República de Colombia Tribunal Administrativo de Antioquia Sala Segunda de Oralidad Magistrada Ponente: Beatriz Elena Jaramillo Muñoz Medellín, REFERENCIA: DEMANDANTE: DEMANDADO RADICADO: INSTANCIA: PROVIDENCIA: DECISIÓN: ASUNTO: ACCIÓN DE TUTELA – APELACIÓN DE SENTENCIA NATALIA ANDREA RODRIGUEZ UNIDAD ADMINISTRATIVA ESPECIAL PARA LA ATENCIÓN Y REPARACIÓN INTEGRAL A LAS VÍCTIMAS 05001-33-31-014-2014-00434-01 SEGUNDA Sentencia Confirma decisión Derecho de Petición – Proyecto Productivo Procede la Sala a resolver la impugnación interpuesta por la entidad accionada Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Victimas, contra la sentencia proferida por el Juzgado Catorce (14) Administrativo del Circuito de Medellín, el 20 de junio de 2014, por medio de la cual se decidió conceder la tutela de los derechos fundamentales invocados por la accionante, Natalia Andrea Rodriguez. ANTECEDENTES la señora Natalia Andrea Rodriguez actuando en nombre propio y en ejercicio de la acción de tutela, manifiesta que es desplazada desde el año 2001, motivo por el cual los días 2 de abril y 12 de mayo de 2014 elevó solicitudes ante el Departamento Administrativo para la Prosperidad Social y ante la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Victimas un proyecto productivo auto sostenible, sin embargo, los funcionarios afirmaron que debía acudir al Ministerio del Trabajo. PETICIÓN La señora Natalia Andrea Rodríguez pretende con la presente acción de tutela, la protección de sus derechos fundamentales al trabajo y a la igualdad y en consecuencia ordenar que en un término mínimo, se le haga entrega del proyecto productivo auto sostenible, al cual tiene derecho, para así poder lograr una estabilización socioeconómica. Acervo probatorio Al escrito de la acción de tutela anexó copia de las solicitudes presendas1, copia de la cédula de ciudadanía de la accionante2 y cotizaciones3. CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA La Unidad Administrativa Especial de Atención y Reparación Integral a las Víctimas, mediante escrito de fecha 18 de junio de 2014, indicó que la competencia de generación de ingresos para la población desplazada no es exclusiva de la Unidad Administrativa Especial de Atención a las Víctimas puesto que corresponde a todas las entidades que conforman el Sistema Nacional de Atención y Reparación Integral a las Víctimas –SNARIV-, por lo que la accionante debe acercarse a cada una de las entidades para acceder a la oferta institucional. Respecto del derecho de petición, indica que la entidad dio respuesta de fondo al mismo, mediante comunicación N° 20137208447221 de fecha 06 de junio de 2014, por lo que considera se configuró un hecho superado y de esta manera debe negarse las peticiones incoadas por la accionante, pues no se vulneró derecho fundamental alguno. El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar – ICBF- manifestó que no ha incurrido en acción u omisión frente a los hechos y medios probatorios aportados por la accionante y que la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Victimas recibió, caracterizó la solicitud presentada por Natalia Andrea Rodríguez y su núcleo familiar, encontrando que fue víctima del desplazamiento forzado hace más de diez (10) años, en consecuencia, conforme a lo dispuesto en el artículo 112 del Decreto 4800 de 2011 no se encuentra en etapa de transición. 1 Folios 6 a 9 Folio 10 3 Folios 11 a 15 2 SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA El Juzgado catorce (14) Administrativo del Circuito de Medellín mediante sentencia del 20 de junio de 2014, tuteló el derecho fundamental de petición a la accionante, teniendo en cuenta que elevó dos peticiones y pese a que la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Victimas manifestó haber brindado una respuesta, no aportó prueba de ello, por lo que la posibilidad de autosostenimiento de la accionante que le permite tener acceso a un mínimo vital, se ha visto irrazonablemente prolongada y en consecuencia, la Unidad Administrativa Especial de Atención y Reparación Integral a las Víctimas deberá comunicar una respuesta de fondo a lo solicitado por la accionante. “PRIMERO: TUTELAR el derecho fundamental de petición de la señora NATALIA ANDREA RODRÍGUEZ, identificada con cédula de ciudadanía 43.878.041 de Envigado (Ant.), vulnerado por la UNIDAD ADMINISTRATIVA ESPECIAL PARA LA ATENCIÓN Y REPARACIÓN INTEGRAL A LAS VICTIMAS. SEGUNDO: