de
ferrocarriles y el florecimiento de la navegación ampliaron la superficie de abastecimiento y tráfico
de mercancías.
Nuevas regiones de abastecimiento
En su expansión de la industria textil, en un principio Inglaterra obtendrá el algodón de su colonia
los EE.UU. y también de Egipto. Más adelante, tras el bloqueo del comercio con EE.UU. comienza a
abastecerse en la India (aunque su algodón era de fibra corta de menor calidad) para sus
posteriores exportaciones a China.
ALGODÓN DEL SUR
Respecto al cultivo del algodón en EE.UU., podría decirse que fue un factor de importancia en la
perduración de la esclavitud hasta entrado el s. XX. Como causa de esta perduración, debe
considerarse la demanda, casi únicamente, inglesa de algodón.
EGIPTO
Fue una de las primeras regiones otomanas en buscar lazos comerciales con Occidente, y al
hacerlo se convirtió en el primer caso de un estado no europeo que trató de ponerse al paso de la
industrialización y la comercialización en Europa. El gobernador Mehemet Alí, en 1820, puso en
marcha un programa con la ayuda de los primeros “tecnócratas” de Europa, que ayudaron a
construir el Canal de Suez
LA INDUSTRIA TEXTIL DE LA INDIA
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En la India, a pesar de los derechos de importación de Inglaterra, de impuestos ordinarios y de
exportaciones capitales, los textiles representan el único ámbito económico en que predominó el
capital nativo. Después de un período inicial de destrucción política y económica de buena parte de
la población artesanal india dedicada a tejer a mano, la expansión del imperio Británico y su
comercio, principalmente el encauzado al Oriente, permitió el crecimiento secundario de una
industria textil india basada en la maquinaria con su propia base de abastecimientos y mano de
obra. Aun cuando este crecimiento industrial no se sostuvo, nos ofrece un ejemplo temprano de
industrialización capitalista en la periferia; este proceso se aceleró en el s. XX.
19.2- La expansión: el colonialismo.
¿cual es la fuente de la tendencia del capitalismo a moverse más allá de sus fronteras? La
respuesta de Marx fue que la incesante acumulación de capital, con los crecientes niveles de
productividad (por la inversión en tecnología) producen resultados extraños y contradictorios. El
capital compra dos elementos: medios de producción y fuerza de trabajo. Al aumentar los insumos
tecnológicos aumenta la proporción de capital invertido en medios de producción en tanto que
disminuye el invertido en fuerza de trabajo. La contradicción crucial del capitalismo. La
competencia requiere inversión en el los medios de producción, pero ese mismo crecimiento
amenaza con producir un descenso en la tasa de ganancia. Cuando la proporción cae por debajo
de cierto punto sobreviene la crisis. Puede volverse improductivo: cerrando fábricas, bajándo los
salarios. O también puede que bajen los precios y la ganancia se reduzca o desaparezca, lo cual
puede producirse por que la competencia haga que se produzca más de lo que se pueda vender, o
de la falta de poder de compra de los consumidores.
Los autores que siguen a Marx, se valen de uno u otro aspecto de este modelo de crisis capitalista
par explicar la tendencia del capitalismo a extenderse más allá de los confines de un sistema
político individual. Marx no habla de imperialismo, sino de comercio exterior.
Sin embargo, la búsqueda de una explicación del imperialismo fue el principal interés de algunos
de sus sucesores como Lenin o Rosa Luxemburgo. Lenin defendía que el imperialismo era un
etapa posterior al capitalismo en desarrollo. En esta etapa oligarquías financieras dominaban toda
la economía y trataban de expandir su inversión hacia el extranjero lo que exigía nuevos controles
(Gran Represión).
La propagación del imperialismo y las extensión del dominio colonial abierto parecen ser más bien
resultado de una interacción mas compleja de conjuntos sociales de la que podría colegirse de la
explicación de Lenin.
Rosa Luxemburgo considera que el capitalismo solo puede crecer ampliando sus mercados,
vendiendo sus productos a nuevos compradores. Para ella, estos compradores solo pueden
hallarse en economías no capitalistas. Sin embargo, no dice de donde sacarán el poder de comprar
los posibles compradores para adquirir los bienes producidos por la industria capitalista. En
cambio, si señala la tendencia del modo capitalista a ensancharse en busca de materias primas y
mano de obra barata para procesarlas. Ejemplos de apropiación de territorios y dominio de los
pueblos entendidos como “primitivos” por razones de expansión comercial hay muchos al lo largo
de los s. XVIII, XIX,y XX. En algunos casos esta expulsión se realiza por la fuerza, como en el caso
de la expulsión de los indios nativos americanos del Misisipi (Págs. 343 y siguientes). E incluso
mediante la guerra como los pueblos de Sudáfrica.(Págs. 419 y siguientes)
Otro tipo de colonización menos llamativa es la que se realiza mediante el comercio. Existen
perímetros fronterizos no capitalistas (ej. interior de América Latina, América del N., islas del
Pacífico) que sucumben al capitalismo indirectamente. Mientras permanecían limitadas las esferas
de relación de intercambio las relaciones fueron más o menos iguales en sus tratos. A medida que
se ensancha la esfera de intercambio los productores nativos dejaron de ser socios y se
convirtieron en clientes del comerciante, dependiendo de determinados productos como armas de
fuego, municiones, trampas de acero. No siempre el capitalismo anuló otros modos de producción,
pero sí transformó la vida de los pueblos. Estos cambios fueron particularmente críticos en el
último cuarto del s. XIX
19.3- Diferenciación y Movimiento de Mercancías.
El estado sirve para mantener y promover las relaciones estratégicas que gobiernan el despliegue
capitalista del trabajo social. Sin embargo, en cada estado esta función se lleva a cabo de manera
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diferente y con consecuencias distintas. Esto es debido en su mayor parte a razones históricas de
cada lugar concreto ya que el capitalismo no alcanza el poder de manera repentina sino que se
desarrolla a través del tiempo de distinta manera.
Una vez concluidas las guerras internas, el problema del dominio de clase asumió la política de
“quién recibe que y cuando” dentro del encuadre de la dominación de clase. Estas soluciones
también difieren de un estado a otro. Dentro del capitalismo, la política entraña, antes que nada,
conflictos entre segmentos de la misma clase. Pueden llegar a ser tan grandes que amenacen al
propio estado. Llegando a este caso, diferentes segmentos de la clase capitalista se aliarán con
segmentos de otras clases. Dando que las características de todas estas clases varían de un
estado a otro, variará también la índole de los conflictos y alianzas intraclases e interclases. Esta
variabilidad, que obra a lo largo del tiempo, modela acumulativamente la forma y función del
aparato del Estado.
Otra fuente más de diferenciación entre estados es el modo en que cada grupo capitalista
participó en la acumulación de capital en el exterior.
El Movimiento Planetario de Mercancías
A partir del siglo XV soldados y marinos europeos llevaron a sus gobernantes hasta los últimos
rincones del globo y comerciantes europeos establecieron sus almacenes en puntos dispares. Tras
dominar las rutas marítimas los comerciantes invadieron las redes existentes y las conectaron
entres sí. La actividad mercantil, alentada y robustecida por la protección del Estado, ensanchó
muchísimo el flujo de mercancías, aunque en gran medida se mantuvo dentro de cauces definidos,
protegida por un caparacho de privilegios y prerrogativas.
A finales del siglo XIX la producción capitalista dio un salto aumentando la demanda de materias
primas. Se creó un mercado de amplísimo alcance mundial. La Gran Depresión de el origen de la
hegemonía inglesa, simultáneamente en Europa se produce un profundo cambio de producción
agrícola. Varios estados europeos buscan nuevas inversiones y mercados (es decir, regiones de
materias primas a bajo precio.)
En este apartado Wolf describe numerosos ejemplos de comercio con materias primas,
estimulantes y oro y diamantes (ver esquema anexo i). Resulta muy complicado de resumir ya que
resultaría muy extenso. Se podría concluir este apartado diciendo que en todos los ejemplos se
muestra el cómo mediante maniobras de mercado o bien mediante la coerción de la guerra se
cambia la vida de pueblos no capitalistas sumergiéndolos obligatoriamente en el mercado mundial.
En la mayoría de los casos se cambian los asentamientos naturales de estos pueblos ej. comercio
de caucho en el Amazonas, lo que ya produce en sí numerosos cambios en el manejo de los
recursos de subsistencia. Se ven obligados en muchos casos a emigrar en busca de trabajo
asalariado en malas condiciones. Ej. té, opio. también se ven obligados a las especialización en
determinados cultivos “rentables” ej azúcar, convirtiéndose así en dependientes del mercado para
obtener materias primas para su subsistencia y perdiendo su autonomía.
En algunos casos, los cambios resultaron tan radicales que afectaron a su organización de
parentesco; patrilinajes con patrilocalidad que desaparecen para convertirse en extraños conjuntos
de patrilinajes con matrilocalidad (ej. mudurucúes, Amazonas) e incluso sistemas basados en
parentesco que pasan a ser estados gobernados por un solo miembro(ej. zulúes de Sudáfrica).
También se producen cambios de fronteras naturales entre pueblos (Sudáfrica), éxodos masivos
(indios Norteamericanos) y asimilación de unas tribus en otras más fuertes.
ESPECIALIZACIONES REGIONALES
Como ya mencioné antes, a lo largo del s. XIX regiones enteras se les obliga a especializarse en
alguna/s cosechas estimulante ( té, azúcar, opio,....). debido a esta especialización los cambios en
el mercado mundial pasan a tener consecuencias directas al nivel local: cas , parentesco, la
comunidad, la región y la clase. La especialización no se produce solo en cosechas o actividades
industriales, sino también entre trabajadores.
PRODUCCIÓN DE MERCANCÍAS
Los intercambios de productos fueron impuestos por dominación política y/o económica. Las
relaciones privilegiadas entre el plantador y comerciante cedieron el paso al libre flujo de capital
líquido. Para maximizar la acumulación de capital y bajar los costos de trabajo, debía permitirse
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que capital fluyera libremente hacia formas y variedades de agricultura susceptible de
intensificación y expansión.
Las sociedades por acciones metropolitanas adquirieron sus bienes y transformaron la tecnología y
organización de la plantación y la pusieron bajo el control de sociedades con capital sacado de
grandes urbes (N.Y., Hamburgo, París). Gigantescos organismos productores tales como United
África Company, United Fruit,... acabaron por dominar ramas enteras de actividades económicas y
también países enteros. Fue así como la agricultura de plantación y la producción en pequeña
escala quedaron sujetas a controles comerciales y financieros situados en centros distantes.
El s. XIX presenció también un incremento y perfeccionamiento de la producción de cultivos
comerciales en fincas pequeñas. Se puede decir que los campesinos se volvieron agricultores. En
Europa conforme la producción artesanal bajo el control de comerciantes cedía el paso a la
industria capitalista, los campesino-artesanos mas pobres se veían orillados a renunciar al cultivo y
mudarse a fuentes de empleo en la industria, dejando así que sus vecinos más afortunados
absorbieran su tierra y la emplearan para cosechar productos especializados. Este proceso no
ocurrió solo en Europa, sin también fuera especialmente África occidental y sudeste de Asia,
tampoco fue un proceso terso que ocurrió en todas partes al mismo tiempo.
La expansión de la agricultura comercial incluyó el desarrollo de una estructura de varias capas de
flujos de capital, de producción y venta locales. De particular importancia en la nueva
especialización agrícola mundial fueron los granos: en Europa y América el trigo y el arroz en Asia;
también la ganadería especializada y las cosechas de alimentos, por ejemplo plátanos, en
plantaciones.
El mundo anterior a 1400 estaba ya cruzado por sendas de intercambio mercantil entre y dentro
de sociedades. Mucho antes de la llegada de los marinos mercantes europeos para abastecer este
comercio. Sin embargo, la expansión europea creó un mercado de tamaño mundial. Incorporó
redes preexistentes de intercambio y creó nuevos itinerarios entre continentes; alentó la
especialización regional e inició movimientos mundiales de mercancías. Se acabaron la
independencia y la autonomía del intercambio comercial, pues la tasa de ganancia ya no dependía
únicamente de discrepancias regionales en precios sino de los procesos de la producción misma.
Ahora los “pueblos sin historia” fueron atraídos al seno de un sistema que enjaezó los recursos del
mundo a la causa de la acumulación de capital. Esto no significa, que todos los arreglos de
producción tendentes a llevar mercancías al mercado fueran capitalistas
El Trabajo como Mercancía.
La esencia del capital es su aptitud comprando fuerza de trabajo. Esto requiere un mercado en el
cual la capacidad de los hombres para trabajar pueda comprarse y venderse como cualquier otra
mercancía. Los compradores ofrecen salarios que son aceptados por los vendedores a cambio de
trabajo. Pero este es un intercambio asimétrico ya que los trabajadores renuncian al excedente de
la producción a favor de la clase capitalista.
Que las clases trabajadoras entren en la industria o la agricultura de plantación bajo el modo de
producción capitalista constituye un fenómeno nuevo para el mundo. Una novedad que muchos
observadores del s. XIX entendieron perfectamente. La parición de clases trabajadoras
proporcionó un nuevo programa de historia moderna y de ciencia social, y los especialistas
avanzaron tibuteantes en su nuevo papel. Los científicos sociales las trataron más como problemas
que como actores sociales de propio derecho. Hace muy poco que los historiadores sociales se
interesaron en escribir la historia del proceso y relaciones de las clases trabajadoras.
LOS MERCADOS DE TRABAJO
El mercado de trabajo es segmentado. En un momento cualquiera, las ramas de la industria con
una elevada relación de capital de planta con fuerza de trabajo demandarán un alto nivel de
destreza y capacitación, pagarán salarios relativamente altos y compensaciones y buscarán la
estabilidad de su fuerza de trabajo. En tanto que las ramas de la industria con una menor relación
de capital de planta bajarán los trabajos, no tomarán en cuenta las compensaciones sobre posición
relativa, restarán importancia a los requisitos de capacitación y adiestramiento y emplearán una
fuerza de trabajo inestable o circulante. Se establece una “aristocracia del trabajo” en la que en la
cima están los grandes premios en cuanto a ingresos y prestigio, y en la parte más bajo
trabajadores con salarios magros y empleos inestables.
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EL DESARRAIGO SOCIAL Y LAS GRANDES MIGRACIONES
La evolución de las clases trabajadoras se relacionó íntimamente con el crecimiento acelerado de
las ciudades después de 1800 y el enorme aumento en tamaño, densidad y heterogeneidad de las
poblaciones urbanas.
Para satisfacer la creciente demanda de fuerza de trabajo los obreros empezaron a emigrar de las
regiones donde había desempleo o desplazamientos en la agricultura o industrias domésticas,
hacia regiones de actividad industrial o agrícola acrecentada. Suele distinguirse entre migración
“interna” e “internacional”. Los movimientos a través de grandes distancias físicas crean problemas
especiales de logística y comunicación. No obstante, el tamaño de la brecha social y cultural no
está determinado por la distancia física o límites políticos. Es un error pensar que el emigrante es
portador y protagonista de una cultura integrada homogéneamente que retiene o cede como un
todo.
Para el emigrante lo significativo es la posición en que está colocado en relación con otros grupos
al momento de su llegada. Esta posición determina cuál de sus recursos anteriores podrá aplicar y
cuáles deberá adquirir entre los nuevos.
En el desarrollo del capitalismo destacan tres oleadas de migración, cada una de las cuales, al
responder a cambios críticos en la demanda de trabajo, crea nuevas clases trabajadoras.
La primera se asocia con el período inicial de la industrialización europea y comienza en Inglaterra,
cubre distancias cortas ya que es todavía local y limitada. La segunda envía europeos al otro lado
del mar (EE.UU. y Sudamérica) .la entrada de esta gente proporcionó la fuerza de trabajo que
fundamentó la industrialización de los EE.UU. Una tercera oleada llevó a trabajadores por contrato
a minas y plantaciones en los trópicos los que explica un buen número de fenómenos como el
establecimiento de un fuerza migratoria de trabajo en las minas de Sudáfrica, el crecimiento del
comercio sobre mano de obra india y china y la migración subvencionada de trabajadores italianos
a regiones cafetaleras de Brasil. Wolf describe los siguientes ejemplos migratorios: EE.UU, Minas
de África del Sur; plantadores que son indios orientales (chinos e Indios) y europeos; el trabajo
chino (Singapur y otros destinos).
Los nuevos segmentos étnicos.Wolf
Una característica de los complejos industriales y las plantaciones capitalistas ha sido la
yuxtaposición de grupos de diferentes orígenes sociales y culturales. A estas sociedades se les ha
llamado a veces “sociedades plurales”, se supuso que este término indicaba su desunión interna.
Se consideraban unidos mediante el poder de una minoría europea que era un segmento
dominante. Este punto de vista es erróneo.. No es cierto que la uniformidad cultural allanará el
camino a la creación de estados y formación de naciones en Europa. Los problemas planteados
para integrar las divisiones regionales en países como Francia o España ponen en tela de juicio
cualquier oposición simple de heterogeneidad plural y de homogeneidad europea.
