República de Colombia Corte Suprema de Justicia SALA DE CASACIÓN LABORAL LUIS JAVIER OSORIO LÓPEZ Magistrado ponente Radicación 22293 Acta No. 56 Bogotá D.C., nueve (9) de septiembre de dos mil ocho (2008). Se procede a resolver la impugnación presentada por FLOTA LOS PUENTES S.A., a través de apoderado, contra el fallo proferido por la SALA DE CASACIÓN CIVIL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, dentro de la acción de tutela instaurada por la accionante contra la SALA CIVIL - FAMILIA DEL TRIBUNAL SUPERIOR DEL DISTRITO JUDICIAL DE IBAGUÉ integrada por los magistrados Manuel Antonio Medina Varón, Mabel Montealegre Varón y Germán Octavio Rodríguez Velásquez. I. ANTECEDENTES República de Colombia 2 Corte Suprema de Justicia TUTELA 22293 Se plantea en el escrito de tutela que la señora Martha Liliana Arenas Díaz presentó demanda ordinaria de responsabilidad civil extra - contractual en contra de la tutelante y de Martha Lucía Lugo Molano, Flota Honda Limitada y Aseguradora Solidaria de Colombia; que una vez notificada de la demanda la primera propuso varias excepciones previas, entre ellas, ineptitud de la demanda por falta de los requisitos formales, esto es, de procedibilidad artículo 35 Ley 640 de 2001; que el Juzgado Civil del Circuito de Honda por auto de 13 de julio de 2007, las declaró no prósperas, pero al resolver el recurso de reposición revocó dicha providencia y declaró probada la excepción de ineptitud de la demanda. Adujo que la parte demandante presentó recurso de apelación y la Sala Civil – Familia del Tribunal Superior de Ibagué, mediante proveído de 18 de mayo de 2008, revocó el auto de primer grado y declaró no probada la citada excepción, para lo cual tuvo en cuenta una conciliación que no es parte de la controversia sino de una impulsada por Nohora Cecilia Fernández y otros frente a los mismos demandados, hecho que aparece demostrado con la propia afirmación de la demandante en el sentido de que no se había agotado la conciliación por no conocer el paradero de Martha Lucía Lugo. Señaló que la vía de hecho consiste en que los integrantes de la Sala para revocar la providencia del Juzgado Segundo Civil del Circuito de Honda, tuvieron como prueba la audiencia de conciliación que no es parte del proceso adelantado por Martha Liliana Arenas Contra Martha Lucía Lugo Molano y otros Rad.No.2006 – 0022 -00, sino del proceso en el que es demandante Nohora Cecilia Fernández de Rodríguez y Luis Elver Rodríguez República de Colombia 3 Corte Suprema de Justicia TUTELA 22293 Salguero contra de Martha Lucía Lugo, Flota Los Puentes, Flota Honda Ltda. y Aseguradora Solidaria de Colombia Rad. No. 2004- 00154- 00. En consecuencia, por estimar la accionante vulnerado el derecho fundamental al debido proceso, solicita que se ordene al Tribunal accionado que revoque la providencia del 15 de mayo de 2008 y, en su defecto, confirme la de primer grado del 8 de agosto de 2007. II. TRÁMITE Y DECISIÓN DE PRIMER GRADO La petición de amparo constitucional fue tramitada por la Sala de Casación Civil de la Corte Suprema de Justicia, poniendo a la primera instancia mediante fallo del 31 de julio de 2008, denegando amparo solicitado tras considerar que el razonable entendimiento plasmado en la determinación judicial objeto de la solicitud de amparo, la torna sostenible frente al ataque constitucional, al no ser antojadiza ni abusiva y, por lo mismo, sin alcances perjudiciales sobre los derechos fundamentales invocados en el mencionado libelo. III. DE LA IMPUGNACIÓN Inconforme con la decisión, la accionate la impugnó a través de apoderada, argumentando que la vulneración al debido proceso consiste en que para iniciar la demanda ordinaria no se agotó el requisito de procedibilidad establecido en el artículo 35 de la Ley 640 de 2001; que el mismo apoderado de la parte demandante, en el hecho quince indica que no se agotó dicho requisito, en razón a que uno de los demandados se República de Colombia 4 Corte Suprema de Justicia TUTELA 22293 encuentra ausente y se desconoce su paradero; sin embargo, asegura la impugnante, que con las pruebas allegadas para demostrar la excepción de “ineptitud de la demanda por falta de los requisitos formales” probó