Discurso ante Consejo Prográmatico para VI Convención Nacional del Partido Liberal Liberales, intervengo en la sexta Convención Nacional del Partido Liberal, mi Partido, como militante y dirigente que he sido y soy. Intervengo como liberal socialdemócrata, afiliado a la Internacional Socialista. Intervengo con una propuesta política que reforme el modelo de Estado para que Colombia sea un País de Regiones. Y es precisamente aquí, desde Cartagena de Indias, desde esta, la región Caribe que tanto ha sufrido históricamente la desigualdad del Estado nacional que aspiramos a que todas las regiones del territorio colombiano superen tales condiciones de desigualdad y atraso. Basta solo examinar el sur del país, los departamentos de Cauca, Nariño, Chocó, el oriente y toda la periferia que viven en similares condiciones y por ello tienen la necesidad de autogobernarse, respetando, eso sí, la unidad nacional. Hasta la misma Bogotá y su Región Capital, necesita autogobernarse con más autonomía para solucionar los graves problemas de movilidad y de inseguridad que hoy afronta. En este momento político, en el que los liberales apoyamos la superación del conflicto armado, la definición de reglas claras para el manejo del postconflicto y la construcción de las bases para un proceso de paz mediante el instrumento humano, por excelencia: el diálogo político, propongo en esta Sexta Convención Nacional del Partido Liberal, mis aspiraciones a ser candidato a la Presidencia de la República. La paz solamente es posible democratizando el país. Un país se democratiza cuando se respeta la participación del constituyente primario y la participación política está abierta a todas las comunidades. Por eso, mi propuesta de estirpe liberal y socialdemócrata es para TODOS LOS COLOMBIANOS, para una Colombia, organizada como un país de regiones autónomas. He recorrido el país obteniendo el apoyo de ciudadanos que con sus firmas respaldan mi aspiración presidencial, y hubiese sido deseable haber tenido al interior del Partido Liberal mecanismos para tramitar esta aspiración. Lo he hecho en mi condición de liberal socialdemócrata, que soy. Lo he hecho, en virtud a que la Dirección Nacional del Partido ha desconocido los mecanismos históricos, constitucionales, legales y estatutarios de consultas populares o internas para escoger candidatos únicos a cargos o corporaciones públicas de elección popular. El Partido Liberal, un partido democrático El Partido Liberal como agente y promotor de la democracia siempre ha privilegiado el mecanismo de las consultas y las deliberaciones. Desde sus inicios, el liberalismo ha sido una organización de argumentos razonables en política. Benjamín Herrera, Rafael Uribe Uribe, Jorge Eliécer Gaitán, Luis Carlos Galán Sarmiento, entre muchos, apoyaron la consulta y la deliberación democrática. El Partido hoy no puede olvidar y abandonar ese rico tesoro. Insisto, mi Partido Liberal, tradicionalmente ha sido un partido democrático, cuyo valor primordial debe estar enfocado a fomentar la deliberación y la participación política de todos sus miembros. Por ello, he recorrido el país, dando a conocer mi propuesta en pro del fortalecimiento de las regiones y divulgando la filosofía del Voto Caribe, al recoger firmas de ciudadanos que apoyan mi candidatura y espero que mi Partido las reconozca y apoye. Es oportuno resaltar que mi aspiración con las ideas que presento, forman parte del ideario liberal y no les son extrañas al liberalismo y a la socialdemocracia. Es importante destacar que este proceso de recolección de firmas cuyo propósito es el de reformar el modelo de estado nacional para brindar mayor autonomía a las regiones, hecho que se viene promoviendo de forma pacífica, contrario a lo que ha ocurrido en otros territorios, donde los cambios de modelo han costado terribles conflictos internos. La lucha en contra de la inequidad regional, una bandera del Partido Liberal. La inequidad regional es una realidad que en Colombia no puede ser ignorada. Las brechas sociales cada día son más aterradoras, consecuencia del fracaso de un modelo de Estado excesivamente centralista. Los habitantes de nuestras