4. conclusiones.

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FACULTAD DE CIENCIAS AGRICOLAS.
Universidad de
Córdoba,
comprometida con
el desarrollo
regional.
NIT 891080031-3
ENFOQUE CURRICULAR EN LAS FACULTADES DE CIENCIAS AGRICOLAS.
TEOBALDIS MERCADO FERNANDEZ1.
RESUMEN.
La revisión y ajustes de los currículos se realiza con base en los cambios en el entorno
respecto a la globalización de la economía y la cultura, los retos que implica para las
instituciones de educación superior proponer alternativas de solución a la situación del
sector agroalimentario, la normatividad de cada país en el sistema educativo y la
búsqueda de la estandarización nacional e internacional de los planes de estudios
mediante la flexibilidad y la formación en competencias, con el propósito de que puedan
minimizar los efectos de la contaminación, restauración y
conservación de la
biodiversidad, a fin de enfrentar los retos asociados con la producción de alimentos,
seguridad alimentaría, desarrollo socioeconómico, sostenibilidad para garantizar su uso
por las futuras generaciones y competitividad para el desarrollo económico.
Palabras claves: Currículos, globalización, agroalimentario, flexibilidad y competencias.
1. INTRODUCCION.
A partir de la inserción de nuevos paradigmas en la vida moderna, impulsados por el
avance en las comunicaciones y la globalización de los mercados; a nivel nacional e
internacional se han experimentado algunos cambios en la formación de profesionales
para el sector productivo, por lo anterior se plantean algunos aspectos del desempeño
profesional de las Ciencias Agrícolas frente a la competitividad, equidad y sostenibilidad;
a través del enfoque del currículo.
1
Profesor Facultad de Ciencias Agrícolas, Universidad de Córdoba, Colombia.
Coordinador Acreditación y Currículo Programa de Ingeniería Agronómica, Universidad de Córdoba, Colombia.
Ingeniero Agrónomo, Especialista en Manejo de Suelos y Aguas, Universidad de Córdoba, Colombia.
Magíster en Hidrociencias, Colegio de postgraduados, Montecillos, México.
La globalización como mecanismo para abrir las fronteras de los mercados de la cultura,
el dinero, la técnica y el consumo de bienes y servicios, transformó el espacio y el tiempo
de lo cotidiano, hasta llegar a las transacciones virtuales. Históricamente la
Competitividad ha estado presente en el desarrollo de las actividades económicas,
evolucionando al ritmo que las circunstancias políticas que el mundo le va exigiendo. La
promoción de la competencia entre las naciones y entre las empresas, tiene sentido en el
proceso de nuevo orden económico internacional, con economías abiertas o
internacionalización de las economías.
2. CONTEXTO.
Los elementos que describen la situación competitiva de un país son: Economía
doméstica, internacionalización, gobierno, finanzas, infraestructura, administración o
gerencia, ciencia y tecnología y capital humano. El concepto de competitividad relaciona
todos los factores que condicionan el proceso productivo, aunque los analistas sugieren la
competitividad desde el punto de vista de las naciones y empresas. La competitividad
esta relacionada con factores externos e internos; dentro de los cuales se pueden
mencionar los siguientes:
Factores externos:
1. Macroeconómicos (políticas cambiaria, monetaria y fiscal).
2. Infraestructurales (disponibilidad y calidad de servicios públicos, transporte y
servicios tecnológicos).
3. Habilidades laborales, capacitación y desarrollo tecnológico.
4. Grado de desarrollo de las instituciones públicas y privadas.
5. Tendencia del mercado de los productos.
6. Acuerdo internacionales de bloques de países.
Factores internos:
1.
2.
3.
4.
5.
6.
Factores financieros (capital invertido y formación de capital).
Capacidad de innovación tecnológica.
Eficiencia en el uso de los recursos.
Calidad del recurso humano.
Calidad del producto.
Conocimiento e información sobre el mercado.
En los próximos 20 años las características del entorno se agrupan en cuatro temáticas,
las cuales influyen con el desempeño de los profesionales de las Ciencias Agrícolas.
A. Socioeconómicas.
1.
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3.
4.
Mayor concentración de la riqueza.
Aumento de los niveles de consumo, inducido por la publicidad.
