Historia del siglo XX

Anuncio
Las Relaciones Internacionales surgen como disciplina académica a principios del siglo XX, como intento
investigación más científico y coherente. Estos intentos anglosajones y franceses se desarrollan a partir de la I
Guerra Mundial; pretenden analizar el conjunto de relaciones que entre los individuos, Estados y
organizaciones internacionales se producen en un momento determinado.
Tiene como objeto de análisis los actores internacionales, como los económicos y organismos internacionales,
y las formas que explican las actuaciones de los actores.
El punto de partida es la coyuntura histórica entre 1914−1918, en torno a la Gran Guerra, con una serie de
connotaciones que hacen que en 1919 la Conferencia de París renueve horizontes.
Para poder comprender lo que ocurre en 1914−1918 es imprescindible tener presente lo que ha sido la
evolución internacional del siglo XIX.
TEMA 1. EVOLUCIÓN INTERNACIONAL DEL XIX. CONCIERTO EUROPEO E
IMPERIALISMO COLONIAL.
Se destacan dos puntos a lo largo del siglo XIX: el predominio de Europa, que es el centro de todas las
actividades (económicas, sociales, políticas, militares...). Junto a ese dinamismo europeo, tendríamos también
zonas dependientes de lo que es el poder europeo.
Esa hegemonía europea tiene un punto de arranque en 1815. Desde el punto de vista de las relaciones
internacionales, lo que sucede en 1815 va a sufrir un salto hasta 1914−18. En 1815 el mundo asiste a la
desaparición de la estructura imperial napoleónica y el desarrollo del Congreso de Viena, que intenta poner las
bases del comportamiento de los actores.
En 1815 las potencias que acaban con Napoleón están ávidas de paz, necesitan la pacificación a toda costa,
porque desde 1793 hasta 1814 Europa ha vivido convulsionada en un proceso permanente de enfrentamientos
militares.
La Revolución Francesa o experiencia napoleónica ha roto el mapa político europeo en beneficio de la Francia
imperial. Una vez derrotado Napoleón, las potencias buscan el mantenimiento de la paz europea a través de
dos procedimientos:
− Creación de un mapa político y territorial en Europa que impida la aparición de una potencia hegemónica
que amenace la seguridad y supervivencia del mapa político. Hay que afianzar la realización de esa estructura
geográfica.
− Intensificar la cooperación internacional entre las grandes potencias, porque son las que tienen un mayor
interés y poner un mecanismo para llegar a la cooperación.
Estos dos puntos nos llevan al concierto europeo, que es una práctica diplomática mediante la cual las
grandes potencias deciden exponer mecanismos de consulta y decisión para poder estudiar los problemas que
se producen; y buscan soluciones para que no se altere el orden que se crea en 1815. Así, Europa ve la
consolidación de las grandes potencias (Francia, Gran Bretaña, Prusia, Rusia, el Imperio Austrohúngaro y, en
menor medida, el Imperio Otomano). Estas potencias deciden en las crisis que se produzcan y las soluciones
se realizan en función de lo que quieran dichas potencias.
En 1813 en la península italiana se asiste a un fenómeno de carácter nacionalista para proceder al
establecimiento de un estado italiano, pero esto es ignorado por parte de las grandes potencias; algo similar
1
ocurre en Alemania.
Este orden que se crea en 1815 comienza a romperse en 1854−56, momento en el que se asiste el primer
enfrentamiento entre las grandes potencias, la llamada guerra de Crimea. Durante los años ´20, ´30 y ´40,
Europa ha vivido ausente de conflictos entre las grandes potencias, con un proceso de estabilización interna
que produce un desarrollo económico, el desarrollo del capitalismo. Esta guerra en Crimea rompe la idea de
1815.
A partir de este momento, el deterioro del concierto europeo es más evidente. Empiezan a producirse grandes
transformaciones: expansión y consolidación del liberalismo y del nacionalismo, que rompe el mapa de Viena.
En la península italiana se asiste a la creación del Estado de Italia como comunidad política y soberana.
También aparece el Imperio Alemán.
En 1871 Alemania ha logrado su unificación con Bismark, quien ha hecho de la guerra el principal
instrumento para la unificación (primero con la guerra de los ducados, luego la guerra austro−prusiana y, por
último, con Francia). Europa asiste a la creación de un imperio unificado, con gran pujanza económica,
militar, política, etc. Es la fuerza emergente de Europa, el Estado con más rigor que se reafirma sobre el
continente. A esta fase que se abre en 1871 se la llama la Europa Bismarkiana. Alemania tiene dos políticas en
1871:
− Continuar su política agresiva en lo militar y expansionista.
− Plantear un política en favor del mantenimiento del status quo europeo.
Alemania tiene que digerir todas las transformaciones de 1871. No busca conquistas territoriales sino que se
da por satisfecha. Bismark quiere una política de estabilidad porque es desarrollo de Alemania dependía de
una estabilidad en Europa. Con ese objetivo, Bismark pone en marcha un proyecto diplomático que va a
imperar en Europa entre 1871 y 1891. Durante 20 años Europa va a girar en torno a las disposiciones de
Bismark, llamadas sistemas bismarkianos, como conjunto de alianzas que permiten en estos 20 años que
Europa tenga paz, nada incompatible con el concierto.
Cuando Bismark caiga en 1891, va a ser imposible seguir con esa estabilidad. La política bismarkiana tiene
una obsesión que es Francia que es el principal enemigo de la Alemania de su tiempo. El objetivo
fundamental es la estabilidad.
Europa también asiste a otro proceso, que es el fenómeno del imperialismo colonial con su respectiva
expansión. Este efecto va a transformar muchas pautas que caracterizaban la vida en 1815. A mediados de la
década de los ´70, los estados europeos se embarcan en una carrera ultramarina con un objetivo de control de
forma directa de territorios extraeuropeos a los que someten a un proceso colonial. Este fenómeno tiene su
máxima expansión en 1885 en la Conferencia de Berlín, donde las potencias coloniales establecen pautas para
repartir el continente africano.
Este proceso de reparto va a hacer que, a finales de siglo (1895−1900) no hay zona del globo que no esté
sometida a un control y, por lo tanto, a la aparición de un fenómeno de competitividad en la carrera colonial.
Esta carrera no es igual en la coyuntura de 1800 que al final del siglo, que ya es imperialismo con dos
características a destacar:
− Este proceso de expansión va a hacer que a finales de siglo ya no sea el continente europeo el único objetivo
de la política internacional.
− Este cambio va a hacer que las propias relaciones entre países europeos se modifiquen, que se entre en un
proceso de rivalidad que determina que esa política de 1815 sea insuficiente para manejar las antiguas
2
relaciones europeas.
TEMA 2. LAS ALIANZAS EUROPEAS Y LAS CRISIS INTERNACIONALES HACIA LA I
GUERRA MUNDIAL.
Se pasa de un sistema europeo a uno mundial, es decir, las relaciones internacionales se universalizan con
implicaciones geopolíticas importantes. Si en el sistema europeo el poder de los estados estaba en el
continente, ahora será en el mar porque es el nudo fundamental de comunicaciones, por ello los estados
buscan, de forma manifiesta, el desarrollo de un poder naval, la construcción de flotas más poderosas y
potentes, a través de las cuales manifiesten su dominio en el sistema mundial. Y en este sistema que ejercen a
partir de 1895 no todos los estados pesan de la misma manera, suponiendo una redistribución del poder
internacional. En este ámbito vamos a contemplar unas potencias de primer orden: Gran Bretaña y Alemania y
otras dos nuevas potencias emergentes, los EE.UU. y Japón. En un segundo escalón veremos otras potencias
que no juegan el papel de las primeras: Francia y Rusia.
Todo esto nos permite esbozar las causas de que va a ser el desencadenamiento de la Primera Guerra Mundial,
los orígenes remotos. Estas causas se analizan en tres niveles:
1− Tipo de rivalidad que se produce en el seno del SISTEMA MUNDIAL.
2− el SISTEMA EUROPEO y sus juegos diplomáticos.
3− las CRISIS INTERNACIONALES.
El resultado de la confluencia de estos tres niveles de análisis nos ofrece un panorama caracterizado por la
bipolaridad europea que significa que, a partir de 1907, Europa está rota en dos sistemas aliancísticos, dos
centros de poder claramente enfrentados y que no están dispuestos a llegar a soluciones definitivas para sus
problemas, que van a ir mejorando sus mecanismos militares pensando en el desencadenamiento de un
conflicto y que inician una carrera armamentística.
La bipolaridad significa que el concierto europeo que antes dirigía la vida europea ya no existe, se entiende la
victoria contraria como una derrota propia. Toda la maquinaria estallará en el verano de 1914. Los dos
bloques que se prefigurarán con las crisis serán:
− Imperios Centrales (Dúplice Alianza). Son el Imperio Alemán y el Imperio Austrohúngaro, el eje Berlín
Viena, con sus orígenes en Bismark.
− Triple Entente, comprendida por Francia, Inglaterra y Rusia y que se va firmando entre 1892 y 1914.
Cómo se ha llegado a esta situación, cómo intervienen los tres niveles de análisis para llegar a la guerra: lea el
próximo capítulo y lo sabrá (906−69−69−69, 100 pts. min.).
SISTEMA MUNDIAL:
El sistema mundial es el telón de fondo que va transformando y enturbiando el clima interno. Es el Imperio
Inglés quien, en 1898, se considera la gran potencia mundial, no sólo por los territorios que controla sino
porque es quien presenta un poder naval por encima del resto. Para Londres el mantenimiento de la
supremacía naval es la clave de su seguridad ya que mantiene conectada la metrópoli con las colonias,
controlando las vías marítimas y permitiendo que su nivel de relaciones se mantenga. Históricamente, dos han
sido las grandes obsesiones de la política exterior de Londres: la supremacía naval y el equilibrio en Europa.
El problema es que esa superioridad británica se encuentra, a fines de siglo, amenazada, y no por los franceses
3
ni rusos (con los que tiene disputas coloniales), sino por la nueva política alemana. Y, es que, en Alemania, se
están produciendo una serie de transformaciones interiores que va a romper los equilibrios sobre los que se
movía el ámbito internacional.
En 1890 −91 Bismark abandona la cancillería por una serie de problemas internos que se plantean con
Guillermo II, que discrepa con él en política interior y también en cuanto a política exterior. Pero no sólo es
Guillermo II, sino también un tejido socio−político y económico que reclama nuevos horizontes. La
estabilidad alemana entre 1870−90 supuso un crecimiento económico que reclama participar en todo el
proceso imperialista de reparto territorial y económico. Bismark hizo de la estabilidad europea su causa, pero
esta nueva clase política creía insuficiente el mapa europeo y dirán que Alemania tiene que emprender un
proyecto de política exterior ambicioso, sobre todo en la expansión ultramarina.
Si Alemania desea participar en la carrera imperialista se tiene que dotar de los medios para poder conseguir
sus objetivos, por lo que comienza un proceso de construcción naval que le permite ocupar un espacio en el
sistema mundial. Pone en marcha los proyectos imperialistas con una flota de guerra, participando más
claramente del reparto territorial de Extremo Oriente (Pacífico), pone en marcha unas empresas de carácter
económico que lesionan los intereses británicos como la construcción del ferrocarril Berlín−Bagdag,
reclamando una presencia en el norte de África.
Entre 1901−02, Londres va a intentar un acercamiento político e internacional con Berlín. Consideran a
Alemania como la principal amenaza (económico−política), lo que les conduce a buscar acuerdos con
Alemania en los principales ámbitos de disputa pero, sobre todo, en uno: la construcción de la flota alemana.
Estos contactos que se producen no tuvieron resultados positivos, Alemania no entendía porqué tenía que
negociar con otra potencia su reducción de flota y, para Gran Bretaña, era un momento comprometido porque
le obligaba a renovar la suya.
El sistema mundial, por tanto, está caracterizado por esa rivalidad anglogermana.
Para ver más cosas sobre este tema:
− P. Kennedy Auge y caída de las grandes potencias (a partir del cap. IV). Madrid 1989.
− P. Kennedy Diplomacia y estrategia, 1875−1945 (supongo que igual).
SISTEMA EUROPEO.
Estamos asistiendo a una serie de iniciativas que tienen como principal promotor a Francia, una Francia que
tiene como Ministro de Asuntos Exteriores a Delcassé quien, desde 1895, tiene un objetivo clave: montar en
Europa un sistema diplomático, un juego de relaciones diplomáticas que le permita a Francia salir del
aislamiento al que Bismark le había sometido y, si es posible, aislar diplomáticamente a Alemania.
Ese proceso se inicia primero en 1892 con la firma de un convenio militar entre Francia y Rusia, que es el
primer acuerdo diplomático importante que Francia firma desde 1875. Pero resulta insuficiente para Francia
ya que se plantea el establecimiento de un compromiso diplomático con Gran Bretaña. Este acercamiento a
Londres resultaba enormemente difícil por los problemas coloniales que los dos países arrastraban. En 1898
casi se llega al enfrentamiento armado en Fachoda. Por lo tanto resulta imprescindible solucionar antes los
problemas coloniales.
En 1904 París y Londres firman la Entente Cordiale, que es un acuerdo de naturaleza sólo colonial: los
británicos reconocen a Francia el derecho de expansión en el norte de África (Marruecos sobre todo) mientras
que Francia les reconoce que Egipto y Sudán pertenece al Imperio Inglés; también incluye una serie de
cláusulas diferentes pero poco importantes. La importancia estriba en que el hecho de su firma permite que, a
4
partir de ahora, la rivalidad existente desaparezca y que comiencen a hablar sobre la posibilidad de ponerse de
acuerdo sobre la cuestión europea (Bismark alentaba la expansión colonial francesa para que chocase con
Inglaterra).
La Entente Cordiale abre una nueva situación en Europa que hará reaccionar a Alemania que se preocupa y
tomará iniciativas. Esto es asó porque ve que será sometida a un cerco diplomático con una plasmación
geográfica evidente: en 1892 París y Moscú se alían; ahora, en 1904, París y Londres se ponen de acuerdo.
Para Alemania, con su aliada Viena, hay un cerco diplomático que es preciso romper. La primera ocasión en
que lo intentará será en 1905 con la crisis de Marruecos, lo que nos pone en relación con el tercer nivel de
análisis.
CRISIS INTERNA.
Estas crisis serán cinco:
− 1ª Crisis de Marruecos de 1905.
− Crisis de Bosnia−Herzegovina de 1908.
− Crisis de Agadir (Marruecos) de 1911.
− Crisis de las ligas balcánicas de 1912−13.
− Atentado de Sarajevo contra el heredero del I. Austro−Húngaro en verano de 1914.
Esta última crisis jalonará la marcha a la guerra y se explica con elementos coloniales y geopolíticos, pero
sólo se entiende bien si se enmarca en el proceso de ruptura del concierto europeo y de alianzas enfrentadas
que se acentúan cada vez más.
Las cuatro primeras crisis siempre tuvieron como resultado el triunfo de la vía diplomática, pero la última ya
no se resuelve así y determina el inicio de una guerra que, por ese juego de alianzas, pasó de ser un conflicto
balcánico a europeo y, por ello, mundial.
1ª Crisis internacional. Crisis de Marruecos de 1905.
Esta primera crisis surge por iniciativa alemana. En esta crisis de 1905 Berlín quiere comprobar la solidez de
la Entente Cordiale. Con este objetivo pone en marcha dicha crisis.
En el norte de África (Magreb) Francia era la principal potencia colonizadora deseando un mayor control
sobre Marruecos. La Entente le despejó el camino siendo reconocida por Gran Bretaña. En base a ello, París
pretende convertir a esta zona en protectorado para controlarlo. Para ello acentúa su presencia económica y
militar; sin embargo, salta la diplomacia alemana que cuestiona el proceso y su no participación. Francia alega
el statu quo del Mediterráneo pero, a Alemania, le interesa y reclama su participación en el reparto marroquí.
El Káiser, que estaba en el Mediterráneo, desembarca en Tánger y asume la defensa de los intereses
marroquíes a lo que añade la exigencia de una convocatoria internacional para tratar el asunto. Esto que
plantea se complementa, de forma paralela, con un acercamiento a la Rusia zarista (entrevista de Borkoe); el
Káiser conferencia con el Zar y plantea el establecimiento de una alianza defensiva en Europa, con un añadido
en el que se dice que hará todo lo posible para que Francia quede incluida.
El objetivo de todo esto es dejar a Francia dos opciones: aceptar el ofrecimiento o rechazarlo. Si lo acepta es
evidente que se iba a quebrar el acercamiento de París a Londres, tocando la Entente Cordiale; y si lo rechaza
quedaría en entredicho la colaboración ruso−francesa.
5
Este entendimiento germano−ruso quedaría rechazado por la propia Rusia, con lo que fue un fracaso alemán
que se acentúa con la solución que se da al tema de Marruecos: Se realiza una conferencia en Algeciras donde
Alemania comprueba que, internacionalmente, está sola (exceptuando a Austria) y que el entendimiento
franco−británico ha funcionado.
Esta primera crisis es la prueba evidente de que el cerco es sólido y que serán necesarias muchas maniobras
para romperlo.
2ª crisis internacional. Crisis balcánica.
En el S. XIX aparecen una serie de estados independientes y la intervención de Rusia y Asutria−Hungría que
desean ocupar el espacio dejado por el Imperio Otomano.
A principios del siglo XX asistimos a dos procesos sobre el mundo balcánico: uno protagonizado por las
grandes potencias, y otro por los nuevos estados independientes.
1. Las grandes potencias. Los Balcanes están caracterizados por una presencia histórica del Imperio
Otomano, que a principios del siglo XX se encuentra en franco retroceso. El espacio que va dejando intenta
ser controlado por otras dos potencias: el Imperio Austrohúngaro (Viena) y el Imperio ruso (San Petersburgo).
Ambos hacen de esta zona un lugar de interés primordial en su política exterior.
Para los rusos acentuar su presencia aquí significa poder controlar los Estrechos (Bósforo) y lograr más
protagonismo internacional con su presencia en el Mediterráneo Oriental.
Para los austríacos era casi una cuestión de supervivencia imperial: en Los Balcanes vivían muchos pueblos
eslavos del sur; pueblo, el eslavo, que estaba representado en partes de su Imperio, como Croacia. los eslavos
intentaban constituirse, a través de Serbia, en una gran estructura centraliza.
2. Sobre este telón se plantea un nivel de nuevos estados independientes (anteriormente dentro del Imperio
Otomano): Serbia, Grecia, Montenegro y Rumania. Todos ellos seguían reclamando una mayor expansión
territorial en detrimento de los turcos. Serbia hasta principios de siglo había sido un satélite de Viena; pero a
partir de 1903 modifica su política exterior y busca el apoyo exterior ruso; buscando convertirse en el líder del
movimiento paneslavo del sur, con vistas a la construcción de un gran estado (incluyendo Montenegro y otros
estados).
Esta es la situación en 1908. En este momento Asutria−Hungría con idea que la política serbia es una amenaza
para el Imperio; resultando imprescindible dominar a Serbia y acentuar la presencia austríaca en Los
Balcanes. Administraba el territorio de Bosnia−Herzegovina (de soberanía turca); e igualmente tenía el
dominio militar de la zona de Novia Pazar (región central de Serbia durante la Edad Media). Además,
Austria−Hungría puso en construcción un ferrocarril que iba desde Bosnia, por Novi Pazar, hasta Salónica,
para impedir la integración de los eslavos y convertirse en el gran eje económico de Los Balcanes.
Para poner en práctica su política Viena toma un objetivo: la anexión de Bosnia−Herzegovina. En 1908
Viena, unilateralmente, se anexiona Bosnia (aunque cede al sultán Novia Pazar). Este hecho enrarece aún más
la situación en el mundo balcánico. Además debemos anotar, por otra parte, como Serbia había cambiado sus
suministradores de artillería, de Skoda, austríaco, a otros franceses; y como su política se había vuelto más
paneslavista con un acercamiento al zar.
Esta medida austríaca estuvo precedida de unas negociaciones secretar entre el ministro de asuntos exteriores
austríaco y el ruso: si Rusia permitía la anexión de Bosnia; el Imperio Austrohúngaro estaría dispuesto a
sostener las reclamaciones rusas de una apertura de los Estrechos (Bósforo y los Dardanelos) turcos a la flota
de guerra de Crimea. Lo que sucede es que tras la anexión Serbia protesta y pide la colaboración de Rusia. El
6
ministro de exteriores ruso da explicaciones sobre las negociaciones; pero a la hora de manifestarse los
austríacos dicen que la promesa de apertura de Los Estrechos es falsa y que no está escrita. Este hecho abre
una crisis en Rusia y en Serbia contra Viena. Incluso asistimos a movilizaciones de tropas en la zona,
debiendo ser la mediación francesa la que modere la reacción de rusos y serbios.
La crisis se cierra, así, con un triunfo geopolítico de Viena, y una humillación de Rusia y Serbia. pero con el
convencimiento ruso de que es necesario mejorar su nivel de relación con la Entente Cordial (sobre todo con
Francia), ya que los mecanismos de esta alianza han fracasado. Así buscará en los subsiguientes años mejoras
diplomáticas. En conclusión el mecanismo de consultas diplomáticas será el mismo que conducirá a la guerra
en agosto de 1914.
3ª crisis internacional. Crisis de Agadir (1911).
Al igual que la primera crisis internacional, ésta fue provocada por la diplomacia alemana. Durante las crisis
anteriores en el ámbito de Marruecos (ámbito xerifiano), franceses y alemanes han iniciado un
colaboracionismo que les permite beneficiarse de la explotación, sobre todo, de yacimientos mineros y
construcción de nudos ferroviarios. Pero el colaboracionismo entra en crisis por la exigencia de empresas
alemanas en participar en los capitales de las empresas, lo que hace que se rompa la colaboración. Así Berlín
esta dispuesto a plantear una nueva crisis por el tema marroquí, y comprobar el grado de cohesión de las
relaciones diplomáticas entre París y Londres.
El motivo de la crisis es la actuación francesa, en Marruecos, ante unas alteraciones del orden público
producidas en la ciudad de Fez (ciudad del interior). Francia, por el tratado de Algeciras (1906), debía de
mantener el orden público en una serie de puertos; pero por mantener el orden público transgredió ciertas
cláusulas de Algeciras: intervino en el interior. Esto hizo que Alemania protestase; aunque de una manera
distinta a la hecha anteriormente, Alemania va a enviar una cañonera a Agadir, donde desembarcan tropas
alemanas con la excusa de proteger intereses y ciudadanos alemanes (1911).
A partir de este momento, y ante esta manifestación de poderío militar, donde ya no es solo la diplomacia lo
que intenta solucionar la crisis, los países que se verán inmersos en el conflicto comienzan a variar sus
legislaciones sobre el Servicio Militar Obligatorio. Francia, en 1913, lo hace obligatorio de tres años; también
vemos variaciones en Alemania y Rusia. Todos estos actos hacen ver a los actores que el conflicto es
inevitable.
Junto a este desembarco alemán, Berlín propone una solución negociada al tema: reconocer el Protectorado
francés de la zona a cambio de otras compensaciones coloniales en otras partes del África francesa (en el
Congo francés fundamentalmente). Este ofrecimiento llevará a que se planteen negociaciones entre
Berlín−París−Londres. La solución será un reconocimiento del Protectorado francés por Alemania, que a
cambio recibe compensaciones coloniales, pero no todas las que había solicitado. Además durante la crisis los
principales implicados comienzan a poner en marcha sus mecanismos de movilización; Francia insistió a
Londres que dispusiera su flota en la zona, etc.
En esta crisis, por primera vez, las opiniones públicas de los Estados se manifiestan de forma ultranacionalista
y visceral: en Francia la resolución se considera como una vejación del gobierno que ha sucumbido ante
Alemania y le ha entregado territorios franceses; por el contrario, en Alemania la opinión pública dice que el
gobierno debió de conseguir todo el Congo francés (con la dimisión del personaje que negoció los acuerdos),
además de manifestarse muy en contra las Ligas pangermánicas.
4ª crisis internacional. Crisis de las Ligas balcánicas.
Esta crisis se desarrolla entre 1912 y 1913. El punto de partida del desencadenamiento es la debilidad del
Imperio turco, todavía en 1912 los turcos controlaban Tracia, Macedonia, Albania y el norte de Grecia. Los
7
jóvenes estados, Grecia, Serbia, Montenegro, Rumania y Bulgaria, buscaban la ocasión para arrebatar al
Imperio territorios que consideraban zonas de su expansión natural (allí donde había poblaciones de su
nacionalidad). Ante la debilidad del Imperio turco, los estados balcánicos proyectan desencadenar la guerra
contra los otomanos y repartirse todo el territorio turco de Europa.
