SANIDAD INTERIOR Y LIBERACIÓN (I PARTE)

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ESCUELA DE DISCIPULADO KATARTIZO
PRIMER CICLO:
FUNDAMENTOS CRISTIANOS
LECCIÓN #5:
SANIDAD INTERIOR
Y LIBERACIÓN
(I PARTE)
Pastor Jesiel Carvajal V.
Quito-Ecuador
2008
SANIDAD INTERIOR Y
LIBERACIÓN (I PARTE)
Jesiel Carvajal V.
Pastor Coordinador de la IEBEI
Introducción
Cuando el Señor Jesús empezó su
ministerio público, Satanás se le
apareció en persona para tentarlo (Mt.
4:1-11) El ministerio de Cristo provocó
un estallido en la actividad demoníaca.
El poder demoníaco se manifestaba de
manera frecuente en las sinagogas,
parques, aldeas, instó a Judas a
traicionar a Jesús, a Pedro a negarlo y a
los líderes de la nación judía a
rechazarlo y crucificarlo. Los poderes de las tinieblas aparecen en forma notoria en la
historia de la Iglesia Primitiva, tal como se relata en el libro de los Hechos (Hch. 4:25;
5:3; 8:9; 13:6-13; 16:16-18, etcétera).
Tratar el asunto desde un punto de vista bíblico, no es tarea fácil, ya que como anota
M. Unger existen algunos problemas tales como: el problema del silencio de la
revelación, el de la exactitud en la interpretación, el problema de la prevalecencia de la
superstición y el problema de la preponderancia de la duda. Yo añado a estos problemas
al menos dos más: la imposición de la práctica sobre la revelación escrita y el problema
del poco conocimiento bíblico en esta delicada doctrina.
Sin embargo el Espíritu Santo sí ha dejado en la Revelación Escrita relatos y eventos
que fueron reales y que nos enseñan la forma de operar, el poder, la forma de
confrontar, entre otros aspectos a las fuerzas espirituales de maldad.
Bienvenid@s a este corto pero apasionante estudio sobre la doctrina bíblica de los
demonios y la respuesta pastoral que la Iglesia debe dar en estos tiempos en este
delicado campo. Este estudio lo he enfocado desde la Teología Bíblica y la exposición
tendrá un claro direccionamiento pastoral.
Delimitación del tema
¿Por dónde empezar? ¿Por el Génesis? Se podría, pero: ¿cuándo acabaríamos?
Lo que estoy manifestando, en otras palabras, es que toda la Biblia contiene enseñanzas
sobre esta doctrina. Debido a esto he decidido delimitar el enfoque de este material a
dos libros de la Biblia: Lucas y Hechos. No olvidemos que ambos libros son escritos
por el mismo autor (Lucas) siendo de alguna manera una sola obra conformada por dos
tomos. En este sentido constituyen una unidad literaria escrita con alto estilo y el mejor
griego de la Biblia.
Lucas porque el hecho de que un médico registre esta clase de eventos tiene mucha
importancia más en medio de un mundo como el nuestro que intenta justificar esta clase
de sucesos con explicaciones puramente médico-científicas o a su vez “místicas”. Lucas
tiene la virtud de enfocar de manera muy equilibrada, y en el grado de lo que en su
tiempo había avanzado la ciencia, esta clase de sucesos.
Hechos porque es un libro que arroja luz a la vida y ministerio de la Iglesia en todo
tiempo.
I. EL TÉRMINO “DEMONIO”
Empezaré diciendo que en el Nuevo Testamento
se utilizan cuatro términos para hacer mención a
los
demonios:
Dáimon,
Daimonízomai,
Daimoniódes y Daimónion.
Dáimon se traduce como un demonio y
es utilizado solo una vez en el Nuevo
Testamento en Mateo 8:31
Daimonízomai es un verbo que significa
“estar poseído por un demonio”, o “actuar bajo
el control de un demonio” Este verbo se usa 14
veces en el Nuevo Testamento viéndose con
claridad su uso en Lc. 8:27-28
Daimoniódes es un adjetivo que significa
“precedente de” o “parecido a”. La versión Reina Valera lo traduce correctamente
como “diabólico”
Daimónion es la palabra que más se utiliza en el Nuevo Testamento para
designar a los demonios ya que se la usa aproximadamente 50 veces. Esta palabra se
la traduce como “demonios” en todos los pasajes en que aparece, a excepción de
Hechos17:18 donde denota una deidad pagana inferior.
II. EL SIGNIFICADO DEL TÉRMINO
“DEMONIO”
A LO LARGO DE LA
HISTORIA
El término ha tenido evoluciones a lo largo del
tiempo. Por ejemplo para Platón los demonios
eran seres de conocimiento superior; en el
tiempo post-homérico se consideraban a los
demonios como intermediarios entre los dioses y
los hombres.
