El-Camino-de-la-Voluntad-de-Dios

El Camino de la Voluntad de Dios
Libro publicado el 25 de agosto de 1971. Traducido del original coreano al castellano
Prefacio por Young Whi Kim
Sobre la voluntad de Dios
Sobre la palabra, el carácter y el corazón de Dios
Sobre la fe
Sobre la bendición
PREFACIO
Este libro fue publicado hace mucho tiempo (para el uso de nuestros miembros). Y debería
haber sido perfecto. Pero en realidad llegó a ser un libro con una estructura organizada a la
ligera ya que tuve que editarlo necesariamente dentro de un tiempo limitado. Por ello, me
siento avergonzado ante el Cielo.
Este libro fue editado seleccionando palabras del reverendo Sun Myung Moon, el fundador de
nuestra iglesia, que puedan servir como una guía en nuestra vida de fe. Fueron escogidas de
mensajes dados en reuniones públicas o encuentros especiales, en Corea, desde los primeros
días en que empezara a enseñar el Camino del Cielo hasta la fecha.
Al hacer este libro, no he ido por todo el material que tenemos ni he trabajado con la mayor
precisión. Por el contrario, lo seleccioné rápidamente con el propósito primordial de satisfacer
nuestra hambre espiritual. Por tanto, el lector debe entender de antemano que esta edición es
simplemente un comienzo.
El Padre siempre dice que "lo natural es que recibamos mucho si esperamos poco, y no recibir
poco esperando mucho". De la misma manera, aunque esta edición fracase en gran manera en
satisfacer los deseos del Cielo o los vuestros propios, debemos digerir completamente las
palabras reunidas aquí para hacerlas parte de nuestra sangre, carne y huesos, y así obtener una
vitalidad incalculable que nos permita ir por este difícil e interminable Camino de la Voluntad
de Dios. Me gustaría que el lector hiciera un esfuerzo especial en guardar las palabras del
Padre en su corazón.
Young Whi Kim - Presidente
Asociación del Espíritu Santo para la Unificación del Cristianismo Mundial (Corea)
1 de junio de 1978
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SOBRE LA VOLUNTAD DE DIOS
I. LA VOLUNTAD DE DIOS
1. La Voluntad de Dios
La Voluntad de Dios existía antes de que yo existiera. Dios es el origen, el contenido y el
propósito de la voluntad.
La voluntad es la esencia de nuestra felicidad, nuestro orgullo y nuestra sabiduría.
La gente va y viene sin más, pero la voluntad permanece. Debe dar frutos y llegar a su fin.
No debemos estar satisfechos con nuestros logros si no hemos hecho todo lo que deberíamos
hacer. Seamos pioneros de una nueva historia con una voluntad fuerte que nos haga capaces
de cortar con cualquier atadura mundana.
Aunque vuestro cuerpo esté viviendo en la realidad del presente, vuestros esfuerzos
espirituales, sentimientos e ideales diarios deberían añorar la tierra prometida de Canaán y
desear vivir en ella.
Debemos mantener tal estándar de corazón que, aunque experimentemos un gran dolor yendo
por la situación más miserable, podamos retar y superar el mayor logro del mundo satánico.
Serán aceptados en el Reino de los Cielos aquellos que posean un corazón tan sincero que no
puedan abandonar la Voluntad de Dios aunque les ofreciesen la posición más gloriosa del
mundo.
Estoy yendo por este camino lleno de agonía. ¿Cómo podéis esperar entonces seguir vuestro
camino sin invertir todo vuestro corazón?
No podemos pensar sobre la Providencia desde una posición cómoda. No podemos establecer
condiciones de indemnización si no estamos dispuestos a perseverar y aguantar golpes y más
golpes.
Destruid hasta las mismas entrañas del infierno.
No se logra la victoria agrediendo. Aunque parezca que la restauración puede avanzar siendo
agresivos, debéis estar dispuestos a ser maltratados. El resultado final de ir por el camino de la
restauración recibiendo golpes será la victoria, aunque parezca que estéis perdiendo. Este es el
secreto último de la Providencia.
Ha llegado el momento de pensar en las palabras de Jesús, "no os preocupéis qué comeréis,
con qué os vestiréis o qué beberéis". Si nos preocupamos más de nuestra vida que del Reino
de Dios y Su justicia, pereceremos. Sin este Reino, todos los individuos, las familias, las
sociedades y las razas se destruirán. No podemos volver a la tierra natal original sin este
Reino.
Aquellos que no se preocupan de las cosas del cielo y sólo buscan su propio bienestar, no son
necesarios. Es más importante una persona necesaria que miles innecesarias.
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Estamos abriendo un camino por donde ninguna religión ha ido anteriormente.
Al igual que las doce tribus y los setenta ancianos, centrados en Moisés, movilizaron una
multitud de 600.000 personas, no podemos ignorar la necesidad de la organización en el
transcurso de la restauración.
El plan providencial del cielo viene determinado desde arriba y desde el origen. Por lo tanto
nosotros, que vamos por un camino que desconocemos, debemos seguirlo obedientemente.
Este es el camino mas corto.
Cuando aparece un sujeto perfecto surge un objeto perfecto. Pero si antes de que surja el
objeto, aparece otro sujeto, se producirá un conflicto.
Moisés debería haber empujado a los israelitas para que entraran en Canaán, aunque perdiera
la mitad del pueblo en el proceso. Pero, como no fue duro con ellos cuando debió serlo, tanto
Moisés como el pueblo de Israel como el momento esperado por la Providencia, se perdieron.
Dios ha luchado durante 6.000 años para encontrar el momento, la persona y la misión
adecuados. Por lo tanto, aquel que se oponga a tal momento, persona y misión, traicionará la
labor de 6.000 años de historia; por el contrario, aquel que permanezca fiel recibirá el
reconocimiento de la historia. El que se mantenga fiel recibirá los beneficios de los 6.000
años, mientras que, el que sea infiel recibirá todas las penas acumuladas en los 6.000 años.
Cuando después de decir que algo es malo, cambiáis y decís que es bueno, es porque os
habéis rendido.
No es normal que los miembros que conocen la voluntad de Dios estén tranquilos e
indiferentes. Siguiendo la Voluntad vivo tan seriamente que parece como si Dios y yo
estuviéramos tirando del extremo de una cuerda enfrentados a Satán y a tres billones de
personas que están tirando del otro extremo.
Los deseos más profundos del hombre caído son:
1.- Volver al lado de Dios
2.- Recobrar la posesión del universo
3.- Vengarse de Satán, su enemigo.
La cruz de Moisés fue la palabra, la de Jesús fue el cuerpo y la del Señor de la Segunda
Venida es el corazón (o el amor).
Todo lo que hago está un paso adelante de lo que hacéis vosotros, por eso debéis fijaros en lo
que estoy haciendo, ya que mi labor llegará a ser el objetivo de vuestra vida en el futuro. La
norma es que sigáis el camino de la restauración por indemnización por vosotros mismos, sin
la ayuda de otros. Si recibís ayuda, debéis tomar responsabilidad por la vida de esa persona.
Vosotros podéis cambiar de forma de pensar cien veces al enfrentaros a dificultades, pero yo
no puedo hacerlo. Aunque la muerte me espere en el camino, mi destino es seguir caminando.
Porque sé mejor que nadie que el dolor del universo por no seguir el camino sería mayor que
el dolor de ir más allá de la muerte.
Entre todas las personas con una misma posición, Dios elige a la más capaz. Porque esta
persona tiene que luchar contra Satán y vencerle.
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Debéis saber que Dios ha estado derramando lágrimas como un siervo, como un hijo y como
un padre, y debéis ofrecer vuestro corazón para eliminar este resentimiento de Dios.
Si titubeáis ante la voluntad de Dios, Satán os invadirá. Una vez que conocéis la voluntad de
Dios no dudéis.
Dios solamente conoce los principios y las normas celestiales y yo sólo conozco la Voluntad
de Dios.
Al igual que no es posible ponerse un vestido nuevo sin quitarse el viejo, no es posible ver un
mundo nuevo con viejas ideas.
Cuanto más profundo se planta una semilla, más tiempo tarda en brotar. No seáis impacientes.
¿Creéis posible que en una mañana brote la historia de la providencia que se ha venido
plantando a lo largo de 6.000 años?
El ideal de la unificación se hará realidad cuando tratéis a todas las personas como si fueran
vuestro Abel.
Cuando estéis a punto de morir, después de haberos sacrificado por la voluntad de Dios,
debéis orar para que todo lo que no hayáis podido hacer por Su voluntad se cumpla a través de
vuestros descendientes. Entonces, podréis volver y cooperar con ellos.
La tierra prometida de Canaán no es la tierra de un pueblo, sino que cada uno debe tener la
convicción de que es su tierra prometida. Hemos de determinarnos a seguir adelante aunque
Moisés o los líderes del pueblo mueran.
Seguir el camino de la voluntad es como andar con el agua hasta el cuello llevando a Dios en
tu espalda hacia un destino siempre lejano y sentir que, si te ahogas en el camino, Su voluntad
debe volver a empezar de nuevo.
La voluntad del Padre y la mía no deben ser diferentes, al igual que queda expresado en la
oración "que se haga Tu voluntad y no la mía".
Si mostráis a Dios tres grandes logros que habéis conseguido y con cada uno de ellos
sorprenderle de tal manera que salte de alegría, El no podrá evitar ser vuestro Dios personal.
Lo que es bueno o malo para Dios también lo es para nosotros. Por eso, si hago el bien a los
demás, se lo estoy haciendo a Dios. Eso es bondad.
Hasta ahora la historia ha sido una historia de maldad y el mundo, un mundo de maldad, de
forma que el bien se ha visto maltratado e insultado a lo largo de la historia. ¿No ha sido éste
el camino que han debido seguir los buenos antepasados? Nosotros también, para cumplir la
voluntad de Dios, hemos de ser maltratados e insultados y derramar muchas lágrimas, para
que, cuando vayamos al mundo espiritual, podamos presentarnos dignamente y sin
remordimientos ante esos antepasados.
La Era del Antiguo Testamento fue el tiempo en que el hombre trabajó con una esperanza
lejana; la Era del Nuevo Testamento fue el tiempo de practicar la fe; y en el futuro, la Era del
Testamento Completo será el tiempo de encontrar el amor y practicarlo.
Si existiera algo tan valioso que sin ello perecieran la historia y el mundo, ¿dónde lo
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guardaríamos? Nuestro deseo sería guardarlo en lo más profundo de nuestro corazón. Y, para
ello, debe ser invisible. Por esta razón Dios es un ser invisible. Tenemos suerte de que Dios
sea invisible porque si fuera visible, ¿cómo podríamos evitar la lucha por conseguirle? Dios
no soportaría semejante dolor.
Nuestro incentivo está en Dios. Nuestro curso es ir con Dios. Como perseguimos un idéntico
propósito podemos prosperar y si no lo hacemos así, no prosperaremos.
Dios creó al hombre para sentir alegría. Dios quiere dar, pero sólo puede hacerlo cuando
estemos unidos completamente.
No plantéis ni cosechéis pensando en vosotros mismos. Hemos de ofrecer a Dios tanto la
motivación como el resultado.
La felicidad es encontrar a alguien que aunque dé, quiera dar más, aunque ayude a los demás,
quiera ayudar más, y aunque ame, quiera amar más.
Aunque Jesús estableció una condición victoriosa a nivel individual, no consiguió las
circunstancias para poder recibir el reconocimiento a nivel nacional, por eso tuvo que morir
en la cruz.
El primer curso de siete años fue para construir, a nivel exterior, un fundamento más allá de la
etapa de perfección del periodo de crecimiento que Satán no pudiera invadir, abriendo un
camino para salvar a la humanidad caída y, a nivel interior, fue el tiempo para preparar un
fundamento que restaurara completamente a Eva. Durante este tiempo, Eva debía establecer
un estándar de obediencia absoluta a Adán. Mi familia debía establecer una base victoriosa
para eliminar completamente cualquier condición que permitiera la acusación de Satán.
La Era del Antiguo Testamento es la era de la preparación de la novia, la Era del Nuevo
Testamento es la era de la novia y la Era del Testamento Completo es la era de la esposa. Y ya
que la era de la esposa es el tiempo para completar la voluntad del Señor, llegará el momento
en que podréis orar en vuestro propio nombre.
¿Es verdadera la Voluntad en la que creemos? Si lo es, deberíamos considerar si el camino
que estamos siguiendo está de acuerdo con dicha Voluntad.
Cuanto más grandes os hagáis, más tendréis que mirar donde ponéis los pies. Cuanto más
pequeños, más debéis volver vuestros ojos a Dios.
He atravesado las distintas colinas de la historia cargando la cruz de tener que descubrir la
Palabra y de tener que substancializarla.
Todos vosotros, en el camino que recorre la Iglesia de Unificación, debéis esforzaros por
acercaros a la verdadera esencia, al verdadero modelo.
El hombre debe asumir el dominio del corazón (el amor y la familia) y el dominio de la
misión (el trabajo). Cuando no puede hacer ambos, está muerto en el mundo substancial.
Las relaciones verdaderas no cambian nunca.
Una nación que sea capaz de manejar una sociedad multirracial será capaz de controlar el
mundo.
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El espíritu de la Iglesia de Unificación es no traicionar jamás a Dios.
Debéis avanzar haciendo que vuestro cuerpo sirva a vuestra mente, que vuestra mente sirva a
la Providencia y que la Providencia sirva a Dios.
El propósito más elevado de Dios es el hombre.
La sede central de la Iglesia es como la cima del Gólgota.
Pensad siempre con Dios.
Dios no actúa donde no existe una sinceridad completa.
Encontrémonos todos donde se derramen las últimas lágrimas.
Aunque en este momento el mundo esté en contra nuestra, no pereceremos.
La verdad, la vida y el amor son como un triángulo. Donde está la verdad están la vida y el
amor y donde está el amor, están la verdad y la vida.
Debo luchar contra mi propio yo, que es mi enemigo, y si no puedo vencerle mientras viva,
debo tener la determinación de que aunque muera lo conseguiré.
Los ojos se abren al universo y la vida debe vibrar en armonía con la Voluntad de Dios.
En el caso de que la Voluntad no pudiera establecerse, no quiero ni siquiera enseñar mi
cadáver al enemigo. Marchemos con el corazón de "¡vamos a morir juntos!". Si morimos en el
camino a la victoria, aunque no lo sepamos, no hemos sido vencidos.
Si la Voluntad de Dios no pudiera cumplirse, debemos estar preparados para afrontar
cualquier dificultad. No os preocupéis por mí, vosotros cumplid vuestra responsabilidad.
Descubrir el Principio fue tan difícil como reunir los granos de arena de un inmenso mar.
La prolongación de la Voluntad no es responsabilidad ni de Dios ni de la nación, sino nuestra
responsabilidad.
En nuestro pensamiento, día y noche, debemos anhelar por la Voluntad de Dios. Si dejamos
de hacerlo, es el fin. Por tanto, debemos mantenernos siempre alerta.
El propósito no es conocer el Principio, sino conocer a Dios, al Ser Central, a través del
Principio.
¿Qué estoy haciendo por la Voluntad de Dios? Incluso yo siempre me hago esta pregunta.
La religión que guía centrándose en el corazón es la religión de Dios.
La Voluntad de Dios existe para el mundo y para las futuras generaciones.
Si caéis y morís en el camino correcto, como este camino tiene la bendición del cielo y de la
tierra, podréis conquistar el universo.
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Cumplir el propósito de la Voluntad implica realizar los propósitos individuales del hombre y
de todas las cosas.
El universo mantiene su órbita aunque estés dormido. Si actúas de una forma egoísta
simplemente porque nadie te ve, perecerás.
La persona que lleva en su seno la Voluntad de Dios, no puede dejar de preocuparse por ella
hasta que consigue cumplirla.
Debemos ser capaces de mantener una línea recta que pase por estos tres puntos: Dios, Su
propósito y nuestro propósito.
Mantened constantemente la actitud de trabajar por la Voluntad y así llegará el día en que la
conoceréis completamente.
La Voluntad de Dios fluye a la par que el tiempo. ¿Puede alguno de vosotros representar la
eternidad como individuo? Si no vais adelante, el fundamento establecido se perderá.
La misión individual no debe acabar en ti mismo sino que debe unirse al propósito global del
cielo.
Dios creó a Adán y Eva pensando en los hijos que éstos iban a tener. De la misma forma, el
propósito de Dios al enviar al Mesías no se encuentra en el Mesías mismo, sino en la
humanidad.
La labor de la Iglesia de Unificación es armonizar las religiones, representantes del cielo, con
las filosofías, representantes del mundo. La religión es vertical y la filosofía, horizontal.
La relación padre-hijo es el eje central del universo.
La corriente principal es la más corta y directa. Es un atajo. Porque es el camino en línea
recta.
De una forma inconsciente no se puede forjar una relación.
Cuando se produjo la Caída, Dios experimentó un gran sufrimiento aún antes de que el
hombre lo sintiera.
En la Providencia de Dios no hay ensayos. Por lo tanto debemos tomarla con la mayor
seriedad.
A lo largo de nuestra vida no podemos volver atrás.
El pensamiento de la Unificación debe ser de tal dimensión que pueda colmar todas las
expectativas de la historia. Debe ser tal que todos los santos y sabios de la historia puedan
exclamar, "¡esto es!".
Si en el camino por realizar la Voluntad de Dios somos heridos, esto será siempre una lección
para nosotros y para nuestros descendientes.
Si nos unimos a Dios y Su Voluntad llegaremos a ser un segundo sujeto.
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No hay nada en que confiar excepto en la Voluntad de Dios.
2. El Bien y el Mal
El bien no está nunca centrado en uno mismo. Es sacrificarse por los demás. El mal está
centrado en uno mismo, es sacrificar a los demás en beneficio propio.
El bien no comienza como algo grande ni aparece anunciándose. El mal comienza como algo
grande, aparece dándose publicidad, pero gradualmente se va empequeñeciendo.
El bien es dar incondicionalmente.
Nunca os arrepintáis de haber hecho el bien y no malgastéis la bondad acumulada.
La verdadera bondad y felicidad hay que almacenarlas en el corazón de la creación, de la
nación, del mundo y del universo, más que en la propia familia.
El deseo último del ser humano es conocer a Dios, poseer la bondad, la felicidad y el amor de
Dios y, finalmente, poseer a Dios mismo.
Una persona buena, incluso antes de comer, piensa primero en el cielo, luego en la tierra y por
último, en la humanidad.
Tened siempre un corazón de bondad y de piedad.
La bondad es el alfa y el omega. Una persona que se mantiene igual desde el principio hasta el
final, es una persona victoriosa y buena.
Si hacéis algo bueno y lo olvidáis, Dios, que es el sujeto del bien, lo recordará siempre.
Dios nos ha dado la conciencia como una guía para distinguir el bien y el mal.
Si el individuo se sacrifica para que la familia obre bien, es bueno, y si la familia se sacrifica
para que el mundo obre bien, es bueno.
El amor y la bondad pertenecen a todos. Dios quiere dar al universo creado toda Su bondad y
felicidad. Por eso, el hombre se ve atraído al lugar donde hay mucho amor, bondad y
felicidad.
Cuando hagamos algo bueno, aunque fracasemos debido a las circunstancias, no será un
fracaso. Sin duda dará su fruto en otro lugar.
El mal aparece como si fuera verdad, pero no lo es. Aquellos que actúan por intereses egoístas
o que quieren mover al mundo a su antojo, perecerán.
El bien es amar a la familia más que al individuo, a la nación más que a la familia y a la
humanidad más que a la nación.
No hay mal que permanezca después de haber golpeado al bien, y no hay bien que perezca
después de haber sido golpeado. Por esto, si estáis del lado del bien debéis aguantar cualquier
ofensa y después podréis exigir ser indemnizados rápidamente. Llegad a ser súbditos fieles en
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el curso de la restauración.
El bien es compartir todo lo que se tiene con los demás. Aquel que haga el bien y sepa crear la
armonía que conmueva el corazón de los demás, llegará a ser el centro de todas las personas.
El bien existe por el propósito más elevado. Si la Iglesia de Unificación lo sacrifica todo por
el beneficio del pueblo y de la nación, eso es el bien. Si la nación se sacrifica por el mundo,
cuando éste prospere, esta nación llegará a ser la nación central, y si un pueblo se sacrifica
para que viva la nación, ese pueblo llegará a ser el líder de la nación.
Debéis ser amigos tanto de las personas buenas como de las malas. Pero no hagáis el mal con
la gente mala, sino sed como un imán capaz de atraerla hacia la bondad.
Incluso Dios no nos muestra lo que es bueno y lo que es malo. Hay momentos que Dios nos
indica que algo es justo y, en otros momentos, nos muestra que eso mismo es injusto. Por
tanto, nosotros mismos debemos aprender a distinguir lo bueno y lo malo.
Que améis a vuestros enemigos no significa que perdonéis sus pecados o maldades. Debéis
tener misericordia de las personas que están prisioneras del mal.
El Satán del Jardín de Edén mostró obviamente su pecado, pero el Satán de los Ultimos Días
no lo hace así.
Deberíamos llamar a Dios, Padre, pero la caída nos ha hecho llamar padre a Satán.
La compasión surge cuando la bondad perfecta es acumulada y dirigida a un mundo de la
dimensión más elevada.
Dios es el único sujeto del bien, el único que puede recompensarte. En la sociedad no hay una
verdadera recompensa ni un apropiado castigo para los que hacen el mal.
El mal recibe su castigo pero el bien, no.
Debemos vivir eliminando las partes esenciales malas y absorbiendo los elementos esenciales
buenos.
Nos encontramos en un momento crucial de la historia en el que debemos ser portavoces del
bien y jueces del mal.
No se debe abusar del bien. Los que abusen de él, perecerán finalmente.
Cuando vuestro corazón abraza a aquellos que suben y bajan como olas, la bondad será la
esencia de ese sentimiento.
Cuando vuestro corazón quiera seguir el camino de la Voluntad de Dios con un deseo cientos
de veces mayor que cualquier deseo que hayáis tenido en el pasado, estaréis dando pasos
hacia la bondad.
El mal destruye las leyes celestiales. Cada miembro tiene que esforzarse para que la iglesia,
como representante del cielo, vaya siempre adelante.
La bondad tiene tal naturaleza que aunque quisiera degradarse, no podría.
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La bondad no surge sin acciones. Por lo tanto la bondad se genera cuando actúa en beneficio
de los demás.
El bien surge cuando se habla sinceramente y se actúa de acuerdo a la verdad.
El bien y el mal no se deciden en el futuro, sino en el presente, en el día a día.
El hecho de que el mal no quiera perecer solo es porque éste es el motivo que provocó la
caída de Adán.
Como el bien y el mal no pueden actuar a la vez, cuando el mal actúa, el bien está inactivo, y
cuando el mal se va, aparece el bien.
Cuando veo, digo o hago algo en beneficio de los demás, eso es bondad.
II. EL CORAZON DE LA RESTAURACION
El camino de la restauración es el camino del sufrimiento y del derramamiento de sangre.
El curso de la restauración es un curso de búsqueda y el curso del Principio, el camino que
debemos andar.
La historia hasta el presente ha sido una historia de recibir golpes y perderlo todo. Por eso
quienes han forjado la historia han sido maltratados y perseguidos. Id donde nadie quiera ir,
donde solo os espere una posición miserable. Esa es la médula de la historia.
¿Quién va a soportar el corazón apenado y la situación miserable de Dios? Tenéis que
indemnizar en vuestra propia vida todas las complicadas condiciones históricas que se han
producido desde Adán. Para hacerlo, no le echéis la culpa a Adán. Comprenderle y
compadeceros de él. Sólo de esta manera la Voluntad de Dios, que no pudo comenzar con
Adán, podrá empezar con vosotros.
Nosotros somos las ramas y las hojas, Dios es la raíz. Para que nazcan nuevas hojas, más
esfuerzo debe hacer la raíz.
Dios se esfuerza por olvidar todo el sacrificio, toda la carga que ha soportado por la
humanidad, pero Satán nos ataca debido a las condiciones que hemos dejado sin hacer.
Debéis ser conscientes de que el resentimiento de Dios ha echado raíces en cada uno de
vosotros. No debéis vivir de forma egoísta, sino que, como un personaje histórico, debéis
desenredar la situación en la que Dios ha estado atrapado durante 6.000 años.
A menos que derrumbéis los muros lamentables que han surgido entre la mente y el cuerpo,
entre los hermanos, las naciones, el mundo, y el cielo y la tierra, Dios no podrá nunca sentir
alegría con vosotros, ni podrá amar a través vuestro.
Incluso cuando estaba siendo torturado en prisión, pensaba en la situación tortuosa que Dios
debería afrontar más que en las situaciones a las que me enviaba a mí.
¿Quién entenderá los sentimientos enterrados en mi pecho? Ni mi propia familia los conoce.
Soy una persona solitaria. Si alguien pudiera captar, aunque sólo fuera un ápice de mis
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sentimientos, y me dijera "sé como te sientes", rompería a llorar incontrolablemente.
No he podido disfrutar la alegría de la juventud como lo hacéis vosotros. He vivido pidiendo a
esos años de juventud que se fueran, deseando llegar a los cuarenta.
Mi único tesoro son lágrimas de sangre y por ellas Dios no ha podido dejar de llorar.
Dejad que las campanas despidan los años de tristeza y anuncien los años de alegría que están
por venir.
El deseo del cosmos es seguir el camino de piedad filial.
El sueño de la humanidad es vivir con una lealtad incansable.
He pensado en cosas en las que otros nunca han pensado y me he entregado para que otros
reconozcan una realidad que ni siquiera han soñado.
No me preocupa cómo conseguir la unidad, sino cómo establecer condiciones de
indemnización.
Pienso que al ayunar hoy en mi cumpleaños estoy dejando una gran tradición para futuras
generaciones.
Dios no busca a alguien que tenga conocimientos o poder, sino a alguien que se esfuerce
derramando lágrimas de sangre para allanar el camino de espinas, el camino de la cruz.
El deseo de todas las generaciones es un mundo unificado. El deseo del Cielo y la Tierra es la
Iglesia de Unificación.
La Bendición o la herencia de las mejores condiciones históricas se encuentran más allá de la
cruz.
¿Cuándo nos hemos esforzado para construir un altar como Abel y en qué momento nos
hemos sacrificado como Abraham, Moisés o Jesús?
El cuerpo y la sangre de Jesús no eran meramente su cuerpo y su sangre, sino el mundo que
llevaba dentro de su pecho, el ideal del cielo.
En los Ultimos Días, para recibir la herencia completa de Dios, debemos establecer una
relación con El mediante condiciones de corazón en la cruz, y así podrá darnos todo lo que
tiene guardado para nosotros. En los Ultimos Días hay que cumplir las condiciones que aún
quedan por cumplir invirtiendo todo el corazón.
El propósito de la historia de la restauración es hacer que los Verdaderos Padres hereden todo
de Dios, y la humanidad debe recibir esta herencia uniéndose con los Verdaderos Padres.
La Voluntad de Dios era que el pueblo de Israel se centrara en un ideal mundial, pero el
pueblo de Israel fracasó al conformarse con una providencia nacional. Por eso, en los Ultimos
Días, al enfrentarnos al ideal de la restauración del universo, tenemos que ajustarnos
completamente al ideal de Dios.
Aunque yo no reconozca vuestros esfuerzos, Dios lo hará.
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Hasta ahora Dios se ha visto forzado a utilizar gafas sin necesitarlas. ¡Qué desgraciado debe
ser Dios que tiene que mirar a Sus hijos a través de unas gafas! Tenemos que quitarle las
gafas a Dios.
Dios nos permite ir por sufrimientos y pruebas para acabar con el mal que hay en nosotros,
para que unamos nuestra mente a la Suya y para hacer llegar nuestros corazones hasta el nivel
del corazón de Dios.
Dios es justicia y amor. Dios intenta, por lo menos tres veces, guiar el camino de los seres
humanos por muy malos que sean.
El amor de Dios aparece donde hay armonía entre las personas. El propósito de la providencia
de la restauración es establecer una figura central que pueda armonizar este mundo caótico,
agrandando la esfera del amor de Dios y resolviendo Su rencor acumulado.
Dios es el que ha ido por el curso más miserable, patético y lleno de rencor de la historia. La
religión debe liberar a Dios de esta situación miserable. Una persona que siga ese camino
debe servir a Dios como su Padre, con un corazón tal que incluso en la isla más solitaria
quiera plantar y hacer crecer para El algo que allí no crece.
Yo no soy una persona fantasiosa o soñadora. Soy una persona realista. Cuanto más
profundicéis en mi corazón, más veréis la tristeza que está enterrada en él.
Los verdaderos hijos e hijas de Dios se sienten indignados por los errores históricos de los
antepasados.
Noé fue la primera persona a través de la cual el cielo pudo echar un ancla a este mundo
desolado, pero él no llegó a saberlo. Con Abraham y Moisés fue lo mismo. Nuestros
antepasados fracasaron vergonzosamente porque no supieron reconocer la profunda razón por
la cual Dios les había llamado. Tampoco el pueblo de Israel supo reconocer que Jesús había
venido a ellos como el Mesías, por eso tuvieron que ir de nuevo por un curso de
indemnización.
Dios conoce el momento providencial pero no ha habido nadie que tuviera el corazón de
esforzarse para ser responsable por ese momento y que deseara ser la figura central de Su
providencia. Por eso, a los ojos de Dios, esta tierra ha sido como un desierto.
Por una vez, abandonemos nuestra posición y pongámonos en la de Dios. ¡Qué frustración e
impaciencia tan grandes debe haber sentido Dios al no poder encontrar ni la persona ni el
fundamento de la restauración necesarios!
La historia de la restauración se concentra primero en un punto y después se extiende hasta
restaurarlo todo.
Los lazos de corazón entre padres e hijos no pueden romperse. Dios tampoco puede
romperlos. El nos enseña que la relación entre padre e hijo es el propósito último. El arma que
puede unificar el mundo es la relación padre e hijo.
El Cristianismo ha enseñado que Dios es nuestro padre, pero no ha sabido hacerlo
adecuadamente.
Aunque todo desapareciera en la historia, permanecería la relación entre padre e hijo. Dios
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desea, por encima de todas las cosas, tener un hijo al que poder decir "tu eres carne de mi
carne, y sangre de mi sangre".
Los treinta años de preparación de Jesús fueron un tiempo de lágrimas, los tres años de vida
pública, un tiempo de sudor, y los tres días hasta la resurrección, un tiempo de derramar
sangre.
La historia de la restauración ha ido a través de una historia simbólica, una historia en imagen
y una historia substancial. Cada vez que se pasaba a una nueva etapa, Dios preparaba una gran
revolución. Aunque tuviera que sacrificar a miles de personas en la historia simbólica, lo más
importante para Dios era encontrar una persona que pudiera heredar la historia en imagen.
No penséis que podréis encontrarme cada vez que lo necesitéis.
Si la dirección de la Providencia de Dios y la dirección de un individuo o de una nación están
en armonía, ese individuo o esa nación prosperarán.
La historia de la Providencia de la Restauración comienza con la cooperación entre una madre
y su hijo. Pero antes, debe existir la cooperación entre marido y esposa, y aún antes, debe
existir la cooperación entre padre e hija.
Al igual que la creación comenzó a partir de uno, la recreación también. Por lo tanto en los
Ultimos Días, todos los modelos de relación de la historia se romperán y emergerá la idea del
individualismo. Solo entonces podrá establecerse un mundo nuevo.
El Domingo de Resurrección no debe hacernos pensar en lo ocurrido hace miles de años, sino
que debe ser un aniversario que nos haga pensar y preparar nuestra futura resurrección.
(La proclamación de la resurrección del corazón fue el 17 de Abril de 1960, y la de la
resurrección substancial, el 17 de Abril de 1961).
La Iglesia de Unificación no descansará ni morirá, si no que se desarrollará.
El momento es muy importante. Las semillas hay que plantarlas en la primavera, porque si se
plantan en el otoño, tienen que ir a través de un gran sufrimiento hasta que termine el
invierno.
Debéis descubrir lo que Dios espera de vosotros. Si no lo hacéis seréis como un barco a la
deriva. Sabiendo lo que El espera y conociendo en qué fracasaron vuestros antepasados,
estaréis preparados para tener éxito allá donde ellos no lo tuvieron.
Yo, hasta ahora, me he movido en un ambiente espiritual comparable a estar de pie en la
punta de una aguja.
Al igual que deben existir diferentes sabores, también son necesarias personas diferentes.
Cuando un sabor es muy agrio o dulce, no nos gusta, pero cuando con diferentes sabores se
consigue el punto apropiado, es algo maravilloso. Este es el modelo de unificación que la
Iglesia de Unificación está determinada a conseguir.
El propósito de la Providencia de la Restauración es encontrar a un ser humano que pueda
armonizar todo lo que no ha podido armonizarse en el mundo creado y que, ampliando la
esfera del amor, pueda solucionar las dificultades del individuo, la familia, la nación y el
cielo.
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Para encontrar el corazón original, hay que olvidarse de uno mismo y descubrir dentro de
cada uno ese yo sencillo y humilde que te permite ver tus limitaciones ante Dios.
Jesús, representando a Dios, encarnaba Su gloria. Por eso no se esforzó por su propia gloria,
sino que se sacrificó durante 33 años para que la Voluntad de Dios de esperanza y gloria se
cumpliera para la humanidad caída.
La victoria o la derrota no se deciden ni en el pasado ni en el futuro, sino en el presente.
Cuando los descendientes no siguen el camino marcado por sus antepasados, viene la
indemnización. Por tanto, debéis tener el mismo propósito e ideal que ellos tuvieron.
Tenéis que llegar a ser un grupo que sea necesario.
Claro que es importante entrar en Canaán y vivir bien, pero es más importante eliminar el
rencor del enemigo una vez que le has vencido.
Todos buscamos a la persona que tome responsabilidad por nuestras acciones, nuestra vida y
nuestro corazón.
Si Dios os subastara en el mercado de la historia, ¿cuál sería el valor que alcanzaríais en esa
subasta?
Las lágrimas iluminan el fundamento de la restauración en la línea de frente.
El hombre puede sentir rencor durante su vida, pero el rencor de Dios es histórico ya que Su
enemigo es un enemigo histórico.
Debéis seguir adelante aunque llevéis los pies destrozados y os tengáis que arrastrar.
El primer objetivo es que Dios y mi espíritu se unan, el segundo es que mi espíritu y mi
cuerpo se unan, y el tercero es que Dios y los hijos se unan.
Debemos llegar a ser sujetos de bondad yendo por el camino del sacrificio y del servicio a los
demás.
¿Cuántos años le llevará a alguien rehacer su hogar desecho? Si le lleva tanto tiempo a una
familia el hacerlo, cuanto más difícil será reconstruir la fortuna decreciente de una nación.
La sangre, el sudor y las lágrimas de la Iglesia de Unificación han sido derramados por todo el
territorio de Corea.
No hay indemnización en una posición cómoda.
No hay nadie tan digno de lástima como yo. No existe ni un solo lugar donde mi corazón
pueda descansar.
Nuestro camino es semejante al camino de un hijo cuyo padre ha muerto. Vayamos a la tumba
de nuestro Padre a llorar con todo nuestro corazón y a tomar una nueva determinación.
Seamos como un caluroso nido donde pueda crecer nuestro pueblo.
14
El Principio de la Restauración no puede enseñarse, sino que cada uno debe encontrarlo.
Quiero guiar a la Iglesia de Unificación para que desarrolle una nueva historia con las raíces
que queden después de haber cortado los árboles podridos.
Tenemos que disipar el rencor de Jesús de no haber podido cumplir su deseo de amar y ser
amado.
Es necesario que haya alguien que llegue a ser el sujeto del propósito original.
Cuando el camino espiritual y el camino social se armonicen llegará la paz al mundo.
¡Qué vergüenza para un deportista empezar una carrera en primer lugar y no poder llegar a la
línea de meta!
Debéis ir adelante pensando en el futuro, sin conformaros con el proceso que estáis siguiendo.
No trabajéis pensando sólo en el momento presente, tenéis que actuar teniendo en cuenta la
historia, así emocionaréis a vuestros descendientes.
Debemos morir después de abrir el camino que permita a la gracia celestial venir a este
mundo.
En nuestra relación con el corazón de la restauración debemos llamar a Dios, Padre, y
prometerle alcanzar la posición de verdaderos hijos representando a la humanidad, al cielo y a
la tierra.
La base del universo es "los padres y yo".
Dios está buscando una persona que allane el camino de la cruz.
Seamos los sujetos victoriosos que superen la última cima sin que cambie su leal corazón.
Tenemos que luchar hasta que Satán confiese que ha sido derrotado.
El término resurrección es la conclusión que anuncia la alegría.
El Mesías viene como la persona central que mueve la historia.
La salvación va íntimamente ligada al Mesías. Debéis llegar a tener una relación tan estrecha
con él que no podáis separar vuestra alma, corazón y vida de los suyos.
El camino de la restauración es en verdad un camino de mucho resentimiento.
Podréis ir ante Dios si, después de alcanzar la resurrección substancial, alcanzáis la
resurrección gloriosa.
