cuento completo

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Una Historia De Cuento
Hace ya mucho, mucho tiempo existía en un reino muy lejano una princesa
llamada Elena que habitaba en un castillo encantado rodeada de árboles y
animalillos.
Todos en el reino la conocían por su extraordinaria belleza y por su fuerza de
carácter, y también porque ningún caballero, príncipe o soldado valeroso
había sido capaz de conquistar hasta ese momento su corazón.
Todos a su alrededor intentaban con vehemencia presentarle a jóvenes y
fornidos caballeros que pudieran ser de su agrado, pero ninguno complacía a
nuestra bella Elena, sin importarle en exceso.
Sus padres, sin embargo, se mostraban preocupados, y comenzaban a
mostrar su impaciencia a medida que iba pasando el tiempo. Y es que Elena
era, en realidad, la única heredera del trono del reino encantado, al cual
sólo accedería cuando entregara su corazón a un noble caballero de corazón
puro que la amara de una manera honesta y leal.
Hasta ese momento, la princesa había estado coqueteando aquí y allá,
conocedora de su belleza y de la atracción que suponía ser la heredera del
reino, pero en realidad, ninguno de sus pretendientes había constituido
ningún peligro para las brujas del Levante y el Sur….
Estas malvadas brujas, que en otros tiempos habían sido las hermanas del
rey, habían urdido tretas y conjuros para destronar a su hermano y ser ellas
las únicas herederas del reino, pero al nacer Elena, sus ansias de poder se
vieron truncadas, ya que sólo heredarían el reino en caso de que La Bella
Elena no accediera al trono.
Por ello, las dos brujas contaban con desespero el día que el monarca se
jubilara y no tuviera una heredera válida para su trono.
La Bella Elena, mientras tanto, permanecía ajena a toda esta intriga, y
parecía no preocuparse de otra cosa que no fuera salir a pasear en coche de
caballos. Paseaba de día y de noche, de tarde, de mañana… cualquier hora
era buena para dejarse ver por el puesto de alquiler de carruajes regentado
por Pablo.
El Joven Pablo, un apuesto galán de gran simpatía y gracejo, era el chico
más guapo del reino, y todas las damiselas suspiraban por él. No había moza
en la comarca que no hubiera oído hablar del Joven Pablo y sus hermosos
carruajes. Sin embargo él no parecía mostrar interés por ninguna…. ni
siquiera por Elena, a la que trataba con cortesía y educación pero sin dar
muestras de sus verdaderos sentimientos por ella. Por ello, Elena, insistía
en acudir a su empresa de alquiler de Carruajes, ya que, en el fondo, ella
estaba enamorada de él.
Y en el fondo él, estaba enamorado de ella, pero…
- ¿Cómo podré competir yo con esos príncipes y soldados que la pretenden?Se preguntaba.
- Yo, que solo poseo un negocio de alquiler de carruajes… no estoy a su
altura. Ella que es tan guapa y tan lista, ella que se merece un príncipe o un
dentista… ni siquiera se fijará en mí. – se decía.
Y así pasaban los días y los meses y ambos enamorados se miraban de reojo,
sufriendo por la indiferencia del otro y sin atreverse a declarar su amor.
Las malvadas brujas, que conocían de la existencia de dichos sentimientos,
planearon una estrategia para separarlos definitivamente y así asegurarse
la herencia del trono del reino.
Para ello se dirigieron a Pablo y le propusieron el siguiente trato:
-
Sabemos que amas a Elena, Joven Pablo,- y un intenso rubor recorrió
su cara - pero lamentamos decirte que ella jamás se enamorará de
alguien como tú. Sin embargo, conocemos de una pócima mágica que
hará que ella caiga rendida de amor a tus pies. Para conseguirla sólo
has de superar una de las pruebas que te propongamos. Si la superas,
te diremos la fórmula, pero si fracasas, alejaremos a tu amada de tu
lado.-
El Joven Pablo, accedió, convencido de que sería la única forma de conseguir
el amor de Elena, ignorando el vil y cruel objetivo que en realidad
perseguían las dos Brujas.