De esta manera la guerra se desencadena con el inmediato triunfo de las Ligas balcánicas sobre
Constantinopla. Este triunfo, sobre todo de Serbia, es una amenaza para el Imperio Austrohúngaro, ya que
Serbia puede engrandecerse consiguiendo una salida al mar. Para impedirlo Austria−Hungría interviene
logrando la creación del Estado de Albania, que surge como un Estado tapón, impidiendo que Serbia se
proyecte hacia el Adriático o al Jónico.
Al mismo tiempo los estados que se habían unido para luchar contra el Imperio turco son incapaces de
ponerse de acuerdo sobre el reparto territorial; así habrá una segunda guerra entre ellos: Bulgaria contra
serbios, griegos y rumanos. Constituyendo esta segunda contienda un triunfo territorial para Serbia, que
consigue la principal parte de Macedonia en detrimento de Bulgaria.
En definitiva en esta crisis aunque en la primera parte triunfa Austria−Hungría, en la segunda lo hace Serbia,
que incorpora un importante índice de población y controla el importante espacio macedónico.
Todos estos hechos hacen que en 1913 Viena llegue a la conclusión de que ya no es posible ningún tipo de
consideración frente a Serbia, es para el Imperio una amenaza geopolítica que hay que barrer del mapa.
Además Serbia sigue alentando la construcción de un gran estado de eslavos del sur. Esto es peligroso para el
Imperio en dos sentidos: por que dentro de él había poblaciones eslavas (croatas y bosnios), y por ejemplo a
seguir por tras minorías que integran el Imperio (húngaros, polacos...). Sin olvidar que el Imperio
Austrohúngaro seguía siendo una estructura política supranacional construida a partir de un conjunto enorme
de pueblos que estaban bajo la soberanía de Viena o de Budapest. En definitiva la actuación de Serbia podía
significar el principio de la desintegración del Imperio, como pasará tras la I Guerra Mundial.
Crisis desencadenante. El atentado de Sarajevo.
El atentado de Sarajevo, a finales junio de 1914, como objetivo tuvo al heredero del trono Austrohúngaro, el
archiduque Francisco Fernando; y como autor inmediato a un estudiante bosnio ultranacionalista. Tras el
atentado, que tuvo éxito, las potencias comienzan a posicionarse ante las consecuencias del magnicidio. Este
asesinato es resultado directo de la política ultranacionalista que se lleva a cabo en la zona; y además
constituirá una posibilidad para Viena de terminar con lo que Serbia significaba políticamente.
La medida de Viena es el envío de una nota diplomática a Belgrado, a quienes desde Viena consideran los
principales inductores de la tragedia. En esta nota, fechada el día 22 de julio de 1914, Viena exige a Belgrado
unas condiciones que permitan esclarecer el atentado y poner los procedimientos para que la situación de
inestabilidad termine. La respuesta de Belgrado se hará el 25 de julio.
De la realización de la nota del gobierno de Viena se encarga al ministro de asuntos exteriores del Imperio;
pero con la ayuda y apoyo del gobierno alemán, por las implicaciones que pudiera tener el conflicto. para
Alemania era importante el liderazgo Austrohúngaro en el orden balcánico, con lo que sostiene firmemente su
posición; aunque existiese la posibilidad de conflicto.
La nota serbia, por otra parte, es más de confraternización, pero dejando claro su independencia. En ella se
plantea una salida diplomática.
TEMA 3. LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL
La última crisis internacional abrirá paso a la guerra. Tras la declaración de guerra de Viena a Serbia, Rusia
8
movilizará, primero parcialmente y luego de manera general, sus tropas. Esto llevará a que Alemania movilice
su ejército y exija a Francia una clarificación de sus posturas: en una dura petición Alemania pide de Francia
una neutralidad que además le de garantías a Alemania mediante la entrega de ciertas fortalezas. Esto llevará a
la movilización de Francia y a operaciones militares de Alemania que violan la neutralidad de Bélgica. Esto
último llevará a que Inglaterra entre en el conflicto.
Así pues en agosto ya vemos un conflicto a escala europea, donde por una parte vemos a las potencias
centrales, el Imperio alemán y el Austro−Húngaro; y por la otra a la Triple Entente, con el Imperio ruso,
Francia e Inglaterra, y subsidiariamente la Serbia invadida.
Todos los protagonistas tenían la certeza que el conflicto iba a ser una guerra, más o menos rápida, que se
solucionaría con tres o cuatro batallas decisivas y después de unos meses la contienda daría lugar a una
Conferencia Internacional para solucionar el conflicto (al estilo del siglo XIX, como tras Sodowa). Por eso el
primer plan militar del Alto restado Mayor alemán era evitar, tanto como fuera posible, un enfrentamiento en
dos frentes, para ello violó la neutralidad de Bélgica, para saltarse el dispositivo defensivo francés y conseguir
del estado galo un rápido armisticio, tras ello llevar sus tropas a Rusia y conseguir allí también un armisticio.
Sin embargo frente a esto, la realidad fue que el conflicto se prolongó. Militarmente el conflicto se estancó,
con lo que hubo un cambio radical en la naturaleza de la guerra y con ello también un cambio en los
resultados del conflicto. Por este cambio la I Guerra Mundial va a suponer un giro, una ruptura, en la propia
historia de Europa y en el mundo contemporáneo:
1. La guerra, y el carácter que adquiere, supone el inicio del declive de Europa en el sistema internacional: las
pérdidas materiales y humanas fueron muy importantes. Los acontecimientos militares decisivos y el
desarrollo de la Conferencia de Paz de París estuvieron protagonizados por una potencia extraeuropea: los
EE.UU..
2. Históricamente en Europa había habido un conjunto de dinastías que participaban en la política
internacional (Habsburgo, Romanov, Hohemzollern), y en 1918 desaparecen, además sus territorios van a
cambiar de soberanía: República de Weimar en Alemania; desaparición del Imperio Austro−Húngaro en favor
de una serie de estados soberanos; similarmente el Imperio ruso (Estados Bálticos); fragmentación del Imperio
turco con la proclamación de la república de Ataturk).
3. Aparición, tras la revolución bolchevique de 1917, de un nuevo modelo político, económico y social como
oponente al sistema capitalista.
4. La guerra significó un nuevo orden internacional, mediante la búsqueda de la seguridad colectiva como
principio ordenador de la situación internacional.
En definitiva advertimos una profunda transformación entre 1914 y 1918 a consecuencia de los cambios
relacionados al cambio de la naturaleza que la propia guerra genera.
Una de las cosas que conviene analizar es ¿por qué se alarga el conflicto? Las causas las podemos encontrar
en:
1. En términos generales los Imperios Centrales y la Triple Entente presentaban un equilibrio de fuerzas y
recursos militares a poner en funcionamiento de forma inmediata.
2. Este equilibrio traerá un estancamiento de los frentes: el occidental en Francia y el oriental en Rusia. Con
este estancamiento los gobiernos y los Estados Mayores comienzan a percibir que el tipo de guerra a la que se
enfrentan es totalmente distinta y se deben aplicar unas estrategias diferentes para ganar una guerra que no va
a ser rápida.
9
3. Un claro ejemplo de lo dicho es que la guerra va a ser también una guerra económica, algo impensable
hasta entonces, ya que si la guerra se prolonga se debe aguantar y para ello se deben tener los recursos
suficientes, tanto en materias primas como técnicos. Esto hará que las economías de los estados beligerantes
giren en torno a sus necesidades de guerra.
Socialmente vemos como los puestos de trabajo deberán ser ocupados por las mujeres, quiénes no son
movilizadas, lo que propiciará un reconocimiento de la personalidad de la mujer en la participación política.
La guerra económica también supone aplicar un sistema de lucha para asfixiar económicamente al enemigo
(actuar contra sus sistema de abastecimiento). En el plano de los abastecimientos los Imperios Centrales
estaban en una clara inferioridad: apenas sin colonias y encajonados en el centro de Europa. Así Gran Bretaña
pone en marcha un sistema de bloqueo marítimo para asfixiar económicamente a los Imperios Centrales:
bloquea el mar del Norte y las principales zonas del Atlántico para impedir el comercio de éstos con los países
neutrales. La respuesta, principalmente del imperio alemán, es la utilización de la guerra submarina, mediante
el torpedeo de todos los convoyes, civiles o militares, perjudicando el comercio de Gran Bretaña con las
colonias u otros estados neutrales. De esta manera Alemania declara el Atlántico Norte como zona de guerra.
4. Por último vemos una internacionalización del conflicto. Los intentos de desequilibrar la situación en el
campo de batalla, hará que tanto los Imperios Centrales como la Triple Entente empiecen a buscar aliados
entre los países neutrales; para que, con su aporte, incline la balanza. Esto sucede desde el momento en que la
guerra se estanca.
a. Primero vemos como en el seno de los Imperios Centrales quedan incluidos dos nuevos aliados: Bulgaria y
el Imperio turco. Ambos en los primeros meses.
Bulgaria había sido el Estado que en la última guerra balcánica había quedado diezmado frente a la política
serbia y griega, y considera que esta alianza favorecerá sus reclamaciones territoriales en los Balcanes.
El Imperio turco se une a este bloque por su secular enfrentamiento con Rusia y por la importante presencia
que en el plano económico, y en el militar, Alemania había ido adquiriendo en este país en los últimos años.
b. Al bloque aliado se van a unir Rumania, Grecia, muy importante el caso de Italia; y en el año 1917 EE.UU..
Rumania por adquisiciones territoriales en torno a Hungría.
Italia tradicionalmente había estado girando en torno a la órbita de los Imperios Centrales, incluso había
firmado la Triple Alianza con Berlín y Viena; pero con la guerra de 1914 Italia se declara neutral. Pero Italia
es importante por su posición en el Mediterráneo, además de poder considerarla como una potencia (no gran
potencia pero sí de primer orden en el Mediterráneo). A cambio de su presencia en la guerra, Italia va a pedir
una serie de compensaciones territoriales:
− El Trentino, al norte de Italia, poblado mayoritariamente por italianos, bajo soberanía del Imperio
Austro−Húngaro. Buscando la unificación de las poblaciones italianas.
− Pide, por su seguridad nacional, tener una presencia en el Adriático, mediante el control de las principales
zonas.
− Albania debe ser protectorado italiano.
− Algunas islas del mar Egeo.
Ni Berlín ni Viena pueden otorgar estas concesiones al gobierno italiano por ser imposibles estructuralmente
10
para Austria−Hungría. Pero los aliados sí lo hacen: el tratado de Londres en abril de 1915 supone la presencia
de Italia en el bando aliado a cambio del reconocimiento de todas las adquisiciones territoriales que había
solicitado.
Cuando a Italia los aliados le prometen una zona de influencia sobre el Adriático, Rusia, que lo apoya, dice
que se está planteando la desintegración del Imperio turco. Así franceses y británicos aceptan las
reclamaciones rusas sobre el Imperio turco que consisten en un control de los Estrechos y la ciudad de
Constantinopla. Esta cuestión del Imperio turco va a hacer que la guerra adquiera un carácter mundial, ya que
estas reclamaciones van a ser aprovechadas por británicos y franceses para ir más allá: la extensión del
Imperio turco se prolongaba hasta el Próximo Oriente (actuales Siria, Palestina, Líbano e Irak), zona
geopolíticamente muy sensible para los intereses de Gran Bretaña (paso básico de su nudo de comunicación
hacia la India a través del canal de Suez; pero además en estos momentos se está manifestando la importancia
de los yacimientos petrolíferos, que en los años ´20 y ´30 empezarán a ser explotados por las compañías
multinacionales), con lo que decide meter mano al conjunto del Imperio turco en el Próximo Oriente.
Tanto la política francesa como la británica va a ser enormemente interesada, contradictoria en un primer
análisis; pero coherente a sus intereses. Los británicos, presentes en Egipto, apoyan el levantamiento de las
poblaciones árabes de Arabia contra los turcos presentes en el Próximo Oriente; prometiéndoles que al final
de la guerra en la región se podrá constituir una gran nación árabe independiente, y podrán liberar ciudades
significativas para ellos como Damasco, Bagdad o Jerusalén.
Junto a esta política franceses y británicos, de forma secreta, van a negociar, a partir de 1916, lo que se
conocen como los acuerdos Sytres−Picot (primero miembro de Foreign Office y el segundo francés),
mediante los cuáles Gran Bretaña y Francia se dividían el próximo Oriente en dos zonas de influencia: la
francesa que comprendía Siria y el Líbano; y la británica que comprendía Palestina, la Transjordania e Irak.
Un tercer elemento que enturbiará todavía más la cuestión es que en 1917, Lord Balfour, ministro de
exteriores inglés, va a comprometerse, ante las Comunidades Judías Internacionales a favorecer la creación
del Hogar Internacional Judío en Palestina, como reconocimiento a la ayuda que el capital judío había
aportado a la guerra contra los Imperios Centrales.
En definitiva en toda esta política estamos asistiendo a un comportamiento de grandes potencias que disponen
de territorios poblaciones a través de una diplomacia secreta y siempre a favor de sus intereses y sin tener
ninguna consideración. El objetivo fundamental es ganar la guerra y para ello se debía destruir al enemigo.
También debemos tener presente a dos actores internacionales: Japón y Estados Unidos.
1. Japón. Cuando la guerra se desencadena, en 1914, Japón va a entrar del lado aliado. Tradicionalmente
había tenido una relación diplomática, más o menos, intensa con Londres (materializada en el acuerdo de
1902). Pero aprovecha la guerra para ocupar las posiciones coloniales que Alemania tenía en el Extremo
Oriente y en el Pacífico. Incrementando su poder de gran potencia en este marco geográfico.
2. Estados Unidos. En 1914 se declaran neutrales ante el problema europeo. EE.UU. había confeccionado una
política exterior en base al aislacionismo y a los fundamentos de la doctrina Monroe. Por lo primero
consideraba que lo que ocurría en Europa no le afectaba directamente. Por la doctrina Monroe consideraba
que debía ocuparse por sus intereses en el ámbito del continente americano, no permitiendo en este ámbito la
injerencia de las potencias europeas ("América para los americanos").
Pero desde finales de siglo se había transformado en una potencia imperialista y potencia económica; con lo
que sus intereses se hallaban muy diversificados a lo largo del mundo. Y cuando los británicos decretan el
bloqueo marítimo o los alemanes la guerra submarina se atacaba a los intereses americanos. Así aunque
quieren ser políticamente aislacionistas, de hecho no lo son porque lo que ocurre en Europa les afecta.
11
Los objetivos militares de los Imperios centrales son de carácter maximalista. Están en función de los
intereses de Alemania, que busca el establecimiento del control estratégico sobre Europa, la satelización sobre
Bélgica para que Francia fuese una potencia vulnerable. Otro objetivo es rechazar a Rusia más hacia el Este y
la construcción de una Polonia sometida a los intereses alemanes.
Comparados a los objetivos de los aliados, la conclusión es que por esa guerra no habría posibilidades de una
paz de conciliación. La guerra se convierte en aniquilación, en la que no importa que tipo de acciones y
armamento emplear para conseguir la victoria, la aniquilación del adversario.
Los EE.UU. se declaran neutrales, la administración demócrata decide declararse así debido al peso de la
doctrina Monroe y a la convicción de que EE.UU. debía estar al margen. La necesidad de proclamar la
neutralidad es la realidad sociológica que proclaman los americanos. EE.UU. crece con la emigración de los
países europeos, se tenía el temor de apostar por uno de los dos bloques por si sería mal interpretado por
alguna capa de población. En esta situación de ruptura europea los Estados Unidos pueden ser una fuerza
mediadora en el conflicto, que de ser aceptada, supondría el reconocimiento general de los EE.UU. como gran
potencia.
La marcha de la guerra estaba suponiendo la violación de muchos principios del derecho internacional en lo
que afecta a las potencias centrales. EE.UU. quiere aparecer como el abanderado de esas denuncias neutrales
y, por lo tanto, la defensora de las normas y principios que regulaban el comportamiento de los Estados. Esta
defensa de los principios morales será clave para entender la política americana de 1917−18.
La realidad es que la guerra afectaba a los EE.UU. mucho más de lo que ellos pensaban en un principio.
Inglaterra en su política de bloqueo marítimo impide el comercio americano en el Atlántico. Alemania, con la
guerra a ultranza, supone peligro a los ciudadanos de Lusitania (??). Londres aprovecha la política de bloqueo
para conocer quien comerciaba con los norteamericanos.
En 1915 Wilson quiere romper las relaciones diplomáticas con Berlín debido a la situación de Lusitania (??),
pero Berlín se compromete a no herir a los ciudadanos lusitanos de origen norteamericano.
Desde el punto de vista económico y financiero, EE.UU. se inclina del lado de los aliados, el comercio con
ellos multiplica por cuatro el de los Imperios Centrales y éste desaparece en 1917. Washington intenta
restringir pagos y préstamos que se hacían en territorio americano. Estas medidas se flexibilizaron en
1916−17. En este último año se crea un gran sindicato de bancos americanos capitaneados por la banca
Morgan, con la finalidad de establecer una ayuda financiera a los aliados. Con los Imperios centrales es
mucho menor. Neutralidad política desde 1914, pero no financiera.
El curso de la guerra se mantuvo sin modificaciones a la altura de 1917. A partir de ese año se producen una
serie de acontecimientos que dinamizan la guerra, introducen una serie de nuevos aspectos que determinarán
un cambio brusco y la finalización del conflicto en noviembre de 1918. Son básicamente tres:
1− Cambio de política en la guerra planeado por el Alto Estado Mayor alemán.
A principios de 1917 el Alto Estado Mayor alemán considera que hay que cambiar la situación porque, si la
guerra se prolonga, los Imperios Centrales van a ser quienes más sufran. Esta situación de bloqueo que vivían
llevaba a una falta de recursos que afectaba a la población civil que estaba manifestando motines y
manifestaciones.
Esta militarización que Berlín quiere dar a la guerra supone también un cambio político dentro de la propia
Alemania. El gobierno alemán controlado por los civiles hasta ese momento, se oponía a esta militarización.
En el propio Parlamento alemán se aprueban una serie de iniciativas en favor de la paz. Entre enero−verano de
12
1917 la vida política en Alemania queda bajo el control de los militares.
Alemania pone en marcha de nuevo la guerra submarina a ultranza contra buques británicos o neutrales ya
que, tarde o temprano, EE.UU. se implicará políticamente en la guerra.
2− Caída de Romanov y Nicolás V: triunfo de la revolución bolchevique.
En febrero de 1917 se da lugar a un primer movimiento revolucionario que supone la abdicación del Zar; que
lleva al poder a una serie de gentes conformándose un doble poder:
− Gobierno provisional.
− Contrapoder, que serán los soviets que progresivamente irán controlando fábricas y la mayoría de la opinión
rusa.
Había una incógnita sobre cuál sería la nueva posición de las autoridades rusas sobre la guerra. El nuevo
gobierno se mantiene fiel a sus compromisos profesionales. El frente oriental se mantiene, algo vital para
Francia e Inglaterra. La opinión pública no se identifica con la guerra y decían que se podía llegar a la paz
porque:
− No se había ocupado espacio ruso por parte alemana.
− Esa reclamación sobre los estrechos y Constantinopla les era ajena.
Antes que continuar una guerra, era necesario poder normalizar la situación económica y política en su
espacio. Los soviets adquieren una mayor fuerza y dinamismo; en octubre−noviembre de 1917 el soviet de
Petrogrado, controlado por Lenin y los blocheviques, derribaron a las anteriores autoridades e implantan un
socialismo revolucionario en la antigua Rusia zarista. Planean un decreto sobre la guerra, llamado la paz sin
anexiones ni indemnizaciones. Las nuevas autoridades deciden salirse del conflicto y planean una negociación
con los Imperios Centrales, la paz unilateral. Durante casi seis meses, las nuevas autoridades (bolcheviques)
están negociando con los Imperios Centrales la paz.
Desde noviembre de 1917 hasta marzo de 1918, militares alemanes y austríacos escuchan a las autoridades
blocheviques rusas y se firma la paz de Brest Litovsk. Rusia pierde Bielorrusia, Ucrania y zonas limítrofes
con el Imperio Otomano y los Estados Bálticos. Sufre una amputación territorial.
Tardan seis meses porque Viena y Berlín están repartiéndose los territorios que antes eran rusos. El cierre de
operaciones en el Este intensifica la guerra en Francia.
3− La intervención americana.
Se plantea en febrero de 1917 cuando EE.UU. rompe relaciones diplomáticas con Berlín y se sustancia cuando
Wilson solicita en el Congreso que se declare la guerra a Alemania.
La causa por la que EE.UU. entra en la guerra es la política de Alemania con la cuestión submarina a ultranza.
"Con el gobierno alemán no hay nadie seguro en el mundo".
Razones por las que EE.UU. entra en la guerra:
1. La política hostil alemana. Traducida en dos campos, el primero es la guerra submarina a ultranza
(declarada en Enero de 1917) que dañaba directamente a los intereses americanos. Y la segunda el caso del
telegrama Zimmermann, por el cual se veía una intención alemana de aliarse con México contra los Estados
13
Unidos.
2. El componente ideológico: Wilson habla de salvar el mundo para la democracia. No solo porque la política
de los Imperios Centrales inclina el conflicto a favor de ellos, y por el debilitamiento de la Entente; sino
porque además la Democracia se ve más consolidada con la desaparición de la Rusia zarista.
3. Las implicaciones económico−financieras, como causa fundamental. La guerra económica a ultranza
disloca los intereses norteamericanos; y el panorama de debilitamiento de la Entente (a la cuál EE.UU. estaba
ligada por las concesiones de créditos importantes) deja ver que no queda más remedio que la ayuda militar.
4. Además EE.UU. entra en la guerra como una gran potencia: quiere fijar lo que, desde su punto de vista,
debían de ser lar normas que debían de regir a las potencias en las relaciones internacionales. O sea entra en el
conflicto porque buscaba un modelo de lo que tenían que ser las relaciones entre los estados, distintas de lo
que hasta ahora eran entre los países europeos. En definitiva Wilson entra en ele conflicto para crear un nuevo
orden internacional, esto es un modelo que difiere de las políticas de la Entente y de los Imperios Centrales.
Así Wilson va a dar un estatuto especial a Estados Unidos, no es una potencia aliada sino una potencia
asociada del bloque aliado. Demostrando que no comparte los objetivos militares que británicos y franceses
han ido elaborando a lo largo de la guerra, prefiere mantenerse fuera y controlar a los países europeos.
La presencia de EE.UU. en la guerra, como potencia asociada, se hace presente en la primavera de 1918
(momento en el que llegan regularmente las tropas americanas. Esto hace que el mapa de la guerra se incline
claramente del bando aliado.
Varios son los hechos que determinan que el 11 de noviembre de 1918 Alemania solicite el armisticio, y se
certifique la derrota de los Imperios Centrales y el final de la contienda:
1. El aporte militar norteamericano y su consecuente desequilibrio.
2. La ayuda financiera, y económica, que EE.UU. hace en esta fase final del conflicto.
3. Que por primera vez los aliados van a lograr coordinar militarmente sus actuaciones, integrándose en un
mismo mando de acción de guerra (mandado por el mariscal francés Foeh), en verano de 1918.
4. El elemento nacionalista. La intervención de EE.UU. y el programa de paz de Wilson supone un auténtico
tirón en favor del nacionalismo dentro de los pueblos de los Imperios Centrales, y específicamente en el caso
del Imperio Austrohúngaro. Checos, eslovacos, croatas, serbios, bosnios, se van a levantar contra Viena y se
declaran en favor de su independencia. Y por lo tanto empiezan a romper desde dentro la estructura del
Imperio Austrohúngaro. Este detonante nacionalista tiene como referencia fundamental al presidente W.
Wilson y su programa de paz de los "14 puntos", para estos pueblos que luchan por su independencia contra
Viena o Constantinopla, este programa es su gran esperanza de conseguir la soberanía política que las
potencias europeas les habían negado.
5. La crisis económica interna que van a sufrir los Imperios Centrales ante la falta de abastecimientos y ante la
incapacidad de poder continuar realizando el esfuerzo que suponía la guerra.
El 8 de enero de 1918 el presidente Wilson se dirige al Congreso de EE.UU., en un célebre discurso, donde
plantea el programa de paz que quiere sacar adelante después de la guerra, proponiendo cuáles son los
objetivos norteamericanos para la paz, definida como "justa y democrática". Los cuáles van a ser resumidos
en 14 puntos:
1. Pactos de paz preparados abiertamente, conocidos de todos. Se busca una diplomacia abierta frente a los
14
acuerdos secretos europeos.
2. Libertad total de navegación en los mares fuera de las aguas territoriales, tanto en tiempos de guerra como
de paz, excepto si los mares son cerrados internacionalmente, evitando que las potencias actúen
unilateralmente.
3. Supresión, dentro de lo posible, de ¿?¿?¿?¿?¿? económicos.
4. Intercambio de garantías suficientes de reducción de armamentos, quedando como único límite que los
Estados pudieran garantizar su seguridad interior.
