HUME INTENCIÓN DE LA FILOSOFÍA DE HUME

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HUME
• INTENCIÓN DE LA FILOSOFÍA DE HUME
• TEORÍA DEL CONOCIMIENTO: EL EMPIRISMO DE HUME
• LAS IDEAS, SU ORIGEN Y SUS RELACIONES
• ASOCIACIÓN DE IDEAS
• ÁMBITOS Y NIVELES DE CONOCIMIENTO. RELACIONES DE IDEAS Y CUESTIONES DE
HECHO
• CRÍTICA A LA CAUSALIDAD
• LA CREENCIA
• LA IDENTIDAD PERSONAL
• EL ESCEPTICISMO DE HUME
• LA MORAL EN HUME
• RELACIONES ENTRE EL PENSAMIENTO DE HUME Y EL PENSAMIENTO DE KANT
• RELACIONES ENTRE EL PENSAMIENTO DE HUME Y EL PENSAMIENTO DE DESCARTES
• INTENCIÓN DE LA FILOSOFÍA DE HUME
• La Filosofía de Hume, al igual que la de Descartes, se caracteriza por su preocupación por el Método.
Descartes, como hemos visto, utilizaba el Método, que era analítico − deductivo (se buscaban las
primeras verdades incuestionables y, a partir de ellas, se deducían consecuencias)
• El Método de Hume quiere parecerse, no al Método Matemático, sino al Método de la Física de
Newton. No obstante, Hume nunca llegó a entender el significado profundo del Método Hipotético
Deductivo. Se asemeja a Newton en los siguientes aspectos:
• Hume va a hablar de las leyes de asociación entre ideas. Newton propuso las Leyes de Atracción Universal.
• Ambos autores rechazan cualquier tipo de hipótesis no verificada.
• Ambos autores parten de elementos simples que se diferencian de los demás. En esto se asemejan también a
Descartes. Las primeras verdades para todos estos autores son: la descripción matemática y cuantitativa de
elementos simples.
• TEORÍA DEL CONOCIMIENTO: EL EMPIRISMO DE HUME
• Percepciones
• Relaciones entre percepciones
• Uso del Principio de Copia
• Significado del Principio de Copia
• La inmediatez de las impresiones
• Otros sentidos de la experiencia
• Estatuto lógico del Principio de Copia
• LAS IDEAS, SU ORIGEN Y SUS RELACIONES
Hume va a tratar el problema del conocimiento en dos de sus obras, que son El Tratado sobre la naturaleza
humana y Las investigaciones sobre el entendimiento humano.
El punto de partida de la Teoría del Conocimiento es cuestionar toda la Metafísica que había caracterizado al
Racionalismo, descartando las ideas innatas. El punto de partida del Empirismo de Hume, Locke, Berkeley, es
afirmar que todas las ideas provienen de la experiencia y no se puede ir más allá de ésta.
La experiencia inmediata va a ser denominada por Hume con el término percepción. Las percepciones, según
Hume, son de dos tipos:
• IMPRESIONES: Son datos, inmediatez de la experiencia.
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• IDEAS: Son copias debilitadas de las impresiones.
Hume va a utilizar su concepto de percepción para cuestionar la validez de todos los principios de la
Metafísica.
Para Hume sólo tienen validez las ideas que copian impresiones. Todas aquellas ideas de la Metafísica, como
Dios, Mundo o YO no tienen sentido, validez, porque no se basan en ninguna impresión sensible. Hume va a
utilizar, por tanto, el Principio de Copia como criterio de validez del conocimiento. Como veremos, este
criterio le va a llevar al Escepticismo absoluto. Todos nuestros conocimientos se basan en hábitos, en la
costumbre, y no resisten la prueba del Criterio de Copia.
