04_22 de enero de 2015 - César Gamboa.pdf

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Publicado: Diario UNO
Fecha: 22 de enero de 2015
Escribe: César Gamboa
De Banco Mundial, su pulpín
El Banco Mundial hace 2 años ha iniciado un proceso de revisión de sus
salvaguardias ambientales y sociales, condiciones mínimas a cumplir por países que piden
préstamos para inversiones públicas. Estos estándares fueron fruto de demandas de
organizaciones sociales e indígenas durante décadas y proyectos que generaron grandes impactos
en bosques, o proyectos que alimentaron la corrupción de los países que no contaban con criterios
mínimos de buen gobierno.
Estos estándares como la necesaria aprobación de la evaluación ambiental antes de la aprobación
del préstamo irradiaron para que otras instituciones globales siguieran los mismos criterios. Ahora
ocurre todo lo contrario, dada la debilidad política de las instituciones financieras internacionales,
y un gran flujo de inversiones que no pasa por Washington (BNDES, ExIm Bank Chino), el Banco
Mundial nos presenta este 02 de febrero en Cusco y el 04 en Lima, un borrador de una nueva
política ambiental y social que debilita este marco emblemático de salvaguardias con el cual se ha
comparado muchas veces para señalar la viabilidad de las inversiones.
Es cierto que vivimos un cambio de las reglas del juego para las inversiones, pero la propuesta del
Banco no justifica el argumento que pretende alcanzar, mas desarrollo sostenible. Al reducir su
poder de monitoreo de la inversión, está jugando a que el poder auto regulador del
cliente/mercado lo puede todo, es más, la argucia de reconocer derechos como el consentimiento
previo libre e informado y después poner a los países la posibilidad de inaplicarla, es desconocer la
real situación de las políticas nacionales a nivel global, donde muchos países por la desaceleración
económica, están flexibilizando su legislación ambiental, laboral, etc.
Así como en Perú, el Banco Mundial nos presenta su política pulpin, pues su propuesta es débil
con relación a una protección adecuada para trabajadores (juvenil, situación infantil,
tercerización); la propuesta solo protege a trabajadores directamente contratados por el proyecto.
Podemos asegurar que el Banco participara más en muchos negocios, pero también correrá
riesgos y estará inmerso en conflictos socioambientales que mellaran su imagen. Quizás ganancias
obtenga, pero beneficios, lo dudamos.
Ver en: http://diariouno.pe/columna/de-banco-mundial-su-pulpin/
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