5. Solución generosa e imparcial de las reclamaciones coloniales basadas en la igualdad de la soberanía entre
los países. Con ello se busca dar una salida al colonialismo, tanto teniendo en cuenta las aspiraciones de las
colonias, como los intereses de las potencias.
6. ¿?¿?¿?¿?¿ del territorio ruso para mejorar las relaciones con los rusos, se busca incluir a Rusia dentro del
nuevo orden internacional.
7. Evacuación de Bélgica y restablecimiento de su soberanía.
8. Todo el territorio francés debe ser liberado y deben ser restituidos los territorios adquiridos por Alemania
en 1871 (Alsacia y Lorena).
9. Fijar las fronteras de Italia sobre líneas de nacionalidad.
10. Los pueblos de Austria−Hungría pueden independizarse y conjuntarse para desarrollarse mutuamente. Se
fija el acta de defunción del Imperio Austrohúngaro.
11. Rumania, Serbia y Montenegro deben ser evacuadas. Serbia debe tener un acceso al mar. Fija unas nuevas
relaciones en los Balcanes de convivencia pacífica.
12. Asegura a los territorios turcos del Imperio Otomano garantías de soberanía. Declara abierto el paso de los
Dardanelos para todas las naciones. Los otros pueblos, los árabes, tendrán también soberanía.
13. Establecimiento de un territorio polaco sobre la base de territorios de población polaca, además se le
garantiza un acceso al mar para garantizar su desarrollo. Asegura la integridad del nuevo estado. Polonia, para
Wilson, es una cuenta pendiente en la historia europea.
14. Constitución de la Sociedad de Naciones: asociación de naciones para procurar a los estados, grandes o
pequeños, garantías de independencia política y territorial. Además es la creación de una institución que sea
capaz de fijar los anteriores puntos.
Este programa de Wilson va a hacer temblar a los aliados por dos razones:
1. Wilson había hecho esta declaración sin consultar a ninguno de ellos, era un discurso inspirado totalmente
en la política norteamericana.
2. Por el propio contenido del programa, que no recoge prácticamente ninguno de los objetivos de la Triple
Entente.
A partir de octubre de 1918 el Imperio alemán va a solicitar el inicio de conversaciones para poner fin a la
guerra. Berlín se va a dirigir directamente a Wilson, y este le responde con dos decisiones:
15
1. La paz que se suscriba tendrá como base sus "14 puntos".
2. La paz que firme Alemania, el armisticio, tendrá que hacerlo un gobierno representativo. Lo que obligaba a
la caía de los militaristas que controlaban el gobierno y al propio káiser Guillermo II.
Alemania aceptará el primer punto, ya que lo considera como una salida más flexible que la política de las
potencias europeas, y se resistirá en la segunda; sin embargo la cerrazón americana hace que en noviembre de
198 el Reich se hunda, Guillermo II abdique, en Alemania se va a constituir una República.
TEMA 4. LA PAZ DE VERSALLES Y EL NUEVO ORDEN INTERNACIONAL. LA SOCIEDAD DE
NACIONES.
Terminada la guerra hay que construir la paz, para ello las potencias vencedoras se van a reunir en una gran
Conferencia Internacional (la Conferencia de Paz de París), que dura de enero de 1919 hasta finales de junio
de ese mismo año. Durante estos seis meses la Conferencia de Paz de París tiene un doble objetivo:
1. Por una parte debe redactar los tratados de paz que hay que imponer a las potencias perdedoras: cláusulas
fronterizas, territoriales, económicas, militares...
2. Establecer lo que es el nuevo orden internacional de posguerra.
La Conferencia se inaugura en un clima de euforia y esperanza; porque fundamentalmente los principios que
la van a guiar son los principios del presidente norteamericano Wilson, que ha dicho que la paz será justa y
democrática.
La Conferencia de Paz va a tener como órganos fundamentales varios:
a. El Consejo de los Diez. En el que están representados las cinco principales potencias vencedoras, cada una
con dos representantes: Italia, Gran Bretaña, Francia, EE.UU. y Japón. Con el desarrollo de las sesiones se
comprobó que este sistema era escasamente operativo y que había que buscar un órgano decisorio que fuera
más eficaz, con lo que se pasó al Consejo de los Cuatro.
b. El Consejo de los Cuatro. Reúne a los máximos líderes de Francia, Gran Bretaña, Italia y EE.UU. VA a ser
el auténtico órgano de gobierno de la Conferencia de Paz y en él se toman las principales decisiones.
c. Los Comités técnicos. Son 52 en total, que se encargan de asesorar e informan a los Consejos. Éstos fueron,
por ejemplo, las Comisiones sobre la SDN, sobre las reparaciones alemanas; varias sobre asuntos territoriales,
crímenes de guerra y contra la Humanidad, sobre la internacionalización de los ríos...
En el Consejo de los Cuatros los máximos líderes discuten cara a cara sobre las decisiones de la paz:
− Por Francia Clemenceau. Presidente del gobierno, político radical, que ha conocido la guerra del año 1871;
que va a la Conferencia, por tanto, con un objetivo fundamental: la disminución del poderío alemán sea a
través de medios territoriales, económicos o militares. La obsesión por el enemigo común de Francia guía el
planteamiento de Clemenceau en las reuniones.
− Por parte de EE.UU. está su presidente Wilson. Por primera vez en la hª un presidente norteamericano se
trasladaba a Europa en representación de un asunto oficial. Viene a París con el objetivo de llevar a cabo el
cumplimiento de sus '14 puntos, y específicamente sacar adelante su proyecto sobre la Sociedad de Naciones,
el primer órgano permanente, político e internacional que debe institucionalizar la paz.
− Por parte de Italia está su presidente Orlando, que llega a París con un objetivo: el cumplimiento de los
16
acuerdos de abril de 1915 (Tratado de Londres), por los cuales se debe compensar a Italia por su intervención
en la guerra.
− George Lloyd como primer ministro británico, cuya preocupación fundamental era evitar lo que consideraba
un peligro para la desestabilización europea: la nueva hegemonía francesa. Seguidamente evitar un
hundimiento innecesario de Alemania. Además evitar la expansión de la Rusia bolchevique, a la que
consideraba como una amenaza, en esto va a obtener el apoyo de Clemenceau. Siempre intentando preservar
los intereses imperiales de Gran Bretaña.
Por todo esto la Conferencia de Paz fue un paz dictada por las grandes potencias dentro del grupo de las
naciones vencedoras. Además a esta conferencia no se invitó a las potencias derrotadas, con lo que éstas no
van a tener la posibilidad de discutir en profundidad, y cara a cara, con los vencedores los términos de los
tratados. Así estas potencias ven la paz como una paz impuesta que estaba muy alejada de la propia filosofía
wilsoniana que se había anunciado en enero de 1918. En definitiva desde el principio la paz justa y
democrática había comenzado a desvincularse.
Loa aliados, en el Consejo de los Cuatro, mantenían, además, posiciones enormemente alejadas sobre lo que
la paz debía suponer. En un primer nivel de discusión estaba la filosofía wilsoniana, que poseía dos
principios básicos: el derecho de los pueblos a disponer de sí mismos; y el derecho de autodeterminación,
aplicando el esquema democrático a las Relaciones Internacionales. Esta filosofía encuentra, en términos
generales, la oposición de los aliados europeos. En un segundo nivel estaba la discrepancia entre los propios
países europeos.
El centro del debate de las conversaciones de paz tiene como principales protagonistas a Clemenceau y
Wilson, y trata sobre el mapa europeo, sus fronteras, y las reparaciones que Alemania debía pagar. Lo que va
a crear una crisis grave en las relaciones francoamericanas; que hará que en abril de 1919 los americanos estén
a punto de abandonar las conversaciones de paz.
En un tercer nivel fue la confrontación entre americanos e italianos por el tema de las reclamaciones
territoriales que exigía Italia; esta confrontación va a llevar a que Italia tuviera que abandonar las
conversaciones de paz (durante mes y medio), y luego firmar lo que le propusieran.
Por otra parte para comprender bien lo que se dilucidaba en París debemos tener presente la tragedia que la
guerra ha provocado, y, además, esta tragedia, centrada en Europa (humana y material), está suponiendo el
inicio del declive de Europa en el plano internacional; declive que se cierra claramente tras la II Guerra
Mundial.
Hay que tener presente que Europa salía agotada de una guerra con más de 100 mill. de muertos y 20 mill. de
heridos, siendo el conflicto más largo desde Napoleón. Los pueblos europeos giraron su atención hacia
Wilson y su programa de paz, para ellos Wilson era su gran esperanza. Este personaje venía a Europa para
sacar su proyecto de paz que se resumía en dos formulaciones:
− La institucionalización de la paz a través de la Sociedad de Naciones.
− Derecho a la autodeterminación de los pueblos.
Lo que ocurre es que, cuando Wilson va a Francia, percibe que sus propuestas de paz no están respaldadas por
el resto . Los europeos mantienen posiciones nacionales diferentes, incluso, entre ellos no existían objetivos
uniformes. Esto nos lleva a una conclusión y es que la Paz de París se convirtió en la búsqueda de un
compromiso entre posiciones discrepantes. Los Cuatro tuvieron que ceder en sus posiciones para poder llegar
a elaborar los tratados de paz. Wilson cedió bastante para poder lograr la Sociedad de Naciones, porque
pensaba que la insuficiencia y las lagunas que los tratados de paz tenían se podrían solucionar en aquel
17
organismo que tendría, a partir de 1920, su sede en Ginebra.
Lo que ocurrió fue que, cuando los pueblos vieron los tratados y el mapa europeo nuevo, comparado con las
promesas, quedaron decepcionados y humillados, sobre todo los derrotados pero también muchos pueblos que
se implicaron junto a los aliados.
La guerra crea en la conciencia europea un profundo sentimiento de crisis sobre lo que representan los valores
occidentales para el mundo. Esto se refleja en todo el pensamiento cultural, científico−filosófico del
momento. La base del pensamiento europeo partía de la Ilustración, que venía a decir que el progreso y el
desarrollo era continuado en el mundo civilizado, un camino hacia aun mundo mejor. La Primera Guerra
Mundial quiebra casi definitivamente esta concepción. Esto está directamente vinculado al período posterior.
Las reuniones de París tienen como primer objetivo los tratados de paz que se elaboran para cada potencia
derrotada.
Primero se hizo con Alemania, el más importante porque su contenido prefigura el conjunto de artículos del
resto de tratados y también porque, aquí, se incluye el texto fundacional de la Sociedad de Naciones. Será el
Tratado de Versalles, impuesto a Alemania. Luego se darán los tratados de Saint−Germain (paz con Austria),
Nevilly (con Bulgaria), Trianon (con Hungría) y Sevres (con Turquía).
Todos hacen referencia a pequeños núcleos urbanos en torno a París. El último de ellos nunca será firmado
por los turcos y sus disposiciones darán lugar a la aparición de la República de Kemal Ataturk.
El más importante es el de Versalles, que será muy duro para Alemania por las disposiciones territoriales,
militares y económicas que imponía a Berlín. Todas estas exigencias fueron entendidas por Alemania como
una paz impuesta, una humillación, lo que creó siempre, en Alemania, una posición de revisionismo en los
años siguientes. En un principio, Berlín se niega a firmar y se amenaza con la fuerza para que, al final, se
firme en Versalles.
Principales disposiciones:
La guía fundamental la lleva Clemenceau, Foch y el resto de políticos franceses que buscan el sometimiento
del poderío alemán; la victoria ofrece la posibilidad de cerrar esta capítulo nefasto en las relaciones
franco−germanas reduciendo el peligro alemán. Estaban convencidos de que había que ser implacable con
Alemania porque, a la larga, creían que habría un desequilibrio en favor de Alemania.
Militarmente, Alemania se queda sin servicio militar obligatorio, prácticamente sin ejército, aviación,
marina, artillería pesada...
Territorialmente, se dio lugar aun debate profundo en la conferencia de París. Las nuevas fronteras alemanas
se reformarán en dos ámbitos principales:
En Oriente se modifican por la reconstrucción de una Polonia independiente. Esto plantea enormes problemas
porque hay, en Polonia, una mezcla muy complicada de población alemana y polaca. Uno de los defensores de
Polonia será Francia, que la quiere lo más fuerte posible, lo que significa ignorar a la población alemana. Esto
es así porque Francia diseña un sistema de seguridad en entreguerras que pasa por sus Alianzas de revés: con
Polonia y todos los estados que surgen en la zona, Francia quiere tener buenas relaciones para controlar por la
espalda a Alemania y también sería un cordón sanitario con los rusos bolcheviques.
Inglaterra y EE.UU. también la quieren fuerte pero teniendo presente a las minorías alemanas. El resultado
final se inclinará del lado inglés i americano; será una Polonia independiente que rompe el mapa alemán, la
Prusia oriental quedará separada de la Pomerania y Silesia y, en torno a Danzig, se va a crear una
18
administración internacional controlada por la Sociedad de Naciones. Danzig era la salida fundamental de
todo el comercio de la zona y de los yacimientos mineros de la Europa central, será una humillación para
Alemania. En el puerto de Guedanzs (Danzig) se crea una comisión internacional porque allí la población
alemana era importante y porque EE.UU. y Gran Bretaña no deseaban que el puerto quedase bajo
administración polaca por dos motivos: era la salida de una parte del carbón que consumía Inglaterra y
porque, si no, tendría una gran influencia francesa.
En occidente también iba a ser complicado, sobre todo en los ámbitos de Alsacia−Lorena, El Sarre y la
Renania. El primero no plantea ningún problema pasando directamente a Francia, lo que la enorgullece. Pero
los otros serán más complicados, son planteamientos franceses muy duros y exigentes basados en la búsqueda
de su seguridad nacional. En Renania busca una seguridad de carácter geoestratético y militar y en el Sarre
una seguridad nacional a través de factores económicos.
En 1815, el Sarre era de soberanía prusiana, pero antes fue francés. En 1919 Clemenceau plantea que vuelva
de nuevo a Francia y dice que la población era, históricamente, francesa, citando a Luis XIV. En realidad
esconde el objetivo de apropiarse de las minas de carbón y hulla de la región. Lo reclama por dos razones:
primero como compensación económica porque, cuando los ejércitos alemanes se retiraron de Francia
arrasaron los yacimientos mineros y, segundo y más importante, por economía estratégica ya que Francia era
históricamente deficitaria en producción de carbón, dependiendo de abastecimientos exteriores. Con Alsacia y
Lorena necesitaba más carbón, necesario para ponerse por encima de lo que era la producción alemana y, en
base a eso, pide el Sarre. Wilson dice que el Sarre es alemán. Si se entrega a Francia, dice, se arrollarán los
derechos a la autodeterminación. El resultado fue que el Sarre quedase, durante quince años, bajo
administración internacional (Sociedad de Naciones), se respetaba la soberanía alemana pero quedaba
aplazada y, en 1935, la población decidiría su futuro mediante referéndum. Para los franceses las minas de
carbón era propiedad del Estado francés.
La Renania es, en realidad, el curso del Rin por Alemania, Francia y Bélgica. El objetivo de Clemenceau es
establecer una frontera militar geopolítica. Esto lo definió Foch y llevaría aparejado que la margen izquierda
será separada de Alemania, con una semi−independencia quedando vinculada, económicamente, a Francia y
Bélgica. Francia aquí se presentó muy dura debido, una vez más, a la geopolítica; entre el Rin y el Mosa no
existía ningún obstáculo geográfico importante que pudiera frenar un avance militar alemán, por lo que había
que expulsar a los alemanes más allá del Rin. Esto es así por la experiencia militar ya que, en la guerra franco
prusiana de 1870 y en la de 1914, las invasiones alemanas se produjeron desde esta zona de la Renania.
Wilson y Lloyd George rechazan la propuesta francesa y obligan a Clemenceau a modificar esta situación. El
resultado será que la Renania, toda, seguirá siendo alemana pero la orilla izquierda quedará desmilitarizada
para Alemania y se establecerá un ejército de ocupación sobre la orilla derecha. Al mismo tiempo se promete
a Clemenceau la firma de un acuerdo franco−inglés y franco−americano por el cual, en caso de agresión
alemana, Londres y Washington acudirían en ayuda de Francia. Cuando la opinión pública francesa se entero
de esto se desató una campaña contra Clemenceau porque se garantiza que Francia ha firmado un acuerdo que
no garantiza su seguridad.
La Conferencia de París se centra también en la remodelación del mapa centro y este europeo. Aquí es donde
mejor y de forma más clara se aplican los principios wilsonianos sobre los derechos de los pueblos a la
autodeterminación. Para tener presente los cambios hay que saber tres realidades:
−1ª La desaparición del Imperio Austríaco, derrotado militarmente y que, además, ha explotado en su interior
por el problema de las nacionalidades. Los checos exigen la independencia, como los eslavos, polacos...
Progresivamente encuentran el reconocimiento de los aliados.
−2ª Los acontecimientos revolucionarios de la Rusia bolchevique y el intento de imitación de dicho modelo
que se produce en Europa (Alemania = espartaquistas; Hungría = Bela Khum).
19
−3ª La política y los objetivos de Francia sobre esta parte de Europa.
En la segunda cuestión, la concerniente a la Rusia bolchevique, para los europeos se convierte en una
amenaza para el nuevo orden que se quiere crear. Rusia no sólo faltó a sus compromisos al salir de la guerra
sino, también, desde todos los puntos de vista, su modelo se intentará imitar.
Las potencias aliadas intervendrán en Rusia apoyando a los contrarrevolucionarios en un intento de neutralizar
a las autoridades bolcheviques. Cuando los aliados fracasen los europeos occidentales pensarán en establecer
un cordón sanitario sobre las fronteras occidentales de Rusia para impedir la proyección de los bolcheviques.
Esto explica el apoyo a la creación de las Repúblicas Bálticas, a la independencia de Finlandia, de Polonia y el
intento de crear en Europa central estados fuertes como Polonia y Checoslovaquia.
En cuanto a la política de Francia (3ª), el objetivo principal era neutralizar el poderío alemán, que se tiene que
hacer tanto en occidente (la cuestión renana) como en oriente. Apoyarán la creación de estados independientes
y buscarán el establecimiento de alianzas lo más sólidas posible como instrumento de control sobre Alemania
por la espalda. Serán las alianzas de revés que pivotarán sobre Polonia y Checoslovaquia.
A la hora de aplicar todos estos elementos y principios en 1919, sucedió que si el principio de las
nacionalidades fue el elemento principal que movió a los aliados para remodelar el mapa, observamos que no
se llevó igual en todas partes y que se aplicó en beneficio de los intereses de las grandes potencias. El mapa
que surge en centro Europa escondió otras realidades distintas.
Los aliados balcanizaron la Europa central, apoyando las reclamaciones de independencia y su
reconocimiento inmediato: optaron por fragmentar el Imperio, apoyando la creación de Checoslovaquia, que
surge en 1919, pero, este estado, resultó enormemente artificial, la suma de checos y eslovacos. Como el
objetivo era que fuese un estado fuerte, se cometieron tropelías. La parte checa estaba, en su composición,
formada por un importante grupo de población alemana que habitaba los Sudetes, que eran una cadena
montañosa que constituía un objetivo geográfico fundamental para la protección de Bohemia y Moravia,
corazón de la República Checa. Esta población, terminada la guerra plantean su deseo de incorporarse a lo que
queda de Austria o pasar a Alemania. Esto es ignorado, quedan incorporados a Checoslovaquia porque las
montañas eran la seguridad para dicho país y, también, allí estaban las principales industrias que Austria había
creado en la región (había 3,5 mill. de alemanes).
Otra región del norte que, históricamente, era polaca fue integrada en Checoslovaquia; es la región de Ostrava
donde se situaba un importante emplazamiento de hulla que alimentaba las industrias checoslovacas y por
donde, además, pasaba el principal nudo de comunicaciones entre Chequia y Eslovaquia.
También se trazaron las fronteras con Hungría. El sur de Checoslovaquia estaba poblada por magiares. El
deseo de crear una Checoslovaquia de fronteras seguras hizo que los aliados trazasen la frontera siguiendo el
Danubio, obligando a incorporar a esos húngaros en el nuevo estado. Por lo tanto, es un estado artificial.
Con respecto a Austria, derrotada e independiente, desea incorporarse a Alemania y los aliados se niegan,
incluso prohibiendo el Auchluss, otra violación de los principios de las nacionalidades.
Después de la Primera Guerra Mundial nadie duda de que Alemania quedó debilitada porque fue reducida
territorialmente, sin colonias, sometida económicamente (por ejemplo perdió sus patentes) y se veía rodeada
de nuevos estados. Desde el punto de vista geopolítico esto no es igual; históricamente la proyección alemana
hacia el este europeo estuvo frenado por Viena y por la Rusia zarista. Cuando, a partir de 1936, los nazis
recuperen el poderío germánico, pudieron iniciar esa proyección oriental sin el bloqueo del Imperio
Austrohúngaro y Rusia, son unos estados más débiles a los que se podía someter, más aun si la política
occidental se basaba en romper relaciones con Alemania.
20
El establecimiento de las fronteras italianas.
Italia se metió en la guerra a cambio de anexiones territoriales; Orlando acude a París para obtener el botín. El
primer punto es el Trentino, en el norte de Italia, donde esas reclamaciones se obtienen. La frontera se
establece en la orilla del Breno, de población austríaca (otra violación del los derechos nacionales).
Pero el problema es el Adriático, donde Italia también tenía reclamaciones que quería conseguir. El punto
central será la península de Istria, que obtiene. Pero hay un ámbito donde no ceden los aliados, en el Fiume, la
actual Riseka, poblada por gente italiana pero en un contexto eslavo. No había sido reclamada en 1915 pero,
ahora, lo ponen encima de la mesa. Cuando, en 1915, Italia entra en la guerra, su obsesión era el Imperio
Austrohúngaro que, históricamente, le sometía; pero, en 1918−19, ese poder se ha visto fragmentado por lo
que su interés pasa a Yugoslavia que quiere ser una potencia del Adriático y, desde esa perspectiva, la zona
del Fiume era el punto clave porque controlaba el paso a la península y era la arteria principal donde
desaguaba la actividad económica del norte de Yugoslavia y de la República Húngara. Dejar este punto
comercial en manos yugoslavas significaba que la ciudad de Trieste y la península giraría en torno a lo que en
Fiume se trataba.
Wilson negará el Fiume a Italia y éstos se retiran de las conversaciones. Esto hará que, en Italia, la victoria
fuese considerada mutilada, que el triunfo en la guerra se lo robaron en las negociaciones de París y será el
caldo de cultivo, unido a una grave crisis económica y social, para la aparición del fascismo.
Junto a todo esto, en París se negocian también cláusulas económicas contra los vencidos, que tienen en el
tema de las reparaciones de guerra su punto fundamental. En el art. 251 de Versalles se acusa a Alemania y
sus aliados de ser los causantes morales de la guerra y exigen el pago que deberán asumir los derrotados y que
afectará a circunstancias que no eran las propias de la contienda. También los derechos infringidos a la
población civil se computarán como reparaciones de guerra. Clemenceau y Lloyd George parten de una
posición maximalista y, en consecuencia, surge la oportunidad de exigir esto.
Ambos serán moderados por Wilson. Inglaterra también se moderará a la hora de discutir el montante total y
los conceptos que como república (o responsable, no sé) de guerra debían incluirse. No se llegó a un acuerdo
en París, sino que fue en posteriores negociaciones, sobre todo en Spa, donde quedarían establecidos unos
pagos muy exigentes.
Alemania se negará a firmar el tratado por ser muy humillante, siendo precisa una amenaza militar para que,
al final, se firme y cree un modelo para el resto de tratados.
TEMA 5. EUROPA EN LAS RELACIONES INTERNACIO− NALES DURANTE LOS AÑOS ´20.
Los tratados repasaban la presencia americana sobre Europa, que se articulaba en dos puntos:
− La Sociedad de Naciones.
− El pacto Renano (compromiso de EE.UU. y U.K. con Francia).
Terminada la Conferencia de Paz, Wilson regresa a su país y, como era preceptivo constitucionalmente, los
compromisos electorales que adquirió debían tener el referendo constitucional de las cámaras. El punto clave
era la situación del senado americano, que había pasado a manos de los republicanos. Cuando Wilson llega a
EE.UU. percibe que los republicanos se oponen a autorizar los compromisos y se plantea un pulso político
entre los republicanos y la política de Wilson en diferentes frentes (no era una oposición radical sino
dependiendo del ámbito en cuestión). Wilson se cerró en banda a cualquier negociación que pudiera conducir
a la reforma de Versalles, sobre todo en lo concerniente a la Sociedad de Naciones que permitiría cuadrar las
situaciones mal encajadas de Europa.
