el uso agrícola del agua - Instituto Argentino de Derecho Agrario

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EL USO AGRÍCOLA DEL AGUA
ALBA ESTHER de BIANCHETTI
Profesora Adjunta de Derecho Agrario, Energía, Minería y Medio Ambiente
Facultad de Derecho, Ciencias Sociales y Políticas - Universidad Nacional del Nordeste
¿Qué es el agua?
En el sentido físico, Alfredo E. Isola comenta que el agua, es un líquido incoloro,
inodoro e insípido, formado por la combinación de un volumen de oxígeno y dos
volúmenes de hidrógeno, cuya función principal es la de ser disolvente, por cuanto
transporta sustancias solubles y elimina residuos. Es un elemento esencial en la sangre
de animales y la savia de las plantas. El organismo humano tiene de un 60 a un 70% en
proporción a su peso, constituido por agua. Ello someramente, nos da idea de su
relevancia.1
El agua no puede ser vista aisladamente, sino interactuando con el aire, el suelo, los
bosques; el medio ambiente en definitiva. La interdependencia de los recursos de la
naturaleza, tiene sus propias leyes, que el hombre ha soslayado, provocando desfasajes
intolerables que amenazan la existencia de la vida misma en el planeta.
El agua conforma un ciclo en la naturaleza, denominado ciclo hidrológico, por el que
pasa del estado gaseoso evaporándose de océanos, mares, lagos. En forma de nubes de
vapor sube al cielo; por variaciones de presión atmosférica se condensa y se precipita en
forma de lluvia o nieve, alimentando océanos, ríos y capas de agua del subsuelo y
conservándose en este estado ó en estado sólido en las crestas montañosas o los
glaciares. 2
El agua, el aire, los bosques y el suelo aparecen como los recursos esenciales, sobre los
que se apoyan las actividades productivas agrarias, que a su vez se hallan íntimamente
interrelacionados y por cuyo equilibrio hay que luchar para mantener el ecosistema, en
condiciones aptas para la vida.
Las características dúctiles del recurso agua, ubicado entre los denominados renovables,
puede convertirse rápidamente en no renovable, debido a un mal uso o aprovechamiento
no sustentable del mismo, y por su carácter limitado al agua existente en el planeta. Es
imprescindible entonces, administrar los recursos hídricos; respetando las cuencas de
los ríos y su ciclo hidrológico natural, evitando no-solo su agotamiento, sino uno de los
mayores problemas: la contaminación.
Aspectos extremos del recurso hídrico: ¿Abundancia o escasez ?
El aire o el agua, son recursos que trascienden las fronteras, motivo por el cual los
Estados deben coordinar sus políticas en vistas a la preservación de tan esencial recurso.
Este recurso hídrico puede a su vez ir asociado con grandes problemas climáticos:
sequías o su antítesis: las inundaciones.
1
ISOLA ALFREDO E., CONTAMINACIÓN DEL AGUA Y MEDIO AMBIENTE, Edit. Ad-Hoc, Bs.
As., 2002, pág 13, proporciona los siguiente datos: “el agua en la Tierra tiene 1,4 billones de km3, el 93%
aproximadamente es salada, el 2,5% está por de debajo de la superficie terrestre, el 2% aproximadamente
está en los polos, el 1% restante, es el agua que usamos para consumo y que nos da la vida. Doscientos
veintiún mil km3 son lagos y arroyos, 17 mil km3 son humedad atmosférica, y 14 mil km3 de agua están
en el organismo de los seres vivos.”
2
DE ARENAZA EMILIO ELIAS, en el libro TEMAS DE RECURSOS NATURALES del Dr.
EDUARDO A. PIGRETTI, Editorial Abeledo Perrot, Bs As, 1982, manifiesta: “El equilibrio de todos los
elementos que alientan la vida es, pues, algo connatural a la Creación misma, ... y todo lo que lo altere, en
particular la obra destructora de muchos grupos humanos, desdice del postulado que obliga al hombre a
respetar la base misma de sus acciones y de su proyección como tal.”
Más allá de los fenómenos de inundación, relacionados también con el cambio climático
y otras cuestiones, y la desigual distribución del agua dulce en el mundo; el enfoque de
esta comunicación, estará piloteando sobre el fenómeno de la escasez global del agua
dulce.