-
Pues bien, nuestra primera prueba consiste en que encuentres unos
pantalones vaqueros que tengan menos de 5 bolsillos- dijeron las
brujas.
No parece difícil- Pensó Pablo,- y enseguida se puso manos a la obra.
Recorrió todas las tiendas del reino, visitó las comarcas cercanas,
preguntó a las sabias lechuzas y a las comadrejas que todo lo saben, y
tras varios días de intensa búsqueda llegó a la cita con las brujas con
unos pantalones de 4 bolsillos guardado en su zurrón.
-
Aquí tenéis, Brujas del Sur y del Levante, unos pantalones vaqueros
como los que me pedísteis. Dadme ahora la fórmula de la pócima!!
-
Ja, ja, ja- rieron las brujas- Te pensabas que íbamos a ponértelo tan
fácil….. ¿No has visto el bolsillo secreto que todos los pantalones
vaqueros tienen en su interior? Este pantalón no nos sirve.
Cumpliremos nuestra amenaza.Súbitamente la Bella Elena desapareció de su partida de cartas de todos
los martes y se encontró en una extraña localidad donde todos parecían
hablar a golpes. Desconocía cómo había llegado hasta allí y cómo podría
volver a casa, así que se dispuso a averiguar en primer lugar dónde
estaba y una amable ancianita le dijo que estaba en Honrubia. Le contó
también que era un pequeño pueblo de la provincia de Cuenca, y que
disfrutara durante su estancia del famoso queso al romero que les había
hecho famosos en el mundo entero.
Como desconocía exactamente dónde estaba situada su casa y no sabía el
camino de vuelta comenzó a entablar amistades con aquella gente, y a
probar ese exquisito queso al romero del que tanto le había hablado la
anciana. Pronto descubrió que sus gentes eran amables y afectuosas y
que no echaba de menos su casa.
-
Bueno, a fin de cuentas, este sitio no está tan mal, probaré a
quedarme un tiempo por aquí-
Mientras tanto, en nuestro reino, el Joven Pablo desesperaba de angustia
de amor por haber fracasado en la prueba y temiendo no volver a ver a su
bella princesa.
-
Te daremos otra oportunidad- dijeron las malvadas brujas. – Esta vez
tendrás que adivinar el nombre de 5 diseñadores de ropa de prestigio
con las letras que te digamos. Te pondremos en una pantalla con unos
cascos y te rodeará una rueda con letras. Tendrás que decirnos el
nombre de los diseñadores en el tiempo que el cuco complete su
primer vuelo de la mañana.-
-
Joooo!- Protestaba Pablo- Esa prueba es muy difícil; ¿no me podéis
poner alguna así como “adivina el resto de la letra”? y que yo tenga
que completar una canción?? Conozco muchas canciones… Mirad
cómo canto: “Y si fuera para tooooooda la vida, si fuera para
toooooooda la vida…” o esta otra “Búscateee un novio que te
quieeeeeeeeera, que te tenga llenita la neveeera”
-
NO!! Gritaron las brujas dando un golpe en el suelo.- Las pruebas las
decidimos nosotras!!! Así que si no quieres concursar dilo ahora antes
de que empecemos a perder la paciencia-
El joven Pablo agachó la cabeza y se puso los cascos:
- Con la “A”….-
-ADOLFO DOMÍNGUEZ- Replicó él.
- Con la “B”…- Pablo pensó durante un segundo… “Victorio y Lucchino
es con V, Valentino también… Belén Esteban no me suena como
diseñadora… ya sé: BOTELLA, PEPE”- Reflexionaron durante un rato, y
aunque a disgusto, las Brujas aceptaron.
- Con la “C”, ¡y no nos vengas con más trucos!- Protestaron las brujas- CAROLINA HERRERA- contestó Pablo, animado al ver que ya quedaba
menos.