21
Wilson, como todo moralista, intentó convencer a la opinión pública de forma directa mediante mítines. En
medio de dicha situación le dio un flus y se retiró de la política activa.
Con un presidente debilitado y una opinión pública que no se creía que el mundo pudiera ser justo, las
propuestas de Wilson fueron derrotadas y los republicanos sacaron una propuesta en contra de la firma del
Tratado de Versalles. Tuvo enormes implicaciones: primero porque abría la puerta al hundimiento de los
demócratas, las próximas elecciones las ganarían los republicanos pero, sobre todo, conmocionó a Europa.
EE.UU. no estaría presente en la Sociedad de Naciones, donde presionaron más. Además, no suscribía el
Pacto Renano, es decir, que ese compromiso de Wilson de apoyo militar a Francia no se daba. Al no firmarse,
los ingleses decidieron no garantizar tampoco dicha frontera renana. Esto incrementó la sensación de
inseguridad por parte de Francia, que sin otros instrumentos más que Versalles, exigió el cumplimiento
íntegro de todas las cláusulas que disminuían el poder alemán y, sobre todo, las reparaciones de guerra. Esto
condujo a que, en los primeros años de la posguerra, Francia diseñara hacia Alemania una política muy clara e
intransigente porque, además, la retirada política americana sobre Europa coincidió con una política inglesa
consistente en que había que reformar bastantes puntos de Versalles, flexibilizando posturas, tratando más
moderadamente a Alemania.
La época que se abre para los años ´20 es, en sus primeros años (1920−24) de enorme inestabilidad en Europa,
de fuerte deterioro de la realidad internacional, donde los golpes de fuerza y las políticas de poderío se harán
más que evidentes.
Este triunfo de las políticas de fuerza quedará explicitado en tres crisis especialmente:
1) Crisis en las relaciones franco−germanas, que conducirá a la crisis del Rhur, ocupación militar francesa de
dicha cuenca minera.
2) Ocupación italiana del Fiume.
3) Guerra ruso−polaca de 1920−21 que pone a Varsovia y Moscú por la fijación de sus fronteras. En Versalles
la frontera ruso−polaca quedó como un vacío institucional, por lo que se utiliza la vía militar para fijarla.
La más importante y fundamental, en torno a la que gira toda la vida internacional europea, será la de las
relaciones franco−germanas y, más concretamente, las reparaciones de guerra que enturbian estas relaciones y
ese deterioro también afecta al conjunto de Europa, a la política de Francia con Gran Bretaña y EE.UU..
Además, ese panorama de crisis internacional que vive Europa coincide con un instante en el que el elemento
que debía regular las relaciones internacionales, la Sociedad de Naciones, no funciona.
El organismo creado en 1914 instalado en Ginebra tiene unas condiciones muy problemáticas y dubitativas.
La Sociedad de Naciones es el primer órgano internacional permanente que tiene como objetivo
institucionalizar la paz entre los estados mediante el compromiso entre ellos de una serie de procedimientos y
normas. Introduce un nuevo concepto que va a ser su ideal fundamental, la seguridad colectiva, su objetivo.
Esta seguridad colectiva se asentaba sobre tres bases principales:
1− El reconocimiento mutuo entre los estados a su independencia política e integridad territorial. Se auto
reconocen.
2− Proceso de desarme: los estados se comprometían a, en el seno de la organización, iniciar conversaciones
multilaterales para fijar la política armamentística de sus miembros.
3− Recurso al arbitraje entre sus miembros en caso de crisis política o jurisdiccional remitiendo el asunto a La
Haya.
22
Si estos tres puntos se cumplen el mundo sería un lugar maravilloso, amor libre, despiporre, libetinaje y
mucho más sexo.
La Europa de entreguerras será muy inestable por las tres crisis. Lo último que hay que tener presente para ver
lo que supone la Sociedad de Naciones son las llamadas sanciones en el caso de incumplimiento de los
mandatos. Pueden ser económicas y/o militares, con voto unánime del Consejo de la Sociedad y que, en el
caso de aprobarse, las económicas son obligatorias y las militares pura recomendación.
La Sociedad de Naciones se construye orgánicamente en torno a tres elementos: la Asamblea, donde están
representados todos los estados miembros; un Consejo político, en donde hay miembros permanentes y no
permanentes, siendo el órgano más importante; y un Secretariado, competente en burocracia manteniendo la
permanencia de la institución.
El papel del secretariado es muy destacado, no sólo por las personas (como Dummund o Avenol), sino que,
entorno a ellos, se va creando una burocracia y filosofía de lo que es el espíritu de Ginebra. Allí comienzan a
trabajar funcionarios que están presentes porque son miembros de la organización y su cometido se explica
por su convicción de sacar adelante el proyecto de la institucionalización de la paz, que representa la
Sociedad. Creyeron que el entendimiento entre los estados sería posible.
Esto es algo con importantes repercusiones en España porque dos personajes importantes en la Sociedad de
Naciones fueron Salvador Madariaga y Pablo Azcárate, que representan ese espíritu ginebrino con
importantes papeles (Azcárate se encargaba de los asuntos sobre minorías y refugiados y Madariaga en
proyectos de desarme ayudando, también, a resolver una crisis tan importante como la creación de
Manchuria). Estos personajes reflejan también la propia tragedia que el mundo de entreguerras representa.
La Sociedad no se dedicó sólo a impedir las guerras con el arbitraje, sino que actuó en otros campos, por
ejemplo crearía un organismo específico para atender a las minorías nacionales y los refugiados; arbitró un
procedimiento para la cooperación económica entre los estados; intervino directamente para reconstruir la
Hungría de posguerra, igual que en Bulgaria; intervino para impedir el tráfico de mujeres y niños; favoreció la
cooperación cultural e intelectual entre estados... Sobre un compás que ayudaba a institucionalizar la paz.
Y, esto, corre de forma paralela a un proyecto que afecta a los europeos, que es que, después de la Primera
Guerra Mundial, aparecen las propuestas más claras de un pensamiento europeísta y las formulaciones más
evidentes que ponen de relieve un proceso de unidad en Europa. Se llega a la conclusión de que, si Europa
quiere representar algo internacionalmente, es necesario poner mecanismos de cooperación entre los países
europeos, reforzando los vínculos y creando fórmulas federales que hagan a Europa un polo económico de
primer orden, que será, a la vez, la mayor garantía para conseguir la paz.
Muchas serán las propuestas europeístas después de 1918, pero la más importante, que se convertirá en
proyecto, será la de Aristides Briand (ministro de Asuntos Exteriores francés) que, en 1929 y 1930 la hará
pública en la Asamblea general de la Sociedad de Naciones (memorándum Briand), dando a entender que la
integración europea estaba vinculada a la institucionalización de la paz que Ginebra planteaba.
Pero todo esto no encajaba bien con los europeos de 1920−25 que se ven sometidos a la inestabilidad, a la
utilización de golpes de fuerza, de desconfianza y agresividad que hace que el espíritu de Ginebra no
funcione, sobre todo en las tres crisis:
1ª− Desencadenada por Italia, con centro en Fiume. La opinión pública italiana tiene la sensación de que han
recibido una paz amputada. La cuestión que más les afecta es el caso de la ciudad del Fiume que consideran
italiana al 100% y que debe volver a la soberanía nacional. En este ambiente, grupos ultranacionalistas
italianos encabezados por D´Annunzio, ocupan Fiume, lo que crea un problema internacional para Roma, para
la Sociedad de Naciones y para Yugoslavia. Este problema coleará hasta 1921; al final serán desalojados por
23
la fuerza, pero plantean la necesidad de que Yugoslavia e Italia se pongan de acuerdo sobre su presencia en el
Adriático. En 1922 Mussolini llega al poder y, a partir de 1925−26, fascistiza el Estado italiano y en ese
momento comenzará unas negociaciones sobre la Yugoslavia que conducirá hacia el reconocimiento de una
actitud hegemónica italiana en la zona.
2ª− La situación entre Rusia y Polonia viene determinada por el vacío jurídico que París ha dejado en la franja
oriental, cosa acentuada por impedir que la Rusia bolchevique pueda tener un reconocimiento internacional
después de la Primera Guerra Mundial, y por la creación del cordón sanitario. Esto es aprovechado por
Polonia que lanzará una agresión militar contra Rusia que les lleva a controlar casi toda Ucrania (Kiev). Esto
es respondido por el ejército rojo que llega a las puertas de Varsovia y Polonia será ayudada militarmente por
Francia para salvar su existencia. Una fase final establece la paz y las fronteras frágiles entre Rusia y Polonia
en torno a los territorios de Bielorrusia y Ucrania.
3ª− Las relaciones franco−germanas son el gran factor de crisis. Es sobre todo por las reparaciones de guerra;
una situación en la que Francia se muestra muy dura e impositiva. Sobre todo la Francia del presidente
Pointcaré va a extremar y radicalizar su política hacia Alemania.
Pero hay que preguntarse qué factores intervienen para que Francia adopte esta postura maximalista. A este
respecto, Francia, que no había obtenido en Versalles los elementos claves para garantizar su seguridad
nacional, comienza a ponerse nerviosa porque la evolución de los acontecimientos políticos se estaban
volviendo en su contra. Los EE.UU. se retiran de Europa y el compromiso de defender la Renania ya no existe
(Pacto Renano); los EE.UU. se han retirado de la Sociedad de Naciones que, para Francia, no garantiza su
seguridad ya que no tiene ejército propio permanente y las sanciones son recomendaciones y no obligatorias.
Además, Inglaterra quiere abrir un proceso de reconsideración de Versalles; la política británica comienza a
reformular lo que es el mapa creado, Lloyd George quiere sacar adelante un plan de estabilización política y
económica sobre el continente, que pasa por actuar más flexiblemente sobre Alemania y, también, por una
mejor consideración sobre lo que es la Rusia bolchevique. Esto se traduce en unas iniciativas como la de
mostrarse flexible con el pago alemán y considerar la presencia de Rusia en las discusiones europeas. Este
proyecto de reformulación sobre la realidad europea crea recelos en Francia. Pero hay más: entre los años
1920−21 Alemania está manifestando unos índices de recuperación industrial muy preocupantes para los
franceses que sienten el renacer del poderío alemán; unos alemanes que se muestran reacios al pago de las
reparaciones de guerra. Francia, viendo su situación, decide aplicar exactamente los términos de Versalles,
especialmente las reparaciones de guerra: lo único que le queda. Esto se complica más porque, mientras que
Alemania no pague, los aliados no pagan a los EE.UU., por lo que el sistema financiero está distorsionado.
Pero, hay otro elemento que atemoriza más a los franceses: las conferencias que Gran Bretaña hace para
reconsiderar el mapa europeo (conferencia de Génova) serán aprovechadas por Berlín y Moscú para firmar el
Tratado de Rapallo de 1922, por el cual Alemania y la Rusia bolchevique se reconocen, solucionan los
problemas económicos planteados e inician un acercamiento. Es una bomba para la política francesa porque
las dos fuerzas demoníacas se han puesto de acuerdo rompiendo los equilibrios de Versalles y dejando
incógnitas para el futuro.
A fines de 1922 el gobierno alemán manifiesta su incapacidad para pagar las reparaciones de guerra, diciendo
que su economía no puede hacer frente a las exigencias de Versalles. Alemania plantea una moratoria sobre su
pago. El gobierno francés discute cuál es la política de respuesta ante esta moratoria y dicen que no hay
posibilidad de retrasar los pagos, hay que cumplir Versalles al 100%. En base a esto, el gobierno Pointcaré
decide, a partir de enero de 1923, desencadenar una operación militar contra Alemania que consiste en la
ocupación militar de la cuenca del Rhur, una ocupación en la que se ve acompañada por Bélgica, y el
establecimiento de un organismo, un comité interaliado de minas e industria (C.J.M.J.) que debe hacerse cargo
de la explotación de los yacimientos mineros del Rhur y, a través de ello, que Francia vaya recibiendo en
especie lo que, por reparaciones, Alemania no entrega.
24
Dos cuestiones: La primera, que Francia emplea el instrumento militar para decir a Alemania que las crisis se
resuelven de esta forma. La segunda, Francia va al Rhur, a la zona donde sabe que se está obteniendo la
principal fuente de energía para abastecer las industrias alemanas, ataca al corazón de las explotaciones
mineras e industriales alemanas.
De inmediato, la política francesa será atacada por ingleses y norteamericanos. No hay respaldo político a esa
iniciativa porque, además, se complica mucho. Cuando el ejército franco−belga invade el Rhur, el gobierno
alemán ordena a su clase trabajadora la resistencia pasiva, es decir, los incita a no acudir al trabajo a fin de
que la industria quede paralizada; esto, deriva, a veces, en actos de violencia y sabotaje lo que empuja a las
autoridades militares ocupadoras a una represión con las expulsiones y fusilamientos de los principales
responsables de las acciones de resistencia pasiva. Al fin, logran explotar la cuenca del Rhur, objetivo
conseguido. Pero, desde el punto de vista diplomático, internacionalmente Francia es derrotada por la reacción
inglesa y americana. En torno a 1924, Francia comienza a sentirse aislada por el avispero del Rhur, los
EE.UU. siguen presionando para el pago de las deudas interaliadas y los ingleses presionan para que el tema
del Rhur pueda solucionarse. En realidad, Inglaterra y EE.UU. van a tomar una serie de iniciativas en lo
económico y lo político que permiten una solución no sólo al Rhur, sino también al tema de las relaciones
franco−alemanas y por su repercusión al problema económico que se planteaba desde 1920. Desde 1923, la
diplomacia americana manifiesta su intención de actuar a través del dólar en Europa como fórmula para
solucionar el problema de las reparaciones alemanas y, por tanto, el problema de la deuda interaliada. Esto
coincide con una política británica tendente a solucionar el problema del Rhur. Para estudiar esto, se convoca
una conferencia en Londres en la que asiste también Alemania junto a Francia y Gran Bretaña. Esto, coincide
con un cambio en la política francesa, en el que los sectores de Pointcaré están siendo sustituidos por unos
personajes de centro−izquierda que tendrán a su principal representante en Herriot, que coincidirá, a su vez,
en Alemania con el protagonismo de Stressemann. Herriot tendrá un continuador con la política de Briand,
que considera que la política de dureza no conduce a nada porque aísla internacionalmente a Francia sin que,
tampoco, desde el punto de vista económico, tenga la compensación necesaria porque los EE.UU. les
presiona.
En Londres se plantea la exigencia de que Francia salga del Rhur, la presencia de capitales americanos en
Alemania y el establecimiento de un programa por el cual se flexibiliza el tema de las reparaciones, que
podrán ser pagadas por Alemania y que permitirá a Francia pagar a EE.UU.. Esa presencia de dólar estabiliza
Europa y tendrá dos momentos: 1924 y 1929, dos programas que quieren flexibilizar las reparaciones, que
generen confianza en la vida internacional y estabilicen centroeuropa. Francia abandona el Rhur y estabiliza
las relaciones franco−germanas. A partir de 1925 hay un proceso de entendimiento franco−alemán que se
extiende al resto del continente y hace que, entre 1925−29, se hable de la gran época de la paz, el gran espíritu
de Ginebra. En esos años, se asiste a unas iniciativas internacionales que parten del hecho de la normalización
de las relaciones económicas que permiten, en 1925, sacar adelante la filosofía del espíritu de Ginebra
(apogeo de la paz).
Este proceso de pacificación tiene un punto de partida que es la resolución de las principales dificultades
económicas que conducen a una distensión política, sobre todo franco−alemana, que permitirá una serie de
iniciativas internacionales.
La solución de las cuestiones económicas, las deudas aliadas y las reparaciones alemanas vienen dadas por los
EE.UU. que se encuentran preocupados por la realidad europea.
A principios de 1920, Europa absorbía el 50 % de las exportaciones americanas y, además, aunque retirados
políticamente del continente, seguían teniendo presentes las enseñanzas de la Primera Guerra Mundial: la
seguridad europea y los intentos hegemónicos les influía como gran potencia. La inestabilidad europea tenía
repercusiones en la libertad de los mares, por ejemplo. Había que estabilizar Europa, sobre todo en la cuestión
del Rhur que era el exponente de neohegemonismo francés, alterando el mapa europeo.
25
En 1924, EE.UU. va a poner en marcha un proyecto económico para Europa que se completa con otro en
1929. Sobre esto, pretenden la normalización económica y estabilidad política. El plan de 1924 supone una
inversión de capital americano en Alemania, que reactiva su economía y que, al hacerlo, puede pagar las
reparaciones de guerra. Al mismo tiempo contempla una nueva modalidad en el pago de reparaciones que
permite a Alemania, de forma más flexible, comenzar el pago sobre los aliados, Francia e Inglaterra, que, a la
vez, negocian con EE.UU. el problema de las deudas. Esto significa, según Milza, el establecimiento en las
relaciones atlánticas de un triángulo financiero de la paz que permite el flujo de capital sobre el que se
construye la distensión política a partir de 1294. Esto lleva, automáticamente, a una distensión política en
Alemania y Francia que permite negociar la evacuación del Rhur y, gracias a esa solución del tema, el inicio
de un acercamiento franco−alemán que será la auténtica esencia de estos años (24−29). Esto se traduce en
diferentes actitudes internacionales desde Locarno (1924) hasta el tratado Briand−Kellog de 1929.
Esta época coincide con nuevos personajes políticos que afrontan las cuestiones internacionales con un nuevo
espíritu: Briand y Stressemann. Por cuestiones diferentes los dos están convencidos de que la conciliación
francesa y alemana es la clave de la distensión sobre la realidad europea y que, de esa conciliación, Francia y
Alemania obtendrán mejores resultados políticos. Briand ha visto como Gran Bretaña y EE.UU. quieren
reflotar a Alemania y cómo ésta ha firmado un acuerdo con la U.R.S.S. y cómo, desde el punto de vista
industrial y demográfico, Alemania tiene un activo sobre Francia. Así ve que es más válido la conciliación.
Stressemann llega a las conclusiones de que las fórmulas de enfrentamiento respecto a Francia no suponen un
beneficio inmediato para Alemania. Si Alemania quiere alcanzar unos objetivos, necesita unos instrumentos
que no tiene, como insertarse en el sistema europeo creado en 1919. Pero, también esa integración alemana
tendrá que ser el mecanismo para neutralizar los elementos más nacionalistas que funcionan en la república de
Weimar.
Esto es lo que hace coincidir a estos dos personajes en la conciliación. El primer paso serán los acuerdos de
Locarno de 1925. Su elemento clave serán las cuestiones territoriales y fronterizas. Lo que se negocia allí
constituyó una campanada diplomática, el hecho de llegar a un acuerdo era el elemento demostrativo de que
se llegaba a una nueva fase y permite despejar cuestiones en otros ámbitos (el llamado espíritu de Locarno).
Se reúnen en Locarno varias potencias europeas: Francia y Alemania acompañadas por Bélgica, Inglaterra e
Italia y también una delegación de Checoslovaquia y Polonia.
Los acuerdos de Locarno afectan a dos partes de Europa, occidente y centro−oriente:
− Occidente: Las decisiones de Locarno giran en torno al Pacto Renano. Alemania reconoce libremente las
fronteras establecidas en Versalles (1919); además estas fronteras estarán garantizadas por la presencia
italiana y británica. La derivación política es el hecho de que, sobre la renuncia, se agilice el proceso de salida
de las tropas de ocupación aliadas.
− Centro−oriente: Alemania sigue sin reconocer lo que en 1919 se planteó (la creación de Polonia y
Checoslovaquia con población alemana). Sien embargo, sí declara que, en el supuesto de que surjan
problemas con estos países, Alemania se compromete a utilizar la vía del arbitraje internacional para
solucionar estas cuestiones sobre la Europa centro−oriental. Aquí, Alemania sigue siendo revisionista.
La consecuencia más inmediata será la integración de Alemania en la Sociedad de Naciones, la presencia
alemana en unos mecanismos que le permiten jugar de igual a igual con el resto de potencias, mejorando así la
recuperación interna de Alemania y, como una cuestión inmediata, el hecho de que se acelerase la evacuación
de las tropas aliadas sobre la Renania.
Otro elemento es la actitud ante la U.R.S.S.. Es un cambio de política de las grandes potencias ante dicho país.
El resultado es que Alemania participa en el orden europeo pero Rusia también. Los dos elementos excluidos
ahora están integrados.
26
Con la U.R.S.S. se produce un doble cambio. Desde mediados los años ´20, Europa y EE.UU. tienden a un
acercamiento con la U.R.S.S. que tiene un primer paso en la firma de acuerdos comerciales y el
reconocimiento diplomático y de sus relaciones. Es evidente el fracaso contrarrevolucionario, la política
intervencionista en Rusia y ese capitalismo intentan digerir el elemento soviético. Pero también hay una
correspondencia por parte de la U.R.S.S.: después de la muerte de Lenin, Rusia vive una lucha por el poder
que opone a Stalin y a Troski. Esta lucha responde a dos conceptos distintos sobre lo que tiene que ser la
revolución, que se refleja en las dimensiones exteriores de la U.R.S.S. con los capitalistas.
Hay dos posiciones:
− Revolución permanente: Defendida por Troski. Se resume en que las revoluciones tienen el peligro de que,
en un momento dado, se burocraticen y pierdan el impulso revolucionario. La derivación inmediata era seguir
defendiendo la revolución en el exterior.
− Socialismo en un sólo país: Insiste en la necesidad de proceder a la construcción del socialismo en el
interior de Rusia, profundizando en los cambios económicos y sociales conseguidos. Esto se traduce, respecto
al exterior, en que el fenómeno de la exportación de la Revolución pasa a un segundo término porque la
preocupación principal es lo interno. Es la postura de Stalin.
El triunfo de las posiciones de Stalin determina un deshielo en las relaciones con el mundo capitalista y, por lo
tanto, un mejor acomodo de la Rusia soviética en el sistema europeo. Estas posiciones se irán acentuando; a
principio de los ´30 ingresan en la Sociedad de Naciones y, sobre todo, ante el peligro de los fascismos en
Europa y la constitución de los frentes populares.
Este proceso de distensión, a partir de 1924, entre Francia y Alemania, se traduce en actitudes internacionales
de enorme relevancia. Son una serie de intentos por mejorar el funcionamiento de la Sociedad de Naciones, el
llamado protocolo de Ginebra, que introduce referencias al sistema con la idea de acentuar el sistema de la
seguridad colectiva y sustraer competencias a los estados en la organización. Por ejemplo, las sanciones
militares eran obligatorias y automáticas (ahora, antes no), el arbitraje político también se hizo obligatorio...
El papel de los estados se reducirá a favor de la propia institución (aunque esto fracasa).
Dentro de esta dinámica se inserta, en 1929, un acuerdo que firma EE.UU. y Francia, el pacto
Briand−Kellog, según el cual se renunciaba al recurso de las armas como mecanismo de solución de
problemas entre estados. Es un acuerdo bilateral que se convierte en multilateral siendo suscrito por más de 15
estados y, aunque EE.UU. no es miembro de la Sociedad de Naciones, logra ser observados permanente en la
organización. En 1924, la eficacia de las relaciones atlánticas (el triángulo) introdujo la estabilidad en Europa,
lo que condiciona la distensión en el continente. Cuando eso se rompa, todo el edificio se rompe. Las
consecuencias de la crisis de 1929 rompen el flujo atlántico provocando, a partir de 1931−32, unas
convulsiones sobre la realidad Europea.
TEMA 6. LOS PROBLEMAS EXTRAEUROPEOS.
A partir de 1919, los mundos extraeuropeos adquieren relevancia porque es el fin de la hegemonía europea y
también la aparición de la descolonización.
Una circunstancia lleva a pueblos sometidos (política o económicamente) a las directrices de las grandes
potencias, a reclamar su espacio soberano en el mundo. Las circunstancias que lo propician son de diversa
índole:
− Estos pueblos ya se sienten absolutamente desengañados de la idea de Europa por la guerra.
27
− La guerra, en si, ha potenciado el desarrollo económico y político de estos elementos, lo que despierta su
deseo de libertad.
− Factores ideológicos: Desde dos campos opuestos, el mundo capitalista y del socialismo revolucionario, dos
potencias, EE.UU. y U.R.S.S. les han dicho que tienen derecho a la autodeterminación y a romper sus
vínculos metropolitanos. Esta idea cala de forma firme y se traduce en los primeros ensayos independentistas.
La descolonización durante los años ´20 y ´30.
La primera hora de las descolonizaciones afecta a Próximo Oriente y al África Central. Estas
descolonizaciones están basadas en las ideas wilsonianas de independencias de colonias, y en la revolución
bolchevique.
Estas colonizaciones afectan a las colonias alemanas y a la desaparición del Imperio Otomano, ya que sus
territorios van a pasar a ser controlados por la SDN. Ésta es la encargada de administrar los territorios,
cediéndolos al control de una potencia mandataria. Hay tres tipos de mandatos, cada uno con una filosofía;
aunque en todos las potencias mandatarias deben ayudar a que en estos territorios se establezcan los
mecanismos para la descolonización, debiendo preparar la independencia y autogobierno.