Las sociedades plurales no son un tipo especial de sociedad. Histórica y geográficamente son ej.
concretos de la tendencia general del modo capitalista de crear una “masa gastable” de
trabajadores tomados de diversas poblaciones para luego arrojar esa masa a la brecha para
satisfacer las cambiantes necesidades del capital. El capitalismo ordena por una parte
jerárquicamente a los grupos y categorías de trabajadores y por último recrea simbólicamente
marcadas distinciones culturales entre ellos.
Los intereses que dividen a la clase trabajadora son reforzados aún más por medio de
llamamientos a distinciones “raciales” y “étnicas”. El capitalismo no crea estas distinciones étnicas
y de raza, pero comunica a estas distinciones sus valores efectivos. Las distinciones de raza tiene
consecuencias un poco diferentes de las variaciones étnicas. Designaciones como indio o negro
reflejan el proceso político por medio del cual las poblaciones de continentes enteros se les
convirtió en proporcionadoras de fuerza de trabajo excedente y forzada.
Bajo el capitalismo estos términos no perdieron su vinculación con la incapacidad civil. Es decir, a
los indios y a los negros se les encierra en los grados inferiores del ejército industrial o bien se les
arroja a la reserva industrial. Dentro del capitalismo industrial la función de las categorías raciales
es excluir. Estigmatizan a grupos a fin de excluirlos de los trabajos mejor pagados y del acceso a
la información necesaria para su ejecucción.
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Por un aparte las categorías de raza sirven primordialmente para excluir a gente de todos, excepto
de los más bajos peldaños, y por otra, las categorías étnicas expresan las formas en que esas
poblaciones se relacionan con ciertos segmentos del mercado de trabajo.
Se ha prolongado hasta el presente el proceso por medio del cual se crean y segmentan
simultáneamente nuevas clases trabajadoras. El capital sigue en busca de regiones donde haya
abasto de trabajo redundante y bajos costos de trabajo; debido a su demanda de trabajo más
barato está creando nuevas clases trabajadoras.
Por ello, en un nivel, la difusión del modo capitalistas crea por doquier una unidad más amplia
mediante la reconstrucción constante de su característica relación capital-trabajo. En otro nivel,
crea también diversidad, pues aunque unifica, acentúa la oposición y la segmentación social.
Dentro de un mundo más y más integrado, presenciamos el crecimiento de diásporas proletarias
más y más diversas.
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TEMA 20. EL TERCER MUNDO Y LAS CIENCIAS SOCIALES.
El concepto de “tercer mundo”. El post-colonialismo y el discurso del desarrollo. Primeras
articulaciones teóricas: la modernización. Criticas al evolucionismo y etnocentrismo del modelo.
Nuevos modelos: El subdesarrollo comenzó en Europa. El sistema-mundo. Teorías de la
dependencia. La desigualdad entre centro y periferia. El intercambio desigual. El incremento de la
desigualdad.
RESUMEN PROBLEMAS CENTRALES:
 Polémica entre modernización y subdesarrollo y sus implicaciones para los estudios
antropológicos en el tercer mundo.
 Nuevos modelos: el sistema mundo y la teoría de la dependencia
 Los antropólogos y la globalización
TEXTOS DE ESTUDIO:
 La economía política. w. Roseberry (EGM lectura 5, pag 91)
 Globalización, mercado y cultura e identidad (EGM lectura 21, pag. 485). Isidoro Moreno.
LA ECONOMÍA POLÍTICA. W. Roseberry Lectura pág 91 (EGM) ) (la teníamos resumida en
el tema 6 del 1º parcial por un compañero del foro
INTRODUCCIÓN
Años 70, Firth establece una distinción entre marxismo intestinal (visceral) y marxismo cerebral.
Los marxistas cerebrales (estructuralistas) eran antropólogos franceses que planteaban la
importancia teórica. Los marxistas viscerales planteaban la importancia práctica, antropólogos
americanos. Ortner: en su revisión de la teoría antropológica de los años 70 esboza dos versiones
de la antropología marxista: el marxismo estructural que sería el cerebral de Firth al que se le
sumaron autores británicos y norteamericanos, y la economía política, el marxismo visceral de
Firth con una inspiración y problemática más específica, la inspiración basada en las teorías de la
sociología política sobre subdesarrollo y los sistemas mundiales; la problemática interesada por los
efectos de la penetración capitalista en las comunidades.
La economía política se abre a los análisis simbólicos, análisis regionales y actitud histórica.
Críticas: es demasiado económica, no se ocupa de la gente real que hace cosas reales y su
enfoque histórico está demasiado centrado en el capitalismo. Por lo que tiene poco que ofrecer a
los antropólogos (la economía política es una teoría del sistema mundo).
Entre el visceral y la E. Política hay una historia. Así el autor de este ensayo nos ofrece una
valoración diferente sobre la historia de la economía política, al margen de sus críticas, alegando
que cada autor intenta siempre plantear los hechos de forma que demuestren lo que él quiere
(intereses políticos, sociales, académicos y estéticos). Este ensayo: relato alternativo de la historia
de la economía política antropológica.
1- EL DESARROLLO DE LA ECONOMÍA POLÍTICA ANTROPOLÓGICA
Etiquetas, movimientos, historias
Muchos antropólogos etiquetan lo que hacen como economía política.
La economía política se distingue de la economía neoclásica en que esta última representó un
cambio en la actitud intelectual que pasó de interesarse por “la riqueza de las naciones” a hacerlo
por el precio de las judías, del valor cómo lo determina el tiempo de trabajo, al precio cómo lo
determinan los mercados.
La mayoría de los antropólogos que se apropiaron de la economía política no se apropiaron de
toda la economía política clásica: se apropiaron de Marx.
De mayor importancia para este ensayo es la gama de ideas, proyectos, métodos y trabajo que
caen dentro de la economía antropológica. Lo que ha llegado a llamarse economía política es el
producto desarrollado de una variedad de movimientos políticos e intelectuales, unos marxistas y
otros no, unos basados en Wallerstein y otros no, que han abierto un debate con otros
- 67 -
antropólogos “economistas políticos” y con otros científicos sociales conscientes de la historia pero
con estilo de trabajo antropológico diferentes.
Podemos apreciar la profundidad y la erudición de los antropólogos dedicados a la economía
política examinando sus obras, desde los 60’s: Wolf, Mintz, Nash y Leacock. No son las únicas
obras pero si nos muestran una amplia gama de perspectivas que van más allá de identificar la
economía política con los años 60 y 70 o con la teoría del sistema-mundo.
Wolf, Mintz, Leacock, Nash (Economía política desde estos autores)
Cuando publicaron los resultados de sus estudios, Wolf y Mintz, se apartaron explícitamente de
la ecología cultural de Steward (tema 7) y denominaron a su enfoque “historia cultural”,
superficialmente parecería que se interesaban únicamente por los efectos de la penetración del
capitalismo en las comunidades, pero su proyecto contenía un desafío más radical. Sus
comunidades tenían su propia estructura e historia, a la que se les había impuesto una historia
posterior de penetración capitalista. Los autores mantenían que la formación de sus comunidades
estuvo íntimamente relacionada con una historia más amplia del colonialismo, de la construcción
imperial, del comercio internacional y de la formación del estado. El enfoque de historia cultural
que le dieron a su trabajo persistirá en sus obras futuras, estos rasgos característicos (del enfoque
de la historia cultural y Wolf y Mintz) son:
1. Se trataba de una obra histórica, consideraban a las comunidades locales como
productos de varios siglos de procesos sociales, políticos, económicos y culturales,
comprendidos estos procesos de una forma global
2. Pero a diferencia de las teorías posteriores del sistema-mundo, la meta de la
investigación histórica no era subsumir las historias locales en procesos globales, sino
entender la formación de los sujetos antropológicos (sujetos sociales) como la
intersección de las relaciones e interacciones sociales y de los grandes procesos de
formación de imperios y estados, entendiendo las diferencias sociales y culturales en
términos de una gran variedad de tales conjunciones.
Leacock, al igual que Wolf y Mintz, se formó en la Universidad de Columbia. Su enfoque
antropológico partía de un marxismo explícito, sus temas de trabajo son: a) la evolución, los
orígenes de la desigualdad (especialmente la de género) y b) los efectos del colonialismo (más
adelante también por la formación del estado). Estos temas lo son también de la economía
política, pero a diferencia de Wolf y de Mintz, se centra más en la comprensión de las
transformaciones evolutivas y sus efectos en las clases y grupos de gente particulares que en la
comprensión de las historias locales en términos globales.
A diferencia de los anteriores, Nash (+ cultural) ni estudió en Columbia, ni se graduó a comienzos
de los años 50. Procede de la tradición funcional-estructuralista de Chicago. Recalca la importancia
de las respuestas a la presión y a las tensiones sociales y culturales. Su contribución a la economía
política es posterior a la de los otros autores. Se ha dedicado principalmente a dos actividades:
1 - el estudio de los mineros del estaño de Bolivia, considerada aún hoy como una de las
etnografías más impresionantes escritas desde la perspectiva de la economía política
2 - destaca su trabajo etnográfico, y como organizadora en el campo de la antropología
feminista. A semejanza de Leacock, Nash ha convertido los problemas feministas en un tema
central de la economía política; a diferencia de Leacock se ha interesado menos por las cuestiones
evolutivas que por el impacto de los últimos desarrollos del mundo capitalista en la vida de
mujeres y hombres. Nash ha tenido un enfoque más etnográfico de los problemas de la economía
política que ninguno de los otros autores que hemos discutido.
Críticas radicales
Aquellos movimientos a los que Firth prestó su atención surgieron a finales de los 60 y en los años
70, e implicaron una rica combinación de proyectos. El pensamiento intelectual y político se
desarrolló dentro de una infraestructura material o institucional, en diferentes escenarios
universitarios, todos relacionados y con la participación de los antropólogos en grupos y partidos
radicales. Fue a esta efervescencia política y al movimiento intelectual asociado con los simposios
ARPA a los que Firth apodó marxismo intestinal o visceral. Algunos de sus productos intelectuales
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fueron críticas de los conceptos y prácticas imperantes en la antropología, las reflexiones sobre la
relación de la antropología con el colonialismo, y las reinterpretaciones de los materiales culturales
y políticos. Y en el periodo de promulgación de sus ideas algunos antropólogos comenzaron a usar
el término “economía política” para referirse a su perspectiva como una glosa del marxismo. Se
puede decir que el subcampo de la economía política adquirió existencia oficial en 1978.
Las teorías de la dependencia y del Sistema-mundo
Una de las nuevas fuentes de estudios con que se encontraron los nuevos grupos de universitarios
radicales fue la teoría de la dependencia, sobre todo tras la popularidad de la obra de Frank sobre
América Latina (finales de los 60). En estos años, los centros intelectuales de Brasil, Argentina,
Chile, Méjico y otros países se habían convertido en núcleos de las críticas izquierdistas de los
economistas, empujando a sus teorías a formular análisis más radicales del capitalismo y los
propios procesos de desarrollo.
Una idea central de sus trabajos era que el mundo desarrollado y el subdesarrollado estaban
ligados estructural y sistemáticamente, de tal manera que el proceso de desarrollo en una región
suponía el proceso de subdesarrollo en otra. Recoge dos tradiciones:
1- la primera asociada con Frank, era la más extremista, sostenía que las estructuras del
desarrollo y del subdesarrollo, forjadas por el capitalismo, eran rígidas. Esto es, los grandes
sucesos dentro del mundo desarrollado y subdesarrollado no afectaban a la estructura de
dependencia y subdesarrollo, en tanto en cuanto el sistema capitalista permaneciese intacto
(crisis económicas, independencia política, desarrollo de nuevos productos, etc.).
2- La segunda, asociada con Cardoso (su influencia fue tardía porque sus estudios no se
tradujeron al inglés hasta 1979), resaltaba la existencia de movimientos y cambios en el
interior de las estructuras de dependencia. También prestaba atención a las formas de
dependencia en regiones y en países concretos y a las diferentes posibilidades de desarrollo
“dependiente”. En todo momento se hacía hincapié en la particularidad de las situaciones
locales, en la “internalización de lo externo”.
En muchos aspectos la teoría del sistema-mundo de Wallerstein fue una versión norteamericana
de la teoría de la dependencia de Frank en cuanto a sus presupuestos básicos (el principal interés:
mundo subdesarrollado o la periferia). El interés de Wallerstein se centraba en el sistema como
sistema y en las dinámicas y procesos que tenían lugar en el centro del desarrollo. Su innovación
más importante fue una relación (históricamente investigada) de los orígenes de capitalismo. Las
teorías de la dependencia pedían una historia y la escribió Wallerstein (versión yankee de Frank,
aunque diferencias e innovaciones).
A pesar de todo, la teoría del sistema-mundo de Wallerstein compartía ciertos presupuestos y
defectos con la teoría de la dependencia de Frank. Ambos destacaron la estabilidad estructural y
escribieron análisis históricos, aunque sus historias eran demasiado estáticas. Todo dinamismo
aparecía en el centro desarrollado o metrópolis (muchos sucesos y estructuras del sistema se
explicaban en términos de las funciones que cumplían para el desarrollo del centro o para el
mantenimiento del sistema como un todo); los desarrollos de la periferia o satélites dependían de
las iniciativas tomadas en el centro. Así reproducían la lógica funcionalista de una ciencia social
que ellos mismos estaban sometiendo a una crítica radical.
Las nuevas versiones de la teoría de la dependencia que surgieron a partir de los 70 eran más
dinámicas e históricamente más razonables, debido al impacto de las críticas marxistas y a la
creciente conciencia del alcance de las discusiones sobre la dependencia en América Latina. Con la
institucionalización de las teorías del sistema-mundo, se alcanzó una gama tal de perspectivas que
sería difícil encuadrarlas en un neologismo como “wallersteinismo”. Temas específicos, como la
formación de clases, la esclavitud sudafricana, el imperio otomano, etc, poblaron el trabajo de
antropólogos sociólogos e historiadores (muchas de las contribuciones de la E. Política
antropológica se sitúan en estos grupos más complejos de trabajo sobre la dependencia y el
sistema-mundo).
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Modos de producción
Pero muchos otros antropólogos contribuyeron a las críticas de esa corriente. Dentro del
marxismo, la interpretación dominante durante los 70, procedía de Althusser y de sus seguidores
en Francia. En este punto es donde confluyen el marxismo cerebral y visceral de Firth, o el
marxismo estructural y la economía política de Ortner. Esto no significa que todos los antropólogos
interesados en el subdesarrollo se adhirieran al marxismo althusseriano, muchos llegaron a esta
corriente a través de las lecturas de Godelier, Terray, Meillassoux o Rey, quienes no eran todos
althusserianos, a pesar de su nacionalidad y su marxismo.
La contribución más importante de Althusser para los investigadores radicales del subdesarrollo,
fue su interpretación de los conceptos de a. producción y b.formación social. En sus aplicaciones
más prácticas, el concepto de modo de producción ofreció la posibilidad de una comprensión más
diferenciada del capitalismo que la que se podía alcanzar con las versiones extremas de la teoría
de la dependencia y la del sistema-mundo. Esta comprensión se aplicó tanto a la historia del
capitalismo como a la situación actual de las regiones subdesarrolladas de la economía mundial.
En las investigaciones históricas, en lugar de subsumir las partes del mundo en un capitalismo
global existente desde el s. XVI hasta nuestros días, los investigadores que utilizaban la
perspectiva del modo de producción, consideraron que la transición al capitalismo había sido más
prolongada y desigual. La incorporación de las regiones a los imperios coloniales o mercantiles no
les había impuesto, necesariamente las leyes del desarrollo capitalista, por lo que existía una
compleja relación o “articulación” entre las dinámicas de los modos capitalistas y no capitalistas.
Además el trabajo en poblaciones actuales no se ajusta a la relación capital/trabajo asalariado.
Para estos casos también resultaba importante el concepto de “articulación” entre las dinámicas
capitalistas y no capitalistas. Uno de los teóricos más influyentes de este enfoque fue Rey, que
ideó tres estadios en la transición al capitalismo. Cada una de las transiciones posibles al
capitalismo está condicionada por las relaciones sociales locales en la época del contacto y por las
formas y procesos de la imposición del capitalismo mismo. Rey destaca la importancia de escribir
una historia doble, porque las transiciones deberían considerarse tanto en términos de la
estructura y la lógica del capitalismo como en términos de la estructura y la lógica de los modos
no capitalistas en los que se estaba enraizando el capitalismo. Su enfoque conservaba un carácter
teleológico porque su “doble historia” tenía un final único, el capitalista.
Pero muchos autores intentaron escribir una historia de las regiones o de las comunidades en las
que trabajaban en términos de la imposición o surgimiento del capitalismo, concibiendo tal historia
como una articulación cambiante de los modos de producción capitalistas y no capitalistas. Este
grupo tenía afinidades con aquellos teóricos de la dependencia con una mayor orientación
histórica, que pretendían situar las regiones o las poblaciones dentro de la historia del capitalismo
en países concretos.
Con estas últimas obras nos adentraremos ahora en los estudios de las poblaciones actuales. Los
autores se concentraron en el estudio de grupos y de tipos de actividad que no se ajustaban a una
relación concebida estrictamente en términos capital/trabajo asalariado. Intentar comprender
estas actividades y estos grupos en términos del modo de producción nos llevaría a etiquetarlos
como no capitalistas y a explorar tanto su lógica y coherencia internas como su relación con el
modo capitalista dominante. Los investigadores se dedicaron activamente a estudiar a grupos de
campesinos y artesanos, y el trabajo de las mujeres dentro de las casas. Ambas corrientes de
investigación tienen historias distintas, pero los intentos recientes de integrarlas nos ofrecen
algunos de los más prometedores desarrollos de la economía política (importancia del trabajo
“doméstico” o la “reproducción”, la esfera del trabajo eliminada del mercado de salarios y que no
está dedicado a la producción de valor).
