Huntington - Choque civilizaciones

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El choque de civilizaciones y la reconfiguración del orden mundial
Samuel Phillips Huntington (1927), es un politólogo estadounidense que ejerció de profesor de Ciencias Políticas en la
Universidad de Harvard. La obra que ha puesto Huntington en la lista de los investigadores actuales más influyentes es
"El choque de civilizaciones y la reconfiguración del orden mundial", de 1996.
Este libro está basado, y así lo hace saber S. P. Huntington, en un influyente artículo que "ha configurado la totalidad
de los debates políticos de estos últimos años" (Foreign Policy), donde presenta un informe incisivo y profético, en la
línea del Francis Fukuyama, quien en su obra cumbre “El fin de la historia y el último hombre”, también analizaba las
distintas formas adoptadas por la política mundial tras la caída del Muro de Berlín. En ese artículo, nuestro autor
defendía que “La política mundial está entrando en una nueva fase en la que la fuente fundamental de conflictos no
será ideológica ni económica; las grandes divisiones de la humanidad y las principales fuentes de conflictos serán
culturales, entre naciones y grupos de civilizaciones diferentes." (Samuel P. Huntignton: "El Choque de
Civilizaciones", artículo publicado en "Foreign Affairs").
El libro está compuesto por cinco secciones en las cuales presenta su análisis de la situación actual:
1. Analiza la confrontación entre las culturas, como nunca antes se había dado en la historia.
2. Discute los diferentes equilibrios que se han dado en el pasado entre las civilizaciones, especialmente la
cristiana y la musulmana: los procesos cambiantes, los resurgimientos y crepúsculos a los cuales se ven
sometidas en las diferentes eras de la historia.
3. Presenta la evolución de las culturas emergentes.
4. Las confrontaciones entre las civilizaciones, en especial entre la Occidental y la Islámica y sus
manifestaciones más sobresalientes: Afganistán, la guerra del Golfo Pérsico, China, Norteamérica y sus efectos
en los derechos humanos, la economía y la política.
5. Analiza el futuro de las civilizaciones, para concluir en una renovación de la occidental, basado en los
atributos comunes de las civilizaciones, procurando establecer un nuevo orden mundial.
Samuel Huntington inicia su texto presentando como durante las décadas de la guerra fría, los conflictos mundiales
tenían raíces de orden ideológico y económico; pues inicialmente el planeta estaba configurado en dos bloques: el
occidental o capitalista y el bloque comunista o socialista; y posteriormente, se formó un tercer bloque, el de los
denominados “países no alineados”.
Con la caída del bloque socialista era de esperarse que el bloque occidental se impusiese plenamente, pero no ha sido
así del todo, sino que, contrariamente, ha emergido un mundo plural, un mundo de civilizaciones. La fuente
fundamental de conflictos en el universo posterior a la guerra fría, según Huntington, no tiene raíces ideológicas o
económicas, sino más bien culturales: “El choque de civilizaciones dominará la política a escala mundial; las líneas
divisorias entre las civilizaciones serán los frentes de batalla del futuro". Y, a medida que la gente se vaya definiendo
por su etnia o su religión, Occidente se encontrará más y más enfrentado con civilizaciones no occidentales que
rechazarán frontalmente sus más característicos ideales: la democracia, los derechos humanos, la libertad, la soberanía
de la ley y la separación entre la Iglesia y el Estado. Así, Samuel Huntington -al tiempo que presenta un futuro lleno de
conflictos, gobernado por unas relaciones internacionales abiertamente "desoccidentalizadas"- acaba recomendando un
más sólido conocimiento de las civilizaciones no occidentales, con el fin, paradójicamente, de potenciar al máximo la
influencia occidental, ya sea a través del fortalecimiento de las relaciones entre Rusia y Japón, del aprovechamiento de
las diferencias existentes entre los estados islámicos o del mantenimiento de la superioridad militar en el este y el
sudeste asiáticos.
