Ramón Vargas 15/03/08 [email protected] Fundación Encuentro por la Vida: cultura y democracia ambiental ______________________________________________________________________ ANEXO Nº1 1. DISPONIBILIDAD Y PROBLEMAS DE AGUA EN ARGENTINA El agua en la Argentina1: En forma simplificada se presenta un resumen de las ofertas de agua de Argentina. El análisis de la disponibilidad de agua, se refiere principalmente al agua dulce de fuentes atmosféricas, superficiales y subterráneas. Esta primera estimación es al sólo efecto de tener una primera idea del total de agua disponible para las distintas necesidades de la gente y sus actividades. La oferta de agua atmosférica caída sobre el territorio se estima en 1.355 km3/año. De ellos una parte muy importante vuelve a la atmósfera por la evaporación directa y por evapotranspiración desde los suelos y la vegetación que podría estimarse en alrededor de los 951 km3/año. Una parte importante va hacia los ríos, arroyos y lagunas (agua superficial) y la otra se infiltra en los acuíferos (agua subterránea). La oferta de agua superficial es estimada 26.000 m3/ segundo como caudal medio, equivalente a 820 km3/año. De ellos se considera que sólo 276 km3/año son aguas superficiales producidas internamente, es decir en el propio territorio. Los otros 544 km3/año provienen de aportes que se producen fuera del país. El 85 % del escurrimiento superficial pertenece al Sistema de la Cuenca del Plata. Sobre esta cuenca vive el 75% de la población del país es decir 27 millones de personas. Otros ríos patagónicos y bonaerenses (9 % del escurrimiento superficial) también son de la vertiente Atlántica a la que va el 94,6 % del total del escurrimiento. El otro 4,70 % es de vertiente Pacífica, es decir que son ríos de cuencas compartidas con Chile. Queda un 0,71 % en las cuencas endorreicas, cuyo sistema más importante es el Salí – Dulce que llegan a Mar Chiquita. El conjunto de cuencas endorreicas o áreas sin drenaje superficial suman una superficie de 800.000 km2 que es casi el 30 % del territorio nacional y que solo cuenta con el 1 % de los recursos hídricos superficiales del país. La oferta de agua subterránea es estimada en 128 km3/año con recarga del propio territorio. Hay acuíferos de la importancia del Sistema Acuífero Guaraní, que su principal recarga se origina fuera de nuestras fronteras. La importancia de los acuíferos en Argentina hace que 30 % del agua utilizada es de fuentes de agua subterránea. En Argentina existen unos 100 embalses que acumulan unos 160 km3 de agua y una generación hidroeléctrica próxima los 6.000.000 de kilovatios instalados. 1 Las estimaciones que se dan, surgen de la elaboración propia y de fuentes como el Atlas del Balance Mundial del Agua del Programa Hidrológico Internacional; el Primer Informe d las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos en el Mundo; WWAP 2003; y de documentos oficiales de Argentina. Los datos presentados deben considerarse aproximaciones al solo efecto de tener un orden de magnitud de los mismos que reflejen la realidad. Ramón Vargas 15/03/08 [email protected] Fundación Encuentro por la Vida: cultura y democracia ambiental ______________________________________________________________________ De este modo se tendría un balance hídrico (estimado en primera y gruesa aproximación) distribuido proporcionalmente del siguiente tipo: Precipitación = Evapotranspiración + Escurrimiento superficial + Infiltración 100 % = 70 % + 20% + 9% 1.355 km3/año = 951 km3/año + 276 km3/año + 128 km3/año Estas magnitudes y proporciones, no son uniformes en todo el territorio de nuestro país. En las zonas de llanura el escurrimiento superficial que se ha medido con fotos satelitales, no llega a ser el 5% del total precipitado, con lo que se incrementa la acumulación en superficie (inundaciones) y consiguientemente la evapotranspiración. En las zona de pie de monte, se aumenta el escurrimiento superficial y la infiltración. Un valor muy importante es el que se refiere al total de los recursos hídricos internos renovables. Estos son lo que dependen del propio territorio (no tienen en cuenta el agua atmosférica, en las cifras dadas por el 1º Informe Mundial sobre el Agua – WWAP 2003). Este valor es de 276 km3/año. El valor total de los recursos hídricos renovables, en el informe mencionado es de 814 km3/año. De este modo, se considera el total de recursos hídricos por habitantes es de 21.981 m3/año. Este valor crea la falsa sensación de tener mucho agua, cuando en la realidad más del 76 % del territorio nacional está en las zonas consideradas