Por otra parte los mandatos también van a realizar una distribución geográfica: va a ver Mandatos tipo A, en
los antiguos territorios turcos de Oriente Próximo; Mandatos tipo B, específicamente en las antiguas colonias
alemanas de África; y Mandatos tipo C, en África y sobre todo en las colonias alemanas del Índico y el
Pacífico. La diferencia entre los mandatos estaba establecida según el grado y desarrollo de la conciencia
nacional. En los de tipo A la conciencia nacional estaba muy arraigada y hay posibilidades de un desarrollo
económico independiente; los de tipo B y C eran una posición regresiva del tipo A.
En cuanto a los territorios de antiguo Imperio Otomano van a ser el centro de discusión de esta política,
principalmente por estar estos territorios en lugares sumamente estratégicos. Francia y Gran Bretaña se van a
repartir los restos del Imperio Otomano en el Próximo Oriente en forma de mandatos: para los franceses Siria
y Líbano fundamentalmente; para los británicos Irak, Transjordania y Palestina. Aunque hay claras diferencias
en torno a las políticas que van a aplicar cada uno de ellos:
a. Francia. Aplica un programa, tradicional en este país, maximalista; va impidiendo el acceso a la
independencia que las poblaciones solicitaban.
b. Gran Bretaña. realiza políticas más suaves, siguiendo una política de menor control que los franceses. A
lo largo de estos años Gran Bretaña va ampliando las cotas de autogobierno de estos territorios; pero siempre
mantendrá el control de los puntos esenciales de la vida interior de estos países.
Irak: en los años ´30 concede la independencia la territorio iraquí pero manteniendo un control militar, y
económico sobre los pozos petrolíferos (incluso ayudan en el problema kurdo de Irak en favor de los iraquíes).
Egipto: no es una zona mandataria, los británicos son potencia protectora del lugar, y progresivamente deben
hacer frente a las reclamaciones nacionalistas, que en torno a una clase media comercial y burguesía lustrada,
se plantean. A lo largo de los años ´20 Gran Bretaña va concediendo cotas de autogobierno; aunque
combinando esto con una política represiva en la dispersión de los líderes nacionalistas. Pero además en
cuanto a la presencia militar británica en Egipto se mantiene: era esencial el control del canal de Suez (en
Egipto habrá presencia militar británica hasta los años ´50 con Nasser).
Palestina: aquí se ven las contradicciones de la política británica durante la guerra: alentar el movimiento
nacionalista árabe y conceder al movimiento sionista la posibilidad de construir en Palestina el Hogar
Nacional judío. De esta manera tras la guerra comienza un flujo constante de emigración judía a Palestina; la
28
cuál progresivamente va comprando las mejores tierras de los campesinos de la zona. Este incremento
demográfico judío genera una situación explosiva entre autóctonos e emigrantes, que dará lugar a situaciones
sangrientas como la de Jerusalén del año 1926. Además la política británica, de continuos bandazos, comienza
a restringir la emigración judía, inclinándose hacia la población autóctona. tampoco dan ningún resultado las
labores de mediación entre las partes. A finales de los años ´30 la situación en palestina llega a un punto de
conflicto generalizado entre dos poblaciones, que se mantendrá hasta la II guerra mundial.
Turquía.
A través del tratado de Sèvres (agosto de 1920) al Imperio otomano se le imponían unas enormes pérdidas
territoriales en beneficio claramente de Grecia. Este tratado, al igual que otros similares ras la guerra, genera
una gran oposición en el interior del país; lo que lleva a la creación de un movimiento político−militar en
contra del gobierno y del orden otomano. Así se producirá un golpe de Estado, encabezado por Mustafá
Kemla, Atätürk, que se hace con el poder y proclama la República turca. Es un movimiento que acentúa el
movimiento nacionalista turco, convirtiéndose Atätürk en el padre de la Turquía moderna.
Se inicia un proceso de reformas internas: carácter laico del Estado; constitución de corte más o menos liberal;
modificación de la grafía (europeización de Turquía); y sobre todo el desencadenamiento de una guerra contra
Grecia para recuperar los territorios perdidos en 1919 y expulsar a las comunidades griegas del ámbito de
Asia Menor. Su ejército no solo derrota a los griegos, directamente apoyados por los británicos, sino que
expulsa a las comunidades griegas y recupera buena parte de los territorios cedidos de Anatolia.
El triunfo queda certificado en el tratado, de 1923, de Lausana. Esta guerra, que dura de 1920 a 1923, es la
primera modificación militar de los tratados de paz de la IGM, haciendo que el tratado de Sèvres no tenga
validez en favor de Lausana. Además el apoyo de británicos abierto a los griegos, y como contrapeso la
actuación francesa para neutralizar esta política británica, tendrá otra consecuencia en el ámbito internacional
entre las relaciones francobritánicas: los británicos intentarán pasar factura a los franceses con intervenciones
constantes en el ámbito sirio y libanés.
Por otra parte el fenómeno nacionalista y descolonizador tendrá dos exponentes claros: Afganistán e Irán,
ambos sometidos a la influencia británica y rusa tradicionalmente. La actuación de sentimientos nacionalistas
tras la guerra, hará que ambos alcancen la independencia efectiva a finales de los ´20 y principios de los ´30.
Aunque en realidad para hacer efectivo todo el sentimiento descolonizador habrá que esperar al final de la II
Guerra Mundial; que es el momento que está clara la decadencia europea; además que el desarrollo de las
élites y de la economía en estos territorios colonizados haga posible un proceso descolonizador. de
sentimientos nacionalistas tras la guerra, hará que ambos alcancen la independencia efectiva a finales de los
´20 y principios de los ´30.
Aunque en realidad para hacer efectivo todo el sentimiento descolonizador habrá que esperar al final de la II
Guerra Mundial; que es el momento que está clara la decadencia europea
TEMA 7. CRISIS ECONÓMICA. OFENSIVAS FASCISTAS Y RETROCESO DE LAS
DEMOCRACIAS. HACIA LA II GUERRA MUNDIAL.
Bibliografía.
A. Bullock Hitler y Stalin. Vidas paralelas. Círculo de Lectores 1997.
En los años ´30 va a haber un derrumbe estrepitoso de la situación internacional de paz que se había
producido entre los años 1924 y 1929. La causa es que la propia comunidad internacional va a ser incapaz de
afrontar las embestidas que se hacen al sistema de "seguridad colectiva" de estos años. Igualmente incapaz de
29
encontrar un sustituto ante la crisis que se da en los años ´30 en todo el mundo.
Los años ´30 van a ser años de crisis generalizada que afecta al orden económico, político−ideológico y a las
relaciones internacionales. El punto de partida de la crisis es la catástrofe bursátil de EE.UU. en octubre de
1929. Crisis que se recepciona en Europa, con mayor fuerza, a partir de los años 1931−32. Era una crisis
económica que en sí misma poseía fenómenos que la hacían de dimensiones desconocidas hasta entonces; y,
además, internacionalmente se agrava por la falta de políticas coordinadas entre los países europeos. La crisis
económica desembocará en una crisis social con el incremento del paro y el empobrecimiento de las clases
medias. paralelamente se desencadenará una crisis política.
Esta crisis política va a estar concretada en la aparición o consolidación de regímenes autoritarios o
fascistas, que se extienden principalmente por el mapa europeo. El fascismo tuvo dos momentos de irrupción:
el primero justo con los primeros momentos de la posguerra, en los años ´20; y el segundo, su máxima
expresión, en los ´30 vinculado a esta crisis económica y social.
El sistema fascista por una parte se centra en atacar el sistema demoliberal, culpándole de los males sociales y
económicos que atraviesan estas sociedades; y, al mismo tiempo, va a acentuar su dimensión anticomunista.
El fascismo va a sumergir, en el grado que sea según el país, a Europa en una guerra civil ideológica que
estará presente hasta el final de la II Guerra Mundial.
La aparición del fascismo y el totalitarismo va a tener un sello específico en las relaciones internacionales, ya
que hacen de su política exterior una de las claves de sus actuaciones. Jugando, además, un papel relevante en
la implantación política de los fascismos: van a llevar a cabo una política exterior agresiva, de carácter
violento, enormemente desestabilizadora del orden internacional. Las causas de esto son varias:
1. Una de las principales características del fascismo es la existencia de un líder, con lo que van hacer de la
política exterior un elemento legitimador para l nuevo líder. Los triunfos en el exterior consolidan la situación
del líder dentro del país.
2. En buena medida son países revisionistas, opuestos al orden de 1919; así en sus programas políticos un
punto fundamental será el aniquilamiento de dicho orden.
3. Una política agresiva (incluso a veces imperialista económicamente) permite buscar en el exterior una
salida a las crisis internas. Una política vinculada a la búsqueda de mercados necesarios mediante la violencia.
4. Cuestión de prestigio internacional; ya que quieren crear su propio orden internacional mediante una
política exterior agresiva.
Al utilizar esta vía de política exterior agresiva, lógicamente van a atacar todas aquellas construcciones
internacionales que impiden esto, todo aquello que gira en torno a las instituciones de la paz, la "seguridad
colectiva" es vista como un elemento que bloquea esta política exterior. Pero debemos decir que tampoco
tienen que esforzarse mucho en atacar el sistema de "seguridad colectiva", ya que al hilo de la crisis de los
años ´30 este sistema se desprestigió por su propia actuación. El ejemplo claro es la crisis de Manchuria de
octubre de 1931, cuando la Sociedad de Naciones es incapaz de evitar que Japón (miembro del Consejo de la
Sociedad de Naciones) atacase e invadiese a otro Estado soberano y miembro de la Sociedad de Naciones,
China. Aunque la institución quiere poner en marcha sanciones, demuestra su ineficacia ante la primera gran
crisis internacional a la que se enfrenta. De esta manera para los fascismos la "seguridad colectiva" no
funciona, se vive internacionalmente en la anarquía, e imperando este sistema lo más útil es la fuerza.
Por otra parte debemos de ver la política seguida por las democracias, quiénes debían velar por el orden
internacional. Pero van a preferir el entendimiento antes que la oposición frontal a las políticas exteriores
agresivas fascistas. Caso claro es la actuación de británicos y franceses con respecto a la Italia de Mussolini
30
hasta 1935; o la de los mismos países con respecto a la Alemania nazi hasta 1939, con su política "de
apaciguamiento".
El punto de partida del fascismo son las consecuencias económicas que se van a ver a partir de 1931. Sobre
todo en Europa las consecuencias del crack de 1929 se acentúan porque el edificio de paz (entre 1924 y 1929)
se había asentado sobre las relaciones atlánticas y fundamentalmente en la presencia económica americana
que garantizaba la estabilidad alemana y, con ello, de toda Europa en su conjunto. En 1929 se repatrían los
capitales americanos de Europa y se acaba la presencia económica americana en el Viejo Continente
disolviéndose el vínculo financiero. En Alemania, en particular, la prosperidad alcanzada a finales de los años
´20, por la presencia americana, se había expandido al ámbito austríaco y desde éste a la zona del Danubio.
Todo esto va a derrumbarse.
Pero más esencial es ver la falta de una respuesta común de los países europeos para afrontar la crisis, lo que
acentuará sus consecuencias. En 1933, y bajo el auspicio de las Sociedad de Naciones, se celebra en Londres
la Conferencia Económica Internacional; cuyo objetivo era la cooperación económica entre los estados como
medio para solucionar la crisis. La Conferencia va a fracasar porque no se logra ninguna solución concertada
y los participantes están más preocupados por sacar adelante políticas nacionales y proteccionistas para
superar la crisis; políticas que distorsionan enormemente las relaciones económicas del mundo.
Pero además el fracaso de esta Conferencia coincide con otro fracaso internacional: la Conferencia
Internacional de Desarme de 1933, también auspiciada por la Sociedad de Naciones. En ella las principales
potencias se reunieron para proyectar el desarme internacional, punto básico del tratado de Ginebra. Esta
conferencia va a estar cuestionada desde el principio por Alemania, donde desde febrero de ese año gobernaba
el partido nazi, que incluso va a abandonar la Conferencia. Todo esto va a desencadenar un clima de
desconfianza y enfrentamiento. A renglón seguido Hitler someterá a referéndum al pueblo alemán la
pertenencia o no a la Sociedad de Naciones, y a finales de 1933 Alemania abandona el organismo.
La llegada del NSDAP al poder en 1933 va a suponer un punto de partida para todo un conjunto de iniciativas
y de cuestiones que afectan a la estabilidad internacional (siempre teniendo en cuenta que nos movemos con
un marco de fondo de crisis económica). El programa nazi en política exterior era revisionista, expansionista y
racista; y cuyos puntos se irán logrando en los años subsiguientes. El programa, sin embargo, se encontraba
obstaculizado en un principio por un conjunto de circunstancias:
a. Externas. Alemania, con los nazis, se convierte en un actor internacional aislado diplomáticamente: entre
1933 y 1935 no va a tener apoyos exteriores. Esto llevará a un aplazamiento del programa.
b. Internas. Hitler y el NSDAP, aunque gobernando, encuentran enormes resistencias dentro del ámbito
diplomático y militar. Esto hace necesario la depuración de estos aparatos en los primeros años para que el
programa pueda llevarse a cabo. Además la posición del nacionalsocialismo se ve condicionada, internamente,
por una realidad económica alemana: la necesidad de un rearme estatal para levar a cabo los proyectos, que
solo se irán consiguiendo en los años sucesivos.
Esta política exterior, al igual que la de otros fascismos, está precedida, e influenciada, por unos
acontecimientos que ocurren fuera del contexto europeo, en Extremo Oriente. Estos acontecimientos van a
servir como modelo de actuación de los sistemas autoritarios, violando la "seguridad colectiva". Estos
acontecimientos son la crisis de Manchuria (1931−33). En esta crisis vemos el primer atentado grave al
sistema de "seguridad colectiva" y a la Sociedad de Naciones: se va a oponer un Japón imperialista y
ultranacionalista, a una China imperial miembro de la Sociedad de Naciones. De esta manera va a ser un
enfrentamiento entre Japón y el sistema de la Sociedad de Naciones.
En septiembre de 1931, Japón va a ocupar militarmente Manchuria, que pertenecía a la soberanía de China.
Japón, que ya dominaba Corea y Formosa, opta por la vía militar para resolver los problemas que la crisis del
31
año 29 había introducido en su sociedad. Esto hará que una consecuencia esencial de esta ocupación tenga un
matiz político: un Estado va a optar por la fuerza para resolver una crisis que también es arrastrada por otros
países.
La actitud japonesa era paradójica porque este país se había convertido en uno de los firmes defensores del
sistema de "seguridad colectiva" y la Sociedad de Naciones. Por ejemplo resaltar la participación concreta en
la Conferencia de Washington sobre desarme de la flota de guerra. Además en los años ´20 era un país
demoliberal, sin diferenciarse demasiado de los regímenes demoliberales de Francia o Inglaterra.
Pero va a radicalizar su postura optando por una política agresiva exterior. La crisis económica va a golpear a
Japón de forma brutal; haciendo que se quiebren los fundamentos internos y externos en los que se había
basado su desarrollo. Esta va a ser la causa del crecimiento de una filosofía ultranacionalista, especialmente en
los sectores militares, y en ellos sobre todo en la Marina. Estas doctrinas poco a poco van a desplazar a los
sectores liberales; además de que a ellas se van a ir incorporando sectores industriales y económicos, los que
necesitan mercados externos para mantener el sistema productivo japonés. El crecimiento y triunfo de estas
formas se va a realizar en torno a la figura del general Araki, quién certifica el paso a una política agresiva e
imperialista.
Tras la ocupación de Manchuria, Japón crea allí un estado títere, Manchukuo, al que somete a su control. Las
razones económicas que llevan a Japón a llevar a cabo estos actos son: el ramal del ferrocarril del sur de
Manchuria, donde ya anteriormente había presencia, incluso militar, japonesa; los amplios mercados que iba a
poseer; las salidas demográficas para su población; su política imperialista... Tras la ocupación China plantea
el tema ante la Sociedad de Naciones, o sea que va a utilizar los cauces de la "seguridad colectiva" para que se
apliquen las sanciones correspondientes a Japón. La SDN recomienda, como institución la salida de las tropas
japonesas. Encarga a la Comisión Lytton el estudio de la situación, y ésta va a condenarla ocupación japonesa;
pero a la hora de aprobar las sanciones por el Consejo y por la Sociedad de Naciones en su conjunto, los
miembros no lo hacen. Solo se lleva a cabo una condena moral a la agresión; pero sin estar articulada en
sanciones militares o económicas. La causa es que estos países van a preferir salvaguardar sus propios
intereses (relaciones con Japón) antes que el prestigio de la institución.
En realidad todos se mueven en torno a la política norteamericana, país no miembro de la SDN, que prefiere
seguir manteniendo buenas relaciones con Tokio en lugar de posicionarse claramente a favor de China. Así va
a llevar a cabo una política de "no reconocimiento", según la cuál no reconoce al estado vasallo de Japón pero
no aprueba sanciones. Esta política va a ser adoptada para los países europeos en el seno de la SDN, y esta
institución va a quedar enormemente deslegitimizada y, además, y más importante, la crisis de Manchuria fue
un ejemplo a seguir por el resto de estados autoritarios o dictatoriales: frente a una agresión militar para
resolver problemas, la "seguridad colectiva" no funciona.
Este tipo de agresiones se van repitiendo, progresivamente, por parte de los estados europeos autoritarios en la
década de los ´30. Del año 1933 al 1939 podemos estructurarlas en tres etapas:
1. Del año 33 al 35. En 1933 en el estado alemán triunfa el NSDAP, planteándose en esos momentos un
interrogatorio sobre la nueva política exterior alemana. En estos momentos las potencias europeas van a poder
contener el revisionismo que desde Berlín se plantea sobre la realidad europea.
2. Del año 36 al 38. Se produce un giro de la situación internacional en Europa por la confluencia de los
intereses entre Berlín y Roma, con el acercamiento entre la Alemania nazi y la Italia fascista. Este
acercamiento se va a producir en un momento de importantes crisis: por un lado de la Abisinia, de 1935 al
1936, la que va a tener un desarrollo y resultado similar a lo ocurrido en Manchuria: agresión italiana a un
estado miembro de SDN y la institución que se muestra ineficaz. Y por otro lado la Guerra Civil española
(1936−1939), conflicto con enorme proyección internacional.
32
3. Del año 38 a septiembre del 39. Europa va a ir directamente hacia la guerra a través de una serie de crisis
internacionales que alteran radicalmente la situación europea: la anexión de Austria por Alemania en 1938; la
crisis de Checoslovaquia desarrollada entre 1938 y 1939; y la crisis polaca en septiembre de 1939 que
desencadenará el conflicto a partir de ese mes.
El hilo conductor de estas fases, y el desarrollo de un clima de crisis permanente que Europa vive desde el año
1933, tendría que ver con el triunfo del nacionalsocialismo en Alemania y el desarrollo de una política
exterior alemana que va a ir haciendo que se quiebre el sistema de la "seguridad colectiva". Pero junto a este
núcleo debemos de tener presente la política que el resto de actores europeos adopta ante el programa exterior
nazi; política que va a contribuir indirectamente a que este programa alemán pueda desarrollarse sin grandes
obstáculos; ya que va a ser conocida como política de "apaciguamiento" o de "conciliación", a fin de evitar un
enfrentamiento con el nuevo poder alemán. Solamente se romperá en el caso polaco en septiembre de 1939;
pero una vez que el poderío alemán estaba muy reforzado. El "apaciguamiento" responde a una clara
debilidad interna de los países europeos, y a la necesidad de buscar fórmulas de acomodación con Alemania.
El caso más evidente lo constituye la política británica de Chamberlain.
En 1933 el NSDAP ya está establecido en Alemania en torno a Hitler, teniendo diseño ya un plan de lo que
debería ser la nueva política exterior alemana. Era un programa que poseía una triple característica: racista,
expansionista y hegemónico.
Hitler, y el aparato ideológico nazi, consideraban que el mundo era un Estado de naturaleza, donde convivían
distintas razas, en continuo enfrentamiento con su medio natural. Pero estas razas se encuentran jerarquizadas,
en el vértice de la pirámide estarían un grupo de razas desarrolladas, líderes, entre ellas la raza aria. En un
segundo escalón de la jerarquización estarían entre otras la raza mediterránea. Y en la base las razas
inferiores. Históricamente las razas superiores irían, en un proceso drawinista, eliminando a las razas
inferiores.
En el plano de la práctica política concreta los líderes alemanes debían proporcionar los medios para que al
raza aria tuviera garantizada su superioridad. y en este plano concreto la política de Hitler establece tres
direcciones:
1. Alemania debería dotarse de los instrumentos de su poderío que habían desaparecido en Versalles (esto era
necesario para garantizar el papel ario). Instrumentos que cifraba en el ejército, en la recuperación económica
y en el mantenimiento de las fronteras de 1914. Hasta aquí el programa podía vincularse a la tradición política
alemana; pero la diferencia la vemos en la introducción de dos nuevas cuestiones: las fronteras de 1914 no
garantizan la supervivencia alemana ya que ese año no fueron suficientes; y por tanto esto lleva a que se debe
ir más allá, buscando nuevos elementos (que son los subsiguientes).
2. Habrá que incluir en la estructura política del Reich al conjunto de las comunidades germanas dispersas por
el escenario europeo, desde as minorías alemanas en el Báltico, en torno al curso del Volga, hasta las
comunidades de Los Sudetes, Austria y Polonia.
3. A todo este conjunto se le deben ofrecer unos instrumentos para garantizar su continuidad y supervivencia;
dotarles de un espacio vital donde se puedan encontrar los recursos económicos y geográficos que permitan la
supervivencia y triunfo de la raza aria.
La formulación de estos objetivos y la búsqueda de su consecución serán los que vayan progresivamente
rompiendo la situación económica: no solo buscaban, los nazis, terminar con las cláusulas de Versalles, que
quizá se hubiera aceptado al no afectar al orden europeo, sino que se iba más allá, se quería la total
desestabilización de Europa, Central y Oriental, en beneficio de Alemania.
Pero el desarrollo de este plan, a lo largo del plazo planteado, esta condicionado por circunstancias internas y
33
exteriores, que harán que su desarrollo y ejecución sea conforme a que la situación sea la más positiva posible.
En concreto será preciso el fortalecimiento económico y los proyectos de rearme alemán; así las fases por las
que atraviese tiene como elemento diferenciador la situación económica alemana y su capacidad de rearme.
1933−1935.
Al llegar al poder Hitler adopta una postura contemporizadora consciente de la incapacidad de llevar a cabo el
programa nacionalsocialista por los condicionantes externos e internos. En 1934 intenta una primera anexión
de Austria, donde se extienden fórmulas nacionalsocialistas por grupos austríacos, además de la crisis política
que se abre en el país por el asesinato del canciller Dolfuss. Esta operación se ve frustrada por la actitud de
Mussolini, que pasa a convertirse en el garante de la integridad territorial austríaca.
Ante esto la política de Gran Bretaña y Francia, en términos generales, será hacer de Italia un elemento
fundamental de un sistema que tenga controlado a Alemania: convierten a la Italia fascista en el árbitro de la
situación europea. La causa es que desde Mussolini tiene el poder ha llevado a cabo una política exterior
centrada en la proyección de Italia sobre el mundo balcánico y la Europa danubiana (con políticas más firmes
con respecto a Albania). Con la llegada de Hitler al poder, Italia percibe que la nueva política exterior alemana
es una amenaza para esta posición. Además Mussolini considera que la clave de todo está en torno a los
territorios de Austria, si Alemania se la anexiona tiene abierta la puerta de acceso al mundo danubiano y
balcánico (además la política italiana en el Mediterráneo, buscando la hegemonía, todavía estaba poco
desarrollada). Así franceses y británicos se apoyan sobre Mussolini para frenar el revisionismo alemán; pero
con el peligro de que para frenar a los nazis están respaldando a una potencia dictatorial como al Italia
fascista, abriéndose contradicciones que tendrán posteriores consecuencias.
Al margen de esto, Francia desarrolla su tradicional política de intentar fortalecer a Polonia, Checoslovaquia...
e incluso plantea un primer acuerdo de amistad y cooperación con la URSS.
En este contexto se produce la primera alteración de Versalles por parte alemana: en marzo de 1935 Hitler
anuncia el restablecimiento del servicio militar obligatorio en Alemania, así comienza a recuperar el
instrumento de su poder militar. Aunque esto realizado en el marco de negociaciones con Inglaterra sobre
desarme naval. También, en 1935, el Sarre pasa a soberanía alemana tras la celebración de un plebiscito donde
la población del Sarre ha podido decidir entre Alemania, Francia o su situación de tutela internacional (en este
referéndum Francia ha decido no implicarse en base a su política de apaciguamiento).