Alternativas
Uno de los puntos fuertes de los enfoques del sistema mundo y del modo de producción fue situar
a los sujetos antropológicos en movimientos económicos, políticos e históricos más amplios en su
intento de entender cómo les afectó el choque con las estructuras de poder. También aportaron
un mayor peso teórico y metodológico a las críticas de los estudios de comunidad que habían
iniciado Julian Steward y sus estudiantes y estimularon la realización de estudios comparativos
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regionales y más generales. Además contribuyeron al resurgimiento de la investigación histórica en
los análisis etnográficos.
Desgraciadamente, la comprensión de los sujetos antropológicos en términos de los procesos
capitalistas condujo a que, tanto los teóricos de la dependencia, como los del modo de producción,
cayesen en un tipo de razonamiento funcionalista que explicaba la existencia de rasgos
tradicionales o no capitalistas en términos de las funciones que realizaban para la acumulación del
capital (una fuente de fuerza de trabajo barata, una fuente de bienes baratos, un mercado para
deshacerse del exceso de bienes, etc.), De forma similar, su hincapié en la determinación
estructural era tan determinista que dejaba poca cancha a las actividades consecuentes de los
sujetos antropológicos.
Además las concepciones de la historia y de las relaciones estructurales se relataban de forma
muy abstracta. En lugar de servir como un medio para analizar grupos sociales concretos, los
análisis del modo de producción con demasiada frecuencia se convertían en un fin por sí mismo.
De tal modo que los procesos sociales y culturales los concebían en términos de relaciones de
unas leyes entre estructuras que se consideraban previas y alejadas de la acción humana.
Las críticas surgieron en los años 70 y 80 del propio campo de la economía política, estimulando el
desarrollo de nuevos enfoques, tendiendo la mano a tradiciones marxistas olvidadas, y conectando
con obras antropológicas anteriores y actuales que difícilmente se podrían situar en los enfoques
de la dependencia o del modo de producción.
En parte, la corriente crítica recibió el estímulo de la aparición de obras de otros estudiosos
franceses tales como Bordieu; pero la influencia más notable proviene de la obra de otros autores
ajenos a la tradición francesa, entre los que destaca Thompson, quien en su crítica a Althusser,
había atacado con firmeza el problema de la abstracción y del determinismo estructural, al tiempo
que había pedido un enfoque más concreto y sin desarrollos preestablecidos para abordar la
actividad de los trabajadores en la historia del capitalismo. El de Thompson fue uno de los varios
análisis críticos que introducía entre los temas a tratar los problemas de la estructura y la agencia
(respuestas de los individuos, como formas de resistencia o de conflicto ante las diversas formas
de dominio y de opresión).
Dado el creciente descontento con las discusiones sobre el modo de producción desde finales de
los 70 hasta comienzos de los 80, estas obras y la de otros marxistas británicos como Williams se
hicieron cada vez más populares, y dieron paso a estudios culturales marxistas, que mostraron una
preocupación explícita por la clase, la cultura y la política. Este nuevo tipo de obras adquirió una
importancia cada vez mayor en la economía política.
Mientras que la corriente del modo de producción prestaba muy poca atención a la actividad de los
sujetos humanos, ahora, tal actividad se sitúa en el centro del análisis. Mientras que la teoría del
sistema-mundo casi no prestaba atención a las situaciones locales, muchos investigadores
empiezan y terminan sus trabajos en lo local.
Se podría decir que algunas de las nuevas obras han ido demasiado lejos en cada uno de estos
aspectos. No basta con afirmar que las transformaciones no están estructuralmente determinadas
y que son el resultado de la intervención humana. Estas afirmaciones son ciertas pero triviales y
corren el riesgo de convertirse en un eslogan teórico. Lo que realmente es necesario recalcar es la
unidad de estructura y agencia, es decir, la actividad de los sujetos humanos en unos contextos
estructurados, que son en sí mismo el producto de la actividad del pasado, pero que, como
productos estructurados ejercen presiones determinantes y establecen límites a la actividad del
futuro.
Podemos señalar dos grupos:
- Finales 70, comienzos 80, las críticas internas empujaron a ir más allá del problema de la
articulación, muchos autores aún manteniendo su interés por los temas teóricos,
establecieron este interés en términos de formas y no en términos de modos de producción.
Las obras más interesantes de este grupo tratan de la producción simple de mercancías.
- El otro grupo se ha interesado por estudios más etnográficos e históricos de poblaciones o
regiones particulares, y se ha concentrado en problemas concretos y en temas tales como
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la formación étnica y sus relaciones, la emigración laboral, y los pagos que envían, la
formación de las casas,
Aunque los teóricos del modo de producción han construido frecuentemente sus análisis en
términos históricos, solían dar por supuesta la historia de los modos no capitalistas: tomaban en
préstamos conceptos básicos de la historia europea y los aplicaban a grupos no capitalistas.
Mientras que Wolf, Mintz y otros se habían centrado en la formación de los sujetos antropológicos
en las intersecciones de las historias globales y locales, autores como Frank y Wallerstein
consideraron una gran variedad de instituciones y prácticas como productos inequívocos del
capitalismo.
En este sentido, el último libro de Wolf puede considerarse la culminación de la perspectiva de la
historia cultural, y un poderoso texto que expone una gran variedad de estudios de economía
política. El libro se puede leer como un ejemplo de la teoría del sistema-mundo o como un texto
de la teoría de los modos de producción, porque socava ambos campos. En el primer caso
examina procesos globales sin encerrarlos en un sistema. En el segundo no intenta conceptuar la
articulación de los modos de producción, sino que estos se convierten en una herramienta para
reflexionar sobre la historia del capitalismo fuera de Europa sin imponerle a esa historia etiquetas
evolucionistas.
Sigue la pista a una serie de intersecciones de historias locales y globales en la propia constitución
de los sujetos antropológicos, y reclama una reformulación de cómo pensamos y nos planteamos
la historia.
Proyectos (tensión entre determinismo y romanticismo)
La proposición de que los sujetos antropológicos deberían situarse en las intersecciones de las
historias globales y locales, es más el planteamiento de un problema que una conclusión.
Los antropólogos han de evitar convertir el capitalismo en algo demasiado determinante y han de
evitar convertir la libertad cultural de los sujetos antropológicos en un elemento romántico. Esta
tensión define a la economía política antropológica, sus preocupaciones, sus proyectos y sus
promesas.
El autor quiere terminar este ensayo refiriéndose a seis obras que aportan distintos tratamientos al
problema de la tensión (agencia). Su intención es señalar qué tipos de enfoques utilizan los
antropólogos dedicados a la economía política con respecto a 1) los análisis de lo global (Stoler y
Behar), 2).de lo local (Vincent y Warman), 3). de la historia y de la cultura (Ong y Mintz).
#####################################eliminado
CONCLUSIÓN
Aunque la mayoría de los estudios que hemos visto sitúan a sus sujetos dentro de la formación de
una economía mundial y del desarrollo del capitalismo, ninguno se limita a afirmar que hay un
mundo más amplio, y ninguno se preocupa por la articulación de los modos de producción. Cada
uno sitúa los fenómenos sociales y culturales que investiga en un análisis de las circunstancias
asociadas a ganarse la vida y a la estructura de poder que configura y restringe la actividad.
Demuestran que los antropólogos pueden tratar creativamente tensiones metodológicas y teóricas
impuestas por el intento de situar a los sujetos antropológicos en las intersecciones de las historias
locales y globales. En el proceso, ofrecen un desafío fundamental a quienes discuten sobre cultura,
historia y práctica sin tener en consideración las clases, el capitalismo y el poder.
(Resumen de la lectura nº 21 EGM, pág. 485) LA GLOBALIZACIÓN,
CULTURA E IDENTIDAD. Isidoro Moreno.
MERCADO,
GLOBALIZACIÓN: proceso mediante el cual se intenta “imponer” en todos los lugares del
planeta y a todas las dimensiones de la vida social un único modelo económico basado en el “libre”
Mercado, un solo modelo político: la democracia liberal; y un único pensamiento cultural. Ello es
presentado como inevitable, positivo y legitimado por referencia a un principio o “Absoluto”
extrasocietario.
La globalización no representa un fenómeno nuevo en la historia, 3 intentos anteriores al actual,
en un mismo ámbito (Europa) y dentro del proceso de mundialización (interdependencia
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desigualitaria creciente, que ha caracterizado los últimos 500 años. Aunque ningún intento antes
del comienzo de la Edad Moderna y del colonialismo europeo (ni territorial –no medios de
transporte- ni social). Error pensar que se inició en los Imperios Antiguos (romano, orientales o
turco), porque en ellos no hubo la voluntad de homogeneizar en un modelo único (económico,
social, político y cultural) a todos los territorios integrados en ellos (la heterogeneidad cultural fue
la norma, no único sistema económico, religioso, de costumbres, etc.)
Antecedentes históricos: las 3 ofensivas anteriores
1. La primera de las ofensivas tuvo como base la RELIGIÓN. El intento globalizador de las dos
principales religiones monoteístas en el siglo XV-XVII construidas sobre la idea de
revelación de la verdad: la cristiana en el mundo occidental y la musulmana en el oriental
(divinidad única realizada directamente o a través de sus intermediarios). Instituciones
religiosas estrechamente intrincadas con las políticas: intereses expansivos (la actividad
misionera se aprovecha para la penetración comercial). Religión verdadera: la verdad
incuestionable: no sólo todos los pueblos deben convertirse a la fe verdadera, sino también
todas las esferas de la vida colectiva e individual (pensamiento único). Esta globalización
religiosa fue impuesta por el llamado brazo secular, esto es por los poderes públicos tanto
en un área como en la otra y fueron causa, y lo siguen siendo de grandes conflictos
bélicos. Los mayores éxitos (en la vida social y no tanto en expansión territorial): el
calvinismo y la aplicación de la sharia (atraviesan todas las dimensiones de la vida colectiva
e individual).
2. Globalización POLÍTICA (ámbito político): La imposición del concepto Estado-Nación,
fundamentalmente a partir del siglo XVIII. Democracia liberal como único modelo
“racional” para la convivencia social. En contraste con el anterior, si tuvo éxito total.
Consecuencias y resultados de la materialización de este pensamiento único de la
Modernidad, construido sobre el mito del contrato social y la sacralización de la Razón han
sido genocidios, etnocidios, opresiones y desigualdades. La lucha por la preponderancia de
los Estados ha sido también causa de grandes conflictos bélicos.
3. Globalización SOCIALISTA (ámbito ideológico). Sacralización de la historia (= teleología:
proceso finalista con sentido y leyes propias) y consideración reduccionista de la identidad
de clase como identidad única primigenia (dictadura de una clase). En la práctica, no se
contrapuso a la doctrina triunfante del modelo de estado-nación. Intento de universalizar el
socialismo desde la realidad política dominante de la Unión Soviética con la finalidad de
conseguir la unificación de las clases sociales a través de un Internacionalismo proletario.
Dónde se aplicó como régimen político impregnó todas las dimensiones de la existencia
colectiva e individual. Corpus teórico-práctico que deberían seguir obligatoriamente todos
los que desearan el progreso de la humanidad. Esto acabó con el desarrollo de potentes
estados socialistas dictatoriales que si bien proporcionaban un mínimo de trabajo, salud y
enseñanza (ideológicamente sesgada) a toda la población, era a costa de suprimir la
libertad individual.
4. La Globalización del MERCADO. Desde hace unos 20 años se está en vías del último intento
de Globalización (el intento más poderoso e inhumano de todos). Rechaza las anteriores y
intenta mercantilizar el mundo y la vida social. Se basa en una universalización mercantil
asociada a una globalización política: la democracia liberal, y cultural anglocéntrica: el
American Way of Life. La filosofía del “libre mercado” (nacida de la racionalidad capitalista)
se basa en que todo bien: material, humano, cultural se convierte en mercancía, y el
objeto del mercado libre es obtener el máximo de beneficio a cualquier precio. No
importan los costes humanos, culturales, ecológicos, etc. Todo es Capital: capital humano,
capital político, capital cultural etc (el pensamiento único), y sus leyes están fuera de la
voluntad de los seres humanos, son inexorables y hay que aprovechar “las oportunidades
que deparan). Está sometido a las leyes del mercado. La defensa de la globalización
mercantil por los grupos neoliberales o neoconservadores los “neocons” americanos se
basa en la asunción de que esta globalización no solo es beneficiosa (esto es verdad para
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las clases dominantes) sino inevitable y sin posibilidad de debate. Es una Verdad
Sacralizada como lo fue en el medioevo europeo la existencia de Dios.
CONFUSIONES Y ERRORES EN TORNO A LA GLOBALIZACIÓN
“Globalización”: una de las palabras más utilizadas y más confusas (no por casualidad). 2 tipos
de errores muy extendidos: 1. entenderla como una “nueva era” que rompe con todo lo anterior
(ya sea a través de la revolución de las nuevas tecnologías de la comunicación” o por suponer una
estrecha “interdependencia” entre todos los territorios y países del mundo) o 2. considerar que
sólo es un nombre que trata de esconder el continuismo del sistema de dominación capitalista, sin
cambios cualitativos.
Errores conceptuales.
2. “LA NUEVA ERA”. Considerar la globalización como una novedad histórica que suple y
modifica sustancialmente todos los esquemas antropológico-sociales del pasado. Sin
embargo el intento de imposición de la ideología liberal o socialista ya surgió en el siglo
XIX. El método es el mismo. Sólo cambian los contenidos. Lo que ahora tratan de globalizar
las instituciones supranacionales que representan a las grandes corporaciones mercantiles
e industriales, desde luego fuera de todo control democrático, es un solo modelo
económico: el mercado libre; un solo modelo político : la democracia liberal, casi siempre
más liberal que democrática; y un solo modelo social: el American Way of Life. Entenderla
como una “nueva era” que rompe con todo lo anterior por:
A) La revolución de las NTI1: han abierto nuevas posibilidades, potencialmente al
alcance de todos, que están convirtiendo a nuestro mundo en la “aldea global”
(MacLuhan): mercado libre, democracia liberal y civilización moderna. Objetivo:
globalizarlo todo. Para paliar los efectos negativos y colaterales: profundización de
la globalización en todas las dimensiones, ya que son sus obstáculos lo que
produce conflictos. Posición que constituye una verdadera ideología, una
construcción apriorística que no descansa sobre un análisis válido de la realidad.
1
NTI: Nuevas tecnologías de la información
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B) La “era de la interdependencia”: la globalización equivale a acentuar la
interdependencia, que es buena para tod@s (discurso William Clinton). Extender la
globalización a todos los ámbitos, la “interdependencia” ha de ser recíproca o
desigualitaria, y la globalización actual es esto último, tiene una naturaleza
fuertemente asimétrica. La globalización no puede extender las posibilidades que
proclama, ni puede ampliar la democracia, ni respetar la diversidad, sino que vacía
aquella y destruye a esta al estar basada en la lógica del Mercado sin reglas.
Universalizar los Derechos Humanos es la alternativa y nunca puede ser
complemento de la globalización mercantilista, se trata de dos lógicas
incompatibles. Erroneo Considerar la globalización como un sistema que favorece
la interdependencia cultural cuando consiste en la Imposición por parte del
mundo occidental de su modelo económico, cultural y político. Esta imposición
viene condicionada por las sanciones que el Fondo Monetario Internacional (FMI),
el Banco Mundial (BM) y la Organización Mundial de Comercio (OMC), instituciones
supranacionales no elegidas democráticamente, imponen a los estados que se
resisten a la globalización. Para no mencionar el ejemplo de Cuba y su bloqueo
económico que podría estar justificado para derrocar a la dictadura (¿quizá
dictablanda?) de Castro, tenemos el reciente ejemplo argentino en que las
sanciones económicas han conducido al país al caos, la miseria e incluso en
muchas regiones al hambre. Y eso que Argentina es una democracia liberal en la
que se practica la cultura del American Way of Life pero cuyos dirigentes osaron
contravenir los principios sacralizados del libre mercado (el corralito, la resistencia
al renegocio de la deuda etc.).
3. El segundo tipo de errores considera que esta es sólo un nombre que trata de esconder el
continuismo del sistema de dominación capitalista, sin cambios cualitativos, es “más de lo
mismo”. Se trata de construcciones político-ideológicas críticas con el capitalismo
elaboradas hace 150 años. Es una posición que no toma en cuenta las importantes
novedades, se opone desde planteamientos obsoletos y con instrumentos metodológicos
que son insuficientes.
MUNDIALIZACIÓN NO EQUIVALE A GLOBALIZACIÓN
Globalización, ni un fenómeno radicalmente nuevo, ni una simple prolongación de lo ya
existente. Símil: es un nuevo eslabón con características diferenciadas de una cadena que empezó
a existir hace aprox. 500 años.