áridas (61%) y semiáridas. (15%). Los problemas de agua en Argentina: Llamamos “problema de agua” a la situación que muestra un desajuste entre la necesidad y demanda de agua; por una parte y las disponibilidad de agua y acceso a ella. Esto quiere decir que no hay “problema” sin una sociedad que identifica la situación de desajuste como una situación problemática o en nuestro caso “un problema de agua”. La zona húmeda, con más de 800 milímetros de precipitación anual, es el 24% de nuestro territorio, aunque allí se concentra el 70 % de la población y más del 80% de la producción agropecuaria y el 85% de la actividad industrial. La región semiárida es la que se encuentra entre los 500 y 800 milímetros de precipitación anual y tiene el 28 % de la población del país. La región árida, es la que recibe lluvias menores a los 500 milímetros por año y allí sólo habita 6% de la población. Estas tres regiones, tienen problemáticas diferentes respecto al agua. Tanto por las propias actividades económicas, como por la disponibilidad de agua y los conceptos que rigen su administración. En la zona húmeda (nuestra conocida Pampa Húmeda), las grandes ciudades, la agricultura y la industria imponen fuertes pasivos ambientales sobre los recursos hídricos. Ramón Vargas 15/03/08 [email protected] Fundación Encuentro por la Vida: cultura y democracia ambiental ______________________________________________________________________ La zona semiárida está sujeta a un fuerte incremento de superficies destinadas a la expansión de la frontera agropecuaria, producto de la “sojización” que impone una deforestación intensiva y consiguiente proceso de desertificación. La zona árida está siendo afectada por la minería en gran escala y sus desproporcionados pasivos ambientales. Esta mirada, no es suficientemente abarcadora de los problemas de agua que sufre la población y los ecosistemas que dependen del agua. Podríamos agrupar los problemas por territorios de distinta escala, a los fines de ir estableciendo estrategias desde la Sociedad Civil para generar propuestas que permitan que los mismos se resuelvan y al menos no se incrementen: Zonas urbanas y asentamientos urbanos: De los 37 millones de habitantes, casi 33 millones (89%) viven en zonas urbanas y asentamientos urbanos. De estos, un 84% (27,7 millones) se consideran que poseen servicios de agua potable. Es decir que hay más de 5 millones de personas que no tienen acceso a las redes de agua potable. La población con desagües cloacales se considera que llega a los 17,6 millones de habitantes (54% de la población urbana). Es decir que los que no poseen este servicio son alrededor de 15 millones. Principalmente respecto al agua potable uno de los problemas que también se vive es la forma de la prestación de servicios. Tanto si son públicos como privatizados o prestados por cooperativas, municipios o uniones vecinales. En 1999, el 70,6 % de la población urbana de Argentina, tenía servicios brindados por Sociedades Anónimas de Capital Privado, mediante contratos de concesión. En estos años han ido cayendo las principales prestadoras: Empresa de Aguas de Aconquija (Grupo Vivendi) en Tucumán; Azurix en Provincia de Bs.As. Bs.As.; Aguas Argentinas (Suez Lyonnaisse des Eaux) en Ciudad y Provincia de Bs.As y finalmente Aguas Provinciales de Santa Fe (Suez). La que generó más movilizaciones y experiencia social en el tema fueron las movilizaciones y organización (Asamblea Provincial por el Derecho al Agua) realizadas en Santa Fe. De este modo en la actualidad, el sector privado estaría sirviendo aproximadamente un 10 a 15 % de la población urbana. Otro sector de la población está servido por Cooperativas de Agua Potable (652); Uniones Vecinales (356) y otras formas (36 casos). Como servicios públicos estatales hay Municipios (539), Provincias (11); Sociedades del Estado Provincial (3); Sociedades del Estado Municipal (i); Gerenciamiento del ENOSHA (1) Sociedades Anónimas de Capital Estatal (2) y otras formas (37). Es decir que se tendrían un total de 1.600 organismos y empresas operadoras de los servicios de agua potable, de los cuales unos 1000 tienen formas algo más democráticas Ramón Vargas 15/03/08 [email protected] Fundación Encuentro por la Vida: cultura y democracia ambiental ______________________________________________________________________ y participativas (cooperativas y uniones vecinales) y el resto tiene las clásicas formas de gestión empresarial sin participación de los usuarios. En cualquiera de los casos analizados, se presentan los problemas de calidad del servicio