Revista Candidus Año 2 - No

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Revista Candidus Año 2 - No.14 - Marzo/ Abril 2001
Ramón Oswaldo Páez P.
LA EDUCACION RURAL BAJO UN NUEVO PARADIGMA
En el nuevo milenio no podemos poner en práctica viejas formas de hacer pedagogía,
porque estaríamos inmersos en un mundo de contradicciones, el cual sólo podría
conducirnos al pasado, más aún nos quedaríamos rezagados como sociedad con
relación a otras que avanzarían por el camino correcto.
El nuevo milenio trae consigo un nuevo paradigma, un nuevo modelo de
desarrollo que se caracteriza por ser sustentable y el cual plantea grandes desafíos; no
sólo para el mundo desarrollado, sino también para aquellos que están en vías de
desarrollo entre ellos América Latina y en particular Venezuela.
Desde la década de los 90, hemos iniciado el desmonte de un viejo modelo de
desarrollo económico caracterizado por ser centralizado, impositivo y en donde el papel
del Estado no cesaba en ser un ente interventor y controlador de todo lo que acontecía
en la sociedad. El paternalismo, la imposición, el control y el centralismo penetraron
todos los rincones de la sociedad, a la familia, a la escuela y al trabajo por mencionar
sólo tres escenarios. En la familia asumimos el rol de padres paternalistas y
autocráticos; en la escuela el docente era el reflejo del Estado, sólo él decidía, los
educandos se limitaban a obedecer y aceptar pasivamente, no participaban y no lo
hacían porque en las aulas no había espacios para la participación, tampoco lo había
en las comunidades, en éllas el Estado todo lo decidía y así se dejaba ver con sus
instituciones.
Estamos entrando a un nuevo modelo de desarrollo económico. Del modelo
de crecimiento hacia dentro o de sustitución de importaciones, al cual entramos en la
década de los 50 y perduró hasta la década de los 80 o década perdida, pasamos al
modelo de Apertura Económica. Es así como ahora se habla de desarrollo sustentable.
Estos conceptos son parte de lo novedoso de este nuevo milenio y de ahora en
adelante se constituirán en parte de la cotidianidad.
Si por un lado vemos que el estado venezolano está asumiendo un nuevo rol
en la sociedad, pasando a ser un ente menos controlador, reduciendo los subsidios,
promoviendo y fortaleciendo las organizaciones sociales podemos entender hacia
donde vamos, nos dirigimos hacia la apertura económica, hacia la privatización, ahora
la sociedad deberá estar organizada y ser participativa. El Estado se está reduciendo y
dejando en la sociedad un nuevo rol.
Estamos entrando a un mundo donde la sociedad no puede ser la misma de
hace unas décadas atrás. Ahora ésta deberá organizarse de distintas maneras, en
asociaciones sociales de carácter privado con fines de lucro; como las empresas
comunitarias, micro-empresas familiares, sindicatos y asociaciones vecinales entre
otras o asociaciones privadas no lucrativas como las cooperativas. Todas ellas son las
ONGS, el Tercer sector como otros las llamarían. Todas, constituyen un desafío para
algunos sectores como la educación por ejemplo, ¿Cuál va a ser el papel de la
educación bajo este nuevo paradigma?. ¿Qué actitud podrá asumir la escuela?.
¿Continuará siendo una escuela tradicional, contemplativa o por el contrario se
involucrará impulsando los cambios?, serán muchas las interrogantes que ahora nos
haremos al respecto y también las reflexiones.
La educación deberá ponerse a tono con esta nueva realidad, no puede
quedarse estática mientras todo cambia a su alrededor, en este sentido la educación
rural de carácter formal deberá orientarse hacia la comunidad, integrarse con la
comunidad y otros entes bajo nuevas estrategias. No bastará con la integración
escuela - comunidad como se ha venido planteando, ahora deberá dinamizarse
incorporando a la escuela estrategias educativas de carácter no formal, ambos
procesos educativos o modalidades deberán fusionarse de ahora en adelante e ir
promoviendo en las escuelas rurales la organización y la participación y así comenzar a
fortalecer desde estas instituciones al denominado tercer sector (la sociedad civil).
Bajo este enfoque, el docente rural deberá ser aún más reflexivo, crítico,
creativo, honesto y muy humilde porque ahora tendrá que salir de la escuela y estar
más tiempo con la comunidad. Deberá irradiar el entorno, creando así una onda
expansiva como una piedrita en un estanque.
Este docente que nos estamos planteando, creará un impacto positivo en su
comunidad, será muy apreciado y querido tanto por los padres y representantes, como
por la comunidad en general, jamás querrán que se vaya de la comunidad. Harán
miles de cosas para que permanezca en ella y todo ello porque este docente habrá
promovido un trabajo más allá de las paredes del aula, habrá promovido un trabajo
comunitario. El habrá asumido de esta manera una nueva pedagogía que contempla
que no sólo se es docente dentro del aula y de la escuela, que hay que contribuir con
el desarrollo de la comunidad y esto solo es posible involucrándose con su gente.
Es obvio que este nuevo docente tendrá que estar en continua formación
académica, habrá que prepararlo, es decir capacitarlo. No podremos promover la
organización y la participación en las comunidades rurales sin la formación de los
docentes que hoy laboran en las escuelas rurales unitarias, concentradas y graduadas.
Es necesario que ellos sean involucrados en talleres, cursos o jornadas cuyos temas
fundamentales comprendan aspectos relacionados con las organizaciones comunitarias
o asociaciones no gubernamentales, como fomentarlas y promoverlas, darles a conocer
lo que significan las cooperativas, las mutuales y como se forman, hacerles
comprender la importancia del diálogo como vía para extraer las necesidades sentidas
de la comunidad y como contribuir con su gente en la solución de las mismas. Todos
estos aspectos aunado a un proceso de concientización y humanización deben
constituirse en temarios para formar el docente rural necesario para este nuevo
milenio.
Finalmente es importante replantear que bajo este nuevo paradigma,
docentes, comunidades y todos aquellos entes que realicen actividades educativas de
carácter no formal (Ministerios, Universidades, Organizaciones Privadas, Nacionales y
Foráneas) deberán unir esfuerzos promoviendo acciones colectivas y coordinadas para
lograr así un impacto en estos sectores rurales que se traduzca en un verdadero
desarrollo rural sustentable.
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