La Argentina es un país de extremos, ya que hay zonas donde las lluvias medias anuales
son de 50 mm, caso de las provincias de San Juan y La Rioja en el NOA, hasta el
extremo de 5.000 mm de precipitaciones anuales en los bosques andinos patagónicos.
Es decir que nuestro país exhibe una variedad de climas, pero especialmente una gran
variabilidad, que provoca problemas de sequía e inundaciones según las regiones.
Nuestra provincia: Corrientes, padece ambos extremos, es decir períodos de sequías
alternando con las inundaciones cíclicas del Río Paraná, en períodos de intensas lluvias;
y también las restantes provincias tributarias de este río, están expuestas a inundaciones
devastadoras.3
Obviamente que las grandes regiones climáticas de nuestro país, que podemos
denominar zona húmeda, árida y semiárida, va indisolublemente ligado a las regiones
productivas.
La región húmeda, por ejemplo, abarca un 24% de la superficie del país y concentra
casi el 70% de la población, el 80% de la actividad agropecuaria y el 85% de la
actividad industrial, además de lo esencial de la infraestructura de servicios del país.
La región árida, que es mucho más extensa de lo que imaginamos, ocupa el 61% del
territorio y por ende la población asentada en ella representa un porcentaje mínimo: el
6%.
La región semiárida, es el restante 15% del país, donde se ubica el 28% de la población.
Estas estadísticas, no sólo conforman el mapa, sino que plantean regulaciones y
políticas diferenciadas con respecto al agua; que a la vez que debieran coordinarse, para
optimizar el uso y aprovechamiento con destino a usos agrícolas.
Consideración jurídica del agua
De acuerdo a nuestro Código Civil el agua es considerada una cosa, objeto material
susceptible de tener un valor. En el enfoque civilista, la consideración jurídica
prevalecía desde el punto de vista del dominio, toda vez que el Código Civil establece
que las cosas pueden ser bienes públicos ó privados del Estado Nacional o Provincial,
siguiendo la distribución de poderes hecha por la Constitución Nacional.
El agua entonces, puede ser del dominio privado si nace y muere dentro de una misma
heredad, el uso y goce pertenece al dueño del suelo en ese caso. Pueden ser del dominio
público, como las aguas subterráneas, o sea que este caso es el Estado el debe conceder
derechos sobre ella, pero éstas son las aguas que generalmente se utilizarán para la
agricultura.
Es decir que hasta ahora, el modelo jurídico dominante resulta ser el antropocéntrico,
asegurando la propiedad del recurso, desde un punto de vista subjetivo.
Actualmente asistimos a una consideración jurídica enfocada prioritariamente, desde un
punto de vista ambiental y por supuesto productivista, derivado de la doctrina agrarista
fundamentalmente. Surgen entonces otros paradigmas, sobre la base de la creciente
escasez y su necesidad vital, se advierten la necesidad de ubicar al agua como un bien
colectivo esencial. Surgen tensiones al ponerle un precio al uso del agua y privatizar
los servicios de agua potable. El Estado aparece como el gran responsable de la
administración de un recurso que escasea cada vez más.
Es decir que el Estado no sólo tiene que gerenciar el uso, sino controlar la salud de la
población, para lo cual debe impedir la contaminación y asegurar el acceso al agua a la
3
De Bianchetti Alba, Comunicación al VIII Congreso Mundial de Derecho Agrario, México, 2003.
mayor cantidad de población. Se advierte las limitaciones de la consideración jurídica
del agua basada en el modelo apropiativo. Las dificultades surgen porque el agua es una
recurso interdependiente con el suelo, los bosques, con los que conforma un subsistema,
es decir el medio ambiente. Y si hablamos de medio ambiente, surge la dificultad de
apropiación privada de ese bien.
Con la reforma constitucional del año 1994, ya no podemos seguir mirando recurso por
recurso, separadamente, si éstos, naturalmente conforman un sistema. Entre una
probable colisión de derechos individuales y sociales, deberá primar este último. Como
bien lo expresa Lorenzetti, “los derechos de propiedad sobre la tierra o sobre el agua,
tienen su límite en la función ambiental que cumplen”. 4
Es decir que el derecho tiene que acompañar el actual estado de situación, cambiando
los viejos paradigmas, por otros más acordes a los problemas que enfrentamos.