La tercera etapa de evolución del término vino
cuando los griegos comenzaron a considerar a
los demonios como seres moralmente
imperfectos, como el ser humano, algunos
buenos y algunos malos.
El grado final de evolución del término cuando
en la Septuaginta como en el Nuevo Testamento los demonios son considerados
como malos, miembros del reino de Satán, activos agentes y súbditos de este.
Cabe mencionar que en la época de la Iglesia Primitiva este último concepto está
bien enraizado en la prédica y enseñanza de hombres como Clemente de Alejandría,
Cipriano, Eusebio, Tertuliano, entre otros. De los anteriores destaca Justino Mártir
quien siguiendo las enseñanzas del Antiguo y Nuevo Testamento afirmó que los
demonios inspiraron la mitología griega, guiaron a hombres malignos como Simón
el mago, herejes de la talla de Marción y provocaron las persecuciones cristianas.
En este espacio anote tres palabras que engloben la forma en que lo demonios han
sido apreciados a lo largo de la historia:
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III.
LA ACCIÓN DEMONIOLÓGICA EN EL EVANGELIO DE LUCAS
Lucas registra en su Evangelio 20 citas sobre la acción de los demonios, esto quiere
decir que para él este era un tema importante.
Luego de leer y analizar estos textos concluyo dos cosas generales, quizá básicas
para otros, pero importantes para los fines de este curso de discipulado:
 Los demonios pueden poseer o adueñarse de una persona.
 Los demonios pueden causar daños físicos en una persona.
A. Los demonios pueden poseer o adueñarse de una persona
La mayoría de casos de acción demoníaca en Lucas son casos de posesión, los
mismos que sucumben ante la persona de Jesucristo. Aquí en este punto es menester
establecer una diferencia sustancial, una cosa es ser poseído y controlado por los
demonios y otra es la influencia que ellos puedan tener sobre el ser humano y sobre
todo sobre los hijos e hijas de Dios. En la posesión los demonios se encuentran en el
alma y se manifiestan por medio del cuerpo y lo controlan mientras que en el otro
caso hacen la guerra desde afuera por medio de sugerencias, pensamientos
obsesivos, tentaciones y otras muchas formas de influencia.
Es importante aclarar que la expresión “posesión demoníaca” no aparece en ninguna
parte de la Biblia y aparentemente fue originada por Flavio Josefo; a partir de él ha
penetrado en el lenguaje eclesiástico. El Nuevo Testamento habla de aquellos que
“tienen un espíritu”, o un demonio o un espíritu inmundo.
Pero: ¿qué es la posesión demoníaca? Merril Unger en su libro “Los demonios y el
mundo moderno” define esta expresión de esta manera: “Estado en el cual uno o
más espíritus malignos o demonios habitan el cuerpo de un ser humano, siendo
capaces de tomar el control absoluto de su víctima a voluntad. Anulando
momentáneamente su estado conciente, pueden hablar o actuar por su intermedio,
como si este fuera su esclavo absoluto o herramienta”
Lucas 4:31-37
Este es el primer caso de posesión demoníaca que menciona Lucas. El pasaje
empieza con un detalle importante pues afirma que el endemoniado estaba en la
sinagoga…estar oyendo la palabra todos los domingos en la Iglesia no es garantía de
que sea cristiano o de que no se esté portando un demonio. En el pasaje hay un
detalle digno de resaltarse que en el vers. 33 el endemoniado se expresa en singular
(el cual exclamó) mientras en el vers. 34 dice “dejanos” Aquí se ve que el
endemoniado habla por él y luego los demonios lo eclipsan y hablan en plural.
El relato continua resaltando sobre todo (por mi propósito) el poder de la palabra de
Jesucristo. Con tan solo un “calla y sal de él” el hombre quedó libre. El vers. 36 nos
enseña que precisamente lo que impresionó a la gente fue la autoridad de su palabra,
por esto es que se preguntaban entre sí: ¿qué palabra es esta? Nosotros sí sabemos
que palabra es, la misma de Génesis 1:3,6,11, etc. En que con una orden todo es
creado. Se trata de esa palabra dinámica. Poderosa (dunamis) del principio de la
creación. ¡Que privilegio tan grande el nuestro, el ser expositores de esa palabra!
Lucas 8:26-39
Este pasaje también habla de un hombre que era recipiente de una legión de
demonios.
La declaración de Satanás es clave, ni los judíos habían verbalizado esta grandiosa
declaración: ¿Qué tienes conmigo, Jesús Hijo del Altísimo? Es posible y válido
pensar que es el hombre el que declara esto y no los demonios. Sí, pero recordemos
que si fue así los demonios podían haber impedido esta declaración pero no lo
hicieron quizá por temor pero más seguro porque ante Jesús no les quedó otra
alternativa que reconocer la verdad sobre su persona.