La brújula nos indica el norte y el sur, pero si queremos cambiar su dirección, necesitamos
una fuerza mayor que el campo magnético de la tierra. De la misma manera, para cambiar la
dirección de este mundo satánico, necesitamos una fuerza mayor que él.
15
La religión asciende desde lo más bajo y la historia mundial desciende desde el rango más
alto al más bajo.
He heredado todas las condiciones que han quedado sin realizar en la historia y debo grabarlas
en mi corazón firmemente.
La historia que construyáis ahora constituirá el material de un mundo ideal que permanecerá
en la memoria de vuestros descendientes durante miles de generaciones.
Tenemos que esforzarnos para que, a pesar de haber heredado una historia trágica, dejemos
una historia de esperanza a nuestros descendientes.
El Mesías es la persona que comienza centrándose en la esencia del ser absoluto.
Debéis tener suficiente convicción como para concentrar todo el rencor, el sufrimiento y la
tristeza en una flecha y dispararla, insertándola en el pecho del enemigo Satán.
No se puede tener en cuenta el honor o la dignidad personal cuando se está en el desierto.
Nosotros vivimos ahora en el desierto.
Los antepasados que no han cumplido su responsabilidad ¿son realmente antepasados? ¿Qué
habrá sido de la tumba de Adán y Eva en caso de que exista? Esforcémonos para que nuestros
descendientes no pisoteen nuestra tumba.
¡Estemos atentos al tiempo! Si somos conscientes del momento después que éste haya pasado,
ya es muy tarde.
El mundo democrático le lleva un cuerpo de ventaja al mundo comunista, pero la gente
religiosa debería aventajar a los demás en la construcción de un mundo en el que los hombres
puedan vivir con Dios.
Dios está todavía gritando, "¿no hay ningún héroe que luche por la humanidad y por el cielo?"
La persona que sigue la estrategia de dar a los demás, logra finalmente la restauración.
Los primeros antepasados humanos cayeron a pesar de servir a Dios con una mente sin
pecado. Por tanto, ¿cómo podemos salvarnos sólo con nuestras propias fuerzas?
A través del Principio de la Restauración debemos comparar lo que se invierte y lo que queda.
Aquel que ha jurado ser fiel a Dios, aunque viva en el momento presente, no es una persona
de este tiempo, sino alguien histórico, y su trabajo, una misión histórica.
Si podemos hacer llorar a los comunistas mostrándoles el contenido de la Voluntad y el
Corazón de Dios, esto hará más que cualquier otra cosa por conquistar el Comunismo.
La encarnación del Mesías es el objetivo de la fe, de la esperanza y del amor, y además, el
fruto de la fe, de la esperanza y del amor de toda la humanidad.
Aquellos que retroceden frente a este trágico mundo no podrán poseer la felicidad que se
encuentra más allá de esa tragedia.
16
Si los cristianos de todo el mundo fueran capaces de superar la tragedia que conlleva la
consumación de los Ultimos Días, el Mesías venidero no tendría que enfrentarse a esa
tragedia.
Toda la humanidad ha sido necesaria para restaurar a una sola persona, Adán. Por eso,
podemos decir que la historia de 6.000 años es la historia de restaurar a Adán. Para cumplir
este propósito, sin embargo, hay que cruzar la frontera entre la vida y la muerte.
Dios puede trabajar con nosotros en el camino de la cruz a un nivel de iglesia, pero debemos
seguir el camino de la cruz en el nivel nacional sin la cooperación de Dios. La iglesia debe
llegar a ser el mundo espiritual interior que salve al mundo exterior.
Hasta que se establezca la Voluntad de Dios es un pecado comer, vestir o dormir, pero el
pecado más grande es no hacer nada para establecerla.
Necesitamos la voluntad y la convicción que puedan sobrellevar con alegría toda la aflicción,
la tristeza, la soledad, la exasperación y el sufrimiento.
No sé cuantas veces he orado hasta el punto de que toda mi ropa quedaba empapada de sudor,
no sé cuantas veces he jurado ser capaz de demostrar mi determinación con sangre, y no sé las
miles de veces que he prometido en mi corazón ir más allá de la muerte.
¡Qué seriedad debió sentir Jacob al enfrentarse al ángel en el vado de Yabboq! El ángel luchó
con el corazón de una generación pero Jacob lo hizo con el corazón de mil años. Por eso pudo
vencer.
La restauración por indemnización se realiza en un momento preciso. El curso es largo, pero
el tiempo de su cumplimiento es un momento. La cuestión es qué se hace a partir de ese
momento.
En un día hay 86.400 segundos. ¿Habrá alguien que tenga la determinación de movilizarse
para proteger la Voluntad de Dios y establecerla en ese tiempo? Debéis ser responsables
incluso por uno de esos segundos.
Experimentad los efectos de la derrota. Marchemos sintiendo en nuestro interior el corazón de
los perdedores. No puede sentirse la gloria de la victoria si no se comienza sintiendo la trágica
tristeza de un perdedor.
Si se consigue una restauración completa, podréis recibir al mismo tiempo y en el mismo
lugar, la compasión de Dios, la compasión de los Verdaderos Padres y la compasión de los
hermanos y hermanas. De esta manera se establece una trinidad unificada de corazón.
Los fundadores de las distintas religiones fueron elegidos a pesar de su linaje de sangre caído,
pero Jesús pudo nacer con un linaje de sangre que no tenía nada que ver con la caída gracias a
la indemnización pagada.
El que da la orden de luchar es el presidente de la nación, pero el que lleva las riendas de la
batalla es el comandante.
El rencor surge porque no se ha podido establecer el estándar del número ocho: verdaderos
padre, marido, hermano mayor, hijo y verdaderas madre, esposa, hermana mayor e hija.
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La crucifixión de Jesús fue algo trágico. Sin embargo, a Dios Le enorgulleció porque pudo
aparecer la salvación de la resurrección y se abrió el camino de la vida para toda la
humanidad. Nosotros también debemos sentirnos orgullosos y ampliar el camino de esta
salvación.
El pueblo de Israel mantuvo durante cuatro mil años la fe de que el Mesías vendría a su
nación, sin embargo nosotros no estamos manteniendo actualmente la confianza de que pueda
venir a nuestra nación, porque no tenemos un fundamento nacional.
Dios no ha podido amar a los hombres y mujeres como Sus hijos e hijas, celebrar el
matrimonio de estos hijos e hijas, amar a sus familias y esto es lo que está restaurando.
No puede haber mayor alegría para Dios que establecer una familia, una sociedad y una
nación, después del infinito esfuerzo histórico que ha representado encontrar a una persona, el
Mesías.
No hay un camino razonable en una condición de indemnización.
Hay que abrazar la historia y el universo, y derramar sangre, sudor y lágrimas.
Es difícil experimentar la restauración en los países occidentales desarrollados. Pero nosotros,
los coreanos, hemos ido por una historia y unas situaciones muy difíciles.
Si tenemos miedo a la muerte, no podremos conseguir la victoria. Si no nos vengamos de
nuestros enemigos, sino que deseamos su bendición, podremos permanecer.
El primer curso de siete años fue para establecer la tradición individual, y el segundo curso de
siete años, la tradición familiar.
Dios puede prolongar el cumplimiento de Su propósito estableciendo condiciones en Su
providencia, pero el hombre debe realizarlo dentro de los límites de su propia vida. Cuanto
más avancemos, más prisa nos debemos dar.
Entrar en la Iglesia de Unificación no significa dejar tus cargas, sino cambiarlas por otras. A
medida que puedas llevar cargas más pesadas en beneficio de los demás, Dios podrá
bendecirles a través de ti y llegarás a ser un instrumento de Su bendición.
Los cristianos creen que pueden ir al Paraíso creyendo en Jesús, pero los miembros de la
Iglesia de Unificación quieren salvar al mundo creyendo en la Iglesia de Unificación. Los
cristianos nos seguirán cuando el mundo diga que nos necesita.
Cuando hacemos algo exclusivamente por Dios, nos acompañará la indemnización.
Para heredar la historia de la restauración, debemos establecer un fundamento de conseguir la
victoria en todo aunque vayamos al mundo espiritual. El Señor de la Segunda Venida es el
fruto de esa victoria espiritual y es la persona que comienza la victoria substancial.
Como habéis nacido dentro de un linaje de muerte, debéis negaros completamente. De esta
manera podréis resucitar.
La historia de la restauración debe comenzar en el lugar que más nos disgusta.
18
La Iglesia de Unificación está extendiendo por todo el mundo la ideología, centrada en la
religión, del Dios vivo. Cuanto más se tarde en realizar esta Voluntad, más gente irá al
infierno. Por eso queremos reducir el periodo de la restauración en la medida de lo posible.
Las guerras las provocan hombres y mujeres, tú y yo. Existe un conflicto entre padres, entre
marido y esposa, entre hermanos. Pero en el corazón paternal no existen enemigos. Por eso, la
naturaleza de Dios es el amor.
Vosotros sois el fruto de la historia, el centro del presente y los antepasados del futuro.
Para ser ciudadanos del Reino de los Cielos, hay que llegar a ser personas que puedan recibir
el amor de Dios. Dicho de otra manera, hay que seguir el camino de la indemnización,
cumplir toda la responsabilidad y realizar completamente las condiciones de acuerdo al
Principio.
Dios está en la posición de juez, Satán en la de fiscal y Jesús en la de abogado defensor. El
juez no puede defender al acusado, sólo puede comparar las palabras del fiscal y del abogado,
y decidir. No se puede dudar que Dios tiene un corazón que quiere salvar a la humanidad del
mal, pero como no puede defender a la humanidad ni declararla inocente sin más, tenemos
que ir por el camino de la indemnización. Si la humanidad establece condiciones para ser
acusada por Satán, Dios no puede hacer nada.
La persona que no responde a las condiciones de Satán puede recibir el beneplácito de Dios y
alcanzar la perfección.
Aunque Dios ha estado obrando Su Providencia de Restauración a través de distintos hombres
a lo largo de 6.000 años, no ha conseguido resolver Su resentimiento. A partir de ahora las
mujeres deben adelantarse y resolver el rencor de Dios.
El Cristianismo no surgió por la crucifixión, sino por la resurrección.
En la Iglesia de Unificación nos consideramos como miembros de la misma familia para
acabar con el dolor de Jesús de no haber podido amar a sus padres, hermanos y hermanas.
Dios está combatiendo a ciegas en la línea de frente mundial buscando el camino que
conduzca al mundo de Su ideal, por eso, no puede preocuparse por los seguidores que miran
hacia atrás.
El curso de la restauración se desarrolla con la actitud de "además de hacer mi trabajo,
considero que tu trabajo es también mi trabajo", tomando responsabilidad unos por otros.
Cuando llegues a ser el tipo de persona que pueda crear una relación de corazón incluso con
sus enemigos, podrás restaurar la historia y renacer.
Vuestra parte de responsabilidad permanece, aún después de completar la restauración por
indemnización.
Los tres cursos de siete años deben indemnizar la historia de dos mil años en veinte.
La historia gira en torno a un eje. Un extremo lo coge Dios y el otro, el hombre.
III. LIDERES
19
Un líder es la persona que guía acortando el tiempo necesario para establecer el propósito de
la restauración. Para hacer un buen trabajo, debe saber cómo mantener una gran fe, cómo
manejar cualquier situación y cómo avanzar a grandes pasos.
Un líder importante debe poseer un corazón infinito capaz de abrazar el universo y de
conseguir grandes cosas con las manos vacías.
El líder es la persona que tiene el deseo de esforzarse más que nadie, de ser una ofrenda y de
ser el protagonista de cualquier situación miserable. Y debe ser el primero en ponerlo todo en
práctica.
Un verdadero líder llega a serlo sólo cuando cumple la posición de maestro incambiable,
padre incambiable y servidor fiel e incambiable ante Dios.
Un líder no puede guiar sin lágrimas.
Un verdadero líder es aquel que conociendo los sufrimientos y las pruebas venideras de su
pueblo, le prepara de antemano haciéndole pasar por sufrimientos y pruebas.
Compensad las limitaciones de vuestro líder y ayudadle a crecer. La persona que critica a su
líder es Caín. La persona que asumiendo los defectos y faltas de su líder quiere tomar
responsabilidad por ellos, algún día llegará a ser Abel.
Un líder que ordena a sus seguidores algo que no desean hacer, perecerá.
Un líder debe ofrecerse a los demás. Dejad que la gente os utilice en beneficio de Dios.
Entonces todo el mundo estará en vuestras manos.
Para llegar a ser un líder histórico, debéis ser capaces de recibir las dificultades de la historia
y de vuestro tiempo y eliminarlas. Debéis ser capaces de sacar provecho de las situaciones
más desfavorables. Un héroe es la persona que sabe convertir al enemigo en un amigo.
Debéis derramar muchas lágrimas antes de que podáis hacer llorar a otros.
Una persona que quiera dirigir a los demás, debe primero saber dirigirse apropiadamente a sí
misma.
Aquellos que temen el periodo del desierto no pertenecen al pueblo de Israel, sino que
decaerán, perecerán y serán pasto de los buitres.
Hasta ahora hemos ido por una guerra devastadora. Por eso, hemos ido perdiendo fuerza en
nuestro interior. Pero tenemos que aguantar tres años más centrados en el estándar de Dios.
De esta forma construiremos el fundamento celestial.
Actualmente estamos yendo a nivel mundial por el curso del éxodo del pueblo de Israel. El
desierto mundial es hoy el mundo democrático y la tierra prometida de Canaán, Corea.
Corea es el campo de entrenamiento para iniciar la globalización mundial.
A pesar de haber sido pisoteados por el sufrimiento, debemos ser un pueblo incambiable que
anhele el día del liderazgo celestial. Aunque Corea sea maltratada, debe mantenerse al lado de
20
Dios pase lo que pase.
A pesar de que he amado a mi familia como quizás nadie haya amado a la suya, no pude
hablarles de los Principios de la Restauración. Sabía que para llegar a ser una figura central,
tenía que preparar el ambiente en las cuatro direcciones. Fijaros en las normas de la
Providencia de la Restauración, ¿no es verdad que siempre comienzan en lo exterior hasta
llegar a lo interior? En primer lugar debemos sentir a los demás y al mundo como si fueran
nuestra familia, de esta manera podremos actuar de acuerdo a la Verdad.
Antes de que vosotros os preocupéis, la figura central se ha preocupado mucho más, por tanto
no podéis decirle nada. Nadie piensa tanto en vuestros problemas como la figura central.
Debemos aprender a confortar el corazón de Dios que ha tenido que llevar adelante Su
Providencia creyendo en gente en la que era difícil creer por su edad (20 ó 30 años).
La creación empezó con un único propósito y una única motivación. La reorganización de
este mundo desperdigado comenzará cuando sea reunido de nuevo bajo la misma motivación.
El cielo quiere dar una gran felicidad cósmica, pero la humanidad está buscando una felicidad
insignificante que entre inmediatamente por los ojos, por eso, esa gran bendición destinada a
nosotros, se ha convertido en un gran desastre.
En realidad, muchos de los seres humanos que viven en la tierra, están yendo de un lado para
otro buscando algo mejor, sin saberlo. También el cielo está yendo por una búsqueda similar
en la tierra.
Hasta ahora no guardo ningún sentimiento negativo hacia vosotros, miembros de la Familia
de la Unificación. Si alguno muriera, me gustaría ofrecerle el mejor funeral. Si nos
esforzamos en amar y en darnos a los demás, incluso el corazón de las personas malas
cambiará.
Yo voy de un fundamento interior a uno exterior, y vosotros estáis intentando ir de un
fundamento exterior a uno interior. Así, vosotros y yo tenemos que ofrecernos completamente
para reunirnos en un punto de la restauración y, en ese momento, compartiremos nuestras
experiencias toda la noche.
He tenido que recorrer todas las penalidades de la historia, por eso, si ahondáis en mi corazón,
veréis que vivo unido a las penalidades de Dios. Cuando esto llegue a ser conocido por esta
nación y por el mundo, no podrán evitar echarse a llorar.
El mundo y la historia serán guiados no por expertos en teología o filosofía sino por los
expertos en el corazón de Dios. En los 4.000 años desde la caída de Adán, la única persona
que entendió el corazón de Dios fue Jesús, que fue la persona substancial que Dios anduvo
buscando durante 4.000 años después de haber perdido a Adán. Pero hoy en día, es
lamentable que no haya ningún santo que pueda entender el corazón de Jesús, de la misma
manera que Jesús entendió el corazón de Dios. Para nosotros, que nos es difícil incluso
entender lo que vemos y oímos, ¿cómo entenderemos el corazón de Dios que ha sufrido tantas
penalidades en silencio a lo largo de 6.000 años de historia?
Recordad que la Iglesia de Unificación no comenzó en un lugar de libertad, sino que comenzó
en la cárcel, en la posición más baja.
21
Si no hay nación, no se puede tener una ciudadanía. La verdadera soberanía sólo puede
lograrse bajo la soberanía de Dios.
Dios tiene que cumplir finalmente Su Voluntad en esta tierra, por eso, aunque parezca que
estamos pereciendo, no lo haremos sino que permaneceremos.
José pudo perdonar a sus once hermanos cuando fueron a Egipto, porque en su ausencia ellos
habían cuidado a sus padres. De la misma manera, tenemos que bendecir a las iglesias
cristianas a pesar de que se oponen a nosotros, porque antes de que la Iglesia de Unificación
apareciera, han puesto un fundamento de devoción y respeto a Dios.
Los ojos, los oídos, la nariz, la boca, etc., aparecen sabiendo lo que existe en el mundo.
¿Acaso podría el ser humano conocer todas las cosas de antemano? El ser que conoce todo
esto, debe conocer completamente el ideal de la humanidad. Este ser es Dios.
Cuanto más crece un árbol, más profundamente se van enterrando sus raíces. Si la raíz de un
árbol es superficial, o bien se secará o bien será arrancado cuando sople el viento. El líder es
como la raíz.
Sed personas victoriosas. Para ello, debéis ser reconocidos como victoriosos en el campo de la
fe y en el campo del amor.
Un líder debe caminar al compás de la fortuna celestial. El protagonista que controla la
fortuna celestial es Dios.
Para llegar a ser responsables:
Hay que establecer un fundamento sólido y controlar las circunstancias.
Superar las dificultades en el camino hacia el cumplimiento del propósito de la Voluntad de
Dios.
Aunque no se tenga suerte, hay que superarse y vencer pensando en el conjunto.
Antes de comer y dormir, hay que pensar y orar por los demás.
Debéis pensar que existís para los demás y no los demás para vosotros.
Debéis desear añadir vuestro esfuerzo a lo que Dios ya ha dado.
Jesús fue a buscar a sus discípulos después de la resurrección porque, aunque habían
traicionado la promesa que habían hecho, Jesús no podía traicionarla. Hasta no cumplir lo
prometido, el líder no puede dejar su responsabilidad.
El pueblo de Israel en el tiempo del desierto criticó a Moisés, criticó a los ancianos, criticó a
los responsables y estuvo a punto de ser destruido. Moisés tuvo que empujarle una y otra vez.
Si hubiera dejado al pueblo, habría muerto, por eso, aunque fuera a punta de espada, tenía que
mantenerle en movimiento.
Sólo con la Palabra no es suficiente; para mover a otros, hay que derramar sudor.
Los santos fueron personas que se esforzaron por dar a conocer a Dios y por abrir el camino
del cielo.
No puede ser líder una persona a la que no le gusta la gente.
No os dejéis dominar por las circunstancias, sino sed vosotros los que las dominéis.
22
Mirémonos por un momento. ¿Estamos retrocediendo o avanzando?
Pienso estar en servicio activo eternamente. He prometido a Dios que aunque tenga 80 años,
no me dejaré llevar, sino que seré el abanderado de Su Voluntad, marchando al frente, aunque
sea con un bastón.
Un líder debe tener un carácter lo suficientemente valiente como para tomar una decisión
tajante. Debe ser lo suficientemente grande como para ver una montaña como si fuera algo
pequeño y, a veces, lo suficientemente pequeño como para fijarse en un delicado cabello. A
veces, debe ser lo suficientemente estricto como para no dejarse llevar por los de su sangre, y
sin embargo, lo suficientemente benevolente como para ser incapaz de pisar un insecto.
Debemos aprender a hacer crecer una pequeña bendición y a no derrochar una gran bendición.
¿Tenéis la disposición necesaria para presentaros con dignidad y honor ante el cielo y la
tierra?
Llegad a ser un ingrediente que pueda ser usado de forma buena por millones de personas.
Un líder debe sufrir más que nadie, llegar a ser una ofrenda, y tener un corazón de
sufrimiento. Debe encarnar estas actitudes y practicarlas antes que cualquier otra cosa.
Si algo no viene, hay que hacerlo venir.
Si una persona no puede ser responsable por un área pequeña, ¿cómo podrá serlo por el cielo
y la tierra?
Los soldados derrotados no pueden reintegrarse a las tropas de vanguardia.
Un líder no puede dejar secar sus lágrimas.
Si no podéis ser aguja, ¡sed el hilo!
Para llegar a ser un verdadero señor, debemos tener claro en primer lugar el concepto de
propiedad. En segundo lugar, tener un fuerte sentido de responsabilidad. Y en tercer lugar, dar
todo lo que tenemos a Dios como una ofrenda.
En la rueda de la vida, vivamos maravillosamente, luchemos maravillosamente y muramos
maravillosamente.
Dios necesita personas que tengan estas dos características: personas a las que un líder pueda
llamar y consultar, y personas a las que un líder pueda dar cualquier orden.
No seáis personas mediocres, sino personas que al final de vuestra vida hayáis podido dejar a
muchas personas tomando responsabilidad pública por la historia.
No seáis excrementos flotando en las aguas de la indemnización, sino llegad a ser una
encarnación que permanezca como si fuera una semilla.
El recibir un buen trato no debe convertirse en una costumbre. Después de ser tratados bien,
siempre debéis orar con lágrimas.
23
Nosotros, líderes, debemos establecer la tradición de volvernos locos por Dios.
Un líder debe trabajar día y noche sin parar, hasta el punto de sentir que la puesta del sol y la
llegada de la noche son sus enemigos.
Por muy pobres que lleguéis a ser, no carguéis a los miembros de la Iglesia con vuestras
deudas. Debéis sentir que es muy penoso no poder dar a los demás.
Antes de golpear a vuestro enemigo, debéis amarle.
Soy como una raíz que crece dentro de la tierra silenciosamente.
Cuanto más alta e importante sea vuestra posición, más responsables debéis sentiros,
cumpliendo la esperanza del futuro.
Si la persona que va al frente consigue la victoria, todos los que la siguen también serán
victoriosos.
¡Pensad por un momento en los años de mi juventud. Podía sentir el valor de la vida yendo a
través de la muerte!
El que hace una ofrenda debe cuidar el concepto de propiedad porque él mismo está en la
posición de ofrenda.
Si os conocéis a vosotros mismos, sentiréis "tengo todavía muchas limitaciones en muchos
aspectos". Esa comprensión es un gran don.
Un líder es aquel que descubre el verdadero sendero de la justicia por el que los demás deben
de ir. Es también el que puede guiar a los demás porque tiene la determinación de ir adelante
"aunque tenga que cargar con el sufrimiento de seis mil años y eliminarlo en un sólo día".
Moisés vivió en el lujoso palacio del Faraón pero lo despreció y pensó más en su pueblo, por
eso llegó a ser su líder.
Hay que hacer el trabajo de cien personas y ponerse al frente a la hora de hacerlo.
El soberano de una nación debe ser como la mente y el pueblo como el cuerpo. Una nación
debe gozar de autonomía para gobernar el conjunto, y un individuo debe gozar de autonomía
para gobernarse a sí mismo.
Aquellos que ignoran la historia no puede ser responsables por el mundo de la realidad.
Aquellos que quieran ser responsables por la realidad deben heredar la historia. Jesús heredó
el pasado a través de su muerte y controló el futuro mediante su resurrección.
Un líder debe empezar a preparar el servicio dominical tres días antes, invirtiendo todo su
corazón, con el deseo de bendecir a toda la gente ese día.
Ser una persona responsable no implica ser feliz, sino ser extremadamente miserable ya que
tiene que enfrentarse a este mundo para establecer una nueva historia y una nueva tradición.
Un pionero siempre está solo porque debe estar a la cabeza de los demás. En su camino, no
tiene quien le acompañe. Tiene que controlar todos los elementos y crear nuevos. Por eso, un
24
pionero no tiene ni historia ni relaciones.
Lo que hay que aprender, como responsables, es a tener un corazón de niño.
Al igual que una madre da de mamar a su hijo aunque esté enferma, un líder no puede estar
cansado o pensar en sus propias circunstancias.
Cuando tratéis con otras personas, hacedlo con una sonrisa. Esto os protegerá de forma
natural.
Cuando un miembro antiguo de la iglesia no camina junto a su líder, se bloquea
completamente el camino del testimonio.
Una persona llena de esperanza siempre es constructiva.
IV. PRACTICA
Si piensas que algo es correcto, ponlo en práctica incondicionalmente y con determinación. El
cielo te ayudará.
Si es por algo bueno, hazlo aunque salgas perjudicado. De esta forma, nunca perecerás.
Podéis hacer cualquier cosa que os propongáis. Pero necesitaréis hacer esfuerzos
extraordinarios que os permitan superar tres momentos críticos.
No tenemos armas. Pero comencemos la batalla a la carga usando como proyectiles nuestra
roja sangre, nuestro copioso sudor y nuestro ensangrentado cuerpo.
El secreto para la victoria, estando en las mismas circunstancias y con las mismas
experiencias, está en moverse mucho.
Dios se manifiesta en los corazones que esperan el momento de recibir una orden.
Dios no interviene en lo que el ser humano no quiere o no piensa.
Si vivimos apasionados por el ideal de Dios y nos dirigimos hacia él, entonces la fortuna
celestial nos acompañará y no habrá problemas para mover el mundo.
Debemos encontrar al menos una persona o un metro de tierra que se mantenga en el lado del
cielo.
Si el objetivo es claro, la forma de vida también puede serlo.
Cuando derramo sudor debo sentir el sudor de mi Padre corriendo con el mío; cuando lloro,
debo sentir las lágrimas de mi Padre mezcladas con las mías; y cuando vierto mi sangre, debo
sentir antes la sangre del dolorido pecho de mi Padre. Si vivimos con este corazón y nos
unimos al cielo, nunca pereceremos.
Orad para que, antes de que se consuma vuestra sangre joven, podáis establecer esta nación y
ofrecerla al cielo. Es preferible llegar a ser un hombre leal y un hijo de piedad filial en la
juventud, que luchar en la vejez.
25
No seáis un grupo que va y viene sólo cuando se le empuja.
Una vez que entendemos la Voluntad, debemos comenzar el camino pionero por nosotros
mismos pidiendo a Dios que nos dé una meta centrada en Su Voluntad.
El tiempo y el esfuerzo son los determinantes de la victoria o del fracaso en el momento
crucial de una batalla decisiva. Para lograrlo es necesario el coraje. Un coraje fuerte y firme
nace de la convicción y ésta no surge en una posición irresponsable.
Hemos de llegar a ser personas motivadas, voluntariosas y reflexivas.
No se puede realizar un gran trabajo si no se tiene interés. Tratad de hacer muchas cosas que
al principio os parezcan enigmáticas.
No perdáis la moral. No puede haber avance donde no hay convicción. Esforzaos para elevar
vuestra moral. El cielo no coopera cuando no hay deseo.
Una bomba atómica explota cuando se aprieta el botón. De la misma manera, debemos llegar
a ser el botón que active la conciencia de la humanidad.
Cuando no hay nada que hacer, la vida se apaga. Cuando no cumplimos una misión, perdemos
la capacidad de dominar la vida.
Tenemos que aventajar a Satán en todo lo que está haciendo. Dediquémonos a este tipo de
vida. De esta manera conmoveremos a otros y nos seguirán.
Es necesaria una preparación adecuada. Jesús se preparó durante 30 años. Si tenemos la
suficiente preparación, acortaremos el tiempo de práctica y reduciremos aún más el tiempo de
lucha.
No se consigue nada si no se piensa nada. Para que progresen las actividades, debemos
hacernos especiales. Y para hacerlo, hay que olvidar el dormir, el divertirse, el amor, el
turismo y sacar fuerzas para hacer lo que hay que hacer.
Para hacer algo grande hay que arriesgarse. Para ello, debéis primero entrenar el cuerpo. Por
mucha hambre que sintáis, debéis hacer ejercicios al amanecer.
En una batalla, Dios desecha a los que no quieren luchar y elige a los que quieren luchar. Id a
la cabeza de los que quieren dedicar su vida por la Voluntad de Dios. El cielo está buscando
gente que siempre pueda seguir sus órdenes.
No hay perfección donde no hay convicción.
Sal rápidamente de donde tu conciencia te haga sentirte mal. Si permaneces en esa posición,
perecerás. Es importante que establezcas primero un propósito claro de acuerdo a la Voluntad
de Dios, y te esfuerces para tomar la dirección exacta que conecte ese propósito con el centro
de tu conciencia en línea recta poniendo todo tu corazón en ello.
Averigua cual es el secreto que puede concentrar toda la energía del universo. Cuando creas
que eres la persona menos capaz entre todas las que están haciendo una cierta cosa, no pienses
solamente en lo que estás haciendo en el presente, sino encuentra algo más de lo que puedas
hacerte cargo y pon todo tu empeño en ello. Ese es el secreto para acercarse a Dios.
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Si tomáis hoy una nueva determinación y resolución, que no sea sólo para hoy, sino para el
futuro.
El ejército existe para conquistar y vencer. Estamos en el ejército celestial para superar
cualquier barrera. Tenemos que conquistar nuestro ambiente con bondad. Este es el propósito
de nuestra vida.
Somos como cautivos confinados en el mundo satánico. Hemos de romper el asedio de Satán
y abrir un nuevo camino. Si no lo hacemos así, moriremos.
Imaginaos el sabor amargo que prueban los perdedores en la batalla. ¿Cómo podremos ser
vencidos en la lucha?
El camino de lágrimas y sufrimiento que hemos recorrido ha sido debido a la indemnización;
derramemos ahora lágrimas de gloria para la victoria. En la historia de la indemnización se
han derramado sangre, sudor y lágrimas. Derramemos ahora sangre, sudor y lágrimas por la
restauración y completemos el deber sagrado de ofrecer esta nación y esta tierra a Dios.
Luchemos por Dios y así nunca pereceremos. El pueblo de Israel falló en el desierto porque le
faltó la convicción para vencer.
Una persona que sabe controlar el tiempo es una gran persona. El tiempo te lo puede dar todo,
pero también te lo puede quitar todo. La persona que sabe controlar el tiempo, puede controlar
su vida.
Una persona necia es aquella que aun sabiendo que es el momento apropiado de hacer algo,
no lo hace.
Hasta ahora, por mucho que nos hayamos esforzado, y aunque ese esfuerzo haya estado
dirigido hacia la restauración deseada por Dios, debido a Satán, nuestro esfuerzo no ha
logrado que Dios descanse interiormente y sienta alegría. Es decir, nos hemos esforzado por
la indemnización y no por la restauración.
Hasta ahora, el mal ha seducido al bien y lo ha convertido en mal, pero el bien no ha sido
capaz de seducir al mal y convertirlo en bien. Quizás sea esta la razón por la que el
Cristianismo de hoy en día no ha podido tener el coraje de cumplir la Voluntad de Dios.
Hay que saber incentivarse a uno mismo.
Es natural que una persona viva se desarrolle. No seáis muertos vivientes.
Si tenéis muchas ideas buenas y las ponéis en práctica, aventajaréis a los demás. Mucha gente
ha perecido teniendo ideas, pero no hay nadie que haya perecido poniendo sus ideas en
práctica.
Trabajad con alegría.
No hay mayor tesoro que un buen espíritu de lucha.
Aprended a comer de forma que todo os sepa delicioso. Conquistad el sueño. Los personajes
históricos han dormido sólo tres horas al día.
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Hay que prepararse y actuar de acuerdo a la conciencia. Nuestros actos deben estar
encaminados a despertar la conciencia de los demás de forma que no puedan evitar el estar de
nuestra parte.
Tenéis que pensar más, prepararos más y moveros más que los demás. Debéis tener la
convicción de ser un elemento positivo en cualquier lugar al que vayáis y nunca un elemento
negativo.
Nuestras armas son nuestras lágrimas, sudor y sangre.
Jesús nos legó el ideal y la voluntad de Dios. Vosotros también debéis legar el ideal y la
voluntad del Padre. Para ello, debéis hacer cosas de las que podáis sentiros orgullosos.
Una persona que tenga cosas que decir sobre Dios, será bendecida.
No debéis pedir ayuda a los demás para cumplir algo que tenga relación con la verdad. Tenéis
que hacerlo por vosotros mismos. Sin vuestros propios logros no podréis guiar a vuestros
descendientes ni a las generaciones futuras.
No debéis tener solo teorías. Tened resultados que puedan ser reconocidos por cualquiera.
Debemos lograr por lo menos tres cosas de las que podamos sentirnos orgullosos ante Dios,
ante la humanidad, ante la nación y ante nuestros hijos.
Realicemos aquello que otros no han podido hacer.
Si no acatáis una orden de Dios, no os repetirá la misma orden.
La persona que tiene miedo al destino, sufre el dominio del destino. El destino abre el camino
de aquel que se enfrenta al destino.
Podemos lograr la victoria en nuestra vida durmiendo menos, comiendo menos, teniendo
menos ropa y esforzándonos más. Tenemos que trabajar mientras otros duermen, trabajar
mientras otros se divierten y trabajar mientras los demás comen. No hay descanso en la
carrera hacia la meta final.
El tiempo de Dios empieza desde el momento en que recibimos Sus órdenes.
El tiempo viene y se va sin que nos demos cuenta. El día que aceptamos la Palabra de Dios,
terminan nuestros días de ignorancia y comienzan nuestros días de esperanza.
La preparación para recibir a la primavera comienza bajo la nieve del más crudo invierno.
¿No habrá que preocuparse más del futuro que del presente?
Los que critican no pueden hacer cosas revolucionarias.
Con una pequeña esperanza preparad cosas grandes.
Jesús vino portando pureza, nobleza, sed de justicia y armonía celestiales. Si nosotros, que
tenemos los mismos ideales, no los ponemos en práctica en la tierra, en lugar de Jesús, nunca
podremos liberarnos de la carga que él nos dio.
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Hasta ahora hemos venido trabajando en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Pero a partir de ahora, debemos orar, "¡qué llegue el día en que pueda trabajar en mi
nombre!".
Si no se tiene convicción, no se puede poner en práctica nada.
Controlad las situaciones con convicción, elevaos por encima de ellas con lealtad y demostrad
vuestra fortaleza con acción.
Tened convicción, mostrad lealtad y luchad por todo el mundo.
Avanzad con plena confianza en vosotros mismos. Tenéis que ser decididos aunque tengáis
que caminar absolutamente solos.
Tenéis que avanzar con una firme determinación que pueda mostrarse a los demás con
orgullo.
"¡Oh tierra! ¡Aunque ahora me encuentre en esta situación, obsérvame dentro de unos años!";
necesitamos este tipo de espíritu.
Por muy valiosa que sea la Voluntad de Dios y Su propósito, qué valor tienen si no los
podemos cumplir.
La Palabra de Dios debe expresarse en la práctica.
Dios ni se ha retirado ni ha fracasado. Ha avanzado, aunque sea sólo un pesado paso en cien
años.
Para luchar, necesitáis muchos preparativos y tener convicción.
Para que cualquier acción creativa se desarrollara a lo largo de la historia, hubo primero una
idea, luego una determinación y por último una acción.
Si no nos rendimos nunca en la vida, cualquiera que sean las circunstancias en que nos
encontremos, llegaremos a ser un grupo que permanecerá hasta el final.
He encontrado una mina de diamantes, ¿queréis que además cave los túneles?
Invertir más del 120% de vuestra energía. Aunque no podáis conseguir lo que os propongáis,
no fracasaréis. Sin duda aparecerá alguien que podrá ayudaros.
Para tener convicción, es necesaria una ideología, y una ideología se consigue a lo largo de la
historia del pasado, del presente y del futuro.
Debido a que estamos corriendo en la prueba final no tenemos tiempo para descansar.
Una persona que tiene una fe fuerte y la pone en práctica llega a ser un protagonista del
futuro.
Debéis superar cada situación límite por vosotros mismos.
29
A veces es más valiosa la acción que la oración.
Tenéis que hacer un plan para vuestra vida dividiéndola en distintos periodos. La vida es muy
corta.
Vuestra situación actual es la base para vuestra siguiente etapa. Hay mucha gente que vive
desperdiciando su tiempo.
El sacrificio es el poder generador del desarrollo. Lo que es verdadero no necesita
explicaciones.
Podréis superar la última cima sólo si tenéis la convicción y la fe de que, como ya habéis
vencido en el pasado, podéis vencer de nuevo.
No hagáis promesas, sino conseguid resultados.
Hay que mantener las promesas absolutamente en el mundo del Principio.