Agua y actividad productiva.
Dos cosas interesan del agua: la cantidad y la calidad. La cantidad alude al agua
disponible; para lo cual es necesario realizar estadísticas, hacer inventarios los Estados
del agua dulce, del agua potable, etc. La calidad en cambio, está más asociada al uso
que se le pretende dar: para beber, para riego, o sea el tipo de agua que se requiere,
según los usos a los que se la destine. La cantidad de agua disponible en el planeta es
fija, no puede aumentarse, pero la demanda de agua no ha dejado de incrementarse,
debido al aumento de la población y a la mayor demanda de agua para las industrias y
las labores agrícolas.
En el Tercer Foro Mundial del Agua, realizado en Kyoto –Japón- quedó claro que: la
demanda de agua potable aumenta y lo hace a tres veces el ritmo de crecimiento de la
población. Que solamente el 15% del agua dulce del planeta se encuentra en
condiciones de potabilizar fácilmente y que el 20% es agua subterránea. El restante 79%
se encuentra en forma de hielo y/o glaciares. 5
La intensificación de las actividades agropecuarias, se traduce en un incremento del uso
de agua para riego, en el desecamiento de humedales para uso agrícola, en la cría de
animales estabulados o a corral, y en el uso creciente de agro-químicos. La cría de un
número elevado de animales por hectárea produce una cantidad elevada de nutrientes,
que se traducirán en nitratos en aguas subterráneas y superficiales. La agricultura de
riego consume un 70% del consumo mundial de agua dulce, y si bien mucha agua se
pierde en otros usos, los costos del riego se calculan según la superficie irrigada y no
como correspondería, según la cantidad de agua utilizada.
Lo cierto es que la agricultura como negocio, manifiesta costos crecientes y precios
declinantes relativos, pero como la demanda seguirá aumentando al ritmo de
crecimiento de la población, los gobiernos terminan subsidiando la actividad, en vista a
que el sector influye en otros sectores económicos del país. Una manera indirecta de
subsidiar una actividad es autorizar el uso gratuito de un bien que escasea y que como
consecuencia de ese uso, se contamina. La utilización del agua para la agricultura,
produce problemas ecológicos, ya que el agua se saliniza y se contamina por la acción
de los agroquímicos y la atención de este problema se está demorando con
consecuencias, quizás irreversibles.
De la región de donde procedo, el agua de los ríos Paraná y Uruguay, además de
trascender fronteras nacionales, conforman un ecosistema que acusa el impacto de los
problemas ecológicos, por ende económicos derivados de la utilización del agua para
regadío. Por ello se impone la coordinación de una política común que se inspire en el
concepto de unidad de cuenca. Pero esa política común lo deben acordar países que
4
5
Lorenzetti Ricardo Luis, “Qué fue, qué es y qué será el agua para el derecho? LA LEY.
De Bianchetti Alba, Comunicación al VIII Congreso Mundial de Derecho Agrario, México, 2003.
tienen disímil regulación jurídica, con relación al recurso agua. Suponer políticas
nacionales independientes, sería esperar consecuencias quizás no queridas para los
países de aguas abajo, por el uso que se haga del recurso en los países de aguas arriba.
La agricultura considerada económicamente, puede ser una actividad rentable, porque
no se le imputan los costos, de los recursos escasos –como el agua- que consume.6
Sin embargo, “La agricultura supone también preocuparse por el medio ambiente, la
seguridad alimentaria, la salvaguardia del suministro de alimentos y la protección del
modo de vida rural”, como ya lo expresara el Dr. Aldo P. Casella.
¿Porqué sostenemos que el uso agrícola agua, dista mucho de ser sustentable?
Porque, a pesar de que el agua se ha convertido en un recurso escaso, en muchos lugares
su uso es altamente ineficiente. Debido a ese uso irracional, hasta un 60 % del agua
destinada a riego en ciertas áreas, no se incorpora a los cultivos además de causar
salinización del suelo. Más del 10 % de las tierras bajo riego del mundo sufren variables
desarrollos de salinización y la extensión y severidad de este fenómeno está
incrementándose. La calidad de agua superficial se deteriora debido a la contaminación
industrial y urbana, así como por los residuos químicos provenientes de la agricultura.