¿Cuáles son las civilizaciones emergentes que resalta Huntington? Él plantea que es evidente que se constata el resurgir
islámico (muchos países que en las décadas de la guerra fría asumían el marxismo-leninismo o que formaban parte de
los países no alineados, actualmente -nos dice- encuentran su identidad y esperanza en el Islam), la civilización china
(la milenaria China recupera el confucionismo, la concepción de la vida del maestro Confucio, del siglo VI antes de
Cristo), la civilización japonesa o nipona (formada a partir de la China pero con tradiciones propias), la civilización
hindú (que tiene un núcleo cultural de más de tres mil quinientos años), la civilización ortodoxa (emparentada con la
Occidental pero que subraya las diferencias), también la civilización budista y, con futuro impreciso, la civilización
africana y la latinoamericana.
El politólogo norteamericano, se centra en el análisis de los conflictos que se iniciaron en Europa Oriental entre grupos
religiosos y etnias representativas de culturas diferentes a los predominantes en Occidente, verbigracia, en la antigua
Yugoslavia, y en el conflicto entre Turquía y el pueblo Kurdo.
Dentro de sus planteamientos, el autor estudia las características de las ocho culturas que define en su libro, diferentes a
la Occidental y dentro de las cuales incluye la latinoamericana, como un medio para comprender su evolución durante
la guerra fría, durante el cual estas culturas estuvieron contenidas, y propone medios para el fortalecimiento de las
relaciones políticas y económicas Occidente-Oriente para potenciar las vías de comprensión y aceptación de las
diferencias y así lograr desarrollar un proceso de convivencia dentro de un nuevo orden mundial.
Este nuevo orden, según S. P. Huntington, tiene sus riesgos. Las civilizaciones emergentes se consideran superiores a la
de Occidente, con valores morales más auténticos. Por eso él prevé que, por vía del desafío demográfico (el 2025 más
del 25% poblacional mundial será musulmana) o por vía del crecimiento económico (el 2025 Asia incluirá siete de las
doce economías más fuertes del planeta) o por vía de la militancia creando inestabilidad, el poder y los controles de la
civilización occidental se desplazarán hacia las civilizaciones no occidentales. Así, un choque de civilizaciones, de estas
civilizaciones arraigadas a religiones, dominará la política a escala global: en las fronteras entre civilizaciones se
producirán las batallas del futuro. Por eso, Huntington dirá que “estamos asistiendo «al final de una era de progreso»
dominada por las ideologías occidentales, y estamos entrando en una era en la que civilizaciones múltiples y diversas
interaccionarán, competirán, convivirán y se acomodarán unas a otras".
El retorno a las culturas autóctonas o indigenización dificulta hablar de principios éticos y valores universales. Para
muchos chinos y para muchos musulmanes la democracia y la misma Declaración Universal de Derechos Humanos son
creaciones occidentales, no universales. Ante esta tensa situación, si se quiere evitar peligrosos enfrentamientos, es
urgente buscar los atributos comunes en todas las civilizaciones, es decir, tenemos que perseguir, aceptando la
diversidad y la moralidad mínima que se deriva de la común condición humana.
La secuencia sería: grandes peligros por la expansión no occidental, pero enorme capacidad de respuesta de Occidente,
conquistando nuevos espacios planetarios. Huntington usa términos tales como: "interés nacional", "valores de Estados
Unidos", "intereses de Estados Unidos" y expresiones similares, todas ellas concentradas en los resultados, casi siempre
favorables, a las perspectivas de Estados Unidos, pues todas las definiciones de lo no occidental suelen ser tácitas o
expresamente críticas. Por ejemplo al referirse a Japón dice que son de los más rápidos para ceder ante force majeur (en
francés en el original) y cooperar con lo que entienden moralmente superiores y los más rápidos para rechazar el abuso
de una hegemonía en retirada, moralmente débil, le califica de oportunistas, y para desmarcarse, más oportunistas
todavía. Huntington concede un papel medular a las religiones en las formaciones civilizaciones. Hablando de América
Latina festeja el avance protestante arrebatando territorios a los cultos tradicionales católicos; lo cual interpreta como
una aproximación de "la civilización latinoamericana" a la modernidad; no a Estados Unidos, desde donde proviene el
grueso de las misiones protestantes que transitan desde hace algunas décadas los países vecinos.