ORDENAR a la UNIDAD ADMINISTRATIVA ESPECIAL PARA LA ATENCIÓN Y REPARACIÓN INTEGRAL A LAS VICTIMAS, que dentro los CUARENTA Y OCHO (48) HORAS siguientes a la comunicación de esta decisión, RESUELVA DE FONDO, DE FORMA CLARA, PRECISA Y CONGRUENTE las peticiones radicadas el 2 de abril y 12 de mayo de 2014, relacionadas con la asesoría e inclusión en un proyecto productivo. TERCERO: ÍNSTESE a la UNIDAD ADMINISTRATIVA ESPECIAL PARA LA ATENCIÓN Y REPARACIÓN INTEGRAL A LAS VICTIMAS para que BRINDE UNA ASESORIA INTEGRAL, no sólo limitándose a exponer cuáles son las diferentes alternativas de restablecimiento económico que existen, sino haciendo un seguimiento de la atención que las entidades oferentes le brinden para que ésta sea efectiva.”4 LA IMPUGNACIÓN La Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Victimas impugno la decisión de primera instancia, escrito mediante el cual la entidad accionada reiteró todos y cada uno de los argumentos expuestos en el escrito de contestación a la acción de tutela. 4 Folio 39 CONSIDERACIONES Competencia: Por ser superior jerárquico del despacho judicial que profirió la sentencia impugnada por la entidad accionada Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Victimas, el Tribunal Administrativo de Antioquia es el competente para adelantar el trámite de impugnación, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 32 del Decreto 2591 de 1991. Problema jurídico La Sala procederá a estudiar de fondo la tutela impetrada por la señora Natalia Andrea Rodriguez, para lo cual se analizará si se presentó vulneración a derecho fundamental alguno por parte de la entidad demandada al no brindarle respuesta a su solicitud de asignación de proyecto productivo. La acción de tutela: La acción de tutela está encaminada a obtener la protección efectiva de los derechos fundamentales cuando los mismos se encuentran amenazados o vulnerados por las autoridades públicas, o por los particulares, en los casos previstos por la ley; con tal fin se consagra en el artículo 86 de la Constitución Política, debidamente reglamentada en los Decretos 2591 de 1991 y 306 de 1992. La acción de tutela establece en el artículo 86 de la Constitución Política, reglamentada mediante el Decreto 2591 de 1991, que en el artículo 1° establece:, "Toda persona tendrá acción de tutela para reclamar ante los jueces, en todo momento y lugar, mediante un procedimiento preferente y sumario, por sí misma o por quien actúe en su nombre, la protección inmediata de sus derechos constitucionales fundamentales, cuando quiera que éstos resulten vulnerados o amenazados por la acción o la omisión de cualquier autoridad pública o de los particulares en los casos que señala este decreto" (resalto fuera del texto), la cual procederá cuando el afectado no disponga de otro medio de defensa judicial, salvo que se utilice como mecanismo transitorio para evitar un perjuicio irremediable. En materia de desplazados, la Corte Constitucional en múltiples pronunciamientos5 ha reiterado que la acción de tutela se configura como el mecanismo judicial apropiado para solicitar el amparo de los derechos fundamentales de la población desplazada. Ello, por el hecho de predicarse la titularidad de una especial protección constitucional ante las circunstancias particulares de vulnerabilidad, indefensión y debilidad manifiesta en la que se encuentran por ser víctimas del desplazamiento forzado. En ese sentido la Corte Constitucional manifestó que resulta contrario a los postulados del Estado Social de Derecho exigir el agotamiento previo de acciones y recursos al interior de la jurisdicción ordinaria como condición para la procedencia del mecanismo de amparo constitucional. Y así lo indicó: “Debe quedar claro que, debido a la gravedad y a la extrema urgencia a la que se ven sometidas las personas desplazadas, no se les puede someter al trámite de las acciones judiciales para cuestionar los actos administrativos de la Red, ni a la interposición de interminables solicitudes a la coordinadora del Sistema. Aquello constituye la imposición de cargas inaguantables, teniendo en cuenta las condiciones de los connacionales desplazados, y son factores que justifican la procedencia de la acción de tutela. En este contexto, se ha admitido que cuando quiera que en una situación de desplazamiento forzado una entidad omita ejercer sus deberes de protección para con todos aquellos que soporten tal condición, la tutela es un mecanismo idóneo para la protección de los derechos conculcados”. 