y tarifas, extensión de las redes, pérdidas en las redes, falta de presión, seguridad del servicio; falta de transparencia y control ciudadano de los gastos y servicios (aún en las propias cooperativas); falta de modernización de las plantas de tratamiento; etc. Los problemas de agua que se viven en estas zonas van más allá de ampliar los servicios de agua potable y saneamiento. También se deben mencionar los desagües pluviales, la urbanización y loteo de áreas inundables, la perdida de los cauces naturales o el uso de los mismos como vertederos de basura, las inundaciones urbanas por impermeabilización, la ocupación de zonas de riesgo (ladera de cerros), ascenso de la napa freática y otros desajustes de singularidad más localizada. Esto nos lleva a la necesidad de tomar a las ciudades como unidades de manejo que integren las miradas en el ciclo del agua completo dentro de la ciudad y no en forma sectorial (agua potable, desagües cloacales, desagües pluviales; ordenamiento urbano, etc.). Esta sectorialización se vuelve un nuevo problema a asumir, pues la solución de problemas parciales se transforma en la creación de problemas totales. Hay dos temas que no están muy visibles. Uno es el de la calidad del agua que se provee a la población. Se podría afirmar que el 100 % de las plantas de tratamiento de agua potable, no se encuentran preparadas para hacer tratamiento de los nuevos contaminantes que existen en el agua. Aunque se puede considerar que aún se cuenta con una calidad aceptable, han ocurrido accidentes (algunos conocidos por la prensa y otros no) que muestran la debilidad de nuestros sistemas de tratamiento. También se debe considerar que las tendencias de las fuentes de las que se abastecen son las de recibir cada vez más contaminantes y que estamos próximos a sobrepasar los límites admisibles. La presencia de algas tóxicas en las fuentes (ríos, lagos y embalses); de metales pesados, agrotóxicos (contaminación difusa) en ríos, embalses y acuíferos; residuos industriales como el PCB, cianuro, y otros tanto en fuentes subterráneas como superficiales; elementos radiactivos (en acuíferos y lagos cercanos a fuentes de energía atómica (Ezeiza y Embalse Río Tercero) y los efectos locales de lluvias ácidas y olores fétidos son otras de las fuertes preocupaciones que viven distintos grupos urbanos y también rurales. La presencia de arsénico en agua, de fuentes subterráneas (en la mayoría de los casos de origen natural, pero también antrópico) merece una mención especial pues aunque el tema es muy publicitado en la prensa, es muy poco lo que se hace para su eliminación real. El problema toma el centro del país y pone en riesgo a una población cercana a los 1,5 millones de habitantes que viven en las zonas en que las aguas contienen este elemento. Aunque no existen estadísticas sobre los afectados reales por el hidroarsenisismo crónico regional (HACRE), el tema es muy difundido por la prensa y Ramón Vargas 15/03/08 [email protected] Fundación Encuentro por la Vida: cultura y democracia ambiental ______________________________________________________________________ consiguientemente se produce una fuerte duda que conduce (a los que pueden) a comprar agua embotellada o a la introducción de plantas de ósmosis inversa. No se difunden otras formas más sencillas de eliminación del arsénico del agua, tanto a nivel domiciliario como a nivel de plantas de tratamiento. El otro problema es que sólo recibe tratamiento el 10 % de los efluentes cloacales y municipales. El resto se vuelca directamente en los cursos de agua. Finalmente, los vertederos municipales de basura son una de las fuentes de contaminación de los acuíferos y también de muchos ríos cordilleranos. Esta descripción de los problemas de agua en las zonas urbanas y asentamientos urbanos, muestra muy claramente que este es un tema que afecta mayoritariamente al conjunto de la población urbana, aunque su tratamiento e involucramiento tiene al espacio municipal como principal territorio para la formulación de estrategias y procesos concretos desde la sociedad civil. Los barrios, comisiones vecinales, cooperativas de agua potable, sindicatos de trabajadores de la salud y de los servicios de agua y otras instituciones locales que se interesan por los temas de salud, ambiente, desarrollo y ordenamiento urbano, grupos profesionales de disciplinas específicas (arquitectos, médicos, ingenieros, agrimensores, comunicadores sociales, etc.), las escuelas públicas, las bibliotecas públicas y populares, los sindicatos y los clubes deportivos, entre otros son espacios