El autor fundamenta muy bien estas tesis de origen cultural, religioso, civilizatorio que dejan de lado casi por completo
los postulados económicos y políticos como explicación a la reestructuración del orden mundial, de manera que uno
puede ser conducido implícitamente a aceptar los criterios de Huntington sin vacilaciones.
La convicción de Huntington de que es necesario que las diferencias existan y preexistan (ya que abogar por la
integración de gente culturalmente distinta, llevaría a una guerra de civilizaciones para dirimir cuál de ellas es la mejor,
terminando todo en la dominación y sometimiento de una sobre otra) puede levantar llagas morales, pero eso, no nos
engañemos, es lo magnífico de este tipo de obras: que uno puede discrepar con un autor, aún teniendo éste grandes tesis
que lo respalden. Leer "El Choque De Civilizaciones" es un estupendo ejercicio para revisar nuestras estructuras
mentales ante la vida y la sociedad en la que vivimos. Es cierto que a Huntington se le podrá criticar, pero nunca
ignorar.
El presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, ha proclamado recientemente en la ONU la
necesidad de “Una Alianza de Civilizaciones entre el mundo occidental y el mundo árabe y musulmán. Cayó un muro dijo-. Debemos evitar ahora que el odio y la incomprensión levanten otro". Ojalá y esta propuesta no sea vana retórica,
ni esnobismo de un conveniente talante. Creo que éste es el camino, no el de la imposición y la guerra, la fuerza y el
desacato internacional.
Para F. Fukuyama el hecho verdaderamente importante a señalar es que la democracia liberal puede constituir el punto
final de la evolución ideológica de la humanidad y, como tal, el Fin de la historia y el hombre, pues la caída del
comunismo y el triunfo de las democracias liberales marcaban el comienzo de la "etapa final" en la que no había más
lugar para largas batallas ideológicas.
S. P. Huntington, El choque de civilizaciones y la reconfiguración del orden mundial, Paidós, Barcelona 1997.
La política internacional tras la caída del muro de Berlín, está entrando en una nueva
fase. Algunos intelectuales vaticinan el fin de la historia, incluso el declive del estado
nacional.
Sin embargo, Huntington considera que la fuente principal del conflicto va a dejar de ser
ideológica y económica.
Hasta la caída del muro, en 1989, los conflictos habían sido ideológicos y económicos, y
ahora se van a producir otros, relacionados sobretodo con la cultura (comprendida como
conjunto de valores, creencias, ideologías y fundamentos de tipo religioso).
Los principales conflictos serán los que surjan entre civilizaciones diferentes.
Las fracturas entre ellas serán las batallas del futuro (Balcanes, Magreb, Oriente
Próximo…).
Siguiendo la evolución histórica, Huntington considera que los conflictos en el mundo
moderno fueron entre monarcas a causa de la expansión de los imperios. Desde la
Revolución Francesa las líneas de conflicto se producen entre naciones hasta la 1ª
Guerra Mundial. Y desde ella, sobretodo con la Revolución Rusa, se dio paso al conflicto
entre ideologías (ej.: el Comunismo frente a la ideología liberal).
Huntington considera también que todos estos conflictos fueron guerras civiles
occidentales (por Occidente, él entiende la civilización cristiana: Norteamérica y Europa).
Con el fin de la Guerra Fría, la política de naciones sale de su fase occidental y se
convierte en pieza clave de la dinámica política internacional.
La naturaleza de las civilizaciones (cuestionable, porque es de una gran simplificación).