El título “Hijo del Altísimo” es altamente significativo. “Dios Altísimo” apareció
por primera vez como nombre divino en Gén. 14:18 en ocasión del retorno de
Abraham de la lucha con los reyes y su misterioso encuentro con Melquisedec. En
esa oportunidad el patriarca aprendió que “…Jehová Dios Altísimo es Creador del
cielo y de la tierra” No deja de sorprendernos que la legión haya usado este nombre
aplicado a Cristo. Los demonios reconocen y proclaman la Deidad de Jesús, pero
esto no es suficiente ni aceptado por Dios. Justamente a esto se refiere Santiago 2:19
cuando se afirma que los demonios también creen que Dios es uno…entonces surge
la pregunta:¿en qué nos diferenciamos de los demonios? Nosotros también creemos
en la Deidad…lo que nos diferencia no es nuestro conocimiento sino nuestro modo
de vida sujeto a la ética bíblica y sobre todo en la práctica del amor los unos por los
otros (Juan 13:33-34)
No debemos pasar por alto algo más: En los vers. 30-31 los demonios ruegan a
Cristo que lo envíe a un hato de cerdos….no puedo dejar de decir ¡Gloria a Dios!,
pues cualquier acción que el enemigo quiera efectuar en nuestra contra primero
deberá recibir la autorización del Rey de Reyes y Señor de Señores, nuestro Señor
Jesucristo. Ellos le están rogando, solo se ruega al que es Señor.
B. Los demonios pueden oprimir el cuerpo
La Biblia distingue claramente la posesión demoníaca de la enfermedad natural
(Mateo 4:24; 8:16) Sin embargo presenta a muchas enfermedades como la mudez,
sordera, parálisis, entre otras, como causadas por la habitación demoníaca (Mateo
9:32,33; 12:22; Marc. 5:5; 9:17, 18) Pero como no se describe a todos los que eran
sordos, mudos o paralíticos como endemoniados, es evidente que no se debe atribuir
todos los desordenes físicos o mentales, aún de la misma clase, a la misma causa.
Lucas 13:10-17
Este texto en uno de los pocos en que al demonio se lo denomina como “espíritu”
(Pneuma) El vers. 11 nos dice que en la sinagoga había una mujer común y corriente
(pero judía vers. 16) Los verbos que se usan en el original describen de manera clara
la situación física que atravesaba: “estaba inclinada y extremadamente incapaz de
ponerse derecha” Lucas continúa y dice que “tenía un espíritu debilitado” Es Lucas
el médico que escribe “espíritu”, tal como lo hace en otros casos de posesión
demoníaca, y por tanto distingue claramente tales casos de las otras enfermedades
comunes, de las cuales él también menciona muchas.
Estos casos de posesión variaban grandemente y a menudo, tal como sucede aquí,
inflingían solo uno u otra clase de aflicción física. La suposición de que esta mujer
era solo histérica o neurasténica, aun considerada como criterio médico es una
posición muy débil, dando por sentado que Lucas dice “espíritu” ¿Porqué no decir
que esta mujer sufría de “una lesión en la espina dorsal”? Si hubiese sido ese el caso
el Doctor Lucas lo habría dicho, además esto se descarta por la palabra que usa
Lucas (“espíritu”)
No hay duda de que Jesús reconoció inmediatamente la naturaleza de la enfermedad
de la mujer; se detuvo en su enseñanza, llamó a la mujer hacia Él y pronunció
palabras de liberación y al mismo tiempo puso sus manos sobre ella. Un detalle
exegético importante es que el verbo está en voz pasiva (“ella fue enderezada”) El
poder divino de Jesús enderezó su cuerpo así como el cruel poder del espíritu malo
que la había tenido encorvada, fue echado fuera. El resultado, ella glorificaba a
Dios.
¿Cuál es el propósito de este ministerio?... Que la gente liberada glorifique a Dios,
exclusivamente esto, que la gente que reciba ministración glorifique a Dios.
* Unas preguntas para pensar y reflexionar:
¿Porqué hay la tentación a pensar de que toda enfermedad va asociada a la presencia
de un demonio?_______________________________________________________
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¿Cómo pueden hacer los hermanos y hermanas que están en el ministerio de sanidad
interior y liberación para que la gente a la que ministran glorifique a Dios más que
establecer una lealtad o fidelidad a ellos?__________________________________
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¿Cómo podemos discernir entre una enfermedad, una posesión demoníaca y una
asechanza del diablo que afecta la parte física?______________________________
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La próxima semana en base al libro de los Hechos veremos la forma como debemos
confrontar a las huestes espirituales de maldad. ¡Les espero!
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