Enunciados someramente algunos de los problemas relacionados con el uso agrícola del
agua; ¿se avisora alguna solución?
Es una opinión personal lo que voy a exponer: el hombre no está poniendo suficiente
atención en prevenir, corregir y solucionar estos temas. Es decir, no se está poniendo
todo el conocimiento en abordar estas cuestiones. No lo están haciendo obviamente los
actualmente beneficiados: los agricultores, pero tampoco se ve mucha acción por parte
de las políticas agrarias.
Los diagnósticos y proyecciones ya están hechos. Por todos lados leemos la amenaza de
la escasez del agua, tan cercana en el tiempo como 2010, 2020, con consecuencias
gravísimas, incluso como hipótesis de guerras en el futuro por su posesión.
Sartori señala que los problemas del agua, separan al Norte del Sur del mundo. Mientras
en los países ricos los problemas primarios con relación al agua se reducen a su control,
reducción de los despilfarros, en los países del Sur, según las regiones, poseer agua
puede ser un lujo, en condiciones potables ya es una utopía.
Las asimetrías no son sólo vinculadas a la posesión o no del agua entre los países, sino
actualmente más cercana al desarrollo y aplicación del conocimiento y tecnología que
hace cada nación con sus recursos naturales. Y esto se vincula directamente por ejemplo
con la construcción de grandes represas en el curso de los ríos, que ocasionan desde
variaciones climáticas hasta el desequilibrio del régimen natural, por extracción masiva
del agua. 7
Sin embargo si miramos el mapa de escasez del recurso en el mundo, no podemos
afirmar que la carencia vaya asociada indisolublemente al subdesarrollo. Allí donde la
aridez es el paisaje, pero el hombre aplica su conocimiento, rápidamente observamos
desiertos florecientes en producción; por ejemplo: suroeste de los Estados Unidos, sur
de España, Australia e Israel, por citar algunos casos.
Si nuestro país en capaz de dilapidar el 90 por ciento del agua que dispone en la
agricultura, obteniendo de ello una magra cuota de la renta nacional, Israel es capaz de
Viglizzo nos señala que: “mas preocupante aún es que el consumo de bienes naturales no queda
registrado en las cuentas de la sociedad como el costo que en realidad es....La mutación de una
rentabilidad positiva en una negativa es un claro indicador de que estamos forzando el uso de recursos
naturales críticos más allá de sus propios límites de sustentabilidad.”
7
SARTORI, citando a Gianluca Ansalone, dice: “Sólo por echar otra ojeada al efecto presa: en 1991 se
terminó en el Rio de la Plata, en América Latina, el mayor embalse del mundo, que ha resultado ser –una
bomba de relojería ecológica que está produciendo daños irreparables en la periferia de Buenos Aires.”
6
obtener el 97 por ciento del PIB utilizando sólo el 5 por ciento del agua que posee. Y
ello lo logra aplicando conocimiento y tecnología.
Este país, no sólo ha adoptado una técnica de riego por goteo y reciclaje del agua, sino
que evita las producciones con alta absorción de agua. Cultiva en el desierto higos
chumbos, cactus de origen mexicano que hace fructificar sin riego durante once meses
al año y destina su escaso recurso de agua a producciones de alto valor, que exporta,
consiguiendo divisas para adquirir los cereales que no cultiva. 8
Esta es el “agua virtual” que viene suministrada bajo la forma de cereales importados,
es decir producciones agrícolas “hidroexigentes”, cuya exportación seguramente no
contempla el pago del agua que transferimos.
Como dice Sartori, la libertad de comercio conviene a todos, en especial si favorece el
despilfarro de los recursos hídricos por parte de los países pobres y con máxima
ineficiencia agrícola como el nuestro. Agua gratuita, significa poca innovación de los
cultivos agrícolas, uso ineficiente de un recurso escaso y vital. También los gobiernos
demoran las políticas de control y limitación del recurso agua, para evitar conflictos
sociales. Es decir, falta el desarrollo de ideas inteligentes de “aguas virtuales”, que se
inserten en la libertad de comercio mundial.