Mundialización, es la cadena, consiste en una creciente interdependencia entre territorios y pueblos
del planeta. La interdependencia no es neutra. Cabría hablar de varios modelos de mundialización,
según el tipo de interdependencia que cada uno desarrollara, pero en realidad nos encontramos ante
un único tipo: la mundialización desigualitaria, de la que es la globalización su fase actual. El modelo
de la mundialización desigualitaria (se inicia con el colonialismo moderno europeo, haciendo a los
demás “interdependientes” bajo un esquema de dominación. División del mundo y de las sociedades
(colonizadores/colonizados, dominantes/dominados, integrados/excluidos, etc.) es resultado de la
profundización en la interdependencia. El sistema económico-social es el capitalismo, cristalizado en el
liberalismo (finales s. XVIII) y su discurso sobre la modernidad. Interdependencia: es una artimaña
para esconder la dominación. Últimos cinco siglos la mundialización desigualitaria graves
consecuencias: migraciones de África a Europa y América, depauperación de grandes zonas y su
conversión en regiones subdesarrolladas, etc. Se ha desarrollado en diversas fases o eslabones con
características propias:
a. Capitalismo mercantil-colonialista
b. Capitalismo industrial-imperialista
c. Capitalismo monopolista-financiero
d. Capitalismo globalizado (actualmente)
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LAS IDEOLOGÍAS DE LA MODERNIDAD Y SU QUIEBRA
Para entender la mundialización y la globalización deben tenerse en cuenta las ideas-fuerza que
han sustentado las realidades desigualitarias desde la segunda mitad del s. XVIII: los 4 pilares de
la Modernidad, que en los últimos 200 años han cristalizado en las dos construcciones ideológicopolíticas más influyentes (el liberalismo y el socialismo –marxista-) que son dos ramas de un
mismo tronco ideológico: la Modernidad.
La quiebra de los pilares aún no reconocida por muchos. Debilidad y carácter ilusorio de los pilares
que constituían la base de los paradigmas de la modernidad que tan sólidos se consideraban.
Los Pilares de Neoliberalismo y sus falacias.
1. El avance de la ciencia y la tecnología, lo que pudiera llamarse el progreso, da
lugar a crecimiento económico indefinido y siempre beneficioso. Crecimiento paralelo
en los planos social y moral. Como una creencia, una fe del Hombre como dominador de la
naturaleza mediante el desarrollo de la ciencia y la tecnología. Progreso o desarrollo de las
fuerzas productivas, hablar de uno u otro depende de la construcción ideológico-política de la
tradición burguesa-liberal o de la socialista-marxista. Diferencias entre ambas ideologías en el
plano ético o político pero de fondo proceden de una fuente común. Este paradigma se ha
venido abajo ante la evidencia incontestable de que existen límites objetivos para el
crecimiento indefinido de la explotación de los recursos naturales, incluidos los energéticos, por
los humanos. Estos límites son exteriores al grado de conocimiento y nos recuerdan que los
seres humanos formamos parte de ecosistemas y que nuestras acciones pueden poner en
grave peligro la propia existencia humana y la vida del planeta. Alguno de estos límites, cuyo
traspaso acarrea consecuencias irreversibles, son: ampliación del agujero de ozono, aumento
de la radioactividad, efecto invernadero, desertización, cambio climático, etc. Los Estados
hacen poco y sigue vigente el mismo modelo de consumismo, por ello no es posible que el Sur
acceda a los estándares de vida del Norte. Tampoco podrá mantenerse por mucho tiempo la
dinámica de los países “desarrollados” (despilfarro de recursos), dado que el modelo no
responde a unos mínimos de sostenibilidad, ni social, ni ecológica. Es indispensable revisar los
conceptos de bienestar y desarrollo y una revisión del conjunto de valores sobre los que se
asienta la civilización occidental.
2. La creencia que habría de producirse, con el avance del conocimiento científico, un proceso
de racionalización y de secularización cada vez más acelerado El predominio de la razón
(“el reinado de la razón”) sobre la superstición religiosa debería desacralizar a la
sociedad y liberarla de las ataduras del pensamiento metafísico y por lo tanto
irracional religioso. La tozuda realidad ha demostrado que tan sólo se ha sustituido una
sacralización del fenómeno religioso por lo que el Profesor Moreno llama los Absolutos
Sociales: “el Libre Mercado” en las ideologías neoliberales o “El Estado Protector” en las
ideologías socialistas. En ambas ideologías, la Racionalidad (burguesa) y la Historia (con la
lucha de clases como único motor) sustituyeron la religión en el lugar central del ámbito de
lo sagrado. Lo racional-científico y lo histórico-societario los ejes legitimadores de la
reproducción del orden social y de la dominación del Estado, son nuevas formas de
trascendencia, nuevos Absolutos Sociales. Ideas tan sacralizadas que se consideran no
discutibles ni cuestionables por cada uno de los grupos que las defienden. Vencida la
ideología socialista por el capitalismo liberal la ideología neoliberalista queda como el Único
Dios Verdadero y el libre mercado, ese nuevo becerro de oro, es sacralizado hasta el
fanatismo y protegido por la amenaza de sanciones por parte de las Instituciones
supranacionales (FMI, BM; OMC etc) que significan para los estados el infierno aquí en la
tierra del caos económico y la pobreza.
3. El tercer pilar de la Globalización es la homogenización cultural. La uniformización
cultural formaría parte esencial de la unificación del mundo.Lograda por medio de la
“presión civilizatoria” o por “aculturación”2, o a través de la creación revolucionaria del
“hombre nuevo”. Parte esencial de la unificación del mundo y de la construcción de una
2
Ambos eufemismos que han enmascarado las situaciones de dominación colonialista y neocolonialista.
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única sociedad humana. El colonialismo cultural, la acción de los grandes medios de
propaganda y los avances de la tecnología han hecho posible que en casi cualquier lugar
del mundo pueda consumirse unos mismos productos (macdonalización, coca-cola, etc.)
sobre todo por parte de los jóvenes. También es importante la consagración del inglés.
Además de esta dinámica uniformizadora, también la dinámica contraria: cada día más
valoradas y utilizadas las lenguas minorizadas, la reproducción de las identidades culturales
específicas, la música y la alimentación “étnicas”, se crean medios de comunicación locales,
etc. Junto al proceso de uniformización cultual basado en la imposición del american way of
life (varón blanco adulto y anglosajón) a las masas globalizadas de la mayor parte del
mundo, se desarrolla también el proceso contrario de reafirmación de las culturas de los
grupos de identidad etnonacionales. La uniformización sólo una de las dos dimensiones
contradictorias de nuestra actual realidad.
4. El cuarto pilar es la afirmación de la existencia de un único motor de la Historia y de los
cambios sociales, que el progreso se desarrolla por la COMPETITIVIDAD, bien
entre los hombres o los estados y su fin es la mejoría social de todos los
hombres y clases sociales. En el modelo liberal el motor es el individuo. En el modelo
socialista, (prácticamente desaparecido) este motor era considerado la lucha entre las
clases. Ambos (individuo y lucha de clases) como los únicos sujetos sociales y los únicos
titulares de derechos. Las consecuencias fueron la exaltación de los valores individuales
(modelo liberal) y la reducción de los individuos a su dimensión de clase y el no
reconocimento de otros sistemas identitarios (modelo marxista). Ninguna de las dos
variantes ha conducido a una sociedad más feliz o al menos más igualitaria y justa: ni
todas las personas gozan realmente de los Derechos Humanos, ni pueden participar en las
decisiones, aunque sean definidos como ciudadanos “libres”. Todo ello, en parte, a causa
de la permanente presión de la ideología dominante y de la publicidad, así como por los
déficits educativos. Los sectores minorizados cobran fuerza creciente y exigen el
reconocimiento de derechos individuales y colectivos. Las previsiones de ambas ideologías
en el campo de la estructura y la jerarquización sociales tampoco se han cumplido: ni se
han atenuado las líneas de fractura social (liberales), ni se ha polarizado la sociedad en dos
bloques (marxistas). Cada vez más las sociedades occidentales se están consolidando como
estructuras tripartitas (tres bloques en función de acceso a recursos, participación social y
bienes y servicios sociales):
a. El bloque de los integrados: incorporados al sistema y a la sociedad (clases medias,
clase obrera, etc.)
b. El bloque de los precarios: en crecimiento constante a causa del funcionamiento
cada vez más “libre” del mercado y el consecuente deterioro del llamado E.
Bienestar (empleos-basura, temporales o discontinuos, jóvenes, prejubilados,
desempleados, pensionistas, parte de los “autoempleados”, etc.)
c. El bloque de los excluidos o los marginados: cada vez más amplio, puestos en
situación “asocial” y sufren la marginación en todos los aspectos de la vida
económica, política, social y cultural (mayores sin pensiones o pensiones
miserables, drogadictos, prostitutas, determinados enferm@s, habitantes de
chabolismo o ghettos, los sin techo, inmigrantes de países del Sur -a quienes se les
niega el derecho a tener derechos, al no concederles existencia legal-).
OBJETIVOS DE LA GLOBALIZACIÓN
Imposición a todos los rincones del planeta de:
1. El Libre Mercado.
2. La “democracia” liberal.
3. La cultura anglosajona del American Way of Life.
4. El pensamiento único (llamado por Emmanuel Todd el “pensamiento cero”). Para que
pensar si los gurús neoliberales piensan por ti.
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CARACTERÍSTICAS Y CONSECUENCIAS DE LA LÓGICA DE LA GLOBALIZACIÓN DEL
MERCADO
La globalización del mercado se inscribe plenamente en el marco ideológico de la Modernidad en
su versión liberal, habiéndose quebrado los pilares sobre los que se sustentaba.
¿cuáles son las características que dotan de existencia diferenciada a la globalización como fase del
desarrollo del capitalismo? Las nuevas tecnologías son importantes pero son sólo un instrumento, no
la base del proceso. Tampoco lo es la interdependencia asimétrica porque esta se inicia hace más de
500 años, aunque se haya profundizado como consecuencia de las innovaciones tecnológicas, no es
algo exclusivo de las últimas décadas.
Característica central de la globalización: el intento de imponer un único modelo social, gobernado
por la lógica y los valores del “libre” Mercado, a todos los territorios del planeta, sin tener en
cuenta la diversidad cultural sino eliminándola, y a todas las dimensiones de la vida, individual y
colectiva, por tanto no sólo en el ámbito económico sino también en el político, en el de las
relaciones interpersonales, en el simbólico y el de las producciones culturales.
Comprender que se trata de una lógica sacralizada es clave para no caer en estériles
reduccionismos, que siguen activos pese a su carácter obsoleto, ni alimentar objetivos o discursos
ilusorios como el de la posibilidad de aceptar e impulsar la lógica del “libre Mercado” en lo
económico planteando que no rija, también, en lo social, lo político y lo cultural (hueco discurso
con el que intentan maquillar sus posiciones liberales los partidos en otro tiempo de izquierdas). El
funcionamiento, en las diversas dimensiones de la vida social, de esta lógica del Mercado dibuja
las características de la actual globalización.
GLOBALIZACIÓN Y SEGMENTACIÓN EN LA DIMENSIÓN ECONÓMICA
Constituye el eje central de la globalización
El capital monetario se concentra en unas pocas corporaciones multinacionales reguladas, u
organizadas por instituciones supranacionales tales como el BM, FMI, OMC. Las 9/10 partes del
dinero se emplean en las maniobras especulativas de los mercados monetarios. Sólo un 10% del
capital se emplea en desarrollo de instrumentos productivos (empresas, infraestructuras, bienestar
social etc). Ello tiene como resultado la explotación o sobreexplotación directa de miles de millones
de seres humanos, que han dejado de ser la base fundamental para la multiplicación de dichos
capitales. La lógica del Mercado hace que lo más rentable para estos sea orientarse hacia la
“nueva economía”, en lugar de invertir en las productivas de la “economía tradicional”.
Consecuencias: crisis estructural de los mercados de trabajo, se contraen, se segmentan y se
precarizan, con la consiguiente exclusión de la mayor parte de la fuerza de trabajo potencialmente
existente en el mundo. Para muchos países y para muchos emigrantes, regiones enteras del
planeta han sido excluidas de los mercados porque sus recursos naturales y humanos no interesan
para ser explotados (no pueden participar en los mercados ni como consumidores). La expansión
de la lógica del libre mercado exige que las instituciones financieras ejerzan presión sobre los
estados, bajo pena de penalización que puede llevar a un país a la ruina, para que los países
afectados realicen las siguientes acciones:
1. Desregulación de los mercados con los que las economías débiles no se pueden defender
de la invasión de las multinacionales con aranceles, o proteccionismo de su propia
industria.
2. Privatización de los servicios sociales del bienestar: salud, educación, agua, transporte, etc.
3. Sacralización de la Competitividad y la Productividad como objetivos indiscutibles. Ya no
solo es necesario producir para vivir con holgura sino producir más y más barato que nadie
sin pensar cuanta plusvalía de más se genera y adonde va a parar esta plusvalía.
4. Exclusión en la evaluación de los resultados de los llamados costes colaterales: costes
sociales, ecológicos, psicológicos etc., que no se cuantifican ni son tenidos en cuenta.
5. Sacralización del BENEFICIO como concepto indiscutible e innegociable, y cuyos costes
colaterales no se pueden cuestionar. La deslocalización empresarial del primer mundo
obliga a los trabajadores de los países subdesarrollados a aceptar condiciones poco menos
que inhumanas en cuanto a la calidad del trabajo y a la cuantía del salario. Además hay
que tener en cuenta las crecientes trabas que la UE EEUU y Japón levantan frente a los
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inmigrantes del Sur para constatar el fenómeno de su creciente segmentación interna y de
multiplicación de barreras a su circulación (al contrario del principio de libre circulación del
mercado). Los mercados de fuerza de trabajo se cierran y fracturan por líneas de
segmentación étnicas, de género y de edad de forma creciente. La segmentación,
explicada por la propia lógica del Mercado, se basa en que se obtienen mayores beneficios
si un sector importante de la fuerza de trabajo está obligada a aceptar condiciones
laborales y sociales casi inhumanas y se halla desprovista de todo tipo de derechos. La
gran mayoría de los inmigrantes son convertidos en simples mercancías.
6. La lógica del mercado tiende a convertirlo todo en mercancía, ataca y se contrapone a
todas las conductas que se basan en la lógica humanitaria de solidaridad, reciprocidad,
amistad desinteresada, fidelidad, sociabilidad sin objetivos prácticos, gastos ceremoniales,
respeto a la naturaleza, contemplación gratuita de lo bello. En cuestión de la obtención de
beneficios la política neoconservadora sigue la táctica de que “no se hacen prisioneros”.
7. Hay que hablar de mundialización, no de globalización, porque no se da nada parecido a
una globalización económica que significara interdependencia recíproca, intercambios
igualitarios, libre circulación de todos los factores de la producción en todas direcciones,
autorregularización de los desequilibrios, etc.
8. A la desregulación de las relaciones económicas y a la multiplicación de las exclusiones
sociales se une la descalificación, ridiculización o incluso criminalización de cuantos valores
e ideas contribuyen a mantener identidades culturales e identificaciones colectivas que
puedan suponer un obstáculo para el “libre despliegue” del Mercado.
VACIAMIENTO DEL CONTENIDO DE LAS INSTITUCIONES POLÍTICAS Y FRAGMENTACIÓN DE LA
“SOBERANÍA NACIONAL”
La principal consecuencia de la globalización en la dimensión política ha sido el vaciamiento de la
mayor parte de los contenidos y funciones de las instituciones definidas tradicionalmente como
políticas. La acción reguladora y redistribuidora del Estado no es compatible, o sólo lo es
provisionalmente, con la lógica del mercado “libre”, que no atiende a especificidades territoriales e
identitarias si no son productivas, ni respecta fronteras, ni acepta proteccionismos, etc. Para
facilitar el avance de la conversión en mercancía de todo es por lo que se ha desmontado, total o
parcialmente, el Estado del Bienestar y se califica como “injerencia” casi cualquier invasión de los
poderes públicos que signifique una traba para el funcionamiento “libre” del Mercado. Hoy ninguno
de los países europeos (definidos en las democracias parlamentarias del modelo del estado-nación
como medios de participación política), ningún gobierno elegido para gobernar cumple dicha tarea,
sino sólo la de facilitar, más o menos, el avance de la lógica del Mercado en todos los ámbitos de
la vida y la puesta en práctica de las decisiones de las grandes instancias económicas
supraestatales que carecen de control democrático alguno (FMI, Banco Mundial, OMC o Banco
Central Europeo). Las ideologías, liberal y socialista se han quedado vacías de contenidos y los
discursos políticos de unos y de otros son casi intercambiables. Quizá la única diferencia entre
“conservadores” y “progresistas” es el ritmo impuesto en la Privatización progresiva y por tanto en
la aniquilación del Estado de Bienestar.
Respecto a la política económica, los gobiernos (de cualquier ideología) tienen hoy como
prácticamente única tarea: aprobar leyes desreguladoras del mercado de trabajo, privatizadoras de
las empresas públicas, restrictivas de los gastos de servicios sociales y represivas contra
determinados síntomas de la gravísima desvertebración social que la propia globalización está
provocando: delincuencia, inseguridad, violencia, etc. Los grupos minoritarios que no lo aceptan
están completamente excluidos y estigmatizados (“extrema derecha/izquierda”, “nacionalistas”,
etc.) que practican o justifican el terrorismo. El pensamiento cero es la condición sine qua non
para la integración en el sistema. Todo ello es la base de la actual crisis de la democracia (crisis
global), independientemente del partido político son simples máquinas electorales burocratizadas.