que el apoderado judicial sí conocía la dirección de notificación de cada uno de los demandados, incluida Martha Lucía Lugo, razón por la que debió agotar el requisito de procedibilidad, máxime que son cinco los demandados y, tal como consta en el cuerpo de la demanda, se conocía la dirección de notificación de los otros cuatro demandados. Reiteró que “se está teniendo acreditado el requisito de procedibilidad con la audiencia de conciliación efectuada ante la Notaría Única de Honda el 4 de octubre de 2004, agotado como requisito en otro proceso diferente, cuando los demandantes en esa audiencia de conciliación son personas diferentes a los demandantes en el proceso que es objeto de tutela”. IV. CONSIDERACIONES La Constitución de 1991 consagró la acción de tutela como uno de los mecanismos para garantizar la eficacia de los derechos fundamentales. Sobre la premisa de ausencia de norma positiva la Sala sostuvo la tesis de la improcedencia de la tutela contra sentencia judicial. Pero, esta carencia ha sido suplida por la jurisprudencia de modo que hoy no es posible desconocer su arraigo y afianzamiento en todas las jurisdicciones, en especial en las otras Salas de nuestra Corporación; esta realidad impone morigerar aquella postura, cuando en casos concretos y excepcionales, con las República de Colombia 5 Corte Suprema de Justicia TUTELA 22293 actuaciones u omisiones de los jueces, resulten violados en forma evidente derechos constitucionales fundamentales. La prosecución de la eficacia de los derechos fundamentales, ha de acompasarse con otros valores del Estado de derecho, en particular, en lo que concierne a la administración de justicia, con el de la seguridad jurídica, específicamente la que realiza el instituto de la cosa juzgada, y el principio constitucional de la independencia y autonomía de los jueces. Las reglas de interpretación del derecho en el terreno de los valores y de los principios, enseñan que la actuación de uno de ellos no supone la aniquilación de otro, sino que todos han de ser ponderados de manera que hallen cabida, consintiendo grados de aplicación que no afecten su núcleo esencial. No obstante lo anterior sigue siendo valor esencial para la Sala que la tutela contra sentencias judiciales no puede ser medio ni pretexto para abolir la independencia del Juez, consagrada en el artículo 228 de la Carta Política, sustituyendo al juez natural. En el trámite de los procesos, los funcionarios judiciales están obligados a proteger los derechos fundamentales, lo cual significa que sólo en casos excepcionales, cuando la decisión encarna un desconocimiento grave, injustificado y desproporcionado del orden jurídico, puede recurrirse a la tutela. En ese sentido esta Corporación ha sostenido, que tal acción es esencialmente subsidiaria o de carácter residual y que no posee el carácter de recurso adicional, no permitiendose volver sobre la causa litigiosa, ni a República de Colombia 6 Corte Suprema de Justicia TUTELA 22293 etapas procesales ya precluidas, a partir de peticiones que no le fueron solicitadas dentro del proceso. Revisadas las pruebas allegadas al expediente de tutela se tiene que la Sala Civil – Familia de Tribunal Superior de Ibagué para dictar la providencia del 15 de mayo de 2008, mediante la cual revocó la proferida por el Juzgado Civil del Circuito de Honda, tuvo en cuenta consideraciones que no corresponden a la realidad procesal, veamos por qué: El Tribunal accionado argumentó en la providencia, que es objeto de censura, que la representante judicial de la demandada “Flota los Puentes S.A” que alega la excepción previa de ineptitud de la demanda, por no haberse agotado la audiencia de conciliación prejudicial con ella; “es la misma que asistió en nombre de aquella, a la audiencia de conciliación celebrada en la Notaría Única de Honda en octubre de 2004”; lo que el juzgador de segundo grado no advirtió es que la audiencia de conciliación a la que hace referencia no se celebró con ocasión del proceso donde se estaba decidiendo el recurso de alzada, sino que es parte de otro proceso (folios 7 a 12 del cuaderno de tutela) el que, según se colige del escrito de tutela y de la documental aportada, se