6 El desplazamiento forzado y los derechos fundamentales de los desplazados Sin entrar a desconocer los diferentes criterios que en relación con el concepto de “desplazados internos” han expresado las distintas organizaciones nacionales e internacionales que se ocupan del tema, de conformidad con lo preceptuado en la ley7 y la jurisprudencia constitucional8, puede afirmarse que se encuentra en condición de desplazado toda persona que se ve obligada a abandonar intempestivamente su lugar de residencia y sus actividades económicas habituales, debiendo migrar a otro lugar dentro de las fronteras del territorio nacional, por causas imputables a la existencia de 5 Al respecto, ver entre otras, las sentencias T-327 de 2001, T-098 de 2002, T-419 de 2003, T-985 de 2003, T-740 de 2004, T-813 de 2004, T-1094 de 2004, T-1144 de 2005, T-086 de 2006, T-496 de 2007 y T-821 de 2007. 6 Sentencia T- 086 de 2006. 7 Confrontar Ley 387/97 artículo 1 8 Al respecto, ver sentencias: T-327/01, T-227/97 y SU 1150/00 un conflicto armado interno, a la violencia generalizada, a la violación de los derechos humanos o del derecho internacional humanitario y, en fin, a determinados factores que pueden llegar a generar alteraciones en el orden público-económico interno. El problema del desplazamiento en Colombia presenta relevancia en el contexto de la situación nacional actual, ya que afecta o vulnera el núcleo esencial de los derechos fundamentales y sociales de las personas que lo padecen, entre otros, sus derechos a la vida, a la integridad personal, al trabajo, a la dignidad humana, a la libertad de locomoción, a la salud, a la educación y, en consecuencia, a la vida en condiciones dignas. El desplazamiento forzado y las consecuencias que este fenómeno produce en torno al ejercicio legítimo de los derechos fundamentales, le impone a la administración pública, en el contexto de los postulados constitucionales que consagran el Estado Social de Derecho, la obligación de brindar una adecuada atención a los desplazados, en procura de cesar la amenaza o violación de sus derechos y de asegurarles unas mínimas condiciones de vida digna y de bienestar. El cumplimiento de estos objetivos, tal y como lo ha dicho la Corte Constitucional, encuentra un claro fundamento, entre otros, en el artículo 2° de la Carta Fundamental que, por un lado, define como fines esenciales del Estado “servir a la comunidad, promover la prosperidad general y garantizar la efectividad de los principios, derechos y deberes consagrados en la Constitución Política”, Y, por el otro, les impone a las autoridades de la República el deber de “proteger a todas las personas residentes en Colombia, en su vida, honra, bienes, creencias y demás derechos y libertades...”. Para garantizar las condiciones anteriores, la Ley 387 de 1997 adoptó medidas para prevenir el desplazamiento forzado y la atención, protección, consolidación y estabilización socioeconómica de la población desplazada, ésta ley fue reglamentada por el Decreto 2569 de 2000, por medio del cual se delegó en la Unidad Para la Atención Y Reparación a las Víctimas, la coordinación del sistema nacional de información y atención integral a la población desplazada por la violencia, al igual que el manejo del registro único de la Población desplazada. El artículo 1 del Decreto 2569 señala como funciones de esta Entidad las siguientes: “Promover ante las Entidades Estatales que integran el sistema nacional de atención para la población desplazada; el diseño y la elaboración de programas y proyectos encaminados a prevenir y brindar atención integral a los afectados por el desplazamiento” así como, “promover y coordinar la adopción por parte de las autoridades nacionales y locales de medidas humanitarias, de manera tal que se brinde oportunamente atención humanitaria de emergencia, protección y condiciones de estabilización y consolidación a la población desplazada”. Así es como, al Estado le corresponde, a través de la Unidad Para la Atención Y Reparación de las Víctimas, asegurar a la población desplazada su protección, proporcionarles las condiciones necesarias para su subsistencia, como son un albergue provisional compatible con la dignidad de todo ser humano y la ayuda humanitaria, así como vincularla a los programas de salud, educación, vivienda y créditos productivos. Incorporación