sociales concretos para efectuar la animación y organización socio-cultural alrededor de los problemas de agua. Zonas rurales: En las zonas rurales, los problemas más frecuentes son los de erosión (hídrica y eólica); salinización de suelos en las zonas de regadío, inundaciones y sequías; contaminación difusa de fuentes de agua superficial y subterránea. La erosión hídrica grave y severa afecta a unas 25 millones de hectáreas, y la moderada a otras 15 millones de hectáreas. En las zonas de llanuras principalmente la Chaco Pampeana, las inundaciones producidas por las lluvias y ascensos del nivel freático, afectan entre 7 y 10 millones de hectáreas. Por las crecientes del Río Paraná (Sistema del Río de la Plata), se inundaron unas 3,7 millones de hectáreas y se evacuaron entre 200 y 300 mil personas. Otro grave problema es el desajuste que se produce entre las lluvias y los cultivos. Algunos de estos problemas derivados de años hiper-húmedos y otros de años hipersecos. Los primeros generan ascenso de las napas freáticas e inundaciones; los segundos sequías, con pérdida de animales, cultivos e intensificación de la pérdida de suelo por erosión eólica e hídrica. Ramón Vargas 15/03/08 [email protected] Fundación Encuentro por la Vida: cultura y democracia ambiental ______________________________________________________________________ La homogenización de los cultivos y sus variedades tiende a aumentar los riesgos e impactos de los extremos hídricos, así como la difusión de plagas que demandan más agro tóxicos para el cuidado de los cultivos. El actual modelo de producción agrícola, centrado en la producción sojera y en muy pocos cultivos más, lleva a la utilización de herbicidas, pesticidas y fertilizantes en cantidades crecientes. Se estiman 160 millones anuales de glifosato, es decir 4,3 litros por habitante y por año concentrado en una superficie de unas 20 millones de hectáreas, principalmente de la Pampa Húmeda y su acelerada expansión de la frontera agropecuaria. Las zonas bajo riego llegan al 1,5 millón de hectáreas de las que unas 600.000 has sufren graves problemas de salinización. En estos momentos se están produciendo grandes transferencias de tierras a grupos ligados a la exportación de vinos y frutas y una fuerte distorsión de las estructuras más democráticas y participativas de los regantes, producto de la Década de Neo-liberalismo vivida. En algunas provincias, el espacio rural está ligado a jurisdicciones Municipales de cabecera de Departamentos; y otras directamente no cuentan con una jurisdicción que las represente y por lo tanto sus problemas se resuelven dentro de las estructuras de los Poderes Ejecutivos de las Provincias principalmente en los Ministerios de Agricultura y Ganadería o Ministerios de Obras Públicas. Más allá de esto, en situaciones de emergencias o de conflictos se recurre a las autoridades Municipales más cercanas como articuladoras de las inquietudes y demandas de los sectores rurales. Cooperativas Agrícolas o Ganaderas; grupos CREA, Grupos o delegaciones de la Federación Agraria; grupos de productores vecinos asociados por problemas comunes; escuelas rurales y otras organizaciones locales (puestos sanitarios, bomberos voluntarios, etc) son el espacio social en el que se pueden desarrollar estrategias de cultura del agua y democracia del agua, en forma concreta. Las cuencas hídricas , los sistemas acuíferos y los embalses: Se considera que Argentina tiene Unas 100 grandes cuencas o regiones hídricas (ver Mapa de cuencas hídricas superficiales de la SSRH en Internet). Una parte importante de ellas son compartidas entre varias provincias. En los casos del Río Paraná, Paraguay, Uruguay, Pilcomayo, Bermejo y algunos ríos patagónicos, también los compartimos con países vecinos. Por el momento sólo tienen alguna forma de “organización de cuenca” las siguientes: - Río Salí – Dulce Río Juramento - Salado Río Azul Cuenca de la Laguna La Picasa Ramón Vargas 15/03/08 [email protected] Fundación Encuentro por la Vida: cultura y democracia ambiental ______________________________________________________________________ - Región Hídrica del noroeste de la llanura pampeana Región Hídrica de los Bajos Submeridionales (en formación) Excedentes del Río Desaguadero (en formación Comité de Cuenca del Río Senguer Comisión Regional del Río Bermejo Comité Interjurisdiccional del Río Colorado Autoridad Interjurisdiccional de las Cuencas de los Ríos Limay, Neuquén y Negro Comisión Interjurisdiccional del Programa Hidrovía Paraguay - Paraná El desarrollo institucional de las mismas es