El problema principal de los partidos no es ni de corrupción, ni de modelo organizativo (aunque
existan), sino que ya no son realmente políticos. Su publicidad electoral (marketing: técnicas de
venta) es intercambiable. Las elecciones dejan de tener sentido efectivo para convertirse en
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rituales de legitimación de lo que ya no existe: un sistema político, no sólo de gestión,
democráticamente controlado.
El vaciamiento de contenido ideológico ocasiona:
1. Abstencionismo electoral. La liturgia democrática del voto queda poco menos que una
rutina con escaso contenido practico sino es en asuntos periféricos. Crecimiento del voto en
blanco y la abstención consciente de los votos de protesta y la opción de intervenir
políticamente desde asociaciones no partidistas: ONGs, asociaciones de DH, grupos de
solidaridad, organizaciones feministas, étnicas, religiosas, etc.
2. Desencanto de la política en las nuevas generaciones (jóvenes), que no ven en ella sino
una carrera más, y no de las menos lucrativas, para ganarse la vida los que accedan a sus
recursos.
3. Desprovista de contenido ideológico la política, sus servidores, mejor sus usuarios emplean
más energía en combatir al adversario para mantenerse en el poder que en la creación de
nuevas soluciones para resolver los problemas de los ciudadanos. Pese a ello los partidos
siguen conservando, junto a las funciones gerenciales, las de represión y la de convencer a
los ciudadanos que sigue habiendo lugar para la “soberanía popular”. Distribución de las
competencias políticas hacia dos niveles: a. Hacia “arriba”, a las instancias supraestatales
con cierta capacidad de decisión política (UE) y b. Hacia “abajo”, a los niveles subestatales
(nacionales o regionales) representados por pueblos sin estado no reconocidos o ignorados
como tales. La autodeterminación política se convierte en nada si el ámbito de la política
está prácticamente vacío, a menos que esta reivindicación forme parte de un proyecto
nacional que tenga como factor central la reconquista del ámbito de la política. Ello
supondría reivindicar: la “soberanía alimentaria”, el derecho a desarrollar la cultura propia,
y la obligación de crear cauces de participación política para los ciudadanos. Fuera de estas
claves, se reducirían a ser instrumentos en manos de élites locales aspirantes a participar
en la co-gestión de las decisiones que toman las instancias que rigen la globalización.
GLOBALIZACIÓN CULTURAL VERSUS REAFIRMACIÓN DE LAS IDENTIDADES CULTURALES
Lo anterior se halla estrechamente conectado con otra de las características de la globalización,
resultado directo del mantenimiento de la ideología de la Modernidad: Creciente imposición de un
único y uniformizador sistema cultural: único patrón de modo de vida, de
comportamiento, de pensamiento, de aspiraciones y hasta de ocio, mediante la extensión
por múltiples medios (publicidad, radio, cine, TV, internet...) de una única forma de
percibir, categorizar e interpretar el mundo.
1. Los medios de elaboración y difusión cultural están en manos de unas pocas corporaciones
multinacionales. El contenido cultural es elegido en función de los beneficios más que de
acuerdo a su calidad, fuera todo lo que no puede convertirse en mercancía.
2. En modo alguno se trata de interculturalidad (de diálogo entre culturas en un plano de
igualdad y libre relación entre ellas), ni de homogeneización o “mestizaje” a partir de
diversas culturas. Las manifestaciones culturales autóctonas, fuera de los circuitos de estas
corporaciones, quedan relegadas al papel de excepciones exóticas.
3. Imposición de una cultura particular, que responde a la lógica de Mercado: occidental, en
concreto norteamericana, que pretende convertirse en global. Los contenidos culturales
reflejan un American Way of Life sacralizado como objetivo no sólo deseable sino
inevitable.
4. De este modo se “macdonaliza” el mundo (se podría decir también se cocacoliza” el
planeta). La macdonalización del mundo, dos importantes consecuencias: 1. El surgimiento
de la conciencia que el modelo cultural euronorteamircano no es la culminación de un
proceso, sino una entre las múltiples formas culturales que ha desplegado la humanidad, y
2. La aparición de la conciencia de que el multiculturalismo es precisamente la
característica central de la especie humana. Para los globalistas es una incómoda paradoja
tener que admitir que junto a fenómenos que apuntan hacia una única “cultural mundial” y
una única “identidad planetaria”, vivimos tambien en una época de reafirmación, a veces
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espectacular, de los referentes culturales de las identidades colectivas diferenciadas, que
se cargan de valor simbólico quizá como nunca anteriormente.
5. Los procesos de reafirmación cultural e identitaria no están reñidos con el uso instrumental
de elementos que sí pueden estar globalizados. Existen instrumentos para extender la
resistencia desde la perspectiva de intereses y modelos “locales”, comunitarios (uso de
internet por parte del movimiento chiapaneco y de los colectivos anti-globalización, o de la
OIT por muchos movimientos indígenas para defender sus derechos).
RECAPITULACIÓN.
La Lógica del Mercado: Exclusión social y pensamiento único.
Las características y tendencias presentadas provienen de la imposición a escala mundial desde la
afirmación de un gigantesco y simplista sofisma (verdad evidente e inconvertible): como vivimos
ya en un único mundo, ese mundo debería constituir una única sociedad con un único sistema
económico, un único sistema político y un único modelo cultural. Este sofisma es la base del
“pensamiento único”, y consiste en la interiorización de la inevitabilidad que todo debe funcionar
como partes del Mercado “libre”; de que en todas partes funcione la “democracia liberal”,
legitimada ritualmente en elecciones políticas “libres”, y de que los modos de vida, valores y
expresiones simbólicas (“culturales”) sean también básicamente uniformes en el mundo, salvo en
aquellos aspectos secundarios que puedan tener valor de mercado.
1. Todos los recursos y relaciones sociales funcionan como elementos de un Mercado “libre”
(No tan libre si esta tan estrechamente vigilado y regulado por las instituciones
supranacionales: FMI, BM, OMC etc).
2. En todos los lugares del mundo debe funcionar una “democracia” liberal ritualizada con
elecciones libres pero sólo de sus políticos locales cuya capacidad de maniobra en el
Mercado Internacional es severamente limitada.
3. Los modos de vida, las expresiones simbólicas, incluso la lengua (en este caso el inglés)
serán únicas en el mundo al menos en lo que a las relaciones comerciales e internacionales
se refiere.
4. Este pensamiento único en el que tan a menudo se emplean las palabras liberal, libertad y
democracia es impuesto dictatorialmente por las instituciones mercantiles supranacionales
(FMI, BCE, BM, OMC etc) que pueden imponer sanciones a los países díscolos.
5. La lógica del Mercado Libre se convierte en una única lógica cultural que gobierna la vida
social. Una lógica sacralizada y no susceptible de ser discutida ni cuestionada. Todo lo que
esta fuera del Mercado libre es considerado como inexistente por el “sistema”. Por
ejemplo no se considera trabajo o mejor “capital laboral”: el trabajo doméstico, el trabajo
desarrollado por el “sector informal” de la economía sumergida, el trabajo intelectual no
productivo, el trabajo solidario y no retribuido. Los sujetos fuera del mercado de trabajo
son considerados una penosa carga indigna de ser soportada por el Estado. Entre esta
población están: los jóvenes sin empleo, los parados de larga duración, los prejubilados
forzosos, los pensionistas. Todos estos sujetos están desacreditados en su dignidad y
autoestima: son una carga. O también se los culpabiliza: pereza, conexiones con la
delincuencia, etc.
6. Todas aquellas actividades que no dan Beneficios empresariales son consideradas arcaicas,
desprestigiadas, y contrarias al progreso, por ejemplo las actividades artesanales.
7. Las llamadas excepciones culturales, aquellas actividades, generalmente locales que tratan
de desarrollarse a espaldas del sistema y que han sido llamadas “excepciones culturales” al
ser excluidas de los grandes circuitos de distribución controladas por el escaso puñado de
corporaciones multinacionales de la cultura hace que estas “excepciones culturales” sean
sólo excepciones exóticas para uso de elites intelectuales, o estrechos ámbitos locales con
tan escaso consumo que las hace no rentables a menos que estén subvencionadas, cosa
mirada con malos ojos por el Mercado “libre”. Pese a ello su valor de mercado es el que
explica la pervivencia, incluso el auge, de algunas de estas “manifestaciones tradicionales”,
que realmente no lo son porque han perdido muchos de sus elementos y casi toda su
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carga significativa (descontextualizadas, productos lights para una aceptación más fácil en
los mercados (turísticos...).
8. Recientemente el sector cinematográfico europeo trata de escapar al control férreo de la
OMC que distribuye el cine USA (sobre todo el serie B, pues es raro que un film de Woody
Allen este en cartel más de una semana, y no digamos los documentales de Moore).
LA IMPOSIBLE “EXCEPCIÓN CULTURAL”
El hecho que la lógica del Mercado no sea sólo económica hace baldío cualquier intento de
“excepción cultural” si no se inscribe en una confrontación frontal con dicha lógica. Actualmente
existe un significativo movimiento a favor de que la OMC no controle ni desregule las
producciones intelectuales y artísticas tratándolas como simples mercancías (destaca Francia).
Esta defensa de la diversidad cultural y de la negativa a facilitar la invasión de los productos
globalizados es correcta, aunque no debe restringirse al ámbito de la industria audiovisual europea
sino extenderse a los demás ámbitos de la cultura y del planeta: desde la alimentación a la salud y
desde Europa hasta cualquier otro lugar del mundo.
Las producciones “culturales” no son sino una de las dimensiones de la cultura. La lucha por su
defensa es inseparable de la lucha por la soberanía alimentaria, por el derecho a la
autodeterminación de los pueblos y por la reconquista de la política. La confrontación debe
hacerse en todas las dimensiones y ámbitos de la vida social, no sólo por razones éticas, sino de
coherencia y efectividad.
“GLOCALIZACIÓN”: EL NECESARIO CAMBIO DE PARADIGMA DE PENSAMIENTO
Parece imposible oponerse a la lógica de la globalización pero junto a la dinámica desigualitaria y
totalitaria de la globalización, coexiste la dinámica complementaria pero opuesta a ella de la
reafirmación de las identidades colectivas de los pueblos y sectores sociales excluidos,
marginalizados o minorizados, que se asienta en una lógica incompatible con la mercantil: en una
lógica comunitarista. Esta dinámica a la que suele darse el nombre de “localización”, que no
debemos hacer equivaler con el localismo como ideología, ni confundir con los efectos de los
fenómenos y compulsiones globales sobre los ámbitos microsociales. Los elementos locales no
serían colonizados ni anulados sino “insertados” en el mundo global, esa “aldea global” que
proponía McLuhan.
Contrariamente a lo que se nos quiere hacer ver, nuestro mundo no está definido por un único
proceso, el de globalización, sino por un proceso complejo con una doble dinámica, de
globalización y localización imbrincadas y en oposición: el proceso de glocalización. El despliegue y
confrontación entre ambas dinámicas está en la base de todos los fenómenos, paradojas y
conflictos del comienzo del XXI. La oposición al avance totalitario de la lógica del Mercado sólo
puede hacerse desde posiciones comunitaristas. Algunos de sus difusores son: Mike Featherstone,
Robert Roberston, Ulrich Beck y en Sevilla Isidoro Moreno. No sólo es ética y políticamente
necesario sino también factible un MUNDO intercomunicado en el que sean posibles mil mundos,
es decir; una diversidad de pueblos y culturas, abiertos unos a otros desde el reconocimento
mutuo y la interculturalidad, con el único marco obligado del respeto y desarrollo de los derechos
humanos, individuales y colectivos, definidos también de forma intercultural. Las posibilidades de
armonía entre las diversas y diferentes lógicas culturales, políticas, religiosas y mercantiles
deberían ser el objeto principal de las ciencias sociales.
Las posibilidades de oposición a la globalización alienante y colonizadora serían:
1. Cuestionamiento de la regla axiomática del pensamiento racionalista occidental, consistente
en considerar lo “local”, lo concreto, como casos particulares de lo general, de lo “global”.
Desde el presunto alcance universal de la lógica deductiva se olvida que, en realidad, las
leyes y teorías generales han sido construidas siempre, de hecho, mediante un
procedimiento inductivo, a partir del estudio de realidades y experiencias concretas,
“locales”. Al contrario del axioma sobre el que se ha basado el modo de pensar
eurocéntrico, supuestamente basado en la racionalidad y el método científico: “pensar
globalmente y actuar localmente”.
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2. El autor considera imprescindible, para oponernos a la lógica de la globalización actual
realizar un cambio de paradigma, propone “pensar y actuar glocalmente”, que consistiría
en:
a. Situarnos en la perspectiva de la glocalización, de sus componentes y efectos,
rechazando el globalismo y el localismo como ideologías.
b. Partir de los intereses y lógicas culturales comunitarias de los colectivos locales,
territoriales y sectoriales, analizando los efectos destructores sobre ellos de la lógica
de la globalización y las potencialidades de resistencia que poseen los valores y
componentes de sus culturas específicas.
c. Utilizar instrumentos tanto locales como globalizados no sólo para resistir a la
globalización gobernada por el Mercado, sino también para rechazar cualesquiera
otras tentaciones globalizadoras, avanzando a la vez en proyectos propios sobre la
base de los valores de reciprocidad y solidaridad que tienen las lógicas
comunitarias, añadiéndoles el componente de la interculturalidad.
d. “Pensar y actuar glocalmente” rechazando el paradigma eurocéntrico (yo diría
anglocéntrica pues Europa también tiene mil mundos) que prioriza lo global sobre lo
local, lo general y abstracto sobre lo concreto y específico, “el hombre” y “la
humanidad” como abstracciones con identidades propias. Esta es la única base
para Isidoro Moreno para lograr otro mundo en el que sean posibles mil mundos
dentro de un marco de mutuo reconocimiento e igualdad, que es el único mundo
por el que vale la pena luchar y el único que merecería el nombre de humano.
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TEMA 21.- LA ANTROPOLOGIA ECONOMICA Y EL DEBATE DE DESARROLLO
La expansión del capitalismo y su impacto en la formación de los países post-coloniales. Las grandes
migraciones campesinas a las ciudades. Urbanismo, marginalidad y nuevos pobres. Las nuevas
minorías y los conflictos étnicos. El problema de las elites políticas. El papel de los Estados. Las
multinacionales. Las Agencias de Desarrollo. ¿Cómo se aborda la pobreza extrema? Privatizaciones,
neo-liberalismo económico y Organizaciones No Gubernamentales: el caso de los Andes de Ecuador.
El discurso de la globalización. Las críticas al “mercado” en la A. Económica: 1) el reconocimiento de
Polanyi. 2) La ecología política y el desarrollo sostenible.
RESUMEN DE LOS PROBLEMAS CENTRALES
- El impacto del capitalismo en los países post-coloniales.
- las agencias de desarrollo. Las ONG
- las críticas al liberalismo económico.
TEXTOS DE ESTUDIO:
 Globalización, mercado y cultura e identidad. Isidoro Moreno. (EGM lectura 21)
 Las ONG y la privatización del desarrollo rural en América Latina (EGM lectura 20)
TEXTOS DE ESTUDIO
GLOBALIZACIÓN, MERCADO, CULTURA E IDENTIDAD. ISIDORO MORENO
------------------>tema 20
LAS ONG Y LA PRIVATIZACIÓN DEL DESARROLLO RURAL EN AMERICA LATINA.
Víctor Bretón
Las corporaciones multinacionales que practican una política neoliberal basada en la lógica del
Libre Mercado han creado unas organizaciones supranacionales que regulan sus relaciones y que
son los agentes responsables de la vigilancia y la coerción mediante sanciones de que esta política
sea aplicada en todas las partes del planeta.
Estas organizaciones son: El Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, El Banco Central
Europeo, la Organización Mundial del Comercio y otras de menor rango o menor influencia en el
terreno económico como la ONU, salvo para aplicar por la fuerza las sanciones aconsejadas por
las entidades financieras.
Una de las políticas económicas exigidas a sus estados miembros (mejor decir subordinados) por
estas entidades financieras es la Reducción del Gasto Publico fundamentalmente en aquellas
actividades no lucrativas ni susceptibles de producir beneficios como las inversiones en el terreno
del Estado de Bienestar o la subvención a fondo perdido a las áreas mas depauperadas de los
estados.
La ausencia de apoyo por parte de los estados liberales del tercer mundo de sus áreas marginales
ha dado lugar a la creación de las llamadas ONGD (Organizaciones No Gubernamentales para el
Desarrollo cuyas características vamos a explicar de acuerdo con el artículo de Victor Breton en el
libro de Lecturas “ De las tres Gracias al Molino Satánico” basado en parte en su artículo de la
Revista MEMORIA y otros lugares “Capital Social etnicidad y desarrollo”. Aunque Victor Breton
trata de las ONGD en Sudamérica el papel de estas organizaciones puede ser extrapolados a otras
áreas del tercer mundo.