en Proyectos Productivos El artículo 17 de la Ley 387 de 1997, estableció las acciones por medio de las cuales el Gobierno Nacional generará condiciones de sostenibilidad en la población desplazada, así dicho artículo señala: “El Gobierno Nacional promoverá acciones y medidas de mediano y largo plazo con el propósito de generar condiciones de sostenibilidad económica y social para la población desplazada en el marco del retorno voluntario o el reasentamiento en otras zonas rurales o urbanas. Estas medidas deberán permitir el acceso directo de la población desplazada a la oferta social del gobierno, en particular a los programas relacionados con: 1. Proyectos productivos. 2. Sistema Nacional de Reforma Agraria y de Desarrollo Rural Campesino. 3. Fomento de la microempresa. 4. Capacitación y organización social. 5. Atención social en salud, educación y vivienda urbana y rural, la niñez, la mujer y las personas de la tercera edad, y 6. Planes de empleo urbano y rural de la Red de Solidaridad Social”. De igual forma, la Corte Constitucional en múltiples ocasiones ha señalado que los componentes de la ayuda integral son implementados tanto por Acción Social, como por diferentes entidades de componen el SNAIPD. En cuanto al accedo a dichos programas ha indicado: “(…) Es razonable que sean las personas en condición de desplazamiento las que acudan ante la entidades encargadas de los programas de ayuda y que, cumplan con los trámites requeridos para ellos pues, la atención integral cuenta con componentes muy específicos que son adelantados por distintas entidades del Estado”9 Asimismo, dicha Corporación ha señalado que es deber de Acción Social, brindar una asesoría y un acompañamiento a las personas en situación de desplazamiento que pretendan un restablecimiento económico y mejorar sus condiciones, motivo por el cual, se constituye como obligación brindar toda la información necesaria para acceder a los componentes y ayudas necesarias. El derecho de petición: Ha sido considerado tradicionalmente, como un instrumento que garantiza a los particulares obtener información de las autoridades, y hoy en día, a la luz de la normatividad constitucional, se ha convertido además, en un medio para conocer la razón de las decisiones de las entidades públicas e inclusive, contar con un sustento jurídico, que le permita fiscalizar sus actos. El núcleo esencial del citado derecho fundamental, radica no solo en la posibilidad de que las personas puedan dirigirse a las autoridades públicas en interés particular y general, sino básicamente a que se dé una respuesta clara y precisa del asunto sometido a su consideración dentro de los términos legalmente previstos para ello, lo cual se constituye en su verdadero espíritu. Las dilaciones indebidas en la tramitación y respuesta de una petición constituyen una vulneración del mismo. La tutela del derecho de petición, así pues, no puede consistir en una orden judicial que resuelva sobre el fondo de las pretensiones contenidas en la solicitud, puesto que para ello el ordenamiento jurídico ha previsto otros procedimientos, si no la exigencia de un pronunciamiento oportuno. 9 Corte Constitucional, Sentencia T-497 de 2010. La Sala advierte que el derecho fundamental de petición se consagra como tal en el artículo 23 de la Constitución Nacional que establece: “Toda persona tiene derecho a presentar peticiones respetuosas a las autoridades por motivos de interés general o particular y a obtener pronta resolución. El legislador podrá reglamentar su ejercicio ante organizaciones privadas para garantizar los derechos fundamentales” (Subrayas fuera del texto) De la norma constitucional trascrita se observa que la formulación de una petición implica correlativamente para la autoridad ante la cual se presenta, la obligación de dar respuesta oportuna y de fondo a la solicitud del peticionario, pues “de nada serviría la posibilidad de dirigirse a la autoridad si ésta no resuelve o se reserva para sí el sentido de lo decidido”10. Para que la respuesta sea efectiva debe cumplir con los siguientes requisitos: 1. oportunidad; 2. debe resolver de fondo la petición, ser clara, precisa y congruente con lo solicitado; 3. debe ser puesta en conocimiento del peticionario11. El no cumplimiento de estos requisitos implica la vulneración del derecho fundamental de petición. La respuesta no implica aceptación de lo solicitado, pues la competencia del juez de