El restablecimiento del servicio militar obligatorio se consideró un ataque directo a Versalles, lo que levó a
una respuesta firme por parte de Italia, Gran Bretaña y Francia; que en abril constituyen el Frente de Stresa.
Era una declaración conjunta, de carácter político, donde esos países se reafirmaban en su oposición a una
rescisión unilateral de los tratados de Versalles, se comprometían a defender la integridad de Austria y seguir
trabajando por el espíritu de Locarno (cualquier cuestión que afectase al orden europeo debía resolverse
mediante la negociación, en el marco de la SDN). Esta fue la primera respuesta frente al revisionismo alemán,
además es una prueba de las limitaciones alemanas en estos momentos.
1936−1938.
El giro empieza a producirse en 1936. Este giro nace por el cambio de la posición italiana, debido a las
evidentes contradicciones de un grupo que se formaba por potencias demoliberales y una potencia fascista e
imperialista. La clave va a estar en orno a la crisis de Abisinia (la guerra de Etiopía).
Con la acentuación de la crisis económica Italia va acentuar su política mediterránea. Política que ya era
evidente en Libia (Cirenaica y Tripolitania), donde está desde 1914. Pero además quiere como punto de
referencia a Etiopía. Así Etiopía y el mediterráneo le sirven a Italia como instrumento para la búsqueda de
nuevos mercados económicos y sobre todo para la realización de un sueño imperial que Mussolini necesita
34
para vincular su proyecto político exterior con lo que fue el Imperio romano. Además al acentuarse la crisis
económica, Italia se da cuenta que su penetración en el Danubio y Los Balcanes no se puede llevar a cabo
porque no tiene la capacidad financiera suficiente para acentuarse en estos ámbitos; con lo que debe buscar un
imperialismo económico sobre el mediterráneo que se ajusta mejor a sus necesidades y potencialidades.
Desde finales del año 1935 Roma centra su objetivo en Etiopía, marco tradicional italiano en su proyección
exterior desde finales del siglo XIX, Adua (1898) fue la gran derrota italiana en el plano colonial.
La guerra de Abisinia, hasta 1936, fue un atentado hacia el propio fundamento de la Sociedad de Naciones.
Etiopía acude a dicho organismo para implantar sanciones a Italia.
En el seno de la SDN, Francia e Inglaterra tienen una actitud moderada, Italia será sancionada
económicamente, algo que no afecta a las claves de la acción militar sobre Abisinia. Nunca se plantearon
sanciones militares. Esta necesidad de seguir manteniendo relaciones con Italia hacen justificar las acciones
de Francia y Reino Unido.
Como conclusión hay que decir que, desde la perspectiva italiana, se considera que este ataque por parte de la
SDN es incompatible con toda la política europea de freno a las iniciativas alemanas de convergencia con
Francia e Inglaterra.
Al final de 1936, supone un nuevo desprestigio para la SDN; Etiopía desaparece y, por otra parte, supone la
ruptura moral del bloque Italia−Francia−Inglaterra. A partir de 1936, Italia comienza a modificar su política
exterior, el abandono de esa convergencia franco−británica y un acercamiento hacia Berlín con una sintonía
ideológica y en lo que son sus políticas exteriores.
Italia va a levantar la hipoteca que tenía en torno a Austria, deja de ser la garante de la independencia y
soberanía austríaca.
En segundo lugar, Italia acentúa su acción en el Mediterráneo y, para ello, aprovecha una circustancia que es
la Guerra Civil Española (julio 1936). Italia y Alemania aprovechan la guerra para acentuar su proceso de
acercamiento.
En 1936 la ruptura del frente de Stressey (??), Hitler ordena la militarización de la Renania (otra violación de
los principios de Versalles); también suscribe su primera alianza internacional importante, el llamado Pacto
Antikomintern, suscrito por la Alemania del Tercer Reich y el Japón antimilitarista (??). Es un tratado
político ideológico en el que se comprometen a frenar la marea comunista cuya difusión está disolviendo el
orden internacional. En 1937, Italia entra a formar parte del Pacto.
Un aspecto clave es la Guerra Civil Española, que nos interesa por lo que afecta al ámbito de las relaciones
internacionales. El conflicto opone a unos militares rebeldes sublevados contra el gobierno legítimo de la
Segunda República, que en ese momento funciona sobre la base de un Frente Popular. Pocos consideraban
que en el verano de 1936 la república aguantara. Pero aguanta y España queda dividida militarmente en dos
bloques; esta circustancia que de inmediato los países europeos fijen su atención ante los acontecimientos
españoles. En España se está concretando el conflicto ideológico que se vive en el continente, oposición de la
democracia y de las dictaduras.
La atención que las potencias europeas prestan a la Guerra Civil demuestra el diferente grado de aceptación de
las normas y comportamientos. Desde un primer momento, italianos y alemanes se involucran en la guerra
sosteniendo al bando sublevado (liderado por el general Franco). Los elementos de implicación alemana e
italiana son:
− La implicación italiana es más evidente, para Italia el triunfo del bando franquista debería proporcionar una
35
serie de ventajas políticas y territoriales que asentaran esa expansión mediterránea. Se pensaba en la cesión de
una serie de islas o puertos en la zona levantina para convertirse en bases militares italianas.
− La implicación alemana tiene otros planteamientos. No le interesa el triunfo de Franco de forma rápida. Es
preferible que la situación en España se estanque, para crar un foco de atención interna. Para Alemania no es
su deseo obtener bases sino, sobre todo, el inicio del proceso de rearme internacional. Busca en España un
mundo para todo lo que es su política de rearme. Otra razón para estancar la guerra es que Francia va a ser
gobernada por el gobierno de León Blum, que también distraerá la atención francesa sobre otros lugares.
Ver: Rafael Pérez García. Franquismo y Tercer Reich. Centro de Estudios Constitucionales 1995.
Frente a esta implicación directa de las potencias de carácter fascista, las democracias, Francia e Inglaterra,
van a aplicar una política de no intervención en la cuestión española.
En el caso inglés, esta no implicación se debe a una política general que es la del apaciguamiento. La política
de Inglaterra sobre España es un subsistema para evitar conflictos con la Alemania del Tercer Reich. Para
Londres, eso de apoyar a un gobierno de Frente Popular, donde los socialistas radicales llevan la voz cantante,
no es lógico.
Ver: E. Morales Neutralidad benévola y también, La pérdida de Albión.
La gran aspiración de los republicanos españoles era el apoyo de Francia, gobernada por el gobierno de León
Blum. Un año antes de la guerra, la Segunda República firmaba un acuerdo con Francia sobre abastecimiento
de material militar y apoyo del ejército. Cuando Madrid solicita el apoyo francés, Francia se ve obligada a
abandonar a Madrid y a insistir en la neutralidad en la cuestión española.
Londres y París llegan a una convergencia en septiembre de 1936 con el Comité de no intervención de
Londres, al que se suman Italia Alemania y la Unión Soviética, y cuyo objetivo es no inmiscuirse en los
asuntos españoles ni entregar material militar.
Este comité fue ridículo porque todos los integrantes continuaron de forma camuflada apoyando a cada uno de
los bandos. La Unión Soviética está detrás de todas las brigadas internacionales en defensa de la Segunda
República.
La Guerra Civil encona más las dos posiciones, divide más a Europa y plantea la sensación de que los
fascismos se están extendiendo aún más por Europa. Franco es un producto de los fascismos alemán e
italiano.
La actividad de las democracias ante el Tercer Reich se define como el apaciguamiento, que tiene su principal
constructor en la política británica del momento, un política que va a encontrar entre sus principales
formuladores a A. Edem Halifar, Chamberlain. El apaciguamiento es un resultado de la propia evolución
interna británica. Inglaterra vive las onsecuencias directas de lo que han sido las crisis económica, a la que
hace frente, para poder enderezar la situación interna Inglaterra quiere mantener el orden social a través de
una economía de ??? económico. Para alcanzar esto, resulta imprescindible la elaboración de políticas
presupuestarias anti−inflaccionistas, ajustadas, lo que tenía repercusión en la política de rearme británica del
momento y en la proyección exterior. Esto se debe al Servicio Exterior, el Ministerio de Finanzas y los
militares; todos reunidos en el gabinete de defensa imperial.
Realmente se plantean una amenaza a la política de Gran Bretaña por parte de Italia, Alemania y Japón. La vía
era un rearme condicionado a la situación interna.
Se plantean dos opciones:
36
− Estar presente en todos los escenarios donde sus intereses estuvieran en juego.
− Intentar buscar un interlocutor con las potencias fascistas para establecer un status quo.
Se opta por la segunda opción tomando como interlocutor a la Alemania nacionalsocialista buscando fórmulas
de conciliación con Hitler. Esto se une a que Inglaterra debía rearmarse y privilegiar unos ámbitos de su
sistema defensivo frente a otros.
Favorece su aviación y flota naval en detrimento del cuerpo terrestre expedicionario europeo (o ejército de
tierra). Esto tuvo una consecuencia y es que el espacio continental debía mantenerse en una situación de statu
quo que no llevase a una intervención británica sobre el continente. Suponía despreocuparse de la Europa
central y oriental y buscar vías de comunicación con la Alemania nacionalsocialista.
Era preferible otro acuerdo de Locarno en vez de una Entente.
Se reparten zonas de influencia entre Alemania y Gran Bretaña. El caso de Francia va a estar en la igual
situación con un agravante, la situación interna, que es más difícil que la inglesa. Daladier será el encargado
francés de esta política.
1938−1939.
La situación se caracteriza por las iniciativas alemanas sobre la europa central y oriental que, desde 1938−39,
se suceden sin solución de continuidad; primero sobre Austria (marzo 1938, luego sobre Checoslovaquia
(Sudetes, septiembre de 1938 y Bohemia y Moravia) y por último sobre Polonia (septiembre de 1939). Estos
casos se caracterizan por la construcción de un orden hitleriano sobre la Europa central y oriental. Para
Alemania la Primera Guerra Mundial supuso la demostración de que era capaz de plantar cara ante el
conflicto, de no ser por Austria y Hungría, claves en la contienda.
Cualquier proyecto hegemónico sobre Europa tenía como paso previo la consolidación de Alemania sobre el
control de la Europa central, que consistía en unificar lo que fue de Austria−Hungría (Viena, Praga, Budapest
y los espacios polacos). Este control se ejecutará a través de fórmulas concretas o indirectas.
Esta política alemana rompe todas las alianzas de revés con Francia desde 1919 y Checoslovaquia.
Las causas del desencadenamiento de la anexión son:
− Revisionismo alemán que pretendía ejecutarse a través de un golpe de fuerza.
− La anexión supondría el control de los ríos austriacos que dominaban la actividad económica de varios
países balcánicos.
− Incorporación del elemento humano que engrosaría las filas del ejército alemán.
Hitler se va implicando en el gobierno de Viena, exige cambios en las carteras ministeriales. Obliga a que el
gobierno reclame la actuación alemana para mejorar la situación interna.
En un plebiscito se vota la anexión de Austria a Alemania. El triunfo sirve al nacional socialismo para ir
depurando aquellas oposiciones en el aparato diplomático que mermaba el poder de Hitler en el interior de
Alemania. Se completa con la crisis de Checoslovaquia, donde las repercusiones tienen un nivel diferente al
del caso austriaco. Checoslovaquia había sido un aliado tradicional de Francia; hay una importante minoría de
raza germana, situada en los Sudetes. Era el producto típico de la política de Versalles.
37
Checoslovaquia es un claro aliado francés (alianzas de revés), es un Estado artificial, se ha convertido en un
ejemplo de democracia política y participativa. Intervienen otros elementos por el interés alemán en dicho
país: en los Sudetes están implantadas las principales defensas militares checoslovacas, hay un deseo de
controlar las principales industrias checas (la fábrica de armas Skoda, por ejemplo) que deben servir para
mantener el potencial militar que la Alemania de 1938−39 está planteando. Si Checoslovaquia es el pivote
sobre el que se crea el sistema de alianzas, su neutralización tendrá un efecto rápido en aquellos países aliados
a Francia (Renania...). Para desencadenar todo este proceso sobre Checoslovaquia, el nacional socialismo
utiliza las reclamaciones que esa comunidad germana de los Sudetes está planteando; reivindican una
autonomía que va a encontrar respaldo en Alemania. Praga se va ciñiendo a esa concesión de autonomía para
las poblaciones alemanas y, junto a ello, Alemania (supongo) pide que los alemanes de Checoslovaquia pasen
al dominio de Tercer Reich.
Checoslovaquia pide y espera ayuda de Inglaterra y sobre todo de Francia. Londres no se compromete y se
rompe el equilibrio del continente porque tampoco quuiere apoyar la política francesa. Francia tampoco ayuda
a Checoslovaquia.
En septiembre de 1938 se resuelve esto con los acuerdos de Munich (tripartitos), participando Alemania,
Inglaterra y Francia. Las potencias deciden solucionar por si solas la crisis de los Sudetes. La solución es
satisfactoria para Alemania: los Sudetes dejan de ser checoslovacos y pasan a ser del Reich. Los cuatro
miembros de Munich (más Checoslovaquia, supongo) han salvado al mundo de la guerra, según la opinión
pública.
Otro sector de esta opinión pública ve a Munich como una cesión al nacional socialismo, un triunfo para
Hitler. Al año siguiente, en la primavera del 39, se plantea la cuestión checa, pero en un grado superlativo. Al
haber pasado los Sudetes, ha alentado a otras comunidades dentro del espacio checoslovaco a reclamar su
derecho a la libre autodeterminación, caso de los eslovacos en la persona de Tiso. Al propio tiempo ha
acentuado las actuaciones de Estado como los polacos y húngaros (¿?). En marzo−abril de 1939, Hitler
considera que afecta a la seguridad de los territorios de la Europa central y occidental. Reclama los territorios
de Bohemia y Moravia bajo presión militar.
El resultado es la desaparición del Estado Checoslovaco y Bohemia y Moravia pasa a ser controlado por el
Reich.
Las democracias occidentales (Francia) son incapaces de mantener sus compromisos diplomáticos y es mejor
ponerse bajo el orden europeo impuesto por Berlín. A raíz de la desaparición de Checoslovaquia comienza a
hablarse de los peligros de una guerra europea.
El tercer objetivo es Polonia. Desde el verano del 39, Hitler se fija en Polonia. Por una parte tiene la Prusia
Oriental en la que viven siete comunidades alemanas.
Francia y Gran Bretaña renuncian a su política de apaciguamiento después de la crisis checa. Según Inglaterra,
se asiste a un proyecto de política expansiva y hgemónica; sobre el continente que conduce a una ruptura del
equilibrio político y territorial, afectando a la seguridad inglesa.
El siguiente paso es Polonia, que significa el fin de la paz en Europa.
La magnitud del caso polaco induce a buscar apoyos políticos y militares que garantizen la supervivencia
polaca. Desde la crisis checoslovaca, Francia e Inglaterra se acercan a Stalin lo que deriva en negociaciones
de carácter militar; las discusiones son largas a lo largo de 1939.
Paralelamente, Berlín inicia contactos con la Unión Soviética que tienen una dimensión comercial pero se
convierte en alianza. Entre agosto y septiembre de 1939 se van a firmar los pactos Molotov−Ribrentov, que
38
tienen una profunda implicación en estos momentos previos a la guerra. Los pactos tienen varias cláusulas,
algunas sólo conocidas después de la guerra. La parte pública plantea un pacto de neutralidad y no agresión
entre Berlín y Moscú en un periodo de 10 años. La parte secreta incluye que Alemania y la Unión Soviética se
repartirán el ámbito de la Europa oriental y, más concretamente, Polonia.
Estas cláusulas secretas reconocían a la U.R.S.S. una zona de influencia sobre las repúblicas bálticas y la
Besarabia.
Desde que se han firmado los acuerdos de Munich, Stalin se mosquea. Para la Unión Soviética hay una
intuición de que los europeos están procediendo a un reparto de... (falta una línea).
La Unión Soviética no ignora las discrepancias con el fascismo, pero Stalin está convencido de que el
conflicto europeo va a ser inevitable y que es importante que ese conflicto se desplaze hacia el frente oriental
contra el occidental. En el intervalo, la Unión Soviética puede seguir un proceso de rearme militar. Stalin no
desconocía que se produciría la ruptura entre Berlín y Moscú.
En 1938 Stalin ha sometido a una purga a los principales mandos de su ejército. El ejército rojo estaba
capacitado para llevar a cabo conflictos, pero no para enfrentarse contra el nacional socialismo.
Desde 1919 la Rusia bolchevique y posteriormente la Unión Soviética, consideraba que su seguridad nacional
estaba cuestionada, y amplía su margen de seguridad nacional. Así las cosas, Alemania, en septiembre de
1939, desencadena su ofensiva sobre Polonia. Al propio tiempo, Stalin se hace con el control de las zonas que
se le había prometido.
TEMA 8. LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL.
Bibliografía
R. Artola La Segunda Guerra Mundial Alianza 1995. 120 pgs. Evolución de la guerra.
A. Hillgruher II Guerra Mundial. Objetivos de guerra y estrategias de las grandes potencias. 180 pgs. Editado
en Alemania en ´70 y en España en 1995. Quizá algo revisionista.
A. Michel Segunda Guerra Mundial. 2 Tomos: uno con los éxitos del Eje y otro con la victoria de los Aliados.
La Segunda Guerra Mundial tiene dos fases claras:
− 1939 a 1941: La guerra es un conflicto europeo que se está desplazando al Mediterráneo.
− 1941 en adelante: La guerra se transforma, se mundializa por dos acontecimientos:
· Porque en el verano la Alemania nacionalsocialista desencadena la guerra contra los Estados Unidos.
· La agresión japonesa a los Estados Unidos en diciembre de 1941, que es el resultado de toda una posición de
conflicto que se arrastra desde los años anteriores entre estos dos países.
EE.UU. se compromete políticamente junto a las democracias occidentales en agosto de 1941, cuando
Roosvelt y Churchill firman la Carta del Atlántico. Supone el primer documento, pero no permite hablar de lo
que será el bloque aliado que desde 1942 va a incluir a la U.R.S.S.
El bloque aliado utiliza el término de Naciones Unidas (U.N.), donde van a tener un papel fundamental los
tres grandes (EE.UU., U.R.S.S. y Gran Bretaña). Estos tres a partir de 1941 van a definir su estrategia y
39
objetivos.
Las Naciones Unidas van a definir los objetivos militares y para la paz. Los militares son:
− Rendición incondicional de los fascismos e imperio japonés.
Los concernientes a la paz:
− Construcción de un sistema de seguridad para la posguerra basado en la paz y en la estabilidad.
− Construcción de un nuevo orden internacional que se plantea en la creación de la O.N.U.
Hasta abril−mayo de 1940 no se desencadenan las principales acciones militares, que se corresponden al
frente occidental y donde los alemanes llevan la iniciativa.
El conflicto entra en su fase fundamental a parir de la primavera de 1940, y en el frente occidental: se produce
una ofensiva sobre Dinamarca y Noruega que se traslada de inmediato al ámbito holandés, belga y francés.
Francia cae derrotada a mediados de junio en 6 semanas de combate.
Este éxito arrollador alemán planea las primeras consecuencias inmediatas en la política internacional, la
derrota francesa supone una doble ruptura: por un lado moral y por otro militar. Tras los éxitos alemanes la
clase política francesa y los militares franceses se dividen entre aquellos (como Paul Reynaud) que plantean la
capitulación de Francia, como acto militar y sin consecuencias políticas que comprometan al gobierno,
planteando una Francia que podía seguir luchando ya que aunque había perdido el área metropolitana todavía
le quedaba el Imperio colonial. Por el contrario otros sectores defendían que en estas seis semanas de lucha se
había demostrado que la guerra estaba perdida, ya que Francia había llegado al límite de sus posibilidades; de
esta manera se debía capitular ante Alemania abrir un nuevo capítulo en el cual Francia pueda jugar un papel
en el nuevo orden europeo que Hitler está construyendo; además al hilo de la derrota francesa, Italia, para
complicar más la situación francesa, declara la guerra a Francia y se convierte en beligerante junto a
Alemania. Mussolini quiere tener un papel protagonista en el reparto territorial de las colonias francesas (este
último sector se queda junto a la figura del general Pétain).
Este último grupo es el que va a sacar adelante la situación de crisis que vive Francia, entrando los del primer
grupo en un proceso de oposición y de resistencia. Este sector opositor ha intentado ser apoyado por Churchill
mediante un proyecto de unión política y económica francobritánica que creaba una misma estructura en estos
países con el objetivo de resistir a Alemania.
Alemania va a firmar el armisticio, que divide el territorio francés en tres partes fundamentales:
− El norte básicamente ocupado por los alemanes.
− Una zona libre en torno al nuevo gobierno, colaboracionista, de Vichy.
− La parte en torno a Italia, al sur, ocupada por Mussolini.
El gobierno de Vichy será el encargado de disolver el entramado económico francés (inversiones) en la
Europa Central y Oriental, en favor de Alemania.
Esta inclinación de Francia hacia la colaboración encuentra la oposición de sectores que progresivamente se
van a apoyar en torno a Charles de Gaulle, quién en junio del año 40 se refugia en Londres y comienza a
construir el germen de lo que es la resistencia política y militara los ocupantes colaboracionistas; además de
que será la base del gobierno que tras la liberación deberá ocupar el poder. El día 18 de junio de 1940, desde
40
Londres, de Gaulle hace un llamamiento a la resistencia. Es el primer programa político y militar de los
resistentes, en él no se acepta la derrota de Francia en la guerra, sino que contra ello se proponía seguir la
lucha. Este llamamiento tiene escasa repercusión y junto a él fracasan también una serie de levantamientos en
las colonias; pero luego, poco a poco, se irá formando la resistencia.
Tras Francia los objetivos alemanes se centran en Gran Bretaña, a quién somete a una presión militar: la
Batalla de Inglaterra, que dura desde agosto de 1940 hasta los primeros meses de 1941 (op. León Marino).
Es un intento alemán de neutralizar la capacidad aérea británica, como paso previo a una operación de
desembarco (hay que decir que la retirada del cuerpo francobritánico en Dunkerque, fundamental, fue sobre
todo gracias a la aviación británica). La política de Hitler hacia Gran Bretaña debemos verla en un contexto
diferente a la aplicada con Francia: primero destrucción aérea y luego bombardeos sobre fábricas y ciudades;
buscaba conducir a los británicos a la firma de la paz que llevase añadido una colaboración más activa, en el
orden europeo hitleriano, que los franceses. Intentaba clausurar, así, e frente occidental para comenzar su
operación en la URSS. Esta acción política alemana está descartada desde un primer momento: Churchill
adopta la resistencia como clave fundamental del diseño de la política británica, por estas fechas Churchill se
dirige a la Cámara de los Comunes con un manifiesto donde establece que la política británica es hacer la
guerra total a Hitler, sin parar hasta la victoria.
Ciertamente la Batalla de Inglaterra demuestra que a pesar de los bombardeos a civiles, Inglaterra aguanta y
los límites de la acción alemana se ponen de manifiesto.
La caída de Francia también tiene repercusiones en oros ámbitos del continente: en la Europa Oriental y en la
política de Stalin, el que esperaba que el conflicto en occidente fuera más prolongado de lo que fue, supusiera
un mayor desgaste; sin embargo en el verano de 1940 se ve una Alemania y una Italia que han arrasado en
Francia y una Gran Bretaña que s encuentra en situación límite. Y será el potencial soviético el único que
puede hacer frente a la política alemana, así Stalin (porque ve una inminente agresión alemana a la Unión
Soviética) toma una serie de iniciativas para garantizar la seguridad soviética en 1840 (iguales a las que
tomará en 1945):
− Presencia sobre las repúblicas bálticas, donde ya había Ejército Rojo. En estas repúblicas Stalin planea unas
exigencias que van a suponer la anexión territorial.
− Se plantea una acción igual frente a Rumania en el tema de Besoravia (que se convertirá en la República
Soviética de Moldavia).
− Seguridades frente a Bulgaria y otras zonas del este europeo.
En definitiva desplaza sus fronteras hacia occidente para garantizar mejor su seguridad. Esta presión soviética
determina que los países de Europa Central (Hungría, Bulgaria y Rumania) busquen la garantía para su
existencia en el orden europeo de Hitler, así los alemanes van a entrar en Rumania y Finlandia.