La esperanza no es algo real. Es un sueño futuro, pero cuando esa esperanza se haga realidad,
podrá darnos la mayor alegría.
Cuando un campesino planta las semillas, las planta lo más profundo posible y, aunque esto
pueda parecer algo estúpido, es algo muy inteligente, porque lo que busca no es un resultado
rápido, sino una gran cosecha en el futuro.
La estrategia de Dios no es un ataque por sorpresa, sino que progresa lentamente siguiendo
una estrategia de acuerdo a las normas. Aunque el lado de Dios venza en una batalla feroz y
consiga un gran botín, no todo es útil para Dios ya que nada ha logrado la perfección. Pero si
pelea despacio, podrá aprovechar todo el botín.
Como la historia comenzó con una lucha no puede resolverse con luchas. No queda otro
camino que la reconciliación.
Debes
decirte
a
ti
mismo
y
a
nadie
más
"sé
fuerte
y
valiente".
Si hay una persona que se esfuerza diligentemente por las generaciones futuras más que por
recibir la fama y el aplauso de los demás, podrá triunfar.
Se llega a una unidad de corazón cuando se sigue el camino del corazón paternal. Se consigue
la unificación cuando se comparten condiciones difíciles con los demás.
Debéis ser soldados que, sirviendo a un Dios oprimido, contraataquen marchando hacia la
victoria.
Vuestro mayor honor será que Dios, el Rey de Reyes que gobierna el cielo y la tierra, os
recuerde algún día.
Depende de vosotros el avanzar o el retroceder. Si retrocedéis, no seréis apreciados ni por la
gente ni por el cielo.
V. TRADICION. COMUNIDAD. SENTIDO DE LA RESPONSABILIDAD
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1. Tradición
Establezcamos una tradición histórica viva ante la cual toda la humanidad se incline en
profunda reverencia.
Mi tradición debe moldearos y vuestra tradición debe moldear la nación. Esta tradición debe
ser un ejemplo que esta nación y toda la humanidad puedan seguir.
Haced méritos que hagan llorar a vuestros descendientes. Esto llegará a ser vuestro orgullo.
Hagamos que la meta de nuestra vida sea luchar por la bondad. Y en el curso de esta lucha,
avancemos buscando la gloria de la victoria. No debemos contentarnos con una victoria
individual. Debemos ir más allá de la lucha individual y llevarla al nivel familiar, social,
nacional y mundial.
Quedaros ahí arriba mientras construimos esta torre desde los cimientos. Pero a medida que
crezca esta torre de devoción, seréis aplastados por ella sin posibilidad de escapar.
Debéis conocer la dirección de la providencia celestial. Si la meta que seguís no está de
acuerdo con la meta de la historia, de la era y del deseo de Dios, tendréis que pagar esta deuda
irrevocablemente.
Antes de que vuestra preciosa juventud se vaya, debéis dejar un hito de lealtad y piedad filial
que pueda ser reconocido por el Cielo y la Tierra.
Seamos la locomotora que conduzca la fortuna de la historia.
Aunque os encontréis en una situación de tener que derramar vuestra sangre y morir, no seáis
descendientes de traidores.
No debemos estar dominados por el dinero. Si restauramos a la gente estableciendo una
tradición basada en nuestra ideología, las cosas materiales vendrán por sí solas. ¿Salvaremos
Corea con dinero? Vivamos siguiendo nuestra tradición y nuestra ideología.
Sintamos el orgullo de tener algo que sólo nosotros poseemos desde la aparición del Cielo y la
Tierra. Establezcamos una tradición de la que podamos estar orgullosos y que pueda ser
reconocida por las futuras generaciones por miles de años.
Me preocupa el hecho de que tengamos dinero antes de establecer un fundamento y una
tradición. ¿Pensáis que me gusta ver vuestras penalidades? Tenemos que trascender los deseos
por la comida, el sueño o el vestido y así podremos restaurar incluso el infierno.
La raíz tiene que ser profunda para que pueda crecer un árbol grande.
Debemos estar en armonía con la esperanza, el sentimiento y el corazón de Dios. Si no nos
unimos con Su esencia, dirección y propósito, pereceremos. Si no preparamos una esencia
objetiva y la acompañamos con la fuerza que pueda conectarnos al origen, reventaremos
como ampollas.
No pensemos en plantar la semilla de la felicidad, sino en plantar la semilla del sacrificio.
Establezcamos una tradición como antepasados que perseveran hoy con una visión de futuro.
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Los miembros nuevos deben heredar la tradición del curso de la cruz a nivel familiar y tribal
que han recorrido los miembros antiguos en el cumplimiento de la Voluntad de Dios, y
continuar voluntariamente el curso de indemnización nacional que queda por recorrer.
Cuando llegue la hora de vuestra muerte, ¿dónde moriréis?, ¿en qué campo habréis
establecido vuestras condiciones antes de morir?
Abandonadlo todo y seréis felices. Si os vaciáis completamente llegará el momento en que os
sentiréis colmados. Este es el Principio de la Creación. ¿Habéis pensado alguna vez qué podrá
llenar el vacío creado después de haberlo abandonado todo?
Jesús, tras un gran sacrificio y muchas dificultades a lo largo de 33 años de vida, pudo
establecer el fundamento de la salvación del mundo en el vacío creado al entregar su cuerpo.
Un hombre sabio, por muy hambriento que esté, no come un pedazo de pan, sino que se lo da
a otra persona que esté en una situación similar a la suya, y de esta manera recibirá una
recompensa que le permitirá comer y vivir por miles de años.
¿Quién podrá abrir las puertas de la esperanza del cielo? El cielo está buscando a alguien que
pueda hacerlo, una persona que tenga algo que decir, algo que mostrar y algo que dejar tras de
sí.
Las lágrimas disuelven todo lo corrupto y todos los muros. Y cuando se unan lágrimas, sudor
y sangre de forma sincera, la providencia de la restauración se establecerá rápidamente.
En vuestra vida debéis tener el sentimiento que os permita decir, "quiero hacer el trabajo de
Dios en Su lugar, siendo el mejor siervo entre los siervos (el siervo ejemplar que pueda ser
recordado por Dios), el mejor hijo adoptivo entre los hijos adoptivos (un ejemplo de hijo
adoptivo), el mejor hijo entre los hijos (un hijo ejemplar) y el miembro más fiel entre todos
los miembros de la Iglesia de Unificación (un ejemplo de miembro fiel)".
La victoria eterna de la humanidad significará que tu victoria será mi victoria.
Debéis establecer el más alto estándar de sufrimiento y mostrarlo a los demás.
Tenemos que heredar el contenido de la tradición de Dios. No heredaremos esa tradición si no
heredamos el corazón de Dios.
La ideología principal de la Iglesia de Unificación es la construcción del mundo ideal. Para
ello necesitamos una tradición. Existe la norma que dice que si una persona no sabe amar el
lugar donde nació, no sabe amar su nación.
La tradición no cambia por la acción de las circunstancias. Debe establecerse absolutamente
la posición del descendiente que pueda heredar esa tradición. No destrocéis la tradición.
Debéis establecer una tradición que esté basada en la conciencia.
Debéis establecer la tradición de la ideología central. Su origen es el amor de los padres.
Necesitamos la tradición para unirnos al curso providencial, pero no para dar frutos.
Tenéis que ser como una exposición que muestre la Iglesia de Unificación.
La libertad se otorga a la persona que es capaz de preservar la tradición histórica. Debemos
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llegar a ser ciudadanos que mantengan la tradición nacional bajo cualquier circunstancia.
Por muy grande que sea un río, siempre hay una corriente principal, una corriente central.
Hoy, yo soy un instrumento del pasado, vivo integrado en el presente y soy el comienzo del
futuro.
Es mejor que mantengáis la tradición viva de vuestro maestro a que celebréis su cumpleaños.
2. Vida Pública
Como la bendición es algo público, para recibirla debemos ser una ofrenda pública y
establecer condiciones para la misma. ¡Qué importante y grandioso es tomar responsabilidad
por un trabajo público!
Unos padres que mantienen una posición pública no pueden tener hijos desleales.
Siempre estoy ofreciéndome para algo público.
En los Ultimos Días, Dios hará que toda la gente y todas las naciones tengan un nuevo
comienzo partiendo de un mismo nivel.
Aunque resultéis perjudicados, ofreced los beneficios a la misión pública. Esto os dará un
fundamento para recibir la bendición pública o celestial. La bendición viene después de haber
recorrido todo el camino y después de haber luchado todas las luchas.
Como la bondad, la felicidad, la justicia, la bendición, etc. son cosas públicas, para
conseguirlas, debemos seguir un curso público. Aunque los individuos cambien, debemos
hacer que la bendición pública permanezca en la nación y la humanidad.
Una persona que vive de acuerdo a un estándar público es la más fuerte, la más imponente y
la más sabia.
Lo público implica una naturaleza histórica y futura. Es decir, la historia lo garantiza y se
demuestra en el presente y en el futuro.
No estamos en una posición pública por nuestros méritos. La razón se encuentra más lejos.
Pensad que estamos en esa posición por el beneficio público de Dios y por las circunstancias
y esperanzas de nuestros antepasados. Todas las personas espirituales a las que estamos
conectados históricamente están de nuestro lado. Si conociendo esto, nos ponemos en una
posición de ofrenda con una lealtad pública mayor que la de los fieles del pasado, todas las
conexiones históricas pasadas volverán a aparecer hoy en la vida real.
Yo soy el rey de los sentimientos. Pero en un camino público, en una posición pública, soy
una persona estricta y dura. Cualquier persona que esté en una posición pública debe tener un
corazón justo.
Es bueno tener relaciones con el pasado, pero cuando nos dedicamos completamente a la
Voluntad de Dios, hay que cortarlas. Orad "Padre Celestial haz que sea una persona que corte
su naturaleza humana para establecer una naturaleza divina". Este tipo de oración me
complacería realmente.
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Debido a que a lo largo de la historia nadie ha podido completar su misión pública, debemos
luchar con confianza para cumplir esa misión pública histórica en lugar de las personas del
pasado.
Tenéis que veros como personas públicas. Una persona pública está en una posición
responsable situada en el punto intermedio entre arriba y abajo, delante y detrás, y derecha e
izquierda. Si abandonara esa posición, todo se derrumbaría. La conciencia justa se encuentra
en la línea recta que conecta el cielo y la tierra. Por lo tanto, una persona pública no debe
actuar por deseos personales.
Las personas deben reconocer las virtudes públicas de la lealtad y la piedad filial. Encontrad
el camino para ponerlas en práctica.
Debemos ser personas que, al morir, hayan tenido algo que decir, algo que hacer y que hayan
dejado algo tras de sí.
Una persona que no sabe amar a su nación nunca podrá amar a Dios. Si os sometéis diez
veces, venceréis diez veces. Si el mundo entero se opone a vosotros, llegará el momento en
que recibiréis su bendición.
Estar en una posición pública es estar en una posición de ofrenda. La ofrenda tiene que
trascender el concepto de pertenencia y la conciencia de sí misma.
No menospreciéis la responsabilidad que os ha dado el cielo, sino que debéis agrandar la
gracia que habéis recibido. No contraigáis deudas de corazón con los hermanos y hermanas.
Vamos a mantener nuestra posición pública.
Para tener autoridad pública, debéis orar:
danos fe (para poder realizar cualquier trabajo relativo a la Voluntad de Dios)
danos amor (el amor que Dios todavía no haya podido sentir)
danos sabiduría.
Aunque soy un individuo, no puedo actuar como tal. Represento todas las cosas, toda la
historia. Por eso, cuando falláis alguna vez en la misión pública, debéis ir por un curso de
indemnización. Cuando os recrimino en una reunión pública, no es porque os odie, sino
porque, al fallar en algo público, si no lo declaro ante el cielo y la tierra, no habrá
indemnización. Cuando os recrimino en una reunión pública, es porque estoy tomando
responsabilidad por ello.
Lo más triste para Dios es que, aún queriendo dar Su bendición, debe primero despertar a
todos los que están durmiendo.
No manejéis los asuntos públicos a vuestro antojo, ni los tratéis de forma ligera. Si los tratáis
erróneamente, se derrumbarán todos los logros públicos que hayáis conseguido.
Antes de recibir la bendición, hay que poner una condición para que esa bendición nunca nos
sea arrebatada, una condición que pare la acusación de Satán. El método más seguro para
mantener la bendición es esforzarse siempre en una posición pública.
La misión pública lleva la garantía de la historia, de la era actual y del futuro porque tiene un
carácter histórico y temporal.
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Lo mejor es que una persona que está en una posición pública considere que las cosas son de
todos y no propias.
No debemos en nuestro grupo aplicar las circunstancias individuales a las del conjunto.
Haced que arda vuestro corazón con indignación pública.
Si cien personas están pensando sólo en sí mismas, entonces tú debes tener más de cien
pensamientos públicos.
Dios nos ayuda si vamos más allá de nuestros asuntos personales y anteponemos Su
Voluntad. No debemos actuar de acuerdo a los deseos del cuerpo.
Vivir una vida pública implica establecer un fundamento centrado en un objetivo de mayor
valor.
El que vive por una misión pública tiene una conexión vital con Dios.
Una condición prometida es algo grande. Y cuando cumplimos una promesa aún a riesgo de
nuestra vida, Dios no tiene más remedio que responder.
3. Responsabilidad
Desde que di el primer paso en este camino, nunca he encontrado un lugar confortable donde
descansar. ¿Acaso puedo descansar cómodamente cuando aún no he cumplido mi
responsabilidad? He estado manteniendo una lucha increíble con Satán para que no me
arrebatara el corazón de amar a Dios sobre todas las cosas. No penséis que la responsabilidad
que hemos recibido es muy pesada. Entended que para que nosotros cumplamos nuestro cinco
por ciento de responsabilidad, Dios se ha esforzado ya para cumplir más del noventa y cinco
por ciento restante.
Nada es más terrible que ser reprendido por no haber cumplido la responsabilidad.
Si Abel comete un error, debe ser censurado primero por su falta de responsabilidad y después
debe ofrecer a los demás una responsabilidad que haya cumplido.
Cuando hacemos nuestro trabajo con responsabilidad, debemos pensar que es el momento de
mostrar nuestra capacidad y afrontar el ser evaluados.
Sed responsables por lo que habéis hecho. Aquellos que puedan cambiar responsabilidad por
estar dispuestos a morir son dignos de ir al Reino de los Cielos.
Si no cumplís toda vuestra responsabilidad, vuestros descendientes profanarán vuestras
tumbas. ¿O acaso la tumba de alguien que ha sucumbido ante Satán es merecedora de un lugar
en el glorioso jardín de Dios?
La victoria no puede conseguirse sin lucha. La victoria se decide después de una lucha a vida
o muerte.
¿Cómo vamos a consultar algo importante con una persona que va y viene de aquí para allá
influido por las circunstancias externas? Si huimos de las adversidades de la realidad, estamos
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ya vencidos.
Cuanto más grande sea la misión que hemos recibido mayores serán las pruebas y los
conflictos. Si a una persona le asustan las pruebas y los conflictos, no podrá comprometerse
con esa misión.
Si ponéis demasiada atención en las cosas pequeñas, no podréis realizar algo grande.
Aquellos que reciban la orden de realizar una tarea pero no la cumplan serán un fracaso. Dios
nos pide que asumamos una responsabilidad mayor de la que podemos cumplir. Por eso,
debemos ser conscientes de nuestras limitaciones y orar a Dios para que nos dé más fuerza.
Una persona que acepta su responsabilidad es digna de lástima. Una persona responsable no
tiene tiempo para descansar, para sentirse seguro en su camino y se siente siempre presionado.
No penséis que estaré siempre con vosotros. Aunque no esté, mantened el mismo estándar que
cuando estoy y sentid el deseo de elevarlo aún más.
Desde el punto de vista de la responsabilidad, el Hijo debe tomar responsabilidad por el
trabajo de Dios, el Espíritu Santo por el trabajo del Hijo, y los santos por el trabajo del
Espíritu Santo. ¿Por qué? Deben tomar responsabilidad por la Voluntad de Dios porque es de
todos.
La gloria de la victoria empieza por el comandante en jefe de la batalla, pero esa gloria se
reparte entre todos los compañeros de armas que participaron en la misma.
Para indemnizar los 6.000 años de historia, necesitamos a alguien que sea el mejor en cada
campo. Por eso, debemos buscar nuestra esfera de responsabilidad en el campo en que nos
encontramos. Si no hay nadie más que pueda hacerse cargo de una cierta misión en un área
determinada, Dios no puede abandonar a la persona que esté asumiendo esa responsabilidad,
tanto si esa persona le gusta a Dios como si no.
Debemos saber que estudiamos, comemos, nos vestimos diariamente y asumimos posiciones
de responsabilidad no por nosotros mismos sino por la Voluntad de Dios. Si no podemos
cumplir lo que la Voluntad nos exige, vendrá el día en que seremos acusados por ello.
Si no somos capaces de ofrecer nuestro cuerpo hasta los límites de la muerte, no podremos
recorrer el camino del cielo en una generación.
Como Dios es nuestro Padre, todo lo que Le preocupa debe preocuparnos a nosotros. Como
no hemos sido capaces de sentir la tristeza y el sufrimiento que hemos encontrado en el
camino para realizar la Voluntad de Dios como nuestra propia tristeza y nuestro propio
sufrimiento, no hemos llegado a ser verdaderos hijos de Dios.
Por muy cansado que me sienta, cuando pienso en la responsabilidad que me queda todavía
por cumplir, todo el cansancio desaparece en un instante.
Es importante tener una larga historia, pero es algo precioso vivir cada instante con la mayor
intensidad. No olvidéis que en un momento, mientras dormís, coméis o trabajáis, se decide el
destino histórico. El fracaso de un momento puede colapsar los méritos acumulados durante
toda una vida.
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El mundo y la humanidad van y vienen, pero la Voluntad de Dios, si se va, no vuelve. Por
eso, para establecer esta Voluntad, hemos de llevar una vida de dedicación y de
responsabilidad.
El hombre perdió un mundo bueno y plantó la semilla del pecado, por tanto, es el hombre
quien debe tomar responsabilidad de limpiar el pecado de la humanidad y esforzarse para
recuperar un mundo bueno.
Estáis en el momento crucial de saber si seréis capaces de desarrollar el mañana o no.
Tomaros esta responsabilidad con la mayor seriedad.
Dios os ha llamado a cada uno para haceros representantes de Su Voluntad de 6.000 años, por
eso, debéis sentir la gran responsabilidad de tener que liberar a los hombres que están
lamentándose en la tumba de Satán.
Todos vosotros debéis llegar a ser personas que puedan decir a Dios "Padre, concédeme la
responsabilidad de realizar Tu Voluntad".
Tenéis que llegar a ser soldados victoriosos que asuman la responsabilidad en lugar del Ser
Absoluto, de los Verdaderos Padres y del Verdadero Señor.
Una persona responsable debe llegar al corazón de la Voluntad de Dios.
No toméis vuestro trabajo a la ligera, por muy pequeño que os pueda parecer. Aunque los ojos
son pequeños, ¿no son acaso lo más importante? Sed personas que deseen cumplir cualquier
cosa que se les pida.
Debemos indemnizar las huellas históricas dejadas por los antepasados y tomar
responsabilidad por la sangre vertida por los mártires y los patriotas.
Incluso los árboles y las plantas que están en los amplios valles y montañas, después de un
tiempo, cuando han crecido, devuelven lo que han recibido cumpliendo el propósito de su
creación. Si esto hacen las plantas, ¿qué deberá hacer el hombre?
La responsabilidad que pesa sobre nosotros consiste en cuánta pena podemos eliminar y
cuánta alegría podemos aportar en nuestra propia generación.
La gloria precisa del amor de Dios. La caída nos ha llevado a no cumplir la propia
responsabilidad y, en cambio, desear recibir la gloria de Dios. No olvidemos que debemos
cumplir la responsabilidad antes de desear la gloria. Esta no empieza en nosotros.
No debéis representarme solamente de nombre, sino también tomad mi puesto en la
responsabilidad y el corazón.
Una vez que aceptáis una responsabilidad, es una cuestión de vida o muerte.
Debemos practicar en nuestra vida la renovación y la reflexión.
Dios es omnisciente. No penséis que podréis excusaros ante El. Dios no se excusa aunque no
se cumpla lo prometido. Por tanto, hay que ser responsables.
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VI. SUFRIMIENTO, OFRENDA, OBEDIENCIA
1. Sufrimiento
Cualquiera puede seguir en una situación fácil. Cuando estéis en la peor situación, ¿tenéis una
filosofía que os permita ir adelante?
El sufrimiento os asegurará vuestra posición.
Si nuestra raíz se ha plantado con sufrimiento sólo podrá ser arrancada por una persona que
haya sufrido más que nosotros.
El grado de prosperidad está en proporción al grado de sufrimiento. Aunque seáis
perseguidos, no debéis morir o quedar exhaustos, sino debéis bendecir al que os persigue por
siete generaciones.
Hasta los 30 años no hubo ni un sólo día que no estuviera hambriento. ¿Cómo podía comer,
dormir y vestir confortablemente antes de establecer el fundamento que yo había prometido
cumplir a Dios?
Sois el fruto de 6.000 años de historia. A menos que sufráis más que todos los profetas y
sabios que han surgido en la historia, perderéis fácilmente la posición de estar ante Dios.
No nos hemos unido a la Iglesia de Unificación para recibir bendiciones. Somos un grupo
que, como representantes de Dios, debemos conseguir la victoria siendo maltratados, yendo
por el infierno y el dolor. Somos un rebaño reunido para heredar la cruz de Dios.
El Reino de los Cielos es el lugar al que van los que han vencido el sufrimiento del infierno.
Los que sufren injustamente, sin duda triunfarán algún día.
Vida de sufrimiento > Vida de fortaleza > Vida de nobleza
El vencedor de todo sufrimiento será el rey de la gloria.
No mostréis vuestro sufrimiento. Acumulad muchos tesoros ocultos.
Para controlar todo siguiendo el ideal de Dios no podéis hacerlo desde una posición alta.
Debéis aceptar una posición por debajo de la media.
Seamos un grupo de gente que, venciendo las dificultades y añorando la tierra bendecida y
prometida, corra para llegar allí. No debemos ser empujados y apartados de la lucha por
nuestras circunstancias. Mantengamos un corazón de querer ir siempre adelante.
La Iglesia de Unificación no debe ser una enciclopedia de ideas, sino una enciclopedia de
sufrimiento.
Esforzaros para alimentar a los que están hambrientos, aunque vosotros mismos paséis
hambre. Esto les conmoverá hasta la médula de los huesos. Una torre construida con el mayor
esfuerzo, no puede caer. Ni Dios ni Satán os la pueden quitar.
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Si sufrís mucho, derramáis muchas lágrimas y sois maltratados, permaneceréis al lado de
Dios.
El sufrimiento que estáis pasando ahora es para que Dios os dé un premio que permanezca
eternamente en el mundo eterno.
Llorad sirviendo al Cielo. Nunca derraméis lágrimas por vosotros mismos.
Cuando os encontréis en una situación miserable, no penséis que es por alguien más, y cuando
os ocurra algo bueno, no penséis que se debe a vosotros solamente.
Mantened la calma cuando vayáis por dificultades. No debéis perder la cabeza en situaciones
difíciles.
No esperéis ser comprendidos. Guardad vuestro sufrimiento en un lugar secreto. Alegraos por
las cosas que no podéis ver.
Cuando el estándar de la mente es diferente al de la Voluntad de Dios, el hombre sufre dolor y
conflicto interno en su vida. Por esta razón, con la religión aparece el camino del sacrificio y
de la perseverancia. Nadie ha cumplido el propósito del bien sin perseverar.
Olvidad vuestra hambre con el deseo cada vez más fuerte de cumplir la Voluntad de Dios.
Nuestro sufrimiento debe preparar el camino para que otros no sufran.
El hombre caído no se preocupa del propósito de su existencia, sino sólo de las cosas que
necesita para mantenerla. Pero el Cielo ayuda sin duda a aquellos que trabajan duro por el
propósito público, sin preocuparse de su propio bienestar.
Sólo el sufrimiento puede subyugar a Dios y a Satán.
La perdición espera a los que sufren en el mundo satánico, y la felicidad, a los que sufren en
el mundo de Dios.
El único camino que permanece es el del sufrimiento.
Luchad con la confianza de que no moriréis hasta el día en que toda la humanidad derrame
lágrimas viendo la tierra por la que habéis sufrido. Experimentad sufrimiento, pero sin morir y
sin perder toda vuestra energía.
El Cielo nos hace sufrir dificultades inimaginables para que nos demos cuenta profundamente
de que el camino de la restauración es difícil y no repitamos la Caída de nuevo.
Jesús se esforzó con un corazón capaz de decir en el camino a la cruz, "Padre, que no se haga
mi voluntad, sino la Tuya". Cuando Dios vio este corazón, elevó a Jesús hasta Su gloria. Por
lo tanto, Jesús está orando para que todo aquel que trabaje con el mismo corazón, pueda ser
elevado a la misma gloria.
Cuando entré en prisión, más que pensar en lo que iba a sufrir, entré con la idea de que a
partir de ese momento podría demostrar mi capacidad.
Debéis ser capaces de poner un fundamento que permita al cielo y a la tierra reconocer que os
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habéis esforzado por la Voluntad de Dios y sentir simpatía por vosotros. Entonces ni Dios ni
Satán podrán acusaros.
Como hemos recorrido este camino por Dios, por el universo y por la humanidad, el periodo
de nuestro sufrimiento equivale al periodo completo de la historia humana.
Cuando vayáis por el camino del sufrimiento, no lloréis ni pidáis ayuda. El Dios vivo conoce
mejor que nadie la situación por la que estáis yendo, aunque no le habléis acerca de ella. Si
lloráis y oráis tristemente por vosotros, Dios se sentirá aún más triste y tendrá que llevar una
doble cruz. Hasta ahora, Dios ha estado completamente solo, sin encontrar ni una sola persona
que haya comprendido Su gran dolor y tristeza a lo largo de la historia. Tenéis que consolar a
ese Padre. Si lo hacéis así, El os abrazará y llorará de alegría.
Conozco muy bien vuestro sufrimiento. Pero, ¿habrá algún padre que después de haber
servido con piedad filial un cien por cien espere que sus hijos le sirvan sólo un cincuenta por
ciento? Un padre quiere que sus hijos demuestren tanta piedad filial como sea posible.
Debéis entender que si yo sirvo a Dios con un cien por cien de piedad filial, no puedo
sentirme orgulloso de vosotros ante El si Le servís sólo con un noventa y nueve por ciento.
Como los que estáis aquí reunidos lo habéis dejado todo por la Voluntad de Dios, es
imposible que no consigáis la unidad entre vosotros si estáis centrados en esa Voluntad.
Debéis uniros unos con otros superando circunstancias tristes y difíciles.
Llegad a ser personas que, después de soportar mansamente el haber sido golpeadas,
pisoteadas y heridas, no mueran sino que vivan y permanezcan.
Satán está luchando día y noche, pero ¿estáis haciendo lo mismo?
Hagamos que el cielo y la tierra derramen nuevas lágrimas por nosotros.
Debemos seguir un camino por el que Satán no pueda ir, para poder alejarnos de él.
Sufrid sólo por lo que Dios pueda recordar. Gracias a ese sufrimiento, llegaréis a ser personas
importantes.
Dios os hace sufrir para que estéis libres de cualquier acusación.
A partir de ahora caminemos derramando lágrimas de alegría.
La vida de sufrimiento del hombre es inevitable, porque debido a la Caída cósmica, su mente
busca la esperanza, pero su cuerpo tiende hacia la realidad presente.
Nosotros, miembros de la Iglesia de Unificación, cuanto más seamos maltratados más
creceremos. Pero, crezcamos de forma correcta y verdadera.
Supongamos que recibís un salario por vuestro sufrimiento. ¿No seríais, entonces, nada más
que un empleado de Dios?
Dios os hace sufrir para que no estéis orgullosos de vuestra personalidad limitada y os
pongáis en una posición en la que Satán no os pueda acusar.
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Aquél que no evita el sufrimiento, sino que le da la bienvenida, es una persona que camina
por el sendero de Dios.
Mientras derramemos sangre, sudor y lágrimas es que nos quedan fondos todavía. Ya que la
fortuna de la Iglesia de Unificación sólo se compone de sangre, sudor y lágrimas.
Si no hay alguien que te persiga no hay indemnización.
Soy una enciclopedia del sufrimiento.
El sufrimiento es lo que nos permite ir más allá del juicio de Dios y de la acusación de Satán.
Los que no han luchado no saben lo que siente el corazón de un vencedor.
Si alguien clama a Dios, liberando Su rencor, que es más grande que el universo, entonces
Dios llamará a esa persona "Mi Hijo".
Para liberaros de la carga y de la deuda que habéis recibido sobre vuestros hombros, debéis
cortar cualquier relación de hermanos o de padre e hijo que pueda uniros a Satán.
El sacrificio es lucha. Y la lucha es un medio o un método para lograr la unidad.
Dios te hace sufrir hasta que pueda decirte "Me perteneces".
Una gran persona llega a ser una persona responsable cuando no se detiene. En la mente de
Dios no estaba decidido que Abraham fuera una figura central, sino que Dios le bendijo
cumpliendo Su promesa porque Abraham fue la única persona que mostró fe en aquel
momento. Pero ésta no era la bendición final.
El sufrimiento de Jesús duró 33 años y el de Moisés, 120 años. Pero el sufrimiento del
Personaje Central es tal que el cielo y la tierra se rendirán ante él e incluso Satán se lamentará
amargamente. Por eso, el esfuerzo de Dios es lograr que el mundo le pertenezca.
Cuando los santos de la familia de la Unificación sufran de manera que haga llorar a los
hombres del mundo físico y del mundo espiritual, un brillante futuro vendrá a la humanidad.
Mi estrategia es subyugar a Satán y dejarle sin habla, usando como medio el sufrimiento que
estáis soportando.
Creceréis cuando ignoréis el sufrimiento actual y lo aguantéis por la felicidad venidera.
Cuando comencé mi misión, sabía que tendría que ir más allá del punto en que todas mis
células estuvieran llorando.
Si hay alguien que en la peor posición sea capaz de olvidar sus circunstancias y se sienta
satisfecho, es una persona feliz.
Quiero convertiros en hijos de Dios. Tenéis que llegar a serlo y para ello, debéis ir
inevitablemente por dolores de parto, es decir, tenéis que esforzaros. Si quiero conseguirlo,
debo tomar las riendas y vosotros, debéis rendiros sin condiciones. A partir de ahí seréis hijos
de Dios, y llegaréis a ser hijos de piedad filial, hombres y mujeres virtuosos que se hagan
cargo de un aspecto del ideal de la creación de Dios como sujetos leales de Dios.
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Si pensáis que aún tenéis que sufrir más, aunque ya hayáis pasado a través de un cierto
sufrimiento, seréis capaces de guiar esta nación.
La liberación por indemnización comienza con lágrimas. Debéis absteneros de estar en una
posición gloriosa y manteneros en una posición humilde, así Dios os recordará.
Sujetos leales, mujeres virtuosas e hijos de piedad filial no surgen en momentos normales sino
en situaciones difíciles.
No os desilusionéis si vuestro esfuerzo no produce resultados externos inmediatamente. Lo
importante es la sinceridad con que lo habéis hecho.
Debemos heredar el sufrimiento histórico. Cuanto más amplia sea la historia y más sentido
histórico deba penetrar en nuestro corazón, más difícil se nos hará heredar ese sufrimiento.
No os lamentéis de estar en una situación miserable. Lo importante es que estéis en un camino
que os lleve a ser reconocidos y avalados por la historia.
La vida de una persona que ha ido por un sendero complicado y enrevesado es más profunda
y llena de sustancia que la de otra cuyo camino ha sido simple, llano y sin ninguna penalidad.
Nadie ha perseverado más que Dios, ni nadie ha sufrido más que El.
Cuando después de algo amargo tomáis algo dulce, aunque no sea muy dulce, resulta muy
estimulante.
La corriente principal del río no retrocede sino que su misma fuerza la lleva a golpearse
contra los márgenes más cercanos del río y ser la primera en resultar herida.
Las pruebas y el dolor no son mis enemigos sino los componentes con los que se demuestra
un gran valor.
Jamás os arrepintáis del curso escarpado que habéis tenido que caminar en el pasado por la
Voluntad de Dios. Es vuestro tesoro. Debéis elegir lo más difícil dentro del camino más
difícil.
Cualquiera puede llegar a ser un hijo de piedad filial ante Dios. El camino de un verdadero
hijo de piedad filial es el de tomar responsabilidad en solitario por cosas difíciles.
El camino pionero es un camino de aventura. Las únicas armas son el esfuerzo y un espíritu
de lucha.
El camino que busca un pionero no tiene que ver con el presente, sino con la búsqueda de la
esencia y el valor del futuro. De esta manera puede mantener el desarrollo y la esperanza.
No hay manera de parar a una persona que se esfuerza aunque se le diga que no lo haga.
La mayor alegría viene cuando sobrepasas la cima de la tristeza.
Una serpiente no puede crecer sin mudar la piel. Debe frotarse contra las piedras para quitarse
la piel. De la misma manera, el hombre debe ir por un curso de indemnización para liberarse
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de la piel del pecado que lleva puesta.
El proceso de indemnización se realiza a través de una persona a la que se ama, por eso, Dios
ha venido haciendo Su labor de indemnización a través de los santos.
Si deseas una nación feliz, debes saber sacrificarte por una nación infeliz.
Las semillas que no tienen vitalidad suficiente para sobrevivir al invierno, no podrán ver el
inicio nuevo y esperanzador de la primavera.
La cárcel es el lugar donde se aprende lo que no se puede aprender en el mundo. ¿Por qué?
Porque no hay nada que no tenga valor en una cárcel. En esa situación, te das cuenta del valor
de todas las cosas.
Para no derramar lágrimas de arrepentimiento después del establecimiento de la Voluntad de
Dios, debéis ir ahora por un camino de arrepentimiento con lágrimas. No llegas a una gran
montaña sin ir por un valle profundo.
La gracia sin esfuerzo desaparece.
2. Ofrenda
Nunca os quejéis. La indemnización se cumple sólo con la obediencia.
Si te sientes mortificado porque, como una ofrenda, has sido puesto en una posición por
debajo de tu potencial original, Dios sentirá compasión de ti y Satán no podrá acusarte.
"Las cosas malas son mías y las buenas, vuestras. Las cosas malas son nuestras y las buenas,
de nuestra nación". Con este tipo de espíritu conquistaremos el mundo.
Dado que el curso de indemnización es un periodo de ofrenda, durante este periodo no debéis
tener conciencia de vuestra propia existencia.
Lo más importante es establecer un fundamento que te permita decir "todo lo que podía hacer
con mi propio esfuerzo, lo he hecho".
Jesús es la ofrenda más pura ante una vida de corazón y una vida de dedicación.
Debéis ayudaros unos a otros para eliminar vuestras dificultades y aspectos negativos.
No podéis ser una ofrenda si buscáis compasión por vuestras circunstancias.
Para conseguir la gloria, echaros a vuestra espalda un fardo de problemas.
Los que tomen responsabilidad por la Voluntad de Dios no deben pensar en sentirse cómodos
desde un principio. Dios os entrena más duramente que Satán para que éste nunca pueda
invadiros.
Cuanto más aumenta el esfuerzo y la fatiga, más corto es el azote del sufrimiento.
Como ofrendas, debemos sentirnos felices sólo después de que Dios se alegre tras aceptar
nuestra ofrenda, y de que los que reciban la bendición de Dios gracias a nuestra ofrenda, se
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alegren.
El primer sentimiento de la mañana decide el porvenir del día. Por lo tanto, como vuestra
primera ofrenda de la mañana esforzaros por ser un modelo que pueda hacer feliz a Dios.
Para pagar indemnización por vosotros mismos es indispensable seguir un camino de
sufrimiento en la posición de siervo, de hijo adoptivo y de verdadero hijo, y esto llegará a ser
una condición gloriosa porque estaréis trabajando en lugar de Dios.
Jesús vino como una ofrenda pura. Una ofrenda pura se mantiene intacta, no se muestra a los
demás, es una primicia virgen. Por eso, debemos ser personas que ofrezcan a Dios esta pureza
con todo el corazón, el sentimiento y la voluntad. Nunca experimentaréis el amor de Dios si
ofrecéis un corazón, un sentimiento y una voluntad usados.
Haced que el corazón de Dios se conmueva. Si os ponéis en una posición capaz de mover a la
compasión a Dios, todos vuestros problemas se resolverán.
¿Hay alguna atadura emocional que os ligue todavía a la vida que habéis dejado? Si hay un
defecto, por muy pequeño que sea, en la ofrenda que vais a poner en el altar ante Dios, Satán
os acusará.
Es necesario ofrecerse al Cielo incondicionalmente y confiar en la Voluntad de Dios. Como
Dios es nuestro Padre, El es el que mejor conoce el lugar donde debemos estar y nos guía allí
donde podamos sentir alegría y satisfacción.