tutela se limita a la verificación de los términos establecidos legalmente para dar respuesta a las solicitudes elevadas por los peticionarios.12 Por su parte el artículo 14° del Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo, indica que las peticiones elevadas a las autoridades públicas se resolverán dentro de los quince (15) días siguientes a la fecha de su recibo. EL CASO CONCRETO La señora Natalia Andrea Rodriguez en nombre propio, por medio y en ejercicio de la acción de tutela pretende en concreto la protección de sus derechos fundamentales invocados que considera vulnerados por la Unidad 10 Corte Constitucional, Sentencia T-1150 de 2004, MP: HUMERTO ANTONIO SIERRA PORTO, 17 de noviembre de 2004, Exp. T - 961534 11 Corte Constitucional, Sentencia T-1160ª de 2001, M.P. Manuel José Cepeda Espinosa. 12 Ver, entre otras, las Sentencias T-131 y T-169 de 1.996, MP. Vladimiro Naranjo Mesa y la T-206 de 1.998, MP. Fabio Morón Díaz. Administrativa Especial para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas al no dar respuesta a la solicitud de asignación de proyecto productivo, radicado en esa entidad desde el 2 de abril y 12 de mayo de 2014. La petición es del siguiente tenor: 2 abril de 2014: “(…) Solicito muy respetuosamente al DEPARTAMENTO ADMINISTRATIVO PARA LA PROSPERIDAD SOCIAL Y A LA UNIDAD DE ATENCIÓN Y REPARACIÓN INTEGRAL A LAS VICTIMAS QUE por favor me sea asignado el proyecto productivo auto sostenible equivalente a los 19 salarios mínimos vigentes Debido a que en mi negocio actual no tengo una estabilidad socioeconómica sostenible. (…)” 12 de mayo de 2014: “(…) por ello de manera respetuosa le solicito SEÑOR (A) COORDINADOR (A) DEL PROGRAMA DE ATENCIÓN A LO POBLACIÓN DESPLAZADA – UNIDAD TERRITORIAL DE ANTIOQUIA DE LA AGENCIA PRESIDENCIAL Y AL MINISTERIO DE TRABAJO A LA SECRETARIA DE BIENESTAR SOCIAL Y AL DPS, se sirva ordenar a quien corresponda y se me asigne la reparación del proyecto productivo equivalente a los 19 salarios mínimos vigentes. (…)13” Como consecuencia de lo anteriormente escrito y de conformidad con lo establecido en el artículo 3 de la Ley 1448 de 2011 con el debido respeto solicito señor Director Nacional de la Unidad Administrativa Especial para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas que de manera INMEDIATA y sin ningún tipo de dilaciones se sirva ordenar a quien corresponda y se me asigne un PROYECTO PRODUCTIVO de generación de INGRESOS…”14 Es de observar que esta última petición se encuentra dirigida a otra entidad diferente a la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Victimas, sin embargo, la misma fue presentada ante esta entidad el 12 de mayo de la presente anualidad. No existe prueba en el expediente de que a las solicitudes presentada por la parte accionante se le haya brindado respuesta alguna, puesto que pese a que la Unidad para la 13 14 Folio 8 Folio 9 Atención y Reparación Integral a las Victimas informó haber respondido la solicitud mediante comunicación N° 20147208447221 del 06 de junio de 2014, no fue allegada prueba alguna de ello. Pese a la falta de respuesta a la solicitud de la accionante, en el escrito de contestación a la acción de tutela, la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Victimas, afirmó que la competencia de generación de ingresos no es exclusiva de la Unidad para la Atención y Reparación Integrla a las Victimas y que le corresponde en general a todas las entidades que conforman el ahora Sistema Nacional de Atención y Reparación Integral a las Victimas de la Violencia – SNARIV-, Argumentos que fueron expuestos en el escrito de contestación, precisando que la respuesta que se da al Juez de tutela no puede entenderse como respuesta a la solicitud que presenta el peticionario, así lo ha dicho la Corte Constitucional en sentencia T - 283 de 2003: “2. La respuesta que la entidad demandada dio a la petición del demandante a través del escrito de contestación de la acción de tutela, no se compadece con los criterios resaltados por ésta Corte en los acápites anteriores. Según lo tiene establecido la Corte una respuesta dirigida al juez de tutela no constituye una respuesta clara y oportuna notificada al interesado. Si la Secretaría de Educación es de la opinión que no tiene competencia para resolver el asunto para el cual se le ha peticionado, debe responder en este sentido. Guardar silencio y adelantar una respuesta únicamente tras haber sido