Presencia de empresas de procesamiento de alimentos en el campo.
Mayor desarrollo integral del talento humano.
5. Mayor control del aumento de la población.
6. Mayor desempleo en el sector rural.
B. Comerciales.
1.
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3.
4.
Consolidación de un modelo globalizado de comercio en bloques económicos.
Mayor dependencia de los países industrializados.
Mayores exigencias ambientales.
Mayor exigencia de calidad en la producción de alimentos y materias primas.
C. Científico tecnológicas.
1. Desarrollo gigantesco de las Ciencias Básicas y Aplicadas, especialmente la
Biotecnología.
2. Mayor desarrollo de las comunicaciones e informática en todas las actividades del ser
humano, incluyendo la educación y el manejo del mercado.
3. Desarrollo tecnológico avanzado pero desequilibrado, debido a que habrá alta
producción de alimentos pero con acceso no equitativo a ellos por parte de la
población.
D. Recursos.
1.
2.
3.
4.
Restricción de los recursos naturales, renovables y no renovables.
El mar será la principal despensa del mundo.
Desarrollo de nuevos recursos energéticos.
Aprovechamiento integral de los recursos, a partir de la utilización de desechos.
Un aspecto relevante a tener en cuenta en el sector agrícola es la seguridad alimentaria,
según la FAO. 2007, actualmente en el planeta habitan alrededor de 5.300 millones de
personas y se espera que esa cifra ascienda a 7200 millones de personas para el año
2.010 y a 8.000 millones para el año 2.020. Para los próximos 20 años se espera un
aumento poblacional que puede ser superior en por lo menos 300 millones al reportado
para los 20 años precedentes. Un 90% de ese crecimiento de la población se concentrará
en el mundo en desarrollo. Hoy se estima que la población desnutrida del mundo es del
orden de 800 millones de personas y se calcula que para el 2.010 esa cifra podría
situarse en aproximadamente 650 millones. Algunas previsiones sostienen que para el
año 2.025 alrededor de un 60% de la población de la mayoría de las naciones en
desarrollo se encontrarán en los cascos urbanos, correspondiendo esas estimaciones en
el caso de América Latina y el Caribe a un 80%. En razón a que nuestra población es
cada vez mas creciente se demandará mayor cantidad de alimentos y agua, por lo tanto
es menester en la formación de de los profesionales de las Ciencias Agrícolas que
puedan minimizar los efectos de la contaminación, restauración y conservación de la
biodiversidad, a fin de enfrentar los retos asociados con la producción de alimentos,
seguridad alimentaría, desarrollo socioeconómico, sostenibilidad para garantizar su uso
por las futuras generaciones y competitividad para el desarrollo económico.
3. ENFOQUE CURRICULAR EN LAS FACULTADES DE CIENCIAS AGRICOLAS.
La preocupación por el problema ambiental, producción de alimentos y materias primas
ha venido ganando espacios de reflexión dentro de nuestra sociedad y ha sido discutida
en importantes foros internacionales. Respecto a las implicaciones que el desarrollo
sostenible, tiene en la formación de los profesionales del sector agrícola es evidente, que
el cambio requiere modificaciones no solamente de contenidos en los cursos; es
necesario modificar todo un patrón cultural desarrollado a través del tiempo. Para esto
debemos apoyarnos en los nuevos enfoques de estructuración curricular, nuevos
contenidos, nuevas formas de organización administrativa y renovadas formas de
vinculación entre academia, Estado y Sector privado.
El perfil profesional de los egresados de las facultades de Ciencias Agrícolas, para enfrentar el
entorno futuro, se enmarca dentro de los siguientes aspectos:
1. La necesidad de formar un profesional integral, con alta formación ética, moral y
humanística y con una metodología coherente, tanto para abordar el planteamiento y
solución de los problemas como para el autoaprendizaje a partir del conocimiento
desarrollado histórica y socialmente.
2. El profesional del futuro tiene que actuar permanentemente dentro de esquemas de
investigación y de creatividad.
3. Como bagaje de conocimientos importantes parta su desempeño, se considera que
éste profesional debe tener un amplio conocimiento de las ciencias básicas y
aplicadas, manejo amplio de la informática y conocedor de idiomas extranjeros que le
abran posibilidades de acceso a otras fuentes y niveles de conocimiento.