adelantó en el mismo juzgado Segundo Civil del Circuito de Honda, con ocasión de un accidente común para Nohora Cecilia Fernández de Rodríguez, Luis Elver Rodríguez Salguero y Martha Liliana Arenas Díaz, pero donde eran demandantes sólo los dos primeros. En la misma imprecisión incurrió la Sala de Casación Civil, al punto que, al proferir el fallo de tutela, que es objeto de impugnación, luego de advertir que el Tribunal para revocar la providencia dictada por el Juzgado República de Colombia 7 Corte Suprema de Justicia TUTELA 22293 Segundo Civil del Circuito de Honda y declarar no probada la excepción previa de ineptitud de la demanda por falta de requisitos formales, se apoyó en “en que carecía de veracidad la afirmación de la excepcionante en el sentido de que no se había llevado a cabo la audiencia de conciliación extrajudicial con todas las personas convocadas al proceso, a excepción de Martha Lucía Lugo Molano, ya que según el acervo probatorio no había asistido a ese acto debido a la imposibilidad de notificarla, a quien además se ordenó emplazarla en el auto admisorio de la demanda”; concluyó que tal determinación no luce, prima facie, antojadiza ni arbitraria, sino razonada y acorde con las circunstancias fácticas demostradas en el expediente. Para el efecto, la Sala de Casación Civil llegó a esta conclusión sin darse cuenta que el Tribunal basó su argumentación en el acta de conciliación donde la parte convocante eran Nohora Cecilia Fernández de Rodríguez y Luis Elver Rodríguez Salguero (folio 10 a 12), vale decir, la realizada en un proceso ajeno al que ocupaba su atención, por ello, no podía colegir que tal argumentación resultaba acorde “con las circunstancias fácticas demostradas en el expediente”, pues por el contrario, obedecía a un error ostensible de apreciación en la aprueba. En este orden de ideas, queda claro, que la Sala Civil –Familia del Tribunal Superior de Bogotá, para proferir la providencia que es objeto de crítica, tuvo como fundamento toral la audiencia de conciliación realizada en la Notaría Única de Honda, el 4 de octubre de 2004, dando por hecho que la misma constituía el requisito de procedibilidad de que trata el artículo 35 de la Ley 640 de 2001, en el proceso ordinario de responsabilidad civil extra contractual que Martha Liliana Arenas Díaz promovió contra Martha Lucía República de Colombia 8 Corte Suprema de Justicia TUTELA 22293 Lugo, Flota los Puentes S.A., Flota Honda Limitada y Aseguradora Solidaria de Colombia; cuando lo cierto es, que la citada acta de conciliación hacía parte de otro proceso. Otro argumento que respalda lo antes expuesto es, que el a quo, una vez propuestas las excepciones previas, entre ellas, la de ineptitud de la demanda por falta de requisitos formales, mediante providencia del 13 de julio de 2007 las declaró no prósperas, pero fundó su decisión en “la manifestación que hiciera la parte demandante bajo la gravedad del juramento en desconocer el lugar de residencia de la demandada Martha Lucía Lugo, dando con ello cumplimiento a lo previsto en el inciso 4º del artículo antes mencionado”; al resolver el recurso de reposición concluyó que dicho pronunciamiento sólo la cobijaba a ella y no a los demás demandados, “puesto que con ellos se debía agotar el requisito de procedibilidad, ya que en ningún momento se indica en la demanda desconocer el lugar de residencia de estos” (folio 29); además consideró que habían elementos suficientes para concluir que el demandante sí conocía la dirección “de su contraparte”. En otra palabras, el juzgador de instancia sí observó que el acta de conciliación que hacía parte del proceso se había aportado como prueba, pero que pertenecía a otra litigio, por ello, consideró que en el suyo debió efectuarse igualmente con los demandados de los que no se dijo en la demanda que se desconocía la dirección, y por eso revocó su providencia. Por las anteriores consideraciones se revocará la el fallo impugnado, para en su lugar, proteger el derecho fundamental al debido proceso de la accionante. República de Colombia 9 Corte Suprema de Justicia TUTELA 22293 En consecuencia, se deja sin efectos el auto proferido por el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Ibagué el 15 de mayo de 2008, dentro del proceso de responsabilidad civil extra – contractual que adelantó Martha Liliana Arenas Díaz contra Martha Lucía Lugo, Flota Los Puentes S.A., Flota Honda Limitada y Aseguradora Solidaria de Colombia y, se ordena al Tribunal Superior de Ibagué que rehaga su interlocutorio de fecha 15 de mayo de 2008, teniendo en cuenta lo aquí manifestado. En mérito de lo expuesto, la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Laboral, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la ley, FALLA: PRIMERO.