reducido y principalmente reúnen a funcionarios de organismos estatales. Hay algún desarrollo de “comités de cuenca”, en la Provincia de Santa Fe, que reúne principalmente a productores rural con el fin de ejecutar y mantener obras hidráulicas. Es muy notable que en la formación de los profesionales y técnicos del agua se insiste permanentemente en la necesidad del “manejo de la cuenca”, la “gestión de cuencas” y hasta la “gestión integrada de los recursos hídricos”. A pesar de ello es muy poco lo que se ha logrado en este campo a la hora de actuar coherentemente sobre el territorio. Las cuencas han servido más para realizar consultorías o estudios y propuestas que luego terminaron en algunas obras específicas o sectoriales o quedaron abandonadas para el futuro. El caso más paradigmático es el del Comité Ejecutor del Plan de Gestión Ambiental y de Manejo de la Cuenca del Matanza – Riachuelo. Respecto a los Sistemas Acuíferos del país, estos están siendo explotados casi en forma “minera” (salvo en algunos casos como Mendoza y San Juan). La falta de control y capacidad técnica a la hora de construir perforaciones, está provocando la contaminación y mezcla de acuíferos. Importantes acuíferos como el “puelche” están sufriendo intensos procesos de contaminación difusa, industrial y municipal creando situaciones de riesgo para la salud y también para los propios emprendimientos económicos de las áreas afectadas. No existe ningún tipo de organización para el manejo de estas reservas estratégicas. En el caso del Sistema Acuífero Guaraní, se ha iniciado incipientemente algunas líneas de trabajo que podrían desembocar en una organización que acuerde las formas correctas de administrar el recurso. Mientras esto ocurre, en la provincia de Entre Ríos se ha creado un ente específico de aguas termales, que más se parece a una agencia de promoción de inversiones en emprendimientos turísticos-hoteleros-termales que a una entidad de administración y control del recurso. Ninguna de las perforaciones realizadas en esa provincia han sido controladas y también diseñadas para preservar el recurso y parece ser que la tendencia continúa en el mismo sentido. En los embalses está ocurriendo lo mismo. Una vez construidos no se han ejecutado programas de manejo del embalse y su cuenca de aporte. La consecuencia de esto es que se están produciendo procesos de sedimentación, eutrofización y presencia de algas Ramón Vargas 15/03/08 [email protected] Fundación Encuentro por la Vida: cultura y democracia ambiental ______________________________________________________________________ tóxicas que ponen seriamente en riesgo a las poblaciones que viven de ese recurso (tanto humanas como ecosistemas acuáticos). Aunque en el desarrollo de las ciencias del agua y de la administración de los recursos naturales se conocen las formas de evitar estos daños en las cuencas, los acuíferos y embalses desde mediados del siglo pasado los gobiernos, que expresan los intereses sectoriales dominantes, han preferido seguir por caminos insustentables que ponen en riesgo a toda la sociedad. Los conceptos de ordenamiento territorial y las instituciones que y leyes que regulen las actividades sobre estos recursos compartidos son uno de los objetivos más estratégicos para cambiar el rumbo destructivo de nuestros recursos comunes. Las ideas de “propiedad privada” y “libertad empresarial” imponen la lógica del beneficio privado sobre los intereses comunes. Salvo en algunos espacios urbanos y parcialmente en algunas pocas actividades económicas de alto riesgo (combustibles y tóxicos) se han avanzado en regulaciones y autoridades de aplicación de las normas, aunque frecuentemente se establecen excepciones y los controles son aún débiles. En los casos en que existen ya “organizaciones de cuenca” sean o no interjurisdiccionales se deben iniciar procesos para construir y lograr la representación de la sociedad civil dentro de estas estructuras. Abrir estos espacios no será una tarea fácil pues son espacios principalmente para el funcionariado y este en general está poco dispuesto a democratizar las instituciones. Dado que en algunos casos estas organizaciones también comienzan a hablar de “participación pública”, es conveniente poder diferenciarla del concepto de democracia del agua y cultura del agua. Empoderar la sociedad civil de la cuenca hacia una cultura democrática del agua puede ser un componente importante de todas las acciones que realicen en ella. Las cuencas interjurisdiccionales y comisiones bi y trinacionales Como en nuestro país, el dominio originario de