Considera que durante la Guerra Fría el mundo se dividió en 3 partes, “que ahora mismo
son irrelevantes”. Ahora tiene más sentido agrupar no en términos políticos, económicos,
si no en función de su cultura y civilización (establece un vínculo entre ambas)
Huntington asume la CIVILIZACIÓN como la máxima entidad cultural que puede asumir
un individuo, en una escala gradual, en la que se encontrarían también los estadios
correspondientes a pueblos, regiones o países.
Una civilización se deja definir por elementos comunes: lenguaje, historia, instituciones,
costumbres, religión, y por la auto identificación subjetiva de los propios individuos.
Considera que la civilización es lo que más engloba, el ámbito más comprensivo. Y define
al individuo en base a grados de identidad.
El cambio en la identidad se manifiesta sobretodo en la lengua, pero también en otras
cosas, como las cuestiones del cambio por el mestizaje cultural.
Las fronteras entre civilizaciones nunca son nítidas, pueden involucrar a un gran
número de personas (caso de China), o pequeño. Puede englobar a varias naciones.
Huntington perfila dos grandes variantes dentro de la civilización occidental: Europea y
Norteamericana.
Las civilizaciones también son dinámicas: Se encumbran y caen, se separan, se mezclan,
o desaparecen.
¿Por qué se produce el choque?
Huntington destaca las siguientes civilizaciones:
- Occidental (judeo-cristiana, aunque con valores también del campo laico, etc.)
- Confuciana
- Japonesa
- Islámica
- Hindú
- Eslavo-ortodoxa
- Latinoamericana
- Africana (Y Africana-Subsahariana)
1 – De acuerdo con su teoría, las batallas más serias del futuro se librarán a lo largo de
las líneas de fractura culturales que separan a estas civilizaciones. Por una parte, porque
las diferencias entre civilizaciones son BÁSICAS (las plantea como algo casi biológico).
2 – Pone el acento en la religión: diferentes puntos de vista sobre las relaciones entre
los hombres, y opiniones distintas sobre la relativa importancia de los derechos y las
libertades. Estas diferencias son producto de siglos y son mucho más fundamentales.
No significan conflicto, ni éste necesariamente implica violencia. Pero otras diferencias
han sido las causantes de los conflictos más duraderos y más violentos.
GLOBALIZACIÓN. Ha estimulado las interacciones entre pueblos, que ha intensificado la
conciencia de las diferencias y los rasgos comunes dentro de la propia civilización.
Incremento de la identidad cultural. Los individuos adquieren conciencia de civilización.
3 – El proceso de modernización económica ha despojado a las personas de sus
antiguas identidades locales, ancladas en la tradición.
Se da un aumento de la identidad en función de la religión.
El crecimiento de esta conciencia es potenciado por el papel de Occidente, considerado
por Huntington como una cima de poder que conduce a que las civilizaciones
occidentales retornen a sus propias raíces.
La condición postmoderna  relativismo (ej: defensa de la libertad > libertad de la
bomba).
Supone una cuestión de base que diferencia a la civilización occidental de la islámica.
4 – Crecimiento de la conciencia sobre la civilización, potenciado por el papel dual de
Occidente (“cima de poder”), tal vez por ello el discurso dual  toma de conciencia
civilizacional en otras civilizaciones.
Por ejemplo, el discurso ilustrado (idea de razón, libertad, etc.), germina en el proceso
histórico occidental, aunque durante mucho tiempo se consideró universal.
La expansión de la ideología ilustrada se ha fundamentado en el imperialismo, el
colonialismo, y la democracia “de la bomba”.
En el pasado, considera Huntington, las ciudades no occidentales recibían una cultura
occidental (educados en universidades europeas).
Al mismo tiempo, la población de las naciones no occidentales permanecía anclada en
una cultura tradicional.
Ahora mismo se están desoccidentalizando las élites, mientras que el pueblo está
adquiriendo hábitos propios de Occidente.
Huntington apunta esta idea, pero no la razona. La búsqueda de la identidad vuelve a las
raíces.