Hume va a diferenciar también entre Impresiones e Ideas simples y complejas. Las simples no admiten
distinción ni separación. Las complejas, sin embargo, son divisibles en partes, de tal forma que una idea
simple es copia de una impresión simple, y una idea compleja, si es válida, debe ser copia de una impresión
compleja. Sin embargo, el dinamismo asociativo de la imaginación crea, según Hume, ideas complejas que no
tienen su origen en impresiones. Sería la explicación de los conceptos de la Metafísica. La relación entre
impresiones e ideas, según Hume, es la siguiente: las impresiones no son siempre de sensación, también hay
impresiones de reflexión. Las impresiones de sensación darán lugar a ideas de sensación. Éstas, a su vez,
generan impresiones de reflexión, que serán copiadas, convirtiéndose en ideas de reflexión.
Hume utiliza el Principio de Copia en contra de la Metafísica Abstracta (Racionalismo). El Principio de Copia
es el fin de las ideas innatas, toda idea proviene de una impresión, pero las impresiones de sensación
provienen de causas desconocidas, no tienen, según Hume, su origen en la realidad, como cabría imaginar. A
esto se le va a llamar Inmanentismo o Escepticismo de Hume, no sabemos cuál es el origen de las
impresiones.
Las impresiones dejan encerrado el conocimiento en el problema del YO: no se puede ir más allá del
conocimiento encerrado en la mente. Los anteriores Empiristas, como Locke, afirmaban que el origen de
nuestras percepciones sería la realidad externa, aunque no podríamos llegar a conocerla tal cual es. Hume va a
ir más allá, no tiene sentido preguntarnos por la causa de nuestras impresiones (va a criticar cualquier tipo de
conexión necesaria entre causa y efecto).
Hay que tener en cuenta que, en Hume, la palabra Experiencia significa hábito o costumbre. Como veremos,
todos los conocimientos del mundo físico, según Hume, son creencias basadas en la costumbre.
El estatuto lógico del Principio de Copia es el de una regla de procedimiento, un instrumento para llevar los
conceptos hacia su fuente en la experiencia. El objetivo del Principio de Copia es investigar los términos
sospechosos de la Metafísica. Esta función crítica prevalecerá sobre la función constructiva.
• ASOCIACIÓN DE IDEAS
Las ideas, como hemos visto, pueden ser simples o complejas. Las ideas complejas son fruto de la
combinación de las ideas simples realizada por imaginación. Mientras que la memoria conserva las ideas en
el mismo orden y posición en que se nos presentan, la imaginación asocia las ideas combinando ideas simples
y complejas con libertad. Esta libertad está, sin embargo, limitada por los principios de asociación de las
ideas:
• PRINCIPIO DE SEMEJANZA: por el que la imaginación asocia ideas parecidas.
• PRINCIPIO DE CONTIGÜIDAD: por el que la imaginación asocia ideas que se nos han presentado con
proximidad en el espacio y en el tiempo. Este principio opera en la relación causa − efecto.
• PRINCIPIO DE OPOSICIÓN: por el que la imaginación asocia ideas que se contraponen.
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Las ideas de la memoria y de la imaginación también se diferencian por su vivacidad. Las ideas de la memoria
son más fuertes que las de la imaginación. Mientras que la facultad racional que explica toda la dinámica del
conocimiento en Descartes es la intuición, en Hume va a ser la imaginación o dinámica combinatoria, que
explica nuestras ideas complejas. La imaginación, no obstante, no puede ser interpretada como el sujeto
agente del conocimiento, porque eso sería ir más allá del límite de la experiencia; no podemos preguntarnos
por el origen, por la causa de nuestros conocimientos más allá de las impresiones. Sin embargo, como hemos
visto en Descartes, la razón, la intuición, sería la actividad propia de un sujeto sustancial.
La imaginación es el punto más débil del Empirismo de Hume. Es la explicación a la que recurre Hume para
superar el Inmanentismo, una solución, no definitiva, porque, como hemos visto, se trata de una actividad sin
un sujeto activo y que le dé significado.