No es que proponga que todos los países cultiven lo mismo, lo que digo es que falta
aplicación del conocimiento humano, a la detección, prevención y solución de nuestros
problemas.
Aguas subterráneas
El agua para riego en la agricultura, puede sustraerse por el agricultor, alumbrando
aguas subterráneas del fundo o tomándolas de cauces superficiales. El riego consiste,
básicamente en aplicar agua a la producción (cultivos) para sostener su desarrollo y
crecimiento.
La utilización de las aguas subterráneas, con destino productivo plantea problemas
específicos: a) Conocimiento de los acuíferos en cuanto a su calidad y cantidad, a fin de
evaluar el caudal, la capacidad de recarga y la calidad del recurso.
b) Evitar el problema de la salinización y de la contaminación. Esto sucede porque el
riego sin drenaje, filtra, se acumula en las napas freáticas; se saliniza y vuelve a subir,
dañando las raíces de los cultivos.
Corrientes, es una provincia con excepcionales recursos hídricos, integrante de la región
mesopotámica dotada naturalmente, de los mayores recursos hídricos del país. En esta
provincia, los recursos hídricos subterráneos guardan relación con los aportes pluviales
y fluviales de cada región. 9
Loa acuíferos almacenan el 97% del agua dulce del planeta. Esa agua escondida bajo
los pies de los seres humanos, se está contaminando con pesticidas, fertilizantes
nitrogenados, químicos industriales, etc. El agua subterránea se recicla extremadamente
despacio, como para diluir los químicos tóxicos. A ello hay que agregar la cada vez
mayor utilización del agua subterránea para fines productivos agrícolas, que
indirectamente produce salinización.
Acuífero Guaraní
En nuestra región el Sistema Acuífero Guaraní, es una prueba más de que el
MERCOSUR también constituye una región geográfica natural, unida por un destino
común que les marca la naturaleza, ya que el Acuífero Guaraní, tiene una extensión de
unos 40.000 kilómetros cúbicos y está distribuido en los territorios de Argentina, Brasil,
Paraguay y Uruguay a una profundidad que oscila entre 50 y 1500 metros.
8
9
SARTORI, La tierra explota, taurus, p. 167, Bs, AS, 2003.
AGUA Y VIDA, publicación gratuita de Aguas de Corrientes.
Es uno de los reservorios más grandes del planeta. Para imaginar su dimensión, es igual
a un lago de 100 metros de profundidad que ocupe la superficie de toda la provincia de
Buenos Aires. 10
El Sistema Acuífero Guaraní se ubica bajo la zona de confluencia de los cuatro países,
ocupando una superficie en kilómetros cuadrados de 850.000 en Brasil, 70.000 en
Paraguay, 45.000 en Uruguay y 225.000 en Argentina. En nuestro país, se lo encuentra
al territorios de las provincias de Corrientes, Entre Ríos, Misiones, parte de Santa Fe,
Chaco y Formosa. 11
En toda esta región de la Argentina, la agricultura se nutre del uso del agua proveniente
de los acuíferos, En principio, permiten su re-utilización, pero como la amenaza
inmediata es la contaminación, entonces el Estado debe ser el garante del cumplimiento
de políticas hídricas que aseguren la calidad y la cantidad disponible de agua para la
vida.
En ese sentido el agua, tendrá un costo que no será únicamente económico, sino también
social; porque su presencia o su ausencia nos brinda un parámetro de desarrollo. Su
ausencia por ejemplo, va ligada a pobreza, enfermedad, atraso y su presencia puede ir
vinculada a riego, piscicultura, acuicultura, en términos que colabora con el desarrollo
económico y social.
El Dr. Fernando Brebbia en una ponencia al VIII Congreso Mundial de Derecho
Agrario realizado en Veracruz, México en el 2003, afirmaba que Guillermo L. Allende
considera que la reforma en materia de regulación hídrica, importa la incorporación de
una legislación expresa para las aguas subterráneas que antes no existía y que "pasa a la
jerarquía de cosas del dominio público, que será nacional o provincial según la
jurisdicción donde se encuentre" estando comprendida en el término genérico "de toda
otra agua que tenga o adquiera la aptitud de satisfacer usos de interés general, pero con
la singularidad de que el agua subterránea "juris et de jure" se presume que tiene esa
cualidad; el carácter público se encuentra algo así como atenuado porque el dueño del
fundo goza "del privilegio de extraerla conforme al ejercicio regular de su derecho de
propietario del fundo y en la medida de su interés y con sujeción a la reglamentación
que corresponde a la nación o a las provincias.