Como Dios, en Su generosidad, me ha devuelto la vida, ya que estaba muerto, mi vida ya no
me pertenece sino que Le pertenece a El. ¿Cómo puedo dar alegría a Dios? Con este espíritu
debéis buscar el lugar donde morir gloriosamente.
Los soldados de la Unificación tienen que abandonar los hábitos cotidianos y pensar que su
vida es una vida de confrontación.
El tiempo de la Segunda Venida de Cristo es el tiempo de la novilla. Una novilla vive para su
amo y le es fiel a lo largo de su vida, cumpliendo su tarea reproductora y ofreciéndole,
además, sus huesos, su piel y su carne después de morir. Cada parte de su cuerpo es una
ofrenda.
Aunque seáis pisoteados por abrazar la voluntad del bien, nunca saldréis perjudicados. La
Voluntad se cumplirá aunque no sepáis dónde ni cómo.
El Cielo desea que el conjunto, más que el individuo, sea una ofrenda. Para hacer una ofrenda
aceptable, es necesaria la unidad de toda vuestra vida, vuestras acciones y vuestros ideales.
Una ofrenda es un símbolo de sumisión y obediencia. No tiene conciencia de pertenecerse a sí
misma y no sabe oponer resistencia a la muerte.
Dios ha ido por un camino de sacrificio derramando lágrimas por 6.000 años para
encontrarnos. Por eso, los que hemos aceptado la Voluntad de Dios, debemos trabajar
voluntariamente, sufriendo, derramando lágrimas, por más de seis o siete años, sin ninguna
recompensa. A mis 16 años comencé este camino poniéndome como meta trabajar 40 años y
estar dispuesto a morir.
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¿Quién será como Esteban por el ideal de la unificación? No deseéis las comodidades, sino
buscad las dificultades antes de querer la gloria. De esa manera, Dios estará con vosotros y
aparecerá gente que os acompañará.
Sed personas que Dios pueda utilizar incondicionalmente. En la medida en que seáis
utilizados podréis ahondar en el corazón de Dios y recibiréis Su bendición.
Dios está buscando personas que puedan realizar en un año lo que se haría en diez, y en diez
años lo que se tardaría toda una vida, y que se sientan agradecidas aunque vayan a través de
toda clase de azotes y tempestades.
Si morís por la nación, resucitaréis cuando la nación resucite. Si morís por el mundo,
resucitaréis cuando el mundo resucite. Dios siempre pidió a aquellos en los que confiaba
plenamente que fueran por el camino más tortuoso. Por esta razón mucha gente, a la que Dios
amaba, fue sacrificada.
Debemos saber que cuando una persona pone una condición de indemnización de menor
valor, Dios toma la responsabilidad de completar lo que falta. Debido a que es necesario un
tiempo para completar la condición, hasta que Dios haya terminado todos los preparativos,
habrá una prolongación pero no indemnización.
La indemnización humana puede realizarse mediante cosas materiales. Tenemos que hacer el
bien ofreciendo cosas materiales como preparación para ese momento.
Aquel que sufra indemnización por el mundo recibirá juntas la bendición del mundo y su
propia bendición.
La indemnización no se consuma sin confrontación ni lucha.
Yo sigo el camino de la restauración por indemnización y vosotros, el camino del Principio.
Debéis ir adelante aunque seáis golpeados o se os quite todo. Si a pesar de obrar bien, Satán
os golpea tres veces, desde ese momento el Cielo tomará el asunto en sus manos.
Somos una ofrenda. En primer lugar Dios, que la ha recibido, se alegra. Después, toda la
humanidad que ha sido redimida se alegra, y por último, la ofrenda misma puede alegrarse.
La regla fundamental es que una ofrenda sea siempre ofrecida en la línea de frente y no en
una situación de paz.
Un fundamento se logra mediante una ofrenda. La recreación empieza de lo ya existente, pero
la creación empezó de la nada.
Una ofrenda implica estar en la posición de darse porque existe para saldar las deudas de los
pecadores.
Ofrecer cosas materiales es indemnizar el Antiguo Testamento; sacrificar el cuerpo es
indemnizar el Nuevo Testamento; y servir a la Voluntad de Dios con lágrimas y con todo el
corazón es restaurar la Era del Testamento Completo.
No hemos venido a la Iglesia de Unificación para ser felices sino para preparar una levadura
uniendo todos nuestros corazones, y compartirla con el mundo.
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3. Obediencia
Obedeced lo que se os mande. Aunque una orden no sea justa, obedecedla. Cumpliendo la
orden, llegaréis a asumir la autoridad.
Si no sois capaces de cumplir las órdenes que el Cielo os ha dado en el ámbito individual,
¿cómo puede Dios bendeciros en el ámbito familiar?
La obediencia y la sumisión absolutas os situarán automáticamente en una posición objetiva y
apropiada. Los celos y la envidia os llevarán a una posición de conflicto.
Un súbdito leal y un súbdito desleal pertenecen originalmente a la misma clase de gente. El
primero es obediente a la voluntad de su rey y el segundo, se mueve a su antojo. El súbdito
leal camina por el sendero correcto, y en todo lo que hace es leal de principio a fin.
Debo sentirme conmovido ante ese Ser y Su Voluntad por forjar en mí una mente sensible, y
debo inclinarme ante El de corazón.
Dios ha estado buscando en la historia una persona obediente. Sed obedientes al mandato
divino y estad preparados para mandatos mayores.
Es natural ser obediente ante un superior, pero debéis ser capaces de obedecer y ser humildes
incluso ante la orden de un niño.
Ser obediente significa unirse al sujeto y compartir su gloria.
Hasta ahora Dios ha aconsejado, pero no ha dado órdenes. Ha llegado el momento de que dé
órdenes, pero el número de los que las reciban será extremadamente limitado.
Lo que finalmente decidirá el éxito o el fracaso será solamente la lealtad.
Dios nunca puede ignorar a los que Le son leales.
Al final, lo importante no es vuestro conocimiento o posición, sino la sinceridad con que
amáis las circunstancias dadas por Dios y aprovecháis el tiempo. Fijaros en Yu Kwan Sun
(una joven que dio su vida por el movimiento de independencia de Corea). No tenía nada de
lo que sentirse orgullosa pero fue leal cuando la nación falló en serlo y se mantuvo fiel incluso
en circunstancias en las que era imposible. De esta forma, ella estableció un estándar de
lealtad para esta nación.
Después del periodo de lealtad vendrá un tiempo para presentar nuestras ofrendas, lo que
determinará el éxito o el fracaso. Las figuras centrales que fueron responsables por la historia
de la restauración no fallaron en el periodo de lealtad, sino en el de la ofrenda.
La felicidad y gloria auténticas brotan desde la posición de mayor tristeza, mayor miseria y
mayor agonía. Nuestra nación ha sufrido la mayor tristeza, la mayor miseria y la mayor
agonía. Por eso tenemos esperanza.
Una nación no puede perecer si sus líderes y seguidores se unen siguiendo un propósito
común con lágrimas auténticas. ¿Cómo podrá perecer la humanidad si nuestras lágrimas y las
de Dios se funden en una sola? Los hombres están destinados a llorar en los Ultimos Días, o
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bien lágrimas de tristeza, o bien lágrimas de alegría. ¿Qué tipo de lágrimas serán las nuestras?
A los que ofrecen a Dios su lealtad y sinceridad, Dios les responde con una lealtad aún mayor.
No recibiré a la ligera vuestra lealtad. Si mi sinceridad fuera menor que la vuestra, sería
castigado.
Lo que no es cierto no puede permanecer en la historia. Dad sinceramente. Los israelitas
deberían haber obedecido a Moisés absolutamente hasta la destrucción de las siete tribus
cananeas. También vosotros, en los Ultimos Días, hasta que el Señor establezca la soberanía
de Dios en una nación y restaure a las demás a través de esa nación, debéis obedecerle
absolutamente.
Cuando tenéis una cuenta en un banco y queréis retirar fondos, debéis seguir un
procedimiento. ¿Cuánto más complicado será el proceso para restaurar una vida ya muerta?
Como no conocéis los detalles de este complejo proceso, la obediencia es el camino más
sabio.
Ante Dios debe haber tres clases de personas: los que son aventureros, los que son leales y los
que son obedientes. Si no pertenecemos a ninguna de estas categorías, no podremos entrar en
el Reino de los Cielos.
Todos pueden y tienen que ser obedientes, pero no todos saben someterse. La indemnización
se consigue sólo a través de la sumisión.
No os quejéis contra Dios. Vuestra queja llegará a ser un pecado difícil de ser perdonado.
Cuando por alguna razón seáis acusados, ofreced una indemnización mayor que la acusación
recibida.
VII. JUICIO
El juicio llegará después de que se establezca la ley celestial. El juicio no se hace por la
fuerza, sino por la sangre, sudor y lágrimas que portan el amor de Dios.
El juicio no existe para apresar al hombre sino al enemigo. Existe para liberar al hombre y a
todas las cosas.
El juicio individual depende de cómo usemos nuestras posesiones, nuestra familia y nuestro
corazón.
No tengáis miedo al juicio de Dios. Se espera de nosotros que seamos representantes de Dios
y que seamos responsables por la misión de juzgar.
Si no juzgas a tu peor enemigo, sus hijos se pondrán de tu parte. ¿Puede haber un juicio
mayor que éste?
Jesús tenía una forma de pensar que comportaba una ciudadanía diferente. Si nos unimos con
su pensamiento, su idioma y sus acciones, conseguiremos la misma ciudadanía. Debemos
creer en Jesús, abandonar nuestro cuerpo y practicar su amor.
Aunque tengamos una indignación justa, capaz de perforar el mundo, si no podemos
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establecer una relación con Dios, se evaporará en una sola generación.
Cuando un hombre bueno golpea a uno malo y hace que llegue a ser bueno, éste se sentirá
infinitamente agradecido a la persona que le ha golpeado. Pero cuando un hombre malo
golpea a uno bueno, no cambia su enemistad hacia ese hombre.
¿Cómo puedo decir que alguien sea mi enemigo antes de que Dios lo declare como tal?
Debéis ser la espada que corte este mundo de muerte.
El juicio no existe para condenar a los pecadores al infierno, sino para restaurar a nuestros
enemigos e incluso a Satán.
El bien y el mal, Dios y Satán van por direcciones diametralmente opuestas y están en
conflicto entre sí. Por lo tanto, id a los lugares que menos os gusten en este mundo de pecado
y encontraréis a Dios y Su Voluntad. El camino para evitar el juicio en los Ultimos Días es ser
una persona que abandone las cosas que más gustan en el mundo de Satán y acepte las que
menos gustan.
¿Cuánta satisfacción debió sentir Jesús al orar por sus enemigos en el momento de la muerte?
(En la posición de subyugación)
No debéis relajaros hasta que Dios os dé Su aprobación. No olvidéis que debéis pasar por, al
menos, siete cumbres muy difíciles del problema Caín y Abel.
No sabéis en qué momento Dios querrá trabajar con vosotros. Para cada persona el momento
clave es diferente.
Todo lo que hacéis desde el momento en que os unís a la Iglesia de Unificación hasta vuestra
muerte será el material base de vuestro juicio.
Si el pasado no se corresponde a nuestra presente bondad, hemos de juzgarlo sin piedad.
La Iglesia de Unificación es el lugar donde se pone en orden la historia pasada y donde se
crea una nueva historia futura.
El que reciba más golpes, permanecerá, y el que golpee más, perecerá.
Los Ultimos Días son como el tiempo de cosecha del otoño. En las denominaciones cristianas,
al igual que en los sembrados, hay muchas clases de grano que dan fruto, cada uno con su
valor. Pero aunque el grano esté maduro, hasta que sea cosechado por la hoz del amo, sólo es
presa de los gorriones. En la actualidad, el Cristianismo está dividido en distintas ramas,
porque es el momento en que el grano debe almacenarse en el granero.
Los Ultimos Días son la estación en la que Dios cosecha y clasifica lo que ha estado
plantando providencialmente durante 6.000 años. Por lo tanto, lo importante es saber qué tipo
de fruto lleváis en vosotros como individuos.
En los Ultimos Días, el juicio ejercido por los santos precederá al juicio por Dios y por Jesús
(I Corintios 6:3). Por lo tanto, los testimonios de los santos son importantes y deberíais tener
tres personas que puedan dar testimonio de vosotros. El contenido de ese testimonio
dependerá de la cantidad de tristeza, dolor y alegría que hayáis compartido con ellos.
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El juicio no existía en el tiempo de la creación. Para poder castigar a Satán, Dios puso la
condición de castigar a Su Unigénito (Jesús) primero. ¿Podrá Satán acusar a Dios? Debemos
orar a Dios para que castigue a Satán castigándonos a nosotros primero, de la misma forma
que lo hizo con Jesús. Si los hombres espirituales ven que somos castigados de esta manera y
se compadecen de nosotros, el resentimiento que ellos puedan tener desaparecerá. Deberíamos
saber, sin embargo, que Dios llora y se siente apenado después de habernos castigado.
Vivid de acuerdo al estándar del Principio, para que la condición del Principio no os acuse.
La gratitud que sienten las personas imperdonables al ser perdonadas es mucho mayor que la
que sienten las que son perdonables. Una vez que haya restaurado todas las cosas, en mi
corazón quiero perdonar incluso a Satán.
A la hora de vuestra muerte, pensad si os queda algún remordimiento o algo de lo que
arrepentiros.
El día en que seamos una nueva encarnación del fruto cuya semilla de bondad universal se ha
estado sembrando, será el Día del Juicio que representa para nosotros, creyentes, el símbolo
del día temible, aterrador y doloroso.
A menos que os hagáis responsables de eliminar el resentimiento de Dios, de todas las cosas y
de la humanidad, no podréis evitar el gran juicio de indescriptible terror, lamentación y
resentimiento en los Ultimos Días.
Esforzaros para que en el momento de vuestra muerte no dejéis ninguna condición de la que
arrepentiros.
Si conseguís la perfección, podréis juzgar todo lo que está en marcha.
Vamos a poner a Satán ante la Ley Celestial y juzgarle.
El Creador es el que debe juzgar porque El es quien ha establecido Su punto de vista público
en el mundo.
El juicio se decide cuando, por vuestra causa, el corazón de Dios se eleva de nuevo.
La historia de la Iglesia de Unificación es corta pero debe estar suficientemente capacitada
para juzgar el sentido de la historia de varios miles de años.
Debemos pedir a Dios que posponga el día del juicio para salvar al mundo.
No podéis preparar el Día del Juicio a menos que caminéis por una senda superior a la de
aquellos que han ido por el Camino de la Voluntad de Dios sin saberlo.
Cuando venga el Juicio, la Iglesia de Unificación será juzgada primero y después el resto del
mundo.
VIII. EL REINO DE LOS CIELOS
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El Reino de los Cielos es una sociedad donde todo el mundo vivirá como una única familia en
la que las relaciones se establecerán con un corazón de hijos, un corazón de esposos y un
corazón de padres.
El secreto para entrar en el Reino de los Cielos es establecer una familia. Sirviendo a los
padres y guiando a los hijos, crucemos el Jordán cantando una canción de victoria.
Hasta hoy, mucha gente ha querido entrar en el Reino de los Cielos, pero nadie ha querido
tomar la responsabilidad de establecerlo. Debemos tener el ideal del Reino de los Cielos y
pensar en ese Reino antes que en comer, beber o vestir.
El Reino de los Cielos es la extensión de la vida familiar.
Debéis pasar por el infierno para llegar al Reino de los Cielos.
El Reino de los Cielos es la restauración de la familia. No podéis entrar en él sin establecer un
matrimonio centrado en Dios y restaurar el fundamento de cuatro posiciones.
Debemos devolver el mundo a Dios, devolver Corea a Dios y establecer el Reino de los
Cielos en la Tierra sirviendo al Padre que está en el Cielo y viviendo con El.
El Reino de los Cielos es el lugar en el que podremos dar el máximo amor a la gente, elevarla
y vivir por ella.
La sociedad ideal es un mundo donde se perfecciona el ideal del amor. Es un mundo hermoso
donde los que han substancializado el amor de Dios viven en una completa satisfacción del
corazón. Los rostros de los que vivan en esta sociedad ideal estarán llenos de una luz
permanente y por eso serán hermosos, no habrá nada feo. Al llegar a la perfección, el interior
de las personas será igual de hermoso.
¡Uníos! Si sois capaces de tratar a todos los padres, hermanos y hermanas e hijos del mundo
como si fueran los vuestros propios, tendréis la llave del Reino de los Cielos.
El mundo original es un mundo de libertad, un mundo sin condiciones. Estamos destinados a
encontrarnos en ese mundo. Vayamos en su busca con alegría.
Evitemos los conflictos y establezcamos relaciones armoniosas. El mundo original es un
mundo de relaciones armoniosas y esa es la mejor forma de vida.
La vida en el Reino de los Cielos es una vida de consultar e informar.
Hasta que no améis a los demás más que a vuestros propios hermanos no podréis entrar en el
Reino de los Cielos. Amad a la gente de la misma forma que amáis a Dios.
El Reino Celestial es el mundo del corazón. No debemos creer en Jesús para ir al Reino de los
Cielos, sino para abrir las puertas del infierno.
Aunque vayáis al Reino de los Cielos, no vayáis pensando en vuestro beneficio. Debemos
tener el corazón de querer ir al cielo para consolar a Dios, que por 6.000 años ha aguantado en
solitario, tristeza, soledad y sufrimiento, tras perder a Sus hijos y haber caído Su trono
celestial bajo el poder oscuro de Satán.
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Hoy en día, los cristianos desean ir al Reino de los Cielos, pero nunca se les ha ocurrido que
deben cumplir sus obligaciones como ciudadanos del Reino.
Vuestra posición en el Reino de los Cielos estará determinada por cuánto hayáis vivido por la
Voluntad de Dios en vuestra vida. Por lo tanto, cada uno sabe muy bien si puede ir al Reino
de los Cielos o no. El ir o no ir al Reino de los Cielos depende del motivo por el que hayáis
comido o dormido, os haya agradado algo o desagradado, hayáis ido o venido.
Antes de que podáis entrar en el Reino de los Cielos debéis ser capaces de vivir
armoniosamente con gente de siete diferentes nacionalidades.
Debéis recibir de Satán el reconocimiento de que sois hijos e hijas de Dios en tres aspectos: en
la vida familiar, en la vida social y en la vida de servicio a Dios. Sólo de esta manera podréis
entrar en el Reino de los Cielos.
Corazón: centro de un alma maternal
Circunstancias: centro de la vida
Esperanza: centro de la actividad social
Debéis ser personas que establezcan el Reino de los Cielos en vez de personas que
simplemente vayan allí. Las personas que van al cielo son las que quieren depender de Dios,
pero las que establecen el Reino son las que desean que Dios dependa de ellas.
El certificado que os permitirá entrar en el Reino de los Cielos reflejará que habéis vivido con
un deseo de amar a Dios más fuerte que el de comer, dormir o amar a vuestros propios hijos.
Para construir el Reino de los Cielos, Dios está desarrollando un movimiento para la
restauración de la verdad a través de la Palabra y un movimiento para la restauración del amor
a través de la vida.
El Reino de los Cielos no pertenece sólo al hombre, sino también a Dios. Por lo tanto, hasta
que el hombre establezca el ideal del Reino de los Cielos desde el nivel individual hasta el
nivel cósmico en la tierra, la Voluntad de Dios no podrá realizarse.
El Jardín del Edén original es el jardín donde Dios puede sentir alegría, es el jardín de la vida
eterna y es el jardín del amor.
En el amor perfecto no existen distancias. El amor original puede dominar el mundo eterno.
Debemos llegar a ser los elementos para construir el Reino de los Cielos.
El mundo ideal es un mundo donde vivir por los demás.
Debemos construir el Reino de los Cielos en esta tierra de montañas doradas y aguas
cristalinas (Corea) y decir a Dios: "Ven, por favor".
La felicidad se adquiere cuando tenéis la autoridad de un corazón victorioso.
El Reino de los Cielos no empieza mañana, sino a partir de este mismo momento.
Aunque no tengáis nada, sois felices porque estáis comiendo con la persona más maravillosa.
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No busquéis la felicidad en cosas ajenas. Lo mejor y lo más importante es que os encontréis a
vosotros mismos.
Entraréis en el Reino de los Cielos cuando establezcáis un fundamento de piedad filial igual al
que Jesús estableció cuando dijo a Dios "que no se haga mi voluntad sino la tuya", y después,
debéis hacer que Satán diga: "me someto a ti".
El Reino de los Cielos es el lugar donde entrarán el marido, la esposa y los hijos cuando estén
unidos centrados en el amor de Dios. Cuanta mayor interrelación haya, más felicidad habrá.
Incluso Dios siente soledad cuando está solo.
Muchas personas comprenden el concepto del Reino de los Cielos pero no muchas pueden ir
allí. Primero hay que establecer un fundamento que no esté sujeto a la acusación de las
normas del Principio.
Podemos ir al Reino de los Cielos viviendo, transmitiendo y estableciendo la tradición. La
Voluntad no debe estar centrada en nosotros mismos.
El ideal es poder armonizar perfectamente pasado, presente y futuro.
Si no podéis establecer el Reino de los Cielos en vuestra familia, no entraréis en él. Debéis
establecer una posición que, al igual que el Mesías, pueda salvar a todas las familias.
El Reino de los Cielos se realiza cuando se produce una socialización después de dividirlo
todo centrado en Dios. El Reino de los Cielos es un lugar donde puede entrar y salir
libremente tanto el individuo como la familia, como la nación.
Si no podéis mantener en tiempos de persecución el corazón de amar a los miembros que
habéis tenido en tiempos de paz, no seréis capaces de vivir en el Eterno Reino de los Cielos.
El Reino de los Cielos comienza con una familia. Una persona que no encuentra lo bueno en
su pareja, no puede entrar en el Reino de los Cielos.
El Reino de los Cielos empieza con el arrepentimiento. Y éste surge cuando nos damos cuenta
de la gran tristeza que Noé, Abraham y Jesús soportaron en sus momentos históricos.
La clave de la felicidad está en una familia que consigue un fundamento sobre el cual pueden
vivir felices unos buenos padres con sus buenos hijos centrados en el verdadero amor de esos
padres, y cuando alrededor de esa familia se puede establecer una tribu, una sociedad y una
nación por primera vez. En ese momento se establecerá el Reino de los Cielos. Pero la
religión hasta el momento presente ha existido para el individuo.
No podéis entrar en el Reino de los Cielos hasta que seáis personas de las que pueda sentirse
orgullosa la humanidad por tres generaciones (representando el pasado, presente y futuro).
Como el centro no es el hombre, sino Dios, no se puede establecer un mundo ideal centrado
en el hombre.
El mundo ideal no se establece centrado en la mente del hombre, sino en el amor de Dios.
El Reino de los Cielos es el lugar cuyo centro es el amor de Dios.
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El Reino de los Cielos no vendrá si nuestra motivación está centrada en nosotros mismos. La
motivación debe ser la Voluntad de Dios.
Cuando se establece una igualdad entre tu corazón y tu cuerpo, se realiza el Reino de los
Cielos del corazón.
El mundo del amor no distingue entre superior e inferior.
Amar a los demás es la fuente del Reino de los Cielos.
Nuestra fe no existe para ir al Reino de los Cielos. Tenemos fe para establecer el Reino de los
Cielos. El camino para construirlo no es fácil, sino que es un camino de sacrificio.
Debéis vencer a Satán. Desde la posición de hijos de Dios debéis dominar a Satán y si no le
vencéis no estableceréis el Reino de los Cielos.
Se va al Reino de los Cielos siguiendo las huellas del amor.
El punto de la unión del corazón de Dios y del corazón del hombre es el punto donde nace la
felicidad.
La conciencia es el punto de partida de Dios y el origen del Reino de los Cielos.
El curso para ir al Reino de los Cielos debe ser andado en la tierra.
El lugar que queremos ver es el lugar al que queremos ir; el lugar al que queremos ir es el
lugar en el que queremos estar; el lugar en el que queremos estar es el lugar en el que
queremos vivir.
¿Puede acaso una persona que está en el corazón de Dios ir al infierno? Irán al Reino de los
Cielos aquellos que estén decididos a cumplir la Voluntad de Dios a riesgo de sus vidas.
Cuando la tristeza de un individuo sea la tristeza de todo el mundo, viviremos en el mundo
ideal.
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SOBRE LA PALABRA, EL CARÁCTER Y EL CORAZON DE DIOS
I. LA PALABRA DE DIOS
1. La Palabra de Dios
La Palabra de Dios debería ser recibida como si tuviera el mismo valor de la creación. Por lo
tanto, si no la escuchamos después de ser anunciada, tendremos que pasar por el juicio.
La Palabra de Dios pertenece al mundo, por eso, debéis darla al mundo.
La Palabra de Dios es nuestro tesoro.
La Palabra de Dios no debe quedar en meras palabras. Si esa palabra se pone en práctica,
habrá desarrollo y la evangelización del mundo será posible.
Tanto la persona que transmite públicamente la Palabra de Dios como la persona que la recibe
deben tomar responsabilidad por ella.
Los problemas de la vida sólo se solucionan con algo que tenga vida. Como en la Palabra de
Dios hay vida, cuando la transmitáis, debéis hacerlo en voz alta sintiendo que estáis
encendiendo fuegos artificiales de vida.
Transmitid la Palabra de Dios imaginando sus conexiones históricas y su carácter cósmico.
Aunque vayáis por penalidades, empaparos del sudor de la resurrección con un corazón de
restaurar todo el universo.
Debéis transmitir la Palabra de Dios con sinceridad, porque la habéis recibido con sinceridad.
Dadla añadiendo a vuestro corazón, el corazón de Dios.
Pueden parecer sencillas las palabras que os digo, pero para poder transmitirlas, he tenido que
examinarlas minuciosamente, corregirlas, experimentarlas, y cuando llegué a la conclusión de
que no había ningún error en ellas, pude expresarlas públicamente con confianza. Por eso, las
palabras de la Iglesia de Unificación no son "puede que sea así" sino que podemos decir con
confianza "es así".
Cuando vayáis a dormir, debéis abrazar el Principio y acostaros. Cuando os levantéis, hacedlo
centrados en el Principio. Todos habéis aprendido ya el Principio, pero aún no habéis
investigado el método para aplicarlo. La persona que lo pone en práctica vive una vida según
el Principio.
Debéis entender la Palabra de Dios no sólo con vuestra mente y vuestro corazón, sino que
también debéis actuar de acuerdo a ella con vuestro cuerpo. Deberíamos armarnos con la
Palabra de Dios, ser una bomba atómica de la Palabra de Dios y hacerla explotar en su
destino, la humanidad. No nos quedemos sin explotar.
La cuestión no es cuánto habéis entendido el Principio, sino cuánto lo habéis puesto en
práctica.
Como conocedores de la Voluntad de Dios y como Sus representantes, debemos ser
responsables y resolver el rencor histórico de Dios.
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¿No dijo Jesús que sus palabras eran un manantial de vida eterna? También vosotros debéis
llegar a encarnar la Palabra y ser un manantial de vida que no tenga fin, y no solamente una
fuente de palabras.
Cuando estéis centrados en el Principio y sirváis a Dios, yo tomaré responsabilidad por
vosotros.
¿Cuándo habéis transmitido la Palabra de Dios aún a riesgo de vuestra propia vida?
Para la restauración del mundo, nuestra palabra debe materializarse en un fundamento
ideológico o académico, y basados en éste, debemos conquistar las ideologías del mundo y
guiarlas hacia la unificación. Así mismo tenemos que resolver los numerosos problemas que
afectan a las iglesias.
Debéis escuchar las palabras y evaluarlas. ¿Son lo mismo el principio y el fin, el alfa y el
omega? Evaluarlas teniendo en cuenta a quién van dirigidas y en beneficio de quién se han
dicho.
Las palabras no aparecen verticalmente, sino que se extienden rápidamente a un nivel
horizontal centradas en uno mismo, por eso hay que hablar con prudencia.
Si creáis dificultades a los demás con vuestras palabras, será algo vergonzoso para vosotros.
No debéis entender la Palabra de Dios sólo con vuestra mente, tenéis que sentirla y actuar de
acuerdo a ella.
La palabra que os estoy dando es como la última voluntad antes de morir.
Debéis uniros a la Palabra de Dios. Si vuestra mente se une completamente con la Palabra y
actuáis de acuerdo a ella, ésta se propagará.
La Palabra de Dios puede crear la personalidad de máxima bondad, de mayor felicidad y de
mayor amor.
No seamos personas que dañen la Voluntad de la Palabra de Dios por hablar sin sentido.
Debemos tener un corazón de desear hablar de la Palabra de Dios y no de perjudicarla.
Acumulemos suficientes experiencias. Lo que os digo es verdadero porque está basado en mis
luchas y victorias históricas. ¿No es cierto que de esa manera nace una auténtica experiencia?
En los Ultimos Días, la Palabra decidirá el destino del cielo y la tierra. Como es el tiempo en
que la historia del mal, iniciada en el alfa, terminará en el omega, y el tiempo en que se oirán
las dos palabras que el hombre recibió en el Jardín del Edén, la de Dios y la de Satán,
debemos saber distinguir claramente la Palabra.
El Principio os enseña el camino para encontrar a Dios, pero no os enseña cómo vivir junto a
El. Por eso me necesitáis.
El valor substancial de la Palabra precisa un valor práctico.
Cuando alguien pueda vivir la Palabra, podrá heredar a Jesús, que es la Palabra encarnada, y
al Espíritu Santo. Y el día en que se pueda heredar a Dios que es el sujeto de la Palabra,
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concluirá el propósito de la Providencia.
Todas las cosas de la creación son un símbolo de la Palabra de Dios. La tierra es un símbolo
de nuestro cuerpo y el sol, un símbolo de nuestro espíritu.
La personalidad que no está unida a la Palabra de Dios no puede formarse completamente. Un
ser que no vive la Palabra es como si no hubiera nacido.
La vida no puede existir sin amor.
La historia de la Iglesia de Unificación debe acompañar al Principio y mi historia debe estar
incluida en ella.
Aunque parezca lógico que a un enfermo le guste la medicina que le está sanando, la realidad
es que no le gusta. De la misma manera, las personas caídas rechazan la medicina de la
Palabra del Evangelio, en vez de estar agradecidas al médico que les hace el diagnóstico y se
la prescribe.
En todo hay un tiempo de siembra y uno de cosecha. En el tiempo de la cosecha se espera
recoger algún fruto, y los frutos cosechados son el incentivo para comenzar de nuevo.
Aunque tengamos algo bueno, si no entendemos su valor y no conseguimos resultados con
ello, perdemos el interés.
Una persona que quiera poseer algo importante, debe saber amarlo.
2. La ley
Preservad el Principio. El Principio no puede dejar que el mal domine eternamente.
Dios ha estado luchando hasta ahora, pero no lo ha hecho de una forma insensata. Ha luchado
con la ley del Principio por delante. Debemos ser conscientes de la ley con la que podemos
luchar contra Satán. Si no luchamos dentro de esa ley, Satán podría acusarnos y Dios no
podría reconocernos.
Avanzad con la ley del Principio siempre por delante. Si no lo hacéis, pereceréis.
Si os centráis en vosotros mismos y perdéis de vista la ley celestial, de forma natural no
permaneceréis.
No necesitamos vengarnos directamente de nuestro enemigo. Si alguien se opone a las leyes
celestiales recibirá su castigo automáticamente.
Debemos establecer por encima de nosotros el ideal y por encima del ideal, las leyes
celestiales. La persona que se sitúa a sí misma por encima de las leyes celestiales es un
traidor. Si ponemos las leyes celestiales por encima de nosotros, como Satán no puede
golpearlas, se convierten en nuestro escudo.
El número cuatro surge del número tres. Si observamos a Dios, Adán y Eva, y los hijos en
línea recta, forman el número tres, pero si les ponemos en un plano, aparece el cuatro. El
número tres viene del número uno y es un número fundamental.
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El propósito de establecer el principio de la creación basado en el número tres es, como si
dibujáramos un círculo, para establecer la naturaleza eterna de la existencia de Dios.
El aspecto vertical del número tres es comparable a los huesos, y el horizontal, a la carne.
No os esforcéis por buscar toda la verdad en el cielo, sino que tenéis que buscarla en la tierra.
La verdad del cielo está en la tierra. En los Ultimos Días la Voluntad de Dios se establecerá
en la tierra, por tanto, tenemos que buscarla en la tierra.
Lo que llamamos milagro sigue principios científicos. Es un fenómeno que se realiza en un
tiempo mucho más reducido.
Si consideramos los ciclos históricos, aunque cada uno de los profetas de la Biblia eran
diferentes, viendo que todos tenían la misma dirección y el mismo propósito, no podemos
negar la existencia de Dios.
La historia no sigue una dirección por sí misma o por casualidad. Detrás de ella hay una
fuerza que la regula y que decide la dirección por la que va a ir.
No tiene sentido un Dios que está confinado a los parámetros de nuestros conceptos. A Dios
no se le puede comprender con conceptos o con la lógica humana. Dios es un ser infinito que
sobrepasa la lógica limitada del ser humano.
II. CARACTER
Aquellos que puedan dar ilimitadamente, podrán recibir ilimitadamente. Debemos ser
personas que sean útiles a millones de personas.
Enseñemos el ideal con la Palabra, seamos un ejemplo con el carácter y amemos con el
corazón.
Tengamos tal personalidad que Dios diga "sin ti no puedo vivir".
Si llegamos a ser personas de carácter perfecto, nuestra vida sería la mejor oración. Orad
mucho y estad en contacto con la fuerza espiritual infinita. De esta forma tendréis la fuerza
original y seréis personas llenas de vida.
Seamos personas que puedan sentirse orgullosas de su propio carácter. Debemos sentir que
somos dignos de recibir la admiración de toda la creación sin avergonzarnos ante ella. Y
después, podremos mirar al resto del mundo diciendo "sigue mi ejemplo".
Una persona que abraza y da al mundo, recibirá de todo el mundo.
Si llegamos a ser personas que sean admiradas por los demás y apreciadas por Dios,
crearemos relaciones mutuas basadas en la alegría.
Seamos personas incambiables ante la Voluntad de Dios. Dios ha estado buscando hijos
constantes en los que pueda confiar eternamente.
Para Dios la cuestión es que exista una persona de la que pueda sentirse orgulloso por
siempre, no sólo en el presente.
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Aunque tengamos nuestra mente y nuestro cuerpo unidos, eso sólo no significa que hayamos
alcanzado la vida más elevada. Será inmejorable cuando estemos unidos a la Voluntad de
Dios.
Para ser un sujeto victorioso hay que vencer en la posición más miserable y además hay que
tener una generosidad tal que nos permita amar al enemigo.
Un hombre bueno es una persona que vive en completa unidad con la Voluntad de Dios. En
otras palabras, cuando la dirección de la Voluntad de Dios y la dirección de la vida del
hombre es la misma, su vida es buena.
Debemos santificar el lugar en el que nos encontramos de forma que nuestro cuerpo
represente la Tierra Santa, nuestra mente el Cielo Santo y nuestro corazón el Padre Santo.
Podemos clasificar a toda la humanidad, de acuerdo al estándar de bondad, en tres tipos de
personas: los que se oponen a la bondad; los que conociendo la bondad no la practican
regularmente y viven en una zona intermedia; y los que sienten que la bondad es su propia
responsabilidad y quieren llevarla a cabo. Estos últimos son los necesarios para la Voluntad
de Dios.
Una persona de carácter es la que realiza rápidamente su propio trabajo para poder ayudar a
los demás.
El que trabaja mucho y habla poco consigue la victoria, pero el que trabaja poco y habla
mucho no consigue nada.
Seamos personas con temperamento, fascinantes, necesarias, ejemplares, personas que sean
las primeras en sacrificarse y las últimas en alegrarse y personas que sepan discernir cualquier
situación o misión.
Que el lema de vuestra vida sea conocer a Dios, allí donde vayáis vivid buscando y
descubriendo a Dios.
A medida que crece un árbol, más y más pájaros anidan en él; de la misma manera debemos
construir nuestro fundamento aunque nos llenemos de excrementos. Seamos personas capaces
de bailar armoniosamente al compás del universo.
Nunca perdáis vuestra dignidad.
No tengo un céntimo y sin embargo quiero ayudar al mundo. Si de algo me siento orgulloso
es de esto.
Debéis pensar siempre para qué estáis comiendo, durmiendo y trabajando.
Seamos personas que se sientan orgullosas del ayer, que no se vean privadas del hoy y que
esperen el mañana.
Para poder juzgar a alguien, debéis observarle primero por más de tres años.
Para formar parte de la familia de Jesús, debéis establecer relaciones armoniosas de corazón
con ciento veinte personas.
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Antes de desear dominar el universo hay que saber dominarse completamente a uno mismo.
Ese es mi lema. El amor, la vida y la verdad de Dios se desarrollan sobre la base del
autocontrol.
No seáis hojas que se mueven de acuerdo a las circunstancias.
No hay belleza en la monocromía. La vida se enriquece con la variedad.