• ÁMBITOS Y NIVELES DEL CONOCIMIENTO. RELACIONES DE IDEAS Y CUESTIONES DE
HECHO
Hume va a diferenciar dos tipos de conocimiento: las relaciones entre ideas y las cuestiones de hecho:
• RELACIONES ENTRE IDEAS: Es el conocimiento propio de la Matemática y la Lógica, que se basa en
la experiencia, por lo que es a priori, y que es eterno e inmutable. No obstante, las relaciones de ideas tienen
el problema de que no permiten que el conocimiento siga progresando, por que se trata de conocimientos
analíticos o verdades por definición.
• CUESTIONES DE HECHO: Es el conocimiento propio de la Física. Este conocimiento es a posteriori y
se basa en la experiencia sensible; permite descubrir nuevas parcelas de la realidad. No se basa en
definiciones, es sintético. El problema de este tipo de conocimiento es que, para Hume, tiene muy poca
validez, se trata sólo de creencias basadas en el hábito, en la costumbre, y en asociaciones causales, que, a
fuerza de repetirse, tomamos por necesarias. Las cuestiones de hecho tienen sólo una validez probabilística.
Kant va a proponer que la Física no es sólo una creencia, porque utiliza juicios a priori, como las relaciones
entre ideas que, sin embargo, nos describen la realidad, son síntesis, como lo eran las cuestiones de hecho.
• CRÍTICA A LA CAUSALIDAD
La conexión causal es nuestra vía ordinaria de acceso a los hechos, de acceso a la realidad: pensamos que
nuestras impresiones tienen que tener una causa. Hume, criticando la conexión causal, va a cuestionar nuestro
conocimiento de las cuestiones de hecho.
En la relación causal, Hume buscará el análisis crítico de la idea de causa, es decir, si esta idea se corresponde
con impresiones de sensación. Hume afirma que en la idea de causa intervienen tres tipos de impresión:
• La impresión de contigüidad, entre la causa y el efecto,
• La impresión de sucesión, primero la causa y después el efecto,
• Pero la impresión de conexión necesaria entre la causa y el efecto no existe; es la costumbre la que
engendra la creencia probable de que el curso de la naturaleza siempre va a seguir igual y que, por
tanto, las causas de los fenómenos físicos tienen una conexión necesaria con sus efectos.
Hume intenta explicar cómo, si no hay impresiones de conexión necesaria, podemos llegar a esta idea. Afirma
que esta idea no se basa en impresiones de sensación, sino en una impresión de reflexión.
Por tanto, la idea de conexión necesaria tiene su origen en el dinamismo asociativo de la imaginación, que
siguiendo la Ley de Contigüidad asocia dos impresiones, llamando a la primera Causa y a la segunda Efecto.
La costumbre nos llevará a pensar que siempre que se dé la primera de estas impresiones se dará también la
segunda.
Esta crítica a la causalidad le llevó a Hume a cerrar cualquier puerta de acceso a la realidad. El conocimiento
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quedará encerrado en la inmanencia del Yo que, como veremos, será también cuestionada.
• LA CREENCIA
Las creencias, como hemos visto, son el nivel del conocimiento propio de las cuestiones de hecho, basadas en
inferencias causales, que nos llevan a aceptar la existencia de un mundo exterior. Las creencias son ideas de
reflexión con la fuerza y vitalidad de las impresiones. Esto se debe, según Hume, a que las impresiones
presentes avivan estas ideas de reflexión, provocando el asentimiento subjetivo de la creencia.
Por tanto, se da una relación de asociación entre impresiones de sensación actuales y las ideas de reflexión
sobre la existencia de cuerpos exteriores a la mente. Hume ha criticado de esta manera el concepto de
sustancia extensa: no existen los cuerpos como origen de nuestras impresiones. La existencia de los cuerpos
es meramente una creencia.
No obstante, este escepticismo de Hume no es absoluto para él. Las creencias no son meras ficciones, tienen
validez pragmática, es decir, nos resultan útiles, y las posibilidades de desenvolvernos en el mundo se
fundamentan en este tipo de creencias que, por tanto, tienen un alto valor cognoscitivo.