5 – Otra razón del choque son las diferencias culturales: mudables, y por tanto menos
fácilmente resueltas que aquellas de índole económica y política.
6 – El regionalismo económico está aumentando. Por una parte, su éxito en cuanto a la
exportación de la conciencia de civilización. Por otra, sólo podrá triunfar cuando se
encuentre enraizado en una civilización común. Pone el ejemplo de la UE: el hecho de
que coinciden el regionalismo económico, un proceso de integración económica y una
situación de civilización común. Pero esto choca con la situación de globalización.
Las decisiones en cuestiones religiosas crean un “nosotros” frente a un “ellos” 
distinción entre etnias.
Las diferencias en cultura y religión crean diferencias en cuestiones políticas que afectan
a todos los niveles.
En la actualidad, en primer lugar prima la cuestión económica, y después la étnica o
religiosa.
La vecindad geográfica entre civilizaciones da lugar a conflictos (Bosnia, Sur de Rusia –
antiguas repúblicas soviéticas, muchas de ellas musulmanas-, etc.).
Los esfuerzos económicos por parte de las naciones occidentales por mantener sus
intereses, han generado respuestas aversivas en otras civilizaciones.
El choque tiene lugar a dos niveles:
- A pequeña escala: pugna por el control del territorio y entre sí (Conflictos en las
líneas de fractura).
- A gran escala: control de instituciones internacionales y de otros países (Distintos
países).
Líneas de fractura
Huntington considera que están desplazando las fronteras ideológicas y políticas de la
Guerra Fría, como puntos álgidos de crisis.
La desaparición de la división ideológica hizo que apareciera la división cultural entre
cristianismo occidental, cristianismo ortodoxo e islamismo.
Justifica esto con los sucesos de Yugoslavia.
Líneas desarrolladas durante años (1300, concretamente), con la expansión, Islam,
Cruzadas, conflictos otomanos, Norte de África).
Iniciativa: Occidente ejerció el control. Empezó a batirse en retirada > desaparición de los
territorios coloniales > surge el fundamentalismo.
Situación de dependencia energética de Occidente respecto de países como el Golfo
Pérsico.
Huntington considera que la tendencia conflictiva es creciente.
La Guerra del Golfo despertó en los árabes un sentimiento de orgullo, porque Saddam
Hussein invadiera Israel y desafiado a Occidente, pero también aquel de humillación y
resentimiento en el mundo musulmán ante la presencia militar de Occidente y la
incapacidad de los árabes para reaccionar ante la situación. Las relaciones se vieron
complicadas por la demografía, sobretodo en Norteamérica, ha despertado la sensibilidad
política occidental y aumentado la presencia del racismo y las políticas de control de
inmigración, e incluso actos de violencia contra turcos y árabes.
Huntington considera que el Islam históricamente ha entrado en conflicto con
pueblos negros del África subsahariana, en proceso de cristianización. El resultado son
guerras civiles, como Sudán. Conflictos entre árabes y africanos en Chad, distintas
tensiones entre musulmanes y cristianos, por ejemplo en Nigeria.
La modernización de África y la difusión del cristianismo propiciarán el aumento de la
violencia de la civilización islámica, a lo largo de esta segunda línea de ruptura.
En la frontera norte del Islam se han multiplicado igualmente los conflictos. Sobretodo
en Bosnia y repúblicas soviéticas. Temores y miedos en Rusia respecto de sus fronteras
del sur.
Huntington considera que el mundo musulmán ha entrado en conflicto con otros países
asiáticos.
También considera que se ha producido una “lesión a la civilización”: Los grupos
pertenecientes a una civilización en guerra tratan de obtener apoyo de otros miembros de
su civilización.
Las relaciones de cooperación y coaliciones tienden a afianzarse entre las civilizaciones
(Cáucaso, Bosnia…). Estos alineamientos crecerán en el futuro.