Actuemos sintiendo que es mucho más importante la práctica que las palabras. Por lo tanto
contribuyamos en las actividades de la restauración substancial.
Lo que ocurra en el futuro no es lo principal. Lo más importante es el estado en que se
encuentra actualmente mi corazón, mi estándar interno y mi valor subjetivo.
Cuando permanecéis unidos a un estándar de valor eterno, sois incambiables. Solo una
persona impaciente y desordenada se contenta con un valor y un propósito relativos.
El ser humano es el cuerpo substancial de Dios. Por lo tanto, Dios siente alegría a través de
nosotros. Pero si somos un cuerpo substancial que experimenta cosas como la envidia, los
celos y la arrogancia debido a nuestra naturaleza caída ¿cómo puede Dios sentir alegría a
través de nosotros?
No nos pertenecemos a nosotros mismos. Somos el fruto substancial de 6.000 años de
historia, por eso, somos propiedad pública de la historia.
El cielo es mi cuerpo, la tierra es mi cuerpo y la humanidad es mi cuerpo. Debemos poseer un
carácter que considere al cielo, a la tierra y a la humanidad como nuestra propia carne.
Si queréis tener una vida más completa que la de los demás, debéis mantener un buen ritmo.
No queráis una vida tranquila. ¿No es acaso más hermoso un paisaje con grandes contrastes?
Hay personas que son necesarias, otras que da igual que estén o que no, y otras que no
deberían estar.
No seáis meros observadores de la Voluntad de Dios. Una persona que está deambulando de
un lado para otro en una casa donde se está preparando una fiesta, lo único que hace es
estorbar el trabajo de los demás.
Dios nos busca queriendo sentir alegría a través de nuestra vida.
La gente desea recibir cuando está en dificultades, pero nosotros tenemos que dar aún yendo
por dificultades.
Conseguiremos la victoria última cuando lo demos todo hasta lo más preciado que tengamos,
y nos sacrifiquemos infinitamente. Si América quiere dominar al mundo debe compartirlo
todo, no sólo con el mundo libre, sino que debe ampliar su campo de acción y compartirlo
todo también con el mundo comunista.
No viváis como si estuvierais midiendo el mundo con un compás.
Antes de reprender a alguien debéis estar seguros de que, si estuvierais en su posición, lo
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haríais mejor. Debéis valorar además algo positivo que esa persona haya hecho.
Somos los pioneros de la verdad, de la vida y del amor. Pensemos en nuestras manos y
reconozcamos que a través de ellas Dios quiere cumplir Su esperanza. Sintamos
profundamente en nuestro corazón que Dios quiere, a través de nosotros, tocar todo lo que nos
rodea, encontrarse con los hermanos y hermanas, estar en el mundo y dominarlo. Démonos
cuenta de que nuestros ojos, nariz, oídos y boca no son nuestros, sino de Dios.
El universo es nuestra materia prima. Por muy grande y vasto que sea el universo, cabe dentro
de nuestro corazón.
Si queréis recibir cuando es el tiempo de dar, pereceréis. Llevemos una vida de darlo todo de
corazón, aunque perdamos lo que tengamos.
Aunque no tengamos salud ni dinero, debemos hacer que otros sean buenos y felices.
Como Dios es el rey de la fe, está buscando a un príncipe de la fe y, como Dios es el rey del
amor, está buscando a un príncipe del amor.
Luchemos y esforcémonos pensando en el día en que nos presentemos ante Dios orgullosos
de nosotros mismos.
Sed conscientes de que debéis resucitar y considerad seriamente la imagen que vais a dar en el
futuro.
No se puede establecer un mundo unido con una bondad cambiante. El punto central debe ser
estable. Cuanto más profundo sea este centro, más inamovible será. Observad el Océano
Pacífico. Cuando hay tormenta, se produce un gran oleaje en la superficie, pero en la
profundidad se mantiene la calma. Aprended de esto.
Es difícil ver a simple vista si el eje de una peonza se está moviendo o no. Por muy caótico
que el mundo sea, mantengamos un centro incambiable.
Si recordamos lo que damos, pensaremos automáticamente en recibir algo a cambio.
Esforcémonos en no recordar incluso en el mismo momento en que estamos dando.
Debemos saber establecer la dignidad, el honor y la perseverancia celestiales.
Dad sin excusa a un amigo lo que habéis prometido darle. La ruptura de vuestras promesas
hará que vuestro carácter se degrade.
Dios es el Dios invisible y Adán y Eva, el Dios substancial. Si el hombre se hubiera
perfeccionado habría poseído la sangre, la carne y el corazón de Dios. No tengáis un concepto
de propiedad hasta que poseáis lo más grande y último.
Preparad un recipiente grande. Un recipiente pequeño se llena con poco agua y rebosa
rápidamente. Pero un recipiente grande, aunque cuesta llenarlo, siempre mantiene una gran
cantidad.
Un lingote de oro tiene valor porque no cambia su esencia, incluso con el fuego. No podemos
decir que alguien sea una persona de carácter si, al enfrentarse con dificultades, cambia su
voluntad.
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La historia hasta el presente ha venido dando la Palabra de Dios como una preparación para
establecer la encarnación substancial de la misma. Nadie a lo largo de la historia ha tenido el
privilegio que tenemos nosotros de estar viviendo en circunstancias que nos permiten unirnos
de corazón a la Palabra y a su encarnación.
Saber vivir y saber morir es lo más grande que puedas conseguir y es más valioso que
cualquier cosa que puedas perder.
Dios anhela encontrar una persona infinitamente generosa y cautivadora.
Si alguien es capaz de dar cuando no tiene, cuánto más dará cuando tenga mucho.
Tratemos de no dar elementos "negativos" a las personas con las que tenemos una relación.
Llevemos en nuestro corazón al Espíritu Santo como el Dios de la verdad, al Hijo Santo como
el Dios de la vida y a Dios como el Dios del amor, en vez de mantenerlos en una remota
esperanza.
Cuando una personalidad de poco valor se encuentra con un corazón de un valor elevado,
dulce y humilde, será absorbida por éste.
Si quiero asemejarme al carácter de Dios, cuya esencia de amor es de un valor tan elevado
que puede armonizarse con el corazón de una persona mala, yo, como individuo, también
debo tener este tipo de carácter capaz de armonizarse con cualquier persona.
Jesús era como la levadura. La levadura es la materia prima de la armonía. Jesús vino para dar
a conocer el amor de Dios y, como representante del Padre, tenía la misión de ser la levadura
capaz de restaurar y amar incluso a Satán.
La levadura es la materia prima de la armonía. Sed la levadura de amor que pueda
armonizarlo todo.
El propósito último del hombre caído es restaurar el valor, la dignidad y la independencia del
yo. Este es el propósito original de la creación dado por Dios.
Tuve que orar tres semanas por pronunciar una palabra equivocada.
Un hombre bueno es el que se sacrifica y da nacimiento al amor.
Una persona armoniosa es la que encaja en cualquier dirección.
El fruto de un árbol de diez años es el resultado de la inversión que el árbol ha realizado
durante diez años.
Un suelo fértil es aquel donde una semilla puede desarrollarse completamente. El suelo fértil
existe para la semilla.
Cuando podamos proclamar al mundo "tengo algo que decir, algo que mostrar, algo que
dejar", podremos gobernarlo.
Seamos personas capaces de mostrar algo, de sentirse orgullosas de algo.
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La persona de valor que Dios anhela es aquella que quiere hablar, vivir y actuar eternamente
con El.
El punto central de la personalidad no se encuentra en la verdad sino en el corazón.
Una persona que no puede vencer en la lucha interior, tampoco puede vencer en la exterior.
Aunque yo muera, si no guardo resentimiento contra mis enemigos, vencerá la Voluntad de
Dios.
Debemos llegar a ser personas a las que se pueda confiar un valioso tesoro.
Seamos personas apreciadas por el universo.
Debéis avanzar dejando abierto un camino de forma que los que vengan detrás lo reconozcan
y se inclinen ante vosotros.
Debéis ser capaces de liberar la fuerza de la vida que no se ve.
El propósito de nuestra vida es volver a la posición de Adán antes de la caída. De la misma
forma que Adán antes de la caída sólo conocía a Dios y no sentía miedo, también nosotros
debemos alcanzar la posición de servir sólo a Dios y no conocer el miedo.
¿Qué clase de personas deberíamos llegar a ser? Personas que vivan representando a Dios.
Si caéis y morís en la lucha por la Voluntad de Dios, debéis ser capaces de plantar un árbol
aromático en ese lugar que dé su fragancia al mundo entero.
Todos tenemos una dimensión del corazón (amor) y una dimensión de la misión (trabajo). Si
una persona no puede ser victoriosa en estas dos dimensiones, está muerta ante el mundo
existente.
Por mucho que esperemos a una persona de gran valor histórico, debemos saber reconocer su
valor cuando realmente aparece. Cada uno de vosotros, como personas escogidas, habéis
empezado el Camino de la Voluntad de Dios y debéis preparar vuestro "yo" substancial
provisto de autonomía. Una encarnación individual de la verdad es el punto central de la
realidad cósmica de la historia.
Determinémonos a ser los hijos e hijas de los que Dios pueda enorgullecerse aunque
tengamos que morir mil o diez mil veces. Debemos estar dispuestos a ser la tierra y el abono
que dé fruto para Dios.
¿Dónde está la fuente de la vida? No seamos un grupo que por desconocer nuestro propio
valor, caiga en manos de otros, y después nos lamentemos añorando ese valor.
Lo único que sé es que Dios no puede evitar el sentir compasión por mí.
Algo bello no es sólo una cara bonita. La persona más bella del mundo es aquella que
armoniza su mente y su cuerpo completamente.
El propósito global dirige el propósito individual. Pero si el propósito individual no se realiza,
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perderéis la posición.
Es bueno conquistar la cima más alta, pero si sois capaces de conquistar el valle más profundo
y abrazarlo, os convertiréis en su señor eterno.
Aunque hayáis terminado un trabajo, debéis sentiros avergonzados ante Dios por la ayuda que
El os ha dado.
Una persona de carácter ve, oye y actúa. Si ve y oye en el lado del bien, pero no actúa, no
podrá evitar caer bajo el dominio del mal. Si no puede dejar tras de sí buenos resultados a lo
largo de su vida, llegará a endeudarse.
No debemos establecer ninguna condición que permita a Satán acusarnos. Así Dios podrá
llamarnos Sus hijos.
Si como individuos no conseguimos resultados de los que sentirnos orgullosos, no podremos
tampoco, como conjunto, sentirnos orgullosos.
Si no somos capaces de dominar las cosas materiales, no podremos hacer grandes cosas. Ante
la situación más difícil, podemos echar a perder el carácter conseguido a lo largo de toda una
vida por culpa de la cosa más pequeña.
Un hombre necio se contenta solamente con lo exterior de las cosas, pero un hombre sabio se
siente bien con lo interior.
Un hombre de conciencia no se queda impasible ante una injusticia.
Una persona que considera valiosas todas las cosas materiales, vive en una prisión.
La razón por la que el hombre, inconscientemente, busca siempre una posición de carácter
infinito es porque Dios, que está en una posición subjetiva, es el sujeto del carácter infinito.
Ya ha pasado el tiempo de apreciar el carácter de una persona por sus palabras. Ahora es el
tiempo de valorarlo por su amor.
Sentiros orgullosos de la historia. Hay una autoridad en la Providencia que no puede verse.
Una persona de carácter tiene una dimensión histórica.
Una persona formidable es la que aguanta cualquier cosa abrazando a Dios.
Una persona de fe debe tener un carácter que no cambie.
III. CORAZON
En el momento en que contraéis deudas en vuestro corazón, comenzáis a secaros
espiritualmente. Debéis colocaros en una posición en la que Dios no pueda evitar el sentir
compasión por vosotros. Presentaros ante Dios con el corazón de querer salvar a todos aún a
costa de vosotros mismos.
Las palabras de verdad abren la puerta de la persona pero el crecimiento viene con el corazón.
El corazón es nuestra esperanza y propósito, y las circunstancias son nuestra vida. Ampliemos
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nuestra vida centrándonos en el corazón de Dios.
Heredemos el fundamento de corazón que permita a Dios venir a nosotros. Dios no viene a
vernos de forma ficticia, sino que nos busca con el corazón de que somos carne de Su carne,
huesos de Sus huesos y médula de Su médula. Cada uno debe sentir profundamente ese
corazón en su carne y sangre. Si llegara a haber muchos miembros que no están en sintonía
con ese principio fundamental, reinaría el caos.
Una persona buena es aquella que estando en la naturaleza, encontrándose con otras personas,
vaya donde vaya o en cualquier momento, lo abarca todo con su corazón.
Siempre debemos tener listos los ingredientes del corazón para ofrecer un sabor original y
estimulante a Dios.
El mundo del corazón es incambiable. Pero en ese mundo, aunque repitáis una y otra vez la
misma cosa, nunca os aburriréis.
No hay vida fuera del corazón. El camino que conduce al valle del corazón es un camino de
sufrimiento y miseria. A medida que se profundiza en el valle del corazón no hay más que
lágrimas y uno mismo desaparece.
A Dios le gustaría ir a cada rincón de la tierra preparado por vosotros. Y especialmente, al
lugar donde Sus hijos están esperándole preparando un fundamento de corazón. Por lo tanto,
cada uno de vosotros, como hijos de Dios, debéis ir de pioneros hasta los confines de la tierra
y servir a Dios.
A partir de ahora, tratad de entender la verdadera situación de Dios. Después aprended de mí,
que, con sólo llamar a Dios "Padre", no puedo evitar el echarme a llorar.
Entrad en escena como protagonistas del amor, como protagonistas del corazón. Por muy
grande que un hombre sea, si no puede conquistar el corazón de la humanidad, es inútil.
Es importante establecer una relación con el Dios de la Providencia posterior a la Caída, pero
es más importante esforzarse en establecer una relación de corazón con el Dios de antes de la
Caída.
Más que un maestro del conocimiento, anhelad un maestro del corazón.
No me preocupa si vencéis o fracasáis en vuestro trabajo, sino qué motivación tenéis en
vuestro corazón, si está centrada en vosotros mismos o en Dios. Si vuestro fundamento de
corazón es el mismo que el de Dios, se resolverán todos los problemas.
Cuando sintamos en nuestra mente y en nuestro cuerpo que Dios existe, que nos ha creado y
que nuestra relación con El es de padre e hijo, podremos sentir el corazón de Dios.
Si no somos capaces de movernos por el corazón y vivir este sentimiento en la vida diaria, no
podremos eliminar la naturaleza caída.
No critiquéis a las personas que se mueven centradas en el corazón de Dios. Respetad una
vida llena de corazón. La persona que tenga más corazón que vosotros será vuestro Abel.
En la Era de la Palabra o en la Era de la Práctica era posible pasar una misión. Pero en la Era
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del Corazón no se puede.
El propósito de la Palabra es la práctica y el propósito de la práctica es el corazón. Cuando
transmitís la Palabra, debéis centraros en comunicar el corazón de Dios y la persona que la
escucha tiene que esforzarse para entender el corazón de Dios a través de ella.
En los Ultimos Días hay que explicar la religión como religión del corazón, la filosofía como
filosofía del corazón, la ideología como ideología del corazón y cada pensamiento como
pensamiento del corazón.
La religión que nos puede llevar al mundo del corazón, es la que nos enseña en el plano
emocional que Dios es el ser que más merece nuestra compasión.
Si un miembro antiguo pierde el corazón que se requiere en un cierto tiempo providencial, no
se puede evitar el llamar y utilizar a otro miembro que, aunque haya llegado después, tiene
ese fundamento de corazón.
Si alguien no puede convertirse en un rey del corazón, no puede ser un rey poderoso.
La eterna tierra natal de bendición es el corazón de Dios, por eso, debemos ser personas que
preparen un refugio para el corazón de Dios, y entonces, Su bendición se moverá a ese lugar.
Benditos sean aquellos que posean un estándar interno e incambiable de corazón que les
permita respetar el cielo, armonizarse con los demás y amar la tierra.
Dios siempre guía a los que Le hacen emocionarse a través de una vida de servicio. Esos hijos
e hijas son las pupilas de los ojos de Dios.
Dad amor y olvidad que lo habéis dado.
Cuanto más actúa el amor, más crece. Por eso, la vida eterna surge sólo del amor.
El camino de una persona buena es una vida de superaciones.
El hombre desea siempre lo mejor porque originalmente estaba destinado a tener una relación
y a vivir con Dios que es el Ser Supremo.
No hay desigualdad en el amor.
Con Dios siempre hay muchos momentos llenos de emoción.
La raíz del amor es Dios. Cuando el amor paternal, el amor conyugal y el amor filial se unen
completamente, Dios vive en el centro de esa unidad.
El mundo del corazón se desarrolla cuando hay armonía entre los deseos y las circunstancias.
Tengamos los recursos que lleguen a ser una fuente del corazón.
La devoción a Dios no es algo que hayamos escuchado o aprendido de otros. Es algo que
brota automáticamente del corazón. Por lo tanto, la fidelidad, la piedad filial o la virtud es
algo que no se aprende.
Debéis ofrecer vuestra devoción y tener un corazón de contribuir al trabajo de Dios y no
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permitir que este trabajo se pierda.
Estad ansiosos por dar. Nunca os sintáis endeudados.
El pecado de violar el corazón es imperdonable, e incluso Satán lo ve como un delito.
Debemos llegar a ser personas que, centradas en el corazón, hagan someterse a otras con
nuestra personalidad.
Sé que hay una diferencia infinita entre el corazón de Dios y el mío, por eso siento que
siempre hay algo nuevo y nunca me canso por mucho que camine.
Debemos ser humildes para poder absorber los diferentes caracteres que existen en la
humanidad. La resurrección tiene lugar mediante una relación de amor tan profunda que
parece como si todas las células se fundieran en la primavera del jardín del amor.
La devoción es el mejor método para estimular el corazón de Dios. Si tres generaciones de
una familia ofrecen su devoción con el mismo corazón, Dios vivirá con ellos y sus
descendientes nunca perecerán.
El corazón de Dios se siente sobrecogido ante la persona que, aún sufriendo por la muerte de
su propio hijo, muestra tal corazón que consuela primero el corazón apenado del Padre
Celestial por haber perdido a la humanidad.
El deseo de Dios debe ser mi único deseo; Sus circunstancias, mis únicas circunstancias y Su
corazón, mi único corazón.
A los padres les gustaría decir a sus hijos: "seguid el ejemplo de vuestro hermano mayor". Lo
que importa en realidad es el corazón.
El corazón es la fuente de la vida. Tiene una conexión directa con el mundo espiritual.
Tengamos un corazón diferente al de los demás.
Debéis tener un corazón capaz de sentir una tristeza tres veces mayor que la tristeza que sintió
Jesús por el corazón roto de Dios.
En el corazón de Dios hay una tristeza histórica por haber perdido el ideal de la creación y por
la lucha que han tenido que sufrir los profetas y santos con Satán para establecer Su Voluntad.
Jesús, como hijo de Dios, luchó y entregó su vida en esta tierra como representante del
corazón de Dios, por eso nosotros debemos llegar a ser personas que den testimonio, luchen y
mueran como representantes del corazón de Jesús.
Si nuestro corazón fuera como el de un niño buscando a su madre, podríamos seguir el
camino de Dios, por muy difícil que éste fuera.
Sentiremos alegría cuando tengamos una relación interna con la tristeza que sintió el corazón
de Dios cuando cayeron Adán y Eva.
Un amor perfecto no recuerda que se ha dado a sí mismo, sino que se siente avergonzado de sí
mismo.
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Si abordamos nuestros problemas con el corazón de Dios, podremos solucionarlo todo.
El término "relación recíproca" tiene que ver con el corazón. La perfección es la perfección
del corazón.
Dios ha estado escondiéndose porque no quiere que conozcamos Sus trágicas circunstancias
ni que veamos Su triste imagen.
Lo único que los miembros de la Unificación deben desear poseer es el corazón de Dios.
En este mundo, podemos manejar muchos asuntos de la forma que más nos conviene, pero no
podemos hacer lo mismo en el mundo del corazón.
Dejemos una historia de un corazón de añoranza.
La base del amor es la relación vertical entre padre e hijo y la relación horizontal entre
hermanos.
En el mundo del corazón nadie ha nacido de buena o mala cuna.
El mundo del corazón transciende el tiempo y el espacio. La Palabra de Dios y la oración son,
en su esencia última, amor.
Aquel que tenga un corazón más ardiente será vuestro sujeto.
Como miembros de la familia de la Unificación, si no comprendéis a otros miembros,
pereceréis.
Cada día lloro por lo menos tres veces. Como la historia ha sido tejida con lágrimas, debo
limpiarla con lágrimas.
Para heredar el estándar de amor que yo he establecido, debéis luchar sin dormir.
Todo aquel que no tiene una base de corazón es infeliz.
Es natural que no se vean los defectos en los seres más cercanos a nosotros. Por lo tanto,
acerquémonos lo más posible a Dios.
Una persona que comprende el dolor que otra persona está sufriendo, es alguien que
posiblemente ha pasado por un dolor mayor.
Seamos un grupo vivo que duerma y despierte en circunstancias dignas de compasión, al
tiempo que sentimos un dolor profundo en nuestro pecho y desconocido por los demás.
Vivo en el centro principal, pero quiero recorrer todas las regiones del país e incluso deseo
recorrer la tierra y el cielo.
Ser pionero del camino del corazón que se abre entre el cielo y la tierra es la tarea de la
persona que va por el camino de la verdad.
Los que viven en los Ultimos Días son los que tienen mayores deudas, son los más tristes y
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solitarios. Y lo único que puede solucionar esto es el corazón.
Todos los sustantivos que llevan el adjetivo "verdadero", están relacionados con el corazón.
El término "verdadero hijo de piedad filial" no puede ser usado sin el concepto de corazón.
Cuando lloréis, vuestras lágrimas no deben buscar algo, sino dar algo.
¿Qué es lo que quiere mostrar el cielo y de qué puede sentirse orgullosa la tierra? El "yo"
creado por una relación de corazón entre el cielo y la tierra.
El mundo del corazón es un mundo de igualdad. El Reino de los Cielos es una extensión de la
familia, un mundo de amor fraternal.
Tu y yo queremos vivir juntos, hablar juntos, trabajar juntos. Este ha sido el corazón de Dios a
lo largo de la historia.
Si queréis amar a la nación debéis amar a la humanidad, y si queréis amar a la humanidad,
debéis amar a Dios.
Debemos conquistar el corazón de la humanidad a través de nuestro ideal, nuestra fe y
nuestras acciones.
Preparemos un fundamento cultural y económico centrado en el fundamento del corazón.
Haciendo esto, recibiremos el reconocimiento del Sujeto a nivel mundial y sólo entonces
estableceremos un mundo ideal.
Seamos la fuente de vida que nuestros descendientes puedan venerar. Para ello debemos
ofrecer el corazón de un padre y un amor de añoranza.
Puede que exista una nación que esté orgullosa de tener las mayores montañas, los ríos más
largos o el mayor territorio, pero si ese sentimiento no está en sintonía con el corazón que
Dios tenía al crearlos, sino con el corazón de Satán, ¿podrá Dios sentirse orgulloso de esa
nación?
La Iglesia de Unificación debe seguir el destino del amor de Dios.
Dios no debe estar al frente tirando de las cosas, sino que debe estar en el centro.
Jesús pudo ir más allá de la cima de la crucifixión porque, en medio del mayor sufrimiento, su
esperanza se proyectaba hacia el futuro.
No podremos heredar el corazón interno de la historia si no nos arrepentimos de todos los
errores de la historia como si fueran nuestros y los restauramos.
¿Cuánto me he apremiado en hacer el trabajo de Dios? El corazón de Dios es más elevado que
el de unos padres que tienen a su único hijo cuando son mayores y, aún así, están dispuestos a
sacrificarle.
Ya en mi juventud me determiné a establecer las bases de la esperanza e invitar a compartirla
al Padre Celestial que no había sido invitado desde el tiempo del Edén, pero lo triste es que no
pude completarla en ese tiempo.
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No os lamentéis por no haber recibido amor, sino por no haberlo dado.
Construyamos un mundo de relaciones.
Las lágrimas de un individuo se quedan en el individuo, pero las lágrimas de una figura
central influyen a la totalidad porque están unidas a la historia.
Debéis tener el corazón de amar al mundo más que al Señor.
Todo tiende a la igualdad si está centrado en el amor. Podemos dominar y ser dominados
centrados en el amor. El punto de comienzo de la esperanza de toda la gente es el amor.
Una persona con relaciones de corazón está por delante de una persona de fe.
Llegad a ser expertos en los problemas del corazón. Tened un corazón puro como el de un
niño que quiere ser abrazado en el seno de sus padres.
La cuestión no es salir y hacer las cosas bien para recibir mis alabanzas. Lo importante es la
relación de corazón que existe entre nosotros. Sed responsables por los errores de vuestra
nación.
Lo importante no es que Dios me ame, sino el esfuerzo que he hecho para que no tenga más
remedio que amarme.
Estoy orando por la labor de dentro de mil años.
Un hijo de piedad filial es aquel que, aún ofreciendo a sus padres lo mejor, se siente
avergonzado de no poder ofrecerles algo mucho mejor.
Si hay dos hermanos, y el menor comete una falta, y los padres le riñen, si el mayor intercede
por él, los padres no le castigarán. Nosotros debemos ponernos en una posición semejante a la
del hermano mayor ante la humanidad. No debemos censurar a nuestro hermano menor por
sus errores, sino que debemos incluso asumir la parte de nuestro hermano.
Aunque ponga todo mi interés en cosas externas, vosotros debéis poner vuestro interés en mis
cosas internas.
Para ser hijos de Dios, nuestro corazón debería parecerse al Suyo. Como el corazón de Dios
está sembrado por todo el mundo, debemos amar a todos los ciudadanos del mundo.
El día en que poseamos el corazón, aunque liberáramos el cuerpo, éste no podría moverse ni
un ápice. Debemos poseer el corazón de Dios.
Dios quiere amar a todos los seres humanos hasta el punto de volverse loco, por tanto, un hijo
de Dios debe amar a todas las personas de la misma manera.
El Mesías ha venido como el antepasado de la humanidad centrado en el amor.
El mundo espiritual trasciende el tiempo y el espacio porque es un mundo de amor.
Seréis los mejores antepasados si dejáis dicho en vuestro testamento: "amad a vuestros hijos
más de lo que me amáis a mí".
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El amor tiene el poder ciego de superarlo todo. Como la religión es el camino del amor, puede
trascender la vida y la muerte.
El deseo de Dios se cumple en el mundo del corazón.
No establezcamos condiciones que permitan a Satán acusarnos y Dios podrá guiarnos como
Sus hijos.
La persona más digna de compasión en este mundo no es aquella que no tiene propiedades,
sino aquella que no tiene mujer ni hijos. Decimos que Dios es digno de lástima porque no
tiene un objeto al que poder amar, no tiene unos hijos a los que amar. Esta es la gran tristeza
de Dios. Por eso, Dios y la historia de la religión buscan este objeto, estos hijos.
Dios da Su bendición a aquella persona que pueda recibirla y compartirla con los demás.
Hasta ahora, la gente religiosa ha intentado recibir la bendición para su propio beneficio, por
lo que, a pesar de ofrecer toda su devoción, Dios no ha podido bendecirles.
Las mujeres pueden consolar más a Dios porque tienen mucha sensibilidad. Debido a que el
resentimiento de Dios fue causado por la caída de la mujer, ésta tiene que eliminar este
resentimiento.
La clave del corazón debe encontrarse en uno mismo, antes que pueda desarrollarse en la
familia.
La base del amor es Dios. El amor comienza en Dios.
El amor va acompañado de conquista y sacrificio.
Debido a que el amor nos permite sentir una nueva belleza, no importa la persona a la que se
ama.
Dios que es el sujeto del amor y es amor infinito, no puede perdonar a Satán porque es el
enemigo del amor.
El amor es más valioso que la vida porque si no hay amor no puede haber vida.
El dominio debe recibir el consentimiento de la creación. Pero éste no se consigue por la
fuerza o la economía, sino por amor, por eso, el mundo puede ser dominado solamente por
amor.
El amor es el núcleo de la unificación. La unidad se consigue a través del amor.
Jesús no pudo afirmar que había amado, sino que se preguntaba a sí mismo si había amado o
no, y murió en la posición de no poder amar aunque hubiera querido hacerlo.
Todos los que llamamos enemigos no son malos. Cuando un enemigo cambia hacia el amor,
se convierte en un ejemplo y se puede aprender de él.
Si me amáis, deberíais abrazar a los 30 millones de ciudadanos de esta nación y llorar en mi
lugar. Este es el camino por el que deben ir los miembros de la Iglesia de Unificación.
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Dios está buscando a un grupo de gente que, cuando llegue el día de la victoria, agache su
cabeza hasta el suelo y llore amargamente, más que un grupo que reciba ese día con alegría y
alabanzas.
Puede parecer normal que los hijos mueran sin cumplir su responsabilidad, pero debemos ser
conscientes de la miseria que Dios siente al ver esto y tener que superarlo. Debemos consolar
Su tristeza.
No se puede sentir el corazón de una persona solamente por conocerla. Para sentir el corazón
de una persona, debemos amarla y vivir con ella.
El dolor de unos padres causado por una sola palabra rebelde pronunciada por un hijo leal es
mayor que el que causan mil palabras de un hijo desleal.
La motivación de Dios al crear al hombre fue mostrar Su amor. El amor trasciende el
conocimiento.
El amor es igualdad y es algo maravilloso porque no acepta interferencias.
El anhelo de los seres humanos por un amor infinito se debe a que el deseo de alcanzar el
amor de Dios está en la naturaleza original.
Si conocemos la tristeza de Dios, no moriremos aunque seamos abatidos.
La Biblia nos muestra el amor de Dios, pero no podemos sentir Su amor solamente mediante
ella. Debemos conocer y encarnar el corazón de Dios.
Se necesitan personas que pensando en sus seguidores, puedan decir a Dios: "espera un poco,
por favor".
Aunque Dios pueda lanzar una cuerda de salvación a la humanidad caída, no puede bajar
directamente hasta el lugar donde ha caído y elevarla. Por eso, debemos agarrar la cuerda de
la religión que Dios nos ha lanzado y elevarnos por nuestro propio esfuerzo. Esto es corazón.
Cuanto más sincero sea ese corazón, más se acortará la distancia que nos separa de Dios.
El corazón de Dios, el corazón de los padres y el corazón del individuo deben estar en una
línea recta.
El origen del cosmos es el hombre, el origen del hombre es la vida, el origen de la vida es el
amor y el origen del amor es Dios.
El corazón que ha sido tocado profundamente, va más allá de la ley.
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SOBRE LA FE
I. IGLESIA. VIDA DE IGLESIA
1. Iglesia. La Tierra Santa
La Iglesia es un campo de entrenamiento para la vida en el Reino de los Cielos.
Si queréis venir a la Iglesia, venid. Si no queréis venir, encontraos con otros miembros y dad
testimonio a otras personas. Si no lo hacéis así, vuestro espíritu declinará.
Cuando os hacéis miembros de la Iglesia, a veces os sentís a disgusto porque estáis a la espera
de recibir la circuncisión del corazón.
Nunca tratéis fríamente a los invitados que vienen a la Iglesia.
Al menos tres personas deben mantenerse en vela toda la noche en la Iglesia, porque ni yo
mismo sé en qué momento vendrá una nueva dirección del Cielo.
En nuestra Iglesia hay personas que están en una posición de gloria y otras que cargan la cruz
del mundo en las peores circunstancias. Por tanto, la Iglesia es un lugar donde se reúne una
gran diversidad de personas que deben ayudarse y guiarse mutuamente.
Debéis entender claramente que cuando entráis en la Iglesia, traéis la bendición de vuestros
antepasados, pero si abandonáis la Iglesia, dejaréis esa bendición aquí. Por tanto, permaneced
hasta el final y cosechad la gracia de la bendición final de Dios.
El término "miembro de la familia" no desaparecerá aunque cambien los tiempos y vengan
nuevas generaciones. Por tanto, un verdadero miembro va más allá de la cruz de la nación y
de la cruz del mundo. En nuestra Iglesia nos llamamos miembros de la familia porque
llevamos la cruz del mundo.
No miréis a la Iglesia como meros observadores. No miréis a Dios como si estuviera en otro
lugar, alejado de vosotros, sino que debéis tener el deseo de entrar dentro de El.
La Iglesia es nuestra casa, nuestra gran casa. Para que una gran casa vaya bien, primero debe
ir bien una casa pequeña.
Debéis tener el corazón de querer ir a la Iglesia al amanecer.
Nuestros miembros son como rótulos luminosos del centro principal y de Dios. El servicio
dominical es un tiempo para romper las cadenas que nos atan a Satán y recibir la guía del
mundo celestial. Es un tiempo serio en el que debemos desear resucitar con todo nuestro
corazón, por eso, no debéis faltar nunca o llegar tarde al servicio dominical. Si no cuidáis el
tiempo dedicado al servicio dominical, se os arrebatará la gracia celestial.
Ya que os llamáis "miembros de la familia" debéis ir más allá del concepto de propiedad
personal. Hay que establecer relaciones en las que todo se posee en el nombre del Padre
Celestial y es El quien lo comparte con nosotros. Si pienso que mi cuerpo no me pertenece,
podré hacer cualquier cosa que Dios me pida.
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Cuando tengáis reuniones, destinad mucho tiempo para testimonios e informes.
Si vais a un lugar donde se reciben grandes bendiciones os sentís como en un día de
primavera. En primavera germina una nueva vida.
Antes de pensar en salvaros a vosotros mismos debéis pensar en salvar la Iglesia.
Todo aquel que elija el camino de sacrificarse por el beneficio de la totalidad, es un miembro
de la familia.
¿Hay jóvenes en la Iglesia de Unificación que puedan izar la bandera de la victoria de Dios y
ofrecer a la humanidad la gloria de esa victoria?
Cuando se unen tres puntos se delimita un plano. Dos puntos delimitan sólo una línea.
Cuando queráis abrocharos el cinturón, hacedlo firmemente.
Si alguien no está controlado por la influencia de Satán sino que tiene la capacidad de alejarla
de sí, puede conectarse con la Iglesia de Unificación.
Para ser un miembro de la Iglesia de Unificación hay que heredar el deseo interno de Dios y
del Padre.
Si no podemos recibir el reconocimiento de Dios en nuestra vida de iglesia, no podremos vivir
como representantes de la Voluntad de Dios en nuestra vida social.
El centro principal debe dar y los que están en posición objetiva, recibir. El centro principal es
el responsable de que todavía no haya muchos miembros en el mundo.
La guía de la iglesia no debe ser sólo un método. No debe estar desconectada de la vida de
Dios que es como el aire que respiramos. Uniros completamente al centro principal que es la
raíz.
La Tierra Santa es la tierra central buscada por Dios. La Tierra Santa debe comprarse y no
debe venderse nunca. Id a menudo a Tierra Santa. Incluso, dormid cerca de Tierra Santa.
La Tierra Santa es el lugar de encuentro de los hijos e hijas de Dios.
La Tierra Santa es una tierra que recibe la protección de Dios.
Sois personas que debéis ser enterradas en la Tierra Santa de Dios cuando muráis.
Debemos conectar el fundamento victorioso de Corea con el mundo. Corea es necesaria
porque los hijos de esta tierra han elevado a toda la humanidad hasta el nivel anterior a la
caída de Adán y Eva. Esta es la razón que determina las Tierras Santas en el mundo.
La Tierra Santa es un pequeño reducto de Corea.
Los productos de la Tierra Santa no deben separarse, sino que pueden usarse.
Cuando cosechamos, la Tierra Santa puede recibir una acusación mayor que cualquier otra
tierra que podamos poseer. Por tanto, la devoción que debemos sentir hacia la Tierra Santa
debe ser mayor que la que un pueblo tradicional pueda tener por su tierra.
73
2. Guía de vida
Como líder tienes que tratar a tus miembros con interés y afecto. Debes vivir primero la
Voluntad de Dios antes de transmitirla a los demás. Cuando estés ante tus miembros debes
aprovechar ese tiempo precioso para elevar la gracia de Dios y, sin tener en cuenta las horas
que pasen, dar lo mejor de ti mismo.
Educad a vuestros miembros principales incluso a lo largo de la noche. Si hacéis esto con todo
vuestro corazón durante tres días, se sentirán tan bendecidos y tan unidos a ti que no te
olvidarán en toda su vida.
Cuando estés con alguien, busca sus puntos fuertes y oculta sus puntos débiles, y de esta
forma te seguirá. Si sólo ves las cosas malas de los demás, estarás dañando tu propia alma.
Si llegáis a ser miembros de la familia debéis establecer una tradición de vida centrada en
Dios y una tradición de pueblo elegido:
Un principio de vida y su sistema
Educación de valores del Padre
Relación con el Padre
Tu propia posición como individuo
La vida de un líder consiste en contribuir de corazón al mejoramiento de los demás. Si un
líder guía a mil personas debe tener un corazón mejor que cualquiera de ellas.
Sed hornos de amor.