Los procesos de educación e investigación han sido definidos por las Naciones Unidas
como estrategias prioritarias, para que los países en vía de desarrollo puedan de algún
modo defender su seguridad alimentaria, sus recursos naturales y competir con algún
éxito dentro del nuevo reagrupamiento económico, social y ambiental de los países en la
nueva “Aldea Global”.
En América Latina existen aproximadamente 500 instituciones que ofrecen formación
superior en ciencias agrícolas, de las cuales muchas han logrado contribuir en forma
acertada al modelo de agricultura empresarial y de exportación, pero no han logrado
llegar a la gran mayoría (78%) constituida por los pequeños agricultores.
El reto de las facultades de ciencias agrícolas es formar profesionales que estén
preparados técnicamente para trabajar con todos los estratos de agricultores de modo
que tengan reales y efectivas oportunidades de modernizarse y de ser eficientes y
competitivos; especialmente en los actuales momentos de desarrollo globalizado que
viven los países de la región. La dificultad para el logro de este buen propósito esta en
que la agricultura a pequeña escala no puede ser una miniatura de la agricultura
comercial y de exportación; ya que sus requerimientos y estrategias son diferentes.
En los actuales momentos aunque siguen algunas limitaciones de las décadas anteriores,
las facultades de ciencias agrícolas han incorporado un proceso de modernización
partiendo de la hipótesis de que adoptar las tecnologías probadas en los países
desarrollados permitiría ingresar al progreso científico mundial, asimismo se partió de la
base que las tecnologías adecuadas para los grandes agricultores también deberían serlo
para los pequeños; hoy día se ha comprobado que ambas hipótesis no se confirmaron en
la práctica.
Posteriormente se avanza a una etapa donde los programas de estudios están
recargados de asignaturas, algunas de escasa relevancia o aplicabilidad para el ejercicio
de la mayoría de los profesionales y para las necesidades de la mayoría de los
agricultores. Si a la poca relevancia de las asignaturas se le agrega la inadecuada
asignación de contenidos programáticos y si estos son entregados en forma teórica y con
métodos didácticos inadecuados, se produce entonces un complejo cuadro de
deficiencias.
Hoy día se persigue una educación superior agrícola con equidad y sostenibilidad, lo cual
implica un conjunto de acciones que deben materializarse en el incremento y
sostenibilidad de la producción y productividad agrícola; condiciones necesarias para el
mejoramiento de la calidad de vida de las familias rurales. De acuerdo a lo anterior la
educación superior le corresponde formar profesionales capaces de promover el
crecimiento agrícola con equidad y sostenibilidad, esto sin embargo, no puede ser un
lirismo que se mantiene sólo en un plano teórico y abstracto, este desafío deberá
centrarse en desarrollar las potencialidades latentes de los agricultores para que manejen
eficientemente los recursos que realmente poseen y para que protagonicen la solución de
sus propios problemas, con menor dependencia de decisiones de gobierno. Este reto de
un desarrollo más equitativo y sostenible compromete a las facultades a responder en sus
programas educativos, de investigación y extensión.
La competencia en el sentido de la formación profesional, se definen como “Saber hacer
en un contexto” aplicando un conocimiento condicionado social y culturalmente. La
formación por competencias vuelve a tener significado e importancia a partir de la década
del noventa optando por utilizar procedimientos evaluativos que estuviesen en
condiciones de captar el proceso educativo en toda su dimensión social.
Los ajustes del plan de estudios parten del desempeño laboral de los egresados, en
términos de las competencias profesionales que los empleadores evalúan el conjunto de
conocimientos, habilidades, destrezas, actitudes, sentimientos y valores, para
desempeñar con éxito o con determinado nivel de perfección, una tarea o un conjunto de
tareas actividad, oficio o trabajo. Por otra parte las competencias pueden expresarse
como el conjunto de características para determinar límites, contornos técnicos,
profesionales y ocupacionales de áreas, en los casos de las empresas que evalúan el
desempeño.
El Concepto de competencia es el conjunto de comportamientos observables que
facilitan el desarrollo eficaz de una determinada actividad laboral. En otros términos se
verifica la “Unión integradora y armónica de los elementos en el desempeño de una
actividad laboral concreta”.