La caída de Francia también tiene sus derivaciones en Extremo Oriente, donde asistimos desde finales de los
años ´30 a un política imperialista de Japón en detrimento de China. Supone la incógnita sobre las posiciones
coloniales francesas, y holandesas, en Indochina. Progresivamente Tokio va obteniendo garantías y ventajas
de carácter militar y económico (bases militares, explotaciones petrolíferas). En definitiva la caída de Francia
y victoria del nacionalsocialismo reafirma el protagonismo internacional de las potencias agresoras y de
Japón, con lo que se va a firmar el Pacto tripartito, cuya lectura política es el intento de distribuirse zonas de
influencia entre Italia, Alemania y Japón; los territorios sobre los cuales plantean reclamaciones de distinta
naturaleza: Alemania, en el orden europeo hitleriano, busca el control de Francia y la Europa Central y
Oriental, con una participación limitada de Italia (en este sentido es importante subrayar la posibilidad de
Franco, o de Salazar, de entrar en la guerra junto a Hitler para obtener unos beneficios claros); Japón, en
Extremo Oriente, busca una zona de co−prosperidad económica japonesa.
41
Por otra parte la situación del mapa europeo empieza a alterarse: se extiende la guerra al Mediterráneo, ya que
Mussolini decide, aprovechando la coyuntura favorable, desencadenar otra guerra paralela para reforzar a los
italianos frente a los británicos. Para esto Italia lleva la guerra a África y hacia Grecia. En África Italia
moviliza su ejército desde la Tripolitania frente a los británicos posicionados en Egipto; y en Grecia también
frente a tropas británicas. Esta intervención es un completo fracaso y obliga a Hitler a ir en apoyo de su socio,
se manda al Afrika Korps (Cuerpo expedicionario alemán enviado a África al mando de Rommel); en cuanto a
Grecia, Alemania debe interesarse primero pro la cuestión yugoslava para tras esto tomar Grecia.
Hacia 1941 la situación de la guerra se ve afectada por la mayor implicación de EE.UU. en ayuda de su socio
británico. La Primera Guerra Mundial había demostrado a Norteamérica el hecho de como sus intereses
económicos y geopolíticos y el desequilibrio político y territorial en Europa les podía afectar directamente. La
creación de un nuevo orden europeo, sobre la base del fascismo, era visto por EE.UU. como una amenaza para
su seguridad; que se veía, la amenaza, acentúa por una serie de acontecimientos en Extremo Oriente, con el
intento de implantación de un nuevo orden regional japonés de base imperialista. Así, como dirán los
miembros del Departamento de Estado americano, EE.UU. está perdiendo las dos claves de su seguridad
nacional: una Europa liberal y democrática, la primera barrera de seguridad americana; y su papel, al mismo
tiempo, como potencia regional en el Pacífico.
La administración Roosevelt (Franklin Delano) decide actuar para sostener financieramente a Gran Bretaña, a
través de un procedimiento llamado préstamo−arriendo, mediante el cual se permitía al presidente alquilar,
prestar o vender todo tipo de material a un país considerado como clave para la seguridad estadounidense. Los
beneficios de este procedimiento se destinan a G.B., quien encuentra el vínculo básico para sostener su
esfuerzo de guerra. Aunque esta fórmula tiene compensaciones para EE.UU., como que las tarifas imperiales
de la Commonwealth empiezan a rebajarse en beneficio de la introducción del comercio americano, entre
otras.
Esta implantación americana en la guerra se va a ver de inmediato completada, en agosto del año 41, con la
llamada Carta del Atlántico (14−8−41). Es un documento que suscriben Churchill y Roosevelt en Terranova,
es el primer paso o base de la alianza política del bloque aliado (punto de partida de las resoluciones que irán
conformando el bloque aliado). Con él, además, se certifica la pérdida, desde el punto de vista político, de la
neutralidad estadounidense en la guerra. la carta consta de ocho puntos, que representan los fundamentos de
futuras políticas nacionales de ambos países. En ellos se habla de la paz tras el final de la guerra, tras la
destrucción del nazismo. Incluso se menciona un sistema de seguridad general permanente; ademas del
rechazo a los engrandecimientos territoriales, rechazo a la fuerza, insistencia en la cooperación económica y
social. Muy importante es el 8º que trata de la implantación de un sistema de garantías. Este documento pone
las bases de la alianza de las Naciones Unidas. Desde otro punto e vista tiene gran importancia porque
Roosevelt promete a Churchill que en el caso de un conflicto entre EE.UU. y Japón, la prioridad estratégica
siempre será la del frente europeo.
La carta del Atlántico se ve completada, en enero de 1942, con la llamada Declaración de las Naciones
Unidas, a la que se vincula la URSS, en guerra, y un conjunto de países (Canadá, parte de Latinoamérica,
Noruega, Polonia. África del Sur, Australia...), que añaden dos puntos complementarios a la Carta del
Atlántico:
1. Cada gobierno usará todos los medios económicos y militares para luchar contra el Pacto Tripartito.
2. Se prestarán colaboración mutua entre ellos y no firmarán por separado ni armisticios, ni declaraciones de
paz.
De esta manera se buscaba el fortalecimiento del bloque aliado (Naciones Unidas) y la derrota total del
nazismo.
42
Esta declaración se hace en un contexto donde la guerra se había mundial izado: con las agresiones de
Alemania a la URSS, y de Japón a los EE.UU.:
a. Alemania/URSS. En 1939 ambos países se prometían neutralidad, la cual era meramente coyuntural para
los nazis. Desde diciembre de 1940 Hitler pensaba en desencadenar la ofensiva contra Stalin, entendida como
necesaria porque la derrota soviética empujaría a los británicos a suscribir la paz; además de que la agresión
estaba contemplada en el plan de expansión nacionalsocialista.
Alemania va a ir instalando en países que se han convertido en aliados (Bulgaria, Rumania y Finlandia) y en
junio de 1941 empieza la invasión de la URSS (op. Barbarroja). Invasión que tiene unos resultados iniciales
fulgurantes: derrotas soviéticas en Smolensk y Kiev, incluso llegan unidades alemanes a las puertas de Moscú.
Se abre una incógnita sobre la propia desaparición de la URSS, apoyada con la desaparición física de Stalin.
Pero Stalin va a reaparecer en la declaración del 3 de julio de 1941; en ella se insta a la resistencia, se plantea
de tierra quemada para que los invasores no puedan usar ningún recurso soviético. Además se busca la
colaboración de otros países de Europa y América, y se plantea una movilización general (nacional).
Después de unos primeros momentos muy duros, la URSS empieza la resistencia. Transporta las tropas de
Siberia, desmantela las principales fábricas occidentales y as traslada a Oriente; y, sobre todo, va a contar con
el respaldo de Occidente: en julio de 1941, británicos y soviéticos firman un tratado de alianza, que vincula la
suerte de las armas de ambos países. Y en octubre de ese mismo año, Roosevelt decide incluir a la Unión
Soviética en el sistema de préstamo y arriendo, quedando incluida como país esencial para la seguridad
americana. Esta inclusión va a establecer un nivel de comunicación entre ambos para el abastecimiento
americano a la URSS (con el cordón umbilical en el ámbito iraní). Todo esto hará que en enero de 1942 la
Unión Soviética suscriba la Declaración de la Naciones Unidas, formándose el bloque aliado en torno a la
URSS, EE.UU. y G.B. Del mismo modo Stalin adopta medidas para favorecer su comunicación con el bloque
occidental, como al disolución del Komintern e impone a los comunistas norteamericanos una actitud
patriótica en defensa de su país.
b. Japón/EE.UU.
Empieza con la agresión japonesa en diciembre de 1941 (Pearl Harbour). Desde el momento que Japón había
acentuado su proyecto expansionista, EE.UU. empieza a adoptar una política de presión contra Tokio, que
consiste en embargos económicos contra Japón y solicitar a Tokio que evacue los territorios que en Extremo
Oriente controlaba desde el año 1931 (con la agresión a Manchuria). Todo esto enrarece las relaciones entre
Tokio y Washington, más duras desde que Tojo (Hideki) se hace con el poder. Será bajo su mandato cuando
se desencadene la guerra.
El objetivo de Japón, con el ataque a Pearl Harbor, era obtener una superioridad militar suficiente para
consolidar el control, de territorios sobre el sudeste asiático y crear un perímetro defensivo en torno a sus
nuevas adquisiciones territoriales (desde la isla de Sakhaline, al norte de Japón, hasta Birmania; controlando
Hong−Kong, Borneo, Tailandia y Filipinas); amenazando directamente a Australia y La India. El ataque
japonés a alguna base americana era esperado por éstos, era el incidente que necesitaban para entrar en la
contienda.
Tras el ataque alemanes e italianos declaran la guerra a EE.UU.
Así se configuran dos bloques claros en el conflicto:
1. El pacto Tripartito (el Eje). No tiene ningún elemento ara coordinar sus operaciones militares: las
operaciones europeas van por una parte y las asiáticas por otra. Con el agravante que Japón y la URSS tienen
firmado un acuerdo de neutralidad que impide la guerra entre ellos.
43
2. El bloque de las Naciones Unidas (los aliados). Dominan las principales rutas marítimas y continentales; y,
sobre todo, tienen desde la Carta del Atlántico un instrumento o vínculo de relaciones políticas y militares
entre ellos, que se va poniendo de manifiesto en la guerra en las conferencias aliadas, donde se perfilan las
estrategias y se discuten las discrepancias. De estas conferencias se tienen presente, sobre todo, tres por las
consecuencias que tuvieron posteriormente: la conferencia de Teherán de diciembre de 1943; la de Yalta en
febrero de 1945 y la de Postdam, en las afueras de Berlín, en julio−agosto de 1945. En ellas se reúnen los
principales líderes de los tres grandes del bloque, y en ellas se deciden medidas militares y políticas. Junto a
éstas hubo muchas más de carácter más secundario.
El curso de las operaciones cambia en el año 42, marcando el final de los triunfos del Eje. El cambio se puede
ver en tres escenarios distintos:
1. El norte de África. Alemania llega al límite de su expansión: Rommel es detenido y vencido en El−Alamein
(a 100 Km de Alejandría). Esto va a posibilitar una contraofensiva británica, dirigida por Montgomery, que
lleva a expulsar al cuerpo italiano y alemán hasta Túnez, que capitula en la ciudad de Bizerta. Coincide,
además, con el desembarco aliado en Argelia y en Marruecos. En definitiva a principios del año 1943 el norte
de África deja de ser controlado por el Eje.
2. Frente soviético. En el verano de 1942 el ejército alemán inicia una penetración sobre todo hacia el
Cáucaso, en busca del control de los pozos petrolíferos. Este ejército se deja arrastrar por el orgullo de
conquistar Stalingrado; sin embargo van a ser los alemanes los que capitules en Stalingrado. Esta derrota
propiciará una contraofensiva soviética.
3. En el Pacífico. Las batallas principales se van a desarrollar entre 1942 y 1943. Son las batallas del Mar del
Coral, Midway y Guadalcanal. En la primera se salda con un equilibrio de fuerzas pero demuestra los límites
de la expansión japonesa que se ya no se expande más al sur. En la segunda, Midway, los japoneses son
derrotados, con mayores pérdidas que los americanos. A principios de 1943 los japoneses tienen que evacuar
la isla de Guadalcanal marcando el inicio de la retracción japonesa.
En este giro en las operaciones militares vemos una iniciativa aliada que tomando posiciones. En un primer
momento sobre la fortaleza europea, que empieza a ceder en Sicilia (desembarco de julio de 1943), ocupación
que se traslada inmediatamente al sur de la península itálica. Se libera Roma y luego se pasa a controlar, a
mediados del año 1944, la región del Po.
Similar acontece en el frente oriental, donde la URSS no solo libera su territorio ruso, sino que empieza una
progresión sobre la Europa oriental y balcánica. En junio de 1943 se da el mayor enfrentamiento mecanizado
de la guerra, la victoria soviética hace que su política gire en torno a un juego de política hegemónica. Esto
lleva a que en verano de 1944 el Ejército Rojo llega a Varsovia. Además penetra sobe Los Balcanes, en
Rumania y Bulgaria, y, junto a Tito, en Yugoslavia. En febrero de 1945 invade Polonia y Hungría. De esta
manera el espacio oeste (la Europa central y oriental) va estar ocupado militarmente por el Ejército Rojo; pero
al mismo tiempo se están constituyendo frentes patrióticos para hacerse cargo de la situación política de los
países liberados, propiciando una serie de cambios políticos. Estos frentes patrióticos son muy heterogéneos,
van desde los comunistas a los sectores liberales.
En junio de 1944 las fuerzas angloamericanas deciden llevar a cabo el desembarco en las costas de Normandía
(op. Overlord) para abrir un segundo frente europeo. La apertura de este segundo frente era una reclamación
permanente de Stalin, pero a ello se oponía la llamada acción periférica británica. Y las consecuencias de su
tardanza fueron un constante as para Stalin que más tarde se querrá cobrar políticamente, ya que él actuó solo.
El 25 de julio de 1944 se libera París por las tropas del general DeClarke. Tras la reapertura del frente
occidental, la contraofensiva de Las Ardenas fue el último acto de defensa alemán. Junto a esto los alemanes
llevan a cabo su campaña de lanzamiento de cohetes V−1 y V−2 sobre Inglaterra; a lo que los ingleses
44
respondieron con duros bombardeos de la RAF sobre población civil (Hamburgo, Dresde...).
Igualmente en estos momentos se abren intentos de negociar una paz parcial entre angloamericanos con lo que
queda del ejército alemán, intentos que hacen desconfiar a Stalin; aunque en las Memorias de Roosevelt se
ven que no son contactos serios o consolidados. En mayo de 1945 (entre el 7 y el 8) asistimos a la capitulación
alemana (tras el suicidio de Hitler).
En el Pacífico la rendición incondicional japonesa se produce el 2 de septiembre de ese año; precedida de los
bombardeos nucleares de Hirosima y Nagasaki. Estos bombardeos no solo nos enseñan que fueron usados
como un medio rápido para acabar con el conflicto; sino que también restituye los proyectos de las grandes
potencias al final de la guerra: crear las bases del nuevo orden internacional de seguridad.
TEMA 9. EL FRACASO DE LA PAZ. NACIMIENTO Y CONFRONTACIÓN DE UN MUNDO
BIPOLAR. LA ONU.
Las conferencias del año 1945.
Ambas conferencias (la de Yalta y la de Postdam) poseen un significado especial porque los tres grandes no
solo deben pensar en los objetivos militares; sino que se empieza hablar de objetivos políticos y la
organización de la paz. Estos nuevos objetivos empiezan a ser prioritarios, produciéndose un cambio en las
relaciones internacionales con respecto a 1939.
1. Conferencia de Yalta.
Se realiza en febrero de 1945, cuando la guerra en Europa no ha finalizado pero se veía muy claro el
resultado. En ella intervienen Roosevelt, Churchill y Stalin (un utópico americano e idealista entre dos
pragmáticos políticos). Cada uno acude con objetivos distintos de lo que debe ser el mundo de la posguerra.
En esta conferencia se discuten una serie de puntos:
a. El caso polaco como piedra de toque.
b. Organización de la ONU, como nuevo sistema de seguridad internacional. Es una iniciativa
norteamericana.
c. Intervención soviética contra Japón.
d. Otro punto muy importante fue el futuro de Alemania.
e. Declaración sobre la Europa liberada. Tanto Churchill como Roosevelt tienen mucho interés en que se
apruebe. Venía a decir cual debería ser el futuro de los territorios vinculados al Eje pero que ahora han sido
liberados por el Ejército Rojo fundamentalmente. Para británicos y americanos es importante para marcar el
futuro político y económico de la zona.
Desde el punto de vista de las Relaciones Internacionales, el elemento que define lo que va a ser el proceso
después de la Segunda Guerra Mundial, va a ser la Guerra Fría, que condiciona la vida internacional desde
1947 hasta 1989−91.
La Guerra Fría ha sido objeto de un importante debate historiográfico sobre sus orígenes, etapas... Pero se
puede definir como el conflicto directo no militar, incialmente entre la U.R.S.S. y EE.UU., y que
progresivamente afectará a los bloques que éstos lideran, y no es militar directamente porque el hecho nuclear
lo evitará; una confrontación en la que ambos bloques quieren salir airosos para lo que plantean estrategias:
desde la movilización ideológica, política, económica y buscarán, a través de teatros periféricos, poder salir
45
triunfantes.
Entonces, en la Guerra Fría existe un importante debate historiográfico: desde el punto de vista cronológico, el
debate se inició rápidamente; algunos historiadores trasladan el origen con el triunfo de la revolución
socialista de 1917, cuando el sistema internacional se divide. Es un modelo superado y, posteriormente, el
acuerdo se produjo en torno a la fecha de 1947 que es el momento del origen porque es el instante en el que la
coalición aliada, victoriosa, demuestra su incapacidad para construir la paz. Este año está precedido de
1945−46, donde todavía los aliados buscan la fórmula para sacar adelante los principios políticos que tenían
(Yalta, Postdam y San Francisco), se lografirmar la Carta Fundaional de las Naciones Unidas (1945), se trata
la cuestión alemana... Y la colaboración funciona más o menos. En el 47 se produce la ruptura sustanciada en
dos elementos clave:
− Una base teórica, una doctrina. Por parte de los EE.UU. esa doctrina está definida por la contención al
comunismo con punto de partida en la doctrina Truman (12 marzo 1947).
− Por parte de la U.R.S.S. y su área de influencia, en septiembre de 1947 con la creación del Kominform,
basada en la doctrina Jdánov, explicación política del mundo.
Sobre este cuerpo doctrinal se asiste a la organización de cada uno de los bloques. Se puede hablar del
establecimiento doctrinal y de la construcción interna de cada bloque con organismos propios, económicos,
militares y políticos (como la OTAN o el Pacto de Varsovia).
Si esto es así, hay que tener presente que no fue un proceso uniforme sino que se vio condicionado por unos
factores y elementos. No es lo mismo el nivel de confrontación de los ´50 al de los ´70. Hay distintas fases:
− 1ª− 1947−53: La confrontación es más dura e intensa, el peligro de enfrentamiento militar es más claro, con
grandes crisis como Corea o el bloqueo de Berlín.
− 2ª 1953 y adelante: Fallece Stalin y se abre un proceso de aproximación entre los bloques que coincide con
una mayor flexibilidad en el trato de cada uno de los líderes con sus socios. La presión americana sobre
Europa disminuye y la U.R.S.S. cede en su intervencionismo sobre las demiocracias populares. Es la
coexistencia pacífica representada, sobre todo, por dos personajes: John Ficherald Kenedy y Nikita Kruchev,
pero habrá importantes tensiones como el muro de Berlín o los misiles cubanos. Estos dos factores y la forma
en que fueron resueltos abrió la puerta a una tercera fase.
− 3ª Distensión internacional: Por una serie de coyunturas, parece olvidarse la tensión de los planteamientos
duros de los ´50 y se puede hablar de colaboración entre los americanos y soviéticos en seguridad y defensa.
Esta época no se puede entender sin un factor transcendental: la descolonización y la aparición del Tercer
Mundo. Si en 1945 son 51 estados los firmantes de las Naciones Unidas, en los ´60 una serie de estados
nuevos (sobre todo africanos) acceden a la independencia, son miembros de las Naciones Unidas que quieren
escapar al juego de la bipolaridad, reclamando un puesto en el mundo no condicionado a la rivalidad
este−oeste; las relaciones internacionales se enriquecen con este elemento. EE.UU. y la U.R.S.S. tendrán que
modificar sus estrategias en base a estos recién llegados. El punto culminante de la distensión se da en la
conferencia de Helsinki de 1975, sobre seguridad y cooeración en Europa.
Pero, después de Helsinki se abre un nuevo proceso, una segunda guerra fría dura (el reaganismo americano y
la inicial crisis política en la U.R.S.S. con cambios en la dirección del Partido Comunista Ruso: Breznev,
Chernienka, Gorbachov...).
Si aquí los debates historiográficos se han ido reduciendo desde la perspectiva de los orígenes de la Guerra
Fría, para ver quien es el responsable de su desencadenamiento la polémica es mucho mayor. Desde el punto
de vista occidental (americano) los años ´50 y principios de los ´60 dieron una literatura historiográfica en la
46
que se acusaba directamente a la U.R.S.S. y la política imperialista de Stalin de la aparición de la guerra fría
(hay un anticomunismo visceral, esquizofrénico, donde cualquier actividad minimamente democrático−liberal
era acusada de roja y reprimida). En los ´70 (y finales de los ´60) entró en revisión historiográfica (sobre todo
con Yergin ?) y se plantea ver la política de Truman, el deseo de provocar la ruptura con los antiguos aliados.
El sistema económico de los EE.UU. adquiere unos niveles imperialistas que exigen el control de mayores
mercados, lo que empuja a toda una estrategia geopolítica y militar a tner preponderancia militar. Para todo
esto hay varios libros de autores españoles:
− Pereira, J.C. Historia y presente de la Guerra Fría Istmo, Madrid.
Los orígenes de la Guerra Fría De. El Arco. 1997.
− Veiga, Fr. (y otros). La paz simulada, una historia sobre la guerra fría, 1941−1991 Alianza 1997.
Como manuales:
− Aracil (y otros). Historia del mundo actual, de 1945 a nuestros días. Universidad de Barcelona, 1996.
− Martínez Carreras (y otros) Mismo título. Marcel Pons, 1996.
Si observamos la portada de Le Monde del día que acabó la guerra, veremos que tres son las noticias
principales: La rendición alemana; la crónica sobre la Conferencia de San Francisco (la ONU); y por último la
crisis polaca y su efecto negativo sobre la cooperación interaliada.
Todo esto demuestra que se plantea una duda sobre la capacidad de los aliados para resolver las crisis que se
inician y se alerta sobre las dificultades aliadas.
Balance de la Segunda Guerra Mundial y situación del mundo.
Pocas veces ha habido transformaciones tan profundas como la que hubo entre 1939 y 1945, ya sea en política
interior, ideología, política económica, etc... Este balance afecta a varios capítulos: la modificación que se
produce en la estructura del poder político internacional que viene por la desaparición de Europa como
principal factor de la vida internacional (iniciado en 1919) y que será sustituída por los Estados Unidos y la
Unión Soviética.
Europa está arruinada, devastada y dividida, se ve sometida al juego de la influencia de las superpotencias.
Estos países serán los auténticos triunfadores y tienen una naturaleza diferente a la de las potencias del XIX y
principios del XX. Son superpotencias por su capacidad económica, su dimensión territorial, la capacidad de
movilización demográfica y, también, por su capacidad militar que vendrá determinada por la política atómica
que Norteamérica ha puesto de manifiesto en 1945 contra Japón, y monopolio americano hasta 1949, cuando
la U.R.S.S. consigue hacer explotar su primera bomba con éxito.
Es un mundo donde la descolonización se acentúa. Los países sometidos a la política neocolonialista europea,
y que en 1919 hicieron un primer intento independentista, lo consiguen a partir de 1947. Una política
descolonizadora que va a suponer una acentuación de la pérdida del poder político europeo por la pérdida de
los imperios.
La fecha clave será 1955, cuando la conferencia de Bandoung, organizada por unos países afroasiáticos ,
otorga la toma de conciencia del papel acelerador del proceso descolonizador.
Fuera de esto, hay otras consecuencias:
47
− Ideológicas: La guerra supone la desaparición de los fascismos y sus fórmulas y la emergecia de tres
corrientes ideológicas:
1− El socialismo reformista y moderado: la socialdemocracia.
2− Los planteamientos demócrata−cristianos (o sociocristianos).
3− El comunismo.
Los dos primeros se darán en occidente y serán acompañados del tercero, que impacta de forma tremenda
afianzado por el papel que los comunistas han jugado en los procesos de liberación de los territorios
controlados por los nazis y, también, por el papel que los soviéticos han tenido en la guerra. Stalin será un
referente clave en la vida ideológica (en Francia, Italia u Holanda, el partido comunista es casi mayoritario).
Para muchos, es la fórmula para superar las contradicciones capitalistas que han conducido casi a la
autodestrucción.
− Humanas: Supone una tragedia fundamental, con 50 millones de muertos (27 de la U.R.S.S., seguida por
Alemania, Polonia...) y afectando a la población civil. Esta tragedia se prosigue después de la guerra porque
1945 supone el mayor éxodo de población en 500 años. En este año, en Europa, por cualquier razón, 30
millones de personas vagan sobre el territorio (ya sean refugiados, desplazados o emigrantes).
− Materiales: Supone para Europa una destrucción en sus infraestructuras, vías de comunicación, transportes...
Depende del exterior para poder avanzar, alimentarse, vestirse y acomodarse sobre el terreno. También sirvió
esto de revulsivo para la transformación del sistema industrial y económico europeo, la posibilidad de levantar
nuevas industrias, rutas; junto a la ayuda económica determina que en los ´50 haya un crecimiento económico
sin precedentes (con su mayor exponente en la Alemania federal).
Para construir la paz se hacen, en 1945, tres reuniones: Yalta, Postdam y San Francisco. Muchos son los
aspectos que engrosan la agenda de los responsables políticos aliados en este año. El objetivo es construir un
nuevo sistema de seguidad, la UN, y existen una serie de cuestiones puntuales que hay que ir cerrando. Son:
1− La elaboración de los tratados de paz.