El Código de Aguas de la Provincia de Corrientes, define el agua subterránea como:
“aquellas que se encuentran bajo la superficie terrestre, constituyendo acuíferos libres
o confinados que son extraídos por el hombre para su aprovechamiento mediante la
ejecución de cualquier obra.” 12
El mismo código se relativamente reciente sanción, en el año 2000, también define los
significados de lo que debe entenderse de los siguientes vocablos: recursos hídricos,
política hídrica, aprovechamiento, uso, explotación, contaminar las aguas, cuenca
hidrográfica y cuenca hidrológica, cuenca hidrogeológica. Por otra parte regula de
manera bastante completa sobre la misma variedad de cuestiones, tales como: uso y
EMPRESA Y MEDIO AMBIENTE, Revista Nº 66, Año 11, pág 18, “40 mil kilómetros cúbicos de
agua y una gran apuesta para cuatro países”, artículo que comenta el Programa de Acciones Estratégicas
que llevan a cabo los cuatro países, a fin de elaborar un marco común institucional, legal y técnico para
manejar y preservar el Sistema Acuífero Guaraní.
11
EMPRESA Y MEDIO AMBIENTE, ob cit, además aclara que en la República Argentina, la unidad de
ejecución del proyecto está integrado por la Chancillería, la Secretaría de Medio Ambiente, el Instituto
Nacional del Agua organismo coordinador ante la Subsecretaria de Recursos Hídricos.
12
ISOLA ALFREDO E., ob. Cit. enseña que. “existen tres tipos de acuíferos, los confinados, los friáticos
y los semiconfinados. Los confinados están en un región envuelta en roca, y el agua se mueve sólo en una
región confinada, hay pocos de este tipo. Los friáticos tienen la capa superior descubierta, se ubican desde
los 0 hasta 10 metros de profundidad con relación a la superficie y los semiconfinados, tienen una
conducta entre los confinados y los friáticos”
10
aprovechamiento del agua, uso común y uso especial, permisos y concesiones, uso con
destino a uso agrícola y silvícola, industrial, minero, deporte y recreación entre otras.
Regula sobre una casi completa regulación hídrica, pero aún adeudamos la
reglamentación del mismo. Cierto que ese tema no es una excusa, a la posibilidad de
intervenir el Estado, con variadas normas operativas del Código de Aguas.
Pero aún que la norma sea completa, es una mirada jurídica territorial y local, cuando el
recurso discurre atravesando fronteras, no sólo provinciales, sino nacionales.
A su vea, no sólo la detallada regulación normativa interesa, sino que coincidiendo con
el Dr. Brebbia, Gelsi Bidart y otros, entendemos que; el Derecho Agrario no puede
desconocer y menos negar la fuerte e inseparable relación que existe entre la tierra y el
agua lo que no debe dejar de ser tenido en cuenta por nuestro derecho; por tal razón los
recursos hídricos no pueden estar ausentes del objeto contenido del derecho de la
agricultura, pero ello no significa la exclusión de otros sectores de las ciencias jurídicas.
El hecho de que el agua es uno de los elementos que integran el fundo (fundus
instructus) nos impide soslayar el tema en cuestión dentro del ámbito de nuestra
materia. 13
Coincidimos también, en cuanto se expuso acerca de “la necesidad de favorecer y
posibilitar la utilización colectiva de las aguas para usos agrícolas, sean públicas o
privadas, superficiales o subterráneas, a través de fórmulas societarias, asociativas,
comunitarias, consorciales o cooperativas. Porque "el tratamiento del régimen jurídico
de la propiedad y utilización de las aguas para usos agrícolas debe plantearse en el
marco de la ordenación del territorio y de acuerdo con su consideración como elemento
esencial del medio ambiente, que es preciso conservar y garantizar". El medio ambiente
se trasunta en un tema vinculado al tratamiento que se destine al recurso hídrico, toda
vez que “la alteración de las condiciones que pueden constituir una agresión al medio
ambiente y la necesidad de establecer y limitar técnicas y formas de gestión de la
explotación agraria como las relativas a la utilización de determinados abonos o
pesticidas, evacuación de vertidos de explotación ganadera”, no pueden estar ausentes
en la política con relación a los usos agrícolas del agua. 14
Propuestas para el sector agrícola:
Evaluar los impactos ambientales producidos por modificaciones en el uso del suelo y
por el uso excesivo de agroquímicos en las aguas superficiales y subterráneas.