los recursos naturales y por lo tanto el agua pertenece a las provincias, se ha producido una estrategia para evitar la intervención de las provincias en la gestión del agua que es la creación de “organizaciones de cuenca” interjurisdiccionales como las mencionadas más arriba, pero en este caso en recursos compartidos con otros países. Entre las principales están: - Comité Intergubernamental de Coordinación de la Cuenca del Plata (CIC) Comisión Binacional del Río Bermejo y Grande de Tarija Comisión Binacional del Río Pilcomayo Comisión Trinacional del Río Pilcomayo Comisión Argentino Uruguaya (Bajo Uruguay) Comisión Administradora del Río de la Plata(CARP) Comisión del Frente Marítimo del Río de la Plata(COFREMAR) Comisión Técnica Mixta del Río Paraná (COMIP) Ramón Vargas 15/03/08 [email protected] Fundación Encuentro por la Vida: cultura y democracia ambiental ______________________________________________________________________ - Comisión Binacional Puente Buenos Aires-Colonia Entidad Binacional Yacyretá (EBY) Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) Comisión de Coordinación Interjurisdiccional Programa Hidrovía Paraguay-Paraná (CIH) Existen también Comisiones de Cuencas de Recursos Hídricos compartidos con chile, en las que la SSRH colabora con la Cancillería en el desarrollo de mapas temáticos y de esquemas participativos para la definición de planes de gestión: - Río Hua Hum - Valdivia Río Grande de Tierra del Fuego Con el argumento que se trata de temas de relaciones exteriores, es la Cancillería la entidad protagónica. Los embajadores que se encargan de estos asuntos tienen un fuerte prejuicio sobre la participación de las Provincias, que son las dueñas de los recursos. En definitiva, estas comisiones son instituciones SUPRANACIONALES, que se mueven dentro de espacios reducidos de toma de decisiones. Los estatutos de las mismas presentan capacidades que les permite hacer contratos internacionales, fijar normas, etc. El ejemplo de Gualeguaychú con la CARU es el más claro. Sin la lucha de la gente en la calle, los negocios se seguían haciendo allí sin la presencia de la sociedad civil y ni de los propios Gobiernos. Lamentablemente la Constitución Nacional en el artículo 75 con el argumento de la democracia y los derechos humanos da las bases para estas formas de perder soberanía sobre el conjunto de nuestros recursos. Algo similar ocurre con el tema de la minería y los acuerdos de “integración” con Chile. Los frentes de acción sobre estos procesos requieren una concientización por los medios de comunicación masiva; una fuerte acción en las comisiones parlamentarias que trabajan en medio ambiente y relaciones exteriores; se deben desarrollar una acción directa en la propia cancillería dentro del Programa de la Sociedad Civil y finalmente hacer el seguimiento de cada una de las decisiones de estas “comisiones binacionales” y abrir lo que se pueda la información reservada que se maneja en ellas hacia el público en general y los medios masivos de comunicación. Hay que incidir en las provincias para que estas participen activamente dentro de estas “comisiones binacionales” y que exista la previa consulta a los dueños de los recursos, pues la nación no puede ni debe disponer de los recursos naturales que pertenecen a las Provincia. Nuevamente el caso de la Pasteras del Uruguay muestra claramente, cómo la acción del Gobierno de Entre Ríos obligado (también) y más allá de las movilizaciones populares a torcer el camino del Gobierno Nacional. Ramón Vargas 15/03/08 [email protected] Fundación Encuentro por la Vida: cultura y democracia ambiental ______________________________________________________________________ Las provincias: uno o varios problemas Aunque legalmente las Provincias poseen el dominio originario de los recursos naturales, no es mucho lo que hacen los Gobiernos Provinciales para lograr estructuras organizativas coherentes con los discursos que en cada efemérides (del día del agua, del árbol, del medio ambiente, etc.) se recitan siguiendo el viejo ritual de vaciar de contenido las palabras y el sentido profundo de la democracia, como administración de nuestro patrimonio común. Las estructuras institucionales de las Provincias se vuelven también en un problema, pues es allí dónde se gestionan directamente el ambiente, los recursos naturales y el territorio. Obviamente es allí dónde se puede visualizar más claramente los procesos de apropiación de estos y también los mecanismos que se activan para frenar la “máquina de impedir” de los “ambientalistas”. La jurisdicción Provincial