2− Cuál va a ser el futuro de la Alemania derrotada.
3− Cuál va a ser la evolución, el futuro de Europa después de la guerra.
4− Cuál va a ser el papel de los vencedores en el mundo que se abre después de 1945.
Todo esto fue discutido, sobre todo por EE.UU. Gran Bretaña y la U.R.S.S. La clave a la hora de explicar
estas negociaciones está en la política soviética y americana. El comportamiento de estos dos actores es la
clave para entender el enfoque y solución de estos problemas.
La política americana está determinada por Roosvelt; casi acabada la guerra, era un idealista convencido de la
necesidad de crear un organismo internacional que mejorase el sistema de la seguridad colectiva de
entreguerras: la ONU será el producto de la política americana. Otro fundamento es el convencimiento de una
inteligencia, de un acuerdo con la U.R.S.S. para que estos dos actores trabajen en común por un mundo más
estable.
La política soviética se beneficia de las formulaciones de Roosvelt: Stalin está dispuesto a otorgar un papel
importante a ese nuevo órgano de paz y a seguir los fundamentos de Roosvelt, pero hay un punto previo clave:
antes de la seguridad colectiva está la de la U.R.S.S., que ha pasado la difícil prueba de esta guerra en que casi
48
desaparece. Desconfía del sistema capitalista, lo que le lleva a la formulación de una política se seguridad
basada, sobre todo, en el control político, territorial e ideológico de las zonas próximas a la Unión Soviética.
El mapa de 1945 acentúa este objetivo soviético: casi toda la Europa central y oriental fue liberada por el
Ejército Rojo.
Si a pesar de esto, el diálogo es posible en Yalta, poco después (julio−agosto de 1945), en Postdam, no es tan
evidente; Roosvelt fallece y es sustituído por Truman (su vicepresidente) que no tiene esa fe ciega en un
entendimiento con los soviéticos y no es tan partidario del universalismo. En febrero de 1945, en Yalta, los
aliados firmaron un documento, la Declaración sobre la Europa Liberada, y allí Churchill, Roosvelt y Stalin se
comprometen a actuar en los países liberados a apoyar a los gobiernos democráticos que se constituyeran
política y económicamente; era, para los occidentales, la garantía de que la Europa oriental y central seguiría
teniendo sistemas democráticos capitalistas. Varios meses después, los occidentales comprueban (en la crisis
polaca por ejemplo) que no hay democracia y que se asiste a un mayor control de la U.R.S.S. sobre estas
zonas.
La guerra había demostrado, a partir de 1941 para los EE.UU., su vulnerabilidad. Su ámbito de influencia y su
territorio ha sido atacado por Japón y ha demostrado los límites de seguridad, por lo tanto, a partir de 1945, el
concepto de seguridad de los EE.UU. cambia, con conceptos que antes le resultaban ajenos, e intentarán
controlar, a partir de entonces, los lugares clave, un nuevo concepto de paz y seguridad interna. Por último, la
seguridad de los EE.UU. está directamente relacionada con su condición de líder del mundo capitalista.
También la Unión Soviética va a ver alterados sus fundamentos de seguridad. En 1941 se demuestra la
vulnerabilidad soviética. Para ellos, el concepto de seguridad está ligado a un control político y territorial de
las zonas más directamente relacionadas con su país. Los espacios de la Europa central y oriental y los de
extremo oriente.
Hay una diferencia con EE.UU., que estriba en la utilización de la bomba atómica auqneu ambos salen airosas
del conflicto, la utilización de la bomba hace ver que es mayor la vulnerabilidad de la Unión Soviética que la
de los EE.UU. En marzo de 46, Churchill ofrece una conferencia en Fulton donde denuncia el "telón de
acero" que ha caído sobre Europa que impide saber lo que pasa en el oriente europeo, sometido al control de
Moscú. Un Moscú que no desea la guerra sino la consolidación de los frutos de la guerra a través de una
expansión político económica y territorial ilimitada. Esta denuncia parece que se confirma con toda una serie
de tensiones en el bloque aliado debido a las iniciativas soviéticas. Esas iniciativas afectan a diferentes partes
del mundo. La Unión Soviética no retira sus fuerzas de Manchuria hasta los primeros meses de 1946, pero
sobre todo ejerce una presión hacia el sur que causa alarma en los países occidentales. Esa presión tiene tres
escenarios fundamentales:
Irán.
En Irán, durante la guerra, se divide en dos zonas: la norte, ocupada por los rusos; y la sur, ocupada por Gran
Bretaña. El compromiso era que, en 1946, ambas fuerzas se retirasen. Los soviéticos no acatan esos
compromisos y además desmembran el territorio iraní mediante el impulso de un conjunto de fuerzas
independentistas controlado por sectores comunistas. Un objetivo soviético ligado al control de las zonas
petrolíferas del norte de Irán.
Esta crisis iraní, de 1945−46, enfrenta a los antiguos aliados. La crisis se soluciona mediante el compromiso
de ofrecer a los soviéticos beneficios en los pozos de petróleo.
Turquía.
Es la segunda crisis del momento. Se reclama un control sobre el Bósforo y los Dardanelos; que Moscú y
Constantinopla fueran los únicos protagonistas en el control de los estrechos. Turquía se opone y la crisis se
49
soluciona por la presencia de un primer navío americano.
Grecia.
Después de la guerra, Grecia es un país convulsionado que opone al gobierno monárquico frente a una
guerrilla en el norte del país ayudada por fuerzas comunistas de Yugoslavia y Bulgaria. Durante 1946, es el
gobierno británico quien sostiene la monarquía griega frente a la guerrilla. Sin embargo, a los ingleses de
posguerra, cada vez les resulta más difícil poder seguir teniendo el papel de líder regional en el Mediterráneo.
Esta crisis griega se enmarca con los acontecimientos en el Próximo Oriente, en el protectorado de Palestina,
que lleva a la construcción del Estado de Israel.
Junto a esta cuestión de las iniciativas soviéticas, los aliados viven momentos de tensión en cuanto a la
cuestión alemana. Durante la guerra y las Conferencias de Yalta y Postdam, los aliados llegan a una serie de
acuerdos en torno al futuro de Alemania, que sería desmilitarizarla, sometida a un proceso de democratización
interna. Hasta la firma del tratado de paz con Alemania, será sometida a una ocupación interaliada. Es
dividida en cuatro zonas de ocupación: zona soviética, americana, británica y francesa.
Alemania durante estos años es gobernada por un Consejo Supremo Interaliado que será un órgano integrado
por los gobernadores militares de cada zona. Berlín, que estaba en zona soviética, es también dividida en 4
partes.
Sobre la cuestión alemana, las fuerzas ocupantes comienzan a mostrar signos de desacuerdo, frente a los
americanos que se plantean una recuperación económica de Alemania moderada, los soviéticos llevan a cabo
toda una política maximalista en el tema que se refleja en las reparaciones que exigen a Alemania. También
comienzan a ponerse de acuerdo sobre si Alemania debería tener un gobierno central fuerte, o si debe ser un
sistema unitario o federal. Las conversaciones son cada vez más complicadas entre los aliados.
Cada uno administra su zona sin seguir una política unitaria. El único punto común es el proceso de
desnazificación.
En enero de 1947, EE.UU. y Gran Bretaña van a decidir la unificación de sus zonas creando la bizona. Todos
estos malentendidos de 1946 estallan en 1947, donde se pone de manifiesto que la colaboración aliada resulta
imposible.
En 1947 vienen las iniciativas norteamericanas en el plano teórico y organizativo que están en la base del
desencadenamiento de la Guerra Fría. En este año la administración americana se inclina por ir
introduciendo una política de firmeza frente a la U.R.S.S. Todas estas iniciativas convencen a Truman de
cambiar de estrategia. Keman es el ideólogo de toda la política de contención. El ámbito en el que se hace
patente esa nueva política es el Mediterráneo oriental. En los primeros meses de 1947, la diplomacia inglesa
comunica a EE.UU. que ellos son incapaces de mantener el objetivo político y militar que Londres había
tenido en la zona y que EE.UU. debía tener ese papel de líderes que la guerra les había dado.
Sobre esto, el 12 de marzo de 1947, el presidente Truman se dirige al Congreso en un mensaje que supone el
inicio de toda la política de contención. Con la doctrina Truman, EE.UU. decide asumir el papel de defensor
del mundo libre e iniciar un proceso de construcción del bloque occidental (libre) que tendrá, como primer
paso, el ámbito económico para construir el bloque y que, posteriormente, derivará en la utilización de
elementos militares y políticos para la consolidación del mundo libre.
Es el conjunto de Europa el que se ve amenazado por un proceso de desestabilización. Los EE.UU. se centran
en la situación europea de la posguerra: Europa está arruinada, con enormes dificultades para reconstruirse,
donde el hambre y el frío es el caldo de cultivo para el desarrollo de las fuerzas comunistas. Las dificultades
50
europeas de 1946/47 acelera la posición de EE.UU. y también la difusión del comunismo sobre el continente,
que supone una amenaza geopolítica para EE.UU. y la expansión, también, del comunismo por el norte de
África para luego alcanzar a América.
La Europa occidental se convierte en un punto clave que tiene como instrumento principal el papel económico
y financiero.
Sobre esto, en junio de 1947, el nuevo secretario de Estado americano (Marshall) va a hacer una propuesta
consistente en anunciar la ayuda económica que EE.UU. dará para la reconstrucción de Europa. Cuando hacen
su ofrecimiento, dicen que esta ayuda está abierta a todos los países europeos. Sólo se pone la condición de
que sean los propios países quienes organicen los instrumentos de distribución de la ayuda; no es una
condición caprichosa.
En el verano de 1947 se van a reunir la Unión Soviética, Francia e Inglaterra en la Conferencia de París. Los
soviéticos van a rechazar la ayuda americana por considerarla un instrumento capitalista y se retirarán,
arrastrando al conjunto de países bajo su esfera de influencia. Los receptores de la ayuda serán los países
occidentales. En abril de 1918 los países receptores se reúnen en París y van a crear el organismo que debe
distribuir la ayuda norteamericana (OECE). EE.UU. sabe que para establecer la política de contención al
comunismo es necesario establecer mecanismos de cooperación y reorganizar la Europa occidental.
La OECE es el primer organismo que, después de la Segunda Guerra Mundial, nos pone en la base del
proceso de reconstrucción. La U.R.S.S., en 1947, se encuentra con la doctrina Truman y el Plan Marshall.
Unos meses después del plan, el bloque soviético reacciona. En septiembre de 1947 se celebra en Polonia una
reunión de los principales partidos comunistas europeos alentada por Moscú y da como resultado la creación
de un organismo, el Kominforn, una institución que quiere servir de coordinadora de todos los partidos
comunistas. El kominforn actúa sobre la base de una doctrina que también en esa reunión es aprobada y da
lugar a la doctrina Jdánov. Esta teoría va a afirmar que el mundo está dividido en dos bloques: el mundo
capitalista o imperialista y el bloque socialista o anti−imperialista. Dos sistema que están en confrontación. El
objetivo de las fuerzas socialistas es terminar con el sistema capitalista. La creación del kominforn va a tener
una repercusión inmediata sobre la Europa centro−occidental; asistimos a la sovietización de completa de
todos estos países. En 1945, cuando la guerra termina, estos países de Europa están gobernados por gobiernos
de heterogeneidad política. En 1947 estos gobiernos quedan controlados por las fuerzas comunistas. Sobre la
Europa occidental, los partidos comunistas se van a lanzar a una política de oposición a los proyectos de
recuperación económica. En 1945 los comunistas están en algunos gobiernos, como sucede en Francia. Por lo
tanto, la guerra fría se vive también en el interior de algunos Estados.
Las formulaciones doctrinales sobre el origen de la guerra fría se van a acentuar desde 1948 a 1953, donde
hay tensiones entre comunistas y capitalistas. Se establecen las primeras medidas militares.
En 1948 asistimos a las dos crisis más graves después de la guerra:
El golpe de Praga.
Checoslovaquia es uno de los países que tras la ruptura de los dos bloques, está en una posición de equilibrio,
es un Estado que intenta escapar de la influencia soviética. Está gobernada por Benes (o Beres), el comunismo
tiene una situación preponderante pero no hegemónica. Checoslovaquia solicitó su introducción en el Plan
Marshall e intenta la firma de un tratado de amistad con Francia. En febrero de 1948, exigen a Benes que el
gobierno sea gobernado (¡viva la rebuznancia!) por los comunistas, con lo que queda desplazado.
Los occidentales asisten a las iniciativas soviéticas y se dan cuenta de que esas iniciativas han establecido un
control absoluto sobre Europa central y oriental, excepto en Alemania.
51
Bloqueo de Berlín.
******************************************************************************FALTA
19−1−1998, QUE TIENES TÚ ADOLFO
************************************************************************************************
Para los defensores de la idea de Europa, no podía limitarse la construcción europea al carbón y el acero.
Tendría que tener dimensión militar y política, lo que coincide con la crisis internacional; en 1950 se produce
la guerra de Corea y parece cercana una confrontación total. Además, la guerra de Corea obliga a EE.UU. a
centrarse en extremo oriente y a distraer parte de la defensa europea. Francia se encuentra empantanada en
Indochina y, en consecuencia, se hace necesario incrementar la defensa en Europa que, para algunos estados,
plantea la incorporación de la RFA en el esfuerzo de seguridad, pero sin provocar el rearme alemán (hay que
tener en cuenta que sólo han pasado 7 años desde la guerra).
La solución viene del modelo de Schumann para la CECA; el ministro francés Pleven propugna la creación de
una CED (Comunidad Europea de Defensa) con órganos supranacionales: un ministro de defensa de Europa,
un ejército europeo integrado por efectivos de distintos países (entre ellos Alemania)... La marcha de esto
corre paralelo a otro esfuerzo político, la creación de la CPE (Comunidad Política Europea). Para muchos esto
sirve para solucionar lo militar.
Entre 1952−54, los europeos discuten estas propuestas. La mayoría irá aceptando la CED, pero el tema se
estanca en la Asamblea Nacional; en Francia se convierte en una tormenta política, pero el proyecto será
derribado (algunos sectores como la izquierda o los gaullistas se ponen en contra). Al no ratificar la CED,
fracasa y, al hacerlo, la CPE también cae. Esto significa que en 1954−55 lo único que tienen delante los
defensores de la construcción europea es la CECA. Esa realidad será fundamental para comprender cómo a
partir de ahora se desarrolla el proceso de construcción europea. Los "padres de Europa" saben que no se está
preparado para asumir elementos políticos o militares, sólo los económicos, la integración militar es la única
que permanece en pié.
Sobre esta base, a partir de 1955, los miembros de la CECA van a utilizar el modelo que les plantea el Tratado
de París para profundizar el proceso integrador. Después de una serie de reuniones e informes (p. e. informe
Spaak), en 1957 los miembros de la CECA, a través del Tratado de Roma, dan nacimiento al la CEE
(Comunidad Económica Europea) y al EURATOM (sobre la energía atómica). Los Tratados de Roma insisten
en la vía integracionista cómo instrumento de poder crear la construcción política europea; que tendrá una
primera fase, la de la creación de una unión aduanera en la que los Estados miembros permiten libre
circulación de mercancías y a la que añaden un tarifa exterior común gestionada por organismos comunes. Se
pasa a una segunda fase, un Mercado Común en el cuál los seis Estados miembros no sólo permiten la libre
circulación de mercancías sino también de servicios, capitales y trabajadores. Superado esto, se iría a la unión
económica y monetaria para, desde aquí, poder llegar a la unión política. Sobre este esquema comienza a
funcionar los países firmantes.
El mercado común que surge a partir de 1957 se encuentra con un competidor, la AELC o EFTA (Asociación
Europea de Libre Cambio o European Free Trade Asociation), inspirada directamente por Gran Bretaña. A
principios de los ´60, el proceso Europeo ve dos modelos en competición (el Tratado de Estocolmo y el
Tratado de Roma). El pulso entre ellos se mantendrá hasta 1962, año en que Gran Bretaña (Mac Millan?)
solicita la integración en el Tratado de Roma.
En 1955−56 la vida internacional vive un momento en que la bipolaridad de posguerra está comenzando a
erosionarse. Cada líder de bloque, EE.UU. y la U.R.S.S., comienza a controlar menos la evolución de sus
zonas de influencia.
52
En el ámbito occidental esta pérdida del protagonismo americano se produce en el incremento de la
personalidad europea y un mayor esfuerzo integrador. Europa quiere tener voz propia. Además, los europeos
han comprobado en propia carne cómo los intereses europeos y americanos no son coincidentes: es algo que
se ve en la crisis de Suez, enfrentado al Egipto de Nasser con dos grandes potencias europeas coloniales,
Francia e Inglaterra. Los EE.UU. no responden a sus socios europeos; esta realidad hace comprender a Europa
la necesidad de su propia vía para defender sus intereses.
TEMA 11. DE LA COEXISTENCIA PACÍFICA A LA DISTENSIÓN.
La coexistencia pacífica.
Entre 1955 y 1962, las relaciones internacionales conocen un paréntesis entre lo que es la confrontación
bipolar de la posguerra y la distensión internacional de finales de los ´60 y principios de los ´70. Entre estos
años, entre estas fases, existe un ámbito cronológico que viene determinado con el nombre de la coexistencia
pacífica, que hace referencia a nuevo modo de relaciones este−oeste, que, entre 1952−1962, existe.
Esta coexistencia pacífica viene caracterizada por una nueva relación entre la Unión Soviética y los EE.UU.
que es menos beligerante y duro que antes. También está determinada por un nuevo elemento: la aparición del
Tercer Mundo, el fenómeno descolonizador.
La coexistencia pacífica en el marco de las relaciones soviéticoamericanas, se caracterizará por el abandono
de un concesión de confrontación ideológico−militar inevitable, el desarrollo de una carrera armamentística y
espacial sin precedentes y la convicción de que la rivalidad entre los dos bloques se puede plantear en el
marco económico−ideológico pero no tiene porqué producir una confrontación inevitable. Como dijo Aaron
"la Paz es imposible pero la guerra improbable".
Esto es así porque al disponer los dos de una capacidad militar que conduce, en caso de utilización, a la
aniquilación total, el equilibrio del terror que se instala hace que se neutralice el uso del arma atómica y que,
al hacerlo, las perspectivas de acercamiento diplomático se intensifiquen.
Por lo tanto, hay un proceso de paulatino deshielo rubricado, por ejemplo, en el inicio de las primeras
conversaciones sobre desarme y la limitación de los ensayos nucleares atmosféricos.
Este deshielo permitió la firma del Tratado de paz con Austria y la desaparición de los ejércitos de ocupación
sobre este territorio.
Hay dos personajes que caracterizan el ambiente de la coexistencia pacífica: Nikita Jruchev y John Ficherald
Kennedy. Los dos reflejan bien la evolución de estos momentos y ambos tuvieron un final parecido (el
primero cayó tras un golpe palaciego y el segundo asesinado). La coexistencia pacífica nos remite también a
un nuevo comportamiento de los líderes de bloque con sus zonas de influencia. En la Europa del este nos
remite a la desestailinización: cuando Jruchev llega al poder quiere romper con el totalitarismo de Stalin y el
sometimiento a los intereses de la U.R.S.S. por parte de las Repúblicas Populares; permite a estos países
iniciar una construcción al socialismo con características más nacionales y que no respondan exactamente a
los intereses soviéticos.
En esta nueva relación que permite mayor autonomía a los países del este, nos encontramos con dos modelos
que muestran los límetes que los soviéticos estaban dispuestos a conceder:
− Polonia: La desestalinización provoca un enfrentamiento entre la antigua clase dirigente y los favorables al
proceso desestalinizador (Gomulka), que negociará con Jruchev el nuevo marco de autonomía política para
Polonia. Es un modelo pacífico.
53
− Hungría: La desestalinización lleva al poder a Nagy, quien defiende un programa político que va mucho
más allá del hecho autónomo que concedía la U.R.S.S. Quiere terminar con el monopolio del Partido
Comunista, una Constitución democrática y permitir la libertad de partidos. La Unión Soviética va aceptando
a regañadientes pero hay un tema que no aceptan: Nagy declara la neutralidad de Hungría y su salida del
Pacto de Varsovia; cuestiona los fundamentos de la Seguridad Soviética. A esto se añade el Tratado de Paz
con Austria de 1955 por lo que se convierte a dicho país en neutral. La posición que Nagy define (con el
apoyo popular) queda detenida en noviembre de 1956, cuando la U.R.S.S. invada Hungría, quitando a Nagy y
nombrando a Kadar nuevo dirigente (seguidor de Jruchev), terminando con la revolución húngara (que costó
25.000 muertos).
Desde el punto de vista internacional, la coexistencia pacífica viene cuestionada por dos crisis: la de Berlín en
agosto de 1961 y la de los misiles cubanos en octubre de 1962.
El muro de Berlín.
La antigua capital del Reich, Berlín, seguía dividida en una zona soviética y una de ocupación occidental, en
el seno de una República Democrática Alemana. Berlín occidental se había convertido en un símbolo de la
libertad para los países occidentales y estaban dispuestos a mantenerlo a cualquier precio.
Para los soviéticos, la existencia del Berlín occidental era una intromisión de los países occidentales sobre su
zona de influencia y que cuestionaba la realidad de la RDA y el poder soviético. Desde el final de la guerra,
habitantes alemanes estaban escapando hacia el mundo occidental a través de Berlín oeste (se contabilizaron 3
millones hasta principios de los ´60). En 1960, Jruchev quería cerrar esta cuestión, planteando una serie de
iniciativas a los EE.UU. (que si una ciudad libre, que si una ciudad estado... gilipolleces) que rechazan. Ante
esto, en agosto de 1961, la RDA y la U.R.S.S. Comienzan la construcción de un muro para aislar el Berlín
occidental del resto del Reich. A través del muro se quiere terminar con la hemorragia humana.
Hay dos dimensiones de esto: por un lado la cuestión personal, como la separación de familias y, por otro, las
protestas diplomáticas de los occidentales ante la posición de fuerza. En definitiva se sigue manteniendo el
Berlín occidental, un escaparate de la evolución de las democracias, que es lo que interesa, coño.
En el verano de 1963 Kennedy se traslada a Berlín, siendo recibido por el alcalde y, ante el muro, hace un
discurso público que sirvió para resaltar su prestigio internacional (el discurso estaba dirigido a reprochar a los
comunistas su acción). Pero la forma de entender la libertad por parte de Kennedy encontró una piedra en su
camino: Cuba (o Fidel, léase como se quiera).
Cuba.
Si, Berlín occidental era un cuestionamiento del poder ruso en el este, la Cuba de 1961 es un cuestionamiento
del poder americano sobre su zona de influencia. En enero de 1959 un grupo de guerrilleros, organizados en
torno a Fidelillo, logra terminar con la dictadura de Batista. El régimen que se implanta es un sistema político
heterogéneo, donde la libertad política se combina con medidas económicas socializantes.
Estas medidas son vistas con recelo desde EE.UU. La administración Kennedy alentará iniciativas
beligerantes hacia el régimen cubano: armará a un grupo de exiliados planificando un desembarco en bahía
Cochinos, resuelta de forma militar por Castro. Junto a esto Kennedy plantea otras medidas tendentes a aislar
a Fidel que, por la presión, se refugiará en la U.R.S.S. radicalizando su política (osea, que antes era bueno).
En 1962 los servicios de espionaje norteamericanos descubren la construcción de unas rampas de lanzamiento
en la isla, a los que se podría añadir el establecimiento de cohetes.
• Madariaga, en sus memorias, Amanecer sin mediodía recoge la experiencia de la Sociedad de
Naciones y su tragedia.
54
• Ha habido un debate historiográfico en torno a lo que fue esta alianza: si era simplemente militar y
coyuntural para ganar la guerra; o sí en ella había algo más, con sentido político para establecer un
nuevo orden internacional. Para muchos la guerra civil ideológica capitalismo/socialismo se supera
ahora. La primera postura la defienden, por ejemplo, H. Thomas (Paz Armada. Orígenes de la guerra
fría 1945−46. Donde da un repaso a Roosevelt incluido), siendo una corriente muy conservadora. A
mediados de los años ´80 va a surgir la segunda, fundamental es el libro de Boyle Las relaciones
soviético−norteamericanas 1917−1941 (cap. III y IV).
• En esta liberación, casi como en la liberación del midi de Francia, tuvieron, dentro de las tropas
aliadas, una intervención decisiva ciudadanos españoles integrados en las fuerzas de interior, fuerzas
de resistencia militar francesa. Eran antiguos combatientes de la Guerra Civil. Estas tropas españolas
son las primeras en entrar en París como acto homenaje.
55
Descargar