- con la “D”, y date prisa que queda poco tiempo!!!- Se impacientaban las
malvadas…. El Joven Pablo se tomó un segundo para responder, y dijoDOLCE Y GABANNA, Seguro!!!, vais a tener que darme la fórmula
mágica- No tan deprisa, joven impaciente, impetuoso y arrogante, tienes que
decirnos una más con la “E”Pablo, presa de su excitación al ver que lo iba a conseguir respondió
atolondradamente…. “EASY WEAR”
- JA, JA, JA, Joven Pablo, has perdido de nuevo!!!!! Easy Wear tiene
Glamour de mercadillo. NO nos vale. Vamos a alejar a tu amada de
nuevoY muy lejos de allí de repente La Bella Elena apareció en una ciudad
diferente, con gente que hablaba aún más raro que en Honrubia, sin
entender nada de lo que estaba sucediendo.
- Con lo bien que estaba yo en el Bar de Mariano, tomándome unos vinos
y unas tapitas de queso… Bueno, voy a ver qué tiene de bueno toda esta
gente- Y descubrió que estaba en VALENCIA, y descubrió playas, y
descubrió museos (siempre cerrados, pero eso no importa ahora) y
descubrió conciertos y otras cosas de inigualable belleza.- A fin de
cuentas, esto no está tan mal….- decía Elena- Me quedaré un tiempo por
aquí antes de volver a casa… total, nunca he viajado y mis padres no me
echarán mucho de menosDe vuelta a casa, cabizbajo y pensativo, el Joven Pablo se topó con dos
extraños personajes.
-
Donde vas, Joven Pablo, las brujas nos han contado de tus contínuos
fracasos- Le dijo el primero de ellos, un ser con cara simpática, pero
con cuernecillos y cola roja.- Vente conmigo a tomar unas cañas…
conozco un sitio fantástico…. Me llaman Pablo, como a tí, somos
almas gemelas…-
-A fin de cuentas esto de las brujas quizás traiga algo bueno….- Pensó- A
mí me encanta ir de cañas, y no sé si lograré superar las pruebas alguna
vez. Sí, me voy contigo, dónde vamos??-
-
Alto Pablo!! -Gritó el otro ser- No le intentes engañar con tus malas
artes!!! Soy Paco, y voy a ayudarte a que te reencuentres con tu
amada….-
Este segundo personaje tenía cara amable y su voz parecía firme y
honesta. Las alitas de su espalda y la corona que flotaba encima de su
cabeza le terminaron de convencer.
-
De acuerdo! Busquemos a las brujas para que me pongan una nueva
prueba.
Encontraron a las brujas celebrando su nueva victoria en la taberna del
lugar, con dos caciques con cola en la mano, bailando y riendo a mandíbula
batiente. – ¡¡¡Con este insensato heredamos el reino seguro!!! ¡¡¡Jamás
superará nuestras pruebas!!!- Decían las brujas haciendo chocar sus vasos
en señal de victoria.
-
No os lo voy a poner tan fácil- Gritó el Joven Pablo desde la puerta. –
Exijo una nueva prueba, y esta vez la voy a superar-
Las brujas se miraron un momento y recapacitaron. Al cabo de un
momento le contestaron. – ¡¡De acuerdo!!! Te daremos la última
oportunidad. Volverás a fracasar!! – Reían mientras apuraban su bebida.
-
Nuestra prueba es la siguiente: Tendrás que aprender a jugar al golf,
a jugar al Padel, a esquiar, a montar a caballo y a bailar Sevillanas
antes de la Tercera luna de Agosto…. ¡¡¡Búscanos entonces!!!!
Durante estas semanas, nuestro joven caballero se esforzó al máximo,
practicando todos los días en el bosque cercano a su casa. Logró un swing
aceptable, jugaba al pádel que daba gusto, y todos los días bailaba unas
cuantas sevillanas.