En América Latina están presentes numerosas agencias privadas de desarrollo. Son Organizaciones
No Gubernamentales de Desarrollo (ONGD) y han adquirido protagonismo al tiempo que los poderes
públicos se replegaban de esos ámbitos tradicionales de intervención. Destaca la existencia de
importantes contingentes de población indígeno-campesina, la recurrencia de proyectos impulsados,
financiados y evaluados por ONG, y la presencia cada vez mayor de organizaciones populares
(beneficiarios de esos proyectos) con una notable capacidad de intermediación y de negociación con
las agencias de desarrollo.
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El propósito es proponer una serie de reflexiones críticas sobre el papel que están desempeñando las
ONG en el medio rural latinoamericano desde el punto de vista de la eficiencia y la eficacia de sus
actuaciones, del de su adecuación a la agenda derivada del modelo neoliberal y del de su relación con
la evolución de los denominados nuevos movimientos sociales que canalizan la oposición de amplios
segmentos de población.
Las ONG y el Neoliberalismo
Las ONG suelen ser identificadas con identidades compuestas por un conjunto de individuos que,
voluntariamente y sin ánimo de lucro dirigen sus actividades hacia la prestación de diferentes
servicios a los sectores sociales más desfavorecidos. Al margen de su financiación, organización, y
eficacia se comportan como Empresas de Servicios no productivas. Se encuadran dentro del
llamado “Tercer Sector” dentro de la Economía, donde el Primer sector sería el Sector Público y el
Segundo Sector, la Iniciativa privada con ánimo de lucro.
Forman parte del “tercer sector” en el ámbito de la organización de la sociedad; un sector orientado a
servir a la colectividad en base a una serie de valores compartidos por quienes integran cada una de
las instituciones que componen ese tejido.
La naturaleza heterogénea del tercer sector.
Las ONGD pueden ser definidas como organizaciones autónomas con respecto al Estado y orientadas
prioritariamente a acopiar recursos de los países donantes para financiar proyectos en el Sur sobre la
base de una retórica humanitaria originada más en la compasión y el altruismo que en la solidaridad
estricto senso. Muchas de estas instituciones no operan directamente (o no sólo directamente) sobre
los sectores sociales objeto de su intervención y/o sobre sus organizaciones representativas, sino que
lo hacen a través de ONG locales, que dada su cercanía y mayor conocimiento de su realidad
inmediata, constituía la contraparte natural de las acciones de desarrollo, contribuyendo a maximizar
la eficacia de las incitativas capitaneadas por y desde las ONG del Norte.
El mundo de las ONG en América Latina es heterogéneo, y no es fácil generalizar sobre sus
características comunes. Suelen ofrecer una imagen común de equidistancia formal de los estados y
los organismos internacionales que no siempre es real, dada su frecuente dependencia financiera de
aquéllos. Su presunta autonomía, unida a su teórico alejamiento de posicionamientos ideológicos
maximalistas, redundaría en una eficiencia y una eficacia de sus actuaciones muy por encima de las
auspiciadas por los corruptos, clienterales, y burocratizados aparatos estatales latinoamericanos.
Estas afirmaciones no siempre aparecen avaladas por la fuerza de los hechos.
Entre le Consenso y el Post-Consenso de Washington
La ayuda al desarrollo canalizada a nivel mundial por medio de las ONG entre 1990 y 1994 se
incrementó un 24%, mientras que la ayuda estatal directa sólo lo hizo un 4%. En 1995 los recursos
manejados por las agencias privadas representaba casi el 10% del total de la cooperación oficial. En
los discursos actuales sobre el desarrollo, la causa de esa eclosión radica en la creencia en las
ventajas comparativas de las ONG con respecto a las agencias estatales y multilaterales. Se
presupone que son más flexibles, más eficaces y más eficientes.
Desde una perspectiva crítica, se puede establecer una relación directa entre la gran proliferación de
ONG y el apogeo de la retórica anti-estatista del neoliberalismo. No es casual que la importancia de
algunas organizaciones de cooperación esté creciendo junto a la misma ola de privatización (Sogge).
Son numerosas las voces que apuntan a que el modelo de cooperación al desarrollo a partir de las
ONG obedece a esa lógica, siendo (tanto en los países del Norte como en los del Sur) perfectamente
compatibles con los preceptos de la agenda neoliberal emanada, desde los inicios de los 80. De
hecho, las ONG no empezaron a tener el protagonismo internacional con que cuentan hoy en día
hasta el momento en que el Banco Mundial decidió convocarlas, en 1982, para estudiar el papel que
deberían desempeñar en el contexto de la política neoliberal que se iba a aplicar, a escala global, en
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los años siguientes. En el Post-Consenso de Washington se considera que el “ajuste” económico
producido por la disminución del gasto publico, privatización de las empresas de servicios sociales y
publicos, reconversión industrial, reubicación industrial etc debería ser “un ajuste con rostro humano”
lo que dinamizo el papel de las ONG en parte financiadas por institiciones nacionales y
supranacionales.
Las ONG como privatización de las políticas sociales. Las ONG al ser financiadas desde el Norte que
en parte dirige, planea y exige determinados objetivos se comportan como empresas privadas cuyo
“beneficio” puede no ser económico pero es suficientemente rentable al proporcionar una paz social
en los entornos donde se desarrollan.
Nuestras observaciones van dirigidas a cuestionar la lógica de un modelo global que se fundamenta
en el abandono de una parte importante de las obligaciones de los gobiernos nacionales y el traspaso
de su planeación, ejecución y evaluación a agencias particulares financiadas mayoritariamente desde
el Norte.
Las ONG y el desarrollo rural en América Latina.
El fenómeno es reciente y complejo, pero nos parece útil para empezar a distinguir entere la esfera
estrictamente económica de la intervención de las ONG sobre el medio rural (la eficacia de los
proyectos medida en términos de su capacidad para mejorar o no las condiciones de vida de la
población implicada, así como su relevancia porcentual sobre el total de pobres rurales) de las esferas
política y social (los efectos colaterales sobre las organizaciones populares y los movimientos sociales
articulados alrededor de éstas).
El desarrollo de las ONG coincide con la emergencia de regímenes neoliberales y colabora al
establecimiento no traumático de estos regímenes en los países postcoloniales Vamos a desarrollar 5
tesis básicas que apuntan en esta dirección mencionada de la funcionalidad del “modelo ONG” de
cooperación al desarrollo con la lógica del ajuste neoliberal.
1ª Tesis: Una substitución no traumática del Estado
La praxis neoliberal se ha ido concretando en América Latina a través de la paulatina puesta en
funcionamiento de 3 grandes líneas de actuación, en lo que al sector agropecuario y a las áreas
rurales se refiere: la liberalización y desregularización de mercados de productos e insumos,
consecuencia de la aplicación de los preceptos sobre la aldea global y la teoría de las ventajas
comparativas; la liberalización del mercado de tierras y el fin del pacto del Estado con los campesinos;
y la substitución definitiva del paradigma de la reforma agraria por el de desarrollo rural integral. Esto
último ha implicado el abandono de la pretensión de una transformación global del sector agrario en
aras de una intervención parcial y circunscrita a determinados grupos de productores rurales, al
tiempo que ha abierto una puerta a la privatización de las intervenciones sobre el medio rural. El
estado fue perdiendo protagonismo como agente potenciador del desarrollo rural en beneficio de las
ONG y las financieras que ha ido limitando progresivamente el margen interventor de los poderes
públicos.
Las generalizaciones en un contexto tan diverso (diferentes regiones de América Latina) son difíciles
de establecer. Lo que es novedoso es la proliferación general y la entrada masiva en escena de esta
clase de organizaciones a partir de los 80. Se constata a escala continental la existencia de una
relación directa entre el replegamiento del Estado del ámbito de las políticas de desarrollo y el
incremento, en plena crisis, de ONG en activo cuya intervención ha servido para cubrir el vacío dejado
por aquél. Es frecuente, al menos en el medio andino encontrar proyectos de infraestructuras a cargo
de ONG locales, verdaderas “herencias” del Estado desarrollista de los 70, estableciendo nuevos
vínculos entre los beneficiarios y los nuevos promotores. Desde este punto de vista, es innegable que
forman parte del engranaje de un modelo global acomodaticio con el ajuste, por heterodoxo que éste
sea.
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2ª Tesis: fragmentación del aparato interventor y dispersión paradigmática
El paradigma de intervención representado por el modelo de las ONG es, paradójicamente, una suerte
de no paradigma. Decimos esto, porque , en realidad, hay tantos modelos de actuación sobre la
sociedad rural como agencias de desarrollo. Esto genera la superposición sobre la misma base social
de proyectos ejecutados desde paradigmas con frecuencia contrapuestos. Ej; en comunidades
indígenas en los Andes, o en el sur de México, se están implementando iniciativas inspiradas en la
agroecología junto a otras emanadas de los preceptos más clásicos de la revolución verde.
Semejante heterogeneidad en los intereses y en los enfoques fomenta todo tipo de reticencias a la
colaboración interinstitucional entre agencias. Por otra parte la fuentes de financiación a menudo
ejercen presión sobre la metodología de la ayuda: plazos de ejecución, formas de evaluación de
objetivos, exigencia de competitividad. En resumen que muchas agencias, al margen de su carácter
no lucrativo se comportan en sus métodos como verdaderas empresas privadas, por 2 razones: por su
necesidad de competir en un mercado (el de la cooperación internacional) caracterizado por lo
limitado de los medios financieros potencialmente disponibles en relación a las ingentes necesidades
de la empresa (el desarrollo convencionalmente entendido). La 2ª entronca con la tesis de la
domesticación y tiene que ver con las exigencias de todo tipo de las financieras, que suelen acabar
imponiendo criterios de eficiencia propios de empresa capitalista a organizaciones que nacieron con
una voluntad orientada hacia finalidades estrictamente sociales. Fragmentación, por tanto, del
aparato y de los enfoques de intervención.
Un elemento que sí suele ser reiterativo en esta suerte de antimodelo es el hecho de que los que
obtiene más réditos acostumbran a no ser los más necesitados, a pesar de su discurso de que su
prioridad son los más desfavorecidos. los beneficiarios de los proyectos de las ONG no suelen ser
las comunidades más necesitadas sino las comunidades rurales con mejor posición económica que
cuentan con mejor acceso a las ONG locales, sobre las que actúan como hemos dicho las ONG del
Norte.
3ª Tesis: la silenciosa domesticación de la capacidad crítica.
Para América Central, los trabajos de Biekart y de Laura McDonald ponen de manifiesto de qué
manera los EEUU, a través de su agencia oficial (USAID), convirtió durante la década de los 80 el
fomento de importantes ONG locales en un instrumento fundamental de la defensa de sus intereses
en la zona: fortaleciendo organizaciones que desempeñarán un papel clave de cara a garantizar la
sostenibilidad del ajuste y la privatización de los servicios públicos. En donde la amenaza
revolucionaria modificaba el orden de las prioridades esa línea de actuación acompañó y
complementó la estrategia contrainsurgente que consumió las partidas presupuestarias destinadas a
“cooperar” con esos países. Al mismo tiempo, las agencias europeas y canadienses (más progresista
en sus planteamientos y actitudes) pusieron en práctica políticas orientadas a fortalecer la capacidad
organizativa de los sectores marginados en orden a cimentar la oposición política a los regímenes
autoritarios y como contrapeso a la ayuda militar estadounidense. El apoyo a esos sectores adquirió
diferentes formas (desde asistencia de emergencia hasta defensa de los derechos humanos) y
habitualmente se fundamentó en una noción incluyente de “sociedad civil”. El regreso de la paz y la
aceleración de los procesos de democratización, introdujeron a esas agencias en una profunda crisis
de identidad en los inicios de los 90.
El caso centroamericano es emblemático, pues señala el camino seguido por todas aquellas ONG que
operando en la región durante décadas con un discurso fundamentado en la solidaridad y con unos
planteamientos cercanos a los movimientos de izquierda, han acabado asumiendo los principios de la
entronización del mercado como máxima; cultura en la que la solidaridad ha sido reemplazada por la
provisión de caridad hacia los desposeídos.
Manuel Chiriboga llamó la atención en 1995 sobre el giro de muchas de las ONG históricas del área
andina, pasando de unas actitudes rupturistas y contestatarias a otras participativas (acomodaticias)
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con la ortodoxia dominante, mayor énfasis en la colaboración con el estado, la concertación, la
intermediación en los procesos campesinado-estado liberal, la participación popular y el
distanciamiento de la política formal, considerada ahora como un campo externo de las ONG:
Hay que decir, que este proceso puede darse incluso a pesar del propio código ético de los
responsables locales de las ONG: suelen ser las financieras externas las que imponen las temáticas,
los plazos y las orientaciones políticamente correctas de los proyectos a ejecutar. Hoy por hoy, la
mayor parte de las agencias privadas que operan en América Latina reciben la mayor parte de sus
ingresos de organismos gubernamentales y/o multilaterales, interesados en el efecto paliativo y
analgésico social que sus intervenciones puedan generar.
Esta evolución ideológica desde la rebelión a la cooperación con los estados neoliberales se ha visto
favorecida por el empobrecimiento de las clases medias involucradas en el sector publico
desaparecido prácticamente con las privatizaciones que ahora encuentran un medio de sustento en
las ONG locales que de áreas de rebeldía anticapitalista se han convertido en centros de subsistencia
desideologizados. De este modo las ONGs han sido un colchón capaz de amortiguar los efectos del
ajuste económico.
4ª Tesis: Una derrota clamorosa en el combate contra la pobreza extrema.
No está claro que la canalización de las ayudas a través de las agencias privadas de desarrollo resulte
más económica que hacerlo por medio de organismos oficiales. Planteamos reservas al apriorismo en
virtud del cual son las ONG las instancias idóneas para promover procesos de apoderamiento. Por
parte de la población objeto de la ayuda, convirtiéndola en sujeto protagonista de su propio desarrollo
y generando así mejoras económicas y sociales sustanciales. Las mediciones sobre la magnitud de la
pobreza y la indigencia en América Latina ponen de manifiesto la insuficiencia de esta vía. El autor
comprobó en la provincia de Chimborazo en Ecuador, una de las áreas más “agraciadas” la
cooperación de las ONGD presentaba alguno de los índices de pobreza, indigencia y mortalidad
infantil mas altas del país. Su efecto durante algunas décadas no ha hecho variar estos índices.
En el plano técnico es indispensable poner en tela de juicio la eficacia en términos económicos de la
intervención de las ONG. La obstinación por un exclusivo desarrollo agrario no se corresponde con
una realidad en la que la población rural no vive solo de la agricultura que es el ámbito en el que casi
exclusivamente se mueven la mayoría de las ONG. Son muchos quienes reiteran la necesidad de
incorporar otras dimensiones en las propuestas financiadas y ejecutadas a favor de las comunidades
campesinas. Por ello, cabe cuestionar la tan reiterada sostenibilidad a medio y largo plazo de este tipo
de iniciativas.
Convendría distinguir entre la percepción de la eficacia de las ONG y la eficacia concebida desde la
óptica substantiva de los sujetos concretos, que son los pretendidos beneficiarios de las actuaciones,
formas que pueden no coincidir. Los datos antropológicos de medición de la pobreza en las áreas más
visitadas por las ONGs invitan a una cierta autocrítica constructiva.
Más allá de su diseño y su adecuación a las características reales de la población a que se dirigen, los
proyectos concretos se estrellan contra una realidad macro que los supera, condiciona y condena al
fracaso. Quizá la reflexión mas certera es que un Eficaz Estado del Bienestar con prestaciones sociales
básicas a toda la población, salud, enseñanza infraestructuras , transporte etc. no puede ser
sustituido por la “caridad” condicionada y dirigida de las ONGs.
El neoliberalismo radical es un potente generador de riqueza para unos pocos pero también de
miseria y pobreza para muchos. La filosofía en que se basa, el spencerismo de la supervivencia del
más apto no invita a pensar que, los enriquecidos por la política neoliberal, se dediquen a invertir
en sus países con creación de empresas y riqueza para todos, cuando pueden vivir más ricos aún
con la especulación financiera. Mientras tanto las ONGs se encargan de proporcionar el pan para
hoy paliativo y sedante.
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5ª Tesis: Unas relaciones con los beneficiarios políticamente controvertidas.
El término “participación” se ha convertido en otro comodín usado por muchas agencias para
significar la diferencia del enfoque de las ONG en relación a lo que caracterizó la gestión
burocratizada y vertical DRI públicos. Desde los 90 ha ido calando el discurso de la necesidad de
implicar a los destinatarios de los proyectos en su funcionamiento, pues sólo una sólida organización
puede garantizar el éxito de las intervenciones. Pero, como vimos, no todos los teóricos beneficiarios
se benefician por igual, ni todos participan en la misma medida, siendo frecuente el mantenimiento de
códigos de funcionamiento jerárquicos y verticalistas bajo formas aparentemente horizontales y
participativas. Conviene recordar que la relación de las agencias con las organizaciones implicadas es
una relación de poder, en la medida en que se fundamenta en una transferencia de recursos entre
una parte donante (la ONG) y una contraparte local receptora de la ayuda.
En nuestra opinión, el actual sistema de relaciones entre el aparato del desarrollo y el movimiento
indígena está contribuyendo eficazmente (y desigualmente) a limitar la profundidad de las
reivindicaciones étnicas y a ubicarlas dentro del campo de lo “políticamente correcto”. Pensamos, que
hay elementos lo suficientemente sólidos como para hablar en términos de etnofagia: ahí queda el
constreñimiento real del margen de maniobra del movimiento, en tanto una parte importante de su
estructura depende financiera y funcionalmente de un modelo de intervención en el medio rural
acomodaticio para con el neoliberalismo.