• LA IDENTIDAD PERSONAL
Hume va a criticar también la sustancia espiritual o sustancia pensante. Como vimos, para Descartes, el ser
humano era la suma de la res cogitans o sustancia espiritual y la sustancia extensa o materia. Como res
extensa, el ser humano sería únicamente materia sometida a leyes mecánicas, que controlarían su
comportamiento. No obstante, Descartes cree también en el alma, que está unida al cuerpo por la glándula
pinial. Hume va a negar también la sustancia pensante, va a rechazar las tesis de otros filósofos sobre la
identidad del Yo, utilizando dos argumentos:
• No hay conocimiento de nosotros mismos.
• La idea de un Yo unitario es incompatible con el principio atomista de las percepciones: somos solamente
nuestras impresiones.
Para Hume, el Yo es sólo un haz de percepciones fluyentes. El Yo sería sólo el teatro, el escenario en el que se
suceden nuestras percepciones. Hume intenta explicar cómo atribuimos normalmente identidad al Yo. Se debe
a una confusión propiciada por el dinamismo asociativo de la imaginación, que tiende a asociar nuestras
percepciones, dándoles por costumbre una identidad estable.
Hume, al igual que ha negado la sustancia extensa desde la crítica a la causalidad, ha negado también la
sustancia pensante, que se debe también a la confusa idea de causa de nuestras impresiones.
• EL ESCEPTICISMO DE HUME
Hume nos habla de que hay dos tipos de escepticismo:
• ESCEPTICISMO ANTECEDENTE: Es aquel que parte de la Duda Universal para encontrar la primera
verdad.
• ESCEPTICISMO CONSECUENTE: Es aquel en que la Duda es el resultado del proceso de
investigación. Por ejemplo, el escepticismo de Hume sería consecuente. El escepticismo consecuente se
divide en dos clases:
• El que duda de los sentidos: Hume no va a proponer este tipo de escepticismo.
• El que duda de la Razón: Hume no va a dudar, como hemos visto, de ésta, sino de los contenidos de la
experiencia; va a dudar de si nuestras impresiones e ideas se corresponden con (cuestiones de hecho) las
cosas mismas. En definitiva, Hume duda del segundo de los dos tipos de conocimiento que vimos, de las
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cuestiones de hecho, duda de los conocimientos físicos, que para él sólo son creencias, basadas en la
costumbre. No obstante, el escepticismo de Hume respecto a las cuestiones de hecho es moderado, dado
que acepta que las creencias son vitalmente prácticas y seguras. Por tanto, Hume afirma que él no cae en un
escepticismo absoluto, porque acepta las verdades de la acción y de la vida en común.
• LA MORAL EN HUME
Hemos visto que Hume diferenciaba dos tipos de conocimiento. Respecto a la moral, lo primero que se va a
plantear es si se corresponde con alguno de ellos.
Hume afirma que la Ética no se trata de ninguno de estos dos tipos de conocimiento:
• No se corresponde con las ideas porque este tipo de conocimiento utiliza verdades por definición, es decir,
analíticas.
• La Ética no se corresponde con las cuestiones de hecho, porque la Ética no describe la realidad, no nos dice
cómo son las cosas, sino cómo debieran ser. Creer que la Ética es una cuestión de hecho es caer en la
falacia naturalista, que consiste en pensar que el atributo "bueno" es una descripción, como lo puedan ser
otros adjetivos.
Este análisis del lenguaje moral que realiza Hume va a influir en toda la ética analítica del siglo XX. No
obstante, la Ética tiene contenido y sentido, según Hume (la ética analítica contemporánea, en algunos casos,
niega que las proposiciones tengan sentido, serían vacías de contenido).
Para Hume, la Ética tiene contenido emocional y pragmático. Cuando afirmamos que algo es bueno, podemos
estar diciendo dos cosas:
• Que despierta en nosotros emociones positivas de agrado (contenido emotivo).