-
¿¿¿Unas cañitas????, y luego sigues practicando… si lo estás haciendo
fenomenal- Le preguntaba Pablo el diablillo, que no dejó de
acompañarle en estos días…
Has de ser fuerte y constante- le replicaba Paco el angelito – Solo la
constancia te llevará hasta tu amada-
Y el Joven Pablo se debatía entre seguir practicando aquellos deportes
endiablados, o irse con su amigo Pablo a ahogar las penas entre cañas y
tapas.
Pasaron los días y llegó el día de la prueba. Nuestro amigo estaba
preparado para superarlas todas, aunque el sudor frío le recorría la
espalda. – Esta vez lo superaré- Se decía para animarse.
- A ver, muéstranos lo que sabes hacer- le espetaron las brujas, sentadas
en unas cómodas butacas delante del campo de pruebas que le habían
preparado.
Nuestro amigo comenzó a mostrar sus habilidades una a una… el swing del
golf, las sevillanas con poca gracia pero aceptables, ganó la partida de padel
al elfo que habían designado las brujas, descendió la ladera de la montaña
esquiando sin caerse a pesar de su rudimentaria cuña….
Tan solo quedaba la prueba de montar a caballo, de la que Pablo estaba
particularmente orgulloso, pues siempre se había llevado bien con todos los
animales del campo, pero al presentarle al rocín descubrió con sorpresa que
lo que le traían las brujas no era un caballo sino un burro!!! Y en un estado
lamentable, añadiría yo.
-
¡¡¡Pero eso no es un caballo!!!- protestó el Joven Pablo¡¡¡Nosotras decimos que eso es un caballo y punto!!!!- le gritaron las
brujas
Durante más de 1 hora el joven pablo intentó montar aquel animal sin éxito,
ya que éste no estaba acostumbrado a la silla, sino a tirar de carros y
molinos.
Con lágrimas en los ojos, el Joven Pablo se rindió a un nuevo fracaso, y se
acercó a las brujas para implorarles clemencia ya que hacía más de 2 años
que no sabía nada de su amada y temía que se hubiera enamorado de otro
caballero.
Las brujas le miraron burlonas y comenzaron a discutir entre ellas gritando:
- ¡¡¡A MADRID!!!- decía una. – ¡¡¡¡NO a TALAVERA, que está más lejos!!!
Gritaba la otra entre carcajada y carcajada…
Mientras tanto, el Joven Pablo se alejaba de aquel lugar, ahogado en llantos
y sollozos de desesperación.
Pasaban los días y la gente se preguntaba qué le sucedía al puesto de
alquiler de carruajes, que estaba siempre cerrado. Al Joven Pablo se le veía
con frecuencia acompañado de Pablo, el diablillo, en bares, tabernas y
tugurios de dudosa reputación, entre el humo de los bebedizos y las
mesoneras que les rodeaban.
Un día, Paco el angelito, se presentó en la casa del Joven Pablo y lo sacó a
empujones de la cama.
-
Pero qué haces!!!, no ves que así jamás recuperarás el amor de tu
princesa??? Voy a ayudarte a recuperarla. Tendrás que esforzarte
mucho pero podemos conseguirlo.
A regañadientes, el Joven Pablo aceptó, y entre los dos diseñaron la
estrategia para recuperar de nuevo a su amada.
-
Lo primero que has de hacer es dejar el negocio de Carruajes-
-
Pero ¿de qué viviré entonces?- le contestaba el Joven Pablo
-
Eso déjamelo a mí, que te ayudaré a que consigas una subvención del
mago MINEM que te ayudará durante un tiempo. Después tendrás
que hacerte valedor de tu princesa, y ofrecerle un futuro digno de ella.
Así que nuestro amigo se puso manos a la obra, y se encerró en la biblioteca
del convento para estudiar e instruirse en las artes y oficios que le había
recomendado Paco el Angelito.
Rodeado de colillas, litros de café y pergaminos con enseñanzas se
encontraba nuestro amigo cuando fue a visitarlo Pablo el Diablillo.
-
¡¡Pero qué haces aquí, desgraciado!! ¡¡¡Llevo semanas buscándote!!
