Opinión O418Opinion Manuel Mejores 5480 ( T ) Los mejores en

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Opinión
O418Opinion Manuel Mejores
5480
( T ) Los mejores en informática son ... personas
Manuel Dávila Sguerra
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Desde que escribí el artículo “Monumento al programador desconocido” he tenido claro que
en el mundo comercial se habla de los artefactos, pero no? de las personas. Por eso, en esta
edición intento hablar de alguna tecnología con énfasis en las personas que las
construyeron.
Esta inquietud la hemos planteado, y estamos trabajando en ella, en la red de Decanos y
Directores de Ingeniería de Sistemas – REDIS (las iniciales son las que dan el nombre, por
eso no deben ir en minúscula, más bien el acrónimo debe ser Redis, pero si el logo ya está
establecido con mayúscula se puede deja, y el único signo autorizado por las Academias
para explicar o renombrar es el paréntesis, así que esas rayitas no son apropiadas)) y en la
Asociación Colombiana de Ingenieros de Sistemas (ACIS), centrados en la imagen del
Ingeniero de Sistemas en nuestro país. En general nuestra labor pasa desapercibida, no se
conoce cuál es su utilidad y a veces se confunde con el simple manejo de herramientas de
oficina. Mientras tanto el software, que lo construimos nosotros, es producto de seguridad
nacional y no hay ya casi ninguna actividad en la vida que no se mueva utilizando tecnología.
Inclusive, quienes quisieran refutar esta última frase, tal vez lo hagan usando un procesador
de palabra. El filósofo Ernst Jünger consideró que nosotros, los técnicos, no hemos podido
posicionarnos en la sociedad. Lo dice así, en su libro “El trabajador Dominio y Figura”: “En
especial resulta sorprendente que los técnicos no logren ni siquiera inscribir su propia
definición dentro de la imagen que capte la vida en el conjunto de sus dimensiones ....para
poseer una relación verdadera y efectiva con la técnica es preciso ser algo más que un mero
técnico”.
La corta historia que nos ocupa tiene que ver con dos neurofisiólogos, llamados Warren
McCulloch y Walter Pittsque que en el año de 1940 se dedicaron a describir el sistema
nervioso para tratar de modelar el funcionamiento de las neuronas, como si fueran
autómatas, es decir, como máquinas abstractas. La inquietud nació por la pregunta ¿por qué
un ser humano que lee un texto, lo logra comprender? Años después, el matemático
Stephen Kllene describió estos modelos usando una notación matemática llamada conjuntos
regulares, la cual vino a ser usada por Ken Thompson, en 1968. Thompson fue el creador del
lenguaje B, precursor del lenguaje C de Dennis Ritchie. Ambos idearon el sistema
operacional Unix.
Thompson convirtió la inquietud mencionada en software e incluyó dicha notación dentro de
un editor de texto llamado ged, el cual fue incluido en Unix, en donde se implementó en
múltiples programas de utilidad. En general, intento no mencionar nombres técnicos porque
ellos no son lo importante, pero sé que a algunos Ingenieros les gusta y los orienta y por eso
me daré esa libertad solo en lo que resta de este párrafo. Algunos de esos programas de
utilidad fueron grep, expr, awk, Emacs el editor de Richard Stalman el creador del concepto
del Software LIbre, vim, lex y el lenguaje Perl. A todo esto se le llamó las expresiones
regulares cuya implementación más poderosa está en el lenguaje Perl, escrita por otro
pionero llamado Henry Spencer. De ahí nació la librería Compatible Regular Expressions
usada en las herramientas modernas. En resumen, las llamadas expresiones regulares.
Después de esta corta, semibiográfica y complicada explicación, veamos cómo estas
herramientas las usan ustedes, sin darse cuenta, cientos o miles de veces en el mes.
La notación permite hacer tratamiento de textos planos, también llamados datos no
estructurados; ese que nos llega en los sistemas de información, en los correos electrónicos
y en general en lo que usamos cotidianamente para hacer nuestro trabajo de personas
normales(tal vez mejor “comunes y corrientes”). Con ellas ¿a quién se refiere “con el ellas?”,
pareciera que a las personas, pero podría ser a los “datos no estructurados”o a la “notación”
o muy remotamente a las “herramientas”, no está claro y eso influye en el párrafo que sigue.,
los programadores construimos algoritmos para ser usados de forma amigable, por ejemplo
para indagar por la presencia de textos que estamos buscando en internet; son la esencia de
los motores de búsqueda que usamos diariamente.
Personalmente, las he utilizado en la implementación de mi plataforma orientada a la nube
llamada e-Genesis - El generador de sistemas que es la base de mi investigación sobre la
generación automática de programas. Gracias a ellas he logrado escribir mi propio control de
spam, mi propio sistema de correo electrónico y de discos virtuales, los motores de
búsqueda, un sistema que permite que los programas se autodocumenten sin intervención
humana, un mecanismo para comunicarme con el servidor como si este fuera una persona y
hacer que él obedezca mis ordenes (comandos) y muchas otras funcionalidades.
Visto desde dentro, la sintaxis del lenguaje es críptica, pero ese es problema de nosotros los
programadores; ante el usuario lo debemos hacer aparecer como lenguaje natural.
Una vez escribí un artículo cuyo título era /^\/[\/\-[A-Za-z0-9]+\/$/) y decía que esto no era un
error del procesador de palabra, era una expresión regular que buscaba dentro de un texto,
comandos de un sistema operacional. En todo ese texto no estructurado que recibimos en
Internet es necesario encontrar algún tipo de inteligencia, bien sea para indagar sobre él,
buscar conceptos que nos sean útiles guiados por el mismo texto, buscar y controlar
accesos indebidos de comunicaciones sospechosas y, aun, para construir, usando el
lenguaje natural, formas de comunicarse con los computadores con algo de inteligencia
artificial. Todo esto, gracias a los pioneros mencionados quienes son en realidad lo más
importante dentro de este mundo tecnificado. Termino sugiriendo que cada vez que hagan
una búsqueda en Google le hagan un monumento en la mente, al programador desconocido.
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