- SE REVOCA el fallo proferido por la Sala de Casación Civil de la Corte Suprema de Justicia, dentro de la acción de tutela instaurada por FLOTA LOS PUENTES S.A., a través de apoderada, contra la Sala Civil – Familia del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Ibagué. SEGUNDO.- SE ORDENA a la citada Sala de Decisión del Tribunal que en el término de 48 horas, contadas a partir de la notificación de la presente providencia, rehaga su interlocutorio de fecha 15 de mayo de 2008, para lo cual deberá tener en cuenta lo expuesto en las consideraciones de la presente providencia. TERCERO.- NOTIFICAR esta decisión a los interesados telegráficamente o por cualquier otro medio expedito. República de Colombia 10 Corte Suprema de Justicia TUTELA 22293 CUARTO.- REMITIR el expediente a la Corte Constitucional para su eventual revisión. NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE LUIS JAVIER OSORIO LÓPEZ ELSY DEL PILAR CUELLO CALDERÓN EDUARDO LÓPEZ VILLEGAS GUSTAVO JOSÉ GNECCO MENDOZA FRANCISCO JAVIER RICAURTE GÓMEZ CAMILO TARQUINO GALLEGO ISAURA VARGAS DÍAZ MARIA ISMENIA GARCÍA MENDOZA Secretaria República de Colombia 11 Corte Suprema de Justicia TUTELA 22293 SALVAMENTO DE VOTO DEL MAGISTRADO GUSTAVO JOSÉ GNECCO MENDOZA No comparto la decisión adoptada, porque en mi opinión la acción de tutela no procede contra providencias judiciales, en virtud de los principios de autonomía e independencia de los jueces, columna vertebral de todo Estado de Derecho, tal como durante mucho tiempo y de manera pacífica y reiterada lo consideró esta Sala de la Corte Suprema de Justicia, con apoyo en varios argumentos jurídicos sólidos que mantienen plena vigencia. Para no abundar en esas serias razones, suficientemente conocidas y que ahora no son compartidas por la mayoría, estimo suficiente remitirme a lo que argumentó la Sala en fallo del 29 de octubre de 1998: “Esta Sala de la Corte inaplicó los artículos del Decreto 2591 de 1991 que autorizaban la acción de tutela contra providencias judiciales antes de que la Corte Constitucional declarara inexequible dichas normas. Por ello, habiéndose proferido la sentencia C-543 de 1º de octubre de 1992, que declaró inexequible los artículos 11, 12 y 40 de dicho decreto, resulta en verdad una temeridad acudir a este procedimiento para tratar de interferir las actuaciones judiciales adelantadas por un juez diferente a aquél al que se solicita el amparo. “Conforme lo ha dicho en múltiples ocasiones esta Sala de la Corte Suprema de Justicia, la declaración de inconstitucionalidad de los artículos 11, 12 y 40 del Decreto 2591 de 1991, en los cuales se República de Colombia 12 Corte Suprema de Justicia TUTELA 22293 permitía el ejercicio de la acción de tutela contra providencias judiciales, retiró de nuestro ordenamiento jurídico el único aparente fundamento que existía para la procedencia de dicha acción contra cualquier providencia que en desarrollo de un proceso o actuación judicial se profiera. “Como la misma Constitución Nacional establece en su artículo 243 que los fallos que la Cor te Constitucional dicta en ejercicio del control jurisdiccio nal "hacen tránsito a cosa juzgada constitucional", disponiendo igualmente que "ninguna autoridad podrá reproducir el contenido material del acto jurídico declarado inexequible por razones de fondo, mientras subsistan en la Carta las disposiciones que sirvieron para hacer la confrontación entre la norma ordinaria y la Constitución", se cae de su peso, o por lo menos así lo considera esta Sala de la Corte Suprema de Justicia, que mientras no sean modificados los artículos 1º, 228, 229 y 230 de la Constitución en