notificada del proceso judicial en su contra, es a todas luces violatorio del derecho de petición del demandante.15 No es de recibo, entonces, el argumento del juez de instancia para denegar la acción de tutela de la referencia, pues es deber de las entidades demandadas resolver de fondo las solicitudes ante ellas presentadas”16. La Corte Constitucional en sentencia T - 915 de 2004, reiteró su posición sobre el derecho de petición de la siguiente manera. “Al no estar acreditado que la accionante fue realmente enterada de las respuestas a su solicitud y teniendo en cuenta que, conforme se ha explicado en este providencia, la respuesta 15 Argumento similar se utilizó en un caso similar decidido en la sentencia T-1105 de 2002 M. P. Manuel José Cepeda Espinosa. 16 Corte Constitucional, sentencia T- 283 del 3 de abril de 2003, Magistrado Ponente. Álvaro Tafur Galvis dada al juez de tutela no satisface el derecho de petición resulta incorrecta la decisión de los jueces de instancia de haber denegado el amparo constitucional, bajo un supuesto hecho superado, cuando lo que se encuentra demostrado es que la accionante no ha obtenido respuesta a sus pedimentos. Desde esta perspectiva, hace parte del núcleo esencial del derecho fundamental consagrado en el artículo 23 Superior, el hecho de que la respuesta se ponga en conocimiento del solicitante, pues no puede tenerse como real contestación la que sólo es conocida por la persona o entidad de quien se solicita la información. Tampoco constituye respuesta la contestación dada al Juez con ocasión de la acción de tutela que se interpone para la protección del derecho de petición, dado que las informaciones que el accionado brinda al funcionario judicial tienen como finalidad lograr la defensa de sus intereses en el trámite de la acción de amparo constitucional, circunstancia que no releva al demandado de su deber de notificar la decisión de la solicitud al peticionario que es el legítimo destinatario de la misma.”17 En consecuencia, no pueden tenerse los argumentos expuestos en el escrito de contestación de la acción de tutela como una respuesta al derecho de petición, pues según los lineamientos que ha fijado la Corte Constitucional, para entenderse protegido este derecho la respuesta debe ser oportuna, de fondo y debe darse a conocer en debida forma al peticionario, es decir, debe ser notificada a la accionante; motivo por el cual se hace necesaria la protección de derecho fundamental constitucional de petición, pues no se vislumbra en el presente caso que la señora Rodríguez haya recibido respuesta a sus solicitudes. Reiterada ha sido la jurisprudencia constitucional, al señalar cómo se debe proteger el derecho fundamental de petición, entre otras cosas ha establecido que la respuesta debe ser de fondo, clara y precisa, resolver lo planteado por el censor, sin rodeos ni evasivas, en forma directa. La información sobre el trámite no satisface el derecho de petición. “Para la Corte, tal y como lo ha señalado hasta el momento18, el núcleo esencial del derecho fundamental de petición reside en la resolución pronta y oportuna de la cuestión planteada en la solicitud. De ahí que la respuesta deba cumplir con estos requisitos: i) oportunidad ii) Debe existir resolución de fondo, clara, precisa y de manera congruente con lo solicitado iii) Debe darse a conocer al peticionario. Por lo tanto, si no se cumple con 17 Corte Constitucional, sentencia T 915 del 13 de septiembre de 2004, Magistrado Ponente. Jaime Córdoba Triviño 18 Pueden consultarse las sentencias T-12 de 1992, T-419 de 1992, T-172 de 1993, T-306 de 1993, T-335 de 1993, T-571 de 1993, T-279 de 1994, T-414 de 1995, T-529 de 1995, T-604 de 1995, T-614 de 1995, SU-166 de 1999, T-307 de 1999, entre muchas otras. estos requisitos se incurre en una vulneración del derecho constitucional fundamental de petición. Así pues, una respuesta de fondo es una resolución material de lo planteado, por lo que “no se admiten respuestas evasivas, o la simple afirmación de que el asunto se encuentra "en trámite", pues ello no se considera una respuesta”19. Por consiguiente, “la respuesta aparente pero que en realidad no niega ni concede lo pedido, desorienta al peticionario y le impide una mínima certidumbre acerca de la conducta que debe observar frente a la administración y respecto de sus propias necesidades o inquietudes: no puede hacer efectiva su pretensión, pero tampoco tiene