Estudiemos a los demás. Estudiemos a una persona que está a nuestro lado cuando está
enfadada, cuando está durmiendo, cuando está en el momento más feliz, cuando cumple su
responsabilidad y actúa, cuando se casa, y así tendremos el mejor material de aprendizaje.
Un líder de iglesia debe dedicar un diez por ciento de su tiempo a Dios. Después de esto, debe
dedicarse a su familia y a su nación. Dedicad una tercera parte de vuestro tiempo a las
actividades. Y por lo menos debéis orar dos horas y veinticuatro minutos al día. Del tiempo de
oración, es bueno que dos terceras partes del tiempo se hagan al amanecer.
Al guiar a vuestra iglesia, si conseguís que el corazón de los que están arriba y de los que
están abajo esté con vosotros, todos los demás se sentirán atraídos.
Debéis ayudar a superar las limitaciones de vuestros líderes. Aquel que critica a los líderes es
un Caín.
Aquella persona que abraza los defectos y las debilidades de su líder y se esfuerza por tomar
responsabilidad por ellos, estará en la posición de Abel algún día.
Un súbdito fiel y verdadero ayuda a su rey aunque tenga más talento que éste.
No digáis que no tenéis habilidades. Si vuestras habilidades son insuficientes, servid a la
persona que las tiene como si fuera vuestro hermano mayor, y tened el corazón de ofrecerle
las oportunidades que se os brindan para que actúe en vuestro lugar. Servirle mejor de lo que
la sociedad pudiera hacerlo y establecer un segundo fundamento a partir del suyo.
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Los miembros de la iglesia son como la carne y los líderes como los huesos. Los huesos no se
ven. La carne debe proteger bien a los huesos.
Antes de reprender a alguien debéis hacerle ver sus errores.
Una persona que quiera guiar a otra debe esforzarse más que esa persona. Sed una ofrenda
mejor. Y actuad con un corazón cordial y misericordioso.
El líder es el responsable religioso de su comunidad. Debe pedir la bendición del cielo y darla
a los demás sin dormir. Debe esforzarse con todo su corazón porque debe ser una ofrenda para
dar vida a los que no la tienen. Dios responde cuando hay una unidad entre el líder (el ser
substancial), Dios (el Señor) y la ofrenda. Los miembros de la Iglesia no son la ofrenda, sino
el líder.
Cuando investigamos un error debemos hacerlo en secreto, pero cuando lo juzgamos debemos
hacerlo en público.
Ahora no es el momento de vivir de forma relajada. Debemos poner en orden nuestra mente,
nuestro cuerpo y nuestras circunstancias. Si apretamos suficientemente un tornillo, nadie
podrá soltarlo o sacarlo. Sin duda hemos llegado a un tiempo así.
A cualquier lugar que vayamos, como miembros de la familia, no debemos ponernos en una
posición de maestros sino de amigos. Como amigos podemos mostrar plenamente nuestro
propio valor.
Cuando designáis a alguien como vuestro representante, primero debéis tener el corazón de
orar a Dios: "¡Padre! Perdóname porque, aunque debería hacerlo yo, necesito un representante
para poder realizar mi misión mejor", y después podéis designarle. Y, como es vuestro
representante, vuestro "segundo yo", debéis trabajar con él amándole, entendiéndole,
uniéndoos con él y respetándole. Y cuando llegue el momento de separaros, deberíais hacerlo
con lágrimas y con el profundo deseo de volver a encontraros.
Cuando tengáis alguna reunión especial, leed juntos la promesa.
Sed líderes que hagan moverse mucho a sus miembros.
No peleéis unos con otros.
Yo sé quien es correcto o quien comete errores. Seguid mi ejemplo.
Cuando la Iglesia te dé algo que hacer, tómalo como una oportunidad para unirte a Dios.
Una persona que no sabe llorar de emoción y no sabe ser agradecido, no tiene la calificación
para estar en el centro principal. Lo que llamamos centro principal debe poder ofrecer alegría
a todo el mundo centrado en la Voluntad de Dios porque es el centro de la construcción del
Reino de los Cielos.
Si ayudáis a Dios diez o cien veces más de lo que os pide, El os recompensará diez o cien
veces más.
Hay mucha gente que no me conoce, pero la persona que pueda decir que me conoce será el
mayor vencedor.
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No os entreno para que seáis personas de fe, sino para hacer de vosotros patriotas que salven
la nación.
Aprended cosas nuevas al lado de cualquier persona.
Cuando recorremos el camino de la Voluntad de Dios debemos hacerlo sirviendo a los Padres
como si caminaran a nuestro lado.
Cuando informamos a Dios de lo que hacemos cada día con el deseo de darle alegría,
conseguiremos desarrollarnos.
Cuando vengáis al centro principal deberíais traer una ofrenda. Esta ofrenda simboliza vuestro
amor por la nación.
Vuestra vida es mi vida y mi amor. Debemos unirnos para establecer condiciones de
indemnización.
Tenemos que hacer informes detallados e informar comenzando por las cosas malas.
Lleguemos a ser semillas vivas.
Los padres desean que sus hijos sean mejores que ellos mismos. Los hijos deben parecerse a
los padres. Pero yo, como padre, os amo tanto que quiero parecerme a vosotros.
Vuestros logros en la vida deben haceros dominar las circunstancias que os rodean. Debéis,
además, tener cuidado con las palabras porque ellas representan vuestra personalidad.
En el pasado hemos seguido un camino de tristeza y sacrificios en búsqueda de algo, pero en
el presente estamos siguiendo ese camino para poseerlo.
Llevemos una vida que no pueda cambiarse ni por todo el universo. Vivamos una vida ideal.
Vivir de cualquier manera es fácil, pero si queremos vivir siguiendo nuestra conciencia, si
queremos vivir por Dios, es doblemente difícil.
Cuando voy a un lugar hermoso, me pregunto qué valor tiene desde el punto de vista de la
Providencia e intento que este lugar tenga una relación con ella.
Aquel que ama la tierra donde ha nacido, ama su cuerpo, el que ama su cuerpo, ama su mente,
y el que ama su mente, ama a Dios.
Si gano un dinero y, aunque esté pasando hambre, lo doy a la gente de esta nación, llegará a
ser algo grande.
Si queremos tener éxito en cualquier cosa que hagamos, necesitamos invertir y aportar ideas.
La victoria de una persona que no tiene confianza en sí misma es una victoria falsa.
Cuando alguien te dé un buen consejo, acéptalo cien por cien.
Es bueno tener una cierta determinación, pero si ésta termina en un fracaso, te limitará.
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Cuando los miembros de la Iglesia de Unificación vayan a diferentes partes del mundo, deben
hacerse necesarios en las cuestiones prácticas y en las trascendentales.
No hay nada más valioso que el presente porque conecta el pasado con el futuro. Debemos
tener algo de lo que sentirnos orgullosos en el momento presente.
Cuando hacemos algo bueno ¿por quién lo hacemos? Si no está en relación con el conjunto,
no podrá brotar, echar hojas, florecer y dar su fruto. Si no pensamos en las circunstancias y
sólo nos sentimos orgullosos de nosotros mismos, pereceremos.
Un enfermo necesita que los demás le cuiden. Seamos personas que derramen lágrimas al dar
a los demás.
Una persona sabia es aquella que se esfuerza por comprender el momento providencial. No
vive de acuerdo a las circunstancias, sino al momento de la Providencia.
La persona que asume el tiempo providencial como suyo es una persona sabia y puede llegar
a ser un personaje mundial, más que los que simplemente profetizan sobre ese tiempo.
Debemos pensar siempre en cómo y dónde puedo encontrarme con Dios.
Cada vez que nos vemos en el espejo debemos preguntarnos: "¡Oye, ...! ¿estás siguiendo sin
titubear el camino que comenzaste?"
No debemos ser dominados por las circunstancias, sino dominarlas.
Si ya habéis comenzado, id con determinación hasta el final.
¡Qué maravillosos y felices sois tras conquistar todas las encrucijadas de la vida yendo
siempre por el camino recto!
No podemos entablar una relación con algo en lo que no se piensa, y no podemos tener una
conexión con algo con lo que no tenemos una relación.
Los que siguen el camino de la verdad no deben sentirse orgullosos ni arrogantes.
Si alguien quiere cumplir el papel de una buena nuera en la casa del patriarca de un clan,
¿podrá vivir cómodamente? Deberá ganarse el ser descendiente de esa familia.
Debemos ser conscientes de que el contenido interno que poseemos en el momento actual
tiene un valor mayor que cualquier otra cosa en el mundo. La persona que no conoce el
infinito valor del presente no podrá heredar el infinito valor del futuro.
Siempre tenemos que dar. Dar después de recibir no es dar, sino pagar una deuda. Un señor
debe dar su comida a su siervo diciéndole que ya ha comido, aunque no lo haya hecho.
Dad y olvidad inmediatamente, de esta manera tendréis un tesoro custodiado en el cielo.
Aunque muchas personas vayan juntas, una de ellas es la que tiene más éxito. A vuestro
alrededor también hay mucha gente que compite con vosotros.
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Por el mero hecho de haber nacido, debéis dar al mundo y no contraer deudas. Si los padres
dejan algo en herencia para sus hijos, estos se lo agradecerán hasta el día de su muerte.
Aquellos que pierden el tiempo sin sentido, no son necesarios en ningún lugar.
Cuantos más años estemos en la Iglesia, más debemos afrontar las realidades providenciales.
Aunque algo os haga sentir mal, si construís algo positivo, podréis olvidar todas las
experiencias desagradables y recibir la salvación.
Cuando la oportunidad de un encuentro feliz no produce la alegría esperada, es mejor que ni
siquiera se hubiera producido dicho encuentro.
Cuanto más lejano está lo que deseamos, mayor y más larga debe ser nuestra esperanza. Si la
esperanza la tenemos puesta en algo cercano, se acabará en un momento.
Si entre tres personas hay dos que son sinceras, no pelearán entre ellas. La que no pueda ser
sincera, pone un fundamento para su propio juicio. Si dos personas murmuran entre ellas,
aunque sea de algo que no les incumba, habrán excluido ya a la otra persona.
Todo el mundo respeta y recuerda más a la persona que ha sabido mantener un alto nivel de
amor en las peores circunstancias, que a la persona que ha mantenido el mismo nivel de amor
en circunstancias buenas.
Las personas no modelan la bondad, la bondad debe modelar a las personas.
Cuando nos encontremos con alguien en nuestra vida, si nuestra voluntad, centrada en Dios,
no coincide con la suya, debemos abandonar ese lugar. Liberaros del control de las
circunstancias.
Jacob tenía visión de futuro, Esaú, en cambio, vivía en el presente.
Los que saben deben dedicarse a los que no saben.
Los padres son como siervos de sus hijos hasta que éstos pueden comprenderles.
Cuando el viento arranca a una planta de raíz, no le echéis la culpa a la fuerza del viento, sino
a vosotros mismos por no haber enterrado la raíz profundamente.
La prisión es el único lugar donde se puede sentir la mayor alegría y la mayor nostalgia, y
donde se puede aprender lo más valioso y también lo más humilde. Por tanto, no podemos
decir que la prisión sea un lugar malo.
Como en la cárcel no hay enemigos, todos pueden llegar a ser amigos, la cárcel es el lugar
donde se puede alcanzar una mejor comprensión del Principio.
Sed leales y fieles mientras tengáis vida. Es estúpido demostrar vuestra lealtad y piedad filial
después de la muerte.
Las personas que no saben llorar de tristeza en el momento de la despedida ni llorar de una
alegría aún mayor en el momento del reencuentro, no saben lo que es la vida.
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Si tres generaciones vuestras están conmigo, llegarán a ser personas públicas en las que el
mundo entero podrá confiar.
Aunque la Voluntad se cumpla gracias a vuestro liderato, todo os será arrebatado si no
conocéis el tiempo providencial.
Los tres grandes lemas de mi vida son:
antes de desear dominar el universo, perfeccionar el dominio personal,
preguntar y después actuar,
actuar de acuerdo a la dirección celestial recibida.
Para entrar y salir de las habitaciones privadas de una casa debemos ser amigos del dueño o
de su hijo.
Cuando algo bueno te ocurra, no mires hacia arriba, sino hacia abajo.
Una persona triste debe pagar indemnización a través de su tristeza para llegar a la alegría, y
una persona alegre debe pagar indemnización a través de su alegría para encaminarse a la
tristeza.
¡Sed sinceros! La persona sincera permanece. La persona sincera domina sus circunstancias.
La mente es el mecanismo que nos permite estar ante Dios y poseerle. No se nos puede quitar
la mente. La mente sólo nos conoce a nosotros.
Un juez quiere que sean victoriosos aquellos que luchan observando la ley. Puede darles
incluso el secreto para vencer.
Si queremos vivir para conseguir una nación feliz, debemos saber morir por una nación
infeliz.
3. Caín y Abel
Caín no puede ir por el camino de la Voluntad de Dios si no lo hace a través de Abel.
El estándar interno de Abel debe ser "amar a Dios", "amar el trabajo de Dios" y "ser una
ofrenda por ese trabajo". Si estoy en la posición de Abel, aunque asuma todas las cosas malas
y todas las dificultades que evitan los demás, debo pensar que está bien, reciba o no una
recompensa.
La posición de Abel existe para salvar a Caín. Para ello, Abel tiene que darle todo el amor que
ha recibido de Dios y darle, en añadidura, todo su amor.
A lo largo de la vida tenéis que saber hacer una distinción entre Caín y Abel. Si alguien se
queja mucho es Caín. Debéis uniros centrados en Abel.
Abel fracasó en lograr que Caín se sometiera. Jacob empleó tres años para cumplir las
obligaciones de un hijo y cuatro para someter a Esaú. Debemos establecer un fundamento de
victoria substancial de la misma manera que Jacob consiguió su victoria en la lucha con el
ángel en el vado de Jaboc. Entonces, debemos buscar la tierra y la nación centradas en Abel y,
sirviendo a los Padres, recibir la bendición del tercer Israel. En esta lucha no debemos golpear
a otros. ¿Acaso le era permitido a Abel golpear a Caín?
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Si se desea establecer a Abel, no se puede evitar establecer a Caín. A través de Caín se puede
establecer y educar a Abel.
Los cristianos son el Caín interior y el pueblo, el Caín exterior. A partir de ahora iniciemos
una historia en la que Caín obedezca.
Aprendamos de la sabiduría de Jacob y de su guiso de lentejas. Aunque pasemos hambre y
suframos, tenemos que vivir para los demás. Si Jacob hubiera pensado en el valor de las cosas
materiales, habría muerto. Si vivo, vivirán mis hijos, mis siervos y mis propiedades.
Tanto Abel como su ofrenda debían ser ofrecidos a Dios, y después de ser aceptados, debían
ser ofrecidos a sus padres, Adán y Eva. En otras palabras, Abel y su ofrenda eran un medio
para la liberación de Adán y Eva.
Pedro (apóstol de la fe) = posición de Adán (Caín)
Santiago (apóstol de la esperanza) = posición de Jesús (Abel)
Juan (apóstol del amor) = posición del Señor de la Segunda Venida (Set)
Pedro murió crucificado al revés para indemnizar el que Adán alterara la ley del Cielo y de la
Tierra, pero Juan no murió martirizado porque representaba al Señor de la Segunda Venida.
Este es el mundo de Caín. Y Caín debe ofrecerlo gozosamente para que llegue a ser el mundo
de Abel.
II. VIDA DE FE
La vida de fe es vivir siempre en un ambiente de primavera.
Dormir, despertar, ir, venir, dar, recibir, todas estas cosas debemos hacerlas con Dios, sin
reservas y con el pensamiento en paz.
Como miembros de la Iglesia de Unificación, la forma de vida más segura es avanzar
cargando la cruz en la línea de frente. Este es el camino de fe correcto en la Iglesia de
Unificación. En este curso se deciden los hijos de piedad filial, los patriotas y las mujeres
virtuosas.
Debemos tener en cuenta nuestra propia posición, la relación delante-detrás y el principio de
Caín-Abel.
Abel es la persona que cuida de sus preocupaciones y también de las de los demás. Caín es la
persona que deja para los demás incluso su propio sufrimiento.
Para que alguien llegue a ser Abel, tiene que recibir primero el amor de Dios y después unirse
a El. Para lograrlo, debe llevar consigo el ideal de Dios y ponerlo en práctica en su misión. Y
después, subyugar a Caín con amor tomando como modelo el amor de Dios.
La restauración de Caín y Abel no será un problema si ambos se sacrifican voluntariamente y
derraman lágrimas ante Dios.
Abel tiene roto su corazón centrado en Dios. Nadie se queja de la persona que duerme menos,
come menos y se esfuerza más.
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Para que alguien llegue a ser Abel, debe recibir tres grandes pruebas y tres grandes
persecuciones por parte de Caín.
Trascended el concepto del "yo", cumplid la misión de una persona que necesita ser redimida
y preparad un fundamento para la bondad. Somos individuos, pero también una resurrección
del corazón de la historia.
Como la gracia de Dios está siempre en movimiento, debemos prepararnos manteniendo
nuestra mente en calma, para recibirla completamente y obtener un gran perdón. Si, tras
recibirla, actuamos de forma violenta, sin moderación, nos sentiremos vacíos y lo perderemos
todo.
Pedid a Dios sabiduría más que poder.
El trabajo espiritual es comparable a volar en un avión: debe existir una dirección exacta
(propósito) y un lugar en el que poder aterrizar (mantenimiento del yo).
No seamos personas atrapadas en una vida terrenal. Vivamos para establecer un fundamento
de victoria espiritual.
No hay mayor poder que el poder de la fe. ¿Por qué? Para Dios es lo más serio y gracias a esa
fe la historia se desarrolla... La verdadera fe tiene el poder de convertir lo falso en verdadero.
No os molestéis aunque los demás no os reconozcan. Oro al Padre Celestial: "Por favor,
reconóceme cuando aparezca ante Tu trono en el cielo después de haber terminado mi trabajo
en esta tierra anegada de aflicción".
El camino para eliminar la naturaleza caída es servir a millones de personas como si fueran
vuestro Abel. Si alguien no comprende el valor de lo que estáis haciendo, se le arrebatará su
bendición y os será dada a vosotros.
Cuanta más esperanza tengáis, más tiempo podréis perseverar.
La gracia divina es el capital de la vida.
Conectad con Dios todo lo que veis y pensáis cuando estáis despiertos. Si no lo hacéis así,
debéis arrepentiros. Ofreced vuestras primeras palabras del día a Dios.
El método para el arrepentimiento es golpear el cuerpo, no el espíritu. Golpear el cuerpo
significa ir por un camino escarpado por el que el cuerpo no desea ir. El Cristianismo es una
religión de sufrimiento. Un camino religioso que no sea profundo decaerá al ir por este
camino escarpado.
El pecado ha venido ocupando la historia, pero la base del pecado es el cuerpo del hombre.
Para rechazar el mal, debemos someter los deseos del cuerpo físico.
Si estamos dominados por el cuerpo, viviremos en el mundo de Satán, y si estamos
dominados por el espíritu, viviremos en el cielo. La conciencia es la línea de frente donde
Dios viene a visitarnos.
Un mundo de paz y felicidad está por venir. Eliminemos primero el pecado. Si no eliminamos
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el pecado, se alejará el mundo de paz y felicidad.
Haced que cualquier persona se sienta bien a través de unas cuantas palabras buenas. Si lo
hacéis diez veces, diez personas se pondrán de vuestro lado. Haced de esto una costumbre.
Entonces, vuestro fundamento de fe no se perderá. Si lo hicierais así, ¿seguiría siendo
necesaria la oración?
No pongáis una cara triste. Tened siempre un espíritu jovial. La verdad y la paz comienzan
cuando tenéis una mente pacífica y sincera. De hecho, ciertas palabras que se encuentran en la
Biblia tales como amor, gracia y salvación son en realidad palabras temibles.
En el amor de Dios no puede haber incompatibilidades, simplemente, una correspondencia
mutua armoniosa. Podemos entender entonces el significado de lo que está escrito en la Biblia
cuando dice que los que trabajan por la paz serán llamados hijos de Dios.
Si recibís una bendición, no debéis sentiros orgullosos por ello, sino que debéis orar para
entender la mejor manera de utilizarla. Y después de orar una hora por este propósito, debéis
invertir tres horas para ponerlo en práctica.
El camino de la fe es como maniobrar una barca. La vida de fe es como remar contra
corriente. Si paramos de remar, el barco retrocede. Cualquier condición en la sociedad mala
ocasiona situaciones adversas que afectan directamente a nuestra vida de fe.
Cuando soy reprendido por algo, Satán, que actúa detrás de mí, está siendo reprendido
también. Por eso, debo ser censurado en la misma posición que Satán.
Para eliminar la naturaleza caída debemos someternos mediante la obediencia. Como el ser
humano no se sometió obedientemente a la Palabra de Dios y el arcángel no se sometió
obedientemente a Adán, se estableció una historia de pecado que sólo puede ser restaurada
por indemnización siguiendo el camino de someterse obedientemente. Este camino debe
comenzar haciendo las cosas que menos nos gustan.
La vida de fe es como una balanza, debemos poner en un lado lo bueno de nuestra vida diaria
y esforzarnos para que poco a poco vaya aumentando de peso.
Si plantáis la semilla de toda vuestra devoción, dará sus frutos. Nadie os puede quitar esa
devoción sincera, ya que pertenece al que la ofrece. Satán nunca podrá arrebataros el
fundamento de esa devoción.
No seáis motivo de la más mínima burla cuando muráis.
Cuando el fruto empieza a formarse, caen los pétalos de la flor. De la misma manera, cuando
crezca la divinidad que está dentro de vuestro corazón, desaparecerá todo lo malo.
Si alguien está motivado y centrado en sí mismo, necesita cumplir su cinco por ciento de
responsabilidad, pero si está centrado en Dios y su motivación es Dios, no lo necesita.
Si hacemos algo entre nosotros, a nuestra manera, aunque el resultado sea bueno, no podemos
presentarlo ante Dios. A través de informar y comunicar todo a Dios, debemos recibir Su
consejo y Su autorización. Pensemos siempre en hacer todas las cosas estableciendo un
fundamento de cuatro posiciones centrado en Dios.
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Cuando vivamos guiados por nuestro espíritu, acertaremos en un ochenta por ciento.
Si conocierais la situación miserable de Dios, sentiríais que no existe un lugar donde poder
arrepentiros, lloraríais por vuestros defectos y os lamentaríais antes de poder llamarle "Padre".
Por muchos enemigos que os encontréis, no tengáis resentimiento. Tened el corazón que os
permita decirles: "Aunque vengáis a mí con resentimiento, doy gracias a Dios porque esta
situación me permitirá escribir una página victoriosa del curso de mi vida".
No os escondáis bajo una máscara de falsedad. Esto le dará a Satán una buena oportunidad
para atacaros.
Hay tres tipos de personas en vuestro entorno: las que viven por vosotros, las que pagan
indemnización en vuestro lugar y las que se oponen a vosotros.
Debemos reflexionar siempre si la vida que estamos llevando cada día se inclina hacia el lado
del bien o no.
El perdón no se consigue ante el trono de Dios sino ante Satán.
Si caéis en la posición más miserable, como no podéis ir más abajo, comenzaréis a subir.
Aunque los polos opuestos parezcan lejanos, están ligados uno con otro. Dios está detrás de
Satán.
Ya que la mente original está en la posición de Abel, cuando se mueva, no perdáis la
dirección por la que os lleve.
El mundo donde sólo se escucha el lamento continuo por uno mismo es el infierno.
Creo en Dios porque El ha creído en mí antes de que yo creyera en El. Por tanto, creed, amad
y sed leales a la Voluntad de Dios al mismo tiempo que sentís agradecimiento y humildad. Si
alguien se arrepiente de haber abrazado la Voluntad de Dios, esa persona será incapaz de
encontrar un fundamento de existencia en el mundo ideal.
"Donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón". Por tanto, un tesoro verdadero está
dentro del corazón y el mejor lugar donde servir a ese Dios maravilloso es el corazón.
La gracia es un regalo que Dios nos da para salvar al mundo. Por eso no debemos pensar que
nos pertenece a nosotros solos.
Después de haberlo ofrecido todo, no seáis egoístas.
Ofrezcámonos en beneficio de la tierra, del hogar, de los miembros de la familia y de los
padres.
Aunque vayamos camino a la muerte, mantengamos la fe. Aunque vayamos camino del
fracaso, mantengamos la fe.
Los consejos que puedas dar a una persona que no sabe lo que es ganar o perder algo, serán
inútiles. Nuestra historia se ha escrito a base de derramar lágrimas de profunda gratitud.
Por el conjunto, debemos llegar a ser personas que se esfuercen más y que vivan una vida
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mejor.
No recuerdes lo bueno que hayas hecho a los demás, pero no olvides nunca tus obligaciones
ante ellos.
El corazón que os lleva a querer hacer cosas juntos, a querer estar juntos, a querer seguir la
misma dirección juntos, es algo precioso. Debéis ofrecer ese corazón a Dios.
Si después de recibir una bendición no podéis ofrecer la devoción correspondiente, perderéis
esa bendición completamente.
La caridad es dar y olvidar. Si una persona actúa así, aunque no lo sepa, habrá mucha gente
que ore por ella y nunca perecerá.
Un individuo o una sociedad basados en una concepción exagerada del poder, perecerán. Los
que estén en una posición elevada, deben estar dispuestos a bajar.
¿Con cuánta profundidad sentís y pensáis que recibiréis la salvación sirviendo a los demás?
El sendero de la fe es vivir en el sendero de la muerte.
El hombre aspira a lo máximo.
Es bueno que si actuáis de acuerdo a la Voluntad de Dios, estéis orgullosos de ello y lo
mostréis a los demás diciendo "sed así".
La religión tiene la fuerza motriz que permite trascender las cuestiones de la vida y la muerte.
Debido a que el arcángel no tuvo la oportunidad de recibir el amor completo de Dios ni el
amor completo de Adán y Eva perfectos, Satán hasta ahora ha venido oponiéndose a Dios, y
El no ha podido evitarlo. Por esta razón debemos amar a los enemigos.
Cuando Dios abandona algo completamente, Satán lo toma. En los Ultimos Días, las personas
más miserables serán aquellas que sean juzgadas por el Señor aunque pensaran que habían
creído en El y le habían seguido. Qué desdichada es una novia que, habiendo creído en su
novio, es rechazada por él.
La vida de fe es un camino de aventura. Debemos hacer cosas que los demás no han podido
hacer y de esta forma permaneceremos en el linaje celestial generación tras generación.
La fe tiene unos límites. La fe no será necesaria después de que consigáis la armonía entre
vosotros.
No estéis orgullosos del hecho de que haya muchos cristianos. No hay ningún cristiano en la
actualidad que tenga la determinación de ir al Cielo llevando a Jesús en sus espaldas, sino que
sólo hay egoístas que quieren ir al Cielo siendo llevados en la espalda de Jesús.
Esforcémonos para ser personas que posean el valor de la resurrección futura.
No os atéis a nada en la vida, sino desataros de todo.
La vida de fe es una vida de estar agradecido y sentirse satisfecho aunque los demás no se den
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cuenta. Cuando no podemos hacerlo, debemos arrepentirnos ante Dios, diciéndole con
tristeza: "¡Soy un pecador! Te ruego que me des la fuerza que he perdido". Si perdemos estas
dos cosas, no podemos seguir una vida de fe.
Tengamos un nuevo espíritu. La fe debe ser siempre alegre y agradecida. Un espíritu nuevo es
un espíritu que ora, que siente alegría y está siempre encendido por el amor.
El propósito de la fe es conquistar la muerte en la tierra. Si vuestra conciencia de la muerte es
débil, no podréis tener fuerza en vuestra vida de fe.
¿Quién es el señor de la muerte? ¿Quién es el señor de la vida? La gente normalmente no sabe
quién es el señor de la vida. Pero nosotros debemos conocer y servir a Dios, que es el Señor
de la verdadera vida, y buscar y subyugar al señor de la muerte en la vida real. Por tanto,
debemos apoderarnos del lugar ocupado anteriormente por la muerte y colocar allí la bandera
de la vida.
No sintáis rencor en vuestro corazón en el momento de la muerte.
Si en este mundo tenéis más de tres enemigos no podréis entrar en el Reino de los Cielos.
Debéis resolverlo en la tierra y orar por ellos al menos durante tres días.
Un hombre religioso es el que va por el camino victorioso en la lucha con la muerte. ¿Qué
pasaría si, al acostarme hoy, fuera mi último momento en esta vida? ¿Qué pasaría si al abrir
mis ojos por la mañana, tuviera mi primera visión del mundo espiritual? No os toméis a la
ligera, ni por un momento, los asuntos de la muerte.
La muerte es el camino para llegar al hogar original. ¿Qué regalo llevaréis cuando vayáis? Si
pensarais en ello alguna vez, no perderíais ni un solo minuto. La meta de la educación en
nuestra iglesia es preparar personas que puedan pasar la prueba cuando vayan al mundo
espiritual.
Para entrar en el Reino de los Cielos debéis orar en el último momento al menos tres veces.
Oremos sobre la cuestión: "¿qué podemos hacer para conseguir finalmente un resultado
victorioso en la línea de la muerte?" ¿Cuánto hemos pensado en el hogar original donde mora
nuestro Padre? ¡Cómo es posible, si es nuestro hogar original..! La gente piensa tan poco en
los temas de la vida eterna como en los trapos de la limpieza; entonces ¿quién lo hará por
ellos?
Todas las personas van al lugar del mundo espiritual que les corresponde de acuerdo a la
situación de su espíritu. Al ir al mundo espiritual, una persona normal debe pasar por doce
pruebas, y la que haya acumulado muchos méritos, pasará por tres. En primer lugar, aparece
la persona que ha sido nuestro mayor enemigo en la tierra. En segundo lugar, aparece Satán,
que es el enemigo histórico, y nos acusará diciendo "tus antepasados, Noé, Abraham, Moisés
y Jesús fueron leales, y el Maestro te ha enseñado con sus palabras todo esto, pero ¿te has
unido a sus palabras y las has llevado a la práctica?". En tercer lugar, viene la prueba del
mundo angélico, que nos preguntará si hemos vivido con una lealtad igual al principio y las
leyes celestiales.
Después, tendremos que responder a las preguntas de Jesús y del Espíritu Santo para alcanzar
el nivel de hijos del Señor y, tras pasar esta prueba, llegaremos a la perfección.
Una persona que recibe muchas bendiciones, se va sintiendo poco a poco intranquila, como si
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fuera un espíritu sin cuerpo, ya que debe conseguir resultados. Si no lo hace, esas bendiciones
simplemente le abandonarán.
El camino para restaurar la gracia divina se realiza practicando más de diez veces aquello por
lo que se ha orado una vez.
En el sendero de la fe necesitamos verdaderos compañeros de fe. Cuando la gente que nos
rodea sienta envidia al ver el apoyo, el amor mutuo y la belleza que se desprende entre esos
compañeros y nosotros, la Voluntad de Dios se propagará automáticamente.
Una persona de fe debe tener siempre un espíritu nuevo para poder desarrollarse. La mañana
es buena porque es algo nuevo.
La vida de fe debe mantener una cierta calma y regularidad, como la respiración. En una vida
de fe tenéis que trazar una línea de la que no debéis bajar al hacer actividades personales o
sociales.
Si añoráis y pensáis tanto en Dios que olvidáis vuestro dolor, desaparecerá incluso la
enfermedad.
También los miembros más antiguos pueden estar en la posición de Caín. Cuando un
miembro que lleva poco tiempo en la iglesia está lleno de gracia y se pone al frente con la
misión de indemnizar un cierto periodo de la historia, los miembros antiguos no deben
sentirse mal por ello.
Para llegar a ser personas celestiales debemos ser capaces de dominar el pecado, guiarnos a
nosotros mismos pacíficamente y hacer que Satán se someta naturalmente.
Debemos abrazar la historia y el cosmos derramando sangre, sudor y lágrimas.
Echarse atrás después de ofrecer toda nuestra devoción es una estupidez y está en contra de la
ley celestial.
Si queréis ofrecerme vuestro corazón, debéis ofrecerlo primero a la nación y a la humanidad a
las cuales amo y después debéis conseguir buenos resultados.
Cuando llegue la hora de vuestra muerte, debéis sentir agradecimiento a Dios y a Su
Voluntad, y sentiros apenados ante El por no haber podido hacer más por Su Voluntad.
El miedo a la muerte viene porque no hemos podido hacer todo lo que teníamos que hacer en
la tierra, pero si lo hacemos, no tendremos ningún miedo.
Cuando veo la confianza que habéis depositado en mí, esperando resolver los problemas de la
vida y la muerte y recibir la bendición, ¿cómo puedo yo, como sujeto, descuidarme un sólo
momento? Si llegáis tarde al servicio dominical, debéis sentir tal arrepentimiento que no
podáis levantar vuestra cabeza. El único camino para evitar la acusación es el de sacrificarse
hasta la muerte. ¿Quién podrá acusaros si, vertiendo vuestras lágrimas, estáis preparados para
morir por la Voluntad de Dios?
¿Habéis tomado alguna vez responsabilidad por la restauración centrados en la Voluntad de
Dios y habéis luchado durante meses por ella? No podréis seguir este camino si no estáis
dispuestos a sufrir tormentos por seguirme o seguir la línea de frente.
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Por la mañana, debemos decir sonriendo "Padre" y levantarnos, y por la noche, también
sonriendo, debemos acostarnos diciendo "Padre", y dormir.
Un hijo de piedad filial es aquel que consulta con su padre hasta el detalle más pequeño.
Debemos caminar agarrando firmemente la mano de los Padres.
Debemos ser humildes, pensando que todos los pecados del mundo son debidos a nosotros,
preocupándonos de ellos con un corazón dolorido y asumiendo toda la responsabilidad.
Al igual que creemos en Jesús, debemos también entender su corazón.
La vida religiosa tiene como fin unificar el concepto de Dios y el concepto del hombre que
han dirigido la historia.
Dios ha llevado a cabo Su providencia durante 6.000 años para hacer que el ideal de la
creación se realice en la vida del hombre.
La enseñanza del Cristianismo es dar la bienvenida al enemigo Satán y pedir su bendición.
Las buenas maneras consisten en armonizar delante, detrás, izquierda y derecha.
Un hombre de fe debe derramar tres tipos de lágrimas: lágrimas de vergüenza, lágrimas de
agradecimiento y lágrimas de alegría.
Una fe absoluta puede cambiar el destino.
Debemos esforzarnos y conseguir resultados con Dios; si lo hacemos solos, Satán se lo llevará
todo.
La salvación se consigue a través de una vida de servicio. ¿Con cuánta seriedad habéis
pensado en ello?
Démoslo todo por la familia, por la nación y por el mundo.
El propósito del Principio es que consigamos la perfección personal, sintamos un amor
infinito y, a través de él, vivamos infinitamente felices.
El camino del Principio es añorar el mundo del corazón.
¿Por qué nos endeudamos en esta vida que vivimos sólo una vez? ¿No sería mejor hacer que
los demás estuvieran endeudados a nosotros?
Dios caminará con vosotros cuando venzáis todas vuestras circunstancias.
No maldigáis a los que reciben un castigo, sino orad por ellos. Si maldecís a los que son
maldecidos, también seréis maldecidos.
La acción de la conciencia tiene como propósito el que alcancemos la posición de hijos
perfectos de Dios. Debemos encontrar un lugar en el que la conciencia pueda descansar.
Los miembros de la Iglesia de Unificación deben vivir unidos a las lágrimas y al sudor.
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No limitemos la conciencia sino vivamos desarrollando el fundamento de la misma.
El camino de fe no se perfecciona centrándolo solamente en el mundo vertical, sino también
con condiciones horizontales.
La posición más cercana a Dios es extremadamente temible.
El hombre debe finalmente ponerse en la posición de decir "Dios, sólo Tu lo sabes".
¿Habéis pensado alguna vez hasta que punto Dios ama a la humanidad?
El modelo de una vida de fe es el Mesías. Fe es parecerse al Mesías.
Seguir el camino de la fe significa ir con el Mesías hasta el Gólgota y heredar el dolor que él
sintió, obligado a ir entre llantos y lamentos.
Todos somos el fruto del linaje pecaminoso de seis mil años. Somos el muestrario de los
pecados de seis mil años. El pecado de seis mil años está mezclado con nuestras células. Para
eliminarlo es necesario el arrepentimiento.
No os durmáis. Seamos personas que no descansen, que oren y guarden el monte de
Getsemaní.
Cuando muera, quiero dejar algo mío. Cuando muera, quiero pedir que, aunque sea uno sólo
de mis cabellos, descanse en el santuario.
¿Qué nos vamos a llevar cuando dejemos esta tierra? Un ser en unidad prepara lo que se va a
llevar. Si sois un ser único en la familia, recibiréis la bendición de la familia, y si sois un ser
único en la nación, recibiréis la bendición de la nación.
No debemos olvidar que Dios nos ha puesto en esta posición comprándonos con Su tristeza,
cambiándonos con Su tristeza y buscándonos con Su tristeza.