• Podemos estar intentando incidir en la conducta de los demás para que cambien. En ese caso tendría un
contenido pragmático.
• RELACIONES ENTRE EL PENSAMIENTO DE HUME Y EL PENSAMIENTO DE KANT
TEMAS
PARECIDOS HUME − KANT
DIFERENCIAS
Hume niega las ideas innatas.
TEORÍA DEL
CONOCIMIENTO
Sólo el conocimiento que empieza
Kant admite que los a priori de la
por los sentidos es válido.
Razón no vienen de la experiencia
y dan validez a la experiencia.
Hume es emotivista.
ÉTICA
No.
Kant es formalista.
• RELACIONES ENTRE EL PENSAMIENTO DE HUME Y EL PENSAMIENTO DE DESCARTES
La Filosofía de Hume, al igual que la de Descartes, se caracteriza por su preocupación por el Método.
Descartes, como hemos visto, utilizaba el método, que era analítico − deductivo (se buscaban las primeras
verdades incuestionables y, a partir de ellas, se deducían consecuencias)
El Método de Hume quiere parecerse, no al método matemático, sino al método de la Física de Newton. No
obstante, Hume nunca llegó a entender el significado profundo del Método Hipotético Deductivo. Se asemeja
a Newton en los siguientes aspectos:
• Hume va a hablar de las leyes de asociación entre ideas. Newton propuso las leyes de atracción
universal.
• Ambos autores rechazan cualquier tipo de hipótesis no verificada.
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• Ambos autores parten de elementos simples que se diferencian de los demás. En esto se asemejan
también a Descartes. Las primeras verdades para todos estos autores son la descripción matemática y
cuantitativa de elementos simples.
El punto de partida de la Teoría del Conocimiento es cuestionar toda la Metafísica que había caracterizado al
Racionalismo, descartando las ideas innatas. El punto de partida del Empirismo de Hume, Locke y Berkeley
es afirmar que todas las ideas provienen de la experiencia y no se puede ir más allá de ésta. La experiencia
inmediata va a ser denominada por Hume con el término percepción. Las percepciones, según Hume, son de
dos tipos: impresiones e ideas. Las impresiones son datos, inmediatez de la experiencia; y las ideas son copias
debilitadas de las impresiones.
Hume va a utilizar el concepto de percepción para cuestionar la validez de todos los principios de la
Metafísica. Para Hume, sólo tienen validez las ideas que copian impresiones. Todas aquellas ideas de la
Metafísica como Dios, Mundo, o Yo, no tienen sentido, validez, porque no se basan en ninguna impresión
sensible. Hume va a utilizar, por tanto, el Principio de Copia como criterio de validez del conocimiento. Como
veremos, este criterio le va a llevar al escepticismo absoluto. Todos nuestros conocimientos se basan en
hábitos, en la costumbre, y no resisten la prueba del Criterio de Copia.
Hume va a diferenciar también entre impresiones e ideas simples y complejas. Las simples no admiten
distinción ni separación. Las complejas, sin embargo, son divisibles en partes, de tal forma que una idea
simple es copia de una impresión simple, y una idea compleja, si es válida, debe ser copia de una impresión
compleja. Sin embargo, el dinamismo asociativo de la imaginación crea, según Hume, ideas complejas que no
tienen su origen en impresiones; sería la explicación de los conceptos de la Metafísica. La relación entre
impresiones e ideas según Hume es la siguiente: las impresiones no son siempre de sensación, también hay
impresiones de reflexión. Las impresiones de sensación darán lugar a ideas de sensación. Éstas, a su vez,
generan impresiones de reflexión, que serán copiadas, convirtiéndose en ideas de reflexión.