la seguridad de que ella sea fallida”20 Ahora bien, la Sala advierte que el derecho fundamental de petición se consagra como tal en el artículo 23 de la Constitución Política, que establece: “Toda persona tiene derecho a presentar peticiones respetuosas a las autoridades por motivos de interés general o particular y a obtener pronta resolución. El legislador podrá reglamentar su ejercicio ante organizaciones privadas para garantizar los derechos fundamentales” (Subraya fuera del texto) Por su parte el artículo 14° del Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo, indica que las peticiones elevadas a las autoridades públicas se resolverán dentro de los quince (15) días siguientes a la fecha de su recibo. Reiterada ha sido la jurisprudencia constitucional, al indicar cómo se debe proteger el derecho fundamental de petición. 1. Para que se considere protegido el derecho de petición se debe dar una respuesta en término oportuno. 2. La respuesta debe ser de fondo, clara y precisa, debe resolver lo planteado por el censor, sin ningún tipo de rodeos ni evasivas, en forma directa. La información sobre el trámite, no satisface el derecho de petición. 3. Por último, la decisión que decide de fondo lo solicitado, de manera oportuna, debe ser notificada al interesado. Al respecto se dijo, en la sentencia T-779 de 2000, M.P. Alejandro Martínez Caballero: 19 20 Sentencia T-165 de 1997. M.P. José Gregorio Hernández Galindo Sentencia T-206 de 1997. M.P. José Gregorio Hernández Galindo “1. Alcance del derecho de petición. La autoridad no lo satisface limitándose a actuar dentro de su competencia. Debe comunicar la respuesta al solicitante. (…) Pero además debe distinguirse entre el derecho que tiene el peticionario a la respuesta, en virtud de la garantía constitucional, y el desarrollo interno que, en las dependencias de la Administración, tenga el curso de la petición formulada. En efecto, si la petición busca que la autoridad actúe en el ámbito de sus atribuciones o deberes, cumple su función obrando de inmediato, pero eso no la libera de su obligación de informar al peticionario sobre lo actuado y acerca de los resultados de la actividad emprendida. Desde luego, como ya lo ha señalado la Corte, esto no es aplicable a las autoridades judiciales en el curso de los procesos, ya que éstos se rigen por las normas legales propias de cada uno, sin que sea lo adecuado impulsarlos mediante la formulación de peticiones en cada uno de los momentos procesales21. (Resalto del despacho) Por otro lado, no puede pasarse por alto que la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Victimas en el escrito de contestación, expuso como se argumentó con anterioridad su falta de competencia frente al tema y que no es su competencia exclusiva lo que tiene que ver con la generación de ingresos para la población desplazada, por lo que dicha situación debió haber sido informada de manera clara y precisa a la señora Natalia Andrea Rodríguez, pues si bien la solicitud presentada el 12 de mayo de 2014 fue dirigida a entidad diferente a la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Victimas, el sello muestra que el escrito fue entregado a esta entidad nuevamente, por lo que, al observar su falta tal situación debe remitirse a la entidad responsable y hacer saber esta situación a la peticionaria. Al respecto la Corte Constitucional en sentencia T – 219 del 22 de febrero de 2001, Magistrado Ponente, Fabio Morón Díaz, sobre el tema de falta de competencia de quien se le dirige una petición manifestó lo siguiente: “La falta de competencia de la entidad ante quien se plantea el derecho de petición no la exonera del deber legal de responderlo. En ese caso, la respuesta válida del derecho de petición obliga a remitir la solicitud al funcionario competente y a cumplir con el deber de así comunicárselo al peticionario 21 Sentencia T-178/00. Magistrado Ponente: José Gregorio Hernández Galindo dentro del término legal. Reiteración de jurisprudencia…” (Resaltos del texto) Esta Sala reitera entre otras, las Sentencias T-131/96, T-129/96, T-454/95 así como su más reciente pronunciamiento consignado en la Sentencia (Exp. T-332455 M.P. Dr. Alejandro Martínez Caballero) en el que, a propósito de un caso idéntico, la Sala Sexta de Revisión fue categórica en señalar que: "El señalamiento de la remisión a la entidad competente para responder el derecho de petición elevado sí es respuesta de