“Pocos estados musulmanes apoyaron abiertamente a Saddam, pero adquirió una gran
popularidad en amplios sectores” > discutible.
Los sucesos de Irak y Kuwait atrajeron la atención occidental, sin embargo, el
enfrentamiento entre Bosnia y Croacia no suscitó la misma reacción.
Occidente, afirmaban los musulmanes, usaba la doble norma, El mundo de civilizaciones
en conflicto es inevitable. Esta doble moral se basa en la idea de que los pueblos aplican
una a sus naciones hermanas y otra a los restantes países. “Síndrome de las naciones
hermanas”.
En lo que respecta al conflicto Yugoslavo, occidente mostró su simpatía y apoyo por los
bosnios contra los serbios. Sin embargo, poca atención se prestó a los ataques croatas de
los musulmanes y a su participación en el enfrentamiento de Bosnia. Si bien la opinión
pública occidental se posicionó de lado de los musulmanes, sobretodo contra los serbios,
omitió el hecho de que los croatas católicos cometieron el mismo tipo de masacres.
De hecho, en el primer momento del levantamiento Yugoslavo, Alemania indujo a los
otros países de la UE a reconocer a Eslovenia y a como países independientes.
Se activó este mecanismo de la hermandad entre civilizaciones.
Algo parecido pasó con el gobierno de Boris Yeltsin respecto de los Serbios.
Los gobiernos y grupos islámicos castigaron a Occidente por no apoyar a los bosnios.
Los líderes iraníes presionaron a los musulmanes para que apoyaran a Bosnia, violando
el pacto de la ONU.
Los conflictos ocurren también entre estados dentro de una misma civilización, pero su
resolución es más pacífica. No suelen ser tan violentos ni tan extendidos.
La adhesión entre civilizaciones, considera Huntington, también va en aumento.
Relación de Occidente con el resto de civilizaciones
Occidente ocupa una cima de poder. Quien la ostentaba en primer lugar, la URSS, ya no
existe. No encuentra, pues, ningún desafío.
Control de las instituciones, como el FMI. Las instituciones económicas mueven sus
intereses.
Cultura: También predomina > hábitos de consumo, productos culturales, etc.
Ideas occidentales de individualismo, constitucionalismo, igualdad, libertad, etc.
Los esfuerzos por su propagación producen una reafirmación de los valores autóctonos.
La idea de civilización occidental choca con el particularismo de aquellas orientales.
Ideas universales que nacen de la Ilustración son rechazadas por los orientales.
Países escindidos
Existe, en ocasiones, cierta alineación hacia los occidentales.
Su situación es multicivilizacional o países que están en búsqueda de una reubicación.
Hay otros que tienen un grado definido de homogeneidad cultural pero están divididos
entre culturas. Por ejemplo, Turquía o México.
Sus dirigentes adoptan estrategias de adhesión a Occidente, desde donde se les rechaza,
por no considerarles países europeos.
Desde finales del siglo XX se dan en Turquía movimientos de corte nacionalista,
orientados a la conscripción de un estado moderno y secular.
Ej: Mustafá Kemal Htatürk lleva a cabo la construcción de un estado moderno.
Al mismo tiempo, ciertos movimientos han apoyado la reafirmación islámica.
La élite nunca ha definido a su país como occidental, se niega a aceptarlo.
“No será miembro de la Unión Europea por su condición musulmana”.
México
Desde los ’80 hasta prácticamente hoy en día, han mantenido una posición ambigua
respecto de EEUU.
Ha dejado de definirse por oposición a este país, para pasar a identificarse con él.
Los líderes se han esforzado en intentar redefinir la condición mexicana.
Huntington considera que importantes sectores de la sociedad se niegan a esto.
Rusia
Triunfo del comunismo importó una ideología occidental, adaptándola a las condiciones
rosas.
El dominio del comunismo cortó el debate sobre la occidentalización. Con su
desaparición, se vuelve a plantear esta cuestión.
