La producción y las Pymes ante una gran

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LA PRODUCCIÓN Y LAS PYMES ANTE UNA GRAN OPORTUNIDAD
Lic. Gustavo LOPETEGUI
Habiendo transcurrido dos años y medio desde el inicio de la recuperación una
conjunción de factores abre la oportunidad de inaugurar un período de crecimiento
sostenido, tanto de la producción en general como de las Pymes en particular.
Contamos con un marco macroeconómico como pocas veces hemos tenido:
economía abierta, estabilidad de precios, tasas de interés bajas y un tipo de cambio
que permite rentabilidad en la producción. Al mismo tiempo hemos recuperado
instrumentos fundamentales de política económica (fiscal, monetaria, cambiaria y
comercial), que no sólo hacen posible lo anterior sino que nos servirán de
amortiguador ante cualquier vaivén internacional.
Por otro lado, millones de asiáticos que salen de la pobreza comienzan a consumir
productos que Argentina puede ofrecer: ex campesinos comen carne más a
menudo, cocinan con aceite y compran alimentos envasados en lugar de
abastecerse de su huerta. Después de décadas de crecimiento, estos hábitos están
al alcance de una proporción cada año mayor de las poblaciones de China, India y
del
sudeste
asiático
generando
nuevos
mercados
de
magnitudes
muy
considerables.
No todo es color de rosa y aún tenemos muchos temas pendientes. La corrección de
la desigualdad social que hemos generado se encuentra sin duda al tope de la lista,
seguida por un conjunto de políticas microeconómicas y obras de infraestructura que
permitan que el potencial productivo se haga realidad.
Dentro de este panorama -con luces y sombras- llama la atención la seguridad con
la que muchos vaticinan el fin próximo de este periodo de crecimiento, debido a
“cuellos de botella” originados por la “ausencia de reformas estructurales que
impiden que haya inversión”. No parece que valga la pena discutir estas
proyecciones que se han mostrado continuamente equivocadas, pero sí resulta
conveniente evaluar qué es lo que está ocurriendo realmente con la inversión, motor
fundamental de cualquier crecimiento.

Ministro de la Producción de la Provincia de Buenos Aires.
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¿HAY O NO HAY INVERSIÓN?
Como los profetas del “rebote técnico” son los mismos que añoran la convertibilidad,
resulta interesante comparar la evolución de la inversión del período 1991-2001 con
el actual ciclo de expansión:
Inversión bruta interna
Millones de pesos constantes de 1993
70,000
60,000
50,000
40,000
30,000
1991 - 2001
20,000
2002 -3er trim. 2004
10,000
Promedio convertibilidad
0
1991
2002
1992
2003
1993
2004
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001

La inversión ya es superior al promedio de la convertibilidad.

La evolución de los once trimestres transcurridos desde el inicio del 2002 es
idéntica a la ocurrida en los once trimestres que comenzaron en 1991, con
niveles similares para 1993 y 2004.

La inversión actual se encuentra más atomizada en cuanto al número de
empresas que la realizan y las zonas del país en donde tiene lugar. Que no
se anuncien inversiones por cientos de millones por parte de las privatizadas
no significa que no haya inversión sino que esta ocurre en miles de Pymes.
Estamos parados en un lugar similar al de 1993. Hace diez años, el crecimiento
continuó durante unos trimestres pero a partir de fines de 1994 nuestra economía
fue afectada sucesivamente por diversos “golpes externos” (tequila en 1994, Asia en
1997, Rusia en 1998, Brasil en 1999, y finalmente el súper-dólar) que interrumpieron
ciclos muy cortos de crecimiento para finalmente desembocar en el colapso de la
convertibilidad y en una desigualdad y exclusión social inéditas. La enorme ventaja
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con que contamos ahora es que hemos recuperado los instrumentos para
defendernos de estas crisis y que están siendo utilizados con pericia, permitiendo
una infraestructura macroeconómica a favor del crecimiento.
LAS REALES ASIGNATURAS PENDIENTES
Que estemos ante una gran oportunidad no significa que la vayamos a aprovechar.
Enfrentamos grandes desafíos, entre ellos cómo mejorar el Estado para que brinde
educación, salud, jubilaciones, seguridad y justicia que generen equidad para volver
a una sociedad donde pueda pensarse en la igualdad de oportunidades. En el
campo económico, las bases macro deben ser complementadas por políticas micro
que permitan a las Pymes competir en igualdad de condiciones.
Cinco ejes de políticas microeconómicas
1. Acceso a financiamiento;
2. Apoyo para la conquista de mercados internacionales;
3. Capacitación en el sentido amplio (empleados, empresarios, calidad,
asociatividad);
4. Mejora de la infraestructura productiva;
5. Sistema tributario amigable a la producción, con foco en la lucha contra la
evasión fiscal para disminuir los agravios que sufren las empresas que pagan
sus impuestos frente a las que no lo hacen.
La falta de financiamiento descolla como una de las principales barreras históricas
que enfrentan las Pymes. Cuando escuchamos que “no hay demanda de crédito” y
que esto se debe a que “no hay confianza”, yo me pregunto ¿cuántas Pymes
españolas o italianas tomarían préstamos al 15% de interés con tasa variable y en
libras esterlinas? Por más competitivas y confiadas que sean no creo que quisieran
endeudarse con condiciones que muy pocos negocios (legales) podrían soportar.
Para colaborar en la resolución de este problema, desde el Gobierno de la Provincia
de Buenos Aires y en conjunto con el Banco Provincia, hemos lanzado una línea de
préstamos por $150 millones para las Pymes, con tasas subsidiadas de manera que
puedan acceder a fondos en condiciones similares a las que tiene una Pyme
española o australiana: en su propia moneda, con tasa fija y menor a la rentabilidad
empresaria y plazos de pago que se midan en años y no en meses. Esto es sólo un
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ladrillo más en tratar de nivelar el terreno para que las Pymes puedan dinamizar sus
inversiones, muestren su potencial y –sobre todo- para que esto se traduzca en
nuevos empleos en blanco que permitan cerrar la herida social que padecemos.
Lic. Gustavo LOPETEGUI
Buenos Aires, noviembre de 2004.
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