Las consideraciones anteriores obedecen a la observación de cómo la afluencia masiva de ONG donde
las demandas étnicas se han erigido en la columna vertebral de movimientos sociales con mucha
capacidad para aglutinar el amplio descontento generado frente al ajuste, ha derivado en la tendencia
a la sustitución de una dirigencia muy militante, ideologizada e identificada con un perfil políticoreivindicativo, por otra de carácter más tecnocrático. Actualmente, más allá de los discursos, en el día
a día se ha impuesto una actitud conciliadora y concertadora por parte de los dirigentes, más
interesada en las características y la envergadura de los proyectos a implementar sobre el territorio
que en un posible cuestionamiento del modelo proyectista o del abandono del Estado y los poderes
públicos de sus obligaciones sociales.
(Todavía) sin conclusiones.
Hemos hecho hincapié en algunos de los vínculos que pueden establecerse entre la profusión de
agencias privadas de desarrollo rural y la economía política del neoliberalismo. Se trata de someter a
crítica el sentido último de un modelo privatizador de las políticas sociales y de desarrollo. La
substitución no traumática del Estado y los poderes públicos, la fragmentación del aparato
interventor, la dispersión paradigmática, la competencia interinstitucional por los recursos de la
cooperación internacional, el adormecimiento de la capacidad crítica de las contrapartes locales, los
límites evidentes en la lucha contra la pobreza y la función analgésica que en cierto sentido ejerce el
modelo sobre los nuevos movimientos sociales, son algunos de los ítems que se nos revelan
funcionales desde la lógica del ajuste en América Latina.
Lejos de atisbar alguna certeza sobre le camino a recorrer, la reflexión invita a seguir oteando el
horizonte desde el convencimiento de que la vía ONG no constituye ninguna alternativa destacable a
la senda de iniquidades y exclusiones marcada por el mercado neoliberal.
Un elemento remarcable es el del cambio de intensidad del proceso de adecuación de muchas
agencias privadas a los requerimientos de la nueva economía y de la nueva cultura del individualismo
a ultranza y de la exaltación del mercado como panacea. Por detrás de las retóricas sobre la
participación popular, el etnodesarrollo, la sostenibilidad, el capital social y el enfoque de género
subyace un cierto poso de “conmiseración” hacia los objetos de la acción comunitaria o desarrollo.
La búsqueda de alternativas debe ir más allá de los panegíricos estériles y de los laceramientos
innecesarios. Se impone debatir hasta qué punto el camino emprendido conduce a alguna parte y si
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consideramos ineludible que los propios actores del “tercer sector” decidan qué papel quieren, pueden
y deben asumir en adelante.
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Tema 22: EL SECTOR FORMAL E INFORMAL DE LA ECONOMIA
Desempleo y trabajo. Hart: el sector formal e informal de la economía en Africa. La economía
sumergida en los países «desarrollados». Características del sector informal: pequeña escala,
unidades domésticas y procesos de diferenciación Críticas al dualismo del modelo. ¿Es la economía
informal un fenómeno nuevo? Distintos modelos de trabajo.
RESUMEN DE LOS PROBLEMAS CENTRALES
Surgimiento del concepto de economía informal.
Las unidades domésticas y la economía informal.
Distintos modelos de trabajo y la «nueva economía».
TEXTO DE ESTUDIO
EL AFECTO Y EL TRABAJO: LA NUEVA ECONOMÍA, ENTRE LA RECIPROCIDAD Y EL
CAPITAL SOCIAL
Susana Narotzky
A principios de los años 80 se estaba empezando a definir en Europa un tipo de organización de la
producción particular: la economía informal o sumergida.
Para otros, sin embargo, estas nuevas-viejas formas de estructurar los procesos productivos a
través de relaciones personales arraigadas en sentimientos de pertenencia a una familia o a una
comunidad, en sentimientos de fidelidad cimentados en la amistad y la vecindad, podían
considerarse como un modelo alternativo de desarrollo económico. En este modelo, las relaciones
de reciprocidad estaban en la base del tejido económico.
Este incrustamiento de los procesos económicos en la sustancia compleja de las «otras» relaciones
sociales y de los «otros» valores, no-racionales, sujetos a la moralidad y al sentimiento, ha
supuesto un giro importante en los modos académicos y políticos de abordar el ámbito de la
economía. De pronto, una serie de evidencias (que ya Marx y Polanyi señalaron), como que los
procesos económicos son procesos sociales o que las relaciones sociales son la sustancia de las
relaciones económicas, se ha convertido en el nuevo dogma del «capital social». Este concepto,
que remite de forma vaga a modos más o menos institucionalizados de reciprocidad y de
colaboración comunitaria, es hoy en día el eje de uno de los modelos dominantes de desarrollo
económico «desde abajo» en el que se consideran fundamentales estas relaciones sociales noeconómicas para el establecimiento de dinámicas emprendedoras exitosas y adaptables (flexibles).
El modelo orgánico de «capital social» se presenta en lo económico como una propuesta
humanizadora por la proximidad de los lazos, y a la vez con el potencial de articular estos espacios
locales con otros ámbitos más extensos y generales -otros niveles más abstractos- de
transacciones económicas, a través de las figuras clave de los emprendedores locales, mediadores
entre espacios, culturas y lógicas sustancialmente distintas del quehacer económico.
Un ejemplo etnográfico es la producción de calzado en Alicante
Lealtades conflictivas que provienen de la misma «moralidad de los afectos», pero tienen objetivos
claramente diferenciados (interés/cuidado) que convierten la tarea de decidir y de priorizar entre
transferencias de trabajo diversas para distintos miembros de la red de reciprocidades y afectos en
algo particularmente difícil y estresante.
Cuando uno observa estas regiones económicas que basan su estructura de la producción en
relaciones que se rigen por esta moralidad general de los afectos, lo que ve es una cotidianidad
tensada al límite, conflictiva y estresante en su totalidad, sobre todo en los ámbitos más íntimos.
Este fenómeno en sí mismo no es nuevo: lo vemos en las explotaciones agrícolas familiares y en la
producción artesanal doméstica, lo vemos en el paternalismo industrial y en la
protoindustrialización. Quizá el mayor peligro hoy en día es convertir esta realidad en un modelo
de desarrollo económico aplicable y extendible a través de políticas económicas nacionales e
internacionales, sin antes valorar los costes humanos, sociales y políticos de esta realidad.
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EL OTRO DESEMPLEO: EL SECTOR INFORMAL
Ubaldo Martínez Veiga
l. HISTORIA Y DEFlNICIÓN DEL PROBLEMA
En los años sesenta aparece este concepto de sector informal de una manera difusa. Su
consolidación hay que buscarla en una comunicación del antropólogo británico de la Universidad
de Sussex, K. Hart, en 1971 y en una investigación de la OIT (Oficina Internacional del Trabajo)
en Kenia (1972), que jugaron un papel fundamental en el crecimiento y desarrollo de este
concepto. Posteriormente el Banco Mundial, por medio de algunos de sus expertos, contribuyó
también a su definición.
Durante los años sesenta se toma conciencia de que la población urbana en los países del tercer
mundo crece más rápidamente de lo que crece lo que entonces se llamaba el empleo en el sector
moderno de la economía. Inmediatamente se descubre que la definición tradicional de desempleo
(la situación de aquellas personas que «no trabajan y buscan trabajo»), que se utilizaba
transcultural y transnacionalmente, no tenía mucho sentido en contextos como los de la ciudad del
tercer mundo. Basándose en esto, la OIT planteó al principio de los 70 otra definición basada en
un mínimo de nivel de renta por debajo del cual una persona podía considerarse desempleada.
Dentro de esta problemática se presenta el trabajo de Hart que establece que «la distinción entre
las oportunidades formales e informales de obtener recursos está basada en la diferencia entre
trabajo asalariado y autoempleo o trabajo «autónomo» (Hart, 1973). Según esto, los trabajadores
reclutados con una remuneración fija y con una cierta regularidad y permanencia en el trabajo
estaban insertos dentro del sector formal de la economía, mientras que el resto estaban situados
en el sector informal, en el sector tradicional urbano o pertenecen a «la reserva de subempleados
o desempleados». Hart ofrece un criterio para distinguir el sector informal del formal: El sector
formal se caracterizaría por el trabajo asalariado permanente y con salarios fijos, el
sector informal por el autoempleo sin permanencia y con salarios no fijos.
Como consecuencia de esto, aparece el hecho de que el sector formal aparece en las encuestas
oficiales o no, mientras que el otro no aparece.
La mayor importancia del análisis del sector informal es la posibilidad de llamar la atención sobre
el papel activo que este conjunto de actividades conlleva. Este aspecto va a ser subrayado
posteriormente por otros autores.
Hay otros dos elementos de la postura de Hart fundamentales.
1. El primero consiste en subrayar que lo más frecuente es lo que podríamos llamar empleo
informal múltiple. La dimensión sincrónica implica que los que trabajan en el SI muy
raramente trabajan en una sola tarea al mismo tiempo, ejecutan tareas muy diversas y
obtienen recursos variados a lo largo de la jornada laboral. La dimensión diacrónica implica
que, debido a la estacionalidad y al carácter eventual de estos empleos, la estrategia a
seguir por los individuos es tener siempre empleos en reserva ante la incertidumbre y
riesgos que la total inseguridad laboral lleva consigo.
2. El segundo aspecto desarrolla la idea de Hart de que el sector informal está ocupado
básicamente por trabajadores autónomos o autoempleados. Esto, unido al hecho de que
prácticamente siempre hay que tomar como unidad de análisis cierto tipo de unidad
doméstica puede representar una gran ventaja para la supervivencia dentro de este sector,
ya que así pueden adaptarse a las condiciones cambiantes de la producción, ajustando no
sólo su comportamiento productivo
El concepto de sector informal o sumergido tuvo un éxito inmediato tras la publicación de un
informe de la OIT (ILO, 1972) y, en contraposición a las posturas de Hart, se diversifican los dos
sectores, formal-informal, creándose una postura dualista que posteriormente va a ser muy
criticada.
Por otra parte, se ofrece una definición multidimensional de los dos sectores que va a presentar
problemas a la hora de la operacionalización. La definición es la siguiente:
Sector informal
Sector formal
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Fácil entrada
Basado en recursos internos
Operaciones a pequeña escala
Intensivo con respecto al trabajo
Habilidades adquiridas fuera del sistema
escolar
Mercados sin regulación y competitivos
Entrada difícil
Basado en recursos de fuera
Operaciones a gran escala
Intensivo con respecto al capital
Habilidades adquiridas formalmente
dentro del sistema educativo
Mercados protegidos por impuestos,
licencias comerciales, etc.
Otra diferencia clara entre las posturas de Hart y las de la OIT es que, mientras que Hart toma
como criterio de distinción entre el sector formal e informal las características de los trabajos, los
estudios de la OIT y otros van a insistir más en las características de las empresas, tomando como
criterio la escala (se trata de operaciones a pequeña escala).
Ya hemos dicho que una de las características centrales de las empresas informales es su pequeña
escala. Ahora bien, es un hecho que el desarrollo de estas pequeñas unidades productivas no se
basa en el hecho de la reinversión de capital dentro de la empresa que serviría para hacerla más
grande concentrándose en algún tipo de producción o de servicios, sino más bien en todo lo
contrario, en la diversificación, que es una característica estructural básica del sector informal
mismo, de las unidades productivas que lo constituyen. En esto puede estar una de las fuerzas de
este sector, pero también una de sus grandes debilidades.
Vamos a plantear ahora otra conceptualización importante del sector informal.
D. Mazumdar y otros investigadores del Banco Mundial proponen un punto de vista distinto.
Desarrollan la primera característica distintiva propuesta por la OIT: la fácil entrada versus la
entrada difícil en el puesto de trabajo. Pero, en su desarrollo, colocan los criterios distintivos en el
mercado de trabajo.. El carácter protegido o desprotegido de las relaciones de producción
como criterio para distinguir el sector formal y el informal presenta algunas ventajas importantes.
Dentro de este planteamiento se va a comprender mejor un aspecto importante, cual es el papel
del Estado en la configuración de los dos sectores. Según Weeks (1975), el sector formal incluye
las actividades públicas estatales y también aquellas actividades privadas que son reconocidas
oficialmente, alimentadas y reguladas por el Estado. En contraposición el sector informal no está
reconocido ni regulado por el Estado. Este concepto de protección-desprotección es una de las
características básicas en la clasificación del sector formal e informal.
Partiendo de aquí, Weeks defiende que hay grandes ventajas en promover el dinamismo y
evolución del sector informal en los países menos desarrollados.
 En primer lugar, el sector informal produce bienes de consumo más baratos y, por lo tanto,
accesibles a los grupos con menos poder adquisitivo.
 En segundo lugar, el crecimiento del sector informal podría representar una forma de
industrialización más intensiva con respecto al trabajo y, por lo tanto, ser un generador de
empleo.
¿Economía informal o producción a pequeña escala? --terminologia
Existe otra disputa en la que se plantean algunos problemas centrales para la clarificación de la
noción, papel y estructura del sector informal. Se trata de la disputa entre los que defienden la
dicotomía formal e informal y los que afirman que el sector informal debería ser denominado
modo de producción simple de mercancías o producción de mercancías a pequeña
escala. Este modo de producción se colocaría en contraposición al modo de producción
capitalista.
....
Desde este punto de vista, el modo de producción simple es uno de los modos de producción que
se incluye dentro del sector informal. Con esto afirmamos que el término que lo designa
(«producción simple») no se puede sustituir por el de sector informal que es bastante más amplio.
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El problema del dualismo
El concepto de sector informal ha sido criticado desde otros puntos de vista. Las primeras críticas
sobre el concepto del sector informal giran alrededor del dualismo presente en la división de la
economía en dos sectores, formal/informal, siendo así que la economía es una.
Una de las manifestaciones más claras del dualismo económico aplicada a los países capitalistas
avanzados, especialmente los Estados Unidos, es la distinción propuesta por Averitt (1968) entre
«empresas centrales» y «empresas periféricas».
Para él, el capitalismo contemporáneo está compuesto por dos sistemas distintos de negocios, la
nueva economía está compuesta por empresas grandes en tamaño e influencia. Llamando a esta red
de empresas el «centro».
La otra economía está poblada por empresas relativamente pequeñas. Las crisis económicas con
frecuencia producen graves problemas financieros. Llamando a estas empresas la «periferia». Con
esta exposición se comprende el paralelismo en esta dicotomía entre empresas centrales y
periféricas y las operaciones en el sector formal o informal. El modelo de la economía dual,
que se basa en una distinción entre las características de las empresas desde el punto de vista de
la organización del capital, se complementa y corresponde con una economía dual desde el punto
de vista de la organización del trabajo, de la dualidad en el mercado de trabajo. El mercado
primario ofrece trabajos que poseen muchas de las siguientes características. Sueldos altos,
buenas condiciones de trabajo, estabilidad y seguridad en el empleo, equidad y procesos definidos
en la administración de las reglas de trabajo y posibilidades de promoción. El otro sector, el
secundario, ofrece trabajos que en comparación con el primario son mucho menos atractivos.
tienden a estar constituidos por salarios bajos, malas condiciones de trabajo, disciplina dura y
arbitraria y pocas posibilidades de promoción. Los pobres están confinados al mercado secundario
de trabajo, Piore (1971).
Aunque en esta última dicotomía se juntan los dos elementos, es decir, las características de dos
tipos de economías y también dos mercados o características del trabajo; sin embargo, la
dicotomía formal/informal no coincide con las otras dos en cuanto que en las dos primeras se
supone que el trabajo está hasta cierto punto protegido, la dicotomía formal/informal se
caracteriza por la protección/desprotección. Además, pensamos que los dos grupos de dicotomías
(formal/informal y las otras dos) parten de presupuestos distintos, lo cual las hace inequiparables.
Sin embargo, tanto unas como otra se basan en una consideración dual de la economía que ha
sido muy criticada.
La crítica al dualismo, implícito y presente, en la división de la economía en dos sectores, el formal
y el informal, comenzó desde el principio. A raíz de la publicación del informe de la OIT sobre
Kenia, Leys (1973) publicó una crítica del informe en donde se afirma que uno de los graves
problemas del mismo consiste en que, «al hablar de dos sectores, la misión veía una dualidad
donde realmente existía unidad, es decir, entre la masa de ingresos muy bajos en general y el
provecho muy alto de las empresas más grandes, en la mayoría de los casos extranjeras»..
Aunque desde un punto de vista muy general esta observación podría ser exacta, sin embargo no
podemos estar de acuerdo con ella, porque, en un principio, lo que la distinción entre un sector
formal y otro informal implica es que hay una estratificación entre los explotados, y no vemos
ninguna razón para negar este hecho obvio.
Otro planteamiento alternativo propone, en contraposición al dualismo inherente a la distinción
formal/informal, un conjunto de actividades colocadas en un continuo en cuyos extremos se
encontrarían el estado formal y el estado o sector informal puro
La crítica más pertinente al dualismo formal/informal es la planteada por R. Hodson y R.L.
Kaufman (1982) que afirman que «correspondiendo a los sectores del centro y la periferia hay dos
mercados de trabajo separados entre sí: un mercado primario de trabajo y un mercado
secundario».