Debemos sentir la agonía de preguntarnos si podemos ofrecer consuelo a Dios.
Cuando os enfrentéis a un problema, no lo resolváis a vuestra manera sino pensad en cómo lo
resolvería Dios, y la respuesta surgirá espontáneamente.
¿Habéis pensado en que el día y la noche ocurren en tiempos diferentes en Oriente y en
Occidente? Pienso que si todos durmieran al mismo tiempo, Satán podría dominarles, por eso
Dios creó Oriente y Occidente para que la gente pudiera dormir tranquilamente.
Una verdadera dedicación conlleva una mayor alegría que la que sentimos en el momento de
entrar en la Iglesia de Unificación.
¿Dónde está el centro de mi corazón en este preciso momento? Esta es la cuestión.
El domingo es el día en que, después de haberos sacrificado y seguido un plan a lo largo de la
semana, podéis dar a los miembros algo que les dé alegría.
No sentimos fuerza en nuestra vida de fe porque no hemos sabido preparar un lugar para que
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Dios descienda a nosotros. Debemos unirnos a ese lugar o punto de Su presencia. Si nuestro
interés por esa morada es mayor que el universo, Dios no podrá abandonarnos.
Tengamos una fe correcta. Esto significa amar correctamente a nuestros hijos y al mundo.
Los santos de los Ultimos Días deben completar todo lo que los santos del pasado no pudieron
lograr.
Las palabras de la verdad siguen siempre un camino recto. Por tanto, para llegar a ser
verdaderos creyentes debemos hacer que nuestro corazón camine rectamente.
Las excusas no os sirven de ayuda en el camino que os habéis propuesto y, finalmente, os
conducen a un punto sin relación con vuestra meta. Si cometéis un pecado de valor diez, y os
sentís culpables como si fuera de valor cien pensando que no podéis presentaros ante Dios, El
considerará que tenéis una lealtad de valor diez. Una persona de fe no necesita excusas y debe
ser honesta.
Un pionero no se queja de las pruebas y las penalidades por las que ha de pasar. Una vida de
fe es una vida pionera, por tanto, si nos quejamos en nuestra vida de fe, no somos ni pioneros
ni personas de fe.
Cuando hay esperanza hay desarrollo y cuando no la hay, hay retroceso, o incluso, un paro
total. En el lugar donde no hay esperanza hay retroceso y donde hay esperanza hay desarrollo.
Por tanto, la felicidad o infelicidad dependen de la esperanza. Si una persona de fe que se
mueve anhelando una esperanza futura, se queda sin esperanza, llegará a ser la persona más
desdichada del mundo. Tendría una fe superficial.
Como pionero te enfrentas a cosas que son inesperadas y, por tanto, debes saber hacer un
análisis crítico de la situación con seriedad.
Dios nos hace ir por ciertas experiencias, no porque a El le guste, sino para que desarrollemos
una fe absoluta. Y nos da experiencias espirituales para que tengamos esperanza.
La fe absoluta no se encuentra cuando nos afirmamos a nosotros mismos, sino cuando nos
negamos sin poder abogar por nosotros mismos. La vida de fe no se limita a una vida interior,
sino que lo importante es cómo adaptamos la realidad que percibimos con las circunstancias
que nos rodean.
El conocimiento no puede controlar la vida. Sólo la religión puede dirigirla.
Al igual que un médico existe para salvar a los demás, mi creencia en Jesús debe llevar al
Reino de los Cielos a los que no creen.
No hay nadie que crea verdaderamente que el hacer algo por uno mismo sea bueno. Cuando
hacemos algo por los demás podemos sentir realmente que es bueno.
La Providencia de la Salvación de Dios no empieza salvando a la gente acomodada. La
salvación comienza con los que sufren, por eso, muchas personas de fe sufren, son pobres y
pasan hambre.
La vida de fe no es algo personal, sino que es como la vida de un siervo vendido. Puesto que
ha nacido como hijo de siervo, sólo a través de vivir una vida de siervo podrá recibir el amor
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y el reconocimiento de su señor.
La fe juega el papel de guía. Por eso, puede guiarnos hasta la puerta, pero no puede entrar en
la habitación.
El camino de Dios es un camino pionero y el camino de un hombre de fe es seguirle.
El camino de fe no necesita mucho tiempo, basta un día o, incluso, una hora de ese día.
La fe es un contrato entre Dios y el hombre a través de la Palabra.
Debéis tener una fe insaciable. De esta manera, siempre podréis ver vuestras limitaciones y no
os quejaréis. Esto os ayudará a estimular a vuestro líder cuando esté cansado.
Un árbol no se seca de repente. Aunque no podamos percibir si se está secando o no, va
caminando hacia la muerte. Con la fe ocurre lo mismo.
Una persona que no derrame lágrimas no está siguiendo el camino tradicional de la fe. Debe
derramar lágrimas de tristeza, lágrimas de emoción y lágrimas de agradecimiento. Esto le
permitirá desarrollar un fundamento de corazón.
En el camino de la fe, si no hay nadie que tire de ti desde arriba, es necesario que alguien vaya
a tu lado o que alguien te empuje desde abajo. Por eso es necesario que haya compañeros en
la fe.
Vayamos a la cabeza y no nos dejemos llevar.
Sois afortunados si ya desde vuestra juventud habéis tenido un fundamento de fe profunda.
Una vez que se pierde la fuerza en la vida de fe, no se puede recuperar.
En el camino de la fe debemos ir adelante haciendo mil, diez mil promesas en nuestro
corazón. Durante nuestra vida de fe debemos acumular elementos que nos ayuden a superar la
cumbre más alta.
En la vida de fe debemos poner en práctica los ideales día tras día.
No caminamos simplemente por recibir una orden. El camino que seguimos nos lo ha
ordenado el Padre caminando en nuestro lugar, por eso debemos sentirnos agradecidos.
Una persona de fe debe vencer cualquier revés. Cuando llegue el tiempo de recibir
penalidades, debo pensar que ha llegado mi momento y recibirlas con humildad.
III. TESTIMONIO
1. Testimonio
El testimonio debe estar precedido de la emoción de forma que esta emoción llegue a ser un
imán de corazón que pueda atraer a miles de personas. Pensad siempre en cómo podéis
incrementar esa atracción emocional.
El testimonio es como crear un segundo yo. Si dedicamos todo nuestro corazón como lo hace
una madre al dar a luz y alimentar a su hijo, no tendremos problemas.
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¿Habéis oído alguna vez el llanto de las personas que gimen en la tumba de Satán? ¿Y habéis
tenido alguna vez el corazón indignado de desear liberarlas?
Hay muchos que quieren salvar a personas buenas, pero muy pocos que quieran guiar hacia la
bondad y la felicidad a personas malas y miserables. Como la historia del mal se ha
prolongado durante seis mil años, debemos dar testimonio invirtiendo en cada persona por lo
menos seis meses.
¿Quién gritará en mi lugar heredando el corazón que tengo de gritar buscando cada rincón de
este país?
No hagamos preocuparse a Dios por nosotros después de que nos haya enviado, sino que
debemos ser personas que le hagan decir "ve tú en mi lugar". Esta es la gloria de este mundo.
Debemos hacer que nuestro cuerpo explote invirtiéndolo en cualquier área y preparar en ese
lugar un fundamento celestial donde poder atender a nuestro Padre.
El tiempo actual es el tiempo en que el quejido de la gente caída del mundo, pidiendo la
salvación, hace temblar el cielo y la tierra. Debemos escuchar ese llanto para transmitir el
corazón de la restauración.
Debéis tener la sensibilidad hacia vuestro lugar de testimonio como si vuestra carne y huesos
estuvieran fundidos allí. Al salir a un escenario para hablar debéis hacerlo con el corazón de
orar a Dios: "¡Padre! Perdóname porque, a pesar de tener muchos defectos, sea yo el que
tenga que salir a hablar". No estéis centrados en vosotros mismos, sino pensad que sois
soldados de Dios que están transmitiendo la Palabra del Cielo.
La eficacia del testimonio depende en un cuarenta por ciento del ambiente espiritual, en un
treinta por ciento del Principio y en un treinta por ciento de la práctica.
Debéis salir con la convicción y actitud de poder realizar con confianza una competición de
lealtad entre la gente que vive en el área del testimonio y la gente espiritual que ha vivido en
ese área para el beneficio de la misma.
Para subir a un árbol muy alto, hay que subir agarrándose primero a su base. La base suele
estar sucia y llena de barro. De la misma manera, si se quiere restaurar un pueblo, hay que
empezar resolviendo el problema más miserable del lugar.
Debemos tener el deseo de tomar un puñado de tierra del lugar en el que hemos derramado
nuestro sudor y nuestras lágrimas.
La persona que haga mucho por Dios en el tiempo que Dios le da, recibirá muchas
bendiciones. Al igual que los méritos obtenidos en la escuela nos siguen a lo largo de nuestra
vida, los méritos de este tiempo nos seguirán por toda nuestra vida eterna.
Debemos encontrar a tres personas con las que podamos superar juntos la cima de la vida y de
la muerte.
El secreto para dar testimonio a alguien es verle mucho con tus ojos, hablarle mucho con tu
boca, escucharle mucho con tus oídos, preocuparte mucho de él con todo tu corazón y darlo
todo por esa persona.
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La cuestión es uno mismo. Cuando voy a dar testimonio a un lugar, la cuestión es: ¿voy como
un mendigo?, ¿voy como un espectador? o ¿voy como el señor? Debemos saber claramente
que el ir a dar testimonio no es para cargarnos con deudas espirituales, sino para liberarnos de
ellas.
Si vuestra intención es transmitir la Palabra para utilizar a otros, no estableceréis un
fundamento de verdad. Dad sinceramente.
Debéis estar llenos de un corazón que quiera llorar y darlo todo al ver a una pobre persona. Si
con un corazón así, dais testimonio y oráis, estaréis en una posición en la que Dios sentirá
simpatía por vosotros.
Tomáos las cosas en serio. Si no lo hacéis, llegará el día en que lo lamentaréis.
No digáis que no podéis hacer algo. Si no podéis, esforzaros hasta lograrlo. Siempre hay un
camino. Buscadlo.
¿No es cierto que al decirle a alguien "¡no te esfuerces!", significa que esa persona no es
necesaria? Si hay algo temible en este mundo son estas palabras.
Yo no existo. Tengamos la actitud de que, "como estoy perdido debido al pecado, he de
enterrar mi yo".
Antes de quejaros de que el testimonio no va bien, reflexionad y arrepentíos primero sobre si
habéis llegado a unir en vosotros vuestra mente y vuestro cuerpo, y si habéis llegado a ser una
persona que pueda dar elementos positivos a todo el mundo.
Para preparar vuestro fundamento, emplead toda vuestra dedicación. Para ello: transmitid la
Palabra, mostrad un ejemplo de la Palabra con vuestras acciones y vuestra personalidad, cread
lazos de corazón con los demás de forma que os quieran contar todo, lograd que los demás
tengan muchos momentos inolvidables en el camino de la fe, haced que los demás actúen de
la misma manera que vosotros habéis actuado con ellos, haced que los demás sean vuestros
representantes.
Cuando el testimonio no vaya bien, no os desaniméis, sino continuad vuestra preparación.
Dad lo mejor de vosotros mismos hasta que llegue el momento adecuado. Añorad con un
corazón sincero a las personas buenas.
Si queréis salvar a todo el mundo, debéis entender sus circunstancias. Para ello debéis de
poneros en su situación.
Guardad silencio en momentos difíciles y preparad un plan. Si aún así no sale bien, necesitáis
una estrategia completamente distinta.
Las familias deben estar preparadas para ser movilizadas en cualquier momento. Si les dijera
que cruzarán el Océano Pacífico, aún sabiendo que pueden morir, deberían estar dispuestas a
hacerlo.
No digáis a otros que vengan, sino id vosotros a ellos y dadles testimonio.
¿Cuántas lágrimas he derramado para amar a una persona, para salvar a una persona? Si no
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hay un sacrificio verdadero, no se puede salvar verdaderamente a una persona.
Comenzad dando testimonio a vuestros familiares y amigos más cercanos. Antiguamente se
daba testimonio para arrebatarles su bendición, pero ahora, como vamos para darles la
bendición, no se opondrán.
Cuando deis testimonio, primero escuchad a la otra persona, comprended sus circunstancias y
después dadle a conocer las vuestras.
Como el testimonio es una forma de injertarse, después de eliminar los elementos conflictivos
con la otra persona, debéis dar testimonio mediante los elementos que os permitan entenderos
mutuamente. Después de que esa persona os cuente las circunstancias y secretos que ni
siquiera puede contar a sus padres o a su esposo o esposa, podéis empezar a darle testimonio.
Aunque no consigáis frutos a pesar de haberos dedicado completamente, no os arrepintáis. Ya
que la historia de Dios va adelante, aunque pasen diez o veinte años, si aguantáis y ofrecéis
vuestro más sincero esfuerzo, se producirá un desarrollo.
Incluso cuando estemos en nuestro trabajo debemos tener el corazón de decir a Dios: "haga lo
que haga, permíteme ampliar la relación contigo en este lugar". Debemos trabajar con esta
actitud.
Sólo cuando tenemos un corazón de no desear que alguien se vaya, de desear darle más y de
querer darle cualquier cosa que tengamos, podremos tener éxito en el testimonio y lograr que
esa persona tenga una nueva vida. Una religión cuyo propósito es únicamente la propia
salvación, ciertamente perecerá. Debemos recibir la salvación junto con toda la gente.
Aunque no tengamos méritos de nuestros antepasados, si damos testimonio a una persona que
tiene buenos antepasados, sus méritos se conectarán a nosotros.
Si damos testimonio a las peores personas como si fueran las mejores, impresionaremos
incluso a Dios.
Con el fuego interior de nuestros miembros conseguiremos que esta nación dé la vuelta.
Debemos pensar que esta tierra es nuestra tierra, que esta gente es nuestra gente y ponernos en
una posición como la de Moisés y Caleb ante el pueblo judío.
Antes de dormir, debemos orar: "Padre, perdóname por ir a dormir a pesar de no haber podido
esforzarme más por cumplir Tu Voluntad de restaurar a la humanidad y no haber podido
servirla más".
¿Habéis transmitido alguna vez la Palabra de Dios a riesgo de vuestras vidas? Cuando apeláis
a las circunstancias, el corazón y los deseos de la persona a la que estáis hablando, con las
circunstancias, el corazón y los deseos de Dios, se sentirá emocionada.
Cuando vamos a dar testimonio, si se establece una conexión en tres niveles entre Dios, yo y
la persona que recibe el testimonio, surge una mayor fuerza interior.
Mi deseo es ver el día en que esta nación, el mundo y yo unamos nuestras lágrimas y lloremos
juntos.
La vida de Dios es ir adelante abrazando al mundo con Su corazón.
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Si hubiera habido muchos seguidores que hubieran llevado por el mundo la voluntad de Jesús,
no habría surgido una historia tan trágica.
Orad tres horas por cada hora de testimonio. Antes de salir a buscar a alguien, debéis llorar.
Dios trabaja con aquellos que derraman lágrimas.
Cuando cuidáis tanto de vuestro invitado que no queréis que se vaya a casa aunque sea muy
tarde por la noche, vuestro testimonio será efectivo. Si dejáis que se vaya, no tendréis éxito.
Habrá un desarrollo si le despedís tras haberle dado todo. Si le protegéis y le guiáis más de lo
que otra persona lo haría, se sentirá atraído hacia vosotros. Si no dormís y oráis por él, no
dormirá y vendrá a buscaros.
Dad testimonio especialmente a vuestros familiares y amigos. Si no lo hacéis así mientras
estéis en la tierra, no os veréis libres de su acusación en el más allá.
Como habéis entrado en el camino de la Voluntad de Dios primero, reflexionad si estáis
estrechando las puertas del cielo, es decir, si estáis obstruyéndolas o si, por el contrario, estáis
trabajando para ensancharlas.
Si habiendo ido a la línea de frente a dar testimonio, resultáis heridos en vuestro espíritu, y
retrocedéis a la retaguardia sin el permiso del cielo, nunca podréis recuperaros de esas
heridas. Debéis volver a la línea de frente y, además, tener la determinación de ir
voluntariamente a un lugar cientos de veces peor que el lugar en el que estuvisteis antes.
Cuando tu conciencia te atormenta y sin embargo no haces ninguna actividad, llegarás a
enfermar.
Si os unís a la Iglesia de Unificación y nunca salís a dar testimonio, cuando vayáis al mundo
espiritual no podréis hablar, como si fuerais mudos.
Enviaros a dar testimonio es una gracia del cielo para que paguéis indemnización. Ni siquiera
Satán puede cortar el camino a los descendientes de gloriosos antepasados. Si lo hiciera, Satán
debe pagar indemnización. Por lo tanto es una ayuda.
Si hacemos que se sometan tres personas que se oponen a nosotros, el testimonio se hará más
fácil.
Si alguien llega a una posición alta, no tiene otro camino que descender de nuevo, pero si no
puede hacerlo por su propia fuerza, puede descender a una posición humilde a través de sus
hijos espirituales.
Debemos hacer que llegue el día en que, después de guiar a esta nación de treinta millones de
personas, podamos enviarlas a dar testimonio al mundo y entonces podremos decir que hemos
cumplido completamente nuestra responsabilidad.
Si incluso una vaca sabe reconocer las plantas venenosas y dónde está el matadero, mucho
más el hombre, que es un ser espiritual, debería saber distinguir entre un lugar de muerte y el
camino de la vida. Cuando ponéis todo vuestro corazón en salvar a alguien y éste no
responde, toda la bendición que esta persona ha acumulado se transferirá y será para la
persona que se haya esforzado en el camino público.
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Si no podéis dar testimonio, vuestro camino se verá obstruido.
Cuando Jesús comenzó el camino del Evangelio, abandonó sus circunstancias familiares, su
posición de hijo e incluso su propia esperanza y, finalmente, recorrió el curso de la cruz.
No desatendáis a la gente. Si tratáis fríamente a alguien que viene en vuestra busca, vuestro
camino se obstruirá.
Aquel que responda al corazón de un mensajero, más que al mensaje mismo, será un miembro
de la familia de Dios.
Transmitid la Palabra de Dios con todo el corazón de forma que los demás la reciban con todo
el corazón.
Si habéis reprendido a alguien, orad por esa persona, aprended de la situación y seguid
adelante.
Interesaos por los demás. Amadles.
Dar testimonio con el Principio es un ejercicio para encontrar el amor.
Nuestra meta, al luchar arriesgando la vida, ha sido encontrar personas justas. ¿Qué podemos
hacer para que sean personajes celestiales que puedan permanecer?
Si dais algo burlándoos, pereceréis. Debemos dar con lágrimas.
Lo triste de la historia es que hay personas que, aún teniendo, no saben dar, y personas que,
aún habiendo aprendido, no saben enseñar ni mostrar.
Cuando, después de transmitir la Voluntad de Dios, os toca dormir en la cima de una montaña
cubriéndoos con vuestro abrigo, pensad: "¡Qué gran actor he llegado a ser! ... Llegará el día
en que la gente vuelva a ver esta película y se eche a llorar".
Las conferencias del Principio Divino deben ser conferencias que, en el lugar de Dios,
proclamen a voces Su realidad interna. Preocuparos más del estándar de vuestro corazón que
del estándar de vuestra conferencia.
Las parejas bendecidas deben dar testimonio cada domingo sin falta.
Debe haber una diferencia entre el tiempo en que actuabais centrados en vosotros mismos y el
tiempo en que me seguíais obedientemente. Cuando me seguíais era el tiempo de restaurar un
fundamento espiritual y ahora es el tiempo de propagar lo que habéis heredado.
Debéis dar testimonio a tres personas al año como mínimo.
Si a un criminal se le dijera que será ejecutado si no da testimonio a una persona al mes,
¿podría hacerlo? También nosotros estamos en una situación de ejecución natural ya que
dentro de unos decenios hemos de morir.
Si hay tres personas que se oponen completamente a vosotros, aparecerá alguien, con toda
seguridad, que se pondrá de vuestra parte.
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Incluso los negocios deben hacerse como una condición para el testimonio.
2. Hijos Espirituales
A menos que encontréis tres hijos espirituales, vuestro curso de siete años no tendrá sentido.
Los hijos espirituales son una condición para prepararme para ser una persona pública.
Preparad y educad a tres hijos espirituales. Si lo hacéis así, estableceréis una estructura
familiar.
No sabéis la bendición que es y lo agradecidos que debéis estar por poder tener hijos
espirituales a una edad más temprana de la que yo pude tenerlos.
Para dar vida a los hijos espirituales debemos sacrificar a nuestros descendientes, y para dar
vida a la nación hemos de sacrificar a los miembros de la Unificación.
Tres hijos espirituales son los objetos condicionales que se corresponden a los tres grandes
regalos (oro, incienso y mirra). Por tanto, si no hay tres hijos espirituales no hay restauración
ante Dios.
Llegaremos a la posición de padres cuando tres hijos espirituales reciban la bendición
matrimonial. La cuestión por tanto es tener tres hijos espirituales.
Debemos establecer tres hijos espirituales para poder amar a nuestros hijos físicos.
Cuando nuestros hijos espirituales sirven a nuestro hijo o hija desde el momento en que está
en el vientre materno, se realiza la restauración por indemnización, y Satán corta
completamente su relación de sangre con nuestra familia.
Originalmente debemos concebir nuestros hijos después de establecer tres hijos espirituales
que les sirvan completamente desde el momento que están en el vientre materno, y así
podremos dar nacimiento a hijos que puedan ir al Reino de los Cielos.
Había tres arcángeles que debían servir a Adán. Para restaurar esto, debemos conseguir tres
hijos espirituales que demuestren una absoluta obediencia y que sirvan a nuestros hijos aún
antes de nacer.
Los tres hijos espirituales deben:
tener un corazón capaz de ir hasta el punto de la muerte, dando sus vidas en tu lugar,
servir a los hijos de tipo Abel desde el momento de su concepción hasta el momento de su
matrimonio.
Entonces, esa familia estará completamente libre de la acusación de Satán.
Los tres hijos espirituales ante Dios son, a nivel vertical: Adán, Jesús y el Señor de la
Segunda Venida, y a nivel horizontal: Caín, Abel y Set; Sem, Cam y Jafet; y Abraham, Isaac
y Jacob.
Debido a que Jesús perdió a sus tres hijos espirituales, no tuvo más remedio que enfrentarse a
grandes pruebas.
Con la experiencia de haber amado a vuestros hijos espirituales, debéis educar a vuestros
96
propios hijos.
Si tres discípulos hubieran muerto con Jesús, Dios les habría resucitado antes que a Jesús y
después de resucitar a Jesús, éste no habría ascendido al cielo, sino que habría establecido un
fundamento espiritual de cuatro posiciones en la tierra que le permitiría realizar su labor en la
tierra junto con el Espíritu Santo y se habría establecido rápidamente la Voluntad de Dios sin
necesidad de un trágico derramamiento de sangre. Estos tres discípulos son los hijos
espirituales.
Dios desea encontrar a hijos que derramen sus lágrimas por El.
La relación padre-hijo es el origen del cielo y de la tierra.
Por muy fea que sea una madre, es la única madre que reconocen sus hijos.
El mejor regalo que podemos hacer a Dios es buscar a Sus hijos muertos y traérselos.
La restauración de los tres hijos espirituales es:
la restauración de los tres arcángeles al nivel espiritual,
un requisito absoluto para determinar la posición de los padres,
un requisito absoluto para establecer a los hijos físicos en una posición de victoria completa.
La responsabilidad de los que han entrado a la Iglesia de Unificación y, después, la han
abandonado, tiene que ser indemnizada por lo que vengan detrás.
¿Podríais dar a vuestros hijos espirituales la posición más alta que habéis alcanzado?
Debéis dar vida a tres personas y educarlas una a una, y de esta forma conseguiréis una
unidad de corazón.
Debéis invertirlo todo aunque sea en una sola persona.
IV. PRUEBAS Y TRIBULACIONES
El secreto para superar una prueba es no estar centrado en uno mismo.
Todas las adversidades y pruebas a las que os enfrentáis son para que, a través de ellas,
comprendáis correctamente lo que Dios ha pasado. Por tanto, cuando os enfrentéis a la
adversidad, estad contentos y agradecidos porque esto es una evidencia de que Dios os ama.
Dios siempre golpea primero a Sus hijos amados y después, a Satán.
El castigo aparece cuando nos separamos del fundamento celestial de la existencia (cuando
nos oponemos a la fuerza de la ley celestial), pero Dios no nos castiga directamente.
No evitéis la confrontación. Cuanto más amplios son los límites de la confrontación, mayores
son las oportunidades de victoria.
Si representáis al lado del bien, debéis poneros en una posición de sufrimiento y así Satán no
podrá golpearos. Si estáis en el lado del bien y no sufrís, Satán os acusará e intentará
golpearos.
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Cuando te hayas esforzado con todo tu corazón y tu líder, en cambio, reconoce a otro menos
capacitado que tú, y a ti te ignora, no te sientas deprimido, sino ora de esta manera: "¡Padre!
No es necesario que me reconozcas ahora. Voy a preparar el momento en que yo pueda
hacerte reír de dicha. No quiero que me reconozcas mientras te sientas infeliz".
Si llegas a ser una persona que pueda recibir simpatía de Dios y ser recordada por El, Dios, a
través de ti, hará Su historia más grande que a través de las personas más poderosas de este
mundo.
Ultimamente le pido a Dios en mis oraciones: "Te ruego que des a los miembros la fuerza
para aguantar y perseverar incluso en las situaciones más trágicas".
Sed responsables en la situación de máxima tristeza, mortificación e indignación. Si
mantenéis un corazón así, superaréis todas las pruebas.
Por mucho que Satán os ataque con pruebas, si vais por el camino del sacrificio, no habrá
problema. Cuando os excusáis, Satán viene.
Al igual que la religión se desarrolló bajo las penalidades del martirio, cuando recibís
persecución evitáis la corrupción.
El Cristianismo comenzó en la cruz y donde se implantó, fue perseguido y derramó su sangre.
El Cristianismo actual dominará al mundo cuando asuma la posición de ser perseguido.
¿Acaso no está el palacio del Cristianismo en la colina Vaticana donde murieron la mayoría
de los mártires?
La estrategia de Dios es ser golpeado para recuperar lo perdido. Por tanto, cuando seamos
golpeados, aceptémoslo bien.
Mis muñecas se han visto abrazadas muchas veces por esposas. Pero no soy una persona que
se hunda por ir a prisión.
No acabéis agotados. Si no os oponéis a la Ley Celestial, avanzaréis de forma automática. No
os dejéis morir, permaneced.
Si queréis escapar del fuerte viento en vuestro curso del desierto, os convertiréis en pasto de
los buitres. Aquellos que tienen miedo del periodo de desierto no son Israel.
Hasta ahora, los profetas, la gente y las naciones han sido golpeados continuamente. Pero
mientras no fueran derrotados por la persecución, podían subyugarla.
Durante el curso del desierto, no os quejéis de las circunstancias. Si hubieran ido diciendo:
"soy una mujer", "soy un anciano", "soy... cualquier cosa", no hubieran podido ir detrás de
Moisés, y entonces, ¿podrían haber evitado la muerte en el desierto?
Donde no se pueda establecer el estándar relativo y la acción de dar y recibir perfectos de la
creación original, habrá sufrimiento y tristeza. Por lo tanto, cuando no aceptáis una posición
de tristeza, sufrimiento o dolor (especialmente ante Dios que es la esencia de la creación), no
seréis un modelo que pueda establecer el valor de la existencia.
Tres años después de que conozcas la Voluntad de Dios, vendrá una gran prueba. Será el
momento de restaurar por indemnización la posición de Pedro que siguió a Jesús por tres años
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y después le negó.
Satán no está en ningún otro lugar sino en mí mismo. Como está en mí, siento envidia, celos,
excesiva avaricia y agresividad. Uno mismo tiene que morir. Todo lo que va unido a la
palabra "yo" es Satán. Reiros de vosotros mismos y juzgaos. Satán nos domina siempre a
través de los que están más cerca de nosotros y de lo que más nos agrada.
Soportad muchas pruebas en vuestra vida de fe y preparad un fundamento victorioso que os
permita ser una roca sólida en la que Dios pueda confiar.
Al igual que en el año hay cuatro estaciones, hay un tiempo, similar a la primavera, en que se
recibe la bendición; un tiempo, similar al verano, en el que esta bendición crece; un tiempo,
similar al otoño, de recoger los frutos de esta bendición; y finalmente un tiempo, similar al
invierno, en que vendrán pruebas. Sentiros agradecidos por las pruebas. Las pruebas reflejan
el amor de Dios y Su deseo de que nos separemos de Satán. Las pruebas se corresponden al
invierno y si aguantamos hasta pasarlo, recibiremos una nueva bendición con la primavera.
La cosecha no se acaba simplemente con meter el grano recolectado en el granero. Hasta que
no se le quita la cáscara tres veces y se muele en el molino, no puede ser ofrecido finalmente
en la mesa del señor. De la misma manera, nosotros, en nuestro curso de fe, nos entrenamos
yendo por muchas pruebas y sufrimientos y nunca debemos abandonar.
Al igual que una luz muy fuerte proyecta una sombra muy intensa, una gran bendición
conlleva antes o después grandes tribulaciones.
Para superar una crisis hay que tener una fe profunda, un plan preciso y la convicción de
ponerlo en práctica.
"Yo" he sido elegido, comprado y cambiado al precio del dolor del Cielo. Si olvidáis esto, no
podréis subir a la cresta de la ola histórica de la muerte.
Aunque he pasado por las pruebas de Satán, no he pasado por las pruebas de verdaderos
hermanos, verdaderos padres y verdaderos hijos. Como todos vosotros habéis pasado por
estos tres tipos de pruebas, en este sentido sois mejores que yo.
La prueba de Satán viene en la cima más alta, en la cima de la cruz. En ese momento Dios no
puede interferir.
Si vivimos con la convicción de que Dios nos acompaña, de que el corazón de Dios está con
nosotros, de que el cielo y la tierra están bajo nuestro control, no sufriremos la invasión de
Satán.
Aquellos que establecen un objeto condicional y un tiempo providencial por sí mismos,
pueden avanzar sin ir por las pruebas de Satán.
Si os endeudáis con alguien, tendréis que ser un siervo de esa persona. Si no lo sois,
pereceréis. Podréis tomar vuestra posición, cuando aquellos que quieran oponerse a vosotros
no puedan hacerlo.
Aquel que, aún recibiendo un estímulo, no puede sentirlo, es que sus raíces se están
pudriendo.
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Si recibís persecución, ascenderéis verticalmente.
Una persona que tiene su esperanza puesta en sí misma vivirá en sombras y oscuridad, pero
una persona que vive abrazando una gran esperanza, sin saber por qué, irradia frescura y
valor.
Entre los miembros antiguos de la Familia, hay algunos que sólo recuerdan el hecho de que
han sufrido y no tienen fuerzas para dirigirse hacia la meta. Son como personas muertas.
Normalmente, cuando la fe es grande, la realidad parece pequeña, y a medida que la fe
empequeñece, la realidad parece agrandarse.
Si recibís una prueba de valor diez, buscad enfrentaros a una prueba de valor cien. Y entonces
descubriréis que habéis sido liberados. Si buscáis una posición más miserable que la prueba a
la que os estáis enfrentando, Dios se unirá a vosotros.
No penséis que os estáis enfrentando a todas las dificultades solos. Pensad que las estáis
pasando con Dios. Si oráis a Dios cuando estáis afrontando grandes dificultades: "¡Padre!
Quiero recibir voluntariamente la indemnización por los errores de mis antepasados. Y
ayúdame para que estos errores no se vuelvan a repetir", entonces iréis más allá de la
indemnización.
Debemos comprender cuál es el problema principal de nuestra figura central y cuál es nuestro
problema principal, y tratar de superar ambos desesperadamente.
Para recorrer el curso de sufrimiento y pruebas, necesitamos un compañero que pueda
entendernos aunque todos los demás nos abandonen.
No podemos colocarnos la corona de laureles de la victoria sin haber superado antes cualquier
tipo de prueba.
Jesús nos enseñó que el método para someter a Satán es: "Sed mansos y humildes" "Someteos
obedientemente" "Sacrificaos voluntariamente".
Para llegar a ser victoriosos debemos pasar tres pruebas: primera, el sufrimiento por las cosas
materiales; segunda, las pruebas por la gente; y tercera, la prueba directa de Satán o la prueba
directa de Dios en lugar de Satán.
Si no superáis las pruebas del cielo y de la tierra, no podréis restaurar el fundamento del bien.
La primera prueba es la prueba de las cosas que te rodean; la segunda es la prueba de la gente;
y la tercera es la prueba espiritual.
Al igual que las raíces de un árbol se adentran profundamente para aguantar cualquier tifón,
debemos ser capaces de exclamar: "¡qué soplen los vientos de Satán!".
El pueblo de Israel pereció porque no esperaba que, después de conseguir la libertad tras las
penalidades en Egipto, tuvieran que afrontar pruebas aún mayores.
Dios te da Su gracia para fortalecerte en el camino del sufrimiento.
Aunque alguien vista una chaqueta fina, puede vencer al invierno si corre. De la misma
manera, aunque nos encontremos en situaciones muy difíciles, si siempre tenemos un corazón
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de correr, podemos conquistar cualquier dificultad.
Una persona en busca de un mundo desconocido debe escalar la cima más alta. Al llegar a la
cima podrá contemplar el nuevo mundo que está tras la montaña. Pero no es fácil escalar esa
cima. Se debe recorrer un sendero escarpado, lleno de penalidades, un camino de espinas.
Una vida de perseverancia y superación es el sendero normal del proceso de la restauración.
V. SERMON
Un sermón está hecho con palabras de una vida que ha derramado sangre, sudor y lágrimas.
Cuando deis un sermón, no penséis que lo estáis haciendo a toda la audiencia. Dad el sermón
a una sola persona. Si esa persona llora porque se siente bendecida, todos los demás la
seguirán. Por eso debéis decidir claramente a quién vais a dedicar el sermón de hoy,
invirtiendo toda vuestra energía espiritual.
Antes de dar un sermón, dedico más tiempo a orar por los miembros que por el sermón
mismo. Oro con todo mi corazón: "¡Padre! ¿Qué puedo hacer para guiar y elevar a esta
gente?". Y después, doy el sermón siguiendo los dictámenes de mi corazón.
Cuando os subáis al estrado, debéis sentir en vuestro corazón que estáis allí para encontraros
con las personas que Dios ha estado buscando.
Cuando no deis un buen sermón como líderes de la Iglesia, debéis arrepentiros derramando
sudor y sangre tres veces. Y si no habéis podido transmitir la bendición a vuestros miembros,
debéis indemnizarlo pagando el precio a través de una labor servicial.
Una persona que está en un púlpito debe ser consciente de que, si no practica lo que predica,
la gracia le será arrebatada por aquellos que sí lo hacen.
Fundiendo nuestra carne y nuestros huesos, dejemos un sermón de silencio para las
generaciones venideras.
Debéis dar el sermón con un corazón como si fuerais a ser ejecutados. El lugar donde deis el
sermón, debe ser el lugar donde derraméis vuestras lágrimas diciendo a Dios: "¡Padre! Voy a
empezar".
Un líder de Iglesia debe subir al púlpito con una mente igual a la que un doctor tiene cuando
trata a un enfermo con una enfermedad grave.
Subís al púlpito para encontraros con la gente. El problema no es la preparación del sermón,
sino el corazón.
Para dar un sermón de tres horas, preparaos con un corazón sincero por tres horas.
Cuando deis un sermón, la fuente de vuestras palabras no debe estar en vosotros, sino en
Dios. Llegad a ser los recipientes que puedan contener la Palabra de Dios.
La preparación del sermón sigue un procedimiento. Por tanto, decidid primero el título del
sermón.
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Al igual que para encender un fuego es necesario un papel con el cual prenderlo, cuando dais
un sermón, debéis buscar una persona en la que pueda prender el fuego del corazón.
No os esforcéis en dar un sermón bonito, sino en que sea verdadero.
VI. ORACION
Vuestro corazón, cuando oráis, debe ser tan sincero y profundo como el de un bebé que añora
la leche de su madre cuando está hambriento.
El método para orar es:
hacer que mi corazón sea como el corazón de Dios en los seis mil años de la restauración,
entender el corazón indescriptible de Jesús,
reconocer el curso de sufrimiento por el que el Padre ha tenido que ir para realizar la Voluntad
de Dios,
pensar en la situación de los miembros de la Familia que están luchando por la Voluntad de
Dios,
orar como una ofrenda centrada en las propias reflexiones y promesas.
¿Acaso no hay muchas maneras de saludar en el mundo? Averiguad la forma de orar.
Podemos distinguir dos tipos de oración, la que se hace por un individuo y la que se hace por
un propósito público. Cuando el individuo al que va dirigida la oración no responde, su
bendición pasa a vosotros, y cuando se ora por un propósito público, se reduce el tiempo del
juicio.
La oración es como una jarra de agua honda. El ambiente de la oración es como el aire que
respiramos.