Los estudios recientes sobre el perfil de los profesionales del sector agropecuario
orientan el enfoque para la formación profesional en tres aspectos fundamentales.
1. Competencias laborales genéricas, que implican saberes y destrezas generales a
una gama de ocupaciones relativamente amplias (dentro de una ocupación).
2. Competencias ocupacionales específicas, es decir, saberes y destrezas que
requiere o demanda cada ocupación en particular.
3. Valores y actitudes necesarios para actuar en escenarios o ambientes de trabajo,
algo así como la personalidad del sujeto de trabajo.
Teniendo en cuenta el conocimiento de nuestra fortalezas, debilidades, amenazas y
ventajas comparativas de nuestros recursos naturales y humanos, sin perder de vista los
elementos propios de la globalización (la economía, la educación, el conocimiento, la
libre competencia, la calidad, la competitividad, el talento creador, la racionalidad de los
recursos, el manejo sostenible, las comunicaciones, los procesos multidimensionales y
multidisciplinarios de integración y alianzas estratégicas en comercio, ciencia, tecnologías
de punta), el currículo es un proceso dinámico de construcción colectiva, en función del
cumplimiento de compromiso misional de la universidad con la sociedad.
Son muchas las razones que argumentan ante la necesidad de adoptar modelos
curriculares abiertos y flexibles, a continuación se indican algunas ellas.
1. Acelerados desarrollos científicos y tecnológicos.
2. Exigencias y demandas cambiantes de la sociedad.
3. Entornos y desempeños laborales altamente cambiantes.
4. Alta capacidad acceder al mundo de la información.
5. Desempeños profesionales en diferentes contextos (formación polivalente).
6. Capacidad de raciocinio, criterio, juicio, para tomar decisiones.
7. Capacidad para relacionar saberes y prácticas.
8. Trabajo en equipo.
9. Diseñar proyectos.
10. Capacidad de manejar la incertidumbre.
4. CONCLUSIONES.
Los currículos deben propiciar:
1. Ahondar en una determinada área o campo del núcleo básico y ponerse en
contacto con las tareas investigativas desarrolladas por los docentes, sin
pretender ser una especialización temprana sino una fundamental y enriquecedora
experiencia de trabajo a profundidad.
2. Conocer la realidad social, económica, política, cultural y ambiental en la cual se
inserta la práctica de su profesión o disciplina, componente social y humanístico o
área de formación integral en otros modelos.
3. Permitir que los estudiantes participen en la definición de su propio proceso
formativo, mediante la selección de asignaturas, cursos, seminarios, etc, que
permitan que haya una renovación continúa de los planes de estudio de acuerdo
con las transformaciones sociales, con el desarrollo de los saberes y con la
actividad de investigación de la universidad, sus grupos y profesores. La
organización académica de la universidad deberá permitir que los estudiantes de
distintas profesiones y disciplinas puedan compartir dichos cursos, seminarios y
demás actividades académicas.
4. Conocer saberes propios de disciplinas y profesiones diferentes a las suyas y que
a juicio del estudiante le posibilitan un abordaje multidisciplinar e interdisciplinar en
problemas propios del ejercicio de su profesión o disciplina.
5. Estimular la participación activa y directa del estudiante en su aprendizaje,
fomentando de manera creciente su trabajo autónomo.
6. Dar oportunidad para que el estudiante defina, de conformidad con sus intereses y
necesidades, su ruta de formación profesional.
7. Estimular una mayor autonomía en el estudiante en lo referente a la definición de
los ritmos y secuencias de aprendizaje.
8. Fomentar la autonomía del estudiante para elegir actividades formativas que
respondan de modo directo a sus intereses y motivaciones personales.
9. Fomentar la producción y el acceso a diferentes experiencias de aprendizaje
flexible.
10. Facilitar una clara organización de los deberes del estudiante en los períodos
académicos que fije la institución.
11. Ajustar los procesos de formación a las diferencias individuales de los estudiantes.
12. Facilitar la movilidad y las transferencias de los estudiantes dentro de y entre las
instituciones de educación superior.
13. Favorecer los procesos de convalidación de estudios y de homologación de títulos
obtenidos en el exterior.
5. BIBLIOGRAFIA.
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CEGA. Bogotá DC.
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