HOMEOSTASIS En los animales superiores existe una constancia interna y una...

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HOMEOSTASIS
En los animales superiores existe una constancia interna y una independencia del entorno, gracias a la
capacidad de homeostasis que poseen los organismos. Para conseguir el mantenimiento de un ambiente
fisiológico interno o de un equilibrio interno más o menos estables en el organismo existen una gran
variedad de actividades, que contribuyen de forma importante a la homeostasis.
Entre ellas podemos mencionar el mecanismo de regulación de glucosa sanguínea, de gran importancia
ya que la glucosa constituye la fuente energética primaria para el cerebro, las células musculares y los
eritrocitos, y por ello es tan importante mantener los niveles de glucosa plasmática constantes en el
organismo. La regulación de la composición química de los fluidos corporales es también un fenómeno
de gran importancia; así por ejemplo, la sangre suministra nutrientes químicos que son absorbidos por
las células del organismo, a la vez que se lleva los desperdicios liberados por ellas; en muchos
organismos la composición de la sangre, y por tanto del ambiente químico interno, es regulado por
órganos excretores especializados. La calidad y cantidad de orina excretada por los riñones son las
adecuadas para mantener la homeostasis. Asimismo, la absorción y distribución de oxígeno a las
distintas células del organismo también es una actividad que contribuye a la homeostasis.
La propia membrana celular ejerce una importante regulación, al controlar el transporte de sustancias
hacia el interior y exterior de la célula. El control de estos intercambios es esencial para proteger la
integridad de las células, para mantener las muy estrictas condiciones de pH y concentraciones iónicas
que permiten el transcurso de sus actividades metabólicas. Además de la membrana celular, las
membranas internas que rodean a orgánulos, como las mitocondrias y los cloroplastos, o las que rodean
el núcleo, controlan en paso de sustancias entre compartimentos intracelulares; así, la célula puede
mantener los ambiente químicos especializados y necesarios para los procesos que tienen lugar en los
diferentes orgánulos.
La regulación de la temperatura corporal es otro proceso muy importante para el buen funcionamiento
del organismo, ya que los procesos fisiológicos dependen de una multitud de reacciones bioquímicas,
todas controladas por enzimas, y la temperatura es uno de los factores más importantes que controlan
la velocidad a la cual ocurren las reacciones enzimáticas. En los mamíferos, la temperatura es regulada
por un termostato situado en el hipotálamo. Las aves y los mamíferos son los únicos animales que se
pueden considerar homeotermos verdaderos. El sistema inmune, por su parte, es capaz de combatir los
microorganismos o sustancias extrañas que invaden nuestras células y que destruyen numerosos
procesos interrelacionados, muy importantes para la vida de los animales superiores; por lo que la
defensa del cuerpo contra los invasores extraños es también un aspecto esencial de la homeostasis.
INSULINA
Hormona secretada por las células beta de los islotes de Langerhans del páncreas.
La insulina es una proteína de peso molecular 5808 para la especie humana. Está constituida por dos
cadenas de aminoácidos unidas entre sí por puentes disulfuro. Sus efectos en el metabolismo de los
hidratos de carbono son de gran importancia. Después de una comida de carbohidratos aumenta la
concentración plasmática de glucosa, la insulina se libera del páncreas y promueve la captación rápida,
el almacenamiento en forma de glucógeno y el uso de la glucosa principalmente por el hígado, músculos
y tejido graso. Entre las comidas, cuando la glucemia comienza a disminuir, se produce la liberación de
glucógeno hepático y el hígado vuelve a liberar glucosa a la sangre circulante. Esta disminución de la
glucemia hace que el páncreas disminuya su secreción de insulina.
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La insulina también colabora en la conversión de la glucosa hepática en ácidos grasos, inhibe la
gluconeogénesis, promueve el metabolismo de glucosa en el músculo y facilita su transporte a través de
la membrana de la célula muscular, promueve el depósito de grasa en las células adiposas, participa en
el almacenamiento de proteínas después de una gran comida y colabora en el crecimiento de los
individuos.
La insulina cumple un papel muy importante en el intercambio del metabolismo entre hidratos de
carbono y lípidos, ya que su existencia promueve la utilización de carbohidratos para la obtención de
energía, y a su vez inhibe la utilización de grasas. Sin embargo, su defecto provoca la utilización de
grasas por todas las células del organismo, excepto en el tejido cerebral. Este mecanismo está regulado,
en última instancia, por la concentración de glucosa en plasma, que promueve o no la secreción de
insulina.
DIABETES
Término genérico que se refiere a un conjunto de afecciones caracterizadas por excesiva secreción de
orina y sed intensa.
Con este término se hace alusión a dos tipos distintos de enfermedades, que son principalmente:
Diabetes mellitus y Diabetes insipidus.
Diabetes mellitus
Se caracteriza por un trastorno en el metabolismo de los hidratos de carbono, en el cual la glucosa no
puede entrar en las células del organismo para ser utilizada, y por lo tanto permanece en la sangre, en
elevadas concentraciones. En la diabetes mellitus el exceso de azúcar en sangre (hiperglucemia) conduce
a la excreción de azúcar en la orina (glucosuria), y ésta provoca la aparición de grandes cantidades de
orina (poliuria); también se manifiesta por deshidratación e intensa sed. La imposibilidad de
metabolizar la glucosa provoca una considerable pérdida de peso.
Existen dos tipos de Diabetes mellitus: Diabetes tipo I o Diabetes mellitus insulinodependiente (DMID) y
Diabetes tipo II o Diabetes mellitus no insulinodependiente (DMNID).
Diabetes Insípida
La diabetes insípida es literalmente la excreción de una orina diluida (insípida). Se pueden diferenciar
tres tipos: Diabetes insípida hipotalámica, en ésta la falta de vasopresina ocasiona la excreción de una
orina diluida, elevación de la osmolaridad del plasma y estimulación de la sed para inducir polidipsia.
Diabetes insípida nefrogénica, en ella la acción de la vasopresina sobre el riñón es ineficaz, lo cual
origina la excreción de una orina diluida, concentración de la osmolaridad plasmática y estimulación de
la sed. Polidipsia primaria, en este caso existe una ingestión desmedida de agua que induce la dilución de
la osmolaridad plasmática, la supresión fisiológica de la liberación de vasopresina y la excreción de una
orina diluida.
Para documentar la diabetes insípida es necesario medir la vasopresina y comprobar su funcionalidad.
Glucemia
Concentración de glucosa en la sangre. Normalmente es de 0.80 a 1.20 gr/l. Aumenta transitoriamente
tras las comidas. Si es permanente, reviste carácter patológico (diabetes)
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