Hume utiliza el Principio de Copia en contra de la Metafísica Abstracta (Racionalismo). El Principio de Copia
es el fin de las ideas innatas, toda idea proviene de una impresión, pero las impresiones de sensación
provienen de causas desconocidas, no tienen su origen, según Hume, en la realidad, como cabría imaginar. A
esto se le va a llamar Inmanentismo o Escpticismo de Hume, no sabemos cuál es el origen de las impresiones.
Las impresiones dejan encerrado el conocimiento en el problema del Yo: no se puede ir más allá del
conocimiento encerrado en la mente. Los anteriores empiristas, como Locke, afirmaban que el origen de
nuetras percepciones sería la realidad externa, aunque no podríamos llegar a conocerla tal cual es. Hume va a
ir más allá, no tiene sentido preguntarnos por la causa de nuestras impresiones (va a criticar cualuier tipo de
conexión necesaria entre causa y efecto).
Hay que tener en cuenta que en Hume la palabra percepción significa hábito o costumbre. Como veremos,
todos los conocimientos del mundo físico, según Hume, son creencias basadas en la costumbre.
El estatuto lógico del Principio de Copia es el de una regla de procedimiento, un instrumento para llevar los
conceptos hacia su fuente en la experiencia. El objetivo del Principio de Copia es investigar los términos
sospechosos de la Metafísica. Esta función crítica prevalecerá sobre la función constructiva.
Las ideas, como hemos visto, pueden ser simples o complejas. Las ideas complejas son fruto de la
combinación de las ideas simples realizada por la imaginación. Mientras que la memoria conserva las ideas en
el mismo orden y posición en que se nos presentan, la imaginación asocia las ideas combinando ideas simples
o descomponiendo las complejas con libertad. Esta libertad está, sim embargo, limitada por los principios de
asociación de las ideas:
• Principio de semejanza: por el que la imaginación asocia ideas parecidas.
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• Principio de contigüidad: por el que la imaginación asocia ideas que se nos han presentado con
proximidad en el espacio y en el tiempo. Este principio opera en la relación causa − efecto.
• Principio de oposición: por el que la imaginación asocia ideas que se contraponen.
Las ideas de la memoria y de la imaginación también se diferencian por su vivacidad. Las ideas de la memoria
son más fuertes que las de la imginación. Mientras que la facultad racional que explica toda la dinámica del
conocimiento en Descartes es la intuición, en Hume va a ser la imaginación o dinámica combinatoria, que
explica nuestras ideas complejas. La imaginacion, no obstante, no puede ser interpretada como el sujeto
agente del conocimiento, porque eso sería ir más allá del límite de la experiencia, no podemos preguntarnos
por el origen, por la causa de nuestros conocimientos más allá de las impresiones. Sin embargo, como hemos
visto en Descartes, la razón, la intuición, sería la actividad propia de un sujeto sustancial.
La imaginación es el punto más débil del Empirismo de Hume. Es la explicación a la que recurre Hume para
superar el Inmanentismo, una solución no definitiva, porque, como hemos visto, se trata de una actividad sin
un sujeto activo y que le dé significado.
Hume va diferenciar dos tipos de conocimiento:
• Las relaciones entre ideas: es el conocimiento proio de la Matemática y la Lógica, que se basa en la
experiencia, por lo que es a priori, y que es eterno e inmutable. No obstante, las relaciones de ideas
tienen el problema de que no permiten que el conocimiento siga progresando, porque se trata de
conocimientos analíticos o verdades por definición.
• Las cuestiones de hecho: es el conocimiento propio de la Física. Este tipo de conocimiento es a
posteriori, se basa en la experiencia sensible, permite descubrir nuevas parcelas de la realidad, no se
basa en definiciones, es sintético. El problema de este tipo de conocimiento es que para Hume tiene
muy poca validez, se trata sólo de creencias, basadas en el hábito, en la costumbre, y en asociaciones
causales que, a fuerza de repetirse, tomamos por necesarias. Las cuestiones de hecho tienen sólo una
validez probabilística.