Cuando oramos a Dios, debemos orar con un corazón puro como el de un niño cuando pide
algo a su padre.
Antes de orar por la Voluntad de Dios, separad fríamente el bien y el mal en vuestra mente y
cuerpo. Orad estableciendo vuestra dignidad ante Dios.
Hasta ahora hemos orado pidiendo la bendición de Dios, pero ha llegado el momento de orar:
"quiero ofrecerte todo lo que tengo. Tómalo, por favor".
Debéis ser capaces de emocionar a Dios. Cuando tengáis hambre, no oréis centrados en
vosotros sino en Dios, y hacedlo de esta manera: "¡Padre! ¡Cuánta hambre habrán pasado Tus
hijos yendo por el camino de la restauración hasta hoy! ¡Y qué triste has tenido que sentirte,
Padre, al ver todo esto!".
Mediante una vida de oración, haced que incluso vuestro rostro muestre el mérito espiritual.
Si llegáis a controlar el mundo espiritual y ser expertos en el Principio, llegaréis a tener
confianza en vosotros mismos.
Orad mucho. Si oráis, aunque estéis solos, no sentiréis soledad en absoluto. La oración es
como la respiración.
Si oráis mucho seréis más brillantes espiritualmente, tendréis el poder de distinguir el bien y
el mal, y vuestra sensibilidad se agudizará.
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Llevad una vida de oración. Mientras camináis, orad para vivir de acuerdo a la Palabra de
Dios, y orad para que se haga parte de vuestra sangre y carne y se mueva dentro de vosotros.
Si oráis por toda la humanidad más que por vosotros o por vuestra familia, el beneficio
conseguido a través de las oraciones de toda la humanidad, vendrá a vosotros.
Antes de orar debéis conseguir la paz en vuestro corazón.
El "Padre" al que vosotros llamáis y el "Padre" al que yo llamo son iguales en nombre, pero
diferentes en dimensión.
Orad "Padre, quiero darlo todo a la humanidad, por tanto, ayúdame a ser capaz de hacerlo".
En mi oración le pido a Dios que me permita unirme a El y servirle uniendo el cielo y la
tierra. Nuestro pensamiento, ya estemos despiertos o dormidos, debe ser establecer una única
soberanía, una única humanidad y un único territorio para Dios.
La oración es el punto donde se concentra nuestra devoción.
La oración no es el momento para sentirse orgullosos, sino el momento de presentar nuestra
ofrenda. Debemos pedir a Dios que, como ofrenda, nos acepte a cambio de Su alegría.
Cuando sea el momento de orar no debemos hacerlo centrados en nosotros mismos, sino
centrados en el corazón de Dios que ha venido realizando la larga historia de la dispensación.
Debemos orar por la gente más que por las cosas materiales. Si queréis orar por cosas
materiales, hacedlo después de haber establecido como condición el haber ofrecido todo lo
que tenéis.
A veces tengo miedo de que se realice el contenido de mis oraciones. Si se cumple lo que
pido, temo que la conexión con el Cielo termine en un momento dado, pero si no se cumple,
sé que Dios seguirá aferrado a la Iglesia de Unificación.
Debemos ser capaces de recibir inspiración al escuchar nuestra propia voz en la oración, y
esto llegará a ser una fuente de bendición.
En la oración debemos primero despertar nuestro corazón y, a través de él, preparar el camino
para orar. De esta manera, la divinidad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo podrá
relacionarse con nuestro corazón.
La oración debe estar acompañada de sacrificio y devoción.
Debemos orar tres veces al día por los miembros de la iglesia. Especialmente debemos orar al
amanecer.
Si llevamos una vida de profunda oración, nuestro espíritu se irá ensanchando como las ondas
del sonido.
Antes de evaluar a los miembros de la Familia, debemos orar por ellos. Y para ello, debemos
crear un vacío en nosotros mismos.
103
Debemos sentir que la fuerza con la que llamamos al "Padre Celestial" es mucho mayor que la
empleada por muchos religiosos y hombres justos. Debemos orar de forma que podamos
sentir que Dios está escuchando sólo nuestras palabras.
Si oráis: "voy a perseverar", recibiréis energía.
¿Ha habido un pueblo tan devoto que, habiendo orado una vez, haya esperado durante mil
años?
Dios quiere escuchar la oración confiada de un hombre valiente que está en una posición de
completa soledad y gran riesgo.
No seamos personas que reclaman lo que hemos dado. Oremos para que Dios nos dé algo
después de miles de años. Olvidemos que hemos ayudado a los demás.
¡Ofreced vuestro corazón sincero! Los padres que así lo hacen intuyen si sus hijos están
sufriendo alguna desgracia cuando están fuera de casa.
La habilidad ilumina un aspecto, pero un corazón sincero, como es el centro, puede iluminar
mil aspectos.
Los padres deben levantarse al amanecer, coger las manos de sus hijos y orar con lágrimas.
Cuando los hijos lleguen a apreciarlo, se convertirá en una tradición.
Cuando nos levantemos por la mañana temprano para orar, debemos saber oír el sonido de los
latidos de nuestro corazón.
Debéis orar para recibir una guía minuciosa. Tenéis que orar con todo vuestro corazón.
El que nuestra oración se cumpla rápidamente o no, depende de si está, o no, de acuerdo con
el propósito de Dios.
Los líderes de la iglesia deben orar el doble de tiempo del que van a utilizar en su sermón.
Una vida de oración es una vida de informar con franqueza.
El lugar en el que hemos ofrecido nuestro corazón es el punto de comienzo del Reino de los
Cielos.
Soy una persona que evita orar en reuniones públicas. Es vergonzoso que una persona que no
ofrece una dedicación sincera en su vida diaria, ore ante personas que están ofreciendo una
mayor dedicación.
Una dedicación sincera es más temible que el veneno.
Serán recordados en la historia aquellos que ofrezcan su devoción más que su habilidad.
Hay cuatro tipos de personas: norte, sur, este y oeste. Cada persona tiene un tiempo diferente
para recibir la gracia divina en la oración.
VII. DIEZMOS
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El diezmo es el camino original de los hijos elegidos. A través de ofrecer el número uno, que
es el número de Dios, se establece una condición por la que se ofrecen al mismo tiempo los
nueve números restantes, por tanto, debemos considerar que este número uno es el más
importante entre los diez.
El domingo es el día del diezmo, por tanto no es un día nuestro. Es el día de obedecer a Dios
como El nos pide. Es un pecado utilizar las cosas del Cielo como nuestras.
El diezmo se aplica a todas las cosas. Por ejemplo, entre diez aulas de una escuela, una de
ellas debería usarse como el aula de servicio gratuito para niños pobres.
Uno de mis hijos debería ser ofrecido a Dios, y si esto no es posible, deberíamos al menos
ayudar a un hijo de otra familia a ser educado y ofrecido a Dios.
El diezmo en la vida de la Iglesia debe hacerse de manera que diez familias apoyen a un líder.
Si no se hace así, no podrán conseguir el reconocimiento como ciudadanos del Cielo.
Diez personas deben mantener a una persona celestial.
En la persona que controla el dinero, el carácter es lo primordial. Sus palabras y sus obras
deben estar armonizadas.
El dinero público es una semilla. Si se planta dará frutos. Si no los da, todo se perderá.
Si alguien no es estricto con el dinero público, será expulsado. Esperad y ved. Lo sé todo,
pero estoy esperando el momento.
Si utilizáis indiscriminadamente el dinero público que os doy, tendréis problemas.
Los que no sean un ejemplo ante los demás en lo referente al dinero público, no podrán estar
conmigo. Cuando se establezca un fundamento nacional victorioso, todo se aclarará. Si se
aclarara ahora, no habría forma de salvar la nación, por tanto debemos aguantar y seguir.
La Sal Santa es como la levadura. Es algo fundamental santificar todas las cosas que
compramos y santificarnos en la puerta al volver a casa después de haber estado fuera.
No devolváis al mundo satánico las cosas santificadas. Si es inevitable, dadlas con la mano
izquierda.
Cuando haya que vender alguna propiedad santificada, el principio básico es que lo hagamos
después de haber recibido permiso de la iglesia local, de la iglesia regional y de la iglesia
central.
Nuestros miembros deben poseer sus tierras sintiendo que son lugares santos.
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SOBRE LA BENDICION
I. BENDICION
Ser una familia celestial que ha recibido la Bendición conlleva un título temible y una
posición temible. Porque es una posición de tomar responsabilidad por la identidad familiar,
el linaje y el corazón.
Como las familias bendecidas son los antepasados eternos, lo único de lo que podrán sentirse
orgullosas en el futuro será del linaje, del carácter familiar y del corazón. Para sentir orgullo
del carácter familiar hay que tener cuidado con vuestros ojos, oídos y boca. Elegid lo que veis
y oís, digeridlo todo y guardad silencio. Guardad discreción siempre excepto cuando tengáis
que tomar la posición de juzgar digna y responsablemente.
Dios reúne a las familias bendecidas ante el altar de las ofrendas. Las familias deben
presentarse ante el altar llorando por la miseria de su ofrenda.
La bendición no viene en una posición cómoda. Antes debemos superar la cima del
sufrimiento y de la cruz. Hasta ahora, en la historia, ha habido un gran sufrimiento y muy
poca bendición. Pero en los Ultimos Días el sufrimiento y la bendición estarán en proporción
directa.
No deberíais recibir la Bendición si habéis contraído alguna deuda. Preparad vuestro corazón
para recibir la Bendición aunque sea ofreciendo a Dios un poco de paja.
Si una familia bendecida no comprende el significado de la Bendición, le pesará por miles de
años.
Estableced una base a través de una lealtad y una piedad filial que estén más allá de cualquier
acusación. Debéis sentiros orgullosos de ser familias ejemplares. A lo largo de la historia es
posible que se haya establecido un estándar de lealtad y piedad filial, pero no de familias
ejemplares. La Bendición es para establecer familias ejemplares.
En el futuro no recibiréis la acusación de Satán, sino la de los ángeles y la de los santos del
pasado.
Aunque la persona que haya recibido la Bendición tenga algún defecto, debemos respetarla
porque el Cielo, aún sabiéndolo, le ha dado la Bendición.
No debemos criticar a la ligera a las familias bendecidas. Sólo después de que respetemos la
bendición de Dios podrá empezar nuestra historia.
Cuando visitemos una zona determinada, primero debemos visitar a la familia bendecida de
esa zona y después preocuparnos de nuestros propios asuntos. Una familia bendecida es la
puerta de entrada a ese lugar.
Cuando estemos frente a familias bendecidas, debemos respetarlas porque están en la posición
de Dios. Si una familia bendecida no cumple su responsabilidad, su bendición irá a parar a
aquella persona que haya servido a esa familia.
Si una familia bendecida se esfuerza sinceramente por su área pero ésta le responde fríamente,
106
ese área decaerá.
Después de recibir la Bendición iréis por pruebas que tratarán de arrebataros esa bendición.
Esas pruebas pueden venir de otras personas, de seres espirituales, de Jesús e incluso de Dios.
Hay muchos momentos en los que oro con lágrimas por las familias bendecidas. ¿Por qué?
Porque las he bendecido y me siento indigno ante Dios. Las he venido guiando hasta ahora
para que Dios las reconozca en algún momento.
Me preocupa llegar a ser vuestro enemigo si permito cualquier desviación en la ideología de
la Iglesia de Unificación.
La lealtad, el arcángel. La piedad filial, Jesús. La fidelidad, nosotros.
Sé que habrá muchas dificultades ya que he bendecido a personas que no han seguido el curso
fórmula. Pero todos vosotros debéis formar familias que puedan heredar el corazón, el
carácter familiar y la ley, y preparar así una nueva historia.
Este es el tiempo en que las familias bendecidas deben cumplir su cinco por ciento de
responsabilidad. Como estoy en la posición de examinador, puede parecer que soy vuestro
enemigo. Pero si yo no lo hiciera, Satán podría probaros, por lo tanto, no puedo hacer otra
cosa.
La Bendición es el punto donde se cruzan la mayor felicidad y la mayor desgracia.
La Bendición tiene tal valor que no se podría comprar aunque vendiéramos a Dios.
"Somos ciudadanos del Cielo". El pueblo elegido es un pueblo que no puede poseer
completamente a Dios, pero el pueblo celestial, sí. Como somos ciudadanos del pueblo
celestial, aun después de la muerte, Satán no podrá llevarnos.
"Las Bodas del Cordero" es una ceremonia sagrada en la que se bendice a un hombre y una
mujer para que hereden el cielo y la tierra.
El valor de los Verdaderos Padres no se puede cambiar ni por todo el oro del mundo y el valor
de los Verdaderos Hijos no se puede cambiar ni por toda la humanidad.
¿Conocéis el valor de la Bendición? La Bendición se da sobre un fundamento que ni siquiera
han podido establecer Jesús y el Espíritu Santo a pesar de haberse esforzado durante dos mil
años desde la resurrección.
La posición de recibir la bendición es la posición de Adán y Eva antes de la Caída.
Dios no da Su bendición a las parejas para ellas mismas, sino para restaurar la sociedad, la
nación, el mundo y el universo.
La Bendición prepara un fundamento de felicidad para nuestro mejoramiento.
Recibimos los golpes en la Ceremonia de Indemnización porque existe Satán.
Si una familia vive en discordia, Satán la invadirá.
107
Gracias a las familias bendecidas hay un crecimiento del mundo horizontal. Sin familias
bendecidas, el mundo sólo se desarrollaría verticalmente.
La familia es el lugar donde el amor de Dios se conecta con los hombres y mujeres en la
tierra. Por lo tanto la familia es el fundamento para establecer el Reino de los Cielos.
La Ceremonia del Matrimonio Santo se realiza para cumplir el Principio de la Restauración.
Las familias bendecidas deben seguir el mismo camino que yo he seguido, vomitando sangre,
suplicando a Dios.
Después de la Bendición viene un tiempo de grandes movimientos. Jacob, después de
veintiún años, tomó a sus hijos y sus pertenencias, y se dirigió hacia Canaán; Moisés partió
para restaurar Canaán; después de Jesús hubo una gran migración de las tribus germánicas y
en el futuro también habrá grandes movimientos en el mundo.
Las familias bendecidas son las dueñas de la Iglesia de Unificación.
Debéis vivir orando de esta manera: "Voy a heredar la tarea del corazón, la tarea de forjar el
carácter familiar y la tarea de la Voluntad (la Palabra) que me has ordenado".
En el corazón hay diferentes relaciones: verticales (con los padres), horizontales (entre marido
y esposa) y de derecha e izquierda (con los hermanos).
Mediante la Bendición podéis heredarlo todo.
La vida de la Iglesia de Unificación es la continuación de un ritual sagrado. ¿Podría
compararse el tiempo del servicio dominical y del servicio de la promesa con presentarse ante
el rey?
Las familias bendecidas deben llegar a ser la raíz sobre la que depende la restauración de la
nación. No es posible injertarse en una raíz podrida.
Si las familias bendecidas no llevan una vida ejemplar y son objeto de acusaciones, su
remordimiento durará mil años.
Si se rompe la Bendición después de haberla recibido, no se puede arreglar. La Bendición es
el camino inevitable por el que deben pasar todos los seres humanos.
El propósito de la Providencia de la Salvación de Dios no es establecer un hijo adoptivo ante
el Padre, sino un hijo de linaje directo. El procedimiento se lleva a cabo a través de las Bodas
del Cordero.
De acuerdo a mi experiencia, el Cielo me prometió la bendición que se halla en lo más
elevado, pero después de recibir esa promesa, el Cielo me llevó al lugar más humilde.
El camino de la restauración no se adapta a nuestros deseos, sino que debe ser bueno para los
que siguen el camino del Cielo. Cuando véis que las familias bendecidas más antiguas no han
tenido nada para vestir, ni para comer y no han podido vivir bien, aprended de ellas a saber
vivir con dificultades.
En tres generaciones debo elegir tantas familias como el número de familias del pueblo de
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Israel que cayeron en el desierto, y debo sentirme orgulloso de ellas como modelos de lealtad
ante el universo.
El sufrimiento es el método para poder preservar la Bendición.
La única esperanza que permanece es recibir la Bendición. No recibiremos nunca la bendición
de Israel si la esperamos sentados.
¿Cuánto pagaríais por recibir la Bendición de Dios? Debéis poder decir: "Pagaré con el amor
que hierve en la sangre de un hijo de piedad filial".
Debemos añorar la tierra de la bendición. Jacob pidió que se le enterrara después de su muerte
en su tierra natal.
Debemos tener un ideología universal para poseer la tierra bendecida.
La bendición es una promesa, pero pertenece a los que hagan realidad esa promesa en el
futuro.
La ceremonia de la Bendición es sencilla, pero el contenido histórico que esconde es de una
tremenda dificultad. El fundamento de la bendición es tal que cuando la Bendición se ríe, el
universo entero se ríe.
Una familia bendecida tiene la misión de un segundo mesías, por tanto, no debe llegar a ser
una carga. Si no puede cumplir su misión, la Bendición llega a ser un desastre.
II. ESPOSOS IDEALES
Amad al máximo a vuestro cónyuge a través de una relación de corazón.
El establecimiento de una relación matrimonial es la reunión del universo, la reunión del cielo
y de la tierra. En una pareja bendecida, tanto el marido como la esposa son una manifestación
de las características duales de Dios y, cuando abracen a sus hijos, deben armonizarse con un
corazón como el de Adán y Eva uniéndose al universo.
Cuando unos esposos ideales viven en unidad atraen el universo. Como tienen el propósito de
establecer la Voluntad del Padre Celestial no viven pensando en su relación horizontal sino
que se alegran cumpliendo la Voluntad y hacen de esto el propósito de su vida.
Se puede comparar al hombre y a la mujer con los huesos y la carne. El hombre es el
representante del cielo y simboliza los huesos del mundo. Por lo tanto no debe olvidar su
dignidad e integridad.
La motivación y la meta de una pareja ideal deben estar puestos en Dios.
Antes de amar a nuestra pareja debemos poner una condición de amar a Dios, a los hermanos
y a los compañeros. De esta manera estableceremos un fundamento para poder presentarnos
ante Dios.
De acuerdo al Principio, la novia no debe tener un sentido de propiedad hacia su novio. El
Cristianismo ha establecido el ideal del novio y la novia y, por eso, en los Ultimos Días no
debe tener un concepto de propiedad o de conciencia propia ante Dios.
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En este curso histórico comenzado hace seis mil años, debemos tener integridad y dignidad.
Por tanto debemos llegar a ser hijos especiales. Dios ha planeado que Su linaje celestial se
perpetúe a través de nosotros después de preparar el momento adecuado. Por lo tanto, esto es
muy importante y muy serio. Debemos comprender que éste es el último camino y que no hay
otro destino para la restauración.
Los sabios de este mundo no han comprendido que la Voluntad de Dios es establecer a un
individuo con el propósito de formar una familia que es algo más elevado. Por lo tanto,
debemos entender que cuando las familias reciben la Bendición de Dios es para restaurar la
nación.
Jesús vivió como un hombre célibe hasta la edad de treinta y tres años. Todos nosotros que
conocemos el Principio Divino debemos llegar a ser personas en las que Dios pueda confiar
en lo referente al problema hombre-mujer, en cualquier lugar que estemos.
III. FAMILIA. VIDA FAMILIAR
La ley del amor implica el no ser dominado por la incompatibilidad, sino controlarla.
En la vida diaria de una familia se hace real el fenómeno de origen-división-unión. Cuando os
separáis por la mañana, hacedlo con alegría, y cuando os encontréis por la noche, hacedlo
también con alegría. Además, cuando volváis a casa tenéis que compartir con vuestra esposa y
vuestros hijos todos los hechos ocurridos durante el día, consultarlos y corregirlos.
Conectad todo con amor y sonrisas. En la relación de pareja debemos hablar acerca de la
Voluntad de Dios y si decidimos guardar un secreto relacionado con la Voluntad, podemos
hacerlo por la eternidad. Debemos llegar a ser una pareja así. Hasta ahora las parejas de este
mundo no han podido hacerlo.
El hogar donde los hijos pueden sentirse orgullosos y decir: "nuestro padre es bueno, nuestra
madre es buena, y lo que a nuestros padres les parece bien, vemos que realmente es bueno", es
un hogar seguro para ellos.
Si te enfadas con tu esposa y reprendes a tus hijos, debes pedirles perdón y amarles mucho
más.
Ha llegado el momento en que las familias bendecidas se reúnan y comiencen una nueva
historia. Los años sesenta fueron los años de pasar la cruz individual, y los setenta, los de
cargar la cruz al nivel familiar. Cada familia debe establecer, centrada en sí misma y en su
clan, el "Día de los Padres", el "Día de los Hijos", el "Día de Todas la Cosas" y el "Día de
Dios". A partir de ahora debéis guiar a vuestra familia y establecer la esfera definitiva de la
victoria en busca de la tierra de Israel.
Las familias bendecidas deben ser un modelo en su vida de servicio a Dios. Debéis llevar una
vida de preparación de vuestro cuerpo y vuestra mente esperando impacientes que llegue el
domingo y el primer día de cada mes.
Primero debemos mostrar piedad filial como hijos ante los padres y, cuando crecemos,
debemos mantener la fidelidad ante nuestra pareja. Cuando esto sea evidente, tanto en nuestro
mundo afectivo interior como en nuestro fundamento exterior, llegaremos a ser una expresión
de la lealtad.
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No esperéis a dar a luz a vuestros hijos para ofrecerles vuestro corazón, debéis hacerlo antes
de que nazcan. La pareja debe levantarse al amanecer y, tomando las manos de sus hijos, orar
derramando lágrimas.
Los hijos deben desear cantar una canción de añoranza cuando sus padres están ausentes. De
día o de noche, no viváis con una cara descontenta, levantaros sonriendo, trabajad sonriendo y
acostaros sonriendo.
Si encontráis algún desequilibrio en la relación con vuestro cónyuge, no olvidéis en
complementar sinceramente esas insuficiencias con corazón y devoción.
La mala hierba no crecerá en los que vivan con un corazón de padres.
Un hijo de piedad filial es el que posee el corazón de los padres. El conocimiento mundano y
la posición social no son importantes, lo único que importa es poseer el corazón de Dios.
A partir de ahora estamos bajo el dominio directo de Dios, por eso, debemos consultarlo todo
con El. Debemos saber que somos personas públicas. Por lo tanto, aunque ignoremos el
sufrimiento o la felicidad individuales, tenemos que participar del sufrimiento y de la
felicidad públicos.
La forma más fácil para ir por el camino de la Voluntad es estar en la posición de recibir la
compasión de los demás. Para ello debemos llevar una vida por debajo del estándar permitido
por el Cielo.
Aunque los hijos bendecidos vayan por dificultades, no debéis seguir su ritmo, sino que
debéis llevar una vida de acuerdo al destino de Dios, del mundo y de la nación.
Llegará el día en que la gente de todo el mundo vendrá a visitar a las familias bendecidas de
Corea. Cuando llegue ese momento debemos tener algo que mostrarles y algo que decirles.
Cuando las parejas asistan al servicio dominical deben venir juntas a la Iglesia, de forma
amorosa, y así los hijos sentirán envidia y querrán seguirles.
Cuando un amigo de tu marido entra en tu casa completamente borracho y se echa en las
sábanas de tu cama, limpias como una rosa, con los zapatos sucios, ¿qué cara le vas a poner?
Piensa de forma generosa e incluso, sé agradecida, porque ese amigo confía en tu marido
hasta ese punto.
Una familia que vive sin lágrimas no tiene ninguna relación con la Voluntad de Dios.
Si no lleváis una vida de informar y pedir permiso, tendréis que vivir de acuerdo a órdenes.
Las familias bendecidas no deben acostumbrarse a un cierto estándar de vida. Si en este
momento recibís la dirección de ir a otro lugar inmediatamente, debéis estar preparados para
hacerlo. Tened interés por cualquier lugar al que yo vaya. Aquellas familias que no puedan
ofrecer su dedicación completa durante mi gira mundial, quedarán en el aire.
La mejor ofrenda de corazón es la pareja.
El lema del curso de la restauración se centra en: padres, marido y esposa e hijos. Ha llegado
el momento de establecer el amor de los padres, el tiempo de amar a los hermanos y de
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encontrar a los ciudadanos leales que establezcan una nación.
Mi sueño es tan ligero que nada más abrir los ojos, me despierto completamente. ¿Puedo
dormir tranquilamente conociendo el corazón del Padre? Si vivimos con el mismo corazón
que los padres tienen cuando cuidan de sus hijos, no nos atormentará la conciencia. Un
verdadero hijo de piedad filial asume las tareas más difíciles de sus padres y las afronta con
confianza.
Un hijo de piedad filial vive consultando con sus padres hasta el detalle más minucioso.
Aprended todo mediante la piedad filial.
Una esposa debe sentirse contenta de que su marido ofrezca su vida por la Voluntad de Dios y
el marido debe estar contento de que su esposa tome el mismo camino. Estableced una
relación de corazón con Dios de forma que podáis tener ese tipo de actitud.
Para cumplir el papel de padres, debemos pensar en las cosas que los hijos no piensan.
Un hombre es el segundo yo del Verdadero Padre y una mujer es el segundo yo de la
Verdadera Madre. Por lo tanto, si un marido ignora a su esposa, está ignorando a la Verdadera
Madre y si una esposa miente a su marido, está mintiendo a Dios.
Cuando estoy cumpliendo una responsabilidad a nivel nacional, todos vosotros debéis uniros
a esta labor y al mismo tiempo debéis establecer vuestra familia. Si la nación está preparada,
pero vuestras familias no, la nación experimentará la tristeza de un huérfano.
Jesús dijo acerca de Dios "Dios es mi padre" y acerca de la humanidad "yo soy el novio y
vosotros la novia", y también "sois mis hermanos", y todo esto era porque tenía que establecer
una familia centrada en Dios.
El corazón de los padres desea que sus hijos sean mejores que ellos. Dios, como Padre de toda
la humanidad, desea que el hombre, que El ha creado, sea mejor que El.
La unidad de marido y esposa es necesaria para la unidad de la familia; la unidad de la familia
es necesaria para la unidad con los Padres; la unidad con los Padres es necesaria para la
unidad de la sociedad; y la unidad de la sociedad es necesaria para la unidad de la nación.
Deberíamos sentir añoranza de los días de fiesta de la Iglesia. Si establecemos este tipo de
tradición, crearemos una tradición viva para nuestros descendientes. En un día de fiesta
debemos compartir la comida y divertirnos juntos dando alegría a Dios. Es un día de
establecer la ley celestial ofreciendo nuestra familia.
El corazón de los padres es establecer una familia que llegue a ser la envidia de la nación y un
clan que llegue a ser la envidia del mundo.
Sin construir una verdadera familia de Dios, no surge un mundo de verdadero amor. Debemos
darnos cuenta de que no somos dignos de estar frente al amor profundamente sumergido en el
corazón de Dios, y tenemos que darnos prisa para estar a la altura del amor de Dios.
No os apresuréis tanto que dejéis a Dios de lado.
La iglesia última es la familia. La iglesia debe estar centrada en la familia y la nación también.
Una familia bendecida está en la posición de Adán y Eva renacidos. En la familia hay que
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establecer las reglas celestiales y vivir de acuerdo a ellas.
Aunque una esposa haya discutido con su marido por la mañana, cuando él regrese por la
noche debe recibirle con una sonrisa como si nada hubiera ocurrido. La familia es la puerta
por la que Dios pasa, la puerta por la que Jesús y el Espíritu Santo pasan y la puerta por la que
toda la humanidad pasa. Por tanto, esa puerta debe ser una puerta de paz y felicidad.
Formemos una familia que sea recibida por el individuo, la familia, el clan y la nación, y de
esa manera, comenzará el curso que pueda restaurar el dominio del universo. En ese momento
podremos declarar el "Día de la Familia".
Jesús, en la posición de hijo, tenía la misión de restaurar un clan y una nación centrados en la
familia. Nosotros, en la posición de hijos, debemos preparar el fundamento de la nación.
Nosotros, como hermanos mayores, tenemos la responsabilidad de dar de comer a cualquiera
que venga a nuestra casa. Antes, me ocupaba personalmente de los problemas de los
miembros aunque no tuviera tiempo de dormir. Con el mismo corazón, las familias
bendecidas deben tomar la responsabilidad en mi lugar.
Hace falta un origen para que haya un resultado. Nosotros somos el origen y la semilla de la
educación de nuestros hijos. Los hijos reflejan la vida interna y externa de sus padres.
No debemos llegar a ser personas que sientan vergüenza ante sus descendientes.
En el futuro la inclinación que se hace ante Dios cada semana se hará en la familia.
El servicio de oración de la mañana es una ceremonia en la que informamos a Dios de nuestra
vida.
Debemos hacer que cada domingo sea el día que nuestros hijos estén esperando
impacientemente. El día anterior, los padres y los hijos deben reunirse a una cierta hora y
prepararlo todo para recibir el domingo en un ambiente festivo.
Las familias bendecidas que componen una trinidad deben consultarse acerca de la vida de
servicio, la educación de los hijos y la dedicación a la Voluntad de Dios.
Cuando améis a vuestros hijos, no lo hagáis como individuos. Debéis educarles para que sean
capaces de tener piedad filial hacia el Padre Celestial y lealtad hacia Su Ideal. Para ello,
debéis establecer un fundamento firme para que vuestros hijos, sin falta, lleguen a ser hijos e
hijas leales, virtuosos y de piedad filial, y entonces podréis entrar a vivir en el Reino de los
Cielos.
¿Qué es lo que he hecho por la restauración de la familia? He establecido el fundamento de la
familia de Adán, de la familia de Noé, de la familia de Abraham y de la familia de Jesús, y he
establecido como hijos adoptivos a aquellos que han heredado este fundamento. ¿Os
imagináis lo ocupado y presionado que me he sentido al tener que establecer todo esto en un
tiempo límite de cuarenta años? Para conseguirlo, he tenido que tener todo bajo control en las
situaciones más difíciles. De esta forma se estableció la Iglesia de Unificación y de esta forma
se estableció mi familia.
Dado que vuestro cuerpo pertenece ya al Padre (I Co. 3:16) no debéis ir a lugares que no son
buenos y no debéis hacer cosas que no son buenas.
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Orad para que el Cielo, que nos ha elegido, no llegue a derramar lágrimas sintiéndose
defraudado.
Nos unimos a la Iglesia de Unificación para llegar a ser hijos e hijas de Dios, para heredar Su
nación y para vivir con El.
El Principio dice que Satán será subyugado cuando haya unos hijos que cumplan su deber de
piedad filial. (Porque si Adán y Eva hubieran mantenido su piedad filial, uniéndose con Dios,
Satán, el arcángel, habría sido subyugado).
Ha llegado el momento de que seáis conscientes de que sois miembros que han recibido la
Bendición. Este es el momento de ser evaluados por la ley y no por el amor.
La mujer no debe endeudarse en su vida emocional. Debe tener interés por su marido.
El único camino por el que una mujer puede reconciliarse con un hombre es cumplir
minuciosamente la Voluntad de Dios.
No seáis negligentes en vuestra vida emocional. Debéis tener interés por la apariencia, el
vestir y la salud de vuestro marido y tener siempre una cara limpia y sonriente.
La familia es el mejor punto inicial y el mejor punto final sobre los que puede descansar el
corazón de Dios.
La piedad filial de servir a los padres de la nación es mayor que la de servir a los de tu propia
familia, y será mucho mayor la de servir a los padres del mundo, y aún mayor la de servir a
los padres del universo.
Las personas más bendecidas son aquellas que, aún viviendo en dificultades, viven con el
ideal del cielo y la tierra. Este mundo cambia, pero el cielo y la tierra no cambian, por eso, los
que viven con el ideal del cielo y la tierra son los más bendecidos.
Pensad qué tipo de hijos queréis educar y qué tipo de servicio queréis que hagan ante la
Voluntad de Dios.
El mayor mal es vivir con remordimientos de conciencia y esto perjudica no solamente al
individuo, sino a la familia, al clan, a la nación, al mundo e incluso a Dios.
Para establecer la autoridad de la familia debemos establecer primero la autoridad del
individuo, y para establecer la del individuo, debemos elevar la conciencia que tenemos de la
autoridad de la Voluntad de Dios.
Si fuerais entregados a Satán, y él fuera incapaz de tocaros y dijera a Dios que efectivamente
sois los hijos de piedad filial que decís que sois, esto indicaría que sois verdaderos hijos de
piedad filial.
Debéis poner en práctica el proceso de la restauración de Caín y Abel, centrados en mi
familia.
Los padres deben desarrollar aspectos que permitan decir a sus hijos: "en esto mi padre es el
mejor, en esto mi madre es la mejor".
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Marido y esposa deben vivir sintiendo un amor incambiable durante toda su vida y, al
envejecer, deben tener como fundamento su antigua relación.
Lo mejor es que los hijos nazcan cuando, en la relación de marido y esposa, se combinen un
aspecto de unidad psicológica y un aspecto de unidad de corazón.
Cuando comencéis vuestra vida familiar, debéis tener un sentimiento de gratitud tres veces
mayor que antes.
Los hijos son los maestros que guían a sus padres sin palabras.
Un hijo actúa después de rastrear el corazón de sus padres por sí mismo.
Si un padre le dice a sus hijos: "llegad a conocer a Dios", estará impartiendo la mayor
enseñanza que se pueda dar.
El propósito principal de la religión es construir familias verdaderas.
Una familia establece la tradición a lo largo de tres generaciones.
La familia es el vientre del Reino de los Cielos y el ideal está en el amor.
La esposa debe amar a su marido más de lo que ama a su propio padre. El marido debe amar a
su esposa más de lo que cualquier marido del mundo ame a la suya. Amad a vuestra madre
más de lo que cualquier hijo de piedad filial ame a la suya. Amad a vuestra esposa más de lo
que vuestros hijos la aman. Amad a vuestro marido más de lo que vuestros hijos le aman. Esta
es una familia ideal.
Las familias que forman parte de una trinidad no deberían dejar pasar tres semanas sin
comunicarse. Debéis vivir centrados en esa trinidad de familias.
El centro de una familia restaurada es Dios. La esperanza de los miembros de la unificación
está en establecer familias restauradas.
Dios ha venido realizando Su providencia durante seis mil años para encontrar una familia. La
Iglesia de Unificación es el lugar donde se enseña cómo conectarse con esa familia.
Originalmente la familia de Adán fue creada como una familia que pudiera influir al universo,
no fue creada en la posición de ser influida por el universo. Vuestra familia no debe ser
mundana y convencional. No debéis decir que ahora sois así y que mañana seréis mejores.
Debéis ser familias perfectas ya.
El marido es el sujeto. El sujeto debe estar en el centro para poder equilibrar la situación. Esta
es la posición que representa a Dios. Si la familia está desunida, el hombre debe tomar la
responsabilidad.
Si la Iglesia de Unificación debe dejar una tradición en el mundo, debemos preguntarnos
cómo dejar ante el universo la tradición y el fundamento de una familia armoniosa.
Un patriota es aquel por el que lloran los ciudadanos de una nación. Un rey bueno es aquel
ante el que todos los ciudadanos se sienten agradecidos. Debemos llegar a ser familias que
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estén de acuerdo al deseo de Dios, de los antepasados y de los descendientes.
Una familia bendecida es la expresión de la esperanza de todo el mundo. Pero si después de
recibir la Bendición no puede cumplir su responsabilidad, será un fracaso.
Aunque vuestro esposo o esposa muera, debe dejar tras de sí el camino del Cielo.
Es indignante que seres espirituales ataquen las familias bendecidas. Si vosotros preparáis el
fundamento, cuando yo vaya al mundo espiritual podré organizar las familias. Por tanto,
tenéis la responsabilidad de movilizar en la tierra al mundo espiritual.
Las familias de la misma trinidad deben vivir juntas y tener el mismo sentimiento.
La norma de una trinidad es que una de las familias tome responsabilidad por las tres para que
las otras dos puedan dedicarse a la misión.
El punto básico sobre el que Dios desarrolla Su providencia es la familia. El mayor enemigo
entre todos los enemigos es el enemigo del amor.
La posición más cercana a Dios es la del hijo mayor.
La grandeza de la Iglesia de Unificación es el hecho de que puede resolver todos los
problemas de forma definitiva a través de la familia.
El curso de la vida individual y familiar en el día a día llega a ser la base de la victoria última.
La alegría y la felicidad existen solamente donde hay unidad con el amor de Dios. Es decir, la
alegría del padre procede de los hijos y la de los hijos comienza en los padres.
El hogar es el lugar donde culminan el principio y el fin de todas las relaciones.
Cuando la situación de los padres se suma a tu situación, aquel que tenga el corazón de querer
solucionar primero las circunstancias de los padres será un hijo de piedad filial.
Un individuo es como un vagón de tren y la familia, como la locomotora. Cuando un
individuo fracasa, la restauración es fácil, pero cuando una familia fracasa, se pierde todo.
La familia es el punto de partida. Es como el órgano por el que se respira.
Cuando un hijo de piedad filial sonríe, lo hace mirando el rostro de sus padres.
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