tiene un potencial muy importante para el empoderamiento de la Sociedad Civil. Los actores gubernamentales tienen nombre y apellido, los intereses son palpables, los negocios también, las formas clientelistas llegan al paroxismo en las provincias más “feudales” y los partidos políticos tradicionales tienen una fuerte responsabilidad (por décadas) en lo que ocurre dentro del espacio provincial, que muchas veces va más allá de los propios deseos del nivel Nacional. La fragmentación de la gestión, el cambio permanente de funcionarios provinciales (cuando estos desean aplicar las leyes), la impunidad ante las decisiones ilegales e ilegítimas, los amiguismos, y muchos otros etcéteras más dan por tierra con cualquier coherencia legal e institucional que se logre en determinados instantes de la historia Provincial. Aunque Argentina parece contar con una disponibilidad de recursos hídricos muy importante (22.000 m3/por habitante/por año) y se considera que el umbral de estrés hídrico se encuentra entre los 1000 y 2000 m3/año/habitante, provincias como Tucumán, Córdoba, San Luís, Jujuy, La Rioja, San Juan y Santiago del Estero ya han llegado a estos límites. Si se viera el tema no sólo desde la cantidad sino también desde la calidad, veríamos que otras Provincias también ya están entrando aceleradamente en estos límites. Es muy poco lo que se puede hacer (y se hace) desde el nivel Nacional para cambiar estos rumbos Provinciales. Por ello se entiende a la Provincia como un escenario muy relevante para unir allí las luchas locales (Municipios) o sectoriales (servicios de agua potable privatizados), en procesos similares a los dados en Santa Fe y Entre Ríos, con la constitución de Asambleas Provinciales por el Derecho al Agua y la Vida. También es frecuente la constitución de “Foros Multisectoriales”, pero que aún no han pasado a otras instancias organizativas que perduren en el tiempo. La nación: los problemas de todos Ramón Vargas 15/03/08 [email protected] Fundación Encuentro por la Vida: cultura y democracia ambiental ______________________________________________________________________ Aunque ya hemos dicho que por la estructura federal de nuestro país, el dominio originario de los recursos naturales pertenece a las Provincias, nuestro país ha desarrollado estructuras federales sectoriales en las que se arriban a acuerdos y se gestionan recursos económicos. Los Consejos Federales de Educación, Agropecuario, Vial, de Energía, de Medio Ambiente (COFEMA) y el Consejo Hídrico Federal (COHIFE) son muestra de ello. Allí existe un área potencial de crear procesos de cultura democrática del agua y de enfrentar algunos procesos que nos involucran a todos como son las discusiones por los Tratados y Convenciones Internacionales como los de Biodiversidad, Humedales, Cambio Climático, Agua Dulce, etc. El caso específico de “los Principios Rectores de Política Hídrica” y el COHIFE, significaron una lucha muy importante para enfrentar las tendencias neo-liberales que intentaron imponer una ruptura del sistema federal de nuestro país. Aunque se obtuvieron éxitos parciales, no son los suficientes para garantizar un cambio de rumbo. Sería un error no atender lo que allí ocurre pues, la existencia de un país Federal requiere también de ciertas coherencias en el conjunto del territorio que van más allá de los “presupuestos mínimos” que obligan a la Nación respecto a la calidad ambiental. Respecto al manejo de fondos, es muy importante visualizar que los créditos internacionales obligadamente pasan por las oficinas de Buenos Aires: los créditos BID del ENOHSA, los créditos Banco Mundial contra inundaciones, los créditos BID – BM del PROSAP y tantos otros tienen sus estructuras administrativas y de gestión de los programas en forma separada (fuera de línea) de los organismos y responsabilidades oficiales. Los manuales operativos de los créditos imponen también estructuras provinciales específicas que se manejan directamente con las oficinas de Buenos Aires. En este sistema se diluyen las responsabilidades, se imponen condiciones y se generan sistemas de corrupción mucho más difíciles de control local y hasta nacional, sistemas de protección de los consultores y funcionarios ante posibles cambios que aseguran la continuidad de políticas fijadas fuera del país. La denuncia de estos mecanismos de dominación en el nivel local son realmente muy poco efectivos pues la obtención de estas líneas de crédito permiten la ejecución de obras y ello crea empleos y actividad económica, todos argumentos muy fuertes para mirar hacia otro lado.