En el caso de la dicotomía formal/informal el problema con el que nos encontramos es que no se
trata tanto de una división de la economía en dos sectores, formal e informal, del cual se derivaría
una distinción entre un sistema de trabajo y remuneración formal e informal.
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Esta observación tiene muchas dificultades para poder ser aceptada en ambos casos. No se puede
admitir que haya una correlación entre empresas centrales y mercado primario de trabajo ni
tampoco entre empresas periféricas y mercado secundario.
Creemos que el carácter de protegido/desprotegido con respecto a las condiciones de trabajo
y también con respecto a la organización de los procesos productivos puede favorecer este
agrupamiento.
Polanyi, la economía substantiva y el sector informal
Nos interesan las posturas de Gershuny y Pahl (1979) porque plantean algunos problemas
centrales dentro de la antropología económica, además de ayudarnos a clarificar el concepto de
sector informal en su conjunto.
Polanyi distinguía entre dos conceptos de economía, uno formal y otro substantivo. El concepto
formal trataría de «la ciencia que estudia el comportamiento humano como una relación entre
fines y medios escasos que tienen usos alternativos». La definición de una economía substantiva la
ofrece Polanyi como «el proceso institucionalizado de interacción del hombre con el entorno que
resulta en la oferta continua de medios materiales para satisfacer los deseos humanos» (Polanyi,
1968). Podemos afirmar que el planteamiento conceptual del problema del sector informal lleva
dentro de sí como base un replanteamiento de lo que Polanyi llamaba el concepto substantivo de
economía. Lo importante, según nuestra manera de ver, del análisis del sector informal es que,
con su descubrimiento o utilización, en gran medida lo que se está proponiendo es un
replanteamiento de la economía como un aprovisionamiento de la sociedad o de los individuos de
los medios necesarios para la vida.
El segundo presupuesto de Gershuny es también muy importante. Gershuny toma como unidad de
análisis, o como base de producción, la casa o unidad doméstica y basándose en esto describe tres
tipos de economías o tres tipos distintos o áreas de provisión de servicios a las unidades
domésticas. Se trata de la economía formal, la informal y la comunal o doméstica. Entre
ellas se establecen transformaciones.
Estas consideraciones y la distinción que ahora acabamos de ofrecer nos fuerzan a recurrir a las
posturas de Polanyi por una razón doble. Por una parte, se hace alusión a sectores de la economía
en donde el principio regulador no es el mercado, sino otros como la reciprocidad. Por otra parte,
lo que aquí está presente es, sin duda alguna, el problema de la conversión en mercancía de lo
que Polanyi llamaba una «mercancía ficticia», el trabajo.
Modos de integración
Polanyi distinguía tres tipos de integración económica o modos por los cuales la economía
adquiere unidad y estabilidad: la reciprocidad, la redistribución y el intercambio
(prescindiremos de este ultimo). La reciprocidad significa movimientos de bienes entre «puntos
correlativos de grupos que tienen un carácter simétrico», que tienen lugar principalmente dentro
de las unidades domésticas. La redistribución «ocurre dentro de un grupo en la medida en que la
distribución de los bienes se recolecta en una mano y se realiza por medio de la costumbre, la ley
o una decisión central» (Polanyi, 1968). La reciprocidad sería el movimiento mutuo de bienes entre
personas o grupos, mientras que la redistribución estaría constituida por los movimientos
centralizados de bienes que implican la recolección de los mismos en manos de un miembro de la
población y el ulterior reparto entre los miembros del grupo.
En las economías sin mercado, las dos formas de integración -reciprocidad y redistribuciónusualmente aparecen juntas.
La reciprocidad tiene lugar dentro de la unidad domestica, pero la unidad doméstica no funciona
únicamente con base en la reciprocidad, sino que en la unidad doméstica se encuentra también el
principio de redistribución, y especialmente la redistribución del trabajo está presente con mucha
frecuencia.
Se toma como punto de partida la unidad doméstica en cuanto que se considera a ésta no sólo
como un redistribuidor de los bienes y servicios, sino como un lugar en el que de alguna manera
se redistribuye el trabajo. Lo dicho para las unidades domésticas puede ser afirmado sin ningún
tipo de modificación de lo que podríamos llamar «economía comunal» o, usando un término hoy
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día más aceptado, «economía social». En el caso de esta economía parece menos frecuente lo que
hemos llamado distribución del trabajo, aunque es un fenómeno que está presente. Lo que parece
más frecuente como principio articulador es la reciprocidad y la redistribución de bienes.
Parece conveniente dar una definición de casa o unidad doméstica tal y como aquí vamos a
entenderlas. La más exacta y útil analíticamente es la definición de C.H. Wood (1981). Él define la
casa como «un grupo que asegura su mantenimiento y reproducción generando y disponiendo de
unos ingresos comunes». Como tal, la casa se diferencia, pero no la excluye, de la familia, de los
grupos que residen juntos y de las estructuras de parentesco. El carácter dinámico del
comportamiento de la casa puede conceptualizarse como una serie de «estrategias de sustento»
por medio de las cuales la casa o unidad doméstica intenta activamente conseguir una adecuación
entre sus necesidades de consumo, su fuerza de trabajo y las alternativas para generar recursos
(monetarios y no monetarios).
Según los análisis marxistas sobre la razón para la existencia de la casa o unidad domestica, es
que perviven porque son útiles para los intereses del capitalismo. Según J. Humphries, .”La
preservación de las relaciones de no mercado dentro de la familia aparece no como un resto
obsoleto de un modo de producción menos desarrollado ni como una anomalía sociológica, sino
como resultado de la lucha de los trabajadores”.
Un elemento que estos autores no consideran es el papel del Estado. Como dice Portes (1983),
«existe un sector formal porque el Estado ha institucionalizado los resultados de la lucha de clases
en forma de legislación laboral». Lo que hace que lo que hemos llamado economía doméstica,
economía comunal y trabajo desprotegido puedan ser considerados como pertenecientes al sector
informal de la economía es precisamente que no están protegidos y regulados por el Estado.
Polanyi (1944) hace una observación que tiene mucho interés. Según él, «la historia social del siglo
XIX era el resultado de un movimiento doble: la extensión del principio del mercado con respecto a
las mercancías ficticias. Mientras que, por una parte, los mercados se extendieron por la faz del globo
y la cantidad de bienes implicados creció en proporciones increíbles, por otra parte, un conjunto de
medidas y regulaciones se integraron en instituciones poderosas que ponían cortapisas a la acción del
mercado con respecto al trabajo, la tierra y la moneda».
El trabajo en el sector formal es fruto de una «imperfección» del mercado que tiene lugar debido a
la intervención estatal. Lo mismo se podría decir de la «economía doméstica» y de la «economía
social» o comunal. En este caso, tampoco se da una penetración de los principios del mercado, y
esto por dos motivos. En primer lugar, porque, como subrayaba Polanyi, los procesos económicos
están incrustados (embedded) dentro de las instituciones sociales que los moldean y son
moldeadas por ellos. La misma lucha de las clases trabajadoras que ha impedido la penetración de
los principios del mercado en la organización del trabajo asalariado, ha impedido la penetración de
estos mismos principios dentro de la economía doméstica y la economía comunal que, en gran
medida, han permanecido regidas por principios diferentes a los del mercado.
El único lugar en donde se podría afirmar que los principios del mercado han penetrado totalmente
sería en el trabajo asalariado de carácter informal.
El SI no es un fenómeno precapitalista de carácter transitorio que desaparecerá con la penetración
del capitalismo en todas las esferas de actividad, ni tampoco se trata de formas precapitalistas
recreadas, trasformadas y revividas por el capitalismo dominante. No se trata de esto; cierto tipo
de economía domestica y comunal, aunque existentes previamente a la aparición del capitalismo,
han adquirido formas de articulación distintas con su aparición.
II. SECTOR INFORMAL Y UNIDADES DOMÉSTICAS
Todo el mundo estaría de acuerdo en que un elemento fundamental en el estudio del sector
informal sería el análisis de las unidades domésticas. Es importante comprender la interrelación
entre unidades domésticas y trabajo en el sector informal. Si admitimos la definición de Wood
(1981), según la cual la unidad doméstica o casa es «un grupo que asegura su mantenimiento y
reproducción generando y disponiendo de unos ingresos comunes», término que preferimos al de
casa, dado que esta denota un fenómeno más bien espacial, entonces la unidad doméstica se
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distinguiría al menos conceptualmente de la familia. Se trata de familia cuando se parte de las
relaciones, culturalmente definidas, de nacimiento, adopción o matrimonio, es decir, de lo que de
una manera amplia se puede llamar parentesco. La noción de unidad doméstica se refiere más
bien a las tareas de producción o consumo en cuanto que se comparten dentro del grupo
doméstico. Aunque lo más frecuente es que la unidad doméstica se identifique con algún tipo de
familia, sin embargo esto no tiene por qué ser siempre así. Además, el considerar la corresidencia
como un elemento fundamental de la noción de unidad doméstica puede llevar consigo
empobrecer enormemente el análisis ya que quizás los miembros más importantes de muchas
unidades domésticas son aquellos que no residen: trabajadores emigrantes, artesanos ausentes
en los períodos en los que no hay trabajo en la agricultura, los comerciantes ambulantes, los
estudiantes que están fuera…pueden considerarse como miembros de la unidad doméstica a la
cual envían bienes y servicios vitales.
La insistencia en suprimir la residencia común como un elemento fundamental de la definición se
debe a que entre las estrategias básicas de las unidades domésticas que están comprometidas en
el trabajo dentro del sector informal están las «estrategias de movilidad» o estrategias de tipo
migratorio, que en última instancia no son más que un medio de diversificar y multiplicar las
posibilidades de empleo y, en última instancia, de aumentar un poco los recursos.
Estrategias de las unidades domésticas
El origen del concepto de estrategia de las unidades domésticas es de los científicos sociales de
América Latina (l. Duque y E. Pastrana, 1973). El término estrategia pone de relieve el papel activo
y productivo de los grupos más pobres dentro de la sociedad. Tanto en los análisis basados en la
teoría de la pobreza, como los primeros estudios sobre la «marginalidad», los pobres aparecían
como un conjunto de seres pasivos, incapaces de reaccionar ante su situación. En contraposición,
la noción de estrategia subrayaba el papel activo y creador de estos grupos. Desde este punto de
vista, este concepto representa un avance, en cuanto que subraya la capacidad de los pobres para
cambiar su situación y obtener lo necesario para la supervivencia, recurriendo a los recursos
mínimos que la situación económica ofrece.
Yanagisáko (1984) afirma que no hay nada que objetar a que se piense que «en todas partes la
gente, incluyendo a los pobres en las ciudades dependientes del tercer mundo, actúan de una
manera estratégica a su favor, en vez de aceptar pasivamente su destino económico o residencial.
Sin embargo, no se puede estar de acuerdo con la transferencia de conciencia y volición a las
unidades domésticas. Esta transferencia se basa en la pretensión de que todos los miembros de la
unidad doméstica comparten los mismos fines y estrategias o, si esto no es así, que algunos de los
miembros (especialmente las mujeres y los niños) son tan importantes que sus acciones están
determinadas por los fines y estrategias de otros (la mayor parte de las veces de los hombres
adultos)».
Pero se puede caer en el error de considerar las unidades domésticas como un lugar de consenso
absoluto entre todos sus miembros. El mismo defecto estriba en pensar en la unidad doméstica
como el lugar de la realización de la igualdad total. El análisis de los fenómenos de la edad y del
género descubre fenómenos de jerarquización y de explotación. A pesar de esto, los conceptos de
unidad doméstica y de estrategias de la unidad doméstica sirven de puente entre el análisis de
carácter metodológicamente individualista y el análisis más macroestructural.
Además de esto, y para que se pueda hablar de estrategias de la unidad doméstica, hay que
pensar que esta es, después del individuo, la realidad más grande dentro del mapa social. Con ello
se quiere decir que la unidad doméstica es una unidad social que es algo más que la suma de las
partes que la integran.
La unidad doméstica es un lugar para la expresión de papeles y conflictos de la edad, del género,
del parentesco, de la producción y de la reproducción, así como de la cooperación económica
entre unos miembros y otros. Desde este punto de vista, se puede hablar de decisiones tomadas
por la unidad doméstica. Las decisiones acerca del matrimonio, de construir una vivienda o de
emigrar no son, con frecuencia, puras decisiones individuales, sino decisiones de la unidad
doméstica, lo que no quiere decir que estas decisiones sean fruto del consenso, no pudiendo
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excluirse que la decisión sea fruto del ejercicio del más puro autoritarismo dentro de estas
unidades domésticas.
El caso de Leganés
En la población de este barrio aparecían dos tipos de organización de la unidad doméstica que
podemos llamar unidad doméstica de carácter centrífugo y unidad doméstica de carácter
centrípeto, no como una clasificación dicotómica, sino como dos tipos ideales entre los cuales se
colocan las unidades domésticas estudiadas.
La unidad doméstica de tipo centrífugo viene representada por aquellos grupos que
comparten los recursos y en los que esta unidad funciona más bien como una base de operaciones
a partir de la cual sus miembros ejercen una diversidad enorme de actividades. La división del
trabajo entre los diversos miembros es muy flexible, de tal manera que cambian frecuentemente
de trabajo sin que estos cambios produzcan ningún tipo de trauma. Con frecuencia, algunos
miembros de estas unidades no residen con los otros miembros, lo cual implica que la unidad
doméstica es una unidad dispersa.
En la unidad doméstica de tipo centrípeto, tanto la gama de actividades como el número de
personas que trabajan es mucho menor, con frecuencia trabaja una o a lo sumo dos. No se da
tanta flexibilidad en la división del trabajo como en el otro tipo, dado que los que trabajan cambian
poco o a intervalos largos de trabajo. También en este caso se da el fenómeno de compartir los
recursos, aunque el sistema es bastante distinto del sistema utilizado en el caso anterior.
En los casos estudiados en Leganés encontramos que cuanto mayor es la participación de las
unidades domésticas en los trabajos del sector informal, más se acercaban al tipo de unidad
doméstica centrífuga y, a la inversa, cuanto mayor era la participación de la unidad doméstica en
el trabajo dentro del sector formal más se acercaba al tipo de unidad doméstica de tipo centrípeto.
Refiriéndonos al problema de la distribución de los recursos dentro de la unidad doméstica, no
basta con afirmar que los recursos se comparten y distribuyen.
Lo que aquí ocurre realmente es un sistema de crédito doble. Por una parte, existe un crédito que
cada uno de los miembros ofrece al resto, o a la unidad doméstica en su conjunto. Este crédito es
devuelto hasta cierto punto. Pero además de esto existe también el crédito que la unidad
doméstica ofrece de vez en cuando a cada uno de los miembros, ya sea porque él tiene que hacer
una pequeña inversión o por otros motivos.
Como decíamos antes, la situación es esencialmente dinámica y, si no se analizan los fenómenos
desde un punto de vista diacrónico, se puede presentar una descripción que afirme que lo que se
da es un fondo común o, si la unidad doméstica es analizada en una situación distinta, puede dar
la impresión de que todo el sistema consiste en repartir a cada uno según su contribución. Por
este motivo es fundamental considerar los fenómenos a lo largo del tiempo, y entonces es cuando
el sistema aparece.
Para que este sistema funcione es necesario que los miembros de la unidad familiar permanezcan
dentro de ella lo más posible. Este intento por mantener la «cohesión económica» de la unidad
doméstica a toda costa sería lo que explica por qué en situaciones como esta encontramos con
tanta frecuencia miembros de la unidad doméstica que residen espacialmente fuera de la misma, o
incluso muy alejados, que contribuyen y comparten los recursos con ella
La movilidad hacia arriba en estas circunstancias se presenta como una experiencia muy
preocupante. Para salir y subir, una persona tiene que dejar de compartir, lo cual va en contra de
la familia.
la red de relaciones es mucho más intensa y duradera dentro de las unidades domésticas de
carácter centrífugo. en la economía informal a quién se conoce es tan importante como qué se
conoce. Lo que queremos subrayar aquí es que esta economía social, o lo que otros autores
llaman economía comunal, es una economía como las otras. Uno de los elementos fundamentales
dentro de ella son las relaciones que son en sí mismas recursos, bienes económicos que se activan
en razón de las diversas circunstancias. Son recursos porque proporcionan información, trabajo,
ayuda y también consuelo en las condiciones difíciles.
Este fenómeno de la inserción de la unidad doméstica en esa red grande de relaciones sociales es
lo que da el carácter centrífugo a la unidad doméstica.
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la «formalización» de la organización del trabajo que se obtiene como resultado de esas luchas de
los trabajadores representaría a un cierto nivel la preservación dentro de la unidad doméstica de
relaciones distintas de las mercantiles. A la inversa, la informalización de los procesos productivos,
por paradójico que pueda parecer, representaría una mayor penetración de las relaciones
domésticas por parte de las fuerzas del mercado. Como afirmaba Rayna Rapp, no existe distinción
entre lo privado y lo público, entre las relaciones de producción y trabajo y las relaciones
domésticas. Habría que preguntarse si en estas unidades domésticas de carácter centrífugo no se
han roto las barreras entre procesos económicos domésticos y el mercado general, de tal manera
que sea este el que con su lógica lo dirige ya realmente todo.
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