Si actualmente la ineficiencia en el riego agrícola es entre 70 y 80% en la mayoría de las
regiones de nuestro país, mejorar la eficiencia a través de adelantos en infraestructura
y sistemas más tecnificados (riego por goteo, aspersión, micro aspersión), Esto es
crucial en regiones críticas; y de este modo dar respuesta a las crecientes demandas de
agua del sector agrícola en la actualidad y en el futuro
Tal como lo afirma Giovanni Sartori “Hablar de agua en los países en vías de desarrollo
significa referirse necesariamente a la agricultura, que utiliza el 69 por ciento del total
planetario sobre un 89 por ciento de consumos totales (lo que falta se va en evaporación
y en filtraciones en el suelo). Si la agricultura es hasta tal punto devoradora de agua en
parte no recuperable, es que algo no funciona, dado el desequilibrio entre la utilización
de un recurso escaso la contribución de la agricultura a la renta nacional.”
El desarrollo y gestión del agua debería basarse en un enfoque participativo, que
involucre a usuarios, planificadores y administradores en todos los niveles y en todas las
fases. En la medida que sea posible, los sistemas de agua deben gestionarse en el ámbito
13
BREBBIA FERNANDO, Ponencia al VIII Congreso Mundial de Derecho Agrario, Veracruz, México,
2003.
14
BREBBIA FERNANDO P., Ponencia ........
local, con criterios y límites que garanticen sistemas equitativos y sostenibles en el
ámbito de las cuencas hidrológicas.
Sobre todo en los países en vías de desarrollo, no se debe olvidar a las mujeres. Ellas
juegan un papel crucial en el suministro, gestión y conservación del agua. Las mujeres
son las principales proveedoras de alimentos y cuidados sanitarios para sus familias, y
por lo tanto se ven directa y profundamente afectadas por la falta de agua limpia. Los
sistemas de gestión del agua deberían prestar especial atención a las necesidades y
deseos de las mujeres, que deberían estar representadas en todos los niveles de
estructuras de gestión, incluida la toma de decisiones.
Ya sabemos, que las actuales tendencias demográficas señalan la necesidad de alimentar
y abastecer a crecientes contingentes de población, para lo cual se requerirá agua, no
sólo agua potable en términos de subsistencia, sino también agua destinada a riegos para
incrementar la producción agroalimentaria. El aumento de la demanda de agua, provoca
un desequilibrio del balance hídrico. Dos factores provocan ese desequilibrio: el
aumento de la población y la incidencia progresiva de la acción humana sobre el medio
ambiente. Esos temas son prioritarios en resolución.
En México, en el VIII Congreso Mundial de Derecho Agrario, también el Dr. Ángel
Sánchez Hernández alertaba, que “existe una estrecha relación entre el regadío y el
medio natural. Los sistemas actuales de producción agraria someten al Medio Ambiente
a fuertes presiones. -pensemos, por ejemplo, en la contaminación del agua dulce, en la
sobreexplotación de acuíferos y las aplicaciones masivas de fertilizantes inorgánicos y
productos fitosanitarios. En este sentido, los planteamientos de principios del siglo XX
defendiendo un modelo de aprovechamiento hídrico basado únicamente en el regadío y
las obras hidráulicas, no se adaptan a la nueva problemática de una sociedad con valores
y preferencias ambientales que impone un nueva cultura del agua, basada, no sólo en
una gestión del agua desde y para los sectores económicos directamente beneficiados
para su uso –regantes y empresas hidroeléctricas, fundamentalmente-, sino también y
sobre todo, en el reconocimiento de las funciones ambientales del agua que inciden en
la naturaleza y en la calidad de vida de los ciudadanos. Por tanto, el aprovechamiento
del agua disponible para las actividades socioeconómicas se sujetará a las funciones
ambientales del propio recurso. Por esto, el reto en la gestión del agua, pasa por
preservar su utilización de forma sostenible” afirmaba en su presentación el autor
español.