La conexión causal es nuestra vía ordinaria de acceso a los hechos, de acceso a la realidad: pensamos que
nuestras impresiones tienen que tener una causa. Hume, criticando la conexión causal, va a cuestionar nuestro
conocimiento de las cuestiones de hecho. En la relación causal, Hume buscará el análisis crítico de la idea de
causa, es decir, si esta idea se corresponde con impresiones de sensación. Hume afirma que en la idea de causa
intervienen tres tipos de impresión:
• La impresión de contigüidad, entre la causa y el efecto.
• La impresión de sucesión, primero la causa y después el efecto.
• Pero la supuesta impresión de conexión necesaria entre la causa y el efecto no existe, es la costumbre
la que engendra la creencia probable de que el curso de la naturaleza siempre va a seguir igual y que,
por tanto, las causas de los fenómenos físicos tienen una conexión necesaria con sus efectos.
Hume intenta explicar cómo si no hay impresiones de conexión necesaria podemos llegar a esta idea. Afirma
que esta idea no se basa en impresiones de sensación, sino en una impresión de reflexión.
Por lo tanto, la idea de conexión necesaria tiene su origen en el dinamismo asociativo de la imaginación que,
siguiendo la ley de contigüidad, asocia dos impresiones, llamando a la primera causa y a la segunda efecto. La
costumbre nos llevará a pensar que, siempre que se dé la primera de estas impresiones, se dará también la
segunda.
Esta crítica a la causalidad le lleva a Hume a cerrar cualquier puerta de acceso a la realidad. El conocimiento
quedará encerrado en la inmanencia del Yo que, como veremos, será también cuestionada.
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Las creencias, como hemos visto, son el nivel del conocimiento propio de las cuestiones de hecho, basadas en
inferencias causales, que nos llevan a aceptar la existencia de un mundo exterior. Las creencias son ideas de
reflexión, con la fuerza y vitalidad de las impresiones. Esto se debe, según Hume, a que las impresiones
presentes avivan estas ideas de reflexión, provocando el asentimiento subjetivo de la creencia. Por tanto, se da
una relación de asociación entre impresiones de sensación actuales y las ideas de reflexión sobre la existencia
de cuerpos exteriores a la mente. Hume ha criticado de esta manera el concepto de sustancia extensa, no
existen los cuerpos como origen de nuestras impresiones. La existencia de los cuerpos es meramente una
creencia.
No obstante, este escepticismo de Hume no es absoluto para él. Las creencias no son meras ficciones, tienen
validez pragmática, es decir, nos resultan útiles, y las posibilidades de desenvolvernos en el mundo se
fundamentan en este tipo de creencias que, por tanto, tienen una alto valor cognoscitivo.
Hume va a criticar también la sustancia espiritual o sustancia pensante. Como vimos para Descartes, el ser
humano era la suma de la res cogitans o sustancia espiritual y la sustancia extensa o materia. Como res
extensa, el ser humano sería únicamente materia sometida a leyes mecánicas que controlarían su
comportamiento. No obstante, Descartes cree también en el alma, que está unida al cuerpo por la glándula
pinial. Hume va a negar también la sustancia pensante, va a rechazar las tesis de otros filósofos sobre la
identidad del Yo utilizando dos argumentos:
• No hay conocimiento inmediato de nosotros mismos.
• La idea de un Yo unitario es incompatible con el principio atomista de las percepciones: somos
solamente nuestras impresiones
Para Hume, el Yo es sólo un haz de percepciones fluyentes. El Yo sería sólo el teatro, el escenario en el que se
suceden nuestras percepciones. Hume intenta explicar cómo atribuimos normalmente identidad al Yo: se debe
a una confusión propiciada por el dinamismo asociativo de la imaginación, que tiende a asociar nuestras
percepciones, dándoles por costumbre una identidad estable.
Hume, al igual que ha negado la sustancia extensa desde la crítica a la causalidad, ha negado también la
sustancia pensante, que se debe también a la confusa idea de causa de nuestras impresiones.
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