Yeltsin se enfrenta a numerosos grupos, de la opinión de que debía darse prioridad a
cuestiones de seguridad, refuerzo de las relaciones con Turquía… en definitiva,
orientarse hacia Asia en lugar de hacia Occidente.
Hay también una crítica por emprender reformas políticas y económicas hacia la
reapertura.
Algunos grupos también abogan porque Rusia estreche lazos con China y otros países
asiáticos.
Esto produce una división en el país.
Se da un conflicto entre ideologías, que aún así compartían ideales (Comunismo y
Marxismo).
Huntington encuentra casi imposible el acuerdo de Occidente con la Rusia
tradicionalista y autoritaria.
IDEAS BÁSICAS:
- Intentó elaborar una serie de hipótesis sobre las diferencias entre civilizaciones y
destacar su importancia.
- Conciencia de “Civilización” en aumento.
- Conflicto entre civilizaciones, suplantará las guerras civiles.
- Relaciones internacionales serán ideológicas, crecientemente desoccidentalizadas.
- Las civilizaciones no occidentales serán agentes importantes, no simples objetos de
cambio como lo fueron las colonias.
- Las instituciones económicas políticas y sociales tendrán éxito si se hacen dentro de
las civilizaciones: La ONU, por ejemplo, sería inviable, por agrupar a varias.
- Los conflictos entre civilizaciones diferentes serán cada vez más frecuentes.
- Estos conflictos aumentarán de manera peligrosa, incluso llegando a desarrollarse
auténticas guerras mundiales.
- El punto clave será la relación de Occidente con el resto del mundo
- Los dirigentes en algunos países no occidentales tratarán a veces de convertirse en
occidentales, lo que supondrá conflictos.
- El conflicto fundamental entre civilizaciones será entre aquellas occidentales y los
estados islámicos.
Indicaciones orientadas a los políticos occidentales para intentar capear esta situación
(…):
División de la estrategia occidental:
A Corto plazo
- El interés de Occidente está en promover una mayor cooperación y unidad en el seno
de la civilización, sobretodo entre europeos y norteamericanos. Las relaciones de
cooperación con Rusia y Japón se han de basar en intentar impedir que los
conflictos locales se conviertan en conflictos entre civilizaciones. Se debe intentar
mantener los conflictos como algo puntual, como choques limitados.
- Es imposible para Occidente limitar la expansión del poder militar de los estados
confucianos e islámicos.
- Es necesario moderar la reducción de la capacidad militar occidental (mantenerla);
para ello, Huntington apunta algunas medidas importantes, como la NO firma de
acuerdos.
- Asimismo, Occidente debe ser capaz de explotar las diferencias entre las
civilizaciones orientales y la propia  Con esta afirmación, Huntington está
justificando el dominio occidental), así como las diferencias entre los mismos países
musulmanes.
- Apoyo a otros países que simpaticen con los valores occidentales.
- Fortalecer las instituciones que reflejen, legitimen y defiendan los intereses de
Occidente en otros países (FMI, ONU, etc.).
A Medio/Largo plazo
- Intentar reforzar la civilización occidental.
- Las civilizaciones orientales continuarán intentando adquirir riqueza, tecnología,
sabiduría, armamento, etc. modernas, occidentales.
- Su poder económico y militar, en relación con Occidente irá en aumento, lo cual
requiere que Occidente mantenga su poder militar y económico.
-
Desarrollo de una actitud más profunda respecto de los fundamentos filosóficos e
ideológicos de otras civilizaciones.
Identificar elementos comunes entre las civilizaciones occidentales y no occidentales.
Como podemos ver, lejos de la creación de una civilización universal, lo que Huntington
propone es que se dé una COEXISTENCIA entre civilizaciones.
Aún así, respecto del texto, debemos resaltar:
 Su condición de macroexplicación.
 Explicación etnocentrista.
 Surge al calor de la Guerra de Irak y los sucesos de Yugoslavia – no es objetiva.
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