El ejemplo más cercano de imprevisión que podemos señalar, es la sanción en nuestro
país, de la Ley de presupuestos mínimos ambientales en materia hídrica Nº 25.688. Esta
ley que ya tiene planteos de inconstitucionalidad y más de cuatro proyectos de
derogación o modificación, nos está alertando, que el derecho no puede soslayar la
concertación y participación de los actores involucrados en la regulación de bienes con
función ambiental, para que la norma responda verdaderamente a una realidad social y
económica compleja.
Por todo ello, modestamente creo que las políticas en materia hídrica en nuestro país no
pueden dejar de contemplar: la gestión de la oferta para aumentar la disponibilidad en
zonas áridas, la gestión de la demanda para hacer más eficiente su uso en zonas
húmedas, la equidad en la satisfacción de los sectores demandantes y por sobre todo la
preservación de la integridad de los ecosistemas.
Conclusiones:
Del recurso hídrico, se ocuparon varios foros mundiales. Por ejemplo el III Foro
Mundial del Agua (Kyoto Japón 2003) expresó una visión que prioriza el control y
gestión privado de los recursos hídricos; su distribución a través de mecanismos de
mercado y la prioridad de uso industrial por sobre los derechos de comunitarios de
subsistencia y la mantención de los ecosistemas lo cual ratifica el carácter privatizador
del recurso.
Una visión opuesta a la visión del Foro Mundial del Agua, lo tiene la sociedad civil
mundial, que planteó en 4 Foros paralelos a Kyoto -desarrollados en Nueva York,
Florencia, Sao Paulo y Nueva Delhi- que: el agua debe mantenerse como patrimonio
común y como bien público; que debe estar disponible para las comunidades humanas y
la conservación de los ecosistemas; que no debe ser dejado a la especulación del
mercado y, por tanto, ser excluida de las reglas del sector servicios de la OMC y de los
acuerdos sobre comercio e inversión.
A su vez, la 58º reunión de la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) adoptó
una resolución que designa el período 2005-2015 como la Década Internacional para la
acción “Agua para la Vida”, a partir de la celebración del Día Mundial del Agua, el 22
de marzo de 2005.
Como vemos, el mundo está discutiendo acerca del recurso agua, en términos de la
probable escasez crítica del recurso.
No podemos estar fuera de la discusión, ni mirar hacia otro lado, como si nada fuera a
pasar. Estamos sobre uno de los acuíferos más importantes del mundo. Su consideración
y gestión deberá realizarse desde el consenso de países usufructuarios, pero no con una
mirada apropiativa, sino con la visión de función ambiental del recurso. Con
proyecciones para la vida y no para la extinción.
Está bien que en estos foros de Derecho Agrario se incluya el tema. Esta bien que
discutamos y que aparezca el disenso, la aplicación del conocimiento y la ciencia en la
resolución de un problema que nos atañe a nosotros, que no podemos dilapidar de
manera irresponsable y menos, privárselo a las futuras generaciones.
Bibliografía:
- ACTAS DE LAS II JORNADAS DE DERECHO AGRARIO, Universidad de la Rioja y Fundación
Caja Rioja, Logroño, España, 1998.
- CARROZA ANTONIO, ZELEDÓN ZELEDÓN RICARDO, TEORIA GENERAL E INSTITUTOS DE
DERECHO AGRARIO, Editorial Astrea, pág 351, Bs As., 1990.
- CECEÑA ANA ESTHER y EMIR SADER, LA GUERRA INFINITA –Hegemonia y Terror Mundial,
Bs. As., GLACSO, julio, 2002.
- DE ARENAZA EMILIO ELIAS, en el libro TEMAS DE RECURSOS NATURALES del Dr.
EDUARDO A. PIGRETTI, Editorial Abeledo Perrot, Bs As, 1982.
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