regiones periféricas los golpea duramente la pobreza. Varios estudios recientes así lo demuestran: El estudio del DANE ratificó que la concentración del 54% del PIB nacional está en solo cinco departamentos, y Bogotá participa con una cuarta parte de la producción total de bienes y servicios. Es de resaltar que los departamentos que más peso tienen en la economía como Caquetá, Córdoba y La Guajira, producto de la explotación minera, son los que paradójicamente están entre los PIB más bajos de Colombia. Este es el resultado del actual modelo de desarrollo fracasado de esta nación atrapada por el centralismo. Uno de los logros que muestra el Gobierno es la disminución de la pobreza. Según el DANE, el número de pobres en Colombia es de 15 millones 242 mil, destacando que la pobreza se redujo en un 3% entre 2010 y 2011. Las cifras indican que salieron de la pobreza 1 millón 218 mil personas. Si analizamos por regiones estos resultados, se puede observar que ese logro no es uniforme en todo el territorio nacional, ya que en realidad quien mejora es la Región Capital - Bogotá (que muestra el mejor indicador con 13,1%), incrementándose la pobreza en las regiones periféricas. Superar la inequidad regional y la humillante desigualdad prevaleciente en la Nación siempre ha sido y será una bandera del Partido Liberal. Las desigualdades regionales han crecido: el 89% del presupuesto nacional está en poder del Gobierno Central y la riqueza se concentra en el centro y la pobreza en la periferia, es decir, en las otras regiones. Es hora de cambiar este modelo de Estado, por un estado moderno, más próximo a los ciudadanos: un Estado Regional. Estas desigualdades odiosas que provocaron la violencia y el conflicto armado no internacional que padecemos nos invitan a que el Partido Liberal se ponga al frente con su liderazgo de esta tarea ineludible. Un nuevo modelo de organización del poder en el territorio y de autonomía. La propuesta que presenta mi aspiración a la Presidencia de la República, que con las firmas tiene constitucional y legalmente el respaldo creciente de la ciudadanía, en especial, de las regiones abandonadas por el centralismo, es la de transitar hacia una forma de organización política autonómica como la tienen los estados contemporáneos que han logrado importantes avances en materia de desarrollo humano. El modelo de Estado actual no está resolviendo los grandes problemas de la sociedad y ha demostrado que es obsoleto y ha permitido un prolongado conflicto armado. Colombia, es un país de Regiones, y el modelo de Estado centralista no responde a la realidad política y social de la Nación. Las Regiones claman por su autonomía. La voz de la Autonomía Regional deberá ser la voz que guie al Partido Liberal en la lucha por la conquista del poder presidencial. Las negociaciones de La Habana son una oportunidad para el desmonte del centralismo antidemocrático que agobia a la Nación y a las regiones. Un nuevo modelo de Estado de Autonomías Regionales debe reglamentar el Congreso. Este es el compromiso por el cual debo luchar: jóvenes, mujeres, hombres, campesinos, que con sus firmas avalan mi aspiración a ser Presidente de la República han cifrado sus esperanzas en este proceso político. Muy apreciados copartidarios, los invito a que apoyen esta propuesta. El Partido Liberal no puede perder su vocación de poder ni rendirse ante la posibilidad de ser una opción de gobierno. Ustedes, que han venido de toda Colombia en representación de cada una de sus regiones, tienen una responsabilidad histórica con sus comunidades, con su territorio, con su partido liberal, mi partido. De la decisión que ustedes tomen hoy dependerá el futuro de nuestra nación. Nosotros seguiremos en el liberalismo, en la lucha de los ideales de la socialdemocracia, respaldados por un grupo significativo de ciudadanos que bajo el lema “Colombia, País de Regiones” sueña con un país mejor, un país de regiones fortalecidas en lo económico y lo social. Esta, es una propuesta política para el fortalecimiento de las regiones colombianas. Ese es nuestro compromiso y responsabilidad con la historia. ¡Viva Colombia, País de Regiones!