Estamos en la taberna de Adam echando unas risas y unas cañas,
Betty la amorosa y Jenny Pechos Grandes preguntan constantemente
por ti. Deja eso y vente conmigo….
-
Pablo…. Acuérdate de la Bella Elena…- le susurraba Paco al oído.
Y mirando a un lado y al otro, nuestro amigo de la historia se debatía
entre las cervezas y los libros.
- Se fuerte….- le decía uno
- Vente de cañas…- le decía el otro.
Y pegando un portazo salió Pablo de la habitación para alejarse un rato
al bosque y meditar en soledad.
Mientras tanto, la bella Elena había pasado una temporada en MADRID
y finalmente había sido enviada a TALAVERA, tal y como deseaba la
Bruja de Levante (la más malvada de las dos).
Allí la recibieron con honores de reina, le pusieron un palacio bastante
apañado y la nombraron Princesa honoris causa de la ciudad, invitándola
a todos los torneos de caballeros, bailes de celebraciones y demás actos
multitudinarios donde ella se situaba siempre en lugares privilegiados.
Así vivía la Bella Elena, feliz de haber encontrado un pueblo que la
honraba como se merecía, y dispuesta a pasar allí el resto de sus días. De
hecho, invitó varias veces a sus padres, los reyes, a que fueran a visitarla
una vez logró encontrar la dirección postal de su anterior casa.
La noticia de que la Bella Elena estaba en TALAVERA y de sus nuevas
amistades corrió como la pólvora por todas las esquinas del reino
llegando finalmente a los oídos de Pablo.
-
Oh, Dios mío, no puede ser…., he de hacer algo para recuperarla- se
dijo para sí.
Así que, con la inestimable ayuda de Paco El angelito, embarcó en un
viaje que le llevaría a surcar los 7 mares, a cruzar las 7 colinas y
atravesar los 7 ríos, que es donde se situaba la noble ciudad de Talavera.
Agotado, exhausto y totalmente polvoriento cruzó las murallas de la
ciudad en busca de su amada. Preguntó a varias personas que no
supieron indicarle correctamente (o sí, pero también hablaban una
lengua algo extraña) y finalmente se halló frente a las puertas del
palacio donde vivía su amada.
Llamó varias veces a la puerta y le abrió un sirviente, el cual,
confundiéndole con un mendigo, le dio con la puerta en las narices.
Siguió insistiendo hasta que, por fin, le dejaron entrar a verla.
-
Elena, la Bella Elena….- dijo Pablo al verla – he cruzado los 7 mares,
las 7 colinas y los 7 ríos para venir a verte….-
La Bella Elena lo miraba sin acertar a adivinar quien era ese apuesto y
mugriento caballero que, con tanta familiaridad la trataba….
-
Las brujas malvadas te han separado de mí….- y comenzó a relatarle
las diversas pruebas a las que había sido sometido. - Ya sé que no soy
digno de tu amor, pero he venido aquí a ofrecerte todo lo bueno y puro
que siento por ti….-
De repente, la Bella Elena comenzó a recordarlo todo…. El reino, los viajes,
el alquiler de carruajes….. y un intenso rubor le recorrió todo el cuerpo al
adivinar que, debajo de ese polvoriento traje, se escondía su verdadero
amado, aquel por el que tantas noches había suspirado y del que estaba
convencida que jamás la correspondería.
Empezó a recordar los paseos en carruaje, las tardes de conversación, los
secretos confesados al oído en las tardes de invierno. Y comprendió de
repente que esa era la única y verdadera razón de los latidos de su corazón.
Se miraron fijamente a los ojos y se fundieron en un cálido beso, con el que
se prometieron amor eterno y verdadero.
Las noticias de su compromiso llegaron veloces al reino, y durante más de 4
lunas estuvieron festejando la noticia de su casamiento, al que invitaron a
todos los habitantes de la comarca incluyendo las malvadas brujas (que no
eran tan crueles), Paco el angelito (que no era tan santo) y a Pablo el
diablillo (que no era tan malvado) .
Y vivieron felices y comieron…. PULARDA!!!!
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