recibo. Si al recibir un derecho de petición, la entidad se percata de su falta de competencia, es deber comunicárselo al peticionario dentro del término legal previsto y remitir la solicitud al funcionario competente. De esa manera se da una respuesta válida al derecho de petición. Sin embargo, la responsabilidad de dar una respuesta de fondo no desaparece. Es la entidad a la cual se le remitió la petición la que, en virtud de su competencia, debe dar una contestación satisfactoria dentro de los quince días posteriores al recibo de la remisión de la solicitud." Se observa, entonces que la Unidad Administrativa Especial para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas no emitió pronunciamiento alguno que le resolviera a la accionante sus solicitudes, o al menos le indicara de no ser esta la entidad responsable esta situación como y ante quien debe dirigirse la solicitud, esto frente a la petición del 02 de abril de 2014, pues frente a la presentada el 12 de mayo de la misma anualidad ante la misma entidad, esta debió dirigirse a la entidad competente al vislumbrar que no era la Unidad de Victimas a quien se dirigía la solicitud, y de ello igualmente se debía proceder a informar a la accionante, todo con el fin de salvaguardar su derecho fundamental de petición, motivo por el cual, en el caso concreto se vulnera tal garantía constitucional se hace necesario su protección, pues es obligación de la entidad accionada responder los escritos a ella presentados. Pues bien, vale la pena recordar que la Corte Constitucional en muchas ocasiones, ha señalado como un deber de la Unidad brindar asesoría y acompañamiento a aquellas personas que por cualquier motivo se hayan desplazado y las cuales pretendan mejorar sus condiciones de vida. Por ello es obligación de la entidad ofrecer la información necesaria para que las personas que se encuentran en dicha condición puedan acceder a las ayudas, programas y componentes que requieran. Así las cosas, de conformidad con lo ya expuesto, de acuerdo con lo estipulado en la Ley 387 de 1997 y el Decreto 2569 de 2000 en su artículo 1º, La Unidad Administrativa Especial para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas es la entidad encargada de ejercer la labor de coordinación del Sistema Nacional de Atención Integral a la Población Desplazada SNAIPD, hoy Sistema Nacional de Atención y Reparación Integral a las Víctimas -SNARIV- creada mediante el Decreto 790 de abril de 2012, por el cual se trasladan las funciones del Sistema Nacional de Atención Integral a la Población Desplazada por la Violencia – SNAIPD, al Sistema Nacional de Atención y Reparación Integral a las Víctimas y del Consejo Nacional de Atención Integral a la Población Desplazada – CNAIPD, al Comité Ejecutivo para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas22. En ese orden de ideas la sentencia de primera instancia proferida por el Juzgado Catorce (14) Administrativo del Circuito de Medellín el 20 de junio de 2014 será confirmada, según lo aquí expuesto. En mérito de lo expuesto, el TRIBUNAL ADMINISTRATIVO DE ANTIOQUIA, SALA SEGUNDA DE ORALIDAD, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la ley. FALLA PRIMERO.- CONFIRMAR el fallo proferido por el Juzgado Catorce Administrativo del Circuito de Medellín el día veinte (20) de junio de dos mil catorce (2014), que concedió la tutela del derecho fundamental de petición a la señora Natalia Andrea Rodríguez, por las razones expuestas en la parte motiva de esta providencia. SEGUNDO: ORDENAR que esta decisión se notifique a las partes, accionante y accionada por el medio más eficaz y expedito, de conformidad con el artículo 30 del decreto 2591 de 1991, por medio de la Secretaría de la Corporación. 22 Artículo 1°. A partir de la expedición del presente decreto, el Sistema Nacional de Atención y Reparación Integral a las Víctimas cumplirá todas las funciones asignadas al Sistema Nacional de Atención Integral a la Población Desplazada por la Violencia. TERECERO: Dentro de los diez (10) días siguientes a la ejecutoria de esta providencia, envíese el expediente a la Corte Constitucional, para su eventual revisión. Envíese copia de esta providencia al Juzgado de origen. NOTIFÍQUESE, CÚMPLASE Y DEVUÉLVASE. Esta providencia se discutió y aprobó en Sala de la fecha como consta en el Acta N° Los magistrados BEATRIZ ELENA JARAMILLO MUÑOZ GONZALO J. ZAMBRANO VELANDIA GLORIA MARÍA GÓMEZ MONTOYA