Alimentación B B Bebidas refrescantes, rehidratantes y helados, de lo mejor del verano Coincidiendo con la temporada veraniega, se produce un considerable aumento del consumo de agua, bebidas refrescantes, rehidratantes y helados. Y es que, con la ingesta de estos productos, se ayuda a nuestro organismo a mantener la temperatura corporal en unos términos adecuados, ante la presencia de temperaturas elevadas, además de calmar la sed. Habrá de tenerse en cuenta que, mediante la sudoración se disipa calor y lubrifica la piel, contribuyendo a la regulación de la temperatura corporal, pero ello conlleva una importante eliminación de agua y minerales, que precisamos reponer para prevenir los riesgos que suponen la deshidratación y la insolación. Bebidas refrescantes Se consideran bebidas refrescantes los preparados a base de agua a la que se añade comúnmente una considerable cantidad de azúcar u otros edulcorantes, algún derivado de frutas, gas carbónico y aditivos (colorantes y aromatizantes): extractos de fruta; extractos de semillas y tubérculos; bebidas aromatizadas, carbonatadas etc. • Las bebidas de fruta deben contener al menos un 12% de zumo y su sabor característico. Suelen ser ricas en azúcares y apenas si aportan vitaminas y minerales, con excepción de la vitamina “C”. Pueden contener o no gas carbónico. • Las bebidas con aroma de frutas, de escasos nutrientes, suelen contener gas carbónico. • Los néctares son bebidas a base de agua azucarada y aproximadamente 25% de zumo de fruta. Su contenido en azúcar es elevado. • Las bebidas de cola son ricas en azúcar y también en cafeína y teobromina, con propiedades estimulantes. Existen versiones sin cafeína y sin azúcar. • Las bebidas tónicas están gasificadas y azucaradas. El característico sabor amargo se lo proporcionan extractos de piel de frutas y cítricos. También lleva quinina, un ligero estimulante. El bitter es una bebida parecida a la tónica en su composición, pero con más extractos vegetales responsables del sabor amargo, y también más azucarada. Soluciones rehidratantes Son soluciones de agua y minerales, cuya finalidad es la reposición de ambos elementos ante situaciones de diarreas y sudoración excesiva, en la actualidad están siendo muy utilizadas durante los entrenamientos y prácticas deportivas. Se diferencian: • La limonada alcalina es una solución de agua, azúcar, zumo de limón y bicarbonato. Existe una solución, de venta en farmacias, a base de agua y determinadas cantidades de cloruro sódico, cloruro potásico, bicarbonato sódico y glucosa. • Las bebidas isotónicas son preparados comerciales basados en bebidas de frutas o aguas hidrocarbonadas, con cantidades controladas de minerales que favorecen la absorción del agua. Su consumo se orienta a corregir la excesiva sudoración por actividad física. 40 Alimentación Los helados En una interpretación más amplia, podemos considerar “helado” a un variado grupo de productos alimenticios que se presentan bajo determinadas condiciones de composición y elaboración y un cierto grado de congelación. Así encontramos entre otros: cremas heladas, sorbetes, polos, granizadas…. Usualmente empleamos el término para referirnos al helado común, en cuya elaboración juega un papel primordial el componente lácteo y azucarado. Un componente básico en todas las modalidades es el representado por los azúcares (sacarosa, glucosa, fructosa). Además, se utiliza una amplia gama de materias que complementan las propiedades nutricionales y organolépticas, como frutos secos, chocolates, huevo, miel, caramelo, saborizantes, etc. Categorías de helados en función de los componentes y el proceso de elaboración: • Común o lácteo: a partir de crema o nata, leche, grasa animal o vegetal no láctea, azúcares. Se aromatiza con fruta u otro natural: crema helada (con 10% o más de grasa láctea), leche helada (con menos de 10% de grasa láctea). • De huevo o mantecado: a partir de leche, yema de huevo, azúcar y aromatizante. • De hielo: a partir de agua con purés o jugos de frutas, o bien de agua azucarada: sorbetes, granizadas, polos…. • Especiales: utilizan edulcorantes no calóricos o fructosa y pueden estar más o menos libres de grasa: especiales para diabéticos, obesos, etc. Aunque el helado ha gozado de buena aceptación gastronómica y social desde antiguo, durante los últimos años su reputación se ha visto mermada, debido, en gran parte, a la atribución de exceso graso y/o azucarado. Sin embargo, el análisis de su composición nutricional nos muestra una realidad bien diferente, con cifras no excesivas de los nutrientes citados y un alto contenido en calcio, proteínas y vitaminas, sobre todo en lo referente a los helados lácteos. Sus buenas propiedades alimenticias, organolépticas y como refrescante deben situarlo de nuevo en el lugar que le corresponde en el contexto de una alimentación placentera y saludable. Si bien, está especialmente indicado como refrigerio de verano, no debe excluirse su consumo moderado, durante todo el año, formando parte de platos de comidas principales, postres, desayunos y meriendas. R Recomendaciones • El consumo de agua adquiere en la época estival un papel relevante. El agua de grifo reúne unas condiciones de salubridad, por higiene y composición, que la capacitan para el consumo humano en situaciones de normalidad. Cada individuo debe consumir en época estival como mínimo 2 litros diarios de agua, dependiendo de circunstancias como el estado de salud, la edad, complexión y la ingesta de otras bebidas. • Al elegir bebidas refrescantes, debemos prestar especial atención a su contenido en azúcares simples, aporte calórico y a la presencia de cafeína. Deben ser tomadas con moderación y no desplazar en la dieta (sobre todo a la hora de las comidas) a otros nutrientes esenciales como la leche o el agua. • Las bebidas carbónicas, las isotónicas y otras enriquecidas pueden presentar beneficios extras ante situaciones extremas (excesos de actividad física), ya que facilitan, la reposición de electrolitos, pero debemos tener presente que su uso indiscriminado puede acarrear problemas de salud. • La temperatura ideal de las bebidas para calmar la sed y una rápida reposición de líquidos oscila próxima a los nueve grados centígrados. Tomar las bebidas demasiado frías no influye significativamente para calmar más rápido la sed, pero sí que puede provocar molestias o problemas de salud. • Algunas bebidas de implantación tradicional o uso común, como la leche, los yogures, las horchatas, las bebida de soja, los zumos, los gazpachos, las infusiones…, representan una buena alternativa, ya que a sus efectos refrescantes, hidratantes y placenteros se suman interesantes propiedades alimenticias y nutricionales. Diego Aparicio Ibáñez 41