vigor, no es posible "reproducir el contenido material del acto jurídico declarado inexequible por razones de fondo", vale decir, el contenido material de los artículos 11, 12 y 40 del Decreto 2591 de 1991, ni tampoco soslayar el efecto de cosa juzgada constitucional del fallo de la Corte Constitucional mediante el expediente de calificar la sentencia o la providencia judicial que le pone fin al proceso, de ser algo distinto a lo que por su naturaleza, forma y contenido son dichas actuaciones judiciales. “Este criterio no constituye una opinión sin fundamento de la Corte Suprema de Justicia, sino que se apoya en la interpretación que de la Constitución de 1991 hizo la Corte Constitucional en la sentencia C543 de 1º de octubre de 1992, en la cual declaró inexequibles los artículos 11, 12 y 40 del Decreto 2591 de 1991. “Según las consideraciones de la sentencia Nº C-543 de 1º de octubre de 1992, la Corte Constitucional encontró unidad normativa entre lo dispuesto por el artículo 11 del Decreto 2591 de 1991 y lo establecido en el artículo 40 del mismo, de manera que es forzoso entender que ambos se declararon República de Colombia 13 Corte Suprema de Justicia TUTELA 22293 inconstitucionales por exceder el alcance fijado por el constituyente a la acción de tutela, quebrantar la autonomía funcional de los jueces, obstruir el acceso a la administración de justicia, romper la estructura descentralizada y autónoma de las distintas jurisdicciones, impedir la preservación del orden justo, afectar el interés general de la sociedad y, además, "lesionar en forma grave el principio de la cosa juzgada, inherente a los fundamentos constitucionales del ordenamiento jurídico". Vale decir, las normas declaradas inexequibles se hallaron contrarias a lo dispuesto en los artículos 86, 228, 230 y 239 de la Constitución, la integridad de su título VIII, el Preámbulo de la Carta y su artículo 1º, disposiciones todas que subsisten en la Constitución Política de Colombia”. Con el acostumbrado respeto, Fecha ut supra. GUSTAVO JOSÉ GNECCO MENDOZA República de Colombia 14 Corte Suprema de Justicia SALVAMENTO DE VOTO TUTELA 22293 Radicación tutela: 22293 Con mi acostumbrado respeto por las decisiones de la Sala, me permito expresar las razones por las cuales me separo de la decisión, pues, en mi sentir, como lo venía sosteniendo unánimemente esta Sala de Casación, no procede la tutela contra decisiones judiciales, por no ser dable mediante esta acción injerirse en la órbita de competencia de otras autoridades judiciales, ni invalidar los efectos de sus providencias; además, porque esa posibilidad no cuenta con un respaldo normativo expreso e iría en contra de los principios de cosa juzgada y de autonomía judicial. Lo precedente se halla fundamentado, esencialmente: a) en que la Constitución Política no previó expresamente la acción de tutela contra decisiones judiciales y sólo mencionó y reguló tal posibilidad en los artículos 11, 12 y 40 del Decreto 2591 de 1991, disposiciones que, a la postre, fueron declaradas inexequibles por la Corte Constitucional bajo el argumento de constituir un exabrupto jurídico el aceptar tal clase de amparo (Sentencia C 543/92), soportes supralegal, legal y jurisprudencial que conservan toda su vigencia; b) la seguridad jurídica y República de Colombia 15 Corte Suprema de Justicia TUTELA 22293 el principio de cosa juzgada indudablemente hacen parte del debido proceso regulado en el artículo 29 de la Constitución, por ello los ciudadanos que acuden al órgano jurisdiccional y se someten a las reglas de los procesos, competencias preestablecidas y decisiones proferidas por el juez natural, no pueden ser sorprendidos en su buena fe al reabrirse el debate indefinidamente, ante un juez, en la mayoría de los casos, no especializado y con el mismo margen de falibilidad como seres humanos; y c) porque sabido es que ningún ciudadano puede ser juzgado dos veces por el mismo hecho – non bis in idem --, máxime que constituye principio rector en el Estado Social de Derecho que el juez de conocimiento debe velar por la guarda de los derechos fundamentales. En estos breves términos dejo expresado mi salvamento de voto. Fecha ut supra ISAURA VARGAS DIAZ